Este documento explora la existencia de la ley de Dios en el Edén, argumentando que pese a su consideración como exclusiva para el pueblo hebreo, ya había una ordenanza que Adán y Eva debían seguir. A través del análisis de la historia del Edén y los mandamientos dados por Dios, se concluye que su transgresión se relaciona con el pecado y la desobediencia. La reflexión final invita a los lectores a comprender la importancia de esta ley a lo largo de la historia humana.