Libro Salud
Libro Salud
libro de LA
salud del
Hospital Clínic
de Barcelona
y la Fundación
BBVA
Libro Salud
Dirigido por:
Juan Rodés
Josep Maria Piqué
Antoni Trilla
LIBRO de la
salud del
hospital clínic
de barcelona
y la fundación
bbva
La decisión de la Fundación BBVA de publicar el presente libro no implica reponsabilidad alguna sobre
su contenido ni sobre la inclusión, dentro de esta obra, de documentos o información complementaria
facilitada por los autores.
No se permite la reproducción total o parcial de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, ni su
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mecánico, reprográfico, fotoquímico, óptico, de grabación u otro sin permiso previo y por escrito del
titular del copyright.
Libro de la salud del Hospital Clínic de Barcelona y de la Fundación
BBVA / dirigido por Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla.
— Bilbao : Fundación BBVA, 2007.
784 p. ; 26 cm
isbn 978-84-96515-33-8
1. Medicina general I. Rodés, Juan II. Piqué, Josep Maria III. Trilla,
Antoni IV. Fundación BBVA, ed.
613
Libro de la salud del Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación BBVA
Edita:
© Fundación BBVA, 2007. Plaza de San Nicolás, 4. 48005 Bilbao
isbn: 978-84-96515-33-8
depósito legal: M-29996-2007
Edición y producción: Editorial Nerea, S. A.
ASESOR CIENTÍFICO EDITORIAL: José Julio Robles Gardeazabal
DISEÑO y maquetación: Eurosíntesis Global, S. L.
impresión Y Encuadernación: Dédalo Altamira, S. A.
Impreso en España - Printed in Spain
Los libros editados por la Fundación BBVA están elaborados con papel 100% reciclado, fabricado a partir
de fibras celulósicas recuperadas (papel usado) y no de celulosa virgen, cumpliendo los estándares
medioambientales exigidos por la actual legislación.
El proceso de producción de este papel se ha realizado conforme a las regulaciones y leyes
medioambientales europeas y ha merecido el distintivo APUR, así como el primer premio Eco-produit
2004 para el Desarrollo Sostenible concedido por la Direccción General de Medio Ambiente de la
Comisión Europea.
datos internacionales de catalogación
Relación de autores
directores
Dr. Juan Rodés, Dr. Josep Maria Piqué y Dr. Antoni Trilla
coordinadora
Dra. Marta Aymerich
autores
Dra. Montserrat Aceituno. Médico especialista en Gastroen-
terología. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Alfredo Adán. Médico especialista en Oftalmología. Servi-
cio de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor
titular de Oftalmología de la Universidad de Barcelona.
Dr. Carlos Agustí. Médico especialista en Neumología. Servi-
cio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Antonio Alcaraz. Médico especialista en Urología. Servicio
de Urología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asocia-
do de Cirugía de la Universidad de Barcelona.
Dr. Francesc Xavier Alemany. Médico especialista en Cirugía
Ortopédica y Traumatología. Servicio de Urgencias del Hospi-
tal Clínic de Barcelona y CAP Les Corts de Barcelona.
Dr. Pedro Luis Alonso. Médico especialista en Medicina Pre­
ven­tiva y Salud Pública. Centro de Salud Internacional del Hos-
pital Clínic de Barcelona. Profesor de la Facultad de Medicina
(Cátedra UNESCO) de la Universidad de Barcelona.
Montserrat Amigó. Diplomada universitaria en Enfermería.
Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sora deToxicología de la Escuela Blanquerna de la Universidad
Ramon Llull de Barcelona.
Dr. Joan Albert Arnáiz. Médico especialista en Farmacología
Clínica. Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Miguel Ángel Asenjo. Médico especialista en Medicina
Preventiva y Salud Pública. Dirección Técnica del Hospital
Clínic de Barcelona. Profesor titular de Salud Pública de la
Universidad de Barcelona.
Dra. Marta Aymerich. Médico especialista en Hematología.
Unidad de Hematopatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Juan Balasch. Médico especialista en Obstetricia y Gineco-
logía. Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Joan Albert Barberà. Médico especialista en Neumología.
Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital
Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la
Universidad de Barcelona.
Dr. Ramón Bataller. Médico especialista en Aparato Digestivo.
Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. José María Bayas. Médico especialista en Medicina Preven­
tiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epide-
miología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado
de Salud Pública de la Universidad de Barcelona.
Dr. Jaume Benavent. Médico especialista en Medicina Fami-
liar y Comunitaria. Consorci d’Atenció Primària de Salut de
l’Eixample (CAPSE) de Barcelona.
Dr. Manuel Bernal-Sprekelsen. Médico especialista en
Otorrinolaringología. Servicio de Otorrinolaringología del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Otorrinola-
ringología de la Universidad de Barcelona. Catedrático libre
de Otorrinolaringología de la Universidad del Ruhr, Bochum
(Alemania).
Dr. Miquel Bernardo. Médico especialista en Psiquiatría.
Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor
titular de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
Dra. Maria Jesús Bertran. Médico especialista en Medicina
Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y
Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. José Luis Blanch. Médico especialista en Otorrinolarin-
gología. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Albert Botey. Médico especialista en Nefrología. Servicio
de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular
de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Josep Brugada. Médico especialista en Cardiología.
Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Miquel Bruguera. Médico especialista en Aparato Diges-
tivo. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Joan Caballeria. Médico especialista en Hepatología.
Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Jaume Campistol. Médico especialista en Pediatría. Servi-
cio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
­Profesor asociado de Pediatría de la Universidad de Barcelona.
Dr. Josep Maria Campistol. Médico especialista en Nefrología.
Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr.JuandeDiosCañete.MédicoespecialistaenReumato­logía.
Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Enric Carcereny. Médico especialista en Oncología. Servi-
cio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Xavier Carné. Médico especialista en Farmacología
­Clínica. Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic
de ­Barcelona.
Dra. Núria Casamitjana. Farmacéutica. Centro de Investiga-
ción en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB). Hospital
Clínic-Universidad de Barcelona. Profesora titular de Farmacia
de la Universidad de Barcelona.
Dr. Antoni Castells. Médico especialista en Gastroentero-
logía. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dra. Josefina Castro. Médico especialista en Psiquiatría.
Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospi-
tal Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Psiquiatría de la
Universidad de Barcelona.
Dra. Rosa Catalán. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio
de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora aso-
ciada de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
Dra. Elena Chabás. Médico especialista en Anestesiología y
Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del
Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Ángel Chamorro. Médico especialista en Neurología.
Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Carles Codina. Farmacéutico especialista en Farmacia Hos-
pitalaria. Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Andrés Combalia. Médico especialista en Cirugía Ortopé-
dica y Traumatología y en Medicina de la Educación Física y el
Deporte. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Anatomía y
Embriología Humana de la Universidad de Barcelona.
Dra. Salvadora Delgado. Médico especialista en Cirugía
General y Digestiva. Servicio de Cirugía Digestiva del Hospital
Clínic de Barcelona.
Cristina Esquinas. Diplomada universitaria en Enfer­mería.
Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dra. María Teresa Estrach. Médico especialista en Dermato­
logía. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrática de Dermatología de la Universidad de Barcelona.
Dr. Ramon Estruch. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Emilio Fernández-Egea. Médico especialista en Psiquiatría.
Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Joaquim Fernández-Solá. Médico especialista en Medicina
Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de
Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dra. Guillermina Fita. Médico especialista en Anestesiología
y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Anestesio-
logía de la Universidad de Barcelona.
Dr. David Font. Médico. Director del Área de Organización y
Proyectos del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr.JoséRamónFontenla.Médico especialista en Oftalmología.
Servicio de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Marta García-Giral. Médico especialista en Psiquiatría.
Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospi-
tal Clínic de Barcelona.
Dr. Joaquim Gascón. Médico especialista en Medicina Interna.
Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Pere Gascón. Médico especialista en Oncología Médica.
Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Bar-
celona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Cristóbal Gastó. Médico especialista en Psiquiatría. Servi-
cio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático
de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
Dr. José M. Gatell. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Pere Ginès. Médico especialista en Aparato Digestivo.
Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Teresa Godás. Psicóloga especialista en Psicología Clínica.
Servicio de Psicología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Carmen Gomar. Médico especialista en Anestesiología
y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesora titular de Anestesiología
de la Universidad de Barcelona.
Dr. Ramon Gomis. Médico especialista en Endocrinología.
Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de
Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Eduard Gratacós. Médico especialista en Obstetricia y
Gine­cología. Servicio de Medicina Materno-Fetal del Hospital
Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Ginecología de la
Universidad de Barcelona.
Dr. Antoni Gual. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio
de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Núria Guañabens. Médico especialista en Reumatología.
Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesora asociada de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Jose M. Guilemany. Médico especialista en Otorrinolarin-
gología. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic
de Barcelona.
Carme Hernández. Diplomada universitaria en Enfermería.
Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic
de Barcelona.
Concha Juan. Diplomada universitaria en Enfermería. Con-
sorci d’Atenció Primària de Salut de l’Eixample (CAPSE) de
Barcelona.
Dr. Antonio María de Lacy. Médico especialista en Cirugía Ge-
neral y Digestiva. Servicio de Cirugía General y Digestiva del
Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Pablo Loma-Osorio. Médico especialista en Cardiología.
Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Ingrid López. Médico especialista en Dermatología.
Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Alfonso López-Soto. Médico especialista en Medicina
Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de
Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad
de Barcelona..
Dr. Martí Manyalich. Médico especialista en Anestesiología
y Reanimación. Servicio de Coordinación de Trasplantes del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Anestesio-
logía de la Universidad de Barcelona.
Mariona Matas. Diplomada universitaria en Enfermería. Servi-
cio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Josep Mensa. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dra. Montserrat Milà. Doctora en Ciencias Biológicas. Servi-
cio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. José Luis Molinuevo. Médico especialista en Neurología.
Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Emili Montserrat. Médico especialista en Hematología.
Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Josep María Montserrat. Médico especialista en Neumología.
Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital
Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la
Universidad de Barcelona.
Dra. Montserrat Muñoz. Médico especialista en Oncología
Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic
de Barcelona.
Rosa Nicolau. Psicóloga especialista en Psicología Clínica. Ser-
vicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital
Clínic de Barcelona.
Dr. Santiago Nogué. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor titular de Toxicología de la Universidad de Barcelona.
Dr. Benet Nomdedeu. Médico especialista en Hematología.
Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Julià Panés. Médico especialista en Gastroenterología.
Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Eduard Parellada. Médico especialista en Psiquiatría.
Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Xavier Pastor. Médico especialista en Pediatría. Área de
Sistemas de Información del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor titular de Pediatría de la Universidad de Barcelona.
Dr.CésarPicado.MédicoespecialistaenNeumología.Serviciode
NeumologíayAlergiaRespiratoriadelHospitalClínicdeBarcelona.
Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Francisco Pina. Médico especialista en Odontoestoma­
tología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Pablo Pina. Médico especialista en Odontoestomatología.
Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Josep Maria Piqué. Médico especialista en Gastroentero-
logía. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Bar-
celona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dra. Miriam de la Prada. Médico especialista en Medicina del
Trabajo. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hos-
pital Clínic de Barcelona.
Dr. Andreu Prat. Médico especialista en Medicina Preventiva
y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio-
logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Salud
Pública de la Universidad de Barcelona.
Dr. Salvi Prat. Médico especialista en Traumatología y Cirugía
Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. José M. Quintilla. Médico especialista en Pediatría. Servi-
cio de Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
María Reinares. Especialista en Psicología Clínica. Instituto de In-
vestigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona.
Dr. Josep Ribas. Farmacéutico especialista en Farmacia Hospi-
talaria. Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Laura Ribera. Médico especialista en Nefrología. Servicio
de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Josep Roca. Médico especialista en Neumología. Servicio de
NeumologíayAlergiaRespiratoriadelHospitalClínicde ­Barcelona.
Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Juan Rodés. Médico especialista en Aparato Digestivo.
Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dra. Eulàlia Roig. Médico especialista en Cardiología. Servicio
de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Emilio Ros. Médico especialista en Gastroenterología.
Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic
de Barcelona.
Dr. Francisco Sabater. Médico especialista en Otorrinolaringo­
logía. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesor asociado de Cirugía de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Emilio Sacanella. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. José M. Sánchez-Tapias. Médico especialista en Hepato­
logía. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Raimon Sanmartí. Médico especialista en Reumatología.
Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Joan Santamaría. Médico especialista en Neurología.
Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Manuel Santiñá. Médico. Secretario de la Comisión de Vio-
lencia Intrafamiliar y de Género del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Ginés Sanz. Médico especialista en Cardiología. Servicio
de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Departamen-
to de Investigación Traslacional del Centro Nacional de Inves-
tigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid. Profesor titular
de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dra. Isabel M.ª Sañudo. Médico especialista en Medicina Físi-
ca y Rehabilitación. Servicio de Rehabilitación del Hospital Clí-
nic de Barcelona. Profesora asociada de Radiología y Medicina
Física de la Universidad de Barcelona.
Dr. Antoni Sisó. Médico especialista en Medicina Familiar y
Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts
de Barcelona.
Dr. Salvador Sitjar. Médico especialista en Medicina Familiar
y Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts
de Barcelona.
Dr. Josep Terés. Médico especialista en Medicina Interna.
Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dr. Jordi To-Figueras. Doctor en Ciencias Biológicas. Servicio
de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de
Barcelona. Profesor titular de Toxicología de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Antoni Torres. Médico especialista en Neumología. Servi-
cio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad
de Barcelona.
Dr. Antoni Trilla. Médico especialista en Medicina Preventiva
y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio-
logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor agregado de
Salud Pública de la Universidad de Barcelona.
Dr. ManuelValdés. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio
de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular
de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
Dr. Ricard Valero. Médico especialista en Anestesiología y
Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del
HospitalClínicdeBarcelona.ProfesorasociadodeAnestesiología
de la Universidad de Barcelona.
Dr. Josep Vidal. Médico especialista en Endocrinología y
Nutrición. Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital
Clínic de Barcelona.
Dr. Eduard Vieta. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio
de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular
de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
Dr. Jordi Vilardell. Médico especialista en Nefrología. Servicio
de Coordinación deTrasplantes del Hospital Clínic de Barcelona.
Dra. Anna Vilella. Médico especialista en Medicina Preventiva
y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio-
logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de
Salud Pública de la Universidad de Barcelona.
Dra. NúriaViñolas. Médico especialista en Oncología. Servicio
de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona.
Dr. Joan-LluísVives. Médico especialista en Hematología. Uni-
dad de Eritropatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe-
sor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Dra. Laura Zamora. Médico investigador del Instituto de
Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS)
de Barcelona.
Libro Salud
Presentación
Francisco González y Juan Rodés ........................................................................................... 17
Introducción
Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla ................................................ 19
la salud en la actualidad
1.	 La situación de la salud en el mundo
	 Núria Casamitjana y Pedro Luis Alonso ....................................................... 23
2.	 La situación epidemiológica en España.
	 ¿De qué enfermamos?
	 Maria Jesús Bertran ........................................................................................................................... 33
3.	 La herencia como determinante de la salud
	 Montserrat Milà ........................................................................................................................................ 43
4.	 El medio ambiente como determinante
	 de la salud
	 Jordi To-Figueras .................................................................................................................................... 53
5.	 El estilo de vida como determinante de la salud
	 Andreu Prat ...................................................................................................................................................... 65
la prevención y la promoción de la salud
6.	 El ejercicio físico
	 Anna Vilella ....................................................................................................................................................... 73
7.	 La dieta saludable
	 Ramon Estruch .......................................................................................................................................... 81
8.	 Los hábitos tóxicos: el alcohol
	 Joan Caballeria y Antoni Gual ....................................................................................... 93
9.	 Los hábitos tóxicos: el tabaco
	 Cristina Esquinas y Carlos Agustí ......................................................................... 103
10.	 Los hábitos tóxicos: las drogas
	 Santiago Nogué y Montserrat Amigó ......................................................... 111
11.	 La seguridad vial: los accidentes de tráfico
	 Salvi Prat ............................................................................................................................................................ 121
12.	 Los maltratos
	 Manuel Santiñá .................................................................................................................................... 131
13.	 La salud en el hogar: los accidentes domésticos
	 Salvador Sitjar ......................................................................................................................................... 139
14.	 La salud laboral
	 Miriam de la Prada .......................................................................................................................... 149
15.	 La salud bucodental
	 Francisco Pina y Pablo Pina ............................................................................................ 157
16.	 Las vacunas
	 José María Bayas ................................................................................................................................ 165
17.	 Consejos preventivos antes de un viaje
	 internacional
	 Anna Vilella y Joaquim Gascón ............................................................................... 173
18.	 La salud reproductiva y el embarazo
	 Eduard Gratacós ................................................................................................................................. 181
19.	 La menopausia
	 Juan Balasch ............................................................................................................................................... 191
20.	 El envejecimiento
	 Emilio Sacanella y Alfonso López-Soto .................................................... 199
principales problemas de salud
21.	 La angina de pecho y el infarto de miocardio
	 Pablo Loma-Osorio y Ginés Sanz ......................................................................... 209
22.	 La hipertensión
	 Laura Ribera, Albert Botey
	 y Josep Maria Campistol ...................................................................................................... 219
23.	 La insuficiencia cardíaca
	 Eulàlia Roig ................................................................................................................................................... 231
24.	 Arritmias y marcapasos
	 Josep Brugada y Mariona Matas .......................................................................... 241
25.	 El accidente vascular cerebral
	 Ángel Chamorro ................................................................................................................................. 249
26.	 La anemia
	 Marta Aymerich y Joan-Lluís Vives ................................................................... 257
Índice general
27.	 Leucemias y linfomas
	 Emili Montserrat y Benet Nomdedeu ......................................................... 269
28.	 El cáncer de próstata y la hiperplasia
	 benigna de próstata
	 Antonio Alcaraz ................................................................................................................................... 275
29.	 El cáncer de mama
	 Montserrat Muñoz y Pere Gascón ...................................................................... 285
30.	 El cáncer de piel
	 Ingrid López y María Teresa Estrach ............................................................... 295
31. 	El cáncer de pulmón
	 Núria Viñolas y Enric Carcereny .............................................................................. 305
32. 	El cáncer de laringe
	 Jose M. Guilemany y Manuel Bernal-Sprekelsen ................... 315
33.	 El cáncer del aparato digestivo
	 Antoni Castells y Josep Maria Piqué .............................................................. 323
34.	 Infecciones respiratorias:
	 bronquitis y neumonía
	 Antoni Torres y Cristina Esquinas ........................................................................ 337
35. 	La enfermedad pulmonar
	 obstructiva crónica
	 Joan Albert Barberà y Carme Hernández ............................................ 345
36.	 El asma y las alergias respiratorias
	 César Picado ............................................................................................................................................... 353
37.	 La enfermedad inflamatoria intestinal
	 Montserrat Aceituno y Julià Panés ................................................................... 363
38.	 Las hepatitis víricas
	 José M. Sánchez-Tapias .......................................................................................................... 373
39. 	La cirrosis hepática
	 Ramón Bataller y Pere Ginès ........................................................................................ 385
40.	 El sida
	 Laura Zamora y José M. Gatell .................................................................................. 393
41.	 Alteraciones del colesterol y de otros lípidos
	 Emilio Ros ........................................................................................................................................................ 401
42. 	La diabetes
	 Ramon Gomis .......................................................................................................................................... 411
43.	 La obesidad
	 Josep Vidal ..................................................................................................................................................... 417
44. 	El estrés
	 Manuel Valdés ........................................................................................................................................ 427
45.	 El trastorno bipolar
	 Eduard Vieta y María Reinares ................................................................................... 435
46.	 La depresión
	 Cristóbal Gastó y Rosa Catalán ................................................................................ 443
47. 	La esquizofrenia
	 Miquel Bernardo, Eduard Parellada
	 y Emilio Fernández-Egea .................................................................................................... 449
48.	 Trastornos del comportamiento alimentario
	 Josefina Castro ....................................................................................................................................... 459
49.	 Trastornos del sueño
	 Josep María Montserrat y Joan Santamaría .................................... 467
50.	 Disfunciones sexuales
	 Teresa Godás ............................................................................................................................................. 477
51.	 Trastornos de la atención en los niños
	 Marta García-Giral y Rosa Nicolau ..................................................................... 487
52.	 La enfermedad de Alzheimer y otras
	 enfermedades neurodegenerativas
	 José Luis Molinuevo .................................................................................................................... 497
53.	 La artritis y la artrosis
	 Raimon Sanmartí y Juan de Dios Cañete ............................................. 505
54.	 La osteoporosis
	 Núria Guañabens .............................................................................................................................. 515
55.	 La fibromialgia y la fatiga crónica
	 Joaquim Fernández-Solá .................................................................................................... 525
56.	 Lesiones derivadas de la práctica
	 deportiva
	 Andrés Combalia y Francesc Xavier Alemany .............................. 535
57.	 La gripe
	 Antoni Trilla .................................................................................................................................................. 547
58.	 Las infecciones urinarias
	 Josep Mensa .............................................................................................................................................. 557
59.	 Las cefaleas en la infancia y la adolescencia
	 Jaume Campistol ............................................................................................................................... 567
60.	 Enfermedades víricas de la infancia
	 José M. Quintilla .................................................................................................................................. 577
61.	 Trastornos de la visión
	 Alfredo Adán y José Ramón Fontenla ........................................................ 589
62.	 La sordera
	 José Luis Blanch ................................................................................................................................... 599
63.	 El vértigo
	 Francisco Sabater ............................................................................................................................. 609
los tratamientos
64.	 El uso de medicamentos en España
	 Xavier Carné y Joan Albert Arnáiz ..................................................................... 619
65.	 La seguridad en el uso de los
	 medicamentos
	 Carles Codina y Josep Ribas .......................................................................................... 627
66.	 El tratamiento del dolor
	Guillermina Fita y Elena Chabás ............................................................................ 635
67.	 La anestesia
	 Carmen Gomar y Ricard Valero ............................................................................... 645
68.	 Fisioterapia y rehabilitación
	 Isabel M.ª Sañudo ............................................................................................................................ 657
69.	 La cirugía moderna: cirugía laparoscópica
	 Antonio María de Lacy y Salvadora Delgado ................................ 669
70.	 Los trasplantes
	 Jordi Vilardell y Martí Manyalich ........................................................................... 677
71.	 Las terapias alternativas
	 Miquel Bruguera ................................................................................................................................ 685
72.	 La interacción médico-paciente
	 Antoni Sisó .................................................................................................................................................... 695
los aspectos bioéticos y sociales
73.	 La asistencia médica en el proceso de morir
	 Josep Terés .................................................................................................................................................... 705
74.	 El sistema sanitario español:
	 qué servicios ofrece la atención primaria
	 Jaume Benavent y Concha Juan ........................................................................... 713
75.	 El sistema sanitario español:
	 qué servicios ofrece la atención especializada
	 David Font ..................................................................................................................................................... 723
76.	 Los derechos de los usuarios del sistema
	 sanitario
	 Miguel Ángel Asenjo .................................................................................................................. 733
77.	 La investigación biomédica
	 Antoni Trilla y Juan Rodés ................................................................................................. 741
78.	 Salud y medios de comunicación
	 Antoni Trilla .................................................................................................................................................. 751
79.	 La telemedicina
	 Josep Roca y Carme Hernández ........................................................................... 759
80.	 Salud e Internet
	 Xavier Pastor ............................................................................................................................................. 767
Índice alfabético .......................................................................................................................................... 775
Créditos fotográficos y de ilustraciones ....................................................... 783
Libro Salud
E
l desarrollo experimentado por la medicina durante
el pasado siglo xx ha sido espectacular. La tasa de
mortalidad en la Unión Europea ha pasado de 26 por
1.000 habitantes en el año 1900, a menos de 10 por 1.000
en el año 2000. La mortalidad infantil también ha experi-
mentado un gran descenso, pasando de 150 fallecidos por
1.000 recién nacidos vivos en 1900, a menos de 5 por 1.000
en la actualidad. El aumento de la esperanza de vida es una
consecuencia inmediata de la mejora de las condiciones
sociales y de la salud, gracias, en parte, a las mejoras en
la salud pública y gracias también a la investigación bio-
médica (vacunas, antibióticos, trasplantes). La esperanza
de vida no ha cesado de aumentar, tanto si se considera la
esperanza de vida después del nacimiento (35 años en el
año 1900; 78,5 años en el año 1995), como la esperanza de
vida tras cumplir los 60 años (69 años en el año 1900; 82,4
en el año 1995).
Los sistemas sanitarios públicos desarrollados a
mediados del siglo pasado en la mayoría de los países eu-
ropeos forman parte inherente e importante del estado
del bienestar.
Todos los ciudadanos españoles tienen hoy el de-
recho constitucional a la protección de la salud y acceso
a un sistema sanitario público basado en los principios de
equidad, efectividad y eficiencia, con un sistema de ase-
guramiento único y universal dotado de un catálogo muy
completo de prestaciones, tanto en atención básica como
en atención especializada.
España destina algo más del 8% de su Producto In-
terior Bruto a Sanidad. El 80% del gasto sanitario es público
y el 20% privado. Muchos ciudadanos españoles que con-
fían en el sistema público conservan también una doble
cobertura y acuden, en ocasiones, al sistema sanitario pri-
vado (mutuas, pago directo). Es cierto que el sistema sani-
tario público tiene problemas. Un sistema que proporciona
Presentación
cobertura universal a 44,5 millones de habitantes, en igual-
dad de condiciones, desde una simple visita ambulatoria
para una vacunación sistemática infantil hasta un procedi-
miento quirúrgico complejo, y todo (excepto una pequeña
parte de los medicamentos) de manera gratuita, es lógico
que tenga dificultades: listas de espera, retrasos en la asis-
tencia, masificación de consultas y de las urgencias, falta
de dotación tecnológica suficiente (notablemente tecnolo-
gías de la información), falta de coordinación entre niveles
asistenciales y, quizás lo más preocupante, cierta pérdida
de la confianza de los ciudadanos en el sistema y aumento
del cansancio entre sus profesionales. A pesar de ello, el
sistema sanitario resulta bien valorado globalmente y la
profesión de médico es siempre una de las más respetadas
en las encuestas de opinión ciudadanas. Sin embargo, pre-
cisaremos en el futuro inmediato de medidas imaginativas
para hacer sostenible desde el punto de vista financiero el
sistema sanitario español que, como cualquier otro siste-
ma sanitario público y de cobertura universal, difícilmente
podrá absorber el creciente gasto que representa la com-
plejidad tecnológica de la medicina sin ajustes en las apor-
taciones económicas, tanto de los sectores públicos como
privados, algunos de los cuales probablemente deberán
proceder de forma directa desde el propio paciente.
Los ciudadanos usuarios del sistema sanitario (es
decir, potencialmente todos nosotros) han ido adquirien-
do cada vez más un protagonismo necesario. Estamos más
y mejor informados respecto a las distintas enfermedades,
los posibles tratamientos, los riesgos de la medicina y los
avances en investigación, y demandamos una asistencia
de más calidad (científica, técnica y humana) y más segura,
sin errores ni complicaciones evitables.
Al mismo tiempo, la cultura o tendencia imperante
en estos momentos empuja claramente en la dirección de
la prevención y mejora de los hábitos de vida saludables.
Problemas sanitarios como el tabaco, la ingesta excesiva
de bebidas alcohólicas, los accidentes de tráfico, el con-
sumo de drogas, la obesidad, la dependencia física al final
de la vida, entre otros, han entrado o son parte actual del
debate público y político.
El primer paso para afrontar debidamente un po-
tencial problema de salud es estar bien informado, es decir,
poder situarlo en su contexto y entenderlo.
En ocasiones, los profesionales sanitarios emplean
un lenguaje poco adecuado, por excesivamente técnico e
incomprensible, o incluso se sienten molestos si algún pa-
ciente demanda más información de la que en principio se
está en condiciones y disposición de proporcionar.
En el otro extremo, la excesiva simplificación de al-
gunas explicaciones médicas o sanitarias resulta igualmen-
te nociva, pues suele ignorar o minimizar determinados
aspectos o los intenta comunicar sin considerar el grado
de incertidumbre existente, con el objetivo de hacerlos así
más comprensibles y rotundos.
La salud y la medicina tienen grandes zonas grises
y zonas con importantes claroscuros. Las decisiones sobre
salud pocas veces son absolutas y evidentes y por ello re-
sulta totalmente necesario y conveniente compartirlas con
los pacientes y sus familiares.
Las evidencias científicas, que siempre deben
apoyar una recomendación médica, por ejemplo un
tratamiento u otro, una intervención quirúrgica o un
estilo de vida, deben interpretarse siempre en un con-
texto que incluya también los valores y preferencias de
los pacientes, respetando el principio de autonomía.
Para que estos valores y preferencias puedan expresarse
adecuadamente es imprescindible que el paciente y su
familia dispongan de una información básica adecuada,
actualizada y comprensible.
Este libro es un intento de transmitir y compartir la
información médica entre los ciudadanos y los profesio-
nales sanitarios de una institución de prestigio asistencial,
docente e investigador reconocido. Su creación ha sido po-
sible además gracias a un modelo de colaboración pública-
privada en auge.
La Fundación BBVA es expresión del compromiso
del Grupo BBVA con la mejora de la vida de todos los ciuda-
danos, apoyando la generación de conocimiento de fron-
tera en diversas áreas y, en particular, en las de la biomedi-
cina, el medio ambiente y las ciencias sociales. Ese impulso
de la investigación de excelencia se ve acompañado por
el apoyo de la formación avanzada y la constante difusión
del conocimiento a la sociedad. Algunas de las actividades
más significativas en el ámbito de la biomedicina se desa-
rrollan precisamente con una institución ejemplar como el
Hospital Clínic de Barcelona.
La Fundación del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria
(FBBVA) y el Hospital Clínic de Barcelona ponen en sus
manos, con la mayor ilusión, esta obra resultado de la co-
laboración entre las dos organizaciones, orientada a am-
pliar a través de la información contrastada el espacio de
elección y de decisión sobre su salud por parte de todas
las personas.
Francisco González
Presidente de la Fundación BBVA
Juan Rodés
Director General del Hospital Clínic de Barcelona
E
l Hospital Clínic de Barcelona es un hospital univer-
sitario fundado en el año 1906, integrado en la Red
de Hospitales Públicos de Cataluña (XHUP). Desde su
construcción, vinculada a la de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Barcelona, el Hospital ha servido como
hospital público a los ciudadanos de Barcelona, de Catalu-
ña y de toda España.
El Hospital Clínic, pionero en muchas reformas
de todo tipo, es hoy un complejo asistencial que integra
distintos tipos de asistencia, docencia e investigación
biomédica.
El Hospital actúa como hospital comunitario, sien-
do el principal proveedor público de su zona de referencia
en la ciudad de Barcelona, con una población de 540.000
habitantes y, a la vez, como hospital terciario y de alta com-
plejidad, desarrollando líneas de actividad para pacientes
de Cataluña, de toda España e internacionales.
El Hospital desarrolla sus servicios de asistencia a
pacientes adultos, lo que constituye su misión principal y
básica, en varias sedes (el Hospital Clínic y el Hospital Casa
de Maternidad). La asistencia a pacientes pediátricos la de-
sarrolla el Hospital de Sant Joan de Déu, con el que el Clínic
mantiene un convenio de colaboración.
Con el objetivo de asegurar la continuidad asis-
tencial y la provisión integral de servicios de salud, el
Hospital participa en la gestión de centros de atención
primaria (Gesclínic y Consorci d’Atenció Primària de Salut
de l’Eixample), desarrolla actividades de salud mental y
ha establecido alianzas con otros centros para cubrir las
necesidades sociosanitarias de sus pacientes. Finalmen-
te, la entidad Barnaclínic, vinculada al Hospital, tiene la
vocación de desarrollar actividades asistenciales para pa-
cientes privados.
Una primera visión de las estadísticas básicas nos
indica que el Hospital dispone de 830 camas (de ellas, más
Introducción
de 60 en UCI), ingresa más de 46.000 pacientes al año,
realiza más de 18.000 intervenciones quirúrgicas, 4.000
partos, 400 trasplantes, 85.000 sesiones en hospitales de
día, 170.000 urgencias, 100.000 primeras visitas y más de
350.000 visitas sucesivas en consultas externas. Para ello,
más de 3.800 profesionales están permanentemente al
servicio de los pacientes y sus familias.
El modelo asistencial del hospital plantea la aten-
ción centrada en los pacientes, la asistencia personali-
zada, la gestión descentralizada en distintos institutos y
centros, y un modelo de organización clínica con respon-
sabilidad directa de los profesionales sanitarios en la gestión
de los recursos.
El Hospital cuenta con una larga tradición en in-
vestigación biomédica, que lo sitúa como institución de
referencia tanto a nivel nacional como internacional. Una
parte significativa de las actividades de investigación del
Hospital se articulan a través del Institut d’Investigacions
Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). Dentro de esta
investigación cabe señalar, como ejemplo de la vocación
solidaria y de la responsabilidad social del Hospital, la ac-
tividad desarrollada en relación con las denominadas en-
fermedades relacionadas con la pobreza (sida, malaria y
tuberculosis) en países del África subsahariana.
El Hospital realiza también actividades de docencia
relevantes tanto en pre- como en posgrado, básicamente
en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelo-
na, que incluye la formación de médicos residentes (MIR,
FIR, PIR), así como la formación continuada del personal de
plantilla y de personal sanitario externo.
En esta obra, un grupo numeroso de profesionales
sanitarios, médicos y enfermeras, todos ellos de alto nivel
profesional, científico y humano, especialistas reconocidos
en sus campos respectivos y que comparten un mismo lu-
gar de trabajo, y por ello una visión común, ha realizado
LIBRO DE LA SALUD
un esfuerzo no muy habitual: el de escribir con entusias-
mo una serie de 80 capítulos pensando en los pacientes
y no tanto en las enfermedades ni en la ciencia inherente
a la propia especialidad. Años de experiencia asistencial,
docente e investigadora han debido acomodarse a un
lenguaje y a un formato que resultara comprensible para
cualquier ciudadano, y que al mismo tiempo mantuviese
el nivel de calidad e información científica exigibles: el re-
sultado lo tienen ahora en sus manos.
La creación de esta obra es, en primer lugar, fruto
de la iniciativa de la Fundación BBVA, que en comunica-
ción constante con los directores abajo firmantes ha con-
tribuido a darle forma y orientación. Cathrin Scupin, direc-
tora del Departamento Editorial de la Fundación BBVA, ha
prestado la mayor atención al desarrollo de un proyecto
complejo. El entusiasmo y profesionalidad de los autores y
colaboradores de los distintos capítulos merecen recono-
cimiento y agradecimiento. También el esfuerzo de Edito-
rial Nerea, para la que sin duda la edición de esta obra ha
supuesto nuevos retos, que ha sabido aceptar y a los que
ha dado respuesta a plena satisfacción de todos. Nuestro
agradecimiento especial a Marta Casares, Marién Nieva y
Ruth Salaverría.
Debemos agradecer también el trabajo de otras
personas directamente implicadas en aspectos organiza-
tivos internos. Entre ellas, la Dra. Marta Aymerich, coordi-
nadora de la obra, tarea en la que ha contado con la ayuda
de los autores y de otros profesionales del Hospital, espe-
cialmente Francesc Avia, del Departamento de Audiovi-
suales del Hospital Clínic. Finalmente, expresamos nuestro
agradecimiento a Marta Giol y a Gemma Martínez, que han
dado soporte a tareas administrativas y a la comunicación
interna y externa durante todo el proceso editorial.
No encontrarán en esta obra todas las enfermeda-
des, sino solo una selección de ellas (creemos que las más
importantes desde el punto de vista de la salud pública),
junto a una serie más reducida de capítulos dedicados a
temas generales que pueden tener interés para entender
el funcionamiento del sistema sanitario.
No es un libro de texto de medicina. Es un libro que
pretende acercar los conocimientos médicos más actuales
al lenguaje común del ciudadano.
¿Para qué? Para que los ciudadanos conozcan
mejor conceptos importantes que pueden pasar des-
apercibidos, comprendan otros que, pasando por im-
portantes, no son en realidad tan trascendentes y, para
que, en esencia, participen también de las ventajas y
limitaciones, del riesgo y el beneficio, que suponen mu-
chas de las decisiones e intervenciones médicas. Para
que, en el fondo, mantengan desde sus domicilios una
conversación abierta, siguiendo el método socrático de
preguntas y respuestas (el libro contiene 1.500), con un
conjunto amplio de especialistas sanitarios. Y para que
con sus comentarios, sugerencias y críticas nos estimu-
len y obliguen a mantenernos al día y a mejorar nuestros
conocimientos y el modo en que los compartimos con
ustedes.
El único interés de las dos organizaciones que han
hecho posible esta obra es el bienestar de los pacientes
y sus familias.
Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla
Médicos del Hospital Clínic de Barcelona
Directores
la salud en la
actualidad
Libro Salud
23
1. ¿Cuál es la situación de la salud en el mundo?
En las últimas décadas del siglo xx, el mundo experimentó
grandes avances científicos y tecnológicos en el campo de
la biomedicina que han tenido gran repercusión en la me-
jora de la salud de la Humanidad. Sin embargo, al inicio del
siglo xxi, no podemos mostrarnos tan optimistas y resulta
sumamente preocupante constatar que existen muchos
problemas de salud no resueltos y que las desigualdades en
este ámbito se están acentuando de forma alarmante entre
el mundo desarrollado y los países de renta más baja.
La esperanza de vida al nacer ha aumentado du-
rante los últimos cincuenta años en prácticamente todo
el mundo, con la excepción de numerosos países de Áfri-
ca y de la desaparecida Unión Soviética. Actualmente,
todavía mueren en el mundo millones de niños menores
de cinco años a causa de enfermedades para las cuales
existen tratamientos preventivos y terapéuticos eficaces
y poco costosos. En el continente africano, las posibilida-
des de que un niño alcance los cinco años son menores
que hace diez años.
Si bien nos enfrentamos a problemas de salud en
todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en
los más pobres, África continúa siendo la región donde
estos problemas son más graves y necesitan soluciones
más urgentes. De hecho, el 80% de la población mundial,
buena parte de ella en el continente africano, concentra
la totalidad de los problemas de salud relacionados con la
Capítulo 1
La situación de la salud en el mundo
Dra. Núria Casamitjana
Farmacéutica. Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB). Hospital Clínic-Universidad de Barcelona.
Profesora titular de Farmacia de la Universidad de Barcelona
Dr. Pedro Luis Alonso
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor de la Facultad de Medicina (Cátedra UNESCO) de la Universidad de Barcelona
Las desigualdades en salud se están acentuando de forma alarmante
entre el mundo desarrollado y los países de baja renta.
LIBRO DE LA SALUD
24
pobreza. Estas zonas del mundo sufren niveles inacepta-
bles de enfermedad y muerte, y la causa principal de este
exceso de morbilidad y mortalidad son las enfermedades
transmisibles. En algunos casos, a pesar de la existencia de
instrumentos de control adecuados, los países no dispo-
nen ni de los medios ni de la capacidad para utilizarlos. En
otros, estos instrumentos ni siquiera existen.
Porotrolado,losmovimientosdepoblación,como
la inmigración, entre otros, plantean problemas relacio-
nados con la salud que constituyen nuevos retos para la
salud mundial: problemas resultantes del comercio, del
transporte de personas y mercancías, de la aparición de
nuevas enfermedades emergentes o reemergentes que,
en algunos casos, pueden condicionar situaciones de
riesgo o crisis epidémica (el SARS o síndrome respira-
torio agudo grave, la gripe aviaria, las fiebres hemorrá-
gicas…). Por tanto, es obvio que la salud en el mundo
está, al igual que muchos otros temas, globalizada, y, en
consecuencia, los problemas de salud son problemas de
toda la Humanidad y requieren soluciones tanto a nivel
local como internacional.
Al mismo tiempo, se está registrando a nivel mun-
dial, tanto en países ricos como en pobres, un incremento
considerable de las enfermedades no transmisibles, mu-
chas de las cuales no matan, pero crean discapacidad.
2. ¿Cuáles son los principales indicadores de salud
en el mundo?
Entre los indicadores más importantes para conocer el pulso
de la salud mundial, se encuentran la tasa de mortalidad in-
fantil (en menores de un año y en menores de cinco años), la
tasademortalidadmaterna,laesperanzadevidaalnacerylas
tasas de mortalidad y morbilidad de distintas enfermedades.
3. ¿Cómo ha evolucionado la esperanza de vida al
nacer en los últimos años?
La esperanza de vida al nacer, o expectativa de años que
se pueden vivir, es un indicador que está totalmente con-
dicionado por factores sociales, políticos y económicos del
lugar donde uno nace, crece y vive.
Según datos del Informe sobre la salud en el mundo
2003 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde
la década de los cincuenta del siglo pasado hasta el año
2002, la esperanza de vida al nacer se incrementó a nivel
mundial en aproximadamente veinte años, pasando de
46,5 a 65,2 años. No obstante, existen diferencias remarca-
bles en estos aumentos entre los países desarrollados y los
de baja renta. Así, pueden observarse algunas diferencias;
por ejemplo, en 2002 la esperanza de vida al nacer para las
mujeres de países desarrollados se situó en 78 años, mien-
tras que para los hombres del África subsahariana disminu-
yó a 46 años. La pandemia del sida, que asola esta región
de forma más trágica que ninguna otra parte del mundo,
ha hecho que en algunos países la esperanza de vida haya
disminuido en hasta veinte años.
El incremento en la esperanza de vida se debe prin-
cipalmente a la disminución de las tasas de mortalidad,
sobre todo de las tasas de mortalidad materna e infantil,
como consecuencia del acceso a mejores condiciones de
vida, de la mejora de los servicios de saneamiento y sani-
dad, y de la adopción de medidas de salud pública, como
la inmunización contra enfermedades infecciosas que
afectan principalmente a los niños.
4. ¿Qué indican las tasas de mortalidad?
En los países desarrollados, siempre según el mismo informe
de la OMS de 2003, en el año 2002, más del 60% de defun-
ciones se dio en personas mayores de setenta años, mientras
que en países con renta baja este porcentaje no superó el
30%. Asimismo, se observó que en estos países más del 30%
de fallecimientos se produjo en adultos de edades compren-
didas entre los 15 y los 59 años, cuando en los países desarro-
llados este porcentaje se situó por debajo del 20%. Por otra
parte, el 90% de las defunciones en menores de quince años
correspondió a niños menores de cinco años.
Las tasas de mortalidad infantil (muertes de niños
menores de un año por 1.000 nacidos vivos, y muertes
de niños menores de cinco años por 1.000 nacidos vivos)
constituyen uno de los mejores indicadores de salud de un
país. Cada año mueren aproximadamente once millones de
­niños y niñas menores de cinco años en los países de rentas
más bajas, y dos terceras partes de estas muertes podrían
prevenirse mediante intervenciones existentes, efectivas y
baratas. La mitad de estas muertes se producen en el ­África
­subsahariana, en aquellos países más afectados por la po-
breza. En 16 países (14 africanos), la mortalidad de niños
menores de cinco años es actualmente más elevada que la
observada en 1990; y en nueve países (ocho africanos) las ta-
sas actuales incluso superan las de hace dos décadas. Entre
1960 y 1990, las tasas de mortalidad infantil a nivel mundial
se redujeron prácticamente a la mitad; pero a partir de la dé-
cada de los noventa, si bien han continuado disminuyendo,
no lo han hecho al ritmo necesario y difícilmente se alcanza-
rán los objetivos deseados para el año 2015.
25
Si bien las tasas de mortalidad son un buen indi-
cador del estado de salud de las poblaciones, no aportan
información completa sobre su situación sanitaria, ya que
no tienen en cuenta la carga de enfermedad, en especial
de la resultante de las enfermedades no transmisibles en
adultos, y que tienen consecuencias no mortales, pero sí
de discapacidad.
5. ¿De qué mueren los niños en el mundo?
Cuando se analizan las causas de la mortalidad infan-
til en el mundo se observa que alrededor de la mitad de
las muertes están causadas por sólo cinco enfermedades
(infecciones respiratorias agudas, diarreas, malaria, sida y
sarampión), y más de la mitad están relacionadas con pro-
blemas de malnutrición. Gran parte de estas enfermedades
pueden ser prevenidas y tratadas con medidas adecuadas
(vacunas, antibióticos, mosquiteras impregnadas de in-
secticida, antimaláricos, rehidratación oral, etc.), y pueden
también prevenirse con una adecuada educación en salud.
Por ejemplo, en el caso del sarampión, existe desde hace
más de cuarenta años una vacuna eficaz, pero cada año
30 millones de niños sufren de esta enfermedad y medio
millón mueren.
6. ¿Qué indican las tasas de mortalidad materna?
La tasa de mortalidad materna (mujeres muertas durante
la gestación, parto o puerperio por 1.000 que sobreviven)
indica el riesgo de morir durante el embarazo, el parto o
el puerperio. El riesgo es muy alto en países de renta baja,
donde se agrava si tenemos en cuenta que las mujeres se
exponen al mismo riesgo varias veces a lo largo de su vida,
dadas las elevadas tasas de fecundidad existentes.
Cada año mueren alrededor de medio millón de mujeres
durante el embarazo o el parto como consecuencia de una
atención deficiente. Muchas otras quedan con secuelas y
lesiones incapacitantes (fístulas, incontinencia…), que les
provocarán sufrimiento a lo largo de toda su vida, afectan-
do a su vida familiar, social y laboral. A estos problemas
que afectan a la salud de las mujeres, podríamos añadir
muchos otros, como la falta de acceso a servicios de plani-
ficación familiar y de salud sexual y reproductiva.
7. ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad
y morbilidad en adultos?
Las principales causas de mortalidad y morbilidad (enten-
dida como carga de enfermedad) en adultos en el mundo
se muestran en la tabla 1.
8. ¿Cuáles son las principales enfermedades
transmisibles responsables de una gran
mortalidad y carga de enfermedad en el mundo?
Unas pocas enfermedades transmisibles concentran la
mayor parte de la carga de mortalidad y enfermedad en
el mundo. Éstas incluyen el sida, el paludismo o malaria, la
tuberculosis y las infecciones respiratorias agudas. Además,
existen otras enfermedades, las llamadas enfermedades olvi-
dadas, de las que casi no se habla, pero que suponen un se-
rio problema de salud, sobre todo en los países más pobres.
9. ¿Es posible luchar contra la malaria?
La malaria o paludismo, causada por un parásito del géne-
ro Plasmodium, y transmitida por el mosquito Anopheles,
es la enfermedad parasitaria más importante en el mun-
do, y sigue constituyendo uno de los grandes retos en la
agenda de la salud mundial. Esta enfermedad causa anual-
mente entre 350 y 500 millones de casos y entre uno y tres
La situación de la salud en el mundo
Figura 1. Población mundial que vive con menos
de 2 euros al día (en millones de personas)
Europa América Asia (E) Asia (S) África
subsahariana
0
200
400
600
800
1.000
1.200
2002 2015
Fuente: Banco Mundial y elaboración propia.
LIBRO DE LA SALUD
26
millones de muertes. Los niños menores de cinco años y
las mujeres embarazadas son la población más vulnerable.
Entre el 80% y el 90% de las muertes mundiales se produ-
cen en el África subsahariana, y entre el 65% y el 75% de
éstas, en niños menores de cinco años, y la malaria es la
primera causa de muerte en niños menores de cinco años
en muchos países.
Desde 1900 se ha reducido el área de transmisión
malárica a la mitad, aunque sigue siendo endémica en
aproximadamente cien países y alrededor de la mitad de
la población mundial (cerca de tres billones) vive en zonas
de transmisión malárica. Su distribución coincide con las
regiones más pobres del mundo, debido a que la malaria,
al igual que otras enfermedades, es causa y consecuencia
de pobreza.
El coste económico directo e indirecto que supone
la malaria en los países del continente africano es de 12 bi-
llones de dólares anuales. Entre 1965 y 1990, el crecimien-
TABLA 1. Principales causas de mortalidad y morbilidad entre la población adulta en el mundo, 2002
Mortalidad en adultos de 15 a 59 años Mortalidad en adultos ≥ 60 años
Posición Causa
Defunciones
(miles)
Posición Causa
Defunciones
(miles)
1 VIH/sida 2.279 1 Cardiopatía isquémica 5.825
2 Cardiopatía isquémica 1.332 2 Enfermedades cerebrovasculares 4.689
3 Tuberculosis 1.036 3
Enfermedad pulmonar obstructiva
crónica
2.399
4
Traumatismos por accidentes
de tráfico
814 4
Infecciones de las vías respiratorias
inferiores
1.396
5 Enfermedades cerebrovasculares 783 5
Cánceres de tráquea, bronquio y
pulmón
928
6 Autolesiones 672 6 Diabetes mellitus 754
7 Violencia 473 7 Cardiopatía hipertensiva 735
8 Cirrosis hepática 382 8 Cáncer de estómago 605
9
Infecciones de las vías respiratorias
inferiores
352 9 Tuberculosis 495
10
Enfermedad pulmonar obstructiva
crónica
343 10 Cánceres de colon y recto 477
Morbilidad en adultos de 15 a 59 años Morbilidad en adultos ≥ 60 años
Posición Causa *AVAD (miles) Posición Causa AVAD (miles)
1 VIH/sida 68.661 1 Cardiopatía isquémica 31.481
2 Trastornos depresivos unipolares 57.843 2 Enfermedades cerebrovasculares 29.595
3 Tuberculosis 28.380 3
Enfermedad pulmonar obstructiva
crónica
14.380
4
Traumatismos por accidentes
de tráfico
27.264 4 Alzheimer y otras demencias 8.569
5 Cardiopatía isquémica 26.155 5 Catarata 7.384
6 Trastornos por consumo de alcohol 19.567 6
Infecciones de las vías respiratorias
inferiores
6.597
7
Pérdida de oído (comienzo en el
adulto)
19.486 7
Pérdida de oído (comienzo
en el adulto)
6.548
8 Violencia 18.962 8
Cánceres de tráquea, bronquio y
pulmón
5.952
9 Enfermedades cerebrovasculares 18.749 9 Diabetes mellitus 5.882
10 Autolesiones 18.522 10
Trastornos de la visión (relacionados
con la edad y de otro tipo)
4.766
(*AVAD: número de años de vida ajustados en función de la discapacidad; combina los años de vida perdidos por muerte prematura y los años perdidos
por discapacidad.)
Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo, 2003.
27
to de los ingresos per cápita fue cinco veces mayor en los
países sin malaria grave (2,3%) que en aquellos con ésta
(0,4%), y el crecimiento económico anual fue de media un
1,3% más bajo en los países endémicos.
La lucha contra la malaria radica en la combina-
ción de diversas estrategias, utilizando correctamente los
instrumentos ya existentes (control de las poblaciones de
mosquitos, redes impregnadas con insecticidas, antimalá-
ricos), y desarrollando nuevas estrategias (nuevos antima-
láricos y vacunas) más accesibles y más eficaces a través de
la investigación. Sin embargo, la piedra angular del control
de la malaria en el mundo continúa siendo el tratamiento
rápido de los casos confirmados o sospechosos con un an-
timalárico eficaz, y la mejora de los sistemas sanitarios en
países endémicos.
10. ¿Constituye la tuberculosis una enfermedad
reemergente?
En la década de los sesenta del siglo pasado se pronosticó
la erradicación de la tuberculosis para el año 2000. Lejos
de este objetivo, la OMS comunicó 9 millones de casos en
2004 y alrededor de 2 millones de muertos. Cada quince
segundos muere una persona de tuberculosis, una enfer-
medad infecciosa causada por el bacilo Mycobacterium
tuberculosis, para la cual existe un tratamiento efectivo.
En la última década hubo una tendencia a la baja de las
tasas de tuberculosis en el mundo, pero actualmente el
número de nuevos casos se mantiene o incluso aumenta
en muchas regiones. El 80% de los casos de tuberculosis
se concentra, al igual que otras enfermedades infeccio-
sas, en los países de rentas más bajas, pero su incidencia
también aumenta en países desarrollados.
Se calcula que aproximadamente el 30% de la po-
blación mundial está infectada por el bacilo de la tubercu-
losis, aunque no desarrolle infección clínica (síntoma).
¿Cuáles son las causas de la progresión de la tuber-
culosis en el mundo? Las razones son múltiples. En primer
lugar podríamos mencionar factores prácticos, ya que los
tratamientos eficaces son largos y requieren la supervisión
directa de profesionales sanitarios. Es frecuente el aban-
dono o mal cumplimiento del tratamiento, dando lugar
a la aparición de formas multirresistentes del bacilo cau-
sante de la tuberculosis, para las que hacen falta terapias
más caras y complicadas. Además, los programas de con-
trol no son siempre aplicados, y muchas veces no lo son
correctamente. Otro factor de importancia creciente en
los últimos años y que ha agravado la situación ha sido la
coinfección (infección simultánea) con el virus de la inmu-
nodeficiencia humana, pues la baja inmunidad provocada
reactiva los bacilos de tuberculosis latentes. Otro factor
determinante del incremento de nuevos casos lo consti-
tuyen el crecimiento demográfico y los movimientos de
población (inmigrantes, refugiados, desplazados…).Y, por
supuesto, la pobreza y las desigualdades económicas tam-
bién ­desempeñan su papel.
11. ¿Qué son las enfermedades emergentes y
reemergentes?
La población mundial se ve sometida periódicamen-
te al riesgo que supone la aparición de nuevas epide-
mias: tuberculosis, gripe, sida, la variante de la enfer-
medad de Creutzfeldt-Jakob o de las vacas locas, SARS,
fiebres hemorrágicas, gripe aviaria… Las enfermeda-
des o infecciones emergentes son enfermedades nue-
vas, o ya conocidas, que reaparecen con una incidencia
rápida­mente creciente o en nuevas zonas geográficas.
La situación de la salud en el mundo
Figura 2. Distribución aproximada de las zonas
con malaria en el mundo
Fuente: OMS y elaboración propia.
Niño ingresado en un hospital rural de Mozambique.
LIBRO DE LA SALUD
28
Su ­manifestación viene condicionada por factores am-
bientales, climáticos, ecológicos, genéticos y biológicos,
económicos, políticos y sociales. Durante siglos estas
enfermedades han representado, junto con las guerras
y el hambre, las principales amenazas para el progreso y
la supervivencia de la humanidad.
El SARS fue la primera epidemia aparecida en el
­recién estrenado siglo xxi. Se inició en China para exten­
derse posteriormente a Vietnam y Canadá, afectando a
8.462 personas y produciendo 807 muertos (el 9,5% de
los afectados). Si bien el número de personas afectadas no
es comparable al de otras enfermedades, causó una gran
alerta a nivel mundial y tuvo una importante repercusión
en los medios de comunicación con consecuencias econó-
micas y sociales muy importantes.
El caso del SARS, o actualmente el de la gripe
aviaria, ponen de manifiesto que no existe ningún lugar
en el mundo tan remoto del que podamos considerarnos
desconectados, y que, por lo tanto, nuestro planeta ofrece
oportunidades globales para la aparición y transmisión
de nuevas enfermedades: ello supone que los problemas
de salud nos afectan a todos y que requieren actuaciones
a escala global.
12. ¿Cuáles son las enfermedades no transmisibles
que amenazan la salud mundial?
La incidencia de enfermedades crónicas no transmisi-
bles ha ido en aumento a nivel mundial durante los úl-
timos años, y ya alcanza la mitad de la carga total de
morbilidad. Si bien en los países desarrollados se man-
tiene estable (alrededor del 80% para adultos), en los
países de renta media o baja sigue creciendo, debido a
los cambios en la estructura demográfica de la pobla-
ción y en la distribución de los factores de riesgo. Las en-
fermedades cardiovasculares, principalmente la cardio-
patía isquémica y las enfermedades cerebrovasculares,
encabezan la lista de las dolencias no transmisibles en
cuanto a carga de mortalidad y morbilidad en adultos
mayores de 60 años.
En el año 2002, el cáncer causó 7,1 millones de muer-
tes. El cáncer de pulmón es el más frecuente, representando
un 17% del total, y afectando en tres cuartas partes a va-
rones. Su fuerte incremento refleja las consecuencias de la
extensión de la epidemia del tabaquismo en los países de
renta baja o media. A continuación se encuentran el cáncer
de estómago —que hasta hace poco ocupaba el primer lu-
gar y está decreciendo—, el de hígado, y el de colon y recto.
En el caso de las mujeres, el cáncer de mama es la principal
causa de muerte por cáncer, si bien durante la última déca-
da han mejorado las posibilidades de supervivencia gracias
al diagnóstico precoz en los países desarrollados.
Los trastornos neuropsiquiátricos, mayoritaria-
mente problemas de salud no mortales, son responsables
del 19% de la carga de morbilidad en adultos, y los trau-
matismos representan un 14%, constituyen una epidemia
oculta que afecta principalmente a los varones jóvenes
entre 15 y 44 años, y, además de causar la muerte en mu-
chos casos, tienen a menudo consecuencias discapaci-
tantes graves. La carga de traumatismos por accidentes
de tráfico no cesa de aumentar, especialmente en los países
menos desarrollados.
Sorprendentemente, estas afecciones afectan más
(80% del total mundial) a los países de renta media y baja
que a los desarrollados. Así, las poblaciones de estos paí-
ses no sólo tienen una menor esperanza de vida, sino que
viven más años con problemas de salud: en el año 2002 se
Figura 3. Causas de mortalidad en el mundo
Enf. infecciosas
Maternal-perinatal
Lesiones
Enf. no transmisibles
Cáncer
Cardiovasculares
Respiratorias-digestivas
Distribución de las causas de
mortalidad en África
Distribución de las causas de
mortalidad en el mundo
25%
45%
5%
11%
15%
13% 31%
8%
11%
36%
Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo, 2004.
29
estimaba que la esperanza de vida sana (resultante de con-
vertir la esperanza de vida total en su equivalente en años
vividos en perfecta salud) oscilaba entre los 41 años del
África subsahariana a los 71,4 años de Europa occidental.
Todo ello pone en evidencia las demandas sanitarias que
tendrán que afrontar los distintos países en los próximos
años; éstas incluyen como factor esencial, tal como des-
taca la OMS en su informe de 2006, disponer de personal
sanitario suficiente y cualificado.
Elaumentodelaesperanzadevida,asociadoalenveje­
cimiento de la población, supone incrementos cada vez más
importantes de las enfermedades crónicas. Así, éstas se con-
vierten en uno de los principales retos de la política sanitaria
en el mundo, para asegurar que una mayor longevidad vaya
también relacionada con una mayor calidad de vida sana.
13. ¿Cuáles son las enfermedades olvidadas?
Las enfermedades olvidadas son aquellas con una alta inci-
dencia, principalmente en países pobres, pero que reciben
este nombre porque han caído en el olvido científico, polí-
tico, económico y mediático.
Se trata de enfermedades como la tripanoso­miasis
africana o enfermedad del sueño, la tripanosomiasis ameri-
cana o enfermedad de Chagas, las leishmaniasis, el dengue,
la filariasis y la oncocercosis, entre otras. Los ­tratamientos
disponibles para este tipo de enfermedades no tienen de-
manda en los países desarrollados, y por lo tanto son poco
rentables, lo que supone una amenaza para el manteni-
miento de su producción. Otros no son eficaces, provocan
muchos efectos secundarios, o bien requieren tratamien-
tos largos y complicados.
Rescatar del olvido estas enfermedades y a los
enfermos que las sufren debería constituir una voluntad
­política a nivel global. Es necesaria una mayor inversión
para el desarrollo de nuevos fármacos, por ejemplo a tra-
vés de alianzas entre el sector público y el privado, tales
como la Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDC).
14. ¿Cuáles son los principales retos de salud en el
mundo?
Los retos de salud que afrontará el mundo en los próximos
años se recogen en parte en los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM). Los ODM constituyen un plan acordado
en la Cumbre del Milenio del año 2000 por 191 países y
las ­organizaciones para el desarrollo más importantes del
mundo, con el objetivo de poner fin a la pobreza, garan-
tizar los derechos humanos y mejorar las condiciones de
vida de la Humanidad en un plazo de 15 años.
Los ODM son:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
2. Lograr la enseñanza primaria universal.
3. Promover la igualdad entre los sexos y la autono-
mía de la mujer.
4. Reducir la mortalidad infantil.
5. Mejorar la salud materna.
6. Combatir el sida, el paludismo, la malaria y otras en-
fermedades.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
De los ocho objetivos, tres están directamente rela-
cionados con la salud de la población mundial y el resto lo
están indirectamente. El objetivo principal de los ODM es po-
nerfinalapobreza,peroéstasehallaíntimamenteligadaala
salud, dado que la pobreza causa enfermedad y la enferme-
dad causa pobreza. SegúnWinslow: «Los hombres y mujeres
están enfermos porque son pobres, y empobrecen más por-
que están enfermos, y enferman más porque son pobres».
El cuarto objetivo pretende reducir en dos terceras
partes la tasa de mortalidad en niños menores de cinco
años. Es cierto que la tasa de mortalidad infantil se está
reduciendo, pero no a la velocidad necesaria. La mayoría
de las 30.000 muertes de niños diarias podrían evitarse
ampliando los programas ya existentes, que promueven
soluciones sencillas y poco costosas.
La mejora de la salud materna, quinto objetivo de
los ODM, supone reducir en tres cuartas partes la mortali-
La situación de la salud en el mundo
Según Winslow: «Los hombres y las mujeres están enfermos porque
son pobres, y empobrecen más porque están enfermos, y enferman
más porque son pobres».
LIBRO DE LA SALUD
30
dad materna. Se están logrando progresos en este sentido,
aunque aún queda un largo camino por recorrer.
En lo referente al sexto objetivo, combatir el sida, el
paludismo y otras enfermedades, los logros son demasiado
lentosyrequierengrandesesfuerzosdecolaboracióninterna-
cional. Es necesaria la implicación de todos los responsables
de la salud pública internacional, incluyendo la industria far-
macéutica, para conseguir el control de estas enfermedades.
Hace falta mejorar en todo el mundo el acceso a las medidas
preventivas y de control, y a los tratamientos existentes para
estas enfermedades. Además, se requieren dinero y recursos
para el desarrollo de nuevos instrumentos de control, vacu-
nas y tratamientos más eficaces.
La Declaración del Milenio supone un pacto social a
nivel mundial consistente en el esfuerzo de los países menos
desarrollados y el apoyo de los más desarrollados, aunque en
muchos ámbitos no se están cumpliendo las metas fijadas.
Sin embargo, se han puesto en marcha numero-
sas iniciativas, fruto de alianzas internacionales entre el
sector público (gobiernos, organizaciones para el desa-
rrollo…) y el privado (fundaciones, empresas de diversos
sectores...) que están empezando a dar sus frutos. A tí-
tulo de ejemplo pueden mencionarse algunas de estas
iniciativas: Global Alliance for Vaccines and Immunization
(GAVI), Global Fund to fight AIDS, tuberculosis and ma-
laria, International Alliance for VIH Immunization (IAVI),
Stop TB Partnership, Roll Back Malaria o Malaria Vaccine
Initiative (MVI), entre otras.
Glosario
Enfermedades emergentes y reemergentes: enfermedades
nuevas o ya conocidas que reaparecen con una incidencia rápida-
mente creciente o en nuevas zonas geográficas.
Enfermedades olvidadas: enfermedades con una alta inciden-
cia, principalmente en países pobres, y que han caído en el olvido
científico, político, económico y mediático.
Esperanza de vida al nacer: promedio de años que se espera
que viva un individuo desde el nacimiento hasta la muerte.
Esperanza de vida sana: resultante de convertir la esperanza de
vida total en su equivalente en años vividos en perfecta salud.
Tasa de morbilidad: refiere el número de enfermos por una de-
terminada causa por cada mil habitantes, durante un período de
tiempo determinado, generalmente un año.
Tasa de mortalidad: señala el número de defunciones de una
población por cada mil habitantes, durante un período de tiempo
determinado, generalmente un año.
Tasa de mortalidad infantil: indica el número de defunciones
en una población de niños por cada mil nacidos vivos. Se refiere a
niños menores de un año o niños menores de cinco años.
Tasa de mortalidad materna: indica el número de defuncio-
nes maternas durante la gestación, parto o puerperio por cada
100.000 mujeres en edad reproductiva.También se utiliza la razón
de mortalidad materna, que refiere el número de defunciones
maternas por cada 1.000, 10.000 o 100.000 nacidos vivos.
Bibliografia
Banco Mundial. Objetivos de Desarrollo del Milenio. http://devdata.
worldbank.org/atlas-mdg/es/.
DNDi (Drugs for Neglected Diseases initiative). Iniciativa para fármacos
dirigidos a enfermedades olvidadas. http://www.dndi.org/.
OMS (Organización Mundial de la Salud). Informe de la salud en el
mundo (2003). http://www.who.int/whr/2003/es/.
—. Informe de la salud en el mundo (2006). http://www.who.int/
whr/2006/es/.
—. Paludismo. http://www.who.int/topics/malaria/es/.
—. Tuberculosis. http://www.who.int/tb/en/.
ONU (Organización de las Naciones Unidas). Indicadores de cumpli-
miento de los objetivos del milenio. http://millenniumindicators.
un.org/unsd/mi/pdf/MDG%20BOOK_SP_new.pdf.
—. Objetivosdelmilenio. http://www.un.org/spanish/milleniumgoals/.
31
La situación de la salud en el mundo
• En las últimas décadas, junto con grandes avances cientí-
ficos y tecnológicos que han tenido una gran repercusión
en la mejora de la salud de la Humanidad, resulta preocu-
pante constatar la existencia de problemas de salud sin re-
solver y el incremento de las desigualdades en salud entre
los países más desarrollados y los de rentas más bajas.
• ¿Qué indicadores permiten medir la situación de la salud
de la población mundial? Fundamentalmente se obtiene
información del estado de la salud de la población en el
mundo analizando los valores de las tasas de mortalidad,
sobre todo infantil y materna, la esperanza de vida al na-
cer y la esperanza de vida sana, y las tasas de mortalidad y
morbilidad asociadas a las principales enfermedades que
afectan a la Humanidad.
• ¿Cuáles son los principales problemas de salud de la
población mundial? Las enfermedades transmisibles
más preocupantes son el sida, la malaria, la tuberculo-
sis y otras enfermedades relacionadas con la pobreza
que afectan sobre todo a las poblaciones con rentas
más bajas. Entre las no transmisibles y que concier-
nen a toda la población mundial se encuentran las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer, los trastor-
nos neuropsiquiátricos y los traumatismos, especial-
mente los causados por accidentes de tráfico.
• Los principales retos de salud en el mundo para
los próximos años se recogen en los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM) y se concretan en la
erradicación de la pobreza, la reducción de la mor-
talidad infantil, la mejora de la salud materna y la
lucha contra enfermedades como el sida, la malaria,
la tuberculosis y otras enfermedades relacionadas
con la pobreza.
Resumen
Libro Salud
33
1. La situación sanitaria en España,
¿ha sido siempre la misma?
En el transcurso del siglo xx se produjo una importante dis-
minución de las tasas de mortalidad en todos los grupos
de edad y en especial en la infancia. Esto comportó un im-
portante incremento de la denominada esperanza de vida
al nacer.
Entre 1990 y 2002 se pasó de una esperanza de vida
de 77 a 79,7 años, superior a la media de la Unión Europea
(78,3 años), y la tercera más alta detrás de Italia (80,3 años)
y Suecia (80 años).
Estos cambios demográficos, junto con el descenso
posterior y progresivo de la tasa de fecundidad (número de
hijos por mujer en edad fértil), condujeron a un progresivo
y continuado envejecimiento de la población. Las causas de
esta transición demográfica se han asociado también a cam-
bios económicos y sociales, resultantes de las revoluciones
realizadas en la agricultura y la industria. Las mejoras en la
nutrición y en el estado de salud son causa y efecto del cre-
cimiento socioeconómico. Los cambios sociales y laborales
también inciden en nuestro estado de salud.
Durante las diferentes etapas de su desarrollo eco-
nómico y social, en España se han producido cambios en
las condiciones de salud de la población. Además de un
descenso global de la mortalidad, juntamente con una re-
ducción de la mortalidad infantil y juvenil, y el consecuen-
te aumento de la esperanza de vida al nacer, se han regis-
Capítulo 2
La situación epidemiológica en España.
¿De qué enfermamos?
Dra. Maria Jesús Bertran
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic
de Barcelona
trado cambios en las principales causas de muerte, en los
patrones de enfermedad, en los factores de riesgo y en la
exposición a riesgos de salud ambientales y laborales.
Estos cambios han comportado el paso de una eta-
pa caracterizada por el predominio de las enfermedades
infecciosas, a otra, la actual, donde las dolencias crónicas
ocupan la primera posición entre las principales causas
de muerte y enfermedad. También los riesgos han cam-
biado: de los tradicionales, como la contaminación del
agua o la falta de higiene de los alimentos, se ha pasado a
riesgos modernos como la contaminación atmosférica, el
La enfermedad coronaria (infarto de miocardio y angina de pecho) y
la enfermedad cerebrovascular (ictus) continúan siendo las dolencias
responsables de la mayor parte de las defunciones.
LIBRO DE LA SALUD
34
­transporte (accidentes y seguridad vial) y la modificación
y/o aparición de nuevos estilos de vida.
Los cambios sociales y demográficos, junto con
las modificaciones en los estilos de vida relacionados
con la salud y los avances tecnológicos y médicos, son
finalmente los que determinan el patrón de enferme-
dad ­y muerte.
2. ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad
en España?
Entre las medidas empleadas para valorar la distribución
de la salud de la población, la mortalidad continúa siendo
la más utilizada y es la que ofrece el mayor grado de validez
para el estudio de tendencias en el tiempo y para la evalua-
ción de las diferencias en salud entre diversas sociedades y
grupos de población.
Según la estadística de defunciones del año 2004,
se produjeron en España 371.934 fallecimientos. La prime-
ra causa de muerte fueron las enfermedades cardiovascu-
lares (33% de todas las defunciones), seguidas del cáncer
(27%) (véase tabla 1).
Si bien la enfermedad isquémica del corazón (in-
farto agudo de miocardio, angina de pecho, etc.) y la en-
fermedad cerebrovascular (accidente vascular cerebral:
embolia, ictus) continúan siendo las responsables de la
mayor proporción de las defunciones, en las últimas dé-
cadas, y de manera similar a lo que sucede en otros países
de nuestro entorno, se observa una tendencia descen-
dente de las tasas de mortalidad por estas enfermedades.
De hecho, España es el tercer país de la Unión Europea
(UE) con menor mortalidad por enfermedad isquémica
del corazón y por enfermedad cerebrovascular, por detrás
de Francia y Holanda.
Algo similar sucede con la tasa de mortalidad por
algunos cánceres, como el de mama entre las mujeres,
que ha experimentado un descenso importante en la úl-
tima década del siglo xx, tanto en España como en los
quince países miembros de la UE antes de 2004; además,
la mortalidad asociada a este tumor en España es una de
las más bajas, e inferior a la media de la UE.
No es tan favorable la evolución de la mortalidad por
cáncerdepulmón:sibienenlosúltimosañoshasidoestable
o descendente en la mayoría de los países de la UE, la tasa
de mortalidad por esta causa en mujeres, tanto en España
como en la UE, sigue una tendencia claramente ascendente
como consecuencia de la incorporación tardía del sexo fe-
menino al consumo habitual y continuado de tabaco.
TABLA 1. Principales causas de muerte
Causas de muerte
Tasa de mortalidad
por 100.000
habitantes
Número de
defunciones
Porcentaje
Enfermedades del sistema circulatorio 290,14 123.867 33,3
Tumores 235,37 100.485 27,0
Enfermedades del sistema respiratorio 91,70 39.149 10,5
Enfermedades del sistema digestivo 45,34 19.357 5,2
Causas externas de mortalidad 39,92 17.044 4,6
Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 33,08 14.123 3,8
Enfermedades endocrinas, de nutrición y metabólicas 27,92 11.918 3,2
Trastornos mentales y del comportamiento 27,82 11.878 3,2
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Estadística de defunciones según la causa de muerte, 2004.
La causa de muerte más frecuente entre los jóvenes son los accidentes
de tráfico.
35
Las tasas de mortalidad correspondientes a
otras enfermedades como la diabetes mellitus, la cirro-
sis hepática y otras enfermedades crónicas del hígado, o
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (bronquitis,
enfisema) muestran una favorable tendencia al descenso.
También ha experimentado una tendencia des-
cendente la mortalidad por accidentes de tráfico en Es-
paña, aunque ésta sigue siendo superior a la media de la
UE y, junto a las enfermedades crónicas, una de las princi-
pales causas de muerte prematura. Otras enfermedades
que tradicionalmente se habían registrado como causa
frecuente de muerte prematura, como las condiciones
perinatales (las muertes maternas y fetales sucedidas en
el período anterior y posterior al parto) y las anomalías
congénitas, han registrado un importante descenso en
nuestro país.
En España, al igual que sucede en otros países me-
diterráneos, la mortalidad por suicidio se mantiene baja y
por debajo de la media de la UE.
Por lo tanto, desde inicios del siglo xx, además de
una importante disminución de las tasas de mortalidad, se
ha producido también un cambio en las principales causas
de muerte, que han dejado de ser las enfermedades trans-
misibles para pasar a ser las enfermedades crónicas.
3. ¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes
en España?
Otra medida clásica de la salud de la población es la morbi-
lidad, que aporta información relativa a problemas sanita-
rios (enfermedades, accidentes, intoxicaciones, etc.) que no
conducen a la muerte. Sin embargo, no existe una ­fuente
informativa única y fiable sobre morbilidad. Los datos se
obtienen habitualmente de la morbilidad atendida en los
servicios de salud o de la percibida por los individuos.
La limitación para utilizar los datos generados
por el sector sanitario radica, por un lado, en que el re-
gistro de una enfermedad o condición de salud depende
de que el individuo que la padece acuda o no al sistema
sanitario y, por otro, de la disponibilidad de recursos del
propio sistema.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003,
el 71% de los españoles considera que su estado de salud
es bueno o muy bueno, porcentaje que contrasta con el
55% que reconoce haber consumido algún fármaco, y el
28% que ha consultado al médico en las dos semanas pre-
vias a la encuesta. El 46% de las consultas han sido para
obtener diagnóstico o recibir tratamiento.
Según la misma encuesta, el 9% de la población de-
clara haber sido hospitalizado y casi un 30% haber utiliza-
do el servicio de urgencias.
Los problemas de salud crónicos percibidos con
mayor incidencia en la población entrevistada son, por
este orden, la artrosis y los problemas reumáticos, la hi-
pertensión arterial, los problemas de mala circulación, las
alergias y el colesterol alto (véase tabla 2).
Desde la perspectiva de la morbilidad atendida,
también las enfermedades crónicas son el principal motivo
de consulta en atención primaria de salud de los adultos.
Destaca el dolor, que supone entre el 40% y el 60% de las
consultas de atención primaria, como el motivo principal
de consulta por el que un enfermo acude a urgencias, y
que tiene importantes consecuencias de tipo familiar, la-
boral, social y económico.
Además de consultar sobre problemas físicos, cada
vez más pacientes acuden al médico de atención primaria
por motivos relacionados con problemas familiares, so-
ciales, laborales, o por los derivados de situaciones estre-
santes originadas a causa de enfermedades propias o de
sus seres queridos. Estos trastornos de adaptación y otras
alteraciones del estado de ánimo relativas a la ansiedad y
la depresión representan una parte importante de las con-
sultas de atención primaria por patología psiquiátrica, que
en su conjunto se estima supone entre un 25% y un 30%
del total de los pacientes atendidos.
Las enfermedades crónicas generan también más
del 70% de los ingresos en los hospitales. Según datos de
la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria del Instituto Na-
cional de Estadística (INE), durante el año 2003 se produjo
un total de 4.594.143 altas en los hospitales españoles.
TABLA 2. Principales problemas de salud percibidos
Problemas de salud Porcentaje
Artrosis y problemas reumáticos 16,4
Hipertensión arterial 12,3
Mala circulación 11,1
Alergia 9,8
Colesterol elevado 8,9
Jaquecas, migrañas, dolores de cabeza 5,7
Asma, bronquitis crónica o enfisema 5,3
Enfermedad del corazón 5,0
Diabetes 5,0
Depresión 4,6
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Encuesta Nacional de Salud, 2003.
La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
LIBRO DE LA SALUD
36
El mayor número de altas por 100.000 habitantes tuvo
como diagnóstico principal al alta (considerado como la
afección que motivó el ingreso en el hospital), enferme-
dades del grupo del aparato circulatorio (13%), seguido
de las complicaciones del embarazo, parto y período in-
mediatamente posparto (puerperio) (13%), el grupo de
enfermedades del aparato digestivo (12%), las enferme-
dades del aparato respiratorio (10%) y los tumores (8%)
(véase tabla 3).
4. ¿Cómo afectan a la calidad de vida el cambio
demográfico y el patrón de enfermedad?
La esperanza de vida aumenta de forma progresiva, pero
ello no implica que todos los años de vida en los que se
incrementa este indicador sean en buen estado de salud.
Si bien lo deseable es que el alargamiento de la vida que se
ha producido en las últimas décadas vaya acompañado de
unas buenas condiciones de salud y ese número de años
ganados se vivan con autonomía individual, familiar y so-
cial, la realidad es que el incremento de las enfermedades
crónicas asociado al envejecimiento de la población expli-
ca que una parte notable de dicho incremento se produzca
en condiciones de falta relativa de calidad de vida.
Son diversos los indicadores que tratan de estimar
la calidad de vida de la población. La esperanza de vida sa-
ludable representa el número medio de años en ­buena
salud que le quedan por vivir a una persona hasta su
­muerte. Para su cálculo se utilizan los datos de mortalidad
y los resultados de encuestas sobre la percepción indivi-
dual del estado de salud.
En los países de la UE, la mayor esperanza de vida
saludable en 2003, entre las mujeres, se observó en Italia,
con 74 años y en España, con 70 años. En hombres, Italia
también fue el país que presentó la esperanza de vida sa-
ludable más alta, con 71 años, mientras que Bélgica ocupó
la segunda posición, con 67 años, seguida de España, con
66 años.
Otros de los indicadores principales y más utiliza-
dos para evaluar la calidad de la salud de una población
son los relacionados con la discapacidad. Según datos de
la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado
de Salud realizada el año 1999 por el INE en colaboración
con el Imserso y la Fundación ONCE, un 9% de la pobla-
ción española padece alguna discapacidad. El grupo de
discapacidades más frecuente es el relacionado con las
articulaciones y huesos, seguido, en las personas mayores,
de las discapacidades mentales y de las discapacidades
múltiples debidas a procesos degenerativos propios de
edades avanzadas. Estos grupos de discapacidades origi-
nan problemas de salud que tienen que ver con la auto-
nomía, el cuidado personal y las tareas domésticas, y son
a su vez los que provocan por término medio un mayor
número de alteraciones que repercuten en situaciones de
fragilidad o debilidad general, creando dependencia de
otras personas.
En cuanto al número de discapacidades, casi el cin-
cuenta y siete por ciento de las personas de 6 a 64 años
con alguna discapacidad presenta tres o más. El número
y la gravedad de las discapacidades están directamente
relacionados con el fenómeno de la dependencia, lo que
TABLA 3. Altas hospitalarias según los principales grupos de enfermedades
Diagnóstico principal
Tasa de morbilidad
hospitalaria por
100.000 habitantes
Enfermos
dados
de alta
Porcentaje
Enfermedades del sistema circulatorio 1.413 593.340 12,9
Complicaciones del embarazo, parto y puerperio 1.383 580.837 12,6
Enfermedades del aparato digestivo 1.279 537.219 11,7
Enfermedades del aparato respiratorio 1.112 467.246 10,2
Tumores 908 381.298 8,3
Lesiones y envenenamientos 902 378.672 8,2
Enfermedades del sistema osteomioarticular y tejido conectivo 689 289.403 6,3
Enfermedades del aparato genitourinario 650 272.982 5,9
Síntomas, signos y estados mal definidos 590 247.753 5,4
Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 400 167.987 3,7
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, 2003.
37
genera notable preocupación por sus importantes impli-
caciones familiares y sociales.
Las discapacidades más frecuentes y también las
más vinculadas a la dependencia son las relacionadas con
las actividades de la vida diaria que, por orden de apari-
ción, incluyen la dificultad para desplazarse fuera del ho-
gar y otras discapacidades relacionadas con la movilidad,
la realización de tareas domésticas y el autocuidado. Otros
grupos de discapacidades de gran prevalencia son los que
afectan a la audición y la vista.
En salud pública se intenta medir la denomina-
da carga de enfermedad. Éste es un concepto genérico
que pretende evaluar la repercusión de una enferme-
dad en la sociedad. Para medirla se combinan la morta-
lidad prematura y los años de vida con discapacidad, lo
que se denomina «esperanza de vida al nacer ajustada
por discapacidad». Pondera los años que se espera que
viva un individuo desde el nacimiento hasta su muer-
te mediante el empleo de diferentes medidas de dis-
capacidad. Permite pues sintetizar en una sola medida
no sólo la duración, sino también la calidad de vida. La
disponibilidad de esta información está sujeta a la reali-
zación de encuestas en que se mide la discapacidad en
la población. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la esperanza de vida ajustada por discapacidad
en el año 2002 fue de 70,8 años en la UE y 72,6 años en
España, siendo éste el país de la UE con una esperanza
de vida ajustada por discapacidad más alta después de
Suecia e Italia.
Las limitaciones funcionales que dificultan el desa-
rrollo de actividades habituales de la persona constituyen
un problema cuya gran importancia social es necesario
dar a conocer con el fin de determinar recursos y servicios.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, cerca
de un 6% y de un 36% de la población encuestada con en-
fermedad crónica presentan alguna dificultad para realizar
actividades de la vida diaria. Además, un 73% de los que
presentan limitaciones en las actividades de la vida diaria
necesita ayuda de otras personas.
5. Las principales causas de enfermedad y muerte,
¿son diferentes según el sexo?
Existen notables diferencias entre hombres y mujeres en
relación con la mayoría de los indicadores de salud. Un
ejemplo de ello es el hecho de que en España la esperanza
de vida al nacer, entre 1990 y 2003, pasó de 80 a 83 años en
mujeres, y de 73 a 76 años en hombres.
En mujeres, España presenta la esperanza de vida
más alta entre los países de la UE, mientras que en cuanto a
los hombres se sitúa por detrás de Suecia, Italia y Grecia.
Además de diferencias en la longevidad, también
se observan diferencias entre sexos en cuanto a las princi-
pales causas de muerte: en las mujeres, en el año 2004, fue-
ron las enfermedades cardiovasculares, y dentro de este
grupo las cerebrovasculares y las isquémicas del corazón,
junto con el cáncer de mama; entre los hombres, la causa
más frecuente de muerte fueron los tumores, con mayor
incidencia del cáncer de bronquios y pulmón, seguido de
las enfermedades cardiovasculares y, dentro de este grupo,
las enfermedades isquémicas del corazón.
Según la estadística de defunciones, tanto en hom-
bres como en mujeres, el cáncer de colon y el de estómago
ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente, entre
las causas de muerte por cáncer.
Dentro de las principales causas de muerte, habi-
tualmente se observa mayor mortalidad masculina que
femenina. La que más destacó fue el cáncer de bronquios y
pulmón, seguida de la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, las enfermedades isquémicas del corazón y los ac-
cidentes de tráfico. Entre las causas que presentaron mayor
mortalidad femenina destacaron la insuficiencia cardíaca,
las enfermedades cerebrovasculares y la demencia (datos
de 2004).
También se observan diferencias entre sexos en
datos relativos a salud percibida. Así, según la Encuesta
Nacional de Salud 2003, el 76% de los hombres frente al
67% de las mujeres considera que su estado de salud es
La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
La esperanza de vida saludable representa el número medio de
años de buena salud y autonomía individual, familiar y social que
le quedan por vivir a una persona desde una edad determinada
hasta su muerte.
LIBRO DE LA SALUD
38
bueno o muy bueno. Según esta misma encuesta, el con-
sumo de medicamentos es mayor en las mujeres. Tam-
bién es mayor el porcentaje de mujeres que ha consul-
tado al médico en las dos semanas previas a la encuesta,
un 33% frente al 24% de los hombres.
Según la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, el
53% de las altas hospitalarias del año 2003 corresponde a
mujeres. Entre éstas, los motivos de ingreso más frecuen-
tes son las complicaciones relacionadas con el embarazo,
parto y puerperio (período que va desde la finalización
del parto hasta el retorno del útero a su tamaño normal,
generalmente de tres a seis semanas), que suponen un
24% del total. En segundo lugar se sitúan las enferme-
dades del aparato circulatorio (11%), seguidas de las del
aparato digestivo (9%), los tumores (8%), las enfermeda-
des del aparato respiratorio (7%) y las lesiones y envene-
namientos (7%).
En los hombres, las enfermedades que con mayor
frecuencia son causa de ingreso son las del aparato circu-
latorio (15%), seguidas por las del aparato digestivo (14%),
las del aparato respiratorio (13%), las lesiones y envenena-
mientos (10%), los tumores (9%) y las enfermedades del
sistema osteomioarticular (6%).
Según datos de la Encuesta sobre Discapacidades,
Deficiencias y Estado de Salud realizada por el INE el año
1999, el 58% de las personas con alguna discapacidad en
España son mujeres.
Se presentan dos excepciones en cuanto a esta di-
ferencia entre hombres y mujeres, relativas a la espe­ranza
de vida libre de enfermedad crónica y la esperanza de vida
en buena salud percibida. Las mujeres padecen enferme-
dades crónicas antes que los hombres y también adolecen
de peor salud general.
Si bien el sexo comporta diferencias en relación con
la mayoría de discapacidades, hombres y mujeres se sitúan
en un plano de igualdad frente a los problemas de audi-
ción y vista.
La mayor proporción de mujeres con discapa-
cidad se explica, en primer lugar, porque existen más
mujeres que hombres en el cómputo total de población,
pero especialmente porque a partir de la madurez y en
las edades avanzadas hay más mujeres que hombres
debido a la mayor mortalidad masculina. En promedio,
las mujeres no presentarán discapacidades hasta los 72
años frente a los 68 años en que las suelen presentar
los hombres, sin embargo una mayor proporción de
mujeres que de hombres vivirá con discapacidades y las
padecerán durante más tiempo, debido a su mayor es-
peranza de vida.
6. ¿Hay diferencias de mortalidad según cuál sea
el grupo de edad?
La mortalidad está directamente relacionada con el en-
vejecimiento de la población y así lo refleja la estadística
de defunciones. En el año 2004 las tasas más altas de fa-
llecidos por cada 100.000 habitantes correspondieron en
España a las comunidades autónomas de Asturias, Castilla
y León, y Aragón.
Las principales causas de muerte varían según el
grupo de edad. En los menores de 15 años, las causas más
frecuentes son las enfermedades originadas en el período
perinatal y las malformaciones congénitas, las deformida-
des y las anomalías cromosómicas.
Entre las personas de 15 a 34 años, el mayor núme-
ro de defunciones es debido a los accidentes de tráfico, se-
guido de los tumores y el suicidio. Destaca la importante
reducción, en el año 2004, de la mortalidad por accidentes
de tráfico en el grupo de edad de 15 a 29 años.
El cáncer y las enfermedades del sistema circula-
torio se sitúan entre las principales causas de mortalidad
en el grupo de 35 a 64 años, si bien hay que destacar que
entre los 35 y 44 años, el sida y los accidentes de tráfico
comportan un mayor número de defunciones que el tipo
de cáncer más frecuente en este grupo de edad (el cáncer
de pulmón) y que la enfermedad del sistema circulatorio
más frecuente (la cardiopatía isquémica).
También el cáncer y las enfermedades del sistema
circulatorio son las principales causas de muerte en los
grupos de mayor edad, si bien en el segmento de los
La esperanza de vida en las mujeres, tanto al nacer como a partir de
los 65 años, es mayor que en los hombres.
39
mayores de 85 años, el mayor número de defunciones
proviene, por orden, de las enfermedades del sistema cir-
culatorio y las enfermedades del aparato respiratorio, por
delante de los tumores.
Se observan diferencias según el grupo de edad
también en cuanto a salud percibida, disminuyendo el
porcentaje de individuos que cree que su estado de salud
es bueno o muy bueno a medida que aumenta la edad. Así,
según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, mien-
tras entre los 16 y 34 años este porcentaje supera el 80%,
y entre los 35 y 54 años se sitúa alrededor del 70%, en los
grupos de mayor edad estos porcentajes bajan de manera
progresiva hasta un 33% en el grupo de 74 o más años.
Asimismo, el porcentaje de individuos que ha con-
sultado al médico en las dos últimas semanas se incremen-
ta con la edad, superando el 50% en el grupo de los mayo-
res de 74 años. En cuanto al motivo de consulta principal,
la demanda de diagnóstico y/o tratamiento es la razón
principal en los grupos de edad más joven, mientras que
en los mayores de 54 años, la más frecuente pasa a ser la
dispensación de recetas.
Como se deduce de esta misma encuesta, el consu-
mo de medicamentos aumenta con la edad: el 86% en el
grupo de 65 a 74 años y el 92% en los mayores de 74 años.
Según la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, el
mayor porcentaje de altas hospitalarias durante el año
2003 corresponde a personas entre 65 y 74 años (16% del
total de las altas), seguido del grupo de 25 a 34 años (15%)
como consecuencia de los ingresos de las mujeres por cau-
sas obstétricas. El tercer lugar lo ocupa el grupo de edad
de 75 a 84 años (15%) y el cuarto, el grupo de 55 a 64 años
(12%). El grupo de 85 y más años representó el 6% del total
de altas hospitalarias en el año 2003.
Las enfermedades que, con mayor frecuencia, mo-
tivaron ingreso en los grupos de edad de 55 a 64 años y de
65 a 74 años fueron las del aparato circulatorio, seguidas
de las del aparato digestivo y los tumores; en cuarto lugar,
las enfermedades del sistema osteomioarticular en el gru-
po de 55 a 64 y las enfermedades del aparato respiratorio
en el de 65 a 74 años. En los grupos de 75 a 84 años y de
más de 84, las enfermedades más frecuentes son las del
aparato circulatorio y las del respiratorio, seguidas de las
del digestivo en el grupo de 75 a 84, y de las lesiones y
envenenamientos en los mayores de 84 años.
La discapacidad está asociada estrechamente con
la edad. Según datos de la Encuesta sobre Discapacidades,
Deficiencias y Estado de Salud realizada desde el INE en
el año 1999, en el conjunto de los mayores de 64 años la
discapacidad afecta al 32%, y en los mayores de 84 años a
cerca del 64% .
Los factores que con mayor frecuencia motivan las
discapacidades también son diferentes según la edad. El
proceso de aparición de problemas de salud es gradual. En
primer lugar surgen las enfermedades crónicas, que con-
llevan una posterior percepción de un mal estado de salud
general. Más tarde aparecen las limitaciones en la realiza-
ción de actividades domésticas y de autocuidado.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003,
un 14% de la población de 65 a 74 años presenta alguna
dificultad para realizar actividades de la vida diaria, y este
porcentaje es del 34% en los mayores de 74 años. De los
individuos con limitaciones en la actividad diaria, un 72%
en los grupos de 65 a 74 años y un 88% en los de más de
74 años requieren de ayuda de alguna persona para reali-
zar actividades de la vida cotidiana, como coger un medio
de transporte público, comprar comida o ropa, utilizar el
teléfono, hacer la cama, subir diez escalones o prepararse
la comida.
La edad es, por tanto, un factor importante que
tener en cuenta a la hora de planificar estrategias diri-
gidas a la prevención de las principales causas de enfer-
medad y muerte: deberán tener como objetivo aquellos
problemas de salud con especial importancia en cada
grupo de edad.
7. ¿Se pueden prevenir las causas más frecuentes
de enfermedad y muerte en España? ¿Cómo?
Sobre la salud tienen influencia aspectos tan distintos
como los estilos de vida, la educación, la renta, la biología,
el medio ambiente y el propio sistema sanitario. Desde la
perspectiva de la población, la OMS (1999) ha señalado
que las causas de la mejora del estado de salud de un país
son los incrementos en los ingresos medios, el mayor nivel
educativo medio y el acceso y adecuada aplicación de las
nuevas tecnologías de la salud.
También desde la perspectiva del individuo, ade-
más de la edad y el sexo, son muchos los factores relacio-
nados con algunas de las dolencias más frecuentes.
Las enfermedades cardiovasculares, causa princi-
pal de muerte prematura en la mayoría de las poblaciones
europeas y fuente importante de discapacidad, están es-
trechamente asociadas con hábitos de vida y factores de
riesgo cardiovascular. También el cáncer, primera causa de
muerte entre los hombres y segunda en las mujeres, y en el
La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
LIBRO DE LA SALUD
40
conjunto de la población, se ha relacionado con determi-
nados factores de riesgo.
Los factores de riesgo se pueden dividir en factores
no modificables, como el sexo, la edad o los antecedentes
personales o familiares, y factores modificables, que pue-
den ser corregidos o eliminados a través de cambios en el
estilo de vida y, cuando sea adecuado, mediante el uso de
fármacos.
Los factores de riesgo modificables, y por tanto, so-
bre los que deben ir dirigidas las estrategias de prevención
en el caso de la enfermedad cardiovascular, son la presión
arterial alta, los niveles elevados de colesterol, fumar o
estar expuesto al humo del tabaco, la inactividad física, la
obesidad, el estrés, la diabetes y el consumo excesivo de
alcohol. Además de la exposición al tabaco, el consumo
excesivo de alcohol o la obesidad, algunos de los factores
que se han asociado a un mayor riesgo de determinados
tipos de cáncer, y que pueden evitarse con cambios de es-
tilos de vida o tomando ciertas precauciones, son: la expo-
sición a radiaciones ultravioletas; las dietas altas en grasas,
pobres en fibra o ricas en comidas fermentadas o curadas;
las exposiciones ocupacionales y ambientales a radiación,
radón, productos químicos varios, pesticidas, asbesto y
otras sustancias industriales; y determinados medicamen-
tos. También factores concretos relacionados con la acti-
vidad sexual, como la promiscuidad y/o las enfermedades
de transmisión sexual aumentan el riesgo de cáncer de
órganos genitales.
La modificación de los factores de riesgo se ha de-
mostrado que reduce la mortalidad y la morbilidad, au-
mentando así la expectativa y calidad de vida.
Sin embargo, los datos muestran una tendencia
poco o nada favorable de algunos de estos factores de
riesgo. Si bien en España disminuye el consumo de tabaco
y alcohol, situándonos en el nivel medio de la UE, se in-
crementa el consumo de cocaína, cannabis y éxtasis. En el
año 2004, un 37% de la población de entre 14 y 18 años
declaró haber consumido cannabis durante el año previo
a la encuesta; un 7%, cocaína; un 3%, anfetaminas; un 3%,
alucinógenos; y un 3%, éxtasis. España es el cuarto país de
la UE con mayor porcentaje de consumo de cannabis, an-
fetaminas y éxtasis, y también el país con el consumo más
alto de cocaína.
El 47% de los españoles reconoce que es sedenta-
rio, por lo que España ocupa una posición alta en la fre-
cuencia de inactividad física en los países de la UE, según
datos de 2004.
España, con un 14% de hombres y mujeres obesos,
ocupa una posición intermedia en la estadística de este
problema de salud en los países de la UE, y la tendencia es
ascendente, como sucede en el resto de países. Este incre-
mento en la proporción de individuos obesos es superior
en hombres y en el grupo de edad de más de 65 años.
Los pacientes y personas de alto riesgo, especial-
mente aquellos con aislamientos sociales, podrían benefi-
ciarse de una atención especial y consejo personalizado. La
concienciación, empatía y comprensión del médico pue-
den ayudar a superar los obstáculos y facilitar los cambios
de estilo de vida.
Sin embargo, cuando el conocimiento científico, las
dificultades de aplicación o la economía impiden llevar a
cabo el nivel de actuación más deseado, es decir la preven-
ción basada en evitar o reducir estos factores de riesgo, la
detección y el tratamiento precoz de la enfermedad consti-
tuyen una modalidad de prevención altamente necesaria.
En los últimos años ha aumentado la aplicación de
programas de detección precoz, con el objetivo de descu-
brir enfermedades y analizar posibles factores de riesgo.
Diversas intervenciones preventivas, como la detección
del exceso de peso y obesidad, la hipertensión arterial, la
hipercolesterolemia, el cáncer de mama o el cáncer de cue-
llo uterino y el consumo excesivo de alcohol, están integra-
das en la práctica asistencial.
En un contexto caracterizado por el envejecimien-
to progresivo de la población, los cambios en los patrones
de enfermedad, mortalidad, hábitos de vida o exposición
Está demostrado que modificar los factores de riesgo reduce la
mortalidad y la morbilidad, aumentando así la expectativa y calidad
de vida.
41
a factores de riesgo, así como los avances tecnológicos y
médicos, y la limitación de recursos, el establecimiento
de prioridades y la atención a estos problemas de salud
prioritarios en nuestro medio requieren la participación y
­coordinación, no sólo de los diferentes niveles asistenciales
y servicios sanitarios, sino también de la sociedad y de otros
profesionales de sectores como la educación, la economía
o el medio ambiente, entre otros. Es pues necesaria una
respuesta de carácter intersectorial cuyo objetivo común
sea las mejoras en calidad de vida, la equidad, los servicios
eficaces y eficientes, la atención personal a los usuarios, el
fomento de grupos de autoayuda y de hábitos saludables,
así como la promoción de actividades preventivas.
Glosario
Carga de enfermedad: medida combinada que incluye las muer-
tes debidas a una enfermedad o condición y los años de vida con
discapacidad debidos a dicha dolencia. Si la enfermedad produce
muchas muertes prematuras (en jóvenes), como por ejemplo los
accidentes de tráfico, su carga es muy alta. Si produce muchos
años con grave discapacidad (ausencia de buena salud), también
tendrá una carga de enfermedad elevada.
Dependencia: estado en que se encuentran las personas que por
razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o
intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importan-
tes para realizar actividades habituales de la vida diaria.
Discapacidad: dificultad para desempeñar papeles y actividades
socialmente aceptadas, habituales para las personas de similar
edad y condición sociocultural. Es consecuencia de las limitacio-
nes funcionales, cognitivas y emocionales que proceden de la
enfermedad u otras deficiencias corporales, accidentes u otros
problemas de salud.
Esperanza de vida al nacer: promedio de años que se espera
que viva un individuo desde el nacimiento hasta la muerte.
Factor de riesgo: condición que puede aumentar el riesgo de
desarrollar una determinada enfermedad. Por ejemplo, fumar es
un factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón o cardiopa-
tía isquémica, entre otras enfermedades.
Incidencia: medida epidemiológica que indica cuántos casos
nuevos de una determinada enfermedad, condición o factor de
riesgo aparecen en una población definida a lo largo de un perío-
do de tiempo (habitualmente un año). Proporciona una película
de la situación. Se expresa en porcentajes o en casos por cada
100.000 habitantes y año.
Prevalencia: medida epidemiológica que indica cuántos casos
de una determinada enfermedad, condición o factor de riesgo
existen en una población definida en un momento concreto de
tiempo. Proporciona una fotografía instantánea de la situación.
Se expresa en porcentajes o en algunos casos por cada 100.000
habitantes.
Bibliografía
Instituto de Mayores y Servicios Sociales. http://www.seg-social.es/
imserso/.
Instituto Nacional de Estadística. http://www.ine.es/.
Ministerio de Sanidad y Consumo. http://www.msc.es/.
OMS (Organización Mundial de la Salud). http://www.who.int/es/.
—. Informe de la salud en el mundo (2006). http://www.who.int/
whr/2006/es/.
La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
• En las últimas décadas se ha registrado un notable incre-
mento de la supervivencia de la población en España,
consecuencia de una reducción de la mortalidad. Las
causas de mortalidad también han cambiado.
• Los patrones de enfermedad han experimentado cam-
bios intensos; actualmente son más importantes las en-
fermedades crónicas y las degenerativas.
• El dolor, así como las alteraciones del estado de ánimo
relativas a la ansiedad y la depresión son las dimensio-
nes de la calidad de vida asociada a la salud que más
afectan a la población española.
• Se observa una evolución desfavorable en algunos fac-
tores determinantes de la salud asociados a estilos de
vida, que favorecen la incidencia de determinadas en-
fermedades como el cáncer o las enfermedades cardio-
vasculares.
Resumen
Libro Salud
43
Capítulo 3
La herencia como determinante
de la salud
Dra. Montserrat Milà
Doctora en Ciencias Biológicas. Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué es la herencia?
Podríamos definir herencia como la transmisión a través
del material genético de las características de un ser vivo
a sus descendientes. La herencia es el legado de nuestros
antepasados y más concretamente de nuestros padres.
Cada uno de nosotros portamos un material (material ge-
nético) donde está escrito en cierta medida cómo vamos a
ser y qué nos va a suceder. Éste es el motivo por el cual se
explica un hecho tan evidente como el parecido de padres
e hijos.
2. ¿Qué es el material genético y dónde se
encuentra?
El material genético es un componente de nuestro orga-
nismo que se llama ácido desoxirribonucleico (ADN) y se
encuentra en el núcleo de las células formando unas es-
tructuras llamadas cromosomas. La unidad de herencia se
denomina gen, y en un cromosoma hay miles de genes dis-
puestos de forma lineal.
3. ¿Qué es un gen?
Descrito de forma muy simplificada, un gen es un frag-
mento de ADN que da lugar a una característica deter-
minada. Por ejemplo, una característica podría ser el
color de los ojos. En realidad es mucho más complejo,
pues intervienen otros factores tanto genéticos como
ambientales.
El conjunto de genes heredados es lo que se deno-
mina genotipo. El genotipo lleva la información necesaria
para la determinación de los rasgos de un individuo; luego
éstos se ven influidos por el medio ambiente. De la inte-
racción del genotipo con el medio ambiente resulta lo que
llamamos fenotipo, que es aquello que vemos.
4. ¿Qué es el genoma?
El conjunto de todos los genes constituye el genoma; en
el genoma humano se estima que hay aproximadamente
treinta mil genes distribuidos en 23 pares de cromosomas.
Los caracteres genéticos se transmiten de padres a hijos.
LIBRO DE LA SALUD
44
FIGURA 1. Material genético: cromosomas y ADN
CROMOSOMA
Brazo corto
Centrómero
Brazo largo
Cromátidas
Estructura enrollada
ADN
Cadena de ADN
Guanina (G)
Citosina (C)
Adenina (A)
Timina (T)
Desoxirribosa
Fosfato
El cariotipo
humano está
constituido por
23 pares de
cromosomas
Todas y cada una de nuestras células tienen los cromosomas en su núcleo. La especie humana posee 46 cromosomas dispuestos en 23 pares, lo que
constituye el cariotipo. Cada cromosoma es un filamento intranuclear compuesto por una doble cadena helicoidal de ácido desoxirribonucleico (ADN). Estas
estructuras contienen los genes. El ADN es similar a una escalera de caracol, con 4 tipos posibles de peldaños o bases nitrogenadas: adenina (A), guanina (G),
timina (T) y citosina (C). El ADN constituye nuestro código genético.
45
5. ¿Qué son los cromosomas?
Un cromosoma es una estructura formada por ADN y
proteínas. En todas nuestras células tenemos 46 cromo-
somas, o dos dotaciones de 23, que proceden una del
padre y otra de la madre. Las células reproductivas (óvu-
lo y espermatozoide) tienen la mitad de los cromosomas
(sólo 23); así, después de la fecundación, cuando se unan
el óvulo y el espermatozoide, el embrión resultante recu-
pera los 46 cromosomas. Cualquier alteración del número
(46) o la morfología de estos cromosomas constituye una
anomalía o un síndrome, como por ejemplo el síndrome
de Down —debido a la existencia de tres cromosomas
21 en lugar de dos— (véanse figuras 1 y 2).
6. ¿Qué es un carácter hereditario y un carácter
adquirido?
Definimos un carácter como cada peculiaridad, cada
rasgo, ya sea de forma, color, funcional, bioquímico,
psicológico, etc., que presenta un individuo. Todos los
individuos presentan unas características comunes que
les definen como tales pero, salvo los gemelos, no hay
dos individuos exactamente iguales. Las diferencias
que presentamos son consecuencia directa de la heren-
cia. Los caracteres son hereditarios, pero pueden estar
influidos por el ambiente o incluso causados por él (por
ejemplo, una talla baja puede estar causada por un gen
que determina este hecho o bien por una mala nutrición
en la infancia); y por el contrario, la amputación de un
miembro es un carácter adquirido en el que la herencia
no ha tenido nada que ver. Los caracteres que son el
resultado exclusivamente de la acción del ambiente no
se transmiten a los hijos, y se denominan caracteres ad-
quiridos. A veces la distinción no resulta ni tan fácil ni
tan evidente. Para que la variación de un carácter sea
heredable tiene que afectar al material hereditario, es
decir, a la información que los padres transmiten a los
hijos.
7. ¿La salud se hereda?
Si asumimos que la salud es la ausencia de enfermedad,
abordaremos el tema al revés: ¿se heredan las enferme­
dades?
Es evidente que no todas las enfermedades se he-
redan, pero el hecho es que hay individuos con una cierta
tendencia a enfermar y otros no. A la tendencia a enfer-
mar se la denomina predisposición, y esta predisposición sí
puede ser heredada. Así, de acuerdo con nuestro genoma
tendremos una predisposición o no a padecer una deter-
minada enfermedad.
Otros ejemplos son mucho más claros: hay familias
donde varios miembros han padecido una misma enfer-
medad a lo largo de varias generaciones; en ese caso es
manifiesto que dicha enfermedad ha sido transmitida de
generación en generación y por lo tanto es heredable.
8. ¿Qué es una enfermedad hereditaria?
Las enfermedades hereditarias son aquellas que están cau-
sadas por alteraciones en nuestro material genético y que
se transmiten de padres a hijos.
Ya hemos dicho que cada individuo tiene 23 pares
de cromosomas y por lo tanto dos copias de cada gen: una
procedente del padre y otra de la madre. Los genes que
conforman cada par contienen instrucciones para un ca-
rácter. A veces contienen la misma información y a veces
informaciones distintas. Cuando contienen informaciones
distintas se establece una relación entre ellas: puede que
ambos tengan la misma fuerza; por ejemplo, respecto al
color de pelo, la mezcla de color oscuro y uno claro podría
dar un color castaño. Otras veces uno manda sobre el otro,
con lo que se establece una relación de dominio: por ejem-
plo, unos ojos oscuros y unos claros dan como resultado
unos ojos oscuros que ocultan el color claro. En este caso
decimos que oscuro es dominante sobre claro. ¿Cuándo se
manifestará el color claro? Tan sólo cuando ambos genes
(paterno y materno) sean claros. En este caso decimos que
el color claro es recesivo respecto al oscuro.
9. ¿Cómo se heredan las enfermedades?
Si trasladamos estos conceptos a las enfermedades vere-
mos que éstas pueden transmitirse de forma dominante
o recesiva.
Hablamos de una herencia autosómica dominante
cuando se transmite a la descendencia con una proba-
bilidad del 50% (uno de cada dos hijos). En este caso,
de un progenitor afectado, tendremos la mitad de hijos
La herencia como determinante de la salud
Figura 2. El almacenamiento de la información
genética es similar a una enciclopedia
Enciclopedia
Volumen
Página
Frase con sentido
46 cromosomas
un par cromosómico
gen
Proteína: carácter
Toda la información se encuentra en los 46 cromosomas (enciclopedia).
Cada cromosoma lleva una parte de la información (un volumen de la
enciclopedia).Alabrirelvolumensepuedeleerenelinterior(genes).Cuando
se lee un fragmento con sentido, se entiende su significado (carácter).
LIBRO DE LA SALUD
46
afectados, y de un individuo sano nunca tendremos hi-
jos afectados. Algunos ejemplos de enfermedades trans-
mitidas de forma autosómica dominante son: colesterol
familiar alto, enfermedad de Huntington (un trastorno
degenerativo del sistema nervioso), algunas formas de
glaucoma (que causan ceguera), la polidactilia o sindac-
tilia (alteración del número de dedos en las manos o en
los pies), etc. (véase figura 3).
Hablamos de una herencia autosómica recesiva
cuando de unos padres sanos, pero portadores de un
mismo gen recesivo, nacen hijos afectados. La probabi-
lidad de tener un hijo afectado es del 25% (uno de cada
cuatro de los hijos). Si sólo un progenitor transmite el gen
del trastorno, el gen normal recibido del otro progenitor
evitará que la condición se manifieste y por lo tanto no
aparecerá la enfermedad. Los trastornos autosómicos re-
cesivos suelen ser graves. Un ejemplo claro de herencia
autosómica recesiva es la fibrosis quística, un trastorno
que fundamentalmente afecta a los pulmones y el sis-
tema digestivo. Es la enfermedad recesiva grave más co-
mún en nuestra población, de manera que uno de cada
25 individuos es un portador sano y uno de cada 1.600
está afectado. Otro ejemplo es la fenilcetonuria, un tras-
torno metabólico que causa retraso mental si no se trata
al nacer y para el cual se realiza una cribra neonatal (véase
figura 3).
Todavía existe un tercer tipo que se denomina
herencia ligada al sexo y es aquella cuyos genes están
situados en los llamados cromosomas sexuales (véase
figura 3).
10. ¿Cómo se transmite el sexo? ¿Quién es el
responsable del sexo de los hijos?
El sexo está determinado genéticamente. De los 23 pares
de cromosomas hay un par que determina el sexo y está
formado por los cromosomas X e Y. Las mujeres tienen dos
cromosomas X y los hombres un X y unY. La mujer, al tener
dos cromosomas iguales, siempre transmite a su descen-
dencia un cromosoma X, por lo que es el hombre quien
determina el sexo de los hijos: si transmite el cromosoma X
será una niña y si transmite el cromosoma Y será un niño.
El cromosoma X contiene un número muy elevado
de genes y en una mujer se comporta como cualquier otro;
pero el cromosoma Y contiene muy pocos genes y casi to-
dos ellos dirigidos a los caracteres sexuales masculinos, por
lo que en general, cuando se habla de herencia ligada al
sexo, nos referimos a un trastorno causado por un gen en
uno de los cromosomas X. Una madre con un gen anormal
en uno de sus cromosomas X tiene una probabilidad del
50% de transmitirlo a sus hijos. Una mujer que hereda un
cromosoma X con un gen de un trastorno ligado al sexo no
suele presentar síntomas de la enfermedad, dado que tiene
un cromosoma X de reserva con una copia normal del mis-
mo gen. No obstante, los hombres que heredan un cromo-
soma X con un gen alterado no tienen un segundo cromo-
soma X de reserva y, por lo tanto, padecen la enfermedad.
Algunos ejemplos de enfermedades heredadas si-
guiendo este tipo de transmisión son: la hemofilia (proble-
ma de coagulación de la sangre), el daltonismo (problema
de visión que causa confusión en la distinción de los colo-
res) y el síndrome del cromosoma X frágil, que es la causa
más común de retraso mental.
11. ¿Un gen alterado da lugar siempre a una
enfermedad?
No. Hasta el momento hemos comentado una herencia
que podríamos denominar monogénica (causada por un
solo gen) y que sigue un tipo de herencia mendeliano, pero
desgraciadamente la mayoría de las enfermedades que
nos afectan siguen un tipo de herencia llamado ­poligénico
multifactorial, en la que intervienen a la vez varios genes y
el ambiente.
12. ¿Qué es la herencia multifactorial?
La herencia poligénica multifactorial consiste en que un
carácter es el resultado de la suma de la acción de varios
genes más la interacción con factores ambientales. Es de-
cir, hay un conjunto de genes que pueden estar situados
Figura 3. Herencia mendeliana de un carácter
Herencia monogénica
X
Padre
a aAaA aAA
Madre
A aA a
XX
Y
X X YY
XX
Y
X XX
X
Hombre Mujer
HombreMujer
genotipo
Fenotipo
Herencia del sexoCarácter A dominante sobre a
41 2 3
a) Herencia autosómica dominante y recesiva: los caracteres son transmiti-
dos de manera que los hijos heredan para un determinado carácter infor-
mación del padre y de la madre.
b) Herencia ligada al sexo: el padre es quien transmite el cromosomaY que
determina que el hijo sea varón.
47
en cromosomas distintos, que opinan sobre un mismo
carácter, unos a favor, otros en contra, unos pesan más y
otros menos; y además el ambiente que nos rodea ejerce
también un efecto positivo o negativo. Todo ello dará un
resultado final y cuando éste sobrepase un determinado
umbral aparecerá la enfermedad (véase figura 4).
A las enfermedades que siguen este patrón se las
ha denominado complejas, a diferencia de las que es-
tán causadas por un solo gen. En estas enfermedades el
hecho de llevar una alteración en un gen no equivale a
presentar la dolencia. Los genes de uno o ambos padres
pueden interaccionar entre sí y recibir la influencia de
factores ambientales que los lleven a causar una anoma-
lía o enfermedad. Algunos ejemplos de condiciones que
se consideran causadas por herencia multifactorial son:
el labio leporino y el paladar hendido, algunos defectos
cardíacos congénitos, la diabetes, ciertas formas de cán-
cer, la hipertensión, malformaciones del tracto genital y
urinario, malformaciones del cerebro y de la médula es-
pinal. También deben incluirse en este tipo de herencia
condiciones normales como son la inteligencia, el peso,
la altura, etc., así como nuestros comportamientos y ac-
titudes sociales.
13. ¿Qué características comparten las
enfermedades llamadas complejas?
Las enfermedades complejas presentan las siguientes
carac­terísticas:
• Son muy frecuentes.
• Se requiere un número elevado de genes para
producir la enfermedad.
• Cada uno de los genes contribuye en una parte al
resultado final.
• El ambiente tiene mucha influencia.
• Se detectan mediante la exploración médica y
puede no haber historia familiar.
• Tienen poca trascendencia reproductiva.
A continuación haremos un breve repaso del tipo
de herencia que presenta un grupo de enfermedades que
están muy extendidas en nuestra sociedad.
14. ¿Se hereda el cáncer?
No hay una respuesta única. Hay cánceres familiares que sí
se heredan y hay cánceres adquiridos, que no se transmi-
ten a la descendencia.
Se conocen genes cuya alteración da lugar a la apa-
rición de un cáncer prácticamente en el cien por cien de los
individuos que la portan. Así, por ejemplo, si en un indivi-
duo se identifica una mutación en el gen APC (responsable
de un tipo de cáncer de colon), éste tiene un 50% de riesgo
de pasarlo a su descendencia, y el descendiente que lo he-
rede desarrollará el mismo cáncer casi con total seguridad.
No obstante, en otros cánceres, aun siendo hereditarios, la
probabilidad de padecerlos no es tan alta como en el caso
anterior. Por ejemplo, el cáncer de mama: una mujer con
una alteración en el gen BRCA1 (responsable de cáncer de
mama) tiene un 70% de riesgo de desarrollar dicho cáncer;
pero a diferencia del caso anterior no es seguro que vaya
a presentarlo. Por otra parte, para estos mismos cánceres
(colon y mama) se conocen formas que no se repiten en la
familia, y, por lo tanto, no se transmiten. Así, para un mis-
mo tipo de cáncer encontramos ambas situaciones, here-
dables y no heredables.
15. ¿De qué depende que un cáncer sea
hereditario o no?
Depende de las células a las que afecte el gen alterado. Si la
alteración afecta a todas las células, incluidos los gametos
(óvulo y espermatozoide), el cáncer se heredará; si, por el
contrario, la alteración en el gen se limita a las células que
forman el tumor (somáticas), el cáncer no se transmitirá a
los descendientes.
En la mayoría de los cánceres, lo que se hereda es la
predisposición a padecer ese tipo de cáncer, pero para que
éste aparezca debe concurrir con factores ambientales. Por
ejemplo la exposición al sol ejerce un efecto sobre el cáncer
de piel (melanoma); el tabaco, en el cáncer de pulmón, etc.
La herencia como determinante de la salud
Figura 4. Herencia poligénica multifactorial
1 2
3 4
5 6
umbral
gen Dgen Cgen Bgen A
Porcentaje de cada gen
más el ambiente
Diferentes miembros de la familia
1 2 3 4 5 6
Los genes A, B, C y D contribuyen junto con el ambiente a la aparición de
unaenfermedad.Losindividuos2,3y4quesuperanelumbralmanifestarán
la enfermedad y el resto, no.
LIBRO DE LA SALUD
48
De manera que en una misma familia con dos individuos
portadores de la misma mutación en el mismo gen, según
su ambiente o forma de vida, uno puede desarrollar cáncer
y el otro no. También puede darse la situación contraria:
hay individuos que por su componente genético, por más
que se expongan a un ambiente nocivo, no se ven afecta-
dos, ya que su base genética actúa como protectora. Esta
situación beneficiosa también puede transmitirse.
16. ¿Se heredan las enfermedades
cardiovasculares?
El fallo cardíaco es uno de los mayores problemas en la salud
pública debido a su alta mortalidad y complicaciones aso-
ciadas. Se conocen genes responsables de muchas de las
alteraciones que afectan al corazón, como hipertrofia ven-
tricular, disfunción sistólica, cardiomiopatía hipertrófica, rit-
mo cardíaco, etc. Algunos de ellos obedecen a una herencia
dominante o recesiva, pero la mayoría de las alteraciones en
estos genes siguen una herencia poligénica multifactorial,
es decir, la alteración de varios genes, junto con un estilo de
vida determinado, predisponen a padecer la enfermedad.
17. ¿Se heredan las enfermedades neurológicas, el
alzheimer, el párkinson?
Se conoce un gran número de genes responsables de enfer­
medades neurológicas. Así por ejemplo hay más de vein-
ticinco genes descritos como responsables de una enfer-
medad rara, la ataxia espinocerebelosa, que se heredan de
forma autosómica dominante; este mismo patrón lo sigue
la enfermedad de Huntington, mientras que la enfermedad
de Friedriech se hereda con carácter autosómico recesivo.
Sin embargo, hay otro grupo de enfermedades neurológicas
como son la enfermedad de Alzheimer y el párkinson, para
las cuales hay descritos genes responsables que determinan
la aparición de la enfermedad; y es en estos casos cuando la
enfermedad es hereditaria, pero corresponde a un número
muy reducido del total. La gran mayoría de los casos, tanto
en la enfermedad de Parkinson como en la de Alzheimer,
corresponde a las llamadas enfermedades poligénicas mul-
tifactoriales, donde hay un componente genético, si bien la
edad y el ambiente de­sempeñan un papel fundamental.
18. ¿Se hereda la obesidad?
Se trata una vez más de una herencia poligénica multi-
factorial. Ante unos padres obesos, el riesgo de que su
hijo lo sea también es diez veces superior a la de la po-
blación general. Aparte de la base genética común que
­determina tendencias metabólicas de acumulación de
grasa, en general comparten los hábitos culturales ali-
menticios y sedentarios, lo que refuerza el riesgo. En los
estudios realizados, se ha estimado que el factor heredi-
tario influye en la aparición de la enfermedad en un 65-
75%. Sin embargo, la herencia parece tener una influen-
cia mayor en los pesos normales que en la obesidad, lo
cual sugiere que el ambiente desempeña un papel im-
portante en su desarrollo. La predisposición genética a
la obesidad, por lo tanto, puede ser modificada por el
ambiente, ya sea aumentando la ingesta calórica o redu-
ciendo el gasto energético.
19. ¿Se hereda la diabetes?
Existen muchos tipos de diabetes, por lo que resulta impo-
sible dar una respuesta única.
Entre los factores de riesgo para desarrollar esta
enfermedad se incluye una historia familiar, por lo tanto
existe un componente hereditario; y hay otros tipos como
la diabetes tipo Mody, que se hereda de forma autosómi-
ca dominante con un 50% de riesgo de transmitirlo a los
descendientes. La diabetes del adulto está íntimamente
relacionada con la obesidad porque se ha demostrado que
el descenso de peso se asocia a una disminución de los ni-
veles de glucosa plasmática.
Se conocen genes que afectan a ambas enferme­
dades: diabetes y obesidad.
20. ¿Se heredan las enfermedades mentales como
la esquizofrenia?
No se conoce la causa precisa de la esquizofrenia. Se cree
que un desequilibrio químico del cerebro es un factor
hereditario necesario para el desarrollo de la esquizofre-
nia. Sin embargo, es probable que muchos factores ge-
néticos, del comportamiento y ambientales contribuyan
al desarrollo de este trastorno. Hasta el momento nadie
sabe con seguridad cuál es la causa. Sin embargo, aproxi-
madamente una de cada diez personas con esquizofrenia
tiene algún pariente que también presenta la enferme-
dad, mientras que en la población general afecta a uno de
cada cien individuos. Hay un alto grado de acuerdo entre
psiquiatras y psicólogos en que lo heredable es la pre-
disposición a la esquizofrenia. Como prueba del compo-
nente hereditario sabemos que en los gemelos idénticos
(lo cual significa que sus genes son también idénticos),
si uno presenta la enfermedad es muy probable que el
otro también la desarrolle, incluso aunque hayan vivido
49
en ambientes diferentes. Por el contrario, en los gemelos
no idénticos, el riesgo no es mayor que el de cualquier
otro hermano o hermana. Se cree que la herencia explica
cerca de la mitad de los casos de esta enfermedad, pero
los genes (o la combinación de genes) responsables toda-
vía no han sido identificados.
21. ¿Se heredan los trastornos de la alimentación
como la anorexia y la bulimia?
Tanto la anorexia nerviosa como la bulimia son trastornos
alimentarios con algún componente hereditario, por tanto
parece existir una predisposición genética a padecer di-
chos trastornos. Los estudios llevados a cabo en familias,
así como con hermanos gemelos, apuntan a que en el de-
sarrollo de la enfermedad influirían en igual medida el am-
biente y la herencia.
22. ¿Se heredan las drogadicciones: el
alcoholismo, el tabaquismo, la ludopatía?
El abuso y la dependencia de las drogas nacen o derivan
de una interacción compleja entre factores ambientales y
genéticos. Una vez más los estudios realizados en familias,
y concretamente en gemelos, ponen de manifiesto la exis-
tencia de factores hereditarios en las drogodependencias.
Esto no implica que una dependencia sea un trastorno he-
reditario, sino que en su aparición influyen rasgos hereda-
bles como son: la sensibilidad a una sustancia, que deter-
minará la presencia e intensidad de los efectos subjetivos
y fisiológicos inducidos por ella, las características y curso
temporal de la tolerancia y abstinencia, el metabolismo de
la droga, la preferencia por una determinada sustancia, la
dependencia y la vulnerabilidad. Hay factores de riesgo o
de protección frente a una determinada drogodependen-
cia que sí son heredables. Se calcula que la responsabilidad
de los factores genéticos oscilaría entre el 30% y el 70%,
según los distintos autores.
23. ¿Se hereda el asma?
Un importante número de estudios muestran que hay una
predisposición genética a desarrollar asma. Este hecho
explica que en una familia haya varias personas con asma
y explica por qué la probabilidad de tener asma aumen-
ta si un padre la tiene y más aún si ambos progenitores la
­padecen. Pero los aspectos genéticos son muy complejos
y no sólo dependen de un único gen, ya que el asma es
una enfermedad poligénica, donde hay gran multitud de
factores ambientales que la pueden desencadenar.
24. ¿Se hereda la hipertensión?
La práctica médica cotidiana enseña que la hipertensión
arterial está, en parte, relacionada con el modo de vida,
aunque también presenta características hereditarias. El
interrogatorio a los pacientes hipertensos demuestra que
en aproximadamente la mitad de los casos, al menos una
persona entre los parientes de primer grado (padres, her-
manos e hijos) es hipertensa.
En estos momentos no hay un gen único o algu-
nos genes que permitan explicar, por sí mismos, gran
parte de la hipertensión arterial, sino que existe una
multitud de genes de susceptibilidad, cuyo efecto,
probablemente, puede ser modificado por el medio
ambiente (estrés, actividad física, alimentación, estado
hormonal en la mujer), y que probablemente sean di-
ferentes en función del origen étnico de la población
estudiada.
25. ¿Se heredan las enfermedades infecciosas?
¿Y el sida?
Las infecciones no se heredan. Pero sí es verdad que algu-
nos individuos tienen una inmunidad frente a determina-
das enfermedades infecciosas, de manera que a pesar de
entrar en contacto con el agente causal, no enferman. Pues
bien, en general, este factor sí se hereda.
Podríamos repasar una larga lista de enfermedades
y siempre encontraríamos que una parte de ellas están in-
fluidas por nuestro material hereditario. Si consideramos
la salud como la ausencia de enfermedad, tendríamos que
concluir que hay un componente hereditario que determi-
na nuestra salud, pero está influido por el ambiente que
nos rodea.
26. ¿Puede un individuo saber qué enfermedades
ha heredado o qué enfermedades puede
transmitir?
No es posible tener un conocimiento general, es decir, no
se puede estudiar cada genoma y ver qué pasa. Lo que sí
puede hacerse es realizar diagnósticos genéticos cuan-
do hay una sospecha de una determinada enfermedad o
cuando hay antecedentes familiares.
27. ¿Qué es el diagnóstico genético?
El estudio del material genético, ya sea el ADN o bien los
cromosomas, permite hacer un diagnóstico de algunas
enfermedades hereditarias. Existen diferentes tipos de
diagnóstico:
La herencia como determinante de la salud
LIBRO DE LA SALUD
50
• Confirmación diagnóstica: ante un diagnóstico
clínico determinado, el estudio genético puede
confirmar o descartar dicho diagnóstico.
• Diagnóstico de portadores: se realiza a individuos
clínicamente sanos, pero con riesgo de transmitir
la enfermedad a sus descendientes. En muchos
casos no existe otra manera de determinar si son
portadores o no.
• Diagnóstico presintomático: capacidad de ha-
cer un diagnóstico antes de manifestar sínto-
mas de la enfermedad. Ante unos anteceden-
tes familiares, y conocida la alteración que cau-
sa una determinada enfermedad de aparición
tardía en una familia, se puede realizar el estu-
dio genético a un miembro que tenga riesgo
de padecer la enfermedad debido a la posición
que ocupa en el árbol genealógico. Por ejem-
plo, en una enfermedad autosómica dominan-
te, los descendientes pueden ser estudiados
antes de que aparezca la enfermedad. En este
caso, si se detecta la anomalía genética, el indi-
viduo va a desarrollar la enfermedad con total
seguridad; y si no se detecta la alteración, no
la desarrollará.
• Diagnóstico prenatal: ante unos antecedentes
familiares y conocida la alteración que causa
una determinada enfermedad en una familia, se
ofrece realizar un diagnóstico durante el emba-
razo para confirmar o descartar la enfermedad
en un feto.
28. Con un diagnóstico prenatal ¿se pueden
descartar todas las enfermedades?
No. En el diagnóstico citogenético prenatal (por amniocen-
tesis o biopsia corial) se descartan las anomalías cromosó-
micas más frecuentes como el síndrome de Down, pero
no se descartan enfermedades causadas por mutaciones
en genes, a no ser que se realicen estudios expresamente
dirigidos a su detección en casos en los que existan ante-
cedentes familiares.
29. Actualmente, ¿qué enfermedades se pueden
diagnosticar mediante el diagnóstico genético?
El número de enfermedades es muy elevado, más de mil,
pero todas ellas son las causadas por un solo gen. El es-
tudio genético de las enfermedades complejas por el mo-
mento no está disponible.
30. Una vez diagnosticada la propensión a padecer
una determinada dolencia, ¿es posible modificar
esa predisposición?
En estos momentos no es posible variar el material gené-
tico de un individuo. La posibilidad de variarlo es lo que se
denomina terapia génica.
31. ¿En qué consiste la terapia génica?
La terapia génica consiste en sustituir un gen alterado de
un individuo por uno que funcione correctamente. Aun-
que existen numerosos estudios y éxitos parciales al res-
pecto, actualmente no es posible ofrecerla a los pacientes
como tratamiento; por lo tanto, en general hemos de decir
que no se puede variar el material genético, pero existe la
esperanza de poder hacerlo.
32. ¿Qué beneficio comporta conocer de antemano
la predisposición a padecer una determinada
enfermedad? ¿Hay inconvenientes?
