La metacognición permite a los individuos reflexionar sobre sus propios pensamientos y juicios, lo que se relaciona con la 'teoría de la mente' en psicología. Su desarrollo comienza en la infancia y se vuelve más pronunciado al final de la niñez, influenciando cómo los humanos anticipan comportamientos. Además, es vital en la psicopedagogía, ya que estimula el aprendizaje significativo al conectar al estudiante con su proceso de adquisición de conocimientos.