El terremoto y tsunami en Japón han causado grandes daños económicos estimados en 200 mil millones de dólares. La crisis nuclear en la planta de Fukushima continúa empeorando a medida que funcionarios intentan evitar una fusión nuclear. Mientras tanto, los economistas evalúan los daños a la infraestructura, producción y consumo causados por el desastre.