El diagnóstico presintomático o de susceptibilidad puede
suponer un beneficio para el paciente ya que puede reali-
zar unos controles médicos que impliquen un diagnóstico
precoz de la enfermedad, lo cual le supondrá un beneficio
­directo.Enloscasosenlosquenoexistetratamientonibene-
ficio médico, es el paciente quien debe decidir si quiere co-
nocer o no su estado de posible afectado y valorar los benefi-
cios o inconvenientes que esto pueda reportarle en su vida.
A medida que comprendemos y conocemos más el
genoma humano y las relaciones que se establecen entre
los caracteres determinados por los genes y el ambiente
que los rodea, aumenta la evidencia de que la mayoría de
las enfermedades están influidas por alteraciones hereda-
bles en la estructura o función de los genes.
El diagnóstico genético no es una técnica de futuro
sinounarealidadyunaprácticahabitual.Numerososprofesio-
nalescomoneurólogos,ginecólogos,hematólogos, pediatras,
dermatólogos o nefrólogos conocen lo que puede ofrecerles
el diagnóstico genético y se benefician de ello en su práctica
clínica. En estos momentos, como su nombre indica, es una
herramienta diagnóstica más, de la que el médico debe apro-
vecharse; las familias deben ser asesoradas con consejo gené-
tico y beneficiarse del diagnóstico pre- y posnatal.
Los estudios actuales están enfocados a identificar
genes que estén implicados en la predisposición de las en-
fermedades complejas.
En un futuro no muy lejano se utilizará la información
genéticaparaeldiagnósticoytratamientodelasenfermedades.
51
La herencia como determinante de la salud
Glosario
ADN (ácido desoxirribonucleico): es la molécula que contiene
información genética. Es uno de los componentes fundamentales
de los cromosomas. Tiene una estructura de doble cadena y la in-
formación está cifrada en cuatro bases: A (adenina), T (timina), C
(citosina), G (guanina). La secuencia de estas bases es la que da la
información, mediante un código de lectura.
Ataxia espinocerebelosa: incluye un grupo de enfermedades
neurodegenerativas que afectan al cerebelo y que dan lugar a
marcha anómala.
Cromosoma: estructura contenida en el núcleo celular, formada
por ADN y proteínas, en la que los genes se disponen de forma
lineal uno al lado del otro.
Enfermedad hereditaria: la que se origina a causa de un gen
­alterado que se transmite de generación en generación.
Fenotipo: expresión observable del genotipo, como rasgo mor-
fológico, bioquímico o molecular.
Gen: la unidad física fundamental y funcional de la herencia. Un
gen está formado por una secuencia de ADN que se localiza en un
punto determinado del cromosoma.
Genoma: todo el material genético contenido en los cromoso-
mas de un organismo en particular.
Genotipo: constitución genética de un individuo, bien colectiva-
mente en todos los genes, o más comúnmente, refiriéndose a un
solo gen.
Herencia autosómica: los caracteres que se encuentran en los
cromosomas que son iguales tanto en el hombre como en la mu-
jer (los pares del 1 al 22) se llaman autosomas, y la herencia de
estos caracteres se denomina autonómica.
Herencia ligada al sexo: la mayoría de caracteres que determi-
nan la diferenciación sexual (hombre-mujer) se encuentran situa-
dos en los cromosomas sexuales o gonosomas X e Y. La herencia
de los genes localizados en estos cromosomas se denomina he-
rencia ligada al sexo.
Herencia mendeliana: forma en que se transmiten los rasgos de
padres a hijos a través de los genes. El nombre viene del científico
que las postuló, el monje Gregor Mendel (1822-84), sobre la base
de sus investigaciones sobre cruces entre diversas clases de gui-
santes. Entre los ejemplos de herencia mendeliana están la auto-
sómica dominante, la autosómica recesiva y la ligada al sexo.
Bibliografía
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Sociedad Española de Genética. http://mendel.ugr.es/seg/.
—. «La genética en España». http://www.es.embnet.org/~genus/
genes.html.
• La herencia no es un determinante único de la salud,
pero sí constituye una base importante.
• Hay enfermedades que se transmiten de padres a hijos
con una herencia clara.
• Las enfermedades que más nos afectan, como cáncer,
hipertensión, obesidad o diabetes, entre otras, se pro-
ducen como resultado de la interacción de varios genes
y el ambiente que nos rodea.
• Para muchas de las enfermedades, lo que se hereda es
una susceptibilidad a padecerlas.
• Las técnicas utilizadas en el diagnóstico de las enferme-
dades hereditarias están dirigidas al estudio del mate-
rial genético siguiendo dos vías:
a) Cariotipo: estudio de los cromosomas (véanse figuras
1 y 2); debe utilizarse un tejido que se encuentre en
división (tejido vivo), que pueda hacerse crecer in vi-
tro (cultivo celular en el laboratorio), como por ejem-
plo, sangre o piel, para observar los cromosomas
durante la división celular. Mediante está técnica se
detectan las anomalías cromosómicas que dan lugar,
por ejemplo, al síndrome de Down.
b) Estudio molecular: estudio del ADN (véanse figuras
1 y 2); puede utilizarse cualquier tejido que conten-
ga células con núcleo, pero no es necesario hacer
un cultivo, por lo que puede extraerse de una man-
cha de sangre o semen o incluso de un hueso de
una momia. Mediante está técnica se detectan las
anomalías en los genes que permiten el diagnósti-
co de las enfermedades genéticas, por ejemplo, la
fibrosis quística.
Resumen
Libro Salud
53
Capítulo 4
El medio ambiente
como determinante de la salud
Dr. Jordi To-Figueras
Doctor en Ciencias Biológicas. Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de
Toxicología de la Universidad de Barcelona
1. ¿Cómo influye el medio ambiente sobre la salud?
El medio ambiente es principalmente fuente de salud.
La vida sobre la Tierra se desarrolla gracias a la aporta-
ción armoniosa de la energía que proviene del sol, el
proceso de fotosíntesis de las plantas, la generación
de oxígeno, el agua, los nutrientes, los ritmos y ciclos
naturales, las gradaciones climáticas y la diversidad.
Sin embargo, el mismo medio que es fuente de vida
puede ser, con relativa frecuencia, generador de per-
turbaciones que ponen en peligro la salud humana.
Catástrofes naturales, erupciones volcánicas, huraca-
nes, inundaciones, terremotos o epidemias se presen-
tan como dañinas alteraciones de un ciclo natural que
en modo alguno puede considerarse un sistema cerra-
do y estable. En la misma naturaleza vegetal y animal
existen potentes elementos (plantas y setas tóxicas,
insectos y serpientes venenosas) que han constituido
un peligro ancestral para la especie humana. La acción
del hombre ha logrado en muchos casos anticiparse
y vencer a catástrofes naturales y enfermedades. Sin
embargo, ha sido, a la vez, fuente añadida de inéditos
peligros para la salud. Se calcula actualmente que un
buen número de enfermedades se derivan directa o
indirectamente de la contaminación ambiental. Pro-
blemas que van desde la contaminación microbiana
del agua potable a la presencia de productos tóxicos
en el aire suponen peligros que podrían ser evitables
con el desarrollo de programas de saneamiento y preven-
ción a gran escala.
2. ¿Qué es la contaminación ambiental?
Se denomina contaminación ambiental a la presencia en
el medio ambiente de agentes (físicos, químicos o biológi-
cos) que pueden ser nocivos para la salud de las personas,
producir daño a la vida animal o vegetal, o alterar negati-
vamente el equilibrio natural.
La vida sobre la Tierra se desarrolla gracias a la aportación de la
energía que proviene del Sol, el proceso de fotosíntesis de las plantas,
la generación de oxígeno, y otros elementos básicos.
LIBRO DE LA SALUD
54
La contaminación puede afectar fundamentalmente
al aire (contaminación atmosférica); al agua de ríos, mares,
lagos o aguas subterráneas (contaminación hídrica); y a los
suelos y por extensión a todo tipo de organismo vivo que se
desarrolla en el medio. Las fuentes principales de contami-
nantes provienen de la combustión de carbón y derivados
del petróleo, fugas radiactivas, residuos urbanos, emisiones
industriales y del uso de plaguicidas y fertilizantes en la agri-
cultura. Los contaminantes a su vez pueden clasificarse se-
gún su origen en: químicos (plaguicidas, metales, plásticos,
hidrocarburos);físicos(radiaciones,calor,ruido);ybiológicos
(materia orgánica, residuos fecales, bacterias, virus, hongos).
La contaminación suele asociarse a las actividades humanas
aunque también debe considerarse una contaminación ori-
ginada por alteraciones naturales (erupciones volcánicas,
incendios forestales, erosión de los suelos, contaminación
de las aguas por fenómenos geológicos, etc.).
3. ¿La contaminación produce directamente
efectos adversos sobre la salud?
La contaminación ambiental puede afectar a la salud de
formas diversas, directa e indirectamente. Hay efectos di-
rectos como los que pueden producir determinados con-
taminantes atmosféricos (irritación, asma), alimentarios
(intoxicación), acústicos (sordera) o radiaciones (cáncer).
Sin embargo, la contaminación también puede producir
alteraciones ambientales que sólo indirectamente afectan
a la salud de las personas. La destrucción de la capa de ozo-
no estratosférica, con el consiguiente aumento de radia-
ciones que llegan a la Tierra, o los gases que aumentan el
efecto invernadero y pueden producir un cambio climático
serían ejemplos de este tipo de efectos indirectos. Altera-
ciones ecológicas, pérdida de la biodiversidad, cambios en
las poblaciones animales y vegetales, lluvias ácidas o inver-
siones térmicas también pueden indirectamente afectar
negativamente a la salud de las personas.
4. ¿Cuáles son actualmente los contaminantes
químicos más significativos?
Algunos de los contaminantes que actualmente suscitan
más preocupación son los siguientes:
• Derivados de la combustión de derivados del pe-
tróleo como los óxidos de azufre (SOx); óxidos
de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO),
dióxido de carbono (CO2
), hidrocarburos aromáti-
cos policíclicos (HAP).
• Contaminantes atmosféricos secundarios como el
ozono(O3
)olosderivadosdelperoxiacilo(PAN),con-
taminantes industriales como las dioxinas (PCDD),
bifenilos policlorados (PCB), plásticos, plomo, cad-
mio, mercurio, o clorofluorocarbonos (CFC).
• Fertilizantes agrícolas y sus derivados como los ni-
tratos (NO3
) y el óxido nitroso (N2
O) y plaguicidas
(DDT, hexaclorobenceno, organofosforados).
• Fugas radiactivas. Algunos de los elementos más
peligrosos son el cesio137
y el estroncio90
.
5. ¿Son todas las personas igualmente sensibles a
la contaminación ambiental?
No. Por regla general siempre hay algunos colecti-
vos de personas más sensibles a los efectos tóxicos
de los contaminantes. Se trata de personas de edad
avanzada o de niños, mujeres embarazadas o perso-
nas que tienen alguna enfermedad respiratoria o del
corazón. En algunos casos no se conoce la causa de
esta mayor sensibilidad. En otros, se sabe que hay
causas genéticas que hacen que algunas personas
eliminen de forma lenta algunas sustancias y que, en
La contaminación puede afectar al agua de ríos, mares, lagos o aguas
subterráneas (contaminación hídrica). La contaminación de los ríos es
un problema de gran importancia, que puede tener consecuencias
directas sobre nuestra salud.
55
consecuencia, el proceso de desactivación tóxica del
organismo no sea lo suficientemente eficaz. Durante
la gestación, el feto puede ser especialmente sensi-
ble a determinados productos tóxicos que pueden
no afectar a la madre pero sí alcanzar a través de la
circulación materna el sistema nervioso u otros ór-
ganos del feto. Se pueden producir, por ello, efectos
como malformaciones en el recién nacido o altera-
ciones posteriores en el desarrollo. Para algún tipo
de exposición tóxica incluso se ha demostrado que
la exposición química en el útero materno puede
producir cáncer durante la vida adulta. Las normati-
vas de seguridad y protección ambiental se ejecutan
actualmente teniendo en cuenta esta existencia de
una franja de personas con elevada susceptibilidad
a los contaminantes.
6. ¿Qué es la contaminación atmosférica?
El término se refiere a la alteración de la composición de la
atmósfera por la presencia de gases o partículas en suspen-
sión en proporciones distintas a las naturales. La principal
fuente antropogénica de contaminantes son los motores
de automóviles, centrales térmicas, calefacciones y activi-
dades industriales en la medida que utilizan combustibles
de origen fósil como la gasolina, el petróleo, el carbón o el
gas. Los contaminantes se encuentran en forma de gas (O3
,
NO, NO2
, CO, SO3
, HAPs) o de partículas sólidas (aerosoles)
que quedan en suspensión en el aire. La contaminación
atmosférica puede tener carácter local, cuando los efectos
ligados al foco se sufren en sus inmediaciones, o planeta-
rio, cuando, por las características del contaminante, se ve
afectado el equilibrio general del planeta y de zonas ale-
jadas de las que contienen los focos emisores. El tipo más
comúnmente reconocido de contaminación del aire en las
grandes ciudades es la niebla tóxica (smog). Se distinguen
dos formas: el llamado smog industrial, donde predominan
derivados de la combustión del carbón como el hollín o los
derivados del azufre; y el llamado smog fotoquímico, típico
de ciudades muy soleadas y con un gran parque de vehícu-
los. En este último predominan el ozono y otros derivados
que se forman por reacciones producidas por la luz solar al
incidir sobre contaminantes primarios como los óxidos de
nitrógeno. El verano es la peor estación para este tipo de
polución; y, además, algunos fenómenos climatológicos,
como las inversiones térmicas, pueden agravar este pro-
blema en la medida que dificultan la renovación del aire y
la eliminación de los contaminantes.
7. ¿Cuáles son los peligros de la contaminación
atmosférica con predominio de ozono?
Un aumento significativo de las concentraciones de ozono
por encima de los límites aceptables (especialmente du-
rante los meses de verano) puede causar efectos negati-
vos sobre la salud, como irritación del sistema respiratorio
y los ojos. El ozono también causa constricción bronquial,
inflamación pulmonar y aumenta el número y gravedad
de las crisis asmáticas en las personas que padecen esta
enfermedad. Puede empeorar también enfermedades pul-
monares crónicas, tales como el enfisema y la bronquitis.
Además, los estudios en animales sugieren que el ozono
reduce la capacidad del sistema inmunológico para defen-
derse de infecciones bacterianas en el sistema respiratorio.
Estos efectos se consideran de corto plazo, porque cesan
una vez que el individuo ya no está expuesto a los niveles
elevados de ozono. Sin embargo, se está investigando la
posible existencia de efectos tóxicos a largo plazo como
consecuencia de una exposición al ozono moderada, pero
durante tiempo prolongado. No todas las personas son
igualmente susceptibles al ozono. Los niños, las personas
que realizan ejercicio al aire libre o aquellas con enferme-
dades respiratorias son más susceptibles a la contamina-
ción por smog fotoquímico. En algunos casos aparecen
personas con elevada susceptibilidad sin causa conocida.
8. ¿Puede tener efectos sobre la salud el hecho de
respirar aire del interior de un edificio?
Recientemente se ha reconocido el llamado síndrome del
edificio enfermo (SEE). Con este nombre se denomina a un
conjunto de síntomas que presentan individuos que ocu-
pan durante muchas horas determinados edificios. Sus
ocupantes presentan quejas referentes a su salud en una
proporción mayor a la que sería razonable esperar, y las
causas son difíciles de identificar. En general los síntomas
no van acompañados de ninguna lesión orgánica, por lo
que se diagnostica a menudo el síndrome por exclusión.
Estos edificios comparten algunas características comu-
nes, como son el hecho de poseer sistemas de ventilación
forzada con recirculación parcial del aire, ser herméticos,
con aire acondicionado, y con una elevada relación entre
superficie interior y volumen. Los síntomas más significa-
tivos del SEE incluyen: irritación de ojos, nariz y garganta;
sensación de sequedad en membranas, mucosas y piel;
ronquera; respiración dificultosa; erupciones cutáneas, hi-
persensibilidadesinespecíficas;náuseas,mareosyvértigos;
dolor de cabeza; fatiga mental; y una elevada incidencia
El medio ambiente como determinante de la salud
LIBRO DE LA SALUD
56
de infecciones respiratorias y resfriados. Frecuentemente
se presentan sólo algunos de estos síntomas. Las causas
del SEE no están completamente esclarecidas, pero se sos-
pecha que quizá concurran múltiples factores aditivos que
pueden darse en este tipo de edificios como:
• Contaminantes producidos por la respiración de los
propios habitantes como dióxido de carbono (CO2
).
• Humo de tabaco ambiental (proveniente de algún
fumador), que contiene miles de compuestos, en-
tre ellos, monóxido de carbono (CO) y aldehídos
altamente irritantes.
• Formaldehído, vapores, polvos y fibras derivados
de los materiales de construcción y decoración
del edificio.
• Contaminantes desprendidos por fotocopiadoras
(ozono) o productos de limpieza.
• Contaminantes provenientes del exterior que se
han introducido dentro del edificio (hidrocarbu-
ros aromáticos policíclicos, SO2
, etc.).
También hay que considerar posibles contami-
nantes biológicos (bacterias, virus, hongos, ácaros), que
pueden ser responsables de enfermedades infecciosas y
alergias, y otros factores que son capaces de actuar adi-
tiva o sinérgicamente en el SEE, como las alteraciones
lumínicas, ruidos y vibraciones excesivos, temperatura y
humedad relativa inadecuadas, deficiente ventilación o
incluso estrés laboral.
9. ¿Qué es el asbesto? ¿Es peligroso para la salud?
El asbesto (amianto) es el nombre asignado a un grupo
de materiales como la amosita, la crisolita y la crocidoli-
ta. Se trata de fibras largas, resistentes e incombustibles
que han sido utilizadas en materiales de construcción, te-
chado y pisos, construcción naval, productos de fricción
y cemento para reforzar tuberías. Aunque actualmente su
uso está restringido, las fibras de asbesto pueden pasar al
aire a causa de la degradación de construcciones y edifi-
cios antiguos. Las fibras (especialmente las de diámetro
pequeño) pueden permanecer suspendidas en el aire por
largo tiempo y ser transportadas a largas distancias. No
se degradan ni se destruyen y por ello quedan inaltera-
das por largo tiempo. La exposición laboral a asbestos ha
disminuido sensiblemente en las últimas décadas, pero
aún puede haber exposición relativamente importante
durante demoliciones o reparación de edificios antiguos.
Ha habido ocasionalmente casos de personas expuestas
dentro del hogar por habitar viviendas deterioradas. El
agua potable puede contener ocasionalmente pequeñas
cantidades de asbesto provenientes de fuentes naturales
o de cañerías de cemento. Las fibras de asbesto suelen
entrar en el organismo por inhalación, pudiendo llegar a
las zonas profundas del aparato respiratorio, depositar-
se en los alvéolos y desencadenar una respuesta celular.
La inhalación de asbestos puede producir lesiones en el
pulmón y en la pleura en forma de una enfermedad co-
nocida como asbestosis. Esta dolencia se ha manifesta-
do en trabajadores expuestos al asbesto, pero raramente
en la población general. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha reconocido al asbesto como un potente
carcinógeno y está demostrado que inhalar sus fibras au-
menta el riesgo de padecer cáncer de pulmón y un tipo
de cáncer de pleura llamado mesotelioma. Este tipo de
cáncer tiene un tiempo de latencia largo y sólo se mani-
fiesta después de varios años de contacto con las fibras
de amianto. La combinación de exposición al asbesto y
consumo de tabaco es especialmente peligrosa, ya que
aumenta considerablemente las posibilidades de desa-
rrollar cáncer de pulmón.
10. ¿Qué es el agujero del ozono?
Cuando está presente en las zonas de la atmósfera más
cercanas a la superficie, el ozono es un contaminante
que suele formar parte del smog fotoquímico. Sin embar-
go, este mismo gas se encuentra en la estratosfera (11-
50 km desde la superficie) y desempeña un importante
papel protector al impedir que radiaciones ultravioletas
dañinas provenientes del Sol lleguen a la superficie de
la Tierra. En la década de 1980 se descubrió que la capa
de ozono estratosférica estaba reduciéndose muy nota-
blemente por la acción de los clorofluorocarbonos (CFC)
emitidos a la atmósfera. Los CFC (también llamados freo-
nes) se utilizaban hasta fechas recientes como propelente
en los aerosoles y en aplicaciones industriales como re-
frigerantes, espumas aislantes y disolventes. Los CFC son
transportados por fuertes vientos hacia la estratosfera, en
un proceso que puede tardar de dos a cinco años. Allí se
descomponen y liberan cloro, el cual ataca el ozono. Cada
átomo de cloro actúa como catalizador, combinándose
y descomponiendo repetidamente hasta 100.000 molé-
culas de ozono durante el tiempo que permanece en la
estratosfera. La reducción de la capa de ozono aumenta
el nivel de radiación ultravioleta que llega a la superficie
57
de laTierra, lo cual, a su vez, puede incrementar las proba-
bilidades de que las personas sufran una exposición ex-
cesiva. Ello puede generar un mayor número de enferme-
dades como el cáncer de piel, la catarata o alteraciones
del sistema inmunitario. El Protocolo de Montreal (1987)
inició una reducción significativa de la emisión de CFC a
escala mundial.
11. ¿Qué es el efecto invernadero?
El efecto invernadero es un fenómeno natural por el
que determinados gases evitan que una parte del calor
recibido por la Tierra desde el Sol deje la atmósfera y
vuelva al espacio. Esto calienta la superficie de la Tierra
permitiendo un adecuado equilibrio térmico que a su
vez favorece el desarrollo de la vida animal y vegetal. Sin
embargo, determinadas actividades humanas pueden
generar gases en exceso, acrecentando el efecto inverna-
dero. ­Algunas de ellas, como las que implican la quema
de combustibles fósiles emiten gases que producen este
efecto, y muchos expertos consideran que como conse-
cuencia de ello se está produciendo un cambio climático
y un calentamiento global del planeta. Los principales
gases en este capítulo son los CFC, el dióxido de carbono
(CO2
), el metano (CH4
) y el óxido nitroso (N2
O). Aunque el
CO2
no es tóxico en sí (y de hecho favorece el crecimien-
to de las plantas), su producción en exceso debido a las
actividades humanas contribuye muy significativamente
al calentamiento global. Por ello, el Protocolo de Kioto
(1997) estableció un calendario de reducción de las emi-
siones de este gas a escala mundial. El metano (CH4
) se
origina en el ganado vacuno, por la fermentación entéri-
ca de alimentos por parte de las bacterias en los tractos
digestivos de los animales; otra fuente es la descomposi-
ción de estiércol animal, y los arrozales anegados donde
los microorganismos descomponen la materia orgánica
y producen gases. El uso de fertilizantes, por otra parte,
aumenta las emisiones de N2
O. El nitrógeno, que contie-
nen muchos abonos y fertilizantes minerales y orgánicos,
incrementa los procesos naturales de nitrificación y des-
nitrificación que producen las bacterias en el suelo. Estos
procesos convierten parte del nitrógeno en N2
O que se
libera a la atmósfera.
12. ¿Hay contaminación ambiental por sustancias
radiactivas?
Diversos isótopos radiactivos se encuentran de forma
natural en el medio, dado que algunas rocas y suelos
desprenden isótopos que pasan a la atmósfera. Existe
también una radiactividad proveniente del Sol y los rayos
cósmicos. Así, es normal que los seres humanos estén ex-
puestos a unos niveles basales de radiactividad natural.
Ello no supone peligro, salvo que en algunas áreas se con-
centren de forma especial. En algunas zonas geográficas
puede haber un grado de radiactividad natural más alta
atendiendo a una determinada composición geológica.
Se ha puesto de manifiesto, por ejemplo, en algunos
países con abundantes suelos graníticos, la presencia de
radón222
. En algunas edificaciones se ha detectado este
radioisótopo en forma de polvo del interior doméstico
proveniente de suelos y materiales.
A la radiactividad natural se añade, sin embargo,
la contaminación de origen antropogénico. Los radio-
elementos se producen en procesos de fisión nuclear y
pueden liberarse al medio ambiente y entrar en las ca-
denas alimentarias a partir de contaminación originada
por ensayos atómicos, accidentes nucleares o desechos
radiactivos. Los más importante isótopos en este con-
texto son el yodo131
, cesio137
, cesio134
, estroncio90
y plu-
tonio239
. Accidentes como el ocurrido en la central nu-
clear de Chernóbil (Ucrania, antigua URSS, 1986) dieron
lugar a una nube radiactiva que se extendió a miles de
kilómetros, contaminando países de todo el hemisferio
norte y provocando graves enfermedades en miles de
personas. La peligrosidad intrínseca de estos elementos
es muy alta, dado que emiten radiaciones ionizantes
que interaccionan con las células y pueden desencade-
El medio ambiente como determinante de la salud
Las fuentes principales de contaminantes provienen de la combustión
de carbón y derivados del petróleo, fugas radiactivas, residuos
urbanos, emisiones industriales y uso de plaguicidas y fertilizantes en
la agricultura.
LIBRO DE LA SALUD
58
nar graves enfermedades como el cáncer o tener efec-
tos negativos sobre la reproducción. Su vida radiactiva
es muy larga y además se acumulan en el organismo
humano. Por ejemplo, el yodo131
tiende a acumularse en
la glándula tiroides; el cesio137
se acumula en los teji-
dos blandos, y el estroncio90
, que tiene una semivida de
desintegración de 28 años, se intercambia con el calcio
en el hueso y se integra en el tejido aumentando signifi-
cativamente el riesgo de aparición de cáncer (osteosar-
coma, cáncer que afecta a los huesos) y anemia aplásica
(insuficiencia en la capacidad de producción celular de
la médula ósea, lo cual afecta a todos los tipos de célu-
las sanguíneas).
13. ¿Los campos electromagnéticos son
peligrosos?
Los campos eléctricos y magnéticos son fenómenos na-
turales; el Sol y las estrellas emiten radiación de baja in-
tensidad, y en la atmósfera existen cargas eléctricas que
generan campos magnéticos a los que, aunque invisibles,
estamos sometidos permanentemente. Estos campos se
hacen mucho más intensos, por ejemplo, durante las tor-
mentas eléctricas. El campo magnético terrestre provoca
la orientación de las brújulas en dirección Norte-Sur y los
pájaros y los peces lo utilizan para orientarse. A estos cam-
pos eléctricos y magnéticos naturales se han unido, con el
desarrollo tecnológico, un amplio número de campos arti-
ficiales, creados por maquinaria industrial, líneas eléctricas,
electrodomésticos (televisores, hornos microondas), esta-
ciones de radio, radares, antenas y telefonía móvil que nos
exponen a diario a una radiación adicional.
A diferencia de las radiaciones ionizantes que trans-
miten energía suficiente como para romper los enlaces
químicos (ionización), dañar el material genético de la cé-
lula y producir cáncer, los campos electromagnéticos emi-
ten ondas de baja energía que son demasiado débiles para
producir daño a nuestras células, denominándose, por este
motivo, radiaciones no ionizantes.
Aunque se ha apuntado la posibilidad de que las
personas que residen en las proximidades de las líneas
de alta tensión, o estén expuestas por motivos profesio-
nales a campos electromagnéticos de una cierta intensi-
dad, puedan tener un mayor riesgo relativo de padecer
Niebla tóxica. Es el llamado smog, contaminación industrial y urbana
donde predominan los derivados de la combustión del carbón como
el hollín o los derivados del azufre.
Los campos electromagnéticos emiten ondas de baja energía que son
demasiado débiles para producir daño a nuestras células. No existe,
hasta el momento, una base científica sólida que permita confirmar la
asociación entre este tipo de radiaciones y el cáncer.
59
leucemia, tumores cerebrales u otros cánceres, no existe,
hasta el momento, una base científica sólida que permita
confirmar estas asociaciones. Igualmente, investigaciones
que buscaban alguna asociación entre el uso de teléfonos
móviles y los tumores del cerebro han arrojado, hasta el
momento, resultados negativos.
14. ¿Qué es la contaminación acústica?
La contaminación acústica o ruido excesivo es un proble-
ma de primera magnitud en la mayoría de las grandes
ciudades y puede acarrear problemas que oscilan entre
la simple incomodidad y los daños irreversibles en el sis-
tema auditivo. A diferencia de otros tipos de contamina-
ción, tiende a ir en aumento y adquiere una relevancia
­creciente. Se denomina ruido urbano (o ambiental) al rui-
do emitido por todas las fuentes a excepción de las in-
dustriales. Las fuentes principales son el tránsito motor,
ferroviario y ­ aéreo, las construcciones, obras públicas y
locales de ocio, entre otras. En el interior de los edificios
son los sistemas de ventilación, las máquinas de oficina o
los artefactos domésticos. La presión acústica se mide en
decibelios (dB) y los especialmente molestos son los que
corresponden a los tonos altos (dBa). A partir de 45 dBa
aparece un malestar manifiesto, y con 65 dBa la comuni-
cación verbal se hace extremadamente difícil. La presión
del sonido se vuelve potencialmente dañina desde los
75 dBa y dolorosa alrededor de los 120 dBa. Una expo-
sición repentina a más de 160 dBa, como consecuencia,
por ejemplo, de una explosión, puede llegar a perforar el
tímpano y causar lesiones irreversibles. La medición del
impacto del ruido es compleja, pues depende no sólo de
la intensidad de picos sonoros concretos sino también de
la duración, frecuencia y prolongación del ruido excesivo.
También influye la relación de ruido día/noche, la posibili-
dad de descanso y recuperación, etc. Por ello los organis-
mos internacionales como la OMS han definido diversas
fórmulas que cuantifican el volumen de ruido a que está
sometida una persona. De forma general, diversas estima-
ciones sitúan el límite saludable alrededor de los 65 dBa,
valor que, sin embargo, a menudo es sobrepasado en las
grandes concentraciones urbanas.
Las consecuencias de la contaminación acústica
sobre la salud son diversas e importantes: pérdida de au-
dición (sordera) transitoria o irreversible, dolor de cabeza,
trastornos del sueño, irritabilidad, aceleración o agrava-
miento de trastornos mentales latentes, disminución del
rendimiento escolar o laboral, hipertensión y efectos car-
diovasculares, estrés, fatiga, problemas digestivos, altera-
ciones metabólicas de la glucosa y colesterol. Este conjun-
to de efectos guarda una cierta proporcionalidad con la
magnitud del ruido y el tiempo de exposición, siendo es-
pecialmente evidente en aquellas personas que viven cer-
ca de carreteras, aeropuertos o industrias. Los subgrupos
más vulnerables a la contaminación acústica los constitu-
yen las personas con problemas médicos (hipertensos),
convalecientes, con antecedentes de hipoacusia, niños y
ancianos. También el feto durante la gestación es sensible
al ruido ambiental excesivo.
15. ¿Puede haber nitratos en el agua potable?
Puede haber nitratos en las aguas de abastecimiento pú-
blico debido a la contaminación de las aguas naturales,
especialmente las subterráneas, por compuestos nitroge-
nados. Las causas más habituales de contaminación son
los efluentes orgánicos de las explotaciones ganaderas,
la lixiviación de vertederos (líquido que se escurre de un
vertedero cuando entra agua en él y que recoge materias
contaminantes al hacerlo), el vertido de aguas residuales
o las prácticas de abonado con fertilizantes nitrogenados.
Todas las personas pueden, eventualmente, sufrir efectos
adversos causados por un exceso de nitratos en el agua
que beben; sin embargo algunos grupos de población,
como los lactantes alimentados exclusivamente con le-
che artificial, las mujeres embarazadas o las personas con
trastornos gástricos son especialmente susceptibles. El
principal efecto tóxico derivado de la ingestión de nitra-
tos es un incremento de metahemoglobina en la sangre,
una hemoglobina oxidada incapaz de fijar y transportar
oxígeno a los tejidos. La primera manifestación clínica de
esta alteración es la cianosis, generalmente asociada a
una tonalidad azulada de la piel. Los lactantes expuestos
a nitratos a través del agua contaminada son especial-
mente sensibles a la aparición de este efecto (síndrome
del lactante cianótico). Por otro lado, la ingestión excesi-
va de nitratos a largo plazo podría causar cáncer, ya que
éstos pueden reaccionar con compuestos endógenos
(aminas y amidas) y formar derivados carcinogénicos en
el propio estómago. Para prevenir los efectos agudos en
los neonatos, la OMS establece un valor máximo orien-
tativo de 50 mg/L de nitratos en el agua de consumo.
Cualquier persona incluida en los grupos de población
de riesgo debería abstenerse de beber y preparar alimen-
tos con agua que supere este límite. Un eventual exceso
de nitratos en las aguas de abastecimiento no limita, sin
El medio ambiente como determinante de la salud
LIBRO DE LA SALUD
60
embargo, su utilización para otros usos domésticos que
no impliquen la ingestión, como ducharse, limpiar la ropa
o lavar los utensilios de cocina.
16. ¿Contiene productos tóxicos la leche materna?
La leche materna es un excelente alimento, saludable y
protector para el lactante. No obstante, puede vehicu-
lar sustancias tóxicas que sean solubles en las grasas. Es
bien conocido que si una madre consume determinados
fármacos o drogas, éstos pueden transportarse a través
de la leche materna y ser ingeridos por el lactante. Sin
embargo, aun en ausencia de este tipo de consumos, la
leche de todas las mujeres de los países industrializados
contiene concentraciones apreciables de los llamados
productos orgánicos persistentes (POP). Este grupo inclu-
ye los compuestos organoclorados de origen industrial
como las dioxinas (policlorodibenzodioxinas, PCDD), los
bifenilos policlorados (PCB) y plaguicidas como el DDT
y sus derivados (DDE). Esta presencia de contaminantes
en la leche materna se explica por el hecho de que estos
productos se encuentran de forma universal en compo-
nentes habituales de la dieta (especialmente en la carne
y el pescado) y que una vez ingeridos se acumulan en
las grasas del organismo. De allí pasan con facilidad a la
leche y en consecuencia al lactante. La concentración
de POP en los tejidos y la leche materna ha disminuido
sensiblemente en los últimos años; sin embargo, dado el
riesgo a largo plazo de algunas de estas sustancias aun
a concentraciones bajas, diversas directivas europeas
están en marcha para reducirla al máximo posible. De
cualquier modo, el consenso científico indica que los be-
neficios demostrados de la alimentación natural siguen
siendo claramente superiores a los hipotéticos riesgos
asociados a estos contaminantes.
17. ¿Qué son las dioxinas?
Son un grupo de sustancias químicas de carácter orgá-
nico que poseen una estructura química similar y una
elevada capacidad de persistencia ambiental. Además de
las dioxinas (PCDD) existen dos familias más de produc-
tos como son los policlorobifenilos (PCB) y los policloro-
dibenzofuranos (PCDF) que comparten muchas propie-
dades con las dioxinas, y por ello el impacto de las tres
familias a veces se evalúa colectivamente. Las dioxinas
pueden formarse en pequeñas cantidades durante cier-
tos procesos de incineración o quema de materiales que
contengan cloro o derivados. Por ello pueden generarse,
por ejemplo, en procesos de incineración incontrolada
de basuras, plásticos o residuos industriales. Una vez li-
beradas, las dioxinas presentan una gran capacidad de
distribuirse por el aire y ser captadas por los suelos y los
seres vivos. Tienen una especial afinidad por las grasas de
los animales y los peces. Ello provoca que se encuentren,
aunque habitualmente en cantidades mínimas, en nume-
rosos componentes que son parte de nuestra alimenta-
ción básica.
18. ¿Hay concentraciones peligrosas de dioxinas
en el cuerpo humano?
Setratadeuntemamuydebatidoysobreelcualloscientífi-
cos no han llegado aún a conclusiones definitivas. Aunque,
en general, en los países industrializados los niveles am-
bientales de dioxinas tienden a disminuir, su persistencia
y su tendencia a la bioacumulación hace hoy prácticamen-
te imposible poder sustraerse a la ingestión de pequeñas
cantidades de dioxinas que están presentes en alimentos
especialmente ricos en grasas de origen animal. Una vez
ingeridas, las dioxinas pasan al torrente circulatorio y tien-
den a acumularse en el tejido adiposo e hígado. A partir de
aquí existe la incógnita de saber si este efecto acumulativo
puede a largo plazo causar enfermedades.
Las investigaciones en animales de experimenta-
ción han revelado que las dioxinas son potentes sustancias
tóxicas. En concreto, la tetraclorodibenzo­dioxina (TCDD)
se ha mostrado especialmente peligrosa. La exposición a
dosis altas en animales de laboratorio ha demostrado que
la TCDD puede inducir varios tipos de cáncer, además de
alteraciones endocrinas, del aparato reproductor y del sis-
tema inmunológico. En algunos casos donde los trabaja-
dores han estado expuestos a dosis relativamente altas de
dioxinas y productos similares, se ha detectado un cierto
aumento de casos de cáncer. Por ello la OMS ha clasifica-
do la TCDD como un carcinógeno. Sin embargo, la dosis de
dioxinas a que está expuesta la población general de los
países industrializados es sensiblemente más baja que la
utilizada con animales de experimentación y también que
aquella que se presenta en los casos de exposición indus-
trial. Así, aunque no se puede excluir totalmente la posi-
bilidad, no está demostrado un aumento de la incidencia
de enfermedades por causa de las dioxinas presentes en la
dieta. Aun así, y ante la notable incertidumbre, los acuer-
dos y las agencias internacionales recomiendan medidas
tendentes a disminuir y minimizar la exposición a éstas y
otras sustancias orgánicas persistentes.
61
19. ¿Ha habido situaciones en que las personas
hayan estado expuestas a altas concentraciones
de dioxinas?
Históricamente ha habido dos episodios. En la pobla-
ción italiana de Seveso (1976) hubo un accidente en una
planta química y se liberó a la atmósfera una nube de
gas que contenía elevadas concentraciones de TCDD.
Centenares de personas y miles de animales estuvieron
durante un tiempo en contacto con la mezcla tóxica.
Ello desencadenó una grave alarma sanitaria. Un núme-
ro importante de personas padeció, como consecuen-
cia, un tipo especial de acné denominado cloracné. Sin
embargo, el paso de los años no puso de manifiesto un
alarmante incremento de los casos de cáncer, anomalías
congénitas u otras enfermedades en la población afec-
tada o en sus descendientes.
El segundo episodio tuvo lugar durante la guerra
de Vietnam (1961-1971). El ejército norteamericano imple­
mentó un programa destinado a deforestar y destruir la
jungla, lanzando, desde el aire, toneladas del llamado
agente naranja sobre vastas zonas del territorio viet-
namita. Éste estaba formado por una mezcla de herbi-
cidas que contenía además TCDD. Según estimaciones
posteriores, varios millones de personas, entre civiles y
militares, pudieron recibir el impacto directo del agente
naranja, incluyendo personal militar del Ejército de Esta-
dos Unidos. Los efectos sobre las personas expuestas y
sus descendientes, especialmente la aparición de graves
casos de malformaciones, está evaluándose actualmen-
te y puede arrojar luz sobre el potencial tóxico de las
dioxinas en el hombre.
20. ¿Qué es el DDT?
El DDT (diclorodifeniltricloroetano) es uno de los com-
puestos de mayor importancia entre los sintetizados por
el hombre, y a la vez uno de los más controvertidos. En
la década de 1940 se descubrió que atacaba de forma
letal el sistema nervioso de los insectos. A partir de la
Segunda Guerra Mundial y durante varias décadas, el
DDT fue el insecticida más utilizado tanto en el ámbito
doméstico como en la agricultura en la mayor parte del
mundo. A su acción insecticida se debe en gran parte
el hecho de que la malaria haya sido virtualmente erra-
dicada de la mayor parte de Europa y Estados Unidos.
No se conocieron por otra parte, durante los años de su
uso casi universal, episodios de intoxicaciones agudas
graves o mortales en las personas. Por ello llegó a ser
considerado uno de los milagros de la ciencia moderna
y un producto químico extraordinariamente benefactor.
Sin embargo, a finales de la década de 1970 se puso de
manifiesto que el DDT era un producto ­extremadamente
persistente en el medio ambiente y capaz de acumular-
se en suelos, plantas y animales. El libro Silent Spring
(Primavera silenciosa) publicado por Rachel Carson en
1962, causó un enorme impacto en Estados Unidos, por
cuanto anticipaba muchos de los temas controvertidos
sobre el DDT que aún perduran en nuestros días. Según
la autora, el uso masivo de DDT estaba envenenando de
forma irreversible el medio ambiente y creando las con-
diciones para la emergencia de problemas crónicos de
salud irreversibles en las actuales y futuras generaciones.
La convulsión que generó en la opinión pública la publi-
cación de Silent Spring fue uno de los estimulantes para
el nacimiento del potente movimiento medioambiental
norteamericano que después traspasó las fronteras y
llegó a Europa.
21. ¿Por qué se prohibió el DDT?
El descubrimiento que más impactó a la opinión pú-
blica fue conocer que el DDT persistía durante años en
el medio ambiente y sufría un proceso de biomagni-
ficación en la cadena alimenticia. Así, cantidades re-
lativamente pequeñas del insecticida que llegaran a
contaminar los océanos o lagos podían traducirse en
una acumulación mayor en los peces de aquel hábitat.
A continuación, aves predadoras que se nutrían de pe-
ces podían acumular concentraciones de DDT enormes
en comparación con las existentes inicialmente en el
agua. Este proceso, evidentemente, afectaba al hom-
bre como máximo predador y organismo superior de
la cadena trófica. En efecto, los análisis efectuados a
personas de países donde se utilizaba el insecticida
mostraron que había acúmulos apreciables (especial-
mente en el tejido adiposo) de DDT. Ello provocó la
prohibición en cadena del DDT en la mayoría de los
países europeos y en Estados Unidos a partir de 1970,
y su sustitución por los plaguicidas organofosforados.
El uso restringido se mantiene sin embargo en diver-
sos países tropicales castigados por la malaria. La ex-
traordinaria persistencia y la capacidad de difundirse
por corrientes aéreas y marinas han hecho del DDT un
contaminante universal, presente virtualmente en to-
dos los rincones del planeta, incluidos aquellos donde
nunca fue utilizado. Se ha encontrado DDT en peces y
El medio ambiente como determinante de la salud
LIBRO DE LA SALUD
62
aves que viven en zonas remotas, áreas desiertas, en la
Antártida y en el fondo de los océanos. Un análisis de
tóxicos en sangre de cualquier persona, independien-
temente de su estilo de vida u origen, aún revela in-
defectiblemente (décadas después de la prohibición)
la presencia de DDT y su principal metabolito (DDE)
en el torrente circulatorio. Esta extraordinaria persis-
tencia del DDT obliga a estar alerta sobre riesgos po-
tenciales, aún desconocidos, de este producto sobre
la salud humana.
22. ¿Puede la acumulación de plaguicidas causar
cáncer?
A partir de la década de 1970 y del descubrimiento de su
capacidad de acumulación, el DDT ha sido considerado
sospechoso de producir enfermedades a largo plazo y
especialmente cáncer. En diversos ensayos en los cuales
se ha sometido a roedores a dosis altas y repetidas, se ha
podido observar que el DDT induce la formación de tu-
mores en el hígado. Sin embargo, la extrapolación de los
estudios en animales de experimentación a los huma-
nos es a menudo difícil y no exenta de incertidumbre.
Por otra parte, los estudios epidemiológicos que se han
llevado a cabo en humanos son menos precisos, dado
que algunos se han realizado con personas implicadas
en la manufacturación y aplicación de plaguicidas y, por
lo tanto, expuestas simultáneamente a diversas sustan-
cias. Aun así, algunos estudios en humanos han relacio-
nado la acumulación de DDT con el cáncer de hígado o
de páncreas. Sin embargo, muchas veces los resultados
iniciales no han podido ser confirmados por estudios
posteriores. Por ello, un grupo de la Agencia Internacio-
nal para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) afirmó
en 1991 que la relación entre DDT y cáncer en el hombre
no estaba suficientemente probada. Más recientemente,
diversos investigadores han sugerido la posibilidad de
que el DDT y otros plaguicidas organoclorados puedan
tener alguna acción hormonal y actuar como lo que se
denomina un disruptor endocrino (una especie de hor-
mona anómala). Si ello fuera cierto, el DDT o el DDE po-
drían favorecer algunos tipos de cáncer (como el cáncer
de mama), que están relacionados con las hormonas.
23. ¿Qué son los metales no esenciales?
Algunos de los metales son esenciales en el sentido de
que son imprescindibles para la vida y el buen funcio-
namiento del cuerpo humano. Su carencia es la causa
de enfermedades muy comunes. En este grupo se en-
cuentra el hierro, el cinc, el magnesio, el cobre o el sele-
nio. Su exceso puede producir también patologías. Así,
por ejemplo, hay enfermedades que se derivan de la
deficiencia de hierro (anemia ferropénica) y otras que
se derivan de su acumulación excesiva en el organis-
mo (hemocromatosis). Pero hay otros metales que no
son necesarios para el organismo y son llamados no
esenciales. Aunque frecuentemente se encuentren en
el organismo humano, no realizan ninguna función fi-
siológica y su presencia se explica como efecto colate-
ral de la contaminación atmosférica o de los alimentos.
Su presencia no solamente no es imprescindible para el
organismo, sino que constituye, en general, un riesgo
para la salud. En caso de encontrarse eventualmente
en concentraciones elevadas en la sangre o los tejidos
pueden ser causa de graves intoxicaciones. Éste es el
caso de metales pesados como el plomo, el arsénico, el
cadmio o el mercurio.
24. ¿De dónde proviene el plomo?
El plomo (Pb) es un metal pesado que se encuentra
de forma natural en el medio ambiente y la corteza
terrestre. Es abundante en yacimientos y como parte
integrante de minerales como la galena o la cerusita.
El plomo es conocido desde la Antigüedad y ha sido
utilizado en múltiples aplicaciones, como por ejemplo
la fabricación de baterías, municiones, productos de
metal (soldaduras y cañerías) y en láminas de protec-
ción contra los rayos X. Puede encontrarse igualmente
en el vidrio, pinturas y cerámicas. Hasta fecha relativa-
La introducción de la gasolina sin plomo ha significado un cambio de
tendencia que ha permitido observar una disminución del plomo en
sangre, por primera vez en muchas décadas.
63
mente reciente, un derivado del plomo (tetraetilo de
plomo) se utilizó como antidetonante de la gasolina,
provocando un sensible aumento de la contaminación
­atmosférica en las grandes ciudades. El plomo es un
metal no esencial para el organismo humano. A pesar
de ello, cantidades apreciables del metal se encuentran
en los tejidos debido a que muchos alimentos contie-
nen cantidades significativas de plomo. También inha-
lamos plomo a través del aire. Por registros fósiles se
conoce que la contaminación atmosférica por plomo
aumentó con la revolución industrial a finales del siglo
xix y principios del xx. Este incremento resultó paralelo
(y causal) a un aumento del plomo en sangre de muchas
poblaciones del planeta, especialmente en las grandes
ciudades y núcleos industriales. La presencia de plo-
mo en la gasolina y en las emisiones provenientes del
tráfico rodado contribuyó a este aumento de forma no-
table. La introducción de la gasolina sin plomo ha sig-
nificado, por el contrario, un cambio de tendencia y ya
se ha observado en diversos estudios una disminución
del plomo en sangre por primera vez en muchas déca-
das. Ocasionalmente, concentraciones altas de plomo
pueden encontrarse en el agua de cocina por efecto de
la corrosión de cañerías antiguas que contengan plo-
mo. Algunos recipientes de cerámica pueden también
liberar plomo. Asimismo, el manejo de chatarra y pie-
zas, especialmente si hay calentamiento, libera plomo.
El contacto mano-boca con algunas pinturas utilizadas
en edificios y hogares es igualmente peligroso. En edi-
ficios antiguos, los suelos y el polvo doméstico pueden
ser una vía importante de contacto con el plomo, espe-
cialmente para la población infantil.
25. ¿Qué tipo de riesgo supone el plomo?
Una intoxicación aguda grave por plomo es actualmen-
te un hecho raro. Ocasionalmente puede producirse en
determinados ámbitos laborales donde se manejan ma-
teriales sin las normas de protección y calidad exigidas
por las normativas vigentes. La preocupación principal
en la actualidad la constituyen los efectos de contami-
nación que afectan a la población general. Aunque esta
contaminación sea pequeña, el plomo entra en el orga-
nismo por vía respiratoria o digestiva y de allí pasa al
torrente circulatorio, distribuyéndose por la mayoría de
los órganos. El plomo tiene una alta afinidad por el teji-
do óseo y dentario, depositándose en gran proporción
en los huesos largos donde el metal permanece acumu-
lado durante años. El plomo puede afectar a casi todos
los órganos y sistemas del cuerpo, pero muy especial-
mente al sistema nervioso. La exposición a este metal
también produce un pequeño aumento de la presión
arterial, sobre todo en personas de mediana edad y de
edad avanzada, y puede causar anemia. Actualmente, la
mayor causa de preocupación es que la pequeña pero
continua exposición a que está expuesta la población
general pudiera ser la causa de un deficiente desarrollo
intelectual de los niños, bastante más vulnerables, al en-
contrarse su sistema nervioso en pleno desarrollo y ser
su organismo más propenso a absorber el plomo que el
de los adultos.
26. ¿Estamos en contacto con el arsénico?
La fuente ocasional de arsénico para la población ge-
neral la constituye la existencia de aguas subterráneas
que contienen el metal, por contacto con rocas volcáni-
cas ricas en derivados de arsénico. Este fenómeno, de-
nominado hidroarsenicismo, es muy raro en Europa; sin
embargo, en determinados países en vías de desarrollo
ha producido episodios de intoxicación masiva. El arsé-
nico se presenta en la Naturaleza en distintas formas, y
el trióxido de arsénico es el más peligroso. La ingestión
crónica de esta forma de arsénico produce a largo plazo
cáncer de piel (escamoso, no melanoma). A diferencia
del plomo, el arsénico no se acumula en los huesos, pero
sí en el cabello y las uñas.
27. ¿El pescado contiene mercurio?
Efectivamente, el pescado puede contener pequeñas
concentraciones de una forma de mercurio denomina-
do metilmercurio. Sin embargo, esta contaminación es
objeto de vigilancia por parte de distintas agencias na-
cionales e internacionales y no constituye en general un
riesgo, siempre que no se sobrepasen los límites estable-
cidos. Cuando hay concentraciones altas, el metilmer-
curio presenta un elevado riesgo tóxico principalmente
para el sistema nervioso. El feto y los niños son especial-
mente sensibles. Se trata de un compuesto que puede
formarse en el medio ambiente por acción bacteriana a
partir de formas elementales del metal. El metilmercurio
presenta una elevada capacidad de bioacumulación en
la cadena alimentaria. Un ejemplo de ello lo constituye
el brote tóxico de Minamata (Japón), entre 1954 y 1960,
por consumo de pescado contaminado por emisiones in-
dustriales de metilmercurio.
El medio ambiente como determinante de la salud
LIBRO DE LA SALUD
64
Glosario
Metales: elementos que tienen determinadas propiedades físico-
químicas comunes, entre las que destacan, en especial, la capaci-
dad de ser buenos conductores del calor y la electricidad y la de
formar aleaciones. Los metales se agrupan en la tabla periódica
de los elementos y aquellos que presentan una elevada densidad
se denominan pesados. Destacan por su elevada toxicidad los si-
guientes: plomo, cadmio, mercurio, talio. En algunas ocasiones, la
denominación de metales tóxicos incluye algún semimetal como
el arsénico.
Organoclorado: producto químico orgánico compuesto por un
esqueleto de átomos de carbono, en el cual algunos de los áto-
mos de hidrógeno unidos al carbono han sido reemplazados por
átomos de cloro. La denominación engloba plaguicidas como el
DDT o residuos industriales como las dioxinas.
Plaguicida: el término plaguicida o pesticida se aplica a aquellas
sustancias (principalmente) químicas que se utilizan para combatir
alosseresvivosquepuedanconsiderarseunaplaga,generalmente
en el contexto de la agricultura. Se clasifican en: insecticidas (con-
tra los insectos); fungicidas (contra los hongos); herbicidas (contra
las malas hierbas); o rodenticidas (contra los roedores). También
pueden ser utilizados para el control de vectores (especialmente
los mosquitos) de enfermedades humanas o animales.
Radiactividad: fenómeno físico natural por el cual algunas sus-
tancias, llamadas radiactivas, emiten radiaciones en forma de
ondas electromagnéticas (de rayos X o rayos gamma), o bien en
forma de partículas (núcleos de Helio, electrones o positrones,
protones u otras).
Tóxico (toxicidad, intoxicación): del griego toxon, ‘punta de fle-
cha’ y, por extensión, ‘veneno que se aplica en la punta de la fle-
cha’, es toda sustancia química que, administrada a un organismo
vivo, tiene efectos nocivos. La toxicidad resulta de una interacción
entre la sustancia química y el organismo, por lo que ésta variará
según la especie, el tiempo de exposición, la edad, la vía de admi-
nistración y la concentración (dosis).
Bibliografía
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. http://www.iarc.fr/.
Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. http://www.epa.gov/
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www.cdc.gov/spanish/ambiental.htm.
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msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/home.htm.
OMS (Organización Mundial de la Salud). Listado de enfermedades.
http://www.who.int/topics/es/.
Ruidos.org. Contaminación acústica. http://www.ruidos.org/.
• Un número importante de enfermedades se deriva di-
recta o indirectamente de la contaminación ambiental.
Los contaminantes pueden ser químicos (plaguicidas,
metales, hidrocarburos); físicos (radiaciones, calor, rui-
do) o biológicos (materia orgánica, residuos fecales,
bacterias, virus, hongos).
• No todos los individuos son igualmente sensibles a la
contaminación ambiental: hay personas más suscepti-
bles y otras más resistentes por causas diversas.
• La principal fuente de contaminación atmosférica son
los automóviles, centrales térmicas, calefacciones y acti-
vidades industriales. Los contaminantes se encuentran
en forma de gas (O3
, NO, NO2
, CO, SO3
) o en forma de
partículas sólidas en suspensión.
• Las sustancias radiactivas ambientales más peligrosas son
el yodo131
, cesio137
, cesio134
, estroncio90
y plutonio239
, que
emiten radiaciones ionizantes y pueden producir graves
enfermedades como cáncer o trastornos reproductivos.
• La acumulación en los tejidos de metales tóxicos (Pb, Hg)
y productos orgánicos persistentes (dioxinas, PCB) cons-
tituye a largo plazo un significativo riesgo para la salud.
• Diversos gases como los clorofluorocarbonos (CFC),
el dióxido de carbono (CO2
), el metano (CH4
) y el
óxido nitroso (N2
O) producidos, en parte, por activi-
dades humanas, contribuyen al llamado efecto inver-
nadero. Ello puede comportar en el futuro grandes
cambios en el clima y una mayor incidencia de nume-
rosas enfermedades.
Resumen
65
Capítulo 5
El estilo de vida
como determinante de la salud
Dr. Andreu Prat
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesor titular de Salud Pública de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué se entiende por estilo de vida?
El conjunto de hábitos y conductas que modulan nuestra
actividad cotidiana y rigen nuestra forma de afrontar los
requerimientos, exigencias y retos que se nos presentan
durante las diferentes etapas de nuestra vida.
2. ¿En qué se fundamenta la importancia del estilo
de vida para nuestra salud?
Los niveles de salud de las personas están determinados
por cuatro factores esenciales: el primero es la herencia
genética, con un peso específico del 27%; el segundo
es el medio ambiente o entorno en que se vive, que in-
fluye el 19%; el tercer factor es el sistema sanitario, que
aporta el 11%; y en cuarto lugar nos encontramos con
el estilo de vida individual, que representa el 43% y es,
por lo tanto, el primer aspecto que debe considerarse
dada su importancia cuantitativa como determinante
de la salud.
La buena noticia del tema radica en que su control
o influencia depende esencialmente de nosotros mismos.
Patrones de conducta basados en promover determinados
hábitos saludables, y en eliminar ciertas costumbres noci-
vas, configuran un estilo de vida que, positiva o negativa-
mente, pueden condicionar nuestra salud.
De nuestra fuerza de voluntad y compromiso perso-
nal depende fomentar los primeros y evitar los segundos.
3. ¿Qué factores deben considerarse en un estilo
de vida saludable?
Un estilo de vida saludable está integrado por una conjun-
ción de factores que deben funcionar de forma armoniosa
y completa. La tabla 1 muestra las principales considera-
ciones para una vida saludable.
4. ¿Hay factores indirectos que pueden influir
facilitando la adopción y seguimiento de un estilo
de vida saludable?
El aprovechamiento de las posibilidades que actualmen-
te ofrecen los conocimientos médicos a favor de una vida
sana está condicionado por factores sociales, de índole
educativa y cultural. Una dotación de recursos intelectua-
les sólida y variada facilita los esfuerzos dirigidos a cambiar
nuestras conductas. En consecuencia, todas aquellas ini-
ciativas y actividades destinadas al fomento de la educación
TABLA 1. Factores condicionantes del estilo de vida
Dieta
Tabaco
Alcohol
Dependencias por consumo de sustancias de abuso
Actividad física
Conducta sexual
LIBRO DE LA SALUD
66
sanitaria de la población en relación con este tema resul-
tan de gran relevancia social.
5. ¿Qué influencia puede tener un estilo de vida en
la salud de un individuo concreto?
En primer lugar debe hacerse un diagnóstico inicial de
situación sobre su estado de salud para, posteriormente,
establecer cuáles son los niveles de bienestar físico y de
bienestar emocional (véase figura 1) que configuran su si-
tuación actual.
En otros capítulos de este libro obtendrá infor-
mación más específica y detallada de las características
y recomendaciones para cada aspecto del estilo de vida
en particular.
6. ¿Se debe mantener una dieta equilibrada?
Una dieta variada integrada predominantemente por ali-
mentos frescos y muchas frutas y verduras representa un
beneficio para la salud. En cambio, una alimentación ba-
sada en alimentos procesados, pobre en fibra y abundante
en grasas y azúcares está totalmente desaconsejada.
Cuestiones que pueden ayudar a perfilar esta di-
mensión, y cuya respuesta afirmativa generalizada debería
hacernos reconsiderar nuestro estilo de vida al respecto se-
rían: ¿suprimo alguna comida? (el desayuno, por ejemplo),
¿consumo diariamente galletas, golosinas o chocolate?,
¿ingiero alguna cosa antes de acostarme?, ¿como habitual-
mente en restaurantes?, ¿utilizo frecuentemente estable-
cimientos de comida rápida?, ¿vuelvo a engordar en poco
tiempo tras haber realizado un régimen determinado?
7. ¿Se debe practicar alguna actividad física?
La realización de cualquier tipo de ejercicio físico durante
un tiempo mínimo de veinte minutos, tres veces por se-
mana, mejora el bienestar general de la persona. Ayuda a
controlar el estrés y a reducir el riesgo de desarrollar deter-
minadas enfermedades.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la prác-
tica deportiva saludable requiere de la observancia de
unas normas de seguridad propias para evitar lesiones y
accidentes (precalentamiento previo, estiramientos, ele-
mentos de protección...).
Una valoración inicial favorable de este compo-
nente sería la respuesta afirmativa a preguntas como: ¿soy
capaz de subir tres pisos de escaleras sin que me falte el
aliento y sin agotarme?, ¿acostumbro a caminar o ir en bi-
cicleta para desplazamientos breves, en lugar de coger el
coche o el transporte público?
8. ¿Fumar es malo para la salud?
El hábito del tabaco constituye la primera causa prevenible
de muerte prematura en las sociedades desarrolladas. Fu-
mar es uno de los factores de mayor riesgo en el desarrollo
delcáncerdepulmón,laenfermedadpulmonarobstructiva
crónica y las enfermedades del aparato cardiocirculatorio,
Figura 1. Beneficios del estilo de vida positivo
ESTiLO DE
ViDA POSiTiVO
BiENESTAr
FÍSiCO
BiENESTAr
EMOCiONAL
Una dieta variada, integrada predominantemente por alimentos
frescos y muchas frutas y verduras, representa un beneficio para
la salud.
Determinados hábitos, como el ejercicio físico regular y moderado,
configuran un estilo de vida saludable.
67
entre los problemas de salud más conocidos. Sin embargo,
son numerosas y variadas las patologías y alteraciones re-
lacionadas con el consumo de tabaco (véase tabla 2).
El abandono del tabaco es una de las inversiones
más rentables que una persona puede realizar para mejorar
su salud: los riesgos sanitarios relacionados con el tabaco
se reducen y equiparan con el tiempo a los riesgos propios
de las personas no fumadoras. Así, por ejemplo, el riesgo de
sufrir un cáncer de pulmón en no fumadores es igual al ries-
go que tienen los ex fumadores a los 10-15 años de haber
abandonado el hábito de fumar. El número de cigarrillos por
día, la franja horaria del inicio diario en el consumo, la im-
posibilidad de cumplir la normativa de no fumar en lugares
cerrados, así como la persistencia del consumo durante la
enfermedad, son indicios de una dependencia a la nicotina
que requiere de un tratamiento especializado.
9. ¿Debe mantenerse el consumo de alcohol
dentro de los límites recomendados?
Si cada unidad de consumo habitual de alcohol (etanol)
en las bebidas alcohólicas es de unos 10 gramos aproxi-
madamente, una ingesta semanal total inferior a los 140­
gramos (dos vasos de vino o similar al día, siempre que no
se tenga que conducir después) constituye el límite en el
que el beneficio del alcohol superaría a la nocividad para la
salud, por lo que se consideraría aceptable. Aunque existe
controversia, no se debe recomendar la ingesta de alcohol
a los no bebedores.
En resumen: si no se bebe, es bueno para la salud; si
se bebe con moderación (20-30 g/día) seguramente tam-
bién es bueno para la salud. Cualquier ingesta de alcohol
que supere estos límites es perjudicial.
Sin embargo, hay que saber, en cuanto al consu-
mo de alcohol, que la percepción interior de una ingesta
anómala, la vivencia de sentimientos de culpabilidad o
disgusto y la reacción airada ante comentarios del en-
torno son elementos indicativos de una probable depen­
dencia psicológica.
10. ¿Qué sustancias de consumo pueden
desarrollar dependencia?
Un notable número de sustancias puede ocasionar, si su
consumo es habitual, el desarrollo de un síndrome de dro-
godependencia lento e insidioso en la vida de la persona.
La necesidad de aumentar progresivamente el consumo
para conseguir el mismo efecto (tolerancia), y la aparición
de sintomatología cuando se necesita la sustancia y no
se dispone de ella (síndrome de dependencia) son, entre
otras, características que perfilan una dependencia (véan-
se tabla 3 y capítulo 10).
Estas sustancias pueden tener sobre el sistema ner-
vioso un efecto depresor (tranquilizantes, hipnóticos, opiá-
ceos), estimulante (cocaína, anfetaminas), o de perturba-
ción sensorial (alucinógenos tipo LSD, cannabis tipo hachís
y marihuana, drogas de síntesis tipo éxtasis o eva).
El estilo de vida como determinante de la salud
TABLA 2. Enfermedades relacionadas con el tabaco
Cánceres: pulmón, bronquios, laringe, esófago, faringe, cavidad
oral, vejiga urinaria, páncreas, riñón
Cardiocirculatorias: cardiopatía isquémica, patología vascular
cerebral, vasculopatía periférica
Respiratorias: bronquitis crónica y enfisema
Afecta negativamente el curso clínico de la diabetes, ulcus
gastroduodenal y asma bronquial
Se recomienda la práctica de estiramientos antes y después
del ejercicio físico.
TABLA 3. Características de una dependencia
Tolerancia
Síndrome de abstinencia
Incremento objetivo del consumo en el tiempo
Fracasos previos en el control del consumo
Repercusión en las actividades habituales
Continuidad en el consumo tras reconocerse el problema
LIBRO DE LA SALUD
68
Algunas de ellas pueden originar el denominado
fenómeno del flash back o reaparición espontánea de la
experiencia alucinógena sin consumo previo de la sustan-
cia responsable.
11. ¿Cuáles son las medidas de protección
necesarias durante una relación sexual de riesgo?
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) constitu-
yen un grupo de enfermedades de naturaleza infecciosa
en las que el contagio a través de las relaciones sexuales
es destacable, si bien en algunas de ellas este mecanismo
no sea el único ni el más importante. La tabla 4 muestra
las ETS más habituales según el tipo de agente infeccioso
responsable.
Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otras
enfermedades infecciosas, el haber contraído una ETS no
provee de inmunidad o protección futura contra ella.
Asimismo, unos hábitos sexuales considerados de
riesgo (véase tabla 5) pueden comportar la infección por
más de una ETS al mismo tiempo, ya que no son mutua-
mente excluyentes, sino más bien de tendencia acumu-
lativa. De esta particularidad se deriva la importancia de
realizar, ante la identificación inicial de una ETS, un diag-
nóstico exhaustivo que descarte otras infecciones conco-
mitantes que precisen pautas terapéuticas diferentes.
En ocasiones su sintomatología es muy inespecífica
o inexistente (40% de portadores), con lo que la adopción
de medidas protectoras de barrera (preservativos) resulta
clave para una prevención eficaz.
A un nivel más general, la información y la educación
sanitaria de las personas con factores de riesgo han de estar
destinadas a procurar el conocimiento de los mecanismos de
transmisión de estas enfermedades, la identificación o alerta
ante los primeros síntomas, la eficacia de los métodos barrera
y la existencia de vacunas (antihepatitis A y antihepatitis B).
12. ¿Cómo se valoran los niveles de bienestar físico?
El bienestar físico es el resultado de un estilo de vida razo-
nable y de una adecuada aplicación de los conocimientos
proporcionados por la moderna medicina preventiva para la
conservación de la salud. Un primer paso es conocer el his-
torial o antecedentes clínicos de los familiares más pró­ximos.
Enfermedades cardíacas a temprana edad (menos de 50
años), hipertensión arterial, diabetes, cáncer de mama, cán-
cercolorrectaloglaucomaocularsonejemplosdeproblemas
de salud con una predisposición familiar que debe ser tenida
en cuenta. El cuidado personal en relación con la salud bu-
codental (higiene dental diaria y revisiones odontológicas),
TABLA 4. Enfermedades de transmisión sexual más
habituales
Bacterias: sífilis, gonococia, chancro blando, uretritis y
cervicitis por Chlamydia, vaginosis y granuloma inguinal
Virus: hepatitis, sida, herpes genital, condilomas
Protozoos: vaginitis y uretritis por tricomonas
Hongos: vulvovaginitis y balanoprostatitis por cándidas
Artrópodos: pediculosis púbica y sarna
TABLA 5. Hábitos sexuales de riesgo
Personas sexualmente activas sin pareja estable
Promiscuidad (parejas sexuales distintas en períodos breves
de tiempo)
Prostitución (ejercicio/utilización)
Drogadicción por vía parenteral
Clases de yoga y de chikung a la salida del trabajo en un hospital.
Aprender a relajarse y a analizar los conflictos desde una perspectiva
más amplia pueden ser técnicas muy útiles para alcanzar el bienestar
emocional.
69
el conocimiento del propio cuerpo a través del autoexamen
(piel, mamas, testículos), la realización de exámenes preven-
tivos cuando se posee un perfil de riesgo (vacunaciones, ma-
mografías, citologías), y el empleo racional de medicamentos
siempre bajo la prescripción facultativa son situaciones que
también contribuyen a un óptimo bienestar físico.
13. ¿Cómo se valoran los niveles de bienestar
emocional?
Un estilo de vida saludable ayuda a disfrutar también de
equilibrio emocional, contrapunto esencial del bienestar
físico para una salud completa.
Un primer elemento de consideración es la propia
imagen (autoestima). El hecho de tener un bajo concepto de
sí mismo no es recomendable, y habría que identificar qué
aspectos o facetas pueden ser mejorables mediante retos
individuales que contribuyan a un crecimiento personal.
Otra faceta es la relativa a las relaciones afectivas.
Gran parte de las dificultades existentes en las parejas se
debe a la falta de comunicación, o bien a la incapacidad de
ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona.
También hay que incluir en este ámbito la forma en
que se afrontan las situaciones de estrés: tensión, irritación,
resentimiento, vivencia de descontrol de la propia vida,
indecisión... Aprender a relajarse y a valorar los conflictos
desde una perspectiva más general pueden ser técnicas de
gran utilidad.
Finalmente, hay que aprender a detectar los esta-
dos de ansiedad, resultado de una tensión elevada y pro-
longada o del padecimiento de grandes temores. La preo-
cupación por cosas o hechos en realidad triviales, el insom-
nio, las sobrecargas personales en la toma de decisiones,
la inquietud, sudoración y agitación ante determinadas
situaciones son señales de alerta que deben tomarse seria-
mente en consideración.
Glosario
Bienestar emocional: equilibrio psicológico que complementa
el bienestar físico para lograr un estado positivo de salud integral.
Integra la autoestima, las relaciones afectivas, el control del estrés
y la detección de la ansiedad.
Bienestar físico: resultado de un estilo de vida saludable com-
pletado con la aplicación de los métodos de la medicina clínica
preventiva actual. Incluye los antecedentes familiares de enfer-
medad, la higiene individual, los exámenes preventivos y la utili-
zación racional de los medicamentos.
Determinantes de la salud: factores que configuran el estado de
salud de las personas. Son fundamentalmente cuatro: herencia
genética, medio ambiente, sistema de salud y estilo de vida.
Estilodevidasaludable:patronesdeconductabasadosenpromover
determinadoshábitosdesaludyeneliminarciertasconductasnocivas.
Factores del estilo de vida saludable: mantener una dieta ade-
cuada y una actividad física regular y moderada, evitar el tabaco,
el alcohol y el consumo dependiente de sustancias de abuso, así
como observar una conducta sexual segura.
Bibliografía
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health/ph_determinants/life_style/lifestyle_es.htm.
Marías, I., y M. Cruz Molina. «Salud y estilos de vida». http://www.
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http://www.medicinadefamilia.net.
Ministerio de Sanidad y Consumo. http://www.msc.es.
Unión Europea. Portal de salud pública de la Unión Europea. http://
health.europa.eu.
El estilo de vida como determinante de la salud
• El estilo de vida es el mayor determinante de nuestra
salud. Integra el conjunto de hábitos y conductas que
modulan nuestra vida diaria.
• Un estilo de vida saludable está configurado fundamen-
talmente por el mantenimiento de una dieta alimenti-
cia suficiente y equilibrada, la abstinencia de tabaco, el
consumo muy moderado de alcohol, la observancia de
un patrón de utilización supervisado y controlado de
ciertas sustancias, y la práctica de una actividad física
regular y de una conducta sexual segura.
• El disfrute de unos niveles de bienestar tanto físico
como psíquico elevados es el resultado más probable
de un estilo de vida saludable.
Resumen
Libro Salud
la prevención y la
promoción de la salud
Libro Salud
73
La falta de actividad física destruye las buenas con-
diciones de todo ser humano, mientras que el mo-
vimiento y el ejercicio físico metódico lo preservan.
Platón
1. ¿Por qué es tan importante mantenerse activo
físicamente?
Lo decía Hipócrates (460-377 a. de C.): «Todas las partes del
cuerpo tienen una función; si las utilizamos y las ejercita-
mos con moderación, se mantienen sanas y bien desarro-
lladas, envejeciendo lentamente. Si no se usan, son más
propensas a la enfermedad, tienen un desarrollo deficiente
y envejecen rápidamente».
Y el tiempo le ha dado la razón. Actualmente es
indiscutible, y los estudios científicos así lo demuestran,
que la práctica de una actividad física regular reduce el
riesgo de muerte prematura y contribuye a la prevención
primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares y
otras dolencias crónicas como la osteoporosis, la hiperten-
sión arterial, la diabetes, el cáncer de mama y el cáncer de
colon. Pero también reduce el riesgo de infarto cerebral,
disminuye las cifras de colesterol total y los triglicéridos y
aumenta las lipoproteínas de elevada densidad (HDL) —el
conocido como colesterol bueno—, contribuye a mantener
y conseguir el peso ideal, a sentirse bien y reducir la sensa-
ción de estrés, a construir y mantener huesos, músculos y
Capítulo 6
El ejercicio físico
Dra. Anna Vilella
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesora asociada de Salud Pública de la Universidad de Barcelona
articulaciones y, aspecto muy importante en los tiempos
actuales, ayuda a las personas mayores a sentirse más fuer-
tes, menos fatigadas, más independientes y hábiles para
moverse, reduciendo el riesgo de caídas.
Son tantas las razones que explican por qué es bue-
no realizar ejercicio físico que difícilmente se podrá encon-
trar a alguien que dude de sus bondades. Pero pasar de la
teoría a la práctica no resulta tan fácil como parece. Son
muchas las inquietudes y los interrogantes que se plan-
tean: ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿con qué intensidad?, ¿con qué
frecuencia ha de practicarse?, ¿qué tipo de ejercicio físico
El ejercicio físico implica practicar la actividad elegida (correr, nadar, ir
en bicicleta, remar, caminar) con una mayor o menor periodicidad, sin
necesidad de competir y realizando la actividad de forma individual o
en grupo.
LIBRO DE LA SALUD
74
se debe realizar?, ¿la edad es una limitación para empezar?,
¿se resentirá el corazón?
Y es entonces cuando la ausencia de respuestas, la
sensación de falta de tiempo, la sensación de cansancio
(«no tengo bastante con el trabajo para además tener que
hacer ejercicio físico») hacen que iniciar un programa de
actividad física se quede en una simple declaración de in-
tenciones y lo máximo a que se llegue es a apuntarse a un
gimnasio. Entender la actividad física como una actividad
extra está condenada al fracaso: difícilmente se conseguirá
dar continuidad a un programa de ejercicio físico si no se
integra dentro de las actividades rutinarias de la vida, ya
sea en el domicilio, en el trabajo o en los ratos de ocio. Se
debe conseguir que llevar una vida activa sea tan natural
como cepillarse los dientes, leer el periódico o ponerse el
cinturón de seguridad al sentarse en el coche.
2. A veces se habla de actividad física, a veces de
ejercicio físico, a veces de forma física. ¿Significan
lo mismo o se está hablando de cosas distintas?
Habitualmente, y cuando nos referimos a personas física-
mente activas, estos tres términos se usan indistintamen-
te. Sin embargo, desde el punto de vista científico son
conceptos ligeramente distintos. Se denomina actividad
física a todo movimiento que realiza el cuerpo y consume
energía. Así, cualquier actividad de la vida diaria como ir a
comprar, ir al trabajo, quitar el polvo o regar las plantas del
jardín es actividad física.
Cuando esa actividad física se realiza de forma es-
tructurada, planificada, repetida y tiene como objetivo
conseguir una mejora, o mantener uno o más de los com-
ponentes de la forma física, hablamos de ejercicio físico. El
ejercicio físico implica practicar la actividad elegida (correr,
nadar, ir en bicicleta, remar, caminar, etc.) con una mayor o
menor periodicidad, sin necesidad de competir y realizan-
do la actividad de forma individual o en grupo.
Y entendemos por forma física el estado de bienes-
tar conseguido con la práctica del ejercicio físico y que per-
mite realizar las actividades de la vida diaria sin que apa-
rezca fatiga, sea cual sea nuestra edad, o bien proporciona
la base para poder realizar cualquier deporte. La forma fí-
sica presenta diferentes componentes, algunos de ellos re-
lacionados con la salud: la resistencia cardiorrespiratoria, la
resistencia muscular, la fuerza, la flexibilidad, la velocidad y
la composición corporal.
3. Para estar en forma, ¿se deben ejercitar todos
los componentes de la forma física?
Es importante ejercitar los diferentes componentes de la
forma física para mantener el cuerpo y la mente activos.
Tener una buena resistencia cardiorrespiratoria,
que es el elemento fundamental, permite que el corazón,
los pulmones y los vasos sanguíneos funcionen lo mejor
posible tanto en el reposo como en el esfuerzo.
La resistencia permite realizar esfuerzos durante un
tiempo relativamente largo.
La fuerza, que es la capacidad de un músculo para
desarrollar tensión contra una resistencia, permite llevar
a cabo las tareas habituales de una forma más fácil, pero
también disfrutar de las actividades de ocio y recreo que
se practiquen.
La flexibilidad facilitará el movimiento de las articu-
laciones y evitará la rigidez propia de la edad.
A pesar de que es la mejora de la resistencia car­
diorrespiratoria la que reporta más beneficios para la salud,
parece que ejercitar la resistencia y la fuerza muscular tam-
bién la benefician, especialmente en la población anciana.
Existe evidencia de que la mejora de la función músculo-
esquelética está asociada a una mejora de la salud general
y a una reducción en el riesgo de enfermedades crónicas y
de la incapacidad.
4. ¿Cualquiera puede beneficiarse del ejercicio
físico?
Los estudios demuestran que cualquier persona y a cual-
quier edad puede beneficiarse del ejercicio físico. Es posi-
ble encontrar un ejercicio físico para cada edad. A los niños
la práctica de ejercicio les ayuda a crecer y a desarrollar
huesos fuertes. A los adolescentes les mejora la resisten-
cia y fuerza muscular, favoreciendo el desarrollo de huesos
sanos y disminuyendo la grasa corporal. A los adultos les
permite conseguir una mayor capacidad para afrontar las
actividades del día a día, además de aliviar la depresión, el
La flexibilidad facilitará el movimiento de las articulaciones y evitará la
rigidez propia de la edad.
75
estrés y aumentar la sensación de bienestar. A los ancianos
les permite mejorar habilidades y, por ende, sentirse más
independientes al reducir el riesgo de caídas y fracturas.
Nadie es demasiado mayor para no disfrutar del ejercicio
físico. Incluso las personas discapacitadas pueden obtener
beneficios de su práctica.
Las evidencias científicas han demostrado que la
­realización de ejercicio físico de moderada intensidad (ca-
minar a paso ligero, nadar, montar en bicicleta) pueden pro-
ducir beneficios para la salud. De manera que la práctica del
ejercicio físico se pone al alcance de cualquiera. Objetivos
más asequibles y menos ambiciosos amplían el abanico de
posibilidades y permiten que sea mayor el número de per-
sonas que inicien un programa de actividad física.
Nunca es demasiado tarde para comenzar un estilo
de vida activo. No importa lo mayor que uno sea, cómo se
sienta o cuánto tiempo haya estado inactivo: las investiga-
ciones han demostrado que empezar un programa de acti-
vidad física de forma regular, con actividades de moderada
intensidad pueden hacerle sentirse saludable y mejorar su
calidad de vida.
En Ramón Oliu, maratoniano, tenemos un buen
ejemplo: «Un buen día, cuando mi edad se aproximaba
a los cincuenta, tomé la decisión de poner a punto mi
cuerpo. Empecé a caminar —lentamente y en distancias
cortas— y este caminar se fue, también muy lentamente,
alargando y acelerando… Al cabo de un par de meses, ya
noté sus efectos. Los primeros fueron físicos. Poco a poco
noté como si hubiera descubierto una fuente descono-
cida de energía… Después de correr, los problemas se
han reducido a proporciones manejables. Me maravillo
de que me costara tantos años encontrar una medicina
tan simple…».
5. ¿Con qué intensidad deben practicar ejercicio
los adultos para obtener un beneficio?
Como se ha comentado en el apartado anterior, no se requie-
re realizar una actividad muy intensa para que ésta sea bene-
ficiosa. Hacer ejercicios de moderada intensidad es suficiente
para obtener beneficios. Lo importante es darle continuidad.
Sin embargo, el beneficio se obtiene en función de la inten-
sidad del ejercicio y de su duración: a menor intensidad, más
tiempo (véase figura 1). Otro aspecto que debe tenerse en
cuenta es el estado físico previo: no es lo mismo la persona
queyallevaunavidafísicamenteactiva,queaquellaquehabi-
tualmente no realiza ningún tipo de ejercicio físico. En el caso
de las personas sedentarias, es importante empezar poco a
poco, introduciendo pequeños intervalos de ejercicio físico
(de diez minutos) en sus actividades diarias para lograr conti-
nuidad. Las personas ya activas regularmente deberán añadir
másactividad.Enlatabla1seresumelaactividadquedebería
realizar un adulto en función de su estado físico previo.
Tabla 1. Adultos y ejercicio físico
Si... Debería…
Habitualmente no practica ejercicio físico
Empezar incorporando unos pocos minutos cada día hasta conseguir realizar
30 minutos o más de actividades de moderada intensidad
Es activo pero menos de lo recomendado
Elegir entre:
• actividad de intensidad moderada durante 30 minutos o más durante
cinco días o más a la semana o
• actividad de intensidad elevada durante 20 minutos o más durante
tres días o más a la semana
Habitualmente realiza 30 minutos de actividad
moderada cinco días a la semana
Aumentar el tiempo invertido o la intensidad si desea obtener mayores
beneficios
Habitualmente realiza 20 minutos o más de
actividad de elevada intensidad cinco días a
la semana
Continuar así
El ejercicio físico
Figura 1. Tiempo requerido según la intensidad
del ejercicio para obtener beneficios
para la salud
ModeradaBaja intensa
30’-60’día60’día 20’-30’día
rango en el que se obtienen beneficios
para la salud
TiEMPO
iNTENSiDAD
Muyintensa
Muybaja
LIBRO DE LA SALUD
76
6. ¿Qué se entiende por actividades de intensidad
moderada y cuáles son?
Se entiende por actividad física de intensidad moderada
aquella en que el individuo que la practica experimenta:
• Un aumento de la respiración y de la frecuencia
cardíaca.
• Una percepción subjetiva de que está realizando
un esfuerzo de 11 a 14 según la escala de Borg
(véase tabla 2).
• Un consumo de 3 a 6 MET (1 MET = la energía o la
cantidad de oxígeno que consume el cuerpo hu-
mano estando en reposo, hablando por teléfono
o leyendo un libro).
• Un consumo de 3,5 a 7 kcal/min.
Son actividades de intensidad moderada: caminar
ligero, practicar el golf, la natación, cortar el césped con
máquina, jugar a dobles de tenis, ir en bicicleta a 7-14 km/hora
por terreno llano, fregar suelos o limpiar cristales, levantar
pesas o practicar yoga, realizar tareas de bricolaje o arre-
glar el automóvil.
7. ¿Qué se entiende por actividades de intensidad
vigorosa y cuáles son?
Actividad física de intensidad vigorosa es aquella que:
• Consume más de 7 kcal/min.
• Provoca un incremento importante de la respira-
ción y la frecuencia cardíaca.
• No permite mantener una conversación mientras
se está realizando.
• Comporta que la intensidad percibida según la es-
cala de Borg sea de 15 o superior.
• Consume más de 6 MET.
Son actividades de intensidad vigorosa: correr, na-
dar rápidamente, jugar a tenis individual, montar en bi-
cicleta a más de 30 km/hora por un trazado irregular con
importantes desniveles de terreno, cargar objetos por una
escalera, cargar objetos de más de 45 kilogramos de peso,
subir escaleras rápidamente, practicar squash, esquí alpino
y de fondo, baloncesto, fútbol, montañismo, esgrima, pati-
nar (sobre hielo o ruedas) o cabalgar.
8. ¿Cuáles son las actividades de baja intensidad?
Actividad física de baja intensidad es aquella que consume
menos de 3,5 kcal/min y menos de 3 MET.
Son actividades de baja intensidad: caminar (en
terreno llano, a 3 km/hora), practicar natación, jardine-
ría, montar en bicicleta de paseo o en bicicleta fija sin re-
sistencia, quitar el polvo, afeitarse, vestirse, conducir un
automóvil, trabajar sentado (de oficina), trabajar de pie
(vendedor).
9. ¿Cuánto tiempo debe invertirse en practicar
ejercicio físico?
El tiempo que hay que invertir para obtener beneficios de-
pende de la intensidad del ejercicio (véase figura 1). En tér-
minos medios se requiere realizar actividades de intensi-
dad moderada o vigorosa para quemar un mínimo de 150
kcal/día durante siete días a la semana o un total de 1.000
kcal/semana. Cuando se realiza una actividad ­ moderada
Nunca es demasiado tarde para iniciar un estilo de vida activo.
Tabla 2. Escala de Borg
6 Ningún esfuerzo
7-8 Poco
9-10-11 Ligero
12-13 Algo pesado y duro
14-15 Duro
16-17-18 Muy duro
19 Extremadamente duro
20 Máximo esfuerzo
77
debe hacerse durante un mínimo de 30 minutos al día.
Para una actividad de intensidad vigorosa se requiere me-
nos tiempo (20 minutos o menos al día).
10. ¿Los niños deben practicar ejercicio físico con
la misma intensidad que los adultos?
Los niños y adolescentes deben realizar ejercicio físico de
moderada intensidad al menos durante 60 minutos a ser
posible cada día.
Correr, jugar en equipo, saltar a la cuerda o nadar
son los ejercicios físicos recomendados para estas ­edades.
Es fundamental introducir al niño en actividades que
le gusten y le motiven. Esto le ayudará a establecer un
estilo de vida activo. Los niños y adolescentes deben
iniciarse en el ejercicio físico de forma lenta y gradual
con el fin de prevenir lesiones, malestares o incluso
abandonos por querer conseguir objetivos no realistas
en menos tiempo.
11. ¿Lo dicho anteriormente también sirve para
niños enfermos: asmáticos, diabéticos, con cáncer?
Los niños con enfermedades crónicas deben practicar ejer-
cicio físico porque les ayudará a prevenir complicaciones
de sus dolencias. Además, deberían practicarlo al mismo
tiempo y en las mismas condiciones que los niños de su
edad. Sin embargo, el programa de actividad física debería
estar supervisado y seguido de cerca por un experto o por
su propio médico.
12. ¿Las personas mayores pueden practicar
ejercicio físico con la misma intensidad que los
adultos?
Las personas mayores no es que puedan, sino que necesi-
tan realizar ejercicio físico igual que las de cualquier otra
edad, y por lo menos del mismo tipo y duración que el que
realizan los adultos. De hecho, la pérdida de fuerza y resis-
tencia a menudo atribuida a la edad es en parte ocasiona-
da por la falta de actividad física.
Se debe realizar actividad aerobia de moderada
intensidad. Se entiende por actividad aerobia aquella en
la que se consume fundamentalmente oxígeno. Esto sig-
nifica que hace funcionar el corazón y los pulmones por
lo que ayuda a mantener el corazón fuerte, reduce la ten-
sión arterial, y alivia la ansiedad y la depresión. Sólo hace
falta encontrar aquella actividad de moderada intensidad
que se adapte más a las propias preferencias, habilidades
y estilo de vida.
Por otro lado, el entrenamiento de la fuerza ha de-
mostrado ser vital para las personas mayores. La razón es
que al entrenar la fuerza y resistencia se previene el dete-
rioro muscular que comporta la edad, lo que también ayu-
da a mantener una buena masa ósea.
Las personas mayores deben realizar programas de
actividad física que incluyan:
• Entrenamiento de la resistencia cardiorrespiratoria
o aeróbica, lo que le permitirá jugar con sus nie-
tos, ir a bailar o subir las escaleras de su casa.
• Actividades que ejerciten la resistencia musculo-
esquelética, lo que comportará un mayor equi-
librio y fuerza, facilitando poder llevar con
soltura la bolsa de la compra o entrar y salir de
la bañera. Y a la vez ser más flexibles les per-
mitirá realizar sin esfuerzo actividades simples,
como atarse los zapatos.
Endefinitiva,mantenerseactivospermitiráalasper-
sonas ancianas preservar su independencia y desempeñar
las actividades diarias por sí mismos, aspecto fundamental
para conservar una buena salud mental y conseguir una
buena calidad de vida.
13. ¿Caminar de forma enérgica durante una
hora al día cinco días a la semana es un ejercicio
suficiente?
Sí, puede ser suficiente. Pero lo mejor es combinar:
• Ejercicios de resistencia cardiorrespiratoria entre
4 y 7 veces al día para mejorar el funcionamiento
del corazón, los pulmones y el sistema circulatorio,
y así conseguir sentirse más enérgicos.
• Ejercicios de flexibilidad entre 4 y 7 veces por se-
mana para facilitar la movilidad, mantener la mus-
culatura relajada y sus articulaciones móviles, pre-
servar su independencia y disfrutar de una mejor
calidad de vida.
• Ejercicios de fuerza entre 2 y 4 veces por sema-
na para ayudar a sus músculos y huesos a man-
tenerse fuertes, a mejorar la postura y a prevenir
enfermedades como la osteoporosis, ejercitando
los músculos, tanto los de las extremidades como
los de tronco y abdomen. Esta periodicidad les
permitirá conseguir mejores resultados y mayores
beneficios para su salud. Se recomienda su reali-
El ejercicio físico
LIBRO DE LA SALUD
78
zación en días alternos, dejando un día de descan-
so entre sesión y sesión (por ejemplo: los lunes, los
miércoles y los viernes).
Sin embargo, si no es posible alcanzar los mínimos
y sólo se puede realizar ejercicio un día a la semana, ello
siempre es mejor que nada.
Como ya indicaba Miquel Servet en 1537: «Nadie
con un cuerpo débil puede tener un alma luminosa y otras
facultades intelectuales. Hay que cuidar el cuerpo, si que-
remos que el espíritu funcione normalmente».
14. ¿Cómo se pueden combinar las diferentes
actividades recomendadas y encontrar tiempo
para realizarlas?
Cada persona debe seleccionar las actividades que
más le gusten y que más se adapten a su estilo de vida;
debe empezar de forma lenta e ir progresando poco a
poco. Una vez elegida la actividad, debe realizarla en
una misma sesión o en dos a lo largo del día, con una
duración de 20 minutos cada una. Antes de los ejerci-
cios car­diorrespiratorios, hay que hacer sesiones de
­estiramientos o flexibilidad con una duración de 10 mi-
nutos. En días alternos se introducirán ejercicios que de-
sarrollen la fuerza muscular.
Por ejemplo, por la mañana, en casa, se puede
empezar con 10 minutos de estiramientos y un pequeño
paseo. Al ir al trabajo, es recomendable bajar una para-
da antes o aparcar el coche a diez minutos para llegar
andando. En el trabajo puede proponerse dar paseos
de trabajo en sustitución de las comidas de trabajo, su-
bir por las escaleras, ignorar la existencia de ascensores,
hacer ejercicios de contracción y relajación de los mús-
culos abdominales, lumbares, dorsales, así como ejerci-
tar los músculos del cuello y de la espalda mientras se
esté sentado delante del ordenador o a la mesa. También
es aconsejable ir al trabajo en bicicleta. Una vez en casa,
puede practicarse alguna actividad física con los hijos,
bailar siguiendo el ritmo de la música preferida, o en un
gimnasio realizar actividades dirigidas o recibir clases de
yoga o taichi; o simplemente salir a caminar a paso ligero
con los amigos. Seguro que si se marcan unos objetivos
y se sigue un plan asequible con las ideas propuestas, se
logrará realizar 60 minutos de actividad física al día, que
combinará tanto ejercicios de resistencia cardiorrespira-
toria y de flexibilidad, como de fuerza. Además, hay que
aprovechar el fin de semana y las vacaciones para prac-
ticar aquellas actividades que requieren más tiempo del
disponible durante la semana. El senderismo y los paseos
en bicicleta permiten disfrutar de la Naturaleza a la vez
que de una actividad física junto a la familia o los ami-
gos. Puede practicarse también la orientación, deporte
en el que el atleta debe recorrer una distancia a pie, ge-
neralmente entre 6 y 10 kilómetros, en el menor tiempo
­posible. Los orientadores deciden el itinerario con la ayu-
da de un mapa y una brújula.
15. Si al realizar ejercicios de flexibilidad o de
fuerza se advierte dolor en las articulaciones, ¿se
debe seguir?
No es aconsejable realizar ejercicio físico si se siente ­dolor.
Lo primero que se debe hacer es comentarlo al médico,
quien aconsejará el ejercicio más apropiado para cada si-
tuación. En general, se debería reducir la intensidad del
ejercicio hasta realizarlo sin dolor, para reintroducirlo de
forma progresiva y lenta. Con el tiempo se podrá volver a
practicar el ejercicio como antes.
16. ¿Los pacientes con enfermedades crónicas
pueden realizar también ejercicios de fuerza?
Estos pacientes pueden llevar a cabo programas de en-
trenamiento de la fuerza; sin embargo, deben comentar
con su médico cuáles serían las actividades más conve-
nientes por sus características patológicas. Las investiga-
ciones han demostrado que los individuos que tienen en-
fermedades crónicas como osteoporosis, enfermedades
cardíacas, diabetes, artritis reumatoide, infección por el
Correr, jugar en equipo, saltar a la cuerda o nadar son los ejercicios
físicos recomendados para la edad infantil.
79
virus del sida (VIH) e incluso ancianos con distintos pro-
blemas de salud pueden beneficiarse de estos programas
de entrena­mientos.
Es importante siempre, pero aquí especialmente,
iniciarse y progresar lentamente. Es mejor realizar el ejer-
cicio bajo la supervisión de un instructor, asegurándose de
que se realiza de forma correcta y sin notar dolor. Sentirse
bien es una indicación de que se está realizando el ejerci-
cio de forma correcta.
17. ¿Cómo se sabe si se está realizando el ejercicio
físico a la intensidad recomendada?
Una forma muy sencilla para saber con qué intensidad es-
tamos practicando el ejercicio físico consiste en aplicar la
prueba de hablar (talk test): si la persona que practica el
ejercicio puede cantar mientras lo está haciendo significa
que la actividad física es leve. Si se puede mantener una
conversación, se está realizando un ejercicio moderado.
Y, finalmente, si cuesta hablar mientras se hace el ejercicio
físico, la actividad puede considerarse vigorosa.
Se puede también conocer, de forma sencilla, la
intensidad con la que estamos realizando la actividad fí-
sica determinando si la frecuencia cardíaca está dentro de
la franja recomendada. Para la actividad moderada, la fre-
cuencia cardíaca se debe situar entre el 50% y el 70% de la
frecuencia cardíaca máxima por edad (véase tabla 2). Para
calcular la frecuencia cardíaca máxima, se resta la edad
de 220. Ejemplo: para una persona de 50 años, la frecuen-
cia cardíaca máxima sería 220 – 50 = 170. Si ahora calcula-
mos el 50% y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima: 50%
de 170 = 170 x 0,50 = 85 y 70% de 170 = 170 x 0,70 = 119.
Podemos concluir que una persona de 50 años que realice
una actividad moderada requiere que su frecuencia cardía-
ca se sitúe entre 85 y 119 latidos por minuto mientras dure
la actividad física.
Para la actividad vigorosa, se debe conseguir que la
frecuencia cardíaca se sitúe entre el 70% y el 85% de la fre-
cuencia cardíaca máxima por edad. Ejemplo: para una per-
sona de 35 años, la frecuencia cardíaca máxima se puede
calcular tal como lo hemos realizado antes: 220 – 35 = 185.
Se calcula ahora el 70% y el 85% de la frecuencia cardíaca
máxima: 70% de 185 = 185 x 0,70 = 130 y 85% de 185 =
185 x 0,85 = 157. Podemos concluir así que una persona
de 35 años que realice una actividad vigorosa requiere que
la frecuencia cardíaca se sitúe entre 130 y 157 latidos por
minuto mientras dure la actividad física.
Existen otros métodos, mencionados en otros apar-
tados del capítulo, como el del esfuerzo percibido o escala
de Borg (véase tabla 2). Esta prueba se basa en la percep-
ción que tiene uno mismo de la cantidad de esfuerzo que
está realizando. Se basa en las diferentes sensaciones que
la persona está experimentando mientras realiza ejercicio y
que incluye el aumento de frecuencia cardíaca, respiracio-
nes, sudoración y fatiga muscular que podemos notar. Para
aplicarlo debemos concentrarnos en lo que sentimos. Esta
sensación nos tiene que reflejar cómo de duro y cansado
nos está pareciendo el ejercicio que practicamos. No debe-
mos fijarnos únicamente en un factor como el dolor en las
piernas o la respiración, sino procurar una valoración glo-
bal de la sensación de agotamiento. Una vez concentrados
en esta sensación debemos atribuirle un número del 6 al 20
(6 significa ningún esfuerzo; 20, máximo esfuerzo). El nú-
mero elegido nos indicará el esfuerzo que se está realizan-
do y ayudará a modular la intensidad y la duración del ejer-
cicio según las necesidades.
18. El actual ritmo de vida impide encontrar un
hueco para realizar ejercicio físico. ¿Cómo se
puede solucionar?
Ésta es la reacción de la mayoría de personas, la salida más
fácil porque se entiende la actividad física como una acti-
vidad que se suma a las que ya se realizan habitualmente.
En realidad no debe ser así. No tiene que ser una actividad
más sino una de las actividades habituales. En palabras de
Valentí Fuster: «Hacer ejercicio no roba tiempo sino todo
lo contrario: hace que el tiempo que se dedica a otras ac-
tividades cunda más». Nosotros mismos podemos com-
probarlo o preguntarlo a aquellos compañeros que habi-
tualmente practican ejercicio físico. Este hábito les ayuda
a encontrarse mejor físicamente pero también intelectual-
mente, mejora su capacidad de concentración y se sienten
habitualmente con más energía.
El ejercicio físico
Tabla 3. Actividades que permiten mejorar
la resistencia cardiorrespiratoria,
la fuerza y la flexibilidad
Resistencia Fuerza Flexibilidad
Caminar Levantar pesas Estiramientos
Nadar
Llevar la bolsa de la
compra
Yoga
Bailar
Trabajar en el
jardín, huerto
Taichi
Patinar Lavar el coche
Senderismo Fregar el suelo
LIBRO DE LA SALUD
80
19. El siguiente cuestionario puede servir
de orientación para iniciarse en la práctica de
ejercicio.
Si alguna de las respuestas es un SÍ, se puede preguntar al médico
para que aconseje y guíe en el inicio a una vida más activa. Si se
ha contestado NO a todas las preguntas, se puede empezar ya con
el plan marcado. Se recomienda empezar lentamente y progresar
gradualmente. Éste es el camino más fácil y seguro para alcanzar
los objetivos.
SÍ	 NO
o	 o	 1.	Le ha dicho alguna vez su doctor que tiene
			 un problema de corazón y que sólo puede
			 realizar la actividad física que le recomiende
			 un médico.
o	 o	 2.	Nota dolor en el pecho cuando realiza
			 actividad física.
o	 o	 3.	Durante el mes pasado, ha tenido dolor en el
			 pecho cuando ha realizado actividad física.
o	 o	 4.	Ha perdido el equilibrio por mareo o ha
			 perdido el conocimiento alguna vez.
o	 o	 5.	Tienealgúnproblemaarticularomuscularque
			 podría empeorar con la práctica de actividad
			 física.
o	 o	 6.	Su médico le prescribe medicación para la
			 tensión o para el corazón.
o	 o	 7.	Tiene alguna otra razón que no le permita
			 realizar actividad física.
Glosario
MET (unidad metabólica): unidad de medida que permite cuan-
tificar la intensidad de la actividad física que se está realizando.
Un MET equivale al número de calorías que un cuerpo consume
mientras está en reposo; 3 MET significa que se gasta tres veces
más energía que estando en reposo.
Resistencia aeróbica: es la capacidad del organismo de realizar
esfuerzos que requieren consumo de oxígeno. Ejemplos de activi-
dad aeróbica: caminar, correr, trotar, escalar, nadar, pasear en bici-
cleta, remar, esquiar a campo traviesa y saltar a la cuerda.
Resistencia anaeróbica: es la capacidad del organismo de reali-
zar esfuerzos de gran intensidad durante un tiempo relativamen-
te corto bajo un suministro insuficiente de oxígeno. Ejemplo de
actividad anaeróbica: correr 100 metros lisos.
Bibliografía
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www.cdc.gov/nccdphp/dnpa/physical/index.htm.
fuster, v., y j. corbella. La Ciencia de la Salud: mis consejos para una
vida sana. Barcelona: Planeta, 2006.
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Oliu,R.,L’essènciadelcórrer.Barcelona:ComissióMaratónCatalunya,1979.
ortega, r. Medicina del ejercicio físico y del deporte para la atención
a la salud. Madrid: Editorial Díaz de Santos, 1992.
• Una actividad física regular reduce el riesgo de muerte
prematura y contribuye a la prevención primaria y se-
cundaria de enfermedades cardiovasculares y otras en-
fermedades crónicas.
• Deben realizarse actividades que ejerciten la resistencia
cardiorrespiratoria, la fuerza y la flexibilidad.
• Laspersonasquetienenenfermedadespuedenydebenrea-
lizar ejercicio físico, si no existe una contraindicación formal.
Resumen
Capítulo 7
La dieta saludable
Dr. Ramon Estruch
Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado
de Medicina de la Universidad de Barcelona
1. ¿Por qué es tan importante la dieta en la salud
de las personas?
La alimentación, en todas sus facetas, siempre ha sido una
de las principales preocupaciones de la Humanidad. No
obstante, en los últimos años, los avances científicos en el
mundo de la alimentación y la relación entre hábitos ali-
mentarios y salud han permitido conocer científicamente
muchas de las propiedades de los alimentos y comprobar
cuán acertados estaban nuestros antepasados en su forma
de comer y entender la vida. Puede que el aforismo de Hi-
pócrates que señalaba que «somos lo que comemos» no
sea completamente cierto, pero las investigaciones reali-
zadas en los últimos años han podido concluir que deter-
minados patrones alimentarios, como la dieta mediterrá-
nea, se asocian a una mayor longevidad y, por ende, a una
menor incidencia de las enfermedades más frecuentes,
como las cardiovasculares y los distintos tipos de cáncer.
También se ha tratado de conocer más a fondo los efectos
saludables de los distintos alimentos y, a partir de ahí,
diseñar la dieta ideal, para finalmente concluir que la mejor
dieta es la que seguían nuestros abuelos y bisabuelos, es
decir, la dieta mediterránea.
2. ¿Qué se entiende por dieta equilibrada y
saludable?
La alimentación equilibrada es aquella que reúne una diversi-
dad suficiente de alimentos, en las proporciones adecuadas a
lascaracterísticasdecadapersonayestilodevida ­(básicamente,
su actividad física), de modo que garantiza que se cubren los
requerimientos de energía y nutrientes que el organismo ne-
cesita. Noobstante, actualmente se sabe que los nutrientes no
son sólo las sustancias de los alimentos que proporcionan la
energía necesaria para la realización de las funciones vitales,
sino que también pueden ejercer funciones adicionales de
protección de la salud al evitar o retrasar la aparición de enfer-
medades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, enferme-
dades neurodegenerativas e incluso el propio envejecimiento.
Los nutrientes de la dieta no sólo proporcionan la energía necesaria
para la realización de las funciones vitales, sino que también pueden
ejercer funciones adicionales de protección de la salud.
81
LIBRO DE LA SALUD
82
3. ¿Pueden aplicarse las mismas recomendaciones
dietéticas a todas las personas?
Hoy en día sabemos que existe una notable heterogenei-
dad genética entre las personas, de modo que no puede
aplicarse una misma receta a todos los individuos. Son
estas variaciones individuales las que explican la diferente
predisposición al desarrollo de determinadas enfermeda-
des por parte de los individuos, incluso dentro de una mis-
ma familia. Es posible, pues, que las recomendaciones die-
téticas no puedan aplicarse de forma universal y que éstas
deban personalizarse según las características genéticas
de cada persona. La nutrigenómica es una nueva ciencia
que trata de combinar genética y nutrición. Los expertos
tienen claro que los nutrientes interaccionan con los genes
y que algunos alimentos tienen un efecto protector en de-
terminadas personas, mientras que en otras pueden llegar
a provocar enfermedades. Es posible que en un futuro no
muy lejano, los consejos dietéticos sean totalmente indivi-
dualizados, ya que tendrán en cuenta el genotipo de cada
persona. No obstante, aunque probablemente no exista
una dieta ideal que pueda aplicarse a todo el mundo, por
el momento, las evidencias científicas de que disponemos
permiten aproximarnos a la dieta más saludable para la po-
blación en general.
4. ¿Cuál es el patrón dietético ideal?
Los dos principales patrones de dieta saludable que ac-
tualmente se debaten son el de una dieta baja en grasas,
principalmente saturadas, en los países anglosajones (so-
bre todo en Estados Unidos y países del norte de Europa),
y la dieta mediterránea, en los países del sur de Europa.
Aunque no existen conclusiones definitivas en este sen-
tido, todas las evidencias indican que el patrón dietético
ideal se aproximaría a la dieta mediterránea tradicional, es
decir, la de los años sesenta, de la que, lamentablemente,
nos vamos apartando cada día, para aproximarnos a una
dieta cada vez más occidentalizada.
5. ¿Por qué es tan importante el contenido en
grasa de la dieta?
La principal causa de muerte en los países desarrollados
son las enfermedades cardiovasculares, especialmente la
muerte súbita de causa vascular, el infarto de miocardio y
los accidentes vasculares cerebrales. La hipercolesterole-
mia, es decir, la concentración excesiva de colesterol en la
sangre, es uno de los principales factores de riesgo vascu-
lar. Numerosos ensayos clínicos y estudios observaciona-
les han hallado una estrecha relación entre los niveles en
sangre de las lipoproteínas (grasas) de baja densidad (LDL)
ligadas al colesterol y la ingesta de grasas, sobre todo de
grasas saturadas y grasas trans, y colesterol. Además, dis-
tintos estudios epidemiológicos han demostrado que las
dietas bajas en grasas saturadas y en colesterol se asocian a
una menor mortalidad cardiovascular. De ahí la importan-
cia de reducir las cifras plasmáticas de colesterol, tanto con
medidas farmacológicas, como no farmacológicas, como
son una dieta baja en grasa saturada y colesterol, junto con
una gran actividad física.
6. ¿Debe, por lo tanto, reducirse la grasa de la
dieta para prevenir la enfermedad cardiovascular?
Diversos estudios han hallado una relación entre la can-
tidad de grasa saturada de la dieta y la incidencia de car-
diopatía coronaria y accidentes vasculares cerebrales.
Parte de esta asociación se ha atribuido a la concentra-
ción plasmática de colesterol total y de LDL–colesterol,
que se relaciona tanto con la cantidad ingerida de grasa
saturada con la dieta como con la incidencia de compli-
caciones cardiovasculares. No obstante, puede que tam-
bién intervengan otros factores, como algún subtipo de
grasa, por ejemplo los ácidos grasos no saturados trans.
Estos ácidos grasos se hallan en margarinas, galletas, go-
losinas, bollería o barras de cereales comercializadas. La
industria alimentaria utiliza un proceso de hidrogenación
industrial para poder solidificar grasas que a temperatura
ambiente son líquidas, con la finalidad de emplearlas en
la elaboración de los alimentos y aumentar su estabilidad
frente a la oxidación. El problema es que este proceso no
sólo convierte las grasas no saturadas en saturadas, sino
que altera su estructura dando lugar a una estructura
artificial (el isómero trans), ajena al organismo. Un estu-
dio realizado en Estados Unidos estima que el riesgo de
padecer enfermedad cardiovascular es un 93% más alto
cuando los ácidos grasos trans reemplazan ya al 2% de las
calorías provenientes de los hidratos de carbono.
7. ¿Hasta qué punto puede recomendarse
una dieta baja en grasa en la prevención de la
enfermedad cardiovascular?
El mayor grado de evidencia científica se obtiene de estu-
dios controlados de intervención, en los que a individuos
con similares factores de riesgo se les incluye de forma
aleatoria en diferentes grupos de tratamiento con determi-
nadas dietas, y se valoran los efectos al cabo de un período
83
más o menos prolongado de tiempo, generalmente más
de seis meses, sobre variables de la mayor importancia clí-
nica, como mortalidad, infarto de miocardio o accidente
vascular cerebral. En una revisión de 26 ensayos clínicos
publicados a partir de 1999 se concluyó que una dieta baja
en grasa total no tenía efecto sobre la mortalidad global,
y sólo disminuía un 8% la mortalidad cardiovascular, de
modo que esta reducción no llegaba a tener significación
estadística. Sólo se apreció una reducción de un 16% en el
número de complicaciones cardiovasculares, disminución
que sí era estadísticamente significativa. En esta revisión
no se dispuso de suficientes datos para valorar los efectos
de una dieta baja en grasa en personas que no han sufrido
ningún episodio de enfermedad cardiovascular, por lo que
se consideró necesaria la realización de nuevos estudios,
más amplios y con un mayor período de seguimiento para
poder obtener conclusiones definitivas.
En este contexto, en el año 2006 se publicó un traba-
jo de intervención en el que se incluyó a 48.835 mujeres de
edades entre 50 y 79 años, que participaban en el estudio
Efectos de dieta sobre la salud de las mujeres (Women’s Health
Initiative Dietary Modification Trial). A 19.541 mujeres (40%)
se les aconsejó que siguieran una dieta baja en todo tipo de
grasa y a 29.294 (60%) se les dijo que siguieran con su dieta
habitual.Eltiempomediodeseguimientofuede8,1años.En
el grupo de intervención (dieta baja en grasa) se consiguió
reducir la grasa total del 38% al 29% y aumentar el consumo
de frutas y verduras de 3,6 a 4,9 raciones al día. No se consi-
guió cambiar la ingesta de cereales (4,5 raciones). Simultá-
neamente, el grupo de intervención disminuyó el consumo
de grasa saturada en un 2,9%; de grasa monoinsaturada en
un 3,3%; y de poliinsaturada en un 1,5%. En el grupo de con-
trol no se apreció ningún cambio significativo de su dieta.
Cuando se analizaron los efectos de la dieta baja en grasa
sobre los distintos factores de riesgo vascular, únicamente
se apreciaron cambios mínimos. El número de mujeres que
presentaron un infarto de miocardio o un accidente vascu-
lar cerebral fue de 1.000 (0,63%) y 434 (0,28%) en el grupo
de intervención, y 1.549 (0,65%) y 642 (0,27%) en el grupo
de control. Por tanto, se concluyó que la dieta baja en grasa
no tiene ningún efecto protector sobre la enfermedad car-
diovascular. Sólo se observó una cierta reducción del riesgo
cardiovascular en aquellas mujeres que consumían menos
grasa saturada, menos ácidos grasos trans o que consumían
más fruta y verdura.
No obstante, otros estudios que han analizado los
efectos de una dieta baja en grasa sobre diferentes factores
de riesgo vascular han obtenido diferentes resultados. Así,
por ejemplo, en el estudio OSLO se analizaron los efectos
de una dieta baja en grasa saturada y rica en poliinsaturada
y se apreció una reducción en el número de complicacio-
nes cardiovasculares en el grupo de intervención, junto a
una disminución del colesterol total y del LDL-colesterol, y
un incremento del HDL-colesterol. Asimismo, en un estu-
dio similar practicado en Estados Unidos, el MRFIT (Multiple
Risk Factor Intervention Trial), aunque tampoco se apreció
ninguna reducción en la incidencia de complicaciones vas-
culares en el grupo de intervención durante el período del
estudio, se observó una disminución de estas complicacio-
nes durante un seguimiento posterior de los participantes
en el estudio.
En resumen, aunque no se dispone de datos defini-
tivos sobre los efectos de la dieta baja en grasa total en la
prevención cardiovascular, la idea más extendida es que la
clave está en una modificación de los tipos específicos de
la grasa consumida más que en la cantidad total de grasa.
8. ¿Ayudan las dietas bajas en grasa a prevenir
el cáncer?
Se considera que diferentes factores relacionados con la
dieta podrían ser responsables de un 30% de los cánceres
en los países occidentales. Varios estudios han examinado
la relación entre la ingesta de grasa y diferentes tipos de
cáncer, principalmente de próstata, colon y mama. En este
sentido, los resultados de algunos estudios sugieren una
posible relación entre el consumo de grasa saturada y la
incidencia de cáncer de próstata. Del mismo modo, otros
estudios han señalado una mayor incidencia de cáncer de
colon en los sujetos con mayor ingesta de grasa total. No
obstante, en el ya mencionado estudio Efectos de dieta so-
bre la salud de las mujeres, la reducción de la grasa en un
10% y el incremento en una 1,1 ración al día de frutas y
verduras no redujo el riesgo de cáncer colorrectal en las
mujeres mayores de 50 años.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las
mujeres y su incidencia es cinco veces superior en los paí-
ses industrializados que en los países en vías de ­desarrollo.
Estudios internacionales han sugerido una asociación
positiva entre consumo de grasa y riesgo de este cáncer.
La obesidad también incrementa el riesgo de cáncer de
mama en las mujeres menopáusicas en un 50%, probable-
mente al aumentar las concentraciones séricas de la hor-
mona estradiol. Asimismo se ha observado que la ingesta
alta de grasa se acompaña de concentraciones más elevadas
La dieta saludable
LIBRO DE LA SALUD
84
en sangre de diferentes estrógenos. Por todo ello, se ha
apuntado que determinadas modificaciones dietéticas po-
drían reducir el riesgo de cáncer de mama. No obstante,
en el estudio Efectos de dieta sobre la salud de las mujeres
que incluyó a 48.835 mujeres americanas examinadas du-
rante más de ocho años, sólo se observó una reducción
no significativa del 9% en el grupo asignado a una dieta
baja en grasa, comparado con el grupo de control. Puede
que la reducción de grasa saturada sea importante, pero
no la única medida dietética para conseguir reducir la inci-
dencia de cáncer de mama, y que deba recomendarse, por
ejemplo, un mayor consumo de frutas y verduras, u otros
alimentos típicos de la dieta mediterránea para conseguir
el efecto buscado.
9. ¿En qué medida es importante la dieta en el
control de la hipertensión arterial?
Numerosos estudios han hallado relación entre la inges-
ta de sodio (sal) en la dieta y las cifras de presión arterial.
A mayor ingesta de sodio, mayores cifras de presión arte-
rial. Asimismo, son muchos los estudios que han analizado
los efectos de la reducción de sodio sobre la hipertensión
arterial. En los pacientes hipertensos, la restricción de sal
de la dieta se acompaña de una reducción en la eliminación
urinaria de sodio y paralelamente de la presión arterial.
Otros estudios observacionales han analizado el
efecto de una dieta rica en potasio sobre la presión arte-
rial y la mayoría de ellos ha mostrado una relación inversa
entre la ingesta de este ión y las cifras de presión arterial.
Aunque es difícil separar el efecto de potasio de la dieta
de otros componentes como fibra, sodio, frutas y verduras,
una revisión sistemática de los efectos de los suplementos
de potasio sobre la presión arterial permite concluir que
éstos reducen la presión sistólica en 3,1 mmHg y la diastó-
lica en 2,0 mmHg.
Finalmente, en estudios recientes se ha analizado el
efecto sobre la presión arterial de una dieta rica en frutas,
verduras, pollo, pescado, cereales integrales y frutos secos,
y pobre en grasas, carnes rojas, dulces y bebidas azuca-
radas, conocida como dieta DASH (Dietary Approaches to
Stop Hypertension). Los sujetos que siguen esta dieta pre-
sentan, en general, una reducción de presión sistólica de
5 mmHg, y si sólo se consideran los hipertensos, la reduc-
ción de la presión llega a los 11 mmHg.
10. ¿Qué es la dieta mediterránea?
El término dieta mediterránea, tal vez el concepto dietético
y nutricional más difundido en la actualidad tanto entre
la comunidad científica como entre los consumidores del
mundo desarrollado, fue concebido en los años setenta
por Ancel Keys, un profesor de la Universidad de ­Minnesota
(Estados Unidos). Este investigador fue el promotor del
Estudio de los siete países, en el que se comprobó que en los
países mediterráneos la esperanza de vida era de las más
altas del mundo y que las tasas de enfermedad coronaria,
ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas eran
de las más bajas, a pesar de poseer unos servicios médicos
más limitados. El seguimiento a los diez años de los gru-
pos de pacientes incluidos en este estudio corroboró los
datos iniciales, al comprobarse que la tasa de mortalidad
por enfermedad coronaria de Grecia era casi siete veces
inferior a la de Finlandia o Estados Unidos. Se planteó que
estas diferencias podrían ser debidas a diferentes hábitos
alimentarios, a distinta actividad física o incluso a factores
genéticos, y se concluyó que lo que esencialmente diferen-
ciaba a los países del Mediterráneo de los de la Europa sep-
tentrional y Norteamérica eran sus hábitos alimentarios,
de ahí que se considerara la dieta mediterránea como el
factor que mejor explicaba las diferencias de mortalidad
total, y especialmente de mortalidad coronaria, entre estos
La dieta mediterránea se caracteriza por un elevado consumo de frutas y verduras. Los frutos secos son ricos en algunos componentes beneficiosos
para la salud cardiovascular. El aceite de oliva es uno de los elementos más emblemáticos de la dieta mediterránea. El consumo de pescado es otro
de los hábitos dietéticos que más diferencian la dieta mediterránea de la anglosajona.
Frutas Frutos secos Aceite de oliva Pescados
85
países. En concreto, llamó la atención que las principales
diferencias dietéticas no incidieran en la cantidad total
de grasa, sino en el tipo de ácidos grasos de la dieta habi-
tual. Los países anglosajones consumen gran cantidad de
ácidos grasos saturados obtenidos a partir de grasas ani-
males, mientras que en los países mediterráneos la mayor
parte de la grasa procede de productos vegetales y espe-
cialmente del aceite de oliva (ácido oleico).
El seguimiento del Estudio de los siete países tam-
bién demostró que la mortalidad coronaria se corres-
pondía de modo inverso con el cociente ácidos grasos
­monoinsaturados/ácidos grasos saturados de la dieta.
Estos resultados han sido confirmados en otros estudios
como, por ejemplo, el proyecto MONICA (Monitoring Trends
and Determinants in Cardiovascular Disease) auspiciado por
la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los resul-
tados de este estudio, llamó la atención la baja mortalidad
de Francia, próxima a las de Japón y China, y muy alejadas
las tres de Estados Unidos y Gran Bretaña, a pesar de ser un
país con un elevado consumo de grasas saturadas y tener
una cifra media de colesterol en sangre similar a la de los
países anglosajones.
Esta disparidad se conoce en todo el mundo como
la paradoja francesa. Pero, posteriormente, han surgido
otras paradojas. En 1997 se describió la paradoja albanesa,
al hallar en este país una teórica disparidad entre una larga
esperanza de vida, acompañada de una baja mortalidad
cardiovascular, y unos recursos sanitarios muy precarios.
En 1998, también se describió una paradoja española tras
revisar los resultados del estudio REGICOR, en el que se ha-
lló una baja mortalidad por enfermedad cardiovascular en
Girona (España), pese a una elevada prevalencia de facto-
res de riesgo cardiovascular en su población. Ello ha lleva-
do a plantear que exista una única paradoja, que podría-
mos denominar paradoja mediterránea, y aunque se haya
sugerido la existencia de diferencias genéticas entre las
poblaciones mediterráneas y anglosajonas, la mayoría de
los investigadores la asocia a unos determinados hábitos
de vida, como la dieta, la actividad física, y ciertos factores
ambientales como una mejor cohesión social.
11. ¿En qué consiste la dieta mediterránea
tradicional?
El término dieta mediterránea se refiere a los patrones tra-
dicionales de alimentación propia de los países mediterrá-
neos. Aunque existen distintas variedades, los componen-
tes principales de esta alimentación se definieron en 1993
en la Conferencia Internacional sobre Dieta Mediterránea
y son: a) elevado consumo de frutas, verduras, cereales,
frutos secos y legumbres; b) productos mínimamente pro-
cesados y cultivados en origen; c) fruta fresca como postre
habitual, con consumo ocasional de dulces; d) consumo
relativamente alto de grasa (incluso superior al 40% del to-
tal de energía), principalmente en forma de ácidos grasos
monoinsaturados; e) aceite de oliva como fuente principal
de la grasa; f) consumo moderado de pescado, pollo, leche
y productos lácteos (especialmente en forma de queso y
yogur); g) bajo consumo de carne roja y productos cárni-
cos; h) menos de cuatro huevos a la semana; i) consumo
moderado diario de vino, con las comidas (véase tabla 1).
En términos nutricionales, este patrón alimentario
se traduce en una dieta baja en ácidos grasos saturados y
colesterol (bajo consumo en carnes rojas y lácteos); la mi-
tad o más de la grasa total está formada por ácidos grasos
monoinsaturados procedentes del aceite de oliva; presen-
cia estimable de ácidos grasos poliinsaturados de la serie
n-3 procedentes del pescado; dieta alta en carbohidratos
complejos, fibra alimentaria y sustancias antioxidantes (vi-
taminas C y E, flavonoides y β-carotenos); abundancia de
La dieta saludable
TABLA 1. Hábitos alimentarios característicos
de la dieta mediterránea
Dos comidas principales al día, sentado a la mesa y de una
duración superior a 20 minutos cada una
Consumo de grasa inferior al 35% de la energía total (de ésta,
menos del 10% debe ser grasa saturada)
Aceite de oliva utilizado para cocinar y aliñar los alimentos
(debe suponer el 50% del total de grasa)
El almidón de los cereales supone más del 20% de la energía
Consumo de cinco porciones o más de fruta o verdura al día
Consumo de pescado, aves de corral o conejo al menos cinco
veces a la semana
Consumo de menos de cuatro huevos a la semana
Consumo diario de queso (30 g) o yogur
Consumo de legumbres al menos una vez cada 15 días
Consumo de frutos secos o semillas al menos una vez cada
15 días
Ingesta moderada y regular de vino con las comidas (uno o dos
vasos al día)
Menos de tres raciones de carne roja a la semana
Consumo de nata o mantequilla menos de una vez a la semana
Menos de dos bebidas azucaradas a la semana
Uso frecuente de especias y condimentos variados (limón,
ajo, hierbas aromáticas: orégano, romero, perejil, tomillo,
laurel e hinojo)
LIBRO DE LA SALUD
86
alimentos de origen vegetal (cereales, frutas y verduras);
bajo consumo de proteínas de origen animal; y, finalmente,
consumo moderado de vino que se asocia a un aumento
del colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, la
fracción protectora del colesterol).
12. ¿Qué es la pirámide de la dieta mediterránea?
Para un mejor entendimiento de las dietas, se ha desarro-
llado una representación gráfica de los alimentos que de-
ben consumirse según las cantidades aconsejadas. Como
algunos alimentos deben ingerirse en grandes cantida-
des y otros en menores proporciones, la figura geométri-
ca que mejor se ajusta a estas premisas es una pirámide.
En la figura 1 se representa la pirámide de la dieta medi-
terránea utilizada como material didáctico en el estudio
PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea). La pirá-
mide indica de forma clara qué alimentos se deben comer
cada día, principalmente pan, pasta, arroz, patatas, cere­ales,
aceite de oliva y frutos secos. Asimismo, podemos consu-
mir con frecuencia verduras, frutas y legumbres y, en menor
cantidad, pero también cotidianamente, queso (principal-
mente fresco), yogures y demás lácteos. El pescado debe-
ría consumirse más de tres veces a la semana, y, al menos
una vez, pescado azul. Las carnes rojas se sitúan en la par-
te alta de la pirámide, lo que significa que deben comerse
con menor frecuencia. Preferentemente, debería comerse
con mayor regularidad carne de aves y conejo que carne
roja, que habría que limitar a una vez a la semana o incluso
Figura 1. Pirámide nutricional de la dieta mediterránea utilizada en el estudio PREDIMED
(Prevención con Dieta Mediterránea)
CONSUMO OCASIONAL
CONSUMO DIARIO
Pirámide de la alimentación saludable. SENC
Actividad física
diaria Agua
Vino/cerveza
(consumo opcional
y moderado en adultos)
Fuente: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
87
menos. La mantequilla, bebidas azucaradas (colas), bollería
industrial, platos precocinados y patatas de bolsa o similares
deberían evitarse, o ingerirse menos de una vez a la semana.
Finalmente,enlapirámidedebeincluirseelconsumomode-
rado de vino con las comidas y una actividad física regular.
13. ¿Cuáles son los efectos saludables de la dieta
mediterránea?
Tras el Estudio de los siete países, se han realizado numero-
sos estudios de gran alcance en los que se ha analizado la
relación entre grado de adherencia a la dieta mediterránea
tradicional y mortalidad por causa cardiovascular o cáncer.
Así, por ejemplo, en el estudio EPIC (European Prospective
Investigation into Cancer and Nutrition) de Grecia se com-
probó que una mayor adherencia a la dieta mediterránea
en general reducía en un 25% la mortalidad global, un
34% la mortalidad cardiovascular y un 24% la mortalidad
por cáncer. Sin embargo, en este estudio no se halló ningu-
na relación entre el consumo de un determinado alimento
y la reducción de la mortalidad.
No obstante, para poder realizar recomendaciones
a la población se precisan estudios que aporten la mejor
evidencia científica disponible, y ésta sólo se logra con los
estudios de intervención con distribución aleatoria de los
participantes. Hasta el momento, muy pocos estudios han
analizado la eficacia de una intervención con una alimen-
tación de tipo mediterráneo; entre ellos merece destacar-
se la notable eficacia preventiva de enfermedad y muerte
coronaria del grupo asignado a dieta mediterránea en el
Lyon Diet Heart Study. También se ha sugerido la eficacia
de esta dieta en la prevención del cáncer. De los estudios
que se están realizando en la actualidad, únicamente el
PREDIMED pretende evaluar la eficacia de una dieta me-
diterránea tradicional suplementada con aceite de oliva
virgen (1 L/semana) o frutos secos (nueces, 15 g/día; ave-
llanas, 7,5 g/día; y almendras, 7,5 g/día) en la prevención
primaria de la enfermedad cardiovascular en pacientes
con alto riesgo vascular.
Otros estudios han evaluado los efectos de una
dieta mediterránea o alguno de sus componentes sobre
diferentes factores de riesgo vascular. De este modo, se
ha observado que la dieta mediterránea reduce las cifras
de presión arterial, mejora el perfil lipídico (aumento del
HDL-colesterol y reducción del LDL-colesterol), y dismi-
nuye las alteraciones funcionales de la pared interna de
los vasos sanguíneos (el denominado endotelio vascular).
Además, en un estudio reciente se ha comprobado que la
dieta mediterránea también reduce los marcadores de in-
flamación vascular (situaciones que alteran la regularidad
y composición de las paredes de los vasos sanguíneos) que
actualmente se considera un importante factor de riesgo
vascular. Todos estos efectos ayudan a entender mejor los
mecanismos a través de los cuales la dieta mediterránea
podría ejercer su acción protectora sobre la salud, al retra-
sar la aparición y progresión de la arteriosclerosis.
14. ¿Qué aporta el aceite de oliva a la dieta
mediterránea?
Muchos de los beneficios de la dieta mediterránea se han
atribuido a su elevado contenido en ácidos grasos mo­
noinsaturados y vitaminas. El aceite de oliva es uno de los
elementos más emblemáticos de esta dieta y sus efectos
beneficiosos se han relacionado con su alto contenido en
ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado. Por tener un
solo doble enlace, el ácido oleico es mucho más resistente
al calor que los ácidos grasos poliinsaturados de los aceites
de semillas, por lo que las frituras deberían hacerse sólo
con aceite de oliva, que además puede reutilizarse. Asi-
mismo, su utilización facilita el consumo de vegetales y
legumbres, al potenciar el sabor e incrementar la densidad
energética de estos alimentos.
Respecto a estos ácidos grasos como intervención
dietética única, no existen estudios controlados con dis-
tribución aleatoria que hayan analizado su eficacia en la
prevención primaria de enfermedades cardiovasculares u
otras patologías crónicas prevalentes. Sin embargo, exis-
ten suficientes evidencias de que las dietas con un con-
tenido relativamente alto en grasa total, a base de ácidos
grasos monoinsaturados (con la dieta mediterránea como
paradigma), son tanto o más beneficiosas para la salud car-
diovascular que la tradicional dieta prudente, alta en carbo-
hidratos y baja en grasa total y saturada. La prestigiosa US
Food and Drug Administration emitió recientemente un
documento en el que reconocía el posible efecto cardio-
protector del aceite de oliva.
Finalmente, hay evidencias limitadas de que las dietas
altas en ácidos grasos monoinsaturados a base de aceite
de oliva tengan efectos saludables sobre la presión arterial,
la hemostasia, la activación endotelial, la inflamación y la
termogénesis. Por ello, la Sociedad Española de Arterios-
clerosis considera deseable un consumo de grasa total de
hasta el treinta y cinco por ciento de calorías, siempre que
el ácido oleico constituya al menos la mitad de la energía
derivada de la grasa.
