Este documento analiza la redistribución del poder mundial a raíz de la crisis económica de 2008-2012. Señala que la crisis ha acelerado el traslado del centro de poder de Occidente a Oriente, especialmente a China e India. También ha llevado a un reacomodo de la influencia desde el Norte hacia el Sur. Sin embargo, advierte que la transición del poder entre regiones puede generar fricciones y disputas, como ha ocurrido en el pasado. Finalmente, discute que aunque hay factores que apuntan a una mayor