Antoni Gaudí utilizó una gran variedad de formas geométricas en sus obras arquitectónicas más importantes como la Sagrada Familia, la Casa Milà y el Parque Güell. Estas incluyen arcos parabólicos, hiperbólicos y catenarios, bóvedas hiperbólicas, columnas de doble giro, elipses y maclas. Gaudí transformaba estas formas geométricas para crear estructuras únicas que se adaptaban a la naturaleza.