La dieta saludable
LIBRO DE LA SALUD
88
15. ¿Cuáles son los efectos beneficiosos del
consumo moderado de vino?
Actualmente nadie duda que el consumo excesivo de
bebidas alcohólicas sea perjudicial para la salud y res-
ponsable de un gran número de enfermedades médicas,
sin olvidar los graves problemas laborales y sociales que
ocasiona. No obstante, en las dos últimas décadas, nu-
merosos estudios epidemiológicos realizados en países
de varios continentes han coincidido en señalar que la
relación entre consumo de alcohol y mortalidad global,
y especialmente mortalidad cardiovascular, sigue una
curva con forma de J o U, respectivamente. Como el
riesgo relativo de muerte resulta ser menor en los con-
sumidores moderados de alcohol que en los abstemios,
se ha sugerido que el consumo moderado de bebidas
alcohólicas tendría un efecto protector sobre el sistema
­cardiovascular. De hecho, en un análisis reciente se ha
calculado una reducción del 20% en el riesgo de cardio-
patía coronaria cuando el consumo es de 10 a 20 gramos
de alcohol al día, es decir, entre uno y dos vasos de vino
al día. Sin embargo, las recomendaciones más recientes
aconsejan el consumo de entre uno y tres vasos de vino
al día a los hombres y entre uno y uno y medio, a las mu-
jeres. Esta reducción de riesgo cardiovascular con el con-
sumo moderado de vino se ha observado en una amplia
variedad de poblaciones de enfermos, como diabéticos,
hipertensos y pacientes que han sufrido un infarto de
miocardio, y se atribuye a un incremento del colesterol li-
gado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL), y a otras
alteraciones bioquímicas beneficiosas.
También se ha observado que el consumo mode-
rado de alcohol reduce el riesgo de otras complicaciones
vasculares como los accidentes vasculares cerebrales o
la arteriosclerosis, e incluso se ha asociado a una menor
incidencia de diabetes tipo 2 y una reducción de casi un
cincuenta por ciento en el riesgo de desarrollar una insu-
ficiencia cardíaca. Queda, no obstante, por determinar si
existe realmente alguna diferencia en los efectos de los di-
ferentes tipos de bebidas alcohólicas.
En muchos estudios, como algunos de los referidos,
no se ha hallado ninguna relación entre los efectos obser-
vados y el tipo de bebida consumida, por lo que los efectos
beneficiosos del consumo moderado de bebidas alcohó-
licas se atribuyen al etanol per se. En otros estudios se ha
observado que el vino tinto podría tener efectos beneficio-
sos adicionales sobre el sistema cardiovascular, que se han
atribuido principalmente a su contenido en polifenoles.
16. ¿Qué cantidad de frutos secos debería
consumirse cada día?
Los frutos secos son muy ricos en grasa insaturada (ácidos
grasos monoinsaturados en almendras y avellanas, y áci-
dos grasos poliinsaturados en nueces y piñones), por lo
que la sustitución isocalórica de grasa saturada por frutos
secos reduce la concentración plasmática de colesterol.
Además de contener abundante ácido linoleico (ácido gra-
so poliinsaturado de la serie n-6), las nueces y los piñones
tienen cantidades apreciables de ácido α-linolénico (ácido
graso poliinsaturado de la serie n-3), un ácido graso al que
se le supone un notable efecto contrario al desarrollo de
arteriosclerosis. Los frutos secos también son ricos en otros
componentes beneficiosos para la salud cardiovascular.
Existen evidencias de que el consumo frecuente
de nueces reduce el riesgo de enfermedad coronaria. En
el Estudio de los adventistas (Adventist Health Study), los in-
dividuos que ingerían frutos secos cinco o más veces por
semana tuvieron una reducción del 50% del riesgo de en-
fermedad coronaria en comparación con los que nunca los
consumían. En una de las publicaciones más recientes del
Estudio de las enfermeras (Nurses Health Study), las mujeres
que consumían frutos secos cinco o más veces por semana
redujeron su riesgo coronario en un 35% (y, en el caso de
las no fumadoras, en un 50%), en comparación con las que
raramente los consumían. En estos dos trabajos, los frutos
secos consumidos eran mayoritariamente nueces, pero en
otros estudios también se han observado efectos protecto-
res con los cacahuetes, almendras y otros frutos secos.
Por su alto valor calórico existe preocupación por
que el consumo de frutos secos provoque un aumento del
peso corporal. Sin embargo, en estudios preliminares se ha
comprobado que su incorporación a la dieta en cantidades
de hasta 50 g diarios no incrementa el peso, tanto por tener
un efecto saciante como por inducir una discreta falta de
absorción de la grasa.
El efecto cardioprotector de los frutos secos (espe-
cialmente nueces y almendras) parece deberse, al menos en
parte, a la reducción de la colesterolemia. En estudios como
el PREDIMED se aconseja el consumo de 15 g al día de nue-
ces, 7,5 g al día de avellanas y 7,5 g al día de almendras.
17. ¿Qué otros alimentos debería incluir una dieta
saludable?
Otra característica de la dieta mediterránea es la abundan-
cia de alimentos vegetales, cereales en forma de pan, ver-
duras, legumbres y frutas frescas. Numerosas evidencias
89
señalan que un alto consumo de productos vegetales es
beneficioso para la salud porque la alta ingesta de fibra se
asocia a una reducción del riesgo coronario y de cáncer;
porque una alimentación deficiente en ácido fólico o an-
tioxidantes (abundantes en los vegetales) puede dar lugar
a defectos en la maduración del sistema nervioso del feto
o al desarrollo de catarata en los adultos; y porque la inges-
ta de potasio, muy abundante en los productos vegetales,
reduce la presión arterial y se asocia a una reducción del
riesgo de accidente vascular cerebral.
También merece remarcarse que los productos ve-
getales tienen una baja densidad energética al ser alimen-
tos prácticamente carentes de grasa (excepto los frutos
secos, algunas frutas tropicales y las aceitunas). El consumo
diario de productos vegetales se asocia a una menor ingesta
de grasa y contribuye a frenar el desarrollo de la obesidad,
la epidemia de este siglo. Por otra parte, se dispone de evi-
dencias científicas que demuestran los efectos beneficiosos
específicos de los diversos componentes de los productos
vegetales, como carbohidratos complejos y fibra, vitaminas
antioxidantes, ácido fólico y esteroles vegetales.
Por todo ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación, siguiendo las directrices de la OMS y la Orga-
nización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones
Unidas (FAO), puso en marcha una campaña denominada
«5 al día», para promover el consumo de al menos cinco
raciones de frutas y verduras, con la que se pretendía au-
mentar este consumo, especialmente en los más jóvenes.
18. ¿Qué papel desempeñan los carbohidratos y la
fibra alimentaria en la dieta?
Los productos vegetales son la principal fuente de car-
bohidratos de la dieta. Se distinguen dos tipos: a) los
simples o azúcares, de absorción rápida, que se hallan
en el azúcar de mesa (sacarosa), la leche (lactosa) y las
frutas (fructosa), pero también en los productos de bo-
llería, pasteles, bombones, caramelos y bebidas edulco-
radas; y b) complejos o almidones, de absorción lenta,
contenidos en distintas proporciones en los vegetales
naturales y con frecuencia asociados a polímeros indige-
ribles (fibra alimentaria). Esta distinción resulta de gran
importancia para la salud, porque cuando la grasa de la
dieta se sustituye por carbohidratos simples, se induce la
síntesis de triglicéridos y la secreción de insulina, hechos
que favorecen el desarrollo de obesidad, resistencia a la
insulina y diabetes en personas predispuestas. En cam-
bio, si las grasas se sustituyen por carbohidratos comple-
jos, mejora tanto el perfil lipídico como el metabolismo
de la glucosa.
La fibra alimentaria es un componente principal
de una alimentación rica en productos vegetales, y tiene
gran importancia en la función digestiva, el metabolis-
mo del colesterol y sobre la salud en general. Existen dos
tipos de fibra: la fibra insoluble, como la celulosa, hemi-
celulosas y lignina, abundante en los cereales, y la fibra
soluble, como las gomas, mucílagos y pectinas, contenida
en las legumbres, frutas y verduras. Sólo la fibra soluble
reduce las cifras de colesterol, al secuestrar los ácidos bi-
liares en el intestino y promover su eliminación fecal, lo
que comporta una menor absorción del colesterol de la
dieta. La fibra dietética también influye favorablemente
sobre el control del azúcar en sangre (glucemia) y las ci-
fras de presión arterial. Finalmente, existen numerosas
evidencias epidemiológicas que señalan una relación in-
versa entre el consumo de fibra y la incidencia de varios
tipos de cáncer.
19. ¿Qué vitaminas contiene la dieta mediterránea
tradicional?
Las frutas y verduras son una fuente importante de vita-
minas antioxidantes como α-tocoferol (vitamina E), β-ca-
roteno (precursor de la vitamina A) y vitamina C, aparte de
otras sustancias fitoquímicas con potente efecto antioxi-
dante como los compuestos fenólicos. Varios estudios han
demostrado que una ingesta elevada de vitamina E prote-
ge frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares,
pero las evidencias son menos claras en el caso de la vita-
mina C y el β-caroteno.
Los flavonoides son otras sustancias con propie-
dades antioxidantes contenidas en los productos vege-
tales. Algunos estudios practicados en países del norte
de Europa han indicado que los flavonoides contenidos
en manzanas, cebollas, bayas y té reducen el riesgo de
muerte cardiovascular. Asimismo, una revisión sistemá­
tica ha señalado que los alimentos vegetales naturales, es
decir, no elaborados, con mayor capacidad antioxidante
son las bayas silvestres (fresas, frambuesas y arándanos)
y las nueces.
Las hierbas aromáticas y especias típicas de tantas
recetas mediterráneas, como el perejil, laurel, tomillo, pi-
mentón y orégano, también contienen abundantes com-
puestos fitoquímicos con potentes efectos antioxidantes
y presuntamente protectores del desarrollo de arterioscle­
rosis, cáncer, y otras enfermedades crónicas.
La dieta saludable
LIBRO DE LA SALUD
90
20. ¿Debería aconsejarse la administración de
suplementos de ácido fólico en pacientes con alto
riesgo vascular?
Los cereales, cítricos y verduras de color verde oscuro
son importantes fuentes dietéticas de ácido fólico, una
vitamina del grupo B cuyo consumo deficiente en la mu-
jer embarazada se asocia a una elevada incidencia de
defectos neurológicos en el feto. Además, un consumo
deficiente en el adulto se acompaña de concentraciones
plasmáticas elevadas de homocisteína, junto a un riesgo
aumentado de aterosclerosis y trombosis. Actualmente
se recomienda un consumo elevado de ácido fólico en
los pacientes con alto riesgo vascular en forma de una
dieta rica en cereales, frutas o verduras, o con suplemen-
tos farmacéuticos.
21. ¿Qué efectos tienen los componentes
minoritarios de la dieta mediterránea?
Además de vitaminas y minerales, los productos ve-
getales contienen otros micronutrientes beneficiosos
para la salud, como los fitosteroles, flavonoides y los
compuestos sulfurados. Todos ellos se denominan
componentes minoritarios. Los fitosteroles se hallan en
aceites vegetales, semillas, frutos secos y algunas ver-
duras y frutas. Estos compuestos inhiben la absorción
intestinal de colesterol, lo que conlleva una disminu-
ción de la concentración en sangre de colesterol total
y de las lipoproteínas de baja densidad en un 10% y un
13%, respectivamente. Los flavonoides de la dieta tam-
bién tienen interesantes efectos antiarterioscleróticos
y anticancerígenos.
22. Muchas personas no consumen ajo por el
mal aliento que produce. ¿Hasta qué punto debe
recomendarse el consumo de ajo y cebolla?
El consumo de ciertos alimentos enteros también pare-
ce tener un efecto protector frente al desarrollo de en-
fermedades cardiovasculares o cáncer, independiente-
mente del resto de macro- o micronutrientes de la dieta
habitual. Los vegetales del género Allium, como el ajo,
la cebolla y los puerros, contienen flavonoides, saponi-
nas y compuestos organosulfurados con propiedades
antioxidantes y anticarcinógenas. Así, se ha señalado
que la ingesta de cebolla protege del cáncer gástrico.
Un diente de ajo al día también reduce el riesgo de en-
fermedades cardiovasculares y de aparición de diversos
tumores malignos.
23. ¿Debe aconsejarse el consumo de pescado y
marisco?
El consumo de pescado es otro de los hábitos dietéticos
que más diferencian la dieta mediterránea de la anglosajona.
Varios estudios epidemiológicos sugieren que el consumo
de pescado se relaciona de un modo inverso con el ries-
go de enfermedad coronaria y sobre todo con el riesgo de
muerte de causa cardiovascular, súbita o no.
Este efecto protector del pescado se atribuye a su
elevado contenido en ácidos grasos poliinsaturados de la
serie n-3 (ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico),
que tienen acciones antiagregantes plaquetarias, antiarrít-
micas, vasodilatadoras y de reducción de la síntesis hepática
de triglicéridos, lo que se manifiesta en efectos antitrombó-
ticos (reducen el riesgo de desarrollar trombos en los vasos
sanguíneos), hipotensores y de reducción de los triglicéri-
dos. Por otra parte, la espina de pescado es muy rica en cal-
cio y su consumo (cuando se comen peces pequeños ente-
ros como sardinas, pescadilla, etc.) proporciona el calcio que
no abunda tanto en la dieta mediterránea tradicional por el
bajo consumo de lácteos.
El marisco contiene ácidos grasos n-3, pero tam-
bién cantidades importantes de colesterol, por lo que se
habían planteado dudas sobre su bondad para la salud
cardiovascular. No obstante, como el marisco contiene
también esteroles marinos que, de modo similar a los este-
roles vegetales, compiten con el colesterol en su absorción
intestinal, la influencia final o neta de su consumo sobre la
concentración plasmática de colesterol no es desfavorable.
Por ello no es necesario prohibir el consumo moderado de
marisco en personas con alto riesgo vascular.
Actualmente, se recomienda consumir pescado
tres o más veces por semana. De hecho, los estudios epi-
demiológicos sugieren que no hay que consumir grandes
cantidades, sino una media de 30-35 g al día, para lograr
una cierta protección cardiovascular. Otro dato intere-
sante es el contenido en ácidos grasos n-3, que varía se-
gún la especie de pescado. El pescado azul, como la sar-
dina, atún, caballa y salmón, contiene mayor cantidad de
grasa y, por tanto, de ácidos grasos n-3 que el pescado
blanco (merluza, pescadilla, lenguado). Debería recomen-
darse, pues, ingerir pescado azul con mayor frecuencia.
24. ¿Cuál es el papel de carnes y lácteos en la dieta
mediterránea?
La dieta mediterránea tradicional contenía pocas carnes rojas,
queseutilizabanengeneralcomocondimentoopicadillopara
91
La dieta saludable
rol de la dieta. Cuando hay cantidades excesivas de colesterol en
sangre, éste puede depositarse en las arterias para formar placas
de ateroma.
Dieta mediterránea: término que se comenzó a emplear a partir de
la comprobación de que en los países mediterráneos la esperanza
de vida era de las más altas del mundo y que las tasas de enferme-
dad coronaria, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades cróni-
cas eran de las más bajas, a pesar de poseer unos servicios médicos
más limitados. Se planteó que podría deberse a diferentes hábitos
alimentarios, a distinta actividad física o incluso a factores genéticos;
y se concluyó que lo que esencialmente diferenciaba a los países del
Mediterráneo de los de la Europa septentrional y Norteamérica eran
sus hábitos alimentarios, de ahí que se considerara la dietamediterrá-
nea como el factor que mejor explicaba las diferencias de mortalidad
total, y especialmente de mortalidad coronaria, entre estos países.
Nutrigenómica: nueva ciencia que trata de combinar genética y
nutrición. Los expertos tienen claro que los nutrientes interaccionan
con los genes y que algunos alimentos tienen un efecto protector en
determinadas personas, mientras que en otras pueden llegar a pro-
vocar enfermedades. Es posible que en un futuro no muy lejano, las
intervenciones dietéticas sean totalmente individualizadas, ya que
tendrán en cuenta el genotipo de cada persona.
Bibliografía
Consumaseguridad.com. Diario de la Seguridad Alimentaria. http://
www.consumaseguridad.com.
Fundación Nucis (Salud y Frutos Secos). http://www.nucis.org.
Fundación Patrimonio Cultural Olivarero. http://www.pco.es.
Predimed. Prevención con Dieta mediterránea. http://www.predimed.org.
Sabor Mediterráneo. Revista digital de gastronomía mediterránea.
http://www.sabormediterraneo.com/salud/dietamediterranea.htm.
darsaborapotajesymenestras,asícomopocoslácteosfrescos
(lecheymantequilla),porloqueeramuybajaengrasasaturada
y colesterol. Como los productos lácteos son la fuente princi-
pal de calcio y vitamina D en la dieta, se había planteado si la
relativamente baja ingesta de calcio en la dieta mediterránea
aumentaría la frecuencia de osteoporosis. Sin embargo, la tasa
defracturasóseasenlapoblaciónmediterráneanoesdiferente
deladelosanglosajones,talvezporquelapoblaciónpuedead-
quirircalciodeotrasfuentes(pescadoyfrutossecos),ytambién
porquelamayorexposiciónalsolmejoralatasadeformasacti-
vasdevitaminaD(queprevieneladebilidaddeloshuesos).
Más recientemente, la contribución de los ácidos
grasos saturados a la ingesta total de energía en España su-
pera en mucho el 10% en todas las encuestas de grupos de
población. A ello contribuye no sólo un importante aumen-
to del consumo de carnes y lácteos, sino también la amplia
disponibilidad de alimentos transformados que contienen
grasa animal o aceites saturados de origen tropical (patatas
chips, productos de bollería, etc.). La recomendación dieté-
tica más importante para evitar enfermedades cardiovascu-
lares (y también muchos tipos de cáncer), es precisamente
volver a la proporción de menos del 10% de las calorías pro-
cedentes de los ácidos grasos saturados, evitando el consu-
mo excesivo de este tipo de alimentos.
Glosario
Colesterol: uno de los principales componentes de la dieta, in-
cluido dentro del grupo de las grasas. Existen varios tipos, clasi-
ficados según su densidad. Todas las células sintetizan colesterol
y el organismo lo adquiere por absorción intestinal del coleste-
• En el momento actual, se considera que la dieta más
equilibrada y saludable es la mediterránea, debido a que
los resultados de numerosos estudios han demostrado
que actúa como factor protector contra el desarrollo de
múltiples enfermedades, como las cardiovasculares, los
distintos tipos de cáncer, las enfermedades neurodege-
nerativas e incluso contra el propio envejecimiento.
• Esta dieta se asocia con: a) un elevado consumo de cerea-
les,frutas,verduras,frutossecosylegumbres;b)elaceitede
oliva como fuente principal de la grasa; c) un consumo mo-
derado de pescado, pollo, leche y productos lácteos (espe-
cialmente en forma de queso y yogur); d) bajo consumo de
carne y productos cárnicos, y e) un alto grado de actividad
física junto con un consumo diario moderado de vino.
• LaspoblacionesdelsurdeEuropasevanapartandodeesta
dieta al adquirir hábitos cada vez más occidentalizados. La
tendencia actual en los países mediterráneos es sustituir el
aceite de oliva por otros aceites vegetales que son más ba-
ratos, el vino por otro tipo de alcohol (especialmente en la
juventud), y abandonar el consumo de frutos secos. Cabría
considerar la alimentación mediterránea clásica como una
buena medida de prevención en salud pública.
Resumen
Libro Salud
93
Capítulo 8
Los hábitos tóxicos: el alcohol
Dr. Joan Caballeria
Médico especialista en Hepatología. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Antoni Gual
Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué es el alcoholismo? ¿Y el síndrome de
dependencia del alcohol?
A lo largo de la historia, la palabra alcohólico ha estado im-
pregnada de significados peyorativos, de ahí que muchos
pacientes, y también algunos de los profesionales que los
atienden, eviten usarla. Lleva asociado un estigma social
que hace sentir culpa y vergüenza. Sin embargo, un alco-
hólico es simplemente una persona que ha perdido la li-
bertad para decidir cuánto, cuándo y cómo beber.
Tradicionalmente se ha utilizado el término alcoho-
lismo para referirse al síndrome de dependencia del alco-
hol (SDA). Sin embargo, en algunos textos se defiende que
el término alcoholismo debería emplearse un sentido más
amplio, que incluiría no sólo el SDA sino todos los proble-
mas relacionados con el consumo excesivo de alcohol, ya
que a menudo es difícil saber si se ha pasado o no la barrera
de la dependencia; y, en ocasiones, aunque no se llegue a
ésta, los trastornos que pueden ocasionar los consumos ex-
cesivos son tan graves, que merecen consideración especial
por parte de los especialistas en este campo.
En la actualidad existen dos clasificaciones diag-
nósticas que permiten definir los signos y síntomas
caracte­rísticos del SDA: la CIE-10 (Clasificación Interna-
cional de las Enfermedades. Organización Mundial de la
Salud, 1992) y el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadís-
tico de los Trastornos Mentales. Asociación de Psiquiatría
Americana, 1994). Ambos sistemas reconocen criterios
semejantes y requieren la presencia de varios de ellos
para realizar el diagnóstico. Cuantos más indicadores de
dependencia se cumplan, mayor certeza diagnóstica exis-
tirá. La presencia de tres o más de dichos criterios permite
realizar un diagnóstico de dependencia:
• Fuerte deseo o impulso irresistible de consumir
alcohol.
• Dificultad para controlar el consumo, ya sea
para iniciarlo, terminarlo o mantener un nivel
determinado.
Un alcohólico es una persona que ha perdido la libertad para decidir
cuánto, cuándo y cómo beber.
LIBRO DE LA SALUD
94
• Síntomas orgánicos del síndrome de abstinencia
específico cuando se reduce o cesa el consumo (o
uso de sustancias semejantes para aliviarlo).
• Tolerancia (necesidad de cantidades cada vez ma-
yores para conseguir los efectos deseados).
• Abandono progresivo de otras fuentes de placer
y diversión, o gran cantidad de tiempo ocupado
en conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse
de sus efectos.
• Persistencia en el consumo a pesar de conocer el
perjuicio que ocasiona.
Aunque se habla de alcoholismo en general, en
realidad existen muchos tipos, porque en cada persona los
síntomas de la dependencia pueden manifestarse de dife-
rentes maneras. Algunos alcohólicos pueden estar varios
días, o incluso semanas o meses, sin beber, pero cuando
empiezan a hacerlo pierden rápidamente el control y no
pueden detenerse hasta que están totalmente intoxica-
dos. Éste sería el caso del alcoholismo de fin de semana o
modelo anglosajón de abuso de alcohol. Otros alcohólicos
consumen diariamente grandes cantidades de alcohol sin
mostrar síntomas de borrachera porque tienen una eleva-
da tolerancia a los efectos de intoxicación del alcohol.Tam-
bién hay alcohólicos que beben nada más levantarse por
la mañana para evitar el síndrome de abstinencia causado
por el descenso en la alcoholemia que se produce al pasar
toda la noche sin beber.
2. ¿Cómo se calcula el consumo de alcohol?
Para estimar la cantidad de alcohol que una persona con-
sume habitualmente, se deben tener en cuenta tanto el
número de bebidas consumidas cada día de la semana,
durante una semana típica, como la graduación de esas
­bebidas. Por lo general, el cálculo semanal es más fiable
que el diario ya que, según las costumbres actuales, el con-
sumo de alcohol suele aumentar considerablemente du-
rante el fin de semana.
Para facilitar los cálculos conviene utilizar el con-
cepto de unidad de bebida estándar (UBE), que equivale a
una consumición típica de cerveza (200 mL) o vino (100 mL)
y corresponde aproximadamente a 10 gramos de alcohol
puro. Una consumición típica de destilados (50 mL) equi-
valdría a dos UBE (véase figura 1).
3. ¿Qué se entiende por bebedor de riesgo?
Estadísticamente, el riesgo de problemas se incrementa de
forma progresiva al ir aumentando el consumo de alcohol,
aunque se considera que ese riesgo empieza a ser signifi-
cativo por encima de los límites indicados en la tabla 1:
Sin embargo, el consumo de riesgo no se define
sólo por la cantidad. Se considera arriesgada aquella for-
ma de consumo de alcohol que, por su cantidad, patrón
o circunstancia, aumenta considerablemente la probabi-
lidad de producir consecuencias negativas en la persona
o en su entorno. En otras palabras, aquel consumo que
pone en peligro la salud física, psicológica o social, a cor-
to o largo plazo. Según esta definición, existirían al menos
dos formas de arriesgarse con el alcohol: la intoxicación
aguda (abuso puntual), con consecuencias peligrosas
para la salud a corto plazo (mareo, lagunas de memoria,
accidentes, peleas, embarazos no deseados, enfermeda-
des de transmisión sexual, coma etílico...) y el consumo
habitual, que consistiría en un patrón regular de con-
sumos excesivos que pone en riesgo la salud a medio y
largo plazo.
Además de sobrepasar las cantidades indicadas
en la tabla, se considera consumo de riesgo beber cual-
quier cantidad de alcohol en alguna de las siguientes si-
tuaciones:
• Antes de que el organismo haya terminado su de-
sarrollo (hacia los 18 años).
TABLA 1. Consumo de alcohol: cantidades máximas
indicadas
Consumo
diario
Consumo
semanal
Consumo
ocasional
Hombres ≤ 4 UBE ≤ 28 UBE ≤ 5 UBE
Mujeres ≤ 2-3 UBE ≤ 17 UBE ≤ 4 UBE
Figura 1. Unidad de bebida estándar
una uBE equivale a 10 g de alcohol puro
una copa de vino,
cava o cerveza.
un carajillo o un chupito
1 uBE
una copa de brandy
o licor. un whisky.
un combinado (cubata)
2 uBE
95
• Cuando una mujer está embarazada (el alcohol
puede producir daños irreversibles en el feto,
como el síndrome de alcoholización fetal).
• Cuando se tiene que conducir un vehículo (bici-
cleta, moto, coche…), practicar deporte (esquí,
surf, submarinismo, escalada...) o trabajar con
máquinas u objetos peligrosos (sierras, cuchi-
llos, bisturíes...) o en circunstancias peligrosas
(un albañil en el andamio, un pescador en el
mar...).
• Cuando se están tomando medicamentos que
­interaccionan con el alcohol.
• Si se han tomado otras drogas, ya que los efec-
tos pueden potenciarse o enmascararse (por
ejemplo, si se comsume alcohol con un esti-
mulante puede dar la falsa impresión de estar
menos borracho).
• Cuando se sufren enfermedades como diabetes,
hepatitis, depresión, epilepsia u otras que pue-
den agravarse si se consume alcohol.
4. ¿Cuál es el consumo de alcohol en España?
En España se beben alrededor de diez litros de alcohol
puro por habitante y año (incluyendo exclusivamente la
población mayor de 15 años). Diez litros de alcohol puro
equivalen a 200 litros de cerveza de 5 grados o a 90 litros
de vino de 11 grados.
Estos niveles de consumo se mantienen relativa-
mente estables desde finales de los años ochenta y son
sensiblemente inferiores a los registrados en los años se-
senta, cuando se situaban por encima de los 14 litros por
habitante y año.
No obstante, en los últimos años se han observado
cambios notables en los patrones de consumo de la socie-
dad. Entre ellos podemos citar los siguientes:
• Mayor tendencia a consumir los fines de semana y
en momentos de ocio.
• Disminución de los consumos cotidianos coinci-
diendo con las comidas.
• Reducción del consumo de vino y aumento del de
cerveza.
• Desaparición de las diferencias entre hombres y
mujeres. Entre los jóvenes, unos y otras beben
con la misma frecuencia.
• Mayor tendencia a presentar intoxicaciones
agudas.
5. ¿Cuál es el porcentaje de bebedores excesivos
en España?
El consumo de alcohol está muy generalizado en las cul-
turas mediterráneas. Las estadísticas más recientes mues-
tran que alrededor del 50% de la población admite haber
bebido en el curso del último fin de semana y que el 16%
de los españoles son bebedores de riesgo. Asimismo, el
21% de los españoles admite haberse embriagado en los
últimos 12 meses. Un dato preocupante lo constituye el
hecho de que uno de cada tres jóvenes entre 14 y 18 años
admite haberse emborrachado en el curso del último
mes. Dicho porcentaje constituye un incremento notable
en relación con los últimos años (35% en 2004, frente a
19% en 2002).
6. ¿Qué consecuencias socioeconómicas tiene la
dependencia del alcohol?
En 1998 se estimó que los costes del alcoholismo en
España equivalían al presupuesto sanitario de la comuni-
dad autónoma catalana. Datos europeos sitúan los costes
tangibles del alcohol en 125 billones de euros.Y se calcula-
ron los costes intangibles en 270 billones de euros para el
año 2003. En la figura 2 se puede observar la distribución
de dichos costes.
Convieneseñalaraquíqueaunqueelalcoholgenera
importantes ingresos a las arcas del Estado a través de los
impuestos, dichos ingresos son netamente inferiores a los
costes que el consumo de bebidas alcohólicas comporta
para la sociedad. En concreto, en el ámbito europeo los
ingresos por impuestos a bebidas alcohólicas superaron
los 25 billones de euros, frente a los 125 billones de euros
en los costes tangibles antes citados.
Los hábitos tóxicos: el alcohol
Figura 2. Consecuencias socioeconómicas en el
presupuesto sanitario. Distribución de
los costes tangibles del alcohol
Accidentabilidad
(8%)
Gasto sanitario
(14%)
Tratamiento
(4%)
Mortalidad
(29%)
Absentismo
(7%)
Desempleo
(11%)
Gasto en
seguridad
ciudadana
(12%)
Criminalidad
(15%)
LIBRO DE LA SALUD
96
7. ¿Existen grupos de población especialmente
susceptibles a los efectos nocivos del alcohol?
Las mujeres tienen una mayor sensibilidad al alcohol. Su
menor capacidad para metabolizar el alcohol en el estó-
mago hace que con idénticos consumos presenten nive-
les de alcohol en sangre (alcoholemia) superiores a los
varones, lo cual comporta mayores riesgos para su salud.
Asimismo, se ha observado que los hijos de pacientes alco-
hólicos tienen un mayor riesgo de desarrollar dependen-
cia alcohólica. Dicho riesgo no comporta en ningún caso la
certeza de desarrollar la enfermedad, sino que implica una
mayor probabilidad de adquirir la dependencia, en caso de
que el interesado realice consumos alcohólicos.
8. ¿El alcohol tiene efectos beneficiosos?
Tradicionalmente, en países como España, el alcohol ha
sido considerado un componente más de la dieta medi-
terránea y, por tanto, una fuente de calorías. Estudios
­epidemiológicos recientes sugieren que la ingesta de un
vaso de vino en las comidas podría tener efectos beneficio-
sos al reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Enningúncasodichosestudiospermitenrecomendar
el consumo de alcohol a los no bebedores.
9. ¿Debe aconsejarse el consumo moderado de
alcohol?
Aun admitiendo que el consumo moderado de alcohol no
es dañino, e incluso que puede tener un efecto beneficioso,
dado que España es uno de los países donde el consumo
de alcohol es más elevado y donde existe un 16% de bebe-
dores de riesgo, no parece lógico estimular el consumo
de alcohol, sino que las campañas deben centrarse en la
prevención del alcoholismo. Por otra parte, si bien el con-
sumo moderado de alcohol podría aconsejarse a determi-
nados grupos de población, existen otros grupos como los
jóvenes, las mujeres embarazadas, los enfermos crónicos,
etc., para quienes las campañas que aconsejan el consumo
podrían ser claramente contraproducentes.
10. ¿Cómo se metaboliza el alcohol?
El alcohol, una vez ingerido, es rápidamente absorbido en el
estómago y el intestino delgado y pasa a la circulación san-
guínea. El alcohol absorbido llega al hígado, donde el 95%
es metabolizado. Solamente una pequeña parte es elimi-
nada por el riñón y el pulmón. También existe una pequeña
cantidad del alcohol que no pasa a la circulación, sino que
es metabolizada en el estómago. Este fenómeno se conoce
Cambios en el hígado inducidos por el alcohol. A: hígado normal.
B: esteatosis hepática. C: hepatitis alcohólica aguda. D: cirrosis
hepática.
A
B
C
D
97
como metabolismo de primer paso del alcohol, y está dismi-
nuido o es inexistente en diferentes grupos de población
como las mujeres, las personas de edad avanzada, los alco-
hólicos crónicos o los individuos a los que se ha practicado
una resección del estómago. También hay medicamentos
que disminuyen el metabolismo de primer paso.
En el hígado, el alcohol sufre dos procesos oxida-
tivos, mediante los cuales se convierte primero en acetal-
dehído, que es en realidad la sustancia tóxica, y posterior-
mente en acetato. La oxidación del alcohol produce una
serie de cambios estructurales y funcionales en las células
del hígado que son los responsables del daño hepático.
11. ¿Qué órganos se ven afectados por el consumo
excesivo de alcohol?
El consumo excesivo de alcohol puede afectar práctica-
mente a todos los órganos y sistemas del cuerpo, bien sea
a través de un efecto tóxico directo o bien debido a la mal-
nutrición que suele asociarse. Los órganos que se ven más
afectados por el consumo excesivo de alcohol son el apa-
rato digestivo, el hígado, el páncreas, el sistema nervioso,
tanto central como periférico y, en menor medida, el cora-
zón, los sistemas muscular y esquelético y las diferentes
células de la sangre.
12. ¿Hay diferencias entre el patrón de bebida y/o
el tipo de bebida y el daño orgánico?
La posible influencia del patrón de bebida o del tipo de
bebida sobre el daño producido por el alcohol ha sido
motivo de muchos estudios con resultados contradicto-
rios, y aún hoy en día es un tema controvertido. En general,
se tiende a creer que el consumo intermitente y abusivo
comporta mayores alteraciones conductuales y psiquiá-
tricas, mientras que el abuso continuado conlleva mayor
riesgo de patologías orgánicas.
13. ¿Cuáles son las lesiones del aparato digestivo
producidas por el alcohol?
El alcohol puede producir lesiones en todo el aparato diges-
tivo, que se traducen en alteraciones, tanto estructurales
como funcionales, de la mucosa. Sin embargo, las lesiones
más importantes se producen en el esófago y estómago, que
es donde la concentración de alcohol después de la ingesta
es más alta. En el esófago se produce una disminución de
la motilidad y de la presión de los esfínteres que da lugar a
reflujogastroesofágico,esofagitisyúlceras.Comoconsecuen-
cia de las náuseas y ­vómitos de repetición pueden ­producirse
ulceraciones del esófago que son causa de hemorragia. En
el estómago también se producen cambios en la motilidad
que alteran el vaciamiento gástrico y gastritis, tanto aguda
como crónica. La gastritis aguda es muy frecuente después
de una ingesta muy importante de alcohol y puede causar
una hemorragia. En el intestino, el alcohol produce cambios
en la mucosa que dan lugar a diarrea y una mala absorción
de diferentes nutrientes, por lo que es una de las causas de la
malnutrición de los alcohólicos crónicos.
La afectación del páncreas es, después de la hepá-
tica, la patología digestiva más frecuente relacionada con
el alcohol. Puede presentarse en forma de pancreatitis
aguda, recidivante o crónica. Para que aparezca, el período
de consumo excesivo de alcohol debe ser de 10 a 15 años.
La pancreatitis aguda presenta desde manifestaciones
leves hasta una elevada mortalidad, y se caracteriza por
dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, fiebre y altera-
ciones analíticas importantes.
La pancreatitis crónica se caracteriza por dolor
intenso que puede estar desencadenado por la ingesta de
alcohol, pérdida de grasa por las heces y diabetes.
14. ¿Cuáles son las enfermedades hepáticas
producidas por el alcohol?
Las enfermedades hepáticas producidas por el alcohol
son, de menor a mayor gravedad, la esteatosis hepática, la
hepatitis alcohólica y la cirrosis. Estas enfermedades pueden
presentarse de manera aislada, pero es muy frecuente que
coexistan varias lesiones. Las manifestaciones clínicas de
estas enfermedades son muy variables, por lo que el diag-
nóstico debe efectuarse mediante una biopsia hepática.
La esteatosis es casi constante en los pacientes con
un consumo excesivo de alcohol y consiste en un depósito
de grasa en las células del hígado. Suele ser asintomática y
revierte a las pocas semanas de interrumpir la ingesta de
alcohol.
La hepatitis alcohólica es la lesión hepática más
característica producida por el alcohol, y consiste en focos
de inflamación y necrosis de las células del hígado, un
grado variable de infiltración grasa y fibrosis y, en muchos
casos, una cirrosis. Las manifestaciones clínicas son muy
variables, desde formas asintomáticas hasta muy graves,
con ictericia intensa, ascitis, infecciones y pruebas hepá-
ticas muy alteradas. Estas formas se acompañan de una
mortalidad muy elevada que oscila entre el 15% y el 40%
en el primer mes después del diagnóstico. El pronóstico a
largo plazo depende de la abstinencia de alcohol, aunque
Los hábitos tóxicos: el alcohol
LIBRO DE LA SALUD
98
también influyen el sexo y la gravedad de las lesiones en el
momento del diagnóstico.
La cirrosis hepática comporta a lo largo de su evo-
lución una serie de complicaciones como ictericia, ascitis,
hemorragia digestiva por rotura de varices esofágicas,
encefalopatía hepática e infecciones graves. Esta enferme-
dad no tiene un tratamiento específico y deben tratarse
las complicaciones. El pronóstico depende también de la
abstinencia, ya que en los pacientes abstinentes la cirrosis
puede permanecer compensada durante años y las prue-
bas de función hepática normalizarse por completo.
15. ¿Cuál es el consumo de alcohol necesario para
desarrollar una cirrosis hepática?
Existe un acuerdo general en que el desarrollo de cirrosis se
correlaciona con la magnitud y la duración de la ingesta de
alcohol.Existenevidenciasquesugierenqueelriesgoaumenta
a partir de un consumo de 60-80 g/día (seis a ocho unidades
debebida)enlosvaronesyde20-40g/día(dosacuatrounida-
des de bebida) en las mujeres, durante un período prolon-
gado de tiempo, en general superior a los 20 años.
16. ¿Qué otros factores influyen en el daño
hepático producido por el alcohol?
En la actualidad no existe ninguna duda de que el alcohol
es un tóxico hepático directo. Sin embargo, sólo una parte
de los alcohólicos crónicos desarrollan lesiones hepáticas
y de ellos únicamente de un 20% a un 30% evolucionan
a la cirrosis. Esto hace suponer que existen otros factores
que pueden contribuir al efecto nocivo del alcohol sobre
el hígado. Es bien conocido que las mujeres desarrollan
lesiones más graves con una menor cantidad y una dura-
ción inferior de la ingesta que los varones, lo que puede
deberse a diferencias en el contenido de agua corporal
que determinarían un menor volumen de distribución del
alcohol en las mujeres —y, por tanto, una mayor concen-
tración sanguínea y hepática—. Esta mayor concentración
del alcohol en la sangre de las mujeres también puede
deberse a una menor oxidación gástrica del alcohol, ya
que la actividad de la alcohol-deshidrogenasa gástrica es
menor en las mujeres.
La asociación entre el consumo de alcohol y la infec-
ción por el virus de la hepatitis C puede favorecer la apari-
ción de lesiones hepáticas, de manera que en los alcohóli-
cos crónicos con lesiones hepáticas se ha observado una
mayor prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C
en relación directa con la gravedad de las lesiones.
17. ¿Cuál es la mortalidad por cirrosis alcohólica?
La cirrosis hepática es una de las principales causas de
muerte en la mayor parte de los países occidentales, espe-
cialmente entre los individuos del sexo masculino y en la
edad media de la vida. En España, al igual que en el resto de
países,lamortalidadporcirrosisaumentóprogresivamente
hasta el inicio de la década de los ochenta, para descender
paulatinamente al igual que el consumo de alcohol y esta-
bilizarse en los últimos años. En 1980 la mortalidad era de
32,1 casos por 100.000 varones y de 11 casos por 100.000
mujeres, pasando, según los últimos datos, a 28,9 y 11,9
casos por 100.000 varones y mujeres, respectivamente. La
muerte por cirrosis representa aproximadamente la mitad
de los fallecimientos relacionados con el alcohol.
18. ¿Es la cirrosis hepática alcohólica una
indicación de trasplante hepático?
El trasplante hepático es un tratamiento para las enferme-
dades terminales del hígado que se ha generalizado en los
últimos veinte años gracias a la mejora de la técnica quirúr-
gicayalaaparicióndemedicamentoseficacesparaevitarel
rechazodelórganotrasplantado.Durantemuchotiempola
inclusión de la cirrosis alcohólica entre las indicaciones de
trasplante ha sido motivo de controversia. Hoy en día esta
controversia está superada y la indicación de trasplante en
lacirrosisalcohólicaavanzadaestábienestablecida,ycons-
tituye en la mayoría de los centros la segunda indicación
de trasplante después de la cirrosis por virus de la hepatitis
tipo C. La indicación de trasplante en los pacientes con una
cirrosis alcohólica debe establecerse una vez transcurrido
un período de abstinencia de al menos seis meses, siempre
que tengan conciencia clara de su dependencia del alco-
hol y un buen soporte ­sociofamiliar. Con estas premisas, la
supervivencia al año es superior al 80% y similar a la de la
cirrosis por otras causas.
19. ¿Cuáles son las consecuencias del alcohol
sobre el sistema nervioso?
Después del hígado y el aparato digestivo, el sistema ner-
vioso es el que se ve afectado con más frecuencia como
consecuencia del abuso agudo y crónico del alcohol. En
las alteraciones del sistema nervioso intervienen tanto el
efectotóxicodelalcoholcomolasdeficienciasnutricio­nales,
especialmente de vitaminas del complejo B. La polineuritis
afecta especialmente a los nervios de las extremidades
inferiores y produce dolor, hormigueos y, en los casos más
avanzados, atrofia muscular y dificultad en la marcha. En el
99
sistema nervioso central, el trastorno más característico es
el denominado síndrome de Wernicke-Korsakoff. La encefa-
lopatía deWernicke corresponde a la fase aguda y produce
alteraciones oculares, ataxia del tronco y extremidades
inferiores y confusión mental que puede llegar a estupor
y coma. Debe tratarse con la administración de tiamina. La
psicosis de Korsakoff representa la fase crónica y se carac-
teriza por amnesia anterógrada y retrógrada. Puede mejo-
rar con la administración de tiamina pero la recuperación
suele ser lenta e incompleta. La demencia alcohólica es la
consecuencia de una atrofia cerebral difusa.
20. ¿Existe una relación entre el alcohol y el cáncer?
Desde hace muchos años se ha intentado establecer una
relación entre el consumo crónico de alcohol y el cáncer.
Es evidente que existen una serie de tumores que se pre-
sentan con mayor frecuencia en los alcohólicos que en la
población general. La mayoría de los alcohólicos son tam-
bién fumadores, y la elevada incidencia de tumores en el
tracto digestivo superior, cavidad bucal, lengua, faringe y
esófago, así como en laringe y pulmón que se observa en
los alcohólicos, posiblemente está en relación con el con-
sumo de tabaco. Este efecto coadyuvante del alcohol con
otros factores también se observa en el hígado: el cáncer
de hígado suele aparecer en pacientes con una cirrosis
alcohólica y con una hepatitis por el virus C. También se ha
establecido la relación entre el alcoholismo y otro tipo de
cánceres como los de colon y recto o el cáncer de mama.
21. ¿Qué es el síndrome de abstinencia alcohólica?
Cuando un alcohólico deja de beber bruscamente puede
experimentar, aunque no siempre, el llamado síndrome
de abstinencia. Debido al fenómeno de neuroadaptación,
el organismo se acostumbra a convivir con dosis altas de
­alcohol;lasupresiónbruscadeéstascomportaalteraciones
en la neurorregulación, provocando una sobreexcitación.
En su versión menos aguda, se observan síntomas de abs-
tinencia por las mañanas en los bebedores habituales, en
forma de temblor y náuseas que se calman con la ingesta
etílica. En sus manifestaciones más agudas, el síndrome de
abstinencia se presenta en forma de convulsiones, confu-
sión que puede llegar al delírium trémens y, en caso de no
ponerse tratamiento, puede evolucionar hacia la muerte.
22. ¿Cómo se trata la dependencia alcohólica?
La dependencia alcohólica es una enfermedad que per-
mite un tratamiento biopsicosocial. Ello significa que se
deben tratar los componentes médicos, psicológicos y
sociales de la enfermedad. El tratamiento se inicia con la
desintoxi­cación, etapa corta, de unos siete días de dura-
ción, en la que se suprime el consumo de alcohol, evi-
tando la aparición del síndrome de abstinencia mediante
fármacos tranquilizantes. Una vez que el paciente ha
dejado de beber, se inicia la rehabilitación, proceso en el
que aprende a vivir bien sin beber. Ese proceso dura entre
12 y 24 meses, y en este período el paciente adquiere
conciencia de su enfermedad, aprende a prevenir recaí-
das y mejora su estilo de vida, incrementando notable-
mente su ­bienestar. Los programas de tratamiento están
orientados a la abstinencia y, por tanto, el objetivo no
es que el paciente vuelva a beber con moderación sino
que aprenda a vivir bien sin alcohol. Para ello se utilizan
tanto medicamentos que reducen el deseo de beber,
como terapias psicológicas que fortalecen la motivación.
Las terapias de grupo suelen ser el tratamiento psicoló-
gico más adecuado. Entre los medicamentos autorizados
para el tratamiento del SDA cabe señalar el disulfiram, la
cianamida cálcica, la naltrexona y el acamprosato. No es
infrecuente que en el proceso de recuperación algunos
pacientes deban ser tratados con medicación antidepre-
siva. Asimismo, existe evidencia de la efectividad de algu-
nos fármacos antiepilépticos, como el topiramato, en el
tratamiento de la dependencia alcohólica.
23. ¿Qué puede hacerse con un familiar que no
reconoce sus problemas con el alcohol?
Si un familiar cercano tiene problemas con el alcohol, pue-
den llevarse a cabo determinadas actuaciones que aumen-
tan la probabilidad de que el afectado se decida a enfren-
tarse con el problema y otras que, en cambio, tienden a
empeorar la situación. Entre las acciones que suelen ser
útiles se pueden citar las siguientes:
• Intentar mantener firmemente las costumbres y
las normas familiares habituales.
• Abordar el tema de la bebida en un momento
oportuno, sin rodeos pero con respeto. Suele ser
útil hablar después de un problema grave rela-
cionado con el alcohol, cuando el bebedor esté
sobrio, enfrentándolo suavemente con la reali-
dad. Ser concreto y centrarse en los episodios
más recientes.
• Mostrar al enfermo la preocupación derivada de
los problemas que está ocasionando el alcohol
Los hábitos tóxicos: el alcohol
LIBRO DE LA SALUD
100
en la familia, tratando de no culpabilizarle. Si es
necesario, puede reunirse a sus familiares o ami-
gos íntimos para hablar con él de su problema.
• Escuchar al enfermo es el primer paso para moti-
varle. Intentar ponerse en su lugar para poder
comprenderle mejor, pero sin quedarse sólo en la
comprensión. Mostrar interés por sus problemas
y disposición para ayudarle, pero con la condición
de que se aborde primero el tema del alcohol.
• Insistir en hacerle entender que se trata de una
enfermedad y que tiene un tratamiento eficaz.
Ofrecerse a luchar conjuntamente contra la enfer-
medad.
•Evitarsermonearle,culpabilizarleocriticarleconstan­
temente.
• Procurar animarle a buscar ayuda y a seguir un
­tratamiento adecuado. Si el afectado no desea
continuarlo, hay que pedir asesoramiento, y no
dudar en solicitar ayuda para la familia si la situa-
ción la desborda.
• Tener paciencia. La recuperación lleva tiempo. No
desesperarse si hay alguna recaída. Lo importante
es que ésta no se convierta en un hábito, ni en
una excusa para seguir bebiendo. Hoy en día la
probabilidad de éxito del tratamiento del alcoho-
lismo es muy alta.
Entre los comportamientos que tienden a agravar
la situación se pueden mencionar los siguientes:
• Adaptarse a los cambios que se están produciendo
en la familia por culpa del alcohol. ­ Aparentar
delante de los demás que todo va bien. Pensar
que ya se solucionará con el tiempo o que no
se puede hacer nada. Esconder los problemas y
encargarse de las responsabilidades del enfermo
cuando éste se encuentre mal por haber bebido
alcohol.
• Controlar el consumo de alcohol del enfermo: no
sirve de nada si no va acompañado de la voluntad
de cambiar.
• Proferir amenazas que no se puedan cumplir. A
veces son necesarias, pero hay que ser conse-
cuente con ellas.
• Aceptar promesas no realistas. El enfermo promete
a menudo moderar su consumo o no volver a
beber, pero le resulta difícil cumplir sus promesas.
• Responsabilizarse de lo que debería hacer el propio
enfermo para solucionar sus problemas. Aunque él
no sea culpable de la enfermedad, sí es el respon-
sable de hacer lo necesario para recuperarse.
24. ¿Cómo actúan los fármacos aversivos?
¿Son eficaces? ¿Son peligrosos?
Los medicamentos aversivos o antidipsotrópicos son uno
de los tratamientos clásicos del SDA. En España están
comercializados la cianamida cálcica (Colme®) y el disul-
firam (Antabús®). Ambos fármacos actúan bloqueando
el metabolismo del alcohol. Si el paciente consume
bebidas alcohólicas, el alcohol se metaboliza a acetal-
dehído, subproducto altamente tóxico, que en circuns-
tancias normales se elimina con rapidez, pero que bajo
el efecto de los fármacos aversivos se elimina muy len-
tamente. El acetaldehído es precisamente el responsable
de la reacción disuasoria que experimenta la persona, y
que consiste en enrojecimiento, taquicardia, sudoración,
sensación de mareo, dolor de cabeza, etc. Cuanto mayor
es la ingesta alcohólica, mayor es la reacción aversiva,
pudiendo llegar en personas con problemas cardíacos a
provocar incluso la muerte. Por sus características, estos
fármacos no deben ser administrados nunca sin el cono-
cimiento y consentimiento del paciente. Su administra-
ción bajo estricta supervisión incrementa notablemente
su efectividad.
25. ¿Cuánto tiempo debe durar el tratamiento?
La mayor parte de los programas de tratamiento tienen
una duración de alrededor de dos años, aunque lógica-
mente ello dependerá en último término de la evolución
del paciente. En líneas generales, se puede prever que
el primer año de tratamiento permita realizar cambios
importantes en el estilo de vida, y que el segundo año faci-
lite la consolidación de los cambios logrados en los prime-
ros doce meses de abstinencia, reduciendo así el riesgo de
recaídas a largo plazo.
26. ¿Cómo se controla la abstinencia durante el
tratamiento?
La abstinencia de alcohol se puede confirmar mediante
la determinación de alcohol en fluidos como la sangre,
la orina, el sudor o el aire espirado. Dichas pruebas son
muy específicas, pero sólo permiten detectar consumos
recientes, de las últimas 24 horas a lo sumo. Existen tam-
bién pruebas bioquímicas (análisis de sangre) que per-
101
miten sospechar un consumo excesivo pero no detectan
consumos ocasionales, como la elevación de la cifra de
una enzima hepática (la gam­maglutamil transferasa) o el
aumento del volumen corpuscular medio de los glóbu-
los rojos. En líneas generales, no obstante, la información
proveniente tanto del paciente como de sus familiares
más allegados suele ser el mejor indicador de la evolu-
ción clínica del afectado.
Glosario
Alcoholemia: nivel de alcohol en sangre.
Ascitis: acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Es la
complicación más frecuente de la cirrosis. La causa fundamental
de la formación de ascitis es la incapacidad de los riñones de ex-
cretar el agua y la sal que se ingiere con la dieta.
Ataxia: trastorno neurológico que se manifiesta por dificultad en
la marcha y/o el equilibrio.
Cirrosis: enfermedad crónica del hígado.
Coma etílico: coma producido por una ingesta masiva de alcohol.
Encelopatía hepática: trastorno de la conducta, con diversos sig-
nos y síntomas, asociado a enfermedad (insuficiencia) hepática.
Esofagitis: inflamación del esófago, aguda o crónica.
Esteatosis: degeneración e infiltración con acúmulo de grasa en
un órgano o tejido.
Fibrosis hepática: inflamación crónica del hígado, con cambios
en su estructura.
Gastritis: inflamación del estómago, aguda o crónica.
Pancreatitis: inflamación del páncreas, aguda o crónica. En oca-
siones, los síntomas y signos recurren en el tiempo (pancreatitis
recidivante).
Polineuritis: inflamación de las fibras nerviosas debida a múlti-
ples causas, entre ellas el alcohol, y que comporta distintos tipos
de síntomas.
Reflujo: situación en la que los ácidos del estómago refluyen
­hacia el esófago, provocando su inflamación.
Bibliografía
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cia doméstica. http://www.psiquiatria.com.es/socidrogalcohol/
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org.
Los hábitos tóxicos: el alcohol
• El consumo de alcohol en España es de 10 litros de
­alcohol puro por habitante y año, y el 16% de la pobla-
ción adulta cumple criterios de bebedor de riesgo.
• El síndrome de dependencia alcohólica lo padece alre-
dedor del 4% de la población española, y se caracteriza
por la presencia, de forma continua o intermitente, de
dificultades para controlar el consumo de alcohol, a pe-
sar de que dicho consumo esté provocando trastornos
al individuo.
• El patrón de consumo de alcohol en España ha cambia-
do en los últimos años: ha aumentado en los jóvenes y
mujeres, los bebedores de fin de semana y el consumo
de cerveza.
• El coste socioeconómico del alcoholismo es muy im-
portante, es causa frecuente de ingreso hospitalario
por diversas enfermedades y está relacionado con
accidentes, absentismo laboral, violencia doméstica
y criminalidad.
• El consumo excesivo de alcohol puede afectar prác-
ticamente a todos los órganos y sistemas. Las enfer-
medades más frecuentes y graves son las hepáticas,
seguidas de las del resto del aparato digestivo y del
sistema nervioso. La cirrosis hepática alcohólica es una
de las primeras causas de mortalidad entre la pobla-
ción adulta española.
• El tratamiento de la dependencia alcohólica debe abar-
car los aspectos médicos, psicológicos y sociales del
paciente, por lo que deben colaborar diversos profe-
sionales, así como los familiares del paciente. El trata-
miento debe prolongarse al menos durante dos años y
su efectividad es muy elevada cuando el cumplimiento
es correcto.
Resumen
Libro Salud
103
Capítulo 9
Los hábitos tóxicos: el tabaco
Cristina Esquinas
Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Carlos Agustí
Médico especialista en Neumología. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Cuál es el origen del tabaco?
El origen del tabaco no se conoce con certeza. Los indios
winnebago de Norteamérica sostienen que la semilla del
tabaco fue dada por Dios al primer hombre para que,
echada al fuego, los espíritus mensajeros subieran las
plegarias a los cielos en las ondas de humo. Otra versión
asegura que el tabaco era conocido por los persas y egip-
cios desde antes del descubrimiento de América, si bien
no existe constancia escrita de este hecho. Lo que se sabe
con certeza es que cuando Colón y sus hombres llegaron
a tierras americanas, recibieron hojas de tabaco entre sus
presentes, algo que no suscitó especial interés entre su
tripulación. El tabaco ha tenido detractores desde el ini-
cio de su andadura. Algunos de los primeros en introducir
este producto en España sufrieron incluso condenas de la
Inquisición ya que, según consta en una de sus senten-
cias: «Sólo Satanás puede conferir al hombre la facultad
de expulsar humo por la boca» (de la condena a Rodrigo
de Xerez por haber importado por primera vez semillas
de tabaco para su cultivo).
Sin embargo, y a pesar de la reticencia de algunos,
el tabaco logró una extraordinaria difusión, llegando en el
siglo xvi hasta Rusia e incluso Japón. Progresivamente se
estableció su comercialización y se inició la recaudación
de impuestos relacionados con el tabaco, lo que sentó las
bases de una industria muy importante que perdura hasta
la actualidad.
2. ¿Cuándo se inició el comercio del tabaco?
En un principio, el tabaco se consideraba una hierba
­medicinal más, y como tal fue descrita en obras como
La historia medicinal de las cosas que se traen de nues-
tras Indias occidentales de Nicolás Monardes (1580), Las
­excelencias y maravillosas propiedades curativas del taba-
co de Cristóbal Hayo (1645) y El tabaco, panacea universal
de J. Leander (1626). Hasta el siglo xvii no se crearon los
primeros establecimientos de venta de tabaco fuera de
las farmacias y parece que en 1634 se creó el Estanco de
Castilla y León.Las mujeres fuman cada vez más que los hombres.
LIBRO DE LA SALUD
104
El comercio y consumo de tabaco adquirió su desa-
rrollo más importante en el siglo xx. La industrialización afec-
tó también a la fabricación de las labores de tabaco y desde
1875 se dispuso de un prototipo de máquina de hacer ciga-
rrillos diseñado por el ingeniero James Bonsack, que impulsó
definitivamente la fabricación y el comercio de lo que más
tarde se conoció como la droga más mortífera del mundo.
3. ¿Cómo se produce el cigarrillo?
La planta del tabaco, Nicotiniana tabacum, tiene gran
adaptabilidad. El agua es el constituyente fundamental y
representa el 80% del peso de la hoja. El 20% restante está
constituido por: nicotina (1-3%), nitrógeno (1-3%), diversos
azúcares (8-18%) y sustancias inorgánicas (11-25%).
Tras la cosecha del tabaco se procede al secado de
las hojas, hecho que modifica sus características químicas.
Los tabacos negros se curan al aire, en interiores ventila-
dos, durante un período de entre uno y tres meses. Los ta-
bacos rubios se curan por hojas en secaderos de atmósfera
controlada, con ventilación automática y calefacción, y su
preparación tarda de cinco a siete días.
La planta previamente curada es transformada por
la industria. La calidad del producto final se ve influida por la
clase de hoja, el proceso de transformación y los aditivos y
tratamiento que el producto recibe en el proceso industrial
intermedio.
4. ¿De qué está compuesto el tabaco?
Aunquelacomposiciónexactadeloscigarrillossedesconoce,
en el humo del tabaco se han aislado hasta 4.500 sustancias
diferentes, la mayor parte de ellas tóxicas para la salud (véa-
se tabla 1). Algunas tienen capacidad de producir cáncer,
otras causan lesiones irreversibles en el aparato respiratorio
y en el sistema cardiovascular, otras tienen efectos irritantes.
Las sustancias químicas del humo más relevantes son:
• Nicotina: aunque en las dosis acumuladas en un
cigarrillo no es tóxica en sí misma, es la causante
de la adicción que producen los cigarrillos. Éstos
contienen entre un 1% y un 3 % de esta sustancia.
En los puros el porcentaje se eleva hasta un 3-6%.
En cada inhalación se consumen alrededor de
0,12 miligramos de nicotina, aunque gran parte
se pierde con la combustión del cigarrillo.
• Monóxido de carbono: es un gas tóxico responsable
de enfermedades cardíacas y vasculares.
• Alquitranes: conjunto de hidrocarburos aromáti-
cos, muchos de ellos causantes de diferentes ti-
pos de cáncer.
• Oxidantes: grupo de productos químicos tóxicos
capaces de producir bronquitis crónica, enfisema
pulmonar e irritación de ojos, nariz y garganta.
5. ¿Qué enfermedades están directamente
relacionadas con el consumo de tabaco?
Se estima que los cigarrillos son, en mayor o menor
­medida, responsables del 30% de todos los casos de cán-
cer. En concreto, el humo del tabaco es el causante prin-
cipal del 85% de los casos de cáncer de pulmón, que es,
con diferencia, el cáncer más frecuente y mortal que existe
(15% de supervivencia a los cinco años). El riesgo de pade-
cerlo es directamente proporcional al número de cigarri-
llos fumados. Además, el humo del tabaco tiene un papel
más o menos relevante en muchos otros tipos de cáncer
como son el de boca, laringe, faringe, esófago, cuello uteri-
no, mama y páncreas. El tabaco es además responsable del
20% de las muertes producidas por enfermedades corona-
rias y ­accidentes cerebrovasculares (embolias e infartos).
Se sabe que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
entidad nosológica que agrupa la bronquitis crónica y el
enfisema y que está causada por el tabaco, afecta al 9% de
los españoles mayores de 40 años y hasta al 20% de los que
son mayores de 65. Esta enfermedad progresiva es diag-
nosticada normalmente en fases tardías (fumadores de 50
a 70 años), cuando ya provoca una limitación considerable
de las actividades de la vida diaria de los que las padecen y
cuando las opciones terapéuticas son limitadas.
TABLA 1. Diversos componentes identificados
en el humo del tabaco
Fase gaseosa Fase partícula
Dióxido de carbono Agua
Monóxido de carbono Alquitrán
Óxido nitroso Nicotina
Metano Tolueno
Acetaldehídos Naftalina
Clonidina de hidrógeno Anilina
Acroleína Fenoles
Ácido fórmico Catecol
Ácido acético Benzo(a)pireno
Benceno Hidracina
Dimetil-nitrosamina Polonio 210
Níquel
Cadmio
Cinc
105
En las mujeres, fumar adelanta la llegada de la meno­
pausia e, indirectamente, la propensión a desarrollar osteo­
porosis. El consumo del tabaco también interfiere en la fer-
tilidad. Las mujeres que fuman tienen más posibilidades
de abortar o de dar a luz a un niño de bajo peso y secunda-
riamente aumenta la probabilidad de muerte perinatal. El
tabaquismo también causa el envejecimiento prematuro
de la piel, sin olvidar que la nicotina mancha y deteriora el
esmalte de los dientes.
6. ¿Es perjudicial para los demás el humo exhalado
por el fumador?
El humo del tabaco está reconocido como un importan-
te contaminante medioambiental. La exposición pasiva al
humo del tabaco también es causa de enfermedad aunque
su efecto es más difícil de medir. Existe cada vez más evi-
dencia científica de que el aire contaminado por el humo
del tabaco puede causar cáncer de pulmón en personas
susceptibles expuestas a una dosis acumulada elevada. El
fumador pasivo puede sufrir un empeoramiento de una
enfermedad cardiovascular preexistente o acusar la apa-
rición de síntomas de cardiopatía isquémica. Asimismo,
la exposición pasiva al tabaco aumenta la sintomatología
de las enfermedades respiratorias. Algunos estudios han
relacionado la exposición al humo del tabaco ambiental
con un mayor consumo de recursos sanitarios en niños
(dicha exposición es el principal factor modificable en esta
población), así como con un peor desarrollo de la función
respiratoria.
7. ¿Por qué se dice que el tabaquismo es un
problema epidémico?
Eltabaquismoeslaprincipalcausamundialdeenferme­dades
y muertes evitables. Sólo en España provoca unos cincuen-
ta y cinco mil fallecimientos y unos quince millones en todo
el mundo. Actualmente la tasa de mortalidad de fumadores
triplica a la de no fumadores, lo que implica una reducción
en la estimación de supervivencia de 10-15 años. El tabaco es
responsable de más muertes que las que originan el alcohol,
las drogas, la tuberculosis, los accidentes de tráfico, los incen-
dios, los homicidios, los suicidios y el síndrome de inmuno­
deficiencia humana considerados conjuntamente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en
los países en vías de desarrollo fuma un 50% de los hombres
y alrededor de un 10% de las mujeres. Esto supone que en el
mundo existen más de 1.500 millones de fumadores, es decir,
aproximadamente un tercio de los individuos mayores de 15
años. En España, según la última Encuesta Nacional de Salud,
fuman unos 12 millones de personas, esto es, un 34% de los
españoles de más de 16 años de edad (42% de los hombres
y 27% de las mujeres). Estos porcentajes están entre los más
altos de la Unión Europea. La mayor prevalencia se encuentra
en los adolescentes y en los jóvenes con un 50% de fumado-
res en el grupo de edad comprendido entre los 16 y los 25
años.Enconcreto,lasjóvenesespañolassonlaseuropeasque
más fuman y en ellas la frecuencia del consumo se ha triplica-
do en los últimos 20 años. Por desgracia, también la edad me-
dia de inicio ha sufrido un progresivo descenso, para situarse
actualmente en España en los 13 años.
8. ¿Qué repercusión tendría la ausencia de tabaco
en el mundo?
Una reducción del 50% en la población fumadora evitaría
treinta millones de muertes en el mundo en los próximos
25 años, mientras que una disminución en la misma propor-
ción de los jóvenes que empiezan a fumar ahorraría cuatro
millones de muertes en el mismo período de tiempo.
Los hábitos tóxicos: el tabaco
La exposición pasiva al humo del tabaco también es causa de
enfermedad,aunquesuefectoesmásdifícildemedir.Porelloseprohíbe
fumar en los lugares públicos. Se conoce como Ley Antitabaco a la ley
española 28/2005, de 26 de diciembre, que prohíbe fumar en ámbitos
hasta entonces permisivos, como los lugares de trabajo (tanto públicos
como privados) o los centros culturales. La ley, además, distingue entre
zonas en las que está «totalmente prohibido fumar» y espacios en los
que se puede fumar si se habilita una sala especial de fumadores.
LIBRO DE LA SALUD
106
9. ¿Es el tabaquismo una enfermedad?
La dependencia del tabaco o tabaquismo se considera una
enfermedadcrónicaadictivaenlaúltimaedicióndelaClasifi­
cación Internacional de las Enfermedades publicada por la
OMS. El tabaquismo, a pesar de ser un hábito aceptado por
una parte importante de nuestra sociedad, es una forma de
drogodependencia, puesto que la nicotina es una droga
adictivaquepresentalascaracterísticasdelasdemás ­drogas,
es decir, crea tolerancia, dependencia física y psicológica y
síndrome de abstinencia tras abandonar su consumo.
El consumo de tabaco es una conducta aprendida
a la que se llega por desencadenantes psicológicos y so-
ciales y que es reforzada positivamente por la activación
de los centros cerebrales del placer y perpetuada por el
efecto adictivo de la nicotina. Ésta actuaría como refuerzo
y los síntomas que aparecen cuando se deja de fumar (an-
siedad, nerviosismo, insomnio, fatiga, irritabilidad) serían
consecuencia de la abstinencia de nicotina. Esta depen-
dencia muestra un mecanismo fisiológico similar al que se
produce con otras drogas socialmente admitidas (alcohol)
y no admitidas (cocaína, heroína).
Clásicamente, se han transmitido unas ideas falsas
sobreelconsumodetabacoquefavorecensuinicioprincipal­
menteenlaadolescencia.Entrelosjóvenes,conceptoscomo
los de madurez, libertad e identidad se relacionan con el ta-
baco. Esta asociación no es casual y atiende a una operación
estratégica de consumo muy bien diseñada por las compa-
ñías tabacaleras. Se ha conseguido que el consumo de taba-
co forme parte del comportamiento de socialización, y este
hecho, unido a su accesibilidad, justifica la gran difusión del
hábito a la par que dificulta el proceso de deshabituación.
La dependencia psíquica va ligada a la dependen-
cia social y a la conductual diaria, por la cual se asocian
diferentes actividades cotidianas al hecho de fumar, lle-
gándose a relacionar automáticamente alguna acción de-
terminada (tomar café, ver la televisión, disfrutar la sobre­
mesa, etc.) con el consumo de tabaco, convirtiéndolo en
un hábito indispensable para la vida diaria.
10. ¿Influye la publicidad en el consumo de
tabaco?
La publicidad tiene un papel muy destacado en la difusión
del consumo de cigarrillos. Fue en el siglo xx cuando se po-
pularizó el cigarrillo, que fue ganando terreno al puro y la
pipa y adquirió el simbolismo que aún conserva. Rebeldía,
emancipación, juventud y seducción fueron asociados al
consumo de tabaco, favorecido por su identificación con
los ídolos cinematográficos del momento: Humphrey Bo-
gart, John Wayne, James Dean, que han quedado en la
memoria colectiva con un cigarrillo en la boca. También
los conflictos bélicos favorecieron de forma decisiva la difu­
sión del consumo, no únicamente entre las tropas, que lo
utilizaban por su mal entendido efecto relajante, sino tam-
bién entre la población femenina, que incorporó el hábito
de fumar a sus rutinas, junto con otras actividades propias
dehombres como el trabajo fuera del hogar, por la ausencia
de la población masculina reclutada. El tabaco como sím-
bolo de la liberación de la mujer ha sido el motor principal
de la incorporación femenina a la población fumadora; sus
efectos nocivos están comenzando a verse y constituirán
una auténtica epidemia para las mujeres del siglo xxi, como
lo fue y es para los hombres de finales del siglo xx e ini-
cio del xxi. De hecho, en Estados Unidos en la actualidad el
cáncer más frecuente en la mujer es el de pulmón, lo que
refleja la iniciación más precoz de la mujer ­norteamericana
en el consumo con respecto a las europeas. No obstante,
en Europa (incluyendo España) se está asistiendo a un au-
mento progresivo en la incidencia de cáncer de pulmón y
de otras enfermedades respiratorias en las mujeres, de tal
manera que en pocos años constituirá también el cáncer
más frecuente en la población femenina.
11. ¿Qué beneficios se obtienen al dejar de fumar?
No existen dudas respecto a los efectos beneficiosos de de-
jar de fumar. Algunos de estos beneficios son ­inmediatos,
otros requieren de mayor tiempo.
Intervención quirúrgica pulmonar. El hábito de fumar daña los
pulmones y es el factor de riesgo más importante para el desarrollo
de cáncer de pulmón, entre otras enfermedades.
107
Así, a las 48 horas ya se evidencia mejoría notoria
en el olfato y el gusto. A los tres o cuatro días de abstinen-
cia los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en san-
gre se normalizan. El riesgo de sufrir cáncer, incluido el de
pulmón, disminuye a medida que pasan los años, si bien
nunca llega a equipararse con el de las personas que nunca
han fumado.
12. ¿Qué ocurre cuando se abandona el tabaco?
La interrupción del consumo de nicotina en una persona
fumadora desencadena una serie de síntomas que consti-
tuyen el llamado síndrome de abstinencia. Éste se manifiesta
con diferente intensidad y duración según el consumo de
cigarrillos diarios, la duración del hábito, y diversos factores
psicológicos y personales. Los síntomas se presentan en la
inmensa mayoría de quienes intentan dejar de fumar y son
la principal causa de recaída.
El síndrome de abstinencia aparece entre dos y
doce horas después de la última administración de nico-
tina; tiene un pico de intensidad a los dos o tres días y se
extingue progresivamente a lo largo de varias semanas.
Los síntomas más frecuentes en la fase aguda son irritabili-
dad, ansiedad, dificultad para concentrarse, deseo intenso
de consumir nicotina, y ocasionalmente se pueden obser-
var síntomas depresivos, especialmente si existían antece-
dentes de depresión con anterioridad (véase tabla 2). Hay
además una tendencia al aumento de peso atribuido a
cambios metabólicos inducidos por la nicotina así como al
aumento de la ingesta por mejoría del olfato y como conse­
cuencia de la ansiedad.
13. ¿Existe tratamiento para el síndrome de
abstinencia?
Existen diversos productos que se han demostrado úti-
les para el tratamiento de la deshabituación al tabaco.
Alguno de los tratamientos más eficaces requiere de pres-
cripción médica y de la correcta valoración por parte de
­especialistas al tratarse de fármacos con potenciales inte-
racciones y efectos secundarios.
La deshabituación a este consumo es un proceso
largo, en general, sometido a frecuentes recaídas y que
­exige de una profunda motivación por parte del fumador.
La accesibilidad y la aceptación social del tabaco compli-
can su abandono. Ningún fumador será capaz de deshabi-
tuarse de forma definitiva si no existe una motivación alta.
Esto explica el hecho de que aunque aproximadamente el
30% de los fumadores haga algún intento anual para dejar
de fumar, tan sólo el 3% de ellos lo consiga de forma es-
pontánea. La gran mayoría de fumadores va a necesitar va-
rios intentos (tras sucesivas recaídas) para alcanzar el éxito.
A menudo, las recaídas afectan a la autoestima del fuma-
dor, que se siente incapaz de dejar el hábito. Lo cierto es
que finalmente, a lo largo del camino de la vida, la mayoría
de fumadores dejará de fumar, si bien en muchos casos, y
desgraciadamente, lo harán tras serle diagnosticada algu-
na enfermedad relacionada con el tabaco.
Con el objetivo de mejorar los resultados terapéuti-
cos, en los últimos años han ido surgiendo en distintos paí-
ses, como en España, unidades especializadas para ­dejar
de fumar. En ellas se trata a todo tipo de fumadores, con
o sin patología médica asociada, y se obtienen buenos ni-
veles de eficacia al disponer de personal con experiencia y
utilizar aquellos procedimientos y fármacos que permiten
obtener los mejores resultados. Cada unidad de tabaquis-
mo tiene su propio protocolo de actua­ción, aunque por lo
general las terapias constan de varias sesiones; en ellas se
evalúa la posible presencia de enfermedades relacionadas
con el consumo de tabaco, se sienta la indicación del tra-
tamiento farmacológico, se informa de los riesgos para la
salud que entraña el tabaco, se ofrece ­apoyo psicológico
básico (sobre todo, motivación), y se asesora sobre las téc-
nicas que pueden ayudar en esta adicción. Estar motivado
para dejar de fumar es determinante para el éxito final y
debe reforzarse durante todo el proceso. De hecho se po-
dría decir que las posibilidades de éxito en el proceso de
deshabituación son directamente proporcionales a la mo-
tivación del fumador e inversamente proporcionales a la
dependencia de la nicotina.
14. ¿Qué tratamientos existen en la actualidad
para dejar de fumar?
Dado que el hábito de fumar no es simplemente una
respuesta fisiológica ante la exposición a una sustancia
química sino que implica una conducta aprendida, el tra-
tamiento psicológico desempeña un papel fundamental
en el proceso de deshabituación.
TABLA 2. Síntomas más frecuentes de la abstinencia
de tabaco
Deseo compulsivo de fumar Ansiedad
Irascibilidad, frustración, ira	 Cansancio
Dificultad de concentración	 Disforia o depresión
Palpitaciones Dolor de cabeza
Alteración del sueño Estreñimiento
Los hábitos tóxicos: el tabaco
LIBRO DE LA SALUD
108
Existen programas de terapia conductual indivi-
dual o en grupo. Actualmente se recomiendan los pro-
gramas que incluyen técnicas cognitivas y conductuales,
especialmente importantes en las estrategias de preven-
ción de recaídas.
Tanto o más importante que el apoyo psicológico
es el tratamiento farmacológico. Existen diversas modali-
dades terapéuticas. Las más efectivas son:
1. Terapia sustitutiva con nicotina: consiste en la
administración de nicotina por una vía ­diferente
a la de los cigarrillos, para evitar la aparición de
los síntomas de abstinencia. El fumador recibe
nicotina (que es lo que le hacía adicto al taba-
co) pero no los productos nocivos del tabaco
(alquitrán, monóxido de carbono, canceríge-
nos...). La dosis administrada es siempre menor
que la que recibe habitualmente el fumador
con el cigarrillo. Esta terapia se ha demostra-
do útil para vencer los síntomas secundarios
del síndrome de abstinencia en pacientes con
­motivación alta.
Hay que tener presente que mientras se uti-
liza algún producto con nicotina (comprimidos
de chupar, chicles, parches...) no se puede fu-
mar, ya que se puede producir un efecto adicti-
vo que podría conducir a una intoxicación por
nicotina. Esta intoxicación sólo es grave en ca-
sos aislados.
En la actualidad se dispone de diferentes
productos con nicotina, como los chicles, los ca-
ramelos para chupar y los parches. La dosis y el
tiempo de tratamiento se han de afrontar indivi­
dualmente, según la cantidad de tabaco que
consuma cada persona.
2. Tratamiento con bupropión: es el primer fár-
maco sin nicotina que se ha demostrado efi-
caz en el tratamiento del tabaquismo. Es un
medicamento que actúa sobre los receptores
de la nicotina situados en localizaciones espe­
cíficas del sistema nervioso central y que re-
duce la necesidad de fumar. Dado que ­existen
posibles interacciones farmacológicas y efec-
tos secundarios, es imprescindible la pres-
cripción por parte de un médico especialista.
Podría combinarse con otros productos con
nicotina.
15. ¿Qué consejos pueden facilitar la abstinencia
de tabaco?
No es raro que mucho tiempo después de abandonar el ta-
baco se sientan deseos de fumar, a veces intensos. Hay que
recordar que son sensaciones que duran pocos segundos
y que terminan por desaparecer.
El ejercicio físico moderado y regular presenta indu-
dables ventajas para los que tratan de dejar de fumar: por
una parte ayuda a consumir calorías y, por tanto, a mantener
el peso ideal. Además, normaliza los niveles de colesterol y
de tensión arterial. Es relajante, elimina la tensión y con ella
la ansiedad que produce el haber dejado de fumar.
16. ¿Son menos dañinos los cigarrillos bajos en
alquitrán y nicotina?
Las concentraciones de productos tóxicos son menores en
estos cigarrillos; sin embargo, esto no quiere decir que su
consumo sea saludable, ni menos perjudicial para las perso-
nas que se cambian a este tipo de productos. Los fumado-
res que consumen cigarrillos bajos en alquitrán y nicotina
tienden a inhalar más profundamente que antes, debido a
la necesidad de mantener su nivel habitual de nicotina en
la sangre, lo que hace que el riesgo asociado a su consumo
pueda mantenerse igual, o incluso aumentar, en lugar de
disminuir. No existe ninguna forma saludable de fumar.
17. ¿Existe un número seguro de cigarrillos que se
pueden fumar al día?
No existe un número no peligroso de cigarrillos: la única can-
tidad que se puede consumir sin que afecte a la salud es cero.
La nicotina es una droga adictiva que tiene las características de
las demás drogas; es decir, crea tolerancia, dependencia física y
psicológica y síndrome de abstinencia al abandonar su consumo.
109
No es cierto que fumando poco se eviten los riesgos asocia-
dos al consumo de cigarrillos, pero sí lo es que el riesgo de
padecer enfermedades causadas por el tabaco se incrementa
al aumentar el número de cigarrillos fumados (lo cual no im-
plica que exista una cifra mínima segura). Por bajo que sea el
consumo de tabaco, el riesgo es siempre superior para una
persona que fuma que para una que no lo hace.
18. ¿Se aconseja fumar menos, en lugar de dejarlo
totalmente?
No. Generalmente las personas que hacen esta pregunta
no están motivadas todavía para dejar de fumar. Como
objetivo de tratamiento no es recomendable proponer
fumar menos, ya que sólo el 5% de fumadores regulares
lo consigue y suelen ser individuos que ya fumaban poco
anteriormente.
19. ¿Disminuyen los riesgos para la salud si se
dejan los cigarrillos y se fuman puros o tabaco en
pipa?
Las personas que habitualmente fuman sólo puros o taba-
co en pipa suelen mantener el humo en la boca, a diferen-
cia de los consumidores de cigarrillos, que acostumbran a
inhalarlo y retenerlo en los pulmones bastante tiempo. Ello
supone que los fumadores de puros y pipas someten a su
cavidad bucal a una mayor exposición a los agentes carci-
nógenos del tabaco y tienen, por ello, una mayor inciden-
cia de cáncer de boca. El riesgo de padecer otras enferme­
dades entre los consumidores de tabaco en presentaciones
distintas a las del cigarrillo aumenta con la intensidad y la
frecuencia del consumo. Sin embargo, cuando una perso-
na habituada a los cigarrillos cambia a puros o pipas, suele
mantener su forma habitual de inhalar profundamente el
humo del tabaco, por lo que los niveles de riesgo ante-
riores no se modifican. Finalmente, el humo expulsado al
ambiente por los cigarros puros y el tabaco en pipa pre-
senta mayores concentraciones de sustancias tóxicas, por
lo que representa un riesgo mayor para las personas que
no fuman y deben respirar de forma involuntaria el humo
ambiental del tabaco (fumadores pasivos).
20. ¿Qué importancia tiene dejar de fumar si
estamos sometidos a otros riesgos como la
polución atmosférica y ambiental?
Reconocer los riesgos asociados al consumo de taba-
co no significa olvidarse de otros problemas relaciona-
dos con la polución y el deterioro del medio ambiente,
sino todo lo contrario. Es contradictorio estar a favor del
control y respeto medioambiental y no condenar el pro-
ducto que mayor daño produce en el ámbito individual
y doméstico. La persona que fuma debe saber que al
inhalar el humo del tabaco introduce en sus pulmones
unas concen­traciones tóxicas 400 veces superiores a las
máximas toleradas en las plantas industriales que sopor-
tan mayor polución ambiental. La acumulación de mo-
nóxido de carbono en el aire espirado por un fumador es
entre 30 y 50 veces superior a la de una persona que no
fuma y vive en una ciudad sometida a unos altos niveles
de contaminación atmosférica.
21. ¿Se engorda cuando se deja de fumar?
Algunas personas engordan al abandonar el taba-
co, en parte porque comen más y, en parte, a causa
de alteraciones en su metabolismo. Al dejar de fumar,
hay que aceptar la posibilidad de experimentar cierto
­incremento de peso (4-6 kilos) que tiende a normalizar-
se al año de mantenerse abstinente. Una cierta ganancia
de peso no debe preocuparnos. Una vez que se consi-
ga dejar de fumar, como parte del apoyo necesario, se
puede recibir ayuda para perder la posible ganancia de
peso. No obstante, puede que el incremento de peso no
se produzca o sea más leve si se dan pautas para una
adecuada alimentación. Evitar los hidratos de carbono
en cantidades superiores a las necesarias (pan, patatas,
pasta, etc.), no consumir alimentos ricos en grasas, su-
primir la ingestión de pasteles, dulces, caramelos y bebi-
das alcohólicas y realizar ejercicio físico moderado suele
ser suficiente en muchos casos.
Los hábitos tóxicos: el tabaco
En los últimos años han ido surgiendo en distintos países unidades
especializadas para dejar de fumar. Se recomienda solicitar ayuda
médica si se quiere abandonar este hábito.
LIBRO DE LA SALUD
110
Glosario
Alquitranes: conjunto de hidrocarburos aromáticos presentes en
el tabaco, muchos de ellos causantes de diferentes tipos de cáncer.
Bupropión: primer fármaco sin nicotina que se ha demostrado
eficaz en el tratamiento del tabaquismo. Actúa sobre los recep-
tores de la nicotina situados en localizaciones específicas del
sistema nervioso central y reduce la necesidad de fumar. Dado
que existen posibles interacciones farmacológicas y efectos
secundarios, es ­imprescindible la prescripción por parte de un
médico especialista.
Cáncerdepulmón:laenfermedadmásgraveymortal ­relacionada
directamente con el consumo de tabaco. El 85% de este tipo de
cáncer tiene que ver con el tabaco. El riesgo de sufrir cáncer de
pulmón es directamente proporcional al número de cigarrillos
consumidos.
Deshabituación del tabaco: proceso largo, en general, sometido
a frecuentes recaídas y que exige de una profunda motivación por
parte del fumador. La accesibilidad y la aceptación social del taba-
co complican su abandono.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): entidad que
agrupa la bronquitis crónica y el enfisema y que está causada ha-
bitualmente por el tabaco. Es una enfermedad progresiva que se
diagnostica normalmente en fases tardías, cuando ya provoca una
limitación considerable de las actividades de la vida diaria de los
que las padecen y cuando las opciones terapéuticas son limitadas.
Fumador pasivo: persona no fumadora, expuesta al humo del
tabaco producido por personas fumadoras, tanto en el domicilio
como en lugares de trabajo u ocio. Esta exposición tiene inciden-
cia negativa sobre la salud.
Monóxido de carbono: gas tóxico producido también con la
combustión del tabaco responsable de enfermedades ­cardíacas
y vasculares.
Nicotina: sustancia contenida en el tabaco, causante de la adic-
ción que producen los cigarrillos. Éstos poseen entre un 1% y un
3% de esta sustancia. En los puros el porcentaje se eleva hasta
un 3-6%. En cada inhalación se consumen alrededor de 0,12 mili-
gramos de nicotina, aunque gran parte se pierde con la combus-
tión del cigarrillo.
Oxidantes: grupo de productos químicos tóxicos capaces de pro-
ducir bronquitis crónica, enfisema pulmonar e irritación de ojos,
nariz y garganta.
Síndrome de abstinencia: conjunto de síntomas causados por la
falta de una sustancia que provoca adicción, en este caso la nicotina.
Tabaquismo: enfermedad crónica provocada por la adicción al
tabaco.
Terapia sustitutiva con nicotina: administración de nicotina por
una vía diferente a la de los cigarrillos, para evitar la aparición de
los síntomas de abstinencia. El fumador recibe nicotina (que es lo
que le hacía adicto al tabaco) pero no los productos nocivos del
tabaco (alquitrán, monóxido de carbono, cancerígenos...).
Bibliografía
Avista (Asociación Vida Sin Tabaco). http://www.vidasintabaco.org.
Cnpt (Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo). http://www.
CNPT.es.
Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo. http://www.msc.es.
Programa de Apoyo a la Intervención Sanitaria para el Tratamiento
del Tabaquismo. http://www.atenciontabaquismo.com.
Separ (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). http://
www.separ.es.
Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo. http://www.sedet.es.
• El tabaquismo es la principal causa mundial de enferme-
dades y muertes evitables. Sólo en España causa 55.000
fallecimientos y unos quince millones en todo el mundo.
• En el humo del tabaco se han aislado hasta 4.500 sus-
tancias diferentes, muchas de ellas con potencial efecto
cancerígeno.
• Los cigarrillos son, en mayor o menor medida, responsa-
bles del 30% de todos los casos de cáncer. En concreto,
son el causante principal del 85% de los casos de cáncer
de pulmón.
• La dependencia del tabaco o tabaquismo se considera
una enfermedad crónica adictiva.
• La nicotina es la causante de la adicción que producen
los cigarrillos.
• Existen tratamientos eficaces para superar la adicción al
tabaco.
Resumen
111
1. ¿Qué se entiende por droga?
Es una sustancia, de origen natural o de síntesis química,
que reúne cuatro condiciones:
1. Cuando se introduce en el organismo altera o
modifica funciones psíquicas o mentales, como
el estado de ánimo o las percepciones de los
sentidos.
2. Induce a las personas que las toman el deseo de
repetir su administración, por el placer que gene-
ran (adicción).
3. El cese de su consumo regular da lugar a un
cuadro clínico que se denomina síndrome de
abstinencia.
4. No tiene ninguna indicación como tratamiento
médico, con algunas excepciones, como es el
caso de la morfina.
2. ¿Qué es una drogodependencia?
Se considera que es un individuo drogodependiente
cuando se dan algunas de las siguientes circunstancias:
1. Tolerancia: la persona adicta necesita cantidades
progresivamente crecientes de droga para con-
seguir el efecto buscado.
2. Dependencia: el individuo no es capaz de con-
trolar o interrumpir el consumo de la droga, y
Capítulo 10
Los hábitos tóxicos: las drogas
Dr. Santiago Nogué
Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Toxicología
de la Universidad de Barcelona
Montserrat Amigó
Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora de Toxicología
de la Escuela Blanquerna de la Universidad Ramon Llull de Barcelona
Las drogas de abuso no tienen ninguna indicación como tratamiento
médico, con algunas excepciones notables y bien determinadas,
como es el caso, por ejemplo, de la morfina.
LIBRO DE LA SALUD
112
emplea mucho tiempo en actividades relacio-
nadas con la obtención de ésta, su consumo o
la recuperación de sus efectos. Continúa consu-
miendo la droga a pesar de tener conciencia de
los problemas psicológicos o físicos ­recidivantes
o persistentes por su consumo.
3. Abstinencia: si se suspende bruscamente el
consumo de una droga, aparecerán manifes-
taciones físicas y psicológicas que pueden ser
graves y, en algunos casos, llegar a producir
la muerte (por ejemplo, delírium trémens por
abstinencia alcohólica).
3. ¿Qué diferencia hay entre la dependencia física y
la dependencia psicológica?
La dependencia física o fisiológica consiste en el desa­
rrollo de un vínculo estrecho entre el organismo y la
droga, que genera fenómenos de adaptación en el
cuerpo humano a través de los cuales se convierte en
algo tan imprescindible para el normal funcionamiento
del organismo como puede ser el azúcar o el oxígeno.
Cuando se inicia la abstinencia, se manifiestan diversos
signos y síntomas que sólo ceden con la readministra-
ción de la droga (por ejemplo, la heroína), o con susti-
tutivos farmacológicos (por ejemplo, la metadona) que
amortigüen el efecto dejado por la droga en diversos
receptores. Los temblores, la fiebre, la erección del pelo,
la dilatación pupilar, la sudoración profusa o una crisis
con convulsiones pueden ser manifestaciones de esta
abstinencia.
Ladependenciapsicológicaoconductualesun ­deseo
irresistible de repetir la administración de una droga, ya
sea para volver a obtener la vivencia de sus efectos, o para
evitar el malestar que se siente con su ausencia.
Ambas dependencias están interrelacionadas; habi-
tualmente la dependencia psicológica resulta mucho más
difícil de superar.
4. ¿Existe la dependencia social?
Algunas personas sienten la necesidad de integrarse en
un grupo social determinado o de no sentirse ­rechazado
por él. En ocasiones, uno de los instrumentos visibles
que se utilizan en este proceso de integración o perte-
nencia a un grupo es el consumo de drogas, de modo
que se puede iniciar la consumición para poder entrar
en el grupo y no se cesa en este hábito para evitar la
exclusión de él.
5. El inicio en el consumo de drogas, ¿se ve
favorecido por algún tipo de personalidad?
Los factores por los que un adolescente se introduce en
el consumo de drogas son múltiples y están interrelacio-
nados. Además de factores familiares, sociales, escolares y
de grupo, la adicción a drogas es más frecuente en indi-
viduos con baja autoestima, inmadurez, intolerancia a la
frustración, timidez, inseguridad, dependencia afectiva,
sentimientos de culpa e inferioridad, inconformismo o en
constante búsqueda de nuevas sensaciones.
6. Experimentar con una droga, ¿puede causar
adicción?
El consumo ocasional, esporádico o fortuito de una dro-
ga no significa indefectiblemente que un individuo vaya
a convertirse en drogadicto. Una droga puede consumirse
una vez o incluso varias y luego abandonarse (aunque hay
casos descritos de adicción por una sola toma de heroína).
Sin embargo, en muchas ocasiones se pasa del consumo
ocasional al habitual, y de éste al compulsivo, con lo que
esa persona ha entrado ya en el terreno de la dependencia.
Por ello, todo consumo de drogas es siempre desaconse-
jable. Pasar del consumo episódico al crónico dependerá
de muchos factores, como las propiedades físico-químicas
y tóxico-cinéticas de la droga (propiedades inherentes a la
estructurayaccióndeladroga;así,unadrogaquesedisuel­
ve en grasa o tiene mucha afinidad por las grasas se fija en
estructuras del organismo donde hay grasa, como la vaina
que envuelve las neuronas, y por tanto, además de ejercer
la acción con más potencia, son más difíciles de eliminar,
como ocurre con el cannabis), la propia personalidad y
predisposición del individuo, el entorno familiar, el deseo de
integrarse en un grupo o la facilidad de acceso a estas sus-
tancias, entre otros condicionantes (véase figura 1).
7. ¿Cómo se toman las drogas?
La vía de administración depende del tipo de droga. Una
misma droga puede tomarse habitualmente por dos o tres
vías diferentes:
• Por vía oral: de esta forma se ingieren el alcohol y
la mayoría de las drogas de diseño.
• Por vía pulmonar: así penetran en el organismo el
tabaco y el cannabis (que se fuman) y el crack, que
es un derivado de la cocaína (que se ­inhala).
• Por vía nasal: es la más utilizada para consumir co-
caína, aspirándola por la nariz.
113
• Por vía intravenosa: se utilizan habitualmente ve-
nas del antebrazo y es la forma clásica de consu-
mir heroína.
8. ¿Cuántas drogas hay y cómo se clasifican?
En la actualidad se consumen una veintena de drogas,
que se clasifican en tres grandes grupos. Los efectos que
provoca cada una de ellas pueden variar en función de
la dosis.
• Drogas depresoras: retardan la actividad nervio-
sa y disminuyen el ritmo de las funciones cor-
porales. Incluyen el alcohol, la heroína, los disol-
ventes volátiles (pegamentos, colas) y muchos
psicofármacos.
•Drogas estimulantes: excitan la actividad ­nerviosa
e incrementan el ritmo de las funciones corpo-
rales. Incluyen la cocaína, las drogas de diseño
y el tabaco.
• Drogas alucinógenas: producen alteraciones en las
percepciones sensoriales, especialmente visuales y
auditivas. La droga más característica es el LSD.
9. ¿Hay medicamentos que pueden llegar a
convertirse en una droga?
Algunos medicamentos que se utilizan para el dolor (mor-
fina, metadona), para tratar la ansiedad (benzodiacepinas)
o para sedar (clometiazol) pueden llegar a producir depen-
dencia. La interrupción brusca de su consumo también ge-
nera un síndrome de abstinencia.
10. ¿Hay drogas legales?
Cada país puede definir qué sustancias considera legales
o ilegales. En España, el alcohol y el tabaco son sustancias
legales. Hay sustancias legales (algunos medicamentos,
disolventes) que pueden ser desviadas de su uso y lle-
gar a emplearse como drogas de abuso. La mayoría de
las sustancias que consideramos habitualmente como
drogas (heroína, cocaína, etc.) carecen de indicaciones
terapéuticas o usos profesionales, por lo que la fabrica-
ción, comercialización, distribución o venta constituyen
un delito contra la salud pública tipificado en el código
penal español.
11. ¿Hay drogas duras y drogas blandas?
Ésta es una clasificación engañosa porque trata de esta-
blecer una frontera imposible de trazar entre drogas tóxi-
cas y con gran poder de adicción (las duras, como puede
ser la heroína) y drogas no tóxicas y con menor poder de
adicción o adicción sólo psicológica (las blandas, como el
LSD). Todas las drogas son potencialmente nocivas, ningu-
na está exenta de riesgos y, por definición, todas pueden
provocar adicción.
12. ¿Con qué nombres populares se conocen las
diferentes drogas?
La terminología es variable según las regiones y ciudades, y
un mismo nombre común puede ser aplicado a drogas di-
ferentes. La tabla 1 muestra la terminología más ­frecuente
en nuestro medio.
13. ¿Qué terminología utilizan los drogadictos
para referirse a sus hábitos de consumo?
La jerga utilizada es muy variable y cambiante según el
ámbito cultural y geográfico. La tabla 2 recoge algunos de
estos términos.
Los hábitos tóxicos: las drogas
Figura 1. Factores implicados en la génesis de
la drogodependencia
Contexto social
y cultural
Rasgos de
la personalidad
Predisposición física,
personal y genética
Propiedades de
la sustancia
uSo
HÁBITo
ABuSo
Estímulos y
refuerzos (+ / -)
Dependencia física
Dependencia
social
DrOgODEPENDENCiA
Mecanismos de
neuroadaptación
Mecanismos
metabólicos
Síndrome
de abstinencia
Tolerancia
Mecanismos
psicológicos
Dependencia
psíquica
Fuente: Lorenzo et al. 2003.
LIBRO DE LA SALUD
114
14. ¿Cuántos consumidores de drogas hay en
España?
Hay varios millones de personas en España que toman
drogas (incluyendo el alcohol y el tabaco) y varios cien-
tos de miles que probablemente cumplen los criterios de
drogode­pendencia. De acuerdo con los datos más recien-
tes proporcionados por la encuesta domiciliaria del Plan
Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consu-
mo, el alcohol, el tabaco y el cannabis encabezan los con-
sumos más frecuentes (véase tabla 3).
15. ¿Cuáles son las consecuencias generales de
una drogodependencia?
Son múltiples y abarcan desde un deterioro de la salud
hasta repercusiones negativas en el ámbito familiar, social
y laboral. Destacaremos algunas de ellas:
• Repercusiones sobre la salud física: enfermedades
respiratorias(enelcasodeltabaco),hepáticas(con
el alcohol) y neurológicas (con las ­anfetaminas),
entre otras. Las infecciones son frecuentes cuan-
do se utiliza la vía intravenosa: pueden producir-
se infecciones en el corazón (endocarditis), en el
pulmón (embolias sépticas) y en otros órganos,
y también se pueden transmitir varios virus que
causan hepatitis, así como el virus de la inmuno-
deficiencia humana (sida).
• Repercusiones psicológicas y psiquiátricas: sín-
drome de ausencia de motivación con el can-
nabis y diferentes psicosis con la cocaína, por
ejemplo.
• Repercusiones familiares: deterioro de la convi-
vencia en el hogar, conflictos.
• Repercusiones sociales: conductas antisociales
como hurtos o tráfico de drogas.
• Riesgo de sobredosis: cuando se utilizan dosis ele-
vadas de una droga o cuando se reinicia su consu-
mo tras un período de abstinencia.
• Riesgo de abstinencia: cuando se suprime brusca-
mente el consumo de la droga.
16. ¿Cómo se puede detectar que una persona
toma drogas?
Hay diferentes signos que cuando aparecen hacen sospe-
char que un individuo es consumidor de alguna droga de
abuso:
Signos conductuales: reducción en la capacidad de
memoria, mentiras repetidas sobre actividades o lugares
frecuentados, desaparición súbita de dinero y objetos de va-
lor en el hogar, cambios rápidos de humor, comportamiento
ofensivo hacia uno mismo y los demás, explosiones de mal
genio, ataques de pánico, hostilidad acompañada de una
falta de remordimientos e incremento de la preservación de
la propia intimidad (aislamiento) y fatiga persistente.
Signos sociales: conducción temeraria de vehículos
de motor o aumento en los accidentes de tráfico causados
por dicha persona, absentismo escolar frecuente, pérdida
de trabajos temporales, problemas laborales, rendimiento
por debajo de lo habitual, abandono del deporte y proble-
mas legales por agresiones o robos.
Otros signos más o menos circunstanciales, que
pueden hacer sospechar del consumo de drogas, inclu-
yen: olor en la ropa a sustancias de abuso, empleo de jer-
ga relacionada con la droga, presencia de drogas o útiles
relacionados con ella en la habitación, la ropa o el coche,
TABLA 1. Terminología empleada habitualmente para referirse a diversas drogas
Droga Nombre en argot
Heroína Caballo, burro, jaco
Cocaína Coca, nieve, harina, farlopa, perico
Heroína + cocaína Speed-ball, rebujito
Cannabis
Marihuana, hachís, chocolate, aceite, kif, grifa, maría, hierba, costo, goma, piedra,
canuto, petardo, porro, china, mandanga
Anfetamina y derivados (MDMA y otros) Éxtasis, anfeta, pirula, pasti, speed
Dietilamina del ácido lisérgico (LSD) Trip, tripa, tripy, ácido
Gamma-hidroxi-butirato (GHB) Éxtasis líquido, biberón, violafácil
Ketamina K, keta, súper-K, vitamina K
Cocaína + ketamina Calvin Klein
Bebida alcohólica Priva
115
frecuentes desapariciones de casa, cambio de amigos y así
como en los hábitos de higiene y vestido.
17. ¿Se puede confirmar que una persona consume
drogas?
Todaslasdrogasosusmetabolitossondetectables ­mediante
análisis en laboratorios especializados, para lo que se utili-
zan habitualmente muestras de orina, pero pueden detec-
tarse también en sangre, cabello, sudor o saliva. Las técnicas
analíticas pueden ser cualitativas (hay o no droga) o cuanti-
tativas (miden la concentración de droga en el medio ana-
lizado). Su sensibilidad y especificidad para detectar droga
es variable en función del tipo de técnica que se utiliza, por
lo que podría haber falsos positivos (el análisis es positivo
pero no se ha consumido droga) y falsos negativos (el aná-
lisis es negativo y sí se ha consumido droga).
Debe tenerse en cuenta que, tras cesar en su con-
sumo, la droga va desapareciendo progresivamente del
organismo, ya sea porque se metaboliza en el hígado o
porque se elimina a través del riñón. Este proceso puede
realizarse en muy pocas horas o en varias semanas, depen-
diendo de la droga consumida. Por tanto, un análisis posi-
tivo confirma el consumo, pero uno negativo no lo puede
excluir según el tiempo que haya pasado tras consumir por
última vez.
Al igual que ocurre con el tabaco, pueden existir
fumadores pasivos de cannabis. Es decir, una persona no
consumidora de cannabis pero que convive con un fuma-
dor podría llegar a dar positivo a esta droga en un control
de orina.
18. ¿Qué es una sobredosis de droga?
Una sobredosis de una droga es el conjunto de manifes-
taciones clínicas adversas e inesperadas que ­ presenta
un individuo poco después de tomar o administrarse
una droga, a consecuencia de una dosis superior a la
habitual, o por haber asociado a la dosis habitual algún
medicamento u otra droga que potencien su efecto, o
por admi­nistrarse la dosis habitual pero tras un período
más o menos prolongado en el que había dejado de to-
mar la droga. Las sobredosis se manifiestan sobre todo
a nivel cerebral (estados de agitación, coma, convulsio-
nes) y cardio­vascular (bradicardia, taquicardia, hipoten-
sión, hipertensión arterial), pero pueden verse afectados
otros órganos o sistemas (hígado, músculo, riñón) y su-
frirse incluso una muerte súbita o secuelas irreversibles
como un coma vegetativo.
TABLA 2. Jerga de uso habitual entre drogadictos
y significado más frecuente de las
expresiones
Bajada = Finalización de los efectos de una droga
Ciego = Efecto de una droga (ir ciego)
Colgado = Que tiene dependencia o que sufre trastorno mental
por culpa de la droga
Colocado = Bajo el efecto de una droga
Cortar = Adulterar la droga
Chino = Forma especial de consumir la heroína
Chute = Inyección intravenosa
Desengancharse = Librarse de una dependencia
Enganchado = Dependiente
Flash = Efecto inmediato y brusco de la inyección intravenosa
de una droga
Flash back = Experimentar los efectos de una droga que se ha
consumido hace tiempo
Flipe = Efecto de la droga, sobre todo alucinógena
Fumeta = Fumador de cannabis
Gusanillo = Síndrome de abstinencia matutino en los
alcohólicos
Limpio = Sin droga
Línea = Preparación del polvo de droga, habitualmente cocaína
Material = Droga
Máquina = Jeringuilla
Mono, pavo = Síndrome de abstinencia de heroína
Papelina = Sobrecito que contiene droga
Pico = Inyección intravenosa (picarse)
Polvos = Droga en polvo, sobre todo heroína
Subida = Inicio de los efectos de una droga
Viaje = Efectos ocasionados por la toma de alucinógenos
Yonqui = Dependiente de la heroína
TABLA 3. Porcentaje de personas entre 15 y 65 años
que han consumido sustancias
psicoactivas en los 12 meses previos
al día de la encuesta
Alcohol 77,4
Tabaco 45,5
Cannabis 9,9
Cocaína 2,6
Éxtasis 1,8
Anfetaminas/Speed 1,2
Alucinógenos 0,7
Heroína 0,1
Crack 0,1
Inhalables volátiles 0,1
Fuente: Observatorio Español sobre Drogas, Informe n.º 6, noviembre, 2003.
Los hábitos tóxicos: las drogas
LIBRO DE LA SALUD
116
19. ¿Qué es el cannabis?
El cannabis es la droga ilegal más consumida en España.
Es un producto natural que procede de la planta Cannabis
sativa y cuyo principio activo más importante es el delta-
9-trans-tetrahidrocannabinol (THC). Existen tres formas
de presentación:
• Marihuana: preparación seca y triturada de flores,
hojas y pequeños tallos. Se fuma sola o mezclada
también con tabaco.
• Hachís: exudado resinoso y prensado, de aspecto
achocolatado. Se presenta en trocitos de unos
dos gramos. Se mezcla con tabaco y se fuma
como un cigarrillo.
• Aceite de cannabis: la forma de presentación
que contiene la mayor concentración de princi-
pios activos. Con el aceite pueden impregnarse
los cigarrillos de marihuana o hachís y potenciar
sus efectos.
El hachís o la marihuana pueden también consu-
mirse por vía oral, solos o más habitualmente mezclados
con alimentos (pasteles, galletas, sopas u otros).
20. ¿Qué efectos agudos produce el consumo de
cannabis?
Los efectos psicológicos se inician a los pocos minutos de
la inhalación y duran entre una y dos horas. Empiezan con
una sensación de euforia y bienestar. Se alteran la percep-
ción del tiempo, los sonidos y los colores. Es frecuente la
hilaridad, la locuacidad y un ansia desmesurada por comer.
El pulso se acelera y los ojos se enrojecen. Las funciones
motrices complejas se ven perturbadas, lo que se traduce
en un riesgo para la conducción ya que se altera la percep-
ción de las distancias y aumenta el tiempo de reacción.
21. ¿Puede producirse una sobredosis o
intoxicación aguda por cannabis?
Las dosis elevadas de THC desorganizan el pensamiento
(delirio), pueden percibirse imágenes o voces que no exis-
ten (alucinaciones) y sufrirse sentimientos de persecución y
perjuicio (paranoia) y pérdida del sentido del tiempo, que
convierten la euforia inicial en un estado de ansiedad que
llega hasta el pánico. Estos síntomas ceden progresivamen-
te en dos o tres horas, no afectan a las funciones vitales y
no hay peligro físico de muerte, aunque la psicosis tóxica
podría inducir en el paciente comportamientos de riesgo.
­Estas reacciones adversas al consumo de cannabis se tra-
tan con un ansiolítico de tipo benzodiacepínico (medica­
mentos con acción tranquilizante pertenecientes a un
grupo de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso
central). También se han descrito accidentes vasculares
­cerebrales (ictus) tras el consumo de cannabis.
22. ¿Cuáles son los riesgos asociados al consumo
crónico de cannabis?
Algunos adictos crónicos al cannabis tienen trastornos en
la memoria reciente y pueden presentar dificultades para
organizar su actividad en el tiempo. Otros desarrollan un
síndrome amotivacional, caracterizado por un estado de
apatía, deterioro de la capacidad de expresión e inefica-
cia en la realización de las tareas ordinarias. Los enfermos
esqui­zofrénicos empeoran y pueden sufrir un brote psicó-
tico si consumen cannabis.
23. ¿El cannabis puede emplearse en el
tratamiento de alguna enfermedad?
En el momento actual se evalúan tres posibles indicacio-
nes terapéuticas del cannabis, algunas de ellas en fase de
estudios clínicos en España:
• Para controlar las náuseas y vómitos de pacientes
con cáncer que reciben tratamiento con quimio-
terapia, y que no responden a otros tratamientos.
• En la anorexia y el mal estado general de pacientes
con cáncer, sida y otras enfermedades terminales.
• En algunos trastornos del movimiento y del tono
muscular asociados a enfermedades neurológicas
La planta de la marihuana.
117
que no responden a los tratamientos habitua-
les, como puede ocurrir en la esclerosis múltiple,
­lesiones de la médula espinal y síndromes extra-
piramidales.
24. ¿Qué es la cocaína?
La cocaína o benzoil-metil-ecgonina es el principal alcaloide
de las hojas de un arbusto denominado Erythroxylum coca
y que crece sobre todo en Perú y Bolivia. En estos países,
las hojas de la coca se consumen tradicionalmente mas-
cándolas y manteniéndolas en la boca junto a la mejilla.
Pueden también macerarse para obtener la pasta de coca,
que se fuma. A partir de esta base se obtiene el clorhidra-
to de cocaína, que se inhala (esnifa) por vía nasal, y que
es la forma de consumo más habitual en España, aunque
también puede inyectarse por vía intravenosa. Cuando
este clorhidrato se mezcla adecuadamente se obtiene el
denominado crack.
25. ¿Qué es el crack?
El crack es una forma cristalina de cocaína que se inhala en
recipientes calentados o se fuma pulverizada con tabaco.
Se difunde muy rápidamente de los pulmones al cerebro
y sus efectos son inmediatos, muy intensos y muy fugaces.
Su abstinencia es tan insufrible para el consumidor que en-
traña un uso compulsivo y muy frecuente. Este tipo de con-
sumo de cocaína está creciendo en nuestro país. Produce
una dependencia psicológica tan esclavizante que, una vez
iniciado, es muy difícil abandonar su consumo.
26. ¿Qué efectos produce el consumo de cocaína?
La cocaína actúa en el sistema nervioso central, inhibiendo
los procesos de recaptación de neurotransmisores (nora-
drenalina, dopamina, serotonina), aumentando su dispo-
nibilidad. Estos neurotransmisores son sustancias que ac-
túan de mediadores entre las neuronas. En consecuencia,
el individuo se siente eufórico, hiperactivo, lúcido, y muy
acelerado (hablador, en movimiento constante), con in-
cremento de las percepciones sensoriales, aumento de la
autoestima, autoconfianza, egocentrismo y megalomanía.
Por otro lado, presenta un descenso de la sensación de fa-
tiga, de hambre y de sed.
27. ¿Por qué la cocaína perjudica la salud?
Un único consumo de cocaína puede producir un síndro-
me de sobredosis caracterizado por una gran respuesta del
sistema simpático: se producen, por un lado, fenómenos
de vasoconstricción (estrechamiento de los vasos san-
guíneos) que pueden afectar a las arterias coronarias del
corazón, las cerebrales, renales, intestinales, musculares y
otras. En consecuencia, pueden producirse una isquemia o
trombosis cerebral (ictus) o un infarto agudo de miocardio.
Por otro lado, se eleva tanto la presión arterial que pueden
producirse rupturas de pequeños vasos en áreas frágiles
como el cerebro, dando lugar a una hemorragia subarac-
noidea (sangrado por debajo de la aracnoides, una de las
meninges o membranas que recubren el cerebro) o un
hematoma intraparenquimatoso (hematoma en el interior
del cerebro, entre las estructuras de éste). La cocaína tam-
bién produce trastornos del ritmo del corazón que pueden
provocar un paro cardíaco súbito.
Tras consumir cocaína también pueden aparecer
manifestaciones psicológicas en forma de ansiedad, irrita-
bilidad, agresividad, crisis de pánico y trastornos psicóticos
agudos con ideas delirantes paranoides.
A largo plazo, el individuo adicto a la cocaína se va
tornando ansioso, irritable y paranoide. Dos tercios de los
consumidores acaban teniendo problemas psiquiátricos
graves, como la esquizofrenia, aunque se discute si ello es
una consecuencia del hábito cocainómano o si estas per-
sonas ya padecían un trastorno mental previo, especial-
mente de tipo afectivo.
28. ¿Qué es la heroína?
La heroína es un derivado semisintético de un producto de
origen natural, la morfina, contenida en la planta Papaver
somniferum (una variante de la amapola). Cuando se sin-
tetizó la heroína (diacetilmorfina) a finales del siglo xix, se
creyó haber encontrado un medicamento capaz de curar
la adicción a la morfina, pero poco después se reconoció
su potencial adictivo y dejó de prescribirse, iniciándose a
Los hábitos tóxicos: las drogas
La planta del opio.
LIBRO DE LA SALUD
118
partir de entonces su comercio ilegal como droga. Ello ge-
neró una cantidad de adictos tal que en nuestro país alcan-
zó proporciones epidémicas entre los años 1970 y 1990. A
partir de esa fecha, por diversos motivos, se fue ­reduciendo
progresivamente.
29. ¿Cómo actúa la heroína?
Laformahabitualdeconsumirheroínaesporvía­intraveno-
sa. Cuando, a partir de los años ochenta, los ­heroinómanos
fueron tomando conciencia del riesgo que entrañaba esta
vía para la transmisión de enfermedades infecciosas (bac-
terianas y sobre todo víricas, como los virus de las hepatitis
y de la inmunodeficiencia humana), se fue optando por el
consumo por vía pulmonar o nasal.
La heroína, al igual que la morfina o la metadona, ac-
túa en el sistema nervioso central sobre unos receptores es-
pecíficos, produciendo en dosis bajas analgesia, sensación
de bienestar y euforia, y en dosis más altas, sopor y sueño.
30. ¿Por qué la heroína es nociva para la salud?
La heroína es una droga muy liposoluble, que penetra en el
cerebro con gran facilidad, por lo que es una de las sustan-
cias más adictivas que se conocen.
Los riesgos para la salud son múltiples. En primer
lugar cabe considerar la sobredosis, sobre todo cuando
se administra por vía intravenosa, causada por la adminis-
tración de una dosis superior a la habitual o por la dosis
habitual tras un período de abstinencia. Las manifestacio-
nes clínicas de la sobredosis son disminución del tamaño
de las pupilas (miosis), descenso del nivel de conciencia
que puede llegar hasta el coma, y la depresión de la respi-
ración, que puede conducir a la parada respiratoria y, en
consecuencia, a la muerte. En segundo lugar, ya se han
citado algunos de los riesgos infecciosos que compor-
ta la utilización de la vía intravenosa para administrarse
esta droga: infecciones en la piel, tromboflebitis, embo-
lias sépticas pulmonares, endocarditis, ­hepatitis B y C e
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana.
En tercer lugar deben incluirse la dependencia, tanto fí-
sica como psicológica, y secundariamente el síndrome de
abstinencia cuando cesa súbitamente su consumo.
31. ¿Qué son las drogas de diseño?
Las drogas de diseño o de síntesis son un conjunto de sus-
tancias sintetizadas en el laboratorio, que tienen como es-
tructura química básica la molécula de anfetamina, y que
careciendo actualmente de indicaciones terapéuticas se
utilizan como sustancias ilegales, sobre todo durante los
fines de semana. La más importante de ellas es la metile-
no-dioxi-meta-anfetamina (MDMA) o éxtasis. Se incluyen
también la MDA (metileno-dioxi-anfetamina), la MDEA
(metileno-dioxi-etil-anfetamina) y la metanfetamina (ice),
entre otras.
32. ¿Qué es el éxtasis?
El éxtasis o MDMA es la droga de diseño más consumida
en España. Se presenta en forma de pastillas con diversos
logotipos grabados, que contienen dosis de entre 50 y
100 miligramos de MDMA. No obstante, los ­consumidores
se exponen a consumir dosis muy variables al tomar una
pastilla de éxtasis, pues ésta puede incluir otros deriva-
dos anfetamínicos, psicofármacos y sustancias inertes
muy diversas.
Esta droga se consume por vía oral, en pastillas. Las
discotecas, pubs y after-hours son locales donde el consu-
mo es más frecuente, especialmente a lo largo de los fines
de semana.
33. ¿Cómo actúan las pastillas de éxtasis?
Tras absorberse en el estómago, la MDMA alcanza el
cerebro induciendo la liberación de neurotransmisores
(noradrenalina y dopamina). El individuo experimenta
un estado emocional caracterizado por la empatía, es
decir, el reconocimiento intelectual y emocional de los
pensamientos, sentimientos y comportamientos de los
demás. Aumentan la capacidad verbal, la facilidad para
interaccionar con los demás y el estado de alerta. Tam-
Todas las drogas o sus metabolitos son detectables mediante análisis
en laboratorios especializados; para ello se utilizan habitualmente
muestras de orina, aunque pueden realizarse también con muestras
de sangre, cabello, sudor o saliva.
119
bién disminuyen la sensación de fatiga, de hambre y
de sueño.
Se sabe que tomando durante algunas semanas
varias pastillas de éxtasis, pueden producirse lesiones en
el sistema nervioso central, potencialmente irreversibles.
Esto podría traducirse en una reducción de la capacidad
cognitiva (memoria, atención, concentración), cuadros de-
presivos y enfermedad de Parkinson.
En algunas ocasiones, el MDMA puede producir la
muerte. Podría deberse a que las pastillas tuviesen una
gran cantidad de MDMA o, lo que parece más frecuente,
que algunos individuos desarrollen una reacción de hiper-
sensibilidad que puede manifestarse en forma de edema
cerebral o de un fracaso multiorgánico asociado a una ele-
vada temperatura corporal que se conoce con el nombre
de golpe de calor, y que puede matar a una persona en muy
pocas horas.
34. ¿Qué es el éxtasis líquido?
El éxtasis líquido es un producto de síntesis química que
se denomina gamma-hidroxi-butirato o GHB. Aunque sin-
tetizado en el laboratorio, se descubrió hace pocos años
que es una sustancia que se encuentra normalmente en
pequeñas cantidades en el cerebro, actuando como un
neurotransmisor parecido al GABA y, probablemente, con
idénticas funciones.
Como droga empezó a utilizarse para aumentar la
masa muscular de deportistas (halterofilia) y culturistas,
constatándose su capacidad para generar adicción y sín-
dromes de abstinencia.
Algunas industrias utilizan GHB como disolvente.
35. ¿Cómo actúa el éxtasis líquido?
El éxtasis líquido se ofrece en forma de unos pequeños bo-
tellines de 10 mililitros que contienen cantidades variables
de GHB. Se ingiere por vía oral, acompañado de bebidas de
cola o refrescos. Es una droga que característicamente se
consume más durante los fines de semana y en ambientes
recreativos (bares nocturnos y discotecas), de forma similar
al éxtasis.
El GHB es un depresor del sistema nervioso central,
muy parecido en sus efectos al alcohol etílico que, en ba-
jas dosis, por deprimir áreas inhibitorias, produce estados
de euforia y bienestar. Pero pequeños incrementos de las
dosis inducen con rapidez un estado de sopor que puede
llegar hasta el coma, en ocasiones muy profundo, y que
podría llegar a causar la muerte.
Se ha empleado el GHB para actos criminales como
robos y violaciones. Para ello, aprovechando que el GHB
es un líquido transparente y que carece prácticamente de
olor y sabor, se introduce inadvertidamente en las bebidas
de otras personas, que al intoxicarse presentan una dismi-
nución de la conciencia que facilita estos actos. Además,
el GHB produce amnesia, de modo que, al recuperarse, los
afectados no recuerdan las circunstancias en las que se
han producido estos hechos. Por otro lado, el GHB no es
detectado por las técnicas de análisis toxicológicos y de
drogas de abuso disponibles habitualmente en los servi-
cios de urgencias.
36. ¿Qué son los inhalables volátiles?
Son un conjunto de sustancias, habitualmente líquidas
y ordinariamente de uso industrial, que a temperatura
­ambiente emiten gases y vapores cuya inhalación produce
un estado de euforia similar al de otras drogas.
Entre estas sustancias se encuentran los disolventes
(tricloroetano, tricloroetileno), el tolueno, la gasolina, las
colas y los pegamentos.
Una sobredosis de estos productos puede pro-
ducir depresión del estado de conciencia, coma y con-
vulsiones. En estos casos, si la persona, para inhalar, ha
introducido la cabeza en una bolsa de plástico, podría
producirse una asfixia. Estos productos son también
cardiotóxicos, y pueden causar una muerte súbita por
parada cardíaca. Por otro lado, presentan todas las
­características de una droga y por tanto generan los fe-
nómenos de tolerancia, dependencia y abstinencia aso-
ciados a ella.
37. ¿Puede prevenirse el consumo de drogas?
La prevención debe iniciarse en edades tempranas,
puesto que la toma de contacto con las drogas suele
realizarse en la adolescencia (12-14 años). Esta preven-
ción ha de dirigirse no sólo al individuo sino también
a la sociedad con el fin de conseguir un cambio en las
creencias y actitudes hacia la droga, ­complementándose
este fin general con objetivos más concretos como el
aprendizaje de habilidades sociales y personales, la ade-
cuada reformulación de valores personales y sociales, la
reafirmación de la autoestima y el aprendizaje del auto-
control emocional.
En caso de duda, es recomendable acudir al
médico de cabecera y, eventualmente, a una consulta
especiali­zada.
Los hábitos tóxicos: las drogas
LIBRO DE LA SALUD
120
Glosario
Cocaína: droga adictiva que se obtiene de las hojas de la coca.
Alcaloide de la planta de la coca.
Droga: sustancia o preparado de efecto estimulante, deprimente,
narcótico o alucinógeno.
Drogodependencia: uso habitual de sustancias (drogas) al que el
paciente adicto no se puede sustraer.
Estupefaciente: sustancia narcótica que hace perder la sensibili-
dad, como, por ejemplo, la morfina.
Heroína: droga adictiva obtenida de la morfina, en forma de pol-
vo blanco y amargo, con propiedades sedantes y narcóticas.
Morfina: alcaloide sólido, muy amargo y venenoso. Se extrae del
opio, y sus sales, en dosis pequeñas, se emplean como medica-
mento soporífero y anestésico.
Narcótico:dichodeunasustancia,queproducesopor,relajaciónmus-
cular y embotamiento de la sensibilidad, como, por ejemplo, el opio.
Bibliografía
Drogomedia. Centro de Documentación de Drogodependencias.
Observatorio Vasco de Drogodependencias. Gobierno Vasco.
http://www.drogomedia.com/.
Fad (Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción). http://www.fad.es.
Lorenzo, P., J. M. Laredo, J. C. Leza, e I. Lizasoain. Drogodependencias.
Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2003.
Ministerio de Sanidad y Consumo. Observatorio español sobre
drogas. Plan Nacional sobre Drogas, Informe n.º 6, noviembre 2003.
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/home.htm
Ripred (Red Interamericana para la Prevención de las Drogas). http://
www.ripred.org/index.html.
• Una droga de abuso es una sustancia de origen natu-
ral o de síntesis química, capaz de generar cambios
mentales, y que induce en las personas el deseo de
repetir su administración; asimismo, si se cesa brus-
camente su consumo puede aparecer el síndrome
de abstinencia.
• El alcohol y el tabaco son las drogas legales más consu-
midas en España. El cannabis y la cocaína son las drogas
ilegales utilizadas con mayor frecuencia por los jóvenes
españoles.
• Una sobredosis es un conjunto de manifestaciones clí-
nicas adversas que pueden aparecer después de tomar
una droga, generalmente a consecuencia de que la do-
sis ha sido superior a la habitual.
• El consumo de algunas drogas, como las pastillas de
éxtasis o la cocaína, puede producir una muerte súbita.
Resumen
121
Capítulo 11
La seguridad vial:
los accidentes de tráfico
Dr. Salvi Prat
Médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínic
de Barcelona
1. ¿Cuál es la importancia social y sanitaria de este
problema?
Mucha. Los datos no pueden ser más contundentes. En la
REWHO, la Región Europea (52 países) de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), los accidentes en general (las
lesiones) matan cada día a 2.000 personas y llevan a 60.000
al hospital. En los noticiarios de los fines de semana, en to-
das las sociedades desarrolladas, se incluyen dos informa-
ciones de forma fija: la primera de ellas es, por supuesto, la
información deportiva, y la segunda, mucho más pequeña
pero tozudamente persistente, la que se refiere a los acci-
dentes de tráfico ocurridos durante el fin de semana. Como
con todas las noticias habituales, la atención que se les
presta es generalmente rutinaria. Quizá una breve mirada
a las siempre espectaculares imágenes de coches destroza-
dos, algún ligero comentario... Detrás de cada una de estas
cotidianas imágenes y estadísticas se esconde una realidad
absolutamente dramática. Muertes, cuerpos destrozados,
algunos de ellos con secuelas irrecuperables, tanto físicas
como psíquicas. Personas y familias destrozadas. La reac-
ción más habitual, probablemente autodefensiva, ante
esta cruda realidad («A mí, a los míos, no nos pasará») es to-
talmente equivocada: los accidentes de tráfico nos afectan
y nos pueden afectar a todos. La mortalidad anual supera
las 4.000 personas en España: un drama intolerable y un
auténtico problema de salud que afortunadamente parece
ir en descenso en los últimos meses. Dado que los acciden-
tes de tráfico afectan principalmente a los estratos sociales
más jóvenes y activos (las lesiones son la principal causa
de mortalidad por debajo de los 45 años), el coste social es
altísimo, tan alto como para que se justifique claramente la
adopción decidida de todo tipo de medidas para paliar esta
situación. Estas medidas implican a autoridades (de infra-
estructuras, de seguridad viaria, sanitarias) y a fabricantes
de vehículos. Sin duda, implican también a los conducto-
res y ocupantes de todo tipo de vehículos y a los peatones.
Detrás de cada accidente hay vidas y familias radicalmente
trastocadas por un episodio que tenemos tendencia a con-
siderar una fatalidad, algo inevitable. Bien al contrario, los
accidentes se desencadenan por ­circunstancias concretas
Llegada de un paciente al Servicio de Urgencias.
LIBRO DE LA SALUD
122
y repetitivas que los hacen básicamente prevenibles y son,
por tanto, y aunque pueda parecer utópico, evitables. De la
misma manera, las consecuencias de las lesiones después
de un accidente van a cambiar, y a veces este cambio pue-
de ser radical, según cuáles sean los sistemas de protec-
ción de los vehículos implicados o las vías por las que se
circula y según cuál sea la atención sanitaria recibida por
el accidentado.
En 2002, se estima que las lesiones (daños físicos
que se producen cuando un cuerpo humano es someti-
do bruscamente a una cantidad de energía que excede
la tolerancia fisiológica al trauma) causaron aproximada-
mente ochocientas mil muertes en la Región Europea de
la OMS (8,3% de la mortalidad global). Los accidentes de
tráfico produjeron 127.000 muertes (el 55% de las vícti-
mas tenían entre 15 y 44 años) y lesionaron o incapacita-
ron a 2,4 millones de personas. El 75% de los accidentes
ocurren en varones.
2. ¿Es éste un problema sólo de los países más
industrializados?
Los accidentes de tráfico constituyen un enorme proble-
ma de salud y, al igual que cualquier problema de salud,
están relacionados con el nivel económico de los países.
Si se comparan los datos de países como Armenia, Azer-
baiyán, Federación Rusa, etc., con los de la Unión Europea
(UE) (países con niveles de desarrollo pobre frente a paí-
ses con nivel de desarrollo elevado), se aprecia que en los
primeros la frecuencia de los accidentes/lesiones es alta
y tiende a aumentar, mientras que en los segundos es de
las más bajas y tiende a disminuir. El riesgo promedio de
morir por un accidente en un hombre del primer grupo de
países es cuatro veces superior al de un hombre de la UE.
En todos los países de la Región Europea de la OMS, los
niños, los ancianos y los pobres están en una situación de
mayor ­riesgo. Por ejemplo, en el Reino Unido el riesgo de
un niño de clase baja de morir por un traumatismo es de
tres a cuatro veces mayor que el de un niño de clase alta.
Además, en determinados países la capacidad de acceso a
una atención sanitaria emergente, o de rehabilitación de
calidad, es difícil después de sufrir un accidente.
Los números absolutos en los accidentes de tráfico
ilustran mal la extensión del problema. Por ello, los acci-
dentes o la mortalidad suelen referirse a determinadas
magnitudes como el número de habitantes, de vehícu-
los, de kilómetros recorridos, etc., que delimitan mejor las
coordenadas del problema, generando lo que se conoce
como índices de accidentalidad. A modo de ejemplo, la ta-
bla 1 refleja los índices más comúnmente utilizados apli-
cados a los últimos años en datos parciales que se refieren
a Cataluña.
3. ¿Cómo se estima la mortalidad por accidentes
de tráfico?
Desde hace años, la mortalidad por esta causa se regis-
tra mensualmente. Aunque no es una estimación directa,
refleja mejor la incidencia real de la mortalidad por acci-
dentes de tráfico al recoger las muertes derivadas de las
complicaciones de los traumatismos. En los datos de la
tabla 1, se aprecia cómo entre 1994 y 1998 los índices de
accidentalidad crecen hasta situarse 20 puntos por encima
de los datos iniciales. Desde entonces se ha producido un
TABLA 1. Accidentes de tráfico
Índices de accidentalidad 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Accidentes con víctimas
Por 100.000 habitantes 309 314 332 336 390 381 374 361 330 308 297
Por 100.000 vehículos 587 581 583 576 643 607 586 522 473 489 428
Por 10.000.000 vehículos
y km en carretera
1,49 1,57 1,52 1,31 2,05 2,04 1,89 1,76 1,37 1,23 1,15
Muertos por accidente de tráfico
Antes de 24 h por cada 1.000
accidentes con víctimas
34,0 38,2 33,2 31,8 31,2 32,1 33,2 30,9 33,0 32,4 28,2
Antes de 24 h por millón
de habitantes
105 120 110 107 122 122 124 112 109 99,5 84
Antes de 30 días por millón de
habitantes
132 147 138 142 155 148 142 128 125 114 97
Fuente: DGT y DESCAT.
