La metacognición es un proceso mental que permite comprender y reflexionar sobre el estado mental propio y ajeno. Se desarrolla entre los 3 y 4 años y permite prever comportamientos, aunque a menudo se usa de forma inconsciente. Su estimulación a través de la educación es importante para lograr los objetivos educativos y prevenir trastornos como el autismo. La metacognición también se refiere a la capacidad de aprender sobre el propio proceso de aprendizaje y mejorar las habilidades intelectuales a través de la reflexión.