Este documento discute el uso del lenguaje cartográfico como un instrumento para enseñar una geografía crítica y para la educación ambiental. Explica que los mapas son un lenguaje visual que permite comunicar conceptos geográficos de manera efectiva. También argumenta que el uso de mapas en la enseñanza puede desarrollar habilidades de pensamiento crítico en los estudiantes y promover valores ambientales y sociales.