123
descenso progresivo de los índices. Como cada uno de los
índices refleja aspectos diferentes de una misma realidad,
las variaciones son diferentes entre ellos. El índice que ha
experimentado una disminución menor es la accidentali-
dad en relación con el tráfico registrado en las carreteras.
Si comparamos estas estadísticas con las de otros
países de la Unión Europea, se aprecia que España presen-
ta una tasa de mortalidad (a 30 días) por 100.000 habitan-
tes de 12,8 (datos de 2003), lo que nos sitúa en noveno
lugar entre los países con mayor mortalidad. Analizando
estos datos se configuran cuatro grupos de países en fun-
ción de esta tasa. Con un índice entre 21 y 19 encontramos
a Letonia, Lituania y Grecia. Con cifras entre 14 y 12 están
Portugal, Polonia, Bélgica, República Checa, Hungría, Espa-
ña, Chipre, Eslovenia y Estonia. Cifras entre 12 y 10 presen-
tan Francia, Eslovaquia, Austria, Italia y Luxemburgo. Entre
9 y 7 están Irlanda, Dinamarca, Alemania y Finlandia. Con
valores alrededor de 6 están Suecia, Reino Unido y Países
Bajos. El país con una menor tasa es Malta (4,1). Como pue-
de apreciarse, los datos nos sitúan entre los países de la
UE con mayor tasa de mortalidad por accidentes de tráfico.
Estamos ante un problema real y muy preocupante.
4. ¿Son evitables los accidentes?
Sin duda. A pesar de que, tal como hemos dicho, en nues-
tra cultura se suelen aceptar como una fatalidad inevitable,
lo cierto es que los accidentes, como cualquier enferme-
dad suficientemente conocida, se pueden prevenir. Esta
afirmación no debe entenderse como una utopía («Vamos
a hacer desaparecer los accidentes de tráfico»), sino como
una toma de posición clara y determinada frente al proble-
ma: existen soluciones.
Un claro ejemplo lo encontramos en Francia. En
2002, en vista de que los accidentes de tráfico eran la prin-
cipal causa de mortalidad entre la población joven, se em-
prendió una campaña (auspiciada por la presidencia de la
República) nacional y local donde se implementaron me-
didas preventivas (control de límites de velocidad, uso de
cinturones, control de bebida, carné por puntos, etc.) que
consiguió una disminución del 34% de la mortalidad en el
bienio 2002-2004.
Las actuaciones para disminuir los accidentes de
tráfico deben basarse no sólo en las acciones de los indi-
viduos sino también en cambios impulsados desde la so-
ciedad que pongan a la seguridad por delante, en el dise-
ño de carreteras o de entornos urbanos. Otro ejemplo de
estas acciones lo constituye la disminución en un 75% de
la mortalidad en ciclistas en Finlandia a través de un pro-
grama nacional de ciclismo. La introducción de distintas
medidas en España (carné por puntos, mayores sanciones
como castigo a determinadas infracciones de tráfico, ma-
yores controles de velocidad y alcoholemia, etc.) ha con-
dicionado una reducción de las cifras de siniestralidad que
resulta muy positiva y esperanzadora.
5. ¿Por qué se producen los accidentes de tráfico?
Los accidentes se producen por situaciones anómalas que
dependen de la propia circulación, de la vía, del vehículo
o del conductor. En cualquiera de los casos, las circunstan-
cias son controlables y modificables. No debe sonar, de
nuevo, a utopía. La educación viaria, los avances tecnoló-
gicos en los sistemas de prevención y de protección de los
vehículos, las mejoras (y, por tanto, las inversiones) en in-
fraestructuras viarias son el camino para reducir el impacto
de los accidentes en nuestra sociedad y en nuestro sistema
sanitario.
Analizando las circunstancias (o su asociación) que
concurren en los accidentes con víctimas (sobre un total de
16.720 accidentes), se aprecia la incidencia porcentual que
refleja la tabla 2.
El análisis que se haga de estos factores desenca-
denantes determinará las estrategias de prevención que
se adopten. Las infracciones de las normas de circulación
son la causa más frecuente de accidentalidad en el ámbi-
to urbano. En cambio, en la zona interurbana la causa más
frecuente es la velocidad inadecuada. En cualquier caso
parece claro que el factor humano y el tecnológico deben
La seguridad vial: los accidentes de tráfico
La educación viaria, los avances tecnológicos en los sistemas de
prevención y de protección de los vehículos, y las mejoras en
infraestructuras viarias son el camino para reducir el impacto de los
accidentes en nuestra sociedad y en nuestro sistema sanitario.
LIBRO DE LA SALUD
124
abordarse de forma asociada si se pretende disminuir la si-
niestralidad y la gravedad de los accidentes.
6. ¿Existen factores asociados de forma clara a la
accidentalidad?
Sin duda. El consumo de alcohol y de drogas son facto-
res de riesgo en todas las lesiones no intencionales, tam-
bién en los accidentes de tráfico. Los datos ilustran esta
­realidad. De todos los controles de alcoholemia realizados
tras un accidente, un 8-10% resulta positivo. Si el control
se efectúa tras una infracción, la tasa de positivos sube
al 30-40%. Si se analizan los resultados de estas pruebas
respecto a los conductores muertos en accidente, se ob-
servan resultados positivos en un 40-45% y negativos
en un 55-60%. De los resultados positivos, la sustancia
más frecuente es el alcohol etílico y el alcohol asociado
a drogas o psicofármacos. También se puede detectar la
presencia de drogas y de drogas con psicofármacos. Un
30% de los peatones lesionados presenta también cifras
de alcoholemia positivas.
7. ¿Se conoce realmente la dimensión sanitaria de
los accidentes de tráfico?
Probablemente no. La mortalidad derivada de los acci-
dentes se contabiliza de forma directa en las primeras
24 horas. La mortalidad a los 30 días (a consecuencia de
las complicaciones derivadas de los accidentes) se calcula
de forma estimativa. Se considera, por otra parte, herido
grave a aquel que requiere una hospitalización más larga
de 24 horas, y leve al que no la requiere. Se conoce poco
o nada de la gravedad de los pacientes en función de es-
calas de valoración de la gravedad de sus lesiones o de la
asociación de éstas. No existen datos de estancias medias
hospitalarias de los accidentes de tráfico, ni que relacio-
nen mortalidad y gravedad de las lesiones. Tampoco los
hay del tiempo medio en que se produce la reinserción
social de los accidentados, es decir, del tiempo medio (en
función de las diferentes lesiones) en que los accidenta-
dos vuelven a su trabajo, si es que el accidente les ha de-
jado en situación de hacerlo. Se echa en falta, en definiti-
va, la existencia de un registro de accidentados, de base
hospitalaria, que aporte luz a la realidad sanitaria y social
de estos casos. La información obtenida en este registro
debería ser la que guiara la toma de decisiones organiza-
tivas en la atención sanitaria al accidentado, pues daría
una dimensión mucho más exacta de la realidad social y
sanitaria de los accidentes.
8. ¿Son eficaces los sistemas de protección?
Sin duda lo son. Existen sobradas evidencias en este aspecto.
La obligatoriedad del uso del casco en una ciudad
con tantas motos como Barcelona (en 1992) supuso una
disminución clara de la mortalidad y la discapacidad de-
rivadas de traumatismo craneal por accidente de motoci-
cleta. La mortalidad y discapacidad infantil por accidente
de tráfico (probablemente la más dramática) disminuye
de forma radical con el uso de sistemas de retención in-
fantil adecuados. Los cinturones de seguridad (a pesar de
que puede existir quien piense que son una cuestión de
libertad personal y que limitan la posibilidad de escapa-
toria en caso de incendio, por ejemplo) reducen la morta-
lidad y la gravedad de las lesiones. Aunque, es cierto que
la desaceleración brusca que producen puede ser, por sí
misma, causa de otras lesiones. Lo mismo ocurre con el
airbag (cuyo uso debe asociarse siempre al del cinturón
de seguridad): previene lesiones de gravedad en tórax y
Tabla 2. Circunstancias (o asociación de éstas) que
concurren en los accidentes con víctimas
(sobre un total de 16.720 accidentes)
Factor desencadenante Porcentaje
Infracción de una norma 40,3
Distracción 19,5
Ningún factor determinante 16,8
Velocidad 4,2
Distracción + infracción 3,9
Distracción + velocidad 2,3
Velocidad + infracción 2,3
Otras combinaciones 3,4
Es obligatorio utilizar siempre los cinturones de seguridad.
125
abdomen, pero puede ser por sí mismo causa de lesio-
nes oculares, quemaduras faciales y de los antebrazos (si
bien, lesiones en cualquier caso menores). La asociación
de cinturón, airbag y un determinado diseño del asiento
(lo que se conoce como sistema de retención) es útil en la
reducción de la gravedad de las lesiones producidas por
el accidente. El reposacabezas es otro elemento de segu-
ridad que evita (o reduce) lesiones en un accidente, con
una condición: hay que llevarlo colocado adecuadamen-
te, a la altura de la región occipital.
Sin embargo, este nivel de eficacia (que es real),
no debe hacernos creer que somos inmunes a los trau-
matismos. A pesar de que en determinadas ocasiones los
argumentos de venta de las compañías automovilísticas
pretenden convencernos de la seguridad completa, lo
cierto es que el riesgo existe; y evitar las situaciones que lo
provocan sigue siendo la mejor estrategia para prevenir los
accidentes y sus consecuencias.
9. ¿Son reproducibles los accidentes?
Sin duda, lo son. A pesar de que en cada accidente concu-
rren circunstancias diferentes, el patrón de lesiones de los
accidentados se repite. Existen, por tanto, determinados
patrones típicos de accidentado. El accidentado ocupan-
te de un vehículo de cuatro o dos ruedas y el peatón van
a tener características de lesión diferentes entre sí. En la
existencia de estos patrones se basa la capacidad para
efectuar ensayos biomecánicos y desarrollar diseños de
vehículos menos agresivos. También desde un punto de
vista clínico, el conocimiento del patrón de lesiones ayu-
da a la hora de identificarlas y permite realizar o adoptar
medidas de precaución más específicas, útiles para evitar
consecuencias clínicas.
En el caso del ocupante de un vehículo, el impac-
to de su cuerpo en el accidente puede producirse contra
las estructuras interiores del vehículo o contra un objeto
fijo externo (en caso de que se produzca la eyección del
vehículo). Asimismo, el impacto de los órganos internos
contra las estructuras del esqueleto son causa de lesiones
de gravedad.
En general se suelen diferenciar cuatro tipos de
impacto:
• impacto frontal
• impacto lateral
• impacto posterior
• vuelco/eyección.
El impacto frontal se define como la colisión contra
un objeto situado frente al vehículo que detiene de forma
brusca su velocidad. Esto hace que la energía cinética se
transforme en ondas de choque cuya fuerza (F) depende
de la masa del vehículo (M), del diferencial de la velocidad
y del tiempo en que ésta actúe. Esto se expresa con la fór-
mula siguiente:
F =
MxDV
DT
El diferencial de velocidad (∆V) se considera el ele-
mento clave en la producción de lesiones en los acciden-
tados.
El impacto desplazará por ejemplo al conductor
del vehículo hacia delante. Las lesiones se producirán en
el pie/tobillo (con los pedales), la rodilla (por impacto di-
recto contra el salpicadero), la cadera o el fémur. Cuando
el conductor sale proyectado hacia delante, el tórax choca
contra el volante y la cabeza contra el parabrisas, como se
detalla en la figura 1.
Así pues, las lesiones de extremidades inferiores,
cadera, cráneo, tórax y abdomen configuran el patrón de
lesiones del impacto frontal. Si, además, el accidentado
lanza sus brazos hacia delante, en una acción refleja, se
producirán, también, lesiones de extremidades superiores.
Analizando esta cadena de traumatismos, parece quedar
clara la capacidad de los sistemas de retención para reducir
la gravedad de las lesiones o evitarlas.
El impacto lateral se define como la colisión contra
un lateral del vehículo que desplaza (acelera) al ocupante
lejos del lugar del impacto. Es, por tanto, un mecanismo
de lesión sustancialmente distinto del impacto frontal. Los
daños característicos de este tipo de impacto son las frac-
turas de pelvis, tórax o abdomen, diferentes según el lugar
La seguridad vial: los accidentes de tráfico
Figura 1. Consecuencias de un impacto frontal
en un accidente de tráfico
iMPACTO FrONTAL
CADENA DE TrAuMATiSMOS
Tobillo
Rodilla
Fémur
Cráneo
Cerebro
Columna cervical
Tórax
Abdomen
Cadera
Salpicadero Parabrisas y
estructura
Volante y
salpicadero
LIBRO DE LA SALUD
126
que se ocupa dentro del vehículo. El cráneo o la columna
cervical también pueden verse afectados por estas fuerzas
laterales, que pueden llegar a producir lesiones del plexo
braquial.
El impacto posterior se define como la aceleración
que recibe el torso al producirse el choque por la parte
posterior de un vehículo habitualmente parado. La lesión
más característica de este impacto deriva de la hiperexten-
sión de la columna. Se conoce como síndrome del latigazo
cervical (SLC) y es causa de multitud de incapacidades la-
borales por accidente de tráfico. La intensidad del impacto
puede llegar a causar lesiones de elementos vertebrales
posteriores. El cuadro clínico consiste en una cervicalgia,
a veces irradiada a una o las dos extremidades superiores,
que se acompaña de mareos y/o sensación vertiginosa,
cefaleas o insomnio. La autenticidad o no de la sintoma-
tología del SLC es motivo de múltiples discrepancias entre
accidentados (y sus abogados) y compañías asegurado-
ras. Desde un punto de vista clínico, no existe duda de la
existencia del SLC ni de la grave afectación de la calidad de
vida de los accidentados que puede llegar a producir. Una
cuestión por definir es el diferencial de velocidad necesario
para que se produzca este cuadro clínico. Probablemente
este dato arrojaría alguna luz sobre la objetividad o no de
la sintomatología, en la que influyen, seguro, cuestiones
como la colocación del accidentado dentro del vehículo en
el momento de accidente y la situación muscular previa,
entre otras.
En el caso de un vuelco o eyección, las combina-
ciones de lesiones incluyen prácticamente todos los me-
canismos de lesión. Es, probablemente, en estos tipos de
accidentes donde más evidente se hace el papel de los sis-
temas de retención.
En el caso de los atropellos (véase figura 2), la cadena
detraumatismossiguetambiénunacronologíacaracterística.
En primer lugar, el impacto se produce entre el parachoques
y las extremidades inferiores del atropellado. A continuación,
el tórax impacta con el capó del vehículo. Tanto la estructura
superior del parabrisas como el suelo pueden ser la causa del
traumatismocraneal.Porúltimo,alcaeralsueloseproducirán
lesiones de extremidades superiores (más frecuentemente
fracturas de muñeca). En algunas series estudiadas, el 59% de
los atropellados presenta fracturas de tibia; de ellas, el 33%
son abiertas. De las fracturas abiertas, casi el 74% lo son de
gradoIII(lasfracturasabiertasdemayorgravedad).Unpatrón
defracturatibialmuycaracterísticadelosatropelloseslafrac-
tura a dos niveles (bifocal o segmentaria) de este hueso.
10. ¿Qué diferencias hay si el accidente es con un
vehículo de dos ruedas?
En el caso de los accidentes con vehículos de dos ruedas, la ca-
racterística es la ausencia de una estructura del vehículo capaz
dedisiparlaenergía.Cuandolaruedadelamotocicletaimpac-
ta frontalmente con un objeto fijo, se produce la eyección del
piloto, que se asocia a una rotación de manillar y del piloto y al
impacto de éste contra un objeto fijo o contra el suelo. El im-
pacto contra el manillar puede provocar traumatismo craneal,
torácico o abdominal. Es característica de estos accidentes la
fractura bilateral del fémur. Cuando el piloto impacta contra el
suelo (igual que en la eyección de los coches), cualquier lesión
es posible y su gravedad va a depender del grado de energía
cinética presente. Cuando el impacto es lateral, se va a produ-
cir, en general, un impacto directo sobre las extremidades infe-
riores del paciente, con fractura de fémur, tibia o pelvis. El 22%
de las fracturas de tibia se producen en motoristas. De ellas, un
64%sonabiertasy,deéstas,el68%losondegradoIII.También
en el mismo impacto se puede producir un traumatismo torá-
cico. Al caer el piloto e impactar contra el suelo la consecuen-
cia podría ser un traumatismo craneal, o cualquier otro tipo de
Figura 2. Atropellos: cronología característica
de la cadena de traumatismos
ATrOPELLO
Parachoques
Parabrisas o estructura
Suelo
iMPACTO EN TrES FASES TrÍADA DEL ATrOPELLO
Extremidades inferiores
Tórax
Extremidades superiores
y cráneo
Las señales de tráfico orientan sobre posibles riesgos en la vía pública.
127
lesión. Cuando el mecanismo del accidente es un derrape, se
producen lesiones de tibia proximal o fémur distal, aunque el
aplastamientodelaextremidadinferiorbajoelvehículopuede
producir cualquier combinación de lesiones.
11. Una vez producido el accidente, ¿se pueden
minimizar sus consecuencias?
Sin duda. La atención al accidentado se inicia inmediatamente
despuésdelaccidenteyprecisaunsistemadealertaeficazque
activelasasistencias.Laprimeraactuaciónanteunaccidentees
laproteccióndelescenarioparaevitarlaproduccióndenuevos
accidentes derivados del que causa la actuación. La atención
sanitaria a los accidentados (la que puede ya salvar vidas) em-
pieza en el lugar del accidente: son los sistemas de atención
prehospitalaria, que han alcanzado un alto nivel de desarrollo
en los últimos años en nuestro entorno. Su misión consiste en
trasladar hasta el accidentado atención sanitaria especializa-
da, capaz de actuar ante situaciones críticas. De su actuación
puede depender tanto la supervivencia del accidentado como
la prevención de secuelas. El tiempo es un factor clave en la
atención al accidentado grave. Se conoce como hora dorada a
laprimerahoratraselaccidente.Unaactuacióndecididayade-
cuada en esta primera hora puede suponer un cambio radical
en el resultado (en las consecuencias) del accidente. De forma
muy simple: un conductor que sufre un traumatismo abdomi-
nal (y resulta afectado, por ejemplo, de una rotura de bazo), de
noche, en una carretera de montaña poco transitada (donde
las alertas se activan algunas horas después), tiene una posi-
bilidad real de morir de un shock hipovolémico. Ante la misma
lesión ocurrida en una zona periurbana, donde la alerta pue-
de ser inmediata y la atención sanitaria también, el riesgo de
mortalidad es claramente inferior. Éste es un ejemplo de lesión
que se recupera sin secuelas para el paciente. De funcionar el
sistema de alerta y atención sanitaria a no hacerlo, el resultado
es radicalmente diferente (muerte, frente a vida normal en al-
gunassemanas).Otroaspectoquepuededeterminardeforma
clara el resultado es el traslado del paciente a un centro hospi-
talarioadecuado.Lospacientespolitraumatizados(losquehan
sufrido traumatismos graves que afectan a diversos sistemas
del organismo) precisan de atención eficaz en centros de alta
tecnologíadotadosespecíficamenteparaello.Estoexplicaque,
enunsistemaintegradodeemergencias,elmejorhospitalpara
atenderaunaccidentadogravenoseasiempreelmáscercano
al lugar del accidente (que probablemente es muy eficaz en el
tratamientodeotraspatologías)sinoaquelqueestádotadode
recursos técnicos y humanos con capacidad para responder a
las demandas de diagnóstico y tratamiento de urgencia. Esto
justifica de forma clara la existencia de sistemas de transporte
rápido (helicópteros) capaces de trasladar al paciente a centros
alejados con celeridad, evitando además las dificultades de la
orografía o el tráfico, que consumen tiempo.Y, según se ha vis-
to, el tiempo es un factor crítico en el politraumatizado.
La atención hospitalaria al accidentado exige la exis-
tencia de equipos multidisciplinares dispuestos para la actua-
ción inmediata. La composición de estos equipos varía según
el entorno sanitario en que nos encontremos. Pero en todos
los casos el equipo tiene una figura central que en el mundo
anglófono se denomina team leader y, en nuestro entorno,
coordinador o jefe de equipo. Su papel es fundamental: dirigir
la reanimación del paciente y establecer las prioridades en las
exploracionesdiagnósticasyeltratamiento.EnEstadosUnidos
y Alemania este papel es asumido por un cirujano (conocido
como trauma surgeon) con formación y entrenamiento espe-
cíficos para el tratamiento de los traumatismos viscerales. En
nuestro medio, este papel es asumido, de forma más habitual,
por especialistas en anestesiología-reanimación, de cuidados
intensivos o emergenciólogos, según la cultura organizativa o
disponibilidad de cada centro hospitalario. La reanimación del
paciente sigue unas pautas sistemáticas y concretas que, en la
actualidad, son prácticamente universales y se conocen como
Advanced Trauma Life Support (ATLS). La sistemática ATLS esta-
blece las prioridades en la reanimación del politraumatizado y
se aplica siempre de la misma manera, se esté en el lugar del
accidente, en un hospital básico o en uno de alta tecnología.
Su aplicación sistemática ayuda a homogeneizar las pautas
de conducta en una situación de emergencia que requiere
una respuesta eficaz y organizada. En el ámbito hospitalario,
para esta respuesta se precisa de un equipo multidisciplinar,
La seguridad vial: los accidentes de tráfico
La obligatoriedad del uso del casco supuso una disminución de la
mortalidad y la discapacidad derivada del traumatismo craneal por
accidente de motocicleta.
LIBRO DE LA SALUD
128
más habitualmente formado por profesionales de enfermería,
anestesiología-reanimación, cirugía general, traumatología y
neurocirugía. Cualquier especialista (radiólogos y angiorradió-
logos, cirujanos cardiovasculares y torácicos, cirujanos plásti-
cos, urólogos, etc.) puede ser requerido para el tratamiento de
este tipo de pacientes accidentados. No obstante, este equipo
básico multidisciplinar debe tener capacidad para dar respues-
ta inmediata a las necesidades de reanimación, diagnóstico y
tratamientoinicialdelpaciente.Naturalmente,lallegadadeun
accidentado grave a un hospital pone en situación de alerta y
actuación inmediata a laboratorios, banco de sangre,TAC, qui-
rófanos de emergencias, etc.
Se entiende, pues, que la infraestructura profesional y
humana precisa para tratar de emergencia a accidentados de
tráficoesaltamentecomplejayrequieredegrandotaciónper-
sonal y material. Esto suscita cuestiones de compleja resolu-
ción desde un punto de vista organizativo y de política sanita-
ria. ¿Cuántos centros son necesarios en un ámbito geográfico
concreto para tratar politraumatizados? ¿Dónde deben estar
situados? ¿Cuál es la dotación mínima necesaria? Son cuestio-
nes que no tienen una respuesta única y que la autoridad sa-
nitaria debe responder adecuándose a cada entorno y a partir
de información contrastada.
12. ¿Cuáles son las lesiones que provocan mayor
mortalidad?
Para evaluar las causas de la mortalidad, se debe atender al
momento en que se produce. En el lugar del accidente y en
las primeras horas, la mortalidad inmediata suele deberse
a traumatismos torácicos o lesiones de grandes vasos tora-
coabdominales. También los traumatismos craneoencefáli-
cos graves (muchas veces fracturas abiertas con pérdida de
masaencefálica)puedensercausademortalidadinmediata.
Las muertes en los primeros dos o tres días suelen deberse
a las complicaciones derivadas del sangrado (hipovolemia)
o de la afectación respiratoria o neurológica. A partir de este
momento, la mortalidad suele producirse días o semanas
después del traumatismo y suele deberse a complicaciones
infecciosas o a un fallo multiorgánico que afecta a diferentes
sistemas(respiratorio,renal,hepático,etc.)obiena infecciones.
Esta distribución en tres fases se conoce como distribución
trimodal de la mortalidad después de un traumatismo. La ge-
neralización de los sistemas de emergencias y la mejoría de
la atención hospitalaria inicial y en las áreas de vigilancia in-
tensiva han hecho aumentar la supervivencia de pacientes
con lesiones muy graves. Ésta puede ser una causa de que
actualmente sobrevivan pacientes que antes fallecían en
el lugar del accidente o en las primeras horas tras él. Ahora
estos pacientes pueden sobrevivir más tiempo pero, dada
su mayor gravedad, son también susceptibles de presentar
más complicaciones o mortalidad diferida.
13. ¿Cuáles son las lesiones que provocan más
secuelas?
Las secuelas más graves derivan de los traumatismos cra-
neoencefálicos y de las lesiones medulares, pues generan
discapacidades permanentes. Los niveles de dependencia
dentro de este grupo son muy variables. Sus posibilidades
derehabilitacióntambién.Sonpacientesquevananecesitar
centros de atención específicos para pacientes neurológicos
donde sus posibilidades de rehabilitación sean máximas.
Las lesiones del aparato locomotor son las otras
grandes secuelas de los accidentes de tráfico. A diferencia
de las anteriores, las posibilidades de recuperación son
reales, así como las demandas de los pacientes. «¿Cuándo
podré volver a subir a la moto?» es una pregunta que res-
ponden con mucha frecuencia los traumatólogos que tra-
tan accidentes de tráfico. Alrededor de un setenta y cinco
por ciento de los pacientes politraumatizados van a sufrir
lesiones graves del aparato locomotor que deberán ser tra-
tadas con las máximas garantías de resultado.
Las fracturas complejas de pelvis y el sangrado que
provocan colocan a los accidentados en situación de ries-
go vital. Deben ser tratadas de forma muy precoz y decidi-
da para evitar graves complicaciones. Resulta fundamen-
tal disponer de equipos de angiorradiología que puedan
detener la pérdida hemática mediante embolizaciones
selectivas de los vasos sangrantes. También la estabilidad
mecánica de la pelvis (conseguida mediante la colocación
de fijadores externos) tiene un papel básico en la conten-
ción del sangrado. De forma secundaria (fuera de esta fase
crítica) deben tratarse las lesiones óseas de la pelvis, para
evitar dismetrías graves así como dolores residuales inca-
pacitantes en la zona de las articulaciones sacroilíacas.
Las fracturas vertebrales, que es conveniente es-
tabilizar de forma temprana para permitir la movilización
y mejorar los cuidados del paciente, pueden ser también
causa de discapacidades residuales, al margen de la afec-
tación neurológica que pueda acompañarlas.
Secuelas de fracturas graves de pelvis y extremida-
des inferiores que años atrás se hubieran considerado tole-
rables (acortamientos de extremidades, consolidaciones en
mala posición) no son ahora consideradas aceptables ni por
pacientes ni por profesionales. Esto hace que el tratamiento
129
de las lesiones osteoarticulares se aborde de forma precoz y,
al mismo tiempo, con un nivel de posibilidades quirúrgicas
y de exigencia técnica cada vez superior. Entendida como
objetivo, la restitución funcional del paciente (incorporarse
en la cama, sentarse en una silla, ponerse de pie, andar...)
debe ser lo más precoz posible; al mismo tiempo, la recons-
trucción de las lesiones debe ser lo más anatómica posible.
Las técnicas actuales de osteosíntesis con placas deslizadas
o de enclavados endomedulares encerrojados permiten
dar respuesta satisfactoria de forma menos invasiva (menos
agresiva) a la mayoría de las lesiones de huesos largos. Inclu-
so lesiones que, por el grado de afectación ósea o de partes
blandas son muy graves, son tratadas ahora de forma que
la movilización del paciente pueda ser precoz. Las fracturas
abiertas graves de extremidades inferiores (que algunas ve-
ces son amputaciones traumáticas o acaban siéndolo) y las
lesiones complejas de la extremidad superior (incluyendo
las lesiones de plexo braquial) son actualmente las pato-
logías que producen una mayor discapacidad residual por
traumatismo.
Así pues, la concienciación de la población y la
educación viaria, la adecuación de las infraestructuras a la
realidad del tráfico, el desarrollo tecnológico de sistemas
de prevención y protección más eficientes, la atención sa-
nitaria cualificada en el lugar del accidente y en hospita-
les de alta tecnología y un tratamiento rehabilitador ade-
cuado parecen los ingredientes necesarios para reducir la
mortalidad y la discapacidad derivadas de un accidente
de tráfico. No existe una receta única para disminuir las
consecuencias del que es, sin duda, un problema social y
sanitario de primer orden en nuestro entorno.
Glosario
Discapacidad:dificultadparadesempeñaractividadessocialmente
aceptadas, habituales para las personas de similar edad y condición
sociocultural, como consecuencia de las limitaciones funcionales,
cognitivas y emocionales que proceden de la enfermedad u otras
deficiencias corporales, accidentes u otros problemas de salud.
Horadorada:laprimerahoratraseltraumatismo,dondeunaadecuada
actuación puede cambiar radicalmente el resultado del accidente.
Patrón de lesión: conjunto típico de lesiones que presenta un
accidentado tipo.
Politraumatizado: accidentado que ha sufrido un traumatismo
de alta energía que afecta a órganos o sistemas diferentes.
Sistema integrado de emergencias: el que incluye la alerta, la
atención prehospitalaria y hospitalaria al accidentado.
Shock hipovolémico: situación crítica en la que la presión san-
guínea cae, como consecuencia de una pérdida masiva (interna o
externa) de sangre, y el riego sanguíneo de órganos vitales se ve
seriamente comprometido.
Bibliografía
Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http://
www.cdc.gov.
Colegio Americano de Cirujanos. http://www.facs.org.
Dirección General de Tráfico. http://www.dgt.es.
E-ntérate. Página web divulgativa de la DGT. «Accidentes de tráfico:
una lacra de la sociedad moderna». http://www.portalciencia.net/
vdc/trafico.htm.
OMS (Organización Mundial de la Salud). Oficina Regional para Europa.
http://www.euro.who.int.
La seguridad vial: los accidentes de tráfico
• En los últimos años, más de 4.000 personas han fallecido
anualmente en España debido a accidentes de tráfico.
• España se sitúa entre los países con mayor mortalidad
de Europa. Las medidas de prevención y coercitivas in-
troducidas recientemente indican una tendencia a la
disminución de la mortalidad.
• Existe una clara correlación entre desarrollo económico
y mortalidad por accidente de tráfico: a mayor desarro-
llo económico, menor mortalidad.
• Existen patrones definidos de lesiones por accidente
de tráfico: impacto frontal, impacto lateral, impacto
posterior, vuelco, atropello o accidente en vehículo
de dos ruedas. Estos patrones definen tipos de lesión
diferentes.
• El patrón de lesión característico del atropellado incluye
traumatismos en extremidades inferiores, tórax, cráneo
y extremidades superiores.
• El tiempo transcurrido desde el accidente hasta recibir
atención médica es un parámetro crítico en la evolución
y el pronóstico de los lesionados.
• En un contexto de sistema integrado de emergencias, el
mejor hospital para tratar a un politraumatizado no es el
que está más cerca del lugar del accidente sino aquel que
tiene una dotación humana y tecnológica adecuada.
Resumen
Libro Salud
131
Capítulo 12
Los maltratos
Dr. Manuel Santiñá
Médico. Secretario de la Comisión de Violencia Intrafamiliar y de Género del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿A qué llamamos maltrato?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el térmi-
no violencia o maltrato como el uso deliberado de la fuerza
física o el poder contra otra persona más débil, ya sea ame-
nazando o realmente haciendo uso de esa mayor fuerza o
poder. Esta situación causa, o tiene muchas posibilidades
de causar, lesiones físicas, daño psicológico, trastornos del
desarrollo, privaciones e incluso la muerte.
2. ¿Quiénes sufren más este tipo de situación?
Las mujeres de cualquier edad, los niños (ambos sexos) y
las personas mayores son quienes sufren más este tipo de
situación. El riesgo de sufrir malos tratos no se distribuye
por igual entre los dos sexos: las mujeres los padecen mu-
cho más que los hombres.
3. ¿Hay diferentes tipos de malos tratos?
En su informe sobre violencia y salud, la OMS divide la
violencia en tres categorías, dependiendo de quién sea el
autor del acto violento: violencia contra uno mismo, vio-
lencia colectiva y violencia interpersonal.
El maltrato contra uno mismo comprende los
comportamientos suicidas y las autolesiones. El mal-
trato colectivo se da cuando un grupo agrede a otro (el
ejemplo serían las guerras). El maltrato interpersonal
comprende la violencia en el seno de la familia y la vio-
lencia comu­nitaria.
Las lesiones, en caso de maltrato, pueden ser visibles, pero también
en ocasiones pueden intentar ocultarse.
LIBRO DE LA SALUD
132
El maltrato familiar engloba formas de violencia
como el maltrato a menores, la violencia contra la pareja y
el maltrato a las personas mayores.
El maltrato comunitario engloba la violencia juve-
nil, las agresiones sexuales por parte de extraños y la vio-
lencia en la escuela, los lugares de trabajo, las prisiones y
las residencias para gente mayor.
Hablamos de maltrato agudo cuando éste se pro-
duce de forma aislada y ocasiona un problema de salud a la
persona que lo sufre. Un ejemplo de este tipo de maltrato
sería la violación. Otro ejemplo sería la fractura de un hue-
so por un golpe recibido durante una discusión con otra
persona.
El maltrato crónico sería aquel que una persona
ocasiona de forma habitual a otra y que va causando a la
que lo sufre algún tipo de problema en su salud, como por
ejemplo un síndrome depresivo, angustia, problemas de
estómago, dolores de cabeza, magulladuras, etc.
4. ¿Por qué se maltrata?
Diferentes estudios realizados para llegar a comprender
por qué hay personas que maltratan a otras indican que a
esta situación se llega a través del aprendizaje: por ejem-
plo, haber sido objeto de malos tratos o testigo de ellos a
lo largo de la infancia y adolescencia predispone a ser un
futuro maltratador.
No se nace maltratador, sino que es el aprendizaje
de la vida, a través de la experiencia que el individuo reco-
ge a medida que crece, lo que hará que tienda a resolver
sus frustraciones, sus miedos, sus limitaciones y sus proble-
mas a través de la violencia.
La carga genética de una persona configurará su ca-
rácter, pero la manera de expresarlo vendrá condicionada
por los valores culturales que vaya absorbiendo a lo largo
de su desarrollo como ser humano.
La violencia es un comportamiento complejo cuya
expresión viene condicionada por la personalidad del in-
dividuo, y por los valores culturales imperantes en la so-
ciedad en la que vive. Los valores sociales modulan las ac-
titudes y la forma de actuar de los individuos que forman
parte de una comunidad. Las personas insultan o pegan
a otras personas por prejuicios, deseo de venganza o de
dominio, pero no porque el instinto las dirija a ello.
5. ¿Quién maltrata?
No hay un perfil concreto de maltratador. Cualquier per-
sona en cualquier situación social, laboral o económica
puede maltratar. La realidad social demuestra que hay más
hombres maltratadores que mujeres maltratadoras, pero
éstas no están exentas de actuar así, si se dan las circuns-
tancias para ello.
Tradicionalmente se ha dicho que éste era un fenó-
meno que sólo se daba en personas alcohólicas y en las
capas sociales más desfavorecidas; pero la realidad es que
se trata de una situación que se puede manifestar en cual-
quier lugar y en cualquier persona.
6. ¿El maltratador tiene límites?
Hay que pensar siempre que el maltratador no tiene lími-
tes, aunque no necesariamente todos los maltratadores
siguen la misma evolución en sus acciones. El maltratador
puede empezar por pequeñas situaciones de malos tratos,
algún golpe, alguna amenaza, a las cuales la víctima puede
no dar ninguna o poca importancia; pero la tendencia, si
no se pone remedio, es un aumento de estas situaciones,
en grado y frecuencia.
7. ¿Es tolerable el maltrato?
En ninguna situación es tolerable el maltrato. Ni siquie-
ra en el ámbito de la familia. En ningún caso se trata
de una cuestión privada entre dos personas, o de una
familia. Hay que pensar siempre que éste es un fenó-
meno social que nos afecta a todos y que la solución
depende de nuestra actitud. Mirar hacia otro lado y no
querer ver no hace sino empeorar la situación, pues ya
hemos dicho que la violencia germina en las actitudes y
valores de la sociedad que la tolera y no reacciona ante
ella. Es indispensable denunciarlo para romper el silen-
cio y ayudar a las víctimas que lo sufren, en previsión de
que esta situación se agrave o se perpetúe. Hay gente
que defiende el derecho a la intimidad familiar como
un valor supremo; pero la pérdida de la intimidad es un
mal menor cuando la salud o la vida de mujeres, niños y
ancianos está en peligro.
8. ¿Por qué las víctimas de malos tratos muchas
veces no denuncian su situación?
Existen distintas razones por las que las víctimas de malos
tratos no denuncian estos hechos. Hay motivos de índole
social, pues en muchas ocasiones la sociedad en la que
viven no facilita esa denuncia; por ejemplo, no hay comi-
sarías de policía especializadas en la violencia de género;
o las leyes no protegen suficientemente a las víctimas; o
los medios de comunicación dan la información sobre ma-
133
los tratos de forma que el agresor pasa a ser una víctima o
una persona que ha actuado así llevada por su amor hacia
el otro.
También hay razones de índole familiar, pues el
maltrato se da frecuentemente en el seno familiar, es
decir, en el área más privada y oculta de la vida de las
personas. En la familia se da el compromiso social de
confianza más sólido, el acuerdo de amor más profun-
do que existe entre un grupo de personas, pero ello no
evita que se den situaciones de maltrato, pues al tiem-
po que se desarrollan las acciones más generosas, tam-
bién se dan los conflictos más apasionados. Por ello, el
maltrato que sucede en el ámbito familiar acostumbra
a tratarse dentro de este entorno, evitando que salga
fuera de él.
Hay razones de índole personal: cuando la persona
que sufre malos tratos no es consciente de ello. Por ejem-
plo, hay mujeres que objetivamente están siendo maltra-
tadas por sus parejas pero ellas no lo sienten así porque
lo consideran normal: han vivido en un ambiente en que
los hombres siempre han tratado así a las mujeres y ello ha
sido siempre aceptado tanto por la familia como por la so-
ciedad, y no tienen la posibilidad de ver su situación desde
otro punto de vista. Otro caso similar sería el de los meno-
res, que por carecer de la suficiente madurez mental, pue-
den no ser capaces de juzgar que la situación que ­viven no
es la correcta y menos si quien los está maltratando es su
padre o su madre.
La persona maltratada desarrolla una serie de
­com­porta­mientos defensivos ante el maltratador, con la
esperanza de dejar de serlo. Uno de estos comportamien-
tos es la resistencia a denunciar por miedo a que el otro
se vengue de ello. Evidentemente esto pone en evidencia
lagunas en los mecanismos que la sociedad ha tejido tanto
para evitar malos tratos como para proteger a la persona
que los padece. Si la víctima no encuentra solución o no ve
que la sociedad le facilite ayuda, difícilmente denunciará
su problema.
9. ¿Hay ahora más casos de malos tratos que hace
unos años?
Es difícil saberlo, pues hasta hace muy poco los casos de
maltrato no se denunciaban. Sí que en los últimos años hay
una mayor visibilidad del problema de la violencia, espe-
cialmente la que sufren las mujeres y los niños.
La prensa se hace eco de los casos con más
frecuencia y éstos son noticia de portada, sobre todo
cuando hay una muerte. Esta mayor visibilidad com-
porta un aumento de la sensibilización social y sani-
taria y ayuda a que la población tenga conocimiento
de lo que es, de lo que representa y de lo que hay que
hacer para identificar las situaciones de malos tratos y
poner remedio.
10. ¿Cuál es el papel de los servicios sanitarios en
los casos de maltrato?
En España la salud es un derecho de todo ciudadano, que
tiene acceso libre y gratuito a los servicios sanitarios públi-
cos. La persona maltratada acostumbra a padecer proble-
mas de salud por los que acude a esos servicios sanitarios.
De ahí que éstos sean estructuras clave para identificar una
situación de maltrato y actuar.
La víctima de maltrato es una persona que suele
­frecuentar los servicios sanitarios. Acude más a menudo
que otras personas a su médico de cabecera o a los servi-
cios de urgencia. El reto de éstos es sistematizar dentro de
sus protocolos asistenciales la identificación de estas per-
sonas y las pautas de tratamiento de su situación.
11. ¿Cómo identificar a una persona maltratada?
La mayoría de las víctimas de malos tratos difícilmente ma-
nifiesta abiertamente su situación. En caso de sufrir algún
tipo de lesión traumática —las que más llaman la atención
y las más infrecuentes—, tienden a ocultar la causa, y el
personal sanitario que las atiende raramente sospecha que
la persona esté sufriendo esta situación.
Sin embargo, hay algunos síntomas que deben
alertar al personal sanitario y hacerle pensar en un maltra-
to como causa del problema de salud:
• Visitas repetidas por problemas de ansiedad, in-
somnio o por lesiones inexplicables o con expli-
caciones fuera de toda lógica.
• Consultas por dolor de diferente tipo y localiza-
ción o por sensación de ahogo.
• Historia de intentos de autolesión, depresión,
abuso de fármacos o drogas.
• Conducta errática, cancelación de visitas, visitas
imprevistas, visitas repetidas en los servicios
de urgencias.
• Historia de traumatismos en mama, genitales,
boca,dientes,oído.Quemaduras,lesionesohema­
tomas en el cuerpo, falta de pelo en alguna zona
de la cabeza.
Los maltratos
LIBRO DE LA SALUD
134
• Excesiva conformidad, conducta pasiva, sumisa,
respuestas evasivas.
• Historia de embarazos no deseados, abortos, par-
tos prematuros, controles inadecuados del emba-
razo, pérdidas en el primer o segundo trimestre.
El reto social y sanitario en la lucha contra el
­maltrato es encontrar mecanismos de detección precoz.
Los familiares, amigos y vecinos pueden conocer esa si-
tuación de maltrato. La escuela y los centros sanitarios
son lugares en donde es factible detectar el maltrato en
la fase inicial.
En los servicios sanitarios se están aplicando dife-
rentes cuestionarios que básicamente buscan saber, con
muy pocas preguntas, si la persona ha sufrido o está su-
friendo malos tratos. Las preguntas son muy directas, del
tipo: ¿su pareja o ex pareja le ha pegado alguna vez? Este
tipo de preguntas no deberían sorprender a los pacientes
(si bien están, hoy por hoy, poco acostumbrados a respon-
derlas), pues forman parte del protocolo diseñado para
identificar y tratar a las personas que se encuentran en esta
situación.
12. ¿Cuál es la situación de una persona
maltratada?
La mayor parte de las víctimas se ve sometida a múltiples
actos de violencia durante largos períodos de tiempo y
acostumbra a sufrir más de un tipo de maltrato. Nunca
es un acto ocasional, sino que es un proceso que se va
instaurando y convirtiendo en habitual en el tiempo; de
ahí la necesidad de atajar esta situación lo antes posible
y ­ponerle remedio.
La violencia tiene graves consecuencias para la sa-
lud a corto y largo plazo. La persona que sufre malos tra-
tos presenta numerosos síntomas de sufrimiento psíquico
—como disminución de la autoestima, ansiedad, depre-
sión—, además de lesiones físicas. Una situación de malos
tratos que se alarga en el tiempo ocasiona en la persona
que los sufre estrés crónico, que favorece la aparición de
enfermedades y empeora las existentes.
Las víctimas de malos tratos acuden más a los servi-
ciossanitariosqueelresto,sesometenamás ­intervenciones
quirúrgicas, están más tiempo en el hospital y consumen
más medicamentos.
La mayor parte de las veces, en el hospital o en
el centro de asistencia primaria no se detecta que el ori-
gen del problema de salud del paciente sea estar sufrien-
do malos tratos desde hace tiempo, pues hay barreras
­psicológicas y culturales que dificultan que la víctima lo
explique. La persona maltratada tiende al fatalismo y difí-
cilmente sabe cómo salir por sí sola de la situación en que
se encuentra.
13. ¿Qué es la violencia intrafamiliar?
La violencia intrafamiliar o violencia doméstica es el mal-
trato que se da en el seno de la familia y de las relaciones
afectivas. En este contexto se puede ejercer la violencia
hacia otros miembros de la familia, por lo que puede
englobar distintas formas como el maltrato a menores,
la violencia contra la pareja y el maltrato a las personas
mayores. Estos malos tratos pueden ser físicos, sexuales,
psicológicos y de privación de los derechos fundamentales
de la persona.
14. ¿A qué se llama violencia de género?
La OMS la define como cualquier acto o intención que cau-
se daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer.
Incluye las amenazas y la privación arbitraria de la libertad.
15. ¿Por qué se da el maltrato intrafamiliar y de
género?
En el año 1995 en la Conferencia Mundial de la Mujer,
promovida por la ONU en Pekín, se declaró que la vio-
lencia de género era una manifestación de las relaciones
de poder históricamente desiguales entre hombres y
mujeres, haciendo una clara referencia a la importancia
que en estas situaciones tenía la cultura, es decir, la edu-
cación, los usos y costumbres, las creencias religiosas, lo
El maltrato psíquico va asociado frecuentemente con el maltrato físico.
135
que se transmite de padres a hijos, las creencias popu-
lares y, más modernamente, lo que se difunde a través
de los medios de comunicación, como la televisión o la
radio. Todavía hoy en día el maltrato a la mujer conti-
núa, en muchos casos, siendo un fenómeno escondido,
social­mente visto como normal y propio del ámbito pri-
vado de las personas, parejas o familia, y en el que por lo
tanto no hay que entrometerse.
16. ¿Cuántas mujeres sufren malos tratos?
No se sabe con exactitud cuántas mujeres los sufren, pues
sólo se conocen los casos que llegan a los servicios sani-
tarios o jurídico-sociales. Las estadísticas sólo reflejan la
punta del iceberg de este problema social y sanitario. En
España se estima que el 12,4% de las mujeres mayores de
18 años sufre algún tipo de maltrato, aunque sólo el 4,2%
se considera maltratada.
17. ¿Qué mujeres los sufren?
Cualquier mujer puede ser víctima de maltrato, indepen-
dientemente de su clase social, nivel económico, educativo
o de si viven en el campo o en la ciudad.Tampoco influye la
edad, aunque se ha observado que entre los 44 y 64 años
se manifiestan más casos, con una tendencia a aumentar el
número de éstos con la edad.
18. ¿Qué se puede hacer para prevenir la violencia
en la relación de pareja?
• Apoyar las reformas legales y normativas encami-
nadas a conseguir un profundo cambio en la cul-
tura y las prácticas institucionales.
• Apoyar a las víctimas: los centros de acogida a las
mujeres maltratadas son un ejemplo de ello.
• Penalizar el maltrato: al legislar contra el maltrato
se transmite el mensaje de que la violencia contra
la pareja es un delito y de que la sociedad no
lo consiente.
• Crear unidades especiales de la policía dedicadas
específicamente a atender los casos de violencia
de género.
• Someter a tratamiento a los hombres que maltra-
tan a sus parejas.
• Implicar a los servicios sanitarios en la detección y
tratamiento de la violencia de género.
• Aumentar la concienciación de la sociedad en
este tema: los tribunales de Justicia, encarga-
dos de dirimir en cada caso de maltrato, han
de estar apoyados por la opinión mayoritaria
de la sociedad civil y por los informes técnicos
de médicos y psicólogos conocedores de este
problema.
• Perseverar en la educación de niños y jóvenes en
la igualdad entre personas, independientemente
de su sexo, equiparando los papeles familiares
masculinos y femeninos en la relación con ellos, y
preparándolos para que sepan resolver de forma
pacífica sus conflictos.
• Mejorar la formación y aumentar la sensibiliza-
ción de todos los profesionales (políticos, jueces,
policías, periodistas, médicos, psicólogos, enfer-
meros, trabajadores sociales, etc.) en este tema,
potenciando en este sentido sus buenas prácticas
como instrumento fundamental en el trabajo de
detección, tratamiento y protección de las vícti-
mas de malos tratos.
• Aumentar la implicación de los medios de comu­
nicación para que realicen una función educa-
tiva encaminada a conseguir un cambio en los
valores sociales que provoque el rechazo abso-
luto hacia los maltratadores y el apoyo total a
las personas maltratadas. La información que
transmiten los medios de comunicación nunca
es neutral y éstos conforman, hoy en día, uno de
los cauces más importantes de transmisión de
valores y conocimiento. Cuando dan una noticia
en relación con la muerte de una mujer a manos
de su pareja, no es lo mismo decir que se trata de
un crimen pasional, sin dar más datos, que decir
Los maltratos
El maltrato físico y psíquico no conoce límites de edad.
LIBRO DE LA SALUD
136
que es un crimen que vulnera los derechos hu-
manos e informar de todos los casos y denuncias
registrados este año; ello indica que el proble-
ma de la violencia está lejos de solucionarse en
nuestra sociedad.
• Conseguir que la sociedad manifieste su re-
pulsa a la violencia; todavía hay demasiada
tolerancia, demasiada prudencia en relación
con esta cuestión. Todavía existe demasiada
gente que piensa que el maltrato es algo que
convendría que desapareciese, pero que en el
fondo no es un problema tan grave que jus-
tifique tomar medidas radicales; la frase que
se utiliza es «esto sólo sucede en las familias
desestructuradas, con graves problemas». A
un agresor le cuesta más serlo si sus familia-
res, amigos y vecinos están en contra de esta
forma de comportamiento y más si ocurre
cuando están presentes.
19. ¿Qué consecuencias tiene la violencia en la
pareja?
Habitualmente coexisten diferentes tipos de maltrato en
una misma relación de pareja. En muchos casos el maltrato
comienza con conductas de control e infravalorización de
la mujer (el «quita de ahí que tú no sabes», o el «calla que
tú no entiendes»). Más adelante es frecuente el maltrato
sexual, obligar a la mujer a mantener relaciones sexuales
aunque ésta no lo desee. Y si no se consiguen los objetivos
de obediencia y sumisión por parte de la mujer, se acos-
tumbra a pasar al maltrato físico.
Las consecuencias del maltrato son profundas y van
más allá de la salud física y mental de la persona, para afec-
tar al bienestar de la familia e incluso de la comunidad. Vi-
vir en una relación violenta afecta al sentido de autoestima
en la mujer y a su capacidad de participar en la vida social.
Diversos estudios han revelado que las mujeres maltrata-
das acostumbran a tener restringido el acceso a la infor-
mación, a los servicios, a la participación en la vida pública
y presentan dificultades para conseguir apoyo emocional
por parte de amigos y familiares.
En la tabla 1 se resumen las consecuencias que so-
bre la salud de la mujer puede comportar una situación de
maltrato. Aunque la violencia puede tener consecuencias
directas sobre la salud (como sufrir una lesión), ser víctima
de la violencia también aumenta el riesgo de padecer mala
salud en el futuro.
TABLA 1. Posibles consecuencias sobre la salud
de la mujer maltratada
Físicas
Lesiones abdominales y torácicas, hematomas, fracturas
Síndromes de dolor crónico, fibromialgia, discapacidad
Trastornos del aparato digestivo, síndrome del colon irritable
Lesiones oculares
Lesiones sexuales y reproductivas
Trastornos del aparato genital, esterilidad, enfermedad
inflamatoria pélvica
Complicaciones del embarazo, aborto espontáneo, embarazo
no deseado
Disfunción sexual
Enfermedades de transmisión sexual, infección por VIH/sida
Psíquicas y del comportamiento
Abuso del alcohol, tabaco y otras drogas
Depresión, ansiedad, fobias y trastorno por pánico
Trastornos de los hábitos alimentarios y del sueño
Sentimientos de vergüenza y culpabilidad, inactividad física,
baja autoestima
Trastornos por estrés postraumático
Trastornos psicosomáticos
Comportamiento suicida y daño autoinfligido
Fuente: Organización Panamericana de la Salud, Informe Mundial sobre la
Violencia y la Salud, 2003.
TABLA 2. Factores que se asocian con el riesgo
de que un hombre maltrate a su pareja
Factores individuales
Haber sido maltratado o haber presenciado malos tratos
de niño
Drogadicción, alcoholismo
Problemas psiquiátricos: depresión, trastornos
de la personalidad
Bajo nivel educativo, problemas económicos
Factores relacionales
Inestabilidad o crisis matrimonial
Mal funcionamiento familiar
Dominio masculino en la familia
Presiones económicas
Factores comunitarios
Legislación tolerante con la violencia doméstica
Pobreza, escaso capital social
Factores sociales
Normas tradicionales que apoyan este tipo de
comportamiento en el hombre
Normas sociales que apoyan la violencia
Fuente: Organización Panamericana de la Salud, Informe Mundial sobre la
Violencia y la Salud, 2003.
137
Hay estudios que indican que entre el 4% y el 6%
de la población de edad avanzada sufre algún tipo de
maltrato en el hogar; la dependencia que se tiene en las
edades avanzadas de la vida hacia la familia o los cuida-
dores, junto con los problemas de salud que se presen-
tan en la vejez (dificultades en la movilidad, deterioro
cognitivo, etc.), dificulta que los ancianos que sufren
malos tratos lo denuncien.
24. ¿Qué hay que hacer ante un maltrato a una
persona mayor?
Un maltrato siempre es intolerable, por lo que, en caso de
que se confirme la sospecha de maltrato, existe la obliga-
ción de denunciar la situación en el órgano de la Adminis-
tración competente en este tema. En caso de sospecha se
puede informar a los servicios sociales de atención primaria.
Glosario
Maltrato: es la utilización por parte de una persona de su fuerza
física o su posición de poder contra otra más débil, por las razones
que sean y ocasionando o pudiendo ocasionar en ésta algún tipo
de problema de salud, ya sea físico o psicológico.
Violencia: un maltrato es un sinónimo de violencia. Aunque la
OMS también engloba dentro del término de violencia otras situa-
ciones como las guerras o el fenómeno de las bandas juveniles.
Violencia doméstica: es el maltrato que se da en el seno de la fa-
milia y puede afectar a la pareja, a los hijos o a las personas mayores
que la conforman; por esa razón, también es llamada intrafamiliar.
Violencia de género: es el maltrato que afecta a las mujeres. Es el
más frecuente de todos los tipos de maltrato.
Bibliografía
Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. http://www.gva.es/
violencia.
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www.gencat.net/icdona/estadis3.htm.
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index.htm.
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—. Informe sobre el estudio internacional sobre la salud de la mujer y
la violencia machista. http://www.who.int/gender/violence/who_
multicountry_study/summary_report/.
20. ¿Cuáles son los factores de riesgo en la
violencia infligida por la pareja?
Lo que se sabe actualmente de los factores que deter-
minan la secuencia de la violencia en la pareja se basa
en gran parte en estudios realizados en Estados Unidos
y Canadá. En general los trabajos científicos actuales
tienden a investigar los aspectos individuales y no in-
vestigan tanto los aspectos comunitarios o sociales, que
pueden determinar la probabilidad de maltrato.
Actualmente empieza a haber consenso en con-
siderar que una combinación de factores personales, co-
yunturales, sociales y culturales acaba por originar mal-
trato. Pero aún es limitada la información sobre los fac-
tores que más influyen en ello. En la tabla 2 se resumen
los factores relacionados con el riesgo de que un hombre
cometa actos de violencia contra su pareja, aunque esta
información debe considerarse tentativa e incompleta,
por las razones aducidas.
21. ¿Los menores sufren malos tratos?
Los menores pueden sufrir malos tratos igual que los adul-
tos y éstos pueden ser del mismo tipo: agresiones físicas,
sexuales, psicológicas o simplemente una falta de atención
por parte de las personas que tienen la obligación de velar
por su buen desarrollo físico y psíquico.
En general, los niños pequeños tienen más ries-
go de sufrir malos tratos físicos, mientras que los abusos
sexuales se dan más frecuentemente entre los menores
que han llegado a la pubertad o adolescencia.
Los niños sufren golpes y castigos físicos con mayor
frecuencia que las niñas, mientras que éstas presentan más
riesgo de abuso sexual.
22. ¿Qué hay que hacer ante un maltrato a un
menor?
Un maltrato a un menor es igual de intolerable (o inclu-
so más) que un maltrato a un adulto, por lo que, en caso
de que se confirme la sospecha de maltrato, es obliga-
torio denunciar la situación en el órgano de la Adminis-
tración competente en este tema. En caso de sospecha
se puede informar a los servicios sociales de atención
primaria.
23. ¿La gente mayor sufre de malos tratos?
La gente mayor también sufre de malos tratos, tanto de
tipo físico, como psíquico y sexual, así como abandono.
También son vulnerables a los abusos económicos.
Los maltratos
LIBRO DE LA SALUD
138
• El maltrato es un fenómeno antropológico y social en el
cual una persona más fuerte, física o socialmente, agre-
de de forma esporádica o continuada, por cualquier ra-
zón o motivo, a una persona más débil, ocasionándole
problemas de salud.
• El maltrato puede afectar a cualquier persona, aunque
las mujeres, los niños y los ancianos son quienes más
lo padecen.
• El maltrato se puede dar en cualquier situación econó-
mica, edad, extracto social, situación laboral, familia,
barrio o ciudad.
• Hay diferentes tipos de maltrato: físico, psicológico,
sexual, desatención de los derechos básicos en el caso
de niños y ancianos.
• El maltratador no nace, sino que se hace. Una persona
que ha vivido en su propia carne el maltrato, de forma
continuada, tiene altas probabilidades de ­ convertirse
en un maltratador. Una sociedad que no actúa con fir-
meza y sensibilidad contra los ma­los tratos también fa-
cilita que éstos continúen y aumenten.
• Los servicios sanitarios tienen la llave en la detección
precoz de los casos de malos tratos, pues las personas
que los sufren acuden a ellos en busca de solución a los
problemas de salud que padecen.
• La mejor prevención es la educación de los niños en el
rechazo a los malos tratos y a cualquier fenómeno de
violencia y el rechazo activo de la sociedad.
• Lasoluciónpasaporintensificarlaprevencióndelmaltrato,
mejorar la identificación de los casos para solucionarlos lo
más precozmente posible, legislar adecuadamente para
protegeralasvíctimasycastigaralmaltratador,recu­perar
la salud de las víctimas y reeducar al maltratador.
Resumen
139
1. ¿Qué importancia tienen los accidentes
domésticos?
Los accidentes se han convertido en uno de los problemas
prioritarios de salud en el mundo, debido a que se trata
de un factor cada vez más importante de muerte, disca-
pacidad y enfermedad, que requiere ser reducido y evi-
tado. Constituyen la cuarta causa de muerte en la Unión
Europea (UE), después de las enfermedades de corazón, el
cáncer y las enfermedades cardiovasculares, con un 5% de
las defunciones. Además, son responsables de gran canti-
dad de muertes a edades precoces, y son la primera causa
de mortalidad entre los menores de 35 años. En los países
de la UE, cada minuto se producen más de cien accidentes
domésticos y una persona muere cada cinco minutos por
este motivo.
Los accidentes domésticos representan la ter-
cera parte del total de los que se producen, igualando
en número a los accidentes de trabajo y de circulación y,
según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son una
de las tres primeras causas de mortalidad. Y es que en el
hogar pasamos muchas horas a lo largo de nuestra vida y,
por tanto, allí existe una alta probabilidad de que suframos
algún tipo de accidente.
Según un informe del Instituto Nacional del Con-
sumo (INC), organismo autónomo dependiente del Minis-
terio de Sanidad y Consumo, en 2004 se produjeron en
España 1.671.956 accidentes domésticos y en tiempo de
ocio que precisaron atención sanitaria. Esto supone que el
3,9% de la población española sufrió algún accidente de
este tipo durante ese año y que en el 10% de los domici-
lios se produjo algún siniestro. En cuanto al lugar, el mayor
número de lesiones contabilizadas se registró en el interior
del hogar (57,4%) y las actividades domésticas tuvieron los
mayores índices de siniestralidad (40,2% del total de acci-
dentes). Respecto al sexo, sigue siendo el colectivo feme-
nino el más afectado por estas lesiones: en 2004 las muje-
res tuvieron el 58,7% de todos los accidentes domésticos y
de ocio y el 64,7% de los ocurridos dentro del hogar.
2. ¿Qué factores del hogar producen más
accidentes?
Según un estudio realizado en Gran Bretaña, los compo-
nentes estructurales de las viviendas, productos y artículos
que se suelen asociar con más accidentes son, en orden
de importancia: escaleras y peldaños, alimentos y bebidas,
material de fumador, fuego, medicamentos y productos
médicos, monóxido de carbono, sábanas y colchas, mobi-
liario, ropa, instalaciones eléctricas, baños y sus instalacio-
nes, alcohol, ventanas, agua caliente, escaleras de mano,
otras personas, puertas de habitaciones, latas o ­abrelatas,
alfombras, suelos, calzados, tijeras, destornilladores, vidrios,
paredes y juguetes.
Unapublicacióncanadienseenumeralas10circuns-
tancias relacionadas con mayor frecuencia con los acciden-
Capítulo 13
La salud en el hogar:
los accidentes domésticos
Dr. Salvador Sitjar
Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts de Barcelona
LIBRO DE LA SALUD
140
tes del hogar en los niños: ventanas o cristales de ventanas,
bicicletas, cunas, agua caliente, escaleras de mano, sillas
altas para niños, radiadores y calentadores eléctricos, cris-
talería, mesas para cambiar pañales y andadores.
Un aspecto que se ha visto relacionado con la alta
siniestralidad en los hogares es el empleo inadecuado de
los productos domésticos, muchos de los cuales carecen
de instrucciones (o éstas son insuficientes para su correcto
uso) y presentan defectos de fabricación.
Las nuevas viviendas pretenden ser más cómo-
das y prácticas pero son poco seguras. Cada vez son más
reducidas, las instalaciones eléctricas y de agua están poco
protegidas, las ventanas y terrazas tienen fácil acceso, los
aparatos mecánicos y eléctricos son cada vez más abun-
dantes, los productos químicos y medicamentos son más
habi­tuales, más llamativos y menos controlados, y los mue-
bles y juguetes no cumplen las normas de seguridad. Exis-
ten así múltiples objetos y circunstancias que ponen en
peligro la integridad física de todos los que se encuentran
en la casa, en especial la de los niños. Y es que, paradójica-
mente, los accidentes domésticos aumentan a medida que
lo hace el nivel de vida.
3. ¿Qué personas sufren accidentes domésticos
con más frecuencia?
Entre los miembros de la familia hay dos grupos de per-
sonas con más probabilidad de sufrir accidentes: los
niños menores de cinco años y los ancianos mayores de
sesenta y cinco; estos dos colectivos tienen más acci-
dentes que todos los restantes grupos de edad juntos.
La edad y su situación vital los convierten, por su igno-
rancia, despreocupación, debilidad, reflejos limitados y
características mentales, en los más indefensos y vulnerables.
De forma global, los accidentes pediátricos afectan
con más frecuencia a niños de dos a tres años y adolescen-
tes, y en el primer grupo los accidentes ocurren principal-
mente en el hogar.
Para los niños, el hogar es un lugar de aprendizaje.
Al explorarlo acceden a nuevas situaciones y peligros,
tomando conciencia de su seguridad por ensayo y error.
Cualquier descuido, por pequeño que sea, en su proceso
de aprendizaje y de descubrimiento, puede ocasionar acci-
dentes en sitios supuestamente seguros para ellos. Los
accidentes pueden deberse a la falta de cuidado, al uso
inadecuado de elementos generalmente utilizados por
adultos al alcance de los menores, o a defectos en los siste-
mas de seguridad de dichos elementos.
Los accidentes pediátricos constituyen un verda-
dero problema de salud pública y conllevan un impor-
tante coste económico. Son la causa más frecuente de
consulta en los Servicios de Urgencias durante la infan-
cia y adolescencia y la primera causa de muerte de los
niños y adolescentes. En los países industrializados, las
lesiones producen más del cuádruple de muertes en
la niñez que cualquier otra enfermedad. Estas muertes
relacionadas con lesiones son sólo la punta del iceberg:
en Estados Unidos, se ha calculado que por cada lesión
infantil mortal, se producen otras 45 que necesitan tra-
tamiento hospitalario, 1.300 más requieren visita a un
Servicio de Urgencias, y se desconoce el número de las
que obligan a acudir al médico. Las lesiones accidenta-
les de los niños pueden conllevar secuelas importantes
como desfiguraciones, discapacidades, retraso del desa-
rrollo y problemas emocionales.
Respecto a los ancianos, el aumento de la acciden-
talidad en este colectivo respecto a los adultos de edad
media se debe fundamentalmente a causas derivadas de
su estado orgánico, funcional y mental, y a la exposición a
factores de riesgo ambiental: viviendas inadecuadas, mani-
pulación de elementos o productos peligrosos, etc.
Las lesiones producidas por accidentes son uno de
los principales problemas de salud, por su frecuencia y gra-
vedad, en las personas mayores, y este hecho es cada vez
másimportantedebidoalcrecientepesodelosmayoresde
65 años en nuestra estructura de población y al aumento
de la esperanza de vida. La prevención de accidentes en
este colectivo es por ello una acción prioritaria de las polí-
ticas de salud en los países europeos.
Hay que mantener a los niños alejados de la cocina y las fuentes de
calor para evitar las quemaduras. Las mangos y las asas de sartenes y
cacerolas deben colocarse hacia el interior de la cocina. La sartén de la
imagen está mal colocada y constituye un peligro.
141
4. ¿Cuáles son los accidentes domésticos más
frecuentes?
Globalmente los accidentes domésticos más frecuentes
son caídas (40%), quemaduras (20%), envenenamiento
por productos tóxicos (10%), intoxicaciones por gas (4%)
y electrocuciones, golpes, heridas y otros (entre todos
el 9%).
Respecto a los accidentes domésticos sufridos por
los niños, diversos estudios reflejan que sus causas, por
orden de incidencia, son: traumatismos (caídas, golpes y
atrapamientos), intoxicaciones, quemaduras, electrocu-
ciones, ingestión de cuerpos extraños, asfixia respiratoria
(aspiración de cuerpos extraños, ahogamientos) y heridas.
En diversos estudios se ha observado que aproxi-
madamente la mitad de los accidentes domésticos en los
niños son traumatismos debidos a caídas, ya sea desde su
propia altura (resbalones o saltos) o desde un nivel a otro
(muebles, escaleras, balcones, ventanas, techos…).
Respecto a las intoxicaciones en los niños, un alto
porcentaje se da en menores de cinco años y sobre todo
varones, y la mayor parte ocurre por ingestión. Las intoxi-
caciones más comunes son por medicamentos (entre el
22% y el 44% según estudios) y destacan los fármacos que
afectan al sistema nervioso central, analgésicos y agen-
tes dermatológicos. En segundo lugar se encuentran los
productos de limpieza, que suelen estar al alcance de los
niños. En el caso de intoxicaciones en niños mayores y ado-
lescentes, hay que sospechar ingestión intencional.
Las quemaduras causan un alto porcentaje de
accidentes del hogar en niños y la mayor parte ocurren
en la cocina y en menores de cuatro años. Las causas prin-
cipales son: agua hirviendo, aparatos eléctricos, fuego y
comida caliente.
Los accidentes provocados por electrocución o des-
cargas eléctricas pueden ser graves (por voltaje elevado y
contacto con agua), o leves (cuando se intenta conectar un
artefacto eléctrico o contacto con un cable electrificado).
Pueden ocurrir en niños y los daños son directamente pro-
porcionales a la descarga de voltaje que se haya recibido,
y pueden ser desde leves (pequeñas quemaduras y cica-
trices) hasta graves (quemaduras graves, shock, arritmias,
amputación de miembros, secuelas psicológicas o neuro-
lógicas o muerte). En niños mayores de doce años, más de
la mitad son causados por cables y alargaderas eléctricas,
mientras que en menores de seis años se producen sobre
todo por contacto de la boca con cables electrificados o
por la introducción de objetos en los enchufes.
La ingestión de cuerpos extraños es un problema
muy común en la infancia, especialmente entre los seis
meses y los tres años de edad. Cualquier elemento puede
ser ingerido o aspirado, como: pequeñas piezas de jugue-
tes, monedas, pilas, caramelos, clavos, alfileres, espinas,
lápices, huesos o alimentos. La mayoría de ellos suelen
progresar por el tubo digestivo sin causar problemas y sólo
un número pequeño puede provocar consecuencias gra-
ves (aspiración —paso a la vía respiratoria— u obstrucción
intestinal) que, en muy pocos casos, llegan a ser mortales.
La asfixia es el fallo de la respiración pulmonar por
falta de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que
éste llegue a los pulmones. Como veremos más adelante,
puede producirse por mecanismos diversos como: falta de
oxígeno en el aire (por la presencia de quemadores de gas
en estufas y calentadores), ahogamiento, aspiración de un
cuerpo extraño y taponamiento externo de las vías respira-
torias (por el vestido, ropa de cuna, bolsa de plástico), entre
otras. Los ahogamientos en el hogar pueden producirse en
la bañera o al usar cubos o recipientes grandes con agua, y
se dan sobre todo en menores de tres años. Sea cual sea la
causa, la consecuencia de la asfixia puede ser mortal o bien
puede dejar secuelas neurológicas graves.
Las heridas o lesiones punzocortantes suelen ser
menos graves y su frecuencia es variable. Están causadas
por factores diversos: rotura de cristales, utensilios de
cocina o herramientas, etc.
Los accidentes domésticos más habituales en ancia-
nos son las caídas, seguidas de heridas y quemaduras (que
afectan en orden de frecuencia a extremidades superiores,
cabeza y extremidades inferiores). Otro tipo de accidentes
LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
El almacenamiento de los productos de limpieza y productos tóxicos
debe quedar siempre fuera del alcance de los niños.
LIBRO DE LA SALUD
142
en la gente mayor, poco frecuentes pero importantes por
su alta mortalidad, son los atragantamientos que se suelen
producir por comida o por la prótesis dental.
5. ¿Qué se puede hacer para prevenir los
accidentes domésticos?
A continuación analizaremos las causas de los accidentes
domésticos más habituales y explicaremos cómo preve-
nirlos, mencionando algunos consejos específicos para
niños y ancianos, para poder convertir nuestros hogares en
lugares más seguros. En la tabla 1 se resumen los consejos
generales para evitar accidentes domésticos en los niños.
6. ¿Cómo se pueden prevenir las caídas?
Las caídas se producen principalmente por la presencia
de suelos resbaladizos, pavimentos poco limpios, exis-
tencia de huecos abiertos o mal protegidos (ventanas
bajas, barandillas de corta altura…) y uso inadecuado de
elementos para subir o alcanzar objetos (sillas inestables,
asientos frágiles…).
Para prevenir las caídas hay que tener en cuenta los
siguientes consejos:
• Mantener todas las superficies y suelos limpios y
libres de obstáculos.
• Utilizar alfombras o suelos antideslizantes en coci-
nas y cuartos de baño y pegatinas antideslizantes
en la bañera y ducha.
• Proteger las ventanas que se encuentren a menos
de un metro del suelo con barandillas o rejas.
• Para alcanzar objetos a gran altura, es aconsejable
utilizar escaleras de mano dobles (de tijera) bien
abiertas para su correcto equilibrio, y no subirse a
sillas o muebles inestables.
•Evitarquelosniñossesubanalosmueblesyperma­
nezcan en ellos de pie.
• Colocar asideros junto a la cama, pasillos, bañera e
inodoro para evitar caídas de personas mayores.
7. ¿Cómo se pueden prevenir las quemaduras?
Las quemaduras se producen por el contacto con obje-
tos, partículas o líquidos a temperaturas elevadas. Puede
ocurrir al situar objetos calientes (estufas eléctricas, lám-
paras, hornos...) en lugares accesibles a los niños o no
protegidos adecuadamente, al utilizar recipientes calien-
Tabla 1. Consejos generales para evitar los accidentes domésticos de los niños
Evitar que permanezcan solos mucho tiempo en cualquier habitación sin vigilancia periódica de un adulto
No permitir que jueguen en lugares peligrosos de la vivienda: escaleras, ventanas, balcones… y que se suban a los muebles y
permanezcan en ellos de pie
Alejarlos de la cocina y zona de planchar; impedir que jueguen con cerillas y mecheros y no dejar petardos y cartuchos a su alcance
Guardar los productos tóxicos (detergentes, pinturas, bebidas alcohólicas…) fuera de su alcance;
mantener siempre bajo llave los medicamentos
Utilizar protectores de enchufes o enchufes de seguridad para evitar que se electrocuten al manipularlos
Evitar que los niños de corta edad jueguen con objetos pequeños o que puedan desmontarse en piezas pequeñas
Los juguetes no deben tener aristas cortantes, ni ángulos puntiagudos, ni estar fabricados con materiales tóxicos;
su tamaño debe ser lo suficientemente grande para impedir que se los introduzcan en la boca y los traguen
Alejar del alcance de los niños objetos que supongan peligro de asfixia o atragantamiento (bolsas de plástico, monedas, botones…)
Utilizar vestidos y ropa de cama adecuados para evitar el estrangulamiento (sábanas no excesivamente largas, pijamas con cuellos
anchos…) y no usar cunas con barrotes demasiado distanciados entre sí; evitar que duerman en la misma cama adultos y lactantes
No permitir que un niño pequeño permanezca en la bañera sin la adecuada vigilancia de un adulto y llenar la bañera con la cantidad
imprescindible de agua
Evitar que jueguen cerca de piscinas, pozos o balsas; estas zonas deben estar valladas y sus puertas cerradas; es aconsejable proteger
su superficie
Vigilarlos cuando estén cerca de las puertas o ventanas para evitar que se lesionen con las juntas de cierre
Impedir que jueguen con herramientas
No dejar que viajen en ascensor si no van acompañados de adultos; situarlos en el fondo del habitáculo cuando éste carezca
de doble puerta
Situar los utensilios y objetos cortantes (tijeras, cuchillos…) y punzantes (agujas, plantas con pinchos…) fuera de su alcance
143
tes desprovistos de asas o mangos aislantes, al cocinar
alimentos que producen salpicaduras sin usar tapaderas,
por contacto con sustancias químicas, al manipular inade-
cuadamente elementos con pólvora (cohetes, petardos o
cartuchos), etc.
Algunos consejos para prevenir las quemaduras
son:
• Utilizar materiales aislantes o protecciones en
objetos calientes.
• Asegurarse de que los objetos calientes estén pro-
vistos de asideros aislantes (mangos, asas…) en
buen estado.
• Usar guantes o manoplas aislantes para mover
objetos calientes o manipularlos dentro del horno
encendido.
• Evitar salpicaduras al cocinar usando cubiertas o
tapaderas.
• Manipular con cuidado los productos químicos
como sosa cáustica o cal viva.
• Alejar a los niños de la cocina y zona de planchar,
situar los objetos calientes o con llama viva fuera
de su alcance, impedir que jueguen con cerillas
y mecheros y no dejar que manipulen petardos
y cartuchos.
8. ¿Cómo se pueden prevenir las intoxicaciones?
Las intoxicaciones pueden producirse por ingestión (vía
digestiva) o por inhalación (vía respiratoria) de productos
tóxicos. Principalmente se deben a la ingestión o contacto
con medicamentos, productos de limpieza, productos de
jardinería e insecticidas, pinturas y disolventes, y produc-
tos de cosmética y perfumería.
Para prevenir intoxicaciones es aconsejable:
• Guardar los productos que puedan provocarlas
(detergentes, pinturas, bebidas alcohólicas…) en
un lugar seguro, fuera del alcance de los niños y
etiquetados adecuadamente. Guardar siempre
bajo llave los medicamentos.
• Almacenar por separado los productos alimenti-
cios y tóxicos y no utilizar envases de productos
alimenticios o de refrescos para rellenarlos con
productos tóxicos.
• Evitar mezclar indiscriminadamente productos de
limpieza (por ejemplo, lejía y salfumán: se produ-
ce un fuerte desprendimiento de cloro, que es un
gas tóxico).
• No pulverizar los insecticidas y productos de jardi-
nería cerca de alimentos o personas.
• Aplicar los productos de pintura y disolventes con
una buena ventilación y no permanecer en las
­habitaciones recién pintadas o barnizadas hasta
que desaparezca el olor del disolvente.
9. ¿Cómo se pueden prevenir los incendios y las
explosiones?
Para que se produzca un incendio en una vivienda hace
falta que coincidan tres elementos: aire, combustible y un
foco de calor; con el único descuido de aplicar un foco de
calor a cualquiera de los combustibles se desencadenará el
incendio. Los combustibles pueden ser gaseosos (butano,
propano, gas ciudad y aerosoles), líquidos (quitamanchas,
pinturas, aceites, disolventes, alcoholes…) o sólidos (teji-
dos, papel, cartón, plásticos, madera…). Respecto a los fo-
cos de calor existen diversos tipos en las viviendas: algunos
poco peligrosos (chispas, motores de aparatos eléctricos,
piezas móviles eléctricas…) y otros peligrosos (planchas,
radiadores, aparatos eléctricos, mecheros, cerillas, llamas
de gas, colillas…).
Para prevenir los incendios y explosiones es necesa-
rio tener en cuenta:
• Apagar correctamente las velas, cerillas y colillas y
evitar fumar en la cama.
• Respecto a la instalación eléctrica: no sobrecargar
los enchufes con demasiados aparatos (especial-
mente los de consumo elevado: radiadores, lava-
vajillas, lavadoras y planchas), empotrar los hilos
eléctricos y evitar improvisar empalmes, y utilizar
fusibles calibrados de acuerdo con la instalación.
• En cuanto a los líquidos inflamables y aerosoles:
tener sólo los que sean absolutamente necesa-
rios y en cantidad imprescindible, almacenarlos
en recipientes irrompibles con indicación de
su contenido y utilizar los líquidos inflamables
y aerosoles en lugares ventilados sin focos de
calor próximos.
• Respecto a la instalación de gas: llevar a cabo su
revisión periódica por personal autorizado y cam-
biar periódicamente el tubo flexible de conexión
de la cocina.
(Para otros consejos de prevención de incendios y
explosiones, véase la tabla 2).
LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
LIBRO DE LA SALUD
144
10. ¿Cómo se pueden prevenir las lesiones por
electricidad (electrocución)?
En toda vivienda hay riesgo de electrocución pues las ten-
siones que alimentan los electrodomésticos (220 ó 125
voltios) son peligrosas. La consecuencia de la electrocu-
ción puede ir desde un simple calambrazo, hasta la muerte
por paro cardíaco. El peligro aumenta si la persona está
mojada o descalza sobre el suelo, cosa que ocurre con más
frecuencia en el cuarto de baño, el lavadero, la cocina y en
cualquier lugar después de fregar el suelo.
La electrocución se puede producir al tocar direc-
tamente elementos eléctricos conectados a la corriente
(cables pelados o con aislante insuficiente, al cambiar fusi-
bles, al desmontar un aparato sin haberlo desenchufado, al
manejar aparatos con partes eléctricas accesibles, cuando
los niños introducen utensilios —tijeras o alambres— en los
enchufes, etc.), o al contactar con la parte exterior metálica
de un electrodoméstico conectado a la corriente y que tiene
una deficiencia en los aislamientos interiores (frecuente en
neveras, lavaplatos, televisores, tostadoras, etc.).
Para prevenir las electrocuciones es importante
tener en cuenta los siguientes consejos:
• No conectar aparatos que se hayan mojado.
• No tocar ni usar aparatos eléctricos con las manos
mojadas o descalzo.
• No tener estufas eléctricas, tomas de corriente, ni
otros aparatos eléctricos al alcance en el cuarto de
baño y a menos de un metro de la bañera.
•Desconectarelinterruptorgeneral,situadonormal­
mente en el cuadro eléctrico, al manipular la insta-
lación eléctrica.
• Utilizar protectores de enchufes o enchufes de
seguridad para evitar que los niños se electrocu-
ten al manipularlos.
11. ¿Cómo se pueden prevenir los accidentes por
asfixia?
La asfixia es el fallo de la respiración pulmonar por falta
de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que
éste llegue a los pulmones debido a una obstrucción
de las vías respiratorias. Si es debida a obstrucción, ésta
puede ser:
• Obstrucción externa: se denomina sofocación y
consiste en el taponamiento de la nariz y la boca
o en la imposibilidad de mover la caja torácica.
Si la sofocación se produce por una compresión
externa a través del cuello, se habla de estrangu-
lamiento o ahorcadura.
• Obstrucción interna: puede ser por objetos sóli-
dos (que proceden del exterior de forma acciden-
tal o alimentos que se atragantan) o por líquidos
(vómitos o líquido que procede del exterior, como
la inmersión de la cabeza en el agua, entonces se
habla de asfixia por ahogamiento).
Los mecanismos principales que producen asfixia
en los hogares son: falta de oxígeno en baños o habita-
ciones pequeñas por la presencia de quemadores de gas
en estufas y calentadores, introducción de objetos por la
boca o nariz con un diámetro superior al de las vías res-
piratorias (botones, canicas, trozos de juguete…), tapo-
namiento externo de las vías respiratorias por el vestido
o la ropa de cuna, sofocación por otro cuerpo humano
(adulto) durante el sueño, estrangulamiento por lazos o
cadenas que el niño lleva en el cuello (chupete o meda-
llas), utilización de bolsas de plástico como capuchas o
caretas de juego, ahogamiento en bañeras, cubos y otros
recipientes llenos de agua, etc.
Para prevenir los accidentes por asfixia se debe:
Tabla 2. Consejos específicos para prevenir incendios y explosiones en la vivienda
No dejar nada cocinándose en el fuego ni aparatos eléctricos de gran consumo en marcha cuando se abandone el domicilio
Evitar las corrientes de aire en la cocina que pudieran apagar el gas, especialmente si es necesario ausentarse momentáneamente
Limpiar periódicamente los filtros de la campana extractora de la cocina
No almacenar combustibles innecesarios en el domicilio, como periódicos, maderas, ropa vieja, pinturas…
Realizar periódicamente una revisión de la chimenea y la caldera de calefacción por personal autorizado
En caso de fuga de gas no accionar interruptores eléctricos ni encender cerillas o mecheros: la chispa provocaría una gran explosión;
hay que ventilar lo máximo posible y avisar al personal autorizado
Si se nota olor a quemado, hay que localizar el origen; es posible que se trate de un sobrecalentamiento de la instalación eléctrica que
puede provocar un cortocircuito o un incendio
145
• Evitar instalar estufas o calentadores en el interior de
baños o habitaciones pequeñas y mal venti­ladas.
• Cerrar la llave de paso al finalizar la utilización del
gas y siempre por la noche, y evitar las corrientes
de aire sobre la llama que puedan apagarla.
• Evitar que los niños de corta edad jueguen con
objetos pequeños o que puedan desmontarse en
piezas pequeñas.
• Usar vestidos y ropa de cama adecuados para
evitar el estrangulamiento (sábanas no excesiva-
mente largas, pijamas con cuellos anchos…) y no
utilizar cunas con barrotes demasiado distancia-
dos entre sí.
• No dejar que los niños jueguen con bolsas de
plástico.
• Evitar que adultos y lactantes duerman en la
misma cama.
• No dejar recipientes con líquidos cerca de niños
pequeños y evitar que éstos se queden solos a la
hora del baño.
• Vigilar a los niños que circulen cerca de los lugares
con agua y proteger el acceso (con vallas, redes…) a
piscinas, estanques, pozos, cisternas, lavaderos, etc.
12. ¿Cómo se pueden prevenir los golpes y
aplastamientos?
Son accidentes domésticos frecuentes pero en general
poco graves, pues la mayoría ocasionan contusiones
simples (lesiones corporales sin herida exterior ni frac-
tura ósea). Se producen por golpes con objetos fijos
(cristaleras o puertas de cristal, muebles, ventanas,
puertas, escaleras…) y objetos móviles (caídas de ties-
tos, herramientas, estanterías…) y por aplastamientos
con objetos móviles (ventiladores sin rejilla, ascensores
sin doble puerta…).
Algunos consejos para prevenir estos accidentes
son los siguientes:
• Desenchufar previamente los aparatos móviles
que se vayan a desmontar o reparar (trituradoras,
ventiladores, batidoras, exprimidores, etc.).
• Cubrir mediante protecciones las partes móviles de
objetos que puedan golpear o cortar (por ejem-
plo, usar rejillas en los ventiladores) y alejarlas del
alcance de los niños.
• No dejar armarios o cajones abiertos para evitar
golpearse.
• Asegurar los cajones con topes en su interior para
que no se caigan encima del que los abra.
• Procurar que todos los muebles y objetos de
decoración tengan cantos redondeados en vez
de aristas.
• Colocar los objetos colgantes de forma estable y a
la altura necesaria y no colgar objetos en balcones
o barandillas que den a la calle.
• Emplea algún sistema de señalización en las puer-
tas de cristal de una sola pieza para que se advierta
su presencia.
• Iluminar correctamente las zonas de circulación
(pasillos y recibidores) y de trabajo (cocina, lava-
dero, garaje…).
• Utilizar herramientas adecuadas para cada tipo de
trabajo y evitar que los niños jueguen con ellas.
• Vigilar a los niños cuando estén cerca de las puer-
tas o ventanas para evitar que se lesionen con las
juntas de cierre.
• Evitar que los niños viajen en ascensor si no
van acompañados de adultos y situarlos en el
fondo del habitáculo cuando éste carezca de
doble puerta.
13. ¿Cómo se pueden prevenir las heridas?
No suelen ser graves pero sí muy frecuentes. La causa prin-
cipal de las heridas producidas en las viviendas es el con-
tacto de manos y pies con objetos cortantes o punzantes
debido a situaciones provocadas por: dejar objetos de este
tipo (cuchillos, tijeras…) al alcance de los niños, no guar-
dar los objetos peligrosos una vez que han sido utilizados,
no usar una protección que impida el contacto directo con
el elemento cortante (rejilla de ventilador, funda de cuchi-
llo…), no reparar o desechar objetos que al romperse se
han convertido en cortantes (vasos, platos…), situar plan-
tas punzantes (cactus) en zonas poco visibles, etc. Otras
heridas menos frecuentes en los hogares son las producidas
por armas de fuego y por animales domésticos (morde­
duras y arañazos).
Para prevenir las heridas por objetos cortantes y
punzantes se debe:
• Colocar las herramientas en cajones con las pun-
tas o elementos cortantes hacia dentro.
• Revisar y eliminar platos y vasos rotos o agrie­tados.
• Situar las plantas punzantes en lugares visibles y
fuera del alcance de los niños.
LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
LIBRO DE LA SALUD
146
• Proteger, alejar, o eliminar en lo posible del alcan-
ce de los niños, aquellos objetos que presenten
superficies cortantes o sean punzantes: cuchillos,
ventiladores, trituradora, cuchillas de afeitar, agu-
jas de coser o de punto, tijeras, etc.
• Guardar las armas de fuego descargadas y en lu-
gares bajo llave (armeros).
• Tratar adecuadamente a los animales domésticos
para evitar mordeduras y arañazos.
14. ¿Qué se debe hacer ante un accidente
doméstico?
Si a pesar de tomar todas las precauciones ocurre algún
accidente en nuestra vivienda, es importante tener en
cuenta algunas nociones básicas de actuación. Son con-
sejos orientativos y deben ir seguidos de una valoración
médica (en el domicilio o mediante el traslado a un centro
médico), sobre todo en caso de accidentes graves o que
nos planteen cualquier duda. Cuando un accidente do-
méstico requiera ayuda sanitaria hay que llamar al teléfono
de emergencias (112 ó 061) o acudir al centro de salud u
hospital más cercanos.
15. ¿Qué se debe hacer ante una caída?
En el caso de una caída es mejor no levantar a la persona
inmediatamente; primero hay que asegurarse de que no
haypérdidadeconciencia,fracturasoluxaciones.Encasode
pérdida de conciencia hay que controlar al herido y ladear
su cabeza y cuerpo para prevenir la asfixia. Posteriormente
es necesario llamar a los servicios médicos para trasladarlo
a un centro sanitario.
Una fuerte caída puede provocar una fractura (ro-
tura de un hueso) o una luxación (separación de las super-
ficies de una articulación). En estos casos se debe evitar
mover la zona afectada para no agravar la lesión. En el caso
de una fractura abierta es importante cubrirla con apósitos
estériles, y frente a una luxación es recomendable aplicar
frío local. En todo caso hay que trasladar de inmediato al
accidentado a un centro sanitario para que sea examinado
por personal facultativo.
16. ¿Qué se debe hacer ante una quemadura?
Los consejos básicos de actuación ante una quemadura
son los siguientes:
• Enfriar la quemadura inmediatamente, poniendo
la zona afectada bajo un chorro de agua fría
durante unos 10 minutos. En caso de quemaduras
químicas, ampliar el intervalo a 15-20 minutos.
• Cubrir la zona con apósitos estériles o en su defecto
paños limpios (sábanas o trapos) humedecidos.
• Si la persona está ardiendo, impedir que corra.
Apagar las llamas cubriéndola con una manta o
similar, o haciéndola rodar en el suelo.
• Como norma general no es conveniente quitar la
ropa a la víctima, sobre todo si está adherida a la
piel. Solamente la quitaremos en caso de que esté
impregnada por producto cáustico.
• Trasladar a la víctima a un centro médico especia-
lizado cuanto antes.
• En todos los casos se debe consultar al médico
la conveniencia de realizar la vacunación antite-
tánica, sobre todo si se desconoce el estado de
vacunaciones.
17. ¿Qué se debe hacer ante una intoxicación?
• Llamar al Servicio de Información Toxicológica
aportando todos los datos posibles (teléfono:
91 562 04 20).
• Como norma general no provocar el vómito, sal-
vo en caso de intoxicaciones por medicamentos y
sólo si actuamos inmediatamente tras la ingestión
y la víctima está consciente.
• En caso de que la víctima esté consciente, y sobre
todo en casos de ingesta reciente de productos
químicos, podemos darle a beber 1 ó 2 vasos de
agua para diluir el tóxico.
• Vigilar el estado de la víctima iniciando las manio-
bras de reanimación si las conocemos y son nece-
Elriesgodeelectrocucióndebetenersesiempreencuenta,especialmente
en el baño.
147
sarias, abrigarla y, si está inconsciente, ladearle la
cabeza y el cuerpo para prevenir la asfixia.
• Tratar de identificar el tóxico para ponerlo en co-
nocimiento del médico (recoger posibles restos
de éste, envoltorios, cajas…) y trasladarlo a un
centro de urgencias.
• En caso de intoxicación por humo o inhalación
tóxica, además de lo anterior, debemos colocar a
la víctima en un lugar alejado del peligro, donde
pueda respirar aire fresco.
18. ¿Qué se debe hacer ante una electrocución?
Frente a una descarga eléctrica se debe:
• Desconectar la corriente antes de tocar a la vícti-
ma. Si esto no es posible, hay que separar al herido
de la corriente eléctrica sin tocarlo directamente,
mediante palos, cuerdas…
• Cubrir las zonas afectadas (orificios de entrada y
salida) con apósitos estériles o paños limpios.
• En caso de que la electrocución produzca que-
maduras, actuar tal y como se ha explicado en el
apartado correspondiente.
• Trasladar al herido al hospital aunque las lesiones
sean mínimas, pues pueden aparecer complica-
ciones tardías.
19. ¿Qué se debe hacer ante una asfixia
respiratoria?
En el caso de asfixia producida por falta de oxígeno en el
aire (intoxicación por humo o inhalación tóxica) se debe
colocar a la víctima en un lugar alejado de peligro donde
pueda respirar aire fresco. Si está inconsciente, hay que vi-
gilar su estado e iniciar las maniobras de reanimación en
caso de conocerlas y si son necesarias, trasladándolo cuan-
to antes a un centro de urgencias.
En las asfixias producidas por obstrucción de la res-
piración (obstrucción de la vía aérea) se debe actuar de la
siguiente forma:
• Paciente consciente con obstrucción incompleta:
animarle a toser sin golpearle en la espalda. Si es
un niño, colocarlo boca abajo y golpearle entre los
omóplatos.
• Paciente consciente con obstrucción completa:
realizar la maniobra de desobstrucción o de Heimlich
(pasar los brazos por debajo de las axilas de la
víctima y presionar profundamente con el puño
cerrado, ayudado por la otra mano, en la boca del
estómago oblicuamente hacia nosotros y hacia
arriba).
• Paciente inconsciente con obstrucción comple-
ta: si se sabe cómo hacerlo, iniciar la respiración
boca a boca aplicando dos insuflaciones y hacer
la ­maniobra de Heimlich con el paciente estirado
boca arriba y con la cabeza ladeada.
En todos los casos, lo prioritario es pedir ayuda mé-
dica y organizar el traslado de la víctima a un centro de
urgencias.
20. ¿Qué se debe hacer ante un golpe,
aplastamiento o herida?
Frente a un traumatismo producido por un aplastamiento
o golpe hay que evitar mover la zona afectada, inmovili-
zarla y aplicar frío local mediante compresas de agua fría
o hielo. Posteriormente el herido debe ser valorado por
personal facultativo, ya que puede tener lesiones internas
importantes que pasen inadvertidas.
En caso de aplastamientos graves que provoquen
unaamputación,esnecesariocontrolarlahemorragiacom-
primiendo de forma constante y enérgica la zona amputa-
da o, en último extremo, aplicando un torniquete. Luego
hay que cubrir la zona amputada con un apósito estéril e
introducir el miembro amputado en una bolsa de plástico
y ésta, a su vez, dentro de otra bolsa de plástico con hielo.
Lo importante es trasladar con la mayor brevedad al acci-
dentado a un centro sanitario donde puedan reimplantar
el miembro.
En el caso de las heridas, lo primero es proceder a
su limpieza con agua y jabón o con suero fisiológico; no
es conveniente aplicar directamente sobre éstas algodón,
yodo, alcohol o crema antibiótica. Posteriormente, si se tra-
ta de heridas superficiales y leves se aplicará un antisépti-
co (por ejemplo, povidona yodada) y se dejará que cure al
aire. Si se trata de una herida grave, la cubriremos con un
apósito estéril y trasladaremos al herido a un centro mé-
dico para su valoración. En caso de presencia de cuerpos
extraños clavados es conveniente no extraerlos; hay que
fijarlos para evitar que se muevan durante el traslado y
causen más daños. En todos los casos se recomienda con-
sultar al médico la conveniencia de realizar la vacunación
antitetánica, sobre todo si se desconoce el estado de vacu-
naciones del herido.
LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
LIBRO DE LA SALUD
148
Glosario
Antiséptico: sustancia química que inhibe la proliferación de
­microorganismos e impide su acción nociva, sin perjudicar sensi-
blemente a los organismos superiores.
Aplastamiento: lesión de una zona corporal debida a un golpe
o compresión a ese nivel que se produce por la deformación y
rotura de los tejidos.
Asfixia: fallo de la respiración pulmonar por falta de oxígeno en el
aire o por la imposibilidad de que éste llegue a los pulmones.
Intoxicación: trastorno causado en el organismo por una sustan-
cia tóxica o venenosa y que se puede producir por varios mecanis-
mos como la ingestión o la inhalación de ésta.
Maniobrasdereanimación:conjuntodemedidasterapéuticasdes-
tinadasalarecuperaciónyelmantenimientodelasconstantesvitales
del organismo, especialmente la respiración y la actividad cardíaca.
Producto cáustico: sustancia que al contactar con un tejido del
organismo produce una acción química corrosiva sobre éste.
Torniquete: instrumento quirúrgico, de formas variables, que se
aplica en las extremidades para detener la circulación sanguínea
y controlar una hemorragia gracias a la compresión que ejerce.
En situaciones de urgencia pueden usarse distintos medios para
establecer un torniquete (una venda, un cinturón, etc.), hasta la
llegada del personal sanitario.
Shock: situación clínica grave caracterizada por una disminución
general de la llegada de oxígeno a los tejidos del organismo, que
puede ser debida a varias causas (hemorragias, sepsis, etc.) y que en
algunos casos ocasiona lesiones irreversibles.
Bibliografía
CEACCU (Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa,
Consumidores y Usuarios). «Campaña para la prevención de los ac-
cidentes domésticos y de tiempo libre». http://www.ceaccu.org/
campa_accid.htm#campa_accid.
INC (Instituto Nacional del Consumo). Programa de Prevención de
Lesiones: DADO (Red de Detección de Accidentes Domésticos y de
Ocio). Resultados 2004. http://www.consumo-inc.es/informes/
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Mora, C. C., G. C. Samudio, N. Rodas, C. Irala, M. Cáceres,V. Pavlicich, yT. Medina.
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la Sociedad Paraguaya de Pediatría 27, n.º 2 (julio-diciembre 2000).
http://www.spp.org.py/revistas/ed_2000/accid_julio_dic_2000.htm.
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC).Guíade
Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: SemFYC, 2002.
SOS Emergencias (Servicios Organizados para el Socorro ante Emer-
gencias). Prevención de accidentes domésticos. http://www.sos-
emergencias.es/.
• Los accidentes son una de las principales causas de
muerte en nuestro país y los que se producen en el ho-
gar representan la tercera parte del total.
• Las nuevas viviendas pretenden ser más cómodas y
prácticas pero son poco seguras y es que, paradójica-
mente, los accidentes domésticos aumentan a medida
que lo hace el nivel de vida.
• Los colectivos que sufren accidentes domésticos con
mayor frecuencia son los niños menores de cinco años
y los ancianos mayores de sesenta y cinco años, debido
a su ignorancia, despreocupación, debilidad y disminu-
ción de sus reflejos.
• Los accidentes domésticos más frecuentes son las caí-
das, las quemaduras y las intoxicaciones.
• Existen varias medidas preventivas, algunas dirigi-
das particularmente a niños y ancianos, que aplica-
das en nuestros hogares pueden evitar accidentes
domésticos.
• Si, a pesar de todas las precauciones, ocurre algún
accidente en nuestra vivienda, es útil tener en cuenta al-
gunas nociones básicas de actuación, si bien no deben
sustituir a la valoración de la persona afectada por parte
de personal sanitario.
Resumen
149
1. ¿Qué es la salud laboral?
El concepto de salud, como un estado de bienestar físico,
psíquico y social, está ampliamente aceptado en nuestro
medio. Su naturaleza multicausal nos lleva a identificar fac-
tores de riesgo existentes en los diferentes ámbitos que la
integran. Uno de esos ámbitos, de gran importancia por
el tiempo de exposición, es el trabajo. La relación entre el
trabajo y la salud es un tema de discusión conocido y am-
pliamente difundido sobre el que todos tenemos una opi-
nión. Es necesario trabajar porque así conseguimos satis-
facer nuestras necesidades de supervivencia en un medio
en el que los recursos, además de escasos, no siempre son
utilizables tal y como se presentan en la Naturaleza. Pero,
además, el trabajo es un medio por el cual desarrollamos
nuestras capacidades tanto físicas como mentales.
La relación causa-efecto entre tipos de trabajo y
algunas patologías es un hecho, en la actualidad, incontro-
vertible. Un ejemplo podría ser la exposición al amianto y
la producción del mesotelioma, un cáncer pleural.
Pero en otros casos la relación no es tan directa,
quizá porque todavía no tenemos conocimientos suficien-
tes, o porque hay que esperar mucho tiempo a que aparez-
ca la enfermedad desde la exposición durante la jornada
laboral.
Por ello, la salud laboral estudia las alteraciones que
se producen en la salud de los trabajadores en relación con
su trabajo habitual. En la actualidad, la salud laboral está
encaminada a prevenir en lo posible las alteraciones que
puedan producirse como resultado de la exposición labo-
ral, para lo cual trabajan de forma conjunta las especialida-
des que integran los Servicios de Prevención. Y eso se lleva
a cabo estudiando las condiciones en que se realizan las
tareas que conforman una jornada laboral, desde un punto
de vista que contempla el ambiente de trabajo, las sustan-
Capítulo 14
La salud laboral
Dra. Miriam de la Prada
Médico especialista en Medicina del Trabajo. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Clínic de Barcelona
Señales de seguridad en el trabajo.
LIBRO DE LA SALUD
150
cias con las que se entra en contacto, las condiciones físicas
del medio de trabajo, la organización y el ritmo de ejecu-
ción y las características propias y personales del individuo.
2. ¿Qué es la Medicina del Trabajo?
La Medicina del Trabajo es la especialidad médica que es-
tudia la patología derivada del trabajo. Ello engloba tan-
to la patología directa por exposición a factores de riesgo
concretos (químicos, biológicos…), como la derivada de
la organización del trabajo y otros factores de riesgo que
se produzcan en la interacción del trabajo y la persona. Su
finalidad es la de proteger la salud del trabajador y conlleva
un enfoque holístico del ser humano, al considerarlo en
todos sus ámbitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha esti-
mado que entre el 10% y el 20% de todas las enfermedades
podrían estar relacionadas con el trabajo.
3. ¿Qué es la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales?
Según la Constitución española, uno de los principios de la
política social es velar por la seguridad e higiene en el trabajo.
De este mandato constitucional deriva la Ley de Prevención
de Riesgos Laborales (31/1995, de 8 de noviembre) en ar-
monía con la política de la Unión Europea en la materia. La
ley tiene por objeto la determinación de un cuerpo de ga-
rantías y responsabilidades para obtener un adecuado nivel
de protección de la salud de los trabajadores frente a los
riesgos derivados de las condiciones de trabajo.
4. ¿Qué se entiende por prevención?
Se entiende por prevención el conjunto de medidas adop-
tadas o previstas en todas las fases de la actividad de una
empresa, con el fin de evitar o disminuir los riesgos deriva-
dos del trabajo.
5. ¿Qué se entiende por riesgo laboral?
Es la posibilidad de que un trabajador sufra un daño deri-
vado del trabajo. Podríamos definirlo como aquellas situa-
ciones de trabajo que pueden romper el equilibrio físico,
mental y/o social de las personas. Estos factores nocivos se
derivan tanto de la actividad que desarrolla el organismo
del trabajador (esfuerzo, sobrecarga física…), como de la
presencia en el medio ambiente laboral de un agente es-
pecífico (originado por el proceso productivo o medio en
el que éste se desarrolla), que sería el componente mate-
rial, y de un componente psicosocial u organizativo. Para
calificarlo desde el punto de vista de su gravedad, se valo-
rarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca
el daño y la gravedad de éste.
La incidencia del riesgo puede tener un origen me-
cánico, físico, químico o biológico:
• Mecánico: por simple interacción dinámica entre el
trabajador y los elementos del medio laboral como
máquinas, herramientas, instalaciones, superficies…
• Físico: por variaciones energéticas que inclui-
rían ruido, vibraciones, iluminación, radiaciones,
­temperatura, humedad…
• Químico: por la presencia de sustancias que se han
de utilizar habitualmente o que pueden ser con-
secuencia de contaminaciones del medio y que
pueden afectar al trabajador por vía respiratoria,
cutánea…
• Biológico: por la exposición a agentes biológicos,
comovirus,bacteriasuotrotipodemicroorganismo
patógeno.
En cuanto a la parte psicosocial, pueden presentar-
se las siguientes situaciones:
• Conflictos de tipo psicológico: por el tipo de orga-
nización del trabajo, por las características perso-
nales del individuo, por las exigencias psicológicas
de la tarea...
• Conflictos de tipo social: por interferencias en
el campo de las relaciones personales, por un
Obrero con casco, uno de los sistemas de protección más extendidos
y eficaces.
151
aumento de la masificación que lleva al anoni-
mato, por la aparición de tensiones entre niveles
jerárquicos…
Todo ello nos lleva a definir el riesgo profesional o
laboral como el conjunto de fenómenos que afectan a la
salud de los trabajadores, deteriorándola, y que están rela-
cionados, directa o indirectamente, con el trabajo. Y como
consecuencia del riesgo laboral podemos encontrar:
• Patología específica: existe una clara relación de
causa-efecto entre las condiciones del trabajo y el
daño corporal sobre el organismo del trabajador;
la constituyen los accidentes de trabajo y las
enfermedades profesionales.
• Patología inespecífica: influyen otros factores
extralaborales, incluidas las condiciones biológi-
cas previas del organismo del trabajador.
6. ¿Cuál es la patología específica derivada del
trabajo?
Los accidentes laborales y las enfermedades profesio­nales.
7. ¿Cuál es la patología inespecífica derivada del
trabajo?
Hay enfermedades que se agravan con el trabajo, pero en
cuyo desarrollo cuentan notoriamente en primer lugar las
condiciones personales del propio trabajador (de tal forma
que no en todos los trabajadores aparece el efecto) y las
circunstancias de exposición extralaboral.
8. ¿Qué es un accidente laboral?
Es un fenómeno súbito y violento, imprevisto, no deseado,
de origen claramente externo al organismo del trabajador,
sobrevenido por el trabajo o con ocasión de éste, y que de-
termina en el organismo una lesión o una alteración fun-
cional pasajera o permanente.
9. ¿Qué es un accidente laboral in itínere?
El que ocurre en el trayecto habitual de casa al trabajo o
del trabajo a casa. Puede incluir caídas, golpes, accidentes
de tráfico, etc.
10. ¿Qué es la investigación de accidentes?
Se define como la técnica utilizada para analizar un acci-
dente laboral a fin de conocer el desarrollo de los aconte-
cimientos y determinar por qué ha sucedido. Conocer qué,
cómo y dónde ocurre constituye la principal finalidad de la
investigación de accidentes, encaminada a establecer me-
didas de prevención más eficaces; es decir, intentar evitar
que vuelvan a producirse.
11. ¿Qué es una enfermedad profesional?
Es una patología crónica contraída como consecuencia de
la exposición a factores físicos, químicos y/o biológicos del
ambiente, durante un tiempo determinado. Es de presenta-
ciónlenta,porloqueavecesnoquedaevidenciadasurelación
con el trabajo, y ésta debe ser demostrada. Para ceñirse a
tal denominación se elaboran listas de enfermedades que,
en caso de aparecer en determinadas condiciones laborales,
se catalogan como enfermedades profesionales. Así pues,
la enfermedad profesional viene definida por ser una pato-
logía específica del trabajo, pues hay una causa o un factor
indispensable intrínseco a éste por tener un mecanismo de
aparición ligado a modificaciones ambientales de tipo físi-
co, químico y/o biológico pero, a diferencia del accidente de
trabajo, no originan el proceso bruscamente.
Se debe diferenciar la enfermedad profesional de
la patología común e incluir los casos de consideración en
listados que recojan los procesos y trabajos en que se da.
Del conjunto de factores que determinan la enfer-
medad profesional, los más importantes son la cantidad o
concentración del agente contaminante y el tiempo de
exposición. En general se admite que, a medida que au-
menta la dosis agresiva o la agresión (o, dicho de otra ma-
nera, la intensidad del cambio en las condiciones ambien-
tales) se incrementan los efectos sobre el organismo.
En la enfermedad profesional, el tiempo es impor-
tante, ya que, junto con la cantidad de contaminante, con-
figura la dosis. Al aumentar el tiempo, son mayores la dosis
y el efecto que produce en la persona expuesta.
12. ¿Qué son las enfermedades relacionadas con el
trabajo?
Está actualmente establecido que las enfermedades profe­
sionales incluidas en las listas oficiales no recogen todos
los efectos sobre la salud que tienen las condiciones de
trabajo. De ahí que se introduce el término enfermedades
relacionadas con el trabajo, como aquellas en las que los
factores laborales actúan de forma determinante, junto
con otros factores externos propios del trabajador. Su de-
tección es más compleja y se ha de obtener información de
todos los factores, laborales o no, que pueden intervenir
en la génesis y mantenimiento de la enfermedad.
La salud laboral
LIBRO DE LA SALUD
152
13. ¿Qué tipos de riesgo se pueden encontrar?
Se pueden distinguir varios grupos relacionados con:
• Las condiciones de seguridad: en este primer
grupo se consideran aquellas condiciones mate-
riales que supongan un riesgo, como elementos
móviles, cortantes, electrificados, combustible, etc.
Para poder controlar estos elementos deben
analizarse las máquinas y las herramientas, los
equipos de transporte, las instalaciones eléctri-
cas, los planes de emergencias, los planes con-
tra incendios…
• El ambiente de trabajo: se estudia el medio am-
biente de trabajo con atención preferente a las
condiciones físicas como el ruido, las vibraciones,
la iluminación, las condiciones termohigrométri-
cas y las radiaciones que pueden ser ionizantes o
no, con objeto de establecer, por un lado, valores
de estas condiciones que no produzcan lesiones
y, por otro, determinar cuáles son los niveles más
adecuados para trabajar confortablemente.
• Contaminantes químicos y biológicos que pue-
den estar presentes en el medio ambiente de
trabajo: sus efectos para la salud, las técnicas de
evaluación y las medidas correctoras para con-
trolarlos.
• La carga de trabajo: las exigencias que la tarea
impone al individuo que la realiza: esfuerzos,
manipulación de cargas, posturas de trabajo,
niveles de atención, etc., asociados a cada tipo
de actividad para poder determinar la carga de
trabajo, tanto físico como mental, de cada tipo
de tareas.
• La organización del trabajo: factores debidos a la
organización, ya que la fragmentación del trabajo
en tareas elementales, así como el reparto de és-
tas entre diferentes individuos, unidos a la distri-
bución horaria, a la velocidad de ejecución y a las
relaciones que se establecen dentro del centro de
trabajo pueden tener consecuencias para la salud
de los trabajadores a nivel físico y, sobre todo, a
nivel mental y social.
14. ¿Qué es riesgo laboral grave e inminente?
Aquel cuya materialización resulte racionalmente proba-
ble en un futuro inmediato y pueda suponer un daño gra-
ve para la salud de los trabajadores.
15. ¿Qué es un equipo de trabajo?
Cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación uti-
lizada en el trabajo.
16. ¿Qué es un Equipo de Protección Individual (EPI)?
Es cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por
el trabajador para protegerse de uno o varios riesgos que
puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo.
17. ¿Qué se entiende por Plan de Prevención?
Para eliminar los daños, hemos de saber primero cuáles son
los factores que intervienen y las causas que los originan.
El Plan de Prevención es un conjunto de actividades orga-
nizadas que tiene por objeto eliminar o reducir los riesgos
para la seguridad y la salud de los trabajadores, derivados
de las condiciones de trabajo.
18. ¿Qué técnicas se aplican en la prevención de
riesgos laborales?
Para proteger al trabajador existen dos tipos de técnicas:
•Técnicas que se aplican sobre el trabajador mismo,
que son de prevención secundaria y terciaria, y
en algunas ocasiones de prevención primaria (las
que actúan sobre el trabajador directamente).
• Técnicas que se aplican sobre el ambiente de
trabajo en relación con cualquiera de los facto-
res que influyen en él, incluidos el psicológico y
social.
19. ¿Cuáles son los principios que rigen la acción
preventiva?
• Evitar los riesgos.
• Evaluar los riesgos que no se pueden evitar.
• Combatir los riesgos en su origen.
• Adaptar el trabajo a la persona.
• Tener en cuenta la evolución de la técnica.
• Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o
ningún peligro.
• Planificar la prevención.
• Adoptar medidas que antepongan la protección
colectiva a la individual.
• Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
20. ¿Qué es el Servicio de Prevención?
Se entiende como Servicio de Prevención el conjunto de
medios humanos y materiales necesarios para realizar las
153
actividades preventivas, asesorando y asistiendo para ello
al empresario, a los trabajadores y a sus representantes y a
los órganos de representación especializados.
21. ¿Cuáles son las funciones del Servicio de
Prevención?
Asesoramiento y apoyo a la empresa en función de los ti-
pos de riesgo existentes y en lo referente a:
•Eldiseño,laimplantaciónylaaplicacióndeunplan
de prevención de riesgos laborales que permita la
integración de la prevención en la empresa.
• La evaluación de los factores de riesgo que pue-
den afectar a la seguridad y la salud de los traba-
jadores.
• La planificación de la actividad preventiva y la
determinación de las prioridades en la adopción
de las medidas preventivas.
• La información y la formación de los trabajadores.
• La prestación de los primeros auxilios y planes de
emergencia.
• La vigilancia de la salud de los trabajadores en
relación con los riesgos derivados del trabajo.
22. ¿Qué especialidades integran el Servicio de
Prevención?
Personal con la cualificación necesaria, en número no in-
ferior a un experto por cada una de las especialidades de
Medicina del Trabajo: Seguridad en el Trabajo, Higiene
Industrial, Ergonomía y Psicosociología aplicada, así como
el personal necesario con capacitación para desarrollar las
funciones de los niveles básico e intermedio, en función de
las características de la empresa.
23. ¿Qué es la Seguridad en el Trabajo?
La especialidad que aborda la seguridad en los lugares de
trabajo para prevenir la aparición de accidentes laborales.
Sus niveles de actuación son:
• La prevención, con la finalidad de evitar causas y
factores de riesgo.
• La protección, evitando las consecuencias.
• La reparación, remediando las consecuencias.
24. ¿Qué es la Higiene Industrial?
La especialidad que tiene por objeto evitar la aparición
de enfermedades profesionales. En sentido estricto, es la
técnica que actúa sobre la supresión de los contaminantes
ambientales derivados del trabajo. Basa su método en el
análisis de las condiciones de trabajo y del tipo y nivel de
contaminación existente, en la evaluación de los datos ob-
tenidos del análisis frente a los valores límite, y en la correc-
ción de las condiciones catalogadas como adversas.
25. ¿Qué es la Ergonomía?
La especialidad que estudia las relaciones entre la persona
y su puesto de trabajo con la misión de eliminar la fatiga
innecesaria que puede aparecer por la sobrecarga produ-
cida por el entorno de trabajo.
26. ¿Qué es la Psicosociología?
La especialidad que estudia los factores organizativos que
pueden producir efectos psicológicos negativos en los
trabajadores.
La salud laboral
Obreros debidamente equipados con casco, arneses, cinturones de
seguridad y señalización correcta de la zona de trabajo.
LIBRO DE LA SALUD
154
27. ¿Qué herramientas utiliza la Medicina del
Trabajo?
La principal herramienta de la Medicina del Trabajo en la
vigilancia de la salud respecto a las condiciones de trabajo
son los reconocimientos médicos. Es una de las activida-
des a las que más tiempo y recursos destinan los servicios
médicos integrados en los Servicios de Prevención de las
empresas.
28. ¿Qué objetivos tiene el reconocimiento
médico?
En general son la detección precoz y el consiguiente tra-
tamiento precoz de enfermedades, y la evaluación de la
adecuación del puesto de trabajo al trabajador con el fin
de evitar la progresión de una enfermedad.
29. ¿Qué tipos de reconocimientos existen?
El reconocimiento inicial, tras la incorporación del trabaja-
dor a su puesto de trabajo. Los reconocimientos que se
establecen a lo largo de su vida laboral, según la evalua-
ción de riesgos y los protocolos de aplicación, que decidi-
rán la periodicidad con que se realizan. Están destinados a
hacer un seguimiento de los efectos sobre la salud relacio-
nados con las condiciones de trabajo. También se efectúan
reconocimientos especiales que pueden ser necesarios en
la incorporación tras un largo período de incapacidad la-
boral, o por cambios en las condiciones de trabajo o en la
situación de salud del trabajador.
30. ¿Qué es la evaluación de riesgos?
La evaluación de los riesgos laborales es el proceso diri-
gido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no
han podido evitarse, conocer su naturaleza, grado de pe-
ligrosidad, localización, trabajadores afectados, etc., para
que el empresario adopte las medidas preventivas ade-
cuadas. Para llevar a cabo esta fase de análisis de riesgos
existen técnicas de evaluación objetiva y subjetiva. Técni-
cas de observación como inspecciones, análisis de tareas,
encuestas, análisis estadístico, informes de investigación
de accidentes…
Cuando resulte necesaria la adopción de medi-
das preventivas, según criterios como la importancia
del riesgo por la gravedad de sus consecuencias, el
número de trabajadores expuestos y/o el tiempo de
exposición de los trabajadores al riesgo, éstas han de
ir encaminadas a:
• Eliminar o reducir el riesgo, mediante medidas de
prevención en el origen, organizativas, de protec-
ción colectiva, de protección individual, o de for-
mación e información a los trabajadores.
• Controlar periódicamente las condiciones, la orga-
nización y los métodos de trabajo y el estado de
salud de los trabajadores.
Una vez establecidas las prioridades en función de
los riesgos detectados se deben marcar objetivos que sean
realistas, con los medios disponibles y en el tiempo estable-
cido y diseñarse las acciones que hay que desarrollar para
conseguirlos, que son el elemento operativo de la evalua-
ción de riesgos. Hay que definir acciones dirigidas a condi-
ciones de trabajo, organización del trabajo, los trabajado-
res, el sistema operativo de prevención, y temporalizarlas
y asignarles el presupuesto necesario, así como establecer
criterios de evaluación y control para comprobar si se van
consiguiendo los resultados esperados. Ha de ser un proce-
so dinámico; si los resultados no son positivos, es necesario
analizar la situación y determinar los cambios precisos.
31. ¿Quién debe constituir un Servicio de
Prevención propio?
Todas las empresas con más de 500 trabajadores o aquellas
que tengan entre 250 y 500 trabajadores que desarrollen ac-
tividades con exposición a radiaciones ionizantes, a agentes
tóxicos o muy tóxicos, y en particular a agentes cancerígenos,
mutagénicos o tóxicos para la reproducción, o actividades
en las que intervengan productos químicos de alto riesgo así
como también trabajos con exposición a agentes biológicos
delosgrupos3y4.Tambiénaquellasempresasquesedediquen
Ducha de seguridad y manta ignífuga, dos elementos de seguridad
habituales en laboratorios de investigación biomédica.
155
a la fabricación y manipulación de explosivos (incluidos ar-
tículos pirotécnicos), trabajos propios de la minería a cielo
abierto y de interior, actividades de inmersión bajo el agua,
actividades en obras de construcción, movimientos de tierras
y túneles con riesgo de caída de altura o enterramiento, ac-
tividades en la industria siderúrgica y en la construcción na-
val, producción de gases comprimidos, licuados o disueltos,
trabajos que produzcan concentraciones elevadas de polvo
silíceo y trabajos con riesgos eléctricos de alta tensión.
32. ¿Qué es la incapacidad laboral?
La alteración de la salud que impide realizar el trabajo
habitual. Puede ser de carácter temporal, por maternidad,
o permanente.
33. ¿Qué es la incapacidad laboral transitoria?
Tiene lugar cuando existe una alteración de la salud que
incapacita para el trabajo de manera transitoria. Puede ser
debida tanto a una enfermedad común como a un acci-
dente de trabajo. Cuando es debida a un accidente de tra-
bajo, la incapacidad la tramitan las mutuas de accidentes.
Cuando se debe a enfermedad común, lo hace la Segu-
ridad Social (el médico de cabecera). La maternidad está
considerada como una incapacidad laboral transitoria deri­
vada de la situación del nacimiento de un hijo, adopción o
acogimiento; es necesaria tanto para la recuperación de la
madre tras el parto, como para el cuidado que requiere el
recién nacido o el niño adoptado y tiene su duración esti-
pulada según el caso.
La incapacidad laboral transitoria tiene una dura-
ción de doce meses prorrogables por otros seis meses.
34. ¿Quiénes pueden ser beneficiarios de una
incapacidad temporal?
Serán beneficiarios del subsidio de incapacidad temporal
las personas integradas en el Régimen General de la Segu-
ridad Social y que reúnan el requisito de estar afiliadas y
dadas de alta o en situación asimilada al alta en el momen-
to en que se produzca la alteración de la salud.
35. ¿Qué es la invalidez permanente?
Es la situación del trabajador que, después de haber esta-
do sometido al tratamiento prescrito y de haber sido dado
de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas o
funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva
y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su
capacidad laboral.
36. ¿Qué grados de invalidez permanente existen?
Existen cuatro grados de invalidez permanente:
• Incapacidadpermanenteparcial:aquellaqueocasio-
ne al trabajador una disminución no inferior al 33%
de su rendimiento normal para su profesión, sin im-
pedirle realizar tareas fundamentales de ésta.
• Incapacidad permanente total: la que inhabilita al
trabajador para la realización de todas las tareas
de su trabajo habitual o, al menos, de las funda-
mentales, pero que le permite dedicarse a otra
profesión distinta.
• Incapacidad permanente absoluta: la que inhabili-
ta al trabajador para cualquier profesión u oficio.
• Gran invalidez: situación del trabajador afectado
de incapacidad permanente y que, a consecuen-
cia de pérdidas anatómicas o funcionales, nece-
site la asistencia de otra persona para los actos
más esenciales de la vida, como vestirse, despla-
zarse, comer…
Glosario
Enfermedad profesional: patología crónica contraída como con-
secuencia de la exposición a factores físicos, químicos y/o biológi-
cos del ambiente, durante un tiempo determinado.
Ergonomía: ciencia que estudia las relaciones entre la persona y
su puesto de trabajo con la misión de eliminar la fatiga innecesa-
ria que puede llegar a tener lugar por la sobrecarga producida por
el entorno de trabajo.
Higiene industrial: especialidad que tiene por objeto evitar la
aparición de enfermedades profesionales.
Incapacidad laboral transitoria: situación de carácter temporal
en la que existe una alteración de la salud que incapacita para
el trabajo.
Invalidez permanente: situación del trabajador que, tras some-
terse al tratamiento prescrito y haber sido dado de alta médica-
mente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves,
susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente defini-
tivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral.
Prevención: se entiende por prevención el conjunto de medidas
adoptadas o previstas en todas las fases de la actividad de una
empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados
del trabajo.
Psicosociología: ciencia que estudia los factores organizativos
que pueden producir efectos psicológicos negativos en los
trabajadores.
La salud laboral
LIBRO DE LA SALUD
156
Riesgo laboral: posibilidad de que un trabajador sufra un daño
derivado del trabajo. Podríamos definirlo como aquellas situa-
ciones de trabajo que pueden romper el equilibrio físico, mental
y/o social de las personas.
Salud Laboral: rama de la medicina que estudia las alteraciones
que se producen en la salud de los trabajadores en relación con su
trabajo habitual. En la actualidad, está encaminada a prevenir en
lo posible las alteraciones derivadas de la exposición laboral que
puedan tener lugar.
Seguridad en el trabajo: especialidad que aborda la seguridad
en los lugares de trabajo para prevenir la aparición de accidentes
laborales.
Bibliografía
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. http://www.
osha.eu.int.
ÁreaRH.com. Salud laboral. http://www.arearh.com/salud.htm.
Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http://
www.cdc.gov.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. http://www.
mtas.es/insht/index.htm.
Ministerio de Sanidad y Consumo. Salud laboral. http://www.msc.es/
ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/home.htm.
• La Salud Laboral es la disciplina desarrollada por la Me-
dicina del Trabajo para estudiar las enfermedades re-
lacionadas con el trabajo. Su labor se desarrolla en los
Servicios de Prevención, junto con las especialidades de
Higiene Industrial, Seguridad Industrial, Psicosociología
y Ergonomía.
• Existe patología específica derivada del trabajo (acciden-
tes laborales y enfermedades profesionales) y patología
inespecífica. El estudio de esta patología se establece
mediante el protocolo de los reconocimientos médicos
según la evaluación de riesgos del puesto de trabajo
realizada por el Servicio de Prevención.
• Cuando la patología es aguda da lugar a una incapa-
cidad laboral transitoria que puede convertirse en
permanente si no hay posibilidades de recuperación
completa.
Resumen
157
Capítulo 15
La salud bucodental
Dr. Francisco Pina
Médico especialista en Odontoestomatología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Pablo Pina
Médico especialista en Odontoestomatología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué entendemos por salud bucodental?
La salud bucodental estudia la prevención y tratamiento
de las dolencias de los tejidos duros y blandos de la cavi-
dad oral, enfermedades con una gran trascendencia para
el individuo, puesto que una vez establecidas pueden con-
llevar no sólo alteraciones funcionales importantes, sino
graves defectos estéticos por su localización en una zona
muy visible para el resto de la población.
2. ¿Qué significa higiene bucodental?
La higiene bucodental elimina los residuos y bacterias que
provocan la caries y la enfermedad periodontal (piorrea).
Una buena higiene bucodental proporciona una
boca saludable, es decir:
• Dientes limpios y sin restos de alimentos.
• Encías de un color rosado, sin dolor y sin san-
grado durante el cepillado o la limpieza con
hilo dental.
• Sin halitosis (mal aliento).
3. ¿Cómo se consigue una buena higiene
bucodental?
Mediante un cepillado dental correcto y acudiendo anual-
mente al dentista para que practique una tartrectomía
(limpieza) profesional, que ayudará a quitar el sarro que el
paciente no es capaz de eliminar.
4. ¿Qué enfermedades afectan a los dientes?
Fundamentalmente la caries, la alineación incorrecta y los
traumatismos.
La caries es una enfermedad infecciosa (puede con-
tagiarse de diente a diente) que provoca la destrucción
progresiva de la estructura dental.
Laplacabacteriana(bacterias,salivayrestosalimen-
ticios), que se adhiere permanentemente a la superficie del
esmalte dental, genera ácidos por la degradación de restos
alimenticios que hacen disminuir el pH de la boca, lo que
disuelve primero el esmalte, luego la dentina y finalmente
la pulpa. La pulpa es el nervio del diente, por lo que si la
infección la afecta, se genera un intenso dolor.
Examen dental para proceder a una sesión de higiene.
LIBRO DE LA SALUD
158
Si la placa bacteriana se remueve después de cada
comida, las bacterias no tienen material alimenticio para
degradar y, entonces, no se producen ácidos.
La disposición de los dientes afecta directamente a la
capacidad de mantener éstos limpios y libres de placa bacte-
riana. La mala alineación no permite que el individuo pueda
higienizar bien, sobre todo, los espacios que existen entre
los dientes. A consecuencia de esto, las bacterias encuentran
más lugares donde crecer en colonias, lo que puede provo-
car un aumento de caries o una mayor predisposición a la
enfermedad periodontal, como veremos más adelante.
Los traumatismos o golpes que afectan a los dientes
son aquellos que se reciben directa o indirectamente en la
boca. Pueden producirse por una caída, por un puñe­tazo
en una pelea o simplemente por un golpe con un cubierto
mientras comemos.
Los traumatismos pueden producir la rotura parcial
del diente sin afectación del nervio, la rotura parcial del
diente con afectación de la pulpa o la rotura total y avul-
sión (caída) del diente entero.
5. ¿Cómo puede detectarse una caries?
Los síntomas evidentes de aparición de una caries son sen-
saciones dolorosas al consumir alimentos muy dulces, muy
fríos o muy calientes.
El tratamiento de la caries es lo que se conoce como
empaste. Consiste en la remoción de las bacterias del inte-
rior de la caries y la sustitución del material dentario perdi-
do con composites (empastes en blanco) o con amalgamas
(empastes en plata).
6. ¿Puede producirse una caries en un empaste?
Técnicamente no, pero sí puede reproducirse una caries al-
rededor de un empaste, que es diente natural, lo que haría
fracasar el tratamiento. Por ello, los empastes deben revi-
sarse periódicamente, y si el profesional detecta alguna
anomalía debe recambiarlo por uno nuevo.
7.¿Quétratamientosexistenparauntraumatismodental?
Su aplicación va a depender del tipo de traumatismo:
• Traumatismo parcial sin afectación del nervio:
reconstrucción del diente mediante composites o
amalgama.
•Traumatismoparcialconafectacióndelnervio:endo-
doncia (extracción del nervio del diente) y recons-
trucción del diente con composites o amalgama.
En este caso es aconsejable la colocación de una
funda o corona para prevenir una posible rotura.
• Traumatismo total y avulsión del diente: extrac-
ción del diente y reposición protésica posterior.
8. ¿Qué es una endodoncia?
Eslaeliminacióndelasbacteriasylapulpainfectada(nervio)del
interiordelacámaraydelosconductosradiculares(conductos
que existen en el interior de las raíces de las piezas dentales).
Posteriormente se rellena de forma hermética con un material
de sellado sólido que evite futuras complicaciones y permita
conservar el diente manteniendo su función (véase figura 1).
