La ludopatía consiste en una adicción al juego que se caracteriza por la dificultad de controlar los impulsos de jugar de forma compulsiva, afectando negativamente a la vida personal y familiar de la persona. Ha sido reconocida como un trastorno mental y se conceptualiza como una adicción sin sustancia. Se evalúa utilizando criterios como los del DSM-IV y su tratamiento incluye terapias cognitivo-conductuales y grupos de apoyo mutuo.