Los juegos en línea requieren una conexión de red activa para jugar y permiten a los jugadores competir entre sí a través de Internet, consolas o teléfonos móviles. El lanzamiento de Xbox Live impulsó el desarrollo de funciones en línea para consolas, mientras que las consolas más recientes y dispositivos móviles ofrecen capacidades completas de juego en línea a través de WiFi y redes celulares. Los juegos peer-to-peer dependen del ancho de banda entre ordenadores en lugar de servidores.