En los casos sencillos el éxito de esta técnica está
por encima de un 90%, pero hay casos que ofrecen mayor
dificultad y en los que el éxito es menor.
Figura 1. Primera dentición y dentición definitiva
PRIMERA DENTICIÓN
DENTICIÓN DEFINITIVA
Incisivos
Canino
Premolares
Canino
Incisivos
Incisivos
Canino
Premolares
Caninos
Incisivos
Premolares
Molares
Incisivos Premolares Molares
Canino
La primera dentición aparece a partir de los 6 meses de vida y se completa
entre los 24 y los 30 meses. Consta de 20 piezas y es provisional. A partir
de los 6 años es reemplazada por la definitiva, que surge a medida que se
desprende la primera dentición y no acaba de completarse hasta después
de la infancia. Consta de 32 piezas dentarias.
159
Un factor importante en el éxito del tratamiento
endodóntico es la reconstrucción del diente y la coloca-
ción de una funda lo antes posible, para evitar posibles
fracturas y filtraciones.
9. ¿Qué enfermedades afectan a los tejidos que
rodean los dientes?
Para saber qué enfermedades afectan a los tejidos que
rodean los dientes, primero es necesario saber el estado de
salud y enfermedad de estos tejidos.
En una boca sana los dientes están sujetos por las
encías, el hueso, el ligamento periodontal que rodea las raí-
ces de los dientes y el cemento que los une con el hueso.
El color normal de la encía es rosado pálido, pero
cuando se altera por infección o inflamación se vuelve de
un color vino amoratado; por tanto, la encía es la primera
en alterarse en caso de enfermedad.
La enfermedad periodontal se origina por la acu-
mulación de placa bacteriana en la región de los cuellos de
los dientes causando inflamación e irritación.
Cuando nos encontramos en una fase incipiente
de la enfermedad estamos hablando de un problema de
gingivitis, que no es más que una inflamación de las en-
cías, debido a un deficiente cepillado bucal, que causa el
crecimiento de bacterias. Estas bacterias forman lo que se
conoce como placa dental, motivo principal del sangrado
de las encías.
Aunque la causa número uno de la gingivitis es la
placa bacteriana, también existen otros factores que favo-
recen la inflamación y el sangrado de las encías, como los
anticonceptivos orales, el embarazo, la falta de vitaminas y
los bloqueantes del calcio.
Cuando la gingivitis pasa a un estadio más avanza-
do se convierte en periodontitis. Esta enfermedad se co-
nocía antiguamente como piorrea, nombre derivado del
griego que significa ‘salida de pus’ y se caracteriza por la
destrucción progresiva de los tejidos que soportan el dien-
te (encía, ligamento, cemento y hueso). Sus signos clínicos
son el sangrado gingival, seguido de movilidad dental y, en
ocasiones, secreción de pus.
10. ¿Cómo se previenen y tratan la gingivitis y la
periodontitis?
La prevención de la gingivitis depende de una buena higiene
bucal: hay que cepillarse los dientes después de cada
comida, utilizando hilo interdental, enjuagues bucales e
irrigadores dentales.
El tratamiento de la periodontitis consiste en la rea-
lización de raspados y alisados radiculares para eliminar los
depósitos de placa bacteriana y revisiones completas cada
tres meses junto con la administración de antibióticos.
También es verdad, y es importante saber, que la
enfermedad periodontal es una dolencia crónica y que
no es posible curarla. Lo que se hace es parar su evolu-
ción y controlar su actividad. Por ello es muy importante
que los pacientes con esta patología mantengan unos
controles exhaustivos y visiten a su dentista al menos
cada tres meses.
11. ¿Qué enfermedades afectan a los tejidos
blandos de la boca: encías, mucosa oral y lengua?
Fundamentalmente las aftas y el cáncer.
Las aftas son pequeñas ulceraciones dolorosas que
aparecen en la mucosa de la cavidad bucal. Su aspecto es
el de una mancha blanquecina redonda con una areola
roja. Es común que se formen sobre el tejido blando, parti-
cularmente en el interior del labio o mejilla, sobre la lengua
o en el paladar blando y, raramente, en la garganta.
Las más pequeñas y leves suelen aparecer en gru-
pos, y usualmente desaparecen a los diez días sin trata-
miento y no dejan secuelas.
Aunque las causas de las aftas no se conocen con
exactitud, se sabe que el factor emocional influye en su
aparición. También los estados de nerviosismo o angus-
tia. No se conoce con precisión el origen. Pueden estar
provocadas por lesiones, infecciones, estrés, ciertos ali-
mentos, predisposición genética y cambios hormonales
en las mujeres.
Existen técnicas naturales y farmacéuticas que ali-
vian el dolor, pero se recomienda el diagnóstico profesio-
nal para descartar o detectar la presencia de patologías
más importantes, de las cuales pueden ser uno de los sín-
tomas; por ejemplo, de las úlceras aftosas graves, que son
menos comunes, tardan varias semanas en curarse, necesi-
tan tratamiento y pueden dejar cicatriz.
12. ¿Cuándo se debe consultar al dentista por una
úlcera o afta?
Dado que se trata de un padecimiento frecuente que gene-
ralmente no presenta complicaciones, más que la molestia,
muchas personas optan por dejar que el proceso siga su
curso normal utilizando paliativos para aliviar el dolor.
Sin embargo, debe consultarse al médico en el caso
de que las aftas:
La salud bucodental
LIBRO DE LA SALUD
160
• aparezcan después de tomar algún medicamento;
• no desaparezcan después de 15 días;
• sean muy dolorosas o recurrentes.
Aunquenohayunacuradefinitivaparalasaftas,yaque
puedenvolveraaparecerenpacientesconpredisposición,exis-
ten ciertas medidas para la prevención y alivio del dolor:
• Buena higiene bucal (no agresiva).
• Alimentación blanda y fría o templada. Los alimen­
tos picantes y calientes acentúan el dolor.
• Evitar las lesiones en las mucosas de la boca: mas-
ticar despacio los alimentos, para no morder el
interior de labios y mejillas.
• Usar enjuagues orales y analgésicos, como la xilo-
caína viscosa.
• En casos concretos, el especialista receta algún
medicamento tópico (por ejemplo, corticosteroides),
para aplicar directamente sobre las aftas.
Son muy importantes las visitas ante una lesión en la
mucosa oral, para determinar su origen y descartar posibles
enfermedades más importantes, como es el caso del cáncer.
13. ¿Qué trastornos puede causar la pérdida de
dientes?
La pérdida de una o más piezas dentarias disminuye la
eficacia masticatoria, causando trastornos funcionales y
orgánicos. Muchas enfermedades digestivas requieren de
una masticación correcta; por ello se aconseja reponer las
piezas dentarias perdidas.
La pérdida dentaria causa una desorganización de la
forma de las arcadas, con distintas consecuencias posibles:
• Separación entre dientes, lo que implica mayor reten-
ción alimenticia, más formación de placa y por tanto
más posibilidad de caries y enfermedad periodontal.
• Trastornos de la articulación temporomandibular
(ATM), debido a la aparición de un contacto pre-
maturo entre dos dientes que antes no existía.
• Trastornos estéticos.
• Aparición de lesiones en la mucosa oral.
14. ¿Cómo pueden reponerse los dientes?
Las prótesis dentales son aparatos que ayudan a suplir las
piezas dentarias perdidas, para restablecer la función mas-
ticatoria y la estética facial de los pacientes.
Tradicionalmente las prótesis dentales se han clasi-
ficado en removibles y fijas.
Lasprótesisremoviblessonaquellasqueelpaciente
puede sacar y colocar él mismo en la boca cuando quiera;
en cambio, las prótesis fijas quedan ancladas en la boca y
el paciente no se las puede quitar.
Las prótesis en la boca se pueden apoyar:
• Sobre la mucosa: encías y paladar (bóveda pala-
tina).
• En dientes propios del paciente: en forma de gan-
chos (retenedores), sin modificar la pieza en abso­
luto; y en forma de coronas en las que se tallan los
dientes.
• Sobre implantes: podrán ser prótesis fijas y
removibles.
La prótesis completa es una prótesis indicada en
los pacientes desdentados totales, en la que se reponen
todas las piezas dentarias. Los materiales que se usan para
confeccionar una prótesis han cambiado con el paso de
los años, pues antes se hacían prótesis de caucho, y hoy en
día se usan acrílicos totalmente biocompatibles. El soporte
de la prótesis se basa en la interposición de saliva entre la
mucosa y la resina de la prótesis, que crea una fuerza de
fijación por succión.
La sujeción y estabilidad de la prótesis depende de
muchos factores:
• Forma y morfología de las arcadas dentarias: a
mejor estado óseo, mejor soporte de la prótesis.
• Musculatura e inserciones musculares: muchas
veces las fuerzas musculares expulsan las prótesis.
• Factores psicológicos: hay pacientes que no sopor-
tan la idea de llevar una prótesis removible, y a
mayor edad, más difícil es habituarse a la prótesis.
• Prótesis mal equilibradas: por defecto de confec-
ción, los contactos dentarios no son los ideales.
• Enfermedades de la boca: síndrome de boca
ardiente, xerostomía (boca seca).
• Alergias a los materiales de la prótesis.
Las prótesis parciales removibles se sujetan en
los dientes y en la mucosa. Se las llama parciales porque
sustituyen unos cuantos dientes, y el diseño del aparato
permite que el paciente se lo pueda sacar de la boca
cuando quiera. El apoyo sobre las piezas dentarias suele
161
hacerse con retenedores o ganchos, mediante anclajes o
attaches. Los retenedores suelen ser metálicos, y rodean
el diente a modo de gancho, sujetando la prótesis. Al
ser antiestéticos se han buscado otras soluciones, como
confeccionarlos de color blanco, pero la efectividad
es menor. Los anclajes son un modo de retención de
las prótesis basado en un sistema macho-hembra, que
queda por debajo de la prótesis y que, al eliminar los
retenedores visibles, resulta más estético. Es necesario
realizar coronas en las piezas que van a sujetar la parte
hembra del anclaje, donde encajará la parte macho del
aparato removible.
Las prótesis fijas dentosoportadas son una variante
que se emplea con frecuencia. La forma clásica de colocar
una prótesis fija ha sido la de tallar dos dientes que sujeten
los que faltan. A las piezas talladas se las llama pilares, y a las
piezas que faltan, pónticos. Los puentes fijos van cementa-
dos en las piezas pilares con cementos dentales especiales.
Para las prótesis fijas se emplea:
• Metal-resina: son estéticos, pero cambian de color
con el tiempo.
• Metal-cerámica: no cambian de color, pero la fluo-
rescencia es menor.
• Cerámica pura: máxima estética, no cambian de
color y poseen una fluorescencia como la del
diente natural.
15. ¿Qué son los implantes dentales?
Son pequeños tornillos de titanio (véase figura 2) que se colo-
canenelhueso,uniéndoseaélyactuandocomounaraízarti-
ficial. Pueden usarse para reemplazar uno o más dientes.
Los implantes dentales son una manera segura de
restaurar la salud, la función y la estética de la boca. Hoy en
día su tasa de éxito es del 93-95%.
Si el paciente es portador de una prótesis remo-
vible, o si ha perdido algún diente, los implantes le
proporcionan enormes beneficios funcionales: se reha-
bilita la función masticatoria y se obtienen grandes
beneficios estéticos.
16. ¿Quién puede usar implantes?
No hay límite de edad. Pueden ser utilizados en pacientes
jóvenes, adultos y ancianos, que reúnan las condiciones
necesarias. Se ha de evaluar la cantidad de hueso de que
se dispone para determinar el tipo de tratamiento y reali-
zar un diagnóstico completo.
Los implantes dentales constituyen una buena
opción porque:
• Devuelven una sonrisa natural.
• Las prótesis se sienten como naturales.
• Aumenta la calidad de vida porque se incrementa
la capacidad de masticación.
• No se dañan dientes sanos.
• La reabsorción de hueso que existe cuando no hay
diente se frena, porque el implante sigue estimu-
lando el hueso como un diente natural.
17. ¿Cómo se colocan los implantes dentales?
La intervención se realiza con anestesia local; es decir, el
paciente no siente ningún dolor, pero sí notará ruido,
agua y la sensación de que le están tocando (tacto). En
una o varias sesiones, según el especialista, se colocan los
implantes necesarios. Posteriormente se ha de esperar el
período de osteointegración para que los implantes que-
den soldados al hueso. Pasado este tiempo, puede colo-
carse la prótesis definitiva, mediante unos pilares en los
implantes sobre los que se fija la prótesis fija o removible,
dependiendo del plan de tratamiento.
Durante el período de osteointegración es posible
llevar unos dientes provisionales, siempre y cuando no se
utilicen para comer, ya que es muy importante que duran-
te este período los implantes estén libres de tensiones.
Cuando falta una sola pieza se procede a la coloca-
ción de un implante, al que posteriormente se le atornillará
o se le cementará una corona.
Cuando faltan varias piezas, se distribuyen varios
implantes y se coloca una prótesis atornillada o cementada
La salud bucodental
Una adecuada higiene dental es también muy importante en los
niños, especialmente si llevan aparatos correctores.
LIBRO DE LA SALUD
162
Si faltan todas las piezas, se puede recurrir a la deno­
minada sobredentadura: sobre varios implantes (de dos
a cuatro, pero mejor un mínimo de cuatro), se construye
una barra atornillada a los implantes. Esta barra permite
que los clics instalados en la prótesis se anclen y quede
la prótesis estable, casi como una prótesis fija. Es una pró-
tesis removible, pero cuando está en la boca se mantiene
completamente fija, sin que le afecten los movimientos de la
masticación. Gracias a ello se ha solucionado el problema de
la sujeción de la prótesis, y el paciente ha ganado calidad de
vida, ya que puede masticar con mucha más efectividad.
En ocasiones se puede recurrir también a la deno-
minada arcada fija: una prótesis completamente fija. Para
este tipo de tratamientos es necesario que haya hueso
suficiente para la colocación de seis o diez implantes. Si
no hubiera hueso disponible, es posible realizar entonces
técnicas de regeneración ósea. La prótesis es de porcela-
na o resina —dependiendo de la economía del pacien-
te—, atornillada o cementada a los implantes.
18. ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan
la prótesis atornillada y la cementada?
Ambas presentan ventajas e inconvenientes. Las ventajas
de la prótesis cementada residen en su estética y buena
funcionalidad. Y sus inconvenientes estriban en la posible
descementación y caída de la prótesis.
Figura 2. Estructura de un diente molar
Corona
Raíz
Esmalte
Dentina o marfil
Pulpa
Encía
Hueso maxilar
Nervios
Arteria y vena dentaria
Incisivos Caninos Premolares Molares
La función de los dientes es el desgarro y la masticación de los alimentos. Existen cuatro tipos de dientes: incisivos, caninos, premolares y molares. Los
molares tienen raíces múltiples y una corona en forma de cubo de superficie irregular; su función es triturar y moler los alimentos.
163
Las ventajas de la prótesis atornillada son su buena
funcionalidad y que no se cae.Y su mayor inconveniente es
su estética comprometida, porque se ven unos pequeños
agujeritos en la prótesis por donde pasa el pequeño torni-
llo de sujeción.
Glosario
Amalgamas: las amalgamas dentales, también conocidas como
empastes en plata, están compuestas por una mezcla de mercurio
y una aleación de plata, estaño y cobre.
Arcada dentaria: sectores con forma de herradura de los maxila-
res que contienen los dientes.
Articulación temporomandibular: articulación que conecta la
mandíbula a la cabeza.
Caries: enfermedad infecciosa que se caracteriza por la destruc-
ción de los tejidos del diente (esmalte, dentina y pulpa o nervio).
Composites: materiales utilizados para obturar las caries de los
dientes; a diferencia de la amalgama, el composite se adhiere mi-
cromecánicamente a la superficie del diente.
Corona: funda que cubre un diente tallado.
Endodoncia: maniobra realizada sobre el nervio del diente para
su completa extracción.
Gingivitis: enfermedad bacteriana que provoca inflamación y
sangrado de las encías.
Implante: tornillo de titanio que se coloca en el interior del hueso
para sustituir la raíz del diente perdido.
Periodontitis (piorrea): enfermedad de etiología bacteriana que
afecta al periodonto.
Periodonto: tejido de sostén de los dientes constituido por la en-
cía, el hueso, el cemento radicular y el ligamento periodontal.
Pilar: elemento que permite la sujeción de una prótesis fija (co-
ronas y puentes).
Placa: película adherida a la superficie dentaria formada por bac-
terias, restos alimenticios y saliva.
Póntico: corona de un puente que no está sujeta por un pilar.
Tartrectomía: procedimiento para la remoción del cálculo (sarro)
supragingival.
Retenedor o anclaje: elemento de una prótesis amovible que
permite su sujeción cuando está colocada en la boca.
Bibliografía
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http://www.gbsystems.com/implante.htm.
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Odontología on line. http://www.odontologia-online.com/.
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Solonosotras.com. «Higiene bucal del niño». http://www.solonosotras.
com/archivo/03/fam-mat-160800.htm.
La salud bucodental
• Gozar de una buena salud bucodental es tanto o más
importante que gozar de buena salud general. No hay
que olvidar que por la boca es por donde nos alimenta-
mos, es decir, por donde introducimos la energía nece-
saria para que nuestro cuerpo funcione.
• Cepillarse bien los dientes es muy importante, así como
estar el tiempo debido haciéndolo. Gracias al cepillado
pueden evitarse enfermedades como la gingivitis o la
periodontitis.
• Acudir al dentista una vez al año para una revisión den-
tal y una higiene bucal (tartrectomía) ayuda a prevenir
la pérdida de dientes a edades tempranas.
• Padecer alguna dolencia bucal puede repercutir muy
seriamente en nuestra salud, ya que al no poder realizar
una alimentación correcta se maltratan directamente
otros órganos, como por ejemplo, el estómago.
• La falta de algún diente también repercute directamente en
laalimentación,ylasinfeccionesquesepuedenocasionaren
lostejidosoralesydentariospuedenproducirinfeccionesen
otros lugares del cuerpo por vía sanguínea, ya que todo el
cuerposeencuentrainterconectadoporvenasyarterias.
• La reposición de los dientes perdidos mediante prótesis
amovibles, prótesis fijas o implantes dentales es muy
importante para tener una alimentación saludable.
Resumen
Libro Salud
165
Capítulo 16
Las vacunas
Dr. José María Bayas
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesor asociado de Salud Pública de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué son las vacunas?
Las vacunas son preparados antigénicos que, introduci-
dos en el organismo, dan lugar a la aparición de una res-
puesta por parte del sistema inmunitario capaz de pro-
teger frente a ciertas enfermedades infecciosas (tétanos,
sarampión, etc.).
Los microorganismos poseen docenas o miles de
estructuras de naturaleza diversa; sólo algunas de ellas,
fundamentalmente de tipo proteico, se comportan como
antígenos y son capaces de formar defensas (anticuerpos)
frente a la infección.
2. ¿Cómo actúan las vacunas?
Las vacunas pretenden conseguir que el sistema inmuni-
tario del sujeto vacunado esté preparado para defenderse
cuando se produzca el contacto con el agente infeccioso a
través de la vía respiratoria, digestiva, etc. De este modo,
los anticuerpos y una serie de células específicas neutrali-
zarán la infección y evitarán la enfermedad.
3. ¿Qué contienen las vacunas?
Las vacunas contienen, en primer lugar, antígenos de
naturaleza diversa (más adelante se comentará). Los antí-
genos son el principio activo y la razón de ser de las va-
cunas. Éstas presentan también disolventes, como agua
estéril o soluciones salinas, para el transporte del principio
activo y de otros componentes de las vacunas.
Pueden contener sustancias preservantes, estabili-
zantes o antibióticos. La finalidad de estos componentes es
mantener la estabilidad físico-química (para impedir, por
ejemplo, la oxidación) y biológica (para evitar, por ejemplo,
la contaminación por bacterias u otros agentes infecciosos
extraños) y prolongar así la vida del preparado vacunal.
Algunas vacunas contienen las denominadas sus-
tancias adyuvantes. Su finalidad es potenciar la respuesta
del sistema inmunitario al antígeno contenido en la vacu-
Ladisponibilidadpaulatinadenuevasvacunasysuprogresivaaplicación
con carácter universal han conseguido un mejor control sanitario y la
práctica desaparición de algunas enfermedades infecciosas.
LIBRO DE LA SALUD
166
na. Un adyuvante empleado desde antiguo es el hidróxido
de aluminio, presente, por ejemplo, en la vacuna antitetá-
nica para mejorar la pobre respuesta inmune que origina-
ría por sí solo el toxoide (antígeno) tetánico.
4. ¿Hay diferentes tipos de vacunas?
Ciertamente hay muchas clases de vacunas y varios mo-
dos de clasificarlas: según su composición, naturaleza,
utilidad sanitaria, etc. Desde un punto de vista práctico
interesa conocer el tipo de antígenos presentes en el pre-
parado vacunal. Así, hay dos grandes clases de vacunas:
vivas y muertas.
Las vacunas vivas (también denominadas atenua-
das) contienen microorganismos que han sido modifica-
dos para que produzcan una infección controlada capaz
de dar lugar a la formación de defensas sin los obvios
inconvenientes y riesgos del padecimiento de la infec-
ción natural.
Las vacunas muertas (también denominadas inac-
tivadas) contienen únicamente determinados antígenos,
obtenidos mediante tecnologías diversas, como pueden
ser procesos de purificación hasta la obtención de los com-
ponentes requeridos, modificación de toxinas o métodos
de recombinación genética. Este tipo de vacunas debe
contener, idealmente, sólo aquellos antígenos responsa-
bles de provocar la respuesta inmune.
Algunos microorganismos, como los virus de la gri-
pe, no son estables en su composición antigénica y sufren
mutaciones en grado variable. Esta circunstancia obliga a
una revacunación periódica (anual, en el caso de la gripe)
para mantener actualizada la protección.
5. ¿Qué son las vacunas monovalentes y
polivalentes?
Como ya ha sido comentado, las vacunas pueden clasi-
ficarse de acuerdo con varios criterios. Uno de ellos es
según su composición. Así, las denominadas vacunas
monovalentes contienen antígenos de un único tipo de
microorganismo, a su vez monotípico. Es el caso de la va-
cuna del sarampión, de la hepatitis A, de la hepatitis B o
de la fiebre amarilla.
Las vacunas polivalentes contienen también antí-
genos de una única especie de microorganismo del cual
existen diferentes serotipos. Por ejemplo, la vacuna de la
poliomielitis, oral o parenteral (inyectada), contiene los tres
serotipos existentes del virus de la poliomielitis, y la vacuna
antineumocócica de polisacáridos 23 valente contiene los
23 serotipos más comunes de neumococo.
6. ¿Qué son las vacunas combinadas?
Las vacunas combinadas contienen productos inmuni-
zantes —es decir, antígenos— de diferentes especies de
microorganismos. Por ello pueden proteger frente a va-
rias enfermedades. La primera de ellas fue la DTP (difteria,
tétanos y tos ferina o pertussis), desarrollada hace más de
cuarenta años. También es una vacuna combinada la tri-
ple vírica, que contiene virus atenuados del sarampión, la
rubéola y la parotiditis.
Las vacunas combinadas han tenido, tienen y ten-
drán una importancia extraordinaria en salud pública.
Se dispone actualmente de vacunas combinadas
complejas, como pentavalentes (contra difteria, tétanos,
tos ferina, poliomielitis y Haemophilus influenzae tipo b)
y hexavalentes (añaden, además, hepatitis B). Las venta-
jas de las vacunas combinadas son obvias: permiten con
menos inoculaciones actuar simultáneamente contra
varias enfermedades.
7. ¿Las vacunas pueden producir la enfermedad
que pretenden prevenir?
Que la vacuna provoque la enfermedad que pretende
prevenir únicamente puede suceder de modo muy ex-
cepcional con algunas vacunas vivas. Así, se estima que
la vacuna de la poliomielitis oral puede producir un caso
de parálisis por cada dos millones de dosis empleadas. La
contrapartida ha sido que, gracias a la vacunación, la apari-
ción de nuevos casos mundiales de poliomielitis paralítica
ha pasado de 400.000 en 1985 a unos pocos ­centenares en
la actualidad.
Una enfermera administrando una vacuna.
167
8. ¿Son seguras las vacunas?
Un aspecto sustancial de las vacunas actualmente disponi-
bles es su elevadísimo perfil de seguridad. Probablemente
pocas medidas preventivas y, con certeza, ninguna tera-
péutica, aúnan como las vacunas efectividad y seguridad.
La relación beneficio/riesgo es abrumadoramente favora-
ble a la vacunación y representa un paradigma de la vieja
máxima «Más vale prevenir que curar».
9. ¿Tienen contraindicaciones las vacunas?
Sí. Aunque el perfil de seguridad de las vacunas es elevadí-
simo si lo comparamos con cualquier fármaco terapéutico,
determinadas vacunas pueden estar contraindicadas en al-
gunas personas, por ejemplo en los alérgicos a componen-
tes de esa vacuna. Las vacunas vivas están genéricamente
contraindicadas en pacientes con deficiencias inmunitarias
y durante la gestación.
La contraindicación debe, en todo caso, ser indivi-
dualizada, evaluando cuidadosamente las ventajas e in-
convenientes de la aparición de efectos adversos relacio-
nados con la vacunación, respecto a los riesgos de padecer
la enfermedad.
Algunascontraindicacionessontemporales:porejem-
plo, una enfermedad infecciosa con fiebre elevada obligaría a
posponer el momento de la vacunación, no a suprimirla.
Algunas contraindicaciones son falsas contraindica-
ciones: por ejemplo, un catarro común, frecuente en lac-
tantes, no debe demorar el momento de la administración
de las vacunas sistemáticas.
10. ¿Durante cuánto tiempo protegen las vacunas?
Algunas de ellas, fundamentalmente las vivas, como la tri-
ple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) protegen du-
rante toda la vida. Otras vacunas como la de la hepatitis B
o la hepatitis A son relativamente recientes y han demos-
trado conferir protección durante varias décadas, posible-
mente durante toda la vida.
En algunos casos se requiere una revacunación
periódica para poder garantizar la protección. Es el caso de
la vacuna combinada tétanos-difteria, en que se recomien-
da la administración de una dosis cada diez años; si bien
ante una herida contaminada debe recomendarse una do-
sis si han transcurrido más de 4-5 años desde la anterior.
11. ¿Las vacunas protegen sólo a quien se vacuna?
La mayor parte de las vacunas disponibles se emplean para
combatir enfermedades que se transmiten de persona a
persona. Es decir, enfermedades que afectan sólo a la espe-
cie humana y se transmiten entre humanos. De este modo,
cuando se vacuna a poblaciones enteras y se consiguen
coberturas altas (por encima del 90% o 95%) se dificulta
de modo extraordinario la circulación del microorganismo
responsable de la enfermedad en cuestión. Se consigue así
la denominada inmunidad de grupo, al proteger también a
personas no vacunadas. Ignorar este hecho puede llevar a
que algunas personas interpreten, de buena o de mala fe,
que tampoco padecen la enfermedad los que no son va-
cunados y concluir erróneamente que la vacunación no es
necesaria. En este sentido existen numerosas experiencias
que demuestran la reaparición de enfermedades (polio-
mielitis, sarampión, parotiditis, etc.) en países o en grupos
que por motivos ético-religiosos o de otro tipo han optado
por posiciones antivacunación.
12. ¿Cuándo comenzaron a emplearse las vacunas?
En el siglo xviii la viruela era una enfermedad temible, res-
ponsable del 8-20% de todas las muertes en Europa. La his-
toria de la vacunación comienza en 1796 con Edward Jen-
ner, en Inglaterra. Este médico observó que las personas
que cuidaban el ganado padecían con frecuencia lesiones
en la piel de las manos producidas por una enfermedad,
que aunque era propia del ganado vacuno, afectaba oca-
sionalmente a los granjeros; lo sorprendente era que las
personas que sufrían la enfermedad vacuna no contraían
la viruela. Jenner inoculó el contenido de estas lesiones de
la piel (vesículas) consiguiendo proteger de la viruela; esto
se debía a la similitud entre los virus (la existencia de mi-
croorganismos era desconocida en aquella época) respon-
sables de ambas enfermedades: la vacuna y la viruela.
13. ¿Cuál ha sido el impacto de las vacunas en la
salud de la población?
La vacunación ha sido una de las medidas de salud pública
que más ha contribuido a la mejora de la esperanza de vida
de la Humanidad. Su impacto en la salud de la población
es de tal magnitud que se ha equiparado a la potabiliza-
ción del agua. La vacunación ha sido considerada como la
medida preventiva por excelencia y forma parte junto con
la antisepsia (desinfección), y en menor grado los antibióti-
cos, de los grandes descubrimientos de la medicina en los
últimos doscientos años.
En 1974 la Organización Mundial de la Salud (OMS)
impulsó el desarrollo del Programa Ampliado de Inmuniza-
ción (EPI, Expanded Program on Immunization), que alcanzó
Las vacunas
LIBRO DE LA SALUD
168
de forma gradual coberturas vacunales de un 75% a prin-
cipios de los años noventa. Desde entonces se observa un
cierto estancamiento en las coberturas vacunales; las re-
giones del sureste asiático y el África subsahariana han sido
las menos favorecidas, ya que apenas alcanzan el 50%.
La disponibilidad paulatina de nuevas vacunas y
su progresiva aplicación con carácter universal han conse-
guido la erradicación mundial de la viruela, la eliminación
de enfermedades como la poliomielitis, la difteria y el té-
tanos neonatal en amplias zonas geográficas, y la drástica
reducción en el número de casos de otras enfermedades
como el tétanos, el sarampión o la rubéola congénita. La
erradicación de la poliomielitis se conseguirá en la primera
o segunda década del siglo xxi (todavía se registran casos
en algunos países africanos y asiáticos), a la que seguirá la
desaparición del sarampión.
En los países desarrollados, la aplicación sistemática
de vacunas ha permitido reducir en más del 95% las
enfermedades evitables mediante este método. Para mu-
chasdeestasenfermedadesladisminuciónhasidodel99%.
A nivel mundial las vacunas permiten evitar seis millones
de muertes anuales, ahorrar cerca de cuatrocientos millo-
nes de años de vida perdidos e impedir que 750.000 niños
sufran enfermedades invalidantes.
14. ¿Se aprovechan todas las oportunidades de la
vacunación?
No. A pesar de los logros reseñados, todavía cada año unos
treinta y seis millones de niños, fundamentalmente en el
África subsahariana y el sureste asiático, dejan de ser inmu-
nizados contra las seis enfermedades incluidas en el primer
programa básico de la OMS (tétanos, difteria, tos ferina,
poliomielitis, tuberculosis y sarampión). A nivel mundial
ello representa aproximadamente un niño de cada seis. La
repercusión sobre la mortalidad infantil de estas enferme-
dades prevenibles mediante vacunación no es pequeña.
Casi tres millones de muertes podrían ser evitadas, entre
las que cabe señalar alrededor de novecientas mil por he-
patitis y casi la misma cifra por sarampión.
15. ¿Cuál es el coste de las vacunas para el sistema
sanitario? ¿Son rentables las vacunas?
Los argumentos a favor de potenciar el uso de las vacu-
nas ya disponibles, mejorar alguna de ellas (tuberculosis)
y conseguir el desarrollo de otras nuevas (malaria, sida) no
son sólo de tipo sanitario y ético. Las vacunas se encuen-
tran entre las intervenciones de salud pública que más
recursos ahorran al sistema sanitario y a la sociedad. La
reducción en la incidencia de enfermedades, al aumentar
la esperanza de vida y la calidad de ésta, permite derivar
recursos para otros fines. Las enfermedades erradicadas
o controladas posibilitan a un gran número de personas
desarrollar sus actividades cotidianas ahorrando costes in-
directos derivados de pérdidas de productividad.
Algunas estimaciones indican que cada euro in-
vertido en vacunas permite recuperar entre cuatro y
cinco euros, sólo en costes médicos directos evitados, es
decir, sin considerar los costes ocasionados por bajas la-
borales y pérdidas de productividad. Para algunas vacu-
nas como la triple vírica (sarampión, rubéola y parotidi-
tis), la relación sería de uno a catorce, es decir, el sistema
sanitario recuperaría catorce veces la inversión realizada.
Algunos análisis económicos que relacionan los costes
de diversas estrategias preventivas con los beneficios
obtenidos muestran un balance altamente positivo para
la vacunación. Así, los costes necesarios para ganar un
año de vida serían de 140 euros para la vacunación anti-
gripal, de 3.100 euros para la cloración del agua, de 9.800
euros para el consejo antitabaco para fumadores y de
73.000 euros para los sistemas de seguridad para niños
en el automóvil.
16. ¿A qué edades deben administrarse las
vacunas?
A todas las edades. Aunque el grueso de las actuaciones
preventivas de vacunación debe concentrarse en los pri-
meros años de la vida, las estrategias de vacunación deben
extenderse a todas las edades de la vida de los individuos.
Alrededor de setenta mil personas adultas fallecen en Eu-
El pediatra controla el calendario de vacunaciones en la infancia.
169
ropa, y otras tantas en Estados Unidos, por enfermedades
producidas por virus gripales, bacterias responsables de
infecciones pulmonares y generalizadas (neumococo), vi-
rus causantes de hepatitis y otros microorganismos. Gran
parte de estas muertes se evitaría si se hiciera un uso más
cabal de los recursos disponibles.
17. ¿Cuáles son las vacunas que se recomiendan en
España en los calendarios pediátricos?
En la figura 1 se muestran las recomendaciones de vacuna-
ción de 0 a 16 años del Consejo Interterritorial del Sistema
Nacional de Salud aprobadas en marzo de 2006. Puede ha-
ber algunas diferencias entre comunidades autónomas en
relación con los esquemas de vacunación; por ejemplo, en
algunas, la vacunación contra la hepatitis B comienza en el
mismo momento del nacimiento. Todas las comunidades
vacunan actualmente contra las siguientes enfermedades:
poliomielitis, difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus in-
fluenzae tipo b, sarampión, rubéola, parotiditis, hepatitis
B, infección meningocócica por serogrupo C y varicela. En
algunas comunidades autónomas se vacuna además siste-
máticamente contra la hepatitis A.
Algunas sociedades científicas han recomendado
asimismo la inclusión de otras vacunas como la antineu-
mocócica conjugada y la antivaricela (a los 12-15 meses de
edad).
18. ¿Se están administrando demasiadas vacunas
a los niños?
Algunos grupos detractores de la vacunación han plantea-
do que los apretados esquemas de vacunación vigentes,
especialmente en los países industrializados, podrían satu-
rar la capacidad de respuesta del sistema inmunitario y re-
sultar contraproducentes. La realidad es bien diferente, bá-
sicamente por dos razones. La primera es que la inevitable
exposición natural a agentes infecciosos (virus, bacterias y
otros) es abrumadoramente superior a la representada por
exposición deliberada a antígenos vacunales. La segunda
es que el número de antígenos vacunales presentes en
los actuales calendarios sistemáticos de vacunación es de
Las vacunas
Figura 1. Calendario de vacunaciones recomendado
CONSEJO INTERTERRITORIAL DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD
CALENDARIO DE VACUNACIONES RECOMENDADO (2006)
Aprobado por el Consejo Interterritorial el 29 de marzo de 2006
VACUNAS
EDAD
2
meses
4
meses
6
meses
12
meses
15
meses
18
meses
3
años
4
años
6
años
10
años
11
años
13
años
14
años
16
años
Poliomielitis VPI1 VPI2 VPI3 VPI4
Difteria-
tétanos-
pertussis
DTPa
1 DTPa
2 DTPa
3 DTPa
4 DTPa
5 o DT Td
Haemophilus-
influenzae b
Hib1 Hib2 Hib3 Hib4
Sarampión-rubéola-
parotiditis
TV1 TV2(a)
Hepatitis B
HB3 dosis
0; 1-2; 6 meses
HB3 dosis (b)
Meningitis
meningocócica C
MenC1 MenC2(c)
MenC3(d)
Varicela V V Z (e)
(a)
Niños no vacunados en este rango de edad recibirán la segunda dosis entre los 11-13 años.
(b)
Niños que no han recibido la primovacunación en la infancia.
(c)
Se administrarán dos dosis de vacuna MenC entre los 2 y los 6 meses de vida separadas entre sí al menos dos meses.
(d)
Se recomienda administrar una dosis de recuerdo a partir de los doce meses de vida.
(e)
Personas que refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunadas con anterioridad, siguiendo indicaciones de la ficha técnica.
LIBRO DE LA SALUD
170
poco más de cien, cuando en los años noventa del pasado
siglo xx era de más de tres mil. Este cambio ha sido debido
fundamentalmente a la introducción de vacunas purifica-
das contra la tos ferina.
19. ¿Deben recibir vacunas los adultos?
Muchas personas tienen la idea de que la vacunación de
los adultos afecta exclusivamente a los que sufren heridas
(tétanos), a los ancianos (gripe) o a los futuros viajeros a
países tropicales. No es así.
Al igual que ha sucedido tradicionalmente en la
atención pediátrica, la vacunación debería ser una práctica
de rutina en la atención médica de los adultos. Entre los po-
sibles motivos para vacunar a los adultos se encuentran: no
haber sido vacunados en la infancia, necesidad periódica de
dosis de recuerdo, disponibilidad de nuevas vacunas y exis-
tencia de vacunas de especial indicación en la edad adulta.
Las recomendaciones de vacunación de individuos
adultos se basan en la recogida y valoración de un con-
junto de información básica que permita una prescripción
médica individualizada de inmunizaciones. Esta informa-
ción debe ser también capaz de detectar contraindica-
ciones absolutas o temporales de las inmunizaciones. La
prescripción individualizada debe considerar al menos los
siguientes aspectos: edad, sexo, ocupación o profesión,
condiciones médicas, situación ambiental, estilo de vida y
viajes proyectados.
La edad es de fundamental importancia para reali-
zar una primera valoración de las necesidades particulares
de inmunización, ya que permite presumir los anteceden-
tes de vacunaciones recibidas. En España, la inmunización
sistemática (DTP y vacuna oral de la poliomielitis) se inició
en 1963, y la vacunación triple vírica en la década de los
ochenta. Después vendrían otras. Todo ello debe ser teni-
do en cuenta para adaptar las ulteriores necesidades de
vacunación.
La edad avanzada, concepto siempre relativo, repre-
senta per se una indicación de vacunación. Así, en muchos
países se recomienda la vacunación antigripal rutinaria
anual y la vacunación antineumocócica en las personas de
más de 59-64 años.
En mujeres en edad fértil debe plantearse la conve-
niencia de vacunar contra la rubéola (con vacuna triple ví-
rica) y contra la varicela, según antecedentes clínicos y de
vacunación. La posibilidad de embarazo debe ser tenida en
cuenta a la hora de prescribir cualquier vacuna. Los varones
han podido recibir vacunas con ocasión del servicio militar.
La ocupación o profesión de las personas puede
por sí misma favorecer la exposición a ciertas enfermeda-
des y constituir, por ello, indicación formal de ciertas in-
munizaciones (por ejemplo, vacunación antihepatitis A en
trabajadores de guarderías).
Determinadas condiciones médicas (enfermeda-
des, tratamientos), especialmente las asociadas a deficien-
cias inmunitarias, pueden limitar el uso de ciertas vacunas,
o, por el contrario, pueden constituir una indicación formal
de otras (por ejemplo, vacunación antineumocócica en
personas que no tienen bazo).
Algunas situaciones ambientales, como las que
afectan a las personas que viven o trabajan en determina-
do tipo de instituciones, como residencias de ancianos, re-
sidencias de deficientes mentales o centros penitenciarios,
deben ser también tenidas en cuenta en el momento de
establecer las necesidades de vacunación de los adultos.
Algunas veces se vacuna a unos para proteger a
otros. Así, las personas que conviven o cuidan a personas
con problemas inmunitarios graves (como el cáncer) de-
ben recibir vacunas, como la antigripal y otras, para reducir
el riesgo de que infecten a las personas a su cargo.
Determinados estilos de vida suponen una mayor
probabilidad de contraer ciertas enfermedades (por ejem-
plo, promiscuidad sexual y hepatitis B).
Los viajeros a áreas tropicales y subtropicales pue-
den exponerse a enfermedades que son inexistentes o
de baja incidencia en su país de origen. Muchas veces el
viaje constituye una buena oportunidad de aplicar vacu-
nas que hubieran estado igualmente indicadas (tétanos-
difteria). Las vacunas que recomendar al viajero depen-
den de factores del viaje (país de destino, duración, tipo
de viaje, actividades previstas) y de factores del viajero
(edad, condiciones médicas, etc.).
20. ¿Cuál es la importancia de los carnés y
certificados de vacunación?
La importancia de los carnés y certificados de vacunación
es hoy mayor que nunca. Son documentos valiosos que
deben ser conservados cuidadosamente. Los padres y
tutores deben saber valorar estos documentos y tenerlos
siempre localizados. Deben trasladar esta responsabilidad
a sus hijos cuando crezcan. Los profesionales médicos y de
enfermería deben contribuir a difundir este mensaje.
Los actuales calendarios sistemáticos pediátricos
cambian prácticamente cada año. Dos hermanos, salvo
que sean gemelos, habrán recibido diferentes pautas de
171
vacunación. La vacunación de hoy y de mañana es, lógica-
mente, consecuencia de las vacunas recibidas ayer. Si esta
información no está disponible resulta más difícil estable-
cer recomendaciones específicas de vacunación adaptadas
a cada necesidad particular.
La mayoría de los adultos tiene una idea muy im-
precisa de sus antecedentes vacunales. Aunque la vacuna-
ción debe ser debidamente registrada en el centro donde
se practica, el sujeto vacunado debe disponer siempre de
un documento acreditativo al respecto. Tal documento
permite disponer de información permanente al vacunado,
al tiempo que favorece el necesario intercambio de infor-
mación entre los profesionales de la salud.
Glosario
Antígeno vacunal: sustancia que, introducida de modo artificial
en el organismo, da lugar a la formación de sustancias protectoras
(anticuerpos).
Inmunización activa: sinónimo de vacunación.
Vacuna: es una suspensión de microorganismos vivos atenuados
o inactivados o fracciones de éstos, que son administrados al indi-
viduo sano susceptible con el objeto de inducir protección contra
la enfermedad infecciosa correspondiente.
Vacunas combinadas: vacunas que contienen productos inmu-
nizantes —es decir, antígenos— de diferentes especies de micro-
Las vacunas
organismos. Por ello pueden proteger frente a varias enfermeda-
des, por ejemplo la DTP (difteria, tétanos y tos ferina o pertussis).
Vacuna monovalente: vacuna dirigida especialmente contra una
sola enfermedad (por ejemplo, la vacuna de la gripe).
Vacunas polivalentes: vacunas que contienen también antíge-
nos de una única especie de microorganismo del cual existen di-
ferentes serotipos. Por ejemplo, la vacuna de la poliomielitis, oral
o parenteral (inyectada), contiene los tres serotipos existentes del
virus de la poliomielitis.
Bibliografía
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guntas.htm.
Asociación Española de Vacunología. http://www.vacunas.org.
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niñolasnecesita».http://familydoctor.org/online/famdoces/home/
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Murcia Salud. Vacunaciones. http://www.murciasalud.es/seccion.
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OMS(OrganizaciónMundialdelaSalud).Vacunas.http://www.who.int/immu-
nization_safety/safety_quality/approved_vaccine_safety_websites/en/.
• Las vacunas despiertan en el organismo una respuesta
inmunitaria que protegerá total o parcialmente al va-
cunado cuando entre en contacto con determinados
agentes infecciosos.
• La vacunación ha sido una de las medidas de salud pú-
blica que más han contribuido a la mejora de la espe-
ranza de vida de la Humanidad.
• Ningún fármaco preventivo ni terapéutico tiene un per-
fil de seguridad tan elevado como las vacunas.
• Incluso desde un punto de vista estrictamente econó­
mico, el empleo de vacunas resulta altamente rentable.
• Las coberturas de vacunación sistemática pediátrica son
insuficientes en los países más pobres.
• Debe fomentarse la vacunación de los adultos de acuer-
do con las características individuales de cada caso.
• Cada persona debería disponer en todo momento de
un documento actualizado (carné, certificado) acredita-
tivo de las vacunaciones recibidas, que puede pro-
porcionarle un médico de cabecera, un pediatra o un
centro de vacunación autorizado.
Resumen
Libro Salud
173
1. ¿Por qué se viaja?
El deseodel hombre de viajares tan antiguocomo lapropia
Humanidad. A lo largo de la historia han surgido grandes
personajes que han destacado por sus viajes, aventuras y
descubrimientos. Otros los han imaginado y han plasmado
sus ideas en grandes libros. Así, Juan Sebastián Elcano des-
pués de un viaje lleno de avatares y vicisitudes tardó tres
años menos cuatro días en completar la vuelta al mundo.
Julio Verne la imaginó en ochenta días, no sin dificultades
y peligros. En el año 2005, Steve Fosset a bordo de su avión
Virgin Atlantic GobalFlyer, volando en solitario y sin esca-
las, dio la vuelta al mundo en 67 horas.
El deseo de viajar ha existido siempre y de hecho los
grandes acontecimientos de la historia del hombre están
ligados a grandes viajes. Actualmente, el desarrollo tecno-
lógico y la disponibilidad de diversos medios de transporte
permiten que sea posible trasladarse de un punto a otro del
planeta de forma fácil, rápida y relativamente asequible. En
los últimos años, el número de viajeros internacionales ha
experimentado un incremento progresivo, de manera que
según las estimaciones de la Organización Mundial del
Turismo (OMT), a finales del año 2005 las llegadas inter-
nacionales alcanzaron la cifra de 808 millones de turistas.
De éstos, unos 161 millones se trasladaron a países de Asia
y el Pacífico y unos 43 millones eligieron como destino el
continente africano. En muchos de estos países, el clima, la
pobreza, la falta de unas condiciones higiénico-sanitarias
Capítulo 17
Consejos preventivos
antes de un viaje internacional
Dra. Anna Vilella
Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic
de Barcelona. Profesora asociada de Salud Pública de la Universidad de Barcelona
Dr. Joaquim Gascón
Médico especialista en Medicina Interna. Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona
o la corrupción política contribuyen a una elevada morbi-
lidad y mortalidad en la población autóctona, en la mayo-
ría de las ocasiones debido a enfermedades infecciosas.
A pesar de su situación socioeconómica, estos países ofre-
cen parajes de insólita belleza y culturas de gran atractivo
para el viajero. Muchos de estos países tienen en el turismo
una gran fuente de ingresos.
Sin embargo, el viaje no está exento de riesgos:
tanto para el propio viajero como para la población que se
visita. El turismo debe ser consciente y sobre todo respe-
El deseo del hombre de viajar es tan antiguo como la propia
Humanidad. Sin embargo, el viaje no está exento de riesgos, tanto
para el propio viajero como para la población que se visita.
LIBRO DE LA SALUD
174
tuoso. El turista occidental se desplaza a una zona donde
puede entrar en contacto con patógenos nuevos para él y
frente a los que carece de inmunidad; pero, también, pue-
de actuar como vehículo de ciertos microorganismos que
pueden ser introducidos en el país visitado y frente a los
cuales la población autóctona se encuentra sin protección.
Es fundamental que el viajero vaya a un centro de vacuna-
ción en busca de consejo pero es importante también que
sea consciente de que se vacunará no sólo para proteger
su propia salud sino también para proteger a la población
que visitará.
2. ¿Adónde se puede acudir para recibir consejos
y resolver dudas antes de un viaje a zonas
tropicales?
En España existen diversos centros especializados en el
consejo al viajero, en los que se puede consultar cualquier
aspecto relacionado con el viaje y recibir consejo acerca
de las medidas preventivas para evitar riesgos. Allí se
administran las vacunas pertinentes y se recomienda la
toma de medicación profiláctica si fuera necesario.
En la mayoría de centros se debe concertar la cita
previamente, por lo que es aconsejable, en la medida de
lo posible, solicitar hora de visita fuera de las grandes aglo-
meraciones que se generan en épocas de gran afluencia de
viajeros, como son los meses de verano, y así evitar ansie-
dades, nerviosismos y disgustos.
3. ¿Es necesario acudir a un centro de vacunación
internacional antes de cualquier viaje?
Si se está preparando un viaje es aconsejable acudir a un
centro de vacunación internacional para conocer si es ne-
cesario tomar precauciones a fin de evitar contraer ciertas
enfermedades como la malaria, la diarrea del viajero, u
otras; también para recibir vacunas contra enfermedades
que son endémicas en las zonas de destino, como por
ejemplo la vacuna frente a la encefalitis centroeuropea en
aquellos viajeros que acuden a lugares rurales de países de
Centroeuropa (Austria, Alemania, Polonia…) o la vacuna
de la fiebre amarilla si se viaja a algunos países de África,
entre otras.
Si se padece una enfermedad crónica o alguna
otra patología, es aconsejable antes de cada viaje acudir
al médico para que valore el estado de salud y ajuste la
medicación si es necesario. En caso de acudir a una zona
tropical será preciso que además de consultar a su médico,
se acuda a un centro de vacunación internacional porque
los riesgos pueden ser superiores en este caso y además
puede que algunas vacunas estén contraindicadas o ten-
gan que tomarse medidas especiales. En todo caso, las en-
fermedades crónicas no han de ser un impedimento para
poder viajar si uno es consciente de cuáles son las medidas
preventivas adecuadas.
4. ¿Con cuánto tiempo de antelación debe
acudirse al centro de vacunación?
El viajero debe acudir al centro de vacunación con la ma-
yor antelación posible, es decir, entre 15 a 30 días antes del
viaje. Hay que pensar que algunas vacunas requieren más
de una dosis para obtener una mejor protección y, además,
que ciertas vacunas pueden ocasionar reacciones adversas
que, aunque leves, si se presentan cerca de la fecha del via-
je, pueden ser más molestas.
5. ¿Qué riesgos supone el viaje a un país tropical?
En los viajes a estas zonas del mundo deben tenerse en
consideración diferentes factores que pueden afectar el
bienestar del viajero. Muy importantes son los factores
ambientales. El clima del país será probablemente muy
distinto al del país de origen, por lo que el calor, la hu-
medad y las lluvias pueden tener un impacto directo en
la salud del viajero, por ejemplo en la manifestación de
un cansancio excesivo. Además, la pérdida de líquidos y
electrolitos puede conducir a la deshidratación, que en
ocasiones será especialmente problemática en personas
ancianas o en las que padecen alguna enfermedad cró-
nica. El sol puede producir quemaduras, sobre todo en
zonas de gran altitud.
El clima, la pobreza y la falta de saneamiento am-
biental favorecen la multiplicación y diseminación de
agentes infecciosos (virus, bacterias) y los vectores que las
transmiten (mosquitos u otros), por lo que las enfermeda-
des infecciosas son siempre un riesgo para el viajero en las
zonas tropicales.
El paso rápido por diversas zonas horarias pue-
de afectar al viajero, alterando sus ritmos fisiológicos y
psicológicos.
En los viajes que incluyen senderismo o ascensio-
nes a cimas de gran altitud se debe prever la posibilidad de
padecer mal de altura; además se considera un riesgo para
pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares.
No hay que olvidar que la falta de saneamiento de
las aguas y los alimentos en mal estado pueden ser vehícu-
los de diferentes enfermedades.
175
6. Existen diferentes formas de viajar. ¿Todas
tienen el mismo riesgo?
Los riesgos asociados al viaje están relacionados con las
características del viajero y el viaje. Así, la edad, el sexo, la
existencia de enfermedades preexistentes, el destino, la du-
ración y la forma de viajar condicionarán la presencia de de-
terminados factores de riesgo. Se pueden definir diferentes
modalidades de viaje y por tanto categorizar los riesgos:
• Los viajes turísticos y organizados son viajes que
podrían ser considerados de riesgo bajo-modera-
do.Estosviajessuelentenerunaduraciónrelativa-
mente corta, entre 15 y 21 días; el viajero se aloja
en buenos hoteles y puede disponer sin grandes
dificultades de agua y alimentos seguros.
• Los viajes no organizados o de aventura, en los
que el viajero decide el itinerario sobre la marcha,
utilizando el transporte público para trasladarse
de un lugar a otro, sin saber previamente dón-
de se alojará. En éstos, el riesgo de exponerse
a microorganismos o a diferentes infecciones es
superior al del viajero anterior.
• Los viajes profesionales. Se trata, en la gran mayoría
de casos, de viajes de poco riesgo. Esta modalidad
de viaje, cada vez más frecuente, suele ser de poca
duración, a zonas urbanas y sin problemas en el alo-
jamiento y acceso a los alimentos y bebidas seguras.
• Los viajes de los cooperantes son los que pueden
estar sometidos a riesgos más importantes, no
sólo por el viaje en sí sino por el tipo de trabajo
que los viajeros realizarán. Además, éstos suelen
conocer su destino y salida con poco tiempo de
antelación, lo que obliga a realizar la máxima pre-
vención en el mínimo tiempo posible.
7. ¿Qué enfermedades pueden contraerse y cómo?
El problema de salud más frecuente en los viajeros es la
diarrea. La llamada diarrea del viajero está asociada al con-
sumo de bebidas y alimentos contaminados. Para minimi-
zar el riesgo de padecer la diarrea se debe tener en cuenta
una serie de medidas (véase tabla 1). Seguir todas estas
precauciones también evitará otras enfermedades que se
pueden adquirir a través de las aguas y los alimentos, como
la hepatitis A o la fiebre tifoidea, entre otras.
No tan frecuente como la diarrea pero más importan-
te por las consecuencias que puede ocasionar, está el riesgo
de contraer malaria. Esta enfermedad se contrae por la pica-
dura de un mosquito y no existe ninguna vacuna para preve-
nirla. La prevención de la malaria requiere el uso de medidas
paraprevenirlapicaduradelmosqito(usoderepelentes,ropa
adecuada, mosquiteras) y la toma de una medicación antes,
durante y después del viaje (quimioprofilaxis). Por otro lado
hay que tener en cuenta que insectos y artrópodos pueden
transmitir otras enfermedades menos frecuentes.
TABLA 1. Recomendaciones para prevenir la diarrea del viajero
Evitar alimentos cocinados que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante varios días
Consumir frutas siempre que tengan la piel íntegra y se puedan pelar
Evitar alimentos que contengan huevos crudos
Evitar alimentos vendidos en puestos callejeros
Evitar el consumo de hielo
No consumir leche no pasteurizada
Evitar consumir alimentos crudos; y comer sólo alimentos que hayan sido cocinados recientemente
Consumir siempre agua potable hervida o desinfectada y utilizarla incluso para lavarse los dientes
Consumir bebidas frías embotelladas o envasadas seguras siempre que estén cerradas (las bebidas calientes generalmente son seguras)
Consejos preventivos antes de un viaje internacional
Si se está preparando un viaje al extranjero es aconsejable acudir
siempre antes y con tiempo suficiente a un Servicio de Atención al
Viajero o a un Centro de Vacunación Internacional.
LIBRO DE LA SALUD
176
No se puede dejar de mencionar la capacidad del
sol tropical para producir quemaduras, por lo que el viajero
no debe olvidarse nunca de la crema de protección solar,
y usar siempre filtros solares de alta protección, sombreros
y gafas.
Las enfermedades de transmisión sexual son otro
potencial problema de salud, que depende exclusivamen-
te de la conducta sexual que los viajeros mantengan du-
rante el viaje y de la protección que utilicen en sus encuen-
tros sexuales.
Otras conductas, como los baños en ríos y lagos de
algunos países, pueden representar riesgos más específi-
cos, por lo que es muy recomendable acudir a un centro
especializado para ser aconsejado debidamente.
8. ¿Cómo pueden evitarse las picaduras de
mosquitos?
Para reducir el riesgo de una picadura de mosquito u
otros insectos es conveniente aplicar diferentes medidas
de precaución:
• La ropa. Se recomienda vestir pantalones lar-
gos y camisas de manga larga, especialmente a
partir de la caída del día para evitar la picadura
de los mosquitos anofelinos, que transmiten la
malaria. En el caso de acampadas o de dormir al
aire libre se aconseja utilizar ropa impregnada
con permetrina, que actúa como repelente de
mosquitos.
• Repelentes de insectos. Son sustancias quími-
cas que se aplican en las zonas de piel expues-
ta (cara, cuello, orejas, manos, tobillos) y actúan
repeliendo o alejando a insectos y artrópodos.
Muchos de ellos contienen DEET (N, N, diethyl-
methyl-toluamida), considerada como una de las
sustancias más efectivas. Pero también pueden
contener otras sustancias como picaridin. Los
repelentes sintéticos suelen ser efectivos entre
tres y cuatro horas, por lo que se deben realizar
diversas aplicaciones a lo largo del día. Existen
diversos factores que condicionan la duración
del repelente (véase tabla 2). En caso de utilizar
el DEET en adultos, se aconseja que tenga unas
concentraciones no superiores al 50%; y en ni-
ños, las concentraciones no deben ser superiores
al 10%. Los repelentes sintéticos son sustancias
tóxicas; por tanto, no deben ser inhalados, inge-
ridos o aplicados directamente en heridas o piel
irritada, ni ponerlos en con la boca y los ojos.
Debido a que pueden absorberse a través de la
piel, no se aconseja su uso a niños menores de
un año y embarazadas. En este caso se pueden
utilizar repelentes derivados de sustancias natu-
rales como la citronella o el extracto de eucalipto,
que también son eficaces aunque la duración del
efecto es mucho menor.
• Mosquiteras. Para los viajeros que se desplazan sin
tener contratados los hoteles donde dormirán o
que proyectan hacer acampada, se aconseja el
uso de la mosquitera, mejor si está impregnada
con permetrina. Actualmente numerosas tiendas
dedicadas al deporte disponen de ellas.
• La ingesta de vitamina B y el empleo de aparatos
que emiten ultrasonidos no han demostrado ser
eficaces para evitar las picaduras de insectos.
9. Si en el viaje no se dispone de agua u otras
bebidas embotelladas, ¿existe algún método para
poder potabilizar el agua?
Existen diferentes métodos para poder potabilizar el agua.
Se recomendará uno u otro en función del tipo de viaje y
de los medios al alcance:
• Hervir el agua: es el método más fiable para
purificar el agua y hacerla segura para beber.
El agua debería hervir durante un minuto y
enfriarse a temperatura ambiente sin añadirle
hielo. Este procedimiento matará bacterias y
parásitos en zonas de baja altitud. Cuando se
esté en zonas que tengan una altitud superior
a 2.000 m, el agua deberá hervirse durante tres
minutos, o bien hervirse un minuto y añadirle
después un desinfectante.
TABLA 2. Factores que reducen la duración o
efecto del repelente
Temperatura ambiental (un incremento de 10 ºC de
temperatura ambiente reduce la duración de la protección
en un 50%)
Sudoración; características propias de la piel
Bañarse, lavarse
Formulación, concentración
Tipo de insecto
Humedad, radiación solar, viento
177
• Desinfección química: el uso de un desinfectante
químico es una alternativa cuando no se puede
hervir el agua. Sin embargo, este método no eli-
mina todos los microorganismos. El agua se pue-
de desinfectar mediante solución de yodo al 2%
(véase tabla 3), cloro o sales de plata.
Cuando el agua está muy sucia, es convenien-
te filtrarla primero y después hervirla o tratarla
con yodo. El agua tratada con yodo sólo puede
ser usada con seguridad durante unas 24 horas.
• Uso de filtros: Filtrar el agua es otro método seguro
para potabilizar el agua, y en ocasiones se puede
combinarconlaebulliciónprevia.Existendiversos
tipos de filtros, por lo que debe consultarse a un
especialista y escoger el más adecuado para el
tipo de viaje que se pretende realizar.
10. ¿La edad puede ser un impedimento para viajar?
No, la edad no debe ser un factor limitante para hacerlo.
Sólo debe tenerse en cuenta que niños y ancianos son
más sensibles a las radiaciones ultravioleta, por lo que hay
que tener especial precaución con la protección solar. Son
también más susceptibles a la pérdida de líquidos y des-
hidrataciones. Teniendo en cuenta estos condicionantes y
tomando las debidas medidas de prevención, el viaje no
debe ser ningún problema.
11. ¿Y el embarazo?
No existe ninguna contraindicación para viajar, siempre y
cuando se trate de un embarazo sin complicaciones y que
no esté próxima la fecha del parto. Algunas compañías
aéreas imponen restricciones (véase tabla 4).
Sin embargo, el embarazo tiene un mayor riesgo de
complicaciones si la gestante contrae la malaria. La mala-
ria en las embarazadas se ha asociado a anemia materna,
nacimientos prematuros, retraso del crecimiento intraute-
rino, bajo peso al nacer o incluso muerte fetal. Teniendo
en cuenta que muchos de los fármacos utilizados para la
prevención de la malaria no pueden administrarse durante
el embarazo, existe consenso respecto a que las mujeres
embarazadas deberían evitar los viajes a zonas donde es
frecuente la enfermedad.
Algunas de las vacunas dispensadas para viajar
pueden estar contraindicadas para las embarazadas, por lo
que se deberá evitar viajar a aquellas zonas en las que es
precisa la administración de esas vacunas.
Tampoco se recomiendan durante el embarazo las
visitas a altitudes superiores a 2.500 m.
Asimismo, algunos de los fármacos utilizados para
el tratamiento de la diarrea pueden estar contraindicados
durante la gestación, por lo que se debe consultar con un
médico antes de su toma. La lactancia materna no contra-
indica la realización de quimioprofilaxis frente a la malaria
en la madre.
12. Después de un viaje a un país tropical,
¿cuánto tiempo se debe esperar para quedarse
embarazada?
Algunas de las vacunas administradas para viajar con-
traindican el embarazo durante un mes. Si además se
ha tomado profilaxis para la malaria se deberá esperar a
quedarse embarazada entre uno y tres meses después de
TABLA 4. Contraindicaciones para los viajes en avión
Recién nacidos menores de siete días
Mujeres en las últimas cuatro semanas de embarazo (ocho
semanas para embarazos múltiples) y hasta siete días después
del parto
Personas afectadas por:
• Angina de pecho o dolor torácico en reposo
• Cualquier enfermedad contagiosa grave y aguda
• Enfermedad por descompresión después de bucear1
• Infecciones de oído o nariz
• Infarto de miocardio o accidente vascular cerebral reciente
• Cirugía o lesión reciente
• Enfermedad respiratoria crónica grave; dificultad respiratoria
en estado de reposo
• Hipertensiónarterialnocontrolada(presiónsistólica>200mmHg)
1
No se debe volar antes de transcurridas 24 horas después de buceo
ilimitado durante varios días, o 12 horas después de un máximo de dos
horas de submarinismo.
Consejos preventivos antes de un viaje internacional
TABLA 3. Tratamiento del agua con solución de yodo
Porcentaje Gotas1
que hay que añadir por cuarto de litro
Tintura de yodo Agua limpia y/o templada Agua fría y/o sucia2
2% 5 10
1
Una gota = 0,05 mL. El agua debe permanecer en reposo durante 30 minutos antes de ser ingerida.
2
Aguas muy turbias o muy frías pueden requerir un reposo prolongado. Si es posible, este tipo de agua debería permanecer en reposo varias horas
(12-15) antes de tomarla.
LIBRO DE LA SALUD
178
finalizar la profilaxis de la malaria, excepto si se ha toma-
do cloroquina o proguanilo, que sí pueden administrarse
durante el embarazo.
13. Tras un tratamiento con quimioterapia por
un cáncer de mama, ¿puede realizarse un viaje a
África sin complicaciones?
El tratamiento con quimioterapia hace que el sistema in-
munológico esté debilitado, por lo que puede ser más sus-
ceptible a determinadas infecciones. Además, no estaría
indicada una vacuna tan importante como la que previene
la fiebre amarilla (que, sin embargo, es obligatoria para via-
jar a muchos países de África), por lo que sería mejor bus-
car otro destino que tenga menos riesgos y posponer este
viaje a África para más adelante, cuando el sistema inmune
esté más recuperado.
Las enfermedades crónicas no tienen por qué ser una
contraindicación para el viaje si se toman las debidas precau-
ciones. Sin embargo, cuando esta enfermedad se acompaña
deunasituacióndeinmunosupresión,enlaqueelorganismo
tiene una menor capacidad de defensa frente a las infeccio-
nes, el riesgo de sufrir complicaciones es mucho mayor.
14. ¿Alguna de las vacunas que se recomiendan
para viajar es obligatoria?
El Reglamento Sanitario Internacional exige que los viaje-
ros a determinados países hayan recibido la vacuna contra
la fiebre amarilla. Esta vacuna sólo puede ser administra-
da en aquellos centros autorizados por la Organización
Mundial de la Salud. Después de vacunarse se le entrega al
viajero un carné de vacunación internacional, firmado por
una persona autorizada y validado con el sello que iden-
tifica el centro donde se ha administrado la vacuna. Este
certificado es válido a partir de diez días después de haber
recibido la vacuna y durante un período de diez años.
Para prevenir la importación y la transmisión sub-
siguiente de la enfermedad, un determinado número de
países exige al viajero procedente de un país endémico el
certificado de vacunación antes de cruzar la frontera, inclu-
so si sólo se trata de un tránsito. Estos requerimientos pue-
den ser más estrictos para aquellas personas que viajan de
África o América del Sur a Asia.
A aquellos viajeros para los que por diversos mo-
tivos puede estar contraindicada la administración de
la vacuna, se les expide un certificado de exención en
el mismo centro de vacunación internacional en el que
se justifican los motivos por los que no se administra
la vacuna.
15. ¿Supone algún riesgo la administración
simultánea de varias vacunas?
Las vacunas más indicadas para los viajeros pueden admi­
nistrarse de forma simultánea sin afectar su seguridad y su
efectividad, es decir sin alterar la respuesta de anticuerpos
ni provocar un aumento de reacciones adversas.
Se aconseja, sin embargo, que las vacunas se
administren en distintas partes del cuerpo: si se han
recomendado cuatro vacunas, lo más probable es que se
inyecten una en cada uno de los deltoides (parte superior
delbrazo)ydosmásenlaparteanterolateraldelcuádriceps
(parte superior de la pierna).
16. Si las dosis de la vacunación no se han
completado, ¿se debe empezar de nuevo con la
pauta de vacunación?
Aquellas personas que se olvidan de las siguientes dosis
de la pauta que iniciaron antes del viaje, o de las dosis de
recuerdo de las vacunas, no deben reiniciar la pauta de
vacunación ni iniciar pautas interrumpidas; lo que tienen
que hacer es administrarse las dosis pendientes, al margen
del tiempo transcurrido.
17. ¿Qué debe contener el botiquín de viaje?
El viajero debe prepararse y llevarse un botiquín de viaje por
dos motivos: el primero, para disponer de una medicación
que le permita tratar problemas de salud menores; y el se-
gundo, para poder tratar exacerbaciones de condiciones
médicas preexistentes. Para ello debe tener presente que el
Algunos viajes exigen la administración preventiva de vacunas
específicas, además de la revisión de las vacunas recibidas y la
evaluación de riesgos concretos del viaje.
179
contenido del botiquín variará en función del destino, del
tipo y de la duración del viaje y de la existencia de enferme-
dades previas.
En el botiquín del viajero no debería faltar:
• Una lista personal de la medicación que debe to-
mar en caso de padecer alguna enfermedad cró-
nica. En la lista se incluirán los nombres genéricos,
y a ser posible en inglés. Se recordará al paciente
que lleve el doble de la medicación que necesita
y que la distribuya en su equipaje (la mitad en el
equipaje de mano y la mitad en la maleta que fac-
tura), por si ocurre algún percance como pérdida
de maletas o robos.
• La medicación para prevenir la malaria, si se la han
prescrito.
• Medicación antidiarreica.
• Un antihistamínico.
• Paracetamol o ibuprofeno para el tratamiento del
dolor o la fiebre.
• Laxante.
• Antiácido o protector gástrico.
• En el caso de antecedentes de reacciones alérgicas
graves, adrenalina inyectable.
• Pomada de corticoides para aliviar las molestias de
picaduras de insectos y de artrópodos.
• Repelentes de insectos.
• Filtro de protección solar.
• Termómetro.
• Sales de rehidratación oral.
• Material de cura básico (vendas, esparadrapo, ga-
sas, antiséptico, tiritas).
• Gotas para los ojos (lágrimas naturales).
18. ¿Debe realizarse una revisión después de
finalizado el viaje?
En general, si el viajero no presenta síntomas no es nece-
sario que se haga una revisión, a no ser que haya realizado
alguna práctica de riesgo en la que pueda haber adquiri-
do una enfermedad que tenga un período de vacunación
muy largo y en el que el tratamiento precoz pueda modifi-
car su pronóstico. Por ejemplo, los viajeros que han tenido
relaciones sexuales sin protección, o bien se han aplicado
inyecciones o piercings o tatuajes deberían ser sometidos
a una analítica para investigar la posible infección por el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o el virus de
la hepatitis tipo C (VHC) o incluso hepatitis B y otras enfer-
medades de transmisión sexual. Por otra parte, los viajeros
que se han expuesto a aguas dulces en áreas endémicas
de esquistosomiasis deberían ser sometidos a una prueba
para descartar dicha infección.
Además hay que tener en cuenta que algunas
enfermedades, como la malaria, pueden no presentar
síntomas hasta meses después del viaje. De manera que
todo viajero que presente algún síntoma, aunque sea con
mucha posterioridad, debe acudir a un médico al que
comentará el antecedente de viaje. Dado que la malaria
puede ser considerada como una emergencia médica, se-
ría aconsejable que acudiera a un centro con experiencia
en enfermedades infecciosas o medicina tropical.
Glosario
Esquistosomiasis: enfermedad humana producida por la infec-
ción de un parásito del género Schistosoma. Es muy frecuente en
determinadas zonas de África y Asia, y se relaciona habitualmente
con los ríos o humedales.
Malaria: también llamada paludismo, es una enfermedad causa-
da por un parásito que se transmite por la picadura de un mos-
quito y se caracteriza por presentar fiebre, escalofríos, cefalea
y anemia.
Patógeno: del griego pathos, ‘enfermedad’, y genein, ‘engendrar’.
Es el microorganismo que tiene la propiedad de producir enfer-
medad en los seres humanos, animales o plantas.
Quimioprofilaxis: del griego, formada por dos términos: quimia,
que significa‘ciencia química’o‘alquimia’, y profilaxis, que significa
‘velar en defensa de, tomar precauciones contra, estar en guardia’.
Consejos preventivos antes de un viaje internacional
Certificado obligatorio de vacunación frente a la fiebre amarilla, que
puede obtenerse en el Servicio de Atención al Viajero o en el Centro
de Vacunación Internacional.
LIBRO DE LA SALUD
180
Indica la utilización de fármacos para prevenir la aparición de una
enfermedad.
Vacuna: es una suspensión de microorganismos vivos atenua-
dos o inactivados, o fracciones de éstos, que son administrados
al individuo sano susceptible con el objeto de inducir protección
contra la enfermedad infecciosa correspondiente.
Vector: animal (generalmente un artrópodo o un insecto) que es
capaz de transmitir un agente patógeno infeccioso. Así, por ejem-
plo, los mosquitos hembra del género Anopheles son los vectores
que transmiten la malaria.
VHC: virus de la hepatitis tipo C.
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana, causante del sida.
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ción de infecciones durante viajes». http://www.cdc.gov/hiv/spa-
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Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Viajes internacionales».
http://www.fisterra.com/material/profes/viajes.asp.
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rés para viajes internacionales». http://www.msc.es/profesionales/
saludPublica/sanidadExterior/salud/infVacunas.htm.
Viajarsano.com.Portaldelviajeroenespañol.http://www.viajarsano.com.
• La planificación previa, unas adecuadas medidas de pre-
vención y la adopción de precauciones puede reducir el
riesgo de adquirir una enfermedad en un viaje.
• Es aconsejable acudir a un servicio de atención al viajero
o a un centro de vacunación internacional cuatro o seis
semanas antes del viaje.
• La fiebre después de un viaje debe ser considerada una
emergencia médica y se debe acudir a un centro sanita-
rio especializado.
• La diarrea es la enfermedad más frecuente del viajero.
• El viajero debe tomar precauciones para proteger su salud,
perotambiénladeloshabitantesdelazonaopaísquevisita.
Resumen
181
Capítulo 18
La salud reproductiva y el embarazo
Dr. Eduard Gratacós
Médico especialista en Obstetricia y Ginecología. Servicio de Medicina Materno-Fetal del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor
asociado de Ginecología de la Universidad de Barcelona
1. ¿Cuáles son los principales problemas de
salud que pueden aparecer en el embarazo en la
actualidad?
La respuesta a esta pregunta debería adaptarse a cada
entorno socioeconómico y geográfico, pero en los países
desarrollados, más del 90% de los embarazos se consideran
de riesgo bajo o intermedio. Estos embarazos son de curso
normal o presentan complicaciones detectables y tratables
que no afectan de forma importante a la salud de la madre
o del feto. El 10% de los embarazos se consideran de riesgo
alto o muy alto. Especialmente estos últimos son los que
requieren tratamientos complejos y grandes centros hospi-
talarios,ysonlosresponsablesdelamayoríadelascomplica-
ciones posnatales. Aunque las enfermedades consideradas
de riesgo muy alto forman una larga lista, la gran mayoría de
casos concretos se puede agrupar en tres grandes grupos:
prematuridad, preeclampsia-retraso del crecimiento fetal y
malformaciones-anomalías congénitas fetales.
2. ¿Cómo está orientado el control del embarazo
actualmente?
El control del embarazo tiene como primer objetivo esta-
blecer cuál es el riesgo que presenta una embarazada.
Este punto es fundamental dado que permite identificar
el pequeño grupo de pacientes con riesgo alto de pre-
sentar complicaciones. En las pacientes de bajo riesgo,
es decir, en la mayoría de la población, el embarazo se
debe controlar de forma muy poco intervencionista, de
manera que puedan potenciarse al máximo los aspectos
de educación sanitaria y vivencia personal y familiar, sin
perder la capacidad de detectar de forma precoz las posi-
bles complicaciones.
3. ¿En qué consiste el seguimiento médico de un
embarazo de bajo riesgo?
Fundamentalmente el control médico del embarazo se
basa en el concepto del cribado, es decir, la realización de
una serie de pruebas encaminadas a detectar de forma
precoz las complicaciones que se sabe pueden aparecer en
una embarazada. Este control puede ser llevado a cabo en
Madre e hijo tras el parto.
LIBRO DE LA SALUD
182
gran parte por profesionales de enfermería especializados
(comadronas), bajo supervisión médica.
4. ¿Qué pruebas se realizan en la madre y con qué fin?
Se realizan varios análisis de sangre, normalmente uno en
cada trimestre, que permitirán determinar aspectos más
importantes como el grupo sanguíneo, si existe o no ane-
mia, infecciones que podrían ser peligrosas para el feto
y diabetes. También se realizarán cultivos de orina, para
detectar infecciones asintomáticas que se deben tratar en
el embarazo. Al final de la gestación se realiza un cultivo
vaginal para descartar la infección por estreptococo B, y
si es positivo se administran antibióticos durante el parto
para evitar una contaminación del recién nacido.
5. ¿Por qué es importante el grupo sanguíneo de
la madre?
El grupo sanguíneo no es igual en todos los individuos y
esto hace que si una persona entra en contacto con hema-
tíes (glóbulos rojos) que no son de su mismo grupo pueda
rechazarlos. Aunque el grupo sanguíneo está formado por
varios componentes, el más importante para el embarazo
es el que conocemos como Rh, especialmente si la madre
es Rh negativo y el padre es Rh positivo. En caso de que
el feto herede el grupo del padre y sea Rh positivo, en el
momento del parto la madre entrará en contacto con su
sangre y fabricará anticuerpos contra hematíes Rh positivo.
Si la madre vuelve a quedar embarazada y el nuevo hijo es
Rh positivo los anticuerpos de la madre destruirán los del
feto produciéndole una anemia fetal grave, enfermedad
conocida como anemia hemolítica perinatal. La forma de
prevenir esta complicación es administrar a las madres Rh
negativas una vacuna que impide que la madre forme anti-
cuerpos contra Rh positivo en los partos. Con esta medida
se ha conseguido erradicar casi de forma total esta enfer-
medad, que antes de 1970 producía un elevado número
de pérdidas de embarazos. En caso de que la madre sea Rh
positivo no existe ningún riesgo de este tipo, independien-
temente del grupo del padre.
6. ¿Qué es la anemia en el embarazo y cómo se trata?
Es una reducción en la cantidad de hemoglobina y de he-
matíes en sangre. No es una complicación grave, pero si es
importante puede producir síntomatología, fundamental-
mente cansancio y taquicardia. Una proporción alta de em-
barazadas presentan anemia por aumento del consumo de
hierro, y es importante descartar su presencia con análisis
de sangre periódicos, y en caso de que se considere nece-
sario, dar suplementos de hierro para prevenirla o tratarla.
7. ¿Qué infecciones son las más comunes y
cómo se detectan? ¿Deberían tomarse algunas
precauciones?
Las que se estudian en todas las embarazadas son la
rubéola, hepatitis B, la sífilis y la toxoplasmosis. También se
estudia el virus de la inmunodeficiencia humana. Excepto
la rubéola, todas son infecciones tratables; pueden afectar
gravemente al feto o transmitirle la enfermedad al recién
nacido, y por tanto es obligatorio conocer el estado de la
madre al respecto ya que existen tratamientos efectivos
para proteger al feto.
8. ¿Qué es la toxoplasmosis?
Es una infección por un protozoo que se transmite habitual-
mente por comer carne poco hecha o embutidos. Es una
enfermedad inofensiva para un adulto, pero potencialmen-
te peligrosa para un feto. Es muy raro contagiarse durante el
embarazo, pero si fuese así debe realizarse un estudio para
saber si el feto está infectado, y en este caso realizar un tra-
tamiento. Si la madre ha pasado la enfermedad ya tiene an-
ticuerpos y por tanto no es necesario tomar medidas en el
embarazo.Laformadesaberlosonlosanálisisdesangrepara
estudiar si existen anticuerpos contra la toxoplasmosis.
9. ¿Qué es la diabetes gestacional? ¿Cómo se
detecta y cómo se trata?
Aunque recibe este nombre, no es la misma enfermedad
que la diabetes en niños o adultos. Por los cambios hormo-
nales del embarazo, entre un 7% y un 10% de embarazadas
pueden desarrollar una cierta intolerancia al azúcar, produ-
Figura 1. Células germinales
Espermatozoide Óvulo
Las células germinales se encargan de la reproducción del ser humano.
Son el espermatozoide (masculino) y el óvulo (femenino). Ambas llevan
sólo la mitad de cromosomas (23), de modo que al fusionarse entre sí
completan el número normal de cromosomas (46).
183
cida por un aumento de resistencia a la insulina. Esto con-
duce a una elevación de azúcar en sangre (glucemia), que
en casos graves podría afectar al crecimiento y maduración
del feto. En la gran mayoría de casos se trata de una altera-
ción benigna que puede tratarse con dieta y controles de
glucemia; y raramente es necesario administrar insulina.
Es una complicación que desaparece después del parto en
la práctica totalidad de las embarazadas.
La salud reproductiva y el embarazo
Figura 2. Ovarios, trompas y útero
Fondo uterino
Cuello del útero
Vagina
Trompas
de Falopio
Ovarios
Fondos de
saco vaginales
Sección lateral Sección media
Capa serosa
Capa muscular
Capa mucosa
Fondos de
saco vaginales
Los ovarios son las glándulas sexuales femeninas. Fabrican los óvulos y se comunican con el útero a través de la trompas uterinas o trompas de Falopio. Éstos
son dos conductos que recogen el óvulo una vez liberado del ovario y lo transportan al útero. El útero (también denominado matriz) es una estructura hueca,
muscular, situada en la pelvis por detrás de la vejiga urinaria y por delante del recto. En su parte inferior comunica con la vagina.
LIBRO DE LA SALUD
184
10. ¿Qué pruebas se realizan para detectar
problemas en el feto y con qué fin?
El principal problema que puede tener un feto son las mal-
formaciones, que pueden ocurrir en un 4% de los emba­
razos. Afortunadamente la mitad de éstas son menores, es
decir, de poca relevancia, pero la otra mitad son mayores.
Su detección es el objetivo fundamental del control con
ecografía del embarazo.
El segundo problema, mucho menos frecuente,
son las anomalías cromosómicas, que pueden ocurrir en
uno de cada 200 ó 300 embarazos. La más conocida es el
síndrome de Down, o trisomía 21 (tres cromosomas en el
par 21), y constituye el 90% de los casos. Aunque general-
mente las anomalías cromosómicas se presentan junto a
malformaciones, y por tanto pueden ser detectadas por
ecografía, el síndrome de Down puede pasar inadvertido.
Por este motivo se realizan una serie de pruebas encamina-
das a la detección prenatal de estos casos.
11. ¿Qué es la amniocentesis genética? ¿Por qué
no se practica una amniocentesis a todas las
embarazadas?
La amniocentesis es la obtención de una pequeña canti-
dad de líquido amniótico para analizarlo. Cuando se rea-
liza para estudiar los cromosomas del feto se denomina
genética. Se realiza a las quince semanas de gestación,
permite tener un resultado preliminar en uno o dos días,
pero siempre debe esperarse al resultado definitivo, ge-
neralmente en tres semanas. Como hemos comentado,
son mucho más frecuentes las malformaciones o enfer-
medades fetales que las alteraciones cromosómicas. La
amniocentesis permite detectar sólo estas últimas, es
una prueba relativamente costosa y tiene un riesgo de
pérdida del embarazo de casi el 1%. Si se practicase una
amniocentesis a todas las embarazadas en España se pro-
ducirían más de 4.500 pérdidas de embarazo de fetos que
no presentaban ningún problema.
12. ¿Hay otras pruebas de diagnóstico prenatal
además de la amniocentesis?
Se puede realizar una biopsia de corion, que se practica a
las doce semanas y permite disponer de resultados antes.
En manos expertas tiene una tasa de pérdida del emba-
razo casi igual a la amniocentesis. No se puede realizar en
toda la población por las mismas razones expuestas para
la amniocentesis.
13. ¿En qué consiste el screening (o cribado) de
anomalías cromosómicas?
Como no se pueden practicar procedimientos invasivos
a toda la población, se utilizan combinaciones de facto-
res de riesgo que permiten detectar casi el 90% de los
casos realizando pruebas invasivas sólo al 5% de la po-
blación. Estos factores combinados incluyen la edad ma-
terna, niveles de hormonas del embarazo en sangre y la
medición ecográfica de algunas características del feto a
las doce semanas. Los datos se introducen en programas
estadísticos que permiten detectar el grupo de pacientes
con un riesgo más alto de presentar una anomalía cro-
mosómica, y hacer pruebas invasivas sólo en este grupo.
Es de esperar que en los próximos años la capacidad de
diagnóstico sin recurrir a pruebas invasivas sea cada vez
mayor y se llegue a detectar prácticamente la totalidad
de casos.
Ecografías realizadas en el primer y segundo trimestre, respectivamente.
185
14. Entonces, ¿la edad materna no es un criterio
para practicar una amniocentesis?
Aunque es cierto que a más edad, mayor riesgo, no lo es
de forma aislada, sino que es un factor más en la fórmula
de cálculo. Por ejemplo, al valorar todos los factores, una
paciente de 40 años puede tener un riesgo final más bajo
que una paciente de 25 años.
15. ¿Cuál es el objetivo fundamental de una ecografía?
Detectar problemas fetales, principalmente malformacio-
nes o signos que indiquen que podría haber una anomalía
en los cromosomas. Por tanto, es una prueba médica de
gran importancia.
16. ¿Cuántas ecografías son verdaderamente
imprescindibles?
Las ecografías que verdaderamente aportan un valor son
las del primer y segundo trimestre. En España se suele ha-
cer una en el tercer trimestre, pero en la mayoría de países
europeos no se realiza porque se ha demostrado que no
aporta ningún beneficio.
La del primer trimestre sirve para establecer el nú-
mero de fetos, confirmar el tiempo de embarazo y deter-
minar las características del feto en ese momento. Bien
realizada, esta ecografía permite detectar hasta el 70% de
malformaciones. En ella se obtienen las mediciones que se
utilizan para calcular el riesgo de alteraciones cromosómi-
cas, por ejemplo la traslucencia nucal (el grosor que tiene
la piel de la nuca del embrión).
La del segundo trimestre, también llamada mor-
fológica, tiene como principal objetivo detectar malfor-
maciones fetales. Es la exploración rutinaria más difícil de
toda la obstetricia y, por tanto, es muy importante que sea
realizada por personal adecuadamente entrenado.
17. ¿Si el feto presentase algún problema, se
puede tratar?
Hace treinta años el feto prácticamente no existía en medicina,
y en este momento se dispone de una subespecialidad que ya
es la parte más importante de la obstetricia, denominada me-
dicina fetal. En menos de dos décadas se ha pasado de palpar
la posición fetal desde fuera a poder ver por ecografía detalles
muy pequeños de la anatomía y función de los órganos del
feto, y esta capacidad irá en aumento. Muchas enfermedades
o malformaciones fetales no tienen todavía tratamiento, pero
unnúmerocadavezmayorsí,yestaposibilidaddetrataralfeto
seconocecomoterapiafetal.Lostratamientosfetalessoncada
vez más complejos: el ejemplo más altamente desarrollado es
la cirugía fetal, que se realiza en un pequeño número de hospi-
tales en Europa, entre ellos el Hospital Clínic de Barcelona.
18. La mayoría de pruebas en la madre y en el feto
se hacen antes de la primera mitad del embarazo.
Después, ¿cómo se sabe que el feto crece y está bien?
La mejor manera de controlar el crecimiento y bienestar de un
feto es la medida de la altura uterina y la presencia de movi-
mientos fetales. La altura uterina es la distancia del borde su-
perior del útero sobre el pubis, que se mide con cinta métrica
encadavisita.Losmovimientosfetaleslosnotalamadredesde
las 24 semanas (cinco meses y medio) en el primer embarazo
y un poco antes (20-22 semanas) en los siguientes. Los movi-
mientos son más intensos cada vez y se notan varias veces al
día (más de noche), y sólo disminuyen un poco en frecuencia
hacia el final del embarazo. Estudios en miles de embarazadas
han demostrado que no hay ninguna prueba que mejore los
resultadosdeestosdosdatostansencillos.Siunfetosemueve
y el útero crece, las cosas evolucionan bien casi siempre.
19. ¿Qué es la monitorización fetal? ¿Debe
realizarse en todos los embarazos?
Es una prueba que recoge la frecuencia cardíaca fetal y la
presencia o no de contracciones y las registra en un papel
térmico. Se puede utilizar durante el parto o antes de éste
para comprobar el bienestar fetal. Los fetos en buen esta-
do tienen un patrón de frecuencia cardíaca característico,
que se altera en casos de falta de oxígeno. En embarazos de
bajo riesgo, estudios en miles de pacientes han demostrado
que su utilización no aporta beneficios sobre el simple con-
trol de movimientos fetales. Sin embargo, a partir de las 41
semanas de embarazo, y siempre que exista riesgo, es una
prueba muy útil para el control del bienestar fetal.
20. ¿Qué es la prematuridad y cuáles son sus
principales consecuencias? ¿Se puede detectar
o prevenir?
Se considera que un embarazo ha llegado a término cuando
supera las 37 semanas (tres semanas antes de los nueve me-
ses). Un recién nacido prematuro es aquel que nace antes de
las 37 semanas. Entre 32 y 37 semanas se considera prema-
turidad moderada, y por debajo de 32 semanas, prematuri-
dad extrema. Los resultados en la actualidad han mejorado
de forma espectacular, pero aun así sigue siendo una de las
principales causas de problemas de desarrollo posnatal. En
aproximadamente la mitad de los casos, la prematuridad
La salud reproductiva y el embarazo
LIBRO DE LA SALUD
186
Figura 3. Abdomen de una mujer embarazada
Placenta
Cordón umbilical
Bolsa amniótica
Líquido amniótico
Feto
Vejiga urinaria
Cuello uterino
Vagina
Recto
Útero
Columna
vertebral
Intestino
Estómago
Hígado
El feto, desde el período embrionario hasta el momento del parto, crece en el interior del útero, que llega a ocupar la mayor parte de la cavidad abdominal
femenina. El cordón umbilical une al feto con la placenta, estructura que asegura la llegada de sangre y nutrientes durante toda la gestación. El feto está
rodeado de una bolsa (bolsa amniótica), que contiene el líquido amniótico, cuya función es proteger al feto de lesiones externas, cambios de temperatura
y otras agresiones.
187
se deriva de un problema que obliga a acabar el embarazo
(por ejemplo, una enfermedad de la madre). En la otra mitad
se produce por una complicación conocida como amenaza
de parto prematuro, con el inicio de contracciones antes de
llegar a término, que puede aparecer de forma aislada o aso-
ciada a una rotura prematura de membranas. No se conoce
todavía por qué algunas mujeres presentan este problema.
Por el momento no se dispone de formas efectivas
para detectar o tratar los casos que presentarán un proble-
ma de parto prematuro, pero se espera que en los próxi-
mos años aparezcan algunas mejoras en este campo.
21. ¿La presencia de contracciones antes de los
nueve meses es siempre anormal o peligrosa?
No. A partir del tercer trimestre del embarazo el útero pre-
senta contracciones leves, de poca duración e intensidad,
llamadas contracciones de Braxton-Hicks, que son fisioló­
gicas. Sólo si las contracciones son de parto, es decir clara-
mente dolorosas, de duración superior o cercana a un mi-
nuto y sobre todo regulares, al menos una cada 5 minutos,
deben considerarse anormales.
22. ¿Qué es el retraso del crecimiento intrauterino?
La placenta es un órgano que se desarrolla con el propio
embarazo y se elimina después del parto. Tiene forma de
plato y está adherida al útero materno de forma que actúa
como una estación intermedia por la cual el feto obtiene
sus nutrientes y oxígeno de la madre. Por diferentes cau-
sas, en ocasiones la placenta no se implanta ni crece de for-
ma adecuada, lo cual conduce a una placenta pequeña y a
lo que se denomina insuficienciaplacentaria. En estos casos
el feto no recibe todo el aporte de nutrientes y oxígeno ne-
cesarios, por lo que desarrolla un retraso de crecimiento.
En la mayoría de casos el retraso de crecimiento no tendrá
consecuencias graves si se detecta y se toman medidas
—que incluyen el reposo materno y finalizar el embarazo
cuando se crea que el feto estará mejor fuera que dentro
de la madre—. Algunos casos son graves y obligan a aca-
bar el embarazo mucho antes del término.
23. ¿Qué es la preeclampsia?
El embarazo implica la aparición de importantes cambios en
el organismo materno para permitir el desarrollo normal del
feto.Entremuchosotroscambios,unodelosmásimportantes
es que la cantidad de sangre circulante de la madre aumenta
de 5 hasta 7 litros. En un individuo normal esto produciría un
importante aumento de la tensión arterial, pero los cambios
hormonales del embarazo hacen que los vasos sanguíneos
cambiensuformadefuncionamientohabitualysucedaexac-
tamente lo contrario, que la tensión baje para permitir traba-
jar al corazón de forma más relajada. Por diferentes causas, en
una pequeña proporción de embarazos, el organismo mater-
no no puede conseguir que los vasos sanguíneos se adapten
de forma adecuada y se produce una reacción completamen-
te opuesta, los vasos sanguíneos se contraen y esto conduce
aunaumentodelapresiónarterial,esdecir,unahipertensión.
Esta hipertensión no tiene nada que ver con la hipertensión
del adulto, sino que se trata de la manifestación más visible
de una enfermedad compleja que afecta a la mayoría de ór-
ganos. A este problema se le denomina preeclampsia y la for-
ma de distinguirla de la hipertensión simple es la presencia
de proteínas en la orina (proteinuria), signo que indica que
nos hallamos ante una preeclampsia. En la Antigüedad esta
enfermedad evolucionaba a una forma más grave, que se co-
noce como eclampsia,y era la causa más frecuente de muerte
materna. En la actualidad esto no sucede prácticamente nun-
ca, dado que la preeclampsia es una enfermedad que puede
controlarse de forma adecuada evitando los problemas gra-
ves en la madre. Lamentablemente, la única forma eficaz de
tratar la preeclampsia es finalizar el embarazo, lo que obliga
en ocasiones a extraer fetos muy prematuros (de más bajo
peso) con el fin de garantizar la salud materna.
La preeclampsia se produce por diferentes causas.
Los casos más precoces (antes de los siete u ocho me-
ses), y por tanto los más graves, se producen casi siempre
como una reacción del organismo materno a una mala
implantación placentaria. Por tanto, es muy habitual que
la ­preeclampsia y el retraso de crecimiento fetal precoces
aparezcan como dos problemas asociados. Los casos tar-
díos (a partir de los ocho meses) suelen ser por otras causas,
generalmente maternas; por ejemplo, las pacientes obesas
o con hipertensión arterial previa al embarazo tienen más
riesgo de preeclampsia. Los casos de preeclampsia tardía
suelen ser por tanto más benignos que los casos precoces
y casi nunca se acompañan de retraso de crecimiento.
24. ¿El embarazo gemelar es normal? ¿Todos los
embarazos gemelares son iguales?
Un embarazo gemelar aumenta el riesgo de complicaciones
maternas, pero sobre todo el riesgo de prematuridad. Aunque
nodebedramatizarse,elembarazogemelarnoesunembarazo
normal y debe controlarse como un embarazo de alto riesgo.
Los embarazos gemelares se clasifican de dos formas:
según la cigosidad y la corionicidad. Se llaman dicigóticos
La salud reproductiva y el embarazo
LIBRO DE LA SALUD
188
cuando provienen de dos óvulos fecundados por dos esper-
matozoides diferentes: en este caso en terminología no mé-
dica se habla de mellizos. Son monocigóticos si un óvulo ini-
cialmente fecundado por un espermatozoide se divide en dos
más tarde: son los gemelos idénticos. Estas diferencias son de
interésparalosprogenitores,peronotienenrelevanciaclínica.
La segunda clasificación, la corionicidad, sí es muy importante
desde un punto de vista de los riesgos. Un embarazo geme-
lar puede ser bicorial si cada feto tiene su propia placenta, o
monocorialsilacomparten.Losgemelosmonocorialestienen
importantes riesgos añadidos por el hecho de compartir la
placenta (el más conocido de ellos, la transfusión feto-fetal). Es
fundamental diagnosticar en la primera ecografía (a las doce
semanas) si el embarazo gemelar es bicorial o monocorial, ya
que en este último caso el control deberá ser mucho más es-
tricto. Afortunadamente, en la actualidad las complicaciones
de la gestación monocorial son tratables por cirugía fetal con
buenos resultados en la gran mayoría de casos.
25. ¿Qué es un parto natural?
Aunque todo parto por definición es un proceso natural,
se ha utilizado este término para definir un modelo de par-
to poco medicalizado. En los años sesenta los resultados
del parto eran todavía muy malos, y la introducción de una
dirección médica del parto permitió mejorarlos de forma
espectacular. Los avances del conocimiento han permitido
saber que en realidad en muchos partos se podían conse-
guir buenos resultados con muy poca medicalización, y
que ésta debía reservarse a los casos de alto riesgo, en los
que sigue siendo necesaria. La persistencia de este mode-
lo altamente intervencionista en países del sur de Europa
ha hecho surgir algunos movimientos que defienden un
modelo de parto mínimamente medicalizado y que se ha
venido a llamar parto natural, y que, en un contexto hospi-
talario, se ofrece en muy pocos centros públicos.
Así, por ejemplo, el Hospital Clínic de Barcelona dis-
pone de un programa pionero denominado parto natural
hospitalario por el que todas las gestantes de bajo riesgo
siguen un modelo de parto mínimamente medicalizado,
con un entorno más humanizado, amplia libertad de movi-
mientos y mínima instrumentación durante la dilatación y el
parto. Se pretende que la totalidad de las gestantes puedan
acceder a este modelo más moderno del manejo del par-
to, pero sin perder la seguridad de un entorno hospitalario,
necesario para garantizar una rápida respuesta en caso de
complicaciones urgentes, que son muy raras pero posibles
aunque el parto sea de bajo riesgo.
26. ¿La cesárea es buena o es mala?
La cesárea salva la vida de miles de fetos y de algunas ma-
dres cada año. Por tanto, su beneficio está fuera de toda
duda. Sin embargo, es una técnica quirúrgica, y como tal,
su aplicación en casos no indicados puede aumentar las
complicaciones sin incrementar los beneficios.
27. ¿Se practican demasiadas cesáreas?
En general, se considera que la tasa ideal se debería situar alre-
dedoropordebajodel20%.LospaísesdelsurdeEuropatienen
tasas de cesáreas más altas que los centroeuropeos o nórdicos.
Las razones de estas diferencias no son sencillas de analizar,
pues implican aspectos de diversa índole, desde los profesio-
nales hasta los relacionados con la cultura general sanitaria en
los países del sur de Europa: por ello deberían evitarse algunas
aproximaciones simplistas que con frecuencia se leen en dife-
rentes medios. En todo caso, es cierto que las tasas por encima
del 22% son mejorables; esto implica un trabajo a largo plazo
que permita cambiar actitudes ante determinadas situaciones
tantodelosprofesionalescomodelaspropiaspacientes.
28. ¿Cuáles serán los grandes avances del futuro
en salud reproductiva y embarazo?
Los más previsibles serán la detección precoz y prevención
de las complicaciones perinatales, mediante la realización de
pruebas analíticas y ecográficas que permitirán identificar a las
pacientes de muy alto riesgo y establecer tratamientos preven-
tivos. La otra gran revolución, todavía a mitad de camino, es la
exploracióndelfetomediantetécnicasdeimagen.Enlospróxi-
mosaños,lacapacidadactual,yamuydesarrollada, aumentará
deformaexponencial.Estohadepermitirunamayordetección
de los problemas prenatales y el diseño de nuevos tratamien-
tos, en una de las especialidades más nuevas pero con más fu-
turoenlassociedadesdesarrolladas:lamedicinafetal.
Glosario
Altura uterina: distancia del borde superior del útero sobre el pu-
bis, que se mide con cinta métrica en cada visita.
Amniocentesis genética: obtención de una pequeña cantidad
de líquido amniótico para estudiar los cromosomas del feto. Se
realiza a las quince semanas de gestación y permite tener un re-
sultado preliminar en uno o dos días, aunque siempre debe espe-
rarse al resultado definitivo, generalmente en tres semanas.
Anemia del embarazo: reducción en la cantidad de hemoglobi-
na y de hematíes en sangre. Una proporción alta de embarazadas
presenta anemia por aumento del consumo interno de hierro.
189
Anomalías cromosómicas: pueden darse en uno de cada dos-
cientos o trescientos embarazos. La más conocida es el síndrome
de Down o trisomía 21 (tres cromosomas en el par 21), pues supo-
ne el 90% de los casos.
Cribado de anomalías cromosómicas: análisis de combinacio-
nes de factores de riesgo que permiten detectar casi el 90% de
casos realizando pruebas invasivas sólo al 5% de la población. Es-
tos factores combinados incluyen la edad materna, los niveles de
hormonas del embarazo en sangre y la medición ecográfica de
algunas características del feto a las doce semanas.
Diabetes gestacional: elevación del nivel de azúcar en san-
gre (glucemia) durante el embarazo, que en casos graves po-
dría afectar al crecimiento y maduración del feto. En general se
trata de una alteración benigna que puede tratarse con dieta
y controles de glucemia, y raramente es necesario administrar
insulina. Desaparece después del parto en la práctica totalidad
de las embarazadas.
Embarazo gemelar dicigótico: embarazo que proviene de dos
óvulos fecundados por dos espermatozoides diferentes. En este
caso, en terminología no médica se habla de mellizos.
Embarazo gemelar monocigótico: embarazo que proviene de
un óvulo inicialmente fecundado por un espermatozoide, y que
se divide en dos más tarde. Corresponde a los gemelos idénticos.
Incompatibilidad sanguínea: el grupo sanguíneo no es igual en
todos los individuos; esto provoca que si una persona entra en
contacto con hematíes (glóbulos rojos) que no son de su mismo
grupo pueda rechazarlos.
Monitorización fetal: prueba que registra la frecuencia cardíaca fe-
talylapresenciaonodecontraccionesenunpapel.Sepuedeutilizar
durante el parto o previamente para comprobar el bienestar fetal.
Parto natural: aunque todo parto por definición es un proceso
natural, se ha utilizado este término para definir un modelo de
parto poco medicalizado, con un entorno más humanizado, am-
plia libertad de movimientos y mínima instrumentación durante
la dilatación y el parto.
Preeclampsia: aumento de la tensión arterial durante el embara-
zo, que no tiene nada que ver con la hipertensión del adulto. Se
trata de la manifestación más visible de una enfermedad comple-
ja que afecta a la mayoría de los órganos. La forma de distinguirla
de la hipertensión simple es la presencia de proteínas en la orina
(proteinuria) en el caso de preeclampsia.
Prematuridad: se considera que un embarazo ha llegado a térmi-
no cuando supera las 37 semanas (tres semanas antes de los nueve
meses). Un recién nacido prematuro es aquel que nace antes de las
37 semanas. Entre 32 y 37 semanas se considera prematuridad mo-
derada, y por debajo de 32 semanas, prematuridad extrema.
Retraso del crecimiento intrauterino: anomalía debida a que la
placenta no se implanta ni crece de forma adecuada, lo que pro-
voca una placenta pequeña e insuficiencia placentaria; el feto no
recibe todo el aporte de nutrientes y oxígeno necesarios, por lo
que desarrolla un retraso de crecimiento.
Toxoplasmosis: infección producida por un protozoo que se
transmite habitualmente por comer carne poco hecha o embu-
tidos. Es una enfermedad inofensiva para un adulto, pero poten-
cialmente peligrosa para un feto.
Bibliografía
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ción general sobre perinatología. http://www.cedip.cl.
DissectMedicine.es.Saludreproductiva,fertilidad,embarazoypaternidad.
http://www.dissectmedicine.es/?dissect=/salud+reproductiva/Fertil
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Obgyn.net. Información general sobre obstetricia y ginecología
para médicos y pacientes. http://www.obgyn.net.
Organización Panamericana de la Salud. «Salud integral de la mujer,
salud sexual y reproductiva con énfasis en la reducción de la mor-
talidad materna». http://www.ops.org.gt/SFC/Sim/SIM.htm.
Sociedad Nacional de Obstetricia y Ginecología. http://www.sego.es.
La salud reproductiva y el embarazo
• La mayoría de los embarazos son de bajo riesgo, pero
una pequeña proporción puede desarrollar complica-
ciones, por lo que el control actual se enfoca hacia la
intervención mínima posible con la máxima capacidad
de detección precoz del problema.
• La gran mayoría de problemas pueden tratarse con bue-
nos resultados para madre y feto.
• La medicina fetal, que se ocupa de la salud y enferme-
dades fetales, se ha desarrollado enormemente en los
últimos años y en este momento permite tratar al feto
como un paciente más.
• Un pequeño número de centros en Europa actúan como
referencia internacional en cirugía fetal.
• Para conseguir unos resultados óptimos es imprescin-
dible seguir de forma estricta las recomendaciones y
pruebas del embarazo según los protocolos actuales
adoptados por las autoridades en salud.
Resumen
Libro Salud
191
Capítulo 19
La menopausia
Dr. Juan Balasch
Médico especialista en Obstetricia y Ginecología. Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático
de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué hay que saber para entender mejor el
proceso de la menopausia?
La esperanza de vida actual para las mujeres en las socie-
dades occidentales está alrededor de los 80-82 años, mien-
tras que la edad en que se produce la menopausia (última
menstruación) está por término medio alrededor de los 50
años. Ello significa que la mayoría de mujeres vivirán un
tercio de su vida tras el cese de las menstruaciones lo que,
junto con el creciente interés por los problemas relaciona-
dos con la salud de la mujer, ha hecho que el tema de la
menopausia sea en estos últimos años importante motivo
de debate, tanto por sus implicaciones en la investigación
científica como clínicas, y sociales.
Tras el cese de la función normal de los ovarios y
la desaparición de las menstruaciones, y principalmente
con el proceso concomitante de envejecimiento, la mu-
jer puede experimentar una serie de cambios, que si bien
pueden incidir sobre la calidad de vida, no tienen por qué
ser considerados como patológicos. Por otra parte, aunque
la palabra menopausia aparece como un estigma asociado
al envejecimiento tras años de vida reproductiva ligada a
la juventud, muchos de los cambios atribuidos a la me-
nopausia son debidos en realidad al proceso de envejeci-
miento de la mujer, aunque coincidentes en el tiempo con
la época posmenopáusica.
Periódicamenteelaparatogenitaldelamujerexperi-
menta una serie de cambios morfológicos y funcionales que
La mayoría de las mujeres occidentales entra en la menopausia entre
los 45 y los 55 años.
LIBRO DE LA SALUD
192
caracterizan el denominado ciclo genital o menstrual y que
viene definido por dos hechos fundamentales: la ovulación
y la menstruación. El ciclo genital comienza el primer día de
la menstruación y acaba el primer día de la regla siguiente.
Aunque la duración ideal del ciclo de la mujer es de 28 ± 2
días, se considera normal una duración del ciclo de entre 21
y 35 días. El objetivo esencial del ciclo genital de la mujer
es proporcionar periódicamente un óvulo maduro para que
pueda ser fecundado. Para ello, en los primeros días del ciclo
se inicia el crecimiento en los ovarios de varios folículos ová-
ricos (estructuras que contienen en su interior los ovocitos)
de los cuales sólo uno llegará a madurar completamente (el
resto involucionan, quedando reducidos a estructuras fibro-
sas en el interior del ovario). Este crecimiento y maduración
de los folículos ováricos es estimulado por la acción de dos
hormonas denominadas gonadotrofinas (la FSH u hormona
foliculoestimulante y la LH u hormona luteinizante) produ-
cidas por la hipófisis (glándula endocrina situada en la base
del cerebro). La hormona FSH es esencial para el crecimien-
to de los folículos ováricos, mientras que la hormona LH es
fundamental para que el ovocito contenido en el interior
del folículo llegue a madurar adecuadamente y pueda ser
fecundado tras la ovulación.
Durante su crecimiento y maduración, el folículo
ovárico produce cantidades crecientes de estrógenos, las
hormonas femeninas por excelencia. Tras la ovulación (sa-
lida del ovocito del interior del folículo), el folículo ovárico
convertido ahora en una estructura denominada cuerpo
amarillo produce no sólo estrógenos, sino también pro-
gesterona, hormonas que pasan a la sangre. La creciente
producción de estrógenos por parte del ovario durante el
desarrollo folicular induce la formación y crecimiento de
la membrana (denominada endometrio) que recubre inte-
riormente el útero y que se había descamado en la mens-
truación anterior. La función de la progesterona es conse-
guir que el endometrio que ha proliferado por acción de
los estrógenos se transforme en un lecho adecuado para
la implantación del embrión en caso de que el óvulo que
se expulsó del interior del folículo hubiera sido fecundado
y se instaure el embarazo. Si no ha habido fecundación, el
cuerpo amarillo deja de funcionar al cabo de unos días de
formarse y al descender con ello los niveles de estrógenos
y progesterona que circulan por la sangre, el endometrio se
desprende, la mujer tiene la regla y se inicia un nuevo ciclo.
Por tanto, la menstruación no es más que la consecuencia
final del funcionamiento cíclico del ovario que a través de
las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) hace
que cada mes el endometrio se desarrolle y prepare por
si hay embarazo, y que se descama con la regla si no ha
habido fecundación del óvulo (véase figura 1).
Figura 1. Regulación del ciclo menstrual
HIPÓFISIS
Secreción de
FSH y LH
HIPÓFISIS Freno a
la secreción de FSH y LH
Secreción de
estrógenos y
progesterona
OVARIOS
Crecimiento
folicular y
ovulación
ÚTERO Crecimiento y ulterior descamación del endometrio con la regla
(si no hubo fecundación del óvulo y embarazo)
FSH
(+)
LH
(-)
(-)
HIPÓFISIS
Aumento de la secreción
de FSH y LH
HIPÓFISIS Desaparición del freno
a la secreción de FSH y LH
Descenso marcado de
la producción de
estrógenos y ausencia
de progesterona
OVARIOS
Agotamiento de folículos
ováricos; incapacidad de
responder al estímulo
de la FSH y LH
ÚTERO Atrofia del endometrio y cese de las menstruaciones
FSH
(+++)
LH
(+++)
(+)
Representación esquemática de los mecanismos que regulan el ciclo menstrual y de las relaciones hormonales entre la glándula hipofisaria y los ovarios
en la mujer en edad reproductiva (figura izquierda). En la figura de la derecha se representan los cambios hormonales propios de la menopausia como
consecuencia del cese del funcionamiento cíclico de los ovarios.
193
Este funcionamiento cíclico del ovario se inicia
de forma más o menos progresiva en la pubertad con
la aparición de la primera regla (menarquia) y finaliza
también progresivamente hasta el establecimiento de
la menopausia. Además de los aspectos esenciales del
ciclo ovárico, para comprender los procesos asociados al
establecimiento de la menopausia, es importante tener
en cuenta que entre los ovarios y la hipófisis existe una
interconexión funcional muy estrecha de manera que
cuando los niveles sanguíneos de hormonas sexuales
ováricas (estrógenos y progesterona) son bajos, tal como
ocurre tras la menstruación, se produce un estímulo po-
sitivo sobre la glándula hipofisaria para que secrete FSH,
que estimula el crecimiento de los folículos ováricos. Por
el contrario, cuando los niveles de estrógenos y/o proges-
terona circulantes en la sangre son altos, se produce una
señal negativa sobre la hipófisis de manera que se inhibe
la secreción de gonadotrofinas. Es algo similar a lo que
ocurre con otras glándulas endocrinas, como por ejemplo
el tiroides, que está también bajo el control de la hipófi-
sis por acción de la hormona tirotropa (TSH). Cuando los
niveles sanguíneos de tiroxina producida por el tiroides
son bajos, la hipófisis aumenta su secreción de TSH para
estimular la producción tiroidea de tiroxina, y cuando los
niveles circulantes de esta hormona son los adecuados,
se produce una acción frenadora sobre la liberación de
TSH hipofisaria.
2. ¿Qué es la menopausia? ¿Y qué son la pre- y
posmenopausia?
La palabra menopausia deriva del griego men que quie-
re decir ‘mes’, y pausis que significa ‘cese’ o ‘interrupción’.
Por ello, este término se emplea para designar el cese
permanente de la menstruación y se refiere por tanto a
la fecha de la última regla que tuvo la mujer. Lo habitual,
sin embargo, es que el cese de las menstruaciones no
se produzca de forma brusca, sino que precediendo a
la menopausia la mujer tenga ciclos menstruales irregu-
lares con faltas transitorias de menstruaciones durante
uno o varios meses y luego vuelva a tener la regla (esta
fase se conoce como premenopausia y puede durar des-
de unos meses hasta 4-5 años). En esta fase de preme-
nopausia a veces la mujer conserva su ciclo menstrual
regular, pero son ciclos más cortos, de manera que la re-
gla se adelanta por ejemplo 4-5 días en relación a lo que
ocurría en la fase de plenitud reproductiva y ello se debe
a los cambios hormonales que se han iniciado y que aca-
barán con el estado hormonal propio de la menopausia.
Por ello, existe el consenso de definir la menopausia na-
tural sólo cuando la mujer ha estado durante 12 meses
sin menstruar y ello ha ocurrido de forma espontánea y
en ausencia de patología o intervención médica alguna
que pueda explicarlo.
Tras la última menstruación se inicia el período
denominado posmenopausia que incluye la posmeno-
pausia inmediata (período comprendido desde la última
menstruación hasta un año después) y la posmenopausia
establecida que comprende desde 12 meses tras la última
menstruación en adelante. A su vez, el período compren-
dido desde más o menos el inicio de la premenopausia,
cuando pueden comenzar a alterarse las reglas (o sin que
se alteren pero existiendo ya cambios hormonales que
indican que se ha iniciado ya la transición hacia el estado
menopáusico), hasta el primer año tras la última regla, se
denomina perimenopausia. En la figura 2 se presenta un
esquema ilustrativo de estos conceptos cronológicos rela-
tivos a la menopausia.
3. ¿Qué es la menopausia provocada
médicamente?
Mientras que la menopausia natural es la consecuencia del
cese espontáneo del funcionamiento de los ovarios, la me-
nopausia inducida, artificial o yatrogénica es aquella que se
produce como consecuencia de la extirpación quirúrgica
de las gónadas femeninas (independientemente de que se
La menopausia
Figura 2. Esquema ilustrativo de las etapas y
conceptos cronológicos relativos a la
menopausia y climaterio
Premenopausia
Menopausia (última regla)
Edad (años)
Perimenopausia
Climaterio
Posmenopausia
40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65
LIBRO DE LA SALUD
194
hayaextirpadoonoelúterodurantelacirugía)odebidoala
lesión de los ovarios (destrucción de los folículos ováricos)
por una intervención médica necesaria como, por ejemplo,
la radioterapia o quimioterapia para el tratamiento de un
cáncer de la mujer. La extirpación quirúrgica de los ovarios
en la mujer suele acompañarse de la extirpación del útero
(histerectomía), pero muchas mujeres en edad reproduc-
tiva son sometidas a una histerectomía sin extirpación de
los ovarios y en este caso, aunque desaparecen las reglas
porque la mujer se queda sin útero, los ovarios siguen fun-
cionando y por tanto no se producen síntomas propios del
estado posmenopáusico. Por otra parte, se dispone actual-
mente de medicamentos capaces de frenar la secreción de
las hormonas FSH y LH hipofisarias, responsables de que
los ovarios funcionen cíclicamente; la mujer se queda así
en un estado de menopausia transitoria o reversible que se
recupera al cesar la administración del fármaco.
4. ¿Es lo mismo la menopausia que el climaterio?
No, aunque a veces ambos términos se emplean incorrec-
tamente de manera indistinta. El climaterio constituye un
período de la vida femenina de cierta extensión y límites
imprecisos que comprende desde que comienza a esta-
blecerse la pérdida de la función reproductiva de la mujer
hasta la senectud. Durante este período se produce la su-
presión progresiva del ciclo menstrual y de la función ová-
rica responsable de éste, y se establece finalmente un nue-
vo y diferente equilibrio hormonal en la mujer. Por tanto,
mientras que la menopausia se refiere a un hecho puntual
y se corresponde con la fecha de la última menstruación, el
climaterio puede durar años (tanto anteriores como poste-
riores a la menopausia) (véase figura 2).
5. ¿Por qué se produce la menopausia?
Antes se ha explicado que cada mes se inicia en los ovarios
el crecimiento de una serie de folículos ováricos (en plena
etapa reproductiva de la mujer se supone que son cientos
de ellos), cada uno de los cuales contiene un ovocito en su
interior, pero que sólo uno de los folículos llegará a madu-
rar completamente y expulsará el óvulo maduro mientras
que el resto de folículos sufrirá un proceso de involución y
atresia (pierden su estructura y funcionalidad). Ello significa
que en cada ciclo genital de la mujer se va perdiendo una
importante dotación de folículos ováricos. Hay que tener
en cuenta que en la pubertad, cuando la mujer comienza a
tener sus menstruaciones, existen en los ovarios alrededor
de unos doscientos mil a trescientos mil folículos; pero con
el paso de los años se agotan los folículos existentes en los
ovarios, cesa con ello la existencia periódica del ciclo geni-
tal y la producción de estrógenos y progesterona que ello
implica, y ya no hay efecto hormonal que haga crecer pri-
mero y desprenderse después el endometrio que recubre
el útero. De esta manera se produce el cese permanente de
las menstruaciones o menopausia (véase figura 1).
Precediendo a este cese definitivo del crecimiento
cíclico de folículos en los ovarios, existe una etapa, que se
corresponde más o menos con la premenopausia, en la
que el crecimiento folicular y/o la ovulación son deficien-
tes o incluso llegan a fallar algún mes (con lo cual se altera
la producción de estrógenos y/o progesterona), y por esto
la mujer tiene con frecuencia alteraciones menstruales que
preceden al establecimiento de la menopausia.
6. ¿A qué edad es normal que se produzca la
menopausia?
La mayoría de las mujeres de las sociedades occidentales
tiene la menopausia entre los 45 y los 55 años, con una
media en torno a los 50-52 años. Cuando la menopausia se
produce después de los 55 años se habla de menopausia
tardía, mientras que si se da antes de los 40 años nos refe-
rimos a menopausia precoz o prematura, y en este caso se
requiere el estudio y tratamiento oportunos.
7. ¿Qué factores influyen en la edad de aparición
de la menopausia?
Los factores que más influyen en la edad de aparición de
la menopausia natural son los genéticos y por ello con fre-
cuencia las mujeres suelen tener su última regla a edades
similares en las que tuvieron la menopausia sus madres y
sus hermanas. Aparte de la genética, el tabaco parece ser
La planta de la soja.
195
el único factor que se ha probado que puede afectar a la
edad de la menopausia; las mujeres fumadoras suelen te-
ner la menopausia de uno a dos años antes que las mujeres
no fumadoras. No existe, en cambio, ninguna relación en-
tre la edad en que la mujer tuvo su primera regla y la edad
de la menopausia, ni tampoco existe relación alguna entre
la toma de anticonceptivos orales y el momento en que se
produce el cese definitivo de las menstruaciones.Tampoco
existe evidencia suficiente para concluir de forma defini-
tiva que las mujeres obesas y que han tenido varios hijos
tienen la menopausia más tarde que las mujeres de bajo
peso y sin hijos.
8. ¿Por qué se produce la menopausia precoz?
El cese espontáneo de las menstruaciones antes de los
40 años puede deberse a alteraciones genéticas, proble-
mas autoinmunes (en los que el organismo produce anti-
cuerpos frente a sus propios componentes, en este caso
los ovarios), y también a algunas infecciones (como por
ejemplo, la parotiditis o la tuberculosis). Sin embargo, en
muchos casos no es posible identificar una causa respon-
sable de la menopausia precoz. La forma más frecuente de
menopausia precoz es la menopausia inducida, artificial o
yatrogénica comentada antes.
9. ¿Cómo se sabe que una mujer puede estar
iniciando la menopausia?
Tal como se comentó antes, el diagnóstico de menopau-
sia natural sólo puede establecerse de forma definitiva
cuando la ausencia de menstruación, en una mujer por lo
demás sana, se ha prolongado durante 12 meses. Sin em-
bargo, la ausencia de la regla durante varios meses, junto
con la posible aparición de cambios propios del estable-
cimiento de la menopausia, y especialmente los análisis
hormonales, pueden contribuir a informar a la mujer, an-
tes de que transcurran aquellos 12 meses, de que es pro-
bable que esté entrando en el período menopáusico. Los
análisis hormonales que sirven para el diagnóstico de la
menopausia son la disminución en la sangre de los niveles
de estrógenos y progesterona (porque cese la actividad
funcional de los ovarios) y la elevación de la FSH (porque
al no existir producción hormonal suficiente en los ovarios
para frenar la secreción de FSH por parte de la hipófisis,
esta glándula endocrina del cerebro aumenta su produc-
ción de FSH, y secundariamente también de LH, en un
vano intento de activar el funcionamiento de los ovarios)
(véase figura 1). Estos análisis hormonales pueden tam-
bién ser útiles para valorar indirectamente la capacidad
funcional de los ovarios en mujeres que no presenten aún
alteraciones menstruales.
10. ¿Puede una mujer volver a tener la regla tras la
menopausia?
Por definición, una mujer que ha estado un año sin mens­
truaciones y con análisis hormonales propios del estado
menopáusico, no puede considerarse ya que pueda vol-
ver a tener una regla normal. Cualquier hemorragia ge-
nital tras el establecimiento de la menopausia debe ser
cuidadosamente estudiada ginecológicamente para des-
cartar la posible existencia de una patología responsable
del sangrado.
11. ¿Puede una mujer quedar embarazada tras la
menopausia?
Tras 12 meses de haber cesado las menstruaciones de
forma espontánea ya no existe riesgo de embarazo. Sin
embargo, aunque la fertilidad disminuye marcadamente
a partir de los 40 años de edad y pueden producirse alte-
raciones menstruales durante la premenopausia, es acon-
sejable la utilización del método anticonceptivo adecuado
para cada mujer en estos años previos al establecimiento
de la menopausia.
12. ¿Es la menopausia una enfermedad?
La menopausia no es ninguna enfermedad. Es un fenóme-
no biológico natural que se produce en todas las mujeres:
mujeres que están sanas para vivir muchos años después
del cese de su función reproductiva. Sin embargo, aun-
que la menopausia es un fenómeno universal, cada mujer
vive este proceso de manera particular. Para unas muje-
res, supone un alivio al cesar sus preocupaciones tanto
relativas a evitar un embarazo como a tener la regla en
sí misma. Otras, en cambio, lo encajan como un signo de
envejecimiento en una sociedad que valora la juventud
y la fertilidad. De hecho, el que la mujer se sienta enfer-
ma en esta etapa de su vida no depende sólo del cese de
funcionalismo de los ovarios, sino que depende también
en gran manera de los factores socioculturales y psico-
lógicos dentro del proceso vital inevitable del envejeci-
miento. Por ello, tanto el entorno (familiar, social, laboral)
de la mujer como la estructura de su propio carácter y
su actitud psicológica resultan esenciales en este sentido
y explican la variable naturaleza, incidencia e intensidad
de las manifestaciones asociadas a la menopausia que
La menopausia
LIBRO DE LA SALUD
196
refieren las mujeres de los diferentes grupos culturales,
educacionales y raciales de población.
13. ¿Qué consecuencias tiene para la mujer el cese
de las menstruaciones?
El cese de las menstruaciones en sí mismo no tiene ningu-
na consecuencia negativa para la mujer ya que ello sólo
implica que el endometrio que recubre interiormente el
útero deja de crecer y descamarse periódicamente al ha-
ber cesado el funcionalismo de los ovarios. Es más, hay mu-
jeres que se sienten con un mejor estado general debido
a que con el cese de los sangrados menstruales mejoran
sus reservas de hierro e incluso la concentración sanguí-
nea de hematíes (células de la sangre cuyo déficit define
la ­anemia).
14. ¿Qué repercusiones puede tener el cese
de la función de los ovarios para el organismo
femenino?
El cese de funcionamiento cíclico de los ovarios implica
unos efectos hormonales característicos (esencialmente,
una marcada disminución en la producción de estróge-
nos y un aumento de las gonadotrofinas) que pueden
contribuir a una serie de cambios en el organismo fe-
menino. Estos cambios (que con frecuencia se denomi-
nan síntomas, aun cuando este término debe reservarse
para describir enfermedades y la menopausia no es una
enfermedad) no los presentan todas las mujeres, varían
en intensidad de una mujer a otra, y no siempre pueden
explicarse tan sólo por las variaciones hormonales pro-
pias de la menopausia, sino que existen otros factores
responsables que actúan en este tramo de edad de la
mujer. Sólo las sofocaciones, la sudoración nocturna y di-
ficultad para dormir (que pueden ser responsables a su
vez de irritabilidad, sensación de cansancio, nerviosismo),
y algunos cambios en el aparato genital y urinario (por
ejemplo, sensación de sequedad y/o irritación en la vulva
y vagina por adelgazamiento de la piel y de las mucosas
que pueden ocasionar a su vez molestias al tener relacio-
nes sexuales y molestias o dificultad para orinar) pueden
atribuirse directamente a la disminución en la produc-
ción de estrógenos. Algunos de estos cambios, como, por
ejemplo, las sofocaciones tan vinculadas a esta etapa de
la vida de la mujer, pueden aparecer ya durante la pre-
menopausia cuando comienzan a alterarse los períodos
menstruales, y desaparecen en general espontáneamen-
te al cabo de un tiempo tras estabilizarse el desequilibrio
hormonal que se produce en la transición a la menopau-
sia. Y es que, si bien con la menopausia cesa el funciona-
miento cíclico de los ovarios, la mujer no se queda con
un déficit absoluto de estrógenos, ya que el organismo
femenino tiene mecanismos alternativos para producir
estas hormonas aunque a un nivel más bajo que durante
la etapa reproductiva.
A pesar de que los estrógenos tienen una acción fi-
siológica clara y beneficiosa sobre los huesos y las arterias
de la mujer, el cese de la función de los ovarios a una edad
propia de la menopausia natural no es el responsable úni-
co y directo del aumento de patología ósea (osteoporosis o
disminución de la densidad del hueso, que se hace más po-
roso, con aumento del riesgo de fractura) y cardiovascular
(alteraciones del colesterol, arteriosclerosis, hipertensión
arterial) que se observa en la mujer a partir de los 50-55
años, y que se deben esencialmente al proceso de enve-
jecimiento en sí mismo y a la existencia de enfermedades
concomitantes.
15. ¿Qué mujeres necesitan tratamiento debido a
la menopausia?
Ya se comentó anteriormente que muchas mujeres no ex-
perimentan los cambios asociados al establecimiento de la
menopausia con la intensidad y/o la duración suficientes
como para requerir tratamiento.
El denominado tratamiento hormonal (TH) en la pos-
menopausia,queconsisteenlaadministracióndeestrógenos
y progesterona (o de estrógenos solos si a la mujer se le ex-
tirpó el útero previamente), está indicado esencialmente en
aquellas mujeres con problemas importantes de sofocacio-
nes y/o sequedad vaginal que dificultan su actividad diaria y
alteran su calidad de vida. En estos casos el tratamiento debe
realizarse con la dosis más baja que resulte efectiva y durante
el menor tiempo posible ya que la TH durante más de cuatro
o cinco años tiene riesgos para la salud de la mujer (por ejem-
plo, aumento del riesgo de cáncer de mama, trombosis ve-
nosa y embolias pulmonares, infarto de miocardio, trombosis
cerebral y enfermedades de la vesícula biliar). En cambio, en
las mujeres con menopausia precoz es obligado elTH para no
privar a la mujer, antes de tiempo, de los efectos beneficiosos
que los estrógenos tienen sobre los huesos y las arterias y en
estoscasoseltratamientodebeprolongarsealmenoshastala
teóricaedaddelamenopausianatural.Apartedeestasdossi-
tuaciones no existe actualmente ninguna otra indicación del
TH como terapéutica de primera línea, si bien en mujeres con
menopausia reciente y alto riesgo de osteoporosis y fractura,
197
puede emplearse excepcionalmente el TH si no se toleran o
resultan ineficaces otros tipos de terapéutica y la mujer de-
bidamente informada acepta los riesgos y beneficios de este
tratamiento a medio o largo plazo.
Lo que toda mujer debe tener en cuenta es que la
menopausia representa un momento idóneo para hacer
un balance general de su estado de salud y calidad de vida
y mejorarlos, si cabe, mediante un adecuado control médi-
co y la implementación de las medidas oportunas relativas
a la dieta (por ejemplo, pobre en grasas, con aporte sufi-
ciente de calcio —es recomendable 1,5 g/día en la mujer
menopáusica—), ejercicio y estilo de vida (por ejemplo,
andar, exponerse al sol), supresión de hábitos tóxicos (por
ejemplo, tabaco, café en exceso, alcohol), etc.
16. ¿Son útiles los denominados tratamientos
alternativos en la mujer menopáusica?
Actualmente existe un creciente interés por el uso de las
medicinas denominadas complementarias o alternativas
en la mujer posmenopáusica, con el objetivo de obtener
potencialesbeneficiossinlosriesgosquepuedecomportar
el tratamiento hormonal farmacológico. Los dos productos
más utilizados son sobre todo las isoflavonas (el tipo más
habitual de los denominados fitoestrógenos) y también la
Cimicífuga racemosa.
Las isoflavonas se encuentran en diferentes vege-
tales que forman parte de nuestra dieta habitual pero es-
pecialmente en los alimentos derivados de la soja, que se
consumen sobre todo en países asiáticos. El empleo de las
isoflavonas en las mujeres menopáusicas se basa en la ac-
tividad estrogénica débil de estas sustancias y por ello hay
mujeres que obtienen alivio de sus sofocaciones cuando
toman estos preparados. Sin embargo, no hay una eviden-
cia científica definitiva en este sentido y hay mujeres en las
que no tienen efecto, lo cual puede depender tanto de la
heterogeneidad en la composición de los preparados utili-
zados como de las características individuales de cada mujer
(absorción y metabolización del producto, tipo de dieta que
realiza, etc.). La proteína total de soja con su contenido en
isoflavonas puede contribuir a mejorar la salud cardiovascu-
lar y por eso la Agencia de Alimentación y Medicamentos
norteamericana aprobó el uso de estos nutrientes estable-
ciendo que «25 g/día de proteína de soja como parte de una
dieta baja en grasas saturadas y colesterol puede reducir el
riesgo de enfermedad coronaria». Por tanto, es una declara-
ción que condiciona este efecto beneficioso en el contexto
de mantener una alimentación pobre en grasas. En cambio,
no existe evidencia suficiente para asegurar que las isoflavo-
nas puedan ser útiles para evitar la pérdida de masa ósea en
la mujer y en todo caso esto no puede reemplazar, sino com-
plementar, una dieta y estilo de vida adecuados tal como se
expuso en el apartado anterior.
Aunque existe la creencia generalizada de que los
tratamientos alternativos o naturales «no suponen nin-
gún peligro para la salud», dada la acción estrogénica de
las isoflavonas, hay que ser cautos en su administración
a mujeres con antecedentes de cáncer de mama, ya que
esta neoplasia es estimulada por los estrógenos. En estos
casos, si la mujer tiene sofocaciones, es preferible el uso
de los preparados de Cimicífuga racemosa, una planta
originaria de Norteamérica pero existente también en
Europa y conocida popularmente como black cohosh.
La raíz es la parte de la planta utilizada como sustancia
medicinal y contiene una serie de principios activos que
no tienen una acción estrogénica directa, y son útiles en
cambio para reducir los problemas de sofocos y sudo-
raciones por su acción en el centro cerebral que regula
los cambios de temperatura corporal. En Alemania está
aprobado el uso de los extractos de esta raíz para esta
La menopausia
Unejerciciofísicoadecuado,moderadoyregularesmuyrecomendablepara
mejorarelestadodelasalud,tantoantescomodespuésdelamenopausia.
LIBRO DE LA SALUD
198
indicación desde hace años. Recientemente, la Agencia
Europea del Medicamento ha comunicado la detección
de siete casos de toxicidad hepática en mujeres que to-
maban preparados medicinales no comercializados y en
dosis muy superiores a las recomendadas, por lo que es
aconsejable que su uso sea indicado y controlado por un
médico cualificado.
Glosario
Climaterio: período de la vida femenina de cierta extensión y
límites imprecisos que comprende desde que comienza a esta-
blecerse la pérdida de la función reproductiva de la mujer hasta la
senectud. El climaterio puede durar años (tanto anteriores como
posteriores a la instauración de la menopausia).
Endometrio: mucosa o membrana que recubre el interior del
útero o matriz y que, bajo el influjo de las hormonas (estrógenos
y progesterona) producidas por los ovarios, se prepara cada mes
para la anidación del embrión en caso de que la mujer haya que-
dado embarazada al fecundarse el óvulo que se expulsó del ova-
rio aquel mes. En caso de no existir embarazo, el endometrio se
desprende y se expulsa con la regla conjuntamente con la sangre
menstrual.
Folículos ováricos: pequeñas estructuras existentes en los ova-
rios, visibles por ecografía como pequeñas formaciones de as-
pecto de quiste, cada una de las cuales contiene un óvulo en su
interior. Producen las hormonas (estrógenos y progesterona) que
preparan el endometrio para la anidación del embrión. En la pu-
bertad, cuando la mujer tiene la primera regla, existen entre dos-
cientos mil y trescientos mil folículos en los ovarios, mientras que
al llegar a la menopausia la población folicular está prácticamente
agotada.
Hormona foliculoestimulante (FSH): hormona que, producida
por una glándula (denominada hipófisis) que está en la base del
cerebro, es esencial para estimular el crecimiento de los folículos
de los ovarios. La elevación de las concentraciones sanguíneas de
FSH tal como ocurre en la menopausia, es un indicador de que
los folículos ováricos se han agotado y se ha perdido la capacidad
reproductiva de la mujer.
Menopausia: deriva del griego men, que quiere decir ‘mes’, y
pausis, que significa‘cese’o‘interrupción’. Por ello, este término se
emplea para designar el cese permanente de la menstruación y
se refiere por tanto a la fecha de la última regla que tuvo la mujer.
Constituye un hecho puntual dentro del período de la vida feme-
nina denominado climaterio.
Bibliografía
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.«Restricciónde
las indicaciones terapéuticas de la terapia hormonal de sustitución
en la menopausia». http://www.fitec.ull.es/docs/23en04.htm.
Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos. Monografía
sobre salud de la mujer y menopausia. http://www.nhlbi.nih.gov/
health/prof/heart/other/wm_menop.pdf.
Saludelamujer.com.Guíadeprácticaclínicaenmenopausiaypostmeno-
pausia. http://www.saludelamujer.com/menopausia/index2.htm.
Sociedad Norteamericana de Menopausia. Guía sobre la menopausia.
http://www.menopausia.org/scripts/menopause.dll/Guia_Menopausia_
Cover_Page.htm.
Womenshealth.gov. Centro Nacional de Información sobre la Salud
de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de
los Estados Unidos. Menopausia. http://www.4woman.gov/search/
siteresults.cfm?criteria=menopause&searchtype=site&x=27&y=10.
• La menopausia corresponde a la fecha de la última regla
de la mujer, que se da por término medio alrededor de
los 50-52 años como consecuencia del cese de la activi-
dad funcional cíclica de los ovarios propia de la época
reproductiva femenina.
• Lamenopausianoesningunaenfermedadyaunqueelcese
de funcionamiento cíclico de los ovarios implica unos efec-
tos hormonales que pueden contribuir a que la mujer ex-
perimente algunos cambios en su organismo, que sesienta
enferma en esta etapa de su vida no depende sólo del cese
de funcionalismo de los ovarios, sino también en gran ma-
neradelosfactoressocioculturalesypsicológicosdentrodel
proceso vital inevitable del envejecimiento.
• El tratamiento hormonal (estrógenos y progesterona)
en la menopausia no debe ser universal y debe limitarse
esencialmente a las mujeres en las que las sofocaciones
y/o la sequedad vaginal alteren de forma importante su
calidad de vida. En estos casos el tratamiento debe ad-
ministrarse en la dosis más baja que resulte efectiva y
durante el menor tiempo posible.
• Los denominados tratamientos alternativos o comple-
mentarios para la menopausia pueden ser útiles en al-
gunas mujeres, pero en ningún caso pueden suplir a la
implementación de medidas adecuadas referidas a la
dieta y estilo de vida de la mujer.
Resumen
199
1. ¿Qué es el envejecimiento?
Es un proceso fisiológico, progresivo y universal determi-
nado por factores genéticos, psicológicos y sociales y en
el que influyen decisivamente factores externos como la
dieta, el contacto con tóxicos, la presencia de enferme-
dades crónicas y la falta de ejercicio, entre otros. Durante
este proceso se produce un deterioro de las funciones del
organismo que convierte a los ancianos sanos en frágiles,
lo que incrementa su vulnerabilidad para sufrir enfermeda-
des y finalmente morir.
2. ¿El ritmo de envejecimiento es igual en todas las
personas?
No. El envejecimiento es un proceso que puede variar
mucho de un individuo a otro e incluso en un mismo in-
dividuo según los órganos. Ello es debido al papel que
desempeñan los factores externos mencionados (hábitos
saludables, hábitos tóxicos, enfermedades, etc.). De la in-
teracción entre genética y factores externos se derivará un
envejecimiento normal o saludable, o patológico.
3. ¿Qué entendemos por envejecimiento
saludable?
El que consigue que las funciones físicas y mentales del in-
dividuo se deterioren sólo en la etapa final de la vida, limi-
tando así el período de dependencia del anciano a la fase
final de su vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
Capítulo 20
El envejecimiento
Dr. Emilio Sacanella
Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Alfonso López-Soto
Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado
de Medicina de la Universidad de Barcelona
utiliza el concepto de envejecimiento activo o libre de dis-
capacidad en lugar de envejecimiento saludable, haciendo
referencia a la optimización de las oportunidades de salud,
entendida como bienestar físico, mental y social, partici-
pación y seguridad, con el objetivo de mejorar la calidad
de vida a medida que la persona envejece. Para alcanzarlo
debemos promover la salud y prevenir las enfermedades
durante todo el ciclo vital.
La actividad física regular es necesaria para mantener en óptimas
condicionesdefuncionamientoelaparatocardiovascular,elrespiratorio
y el musculoesquelético.
LIBRO DE LA SALUD
200
4. ¿Qué es un anciano dependiente?
Es una persona que por el motivo que sea ha perdido su
autonomía funcional (independencia), por lo que requiere
ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria
(comer, lavarse, vestirse, caminar), y que ha perdido el con-
trol de los esfínteres (incontinencia urinaria y/o fecal). La si-
tuación de dependencia puede ser reversible o no según la
enfermedad que la haya producido (por ejemplo: fractura
de fémur o demencia, respectivamente) y es más frecuente
a medida que se envejece (véase tabla 1).
5. ¿Qué se puede hacer para envejecer mejor?
Obviamente, la carga genética que condiciona nuestro en-
vejecimiento no es modificable, pero sí los factores exter-
nos (dieta, tabaquismo, etc.) que al incidir sobre la primera
determinan cómo envejecemos. Estas medidas se resu-
men en evitar hábitos insanos y promover hábitos saluda-
bles, además de realizar una detección precoz de enferme­
dades. La adopción de estas medidas durante toda nuestra
existencia nos permitirá prolongar la esperanza de vida
libre de discapacidad.
6. ¿Existe relación entre la alimentación y el
envejecimiento saludable?
Sí. Existe una clara relación entre dieta y desarrollo de
enfermedades crónicas muy recurrentes en los ancianos,
como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o la hi-
percolesterolemia. Por lo tanto, una dieta adecuada pue-
de prevenir el desarrollo de éstas y otras enfermedades.
Además, debemos recordar que las necesidades nutricio-
nales de los ancianos son similares a las de los jóvenes
excepto en la ingesta calórica, de forma que la dieta del
anciano debe ser tan rica y variada como la del joven para
prevenir el desarrollo de deficiencias nutricionales. Un
buen modelo nutricional es la dieta mediterránea, que se
basa en el elevado consumo de frutas, verduras, legum-
bres, cereales, frutos secos y pescado, la utilización de
aceite de oliva y el escaso consumo de grasa saturada y
carne roja.
7. ¿Existe relación entre la actividad física y el
envejecimiento saludable?
Sí. La actividad física regular es necesaria para mantener
en óptimas condiciones de funcionamiento el aparato
cardiovascular, el respiratorio y el músculo-esquelético, lo
que se asocia a una franca reducción de la mortalidad glo-
bal y de la de causa cardíaca (25%). Además, retrasa el de-
terioro funcional y mejora el estado mental y emo­cional.
Sin embargo, más de la mitad de la población mayor de 65
años es físicamente inactiva. Una actividad física de inten-
sidad moderada, como caminar o nadar treinta minutos
al día, es suficiente para mejorar nuestra salud, aunque la
combinación de ejercicios de flexibilidad, equilibrio y re-
sistencia sería la actividad física óptima recomendada a
los ancianos.
8. ¿Existe relación entre el riesgo vascular de
un individuo y la probabilidad de alcanzar un
envejecimiento saludable?
Sí. El riesgo vascular de un paciente es la probabilidad de
padecer una complicación cardiovascular futura, especial-
mente la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio
o la trombosis cerebral. Estas enfermedades suponen una
de las primeras causas de discapacidad y muerte en los an-
cianos y están directamente relacionadas con la presencia
de factores de riesgo vascular como la hipertensión arte-
rial, la diabetes, el aumento del colesterol y el taba­quismo.
Es fundamental la detección precoz y el tratamiento ade-
cuado (ejercicio físico diario y dieta y fármacos cuando
sea preciso). Esto es especialmente importante cuando
coexisten varios factores de riesgo en la misma persona
(véase tabla 2).
TABLA 1. Esperanza de vida (EV) y esperanza de vida sin discapacidad (EVSD) según el sexo,
en personas entre los 65-85 años de vida en España
(porcentaje)
Edad EV (hombres) EV (mujeres) EVSD (hombres) EVSD (mujeres)
65 16,0 20,0 11,3 12,3
70 12,6 15,8 8,2 8,8
75 9,5 11,9 5,5 5,9
80 7,0 8,6 3,5 3,6
85 4,9 5,8 2,0 2,0
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, 1999.
201
9. ¿Deben tomar todos los ancianos ácido
acetilsalicílico para prevenir el infarto de
miocardio o una trombosis cerebral?
No. El ácido acetilsalicílico es un fármaco muy eficaz
para prevenir problemas cardiovasculares, cardíacos o
cerebrales, especialmente si ya se ha padecido un pri-
mer episodio. Sin embargo, se asocia a efectos secun-
darios potencialmente graves como la aparición de una
úlcera de estómago o una hemorragia digestiva. Por lo
tanto, su prescripción a un anciano dependerá del ries-
go vascular que tenga cada individuo medido por es-
calas especialmente diseñadas para ello. En general, se
considera que está indicado si el riesgo de padecer un
infarto de miocardio es igual o superior al 15% o 20% en
diez años.
10. ¿Existen medidas preventivas para reducir el
riesgo de desarrollar una demencia?
Sí. La causa más frecuente de demencia es la enfermedad
de Alzheimer, seguida de las enfermedades de origen
vascular. En este último caso, las medidas consistirían
en controlar estrictamente los factores de riesgo vascu-
lar que producen la lesión de la circulación cerebral y
que hemos mencionado previamente. Sin embargo, en
la enfermedad de Alzheimer no está tan establecido. Se
cree que algunos factores como el uso de determinados
fármacos (estrógenos, antiinflamatorios, antidepresi-
vos) y sustancias antioxidantes así como poseer un ni-
vel educativo más alto ejercen un papel protector. Por
el contrario, la existencia de antecedentes familiares
supone un factor de riesgo. Sea cual fuere el origen de
la demencia, su detección precoz mediante el uso de es-
calas de evaluación cognitiva, sobre todo en la atención
primaria, es el arma más eficaz para retrasar su progre-
sión, tanto a través de medidas de estimulación cognitiva
(terapia ocupacional), como por la administración de
medicamentos específicos (por ejemplo, inhibidores de
la colinesterasa).
11. ¿La pérdida de memoria asociada a la edad es
sinónimo de demencia?
No. La alteración de la memoria asociada a la edad no im-
plica necesariamente el desarrollo de demencia a medio
plazo. Sólo un porcentaje pequeño de personas con este
problema evolucionan a un cuadro de demencia comple-
to. Por eso, debe hacerse un seguimiento de las personas
que refieran problemas de memoria para comprobar si
progresa o no y si afecta a otras funciones cerebrales, y en
ese caso decidir si procede iniciar algún tratamiento.
TABLA 2. Factores de riesgo vascular que deben
controlarse en los ancianos para reducir la
posibilidad de infarto, angina de pecho o
trombosis cerebral
Hipertensión arterial
Diabetes mellitus
Colesterol
Triglicéridos
Tabaquismo
Ácido úrico
Obesidad
El envejecimiento
Un soporte familiar adecuado es básico en el proceso de envejecimiento.
LIBRO DE LA SALUD
202
cia médica, mientras que aquellos en la situación opuesta
sufren un mayor grado de discapacidad y mortalidad a
medio plazo.
14. ¿Qué relación existe entre hábitos tóxicos y
envejecimiento saludable?
El consumo de tabaco y alcohol son los principales hábi-
tos tóxicos que pueden afectar negativamente el proceso
de envejecimiento. El primero se asocia a enfermedades
como el cáncer de pulmón o la arteriosclerosis, y también
a una reducción de la autonomía funcional por la pérdida
de masa muscular (sarcopenia) y ósea (osteoporosis). Por
lo tanto, evitar este hábito es beneficioso para la salud a
cualquier edad. Por otro lado, el consumo de alcohol se
asocia a problemas graves de salud (adicción, cardiopa-
tía, cirrosis hepática, accidentes de tráfico, caídas), por lo
que no es aconsejable su consumo especialmente en dosis
elevadas (más de tres vasos de vino al día en hombres y
la mitad en mujeres). Sin embargo, estudios recientes han
demostrado que el consumo moderado de alcohol puede
ser beneficioso porque se asocia a una reducción del ries-
go de complicaciones vasculares.
15. ¿Existen enfermedades específicas de los
ancianos?
No, aunque sí existen enfermedades que son más frecuen-
tes en las personas mayores que en los jóvenes, como el
cáncer, la demencia, la cardiopatía isquémica, la trombosis
cerebral o la enfermedad de Parkinson.
16. ¿Qué son los síndromes geriátricos?
Son problemas específicos, no enfermedades, de la gente
mayor, que pueden estar producidos por diferentes causas.
Los más importantes son: las caídas, la desnutrición, las
úlceras por decúbito (inmovilidad), la polifarmacia (pro-
blemas derivados de consumir muchos medicamentos), el
cuadro confusional (delirio), la deficiencia sensorial (pérdi-
da de audición y/o visión) y el estreñimiento. Usualmente,
están interrelacionados y condicionan la evolución funcio-
nal del anciano y su calidad de vida, por lo que detectarlos
precozmente y corregir los que sean potencialmente re-
versibles ayudará a mejorar la calidad de vida del anciano
(véanse tabla 3 y figura 1).
17. ¿Qué se puede hacer para prevenir las caídas?
El riesgo de caídas accidentales aumenta con la edad y has-
ta un 30% de los mayores de 64 años sufre caídas anual-
12. ¿Son necesarias las vacunas más allá de los
65 años?
Sí. Esta demostrado que las personas mayores de 65 años
se benefician de las vacunas antigripal y antineumocócica
(contra un tipo de neumonía) especialmente si padecen
enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia cardíaca
o bronquitis crónica), porque reducen el riesgo de com-
plicaciones infecciosas graves y por tanto de muerte. Por
otro lado, administrar adecuadamente la dosis de recuerdo
contra el tétanos es imprescindible, ya que aunque infre-
cuente, es una enfermedad con una mortalidad muy ele-
vada en los ancianos.
13. ¿Existe relación entre la sociabilidad del
anciano y el envejecimiento saludable?
Sí. El concepto de salud según la OMS incluye la esfera de
salud física y también la psicológica-emocional. Para cui-
dar esta última, es fundamental preservar las relaciones
sociales adecuadas. De hecho, está demostrado que los
ancianos que mantienen una socialización activa (a través
de la familia, amigos, clubes de jubilados, viajes, etc.) tie-
nen una mayor calidad de vida y requieren menos asisten-
Envejecer junto a la pareja es también un importante elemento de
apoyo en esta etapa.
203
mente, de los cuales un 1,5% presenta lesiones graves
como una fractura de fémur. Existe una relación compro-
bada entre inactividad física, consumo elevado de medi-
camentos (especialmente los sedantes), pérdida de visión,
problemas en el pie, barreras arquitectónicas y tasa de caí-
das. Por lo tanto, prevenirlas implica detectar estos facto-
res y corregirlos siempre que sea posible.
18. ¿Qué se puede hacer para prevenir la
osteoporosis?
La osteoporosis es, la descalcificación de los huesos que
afecta especialmente a las mujeres posmenopáusicas por
la pérdida de hormonas sexuales femeninas (estrógenos),
y se asocia a un mayor riesgo de fracturas, especialmente
de fémur. La osteoporosis se puede detectar a través de
una exploración específica que es la densitometría ósea.
La prevención de este problema pasa por mantener una
actividad física regular, una dieta rica en calcio y, en los ca-
sos indicados, la administración de fármacos que eviten
la descalcificación.
TABLA 3. Principales síndromes geriátricos con
impacto en la salud y calidad de vida
en el anciano
Caídas
Deterioro cognitivo
Síndrome confusional
Depresión
Desnutrición
Polifarmacia
Inmovilidad
Estreñimiento
Úlceras en la piel
Deficiencia sensorial
El envejecimiento
Figura 1. Interrelación entre los síndromes
geriátricos
SD. DEPrESiVO
iNMOViLiZACiÓN
FrACTurA
ESTrEÑiMiENTODELiriO
CAÍDA
uPP*
* Úlceras por decúbito (úlceras cutáneas debidas a la inmovilidad).
Las personas mayores deben mantener una actividad física e intelectual
adecuada.
LIBRO DE LA SALUD
204
19. ¿Son más peligrosos los medicamentos en los
ancianos que en los jóvenes?
Sí. Ciertamente, cualquier medicamento junto a sus efectos
curativos lleva aparejada una serie de efectos secundarios
perniciosos. Los ancianos, al tener un funcionamiento dis-
minuido de la mayoría de sus órganos (riñón, hígado, etc.),
pueden tener problemas para eliminar los medicamentos.
Además, los ancianos suelen consumir varios a la vez, lo
que aumenta de forma importante el riesgo de presentar
reacciones adversas. Finalmente, la probabilidad de erro-
res en la toma de medicamentos es más elevada a causa de
la pérdida de memoria y los problemas visuales.
20. ¿Qué se puede hacer para prevenir el cáncer en
la vejez?
La prevalencia de cáncer en los ancianos es más alta que
en los jóvenes. La primera medida sería haber evitado el
contacto con sustancias carcinogénicas como el tabaco,
el alcohol y otras propias del ámbito laboral (asbesto, tin-
tes, etc.). Además, existen medidas para la detección pre-
coz de los cánceres más frecuentes entre los ancianos,
como son el de mama, colon, cuello uterino, próstata,
pulmón y piel. Para cada uno de ellos existen estrategias
preventivas adecuadas (véase tabla 4) que es aconse­
jable cumplir.
21. ¿Dónde deben vivir los ancianos?
Lo ideal es que vivan en el hogar donde han vivido siem-
pre, aunque es aconsejable efectuar las modificaciones
oportunas para garantizar su seguridad (como eliminar las
barreras arquitectónicas). Asimismo, con los ancianos con
pérdida de capacidad funcional se debe intentar utilizar las
ayudas domiciliarias, los servicios de teleasistencia y otros
recursos, procurando mantener al anciano en su domicilio
el máximo tiempo posible con las mayores garantías de se-
guridad. El ingreso de ancianos en residencias geriátricas
debería limitarse únicamente a situaciones de dependen-
cia severa o aislamiento social que imposibiliten mante-
nerlo en su domicilio.
Glosario
Deficiencia sensorial: este término hace referencia a la pér-
dida de visión y/o audición del anciano que puede interferir
con sus actividades y relaciones sociales, y de esta forma al-
terar su calidad de vida y causar problemas de salud impor-
tantes (fractura tras una caída). Es bien conocido que la edad
avanzada se asocia a pérdida de visión (reducción de la agu-
deza visual) por múltiples causas, algunas de ellas reversibles
o controlables como la catarata (opacidad del cristalino) con
tratamientos específicos. Asimismo, la pérdida de audición
(hipoacusia) también es frecuente en los ancianos y a veces
reversible (tapón de cerumen). Por ello es importante la de-
tección precoz de ambos problemas para corregirlos siempre
que sea posible.
Dependencia: estado en que se encuentran las personas que por
razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o
intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importan-
tes para realizar actividades habituales de la vida diaria.
Riesgo vascular: probabilidad que tiene una persona de pre-
sentar una enfermedad vascular como angina de pecho, infarto
agudo de miocardio o trombosis cerebral en 10 años. Hay dife-
rentes escalas que evalúan el riesgo vascular del paciente, que se
TABLA 4. Principales estrategias de prevención
recomendadas por la Organización
Mundial de la Salud y/o la Asociación
Americana de Salud Pública en personas
mayores de 65 años
Estrategia Frecuencia
Medición de la presión arterial anual
Vacunación antigripal anual
Medición del peso corporal anual
Vacunación antineumocócica dosis única
Dejar de fumar en cada visita
Determinación de colesterol
cada cinco
años
Determinación de glicemia anual
Detección de pérdida de audición anual
Detección de pérdida de visión anual
Densitometría (detección de osteoporosis)
cada uno o
dos años
Detección de deterioro cognitivo anual
Mamografía (detección de cáncer de mama)
cada uno o
dos años
Exploración ginecológica (detección de
cáncer ginecológico)
cada tres años
Examen de la piel (detección de cáncer
de piel)
anual
PSA* y tacto rectal (detección de cáncer de
próstata)
anual
Examen de sangre oculta en heces
(detección de cáncer de colon)
anual
* PSA: antígeno prostático específico.
205
calcula en función de diferentes parámetros del individuo tales
como: edad, cifra de colesterol sanguíneo, diabetes, tabaquismo,
hipertensión, etc. Cuantos más factores de riesgo de los descritos
existan, mayor es la probabilidad de desarrollar una enfermedad
vascular futura, y por ello las medidas preventivas que se requeri-
rán serán mayores.
Sarcopenia: término que refleja la pérdida de masa muscular de
los ancianos a medida que envejecen. Aunque hace referencia a
la masa muscular, se considera que es un reflejo de la masa magra
(proteica) de otros órganos vitales. La existencia de este proble-
ma implica un mayor riesgo de discapacidad en el anciano y de
mortalidad a medio plazo, por lo que promover factores que pre-
vienen o enlentecen su aparición, como el ejercicio físico regular y
una dieta equilibrada, debe ser prioritario en la atención sanitaria
a los ancianos.
Bibliografía
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www.healthinaging.org/agingintheknow/.
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trición e Higiene de los Alimentos de La Habana. http://www.
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www.who.int/topics/ageing/es/.
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Todo Ancianos. Envejecimiento. http://www.todoancianos.com/
temas/resultados.asp?idCaracteristica=Envejecimiento.
El envejecimiento
• El envejecimiento es un proceso que padecen todos los
individuos y que depende de la interacción entre fac-
tores genéticos y externos (dieta, contacto con tóxicos,
enfermedades, etc.).
• Envejecer de forma saludable requiere evitar prácticas
insanas, promover hábitos saludables y seguir estrate-
gias de prevención de enfermedades durante toda la
vida del individuo.
• Limitar la dependencia en el anciano sólo a la etapa final
de su vida es un objetivo prioritario, que únicamente
puede conseguirse con un enfoque multidimensional,
es decir, incidiendo sobre aspectos médicos, sociales
y psicológicos.
• Que el anciano se mantenga activo tanto física como
socialmente tiene un impacto de primer orden sobre su
calidad de vida y estado de salud.
Resumen
Libro Salud
principales problemas
de salud
Libro Salud
209
Capítulo 21
La angina de pecho y
el infarto de miocardio
Dr. Pablo Loma-Osorio
Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Ginés Sanz
Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Departamento de Investigación
Traslacional del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid. Profesor titular de Medicina
de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué son las arterias coronarias y para qué
sirven?
El corazón es un órgano cuya función es bombear sangre a
todas las partes del cuerpo con el fin de aportar las sustan-
cias necesarias para su funcionamiento, tales como el oxí-
geno y la glucosa. El corazón está formado principalmente
por tejido muscular (miocardio) y está dividido en cuatro
cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. La sangre rica
en oxígeno sale del corazón hacia los órganos por la arte-
ria aorta, distribuyéndose a todos los puntos por múltiples
ramificaciones. La sangre que retorna de los órganos es re-
cogida por las venas y dirigida hacia el corazón.
El corazón, como todos los músculos, también ne-
cesita oxígeno y nutrientes para contraerse y así bombear
la sangre; de hecho, el sistema cardiovascular destina las
primeras arterias nacidas desde la aorta a la nutrición del
corazón. Éstas son las arterias coronarias (véase figura 1).
Las arterias coronarias son dos, la arteria corona-
ria derecha y la arteria coronaria izquierda, que recorren
la superficie del corazón en forma de diadema o corona.
La arteria coronaria izquierda en seguida se divide en dos
arterias llamadas arteria circunfleja y arteria descenden-
te anterior, de forma que en la práctica hablamos de tres
arterias coronarias principales: la descendente anterior, la
circunfleja y la coronaria derecha.
Las necesidades de oxígeno de los diferentes órga-
nos del cuerpo varían continuamente a lo largo del día,
La angina de pecho es causa frecuente de visita al Servicio de
Urgencias. En algunos hospitales existen unidades especializadas en
realizar un diagnóstico y tratamiento rápidos, denominadas Unidades
de Dolor Torácico.
LIBRO DE LA SALUD
210
dependiendo de la actividad. El sistema cardiovascular
debe poseer una gran capacidad de adaptación, ya que
tiene que responder a diferentes requerimientos de con-
sumo energético, tan distintos como pueden ser dormir
o jugar un partido de fútbol. Esta adaptación se consigue
fundamentalmente modificando la fuerza y la frecuencia
con las que el corazón se contrae. De esta forma, en deter-
minadas circunstancias, tales como el ejercicio físico o el
estrés, las necesidades energéticas y de oxígeno del propio
músculo cardíaco pueden aumentar, exigiendo por parte
de las arterias coronarias un mayor aporte de sangre.
2. ¿Qué es la enfermedad coronaria?
La enfermedad coronaria, también conocida como cardio-
patía isquémica, es una situación en la que alguna zona del
músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno debido a
Figura 1. El corazón (vista anterior)
Arteria aorta
Arteria pulmonar
Aurícula izquierda
Arteria coronaria izquierda
Pericardio
Arteria coronaria
descendente anterior
Ventrículo izquierdo
Ventrículo derecho
Arteria coronaria derecha
Aurícula derecha
Vena cava
El corazón es un potente músculo con cuatro cavidades (dos aurículas en la parte superior y dos ventrículos en la parte inferior). A él llegan y de él salen las
venas y arterias principales: vena cava y vena pulmonar, arteria aorta y arteria pulmonar. Las arterias coronarias distribuyen el oxígeno al músculo cardíaco.
El corazón está recubierto de una doble membrana denominada pericardio.
211
un problema en las arterias coronarias. Así pues, el término
isquemia miocárdica indica la falta de aporte sanguíneo al
corazón.
Las dos formas principales de presentación de la
enfermedad coronaria son la angina de pecho y el infar-
to de miocardio. En la angina de pecho la falta de oxígeno
es transitoria y no produce daño en el tejido cardíaco; sin
embargo, en el infarto de miocardio la falta de oxígeno es
prolongada, con lo que se produce la muerte (también lla-
mada necrosis) de una parte del tejido cardíaco.
3. ¿Por qué se produce la enfermedad coronaria?
Con diferencia, la causa más frecuente de enfermedad co-
ronaria es la aterosclerosis. Se trata de una enfermedad en
la que se acumulan en la pared de las arterias sustancias
grasas, calcio y células inflamatorias, formando placas que
protruyen o sobresalen en la luz del vaso (las llamadas pla-
cas de ateroma) y que producen un estrechamiento de
la arteria.
Desde la infancia, y en las arterias de múltiples zonas
del organismo (arterias coronarias, aorta, arterias del cere-
bro, arterias de las piernas), se van desarrollando estas pla-
cas de ateroma, favorecidas por el tabaquismo, el colesterol
alto, la obesidad, la diabetes y la presión arterial elevada o
hipertensión; son los llamados factores de riesgo cardiovas-
cular. Además, hoy sabemos que la aparición y progresión
de estas placas está relacionada también con factores here-
ditarios, con la dieta y otros factores de tipo ambiental.
Las placas aterosclerosas, además de estrechar la
luz y disminuir el flujo de sangre que llega a distintas partes
del corazón, pueden romperse, lo que provoca la coagula-
ción de la sangre en ese punto de la arteria, reduciendo
todavía más el calibre del vaso o incluso ocluyéndolo. Estos
coágulos se denominan también trombos, y el proceso de
coagulación o trombosis.
4. ¿Cuáles son los factores de riesgo en la
enfermedad coronaria?
Como se ha mencionado en la pregunta anterior, existen
factores que influyen en la aparición y progresión de la en-
fermedad coronaria. Son los llamados factores de riesgo, que
se dividen en dos tipos: modificables y no modifica­bles. Fac-
tores de riesgo como el sexo, la edad, la raza o la herencia no
se pueden modificar; pero hay otros muchos que pueden
corregirse con cambios de estilo de vida, lo que ayuda a re-
ducir el riesgo coronario, como: tabaquismo, hipertensión
arterial, hipercolesterolemia, diabetes y obesidad.
5. ¿Qué puede hacer una persona para evitar la
aterosclerosis y sus consecuencias: la angina de
pecho y el infarto de miocardio?
Tras años de investigación, se conoce con precisión cuál es
la importancia relativa de los diferentes factores de riesgo
y la forma de modificarlos si se desea evitar la enfermedad
coronaria. A estas actuaciones sobre los factores de riesgo
que se llevan a cabo en personas sanas, con el fin de evitar
que desarrollen la enfermedad, se las conoce en conjunto
como prevención primaria. Por el contrario, cuando el indi-
viduo ya padece la enfermedad y se intenta evitar su pro-
gresión, controlando los factores de riesgo, hablamos de
prevención secundaria. El tratamiento de las enfermedades
que constituyen factores de riesgo coronario se refiere en
los capítulos correspondientes. A continuación se resumen
de forma sucinta las principales medidas de prevención:
• No fumar: el tabaco es muy adictivo y dejar de
fumar es difícil, lo que hace que algunos enfer-
mos sigan fumando, exponiéndose a un riesgo
innecesario.
• Ejercicio físico regular: la práctica de ejercicio de
forma regular (40-60 minutos, 4-5 días por semana)
ayuda a mantener un peso normal, reducir el coles-
terol y la presión arterial, además de mejorar la cali-
dad del sueño. Se sabe que hacer ejercicio reduce la
probabilidaddedesarrollarunaenfermedadcorona-
ria y mejora el pronóstico de los pacientes que han
sufrido un infarto o tienen angina de pecho. Se reco-
mienda la realización de ejercicio aeróbico mode-
radocomoandar,correr,nadaromontarenbicicleta,
siempredeacuerdoconlacapacidadfísicaylasposi-
bles limitaciones del aparato cardiovascular. El con-
sejo y control médico a la hora de comenzar un plan
deejercicioesmuyimportanteparacualquieradulto
noentrenado,yfundamentalenelcasodeenfermos
coronarios,enloscualesunaevaluacióncardiológica,
que puede incluir una prueba de esfuerzo, deter-
mina cuál es el ejercicio más adecuado en cada caso.
Es importante evitar el ejercicio físico extenuante y
procurar no someter el sistema cardiovascular a un
trabajo excesivo, para lo que puede ser de ayuda
conocer la frecuencia cardíaca máxima teórica, que
se obtiene de restar la edad a 220. Se debe inten-
tar no sobrepasar el 75-80% de este valor. Ejemplo:
para una persona de 60 años su frecuencia cardíaca
máxima será 220 – 60 = 160 pulsaciones por minuto.
La angina de pecho y el infarto de miocardio
LIBRO DE LA SALUD
212
Durante el ejercicio no deberá pasar del 75% de 160,
o sea, de 113 latidos por minuto.
Es muy recomendable iniciar el ejercicio por un
calentamiento e ir aumentando el esfuerzo progresiva-
mente, así como disminuirlo progresivamente también.
Se debe parar en caso de notar dolor en el pecho, palpi-
taciones muy rápidas o ahogo desproporcionado con el
ejercicio que se realiza y, sobre todo siempre, en caso de
ser un enfermo coronario, debe consultarse con un cardió-
logo antes de comenzar con un programa de ejercicio o
tras haber sufrido un infarto.
• Dieta cardiosaludable: la mejor y más fácil preven-
ción es la dieta; una buena dieta, como la medi-
terránea, es ideal para prevenir la enfermedad
cardiovascular.
• Control del estrés: el estrés y determinadas formas
de reaccionar ante él se han relacionado con la
probabilidad de desarrollar enfermedad coro-
naria así como con el inicio de angina de pecho
e infarto de miocardio. El ritmo de vida actual
impone frecuentemente situaciones estresantes y
es imposible eliminar algunas de ellas, por lo que
es muy importante aprender a manejar el estrés.
Haber padecido una angina de pecho o un infarto
de miocardio es una oportunidad única para plantearse la
vida de otra manera, intentando que la prisa y las preocu-
paciones no se apoderen de nosotros.
Si se tiene la impresión de no poder controlar el
estrés por los propios medios, existen técnicas como la
meditación y la relajación, que han demostrado mejorar el
pronóstico tras un infarto de miocardio. El paciente debe
ser asesorado por su cardiólogo.
6. ¿Qué es la angina de pecho?
La falta de oxígeno en el miocardio se manifiesta por
un dolor típico denominado angina de pecho o angor
pectoris. Es un dolor opresivo o un malestar que se inicia en
el centro del pecho y puede extenderse a los brazos, con
más frecuencia al izquierdo, pero también a codos, muñe-
cas, espalda o mandíbula. Se debe a una falta de riego
sanguíneo en una parte del corazón, por la existencia de
placas de ateroma en las coronarias.
La falta de riego o isquemia miocárdica general-
mente se pone de manifiesto en aquellas circunstancias en
que el músculo cardíaco necesita más aporte de oxígeno
(esfuerzos físicos, frío, estrés o emociones). En este tipo de
angina, que denominamos angina estable, el paciente es
capaz de predecir cuándo aparecerá el dolor (por ejem-
plo, al caminar cuesta arriba o al subir un determinado
número de escalones). Igualmente aprende que el dolor
desaparece con el reposo o con el uso de nitroglicerina
sublingual. La nitroglicerina es un medicamento vasodila-
tador, es decir, capaz de dilatar las arterias, y por lo tanto de
aumentar el flujo de sangre en la arteria estrecha.
Enotrasocasiones,laaparicióndelaanginanotiene
que ver con el esfuerzo, o bien aparece cada vez con menos
ejercicio, no cede fácilmente con el reposo ni la nitrogli-
cerina, o dura más de 20 minutos. En todas estas circuns-
tancias decimos que se trata de una angina inestable y la
causa más frecuente es la rotura de una placa de ateroma,
sobre la que se genera un trombo. Cuando éste ocluye
toda la arteria, el flujo de sangre se detiene y pueden apa-
recer complicaciones graves como el infarto de miocardio,
trastornos del ritmo cardíaco (arritmias) y muerte súbita,
por lo que se necesita atención médica urgente.
7. ¿Cuál es el tratamiento de la angina de pecho?
Los medicamentos que pueden ayudar a controlar la an-
gina de pecho actúan, o bien disminuyendo el consumo
miocárdico de oxígeno, o bien aumentando el aporte de
sangre al corazón al dilatar las arterias coronarias.
La nitroglicerina es el fármaco más utilizado: dilata
las arterias coronarias y así aumenta la cantidad de sangre
que llega al músculo cardíaco. Otros medicamentos son los
beta-bloqueantes y los antagonistas del calcio, que bajan
la presión arterial y la frecuencia cardíaca con lo cual dismi-
nuye el consumo energético del corazón. Los antiagregan-
tes plaquetarios, como la aspirina y algunos fármacos para
disminuir el colesterol (estatinas), han demostrado mejorar
el pronóstico en la enfermedad coronaria.
La angina de pecho puede solucionarse mediante
un procedimiento conocido como angioplastia percutá-
nea, en la cual las estrecheces causadas por la ateroscle-
rosis son dilatadas mecánicamente mediante un pequeño
balón que se hincha dentro de la arteria, mejorando así el
riego del corazón.
Cuando la enfermedad coronaria es muy extensa
y no puede resolverse mediante angioplastia percutánea,
puede recurrirse a la cirugía de revascularización corona-
ria, llamada cirugía de bypass o injerto ­aortocoronario.
El cirujano, utilizando porciones de venas o arterias de
213
otras partes del cuerpo del propio paciente, realiza un
puente entre la aorta y la arteria coronaria afectada, salvan-
do la parte estrecha, lo que permite a la sangre circular sin
dificultad. Pese a que es una operación importante, que
necesita anestesia general y la apertura del esternón, los
avances en esta técnica hacen que en la actualidad la se-
guridad y los resultados sean muy buenos.
8. Tras sufrir una angina de pecho, ¿qué
precauciones se deben tomar?
Cuando se ha sufrido una angina de pecho, hay que seguir
unos hábitos de vida saludables (dieta cardiosaludable, ejer-
cicio físico regular, abstención del tabaco, control de la pre-
sión arterial y el colesterol) que se detallan más adelante.
Además, hay algunas cosas que se deben tener
en cuenta:
• Llevar siempre nitroglicerina sublingual (comprimi-
dosoespray)yatenderalafechadecaducidad.Una
nitroglicerina caducada puede no hacer efecto.
• Llevar consigo una copia del informe médico y el
último electrocardiograma, así como la medica-
ciónhabitual,sobretodosisepiensaconsultarcon
algún profesional de la salud o realizar un viaje.
La angina de pecho y el infarto de miocardio
Figura 2. El corazón (vista interna)
Arteria aorta
Vena pulmonar
Válvula aórtica
Aurícula izquierda
Válvula mitral
Ventrículo izquierdo
Pericardio
Miocardio
Endocardio
Tabique interventricular
Ventrículo derecho
Válvula tricúspide
Aurícula derecha
Vena cava
Las válvulas cardíacas comunican las distintas cavidades cardíacas entre sí y las conectan con las grandes arterias y venas. La válvula mitral comunica la
aurícula izquierda con el ventrículo izquierdo, y la válvula tricúspide, la aurícula derecha con el ventrículo derecho. La válvula aórtica es la salida del ventrículo
izquierdo a la arteria aorta.
LIBRO DE LA SALUD
214
En algunos casos la angina puede predecirse y pre-
venirse. Si se sufre angina siempre con un mismo tipo de
esfuerzo, por ejemplo al subir unas escaleras, debe admi-
nistrarse nitroglicerina antes de comenzar el esfuerzo.
No deben hacerse esfuerzos físicos extenuantes:
conviene dejarse guiar por la opinión del cardiólogo a la
hora de practicar deporte.
9. ¿Qué debe hacerse si se repite la angina?
Es importante discutir con el cardiólogo qué hacer cuan-
do aparece un dolor anginoso. En líneas generales, si ya se
ha sido diagnosticado de cardiopatía isquémica y se cree
tener un nuevo episodio de angina de pecho, se deben se-
guir los siguientes pasos: detenerse y sentarse o acostarse
si es posible y administrarse una dosis de nitroglicerina de-
bajo de la lengua (la nitroglicerina puede bajar la tensión y
producir algún mareo). El efecto adverso más común de la
nitroglicerina es el dolor de cabeza y se produce en más de
un veinticinco por ciento de los pacientes que la usan; tras
cinco minutos, si no ha cedido el dolor, se volverá a admi-
nistrar otra dosis de nitroglicerina y se llamará al teléfono
de urgencias.
10. ¿Qué es el infarto agudo de miocardio?
Cuando una placa de ateroma de una arteria coronaria se
rompe, se forma sobre ella un coágulo que obstruye com-
pletamente el interior de la arteria, dejando una parte de
músculo cardíaco sin irrigación, lo que produce la necrosis
o muerte de esa zona del miocardio. Es lo que se conoce
como infarto agudo de miocardio. Se trata de una enfer-
medad potencialmente grave, cuya severidad depende en
gran parte de la rapidez con que se trate.
11. ¿Qué consecuencias puede tener el infarto
agudo de miocardio?
Su gravedad viene dada por su extensión, y por consi-
guiente por la disminución en la fuerza de contracción
del corazón. La extensión depende fundamentalmente del
lugar donde se obstruye la arteria y del tiempo que pasa
desde que se ocluye hasta que puede restaurarse el flujo
normal de sangre. Normalmente se considera que, pasa-
das 12 horas desde el inicio de los síntomas, los tratamien-
tos para abrir la arteria responsable del infarto no pueden
salvar el músculo ya que la necrosis (muerte celular) se ha
completado.
Otras consecuencias que puede tener el infarto son
las arritmias, o alteraciones del ritmo cardíaco, que a veces
pueden ocasionar la muerte del paciente en las primeras
horas. Por esto es tan importante acudir rápidamente a los
servicios de urgencias y que el tratamiento específico se
administre lo antes posible.
En todo caso, el corazón tiene una importante ca-
pacidad de reserva, y en la mayoría de los casos, tras un
infarto agudo de miocardio, el músculo cardíaco sano rea-
liza el trabajo necesario sin repercusión sobre la calidad de
vida del paciente.
12. ¿Cómo se detecta un infarto agudo de
miocardio?
No todos los infartos de miocardio se manifiestan igual; sin
embargo, hay unos síntomas típicos de infarto que son:
• Dolor opresivo en el centro del pecho, que pro-
voca mucho malestar y es prolongado (más de
30 minutos). Este dolor puede extenderse por el
brazo izquierdo, o por ambos brazos y el cuello.
• Dificultad para respirar, normalmente acompaña-
da de dicho dolor.
• Otros síntomas como náuseas, mareos, angustia o
sudor frío deben hacer sospechar la presencia de
un infarto en pacientes con enfermedad coronaria.
13. ¿Qué debe hacerse si se sospecha estar
sufriendo un infarto agudo de miocardio?
El objetivo es conseguir atención médica urgente. Se debe
contactar con el servicio de emergencias médicas si es po-
sible o ser acompañado a un centro sanitario. En ningún
caso es recomendable conducir hasta un hospital.
14. ¿Qué tratamientos existen para el infarto
agudo de miocardio?
El objetivo del tratamiento es abrir la arteria obstruida por
el coágulo lo más rápidamente posible. Cuanto menos
tiempo pase desde el inicio de los síntomas hasta la aper-
tura de la arteria, menor será el infarto. Para ello existen
dos alternativas:
1. Trombolisis. Se administra por vía venosa un fár-
maco conocido como trombolítico o fibrinolítico,
que disuelve el coágulo causante del infarto.
2. Angioplastia primaria. Consiste en la realización
de un cateterismo cardíaco, en el cual se intro-
duce un catéter (un fino tubo de un plástico
especial) hasta llegar a la zona afectada y allí,
215
si es posible, se hincha un pequeño balón para
romper el coágulo. A menudo, con el balón de
angioplastia, se despliega una malla metálica
conocida como stent, que sujeta el interior de la
arteria disminuyendo la posibilidad de que ésta
vuelva a cerrarse.
El tratamiento se realiza en el hospital. Es funda-
mental que el paciente esté estrechamente vigilado (con-
trol del ritmo cardíaco y la presión arterial) por personal
experto, ya que en las primeras 24-48 horas pueden apa-
recer algunas complicaciones graves como arritmias o in-
suficiencia cardíaca (dificultad del corazón para bombear
una adecuada cantidad de sangre), que de ser detectadas
a tiempo pueden ser fácilmente tratadas.
Con este objetivo, en los primeros días el paciente
es ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos Car-
diológicos. Durante este período se limita la movilidad del
paciente y se utilizan algunas técnicas especiales (catéteres
venosos, control del nivel de azúcar en sangre, radiografías
y electrocardiogramas). Dichas medidas pueden resultar
algo incómodas, pero garantizan su seguridad y no se pro-
longarán muchos días.
Tras permanecer estable y haber descartado las
posibles complicaciones, el paciente es trasladado a una
sala de hospitalización de cardiología donde se llevan a
cabo algunas pruebas para completar el estudio del infar-
to (ecografía, prueba de esfuerzo, etc.), y se introducen al-
gunos medicamentos que serán de utilidad para prevenir
nuevos infartos o complicaciones.
15. ¿Qué pruebas diagnósticas existen?
Para el diagnóstico de la cardiopatía isquémica o para
controlar a los pacientes que ya han sufrido un episo-
dio de la enfermedad, hay una serie de pruebas que con­
viene conocer:
• Análisis de sangre, ya que pueden ayudar a cono-
cer si existe daño en el músculo cardíaco después
de un episodio de dolor torácico. Además son im-
portantes porque informan sobre los niveles de
colesterol.
• El electrocardiograma es un registro en papel de la
actividad eléctrica del corazón. Es de gran utilidad
ante un dolor torácico porque permite identificar
tanto la falta de oxígeno en el músculo cardíaco
(isquemia miocárdica) como la muerte (necrosis)
de una zona de miocardio (infarto de miocardio).
Además permite conocer el ritmo del corazón y
diagnosticar las arritmias.
• La ecocardiografía utiliza ultrasonidos (es una
prueba similar a la que se realiza a las mujeres
embarazadas para estudiar al feto) para conocer
la función de bomba del corazón en sus diferen-
tes regiones, y permite evaluar el estado de otras
partes del corazón como son las válvulas. Es una
prueba breve e indolora.
• La prueba de esfuerzo o ergometría trata de for-
zar el corazón mediante ejercicio físico (caminar
en una cinta o pedalear en bicicleta) con el fin de
aumentar sus necesidades de oxígeno, en un
intento de provocar la isquemia y poner así de
­manifiesto la existencia de enfermedad coronaria.
En lugar del ejercicio físico se pueden utilizar
medicamentos; en estos casos la prueba se de-
nomina de estrés farmacológico. Durante la prue-
ba se analizan los síntomas, se controla la ten-
sión arterial y se registra el electrocardiograma.
En ocasiones se puede complementar la prueba
de esfuerzo con la adquisición de imágenes del
corazón mediante la ecocardiografía o la inyec-
ción endovenosa de un isótopo radiactivo. Ade-
más, la ergometría sirve para establecer el nivel
de ejercicio que puede hacerse sin peligro, tras
haber padecido una angina de pecho o un infar-
to de miocardio.
• El cateterismo cardíaco o coronariografía con-
siste en puncionar una arteria de la pierna o del
La angina de pecho y el infarto de miocardio
El tabaco es probablemente el factor de riesgo cardiovascular más
importante. Tres años después de abandonar el hábito, el riesgo
cardiovascular se iguala al de los pacientes que no han fumado nunca.
LIBRO DE LA SALUD
216
brazo e introducir en ella un catéter que se con-
duce por el árbol arterial hasta el nacimiento de
las arterias coronarias en la raíz aórtica. Allí se
inyecta un contraste y se toman unas imágenes
por rayos X, que permiten visualizar las lesiones
(estenosis) que existen en las arterias. Además
de diagnosticar la enfermedad coronaria, esta
prueba permite, mediante unos catéteres con
un pequeño balón en la punta, dilatar las zonas
estrechas, mejorando el riego del corazón. A me-
nudo la dilatación con balón (angioplastia coro-
naria) se completa con el implante de una malla
metálica conocida como stent, que evita que la
arteria vuelva a estrecharse, mejorando el resul-
tado del procedimiento.
16. ¿Se puede evitar que progrese la enfermedad
coronaria?
Se conoce desde hace años que en los individuos que pa-
decen enfermedad coronaria el control de los factores de
riesgo mejora la supervivencia y la calidad de vida. De ahí
que la necesidad de controlar todos los factores de riesgo
(prevención secundaria) sea más estricta que en individuos
sanos. Deben fijarse objetivos más concretos y ambiciosos:
el primero y más importante es dejar de fumar. Se sabe que
dejar de fumar mejora el pronóstico de forma drástica en
los pacientes coronarios. Tres años después de dejar de fu-
mar, el riesgo cardiovascular se iguala al de los pacientes
que no han fumado nunca.Tras un primer infarto, la morta-
lidad a los cinco años de los pacientes que siguen fumando
es tres veces superior que la de quienes lo dejan.
La corrección del resto de factores de riesgo es
igualmente importante y los objetivos que deben discutir-
se con el médico se resumen en la tabla 1.
17. ¿Puede volver a sufrirse otro infarto agudo de
miocardio?
Está demostrado que siguiendo los hábitos de vida saluda-
bles ya descritos y tomando la medicación prescrita por su
cardiólogo, las probabilidades de que el paciente vuelva a
sufrir un infarto se reducen mucho.
18. ¿Por qué, si el paciente no presenta factores de
riesgo, ha tenido un infarto agudo de miocardio?
Pese a que se ha avanzado mucho en el conocimiento de las
causas de la enfermedad coronaria, no se conocen en su tota­
lidad.Porunladoexisteuncomponentehereditarioimportan-
te en el desarrollo de la enfermedad coronaria, que depende
de múltiples genes y es difícil de predecir. El consumo de co-
caína puede explicar algunos casos de infarto agudo de mio-
cardio sin factores de riesgo conocidos. Por otro lado, existen
factorestodavíanobiendeterminadosrelacionadosconelen-
torno de vida y hábitos de vida actuales, que podrían explicar
algunos de los casos de enfermedad coronaria en los que no
se encuentran los factores de riesgo cardiovascular clásicos.
19. ¿Puede retomarse la vida laboral después de
un infarto agudo de miocardio?
En prácticamente todas las ocasiones se puede retomar
una actividad laboral completa tras haber tenido un infarto
de miocardio. La extensión del infarto, junto con el tipo de
trabajo que se realiza son los factores más importantes que
Tabla 1. Objetivos de la prevención secundaria:
cómo prevenir la repetición de un infarto o
una angina de pecho
Factor de riesgo Objetivo
Tabaquismo Dejar de fumar
Hipertensión Mantener la presión arterial ≤ 130/85
Hipercolesterolemia
Alcanzar cifras de:
Total < 200
LDL 70-100
HDL > 50
Triglicéridos < 150
Diabetes
Alcanzar cifras de:
Glucemia en ayunas < 140
Hb1Ac < 7%
Obesidad
Reducir peso hasta:
IMC < 25
Hb1Ac: hemoglobina glicada.
IMC: índice de masa corporal.
La prueba de esfuerzo o ergometría somete el corazón a un esfuerzo
físico con el fin de aumentar sus necesidades de oxígeno y poner así
de manifiesto la posible existencia de una enfermedad coronaria.
217
valora el cardiólogo a la hora de decidir cuándo un pacien-
te vuelve al trabajo. En todo caso es conveniente tomarse
con cierta calma y de forma pausada la vuelta, que suele
ser posible al mes de haber sufrido el infarto.
20. ¿Se puede hacer deporte?
La actividad física disminuye la probabilidad de volver a tener
otro infarto, controla los factores de riesgo cardiovas­cular, me-
jora la capacidad de ejercicio y la calidad de vida. Al igual que
para la actividad laboral, en función de la extensión del infarto
y del tipo de deporte que se practique —ayudado en muchas
ocasionesporlainformaciónobtenidadelapruebadeesfuerzo
(véasepregunta15)—,elcardiólogorecomendaráelmomento
de iniciar la actividad deportiva y la intensidad con la que ésta
se puede practicar. Como norma general, se recomienda du-
ranteelprimermestraselinfarto,iniciarlaactividadfísicacami-
nando a diario a buen paso, aumentando cada día la distancia
recorrida. Si pasado este tiempo el paciente se encuentra bien,
y siempre bajo control médico, podrá iniciar una actividad más
vigorosa, evitando siempre los ejercicios extenuantes.
21. ¿Se puede conducir tras un infarto?
Generalmente se recomienda evitar conducir vehículos de
motor durante el primer mes tras el infarto. Conducir puede
llegar a ser cansado y estresante, por lo que es convenien-
te reiniciar esta actividad de forma progresiva. En algunos
casos, particularmente en infartos muy extensos o compli-
cados con ciertas arritmias, puede estar contraindicado con-
ducir. Debe consultarse siempre con el cardiólogo.
22. ¿Qué sucede con la vida sexual?
En la mayoría de las ocasiones, se retoma la actividad
sexual previa al infarto y no tiene por qué diferenciarse de
la practicada por las personas que no padecen enferme-
dad coronaria. Sin embargo hay algunos aspectos que de-
ben tenerse en cuenta:
• Precozmente, tras la experiencia del infarto y la hos-
pitalización, el miedo y el desconocimiento no favo-
recen las relaciones sexuales, pudiendo ser causa de
impotenciapsicológica.Debenconsultarseconelcar-
diólogo todas las dudas posibles y darse un tiempo.
• Algunos medicamentos que se utilizan después
del infarto, en algunos pacientes pueden pro-
ducir impotencia. Si se tiene la impresión de que
esto es así, hay que consultarlo porque puede te-
ner solución.
• No deben utilizarse medicamentos ni hacer cam-
bios en la medicación sin consultar con el cardió-
logo, ya que puede ser peligroso.
• Aunqueenalgúncasoexistelaposibilidaddeutilizar
medicamentoscomoelsildenafilo(Viagra®),nodebe
hacerse sin una consulta previa con el médico. Estos
fármacos deben utilizarse siempre bajo prescripción
médica, ya que son incompatibles con algunos de
los medicamentos que se toman tras un infarto.
23. ¿Qué es la rehabilitación cardíaca?
La rehabilitación cardíaca es un programa de educación en
hábitos saludables y control de los factores de riesgo aso-
ciado a un plan de ejercicio físico progresivo, individualiza-
do, que, además de mejorar el pronóstico de los pacientes
tras un infarto de miocardio, ayuda a la reincorporación a la
vida cotidiana. Pese a que no está disponible en todos los
centros sanitarios, si se tiene la posibilidad de seguir uno
de estos programas, debe realizarse.
24. ¿Hay que seguir algún control médico?
Es muy probable que previamente al alta del hospital, al
paciente se le haya practicado alguna de las pruebas con
el fin de conocer la extensión de su enfermedad corona-
ria, la gravedad del infarto que ha padecido, la presencia
de complicaciones y su tolerancia al esfuerzo. Conforme
a todo ello se le aconsejará sobre los hábitos de vida que
debe seguir y se le prescribirá la medicación necesaria.
Tras el alta del hospital, deberá contactar con su mé-
dico de cabecera, entregarle el informe del hospital y tratar
con él las medidas de prevención secundaria y la medica-
ción que debe tomar. Ocasionalmente acudirá a la consulta
del cardiólogo para realizar controles periódicos que garan-
ticen una evolución adecuada.
Glosario
Angina estable: es la angina de pecho que se desencadena siem-
preconelmismoniveldeesfuerzo(porejemplo,alsubirunmismo
número de escaleras), en contraposición con la angina inestable,
que es aquella que progresa en el tiempo o aparece en reposo.
Angina de pecho: dolor torácico agudo, a veces manifestado como
opresión o malestar, que normalmente comienza en el centro del
pecho y puede extenderse a los brazos, el cuello o la mandíbula. Se
puederelacionarconelejercicio,lasemocionesolascomidascopio-
sas. Está causado por una deficiente oxigenación del músculo car-
díaco, normalmente a consecuencia de una enfermedad coronaria.
La angina de pecho y el infarto de miocardio
LIBRO DE LA SALUD
218
Angioplastia percutánea: dilatación de la luz de un vaso (por
ejemplo, una arteria) mediante un catéter-balón introducido des-
de la piel. El balón, al hincharse en la zona de estenosis (estre-
chez), consigue aumentar el calibre del vaso.
Antagonistas del calcio: fármacos vasodilatadores que reducen
la presión arterial (y algunos de ellos la frecuencia cardíaca), por lo
que son útiles en el tratamiento de la angina estable.
Antiagregantes: medicamentos que dificultan la coagulación de la
sangre al impedir que las plaquetas funcionen con normalidad. Estos
fármacos, entre los que destaca la aspirina, son muy útiles para evitar
la trombosis arterial, particularmente la trombosis de las placas de
ateroma, responsables de los síndromes coronarios agudos.
Arritmia:alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen taquiarritmias (ta-
quicardias) en las que el corazón tiene una frecuencia superior a 100 la-
tidos por minuto en reposo, y bradiarritmias (bradicardias), en las que el
corazóntieneenreposounafrecuenciainferiora55latidosporminuto.
Beta-bloqueantes: fármacos frecuentemente empleados en el tra-
tamiento de los pacientes con cardiopatía isquémica. Reducen el tra-
bajo del corazón al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Estatinas: fármacos muy utilizados, que inhiben la síntesis celular
del colesterol y son muy eficaces para reducir sus niveles en san-
gre. Junto con una dieta saludable, las estatinas están indicadas
en todas las personas que tienen un colesterol elevado o un alto
riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Infarto de miocardio: muerte de células musculares cardíacas,
generalmente causada por la falta de oxigenación que sigue a la
oclusión completa de una arteria coronaria, como consecuencia
de la trombosis de una placa de ateroma. Una parte del tejido car-
díaco queda lesionada habitualmente de forma irreversible.
Placa de ateroma: acumulaciones de grasas, calcio, células infla-
matorias y desechos celulares, formadas en el interior de las arte-
rias, en relación fundamentalmente con la presencia de factores
de riesgo cardiovascular. Estas placas pueden obstruir parcial o
totalmente la luz de las arterias.
Protrusión: avanzamiento anormal de una zona, tumor u órgano,
por aumento de volumen o por una causa posterior que lo empuja.
Stent: dispositivo intravascular, generalmente metálico, que se
introduce montado en un balón que al hincharse dentro del vaso,
despliega éste con el fin de aumentar el calibre de una estrechez.
Los stents coronarios son un tratamiento empleado con frecuen-
cia en los pacientes con cardiopatía isquémica.
Bibliografía
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http://www.fisterra.com/guias2/iam.asp.
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http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000195.
htm.
Sociedad Española de Cardiología. Revista Española de Cardiología
Online. http://www.revespcardiol.org.
Texas Heart Institute. Centro de Información Cardiovascular. «Angina
de pecho». http://www.texasheartinstitute.org/HIC/Topics_Esp/
Cond/angin_sp.cfm.
• La enfermedad coronaria, también conocida como cardio-
patíaisquémica,esunasituaciónenlaquealgunazonadel
músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno debido a
un problema en las arterias coronarias. Así pues, isquemia
miocárdica es la falta de aporte sanguíneo al corazón.
• La cardiopatía isquémica (angina de pecho e infarto de
miocardio) es una de las causas más importantes de en-
fermedad en los países desarrollados; concretamente,
en nuestro medio, es la primera causa de mortalidad.
• Con diferencia, la causa más frecuente de enfermedad
coronaria es la ateroesclerosis, dolencia en la que se
acumulan en la pared de las arterias sustancias grasas,
calcio y células inflamatorias, en forma de placas (lla-
madas placas de ateroma) que producen un estrecha-
miento de la arteria. La aterosclerosis se relaciona con la
presencia de los llamados factores de riesgo cardiovas-
cular (tabaquismo, hipercolesterolemia, hipertensión,
diabetes y obesidad).
• Las manifestaciones de la ateroesclerosis coronaria o
cardiopatía isquémica son la angina estable, la angina
inestable y el infarto de miocardio. La causa más fre-
cuente de las dos últimas es la rotura de una placa de
ateroma, sobre la que se genera un trombo.
• Existen diversos tratamientos para estas dolencias, entre
los que destacan los medicamentos (aspirina, nitroglice-
rina, estatinas, beta-bloqueantes) y las técnicas (angio-
plastia, cirugía coronaria), que permiten a los pacientes
recuperar en muchos casos las actividades habituales
con normalidad. El control de los factores de riesgo
cardiovascular es la medida más importante para evitar
la aparición de la enfermedad (prevención primaria), o
que ésta progrese (prevención secundaria).
Resumen
219
Capítulo 22
La hipertensión
Dra. Laura Ribera
Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Albert Botey
Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina
de la Universidad de Barcelona
Dr. Josep Maria Campistol
Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina
de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué es la presión arterial?
Es la presión con que circula la sangre por las arterias.
Cuando esta presión supera ciertos límites comporta
daño en la pared de los vasos y, a largo plazo, un aumen-
to en la incidencia de padecer complicaciones cardía-
cas y vasculares (como infarto de miocardio, angina de
pecho, insuficiencia cardíaca, hemorragias o trombosis
cerebrales, insuficiencia renal, etc.), que constituyen la
primera causa de mortalidad en el mundo occidental y
en nuestro país.
Su elevada prevalencia (aproximadamente uno de
cada tres individuos mayores de 18 años la padecen) y su
condición de factor de riesgo cardiovascular hacen que
sea hoy en día un problema importante de salud: de ahí la
necesidad de su detección precoz para poder instaurar las
medidas adecuadas y disminuir de esta forma las compli-
caciones que de ella se derivan.
2. ¿Cómo se define y se clasifica la hipertensión
arterial?
La hipertensión arterial es toda elevación persistente de la
presión arterial por encima de unos criterios considerados
como normales. La definición y clasificación viene esta-
blecida por un consenso entre expertos, pertenecientes a
diversas sociedades científicas, teniendo en cuenta los va-
lores de presión arterial por encima de los cuales aparecen
con seguridad aquellas complicaciones relacionadas con
La medición de la tensión arterial es el método más simple, accesible
y económico para detectar la existencia de hipertensión. Debe formar
parte de cualquier exploración médica básica.
LIBRO DE LA SALUD
220
la hipertensión y cuyo descenso proporciona más benefi-
cios que perjuicios.
En nuestro país, la Sociedad Española de Hiperten-
sión Arterial ha hecho suyas las recomendaciones de una
de estas sociedades: la Sociedad Europea de Hipertensión-
Sociedad Europea de Cardiología, efctuadas en 2003, por
considerarlas más ajustadas a nuestro ámbito de aplica-
ción clínica.
3. ¿Qué son los factores de riesgo cardiovascular?
En primer lugar hay que saber que el riesgo cardiovascular ya
se inicia con cifras de presión arterial de 115/75 mmHg y se
dobla por cada incremento de 20/10 mmHg. La presión arte-
rialelevadaejercesuefectoperniciosoendistintosórganosa
través del sistema circulatorio (vasos sanguíneos). Sin embar-
go hay otros factores que dañan el mismo sistema: es lo que
llamamos factores de riesgo cardiovascular. El médico ha de
detectarycontrolartodosestosfactoresquecoincidenenun
mismo paciente y que inciden en el mismo vaso para preve-
nir en lo posible las complicaciones cardiovasculares. Dichos
factores de riesgo se pueden clasificar en modificables y no
modificables. Entre los modificables destacan:
• Valores elevados de presión arterial sistólica y/o
diastólica.
• Tabaquismo.
• Dislipemia (colesterol-LDL >155 mg/dL o coleste-
rol-HDL < 40 mg/dL en hombres y < 48 mg/dL en
mujeres).
• Obesidad, considerada como factor de riesgo
cuando existe un índice de masa corporal (IMC ≥
30 kg/m2
) o un perímetro abdominal en la cintura
mayor a 102 cm en el varón y 88 cm en la mujer.
• Diabetes mellitus.
• Inactividad física, sedentarismo.
Y como factores de riesgo no modificables se en-
cuentran:
• Edad: se considera como riesgo una edad superior
a 55 años en varones y a 65 años en mujeres.
• Factores genéticos: antecedentes familiares de
enfermedadcardiovascularprematura,edadsupe-
rior a 55 años en varones y a 65 años en mujeres.
• Sexo masculino.
4. ¿Cuál es la causa de la hipertensión?
Enmásdelnoventaycincoporcientodeloscasosnosecon-
sigue conocer o determinar su causa, por lo que hablamos
de hipertensión arterial esencial o primaria. Sólo entre un 5%
y un 10% de los pacientes presentan la llamada hipertensión
secundaria o de causa conocida, atribuida a una patología de
órgano como causa de la hipertensión arterial: enfermeda-
des renales, endocrinas, psicógenas, neurológicas, farmaco-
lógicas o vasculares. Esta última puede ser curable.
Sin embargo se sabe que en la aparición de la
hipertensión arterial se han implicado:
• Factores genéticos. Es decir, que de padres a hijos
se transmite una tendencia o predisposición a
desarrollar cifras elevadas de presión arterial. En
la actualidad se desconoce el mecanismo exacto,
pero se ha visto que cuando una persona tiene
uno o dos progenitores hipertensos, su posibili-
dad de desarrollar hipertensión dobla la de aque-
llas personas que tienen ambos progenitores nor-
motensos. Dicho de otro modo, el 40% de nuestra
presión arterial está determinada genéticamente.
• Sexo. Los hombres no tienen más predisposición a
desarrollar hipertensión que las mujeres, aunque
cuandoéstaslleganalamenopausia,laposibilidad
Tabla 1. Definición y clasificación de los niveles de presión arterial
Categoría PAS* PAD**
Normotensión o hipertensión controlada
Óptima < 120 < 80
Normal 120-129 80-84
Normal-alta 130-139 85-89
Hipertensión arterial
Grado I 140-159 90-99
Grado II 160-179 100-109
Grado III ≥ 180 ≥ 110
Sistólica aislada > 140 < 90
*PAS: presión arterial sistólica.
**PAD: presión arterial diastólica.
221
de desarrollar cifras elevadas de presión arterial
se iguala a la de los hombres.
• Edad. La presión arterial aumenta con la edad ya
desde la infancia. Esto es siempre verdad para la
presión arterial sistólica; en cuanto a la diastólica,
a partir de los 50 años tiende a descender, con lo
que aumentará la presión arterial diferencial (pre-
sión de pulso).
• Raza. Se sabe que los individuos de raza negra
afroamericanos tienen el doble de posibilidades
de desarrollar hipertensión arterial que los de ori-
gen caucasiano, con mayor número de complica-
ciones (más infartos cardíacos y cerebrales).
• Sobrepeso. Es conocida la frecuencia de hiperten-
sión arterial entre los obesos. A cualquier edad, la
probabilidad de que un obeso presente hiperten-
sión arterial es entre dos y tres veces superior res-
pecto a los que están en su peso ideal. Por tanto,
a medida que se aumenta de peso se eleva la pre-
sión arterial, que es mucho más evidente en los
menores de 40 años y en las mujeres. El sobrepe-
so comporta también un descenso en la eficacia
de los fármacos antihipertensivos.
5. ¿Qué síntomas produce la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial no suele dar síntomas. De ahí que
más del treinta por ciento de la población no sepa que es
hipertensa. Los síntomas más comunes son totalmente
inespecíficos, y no guardan relación con las cifras de pre-
sión arterial: dolor de cabeza, sensación de falta de aire, vi-
sión borrosa y mareo. El dolor de cabeza es más frecuente
por la mañana al levantarse y predomina en la zona occi-
pital. La sensación de zumbidos de oídos, visión borrosa,
mareos con ciertas posturas o adormecimiento de mitad
del cuerpo deberían alertarnos de presión arterial bastan-
te elevada. En otras ocasiones, hemorragias por la nariz o
la conjuntiva, oleadas de calor y enrojecimiento de la cara
y el cuello y palpitaciones inducirán al médico a medir la
presión arterial.
6. ¿Qué puede pasar si no se controla la presión
arterial?
En principio hay que tener en cuenta que la hipertensión,
de forma casi siempre asintomática, seguirá un curso silen-
te afectando poco a poco la pared vascular de los vasos
sanguíneos; y en función de la localización de éstos se pro-
ducirán las siguientes complicaciones:
• En el corazón, las cifras de presión arterial eleva-
das de forma permanente hacen que éste ten-
ga que trabajar más, por lo que paulatinamente
aumentará de tamaño y finalmente fracasará
produciendo la llamada insuficiencia cardíaca.
Además, la hipertensión arterial acelera la ar-
teriosclerosis que en los vasos coronarios pue-
de producir la angina de pecho o un infarto de
miocardio.
• En el cerebro, pueden producirse trombos o rotu-
ras de las arterias provocando hemorragias cere-
brales o un infarto cerebral (ictus), con la consi-
guiente hemiplejia (parálisis).
• En la retina, puede producir rotura de los va-
sos retinianos provocando hemorragias, exu-
dados y edema de papila que conllevan dismi-
nución de la agudeza visual e incluso pérdida
de la visión.
• En la aorta, el continuo aumento de la presión
­arterial puede acelerar la arteriosclerosis y
debi­litar la pared, dando lugar a una dilatación
o aneurisma.
• En el riñón, se producirá un envejecimiento pre-
maturo de las arterias renales con el desarrollo de
insuficiencia renal, y a la larga necesidad de diáli-
sis o trasplante.
• Y en las extremidades inferiores se pueden formar
las llamadas úlceras hipertensivas; o por la arte-
riosclerosis puede aparecer dolor al caminar (de-
nominado claudicación intermitente).
La hipertensión
La probabilidad de que las personas obesas presenten hipertensión
arterial es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con
peso ideal. Normalizar el peso ayuda significativamente al control de
la hipertensión.
LIBRO DE LA SALUD
222
7. ¿Cómo se puede saber si se es hipertenso?
De una forma sencilla e inocua, es decir, con la utilización
de instrumental idóneo en condiciones óptimas de uso y
siempre empleado por personal que tenga conocimiento
de la técnica de medida de la presión arterial. Entre los dis-
tintos aparatos de medida de presión arterial que existen
en la actualidad tenemos:
• El esfigmomanómetro de mercurio: requiere per-
sonalfamiliarizadoconél;utilizaunfonendoscopio
para su uso, pero es el más exacto y el menos ex-
puesto a errores. Aunque es el aparato de medida
por excelencia, su uso público debe desaparecer
por la toxicidad del mercurio.
• El esfigmomanómetro de aire es también un
aparato preciso, e igualmente necesita de un fo-
nendoscopio para su uso.
• El aparato electrónico: este tipo de aparato se utiliza
mucho para realizar el autocontrol; no necesita
fonendoscopio porque lleva un detector del pulso
incorporado y es de fácil manejo.
8. ¿Se puede tomar la presión arterial uno mismo
en su domicilio?
Sí. Es lo que llamamos automedida domiciliaria de la presión
arterial, y consiste en medirse la presión arterial utilizan-
do aparatos electrónicos automáticos o semiautomáticos,
preferentemente del tipo oscilométrico. Las ventajas que
aporta son las siguientes:
• Ayudaatenerunamejoradherenciaaltratamientoya
queproporcionainformacióndelarespuestaaltrata-
miento antihipertensivo prescrito por el médico.
• Permite conocer si el paciente presenta el fenó-
meno de bata blanca. Este fenómeno consiste en
presentar una presión arterial normal durante la
actividad cotidiana, y unas cifras de presión ar-
terial elevadas cuando se está ante personal sa-
nitario, por la reacción de alerta que supone su
presencia. Este fenómeno es más frecuente ante
el médico que ante la enfermera.
• Ayuda al diagnóstico de hipertensión arterial
resistente.
• Detecta si el paciente presenta cifras demasiado
bajas durante el tratamiento.
• Es útil también en aquellas personas que no pue-
den acudir a las consultas de atención primaria
con facilidad, como los ancianos, los discapacitados
o los usuarios con incompatibilidad horaria.
Pero también pueden darse las siguientes desventajas:
• Imprecisión en el establecimiento de los valores
de presión arterial considerados como norma-
les. Algunos estudios consideran como normal, o
control óptimo, cifras inferiores a 130/85 mmHg.
• Inexistencia de datos prospectivos de morbi-
mortalidad.
Hay que tener en cuenta que todos los aparatos
domésticos utilizados para la toma de presión deben ser
examinados regularmente para controlar su exactitud.
9. ¿Por qué el médico puede proponer un registro
de la presión arterial durante 24 horas?
Para saber la presión arterial que tiene el paciente mientras
realiza sus actividades cotidianas. Es lo que se conoce como
medida ambulatoria de la presión arterial, y consiste en un sis-
tema de medida automática generalmente oscilométrico de
la presión arterial. Utiliza un manguito de brazo normalizado
que se infla con intervalos predeterminados, por lo general
cada 15-30 minutos durante el día y cada 30-60 minutos du-
rante la noche, por medio de una pequeña bomba. Las medi-
dasobtenidas,durante24-48horas,seconservanenlaunidad
que tiene el paciente para su lectura posterior por ordenador.
Presenta las siguientes ventajas:
• Proporciona información sobre el perfil de la pre-
sión arterial durante las 24 horas del día, ya que
permite múltiples medidas de la presión arterial.
• Posibilita obtener mediciones durante subperíodos
como el sueño y los períodos de vigilia o actividad.
• Estima el ritmo circadiano.
• Precisa un mínimo adiestramiento para el paciente.
• No induce reacción de alerta durante el inflado.
• Ofrece muchos posibles análisis de datos.
• Muestra una mejor correlación con la lesión de
órganos diana y pronóstico cardiovascular que la
medida en la consulta o la autodomiciliaria.
Y sus desventajas son:
• Posible pérdida de datos por un fallo en el equipo
o de cooperación.
223
• Posible interferencia en la vida normal del pacien-
te durante el trabajo o el sueño.
• Posible intolerancia por molestias, erupciones cu-
táneas, o alergias e incluso síntomas de isquemia
en el brazo.
• Coste de la técnica.
10. ¿En qué condiciones debe tomarse la presión
arterial?
Para tomar de forma correcta la presión arterial es conve-
niente que el paciente evite realizar ejercicio, comer, ingerir
cafeína y fumar durante, por lo menos, los 30 minutos pre-
vios a la medición de la presión arterial. La habitación debe
ser confortable y silenciosa y el paciente debe descansar
por lo menos durante 5 minutos antes de proceder a la me-
dida. El brazo debe estar siempre a la altura del corazón.
Además, debe estar cómodamente apoyado y relajado, ya
que de lo contrario podría aumentar la presión diastólica
hasta un 10%. Normalmente se obtienen mayores cifras en
el brazo derecho y, si la diferencia entre ambos brazos es
igual o superior a 10 mmHg, la medición debe realizarse en
el que presente las cifras más elevadas. La anchura normal
aproximada del brazal para adultos es de 13-15 cm (largo
de 30-35 cm), aunque en niños y obesos se requieren otros
tamaños. Las anchuras recomendadas son: menos de un
año: 2,5 cm; de uno a cuatro años: 5,6 cm; de cuatro a ocho
años: 8-9 cm; adultos muy obesos: 16-18 cm. Lo importan-
te es que la cámara interior de goma sea lo bastante ancha
para cubrir dos tercios de la longitud del brazo, y suficien-
temente larga para abarcar, al menos, el 80% de su circun-
ferencia. El brazal debe abarcar de una y media a dos veces
la anchura del brazo. Si hay que elegir entre un brazal de-
masiado estrecho y otro demasiado ancho, debe preferirse
el segundo. Un manguito demasiado corto y/o estrecho
medirá presiones falsamente elevadas, y uno demasiado
ancho y/o largo, falsamente bajas.
11. ¿Cada cuánto tiempo debe medirse la presión
arterial?
Se aconseja que en adultos mayores de 18 años con una
presión arterial sistólica inferior a 130 mmHg y diastólica
inferior a 85 mmHg, se mida cada dos años; entre sistólica
de 130-139 y diastólica de 85-89 mmHg, al cabo de un año;
entre sistólica de 140-159 y diastólica de 90-99 mmHg,
confirmar a los dos meses; entre sistólica de 160-179 y
diastólica de 100-109 mmHg, confirmar en menos de un
mes; si la sistólica es superior a 180 mmHg o la diastólica
supera 110 mmHg, se debe iniciar su estudio o remitir
inmediatamente al paciente a un centro de referencia. Con
mucha frecuencia, cuando se detecta la hipertensión, ésta
ya presenta repercusiones orgánicas evidentes.
Una vez asegurado el diagnóstico de hipertensión
arterial e iniciado el tratamiento antihipertensivo, los con-
troles deberían hacerse cada dos o cuatro semanas (antes,
si el paciente presenta HTA estadio 3 o tiene riesgo cardio-
vascular alto o muy alto) hasta observar la tolerancia a la
medicación y lograr el objetivo terapéutico.
Si la presión está controlada y el paciente presenta
un riesgo bajo o medio, la visita médica se hará cada seis o
incluso doce meses. Si por el contrario el riesgo cardiovas-
cular es alto o muy alto o hay afectación de órganos diana
(corazón, cerebro, riñón, etc.), se hará cada tres meses.
12. ¿Hasta qué niveles hay que bajar las cifras de
presión arterial?
Hay que intentar bajar las cifras de presión arterial hasta al-
canzar el objetivo establecido, que en general es por debajo
de 140 mmHg para la PAS y por debajo de 90 mmHg para la
PAD. Hay situaciones especiales, como la de los pacientes dia-
béticos o con insuficiencia renal, en los que se aconseja dis-
minuir las cifras a 130 mmHg para la PAS y 80 mmHg para la
PAD; y por debajo de 125 mmHg para la PAS y por debajo de
75 mmHg para la PAD si existe una excreción de proteínas en
orina superior a 1 g/d. Por tanto, dependiendo de los factores
de riesgo cardiovascular asociados y el daño orgánico que
pueda tener cada paciente, el médico establece un objetivo
individualizado. El descenso de la presión arterial nunca debe
comprometerelriegosanguíneodelosórganosvitales,nipro-
vocar la aparición de episodios de hipotensión.
La hipertensión
Realizar de forma regular una actividad física moderada previene la
hipertensión.
LIBRO DE LA SALUD
224
13. ¿Por qué se tienen distintas cifras de presión
arterial en un mismo día?
La presión arterial es un proceso dinámico en constante
cambio, que sufre muchas variaciones a lo largo del día,
motivo por el cual las cifras de presión arterial no son es-
tables. Por definición, en cada pulsación hay una medida
distinta de presión arterial. Gracias a la toma continua de
presión arterial durante 24 horas, hemos podido compro-
bar que la presión sigue un ritmo circadiano o nictameral,
es decir, que las cifras de presión son más altas durante el
día y se reducen durante el sueño. Esto ocurre en la mayo-
ría de las personas, sean hipertensas o no: la presión arte-
rial suele disminuir de un 10% a un 20% durante la noche
en relación con las cifras promedio del día.
Existen situaciones que pueden contribuir a un au-
mento de las cifras de presión arterial de forma transitoria,
como puede ser cualquier motivo que comporte estrés
para el individuo, la actividad física, los cambios climáticos
(con el frío aumentan las cifras de presión arterial y en vera-
no éstas disminuyen), el dolor, el miedo e incluso el simple
hecho de saber que va a ser tomada la presión arterial. De
ahí la necesidad de realizar más de una y desestimar siem-
pre la primera. No es infrecuente que en épocas de calor se
necesite disminuir el tratamiento, debido a que las cifras
son más bajas al perderse sal con el sudor.
14. ¿Por qué se tienen cifras de presión arterial
elevadas en la consulta médica y no en casa?
Por el llamado fenómeno de bata blanca, que consiste en la
elevación de las cifras de presión arterial durante las visitas
en la consulta del médico, cuando son normales las toma-
das en el domicilio. Aproximadamente un diez por ciento
de la población general presenta este fenómeno, y además
supone una proporción no despreciable entre los sujetos
diagnosticados de hipertensión.
Hoy en día se sabe que los individuos que tienen
hipertensión de bata blanca presentan menor riesgo cardio-
vascularqueaquellosquemantienencifrasdepresiónarterial
elevadas las 24 horas. Sin embargo, existen algunos estudios
que han demostrado que la hipertensión elevada sólo en la
consulta médica se asocia con afectación de órganos espe-
cíficos (corazón, riñón, cerebro) y alteraciones metabólicas,
lo cual puede sugerir que este fenómeno no sea tan banal
como parece. Por tanto, sería conveniente modificar el estilo
de vida y realizar un estrecho seguimiento por parte del mé-
dico; y sólo en el caso de que exista afectación de órganos
específicos se iniciará tratamiento farmacológico.
15. ¿Por qué se tiene sólo la máxima elevada y la
mínima normal?
Este fenómeno se llama hipertensión arterial sistólica aisla-
da y es aquella que presenta cifras de PAS > 140 mmHg
pero con cifras de PAD < 90 mmHg.
Este tipo de hipertensión se da generalmente en
personas ya sexagenarias. Hasta hace unos años, esta cla-
se de hipertensión había sido infravalorada como factor
de riesgo cardiovascular y hoy en día la cifra de presión
arterial sistólica es considerada como el principal compo-
nente pronóstico de la hipertensión: de ahí la importancia
de optimizar al máximo su control incluso con la combi-
nación de varios fármacos si fuese necesario, ya que se ha
demostrado que este control se asocia a una disminución
de la mortalidad cardiovascular en un 22%, de la morta-
lidad coronaria en un 26% y de la cerebrovascular en un
33%. Dicho de otro modo, es más importante el control de
la presión sistólica (máxima) por ser ésta más dañina que la
diastólica para nuestro sistema cardiocirculatorio.
16. ¿Cuándo se tiene la presión arterial
descompensada?
Nadie tiene la presión arterial descompensada, ya que es
una expresión muy popular pero que no significa nada.
Este término posiblemente fue utilizado haciendo refe-
rencia a que las cifras de presión arterial sistólica y dias-
tólica estaban muy próximas o muy separadas. Por tanto,
debe recordarse que sólo hablamos de hipertensión ar-
terial y de distintos grados de hipertensión, sea cual sea
la diferencia que exista entre ellas. El paciente, mediante
el tratamiento, ha de normalizar tanto la presión arterial
sistólica como la diastólica, teniendo en cuenta que el
control de la presión sistólica es esencial en la prevención
de las complicaciones cardiovasculares.
17. ¿Qué se debe hacer una vez detectadas las
cifras de presión arterial elevadas?
Ante todo acudir al médico. Éste realizará una historia clíni-
ca completa, un examen físico y una analítica, para asegu-
rar en primer lugar el diagnóstico de hipertensión arterial
y posteriormente buscar una posible causa curable si hay
algún indicio, determinar los demás factores de riesgo car-
diovascular asociado a la hipertensión arterial (pues han
de tratarse todos ellos a la vez) y estudiar si existe ya algu-
na repercusión en algún órgano específico (cerebro, cora-
zón, riñón, etc.) que condicione el tipo de tratamiento y el
objetivo perseguido.
225
La hipertensión
Figura 1. Sistema arterial del aparato circulatorio (visión general anterior)
Tronco braquiocefálico
Carótida interna izquierda
Axilar
Humeral (o braquial)
Torácica (o mamaria interna)
Hepática
Radial
Cubital
Poplítea
Tibia anterior
Carótida externa izquierda
Cayado de la aorta
Aorta
Aorta torácica
Coronarias
Tronco celíaco
Esplénica
Subclavia izquierda
Aorta abdominal
Mesentérica superior
Renal
Mesentérica inferior
Ilíacas primitivas (o comunes)
Ilíaca externa
Ilíaca interna (o hipogástrica)
Femoral común
Femoral profunda
Femoral superficial
La red arterial parte del corazón y llega a todo el organismo en forma de arterias, arteriolas y capilares arteriales. Transporta hasta los tejidos la sangre
oxigenada. La tensión arterial es la presión con que circula la sangre por las arterias.
LIBRO DE LA SALUD
226
18. ¿Qué puede hacer el paciente para prevenir y
controlar la hipertensión arterial?
En principio, es muy importante modificar el estilo de vida,
con el objetivo de reducir la presión arterial y la enferme-
dad cardiovascular. Entre las medidas que suelen tomarse
se encuentran:
• Disminución de peso, manteniendo el peso ideal
(IMC 20-25 kg/m2
).
• Restringir el consumo de sal de forma indefinida,
evitando alimentos con elevado contenido en sal
(jamón dulce, embutidos, quesos, conservas no
dulces, bollería de todo tipo, frutos secos, etc.),
sin añadir sal en la cocción y eliminando la sal
de la mesa. Esta medida debe tomarse incluso
cuando se empieza un tratamiento con fármacos
para controlar nuestra presión arterial, ya que se
ha demostrado que aumenta la eficacia de éstos
al permitir disminuir las dosis y, al mismo tiempo,
algunos efectos secundarios.
• Limitar el consumo de alcohol si se es hipertenso.
Se aconseja disminuir la ingesta a cifras inferiores
a 210 g/semanales (30 g/día) en los varones y a
140 g/semanales (20 g/día) en las mujeres y per-
sonas de raza negra.
• Aumentar la actividad física, mediante la práctica
habitual (al menos cinco días a la semana) de ejer-
cicio físico aeróbico, como caminar a paso ligero o
nadar durante 30-45 minutos.
• Adoptar una dieta mediterránea (consumir frutas,
verduras, reducir el consumo de carnes rojas y uti-
lizar productos lácteos desnatados con reducción
de la grasa total y saturada). Aunque no está pro-
bado que dicha dieta mediterránea tenga efecto
sobre las cifras de presión arterial, sí que su con-
sumo se ha asociado con una menor incidencia
de trastornos cardiovasculares.
• Abandonar el tabaco, si se es fumador.
19. ¿Con la presión alta se puede tomar café?
Desde hace años se ha relacionado el consumo del café
con una elevación aguda en las cifras de presión arterial, de
aproximadamente 10 mmHg tanto en la presión arterial sis-
tólica como en la diastólica. Sin embargo, tras numerosos
estudios se ha llegado a la conclusión de que esta elevación
aguda no es la misma para todos los individuos, y que el café
no es causa de hipertensión arterial permanente. Existe
diferencia entre los consumidores habituales de café, los que
consumen de forma esporádica y los consumidores mayores
de 60 años. En los primeros no se aconseja suprimir el café, ya
que su retirada no comportará una mejora del control de la
presión arterial. En cambio, en los otros dos grupos sí que se
aconseja abstenerse de tomar café. ¿Por qué esta diferencia?
El consumo diario de dos a cuatro tazas de café conduce a
un fenómeno de tolerancia que hace que los efectos hiper-
tensivos sean despreciables, tanto en normotensos como en
hipertensos.Otrahipótesispostuladaeselhechodequepara
losprimeros,elconsumodecaféactúacomounansiolítico,ya
que les produce un efecto más estresante la abstinencia y en
consecuencia aumentan las cifras de presión arterial. Aque-
llos pacientes que sufran taquicardias por el consumo de café
deberían abstenerse por los efectos nocivos que este hábito
podría producir en el corazón. En general, se recomienda en
pacientes hipertensos limitar el consumo de café a dos tazas
diarias, e introducir formas descafeinadas de café.
20. ¿Es verdad que el estrés produce un aumento
de las cifras de presión arterial?
Tantoenlosindividuosnormotensoscomoenloshipertensos
se ha demostrado que el estrés produce un aumento reversi-
ble de las cifras de presión arterial, sobre todo en la presión
arterial sistólica y en menor grado en la diastólica. Una vez
finalizada la situación de estrés, éstas disminuyen y se norma-
lizan.Nosehademostradoquelastécnicasderelajaciónsean
Se recomienda la práctica habitual de ejercicio físico moderado, como
nadar o caminar a paso ligero.
227
útiles para un mejor control de las cifras de presión arterial. Si
esta situación de estrés conlleva un aumento de la frecuencia
cardíaca, sería conveniente que se tratara la taquicardia de
forma adecuada a fin de disminuir el trabajo del corazón.
21. ¿Cuándo se debe iniciar el tratamiento
farmacológico?
Cuando ya hemos modificado nuestro estilo de vida y con
las medidas no farmacológicas (dieta, ejercicio, pérdida de
peso, etc.) no se ha logrado normalizar las cifras de presión ar-
terial,sedebeiniciareltratamientofarmacológico.Hadetener-
se en cuenta que las cifras de presión arterial que se persiguen
no son iguales para todos los enfermos ya que dependerá
en cada caso de la existencia o no de otros factores de riesgo
cardiovascular, de si existe o no afección en otros órganos, de
posibles efectos secundarios, etc. Por tanto, dicho tratamiento
seráiniciadoporelmédicodeformaindividualizada.Engene-
ral, el objetivo es alcanzar cifras de presión arterial inferiores
a 140/90 mmHg; pero si, por ejemplo, el enfermo es además
diabético, el objetivo debería ser alcanzar cifras inferiores a
130/80 mmHg. El paciente nunca debe automedicarse.
22. ¿Qué tipos de tratamientos farmacológicos
existen en la actualidad?
En la actualidad existe un arsenal muy importante y va-
riado de potentes fármacos antihipertensivos comercia-
lizados para su administración por vía oral. Esto permite
individualizar el tratamiento evitando los efectos secun-
darios, mejorar la tolerancia y, dado que también existen
combinaciones de distintos fármacos, reducir la dosis de
pastillas. Se debe tener en cuenta que el tratamiento no
es por una semana, ni por un mes, sino que es para toda la
vida. El médico adaptará el tratamiento antihipertensivo a
las características individuales de cada hipertensión arte-
rial, para obtener la mejor relación eficacia-tolerancia.
23. ¿Por qué no se controlan las cifras de presión
arterial a pesar del tratamiento?
Si ha iniciado el tratamiento hay que esperar de cuatro a
seis semanas para poder decir si la medicación es la ade-
cuada para controlar las cifras de presión arterial. Una vez
transcurrido este tiempo, en caso de no lograrse el objeti-
vo fijado por el médico, será necesario que el paciente se
haga las siguientes preguntas:
• ¿He modificado mi estilo de vida, haciendo más ejer-
cicio, disminuyendo mi peso, limitando la ingesta
de sal en las comidas, abandonando el tabaco,
reduciendo el consumo de alcohol, etc.?
• ¿Me he olvidado de tomar alguna pastilla?
• ¿Tomo la medicación siempre a la misma hora?
• ¿Estoy tomando otros medicamentos que pueden
interferir con la medicación antihipertensiva?
• ¿Consumo regaliz de manera habitual?
Si el paciente realiza correctamente todas estas
medidas, y no se alcanza el objetivo, el médico tendrá que
comprobar si las dosis prescritas y el número de fármacos
son los adecuados. Quizá necesite añadir otro fármaco
antihipertensivo y/o modificar alguno de los que está to-
mando, ya que la mayoría de los pacientes hipertensos ne-
cesita dos o más fármacos antihipertensivos para disminuir
las cifras de presión arterial y alcanzar el objetivo.
24. ¿Se puede abandonar la medicación cuando se
tiene la presión arterial controlada?
Larespuestaesno,yaquelahipertensiónarterialesunaenfer-
medad crónica, y el tratamiento de la hipertensión, sea farma-
cológico o no, tiene carácter indefinido. El paciente presenta
cifras de presión arterial dentro de los valores establecidos
como normales porque toma medicación de forma regular;
por ello su abandono comportará, antes o después, un au-
mento de la presión arterial equivalente a las cifras que tenía
antes de iniciar el tratamiento. Sin embargo, cuando las cifras
depresiónarterialestáncontroladasdeformaestabledurante
un largo período (un año o más), el médico puede reducir de
maneraprogresivaladosisoelnúmerodefármacosprescritos,
especialmente en aquellos pacientes que siguen las medidas
nofarmacológicasdeformarigurosa.Cadaintentoenlamodi-
ficación del tratamiento farmacológico debe ser supervisado
por el médico; por tanto, nunca debe abandonarse la medica-
ción o disminuirse su dosis por propia iniciativa.
25. ¿Las personas de más de 65 años deben
tratarse la hipertensión?
Sí. Aunque antaño se consideraba que las personas mayores
de dicha edad presentaban hipertensión debido a la propia
edad (es decir, se consideraba que era fisiológica), actual-
mente numerosos estudios han demostrado que es sobre
todo en este grupo de pacientes donde el riesgo cardiovas-
cular global es muy superior al de los hipertensos jóvenes.
Por tanto, todo sujeto mayor de 65 años, con una cifra de
presión arterial igual o superior a 140/90 mmHg, debe ser
considerado hipertenso y como tal, tratado con los mismos
La hipertensión
LIBRO DE LA SALUD
228
criterios que una persona joven de 18 años, y con el mismo
objetivo terapéutico. El control de la hipertensión arterial en
esta población tiene un impacto muy positivo en la preven-
ción de la morbimortalidad cardiovascular, especialmente
en el desarrollo de accidentes cerebrovasculares.
26. ¿A qué hora debe tomarse la medicación
antihipertensiva?
Las grandes complicaciones cardiovasculares suelen ocurrir
por la mañana, por lo que generalmente suele recomendar-
se la toma de la medicación a primera hora de la mañana. La
administracióndelosdistintosfármacosprescritosenunasola
toma diaria favorecerá el cumplimiento terapéutico por par-
te del paciente. Sin embargo, existen situaciones en las que
la toma única no nos asegurará un control permanente las 24
horasdeldía.Porlotanto,enloscasosdealtoymuyaltoriesgo
cardiovascular o en aquellos casos en los que se precise más
dedosfármacosparaelcontroldelascifrasdepresiónarterial,
se valorará dividir la toma de medicación entre la mañana y la
noche. El cumplimiento terapéutico entre una o dos tomas no
esmuydistinto.Además,elolvidoenunadelastomascuando
éstas son múltiples conlleva menos riesgo que si es única.
27. ¿Cuándo se debe acudir al Servicio de
Urgencias de un hospital?
En principio, el simple y único hecho de detectarse cifras ele-
vadas de presión arterial no es un criterio para acudir al Servi-
cio de Urgencias, excepto en los casos en que esta elevación
de la presión arterial se acompañe de síntomas. La presencia
deestosúltimoshacequelahipertensiónarterialseconvierta
en una urgencia médica. Los síntomas que deben alertarnos
pueden ser: dolor de cabeza de intensidad mayor de lo habi-
tual, trastornos en la visión, dolor en el pecho que sea opresi-
vo, pérdida de fuerza en alguna extremidad de nuestro cuer-
po, no orinar en todo el día… Todos estos síntomas pueden
presentarse en el contexto de alguna complicación relacio-
nada con la hipertensión arterial como infarto de miocardio,
hemorragia o trombosis cerebral, afectación renal, etc.
28. ¿Es verdad que hay ciertos fármacos que
pueden aumentar las cifras de presión arterial?
Efectivamente, ciertos fármacos pueden aumentar la
presión arterial y con ello disminuir la eficacia de otros
fármacos antihipertensivos. Entre ellos se encuentran:
ciertos descongestionantes nasales, los antiinflamatorios
no esteroideos, algunas hierbas de herboristería (com-
puestas por efedrina, yohimbina, regaliz, etc.), drogas de
abuso como la marihuana, cocaína, heroína, y las drogas
de diseño, ciertos tratamientos inmunosupresores como
la ciclosporina o el tacrolimus, la eritropoyetina, los corti-
costeroides, los anticonceptivos orales, etc. Es importan-
te que nuestro médico conozca todo nuestro tratamiento
aunque sea prescrito por un colega.
Glosario
Esfigmomanómetro: aparato para la medida de la presión arte-
rial. Los hay de mercurio, de aire y electrónicos. Este último tipo de
aparato se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita
fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y
es de fácil manejo.
Hipertensión arterial: toda elevación persistente de la presión
arterial por encima de unos criterios establecidos como normales.
Hipertensión de bata blanca: fenómeno que consiste en la ele­
vación de las cifras de presión arterial durante las visitas en la con-
sulta del médico, siendo normales las tomadas en el domicilio.
Aproximadamente un diez por ciento de la población general la
presenta, lo que supone una proporción no despreciable entre los
sujetos diagnosticados de hipertensión.
IMC: índice de masa corporal. Se calcula teniendo en cuenta la altu-
ra y el peso corporal (véase el capítulo 43 dedicado a la obesidad).
Morbimortalidad: mortalidad y complicaciones asociadas a una
enfermedad.
PAD: presión arterial diastólica o mínima (véase tabla 1).
PAS: presión arterial sistólica o máxima (véase tabla 1).
Presión arterial: es la presión con que circula la sangre por las ar-
terias. Cuando esta presión supera ciertos límites comporta daño
en la pared de los vasos, y, a largo plazo, aparece un aumento en
la incidencia de padecer complicaciones.
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229
La hipertensión
• La hipertensión arterial es una enfermedad crónica con
elevada prevalencia.
• Hablamos de hipertensión arterial cuando las cifras de
presión arterial son > 140/90 mmHg.
• La hipertensión casi siempre es asintomática.
• El riesgo cardiovascular ya se inicia con cifras de presión
arterial > 115/75 mmHg, y se dobla por cada incremen-
to de 20/10 mmHg.
• La automedición domiciliaria ayuda a una mejor adhe-
rencia al tratamiento.
• En pacientes sin factores de riesgo el objetivo del trata-
miento es lograr cifras < 140/90 mmHg; y en pacientes
diabéticos o nefrópatas < 130/80 mmHg.
• El tratamiento de la hipertensión arterial es de por vida.
Resumen
Libro Salud
231
Capítulo 23
La insuficiencia cardíaca
Dra. Eulàlia Roig
Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Cómo funciona el corazón normal?
El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre
para que el oxígeno y los nutrientes lleguen a todos los ór-
ganos del cuerpo humano. Para entender cómo se realiza
esta función recordaremos que el corazón está formado
por dos aurículas, cavidades a las que llega la sangre, y dos
ventrículos, que son las cámaras con mayor poder con-
tráctil y que expulsan la sangre fuera del corazón. Entre las
aurículas y los ventrículos, y a la salida de los ventrículos,
existen unas estructuras llamadas válvulas cardíacas que
al abrirse permiten el paso de la sangre, mientras que al
cerrarse evitan que ésta retroceda.
En el cuerpo humano existen dos circuitos por don-
de circula la sangre:
1. Circuito pulmonar, donde la sangre poco oxi­
genada llega desde la periferia hasta la aurícula
derecha; de aquí pasa al ventrículo derecho y de
éste a la circulación pulmonar, donde se oxigena.
2. Circuito sistémico, donde la sangre una vez oxi-
genada llega de la circulación pulmonar a la aurí-
cula izquierda; de ésta pasa al ventrículo izquier-
do y posteriormente es expulsada por la arteria
aorta hacia la periferia para nutrir el cuerpo.
En cada latido, el corazón se llena de sangre que si-
multáneamente, con la contracción del músculo cardíaco
del ventrículo derecho, se expulsa hacia los pulmones, y
con la contracción del ventrículo izquierdo se expulsa ha-
cia la aorta. De hecho, el corazón actúa como una bomba
que recoge la sangre del sistema venoso, la envía al pul-
món para oxigenarse y luego la distribuye a todo el cuerpo
a través del sistema arterial.
2. ¿Qué es la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el
corazón pierde su capacidad para expulsar la sangre nece-
saria a fin de asegurar la nutrición del organismo. Esta si-
tuación puede presentarse por diferentes causas: tanto por
la dificultad de llenado del corazón, como por la reducción
de su fuerza contráctil o incluso debido a causas externas
al corazón. En este caso, el corazón es estructuralmente
normal, pero debido a los efectos causados por otra enfer-
medad puede ver reducida su efectividad.
Como resultado de la reducción de sangre expul-
sada por el corazón, se produce un aumento de presión
dentro de éste. Esta mayor presión se transmite de forma
retrógradaalpulmón,dondeseincrementatambiénlapre-
sión en los vasos pulmonares; si este aumento de presión
supera un nivel crítico, va a producirse salida de líquido de
la sangre hacia los alvéolos pulmonares dificultando la res-
piración, y causando el síntoma más importante, el ahogo
o sensación de falta de aire. Al mismo tiempo, se produce
retención de líquido, causante de los edemas.
LIBRO DE LA SALUD
232
3. ¿Cuáles son las posibles causas primarias de
la insuficiencia cardíaca?
La causa de la insuficiencia cardíaca suele hallarse en alte-
raciones en el funcionamiento del corazón; de hecho, cons-
tituye la fase final de muchas enfermedades del corazón.
• Insuficiencia cardíaca con fuerza contráctil con-
servada: el corazón conserva su fuerza contráctil. En este
caso la reducción de sangre expulsada en cada latido se
debe a una alteración en el llenado del corazón atribuible
a diversas causas:
1. La alteración de la relajación (disfunción diastó-
lica), que responde a un aumento de la rigidez
y/o grosor de las paredes del corazón que hace
que no se relajen adecuadamente dificultando el
llenado de los ventrículos. Así, por la falta de rela-
jación, la entrada de sangre en la cavidad ventri-
cular provoca un aumento rápido de presión que
dificulta su llenado, lo que a su vez condiciona
que en cada latido se expulse menos cantidad de
sangre. La causa más frecuente de insuficiencia
cardíaca con función ventricular preservada es la
hipertensión arterial.
2. Cuando las válvulas cardíacas no se abren de
forma adecuada (estenosis) dificultan el paso de
la sangre. En la estenosis mitral se limita el llena-
do del ventrículo izquierdo, mientras que en la
estenosis aórtica se dificulta el paso de sangre
hacia la aorta; en ambos casos puede producir-
se insuficiencia cardíaca. De igual forma, si las
válvulas no se cierran bien se produce una insu-
ficiencia que hace que parte de la sangre, en lu-
gar de ser expulsada hacia delante, retroceda a
través de la válvula defectuosa provocando una
sobrecarga de volumen que aumenta el trabajo
del corazón.
3. Las secuelas de una inflamación del pericardio
pueden producir insuficiencia cardíaca. El peri-
cardio se vuelve rígido y actúa como una coraza
que rodea al corazón, dificultando su llenado.
4. Las arritmias pueden producir insuficiencia cardíaca,
sobre todo cuando producen ritmos cardía-
cos muy rápidos; con ello se acorta el período
de relajación (diástole), se reduce el llenado
ventricular y, por tanto, el volumen de sangre
­expulsada.
• Insuficiencia cardíaca con disminución de la fuer-
za contráctil. Cuando la insuficiencia cardíaca se atribuye a
pérdida de fuerza contráctil del músculo cardíaco, las cau-
sas más frecuentes son:
1. Cardiopatía isquémica. En este caso, debido a
aterosclerosis (endurecimiento patológico de la
pared de las arterias por depósito de lípidos) se
producen obstrucciones en las arterias corona-
rias (que son las que llevan la sangre al corazón),
dificultando el riego sanguíneo. Al disminuir
el aporte de oxígeno, el músculo cardíaco no
funciona correctamente y se reduce su fuerza
contráctil. Si una arteria coronaria se obstruye
totalmente, una parte de músculo cardíaco se
queda sin irrigación; entonces las células muscu-
lares se mueren y el músculo deja de contraerse:
es lo que se llama un infarto de miocardio. Si el
infarto es muy grande o el enfermo ha sufrido va-
rios infartos de miocardio, la porción de músculo
cardíaco muerta es lo suficientemente extensa
como para alterar el funcionamiento global del
corazón; de forma que la parte de músculo sana
no es suficiente para asegurar que en cada lati-
do se expulse la sangre adecuada para nutrir al
organismo.
2. Hipertensión arterial. Cuando existe hipertensión
arterial hay un aumento de la rigidez de las arterias,
La auscultación del corazón y de los pulmones, que se realiza con
el fonendoscopio o estetoscopio, permite detectar la existencia de
signos asociados a la insuficiencia cardíaca.
233
lo que incrementa la resistencia a la circula-
ción de la sangre; todo ello hace que aumente
el trabajo del corazón para expulsar la sangre.
A este fenómeno se lo denomina sobrecarga. De-
bido al exceso de trabajo, el corazón responde
primero aumentando el grosor de sus paredes
(hipertrofia) para poder mantener el mismo nivel
de efectividad; pero si la sobrecarga persiste du-
rante largo tiempo el corazón acaba dilatándose
y perdiendo fuerza contráctil.
3. Otra causa de insuficiencia cardíaca se debe a un
proceso inflamatorio del músculo cardíaco, ge-
neralmente causado por una infección viral. La
inflamación se asocia a necrosis (muerte de un
tejido) de fibras musculares miocardíacas, que
acaban siendo sustituidas por tejido fibroso cica-
tricial que no tiene capacidad para contraerse. Si
la lesión es extensa, el corazón pierde una parte
importante de su fuerza contráctil, lo que favore-
ce la aparición de insuficiencia cardíaca.
4. De forma similar, algunos tóxicos como el alcohol,
la cocaína, algunos fármacos usados para el trata-
miento del cáncer (quimioterapia) u otros pueden
dañar el músculo cardíaco de forma importante,
causando su destrucción. La pérdida de músculo
cardíaco reduce la contractilidad global del cora-
zón, y puede ser causa de la insuficiencia cardíaca.
5. Las alteraciones valvulares, si persisten durante
largo tiempo sin ser reparadas, acaban produ-
ciendo dilatación y disfunción ventricular.
4. ¿Quién puede sufrir insuficiencia cardíaca?
Diversos estudios poblacionales que han analizado la apa-
rición de insuficiencia cardíaca a lo largo del tiempo nos
indican que el tabaco, la obesidad, la hipertensión arterial
y la diabetes se asocian a un aumento de la incidencia
de insuficiencia cardíaca. Otro factor importante es la edad
pues la aparición de insuficiencia cardíaca aumenta de for-
ma exponencial con la edad de la población, de manera
que a partir de los 75 años el riesgo es muy alto. El antece-
dente de infarto de miocardio aumenta el riesgo de insu-
ficiencia cardíaca en los hombres de mediana edad, mien-
tras que en las mujeres, la hipertensión arterial constituye
el factor de riesgo más importante.
5. ¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia
cardíaca?
El síntoma más relevante es la sensación de ahogo o
falta de aire (disnea). Debido a que el corazón expulsa
menos sangre, se produce un aumento de presión que
se transmite de forma retrógrada al pulmón. Este incre-
mento de la presión a nivel pulmonar provoca edema en
los alvéolos pulmonares, lo que dificulta el intercambio
de oxígeno, bajando la concentración de éste en la san-
gre, y causando la aparición de falta de aire. Inicialmente,
ésta aparece primero sólo con grandes esfuerzos, pero a
medida que la insuficiencia cardíaca progresa, aparece
con esfuerzos menores y, cuando es grave, aparece con
muy poco esfuerzo. Además, la sensación de falta de aire
puede empeorar cuando el paciente se echa en la cama,
apareciendo también tos irritativa. A veces, puede suce-
der que el paciente se despierte mientras duerme con
sensación de falta de aire y se vea obligado a sentarse en
la cama para respirar mejor.
También son frecuentes los signos de congestión,
es decir, retención de líquido que produce hinchazón de
las extremidades. Este fenómeno se debe a que la sangre
expulsada en cada latido cardíaco llega con menos fuerza
al riñón, el cual pone en marcha una serie de reacciones
que acaban produciendo menor excreción de orina y re-
tención de líquido. Los primeros signos de congestión se
notan en las venas yugulares, que pueden verse en el cue-
llo muy marcadas; a continuación se afecta el hígado, que
suele estar aumentado de tamaño y puede producir dolor
cuando se explora; y, finalmente, se produce hinchazón en
los pies y tobillos que puede afectar a toda la pierna. Ade-
más, si la retención de líquido es muy importante puede
existir líquido en la barriga, la cual aumenta de tamaño.
La insuficiencia cardíaca
La ecocardiografía utiliza ultrasonidos para evaluar la función de
bomba del corazón en sus diferentes regiones y el estado de las
válvulas cardíacas. Es una prueba muy útil e inocua.
LIBRO DE LA SALUD
234
Cuando el volumen de sangre expulsado por el co-
razón es muy bajo, aparece cansancio o fatiga fácil, frialdad
en los pies, episodios de sudoración fría y a veces cuadros
compatibles con depresión. En las fases terminales de la
enfermedad, el paciente presenta ahogo al realizar míni-
mos esfuerzos como vestirse o ducharse, no puede llevar
Figura 1. Esquema de la circulación mayor y menor
CIRCULACIÓN MENOR
Venas pulmonares
Arteria aorta
Aurícula izquierda
Ventrículo izquierdo
CIRCULACIÓN MAYOR
Red capilar arteriovenosa
Arteria pulmonar
Aurícula derecha
Red capilar pulmonar
Ventrículo derecho
Vena cava
La sangre arterial y venosa circula por nuestro cuerpo en dos grandes circuitos conectados en la bomba del sistema, que es el corazón. La sangre venosa
(pobre en oxígeno) va desde la parte derecha del corazón a los pulmones y regresa a la parte izquierda de dicho órgano. Este circuito se denomina circulación
menor o pulmonar y su función principal es oxigenar la sangre. La sangre así oxigenada se distribuye por todo el organismo y retorna a la parte derecha del
corazón como sangre venosa. Este circuito se denomina circulación mayor o sistémica. Su función principal es aportar a todas las células el oxígeno necesario
para su metabolismo y recoger el dióxido de carbono residual.
235
una vida activa, debe dormir incorporado, ya que el ahogo
empeora al estirarse en la cama, y tiene signos de conges-
tión. En esta fase son frecuentes los ingresos hospitalarios
por lo que reduce de forma importante la calidad de vida.
6. ¿Cuáles son los factores precipitantes de
la insuficiencia cardíaca?
Muchos pacientes con una alteración en el corazón per-
manecen estables sin síntomas, incluso sin tratamiento
médico, y se dice que están compensados. Esto significa
que, a pesar de que su corazón no funciona al cien por
cien, este déficit se halla compensado espontáneamente.
Cuando se pone de manifiesto la enfermedad, al aparecer
los primeros síntomas, el tratamiento médico ayuda a que
el paciente esté también compensado con ningún o muy
pocos síntomas.
No obstante, cuando se asocia algún factor pre-
cipitante, pueden aparecer los síntomas de insuficiencia
cardíaca, por ejemplo, un paciente puede tener un cierto
déficit de contractilidad debido a un infarto de miocardio
antiguo, y con la aparición de una arritmia como la fibrila-
ción auricular (el corazón late muy rápido y de forma no
regular) o una sobreinfección respiratoria, aparecen sínto-
mas de insuficiencia cardíaca.
Los factores precipitantes más frecuentes son la
aparición de fibrilación auricular, un mal control de la
presión arterial elevada, una infección respiratoria, un
nuevo evento coronario, el abandono del tratamiento
farmacológico o la mala tolerancia a la dieta con ingesta
importante de sal, la administración de fármacos perju-
diciales como los antiinflamatorios no esteroideos, que
causan retención de líquidos, o algunos antiarrítmicos. La
causa precipitante también puede ser la aparición de otra
enfermedad no relacionada con el corazón, como una
anemia grave o alteraciones del tiroides. Con cada nueva
descompensación es necesario ajustar el tratamiento far-
macológico y el riesgo de presentar una nueva descom-
pensación aumenta.
7. ¿Cómo se diagnostica la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca se diagnostica por los sínto-
mas que presenta el paciente y por los hallazgos com-
patibles en la exploración física, es decir, la falta de aire
y cansancio al realizar esfuerzos, por un lado, y la apa-
rición de edemas en la exploración física, por otro. La
aparición de ahogo puede ser debida a otras causas,
como infección del pulmón o alteraciones de éste, por
lo que hay que valorar detenidamente tanto los sínto-
mas que refiere el paciente como la exploración física.
Cuando un paciente tiene insuficiencia cardíaca, pre-
senta una auscultación pulmonar alterada, se auscultan
estertores que son ruidos característicos que denotan la
presencia de agua en los campos pulmonares. Además,
el corazón suele latir con una frecuencia aumentada,
puede oírse un soplo cardíaco o algún ruido anómalo,
las venas ­yugulares están ingurgitadas (hinchadas por
acumulación de sangre), el hígado, aumentado de ta-
maño; y las piernas, hinchadas.
8. ¿Cuáles son las pruebas diagnósticas
más utilizadas?
La radiografía de tórax permite ver si la silueta cardíaca
está agrandada, si existe aumento de la trama venocapilar,
si las arterias pulmonares son prominentes y en ocasiones
pone de manifiesto la retención de líquido en los alvéolos,
en las cisuras (líneas de división de los lóbulos pulmonares)
o en la pleura.
• El electrocardiograma (ECG) nos puede ayudar,
aunque no es específico, permite ver el ritmo y la
frecuencia cardíaca que suele ser elevada. Nos es
útil para detectar si el paciente ha tenido un infar-
to de miocardio previo, si existen bloqueos, si hay
signos de sobrecarga y la existencia de arritmias
tanto rápidas como lentas. En realidad la proba-
bilidad de tener insuficiencia cardíaca si el ECG es
estrictamente normal es muy baja.
• El ecocardiograma es la prueba más importante
para establecer la etiología o causa de la insufi-
ciencia cardíaca, por lo que a todos los pacientes
con insuficiencia cardíaca debería realizárseles
un ecocardiograma. Con esta técnica no invasiva
podemos obtener mucha información sobre el
funcionamiento del corazón que, además, pue-
de ayudar a establecer el pronóstico. El ecocar-
diograma permite evaluar cómo se mueven las
válvulas cardíacas, podemos ver cómo se contrae
el músculo cardíaco, si todas las paredes se mue-
ven o si hay zonas que no se contraen indicando
la existencia de un infarto de miocardio previo,
si las cavidades cardíacas se hallan agrandadas, si
el corazón se relaja y llena de forma adecuada,
si hay líquido en el pericardio y si la presión en el
pulmón se halla elevada.
La insuficiencia cardíaca
LIBRO DE LA SALUD
236
• El cateterismo de las arterias coronarias permite
ver si hay obstrucciones en las arterias que llevan
la sangre al corazón. En este caso, las obstruccio-
nes pueden dificultar el paso de ésta y alterar el
funcionamiento del corazón. Además, facilita
evaluar si las arterias pueden ser recanalizadas.
La coronariografía está indicada en pacientes con
sospecha de afectación coronaria.
• Es importante que los pacientes con insuficien-
cia cardíaca se hagan análisis de sangre de forma
periódica para evaluar los niveles de sodio y po-
tasio, ya que este último se pierde con los diuré-
ticos. También debe analizarse la función renal
y la existencia de anemia, que puede empeorar
los síntomas de la insuficiencia cardíaca. En los
casos con sospecha clínica puede ser importan-
te valorar el funcionamiento del tiroides o hacer
otros análisis específicos.
• La biopsia endomiocárdica permite extraer un
trozo de músculo cardíaco para analizar las ano-
malías del tejido con el microscopio. Esta técnica
no se utiliza habitualmente, pero puede estar in-
dicada en casos muy especiales de infección que
causa inflamación generalizada del corazón.
9. ¿Cuál es el pronóstico de la insuficiencia cardíaca?
El pronóstico de la insuficiencia cardíaca es muy variable
y depende de múltiples factores. En general, si el paciente
responde bien al tratamiento médico y no requiere nuevos
reingresos por insuficiencia cardíaca descompensada, la
mortalidad anual es sólo del 8%. No obstante, si una vez
optimizado el tratamiento médico presenta un deterioro
rápido con descompensaciones frecuentes, entonces la
supervivencia es mucho menor, llegando a ser la morta-
lidad anual del 30% al 50%. Factores como la causa isqué-
mica, la presencia de insuficiencia renal, la hipotensión ar-
terial o una dilatación ventricular muy aguda se asocian a
peor pronóstico.
10. ¿Cómo se hace el tratamiento de
la insuficiencia cardíaca?
El tratamiento de la insuficiencia cardíaca consta de medi-
das generales no farmacológicas y también de fármacos.
Hay que distinguir, también, entre el tratamiento que re-
quiere el paciente cuando ingresa en el hospital con una
descompensación aguda del que va a necesitar en la fase
estable de mantenimiento (fase crónica).
1. Insuficiencia cardíaca aguda. Cuando el paciente
acude a urgencias con síntomas de ahogo grave,
a veces de rápida aparición, va a requerir aporte
de oxígeno y fármacos que actúen con rapidez
para mejorar su situación, especialmente diuréti-
cos (aumentan la expulsión de orina), que deben
administrarse directamente en la vena para ser
más eficaces, y fármacos que producen vasodi-
latación, para reducir la presión en la circulación
pulmonar. Si la situación es crítica y, además de
falta de aire, existe frialdad y sudoración debido
a que la sangre expulsada por el corazón se ha
reducido a un nivel crítico, se inyectan fármacos
que aumentan la fuerza contráctil del corazón.
Una vez que el paciente ha mejorado y se estabi-
liza, la medicación endovenosa pasa a adminis-
trarse por vía oral.
2. Insuficiencia cardíaca crónica. En la fase crónica
de la enfermedad están indicados dos tipos de
medicamentos: unos para reducir los síntomas,
como son los diuréticos, y los otros, los más im-
portantes, actúan a largo plazo para reducir la
progresión de la enfermedad, el riesgo de nueva
descompensación y el riesgo de muerte. Éstos
son los inhibidores de la Enzima Conversora de
la Angiotensina (ECA), como el enalapril, capto-
pril o ramipril y los beta-bloqueantes, como el
carvedilol, el bisoprolol o el nebivolol. En caso
de alergia o contraindicación para los inhibido-
res de la ECA, deben administrarse antagonistas
del receptor de la angiotensina como el valsartán
o candesartán. Tanto los inhibidores de la ECA
como los beta-bloqueantes bajan la presión arte-
rial, por lo que generalmente se inician en dosis
bajas y poco a poco se aumenta la dosis a medi-
da que son bien tolerados. A veces este período
de adaptación es largo, como en el caso de los
beta-bloqueantes, en que puede tardarse varios
meses en ­alcanzar la dosis máxima tolerada.
A medida que la insuficiencia cardíaca progresa,
empeoran los síntomas y con frecuencia es necesario aña-
dir nuevos fármacos como la digoxina, que aumenta la
fuerza contráctil del corazón, y la espironolactona, que es
un diurético. En algunos casos muy seleccionados, la im-
plantación de un marcapasos especial denominado trica-
meral puede mejorar los síntomas.
237
11. ¿Qué medidas no farmacológicas se
deben tomar?
En primer lugar dejar hábitos como el tabaco ya que al
fumar se dificulta la respiración y pueden empeorar los
síntomas, especialmente el ahogo. Debe reducirse la in-
gesta de sal en la comida, sobre todo cuando la enferme-
dad está avanzada; además, la dieta debe ser saludable,
evitando el exceso de grasas y las comidas abundantes. Si
existe tendencia a la retención de líquido, debe limitarse
su ingesta.
Aunque deben evitarse los esfuerzos extenuantes, se
recomienda realizar algún tipo de ejercicio moderado como
caminar cada día alrededor de una hora. Se recomienda
también un buen descanso nocturno con la cama un poco
incorporada para respirar mejor y si es posible descansar
después de las comidas, especialmente si son copiosas.
Si la insuficiencia cardíaca se debe a un exceso de
ingesta de alcohol, éste debe suprimirse totalmente; en
caso contrario, puede tomarse como máximo un vaso de
vino al día. También debe limitarse la ingesta de café a una
vez al día, con la posibilidad de tomarlo descafeinado en
caso de aumentar las tomas. Por supuesto, drogas como
la cocaína deben abandonarse de inmediato, puesto que
perjudican gravemente el corazón.
Otra medida adicional que puede mejorar los sín-
tomas es evaluar la presencia de apneas del sueño en los
pacientes roncadores, ya que el tratamiento adecuado de
este problema puede mejorar los síntomas de la insufi-
ciencia cardíaca.
12. ¿Cómo se debe prevenir la insuficiencia
cardíaca descompensada?
Para prevenir la aparición de nuevas descompensaciones
es importante tomar la medicación prescrita por el médico,
en las dosis y horas aconsejadas. Si aparece algún efecto
secundario indeseable, debe consultarse con el médico o
la enfermera de insuficiencia cardíaca antes de dejar la me-
dicación. Es fundamental cumplir con las recomendacio-
nes generales expuestas en el apartado anterior referentes
a mejorar los hábitos de vida, especialmente no fumar y re-
ducir la ingesta de sal. Es importante pesarse cada mañana,
pues si aparece un aumento de peso no explicado puede
indicar retención de líquido; si a lo largo de varios días el
peso aumenta en unos 3-4 kg o aparece hinchazón leve en
las piernas, se debe consultar al médico o enfermera para
analizar la causa y tomar las medidas adecuadas.
En caso de hipertensión arterial, es muy importante
su control; la presión arterial debe medirse a la misma hora y
con el mismo aparato para que los valores sean comparables.
Deben evitarse los antiinflamatorios, ya que pueden provocar
retención de líquido en la insuficiencia cardíaca.
13. ¿Cuándo está indicada la cirugía en
la insuficiencia cardíaca?
• Cuando la insuficiencia cardíaca se debe a una
alteración en las válvulas cardíacas, pueden sus-
tituirse las válvulas dañadas por válvulas nuevas
biológicas o mecánicas.
• En el paciente con cardiopatía isquémica, con an-
gina de pecho y necesidad de revascularización
coronaria.
• Cuando la insuficiencia cardíaca se debe a altera-
ciones en la configuración del corazón de origen
congénito (es decir, de nacimiento), puede ser
necesaria la cirugía para reparar alteraciones es-
tructurales, sobre todo en la infancia.
• Cuando existen tumores cardíacos que deben
extirparse.
• Cuando el pericardio se halla calcificado debido a
las secuelas de una inflamación previa y condicio-
na la aparición de insuficiencia cardíaca, puede
ser necesaria su resección.
•En la fase final de la insuficiencia cardíaca o cuando
ésta es muy grave, puede ser necesaria la implan-
tación de bombas artificiales que temporalmente
ayuden o suplanten al corazón en su función de
bombear la sangre al organismo.
La insuficiencia cardíaca
En casos extremos, el corazón puede sufrir una alteración mecánica
o eléctrica que haga ineficaz su función (paro cardíaco). En estas
situaciones puede emplearse un equipo de reanimación cardíaca, que
debe someterse a revisión periódica y estar siempre a punto.
LIBRO DE LA SALUD
238
14. ¿Cuándo está indicado un trasplante cardíaco?
En enfermos con menos de 65 años que tengan insuficien-
cia cardíaca con síntomas agudos que persisten a pesar del
tratamiento médico optimizado y que no tengan opción a
otra forma de tratamiento para mejorar su calidad de vida.
El trasplante cardíaco es el único tratamiento que alar-
ga la supervivencia en la insuficiencia cardíaca terminal y me-
jora la calidad de vida. Su mortalidad aguda se sitúa entre el
6% y el 16%, cifra muy inferior a la mortalidad de la insuficien-
cia cardíaca grave, que es del 50% al año. Es importante desta-
car que después del trasplante cardíaco hay que seguir trata-
miento con inmunosupresores (medicamentos que deprimen
la inmunidad) de por vida para evitar el rechazo tanto agudo,
como crónico. Actualmente ha mejorado la supervivencia a
largo plazo del paciente trasplantado, de modo que la expec-
tativa media de vida después del trasplante es superior a los
doce años. La aparición de rechazo crónico junto con las infec-
ciones y un ligero aumento en la incidencia de cáncer son los
factores que limitan la viabilidad del trasplante a largo plazo.
Glosario
Anemia: disminución de la concentración de hemoglobina en la
sangre.
Arritmia: alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen las taquia-
rritmias (taquicardias), en las que el corazón tiene una frecuencia
superior a 100 latidos por minuto en reposo, y las bradiarritmias
(bradicardias), en las que el corazón tiene en reposo una frecuen-
cia inferior a 55 latidos por minuto.
Beta-bloqueantes: fármacos frecuentemente empleados en el tra-
tamiento de los pacientes con cardiopatía isquémica. Reducen el tra-
bajo del corazón al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Cardiopatía: de cardio, ‘corazón’, y patia, ‘alteración’; por tanto,
alteración del corazón.
Cardiopatía isquémica: enfermedad del corazón debida a una
insuficiencia del riego sanguíneo específico (insuficiencia corona-
ria). Los cuadros clínicos más habituales son la angina de pecho y
el infarto de miocardio.
Coronariografía: prueba radiológica con contraste para
observar el estado de las arterias coronarias y sus posibles
lesiones.
Disnea: sensación subjetiva de falta de aire, respiración difi­
cultosa o ahogo. Se relaciona con la sensación de esfuerzo
excesivo para lograr una respiración (ventilación pulmonar)
adecuada.
Fibrilación auricular: fibrilación es un temblor ligero localizado
en un grupo de fibras musculares del corazón, en este caso en las
aurículas.
Hipertensión: elevación de la presión de la sangre.
Hipertrofia: de hiper, ‘aumento’, y trofia, ‘crecimiento’, esto es,
aumento del crecimiento; en el caso del corazón denota aumento
del crecimiento de las células musculares cardíacas.
Insuficiencia: disminución de la capacidad de un órgano para
cumplir sus funciones.
Pericardio: membrana serosa que cubre el corazón.
Revascularización coronaria: intervención destinada a resta-
blecer o mejorar la circulación coronaria. Puede intentarse con
fármacos, colocando un dispositivo (stent) en el curso de una
­coronariografía o mediante una intervención quirúrgica, inclu-
yendo la cirugía de bypass.
Ventrículo: cavidad pequeña; en medicina hace referencia al co-
razón o al cerebro.
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239
La insuficiencia cardíaca
• La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que
el corazón pierde su capacidad para expulsar la sangre
necesaria para asegurar la nutrición del organismo.
La edad avanzada, el tabaquismo, la obesidad, la
hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la presencia
de cardiopatía isquémica se asocian a una mayor inci-
dencia de insuficiencia cardíaca.
• El síntoma más relevante es la sensación de ahogo o
falta de aire (disnea), debido a que el corazón expul-
sa menos sangre y se produce un aumento de pre-
sión que se transmite de forma retrógrada al pulmón.
También son frecuentes los signos de congestión, es
decir, retención de líquido que produce hinchazón de
las extremidades.
La insuficiencia cardíaca se diagnostica por los
síntomas que presenta el paciente y por los hallazgos
compatibles en la exploración física: por un lado, la
falta de aire y cansancio al realizar esfuerzos y, por
otro, la aparición de signos de congestión en la
exploración física.
• El ecocardiograma es la prueba más importante para
establecer la etiología o causa de la insuficiencia car-
díaca. Es importante que los pacientes con insuficiencia
cardíaca se hagan análisis de sangre de forma periódica
para evaluar los niveles de sodio y potasio, ya que este
último se pierde con los diuréticos.
• El pronóstico de la insuficiencia cardíaca es muy variable
y depende de múltiples factores.
• El tratamiento de la insuficiencia cardíaca consta de
medidas generales no farmacológicas y de fármacos.
En primer lugar, hay que dejar hábitos como el tabaco
y reducir la ingesta de sal en la comida (sobre todo si
existe tendencia a la retención de líquido); además, la
dieta debe ser saludable. Aunque deben evitarse los es-
fuerzos ­extenuantes, se recomienda realizar algún tipo
de ejercicio moderado, como caminar cada día alrede-
dor de una hora. Para el tratamiento están indicados
dos tipos de medicamentos: unos reducen los síntomas
(como los diuréticos) y otros intentan reducir la progre-
sión de la enfermedad (como los beta-bloqueantes).
Resumen
Libro Salud
241
Capítulo 24
Arritmias y marcapasos
Dr. Josep Brugada
Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina
de la Universidad de Barcelona
Mariona Matas
Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué son las arritmias?
Las arritmias son cualquier alteración del ritmo cardíaco
normal del corazón.
El corazón deja de latir de manera normal en cuan-
to a frecuencia cardíaca y regularidad se refiere. Este ritmo
cardíaco puede verse alterado por ir demasiado lento (las
bradicardias) o demasiado rápido (las taquicardias). Y a la
vez puede verse alterada la regularidad del ritmo cardíaco:
éste puede ser irregular demasiado rápido o irregular
demasiado lento.
El corazón es un órgano muscular hueco dividido
en cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos, y actúa
como bomba para impulsar la sangre en cada latido cardía-
co. Estas cavidades están comunicadas entre sí y están dise-
ñadas para trabajar de manera continua y con una frecuen-
cia cardíaca constante y regular durante toda la vida.
La función del corazón es la de suministrar el oxíge-
no necesario a todos los órganos del cuerpo humano. La
sangre transporta el oxígeno y alimentos necesarios para
que se puedan nutrir todos los órganos del cuerpo.
La sangre en los ventrículos es expulsada a todo
nuestro organismo en cada latido cardíaco.
El corazón es el órgano responsable de expulsar la
sangre a todo el cuerpo y hacer llegar el oxígeno necesario
a todos los órganos del cuerpo humano.
2. ¿Por qué se producen las arritmias?
En el interior de estas cavidades cardíacas se encuentran
unas células especiales que son las que originan el impulso
eléctrico necesario para que el corazón se contraiga. Estas
células son las células marcapasos y forman el denominado
nodo sinusal.
Así, el estímulo eléctrico se origina en el nodo sinu­
sal, que es lo que conocemos como el marcapasos natural
del corazón y se encuentra situado en la parte alta de este
órgano, en la aurícula derecha. Este estímulo recorre el
sistema eléctrico del corazón estimulando todo el músculo
La historia clínica y el examen físico, incluyendo la simple toma del
pulso, son datos importantes para orientar el posible tipo de arritmia.
LIBRO DE LA SALUD
242
cardíaco a la vez para que éste se contraiga. Este estímulo
se transmite a través de unas células especiales situadas en
la superficie interna del corazón, que es lo que se conoce
como el sistema eléctrico de conducción.
Se puede considerar arritmia la alteración en el ori-
gen o lugar de formación del impulso cardíaco.
Cuandoestascélulaseléctricasquemarcanlafrecuen-
cia cardíaca trabajan de manera ordenada y normal decimos
que el corazón está en ritmo sinusal. La frecuencia cardíaca
adulta normal está entre 60 y 100 latidos por minuto.
Cuando los impulsos eléctricos del corazón son
lentos o interrumpidos o cuando estos impulsos eléctricos
son rápidos hay alteraciones del ritmo cardíaco.
En cada latido cardíaco la sangre que llena el co-
razón es expulsada a todo nuestro cuerpo; por lo tanto,
cualquier irregularidad en el latido cardíaco se traducirá en
una alteración en la llegada de sangre al resto de órganos
como riñones, cerebro, pulmones, que podrán verse seria-
mente afectados.
3. ¿Cuál es la causa de las arritmias?
La causa de las arritmias es un trastorno en el funciona-
miento normal del sistema de conducción eléctrico o en la
formación de los impulsos eléctricos en el corazón.
Nos referimos como causas de las arritmias a aque-
llas situaciones que pueden provocar una alteración en el
ritmo o en la frecuencia cardíaca.
Son muchas las causas que pueden provocar una
arritmia cardíaca (véase tabla 1).
4. ¿Son iguales todas las arritmias?
No son iguales todas las arritmias. Tener arritmia no signifi-
ca obligatoriamente sufrir una enfermedad cardíaca.
Existen personas con cierta predisposición a padecer
un tipo concreto de arritmia; otras tienen dañado el siste-
ma eléctrico del corazón debido a enfermedades cardíacas
o por el efecto de algún medicamento o sustancia.
Existen arritmias inofensivas para el paciente; sin
embargo, algunas pueden llegar a ser mortales.
Son muchas las alteraciones que puede sufrir el
ritmo cardíaco, bien en la frecuencia cardíaca, bien en su
regularidad (tabla 2):
• demasiado lento y regular
• lento e irregular
• rápido y regular
• rápido e irregular.
5. ¿Son hereditarias las arritmias cardíacas?
Las arritmias, en general, no son hereditarias. Que una
persona tenga taquicardias paroxísticas o padezca una al-
teración en el electrocardiograma no es motivo para pen-
sar que sus descendientes también la padecerán, pero es
cierto que puede llegar a ocurrir.
Puede existir cierta predisposición genética a pade-
cer un tipo concreto de arritmias. Un grupo reducido de
arritmias puede heredarse con carácter dominante, es de-
cir, puede ser transmitido al 50% de la descendencia. Pero
se puede decir, en general, que no por el hecho de padecer
una arritmia cardíaca, como puede ser una taquicardia pa-
Tabla 1. Causas que pueden provocar
una arritmia cardíaca
Patología cardíaca
Obstrucción de las arterias
coronarias:
• Infarto agudo de miocardio
• Angina de pecho
Trastornos de la conducción
o formación del impulso
Bradicardias, taquicardias,
bloqueos cardíacos
Traumatismos en el pecho
Accidentes laborales,
de circulación...
Efectos de algunos
medicamentos
Digital, antibióticos,
antiarrítmicos
Enfermedades pulmonares
Enfermedades pulmonares
obstructivas
Alteraciones de
los electrolitos
Enfermedades o sustancias
que provocan alteraciones
en los iones necesarios para
nuestro organismo (niveles
demasiado altos o demasiado
bajos de potasio, entre otros)
El estudio electrofisiológico del corazón es una prueba destinada a
determinar la actividad eléctrica de este órgano y poder establecer
la causa precisa de una arritmia.
243
roxística rápida, los descendientes de esta persona tengan
que padecer taquicardias.
6. ¿Qué síntomas puede presentar la arritmia?
Las arritmias no tienen por qué presentar siempre sínto-
mas, pueden incluso cursar sin sintomatología.
El latido cardíaco, en condiciones normales, no se
nota; sin embargo, en ocasiones pueden advertirse sínto-
mas de mareo, inestabilidad, sensación de palpitaciones,
falta de aire e incluso pérdida de conocimiento y es enton-
ces cuando el paciente se siente angustiado y consulta al
cardiólogo.
7. ¿Cómo se hace el diagnóstico?
Se puede hacer un diagnóstico rápido si se conocen los
síntomas que padece el paciente.
El médico puede solicitar distintas pruebas de
las que se dispone para poder diagnosticar la causa de las
arritmias (véase tabla 3).
8. ¿Cuál es el tratamiento de las arritmias?
Para el tratamiento de las arritmias se dispone de varias
técnicas, desde las más sencillas y ampliamente difundi-
das, hasta las más complejas y especializadas.
Primero se debe conocer la causa concreta de la
arritmia, y haber diagnosticado la razón que está provo-
cando estos síntoma, para poder buscar el tratamiento
más adecuado para cada arritmia.
Existen muchos tipos de tratamiento: desde la ad-
ministración de antiarrítmicos hasta el tratamiento de la
ablación con radiofrecuencia e incluso la implantación de
marcapasos. Elegir uno u otro depende del médico y de la
arritmia concreta de cada paciente.
No todas las arritmias tienen curación, aunque sí
es posible buscar la solución más adecuada a cada una y
evitar los síntomas que las acompañan (pérdida de conoci-
miento o incluso la muerte del paciente) (véase tabla 4).
Arritmias y marcapasos
Tabla 2. Tipos principales de arritmias
Bradicardias
El corazón late demasiado lento, lo que puede repercutir en que la persona se sienta fatigada o mareada, porque no bombea suficiente
sangre para que el cuerpo reciba el oxígeno necesario y funcione correctamente.
Taquicardias
El corazón late demasiado rápido y provoca que las cavidades cardíacas no se llenen correctamente de sangre y no llegue suficiente
oxígeno a las células del organismo.
Estas taquicardias serán distintas si su origen se localiza en las cavidades cardíacas superiores (aurícula) o si por el contrario se sitúan
en las cavidades cardíacas inferiores (ventrículos); en este último caso se trata de unas arritmias más graves que incluso pueden llegar a
ser mortales.
Fibrilación auricular
Es una arritmia bastante común, sobre todo en personas de edad avanzada.
En este tipo de arritmias las cavidades superiores del corazón, las aurículas, fibrilan; es decir, se contraen de manera irregular y
asincrónicamente. Puede cursar asintomática o con síntomas como el cansancio, la falta de aliento e incluso la sensación de
latido irregular.
La complicación más grave de este tipo de arritmia es que la sangre queda remansada en las aurículas y puede llegar a producir
coágulos, que son los causantes de las embolias.
Figura 1. Esquema del latido cardíaco en distintos
tipos de arritmias
riTMO SiNuSAL = Frecuencia regular entre 60 y 100 lpm
(latidos por minuto)
BrADiCArDiA SiNuSAL = Frecuencia regular inferior a 60 lpm
TAQuiCArDiA SiNuSAL = Frecuencia regular superior
a 100 lpm
riTMO irrEguLAr = Fibrilación auricular
TAQuiCArDiAS PArOXÍSTiCAS SuPrAVENTriCuLArES =
Frecuencias superiores a 150 lpm
LIBRO DE LA SALUD
244
9. ¿Cuáles son los posibles factores
desencadenantes de una arritmia?
Factoresdesencadenantessonaquellassituacionesofactores
externos que son capaces de iniciar una arritmia cardíaca.
En ocasiones, si se evitan estos factores desencade-
nantes, se puede evitar padecer la arritmia.
Los factores desencadenantes de las arritmias
cardíacas son:
• Enfermedades cardíacas isquémicas (en medicina
se llama isquemia al sufrimiento celular causado
por la disminución transitoria o permanente del
riego sanguíneo con la consecuente disminución
del aporte de oxígeno de un tejido biológico): in-
farto agudo de miocardio.
• Enfermedades agudas no isquémicas: alteraciones
de la glándula tiroides, fiebre, anemia, etc.
• Alteraciones del sistema de conducción cardíaco:
células cardíacas anómalas en el corazón que en
situaciones normales no existen, se conocen como
víasaccesoriasyprovocanlastaquicardiasparoxís-
ticas supraventriculares, los focos ectópicos (pun-
tos que lanzan estímulos eléctricos que no están
en el lugar habitual) y alteraciones en cualquier
parte del sistema de conducción cardíaco.
• Excitantes: alcohol, tabaco, drogas.
• Ejercicio físico: el exceso de ejercicio físico puede
provocar arritmias cardíacas que no son graves,
pero que deben ser controladas.
• Estados de ansiedad: estrés, emociones fuertes.
10. ¿Cómo se pueden prevenir las arritmias?
En algunos casos será fácil prevenir la arritmia evitando la
causa que la produce; sin embargo, en otras ocasiones es
imposible prevenirla y se deberá atacar con el tratamiento
más adecuado.
En los casos en que sea posible, hay que evitar to-
das las situaciones que provocan la arritmia, como puede
ser hacer deporte, ingerir excitantes como alcohol o dro-
gas y las situaciones de estrés.
11. ¿Qué es un marcapasos?
El marcapasos es un dispositivo electrónico que se implan-
ta en el cuerpo humano.
Está formado por un generador de impulsos cardía-
cos, alimentado por una batería especial, y va conectado
a un cable o electrodo para estimular el corazón, y asegu-
rarle un latido cardíaco artificial pero eficaz en caso de que
falle el latido cardíaco normal.
El generador se coloca debajo de la piel, cerca de
la clavícula, y es el encargado de enviar impulsos eléctri-
cos, de manera artificial, a un ritmo establecido, para res-
tablecer el ritmo cardíaco. Este generador está formado
por una batería de litio, que proporciona la energía nece-
saria para su funcionamiento, y por un circuito electróni-
co que es capaz de interpretar si debe o no proporcionar
el estímulo eléctrico.
Este generador va conectado a uno, dos o tres elec-
trodos; estos electrodos están formados por un material
metálico conductor de la electricidad, y enlazan el gene-
rador con el corazón. A la vez, el electrodo es capaz de
detectar si es necesario o no enviar estímulos artificiales,
al detectar los estímulos naturales del corazón e inhibir el
impulso artificial que genera el marcapasos.
Estos impulsos eléctricos, que no se notan ni mo-
lestan, aseguran que el corazón lata de manera continua
y constante.
En ocasiones es posible eliminar la causa de una arritmia mediante un
tratamiento mínimamente invasivo (ablación), que se lleva a cabo en
unidades especializadas.
245
La descarga del impulso eléctrico se puede progra-
mar con una frecuencia seleccionada previamente y con
una intensidad suficiente para estimular el corazón.
Existen muchos tipos de marcapasos, que se indi-
can según las necesidades de cada caso. Hay marcapasos
llamados unicamerales, que llevan únicamente un electro-
do; los marcapasos bicamerales llevan dos electrodos; y,
por último, los marcapasos tricamerales llevan conectados
tres electrodos. La indicación de uno u otro debe realizarla
el médico atendiendo a la arritmia y sintomatología que
presente cada paciente.
12. ¿Cuándo hay que colocar un marcapasos?
Es probable tener que implantar un marcapasos cuando se
presenta un ritmo cardíaco lento anormal que provoque
pérdida de conocimiento, mareo o fatiga, siempre que se
hayanhecholaspruebasnecesariasquediagnostiquenuna
arritmia cardíaca como causante de estas altera­ciones.
En estos casos, el marcapasos ayudará a que el cora-
zón se contraiga correctamente y de manera constante.
Estos generadores pueden programarse de manera
que envíen estímulos eléctricos cuando el corazón deja de
latir por sí solo, esto es, cuando el corazón no envía el estí-
mulo cardíaco de manera natural; es entonces cuando este
marcapasos entra en funcionamiento.
13. ¿Se puede hacer vida normal con
un marcapasos?
La finalidad de colocar un marcapasos es asegurar el dis-
frute de una vida normal.
El paciente portador de un marcapasos puede y
debe hacer una vida completamente normal, siempre y
cuando no esté limitado por alguna otra enfermedad.
Lo importante para un paciente con marcapasos es
que se olvide de que éste existe durante su vida cotidiana.
Llevar colocado un marcapasos no debe impedir el desa-
rrollo de una vida absolutamente normal, si bien es cierto
que deberá tener algunas precauciones, como proteger de
golpes la zona donde está implantado el generador y con-
trolar en la zona posibles erosiones.
Los síntomas que antes se presentaban, como fati-
ga, mareo, inestabilidad e incluso pérdida de conocimiento,
desaparecerán, haciendo posible una vida normal y con
más tranquilidad para el paciente y la familia. Las limita-
ciones en la actividad diaria vendrán motivadas por otras
enfermedades que pueda padecer el paciente, no por el
marcapasos en sí.
La posibilidad de conducir dependerá exclusiva-
mente del médico; por tanto, no se debe utilizar el coche
si no se tiene autorización médica. Debe recordarse que el
hecho de llevar un marcapasos no implica que no deba co-
locarse el cinturón de seguridad.
14. ¿Cómo se coloca el marcapasos?
La técnica quirúrgica utilizada actualmente para implantar
un marcapasos es muy sencilla y de corta duración. Se rea-
liza bajo anestesia local y se requiere, en general, el ingreso
de una noche en el hospital.
Arritmias y marcapasos
Tabla 4. Opciones básicas de tratamiento
de las arritmias
Bradicardias sintomáticas Implantación de marcapasos
Taquicardias paroxísticas
supraventriculares
Ablación con radiofrecuencia
Taquicardias ventriculares
Desfibrilador automático
implantable
Tabla 3. Pruebas diagnósticas de las arritmias
Exploración física
Consiste en una buena auscultación
cardíaca; debe tomarse el pulso
arterial durante un minuto
Electrocardiograma
Registro de la actividad eléctrica del
corazón: se colocan unos puntos de
referencia en las extremidades y la
zona precordial para poder registrar la
actividad eléctrica del corazón en ese
momento
Holter de 24 horas
Registro de 24 horas: se colocan
unos electrodos en el pecho que
irán conectados a una máquina que
registrará el electrocardiograma
durante las 24 horas
Prueba de esfuerzo
Hay que caminar sobre una cinta
continua o pedalear en una bicicleta
fija hasta que se manifiesten las
alteraciones cardíacas que se
buscan; durante este estudio se
hace un registro continuo
del electrocardiograma
Estudio
electrofisiológico
Prueba invasiva destinada a estudiar
la actividad eléctrica del corazón que
se realiza con anestesia local para
poder puncionar las venas y canalizar
varios catéteres hasta el corazón, y
así determinar la causa exacta de la
arritmia y saber qué parte del sistema
eléctrico del corazón está dañada;
de este modo se puede encontrar
el tratamiento adecuado para cada
arritmia cardíaca
LIBRO DE LA SALUD
246
Antes de la intervención se le explicará breve-
mente al paciente en qué consiste la técnica; puede que
sea necesario realizarle algunas pruebas previas como
un análisis de sangre, una radiografía de tórax e incluso
que le digan que deje de tomar alguna medicación en
concreto. Será necesario que en el caso de los hombres
se proceda al rasurado de la zona del pecho para liberar-
la de vello. Lo dejarán en ayunas unas horas antes de la
intervención.
Una vez que esté tumbado en la camilla del quiró-
fano se procederá a tapar al paciente con sábanas estériles
para evitar cualquier posible infección.
En el momento en que está anestesiada la zona
pectoral con anestesia local, se procede a la punción
de una vena por donde se canalizará el cable que lle-
gará hasta el corazón; este cable va conectado al gene-
rador de impulsos, al marcapasos. Una vez canalizado
este cable o electrodo se hace una pequeña incisión
en la zona precordial y se prepara una pequeña bolsa
debajo de la piel en donde se colocará el generador de
impulsos.
Una vez realizado todo este procedimiento, se
prueba el generador de impulsos para comprobar el buen
funcionamiento del sistema.
Se cierra la zona de la incisión con sutura y se coloca
un vendaje que se mantendrá unos diez-quince días.
15. ¿Cuánto tiempo dura un marcapasos?
La vida media de un marcapasos es larga: puede llegar a
durar hasta 10 años. De todas maneras dependerá de lo
que se utilice.
Los marcapasos no se agotan de pronto, sino que
durante los últimos meses o el último año de su funcio-
namiento dan algunos signos de que la pila se va descar-
gando. Es importante hacer un seguimiento periódico de
este marcapasos porque es la única manera que tenemos
de saber si la pila se está agotando.
Cuando la batería está baja, el marcapasos debe
ser cambiado. El recambio consiste en una pequeña ope-
ración, similar a la del implante inicial, pero más sencilla:
no hay que cambiar el electrodo, sino tan sólo extraer el
generador y reemplazarlo por uno nuevo.
16. ¿Qué revisiones deben hacerse?
Es importante realizar las revisiones periódicas que indi-
que el médico y siempre que se tenga alguna duda, ya sea
sobre la herida quirúrgica o por cualquier otro motivo rela-
cionado con el marcapasos.
La primera revisión importante es a los quince días
del implante: se hace una revisión de la herida quirúrgica y
si es necesario se retirarán los puntos.
La segunda revisión importante está indicada al
mes y medio del implante, para realizar ya la primera re-
visión del generador de impulsos y retocar parámetros de
Figura 2. Esquema de un marcapasos y su
funcionamiento habitual
COrAZÓN NOrMAL
Estímulo originado por el
marcapasos natural del corazón
COrAZÓN CON MArCAPASOS
Estímulo originado por
el marcapasos cuando
falla el marcapasos natural
del corazón
Cable conductor
Conexión
Electrodo
Batería
Circuito electrónico generador
247
programación. A partir de esta segunda revisión se aconse-
ja realizar una revisión una vez al año.
Estas revisiones se van acortando en tiempo cuan-
do la batería del generador de impulsos se va agotando,
hasta que de nuevo es necesario cambiarla.
El funcionamiento del marcapasos puede ser
controlado de manera indolora en la consulta del mé-
dico, utilizando unos ordenadores llamados programa-
dores externos, que envían unas señales, por telemetría,
al generador, a través de una pala externa que se co-
loca encima de la zona en donde se ha implantado el
marcapasos.
17. ¿Qué se puede hacer y qué se debe evitar tras
la colocación de un marcapasos?
Se necesita un tiempo de recuperación hasta reiniciar la
vida normal, pero no tiene por qué ser largo. De hecho, una
vez que la herida quirúrgica esté cicatrizada, se podrá vol-
ver a la vida anterior, al trabajo y la actividad diaria. Cada
persona tiene un tiempo de recuperación distinto, pero en
general este período es corto. En la tabla 5 se resumen las
principales precauciones que deben seguirse si se es por-
tador de un marcapasos.
Ser portador de un marcapasos no impide llevar
una vida activa, tanto en las tareas de casa como en el
terreno laboral. No se debe limitar la práctica de de-
porte, si bien se deberán evitar golpes en la zona del
generador.
En cuanto a la relación de pareja, el marcapa-
sos no es un impedimento para mantener relaciones
sexuales. Las mujeres pueden quedar embarazadas y
tener hijos.
Los marcapasos actuales son resistentes a las
interferencias externas que pudieran inhibirlos; única-
mente hay que tomar precauciones ante determinadas
situaciones: evitar campos electromagnéticos fuertes y
acercarse a máquinas de soldar eléctricas, detectores de
metales como los utilizados en comercios y aeropuertos,
equipos eléctricos que generen gran cantidad de energía
y equipos médicos como los de resonancia magnética. Se
deberán también evitar las centrales eléctricas y la cerca-
nía a líneas de alta tensión. Debe consultarse con el mé-
dico si en el trabajo se tiene contacto con estos equipos
descritos.
La mayoría de los aparatos domésticos no presenta
riesgos para el generador; los hornos microondas, las bati-
doras eléctricas, los televisores o las mantas eléctricas no
tienen por qué repercutir en un marcapasos, siempre que
estos aparatos se encuentren en buen estado.
Se recomienda tener alejado el teléfono móvil del
generador unos quince centímetros, y colocar el teléfono
móvil en la oreja contraria del lado donde va colocado el
marcapasos. Los teléfonos inalámbricos y los fijos son to-
talmente seguros.
Hay que llevar siempre encima la tarjeta que indi-
ca que se es portador de un marcapasos, en donde figu-
rará el modelo del marcapasos, un teléfono de contacto
y otros datos que pueden llegar a ser de interés en cual-
quier momento.
Glosario
Angina de pecho: dolor torácico agudo, a veces manifestado
como opresión o malestar, que normalmente comienza en el cen-
tro del pecho y puede extenderse a los brazos, el cuello o la man-
díbula. Se puede relacionar con el ejercicio, las emociones o las
comidas copiosas. Está causado por una deficiente oxigenación
del músculo cardíaco, normalmente consecuencia de una enfer-
medad coronaria.
Arritmia: alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen las taquia-
rritmias (taquicardias), en las que el corazón tiene una frecuencia
superior a 100 latidos por minuto en reposo, y las bradiarritmias
(bradicardias), en las que el corazón tiene en reposo una frecuen-
cia inferior a 55 latidos por minuto.
Bradicardia: del griegobradis(‘lento’) y cardia(‘corazón’). Esta pala-
bra se utiliza para definir, en medicina, el ritmo cardíaco lento.
Embolia: lesión producida en cualquier tejido u órgano del
cuerpo humano al obstruirse una arteria (habitualmente) o
una vena por un fragmento desprendido del árbol circulato-
rio (émbolo), habitualmente procedente de un trombo (arte-
rial o venoso).
Infarto de miocardio: muerte de células musculares cardíacas,
generalmente causada por la falta de oxigenación que sigue a la
oclusión completa de una arteria coronaria, como consecuencia
Tabla 5. Precauciones que se deben tener en
cuenta con un marcapasos
Qué se puede hacer Qué no se puede hacer
Usar teléfonos móviles
Pasar por detectores de metales
(aeropuertos, tiendas...)
Utilizar hornos microondas
Someterse a una resonancia
magnética
Trabajar con ordenadores y
equipos informáticos
Pasar por campos imantados
Practicar deporte Pasar por líneas de alta tensión
Arritmias y marcapasos
LIBRO DE LA SALUD
248
de la trombosis de una placa de ateroma. Una parte del tejido
cardíaco queda lesionada habitualmente de forma irreversible.
Marcapasos: aparato electrónico que sirve para estimular el cora-
zón de forma que se mantenga el ritmo cardíaco.
Nodo sinusal: conjunto de células del corazón que gobiernan
la generación de impulsos eléctricos normales. Su funciona-
miento correcto supone que el ritmo cardíaco es normal (ritmo
sinusal normal).
Taquicardia: del griego takhýs,‘rápido’, y cardia,‘corazón’. Esta pala-
bra se utiliza para definir, en medicina, la frecuencia del ritmo de los
latidos o de las contracciones cardíacas superior a la normal.
Taquicardia paroxística: arritmia cardíaca caracterizada por su
rapidez (superior a la normal) y que generalmente se inicia y cesa
de forma brusca.
Bibliografía
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pub/guide/disease/electric.asp?firstCat=3&secondCat=246&thi.
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Heartpoint Gallery. «Arritmias, información general». http://www.
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Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Arritmias». http://
www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001101.htm.
• Las arritmias son una de las causas más frecuentes de
consulta al cardiólogo por el malestar físico que origi-
nan sus síntomas y por las consecuencias que producen
en el estado general de los pacientes.
• Dentro del corazón se encuentran las células cardía-
cas necesarias para la formación del impulso cardía-
co y la transmisión de éste por su interior. La altera-
ción en la formación o transmisión de este impulso
cardíaco da lugar a estas alteraciones del ritmo que
llamamos arritmias cardíacas. Este ritmo puede verse
alterado por variaciones en la frecuencia cardíaca y/o
en la regularidad del latido, lo que provoca distintos
tipos de arritmias.
• En general podemos decir que existen dos grandes grupos
de alteraciones del ritmo; las bradiarritmias, en las que el
corazón late demasiado lento, y las taquiarritmias, en las
que el corazón late demasiado rápido; estas taquiarritmias
serán distintas si su origen se localiza en las cavidades car-
díacas superiores (aurícula) o si por lo contrario se sitúan
en las cavidades cardíacas inferiores (ventrículos).
• Las arritmias no tienen por qué presentar siempre sín-
tomas; pueden incluso cursar asintomáticas. Estos sín-
tomas son molestos para el paciente: cansancio, sensa-
ción de palpitaciones, mareo, sensación de falta de aire,
e incluso llegan a ser graves, como pérdida de conoci-
miento o síncope.
• Existen técnicas para poder diagnosticar y tratar poste­
riormente la arritmia cardíaca, aunque en ocasiones,
una vez diagnosticada, lo que puede tratarse son única-
mente los síntomas que produce.
• Entre las técnicas de curación y tratamiento para cada
arritmia cardíaca pueden citarse: el estudio electrofisio-
lógico para diagnosticarla e identificarla; la ablación con
radiofrecuencia para curar algunas de ellas (las taquia-
rritmias); la implantación de un marcapasos definitivo
para tratar otras arritmias (las bradiarritmias); y, por últi-
mo, el desfibrilador automático implantable para tratar
las taquiarritmias de origen ventricular.
• El marcapasos está formado por un generador de im-
pulsos cardíacos, alimentado por una batería especial.
Va conectado a un cable o electrodo para estimular el
corazón y asegurarle un latido cardíaco artificial pero
eficaz en caso de que falle el latido cardíaco normal. La
técnica de implantación de este dispositivo es sencilla;
debe realizarse en un quirófano para evitar infecciones
y deberá cambiarse la pila del dispositivo cuando ésta
se agote. La vida media de estos dispositivos es variable,
con un máximo de 10 años. Es importante ayudar al pa-
ciente portador de un marcapasos a integrarse cuanto
antes en su realidad cotidiana; para ello deberá seguir
unos consejos médicos y unas pautas de conducta en
su estilo de vida.
Resumen
249
Capítulo 25
El accidente vascular cerebral
Dr. Ángel Chamorro
Médico especialista en Neurología. Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué es un accidente vascular cerebral?
El término accidente vascular cerebral se emplea para defi-
nir el conjunto de enfermedades cuya anomalía principal
es la alteración del riego sanguíneo cerebral y de otras es-
tructuras del sistema nervioso, tales como el cerebelo o el
tronco del encéfalo. La palabra científica para designar el
accidente vascular cerebral es ictus, un término latino que
quiere decir golpe. Efectivamente, los síntomas de un ictus
se presentan en la mayoría de las ocasiones de un modo
súbito y violento, como un golpe en el cerebro. Otros tér-
minos de uso coloquial para describir el ictus son derrame
cerebral, embolia, o trombosis. Estos últimos, aunque son
términos más conocidos por la población general, pueden
inducir a error respecto a la enfermedad concreta de cada
paciente, por lo que los expertos recomiendan que el tér-
mino utilizado tanto por los médicos como por la pobla-
ción general sea el de ictus.
2. ¿El ictus es siempre la misma enfermedad?
Con el término ictus se describe un conjunto amplio de
enfermedades de la circulación sanguínea del sistema
nervioso, por lo que pacientes con síntomas clínicos
aparentemente similares puedan albergar enfermedades
de causas bien diferentes. Por este motivo, una función
principal del neurólogo especialista en ictus es determi-
nar en cada paciente la causa específica de sus síntomas.
Esta identificación de la causa de la enfermedad es
trascendental, pues éste será el factor que determine el
tipo de tratamiento que deberá seguir el paciente para
que el ictus no se repita.
Se pueden realizar varias pruebas de imagen para determinar
la existencia, tipo, alcance y gravedad de un accidente vascular
cerebral. En estas imágenes, la exploración muestra un déficit de
perfusión en el territorio de la arteria cerebral media izquierda
(A), con escasa afectación cerebral (B). Tras realizar un tratamiento
trombolítico endovenoso se consigue una recanalización completa
de la arteria (C), que deja un pequeño infarto cerebral como única
lesión (D).
A B
C D
LIBRO DE LA SALUD
250
3. ¿Todos los ictus producen los mismos tipos
de síntomas?
No todos los ictus producen los mismos síntomas, lo
cual guarda relación con la gran complejidad del fun-
cionamiento normal del cerebro. Las funciones cere-
brales son responsabilidad de diversas células entre las
que destacan por su importancia las neuronas. Estas
células tienden a especializarse en funciones concretas:
así, hay neuronas implicadas en levantar un brazo, rotar
el pulgar derecho, oír que llaman a la puerta, recordar
una fecha, paladear una paella, sumar diez más cinco,
o reconocer un objeto con el tacto. Generalmente, las
neuronas especializadas en una misma función tienden
a agruparse en zonas concretas y vecinas del cerebro, ya
que su proximidad en el cerebro facilita su comunica-
ción. Y son muchas las neuronas necesarias para realizar
un acto concreto, por ejemplo mover una pierna, hablar,
leer, etc. Ahora bien, esta proximidad física expone las
células vecinas a peligros comunes, como los que se
derivan de la alteración de la irrigación sanguínea, ya
que las zonas cerebrales próximas tienden a estar irri-
gadas por la misma arteria. De este modo, una lesión
en una zona concreta del cerebro producirá síntomas
que se corresponderán con el tipo de especialización de
las neuronas que residen en ella, y que tiende a estar
irrigada por una misma arteria. Por ejemplo, una lesión
en la parte posterior del cerebro, en una zona llamada
corteza occipital, producirá una alteración de la visión;
mientras que una lesión en la porción anterior del cere-
bro, en una zona llamada corteza frontal, puede producir
una alteración en la fuerza de una parte del cuerpo sin
causar ningún trastorno visual. Sin embargo, a pesar de
la diferencia clínica, la causa de los síntomas puede ser
en ambos casos un ictus.
4. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
El síntoma más frecuente de un ictus es la pérdida brusca
de fuerza (parálisis) en una parte del cuerpo. Lo más habi-
tual es la parálisis de una mitad de la cara y del brazo del
mismo lado. Según la localización y el tamaño de la lesión
en el cerebro, la pérdida de fuerza puede afectar a la mi-
tad del cuerpo (hemiplejia) o tan sólo a uno de los miem-
bros (monoplejia). También pueden afectarse los dos la-
dos del cuerpo a la vez (tetraplejia), y, en los casos más
graves, el ictus puede dificultar la respiración y disminuir
el nivel de conciencia (coma). Con frecuencia, el paciente
puede sentir alterada la sensibilidad en la misma zona en
que pierde la fuerza (hipoestesia), o notar una sensación
de acorchamiento (parestesias). En algunos casos puede
doler la cabeza (cefalea) de forma intensa o moderada,
aunque lo más habitual es que el ictus no cause ningún
tipo de dolor.
Otro síntoma frecuente es la alteración del lenguaje
(afasia), que se puede acompañar de la pérdida de fuerza
antes comentada si la lesión cerebral es extensa. La afasia
puede comportar que el paciente articule las palabras con
dificultad (disartria), o que emita un lenguaje bien pro-
nunciado pero en el que se confundan las sílabas de una
palabra, se cambien unas palabras por otras, o se utilice
un lenguaje totalmente incoherente o incomprensible. En
otras ocasiones, el paciente afásico aparenta hablar con
normalidad, pero no entiende las órdenes simples que se
le dan, como por ejemplo que cierre los ojos o que levante
un brazo.
Como se ha comentado ya, la alteración de la vi-
sión puede ser también un síntoma de ictus, y en ocasio-
nes ser el único síntoma presente, aunque es más habi-
tual que se acompañe de alguna de las alteraciones des-
critas. Lo más frecuente es la pérdida brusca de visión en
un lado del campo visual (hemianopsia), alteración que
puede afectar a uno o a los dos ojos. El paciente puede
perder de manera brusca el equilibrio, hasta el punto de
serle imposible caminar (ataxia). No son infrecuentes las
caídas al suelo en el momento de la aparición de un ictus.
Además de perder el equilibrio, el paciente puede referir
una sensación subjetiva de giro de los objetos (vértigo), o
Figura 1. Las neuronas
Las neuronas son las células que componen el tejido nervioso (cerebro,
médula espinal, nervios y otros). Están especializadas en la conducción
de señales bioeléctricas, que se transmiten de una a otra neurona a través de
las sinapsis o conexiones neuronales. En caso de lesión por falta de riego
sanguíneo, las neuronas mueren y su función es difícilmente recuperable.
251
de visión doble (diplopia). En general, un vértigo aislado
que no se acompaña de otros síntomas obedece a causas
menos graves que un ictus. De manera infrecuente, un ictus
puede complicarse con la aparición de crisis epilépticas.
Es importante saber que ante cualquiera de los síntomas
descritos se debe consultar sin demora con un facultati-
vo, quien iniciará los estudios necesarios para identificar
su causa.
5. ¿Cómo se produce un ictus?
El cerebro es un órgano que no tiene una capacidad ade-
cuada para almacenar reservas energéticas. Es un órgano
que vive al día y con un gran tren de vida. Por ello, su acti-
vidad normal depende de un riego sanguíneo adecuado
y constante, que le proporcione sus elevadas necesi-
dades de glucosa y oxígeno. Tras un ictus, la falta de un
suministro adecuado de sangre en una zona del cerebro
se traduce en la aparición de forma casi instantánea
de los síntomas antes mencionados. Esta falta de riego
sanguíneo puede deberse a dos mecanismos diferentes
principales:
• La obstrucción de una arteria, que dará lugar a un
infarto cerebral.
• La rotura de una arteria, que provocará una hemo-
rragia cerebral.
En ambos casos, se interrumpe la llegada de ener-
gía al cerebro, aunque la hemorragia es en general más
grave, porque con frecuencia se incrementa la presión en
el interior del cráneo, lo que puede tener consecuencias
muy graves.
6. ¿Cuánto duran los síntomas de un ictus?
La duración de los síntomas es variable, pues depende
de la causa de la enfermedad y de la zona y extensión en
que se produzca la lesión. Con gran frecuencia los sín-
tomas dejan secuelas permanentes, lo que hace que el
ictus sea la primera causa de secuelas invalidantes en el
adulto en el mundo occidental. No es infrecuente que
un ictus grave sea precedido en los días anteriores de
episodios de alteración de las funciones cerebrales de
pocos minutos de duración —entre dos y quince minu-
tos—, hasta unas pocas horas. Estos episodios reciben
el nombre de accidentes isquémicos transitorios. Iden-
tificarlos adecuadamente es trascendental, pues de ello
puede derivarse que se adopten medidas que impidan
la aparición posterior de un infarto cerebral. Por lo tanto,
no consultar con el especialista después de un accidente
isquémico transitorio es un grave error, pues aunque el
paciente parece curado, el riesgo de padecer un infarto
cerebral en los días o semanas siguientes puede llegar a
ser superior al 25%.
7. ¿Por qué se obstruyen las arterias cerebrales?
Las arterias del cerebro pueden obstruirse por diversos
motivos. En España, la causa más frecuente de obstrucción
de las arterias cerebrales es la arteriosclerosis, que en la
actualidad se considera una enfermedad inflamatoria
crónica de las arterias. Como consecuencia de la arterios-
clerosis, las arterias se engrosan progresivamente, y se acu-
mulan diversas sustancias, como grasas, calcio, o células de
la sangre, que dificultan de forma progresiva el paso de la
circulación sanguínea por las zonas arteriales lesionadas.
Estos engrosamientos de las arterias se llaman placas de
ateroma.
El accidente vascular cerebral
Una dieta sana y equilibrada ayuda a prevenir el ictus.
LIBRO DE LA SALUD
252
8. ¿Por qué el engrosamiento de las arterias
cerebrales (placas de ateroma) ocasiona síntomas?
Ya se ha comentado que las placas de ateroma dificultan
el paso de sangre hacia el cerebro. Los problemas clínicos
más frecuentes se ocasionan porque en la superficie de
estas placas de ateroma se produce un coágulo de san-
gre (trombo), que es un acúmulo de células sanguíneas
—como las plaquetas— y de sustancias que tienden a ha-
cer más viscoso el contenido de la sangre. Un trombo es
frágil, puede crecer de forma rápida y tapar toda la luz de
un vaso, o puede romperse en fragmentos más pequeños
(émbolos) que circularán por las arterias hasta quedarse
encajados en un punto por el que ya no pueden conti-
nuar su viaje. En el territorio en el que queden encajados
estos émbolos se detendrá la circulación, y aparecerán los
síntomas del ictus porque una zona cerebral no recibe el
aporte energético necesario. El proceso de formación de
un trombo en una arteria se llama trombosis, y la rotura de
un trombo y oclusión de una arteria distante es lo que se
denomina embolia.
9. ¿Dónde se forman los trombos cerebrales?
Los trombos cerebrales pueden formarse en cualquier terri-
torio de las arterias cerebrales. Sin embargo, las placas de ate-
roma se sitúan con una especial frecuencia, en la población
española, en dos arterias que se llaman carótidas y que se en-
cuentran a ambos lados del cuello. La aorta es otra arteria en
la que es frecuente la formación de placas de ateromas.
10. ¿Las enfermedades cardíacas pueden ser una
causa de ictus?
Con mucha frecuencia, y muy en especial en las personas ma-
yores,lostrombossepuedenformarenelcorazón.Haymuchas
enfermedades cardíacas que pueden complicarse con la for-
maciónensuinteriordetrombos,perolamásfrecuenteesuna
alteracióndelritmocardíaco(arritmia)quesedenominafibrila-
ciónauricular, y que se detecta realizando un electrocardiogra-
ma. Los trombos del corazón pueden también fragmentarse y
viajarhacialasarteriascerebralescausandounictus.Reconocer
adecuadamente esta alteración del ritmo cardíaco es muy im-
portante, porque existen tratamientos como el Sintrom® que
sonmuyeficacesparaprevenirlaaparicióndeemboliassecun-
dariasalaformacióndetrombosenelcorazón.Demaneramás
infrecuentelostrombossepuedenformarenlasvenasenlugar
de en las arterias, y pueden ocasionar una embolia cerebral si
se dan algunas circunstancias especiales. Finalmente, las arte-
rias y las venas del cerebro pueden ocluirse porque existe una
enfermedaddelasangrequehacequeéstaseaespecialmente
espesa, o porque sus paredes están inflamadas por una serie
muy larga de enfermedades que se llaman vasculitis.
11. ¿Por qué se rompen las arterias cerebrales?
Si excluimos los traumatismos, la causa más frecuente de ro-
tura de una arteria cerebral es el envejecimiento. Por ello, las
hemorragias cerebrales predominan en las personas de más
de 60 años. Con los años, las arterias pierden flexibilidad y su-
fren cambios degenerativos que las debilitan y las hacen más
vulnerables.Hayademásotrosfactoresquepuedenhacerque
estos cambios degenerativos sean más marcados y rápidos,
por lo que la rotura de las arterias puede acontecer también
en personas más jóvenes. Entre estos factores destacan prin-
cipalmentelaelevacióndelapresiónarterial(hipertensión),la
diabetes, el consumo de tabaco y algunas drogas.
12. ¿Quién tiene más riesgo de sufrir un ictus?
El factor de riesgo más importante es la edad avanzada,
aunque sería un error considerar que el ictus es un padeci-
miento exclusivo de la gente mayor. Así, a partir de los 55
años se dobla en cada década el riesgo de tener un ictus.
Los hombres presentan mayor riesgo de ictus que las muje-
res, aunque esta relación se invierte en las mujeres de más
de 85 años. A pesar de este predominio masculino, el ictus
causa más muertes entre las mujeres.También hay algunas
razas con mayor riesgo de ictus que otras, por ejemplo los
afroamericanos, o los hispanos; y dentro de Europa, es Fin-
landia el país con más elevada incidencia y prevalencia de
ictus. La raza caucasiana no es la de mayor riesgo, si bien en
todas las razas hay un mayor riesgo de ictus cuando se dan
circunstancias socioeconómicas desfavorables.
13. ¿Es hereditario el riesgo de sufrir un ictus?
Algunos estudios en gemelos han sugerido la existencia de
un componente hereditario en el ictus. También las perso-
nas con antecedentes paternos o maternos de ictus tienen
un riesgo algo más elevado, especialmente si el ictus de los
padres ocurrió a una edad temprana. Igualmente, pueden
ser hereditarios en ocasiones los factores favorecedores
del ictus, tales como la hipertensión arterial, la diabetes, o
la alteración de los lípidos (grasas) de la sangre.
14. ¿Existen factores que incrementan el riesgo de
ictus que puedan ser modificados?
Efectivamente. Algunas de las causas que predisponen a
la aparición de un ictus pueden ser corregidas mediante
253
cambios en el estilo de vida y el empleo de fármacos. Los
principales factores de riesgo modificables son los que se
detallan en la tabla 1.
La hipertensión predispone tanto a los infartos
como a las hemorragias cerebrales, y existen datos convin-
centes de que la reducción de la presión arterial elevada
disminuye dicho riesgo de forma muy importante. Por este
motivo, se recomienda que se mida la tensión arterial en
los sujetos adultos al menos una vez cada dos años.
El tabaco incrementa el riesgo de infarto y de hemo-
rragia cerebral, y dicho riesgo aminora pasados al menos cin-
co años de cesar su consumo. Dejar de fumar es por tanto
una prioridad en la prevención del ictus. La diabetes incre-
menta entre 1,8 y 6 veces el riesgo de ictus, especialmente
si además coexiste una hipertensión arterial. Por razones no
bien aclaradas, el control estricto de los niveles de glucosa
en sangre no reduce de una manera significativa el riesgo de
ictus, aunque sí otras posibles complicaciones de la diabetes.
Es muy importante un control estricto de la presión arterial
en el paciente diabético. La relación entre la elevación del
colesterol y el infarto cerebral es más débil que la demos-
trada en el infarto de miocardio. Además, se ha relacionado
un incremento de la mortalidad por hemorragia cerebral en
los sujetos con niveles de colesterol inferiores a 160 mg/dL.
A pesar de ello, se ha podido demostrar una reducción muy
importante del riesgo de presentar una recurrencia de un
ictus mediante la administración de algunos fármacos (ator-
vastatina) que disminuyen las cifras de colesterol.
Laobesidad,sobretodoabdominal,ylainactividadfí-
sicaincrementantambiénelriesgodeictus,tantoenvarones
como en mujeres. Por ello, se deberán tomar medidas contra
el sobrepeso y hacer ejercicio de manera regular. Caminar a
buen paso durante 30-45 minutos al día reduce el riesgo de
ictus. El consumo de alcohol tiene una relación compleja con
El accidente vascular cerebral
Figura 2. Cerebro (sección)
Sustancia gris
Sustancia blanca
Hipocampo
Mesencéfalo
Bulbo raquídeo
Cerebelo
Hemisferios cerebrales
derecho e izquierdo
La superficie de los hemisferios cerebrales se denomina cortezacerebral, junto a la cual está la sustanciagris. En el interior del cerebro está la llamada sustancia
blanca. Ambas sustancias están formadas por neuronas. La parte más alta de la médula espinal se une al cerebro en un engrosamiento denominado bulbo
raquídeo, centro de control de la respiración y la circulación.
LIBRO DE LA SALUD
254
el riesgo de ictus, dado que la consumición excesiva se ha
asociado a un incremento del riesgo de infarto y hemorra-
gia cerebrales. Por el contrario, un consumo ligero de alcohol
puede tener ciertos efectos protectores contra las enferme-
dades vasculares cerebrales y coronarias, tales como mejorar
el HDL (colesterol bueno), o disminuir la viscosidad de la san-
gre. Los médicos no recomiendan iniciar en el consumo de
alcohol a los abstemios, y a los bebedores se les recuerda la
importancia de beber de forma moderada.
15. ¿Tiene tratamiento el ictus en el momento de
su aparición?
Recientemente las autoridades sanitarias europeas han
reconocido el beneficio de una sustancia que se llama
rt-PA para tratar el ictus no hemorrágico. Dicho tratamiento
pertenece a una familia de fármacos que se llaman trombolí-
ticos. Como su nombre indica, el objetivo de administrar este
tratamiento es romper los trombos que impiden la circulación
sanguínea. El rt-PA se aplica mediante una inyección intrave-
nosa que debe ser administrada a pacientes muy bien selec-
cionados por el especialista, ya que a pesar de su eficacia el
fármaco puede ocasionar hemorragias graves, o incluso mor-
tales. Sin embargo, el mayor inconveniente de este fármaco es
que no se puede administrar a la gran mayoría de pacientes
con síntomas clínicos con más de tres horas de evolución. Esta
gran limitación de tiempo es la responsable de que en el mo-
mento actual menos del 5% de todos los pacientes con ictus
de España reciba este tipo de tratamiento. Así, un objetivo sa-
nitario prioritario es incrementar el porcentaje de ictus que se
puedan beneficiar de este tratamiento. Para ello, es imprescin-
dible que la población general conozca cuáles son los sínto-
masdealarmadeunictusyque,antelasospechadepresentar
uno, sepa que debe acudir inmediatamente a un hospital.
16. ¿Dónde se debe tratar un ictus?
Salvo en contadas excepciones, el ictus requiere el ingreso en
un hospital que cuente con el equipamiento adecuado para
hacer un diagnóstico correcto de la enfermedad y permita
aplicar los tratamientos que se consideren necesarios. Lo idó-
neo es que los ictus sean atendidos en unas unidades especí-
ficas que se denominan Unidades de Ictus, coordinadas por
neurólogos vasculares. Además del tratamiento trombolítico
comentado,otroaspectocrucialparamejorarelpronósticodel
paciente con ictus es ser ingresado en una Unidad de Ictus.
17. ¿Qué es una Unidad de Ictus?
Una Unidad de Ictus es el equivalente de la Unidad Corona-
ria para el tratamiento del infarto de miocardio. Una Unidad
de Ictus es una zona de un hospital en la que trabajan neu-
rólogos vasculares y personal de enfermería y auxiliar espe-
cializados en el diagnóstico y tratamiento del ictus. En estas
unidades el paciente es vigilado estrechamente durante los
primeros días de su enfermedad. El tratamiento en estas uni-
dades disminuye la mortalidad y las secuelas del ictus en to-
dos los grupos de edad y en ambos sexos, por lo que es otro
objetivo sanitario conseguir que la mayoría de los pacientes
con ictus ingresen en ellas, ya que en el momento actual no
están presentes en toda la geografía española.
18. ¿Qué debe hacerse ante la sospecha de
padecer un ictus?
De lo dicho en los dos apartados anteriores se deriva que la
conducta más apropiada de un paciente con síntomas sos-
pechosos de un ictus es acudir inmediatamente al servicio
de urgencias de un hospital, o llamar al servicio de ambu-
lancias de su provincia. Dicho hospital debería contar con
una Unidad de Ictus. Dado que el margen de administración
Tabla 1. Recomendaciones para evitar el ictus
Factor Objetivo Recomendación
Hipertensión
Sistólica < 140 mmHg Medir la tensión arterial cada dos años al menos
Diastólica < 90 mmHg
Controlar el peso, hacer ejercicio
Administrar fármacos en caso necesario
Tabaco Dejar de fumar Utilizar programas de deshabituación
Diabetes Reducir la glicemia Dieta y fármacos en sangre y controlar la tensión arterial
Fibrilación auricular Evitar trombos Aspirina® o Sintrom®
Colesterol Alcanzar niveles normales Dieta y/o fármacos en caso necesario
Inactividad física Vida activa Ejercicio durante al menos treinta minutos diarios
Dieta Alimentación equilibrada Frutas y verduras abundantes
Alcohol Moderación
No más de dos vasos de vino al día los hombres, o un vaso las
mujeres
Drogas Abandonar su consumo Abstención plena
255
El accidente vascular cerebral
de rt-PA es de sólo tres horas desde el inicio de los síntomas,
hay que actuar siguiendo el concepto «tiempo es igual a ce-
rebro», pues cuanto antes se administre este fármaco, ma-
yores son las probabilidades de evitar las secuelas perma-
nentes de la enfermedad. Para facilitar este tratamiento se
ha creado en diversas ciudades españolas el llamado código
ictus, consistente en la conexión telefónica inmediata entre
los servicios de ambulancia que recogen al paciente en su
domicilio y los centros hospitalarios que lo atenderán.
19. ¿El ictus puede repetirse?
La arteriosclerosis es una enfermedad crónica, y los sínto-
mas clínicos pueden repetirse con el paso del tiempo. El
riesgo de repetición de un ictus depende de la causa pri-
maria de la enfermedad, de los genes de cada individuo,
y del buen cumplimiento por el paciente del tratamiento
recomendado por el especialista para evitar la recurrencia.
Por ello, es muy importante mantener de forma indefinida
la medicación y los cambios de estilo de vida recomen-
dados en cada caso. En la actualidad, no hay marcadores
fiables del riesgo de recaída de cada paciente, por lo que
todos deben ser tratados atendiendo a esta posibilidad.
20. ¿Existe tratamiento quirúrgico para el ictus?
Enocasiones,elpacienteconictusdebeserintervenidoquirúr-
gicamente. Las hemorragias cerebrales pueden ser interveni-
das quirúrgicamente en unos pocos casos, al igual que algu-
nas enfermedades que causan infartos cerebrales. Entre estos
últimos,laprincipalintervenciónsedenominaendarterectomía
carotídea, que consiste en la limpieza quirúrgica de la arteria
carótida enferma. En los últimos años, además de quirúrgica-
mente,lasarteriaspuedensertratadasmedianteotrastécnicas,
como la denominada angioplastia carotídea. En esta última, el
especialistaintroduceuncatéterconunbalóndedilataciónen
la arteria lesionada con el fin de ensanchar su zona de mayor
estrechamiento. Tanto la intervención quirúrgica como la
angioplastia deben ser realizadas por especialistas que acredi-
ten que las complicaciones de la intervención serán inferiores
al riesgo estimado si sólo se aplica un tratamiento médico.
21. ¿Qué tratamientos médicos son los más
eficaces para evitar un ictus?
El tratamiento preventivo no siempre es el mismo, ya que
debe ajustarse a la causa de la enfermedad responsable
del ictus en cada caso. Existen dos grandes grupos de fár-
macos: los antiagregantes plaquetarios y los anticoagu-
lantes. En los primeros se incluyen fármacos que inhiben
la función de las plaquetas, que son células de la sangre
que participan de manera protagonista en la formación de
los trombos en las paredes de las arterias. El antiagregante
plaquetario más utilizado es la aspirina. Otros ­antiagregantes
son el clopidogrel, el dipiridamol y el trifusal. Los anti-
coagulantes se administran también con la intención de
impedir la formación de trombos, aunque el mecanismo
por el que actúan es inhibir unas sustancias que se llaman
factores de la coagulación. El anticoagulante más utilizado
en España es el Sintrom
. Hay otra serie de fármacos cate-
gorizados como vasodilatadores cerebrales cuya eficacia
clínica es dudosa.
Glosario
Afasia: alteración del lenguaje. Incapacidad para comprender las
palabras (afasia de comprensión) o para expresarlas correctamente
(afasia de expresión).
Arteriosclerosis: término griego que significa ‘endurecimiento’
(esclerosis) de las arterias, a causa de la formación de depósitos
grasos y de otras sustancias que impiden el paso de la sangre.
Ataxia: trastorno neurológico que se manifiesta por trastornos de
la marcha y/o el equilibrio.
Ateroma: placa que se acumula en el interior de una arteria y obs-
truye total o parcialmente su luz.
Cerebelo: parte del sistema nervioso central que regula una serie
de funciones básicas, como la coordinación o el equilibrio.
Disartria: dificultad en la articulación normal de las palabras.
Embolia: lesión producida en cualquier tejido u órgano del cuer-
po humano al obstruirse una arteria o una vena por un fragmento
desprendido del árbol circulatorio (émbolo), habitualmente pro-
cedente de un trombo (arterial o venoso).
Prevenir el ictus haciendo ejercicio: un estilo de vida sedentario es un
factor de riesgo de múltiples enfermedades vasculares. Además, un
buen estado físico ayuda notablemente a la recuperación en caso de
sufrir un ictus.
LIBRO DE LA SALUD
256
Émbolo: trombo o fragmentos de éste que se liberan y se desplazan
por el interior de las arterias o venas hasta que impactan en un punto
de la circulación, donde detienen el flujo sanguíneo.
Encéfalo: parte del sistema nervioso central que regula una serie
de funciones superiores, como por ejemplo la visión o el habla.
Hemianopsia: pérdida de la visión de una mitad del campo ocular.
Hemiplejia: parálisis completa o incompleta que afecta a una mi-
tad del cuerpo.
Hipoestesia: alteración (por disminución) de la sensibilidad en
una zona anatómica concreta.
Ictus: palabra latina que significa‘golpe’y hace referencia al infar-
to y hemorragia cerebral. El ictus define las alteraciones circulato-
rias del sistema nervioso cuya característica clínica principal es su
aparición brusca o ictal.
Monoplejia: parálisis completa de una extremidad.
Parálisis: pérdida de fuerza en una extremidad o en una función
muscular motriz concreta.
Parestesia: sensación anómala en un territorio localizado, habi-
tualmente descrita como acorchamiento.
Tetraplejia: parálisis completa de las cuatro extremidades.
Trombo: coágulo de sangre en el interior de una arteria o vena.
Trombosis: proceso de formación de un trombo (coágulo de san-
gre) en el interior de un vaso.
Bibliografía
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OndaSalud.com. «Accidente cerebrovascular (ictus)». http://www.
ondasalud.com.
Sociedad Española de Neurología. Guía para el tratamiento y prevención
del ictus. http://www.sen.es/profesionales/ictus_cap6.htm
• El término accidente vascular cerebral o ictus define el
conjunto de enfermedades cuya anomalía principal es
la falta de riego sanguíneo cerebral. Puede deberse a la
obstrucción de una arteria, que dará lugar a un infarto
cerebral, o a su rotura, lo que comportará una hemo-
rragia cerebral. Es la segunda causa de mortalidad en
España y la primera causa de invalidez permanente.
• En la mayoría de las ocasiones los ictus se presentan
de un modo súbito y violento, como un golpe en el
cerebro. El síntoma inicial suele ser la pérdida brusca
de fuerza en una parte del cuerpo y con frecuencia el
paciente nota alterada la sensibilidad en la zona. Otros
síntomas habituales son la alteración brusca del len-
guaje, o la pérdida parcial o total de visión en uno o los
dos ojos. En algunos casos puede doler la cabeza de
forma intensa o moderada, aunque lo más habitual es
que el ictus no cause dolor.
• En España, la causa más frecuente de ictus es la arte-
riosclerosis, y los principales factores que favorecen su
aparición pueden ser corregidos o disminuidos median-
te cambios en el estilo de vida y el empleo de fármacos.
Entre estos factores destacan la hipertensión arterial,
el tabaquismo, la diabetes, el aumento del colesterol
sanguíneo y la obesidad. En general, los hombres tie-
nen mayor riesgo que las mujeres, aunque el ictus causa
más muertes entre las mujeres.
• Cuando se produce un infarto cerebral se pueden
administrar unos fármacos llamados trombolíticos,
que disuelven el trombo que ha obstruido la arteria y
disminuyen las secuelas de la enfermedad. Su mayor
limitación es que no se pueden administrar a muchos
ictus de más de tres horas de evolución, por lo que
es imprescindible que ante la sospecha de la enfer-
medad se acuda inmediatamente a un hospital o se
llame urgentemente a una ambulancia. El tratamien-
to requiere el ingreso en un hospital que disponga de
un escáner y, preferentemente, que cuente con per-
sonal sanitario especializado en la dolencia. Además,
el ictus puede repetirse, por lo que es fundamental
que el paciente colabore en el buen cumplimiento
del tratamiento y régimen de vida recomendados por
el neurólogo.
Resumen
257
Capítulo 26
La anemia
Dra. Marta Aymerich
Médico especialista en Hematología. Unidad de Hematopatología del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Joan-Lluís Vives
Médico especialista en Hematología. Unidad de Eritropatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina
de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué es la anemia?
La anemia es una de las causas más frecuentes de consul-
ta al médico. No es una enfermedad propiamente dicha
sino un síndrome, un conjunto de síntomas y signos, ma-
nifestación de un trastorno subyacente. Por ello, es preciso
acudir al médico para descubrir la causa antes de instaurar
el tratamiento y, de este modo, adoptar las medidas más
adecuadas. La anemia se define como una disminución de
la concentración de la hemoglobina en la sangre, cuyos lí-
mites de normalidad varían con la edad y el sexo. Existe
anemia cuando la concentración de hemoglobina se halla
por debajo de ciertos límites preestablecidos por la Orga-
nización Mundial de la Salud (OMS): 130 g/L en hombres,
120 g/L en mujeres y 110 g/L en niños (véase tabla 1).
Existen muchos tipos de anemia según su causa.
La falta de hierro, sobre todo en niños y mujeres jóvenes,
es la más frecuente. Otras causas de anemia pueden ser el
resultado de un sangrado, la falta de vitaminas, una enfer-
medad crónica o una enfermedad hereditaria o adquirida.
2. ¿Para qué sirve la hemoglobina?
La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se ha-
lla dentro de los hematíes (glóbulos rojos o eritrocitos) y
que les confiere su color rojo característico. Los hematíes
son elementos redondeados de forma discoidal con una
depresión central (disco bicóncavo) que les confiere una
gran plasticidad para llegar a los lugares más estrechos del
sistema circulatorio. A través de la sangre, y gracias a la res-
piración, la hemoglobina transporta oxígeno (O2
) desde los
pulmones (inspiración) a los diferentes órganos y tejidos
del cuerpo. Asimismo, transporta el dióxido de carbono
(CO2
) resultante del metabolismo hacia los pulmones, don-
de es eliminado (espiración). Este proceso es indispensable
para el funcionamiento normal de nuestro organismo.
Loshematíesseformanenlamédulaósea(localizada
en los huesos planos, como el esternón, y en las cavidades
de los huesos largos, como el fémur) mediante un proceso
de diferenciación y maduración denominado eritropoyesis
que se inicia en la célula madre pluripotente (stem-cell) for-
madora de todas las células sanguíneas. La eritropoyetina
(EPO) es la principal hormona reguladora de la eritropoye-
sis, y se sintetiza, fundamentalmente, en el riñón.
TABLA 1. Definición de anemia
La concentración de hemoglobina se halla por debajo
de ciertos límites preestablecidos por la OMS.
Estos valores varían según la edad y el sexo
Recién nacido a término 	 180 ±	 40 g/L
Niños hasta 3 meses 	 112 ±	 18 g/L
Niños de 3 meses a 1 año 	 126 ±	 15 g/L
Niños entre 10 y 12 años 	 125 ±	 15 g/L
Mujeres 	 135 ±	 15 g/L
Mujeres embarazadas 	 113 ±	 3 g/L
Hombres 	 150 ±	 20 g/L
LIBRO DE LA SALUD
258
3. ¿Qué precisa el organismo para mantener los
hematíes sanos y los niveles de hemoglobina
equilibrados?
En términos generales, para llevar a cabo una eritropoyesis
eficaz se precisa:
• Una médula ósea sana (la fábrica).
• Niveles de EPO normales (estímulo para la fabri-
cación).
• Aporte con la dieta y absorción digestiva adecua-
da de vitaminas y factores madurativos indispen-
sables como el hierro, la vitamina B12
y el ácido
fólico (materiales para la fabricación).
• No ser portador de anomalías genéticas, here-
ditarias o adquiridas, susceptibles de producir
alteraciones en la hemoglobina o en los compo-
nentes del glóbulo rojo (planos correctos para la
fabricación).
• Carecer de factores ajenos a la eritropoyesis que
puedan afectar a la producción de hematíes (cau-
sas externas a la fabricación propia).
4. ¿Qué es la eritropoyetina?
La EPO es la principal hormona reguladora de la prolife-
ración y diferenciación de los precursores de los glóbulos
rojos. De naturaleza glicoproteica, se produce principal-
mente en los riñones y en una pequeña proporción en
el hígado.
La producción de eritropoyetina es estimulada
por la disminución de la presión parcial de oxígeno en
los tejidos (hipoxia). Las células intersticiales, que ro-
dean el tíbulo renal, son sensibles a la hipoxia (sensor re-
nal de oxígeno) y estimulan la síntesis de EPO por parte
de las células productoras correspondientes. La presión
parcial de oxígeno depende de tres factores: el flujo san-
guíneo, la concentración de hemoglobina y la afinidad
de la hemoglobina por el oxígeno. Por ello, cuando dis-
minuyen la masa eritrocitaria o el oxígeno intracelular,
aumenta la producción de EPO.
La EPO, producida por el riñón, actúa directamente
sobre los progenitores (células madre) de la línea roja de la
médula ósea controlando su proliferación, diferenciación
y supervivencia. Su efecto final consiste, por tanto, en un
estímulo de dichas células para que aumenten la produc-
ción de glóbulos rojos. La EPO no sólo contribuye al man-
tenimiento de la eritropoyesis normal, sino también a su
expansión, en caso de anemia.
Laeritropoyetinasintética(Hr-EPO),utilizadacomo
medicamento para estimular la eritropoyesis, se obtiene
en el laboratorio mediante técnicas de ingeniería genéti-
ca. Se ha mostrado muy útil en el tratamiento de ciertos
tipos de anemia, especialmente en la que obedece a la
insuficiente formación de glóbulos rojos que se observa
en la insuficiencia renal crónica (fallo funcional del riñón).
En este caso, el tratamiento con inyecciones de Hr-EPO
suele ser muy efectivo para disminuir la intensidad de la
anemia.
También se ha utilizado Hr-EPO en otras formas de
anemia crónica, por defecto regenerativo y refractarias a
la administración de factores de madurativos (hierro, fólico
o vitamina B12
). Esto sucede en la anemia de los llamados
síndromes mielodisplásicos o mielodisplasias, donde la ad-
ministración terapéutica de Hr-EPO constituye, en muchos
casos, una alternativa a las transfusiones de sangre, gene-
ralmente periódicas.
5. ¿Qué sintomatología puede producir la anemia?
Las manifestaciones de la anemia dependen de la causa
que la produce y de la rapidez con que se instaura.
Si la anemia progresa muy lentamente, pueden no
aparecer síntomas hasta que está muy avanzada. Los sínto-
masysignosprincipalesdelaanemiason:cansancioofatiga
(astenia), debilidad muscular y palidez de piel y/o mucosas.
Las manifestaciones de la anemia serán mayores
conforme ésta progresa. En ocasiones pueden aparecer
Imagen microscópica de un aspirado de médula ósea. Ésta es una
prueba diagnóstica (punción esternal) que se realiza ante algunos
tipos de anemia. En la imagen se observan precursores de los glóbulos
rojos y blancos en diferentes estadios de maduración.
259
latidos del corazón acelerados (palpitaciones), sensación
de falta de aire (disnea) al realizar pequeños esfuerzos, do-
lor de cabeza (cefalea), sensación vertiginosa, cambios de
humor o irritabilidad, dolor en el pecho (dolor precordial
o angor), falta de concentración o pérdida de la memoria
reciente, hinchazón en los tobillos (edemas maleolares) y
calambres musculares. Dado que el color de la piel puede
variar según la raza o la exposición al sol, es más útil deter-
minar la existencia de palidez mediante la inspección de
las mucosas, sobre todo el interior de los párpados o labios,
y en el lecho ungueal (blanco de las uñas).
6. ¿Cómo se diagnostica la anemia?
Como la anemia es siempre una manifestación clínica y no
una enfermedad, es imprescindible consultar primero al
médico, quien determinará las pruebas necesarias para el
diagnóstico y el tratamiento más adecuados.
Antelasospechadeanemia,sedeberealizarunaná-
lisis de sangre (véase tabla 2). El hemograma es la prueba
principal que proporciona datos indispensables, como la
concentración de la hemoglobina, que define la existencia
de anemia, y otros que contribuyen a conocer su causa.
La anemia puede clasificarse según criterios morfo-
lógicos o funcionales (véase figura 1):
• Criterios morfológicos (tamaño y contenido en
hemoglobina de los hematíes). Según el valor del
tamaño de los hematíes, la anemia se clasifica en
microcítica (valor pequeño), macrocítica (grande)
o normocítica (normal); y según el valor del conte-
nido en hemoglobina de los hematíes se clasifica
en hipocroma (valor disminuido), hipercroma (au-
mentado) o normocroma (normal).
• Criterios funcionales (capacidad regenerativa de
la médula ósea). Para ello se emplea el recuento
de reticulocitos o hematíes jóvenes circulantes.
Así, una anemia se clasifica en arregenerativa,
cuando la médula ósea tiene poca capacidad
para producir hematíes normales (reticulocitos
disminuidos), o regenerativa, cuando dicha ca-
pacidad es normal (reticulocitos aumentados).
En este último caso, la anemia puede obedecer
a una pérdida de sangre (hemorragia) o a la des-
trucción de los hematíes en el propio organismo
(hemólisis).
La anemia
TABLA 2. Pruebas básicas que deben realizarse
ante la sospecha de una anemia
Hemograma
Leucocitos (x 109
/L)
Plaquetas (x 109
/L)
Hematíes (x 1012
/L)
Hematocrito L/L
Hemoglobina g/L
Índices eritrocitarios: VCM fL
HCM pg
CCMH g/L
ADE (porcentaje o índice)*
Morfología eritrocitaria
Reticulocitos
Pruebas bioquímicas de función renal y/o hepática
Hierro en plasma (sideremia) / Hierro de reserva (ferritina)
Los llamados índices eritrocitarios se calculan a partir del recuento de
hematíes, concentración de hemoglobina y hematocrito. Estos índices son:
el volumen corpuscular medio (VCM), que informa sobre el tamaño de los
hematíes; la hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración
corpuscular media de hemoglobina (CCMH), que informan sobre el
contenido de hemoglobina de los hematíes, individualmente (HCM) o en
su totalidad (CCMH).
*ADE: amplitud de la curva de distribución eritrocítica.
Figura 1. Clasificación de la anemia según el VCM,
la CCMH y los reticulocitos
< 83 fL
ANEMIA
MICRoCÍTICA 83-99 fL
ANEMIA
NoRMoCÍTICA
> 100 fL
ANEMIA
MACRoCÍTICA
VCM
< 31 g/L
ANEMIA
HIPoCRóMICA 31-35 g/L
ANEMIA
NoRMoCRóMICA
> 35 g/L
ANEMIA
HIPERCRóMICA
CCMH
< 20 x 109
/L
ANEMIA
ARREgENERATIVA
> 100 x 109
/L
ANEMIA
REgENERATIVA
rETiCuLOCiTOS
LIBRO DE LA SALUD
260
7. ¿Por qué se produce la anemia por falta de
hierro?
La causa más frecuente de la anemia es la falta de hierro. La
médula ósea necesita el hierro para producir la hemoglo-
bina. Si las reservas de hierro de nuestro organismo están
bajas, los hematíes resultan más pequeños y con menor
contenido de hemoglobina, dando como resultado la ane-
mia ferropénica, microcítica e hipocroma.
Las reservas de hierro del organismo pueden dismi-
nuir y ser causa de anemia por:
• Pérdida crónica de pequeñas cantidades de san-
gre: el hierro de los hematíes se recicla, es decir,
cuando éstos mueren en el sistema macrofágico
de la médula ósea o del bazo, el hierro es reutili-
zado por la médula ósea para producir nuevos he-
matíes. Cuando existe una pérdida persistente de
pequeñas cantidades de sangre (hemorragia cró-
nica), el hierro del organismo disminuye progre-
sivamente y finalmente se hace insuficiente para
producir hematíes. Las causas más frecuentes de
esta situación son las menstruaciones abundan-
tes o pérdidas de sangre por el aparato digestivo
como, por ejemplo, hemorroides, hernia de hiato
(esofagitis por reflujo), úlcera de estómago, tumo-
res, o erosiones de la mucosa del estómago por
ingesta, excesiva y persistente, de medicamentos
antiinflamatorios (por ejemplo, aspirinas).
• Disminución del aporte de hierro por dietas po-
bres o desequilibradas: frecuente en niños de cla-
ses sociales bajas o habitantes de regiones depri-
midas, con alimentación insuficiente.
• Aumento de las necesidades de consumo de hie-
rro por el crecimiento corporal: en el embarazo,
durante las edades de intenso crecimiento, como
sucede entre los 6 y 24 meses después del naci-
miento, la edad infantil y la adolescencia, existe un
aumento de las necesidades de hierro, por lo que
un aporte inadecuado puede causar anemia.
• Disminución de la absorción del hierro en el apa-
rato digestivo: por intervenciones quirúrgicas o
enfermedades del tubo digestivo.
La anemia por falta de hierro es microcítica e hipo-
croma y prácticamente siempre arregenerativa. Su diag-
nóstico requiere analizar el estado de las reservas de hie-
rro del organismo (ferritina en suero). Una vez que se ha
demostrado que la anemia obedece a una falta de hierro,
debe investigarse su causa, ya que ello es necesario para
instaurar el tratamiento adecuado. En ocasiones se tendrá
que solicitar un estudio de sangre oculta en heces o explo-
raciones endoscópicas del tubo digestivo con objeto de
detectar un posible sangrado digestivo crónico.
8. ¿Cómo debe ser el tratamiento de la anemia por
falta de hierro?
Una vez realizado el diagnóstico, además del tratamiento
de la enfermedad que causa la ferropenia, es imprescindi-
ble administrar medicamentos de sales ferrosas por vía oral
e iniciar una dieta en la que abunden los alimentos ricos
en hierro (véase tabla 3). La ingesta de sales ferrosas tiene
varios efectos secundarios: en general, las heces presentan
un color muy oscuro o casi negro y cuando el medicamento
se toma en ayunas (lo que es recomendable ya que favo-
rece la absorción), puede producir molestias irritativas o
dolor de estómago. Otras veces existe estreñimiento. Estos
inconvenientes pueden evitarse, en parte, mediante la
administración de protectores de la mucosa gástrica o de
TABLA 3. Fuentes de nutrientes
(factores de maduración)
Hierro
Carnes y productos de animales
Pescados y mariscos
Verduras, hortalizas y frutas (espinacas, acelgas, guisantes)
Legumbres y cereales (arroz, garbanzos, lentejas, judías,
pan integral y galletas)
Frutos secos (nueces, ciruelas pasas, dátiles, pistachos)
Vitamina B12
Carnes y productos de animales
Mariscos
Leche
Productos lácteos (queso)
Huevos
Soja y levadura
Ácido fólico
Vegetales de hoja verde
Coles (col, coliflor y coles de Bruselas)
Verduras, hortalizas, legumbres y cereales (espinacas,
guisantes secos, lentejas y remolacha)
Frutas (cítricos)
Carnes y productos de animales
261
vitamina C (ácido ascórbico), que favorece una absorción
más rápida y eficaz del hierro ingerido con los alimentos. El
tratamiento debe ser mantenido ininterrum­pidamente más
allá de haber conseguido normalizar los niveles de hemo­
globina hasta conseguir restablecer los depósitos de hierro
del organismo (aproximadamente, unos tres meses).
Conviene considerar que no todas las anemias con
hematíes pequeños y pálidos (anemias microcíticas e hipo-
cromas)obedecenaunafaltadehierro.Ciertasalteraciones
de la hemoglobina (talasemias) y la llamada anemia infla-
matoria (como se explica más adelante) pueden constituir
también una causa de anemia microcítica e hipocroma no
debida a falta de hierro y, por ello, deben tenerse en cuenta
al realizar un diagnóstico diferencial. En esos casos, el diag-
nóstico es más complejo y suele requerir el concurso de un
especialista en hematología.
La anemia
Figura 2. La sangre
Vaso sanguíneo
Plasma
Glóbulos rojos
o hematíes
Plaqueta
Hematíe de perfil
Hematíe de frente
EosinófiloBasófilo
Monocito
Neutrófilo
Linfocito
Leucocitos
Elementos formes de la sangre:
hematíes, leucocitos y plaquetas
La sangre es un líquido rojizo y viscoso que recorre todo el organismo por los vasos sanguíneos. Consta de un componente líquido, el plasma, que está
compuesto por agua en la que están diluidos: glucosa, electrolitos (sodio, potasio...), proteínas y vitaminas y un componente sólido, los elementos celulares:
glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas.
LIBRO DE LA SALUD
262
Figura 3. La hematopoyesis
Hemocitoblasto
Célula madre mieloideProeritroblasto Célula madre linfoide Megacarioblasto
Eritroblasto basófilo Promielocito Promonocito Precursor
linfoide
Promegacariocito
Eritroblasto
policromatófilo Mielocitos
Metamielocitos
Granulocitos no segmentados
Eritroblasto
ortocromático
Reticulocito
Megacariocito
Hematíes Granulocito
neutrófilo
Granulocito
eosinófilo
Granulocito
basófilo
Monocito Linfocito Plaquetas
La hematopoyesis es el proceso de maduración de diferentes células sanguíneas, que se lleva a cabo en la médula ósea a partir de una célula madre
indiferenciada. Esta célula es polivalente, y da lugar a la formación de glóbulos rojos (eritropoyesis), glóbulos blancos (leucopoyesis) y plaquetas
(trombopoyesis). Los glóbulos rojos tienen una vida media de aproximadamente 120 días y precisan ser reemplazados, por lo que el proceso de la
eritropoyesis está en continua regeneración.
263
9. ¿Qué es la talasemia?
La talasemia es un defecto hereditario por el que dismi-
nuye la síntesis de hemoglobina y, debido a ello, los hema-
tíes ya nacen pequeños e hipocromos. Se trata de un tras-
torno especialmente frecuente en los países que bordean
el Mediterráneo (la palabra talasemia viene del griego tha-
lassa, que significa ‘mar’) pero su distribución es mundial.
Según la parte de la molécula de hemoglobina afectada,
la talasemia puede clasificarse en alfa, beta, delta y otras
formas menos frecuentes.
El rasgo talasémico o talasemia minor (forma hete-
rocigota) es la forma clínica más benigna del trastorno y
prácticamente siempre pasa inadvertida porque cursa con
anemia muy ligera o es asintomática. Para su diagnóstico
se requiere, en primer lugar, un hemograma que muestre
hematíes de pequeño tamaño (microcitosis) y escaso con-
tenido en hemoglobina (hipocromía). A veces existe una
cifra exageradamente alta de hematíes (seudopoliglobulia),
debida a la respuesta compensatoria de la médula ósea,
situación que nunca se observa en la anemia ferropénica.
Como se trata de un trastorno hereditario, la exis-
tencia de estas mismas alteraciones en otros miembros de
la familia ayuda a confirmar el diagnóstico, para lo cual se
requiere siempre realizar un estudio de la hemoglobina
mediante diferentes procedimientos de análisis.
Es importante determinar el diagnóstico de talase-
mia por dos motivos:
• La talasemia no requiere tratamiento con sales
de hierro, por lo que su administración es aquí
inadecuada y únicamente justificada cuando la
talasemia se asocia a ferropenia, lo que precisa
confirmar la disminución de las reservas férricas
mediante pruebas bioquímicas del suero (ferritina
sérica e índice de saturación de la transferrina).
•La detección de un rasgo talasémico debe seguirse
de la realización de un estudio familiar para des-
cartar que otros miembros de la familia pudieran
ser también portadores. Asimismo, es obligado
analizar a la pareja de todo portador de rasgo
talasémico al objeto de poder establecer consejo
genético.
Sibienlatalasemiaminorapenastienemanifestacio-
nes clínicas, existen formas de talasemia mucho más graves
y, afortunadamente, menos frecuentes en nuestro medio.
Entre ellas destaca la talasemia major, anemia muy grave
que aparece incluso antes del nacimiento, y que obliga a un
tratamiento de por vida mediante transfusiones de hema-
tíes, para mantener un valor de hemoglobina aceptable, y
agentes quelantes, para evitar la sobrecarga de hierro en
el organismo, en sí misma mucho más grave que la pro-
pia anemia (hemocromatosis). La talasemia mayor sólo se
puede dar en aquellos casos en los que ambos padres son
portadores del gen talasémico (forma homocigota).
10. ¿Qué es la anemia inflamatoria o asociada a
enfermedad crónica?
La respuesta inflamatoria a determinadas enfermedades
(infecciosas, inflamatorias y tumorales) puede liberar sus-
tancias que alteran el metabolismo normal del hierro, dis-
minuyendo su absorción intestinal, dificultando su salida
de los depósitos (macrófagos) o inhibiendo la formación
de hematíes por la médula ósea. Por esta causa se produce
una anemia, generalmente hipocroma y escasamente
microcítica, que se conoce como anemia inflamatoria. Es
La anemia
Imagen micros-
cópica en la que
se muestra la di-
ferencia entre una
biopsia ósea nor-
mal (arriba) y la de
un paciente con
aplasia medular
(abajo), en la que
no se observan
células precurso-
ras sanguíneas,
que han sido
reemplazadas por
células grasas.
LIBRO DE LA SALUD
264
el tipo de anemia más frecuente después de la anemia
ferropénica y su diagnóstico es a veces difícil, ya que inter-
vienen diversos factores que dificultan la interpretación de
las pruebas analíticas. Una de las pruebas más útiles para
establecer el diagnóstico diferencial entre anemia ferro-
pénica e inflamatoria es el estudio del hierro de la médula
ósea, ya que junto con la presencia de abundante hierro de
reserva en los macrófagos, se observa también una mar-
cada disminución del hierro en las células formadoras de
hematíes presentes sólo en la médula ósea (sideroblastos).
Es decir, existe una discordancia entre la cantidad de hierro
de reserva, que es muy abundante (lo que marca la dife-
rencia con la ferropenia), y el número de sideroblastos, que
se halla muy disminuido. Esta gran cantidad de hierro de
reserva indica que no puede ser utilizado y por ello a este
tipo de anemia se la conoce también como anemia por blo-
queo medular del hierro.
11. ¿Cómo es la anemia que se produce por falta
de vitaminas?
La vitamina B12
y los folatos son las vitaminas esenciales
para la formación de los hematíes e intervienen en la sínte-
sis de ADN del núcleo de la célula. Los principales alimen-
tos que aportan vitamina B12
y folatos se muestran en la
tabla 3.
La vitamina B12
de la dieta pasa a la sangre después
de ser absorbida en la parte final del intestino delgado
(íleon terminal). Para su absorción es preciso que esta vita-
mina se una a una proteína, el denominado factorintrínseco
(FI), que se produce en unas células del estómago (células
parietales). Los folatos se absorben en la parte del intestino
delgado correspondiente al yeyuno proximal.
Las reservas de vitamina B12
y folatos se acumulan
en el hígado. Cuando las reservas de vitaminas se agotan,
aparece una anemia llamada megaloblástica, porque se
acompaña de la existencia en la médula ósea de células
formadoras de sangre con un tamaño superior al normal,
y aspecto algo inmaduro (megaloblastos).
Las causas que pueden llevar al agotamiento de las
reservas y, consecuentemente, a la anemia megaloblástica
son:
• Malnutrición:
- vegetarianismo estricto
- desnutrición grave (hambruna)
- alcoholismo crónico con desnutrición o
alimentación inadecuada
• Mala absorción intestinal:
- anemia perniciosa, por la falta de secreción de FI
por parte de las células parietales del estómago,
de etiología probablemente autoinmune, que
impide la absorción de la vitamina B12
- intervenciones quirúrgicas de estómago o intes-
tino delgado, o enfermedad intestinal como
la enfermedad de Crohn o la enfermedad
celíaca
• Aumento de las necesidades de vitaminas, prin-
cipalmente de folatos, como ocurre durante el
embarazo y en situaciones en que hay un creci-
miento celular intenso, como anemia hemolítica
y algunas neoplasias.
• Alteraciones en el metabolismo de estas vitami-
nas, como sucede en tratamientos con ciertos
medicamentos y en las enfermedades crónicas
del hígado.
El tratamiento estará siempre basado en suple-
mentos de vitaminas por vía oral, o bien por inyección (vía
Figura 4. Esquema de los hematíes, leucocitos y plaquetas
Hematíes Leucocitos Plaquetas
265
parenteral) cuando coexista un defecto en la absorción
intestinal.
12. ¿Qué es una anemia hemolítica?
Los hematíes sobreviven y circulan por la sangre durante
unoscuatromeses,transcurridosloscualessondestruidosen
los macrófagos de tejidos, principalmente, de la médula ósea
y el bazo. Existe hemólisis cuando este período de supervi-
vencia de los hematíes en la circulación se reduce debido a
una destrucción prematura de éstos. En estas circunstancias,
si la médula ósea no tiene capacidad suficiente de regene-
ración para mantener normales los niveles de hemoglobina,
aparece una anemia que se denomina hemolítica.
La anemia hemolítica suele obedecer a causas muy
diversas, por lo que puede constituir el principal motivo de
consulta, o presentarse como manifestación clínica aso-
ciada a otros trastornos o enfermedad de base (hepatopatía
crónica, enfermedades autoinmunes, infecciones, neopla-
sias linfoides, válvulas cardíacas protésicas).
Desde el punto de vista clínico, la anemia hemolí-
tica puede aparecer de forma aguda o crónica:
• Aguda (crisis hemolítica): de instauración rápida.
Puede manifestarse con fiebre, escalofríos, dolor
lumbar o abdominal y, si es muy intensa, con icte-
ricia y emisión de orinas oscuras.
• Crónica(hemólisiscrónica):decarácterpersistente.
Sus principales manifestaciones clínicas son
anemia, ictericia y aumento de tamaño del bazo
(esplenomegalia). La expresividad clínica puede
ser variable, desde una práctica ausencia de mani-
festaciones (casi asintomática) hasta un síndrome
anémico muy intenso (anemia grave).
Los principales tipos son:
• Esferocitosis hereditaria: es un trastorno heredi­
tario de la composición proteica de la mem-
brana eritrocitaria o estructura que confiere a
los hematíes su característica forma bicóncava.
Como consecuencia de este defecto, los hematíes
adquieren una forma esférica, menos deformable
que en condiciones normales, motivo por el cual
quedan atrapados en el bazo, que los destruye. La
enfermedad suele manifestarse como una anemia
hemolítica crónica que cursa con ictericia, anemia
regenerativa y aumento de tamaño del bazo.
• Déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD):
el déficit de G6PD es la causa del llamado favismo
o hemólisis por ingesta de habas. También puede
producir hemólisis aguda la ingesta de ciertos
medicamentos oxidantes, entre otros, el ácido
acetilsalicílico (aspirinas) y las sulfamidas (hemó-
lisis medicamentosa). El déficit de G6PD es rela-
tivamente frecuente entre los habitantes de la
región mediterránea y presenta una incidencia
elevada en individuos de raza negra y asiática. La
G6PD es una enzima del metabolismo eritrocitario
cuya síntesis va ligada al cromosoma X. Debido a
ello, los varones (hemicigotos) padecen la enfer-
medad, y las mujeres son generalmente portado-
ras asintomáticas (heterocigotas). El hematíe con
déficit de G6PD tiene dificultades para defenderse
frente al efecto de la oxidación y por ello la ingesta
de sustancias potencialmente oxidantes (habas y
medicamentos) conlleva su destrucción masiva
(anemia hemolítica aguda), y la aparición de ori-
nas oscuras por eliminación de hemoglobina que,
en ocasiones de extrema gravedad, puede com-
portar una insuficiencia renal. Por ello, ante la sos-
pecha de esta enzimopatía debe evitarse el con-
tacto con las sustancias citadas. Al ser un trastorno
hereditario, es obligado hacer el estudio familiar
para descartar esta anomalía en otros miembros
de la familia.
• Drepanocitosis o hemoglobinopatía S (HbS): la HbS
obedece a un defecto hereditario de la estruc-
tura de la hemoglobina por el cual existe una
hemoglobina anómala conocida como HbS. Se
trata de un trastorno prevalente en individuos
del África subsahariana y su frecuencia en nues-
tra población va en aumento debido al impacto
inmigratorio. El estado heterocigoto (HbAS) suele
ser asintomático. En estado homocigoto (HbSS),
la hemoglobina funciona normalmente excepto
en casos de desoxigenación en que aumenta su
rigidez, deformando intensamente el hematíe
que la contiene (hematíe falciforme o drepano-
citos o en forma de hoz). Esta rigidez que causa
anemia hemolítica por destrucción intravascular
de los hematíes se acompaña de un fenómeno
aún más grave que es la oclusión de los vasos
sanguíneos de pequeño calibre, lo que cursa con
dolor intenso (crisis vasooclusivas). Como toda
La anemia
LIBRO DE LA SALUD
266
enfermedad genética, precisa de la realización de
consejo genético así como de diagnóstico precoz
mediante cribado neonatal.
• Anemia hemolítica autoinmune: en este tipo de
anemia, la hemólisis tiene lugar por la presencia
de anticuerpos producidos por el propio orga-
nismo (autoanticuerpos), que van dirigidos contra
el hematíe. Este tipo de anemia puede ser idiopá-
tica (de causa desconocida) o bien derivada de
otros procesos como enfermedades del colágeno
y síndromes linfoproliferativos, entre otros.
13. ¿Qué enfermedades de la médula ósea causan
anemia?
Las enfermedades de la médula ósea pueden ser causa de
anemia en tres situaciones principales:
• Incapacidad para producir células formadoras de
sangre o precursores (aplasia o hipoplasia medu-
lar y eritroblastopenia).
• Eritropoyesis ineficaz no debida a una falta de
hierro o vitaminas (diseritropoyesis congénitas y
mielodisplasias).
• Ocupación de la médula ósea por otras células que
impidan el crecimiento normal de los precursores:
hemopatías malignas (leucemias y linfomas), y
metástasis de tumores (cáncer de mama, próstata
o pulmón, entre otros).
La aplasia medular es una enfermedad de la médula
ósea en la cual disminuye su capacidad para formar hema-
tíes, leucocitos y plaquetas, debido a que el tejido hemato-
poyético normal de la médula ósea es sustituido por célu-
Las verduras frescas contienen nutrientes básicos, como hierro y
vitaminas, necesarias para la formación de los glóbulos rojos y que
ayudan a equilibrar la dieta.
TABLA 4. Clasificación etiológica de la anemia
Causas de anemia regenerativa
HEMORRAGIA
Aguda
Crónica
HEMÓLISIS
Causa congénita
Membranopatías (esferocitosis hereditaria)
Hemoglobinopatías (estructurales y talasemias)
Enzimopatías (déficit de G6PD y piruvatocinasa)
Causa adquirida
Anemias hemolíticas inmunes
Anemias hemolíticas mecánicas
Anemias tóxicas y metabólicas
Paludismo y otras parasitosis
Hemoglobinuria paroxística nocturna
Hiperesplenismo
Causas de anemia arregenerativa
LESIÓN DE CÉLULAS PLURIPOTENTES
Aplasia medular
Síndromes mielodisplásicos
Mielofibrosis idiomática
Infiltración neoplásica de la médula ósea (metástasis)
Carcinoma pulmonar de células pequeñas
Carcinoma mamario
Carcinoma de próstata
Linfoma y mieloma
Síndromes inflamatorios crónicos
Tesaurismosis (enfermedad de Gaucher)
Gérmenes
Histoplasmosis
Mycobacterium avium intracellulare
Virus
Virus de la inmunodeficiencia humana (sida)
Medicamentos
Hipotiroidismo
Insuficiencia renal (uremia)
LESIÓN DE CÉLULAS COMPROMETIDAS A LA LÍNEA
ERITROBLÁSTICA
Eritroblastopenia
Congénita
Adquirida
Idiopática
Timoma
Medicamentosa
Nefrológica
Autoanticuerpos
Infección por parvovirus humano B19
Diseritropoyesis congénita
LESIÓN DE PRECURSORES ERITROPOYÉTICOS
Disminución de la síntesis de hemoglobina
Ferropenia
Defectos en la utilización del hierro
Talasemias
Disminución de la síntesis de ácido desoxirribonucleico
Déficit de vitamina B12
Déficit de folato
267
las grasas. Esta situación puede presentarse de forma más
o menos grave (aplasia e hipoplasia, respectivamente), y se
manifiesta por anemia, infecciones y hemorragias. La apla-
sia o hipoplasia medular puede ser congénita (anemia de
Fanconi) o adquirida. Dentro de las formas adquiridas debe
mencionarse la eritroblastopenia o aplasia pura de serie
roja, situación muy rara que puede aparecer de forma idio-
pática o como consecuencia de una infección vírica (par-
vovirus humano B19), un tumor del timo (timoma) u otra
enfermedad de base, generalmente de índole inmunitaria.
En la anemia aplásica o hipoplasia de médula ósea pueden
existir causas muy diversas, entre las que se encuentran la
exposición a agentes físicos como las radiaciones ionizan-
tes, químicos como disolventes o insecticidas, infecciosos,
medicamentosos, como algunas infecciones víricas, y rara
vez por algunas alteraciones metabólicas como la pan-
creatitis o el embarazo. En ocasiones, no puede asociarse
a una causa y se denomina idiopática aunque podría ser
de etiología autoinmune de mecanismo desconocido.
A veces, la aplasia de médula ósea puede asociarse a un
trastorno de la membrana de los hematíes por el cual ésta
se hace más sensible al efecto hemolítico de una proteína
del plasma, conocida como complemento. Debido a ello
pueden de­sencadenarse crisis de hemólisis, de carácter
paroxístico y generalmente durante el sueño, por lo que
se las conoce como hemoglobinuria paroxística nocturna
(HPN). La HPN puede aparecer independientemente de la
aplasia de médula ósea, y muchas veces cursa con un cua-
dro clínico de hemólisis crónica y pérdida de hierro por la
orina (anemia ferropénica).
Las mielodisplasias son un grupo de trastornos del
que resulta una eritropoyesis cuantitativa y cualitativa-
mente inadecuada debido a una disfunción madurativa,
intrínseca y adquirida, de la célula madre hematopoyé-
tica o de los progenitores de la hematopoyesis. Se carac-
teriza por anemia y/o disminución de leucocitos y/o de
las plaquetas de la sangre. Las alteraciones cualitativas se
extienden desde las células precursoras hasta las últimas
fases madurativas de la sangre, siendo habitualmente per-
ceptibles tanto en la médula ósea como en la observación
intencionada de la sangre periférica.
La médula ósea puede tener una celularidad nor-
mal, muy abundante o incluso disminuida, pero las célu-
las muestran alteraciones morfológicas y funcionales que
indican que su maduración no progresa adecuadamente,
hecho por el cual muchas de ellas mueren antes de salir a
la sangre.
La etiología es desconocida en la mayoría de casos,
a los que denominamos primarios, para diferenciarlos de
los secundarios, que se relacionan con ciertos tratamien-
tos oncológicos, con el contacto con determinados disol-
ventes de las grasas como el benzol y con las radiaciones
ionizantes.
Estos trastornos se dan más frecuentemente en
pacientes mayores, aunque pueden producirse a cualquier
edad.Aproximadamentelamitaddelospacientespresenta
una anomalía citogenética de las células de la médula ósea.
La forma más leve de mielodisplasia es la anemia refracta-
ria simple, denominada así porque no responde a los trata-
mientos habituales con hierro o vitaminas.
14. ¿Cuál debe ser el tratamiento de la anemia?
La anemia siempre debe tratarse en función de la causa
que la produce y únicamente el médico es quien, una vez
que ha investigado su etiología, debe administrar el trata-
miento más apropiado. Dado que son muchas las enfer-
medades que pueden causar anemia (véase tabla 4), no
se comenta aquí el tratamiento específico de cada una de
ellas. Cuando se evidencia la anemia es preciso siempre
investigar la causa para aplicar el tratamiento adecuado.
Las anemias carenciales (falta de factores madu-
rativos: hierro o vitaminas) se curan administrando el
factor que falta; pero dado que existen causas no caren-
ciales de anemia, nunca deben administrarse sin antes
demostrar su carencia mediante las correspondientes
pruebas analíticas.
Glosario
Agentes quelantes: moléculas que establecen enlaces con iones
metálicos, arrastrándolos y eliminándolos del organismo.
Anemia: disminución de la concentración de hemoglobina en
la sangre.
Aplasia: sustitución de la hematopoyesis normal de la médula
ósea por células grasas.
Cribado neonatal: estudios realizados en la sangre de recién
nacidos, dirigidos a la detección precoz de enfermedades
hereditarias.
Displasia:alteraciónprecozenuntejidoqueindicaqueseestánpro-
duciendo cambios que pueden derivar a una neoplasia o tumor.
Eritropoyesis: línea celular de la hematopoyesis que mediante
un proceso de diferenciación-maduración termina con la forma-
ción de hematíes.
La anemia
LIBRO DE LA SALUD
268
Favismo: hemólisis aguda desencadenada por la ingesta de habas.
Ferropenia: estado físico en el que existe una cantidad insuficiente
de hierro de reserva para el desarrollo de una eritropoyesis normal.
Hematopoyesis: proceso de diferenciación y maduración de la
célula madre hacia las distintas líneas celulares de la sangre. Los
elementos de la sangre están en continua regeneración ya que su
vida media es corta y precisan ser reemplazados. Este proceso se
desarrolla fundamentalmente en la médula ósea.
Hemólisis: disminución de la supervivencia de los hematíes en
la circulación sanguínea, por destrucción de los hematíes en el
propio organismo.
Idiopático: se aplica a una enfermedad o trastorno de causa des-
conocida.
Microcitosis: disminución del tamaño de los hematíes.
Mielodisplasia: defecto no nutricional de la hematopoyesis que
muestra alteraciones morfológicas características (displasia).
Reticulocito:eritrocitojovenoinmaduro(contieneácidoribonucleico).
Talasemia: defecto hereditario de la síntesis de hemoglobina.
Timo: glándula situada en el mediastino anterior donde se produ-
ce la diferenciación y maduración de los linfocitos T.
VCM: volumen corpuscular medio de los hematíes.
Bibliografía
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DS00321.
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htm.
Enerca (European Network for Rare and Congenital Anaemias). http://
www.enerca.org.
Familydoctor.org. «Anemia: cuando un nivel bajo de hierro es la cau-
sa». http://familydoctor.org/e009.xml.
Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Anemia». http://
www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000560.htm.
• La anemia es siempre la manifestación de un trastorno
subyacente.
• El síndrome anémico se puede manifestar por cansancio
o fatiga, debilidad muscular, palidez de piel y mucosas,
palpitaciones, dolor de cabeza, irritabilidad y sensación
de falta de aire.
• Una anemia puede aparecer de forma aguda o como con-
secuencia de un proceso de instauración lenta o progre-
siva. La gravedad de los síntomas depende de la inten-
sidad y del tiempo de evolución de la anemia. Si ésta es
consecuencia de un proceso crónico pueden no aparecer
síntomas de anemia hasta un estado muy avanzado.
• Existen muchos tipos de anemia según su causa. La falta
de hierro, sobre todo en niños y mujeres jóvenes, es la
causa más frecuente. Otras causas de anemia pueden
ser el resultado de un sangrado, la falta de vitaminas, la
mala absorción, una enfermedad crónica o una enfer-
medad hereditaria o adquirida.
• La anemia siempre debe tratarse según sea la causa que
la produce y únicamente el médico es quien debe, una
vez investigada su etiología, administrar el tratamiento
más adecuado.
Resumen
269
Capítulo 27
Leucemias y linfomas
Dr. Emili Montserrat
Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona.
Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona
Dr. Benet Nomdedeu
Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona.
Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué son las leucemias y los linfomas?
Las leucemias y los linfomas son, respectivamente, tumo-
res de las células de la sangre (leucemias) y de los órga-
nos linfoides (linfomas) que pueden afectar a personas de
cualquier edad. Se trata de enfermedades relativamente
frecuentes y que en muchos casos pueden curarse.
2. ¿Cuántas clases de leucemias y linfomas
existen?
Existen muy diversos tipos de leucemias y linfomas. De he-
cho, la expresión leucemia (o linfoma) es tan inespecífica
como, por ejemplo, infección o enfermedad reumatológica.
Lo que es importante es el tipo de infección o de enferme-
dad reumatológica que el enfermo tenga. De hecho, una
de las tareas más importantes, una vez sospechado el diag-
nóstico de leucemia o linfoma, estriba en identificar correc­
tamente la enfermedad, de entre las muchas posibles, que
afecta al paciente, pues es crucial para el pronóstico y tra-
tamiento.
Existen fundamentalmente dos grandes catego-
rías de linfomas. Por una parte, el linfoma de Hodgkin, una
de cuyas características fundamentales es la presencia en
el tumor de unas células características que se conocen
como de Reed-Sternberg. El otro grupo recibe el nombre de
linfomas no hodgkinianos, de los que existen muchos tipos:
algunos tienen un comportamiento relativamente benig-
no, de forma que a los diez años del diagnóstico, el 50% de
los enfermos continúa vivo; mientras que otros tienen un
curso clínico sumamente agresivo.
Con respecto a las leucemias, éstas se dividen en
agudas y crónicas. Las leucemias agudas se dan tanto en
niños como en adultos y dentro de éstas existen diversas
variedades en función de las células que enferman (por
ejemplo, linfoblásticas o mieloblásticas). Las leucemias
crónicas inciden sobre todo en adultos y, dentro de ellas,
las dos formas más frecuentes son la leucemia linfática cró-
nica y la leucemia mieloide crónica.
El pronóstico de estas enfermedades es sumamen-
te variable. En las leucemias agudas el pronóstico es malo
a no ser que se consiga la total desaparición de la enfer-
medad —lo que se conoce como remisión completa—, con
el primer tratamiento que se administra. Por el contrario,
la supervivencia de los enfermos con leucemias crónicas
puede ir desde algunos pocos años hasta más de diez.
Algunos enfermos tienen incluso una esperanza de vida
normal y mueren finalmente por causas ajenas a su leucemia.
3. ¿Qué diferencia una leucemia de un linfoma?
Tanto las leucemias como los linfomas se originan en célu­
las de la sangre. La separación entre leucemia y linfoma
es en muchos casos arbitraria, efectuándose en función
del órgano que se ve principalmente afecto por la enfer­
medad. Así, si la enfermedad se manifiesta fundamental-
mente en la sangre se habla de leucemia; si, por el contra-
LIBRO DE LA SALUD
270
rio, interesa sobre todo a los órganos linfáticos (ganglios
linfáticos, bazo), se habla de linfoma. En bastantes casos,
sin embargo, la enfermedad afecta tanto a la sangre como
a los órganos linfáticos.
4. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas de
leucemias y linfomas?
Como su nombre indica, las leucemias agudas tienen una
presentación y curso clínico muy aparatoso y rápido, de
forma que si no se trataran los enfermos fallecerían en
pocas semanas. Debido al crecimiento incontrolado de
las células leucémicas en la médula ósea (fábrica donde
se producen las células sanguíneas), las células normales
(hematíes, leucocitos y plaquetas) no se producen nor-
malmente y sus cifras en sangre periférica disminuyen.
A consecuencia de ello se produce anemia, leucopenia y
plaquetopenia y el paciente puede presentar fatiga, palidez,
infecciones y hemorragias.
En el caso de las leucemias crónicas, las manifesta-
ciones clínicas son mucho menos llamativas. En ocasiones,
el diagnóstico se hace de forma casual en un análisis de
sangre llevado a cabo por cualquier razón aparentemen-
te banal; en otras, el paciente nota molestias abdominales
debido al aumento del tamaño del bazo, o se da cuenta de
que le han aparecido bultos en el cuello, axilas o ingles, que
no son más que ganglios linfáticos aumentados de tamaño
(adenopatías).
En el caso de los linfomas, las manifestaciones clíni-
cas fundamentales giran alrededor de los ganglios linfáti-
cos que aumentan de tamaño, cosa que puede ocurrir de
forma localizada o generalizada. En una parte importante
de casos, los pacientes presentan fiebre que, de forma típi-
ca, no responde al tratamiento antibiótico, o aparece y de­
saparece a lo largo de semanas o incluso meses, así como
cansancio intenso o sudores profusos, sobre todo durante
la noche.
5. ¿Cómo se diagnostican?
En la mayoría de los casos las leucemias se diagnostican
por medio de análisis de la sangre. Estos análisis se suelen
practicar debido a que el enfermo consulta, bien sea por
fatiga, pérdida de apetito y peso, fiebre, sudores, sangrado
de la piel o de las mucosas (nariz, encías), o por infecciones
aparentemente banales que no se solucionan con la rapi-
dez habitual. No es excepcional que en un análisis practica-
do por otro motivo (revisión de empresa, toma de una póli-
za de seguro) se descubran las alteraciones que finalmente
llevan al diagnóstico. Los análisis de sangre pueden mos-
trar directamente las células leucémicas o simplemente
anemia, leucopenia o una cifra baja de plaquetas, todo ello
debido a una función anómala de la médula ósea, a conse-
cuencia de la invasión de ésta por células leucémicas.
Por lo general, el diagnóstico definitivo se hace
a partir de una punción de la médula, a la que se accede
pinchando con una aguja especialmente diseñada para
ello alguno de los huesos en cuya médula roja se produce
sangre: el esternón (en la parte alta y anterior del tórax), o
la pelvis (en la denominada cresta ilíaca). El análisis de las
células de la médula se denomina mielograma y se puede
Figura 1. Órganos inmunitarios
Amígdala
Ganglios
linfáticos
Bazo
Médula ósea
Apéndice
Placas de
Peyer
Timo
Los órganos implicados en el complejo sistema inmunitario son la
amígdala, el timo, los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, las
placas de Peyer y el apéndice del tubo digestivo. El sistema inmunitario
distingue las sustancias ajenas al organismo y, una vez identificadas,
intenta neutralizarlas. Las células más importantes son los linfocitos tipo
B y T, que abundan en los órganos del sistema inmunitario. Este sistema
también realiza la eliminación de sustancias extrañas o microorganismos
mediante la fagocitosis.
271
utilizar también para analizar los cromosomas y las carac-
terísticas químicas y moleculares de las células.
En los linfomas el diagnóstico se realiza por medio
del análisis de un ganglio o de otro tejido que habitualmen-
te se extrae por medio de una pequeña intervención qui-
rúrgica llamada biopsia. La mayoría de los ganglios que se
extraen para su análisis se obtienen del cuello o de la axila.
6. ¿Cuáles son las causas de las leucemias y los
linfomas?
En la mayoría de los casos se desconoce el origen de las
leucemias y los linfomas. Sin embargo, en algunos lin-
fomas se ha podido establecer una relación causal con
agentes infecciosos, especialmente virus. Así, el linfoma
de Burkitt, que es endémico en ciertas zonas geográficas
del mundo (por ejemplo, en Nueva Guinea), está causa-
do por el virus de Epstein-Barr, un virus del grupo de los
virus herpes que asimismo está relacionado con la apari-
ción de otros linfomas que se observan en individuos con
un sistema inmune ineficaz, bien a causa de ciertos tra-
tamientos que actúan sobre el sistema inmunitario (por
ejemplo, enfermos sometidos a trasplantes de órganos
que reciben medicamentos denominados inmunosupre-
sores) o en virtud de la enfermedad, siendo su paradigma
los linfomas que se observan en los pacientes con sín-
drome de inmunodeficiencia adquirida del adulto (sida).
En aproximadamente la mitad de enfermos con linfoma
de Hodgkin, aparecen asimismo evidencias de infección
por el virus de Epstein-Barr. El virus HTLV-1 se relaciona
con un linfoma que se observa exclusivamente en ciertas
zonas geográficas del mundo, básicamente el cono sur
de América y Japón (la denominada leucemia-linfoma T
del adulto). El virus de la hepatitis C y el virus del herpes
humano tipo 8 (HHV-8) también se han relacionado con
formas especiales de linfomas.
En todos estos casos, los virus, que habitualmente
dan lugar a infecciones relativamente banales (por ejem-
plo, mononucleosis infecciosa en el caso del virus de
Epstein-Barr), al infectar a personas con un sistema defen-
sivo ineficaz ponen en marcha una serie de mecanismos
complejos que culminan con la aparición de una leucemia
o un linfoma.
Ciertos linfomas se hallan relacionados con infec-
ciones bacterianas. Un ejemplo de ello son linfomas de
comportamiento habitualmente poco agresivo que afec-
tan al estómago y que se conocen como linfomas MALT,
cuyo origen se halla en la colonización de la mucosa gás-
trica por una bacteria llamada Helicobacter pylori. De forma
similar, otras bacterias como la Borrelia burgdorferi (linfoma
MALT cutáneo) y la Chlamydia psitacci (linfoma MALT orbi-
tal) se relacionan con linfomas.
Algunos factores ambientales también pueden in-
fluir en la aparición de leucemias y linfomas. Así, la radia-
ción por accidentes nucleares (por ejemplo, lanzamiento
de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en 1945), o
la simple exposición profesional incontrolada en personas
que trabajan en ambientes radioactivos pueden dar lugar
a una mayor incidencia de estas enfermedades.
Asimismo, el contacto con productos químicos, clá-
sicamente la exposición al benceno o algunos de los me-
dicamentos que se emplean en el tratamiento del cáncer,
pueden propiciar la aparición de leucemias y linfomas.
Por último, existen una serie de enfermedades ge-
néticas, de las que el ejemplo característico es el síndrome
de Down, que se asocian a un riesgo claramente aumenta-
do de padecer leucemia.
7. ¿Son las leucemias y los linfomas enfermedades
hereditarias?
Aunque la existencia de alteraciones genéticas es constante
en los enfermos con leucemia y linfoma, estas enfermeda-
des no son hereditarias en el sentido de que se transmitan
directamente de padres a hijos. Sin embargo, el riesgo de
padecer alguna de estas enfermedades, fundamentalmente
la leucemia linfática crónica, es superior en los familiares
directos de individuos afectos por ellas.
Además, existe una serie de enfermedades de base
genética que comportan un riesgo claramente aumentado
de contraer leucemia: los ejemplos más característicos son
el síndrome de Down, la enfermedad de Fanconi y la enfer-
medad de Wiskot-Aldrich.
8. ¿Pueden las leucemias y los linfomas
contagiarse?
Las leucemias y los linfomas no son enfermedades con-
tagiosas. Por ello, los pacientes con estas enfermedades
deben llevar a cabo una vida familiar, social y laboral com-
pletamente normal, siempre y cuando su situación clínica
se lo permita.
9. ¿Pueden estas enfermedades prevenirse?
No existen formas plenamente establecidas de prevenir la
aparición de leucemias y linfomas. Sin embargo, cualquiera
de los factores que se relacionan con una mayor incidencia,
Leucemias y linfomas
LIBRO DE LA SALUD
272
tales como exposición a agentes tóxicos o radiaciones ioni-
zantes, debería evitarse o controlarse cuidadosamente.
Los individuos infectados por Helycobacter pylori,
situación que a menudo se descubre con motivo del estu-
dio de molestias gástricas inespecíficas, deberían someter-
se a un tratamiento antibiótico erradicador de la infección,
puesto que con el paso del tiempo ésta puede dar lugar a
un linfoma de tipo MALT, o incluso a cáncer gástrico.
10. ¿Pueden las leucemias y los linfomas curarse?
Un gran número de pacientes con leucemia o linfomas se
curan. En otros muchos casos, aunque la curación no es
posible, la enfermedad puede controlarse de forma muy
satisfactoria, transformándola en, por así decirlo, una en-
fermedad crónica que no tiene por qué acortar la esperan-
za de vida del enfermo ni empeorar su calidad de vida.
Las leucemias y los linfomas han sido los primeros
tipos de cáncer que se han logrado curar. Ello ha sido posi-
ble gracias a los progresos en el conocimiento de los me-
canismos que dan lugar a estas enfermedades, así ­como
a la existencia de tratamientos cada día más eficaces.
El diagnóstico, terapia y control de estas enfermedades de-
ben llevarse a cabo en centros altamente especializados,
única forma de garantizar un tratamiento adecuado.
11. ¿Cómo se curan las leucemias y los linfomas?
El tratamiento fundamental es la quimioterapia (combina-
ción de varios agentes que atacan por medio de distintos
mecanismos a las células tumorales). Asimismo, la radio-
terapia es también útil, al permitir dirigir el tratamiento a
una diana perfectamente localizada. La radioterapia, sin
embargo, sólo es útil en aquellos tumores en los que la en-
fermedad permanece localizada o como forma de comple-
tar el tratamiento una vez el grueso de la enfermedad se ha
controlado con quimioterapia.
A estas medidas se han venido a añadir otros tra-
tamientos muy específicos que atacan y destruyen las cé-
lulas tumorales al tiempo que respetan las células sanas,
cosa que ni la quimioterapia ni la radioterapia hacen. Entre
estos agentes, los más importantes son los anticuerpos
monoclonales y una serie de moléculas que interfieren los
mecanismos por los cuales las células normales se trans-
forman en tumorales. En los casos de linfomas vinculados
a agentes infecciosos (por ejemplo, linfoma gástrico tipo
MALT e infección por Helycobacter pylori), el tratamiento
antibiótico es obligado puesto que en muchos casos basta
para curar la enfermedad.
Figura 2. El sistema linfático
Venas subclavias
Gran vena
linfática
Vasos linfáticos
Ganglios
cervicales
Ganglios axilares
Conducto
linfático
torácico
Placas
de Peyer
Ganglios
inguinales
El sistema linfático es una vía de transporte de líquidos y sustancias
disueltas en ellos (especialmente proteínas) procedentes de los tejidos del
organismo. Es una red complementaria de las redes arterial y venosa. Los
ganglios linfáticos son formaciones nodulares que se reparten por todo el
organismo, distribuidas en forma de grupos ganglionares, que jalonan la
red de vasos linfáticos. En los ganglios linfáticos se acumulan los linfocitos
T y B y macrófagos, células del sistema inmunitario de defensa. A los
ganglios linfáticos llega la linfa, un líquido rico en proteínas, que puede
contener sustancias extrañas, que son filtradas y neutralizadas en los
ganglios por las células del sistema inmunitario.
273
Por último, hay que hacer mención del trasplante de
progenitores hematopoyéticos, también conocido como
trasplante de médula. Este procedimiento incluye distintas
modalidades: el trasplante autólogo (en el que trasplante
se lleva a cabo a partir de las propias células progenitoras
del enfermo) y el trasplante alogénico (a partir de un do-
nante inmunológicamente compatible con el enfermo, ya
sea familiar o no). Los bancos de donantes voluntarios de
progenitores hematopoyéticos, así como los de cordones
umbilicales, son muy importantes para poder llevar a cabo
trasplantes en sujetos que no cuentan con un familiar, que
habitualmente es un hermano histocompatible (lo bastan-
te parecido inmunológicamente al receptor como para no
temer que el trasplante sea rechazado).
En el trasplante autólogo lo que se pretende al
reinfundir las células del propio enfermo es repoblar rápi-
damente su médula ósea y que se reanude así la produc-
ción de células sanguíneas, que ha quedado total o par-
cialmente eliminada debido al tratamiento administrado
antes del autotrasplante a fin de erradicar la enfermedad.
El trasplante alogénico es mucho más complejo,
puesto que con él lo que se hace es sustituir un sistema
hematopoyético enfermo por otro sano. Es importante
notar que con los progenitores hematopoyéticos tam-
bién se infunden células del sistema inmune del donante,
ajenas al receptor. Debido a ello, el sistema inmune del
receptor puede atacar las células infundidas (reacción de
rechazo); o, por el contrario, las células inmunes infundi-
das pueden atacar tejidos sanos del receptor (reacción
del injerto contra el huésped). Estos efectos indeseables,
que en casos extremos pueden causar la muerte del pa-
ciente trasplantado, pueden prevenirse o controlarse en
la mayoría de las ocasiones mediante tratamiento inmu-
nosupresor. Por otra parte, la reacción del injerto contra
el huésped lleva aparejado otro efecto, éste nada inde-
seable, como es el control que el nuevo sistema inmune
ejerce sobre las células tumorales, eliminándolas o con-
trolando su crecimiento (efecto injerto contra el tumor), y
que es el mecanismo fundamental por el cual el ­trasplante
cura la enfermedad.
Gracias a todos los tratamientos brevemente des-
critos en los apartados anteriores, el pronóstico de los en-
fermos con leucemia o linfoma ha cambiado de forma sus-
tancial en estos últimos años. Muchos de estos enfermos
se curan y otros disfrutan de largos períodos de tiempo
durante los cuales la enfermedad no está activa, así como
de un aumento en la esperanza de vida.
12. ¿Cuáles son las consecuencias del tratamiento
a corto y largo plazo?
El tratamiento de las leucemias y linfomas no está exento
de efectos secundarios. Entre los efectos inmediatos, di-
rectamente relacionados con la administración del trata-
miento, se hallan las náuseas y vómitos, que resultan en
la mayoría de las ocasiones fácilmente controlables con la
medicación adecuada, y la caída del cabello o alopecia,
que suele preocupar de forma muy especial a los enfer-
mos, pero que es reversible.
A largo término, los pacientes suelen conseguir una
plena reincorporación a la sociedad en sus distintos aspectos
profesionalesypersonales.Sinembargo,losefectossecunda-
rios no son infrecuentes. Un ejemplo es la hipofunción de la
glándula tiroidea en pacientes que han recibido radioterapia
sobre el cuello, lo que obliga a un tratamiento sustitutivo de
por vida con hormonas tiroideas. Otras secuelas más graves
son las alteraciones en la función gonadal que, en los casos
extremos, pueden conducir a la esterilidad.También existe el
riesgo de padecer otro cáncer en directa relación con el tra-
tamiento recibido (por ejemplo, cáncer de mama en mujeres
jóvenes irradiadas en campos extensos del tórax o leucemia
aguda en pacientes sometidos a autotrasplante).
Debido a todo ello, la elección del tratamiento en
los pacientes con leucemia o linfoma comporta sopesar
cuidadosamente sus riesgos y ventajas, teniendo en cuen-
ta las características del enfermo y su pronóstico. Por otro
lado, el diagnóstico de una leucemia o linfoma compor-
ta un importantísimo choque emocional en el paciente,
y particularmente cuando el enfermo es un niño, en sus
familiares. Por ello es preciso proporcionar todo el apoyo
emocional no sólo al enfermo sino, si es necesario, a su en-
torno más cercano.
Leucemias y linfomas
Analizador de biología molecular que se emplea para el diagnóstico y
seguimiento de las enfermedades hematológicas.
LIBRO DE LA SALUD
274
Glosario
Adenopatía: aumento de tamaño de un ganglio linfático.
Anticuerpo monoclonal: sustancia biológica que reacciona de
forma específica con un antígeno.
Antígeno: sustancia biológica característica de una célula capaz
de provocar una respuesta inmune.
Bazo: órgano linfático situado en el cuadrante superior izquierdo
de la cavidad abdominal.
Biopsia: muestra de un tejido u órgano extraído mediante pun-
ción o cirugía que al ser visualizada al microscopio permitirá efec-
tuar el diagnóstico de una enfermedad o descartarla.
Ganglio linfático: órganos pertenecientes al sistema linfático
que se hallan intercalados en el trayecto de los vasos linfáticos.
Hematíes:célulassanguíneastambiénconocidascomoglóbulosro-
jos o eritrocitos encargadas del transporte de oxígeno a los tejidos.
Inmunosupresión: estado resultante de la disfunción del sistema
inmune, ya sea debido a causas intrínsecas (inmunodeficiencia
primaria) o extrínsecas al sistema, por ejemplo como consecuen-
cia del empleo de medicamentos que alteran el sistema inmune.
Leucemia: enfermedad de la sangre que se caracteriza por la exis-
tencia en la misma de células de crecimiento anómalo o tumoral.
Leucocitos: células sanguíneas también conocidas como glóbu-
los blancos que, entre otras funciones, defienden al organismo de
infecciones.
Leucopenia: cifra anormalmente baja de leucocitos en san­
gre periférica.
Linfoma: enfermedad del sistema linfático que se caracteriza por
la acumulación de células linfoides anormales en el tejido linfático
(ganglios, bazo).
Médula: sustancia grasa, blanca o amarillenta, que se halla dentro
de algunos huesos y donde se producen las células que después
pasan a la sangre.
Mielograma: examen de las células de la médula ósea, mediante
una punción (habitualmente del esternón) y extracción de una
pequeña cantidad de contenido medular.
Plaquetas: células sanguíneas que desempeñan un papel funda-
mental en la prevención de hemorragias.
Plaquetopenia: cifra anormalmente baja de plaquetas en san­
gre periférica.
Remisión completa: situación clínica en la que, tras el tratamiento
de una enfermedad, es imposible demostrar su persistencia por
métodos clínicos, radiológicos y analíticos.
Trasplantar: traslado de un órgano de un organismo donante
a otro receptor, para sustituir en éste el que está enfermo o
inútil.
Bibliografía
American Society of Hematology. Instituto Nacional Americano de
Hematología. http://hematology.org.
Asco (Sociedad Americana de Oncología Clínica). http://www.asco.org.
Asociación Española de Hematología y Hemoterapia. http://www.aehh.org.
European Hematology Association. http://www.ehaweb.org/.
Fundación Internacional José Carreras Para la Lucha Contra la Leucemia.
http://www.fcarreras.es.
National Cancer Institute. Instituto Nacional Americano del Cáncer.
http://www.cancer.gov/espanol.
• Las leucemias y los linfomas son enfermedades de la
sangre, relativamente comunes, que pueden afectar a
personas de cualquier edad.
• Estos procesos son auténticos paradigmas de enferme-
dades neoplásicas curables.
• Los progresos hechos en su conocimiento, gracias a
la biología molecular y a la existencia de tratamien-
tos cada vez más específicos y eficaces, hacen posi-
ble hoy en día que el objetivo en el tratamiento de la
mayoría de pacientes con estas enfermedades sea su
curación, o la consecución del control efectivo de la
enfermedad durante períodos de tiempo sumamente
prolongados.
Resumen
275
Capítulo 28
El cáncer de próstata y la hiperplasia
benigna de próstata
Dr. Antonio Alcaraz
Médico especialista en Urología. Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Cirugía
de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué es la próstata?
Es una glándula del aparato sexual masculino situada de-
bajo de la vejiga urinaria y delante del recto, que envuelve
la uretra y cuyo peso al llegar a la edad adulta es de unos
20 gramos, aproximadamente.
2. ¿Cuál es su función?
La próstata produce más del quince por ciento del volu-
men total del líquido seminal y es imprescindible para el
transporte y capacidad de fertilización de los espermato-
zoides. Es una glándula prescindible si hacemos la excep-
ción de su función en la fertilidad.
3. ¿Qué enfermedades pueden afectar a la
próstata?
Las tres enfermedades más comunes que afectan a la
próstata son la prostatitis, la hiperplasia benigna de la
próstata (HBP) y el cáncer de próstata. La inflamación
(prostatitis) se puede producir en varones de entre 20
y 40 años; requiere un tratamiento antibiótico selectivo
y la vigilancia del urólogo para evitar que se convierta
en una infección crónica. Tanto la hiperplasia benigna
de próstata (HBP) como el cáncer de próstata afectan a
los varones a partir de los 45-50 años de vida. La HBP es
un crecimiento benigno de la glándula, mientras que el
cáncer de próstata es su crecimiento maligno. Es impor-
tante señalar en este momento que, si bien coinciden en
la época de la vida en la que se desarrollan, lo hacen a
partir de zonas de la próstata diferentes y con distintos
mecanismos de desarrollo. La HBP no es un precursor del
cáncer de próstata; simplemente pueden coexistir las dos
enfermedades. En el presente capítulo se explican estas
dos enfermedades, el crecimiento benigno (HBP) y el ma-
ligno (cáncer) de la próstata.
4. ¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata (HBP)?
La HBP también es conocida como adenoma de próstata o
prostatismo. Sin embargo, el término hiperplasia benigna
es más adecuado. Se define por el crecimiento benigno de
la próstata junto con la presencia de unos síntomas al ori-
nar y una disminución en el flujo de orina durante la mic-
ción. Hay que destacar que no siempre la intensidad de los
síntomas y la disminución en el flujo de orina ocurren en
las próstatas que han sufrido un mayor crecimiento.
5. ¿Cómo se manifiesta?
A consecuencia del crecimiento de la próstata, se produce
una dificultad al paso de la orina desde la vejiga hasta la
uretra y, por tanto, al exterior. A partir de este hecho, se van
a desarrollar dos tipos de síntomas principales.
Por un lado, encontramos los llamados síntomas de
vaciado o de obstrucción. Es fácil entender que si existe una
dificultad en el vaciado de la orina desde la vejiga, al pa-
ciente con HBP va a costarle orinar, siendo frecuente que
LIBRO DE LA SALUD
276
tenga que hacer fuerza con el abdomen; el chorro de la ori-
na va a ser débil y con frecuencia se va a entrecortar.
El segundo grupo de síntomas, que habitualmente
son los que más molestan al paciente, son los llamados irri-
tativosodellenado. Son más difíciles de entender y ocurren
como consecuencia del engrosamiento de la pared mus-
cular de la vejiga. La vejiga intenta aumentar la presión a
fin de superar la resistencia para eliminar la orina que le
ofrece la próstata aumentada de tamaño. Este incremento
de grosor de la pared de la vejiga conlleva una disminución
en su elasticidad, con lo cual aparecerá una necesidad de
orinar con más frecuencia. Este aumento de frecuencia es
más evidente por la noche, de manera que suele ser el pri-
mer síntoma del inicio de un prostatismo.
Junto con esta mayor frecuencia miccional, tanto
nocturno como diurno, con la progresión de la enferme-
dad aparecerá la necesidad imperiosa de orinar que, en los
grados más avanzados, puede llegar a la incontinencia
por urgencia.
6. ¿A qué edad pueden empezar los síntomas?
La HBP es más frecuente conforme el varón va envejeciendo.
Se considera una enfermedad infrecuente por debajo de
los 50 años y excepcional en menores de 40. Entre los 50
y los 79 años, aproximadamente el 30% de la población va
a sufrir síntomas relacionados con el crecimiento benigno
de su próstata.
7. ¿Se trata de una enfermedad progresiva?
El mayor conocimiento respecto a si la HBP es una enfer-
medad progresiva viene de la evaluación de grupos sin
tratamiento incluidos en grandes estudios prospectivos
realizados para valorar la eficacia de fármacos en el trata-
miento de la HBP. Estudios como el MTOPS (Medical Thera-
py of Prostatic Symptoms) analizaron durante cuatro años
enfermos con HBP, entre ellos muchos que no reciben
ningún tratamiento. En este estudio se aprecia cómo la
enfermedad es progresiva en aproximadamente un vein-
te por ciento de los pacientes: es decir, empeora la sinto-
matología durante los cuatro años de seguimiento. En el
resto, la enfermedad, una vez establecidos los síntomas,
permanece estable.
Otro dato importante es que hay más necesidad
de cirugía a medida que aumenta la edad del paciente, de
manera que el 20% de los varones con síntomas de HBP
requerirá operarse a lo largo de su vida, por progresión de
los síntomas.
8. ¿Cómo se estudia esta enfermedad?
El diagnóstico de la HBP se realiza evaluando globalmente
los tres factores que la definen: tamaño prostático, sinto-
matología y grado de obstrucción (véase tabla 1).
En la valoración de los síntomas, se suele utilizar el
cuestionario de síntomas IPSS (puntuación internacional
de los síntomas prostáticos). Este cuestionario consta de
siete ítems referidos a distintos síntomas de la enfermedad
que se puntúan según su intensidad de 0 a 5. Un octavo
ítem valora el grado de afectación de la calidad de vida,
también de 0 a 5, a consecuencia de los síntomas.
De la suma total de puntos, se clasifica la enferme-
dad en leve (entre 0 y 7 puntos), moderada (entre 8 y 19)
o grave (entre 20 y 35 puntos). Muchos médicos aplican su
propia experiencia para catalogar la enfermedad y prescin-
den de estos baremos.
La valoración del tamaño prostático se realiza me-
diante el tacto rectal y se suele acompañar de una ecogra-
fía, bien sea por vía abdominal o transrectal (que aporta
mayor precisión). Es importante a la hora de decidir qué
tipo de tratamiento médico o quirúrgico será el idóneo.
Tanto el tacto rectal como la ecografía no sólo sirven para
valorar el tamaño prostático, sino que permiten detectar la
existencia de irregularidades o nódulos en la superficie de
la próstata, o el aumento de su consistencia, que induzcan
a pensar en la presencia de un cáncer, enfermedad total-
mente distinta a la HBP, pero que puede coexistir con ella.
La ecografía prostática permite medir el tamaño
prostático, al tiempo que ofrece información de su estruc-
tura, datos con los que valorar, como pasa con el tacto
rectal, la coexistencia de un cáncer de próstata. También
permite valorar si el paciente es capaz de vaciar totalmente
la vejiga al orinar. Este último es un índice de gravedad de
la HBP.
Por último, la flujometría urinaria aporta datos ob-
jetivos y medibles del grado de obstrucción. Es una explo-
ración sencilla que sólo requiere que el paciente orine de la
forma más fisiológica posible en un receptáculo, que mide
el flujo de orina por segundo.
TABLA 1. Pruebas iniciales para el estudio de la HBP
IPSS o puntuación internacional de síntomas prostáticos
(valoración de los síntomas)
Tacto rectal (exploración imprescindible)
Creatinina (valoración de la función renal)
Ecografía renovesicoprostática
277
Si el flujo urinario se sitúa por encima de 15 mL/s, se
considera normal; si se encuentra entre 10 y 15 mL/s, se con-
sidera una obstrucción moderada; y si es menor de 10 mL/s,
una obstrucción grave.
Habitualmente, el grado de obstrucción evolucio-
na paralelamente a la severidad de los síntomas. En caso
contrario, puede sospecharse que no se trata de una HBP
típica y serán necesarios estudios más complejos.
El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata
Figura 1. Aparato genitourinario masculino
Vejiga urinaria
Próstata
Uretra prostática
Epidídimo
Uretra peneana
Uréter
Vesícula seminal
Conducto deferente
Pene
Testículo
Glande
Meato urinario
Surco balanoprepucial
Los testículos producen los espermatozoides. En su parte superior se encuentra el epidídimo, conducto que se continúa con los conductos deferentes, que
comunican los testículos con las vesículas seminales. Éstas vierten a la uretra el líquido seminal que se ha producido en la próstata. El pene es el órgano genital
externo. Consta de unos cuerpos cavernosos internos que se llenan de sangre dotándolo de propiedades eréctiles. El extremo distal se denomina glande.
LIBRO DE LA SALUD
278
9. ¿Cuándo hay que tratar esta enfermedad?
La sintomatología miccional producida por la HBP se ca-
taloga en: leve, moderada o grave. Para realizar esta cla-
sificación, lo ideal es utilizar alguno de los baremos de las
sociedades científicas, validados en la población. El más
utilizado es el IPSS de la Sociedad Americana de Urología.
Como alternativa, la experiencia del urólogo o del médico
de cabecera puede catalogar el índice de gravedad de la
sintomatología.
Existe el consenso de que la sintomatología leve no
debe tratarse; debería empezar a tratarse cuando la sinto-
matología ya es moderada.
10. ¿Qué tratamientos médicos son los indicados?
Existen tres grandes grupos de fármacos utilizados en el
tratamiento de la HBP. El más antiguo lo constituyen fárma-
cos derivados de extractos naturales y se engloban bajo el
concepto de fitoterapia. Posteriormente, han aparecido los
fármacos que bloquean los receptores alfa-adrenérgicos
de la vejiga urinaria y próstata (alfa-bloqueantes), facilitan-
do la salida de la orina. Y por último, un tercer grupo de
fármacos que actúan inhibiendo el paso de testosterona a
dihidrotestosterona (hormona necesaria para que la prós-
tata aumente de tamaño), mediante el bloqueo de la enzi-
ma 5-alfa-reductasa (5-ARIS).
En la fitoterapia se engloban los extractos de dife-
rentes plantas: Serenoa repens, Pygeum africanum, beta-
sitosterol. El principio activo más estudiado de este grupo
es el Serenoa repens. Sin embargo, su mecanismo de ac-
ción no es bien conocido aunque se le asocia a la inhibi-
ción de la enzima 5-alfa-reductasa. No existe una eviden-
cia científica sólida en cuanto a su utilidad. Sin embargo,
su bajo perfil de efectos secundarios hace muy popular su
prescripción.
Dentro de los fármacos alfa-bloqueantes encontra-
mos la alfuzosina, tamsulosina, doxazosina y terazosina.
Existen escasas diferencias entre ellos. Sin embargo, la al-
fuzosina y la tamsulosina son considerados fármacos más
selectivos de los receptores situados en la vejiga y la prós-
tata, lo que les confiere un perfil de seguridad mejor. Entre
los efectos secundarios de este grupo de medicamentos se
encuentran los mareos, que en ocasiones pueden provocar
la caída de los pacientes (hipotensión ortostática), motivo
por el cual se aconseja su toma antes de ir a la cama. La
eficacia de los distintos fármacos también es muy similar
y han demostrado claras ventajas respecto al tratamiento
placebo, al aumentar el flujo de orina y disminuir la sinto-
matología de forma significativa.
El último grupo de fármacos son los 5-ARIS, de los
que existen dos fármacos aprobados por las autoridades
sanitarias: finasteride y dutasteride. Ambos actúan sobre
el metabolismo de la testosterona y consiguen disminuir
el tamaño prostático hasta en un 30%. De forma similar,
producen una disminución de las cifras de PSA (antígeno
específico de la próstata) de alrededor del cincuenta por
ciento. Han demostrado ser capaces de influir en la pro-
gresión de la enfermedad disminuyendo la necesidad de
ser operado o de que se presente una de las complica-
ciones más temidas de la HBP: quedarse sin poder orinar
(retención aguda de orina). Las diferencias entre ambos
fármacos no están todavía bien definidas. Finasteride es
más antiguo y existe una amplia experiencia en su uso.
Dutasteride argumenta realizar una inhibición más am-
plia al actuar sobre los dos tipos de 5-alfa-reductasa. Su
superioridad sobre finasteride permanece por demostrar.
Ambos son fármacos eficaces y, al igual que los alfa-blo-
queantes, producen una mejoría sintomática evidente.
Debido a su mecanismo de acción, sus efectos no son
apreciados hasta pasados dos o tres meses de iniciado el
tratamiento. Dentro de sus efectos adversos, se encuentra
la disminución de la libido, que puede afectar al 5-10% de
los pacientes tratados con estos fármacos.
A la hora de elegir un determinado grupo de fárma-
cos, hay que sopesar la gravedad de los síntomas y las pre-
ferencias y características de cada paciente individualmente.
Existe una tendencia a emplear los 5-ARIS en próstatas
La ecografía prostática es una exploración muy útil para evaluar el
estado de esta glándula.
279
con un crecimiento de tamaño importante, así como en
ancianos en que preocupan los efectos secundarios de los
alfa-bloqueantes sobre la estabilidad. Sin embargo, existe
una amplia utilización de los alfa-bloqueantes en la gran
mayoría de los pacientes aquejados de HBP, por su eficacia
y rapidez de acción.
Por último, se ha argumentado, a raíz de los resul-
tados de un amplio estudio, el PCPT (Prostate Cancer Pre-
vention Trial), que el empleo de finasteride puede prevenir
el desarrollo de cáncer de próstata. Los resultados de este
estudio han sido controvertidos pues, si bien se disminuyó
la incidencia de cáncer de próstata en los enfermos trata-
dos con finasteride, aquellos que lo desarrollaron padecie-
ron tumores de peor pronóstico. Existe un estudio similar
(REDUCE) en marcha, con dutasteride. Sus resultados llega-
rán en el año 2008.
11. ¿Qué mejoría se obtiene del tratamiento
médico?
Para poder determinar cuánto mejorará el paciente de su
sintomatología urinaria con el tratamiento médico, debe-
mos recordar que la sintomatología puede medirse con
el baremo IPSS, que se compone de 35 puntos y que con-
sidera como de sintomatología grave a los pacientes que
presentan una puntuación de 20-35. Pues bien, el grupo
de fármacos fitoterápicos ha demostrado mejorar la sinto-
matología entre cuatro y ocho puntos. Los fármacos alfa-
bloqueantes y los 5-ARIS mejoran la sintomatología en una
media de ocho puntos.
Es importante recordar en este momento que en
los estudios en los que se utiliza un fármaco placebo (sus-
tancia sin ninguna acción terapéutica), el mero hecho de
dar algo mejora en cuatro puntos la sintomatología.
12. ¿Cuándo hay que operar la HBP?
Se consideran dos tipos de indicaciones para operar la HBP.
La primera, más laxa y subjetiva, es la falta de respuesta
al tratamiento médico. Dentro de esta falta de respuesta,
se engloban tanto la mala tolerancia a los diferentes me-
dicamentos previamente descritos, como la no mejoría o
progresión de los síntomas.
El segundo grupo de indicaciones son aquellas
que hacen de la cirugía un acto obligado. Dentro de estas
indicaciones se encuentran las fases finales de la evolución
de algunas HBP, como es el desarrollo de insuficiencia
renal, la presencia de piedras en la vejiga urinaria y de
sangre en la orina de forma frecuente, o el quedarse sin
poder orinar debido a la obstrucción que provoca el creci-
miento de la próstata.
13. ¿En qué consiste la cirugía de la HBP?
El tratamiento considerado, a día de hoy, como estándar,
es la resección transuretral (RTU) de la próstata. Es el pro-
cedimiento por el que se opera el 90% de los crecimientos
benignos de la próstata. Consiste en la introducción por la
uretra (vía transuretral o endoscópica) de un instrumen-
to denominado relector, con el que se practica la exéresis
(extirpación) de suficiente próstata como para permitir un
buen paso de la orina.
Las limitaciones de esta cirugía vienen dadas por
el tamaño prostático, aunque existen grandes variacio-
nes dependiendo del urólogo que la opera. En general, se
considera, por los potenciales riesgos secundarios de una
cirugía en exceso alargada, que ésta no debe superar los
noventa minutos.
La alternativa quirúrgica para glándulas de gran ta-
maño es la conocida como adenomectomía abierta, en la
cual se realiza el procedimiento de tunelización de la prós-
tata para permitir el paso de orina a través de una incisión
en el bajo abdomen que permite el acceso a la próstata y la
extirpación de la zona prostática afecta de la HBP.
14. ¿Qué tratamientos quirúrgicos mínimamente
invasivos son realmente útiles?
Los tratamientos quirúrgicos mínimamente invasivos son
procedimientos sobre la próstata que utilizan medios fí-
sicos para su ablación diferentes a los tradicionales de la
cirugía abierta o la energía eléctrica aplicada en la RTU.
Se desarrollan en un intento de disminuir los efec-
tos secundarios de la cirugía convencional, tales como la
hemorragia durante y después de la cirugía o el desarrollo
posterior de estenosis de uretra (estrechamiento anormal
de la uretra). También, al disminuir la agresión, permiten
hospitalizaciones más cortas y un regreso a la actividad la-
boral más rápida.
Procedimientos como la termoterapia o el TUNA,
empleados desde hace más de una década, no han con-
seguido una aceptación generalizada. Aunque cumplían
los criterios de ser terapias mínimamente invasivas, su efi-
cacia queda lejos de la RTU de próstata. Actualmente, el
tratamiento de la próstata mediante láser está mostrando
resultados competitivos con la RTU. Específicamente, el
desarrollo de dos tipos de láser: el láser KTP, también cono-
cido como láser verde, y el láser Holmium.
El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata
LIBRO DE LA SALUD
280
15. ¿Qué resultados aporta el tratamiento
quirúrgico?
El tratamiento quirúrgico, tanto el tradicional como con
técnicas mínimamente invasivas, busca la desobstrucción
del flujo de orina.
Tras la RTU (tratamiento quirúrgico estándar) se
consiguen flujos urinarios mayores de 15 mL/s, es decir,
normalizados. En consecuencia, los síntomas obstructivos
(dificultad, chorro débil) deben desaparecer en su práctica
totalidad y de forma rápida. Por el contrario, los síntomas
irritativos (frecuencia nocturna y diurna, imperiosidad) se
recuperarán de forma lenta a medida que ceda el engro-
samiento de la vejiga y no en su totalidad; de modo orien-
tativo se recuperan aproximadamente en un cincuenta
por ciento.
La explicación es que parte del engrosamiento de la
musculatura de la vejiga se sustituye por tejido fibroso, por
lo que dará una disminución residual de la elasticidad de la
vejiga. Por este motivo, se aconseja no retrasar en exceso
el tratamiento quirúrgico de prostatismos que progresan
en su gravedad.
16. ¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es el tumor maligno que se desarrolla
en la zona periférica de la próstata. De comportamiento he-
terogéneo, habitualmente tiene una evolución lenta. Des-
de su detección precoz en la próstata hasta el desarrollo de
metástasis (diseminación del cáncer en órganos distantes)
suelen pasar entre siete y diez años. En los extremos de
esta situación típica encontramos tumores indolentes que
nunca amenazarán la vida del paciente y tumores de gran
agresividad con una progresión rápida de la enfermedad y
alto riesgo de muerte como consecuencia.
17. ¿Qué síntomas presenta?
La mayor parte de pacientes diagnosticados hoy en día
de cáncer de próstata no presentan ningún síntoma. Ello
es debido a las campañas de diagnóstico precoz en las
que se emplean determinaciones de PSA (del que se ha-
bla más adelante) y tacto rectal. En ocasiones, el cáncer
de próstata puede presentar síntomas al orinar similares
a los descritos en el apartado de la HBP. No obstante, no
suele ser la norma.
Los pacientes con cáncer de próstata diseminado
actualmente son una minoría (menos del veinte por cien-
to), y suelen comenzar con dolor en los huesos a conse-
cuencia de sus metástasis.
18. ¿Qué población tiene riesgo de padecer un
cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es el tumor maligno más común en
el varón. Uno de cada diez varones será diagnosticado de
cáncer de próstata. Sin embargo, su frecuencia en estudios
autópsicos en varones fallecidos por otra causa es mayor.
Se encuentra en un 30% de tumores microscópicos en la
próstata de los varones sexagenarios. Esta frecuencia si-
gue aumentando con la edad y se estima que la práctica
totalidad de los varones tendría estos tumores subclíni-
cos si se superaran los cien años de edad. El aumento de
la expectativa de vida en las sociedades occidentales, así
como las campañas de diagnóstico precoz, hace prever
un incremento en el diagnóstico de tumores malignos de
la próstata.
El diagnóstico de cáncer de próstata es excepcional
en menores de 50 años. Sin embargo, existen poblaciones
con riesgo de padecer cáncer de próstata que aconsejan
adelantar la vigilancia respecto a la enfermedad: una his-
toria familiar de cáncer de próstata y ser de raza afroameri-
cana. Tener un familiar de primer grado (padre o hermano)
con cáncer de próstata dobla la posibilidad de padecerlo;
mientras que si existen dos familiares con cáncer de prós-
tata, se cuadruplica.
Por último, la dieta rica en grasa y la obesidad tam-
bién se relacionan con un aumento en el diagnóstico de
cáncer de próstata.
19. ¿Son iguales todos los cánceres de próstata?
El comportamiento del cáncer de próstata, tal y como ya ha
sido comentado, es heterogéneo. No obstante, existen me-
dios para predecir razonablemente su evolución y, de esta
forma, seleccionar el tratamiento más adecuado a cada pa-
ciente. Este tratamiento va a depender de dos factores: las
características del tumor y las del paciente. En especial, la
edad del paciente, o mejor dicho su expectativa de vida
valorada por la edad, y otras enfermedades que lo aquejen.
En general, rara vez se aconsejará un tratamiento agresivo
con pretensión de curación en un paciente con una expec-
tativa de vida menor de 10 años. Medidas conservadoras,
como un bloqueo de la testosterona, pueden dar iguales
resultados con menos efectos secundarios.
Alahoradevalorarlascaracterísticasdeltumor,yde
esta forma predecir su comportamiento, debe atenderse a
dos aspectos. Primero, el momento de la evolución en la que
se encuentra, conocido como estadio, y que puede ser des-
de confinado en la próstata (localizado), sobrepasando los
281
límites de la próstata pero sin estar extendido por el orga-
nismo (localmente avanzado), o ya diseminado en órganos
o tejidos situados a distancia de la próstata (metastático).
En segundo lugar, es importante el grado de agresividad
del tumor, que se valora mediante el estudio de la biop-
sia (grado de diferenciación). Para ello, se utiliza de forma
universal la clasificación de Gleason, según la cual tumores
con un Gleason menor o igual a seis se comportan con baja
agresividad; los de Gleason siete (los más frecuentes), con
una agresividad intermedia; mientras que los Gleason de
ocho a diez son tumores agresivos.
Las herramientas que se emplean para intentar
clasificar los tumores de próstata son: la exploración física
(tacto rectal), el nivel de PSA y el grado de diferenciación
(Gleason) del tumor en la biopsia. En caso de sospechar-
se que no se trata de un cáncer localizado en la próstata
por la exploración física, un PSA mayor de 20 o la presen-
cia de un tumor indiferenciado (Gleason ocho o más), es
necesario completar el estudio mediante una tomografía
computarizada (TAC) o resonancia magnética abdominal
(RNM) y una gammagrafía ósea con objeto de descartar la
extensión fuera de la próstata o la presencia de metástasis,
habitualmente en los huesos.
20. ¿Qué es el PSA y para qué sirve?
El antígeno específico de la próstata o PSA (de sus siglas
inglesas Prostate Specific Antigen) es una proteína que se
produce en la próstata y que pasa a la sangre en unas míni-
mas cantidades que pueden ser detectadas con un simple
análisis. Determinadas enfermedades de la próstata, como
son el cáncer, procesos inflamatorios como la prostatitis o
su simple crecimiento benigno pueden dar lugar a aumen-
tos de los valores de PSA que se consideran normales. De
lo dicho, cabe deducir que no es un marcador exclusivo
del cáncer de próstata, sino que el mero hecho de tener
próstata hace que se pueda detectar esta proteína en la
sangre.
El PSA tiene tres grandes utilidades. La primera,
para realizar un diagnóstico de la enfermedad, especial-
mente en sus fases precoces. Aplicar su detección a toda
la población en campañas de diagnóstico precoz (scree-
ning) es una discusión todavía sin resolver. Sus defenso-
res abogan que disminuye la mortalidad, tal y como está
confirmado en el registro de cáncer americano o en la po-
blación del Tirol austriaco, donde la implantación de un
programa activo de diagnóstico precoz ha logrado una
disminución de la mortalidad por cáncer de próstata. Sus
detractores aducen que el coste de estas campañas y los
tratamientos que son necesarios emplear tras el diagnós-
tico de estos tumores no se traducen en un aumento de
la supervivencia suficiente, por lo que deberían emplear-
se esos recursos en otras campañas de salud. Donde sí
existe consenso es en qué edades hay que hacer un PSA
para el diagnóstico precoz: entre los 50 y los 70 años. Por
debajo de los 50, tan sólo estaría indicado en pacientes
con historia familiar de cáncer de próstata; y por encima
de los 70, existe acuerdo en que el diagnóstico precoz no
consigue alargar la vida.
El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata
Determinación del antígeno prostático específico (PSA) del suero.
La gammagrafía ósea se realiza con el objeto de detectar una posible
extensión del tumor de próstata a los huesos.
LIBRO DE LA SALUD
282
Aunque se suele considerar la cifra menor a 4 ng/mL
como la cifra mágica que marca la normalidad, esto no
deja de ser un error, puesto que hay tumores de próstata
con cifras menores de 4 ng/mL. El hecho de tener más de
4 ng/mL indica únicamente que hay un 30% de posibili-
dades de padecer un cáncer de próstata. Por otra parte,
cuanto mayor es el PSA en sangre, mayor la posibilidad de
padecer este cáncer.
La segunda utilidad del PSA es, una vez diagnos-
ticado el cáncer de próstata, poder clasificarlo en sus di-
ferentes fases de evolución (localizado, localmente avan-
zado y diseminado), en la idea de que a mayor PSA, más
evolucionado suele estar el tumor. Dentro de esta utilidad
como marcador de pronóstico, en los últimos años toma
fuerza considerar el PSA como una variable dinámica. Es
decir, el historial de PSA también informa de la agresividad
del tumor; de esta forma, un aumento rápido del PSA es
propio de tumores más agresivos.
En tercer y último lugar, el PSA sirve para monito-
rizar el seguimiento de los diferentes tratamientos em-
pleados. Tanto es así, que en muchos momentos del segui-
miento de un paciente al que se le ha practicado una ciru-
gía radical, el único análisis o exploración complementaria
preciso es determinar sus valores de PSA. También, en los
últimos años, se reconoce que la velocidad de aumento del
PSA tras un tratamiento es un factor pronóstico respecto a
la vida del paciente.
21. ¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata?
Ante la sospecha de un cáncer de próstata por un tacto rec-
tal anormal, unas cifras de PSA anormales, o clínica que lo
sugiera, se realizan unas biopsias prostáticas. Las biopsias
prostáticas deben ser realizadas procurando tomar una
muestra de las diferentes áreas de la próstata, por lo que
es necesario tomar un mínimo de 10 muestras. La técnica
que se emplea es realizada mediante control ecográfico,
utilizando un transductor que se coloca a través del ano
en el recto. Las biopsias se toman por punción a través de
la pared rectal, sobre la próstata, previa anestesia local de
la zona. Es necesario administrar una cobertura antibiótica
para evitar complicaciones infecciosas de la técnica.
22. ¿Cómo se trata un cáncer de próstata?
El abanico de posibilidades de tratamiento del cáncer de
próstata es amplio y van desde realizar una vigilancia del
tumor y sólo usar un tratamiento si hay riesgos para el pa-
ciente, hasta tratamientos con quimioterapia endovenosa.
Sin embargo, es necesario recordar que actual-
mente en España un 50% de los tumores de próstata
se diagnostican en fases iniciales, y que existen trata-
mientos curativos, como la cirugía, que permiten que
el 90% de estos pacientes siga vivo a los 15 años del
diagnóstico. En el otro lado del espectro se encuentra el
tratamiento que provoca una práctica desaparición de
la testosterona que, si bien no es un tratamiento curati-
vo, permite alargar la vida y que ésta tenga más calidad
en los pacientes con un cáncer de próstata localmente
avanzado o diseminado.
Una descripción por fases de la evolución del cán-
cer de próstata puede resultar de ayuda. Una descripción
más exhaustiva puede obtenerse en la página web de la
European Association of Urology (EAU), donde se recogen
sus guías de práctica clínica, construidas sobre la base de
los trabajos de máxima calidad científica.
23. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata
localizado?
Como es un tumor en fase curable, el tratamiento consi-
derado óptimo es la cirugía radical de la próstata, bien sea
utilizando cirugía abierta convencional o cirugía laparos-
cópica (cirugía con mínimas incisiones y con visión a tra-
vés de una cámara que se introduce dentro del abdomen).
Consigue que el 90% de los pacientes estén vivos a los 15
años del tratamiento. Sus efectos secundarios son la in-
continencia urinaria, presente en un 5-10% de los pacien-
tes (según lo estricta que sea su definición —si se incluyen
mínimas pérdidas de orina—) y la impotencia (imposibi-
lidad de tener erecciones del pene), que presentarán, a
pesar de realizarse técnicas adecuadas, entre un 30-50%
de los pacientes.
Una alternativa real a la cirugía es la radiotera-
pia, con resultados que se acercan a los de la cirugía y
con menos complicaciones urinarias y sexuales, aun-
que con un aumento de complicaciones digestivas.
Alguna variedad de tratamiento radioterápico, como
es la braquiterapia, está alcanzando gran popularidad,
pero su uso debe ser limitado a pacientes con tumores
de baja o mediana agresividad. En la última década, se
han desarrollado procedimientos de cirugía con ener-
gías alternativas como la crioterapia (destrucción por
congelación del tejido prostático) o el HIFU (destruc-
ción del tejido por calentamiento), que son considera-
dos como procedimientos mínimamente invasivos al
permitir una corta estancia hospitalaria y una rápida
283
Tras una fase de buena respuesta al tratamiento
hormonal, se produce una fase de resistencia al trata-
miento. En este momento, en los pacientes que mantie-
nen un buen estado general y son capaces de tolerar el
tratamiento con quimioterapia, ésta puede ser aplica-
da al haberse demostrado que puede alargar la vida
y su calidad.
Glosario
Adenomectomía (prostatectomía) abierta: procedimiento de
tunelización de la próstata para permitir el paso de orina a través
de una incisión en el bajo abdomen que permite el acceso a la
próstata y la extirpación de la zona prostática afecta de la HBP.
Antígeno específico de la próstata o PSA (Prostate Specific
Antigen): proteína que se produce en la próstata y que pasa a
la sangre en unas mínimas cantidades que pueden ser detec-
tadas con un simple análisis. Determinadas enfermedades de
la próstata, como son el cáncer, procesos inflamatorios como
la prostatitis o su simple crecimiento benigno pueden dar
lugar a aumentos de los valores de PSA. No es un marcador
exclusivo del cáncer de próstata, sino que el mero hecho de
tener próstata hace que se pueda detectar esta proteína en
la sangre.
Cáncer de próstata: tumor maligno que se desarrolla en la zona
periférica de la próstata. De comportamiento heterogéneo, habi-
tualmente tiene una evolución lenta.
Ecografía prostática: prueba no invasiva, mediante ultrasonidos,
que permite medir el tamaño prostático, al tiempo que ofrece in-
formación de su estructura.
Fármacos alfa-bloqueantes (alfuzosina, tamsulosina, doxa-
zosina y terazosina): grupo de fármacos que actuan sobre los
receptores de la vejiga urinaria y próstata, facilitando la salida de
la orina.
Fármacos 5-ARIS (finasteride y dutasteride): fármacos que ac-
túan sobre el metabolismo de la testosterona (hormona sexual
masculina) y consiguen disminuir el tamaño prostático.
Fitoterapia: empleo de fármacos derivados de extractos natura-
les (habitualmente plantas).
Flujometría urinaria: prueba que aporta datos objetivos y me-
dibles del grado de obstrucción. Es una exploración sencilla, que
sólo requiere que el paciente orine de la forma más fisiológica po-
sible en un receptáculo que mide el flujo de orina por segundo.
Hipertrofia benigna de próstata: es conocida también como
adenoma de próstata o prostatismo. Se define por el creci-
miento benigno de la próstata junto con la presencia de unos
síntomas al orinar y una disminución en el flujo de orina durante
la micción.
El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata
incorporación a la actividad laboral. El breve seguimien-
to de los pacientes tratados con estas pautas no acon-
seja su utilización en pacientes jóvenes, aunque los
resultados son muy alentadores.
24. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata
localmente avanzado?
En los tumores que han sobrepasado los límites de la prós-
tata pero que no han desarrollado metástasis, es todavía
posible la curación, pero ésta sólo se alcanza en el 40% de
los pacientes. Se estima que el tiempo medio de super-
vivencia es de entre siete y diez años. Se considera como
tratamiento óptimo la radioterapia. Recientes estudios evi-
dencian que añadir un tratamiento hormonal a la radiación
mejora los resultados y aumenta la supervivencia de estos
pacientes.
La cirugía puede ser empleada con iguales tasas de
curación que la radioterapia, pero debido a que es una te-
rapia con importantes efectos secundarios, en este grupo
de pacientes, se reserva para pacientes jóvenes (menores de
60-65 años) con un importante deseo de agotar todas las
posibilidades de tratamiento.
Por último, en pacientes ancianos o con un com-
promiso grave de la salud, se puede recomendar un tra-
tamiento de bloqueo de la testosterona y, de esta forma,
minimizar todo efecto adverso de tratamientos más agre-
sivos como radioterapia o cirugía.
25. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata
diseminado?
Un paciente con un cáncer de próstata extendido a dis-
tancia, habitualmente con afectación de los huesos, se
estima que tiene una expectativa de vida media de tres
años. Sin embargo, existe una gran variabilidad y no es
infrecuente encontrar pacientes vivos a los diez años del
diagnóstico.
El tratamiento en esta fase de la enfermedad des-
cansa en el bloqueo de la testosterona. La testosterona es
vital para el desarrollo y multiplicación de la célula prostá-
tica. El descubrimiento de la importancia de su inhibición
reportó a su descubridor, Huggins, en 1996, el único Pre-
mio Nobel otorgado hasta la fecha a un urólogo.
Inicialmente, se conseguía este bloqueo mediante
la castración quirúrgica; el tratamiento fue evolucionando
al empleo de estrógenos y, en nuestros días, a modernos
inyectables (análogos de la LH-RH) que se aplican de forma
mensual, trimestral o semestral.
LIBRO DE LA SALUD
284
Metástasis: es la diseminación de un tumor de una parte a otra
del cuerpo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos.
Próstata: glándula del aparato sexual masculino situada debajo
de la vejiga urinaria y delante del recto, que envuelve la uretra y
cuyo peso al llegar a la edad adulta es de unos 20 gramos, aproxi-
madamente.
Prostatitis: inflamación de la próstata, debida a causas infeccio-
sas o no infecciosas.
Resección transuretral de la próstata (RTU): es el procedimien-
to por el que se opera el 90% de los crecimientos benignos de la
próstata. Consiste en la introducción por la uretra (vía transure-
tral o endoscópica) de un instrumento denominado relector, con
el que se practica la exéresis (extirpación) de suficiente próstata
como para permitir un buen paso de la orina.
Bibliografía
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Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http://
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«Cáncer temprano de próstata: preguntas y respuestas». http://
www.cancer.gov/cancertopics/factsheet/Detection/early-prostate-
spanish.
• Las tres enfermedades más comunes que afectan a la
próstata son la prostatitis, la hiperplasia benigna de la
próstata (HBP) y el cáncer de próstata.
• La hiperplasia benigna de la próstata es la enfermedad
más común de la próstata. El crecimiento de la próstata
produce una dificultad para orinar que se acompaña de
un aumento de la frecuencia miccional, tanto nocturna
como diurna, así como de necesidad urgente de orinar
(imperiosidad).
• La HBP tiene tratamientos médicos eficaces para dismi-
nuir las molestias del paciente. Ante el fracaso de estos
tratamientos, o el aumento progresivo de la sintoma-
tología, es necesario un tratamiento quirúrgico. Si bien
el tratamiento quirúrgico estándar es la RTU (resección
transuretral de la próstata) el empleo de nuevas ener-
gías, como el láser, puede desempeñar un papel impor-
tante en el futuro.
• Tanto la HBP como el cáncer de próstata suelen desarro-
llarse a partir de los 50 años. No existe ninguna relación
causal entre ellas. Sin embargo, pueden coexistir ambas
enfermedades.
• El cáncer de próstata es el cáncer más común en el varón.
Uno de cada diez varones es diagnosticado de cáncer
de próstata.
• El cáncer de próstata es de comportamiento heterogéneo.
Habitualmente,tieneunaevoluciónlentadesdesudiagnós-
tico hasta su diseminación en otros órganos a distancia (de
siete a diez años). En los extremos de esta situación clínica
encontramostumoresindolentesquenuncaamenazaránla
vida del paciente, así como tumores de gran agresividad.
• Más de la mitad de los cánceres de próstata son curables
en el momento del diagnóstico. Para aquellos tumores
no curables, existen tratamientos paliativos que logran
una supervivencia de hasta 15 años.
Resumen
285
1. ¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama, como todo tipo de cáncer, es una enfer­
medad genética. La célula que origina el cáncer de mama
es una célula anormal debido a que uno o varios de sus
genes son defectuosos. Este hecho hace que los genes,
responsables del crecimiento y maduración de la célula, al
estar alterados causen un desequilibrio en su crecimiento,
induciendo a la célula a entrar en un estado de prolifera-
ción incontrolado que con el paso del tiempo origina la
aparición del tumor.
2. ¿Es frecuente el cáncer de mama?
El cáncer de mama es el tumor que con más frecuencia afecta
a la mujer y, aunque en las últimas décadas ha ­aumentado
Capítulo 29
El cáncer de mama
Dra. Montserrat Muñoz
Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Pere Gascón
Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado
de Medicina de la Universidad de Barcelona
el número de nuevos casos diagnosticados por año, lo cier-
to es que la mortalidad específica por cáncer de mama ha
comenzado a descender. Esta disminución se justifica por
la mayor información, educación y concienciación de la
sociedad, en general, por los programas de cribado de la
población mediante mamografías en mujeres sanas y por
una notable mejoría de los tratamientos impartidos.
Aproximadamente se calcula que en España una de
cada doce mujeres presentará un cáncer de mama antes
de alcanzar los 85 años. En Estados Unidos, la proporción
alcanza ya a una de cada nueve mujeres.
3. ¿Existen factores de riesgo específicos del
cáncer de mama?
Aunque la causa del cáncer de mama no se conoce, sí se
han identificado numerosos factores de riesgo. La edad es
uno de estos factores puesto que la mayoría de los casos,
un 77%, son diagnosticados en mujeres de edad superior
a los 50 años. Los antecedentes familiares constituyen un
factor de riesgo muy importante. Hoy en día se considera
que entre un 5% y un 10% de todos los cánceres de mama
son hereditarios. Existen otros factores de riesgo aunque
más débiles: la edad de la primera menstruación (si ésta
es precoz, el riesgo es relativamente elevado); la ausencia
de embarazos y la menopausia tardía serían también fac-
tores de riesgo, pero es importante resaltar que se trata de
un riesgo muy débil. Teniendo en cuenta que el cáncer de
La mamografía es una exploración muy útil para detectar anomalías
en la glándula mamaria.
LIBRO DE LA SALUD
286
Figura 1. La mama
Areola mamaria
Pliegue cutáneo submamario
Costillas
Músculo pectoral
Grasa
Lobulillo
glandular
Conductos
galactóforos
Pezón
Las mamas son dos estructuras que contienen las glándulas mamarias. Este sistema glandular produce una secreción láctea tras el parto que mediante una
serie de conductos transporta al exterior (pezón).
287
El cáncer de mama
mama es considerado un cáncer dependiente de las hor-
monas, cuantos más ciclos menstruales tenga la mujer a lo
largo de su vida, más estarán expuestas las células de sus
senos a la acción y estimulación de las hormonas femeni-
nas: estrógenos y progesterona. Entre otros factores que
se han relacionado con un aumento del riesgo en algunos
estudios, están el consumo de alcohol, el tabaco, una die-
ta rica en grasas, el empleo de anticonceptivos orales o el
tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia (véase
tabla 1).
4. ¿Es hereditario el cáncer de mama?
Talcomosehacomentadoenelpuntoanterior,entreun5%
y un 10% de todos los pacientes con cáncer de mama
presenta un cáncer de mama hereditario, en su mayoría
atribuibles a una mutación de uno de los dos genes deno-
minados BRCA. Al BRCA1 se le atribuye entre un 20% y un
40% y al BRCA2 entre un 10% y un 30% de todos los casos.
Luego existe aproximadamente entre un 15% y un 20% de
mujeres diagnosticadas de cáncer de mama que presentan
algún antecedente familiar, lo que en genética se denomi-
na casos de agrupación familiar. En este tipo hablamos de
predisposición genética, pero no está bien definida al no
haberse encontrado de momento genes alterados en estas
familias; no quiere decir que no existan: supone que toda-
vía no han sido identificados.
En el caso de que la paciente sea portadora de
una mutación del gen BRCA1, ello comporta un riesgo
de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida de
entre el 50% y el 85% en comparación con el 10% de
la población en general. Interesa mencionar que estas
mismas pacientes presentan una mayor incidencia en
padecer de cáncer en la otra mama, calculándose entre
un 40% y un 60% el riesgo de desarrollarlo. Las portado-
ras de este gen aberrante también presentan una gran
posibilidad de padecer cáncer de ovario, estimándose el
riesgo entre un 15% y un 45%, en comparación con el de
la población general, que se estima, aproximadamente,
tan sólo en un 2%.
Dos hechos harán pensar en la posibilidad de que
la paciente sufra un cáncer de mama hereditario: 1) la exis-
tencia de varios miembros de la familia con esta condición
y, 2) la presentación del cáncer de mama en estos familia-
res a una edad muy joven.
El resto de los cánceres se agrupan como espo-
rádicos, entendiendo por esta denominación que estos
cánceres se han adquirido en el transcurso de la vida de
la paciente.
En Japón, antes de adoptar costumbres más occi-
dentales, las japonesas tenían una incidencia de cáncer
de mama muy inferior a las europeas o norteamerica-
nas. Sin embargo, a finales del siglo xix y principios del
xx, hubo grandes migraciones de mujeres japonesas ha-
cia la costa del Pacífico de Estados Unidos, en concreto
a la de California y Canadá, principalmente a Vancouver.
Curiosamente, la segunda y tercera generación de estas
mujeres ya presenta la misma incidencia de cáncer de
mama que las norteamericanas, muy superior a la de
sus abuelas, lo que indica que factores ambientales o de
la dieta deben de producir lo que hoy en día llamamos
cambios epigenéticos (todas aquellas modificaciones,
heredables, que se manifiestan en la expresión génica
sin que ocurran cambios en la secuencia del ADN; es
decir, sin modificaciones de la información genética) en
las células, y que serían responsables de esta incidencia
distinta entre las primeras inmigrantes y las generacio­
nes posteriores.
5. ¿Cuáles son las señales tempranas que alertan
de la posible presencia de un cáncer de mama?
Obviamente, la aparición de un nódulo, que por lo gene-
ral está aislado, en el seno; es de consistencia firme y, con-
trariamente a lo que se piensa, por lo general no duele.
De ahí la importancia de la autoexploración de los senos
en toda mujer a partir de los 20 años. Se calcula que un
70% de todos los cánceres de mama se detectan utilizan-
do esta técnica. La palpación de un nódulo o bulto en el
seno, si bien debe ser causa de preocupación para la mu-
jer y motivo de consulta al médico, no debe provocar el
pánico, ya que la mayoría de bultos que la mujer se nota
suelen ser benignos. Sin embargo, ya en el siglo xxi, de-
bemos esperar mucho más de la medicina y del diagnós-
tico precoz y debemos detectar el cáncer antes de que
se pueda palpar, ya que para entonces el cáncer puede
TABLA 1. Factores de riesgo en el cáncer de mama
Edad avanzada
Antecedentes familiares
Menstruación precoz
Menopausia tardía
Ningún embarazo
Uso de estrógenos
Factores en la dieta o ciertos hábitos (tabaco, obesidad,
sedentarismo, consumo de alcohol…)
LIBRO DE LA SALUD
288
ser ya relativamente grande. Para ello se han desarrollado
los programas de cribado entre la población, utilizando
la mamografía.
Otra señal de posible existencia de cáncer de mama
eslaobservacióndequeelpezónseinviertehaciadentro,la
textura de la piel cambia y puede existir una secreción que
en algunos casos adquiriría un aspecto sanguinolento. Nos
referimos a casos en donde el pezón de uno de los senos
experimenta estos cambios, ya que hay mujeres que pre-
sentan alteraciones en el pezón o en los dos pezones desde
siempre y eso no implica que exista una enfer­medad.
Otra señal temprana es la observación, en una zona
de la piel del seno, o cerca de la axila, de hinchazón o al-
teración en el aspecto normal de la piel. En ocasiones las
venas superficiales pueden estar más prominentes en una
mama que en la otra.
6. ¿Puede un hombre padecer de cáncer de mama?
Sí, ya que el varón presenta una estructura glandular rudi-
mentaria con tejido mamario debajo del pezón. Aunque
el porcentaje es bajo en relación con la mujer (aproxima-
damente un uno por ciento según las poblaciones), todo
hombre que note la aparición de un bulto alrededor o de-
bajo de un pezón debe acudir a su médico. Si la hincha-
zón o bulto se detecta en ambos pechos (ginecomastia)
es posible que esté causado por algún medicamento que
tome o que sufra de algún trastorno de tipo hormonal.
Fumar cannabis o marihuana está asociado a hinchazón
de ambos pechos. La ginecomastia no se ha relacionado
con un aumento en la incidencia de cáncer de mama en
el varón.
7. ¿Es importante la detección del cáncer de mama?
La detección es, por razones obvias, uno de los capítulos
más importantes cuando hablamos de cáncer de mama, ya
que se calcula que aquellas mujeres a las que se les detecta
su cáncer en un estadio muy temprano tienen hasta
un 96% de posibilidades de supervivencia.
8. ¿Qué se puede hacer para poder detectar el
cáncer tempranamente?
Podríamos hablar de un plan de detección a lo largo de
la vida de una mujer que pasaría por tener un examen
clínico cada tres años a partir de los 20 años hasta llegar a
los 39. Se aconseja una autoexploración mensual a partir
de los 20 años buscando la aparición de cambios en al-
guno de los dos senos. Aunque los grandes estudios en
la población no han supuesto una gran ventaja, el exa-
men individual puede acortar en mucho el tiempo del
diagnóstico. A partir de los 40 años este examen debería
ser anual. Se aconseja una mamografía a la edad de los
40 años para que sirva como base para posteriores ma-
mografías a lo largo de la vida de la mujer. Existen dudas
sobre si es necesario practicar una mamografía anual a
partir de los 40-50 años. En nuestro país, las campañas de
cribado se inician a los 50 años. A partir de esta edad se
debería obtener una mamografía anual. La cantidad de
radiación de las mamografías actuales es mínima y por
ello es completamente seguro hacerse una cada año.
Está totalmente descartado que pueda ser nocivo a largo
plazo para la mujer. Afortunadamente, en las sociedades
industrializadas se puede decir, en rasgos generales, que
el cáncer de mama se diagnostica en fases precoces de-
bido al alto nivel de información, educación y sensibili-
zación de la sociedad. La detección precoz se consigue,
bien porque la mujer nota un bulto anómalo en el seno,
bien porque se detectan anomalías en una mamografía
de control. A partir de aquí se puede completar el estudio
con una ecografía de la anomalía.
9. ¿Cómo se llega al diagnóstico?
Una vez detectada una anomalía en uno de los senos, con-
firmada su existencia en la mamografía y descartada la po-
sibilidad que se trate de un quiste mediante prueba eco-
gráfica, se realizará una punción y/o biopsia para estudiar
el tejido anómalo. La muestra de tejido será analizada por
un médico patólogo, quien indicará no sólo la naturaleza
Prueba positiva para receptores específicos (HER2) en una biopsia de
cáncer de mama.
289
El cáncer de mama
maligna, sino el tipo de cáncer y sus características. Éste
es un aspecto importantísimo ya que, dependiendo de las
características de la biopsia al microscopio, podrá tratarse
de un carcinoma muy localizado, lo que denominamos in
situ, y que confiere un altísimo porcentaje de curación, o
de un carcinoma invasivo o infiltrante, de pronóstico me-
nos favorable. Además de los caracteres microscópicos,
el patólogo aportará una serie de parámetros muy sig-
nificativos a la hora de planificar el tratamiento. Así, será
fundamental conocer el estado de los receptores de la
biopsia, es decir, si el tumor presenta o no los receptores
de las hormonas femeninas: estrógenos y/o progesterona.
También nos deberá informar sobre el estado de los re-
ceptores denominados HER2. Este último tiene una gran
trascendencia ya que su presencia en el tejido tumoral
se asocia a un tumor muy agresivo. Sin embargo, para las
mujeres portadoras de este marcador en sus células can-
cerosas existe actualmente un fármaco (transtuzumab)
altamente eficaz. Una vez obtenido el informe completo
de anatomía patológica, se procederá a la realización de
toda una serie de pruebas complementarias para conocer
la extensión de la enfermedad (estadiaje) y proceder a su
posterior tratamiento individualizado.
10. ¿Es inevitable la mastectomía?
No. En la actualidad los médicos que atienden a una pa-
ciente con cáncer de mama intentan evitar la mastectomía
(extirpación de la mama y ganglios adyacentes) o la cirugía
radical siempre que sea posible y no vaya, por supuesto,
en detrimento de la posible curación de la paciente. Se ha
avanzado mucho en este terreno y, así, en un reciente es-
tudio español (El Álamo II) se ha observado en nuestro país
un aumento de la cirugía conservadora, que ha pasado en
los últimos años de un 20% a un 33%, frente a la mastecto-
mía o cirugía radical.
11. ¿Qué posibilidades de tratamiento tiene el
cáncer de mama?
Una vez ha sido diagnosticada la enfermedad, el médico
oncólogo diseña un programa de tratamiento en función
de las características del tumor (tamaño y número de focos
tumorales, estado de los ganglios de la zona en la explora-
ción física o por pruebas complementarias, tipo de células,
expresión de receptores hormonales y de marcadores tu-
morales, extensión de la enfermedad) y de la anatomía de
la mujer (posibilidad de conservar la mama afectada, según
la relación tamaño de la mama/tamaño del tumor, siempre
que no existan contraindicaciones médicas). Por todo ello,
es lógico suponer que ningún cáncer es igual al otro y que el
tratamiento ha de ser individualizado para cada paciente.
El tratamiento en esta fase inicial de la enfermedad
va dirigido a la erradicación de todo foco tumoral detectado
en la mama —con una extracción de la zona afectada— o
de toda la mama si no es posible conservarla, y al estudio
de los ganglios linfáticos de la zona que son estructuras
normales de nuestro sistema inmunológico, y son la pri-
mera parada de las células tumorales cuando inician su
propagación fuera de la mama —lo que llamamos metás-
tasis—. Se realizará una evaluación mediante la extracción
del primer ganglio linfático que se detecta con una técnica
llamada del ganglio centinela. Si esta primera estación no
se encuentra colonizada por células tumorales, no suelen
existir metástasis en el resto de ganglios linfáticos de la
zona, por lo que no sería necesaria la realización de una
linfadenectomía axilar de la mama (extracción de los gan-
glios linfáticos axilares de la mama afectada), con lo que se
disminuyen las complicaciones tras la cirugía (linfedema
o hinchazón del brazo y dolor). Si se encuentran ganglios
afectados por el cáncer, es obligatoria la linfadenectomía
axilar para el estudio del número de ganglios afectados,
ya que nos proporciona información adicional sobre la
Ganglio centinela axilar izquierdo. En la imagen observamos la zona de punción en la mama izquierda (tapada con un material radiopaco, por lo
que se observa un área negra) y dos captaciones del radiotrazador en la axila (manchas blancas) que corresponden a los ganglios centinela.
LIBRO DE LA SALUD
290
Figura 2. Los ganglios linfáticos de la zona mamaria
Ganglios linfáticos
Mama
Músculo pectoral
Clavícula
Arteria y vena subclavia
Los ganglios linfáticos son formaciones nodulares repartidas por todo el organismo, distribuidas en grupos ganglionares, que se conectan con la red de vasos
linfáticos. El grupo de ganglios axilar y mamario es muy importante en muchas de las enfermedades del sistema linfático y especialmente en los tumores de
la mama o del propio sistema linfático. Pueden palparse en el curso de la exploración clínica.
291
El cáncer de mama
agresividad de la enfermedad, el riesgo de recaída y la ne-
cesidad de tratamientos complementarios a la cirugía.
Además, y tal y como se ha descrito con anterioridad,
siempre se estudian las características de las células tumo-
rales a nivel microscópico: infiltrantes o in situ, tamaño del
tumor, grado tumoral, invasión vasculolinfática, estado de
receptores de membranas celulares (de dos tipos básicos:
hormonales —estrógenos y progesterona—, y factor de
crecimiento HER-2 neu), que orientan hacia la posibilidad de
diseminación del tumor a través del torrente sanguíneo y la
existencia de micrometástasis que pudieran llevar a la recaí-
da de la enfermedad en un futuro.Todas estas características
del tumor determinarán qué tipo de tratamiento se deberá
realizar de acuerdo con los criterios clínicos actuales.
Con toda esta información, el oncólogo realizará
una valoración del riesgo de recaída de la enfermedad y
ofrecerá una serie de tratamientos complementarios a la
cirugía que pueden incluir quimioterapia, radioterapia so-
bre la mama afectada y los ganglios de la zona y tratamien-
to hormonal o inmunológico complementario.
12. ¿Cuáles son los tipos básicos de tratamiento?
Los tratamientos actuales son discutidos y consensuados
por un grupo multidisciplinar (constituido por varios es-
pecialistas: oncólogo médico, oncólogo radioterapeuta, ci-
rujano, radiólogo y patólogo) organizado en un Comité de
Cáncer de Mama o en una Unidad de Mama. El tratamiento
será planificado de acuerdo con las características particula-
res de cada cáncer, su estadio y sus factores pronóstico. En la
actualidad los tratamientos reciben varias denominaciones:
• Tratamiento neoadyuvante: aquel que se realiza
antes de la cirugía, bien con quimioterapia, bien
con tratamientos combinados con quimioterapia,
más tratamiento hormonal e incluso inmunológico.
Por lo general se indica en aquellos tumores de
tamaño grande y se busca:
- Poder reducir el tamaño del tumor posibilitando
con ello un tratamiento quirúrgico conservador
(evitar la mastectomía).
- Conocer la quimiosensibilidad del tumor a un trata-
miento específico (si el tumor desaparece o dismi-
nuye su tamaño es prueba de que las células tumo-
rales son sensibles a los fármacos empleados).
• Tratamiento adyuvante: éste es el tratamiento
que pueden recibir la gran mayoría de pacientes.
Después de la intervención quirúrgica en la
mama y en la axila, el cirujano, primero, y lue-
go el patólogo confirman que no ha quedado
enfermedad macroscópica, o sea, enfermedad
visible, en la paciente. Sin embargo, estadís-
ticamente se sabe que cada paciente puede
tener un riesgo, mayor o menor, de sufrir una
recaída; y para evitar las recaídas o, mejor, para
reducir el porcentaje de las teóricamente posi-
bles, se instaura el llamado tratamiento adyu-
vante o complementario, destinado a determi-
nadas pacientes que presentan posibilidades
de tener enfermedad microscópica (no visible
ni detectable) en alguna parte de su organis-
mo, ya sea en el seno o a distancia de la zona
afectada. Por tanto, el tratamiento adyuvante
va dirigido contra una enfermedad no detec-
table. Mediante ensayos clínicos importantes,
se ha determinado el beneficio a largo plazo
del tratamiento sistémico al reducir de ma-
nera significativa el porcentaje de recaídas.
Este tratamiento se realiza con quimioterapia,
hormonoterapia y/o radioterapia. A partir de
cierta afectación de los ganglios de la axila se
recomienda añadir radioterapia para evitar re-
caídas locales. Tanto el tratamiento neoadyu-
vante como el adyuvante se administran a la
paciente con intención curativa.
• Tratamiento sin ningún calificativo especial es
el que se da al paciente cuando su enfermedad
se encuentra ya en fase de metástasis, esto es,
cuando ha sido capaz de colonizar otros órga-
nos del cuerpo (hueso, pulmón, hígado). En
esta situación se considera que la enfermedad
no es curable y los tratamientos van dirigidos
a preservar la calidad de vida del paciente,
controlando el crecimiento de la enfermedad
y tratando las complicaciones que se derivan
del crecimiento del tumor y/o las metástasis. Se
procura prolongar la vida del paciente median-
te la administración de tratamiento hormonal,
quimioterapia, radioterapia o varios de estos
tratamientos combinados, sin olvidar el trata-
miento de los síntomas que se deriven de la
enfermedad y el soporte psicológico a paciente
y familia. Podemos decir que hoy en día el con-
cepto de enfermedad crónica se podría aplicar
a muchos pacientes de esta última categoría,
LIBRO DE LA SALUD
292
aquellos de peor pronóstico, ya que la cantidad
de fármacos de quimioterapia de que dispone,
en la actualidad, el oncólogo médico, junto
con la aparición constante de nuevos fármacos
anticancerosos de nueva generación (llamados
fármacos de diseño), hace ya posible que mejo-
re el pronóstico de la paciente con cáncer de
mama. Los fármacos más comunes en quimio-
terapia son las antraciclinas (adriamicina y epi-
rubicina), los taxanos (paclitaxel y docetaxel),
las fluoropirimidinas (5-fluouracilo y la capeci-
tabina), la vinorelbina y la gemcitabina entre
otros. Los agentes hormonales más usados son
el tamoxifeno y los inhibidores de la aromatasa.
Para aquellos enfermos portadoras del marca-
dor HER2 se utiliza el transtuzumab.
13. ¿Qué ocurre una vez el tratamiento ha
concluido?
Si hay metástasis el seguimiento variará de paciente a pa-
ciente en función de su respuesta a la primera línea de tra-
tamiento. El objetivo es el control de la enfermedad. Cuan-
do se comprueba, mediante pruebas radiológicas (TAC),
que el cáncer progresa, el oncólogo sugerirá la iniciación
de otro tratamiento, denominado de segunda línea, y así
sucesivamente. Son pacientes que deberán hacer visitas
con relativa frecuencia a su médico en función del curso de
la propia enfermedad.
Si la enfermedad está localizada, una vez com-
pletado el tratamiento (neoadyuvante o adyuvante) el
paciente realizará controles médicos periódicos para
detectar recaídas tempranamente y controlar los efec-
tos secundarios de los tratamientos recibidos así como
la posibilidad de aparición de otros cánceres en la mama
afectada o en la sana. Estos seguimientos incluirán la
realización de una mamografía anual, entrevista clínica
y exploración física. Tras estas visitas, el oncólogo puede
decidir la realización de nuevas pruebas complemen-
tarias si sospecha recaídas o complicaciones derivadas
del tratamiento.
Desgraciadamente el riesgo de recaída en este tipo
de enfermedad nunca es nulo, a pesar de recibir el mejor
tratamiento disponible, y sólo el tiempo dará la respuesta a
la pregunta que toda paciente se formula: ¿estoy curada?
Actualmente existe un campo de investigación
muy amplio en el estudio del comportamiento de las
células, su crecimiento y capacidad de diseminación
para la mejora de los tratamientos complementarios
con nuevos fármacos que erradiquen las micrometás-
tasis y en el estudio de los factores pronósticos de la
enfermedad. Uno de los grandes desafíos de la oncolo-
gía moderna, aplicable al cáncer de mama, es poder un
día identificar la idoneidad de las terapias en función de
cada paciente (tratamiento a la carta). Su logro permi-
tiría adecuar la terapia en cada paciente y no minusva-
lorar a pacientes que necesiten tratamiento intensivo o
aplicar terapias inútiles a pacientes de buen pronóstico
que no van a recaer.
Estos avances no serían posibles sin la colabora-
ción de las pacientes en la investigación clínica, al par-
ticipar en estudios clínicos en sus centros de referencia
que permitan avanzar en el conocimiento de la enfer-
medad. No debe olvidarse que todo lo que conocemos
en la actualidad se debe a la contribución de muchas
pacientes en todo el mundo que en su día tomaron
parte en dichos estudios. De este conocimiento se be-
nefician ahora todas las pacientes, lo que es de agradecer.
Se ha avanzado muchísimo en el campo del cáncer
de mama, desde su detección a su comportamiento y
posterior tratamiento. Todavía queda un gran trecho
por recorrer pero sí que podemos decir que el futuro
es muy prometedor y que quizás, la palabra que en la
actualidad mejor se podría asociar a cáncer de mama
sería esperanza.
Glosario
Biopsia: muestra de un tejido u órgano extraído mediante pun-
ción o cirugía que al ser visualizada al microscopio permitirá efec-
tuar el diagnóstico de una enfermedad o descartarla.
Cáncer: enfermedad en la que algunas células se alteran y se
multiplican sin control. Las células cancerosas invaden los tejidos
vecinos y pueden extenderse a través de los vasos sanguíneos y
linfáticos a otras partes del cuerpo.
Ganglio centinela: aquel ganglio que representa la primera es-
tación en el drenaje linfático del cáncer. Si no está invadido por
el tumor se supone que el resto de los ganglios no lo estarán, lo
que implica que se pueda hacer un tipo de cirugía conservadora
evitando la linfadenectomía axilar.
Linfadenectomía: extirpación quirúrgica de una o varias cadenas
linfáticas. En el cáncer de mama se refiere a los ganglios de la axila
de la mama afectada.
Linfedema: hinchazón que experimenta el brazo de una pa-
ciente de cáncer de mama después de habérsele practicado la
293
linfadenectomía axilar. Con la extirpación de los ganglios linfáti-
cos se compromete el drenaje linfático del brazo, lo que conlleva
una acumulación de líquido, que en ocasiones puede ser muy
importante.
Mamografía: técnica que utiliza rayos X (radiografía mamaria), lo
que permite visualizar el tejido mamario. Se utiliza para la detec-
ción del cáncer de mama.
Marcador tumoral: sustancia (habitualmente una proteína) que
se asocia a determinados tipos de tumores y que está relacionada
con la actividad del tumor. Sirve para ayudar al diagnóstico y para
el control evolutivo y del tratamiento.
Mastectomía: técnica quirúrgica de extirpación de toda la mama.
TAC (Tomografía Axial Computarizada): prueba diagnóstica ra-
diológica en la que, gracias al empleo de un ordenador, se obtie-
nen reproducciones tridimensionales de órganos o tejidos.
Bibliografía
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del Cáncer de Mama. http://www.cbcf.org/.
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www.geicam.org.
National Breast Cancer Foundation. Fundación Nacional Americana
del Cáncer de Mama. http://www.nationalbreastcancer.org.
National Cancer Institute. Instituto Nacional Americano del Cáncer.
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Seom (Sociedad Española de Oncología Médica). http://www.seom.org.
El cáncer de mama
• La detección y el tratamiento del cáncer de mama han
experimentado un gran progreso en los últimos años.
• El mayor grado de concienciación ciudadana sobre el
cáncer de mama, la autoexploración y los programas de
cribado han hecho que hoy en día se pueda detectar
más precozmente la aparición del cáncer y por tanto
tratarlo tempranamente, hecho que se asocia a una ma-
yor posibilidad de curación.
• Una mujer de cada doce desarrollará cáncer de mama
si alcanza a vivir 85 años: de aquí la importancia de la
detección precoz.
• En España ya se utiliza cirugía conservadora (se evita la
mastectomía) en un 33% de las pacientes.
• El mejor conocimiento del comportamiento tumoral
permite utilizar cada vez más tratamientos de forma in-
dividualizada.
• La aparición de nuevos fármacos, llamados de diseño
(contra áreas vulnerables de la célula cancerosa),
unidos a los existentes en la actualidad, permite vis-
lumbrar un futuro esperanzador para los pacientes
diagnosticados de esta enfermedad.
Resumen
Libro Salud
295
Capítulo 30
El cáncer de piel
Dra. Ingrid López
Médico especialista en Dermatología. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona
Dra. María Teresa Estrach
Médico especialista en Dermatología. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrática de Dermatología
de la Universidad de Barcelona
1. ¿Qué es la piel?
La piel es la parte del cuerpo más accesible y sus enfer-
medades se manifiestan de forma visible en su ­superficie.
La piel no sólo envuelve el organismo, además realiza
funciones que le son propias, como la producción de
­vitamina D. La piel tiene varias capas, pero las dos princi-
pales son la epidermis (capa superior o externa) y la der-
mis (capa inferior o interna). La epidermis está compuesta
por dos tipos de células principales: los queratinocitos y
los melanocitos, que se sitúan en la parte inferior de la
epidermis, entre los queratinocitos. Los melanocitos pro-
ducen la melanina, el pigmento que da el color natural a
la piel. Cuando la piel está expuesta al sol, producen más
pigmento y lo transfieren a los queratinocitos, haciendo
que la piel se oscurezca.
2. ¿Qué es el cáncer cutáneo?
Es el crecimiento incontrolado de células que forman
parte de la estructura normal de la piel; dichas células
se hallan alteradas y proliferan para formar tumores cu-
táneos. Estos tumores pueden destruir el tejido local-
mente, y en ocasiones diseminarse desde la piel a otros
órganos.
Bajo la denominación de cáncer de piel se incluye
un conjunto de neoplasias malignas con características
muy diferentes. Se distinguen varios tipos y se pueden cla-
sificar según la clase de célula a partir de la cual se originan.
Exploración de las manchas de la piel mediante un dermatoscopio,
realizada por un dermatólogo.
LIBRO DE LA SALUD
296
Así, se dividen en dos grandes grupos: el cáncer cutáneo
no-melanoma (fundamentalmente constituido por los car-
cinomas) y el melanoma.
Los carcinomas se asocian a dosis continuadas de
radiación ultravioleta, de tal forma que aparecen principal-
mente en áreas expuestas al sol y en personas que trabajan
al aire libre. El principal factor de riesgo de los melanomas
son las dosis intensas e intermitentes de radiación solar, y
su localización preferente son las zonas no expuestas habi-
tualmente al sol.
3. ¿Es muy frecuente el cáncer de piel?
Se diagnostican cada año en todo el mundo entre dos y
tres millones de carcinomas cutáneos y aproximadamente
132.000 melanomas.
La incidencia de cáncer cutáneo (casos nuevos
diagnosticados cada año), presenta una tendencia as-
cendente en las últimas décadas, con un aumento de
un 4% anual. En la actualidad, el cáncer cutáneo es el
cáncer más frecuente en la raza blanca. Si esta tenden-
cia continúa, un varón blanco tiene un riesgo del 33%
de desarrollar un carcinoma basocelular a lo largo de la
vida, más de un 9% de desarrollar un carcinoma escamo-
so y alrededor del 2% de desarrollar melanoma.
La exclusión del cáncer cutáneo no melanoma en
la mayor parte de los registros de tumores en la población
hace muy difícil su estudio, ya que los datos de mortalidad
no reflejan la importancia del cáncer de piel.
Nuestro país ocupa el antepenúltimo lugar en
incidencia y mortalidad por melanoma cutáneo dentro
de la Unión Europea, detrás de Grecia y Portugal, pro-
bablemente debido a nuestra pigmentación cutánea.
En el año 2000 se registraron en España 698 muertes
por esta causa, con tasas de mortalidad ajustadas por
edad de 1,80 casos por 100.000 en hombres, y de 1,10
en mujeres.
4. ¿Qué factores influyen en su aparición?
El principal factor de riesgo relacionado con la apari-
ción del cáncer de piel es la radiación solar, sobre todo la
ultravioleta B. El sol emite radiación ultravioleta como par-
te de su espectro electromagnético.
Más del noventa y cinco por ciento de la radiación
solar que alcanza la superficie terrestre es UVA. Casi toda
la radiación UVC y gran parte de la UVB es absorbida por
el oxígeno y el ozono de la atmósfera. La radiación UVA es
menos dañina, pero es mucho más abundante.
La radiación ultravioleta que llega a la superficie
terrestre ha aumentado en muchas partes del planeta en
los últimos años. Las mediciones de la capa de ozono han
mostrado una disminución de su grosor especialmente
en la estratosfera. El ozono atmosférico (O3
) es un filtro
muy eficaz para la ultravioleta B. Una disminución del
ozono afecta especialmente a los UVB de 290 nanóme-
tros (nm), que son entre 1.000 y 10.000 veces más dañinos
para las células. El ozono tiene un ritmo de destrucción
determinado, que se encuentra acelerado por ciertas mo-
léculas que actúan como catalizadoras —los clorofluoro-
carbonos—, que son ampliamente utilizadas en la indus-
tria. Una sola de estas moléculas puede destruir más de
100.000 de ozono. La disminución del grosor en la capa
de ozono es un problema medioambiental y de salud que
además de relacionarse con el cáncer cutáneo se asocia
con el envejecimiento prematuro de la piel y el desarrollo
de catarata.
Actualmente se considera que la radiación ultravio-
leta es el factor ambiental que más afecta a la piel. Uno de
los efectos crónicos de esta radiación, natural o artificial,
debido a una exposición repetida, es el fotoenvejecimien-
to, cuyos signos principales son la sequedad cutánea, las
arrugas, la pérdida de elasticidad de la piel, su oscureci-
miento progresivo y la aparición de manchas parduscas de
bordes irregulares o léntigos.
Las quemaduras producidas por la luz ultraviole-
ta producen lesiones en el ADN de las células de la piel
que pueden provocar cáncer: es lo que se ha denomi-
nado fotocarcinogénesis. El proceso por el cual se llega
de la exposición solar hasta el desarrollo de cáncer cu-
táneo, llamado período de inducción, es de varios años.
Es interesante señalar que la mayoría de las personas
recibe el 50% del total de rayos ultravioleta en los pri-
meros veinte años de vida, y que con la edad aumentan
las posibilidades del daño y se reduce la capacidad de
reparar el ADN.
Los cambios en los hábitos de exposición solar en la
población, en las últimas décadas, auguran un incremento
progresivo en la incidencia de cáncer cutáneo. Son muchos
los deportes y trabajos que se realizan al aire libre, junto a
la creciente utilización de cabinas de bronceado y una acti-
tud pasiva de nueva práctica en el siglo xx: tomar el sol.
Otros factores contribuyentes en el cáncer de piel
son la susceptibilidad o predisposición genética determi-
nada por el fototipo de piel y los antecedentes familiares
y las exposiciones ambientales a carcinógenos —como la
297
radiación ionizante o ciertos productos químicos—. El cán-
cer de piel afecta más a las personas de piel blanca y ojos
azules o verdes, y de cabello rubio o pelirrojo: los fototipos
I y II, que son individuos que siempre se queman tras la ex-
posición solar y nunca se pigmentan, o que se queman con
facilidad y sólo se broncean un poco, respectivamente.
Entre otros factores de riesgo, se cuentan la exposi-
ción excesiva a los rayos X u otras fuentes de radiación y la
exposición al arsénico, que puede estar presente en algu-
nos herbicidas, y que podía encontrarse en tratamientos
farmacológicos utilizados en el pasado. Además, el tabaco
y los antecedentes personales de procesos inflamatorios
crónicos como quemaduras, áreas de drenaje de infeccio-
nes óseas e infecciones por virus de papiloma humano,
causantes de verrugas víricas, han sido incluidos como fac-
tores de riesgo en el caso de los carcinomas.
El cáncer cutáneo puede presentarse con más fre-
cuencia en las personas que tienen el sistema inmunitario
debilitado (estado de inmunosupresión). La inmunosupre-
sión puede ser resultado de una enfermedad sistémica,
debida a la infección por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), o por fármacos utilizados como tratamiento
en el cáncer, o los medicamentos para evitar que el siste-
ma inmunitario ataque el órgano nuevo en los trasplantes
de órganos. Los pacientes trasplantados, dado que reciben
tratamiento inmunosupresor prolongado, están sujetos a
un riesgo de entre cuatro y doscientas veces superior al de
la población normal, y los tumores suelen aparecer entre
dos y siete años tras el inicio de la inmunosupresión.
Entre los síndromes genéticos familiares suscepti-
bles de desarrollar cáncer cutáneo destacan el xeroderma
pigmentoso y el melanoma familiar. El xeroderma pigmen-
toso representa un conjunto de alteraciones hereditarias
que condicionan un defecto en la capacidad de reparar el
ADN dañado por la luz ultravioleta. Los pacientes se ca-
racterizan por una marcada sensibilidad a la luz solar y el
desarrollo de carcinomas cutáneos y melanoma a edad
temprana (por debajo de los 20 años). Supone una inciden-
cia de cáncer cutáneo 4.800 veces superior a la presente
en la población normal. Los pacientes con xeroderma pig-
mentoso también tienen un riesgo mayor de desarrollar
neoplasias internas, incluyendo cánceres oculares, cere-
brales, linfoma y leucemia, entre otros.
El melanoma familiar representa un conjunto de
síndromes hereditarios, caracterizados por la presencia de
múltiples nevus atípicos y melanomas cutáneos múltiples.
Se calcula que alrededor del seis por ciento de los melano-
mas son familiares y suelen desarrollarse a una edad más
temprana de lo habitual. Uno de los genes involucrado en
este síndrome es el denominado CDKN2A. La presencia de
mutaciones en este gen también se relaciona con riesgo
elevado de tumores gastrointestinales y pancreáticos.
En la tabla 1 se hallan enumerados los principales
factores de riesgo implicados en la aparición del cáncer de
piel. Sin embargo, cabe destacar que los cánceres de piel
se pueden desarrollar en cualquier persona y no sólo en
las que presentan los factores de riesgo mencionados. Las
personas jóvenes y sanas, incluso aquellas de ojos, cabellos
y piel oscura, pueden desarrollarlos.
5. ¿Cuáles son los tipos más frecuentes de cáncer
cutáneo?
Las formas más frecuentes de cáncer cutáneo no melano-
ma son el carcinoma basocelular (75-80% de los casos) y
el carcinoma escamoso o epidermoide (20% de los casos).
El melanoma maligno es una forma menos común que las
anteriores (1-2%) pero su importancia radica en que pre-
senta el mayor índice de mortalidad y es responsable del
75% de muertes por cáncer de piel.
6. ¿Qué síntomas presentan?
Más del noventa por ciento de los carcinomas basocelulares
aparecen en áreas cutáneas regularmente expuestas al sol
(cara,orejas,cuellooespalda),perotambiénpuedenaparecer
enelcuerocabelludo.Puedeserunárealigeramenteelevada,
indolora, de apariencia nacarada o cérea, como una gota de
cera adherida a la piel. El color puede variar e ir del blanco
traslúcido al rosado pálido, o presentar puntos ­marrones.
A menudo los vasos sanguíneos son visibles en la lesión.
También puede manifestarse como masa cutánea nueva que
sangra con facilidad, una úlcera que no cura o semejar una
cicatriz, sin antecedentes de lesión cutánea. El tumor puede
ser muy pequeño al comienzo, y alcanzar de uno a dos centí-
metros de diámetro después de varios años de crecimiento.
El carcinoma escamoso se localiza habitualmente
en la cara, las orejas, el cuello, las manos y los brazos, y pue-
de afectar al labio. Puede tener una consistencia firme y as-
pecto enrojecido, de superficie escamosa o áspera; otras
veces tiene forma cónica, como un cuerno o una úlcera.
En general, el cáncer de piel no melanoma se inicia
después de los 40 años de edad en el caso del carcinoma ba-
socelular, y después de los 50 años de edad en el carcinoma
escamoso. Este tipo de cáncer permanece localizado y pocas
veces se disemina a otras partes del organismo, pero puede
El cáncer de piel
LIBRO DE LA SALUD
298
continuarcreciendoeinvadirlostejidosyestructurascercanas
incluidoslosnervios.Sisetrataatiempo,tieneunaaltatasade
curación; pero si se deja evolucionar, puede crecer causando
posible discapacidad o, en algunos casos, la muerte.
El melanoma maligno puede presentarse de cua-
tro formas diferentes, que son: el melanoma maligno de
extensión superficial, el melanoma nodular, el lentigo
maligno-melanoma y el melanoma lentiginoso acral.
El melanoma de extensión superficial es el tipo más
común. Generalmente es plano, irregular en forma y color,
variando entre diferentes tonos de negro y marrón. Puede
aparecer a cualquier edad y en cualquier parte del cuerpo,
con una mayor incidencia en las personas de raza blanca. El
melanoma nodular empieza como un área elevada de color
azul-negrooscuroorojo-azulado,aunquealgunosnotienen
color, denominándose entonces melanoma amelanótico.
El lentigo maligno-melanoma aparece en las perso-
nas mayores, en la piel dañada por el sol de la cara, cuello y
brazos. Se desarrollan sobre áreas de la piel que son gran-
des, planas y de color marrón.
El melanoma lentiginoso acral es la forma menos
común. Se localiza en las palmas de las manos, las plantas
de los pies o por debajo de las uñas, con una mayor inci-
dencia en las personas de raza negra. El melanoma puede
diseminarse con mucha rapidez, por lo que su detección
precoz es muy importante.
7. ¿Cómo se diagnostica el cáncer tipo?
Si se aprecia una nueva lesión en la piel o cambios en una
lesión ya existente, ya sean cambios de color, tamaño o
textura o bien aparición de dolor, inflamación, sangrado
o picor sin haberse golpeado o rozado la zona, debe soli-
citarse una visita médica. Las características de lesiones
cutáneas sospechosas de malignidad se hallan resumidas
en la tabla 2.
Como se ha explicado en el apartado anterior, los
cánceres de la piel pueden tener muchas apariencias dife-
rentes: pueden ser pequeños y brillantes; rugosos o áspe-
ros; firmes y rojos; en costra o sangrantes. Por lo tanto, el
médico debe observar atentamente la lesión. Un médico
dermatólogo puede diagnosticar, observando las carac-
terísticas clínicas de la piel, del 89% al 97% de los cán-
ceres cutáneos, pero no todos los cánceres son obvios.
Además, el dermatólogo dispone de aparatos como el
dermatoscopio (microscopio de epiluminiscencia), que
permiten explorar las lesiones a mayor aumento que con
la sola inspección ocular. Actualmente existe un método
moderno capaz de digitalizar y almacenar las imágenes
de los nevus obtenidas mediante microscopía de epilu-
miniscencia (Mole-Max), para poder compararlas en las
próximas visitas.
Puede realizarse una biopsia para confirmar el diag-
nóstico. Con la biopsia, se analiza el tejido bajo el microsco-
pio para examinar el tipo de células que presenta. Depen-
diendo del tipo de lesión de la piel y dónde se encuentre,
se realizará un tipo de biopsia u otro: por raspado, incisio-
nal o escisional. Con el raspado y la biopsia incisional sólo
se extrae una parte del tumor, mientras que con la biopsia
excisional se extirpa todo el tumor.
Cuando se sospecha que el estadio del cáncer es
avanzado, es decir, que existe la posibilidad de extensión
a otros órganos, se efectuarán otras pruebas para el diag-
nóstico de la extensión de la enfermedad. Esto únicamente
suele ser necesario en el caso del melanoma. Se realiza un
análisis de sangre y una radiografía de tórax, aunque en
ocasiones se incluyen estudios más complejos como la
TABLA 1. Factores de riesgo implicados en la aparición del cáncer de piel
Personas de ojos claros, piel blanca y cabello rubio o rojizo
Trabajos o aficiones que se realizan al aire libre y/o antecedentes de exposición solar prolongada
Personas con antecedentes de frecuentes quemaduras solares en la infancia y/o adolescencia
Pacientes con múltiples nevus o lunares, más de 100, y/o antecedentes de nevus displásicos o atípicos. Las lesiones pigmentadas
clínicamente atípicas tienen alguna de estas características, que se resumen con la regla del ABCD:
• Asimetría: la forma de la mitad del área de la lesión es distinta de la otra mitad
• Bordes: irregulares
• Color: cambios de un área a otra con diferentes colores, marrón, canela, negro y algunas veces blanco, rojo o azul
• Diámetro: mayor de 6 mm
Pacientes que presentan daño solar intenso, como manchas en la parte alta de la espalda
Exposición a fuentes de radiación: UVA, UVB, psoralenos + UVA o rayos X
Exposición a productos químicos carcinógenos: arsénico, tabaco
Inmunosupresión: en personas trasplantadas o con enfermedades que debilitan el sistema inmunológico
Síndromes de cáncer cutáneo hereditarios: xeroderma pigmentoso, melanoma familiar
299
tomografía axial computarizada torácica y abdominal, la
resonancia magnética nuclear cerebral y la ecografía de
diferentes zonas corporales, entre otros.
8. ¿Cómo se trata el cáncer de piel?
El tratamiento habitual consiste en eliminar las células can-
cerosas y una porción de piel sana circundante (o margen
de seguridad). Si el área afectada es muy extensa, es nece-
sario colocar un injerto de piel después de la cirugía para
cerrar el defecto. El tratamiento elegido varía dependiendo
del tamaño, la profundidad y la localización del cáncer.
Aunque lo más frecuente es la extirpación quirúr-
gica, se pueden utilizar otras técnicas en el cáncer cutáneo
no melanoma superficial como el raspado —legrado—,
para seguidamente tratar la zona donde se encontraba
la lesión, para destruir las células cancerosas que quedan
con un bisturí eléctrico —cauterización de la base—. Tam-
bién puede utilizarse la crioterapia, que consiste en la des-
trucción del tejido mediante la aplicación de frío intenso,
concretamente, nitrógeno líquido. Éste se aplica mediante
un aerosol con un aparato especial y sin anestesia. El tra-
tamiento completo de una lesión puede durar uno o dos
minutos. Tras su aplicación, la zona se inflama y en pocos
días se forma una costra que más tarde se desprende. Su
indicación principal, más que los auténticos tumores cutá-
neos, son las lesiones premalignas como las queratosis
actínicas, así como tumoraciones cutáneas benignas.
En zonas donde es muy importante conservar la
función o no es posible extirpar ampliamente el tumor,
se puede utilizar la radioterapia o la cirugía de Mohs, que
consiste en la extirpación quirúrgica controlando micros-
cópicamente la ausencia de células tumorales en los bor-
des extraídos. Esta técnica quirúrgica garantiza la extirpa-
ción completa del tumor, disminuyendo la probabilidad de
reapa­rición y evitando la extirpación inútil de tejido sano
en zonas como la cara, con la consiguiente mejora del
resultado estético final.
Si el cáncer ha afectado a los ganglios linfáticos, tam-
bién deben ser extirpados. Esto puede ser necesario en el car-
cinoma escamoso o en el melanoma, aunque en este último,
y dada su especial afinidad por diseminarse, se practica un
procedimiento denominado biopsia quirúrgica del ganglio
centinela. Se realiza cuando el tumor es mayor de 1 milíme-
tro de profundidad, aunque el ganglio tenga un aspecto y
tamaño normal, a fin de descartar presencia de metástasis.
El ganglio centinela es la primera estación en que se encon-
traría una célula tumoral que intentara escaparse a través del
torrentelinfático.Selocalizaportécnicasdemedicinanuclear,
mediante la detección de un marcador que ha sido inyectado
previamente alrededor de la zona de la lesión cutánea y efec-
túa el trayecto que realizarían las células.
El cáncer cutáneo no melanoma y los melanomas
más pequeños y superficiales se pueden curar únicamente
por medio de la cirugía. En los melanomas de mayor grosor,
además de la cirugía, puede ser necesaria la utilización de
la inmunoterapia (el uso de medicamentos que estimulan
el sistema inmune como el interferón), la radioterapia y, en
el caso de existir diseminación a órganos internos, también
quimioterapia.
9. ¿El cáncer cutáneo se cura?
No se puede comparar el proceso por el que pueden estar
pasando dos o más personas que tienen un diagnóstico
de cáncer cutáneo, ya que los tratamientos y la evolu­
ción dependen de cada paciente y pueden ser total-
mente diferentes.
La mayoría de los tumores cutáneos (95%) se pue-
den curar si se extirpan a tiempo. Los riesgos de que el cán-
cer vuelva dependen de la profundidad del tumor; así, los
TABLA 2. Signos de alerta de una lesión cutánea
Lesión rojiza o costrosa de larga evolución cuyo tamaño va
aumentando progresivamente
Herida o úlcera de larga evolución, que no cura y es de causa
desconocida
Lesión pigmentada de reciente aparición
Lesión pigmentada de larga evolución que presenta cambios
progresivos en el tamaño, color y forma, o asocia picor
o sangrado sin traumatismo previo
El cáncer de piel
Tratamiento de lesiones cutáneas mediante la aplicación de nitrógeno
líquido (congelación).
LIBRO DE LA SALUD
300
tumores más profundos tienen una mayor probabilidad
de ser recurrentes o recidivantes, es decir, reaparecer en la
misma zona. Si el cáncer ya se ha diseminado a los ganglios
linfáticos, disminuye la tasa de curación; y si el melanoma
se ha diseminado a otros órganos, la tasa de curación es
muy baja, pudiendo sobrevenir la muerte.
El riesgo de recidivas en cinco años es del 8% al
10% en el caso del cáncer cutáneo no melanoma. Además,
los pacientes tienen un riesgo aumentado de desarrollar
más tumores. Un 45% de los pacientes que desarrolla un
carcinoma basocelular desarrollará otro carcinoma baso-
celular en los tres años siguientes; también presenta un
riesgo mayor de desarrollar un carcinoma escamoso (6%
en los tres años siguientes). Los pacientes con carcinomas
escamosos también deben ser vigilados para detectar la
posibilidad de desarrollar un segundo tumor (18% de los
casos a los tres años), así como un carcinoma basocelular
(43% en los tres años siguientes).
Debido a que pueden aparecer nuevos tumores, o
reaparecer sobre la cicatriz nuevamente, las personas afec-
tadas deben ser cuidadosas con el examen de piel. Hay que
recordar que los tumores cutáneos son un marcador de
que la piel ha sido dañada por el sol, y que el daño puede
reaparecer en otras localizaciones sin ser necesariamente
consecuencia del tumor inicial del paciente. El médico ade-
más realizará exámenes y visitas con regularidad, en inter-
valos que variarán en función del tipo de cáncer cutáneo y
el tiempo del tratamiento.
10. ¿Existen otros tipos de tumores de la piel?
Otros tipos de cáncer de piel que no son melanomas,
y son menos comunes, son los sarcomas y linfomas.
Figura 2. Símbolos de la Unión Europea para advertir de las condiciones y peligros de la exposición al sol
Evite la exposición solar excesiva en las horas críticas Manténgase bien cubierto, lleve sombrero o gorra,
camiseta y gafas de sol
Evite que los bebés y niños de corta edad se expongan al sol Utilice correctamente los productos de protección solar
El propósito de estos nuevos pictogramas, cuyo uso aconsejan muchas autoridades de los Estados miembros de la UE, es informar a los ciudadanos de los
peligros de la exposición al sol. Estarán colocados en lugares como playas, piscinas, refugios de montaña y otros.
301
También existen algunos tumores benignos y lesio­nes
precance­rosas.
Los sarcomas se desarrollan a partir de las células
del tejido conectivo en la dermis. Existen varios tipos de
sarcoma que pueden desarrollarse en la piel, incluyendo
el dermatofibrosarcoma protuberans, el angiosarcoma y
el sarcoma de Kaposi. El sarcoma de Kaposi adopta dife-
rentes formas: la forma clásica afecta a personas de edad
avanzada, en las que el cáncer crece muy lentamente sobre
la piel y raramente se propaga. Suele aparecer como una
mancha de color violáceo o pardo oscuro, en las piernas o
en los dedos de los pies.
Otras formas se observan en los niños y varones
jóvenes del África ecuatorial, así como en los enfermos de
sida o los pacientes que toman inmunodepresores. En el
caso de los pacientes afectados por el virus de inmunode-
ficiencia humana (VIH), el sarcoma de Kaposi crece mucho
más deprisa y puede afectar a los órganos internos y a los
ganglios linfáticos. Suele aparecer primero como una peca
rosada, roja o púrpura, de forma redondeada u ovalada;
afectan a cualquier parte del cuerpo, pero por lo general sur-
gen en la cara. Al cabo de varios meses, las manchas pueden
aparecer en varias zonas del cuerpo, incluyendo la boca.
La dermis contiene un número considerable de
linfocitos, un tipo de células del sistema inmunológico.
Cuando éstos se vuelven malignos, aparece el linfoma.
Aunque la mayoría de linfomas se originan en los ganglios
linfáticos o en los órganos internos, existen ciertos tipos
que se originan en la piel, lo que se conoce como linfoma
cutáneo primario. El tipo de linfoma cutáneo primario más
frecuente es el linfoma cutáneo de células T, en su variante
de micosis fungoide. La micosis fungoide se inicia como
erupción escamosa, con enrojecimiento de las zonas del
cuerpo generalmente no expuestas al sol. Esta erupción
no produce síntomas y puede perdurar durante meses o
años y tener la apariencia de un eccema. Posteriormente,
puede apreciarse una fase de formación de placas en que
las manchas son más definidas y rojas, y finalmente una
fase tumoral en que se forman tumores en la piel que pue-
den causar úlceras e infectarse; también se pueden afectar
los ganglios linfáticos y los órganos internos.
Existen también los tumores benignos de la piel, que
no son cancerosos. Entre estos tumores se encuentran la
mayoría de los tipos de lunares, médicamente denominados
nevus, las queratosis seborreicas (manchas con relieve, de
color marrón, o negro, con una textura cerosa o una superficie
áspera), los hemangiomas (manchas o tumores, de color rojo
o violáceo, benignos, de los vasos sanguíneos), los lipomas
(tumoresblandosdelascélulasadiposasbenignas)ylasverru-
gas (tumores de superficie áspera causados por un virus).
Las lesiones precursoras de cáncer cutáneo más
frecuentes son las queratosis actínicas. Éstas son el prin-
cipal precursor del carcinoma escamoso. Son pequeñas
zonas irregulares, aplanadas, de coloraciones rojizas o
amarillentas y rasposas al tacto, que aparecen en zonas
expuestas. Afectan especialmente a personas de edad
avanzada y piel clara. Por lo general, son múltiples y es
muy frecuente observarlas en el cuero cabelludo de varo-
nes calvos. Cuando afecta al labio, se conoce como queili-
tis actínica, y se muestra como labios no perfilados, y pla-
cas blanquecinas ásperas en su superficie. En las personas
con múltiples queratosis actínicas, el riesgo de carcinoma
es de 6-10% en un período de diez años.
11. ¿Se puede prevenir el cáncer cutáneo?
La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo de
los tumores de piel, por lo que moderar la exposición dis-
minuye el riesgo de que aparezca. Las principales fuentes
de radiación UV son el sol y las cabinas bronceadoras, de
modo que las normas básicas para prevenir el cáncer de
piel son: reducir la exposición solar y utilizar fotoprotec-
tores y complementos protectores, como gorros o gafas
de sol —para protegerse de la radiación UV y no para
aumentar el tiempo de exposición—, así como realizar
visitas periódicas a un dermatólogo. Los consejos básicos
se hallan esquematizados en la tabla 3. Debe cambiarse la
percepción actual de las personas de que poseer una piel
bronceada equivale a buena salud, aspecto de persona
deportista, bienestar social y belleza.
12. ¿De qué depende la radiación en un
determinado punto de la superficie terrestre?
Ladosisderadiaciónenundeterminadomomentodepende
de varios factores: la verticalidad de los rayos del sol (mayor
en verano y en las horas centrales del día), la latitud, la altura
sobre el nivel del mar, la presencia de nubes o de partículas
en suspensión y el espesor de la capa de ozono.
Elíndiceultravioleta(UVI),quepublicandeterminados
organismos oficiales, predice la intensidad de UV a mediodía
para determinadas poblaciones y numera el riesgo de que-
madura solar para las personas. Se ha estandarizado su defi-
nición y se ha publicado como una recomendación conjunta
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organiza-
ción Meteorológica Mundial (WMO), el Programa Medioam-
El cáncer de piel
LIBRO DE LA SALUD
302
biental de las Naciones Unidas (UNEP) y la Comisión Interna-
cional de Radiación No Ionizante (ICNIRP). El UVI se presenta
como un número, y se ofrecen curvas de evolución horaria a
lo largo del día, con diferentes estados del cielo (despejado,
nubes medias, nubes bajas) y diferentes altitudes (nivel del
mar, 300 metros, 1.500 metros). Como norma general, con
UVI > 8 no es aconsejable permanecer más de veinte minu-
tos sin protección solar.
El Ministerio de Medio Ambiente, a través del Insti-
tuto Nacional de Meteorología (INM), posee una red nacional
de observación y vigilancia del ozono estratosférico y de la
radiación UV en tiempo real, cuya información es diariamente
difundida a través de su página web. Además, dispone del
manual de consulta Índice UV para la población, UVI para la
población, que ofrece conceptos básicos sobre la radiación
UV, informa sobre los daños que ésta puede producir y sobre
los medios de protección que se pueden emplear. Es funda-
mentalquelapoblaciónaprendaatomarmedidasdeprotec-
ción y enseñe a las nuevas generaciones a emplearlas.
Glosario
ADN (ácido desoxirribonucleico): molécula que contiene in-
formación genética y uno de los componentes fundamentales
de los cromosomas. Tiene una estructura de doble cadena y
la información cifrada en cuatro bases: A (adenina), T (timina),
C (citosina), G (guanina). La secuencia de estas bases es la que da
la información, mediante un código de lectura.
Filtros solares o fotoprotectores tópicos: preparados far-
macológicos para intentar evitar las quemaduras solares. Los
filtros químicos u orgánicos absorben los rayos UV del sol y
por tanto protegen la piel de la agresión. Los filtros físicos o
pantallas minerales reflejan la luz solar al formar pequeños
cristales en la superficie de la piel, como el dióxido de titanio
y el óxido de cinc; al ser de origen mineral, son totalmente
inocuos para la piel y están especialmente formulados para
las pieles alérgicas o atópicas. La mayoría de los preparados
actuales combinan dos o más principios activos, con la finali-
dad de aumentar su capacidad de protección.
Fototipo: indica la sensibilidad de una persona al sol y su capacidad
para el bronceado. Existen seis fototipos distintos: cuanto más bajo,
mayor tendencia a quemarse y menor tendencia a broncearse, por lo
que hay que protegerse más frente al sol. Los fototipos I y II suelen
corresponder a personas de cabellos, piel y ojos claros. Los fototipos
oscuros, del IV alVI (raza negra) tienen una buena protección natural.
Índice de protección solar (IP = SPF): cifra que indica el nivel de
protección de los protectores solares. Se distinguen cuatro cate-
gorías de protección solar: baja (SPF 6-10), media (SPF 15-20-25), alta
(SPF 30-50), y muy alta (SPF 50+, es decir, mayor o igual a 60). Hay
que elegirlo más o menos elevado en función del fototipo y de
las condiciones de exposición solar, aunque se aconseja utilizar
siempre protección media o superior.
Radiación ultravioleta: forma parte de la radiación solar. Los ra-
yos ultravioletas se dividen, según su longitud de onda, en UVA,
UVB y UVC. Los dos primeros alcanzan la superficie de la Tierra y
tienen efectos perjudiciales sobre la piel.
Bibliografía
Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http://
www.cdc.gov/cancer/skin/.
Dermaweb.Enseñanzainteractivaendermatología.«Tumorescutáneos».
http://web.udl.es/usuaris/dermatol/DermatoAsignaturaWeb/
CDRom99/sem10/atlas/atlas/.
Fisterra.com. «Carcinoma basocelular». http://www.fisterra.com/
guias2/basocelular.asp.
—. «Signos de alarma en una lesión melanocítica adquirida».
http://www.fisterra.com/guias2/melanoma.asp.
Instituto Nacional de Meteorología. Predicción del Índice de Radiación
Ultravioleta (UVI). http://www.inm.es/web/infmet/predi/ulvip.html.
—. Índice UV para la población. http://www.inm.es/uvi/.
Noah (Acceso Computerizado de la Salud en Nueva York). http://www.
noah-health.org/.
TABLA 3. Medidas de protección solar
Evitar la exposición al sol de 12.00 a 16.00 horas y extremar las precauciones en las montañas, zonas cercanas al Ecuador y en la nieve
No olvidar protegerse en los días nublados
Usar prendas de vestir protectoras y complementos que actúen como barrera: sombrillas, camisetas, sombreros, gorros, gafas de sol, etc.
Aplicar protectores o filtros solares:
• que protejan de los rayos UVA y UVB y tengan un factor de protección mayor de 15
• que sean adecuados al tipo de piel
• con corrección: en la cantidad adecuada, media hora antes de exponerse al sol y reponiéndolo cada 2-3 horas, ya que los baños y
la sudoración disminuyen su efectividad
• extremando todas estas precauciones en el caso de los niños y ancianos y recordando que los niños menores de un año no deben
ser expuestos directamente al sol y que no se recomienda la utilización de fotoprotectores antes de los seis meses de edad
303
El cáncer de piel
• La piel es la parte del cuerpo más accesible y sus en-
fermedades se manifiestan de forma visible en su su-
perficie. No sólo envuelve el organismo, además realiza
funciones que le son propias como la producción de
vitamina D. La piel tiene varias capas, pero las dos prin-
cipales son la epidermis (capa superior o externa) y la
dermis (capa inferior o interna).
• El cáncer cutáneo supone el crecimiento incontrolado
de células que forman parte de la estructura normal de
la piel; éstas se hallan alteradas y proliferan para formar
tumores cutáneos.
• Bajo la denominación cáncer de piel se incluye un con-
junto de tumores malignos con características muy dife-
rentes. Las formas más frecuentes de cáncer cutáneo no
melanoma son el carcinoma basocelular (75-80% de los
casos) y el carcinoma escamoso o epidermoide (20% de
los casos). El melanoma maligno es una forma menos co-
mún que las anteriores (1-2%) pero su importancia radica
en que presenta el mayor índice de mortalidad y es res-
ponsable del 75% de las muertes por cáncer de piel.
• El principal factor de riesgo relacionado con la aparición
del cáncer de piel es la radiación solar, sobre todo la ultra-
violeta B. Otros factores relacionados son la susceptibili-
dad o predisposición genética determinada por el fototi-
po de piel y los antecedentes familiares y las exposiciones
ambientales a carcinógenos como la radiación ionizante
o ciertos productos químicos. El cáncer de piel afecta más
a las personas de piel blanca y ojos azules o verdes y de
cabellorubioopelirrojo,estoes,losfototiposIyII,queson
individuos que siempre se queman tras la exposición so-
lar y nunca se pigmentan, o aquellos que se queman con
facilidad y sólo se broncean un poco, respectivamente.
• El tratamiento habitual consiste en eliminar las células
cancerosas y una porción de piel normal circundante o
margendeseguridad. Si el área afectada es muy extensa es
necesario colocar un injerto de piel después de la cirugía
para cerrar el defecto. El tratamiento elegido varía depen-
diendo del tamaño, profundidad y localización del cáncer.
• Aunque lo más frecuente es la extirpación quirúrgica, se
pueden utilizar otras técnicas en el cáncer cutáneo no
melanoma superficial como el raspado (legrado), segui-
do de tratamiento de la zona donde se encontraba la
lesión para destruir las células cancerosas restantes con
un bisturí eléctrico. Si el cáncer ha afectado a los gan-
glios linfáticos también deben ser extirpados.
• El cáncer cutáneo no melanoma y los melanomas más pe-
queños y superficiales se pueden curar por medio de la ci-
rugía. En los melanomas de mayor grosor, además de la ci-
rugíapuedesernecesarialautilizacióndelainmunoterapia
(el uso de medicamentos que estimulan el sistema inmune
como el interferón), la radioterapia y, en el caso de existir
diseminación a órganos internos, también quimioterapia.
• La mayoría de los tumores cutáneos (95%) se pueden cu-
rar si se extirpan a tiempo. Los riesgos de que el cáncer
vuelva dependen de la profundidad del tumor; así los tu-
mores más profundos tienen una mayor probabilidad de
ser recurrentes o recidivantes, es decir, de reaparecer en
la misma zona. Si el cáncer ya se ha diseminado a los gan-
glios linfáticos, disminuye la tasa de curación, y si el mela-
noma se ha diseminado a otros órganos, la tasa de cura-
ción es muy baja, y puede sobrevivir la muerte. El riesgo
de recidivas en 5 años es de un 8-10% en el caso del cán-
cer cutáneo no melanoma. Además los pacientes tienen
un riesgo aumentado de desarrollar más tumores.
• La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo
de los tumores de piel; moderar la exposición a ésta dis-
minuirá el riesgo de que aparezca. Las normas básicas
recomendadas en la prevención del cáncer de piel son:
reducir la exposición solar, utilizar fotoprotectores y
ropa y complementos protectores como gorros o gafas
de sol, así como someterse a revisiones periódicas por
un dermatólogo.
Resumen
Libro Salud
305
Capítulo 31
El cáncer de pulmón
Dra. Núria Viñolas
Médico especialista en Oncología. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona
Dr. Enric Carcereny
Médico especialista en Oncología. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona
1. ¿Qué es el cáncer de pulmón?
El cáncer de pulmón es una enfermedad en la que algunas
de las células del pulmón, debido, en general, a sustancias
externas irritantes (carcinógenos) cambian sus caracterís-
ticas y se transforman en células malignas que proliferan
dando lugar a una masa pulmonar que es la que causa los
diferentes síntomas. En ocasiones son las células malignas
que han anidado en otra localización (metástasis) las res-
ponsables de los síntomas clínicos.
2. ¿Existe algún método para prevenir el cáncer
de pulmón?
El mejor sistema para prevenir el cáncer de pulmón es evi-
tar el tabaco. Los estudios que se han efectuado con qui-
miopreventivos en poblaciones de riesgo, como fumado-
res o pacientes curados de otro cáncer relacionado con el
tabaco, no han demostrado ser efectivos.
3. ¿Existe algún sistema de detección precoz?
Se han efectuado numerosos estudios clínicos basándo-
se en el examen de las células del esputo (citologías de
esputo) y en la realización de radiografías de tórax, y no
han demostrado que los programas de diagnóstico pre-
coz consigan una reducción significativa de la mortalidad
por cáncer de pulmón. Dado que hoy en día se dispone
de técnicas de imagen más sensibles, como la tomografía
axial computarizada (TAC), se ha reavivado el interés. En la
actualidad no hay ninguna evidencia de que el cribado o
diagnóstico precoz con TAC permita disminuir la mortali-
dad asociada al cáncer.
4.¿Quésustanciasdesencadenanelcáncerdepulmón?
Las investigaciones han demostrado que el tabaco es el
agente etiológico más frecuentemente relacionado con el
cáncer de pulmón. Se estima que es el responsable de más
del 80-90% de muertes por cáncer. El tabaco contiene más
de cuarenta sustancias que inducen el cáncer, conocidas
como carcinógenos. Su efecto perjudicial depende de la
edad de inicio del hábito fumador, del número de cigarri-
llos al día, del tiempo que se ha fumado y de la intensidad
de la inhalación. El riesgo de cáncer de pulmón disminuye
después de varios años de haber dejado de fumar. Cabe
El tabaco es el agente etiológico más frecuentemente relacionado con
el cáncer de pulmón. Este tumor, de muy difícil diagnóstico precoz, se
presenta con mucha más frecuencia en pacientes fumadores que en
no fumadores.
LIBRO DE LA SALUD
306
señalar también que la incidencia de cáncer de pulmón se
incrementa en los fumadores pasivos. El tabaco aumenta la
incidencia de todos los tipos de cáncer de pulmón, pero es-
pecialmente del de tipo escamoso y del de célula pequeña.
Otras sustancias como el radón (gas radiactivo), arsé-
nico,cromo,níquel,clorometil-éteresyasbestosehanasocia-
do con el cáncer de pulmón. Este último se relaciona con un
tipomuyespecialdenominadomesoteliomapleural.Muchos
de estos agentes actúan de forma sinérgica con el tabaco.
5. ¿Es hereditario el cáncer de pulmón?
Elpapeldelaherenciaenelcáncerdepulmónestámenoses-
tablecido que para otros tipos de tumor. En algunos estudios
se ha observado que el número de fallecimientos por cáncer
de pulmón es más elevado entre los parientes de pacientes
con cáncer que entre los casos que han servido de control.
Aunque la mayoría de cánceres de pulmón se atri-
buyen al tabaco, menos del veinte por ciento de fumadores
desarrollan esta enfermedad, razón por la que se ha suge-
rido una predisposición genética. Se han investigado alte-
raciones en algunos genes que afectan la función de enzi-
mas que regulan el metabolismo de los carcinógenos del
tabaco, y se ha observado cierta correlación entre algunas
alteraciones genéticas y la susceptibilidad para desarrollar
cáncer de pulmón. También se han hallado asociaciones
entre alteraciones genéticas en los genes que reparan le-
siones en el ADN (lesiones que pueden ser causadas por el
tabaco) y la predisposición a sufrir un cáncer de pulmón.
Figura 1. Los pulmones
Tráquea
Lóbulo superiorLóbulo superior
Bronquio
principal
Bronquio
lobar
Bronquio
segmentario
Bronquio
lobulillar
Lóbulo
inferior
Lóbulo
inferior
Lóbulo medio
Pulmón derecho Pulmón izquierdo
Los pulmones están situados en la cavidad torácica (pecho), por debajo de las costillas, apoyados sobre el diafragma. Entre ellos existe un espacio denominado
mediastino, en el que, entre otros órganos, se sitúa el corazón. Ambos pulmones están recubiertos por una doble membrana denominada pleural.
307
Los estudios en este sentido no son concluyentes,
pero sí parece claro que hay una base genética que, de for-
ma no bien conocida, aumenta el riesgo de padecer cáncer
de pulmón.
6. ¿Es muy frecuente el diagnóstico de cáncer
de pulmón?
El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes y es el
responsable de la mayor parte de muertes en relación con
el cáncer en hombres y mujeres en Estados Unidos. La in-
cidencia del cáncer de pulmón refleja la prevalencia del ta-
baquismo. En ese país la incidencia se ha estabilizado, con
tendencia a disminuir en los hombres debido al descenso
de la proporción de fumadores, mientras que en mujeres la
incidencia va aumentando en relación directamente pro-
porcional al incremento de fumadoras.
7. ¿Qué síntomas produce el cáncer de pulmón?
Lossíntomasdelcáncerdepulmónsoninespecíficos.Pueden
ser secundarios al tumor pulmonar en forma de tos, hemop-
tisis (expectoración con sangre), dificultad al respirar (disnea),
infecciónrespiratoria,ronqueraodolortorácico,oalasmetás-
tasis a distancia, como dolor en zona lumbar en caso de me-
tástasisóseas,ocrisiscomiciales(epilepsia)siexistenmetásta-
siscerebrales.Enocasiones,eltumorproducesíntomasgene-
rales como cansancio, pérdida de peso e incluso anorexia.
8. ¿Son iguales todos los cánceres de pulmón?
Hay básicamente dos tipos: el cáncer de pulmón de célula
no pequeña (CPCNP) y el cáncer de pulmón de célula pe-
queña (CPCP), en cuyo tratamiento, en general, no se in-
cluye la cirugía. Entre los cánceres de pulmón de célula no
pequeña hay que diferenciar varios subgrupos en relación
con la célula que predomina: adenocarcinoma, carcinoma
escamoso y carcinoma de células grandes. Estas histologías
se clasifican juntas, ya que los enfoques para el diagnóstico
de extensión, pronóstico y tratamiento son similares.
9. ¿Cómo se diagnostica el cáncer de pulmón?
Para el diagnóstico de los pacientes se requiere una biopsia
o citología de la tumoración primitiva o de alguna de sus
metástasis. En general, se efectúa una fibrobroncoscopia
que visualiza los bronquios y que permite tomar muestras
de tejido (biopsias). Esta prueba suele ser positiva en los
tumores centrales, mientras que en los periféricos es ne-
cesario efectuar una punción con aguja fina del tumor a
través de la pared torácica y bajo control de la TAC.
10. ¿Qué pruebas deben realizarse una vez
conocido el diagnóstico de cáncer de pulmón?
Una vez efectuado el diagnóstico de cáncer de pulmón es
muy importante determinar la extensión, ya que ello tiene
implicaciones pronósticas y terapéuticas. Así, es necesario
realizar los siguientes procedimientos:
• Examen físico: para verificar el estado general e
identificar cualquier signo de enfermedad. Tam-
bién se toma nota de los hábitos del paciente y de
los antecedentes personales y familiares.
• Pruebas de laboratorio: es imprescindible una ana-
lítica general completa ya que existen ciertos pa-
rámetros, como la función hepática y los niveles
de calcio, que pueden indicar la presencia de me-
tástasis hepáticas u óseas respectivamente; tam-
bién son importantes otras variables, como los ni-
veles de sodio y una enzima denominada lactato
deshidrogenasa (LDH) como factores pronósticos.
•TAC de tórax y hemiabdomen superior: de esta forma,
aparte de visualizarse el tumor primitivo, se observan
también los ganglios regionales y se descarta la posi-
bilidaddeenfermedadenotralocalización(pulmonar,
hígadoyglándulassuprarrenales)que,porotraparte,
constituyen los lugares más frecuentes de disemina-
ción. En relación a la estadificación ganglionar, laTAC
tiene un porcentaje de falsos positivos y negativos
entre 30-40%. En ocasiones se observa en la TAC au-
mentodelosganglioslinfáticosmediastínicosqueno
sehallanafectadosporeltumor;y,viceversa,ganglios
detamañonormalquepresentancélulasmalignasen
el estudio anatomopatológico.
• Resonancia magnética nuclear (RMN) torácica: no
sueleaportarmayorinformaciónquelaTAC,aexcep-
ción de aquellos casos como el tumor del vértice su-
perior pulmonar en el que hay afectación vascular.
• Tomografía por emisión de positrones (PET): es
un procedimiento para detectar nidos de células
neoplásicas que han configurado metástasis l
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Libro Salud

  • 3. libro de LA salud del Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación BBVA
  • 5. Dirigido por: Juan Rodés Josep Maria Piqué Antoni Trilla LIBRO de la salud del hospital clínic de barcelona y la fundación bbva
  • 6. La decisión de la Fundación BBVA de publicar el presente libro no implica reponsabilidad alguna sobre su contenido ni sobre la inclusión, dentro de esta obra, de documentos o información complementaria facilitada por los autores. No se permite la reproducción total o parcial de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión por cualquier forma o medio, sea electrónico, mecánico, reprográfico, fotoquímico, óptico, de grabación u otro sin permiso previo y por escrito del titular del copyright. Libro de la salud del Hospital Clínic de Barcelona y de la Fundación BBVA / dirigido por Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla. — Bilbao : Fundación BBVA, 2007. 784 p. ; 26 cm isbn 978-84-96515-33-8 1. Medicina general I. Rodés, Juan II. Piqué, Josep Maria III. Trilla, Antoni IV. Fundación BBVA, ed. 613 Libro de la salud del Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación BBVA Edita: © Fundación BBVA, 2007. Plaza de San Nicolás, 4. 48005 Bilbao isbn: 978-84-96515-33-8 depósito legal: M-29996-2007 Edición y producción: Editorial Nerea, S. A. ASESOR CIENTÍFICO EDITORIAL: José Julio Robles Gardeazabal DISEÑO y maquetación: Eurosíntesis Global, S. L. impresión Y Encuadernación: Dédalo Altamira, S. A. Impreso en España - Printed in Spain Los libros editados por la Fundación BBVA están elaborados con papel 100% reciclado, fabricado a partir de fibras celulósicas recuperadas (papel usado) y no de celulosa virgen, cumpliendo los estándares medioambientales exigidos por la actual legislación. El proceso de producción de este papel se ha realizado conforme a las regulaciones y leyes medioambientales europeas y ha merecido el distintivo APUR, así como el primer premio Eco-produit 2004 para el Desarrollo Sostenible concedido por la Direccción General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. datos internacionales de catalogación
  • 7. Relación de autores directores Dr. Juan Rodés, Dr. Josep Maria Piqué y Dr. Antoni Trilla coordinadora Dra. Marta Aymerich autores Dra. Montserrat Aceituno. Médico especialista en Gastroen- terología. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Alfredo Adán. Médico especialista en Oftalmología. Servi- cio de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Oftalmología de la Universidad de Barcelona. Dr. Carlos Agustí. Médico especialista en Neumología. Servi- cio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Antonio Alcaraz. Médico especialista en Urología. Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asocia- do de Cirugía de la Universidad de Barcelona. Dr. Francesc Xavier Alemany. Médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Servicio de Urgencias del Hospi- tal Clínic de Barcelona y CAP Les Corts de Barcelona. Dr. Pedro Luis Alonso. Médico especialista en Medicina Pre­ ven­tiva y Salud Pública. Centro de Salud Internacional del Hos- pital Clínic de Barcelona. Profesor de la Facultad de Medicina (Cátedra UNESCO) de la Universidad de Barcelona. Montserrat Amigó. Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sora deToxicología de la Escuela Blanquerna de la Universidad Ramon Llull de Barcelona. Dr. Joan Albert Arnáiz. Médico especialista en Farmacología Clínica. Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Miguel Ángel Asenjo. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Dirección Técnica del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. Dra. Marta Aymerich. Médico especialista en Hematología. Unidad de Hematopatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Juan Balasch. Médico especialista en Obstetricia y Gineco- logía. Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Barcelona. Dr. Joan Albert Barberà. Médico especialista en Neumología. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Ramón Bataller. Médico especialista en Aparato Digestivo. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. José María Bayas. Médico especialista en Medicina Preven­ tiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epide- miología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. Dr. Jaume Benavent. Médico especialista en Medicina Fami- liar y Comunitaria. Consorci d’Atenció Primària de Salut de l’Eixample (CAPSE) de Barcelona. Dr. Manuel Bernal-Sprekelsen. Médico especialista en Otorrinolaringología. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Otorrinola- ringología de la Universidad de Barcelona. Catedrático libre de Otorrinolaringología de la Universidad del Ruhr, Bochum (Alemania). Dr. Miquel Bernardo. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Dra. Maria Jesús Bertran. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona.
  • 8. Dr. José Luis Blanch. Médico especialista en Otorrinolarin- gología. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Albert Botey. Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Josep Brugada. Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Miquel Bruguera. Médico especialista en Aparato Diges- tivo. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Joan Caballeria. Médico especialista en Hepatología. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Jaume Campistol. Médico especialista en Pediatría. Servi- cio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. ­Profesor asociado de Pediatría de la Universidad de Barcelona. Dr. Josep Maria Campistol. Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr.JuandeDiosCañete.MédicoespecialistaenReumato­logía. Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Enric Carcereny. Médico especialista en Oncología. Servi- cio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Xavier Carné. Médico especialista en Farmacología ­Clínica. Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic de ­Barcelona. Dra. Núria Casamitjana. Farmacéutica. Centro de Investiga- ción en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB). Hospital Clínic-Universidad de Barcelona. Profesora titular de Farmacia de la Universidad de Barcelona. Dr. Antoni Castells. Médico especialista en Gastroentero- logía. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Josefina Castro. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospi- tal Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Dra. Rosa Catalán. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora aso- ciada de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Dra. Elena Chabás. Médico especialista en Anestesiología y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Ángel Chamorro. Médico especialista en Neurología. Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Carles Codina. Farmacéutico especialista en Farmacia Hos- pitalaria. Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Andrés Combalia. Médico especialista en Cirugía Ortopé- dica y Traumatología y en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Barcelona. Dra. Salvadora Delgado. Médico especialista en Cirugía General y Digestiva. Servicio de Cirugía Digestiva del Hospital Clínic de Barcelona. Cristina Esquinas. Diplomada universitaria en Enfer­mería. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. María Teresa Estrach. Médico especialista en Dermato­ logía. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrática de Dermatología de la Universidad de Barcelona. Dr. Ramon Estruch. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Emilio Fernández-Egea. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Joaquim Fernández-Solá. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Guillermina Fita. Médico especialista en Anestesiología y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Anestesio- logía de la Universidad de Barcelona. Dr. David Font. Médico. Director del Área de Organización y Proyectos del Hospital Clínic de Barcelona. Dr.JoséRamónFontenla.Médico especialista en Oftalmología. Servicio de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Marta García-Giral. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospi- tal Clínic de Barcelona. Dr. Joaquim Gascón. Médico especialista en Medicina Interna. Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Pere Gascón. Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Bar- celona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.
  • 9. Dr. Cristóbal Gastó. Médico especialista en Psiquiatría. Servi- cio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Dr. José M. Gatell. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Pere Ginès. Médico especialista en Aparato Digestivo. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Teresa Godás. Psicóloga especialista en Psicología Clínica. Servicio de Psicología del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Carmen Gomar. Médico especialista en Anestesiología y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora titular de Anestesiología de la Universidad de Barcelona. Dr. Ramon Gomis. Médico especialista en Endocrinología. Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Eduard Gratacós. Médico especialista en Obstetricia y Gine­cología. Servicio de Medicina Materno-Fetal del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Ginecología de la Universidad de Barcelona. Dr. Antoni Gual. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Núria Guañabens. Médico especialista en Reumatología. Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Jose M. Guilemany. Médico especialista en Otorrinolarin- gología. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona. Carme Hernández. Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Concha Juan. Diplomada universitaria en Enfermería. Con- sorci d’Atenció Primària de Salut de l’Eixample (CAPSE) de Barcelona. Dr. Antonio María de Lacy. Médico especialista en Cirugía Ge- neral y Digestiva. Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Pablo Loma-Osorio. Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Ingrid López. Médico especialista en Dermatología. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Alfonso López-Soto. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona.. Dr. Martí Manyalich. Médico especialista en Anestesiología y Reanimación. Servicio de Coordinación de Trasplantes del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Anestesio- logía de la Universidad de Barcelona. Mariona Matas. Diplomada universitaria en Enfermería. Servi- cio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Josep Mensa. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Montserrat Milà. Doctora en Ciencias Biológicas. Servi- cio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. José Luis Molinuevo. Médico especialista en Neurología. Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Emili Montserrat. Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Josep María Montserrat. Médico especialista en Neumología. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Montserrat Muñoz. Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona. Rosa Nicolau. Psicóloga especialista en Psicología Clínica. Ser- vicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Santiago Nogué. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor titular de Toxicología de la Universidad de Barcelona. Dr. Benet Nomdedeu. Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Julià Panés. Médico especialista en Gastroenterología. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Eduard Parellada. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Xavier Pastor. Médico especialista en Pediatría. Área de Sistemas de Información del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Pediatría de la Universidad de Barcelona.
  • 10. Dr.CésarPicado.MédicoespecialistaenNeumología.Serviciode NeumologíayAlergiaRespiratoriadelHospitalClínicdeBarcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Francisco Pina. Médico especialista en Odontoestoma­ tología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Pablo Pina. Médico especialista en Odontoestomatología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Josep Maria Piqué. Médico especialista en Gastroentero- logía. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Bar- celona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Miriam de la Prada. Médico especialista en Medicina del Trabajo. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hos- pital Clínic de Barcelona. Dr. Andreu Prat. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio- logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. Dr. Salvi Prat. Médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. José M. Quintilla. Médico especialista en Pediatría. Servi- cio de Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. María Reinares. Especialista en Psicología Clínica. Instituto de In- vestigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona. Dr. Josep Ribas. Farmacéutico especialista en Farmacia Hospi- talaria. Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Laura Ribera. Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Josep Roca. Médico especialista en Neumología. Servicio de NeumologíayAlergiaRespiratoriadelHospitalClínicde ­Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Juan Rodés. Médico especialista en Aparato Digestivo. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Eulàlia Roig. Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Emilio Ros. Médico especialista en Gastroenterología. Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Francisco Sabater. Médico especialista en Otorrinolaringo­ logía. Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Cirugía de la Universidad de Barcelona. Dr. Emilio Sacanella. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. José M. Sánchez-Tapias. Médico especialista en Hepato­ logía. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Raimon Sanmartí. Médico especialista en Reumatología. Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Joan Santamaría. Médico especialista en Neurología. Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Manuel Santiñá. Médico. Secretario de la Comisión de Vio- lencia Intrafamiliar y de Género del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Ginés Sanz. Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Departamen- to de Investigación Traslacional del Centro Nacional de Inves- tigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Isabel M.ª Sañudo. Médico especialista en Medicina Físi- ca y Rehabilitación. Servicio de Rehabilitación del Hospital Clí- nic de Barcelona. Profesora asociada de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Barcelona. Dr. Antoni Sisó. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts de Barcelona. Dr. Salvador Sitjar. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts de Barcelona. Dr. Josep Terés. Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Jordi To-Figueras. Doctor en Ciencias Biológicas. Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Toxicología de la Universidad de Barcelona. Dr. Antoni Torres. Médico especialista en Neumología. Servi- cio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dr. Antoni Trilla. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio- logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor agregado de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. Dr. ManuelValdés. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.
  • 11. Dr. Ricard Valero. Médico especialista en Anestesiología y Reanimación. Servicio de Anestesiología y Reanimación del HospitalClínicdeBarcelona.ProfesorasociadodeAnestesiología de la Universidad de Barcelona. Dr. Josep Vidal. Médico especialista en Endocrinología y Nutrición. Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Eduard Vieta. Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Dr. Jordi Vilardell. Médico especialista en Nefrología. Servicio de Coordinación deTrasplantes del Hospital Clínic de Barcelona. Dra. Anna Vilella. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemio- logía del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. Dra. NúriaViñolas. Médico especialista en Oncología. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona. Dr. Joan-LluísVives. Médico especialista en Hematología. Uni- dad de Eritropatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profe- sor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona. Dra. Laura Zamora. Médico investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona.
  • 13. Presentación Francisco González y Juan Rodés ........................................................................................... 17 Introducción Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla ................................................ 19 la salud en la actualidad 1. La situación de la salud en el mundo Núria Casamitjana y Pedro Luis Alonso ....................................................... 23 2. La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos? Maria Jesús Bertran ........................................................................................................................... 33 3. La herencia como determinante de la salud Montserrat Milà ........................................................................................................................................ 43 4. El medio ambiente como determinante de la salud Jordi To-Figueras .................................................................................................................................... 53 5. El estilo de vida como determinante de la salud Andreu Prat ...................................................................................................................................................... 65 la prevención y la promoción de la salud 6. El ejercicio físico Anna Vilella ....................................................................................................................................................... 73 7. La dieta saludable Ramon Estruch .......................................................................................................................................... 81 8. Los hábitos tóxicos: el alcohol Joan Caballeria y Antoni Gual ....................................................................................... 93 9. Los hábitos tóxicos: el tabaco Cristina Esquinas y Carlos Agustí ......................................................................... 103 10. Los hábitos tóxicos: las drogas Santiago Nogué y Montserrat Amigó ......................................................... 111 11. La seguridad vial: los accidentes de tráfico Salvi Prat ............................................................................................................................................................ 121 12. Los maltratos Manuel Santiñá .................................................................................................................................... 131 13. La salud en el hogar: los accidentes domésticos Salvador Sitjar ......................................................................................................................................... 139 14. La salud laboral Miriam de la Prada .......................................................................................................................... 149 15. La salud bucodental Francisco Pina y Pablo Pina ............................................................................................ 157 16. Las vacunas José María Bayas ................................................................................................................................ 165 17. Consejos preventivos antes de un viaje internacional Anna Vilella y Joaquim Gascón ............................................................................... 173 18. La salud reproductiva y el embarazo Eduard Gratacós ................................................................................................................................. 181 19. La menopausia Juan Balasch ............................................................................................................................................... 191 20. El envejecimiento Emilio Sacanella y Alfonso López-Soto .................................................... 199 principales problemas de salud 21. La angina de pecho y el infarto de miocardio Pablo Loma-Osorio y Ginés Sanz ......................................................................... 209 22. La hipertensión Laura Ribera, Albert Botey y Josep Maria Campistol ...................................................................................................... 219 23. La insuficiencia cardíaca Eulàlia Roig ................................................................................................................................................... 231 24. Arritmias y marcapasos Josep Brugada y Mariona Matas .......................................................................... 241 25. El accidente vascular cerebral Ángel Chamorro ................................................................................................................................. 249 26. La anemia Marta Aymerich y Joan-Lluís Vives ................................................................... 257 Índice general
  • 14. 27. Leucemias y linfomas Emili Montserrat y Benet Nomdedeu ......................................................... 269 28. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata Antonio Alcaraz ................................................................................................................................... 275 29. El cáncer de mama Montserrat Muñoz y Pere Gascón ...................................................................... 285 30. El cáncer de piel Ingrid López y María Teresa Estrach ............................................................... 295 31. El cáncer de pulmón Núria Viñolas y Enric Carcereny .............................................................................. 305 32. El cáncer de laringe Jose M. Guilemany y Manuel Bernal-Sprekelsen ................... 315 33. El cáncer del aparato digestivo Antoni Castells y Josep Maria Piqué .............................................................. 323 34. Infecciones respiratorias: bronquitis y neumonía Antoni Torres y Cristina Esquinas ........................................................................ 337 35. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica Joan Albert Barberà y Carme Hernández ............................................ 345 36. El asma y las alergias respiratorias César Picado ............................................................................................................................................... 353 37. La enfermedad inflamatoria intestinal Montserrat Aceituno y Julià Panés ................................................................... 363 38. Las hepatitis víricas José M. Sánchez-Tapias .......................................................................................................... 373 39. La cirrosis hepática Ramón Bataller y Pere Ginès ........................................................................................ 385 40. El sida Laura Zamora y José M. Gatell .................................................................................. 393 41. Alteraciones del colesterol y de otros lípidos Emilio Ros ........................................................................................................................................................ 401 42. La diabetes Ramon Gomis .......................................................................................................................................... 411 43. La obesidad Josep Vidal ..................................................................................................................................................... 417 44. El estrés Manuel Valdés ........................................................................................................................................ 427 45. El trastorno bipolar Eduard Vieta y María Reinares ................................................................................... 435 46. La depresión Cristóbal Gastó y Rosa Catalán ................................................................................ 443 47. La esquizofrenia Miquel Bernardo, Eduard Parellada y Emilio Fernández-Egea .................................................................................................... 449 48. Trastornos del comportamiento alimentario Josefina Castro ....................................................................................................................................... 459 49. Trastornos del sueño Josep María Montserrat y Joan Santamaría .................................... 467 50. Disfunciones sexuales Teresa Godás ............................................................................................................................................. 477 51. Trastornos de la atención en los niños Marta García-Giral y Rosa Nicolau ..................................................................... 487 52. La enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas José Luis Molinuevo .................................................................................................................... 497 53. La artritis y la artrosis Raimon Sanmartí y Juan de Dios Cañete ............................................. 505 54. La osteoporosis Núria Guañabens .............................................................................................................................. 515 55. La fibromialgia y la fatiga crónica Joaquim Fernández-Solá .................................................................................................... 525 56. Lesiones derivadas de la práctica deportiva Andrés Combalia y Francesc Xavier Alemany .............................. 535 57. La gripe Antoni Trilla .................................................................................................................................................. 547 58. Las infecciones urinarias Josep Mensa .............................................................................................................................................. 557 59. Las cefaleas en la infancia y la adolescencia Jaume Campistol ............................................................................................................................... 567 60. Enfermedades víricas de la infancia José M. Quintilla .................................................................................................................................. 577 61. Trastornos de la visión Alfredo Adán y José Ramón Fontenla ........................................................ 589 62. La sordera José Luis Blanch ................................................................................................................................... 599 63. El vértigo Francisco Sabater ............................................................................................................................. 609 los tratamientos 64. El uso de medicamentos en España Xavier Carné y Joan Albert Arnáiz ..................................................................... 619 65. La seguridad en el uso de los medicamentos Carles Codina y Josep Ribas .......................................................................................... 627
  • 15. 66. El tratamiento del dolor Guillermina Fita y Elena Chabás ............................................................................ 635 67. La anestesia Carmen Gomar y Ricard Valero ............................................................................... 645 68. Fisioterapia y rehabilitación Isabel M.ª Sañudo ............................................................................................................................ 657 69. La cirugía moderna: cirugía laparoscópica Antonio María de Lacy y Salvadora Delgado ................................ 669 70. Los trasplantes Jordi Vilardell y Martí Manyalich ........................................................................... 677 71. Las terapias alternativas Miquel Bruguera ................................................................................................................................ 685 72. La interacción médico-paciente Antoni Sisó .................................................................................................................................................... 695 los aspectos bioéticos y sociales 73. La asistencia médica en el proceso de morir Josep Terés .................................................................................................................................................... 705 74. El sistema sanitario español: qué servicios ofrece la atención primaria Jaume Benavent y Concha Juan ........................................................................... 713 75. El sistema sanitario español: qué servicios ofrece la atención especializada David Font ..................................................................................................................................................... 723 76. Los derechos de los usuarios del sistema sanitario Miguel Ángel Asenjo .................................................................................................................. 733 77. La investigación biomédica Antoni Trilla y Juan Rodés ................................................................................................. 741 78. Salud y medios de comunicación Antoni Trilla .................................................................................................................................................. 751 79. La telemedicina Josep Roca y Carme Hernández ........................................................................... 759 80. Salud e Internet Xavier Pastor ............................................................................................................................................. 767 Índice alfabético .......................................................................................................................................... 775 Créditos fotográficos y de ilustraciones ....................................................... 783
  • 17. E l desarrollo experimentado por la medicina durante el pasado siglo xx ha sido espectacular. La tasa de mortalidad en la Unión Europea ha pasado de 26 por 1.000 habitantes en el año 1900, a menos de 10 por 1.000 en el año 2000. La mortalidad infantil también ha experi- mentado un gran descenso, pasando de 150 fallecidos por 1.000 recién nacidos vivos en 1900, a menos de 5 por 1.000 en la actualidad. El aumento de la esperanza de vida es una consecuencia inmediata de la mejora de las condiciones sociales y de la salud, gracias, en parte, a las mejoras en la salud pública y gracias también a la investigación bio- médica (vacunas, antibióticos, trasplantes). La esperanza de vida no ha cesado de aumentar, tanto si se considera la esperanza de vida después del nacimiento (35 años en el año 1900; 78,5 años en el año 1995), como la esperanza de vida tras cumplir los 60 años (69 años en el año 1900; 82,4 en el año 1995). Los sistemas sanitarios públicos desarrollados a mediados del siglo pasado en la mayoría de los países eu- ropeos forman parte inherente e importante del estado del bienestar. Todos los ciudadanos españoles tienen hoy el de- recho constitucional a la protección de la salud y acceso a un sistema sanitario público basado en los principios de equidad, efectividad y eficiencia, con un sistema de ase- guramiento único y universal dotado de un catálogo muy completo de prestaciones, tanto en atención básica como en atención especializada. España destina algo más del 8% de su Producto In- terior Bruto a Sanidad. El 80% del gasto sanitario es público y el 20% privado. Muchos ciudadanos españoles que con- fían en el sistema público conservan también una doble cobertura y acuden, en ocasiones, al sistema sanitario pri- vado (mutuas, pago directo). Es cierto que el sistema sani- tario público tiene problemas. Un sistema que proporciona Presentación cobertura universal a 44,5 millones de habitantes, en igual- dad de condiciones, desde una simple visita ambulatoria para una vacunación sistemática infantil hasta un procedi- miento quirúrgico complejo, y todo (excepto una pequeña parte de los medicamentos) de manera gratuita, es lógico que tenga dificultades: listas de espera, retrasos en la asis- tencia, masificación de consultas y de las urgencias, falta de dotación tecnológica suficiente (notablemente tecnolo- gías de la información), falta de coordinación entre niveles asistenciales y, quizás lo más preocupante, cierta pérdida de la confianza de los ciudadanos en el sistema y aumento del cansancio entre sus profesionales. A pesar de ello, el sistema sanitario resulta bien valorado globalmente y la profesión de médico es siempre una de las más respetadas en las encuestas de opinión ciudadanas. Sin embargo, pre- cisaremos en el futuro inmediato de medidas imaginativas para hacer sostenible desde el punto de vista financiero el sistema sanitario español que, como cualquier otro siste- ma sanitario público y de cobertura universal, difícilmente podrá absorber el creciente gasto que representa la com- plejidad tecnológica de la medicina sin ajustes en las apor- taciones económicas, tanto de los sectores públicos como privados, algunos de los cuales probablemente deberán proceder de forma directa desde el propio paciente. Los ciudadanos usuarios del sistema sanitario (es decir, potencialmente todos nosotros) han ido adquirien- do cada vez más un protagonismo necesario. Estamos más y mejor informados respecto a las distintas enfermedades, los posibles tratamientos, los riesgos de la medicina y los avances en investigación, y demandamos una asistencia de más calidad (científica, técnica y humana) y más segura, sin errores ni complicaciones evitables. Al mismo tiempo, la cultura o tendencia imperante en estos momentos empuja claramente en la dirección de la prevención y mejora de los hábitos de vida saludables.
  • 18. Problemas sanitarios como el tabaco, la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, los accidentes de tráfico, el con- sumo de drogas, la obesidad, la dependencia física al final de la vida, entre otros, han entrado o son parte actual del debate público y político. El primer paso para afrontar debidamente un po- tencial problema de salud es estar bien informado, es decir, poder situarlo en su contexto y entenderlo. En ocasiones, los profesionales sanitarios emplean un lenguaje poco adecuado, por excesivamente técnico e incomprensible, o incluso se sienten molestos si algún pa- ciente demanda más información de la que en principio se está en condiciones y disposición de proporcionar. En el otro extremo, la excesiva simplificación de al- gunas explicaciones médicas o sanitarias resulta igualmen- te nociva, pues suele ignorar o minimizar determinados aspectos o los intenta comunicar sin considerar el grado de incertidumbre existente, con el objetivo de hacerlos así más comprensibles y rotundos. La salud y la medicina tienen grandes zonas grises y zonas con importantes claroscuros. Las decisiones sobre salud pocas veces son absolutas y evidentes y por ello re- sulta totalmente necesario y conveniente compartirlas con los pacientes y sus familiares. Las evidencias científicas, que siempre deben apoyar una recomendación médica, por ejemplo un tratamiento u otro, una intervención quirúrgica o un estilo de vida, deben interpretarse siempre en un con- texto que incluya también los valores y preferencias de los pacientes, respetando el principio de autonomía. Para que estos valores y preferencias puedan expresarse adecuadamente es imprescindible que el paciente y su familia dispongan de una información básica adecuada, actualizada y comprensible. Este libro es un intento de transmitir y compartir la información médica entre los ciudadanos y los profesio- nales sanitarios de una institución de prestigio asistencial, docente e investigador reconocido. Su creación ha sido po- sible además gracias a un modelo de colaboración pública- privada en auge. La Fundación BBVA es expresión del compromiso del Grupo BBVA con la mejora de la vida de todos los ciuda- danos, apoyando la generación de conocimiento de fron- tera en diversas áreas y, en particular, en las de la biomedi- cina, el medio ambiente y las ciencias sociales. Ese impulso de la investigación de excelencia se ve acompañado por el apoyo de la formación avanzada y la constante difusión del conocimiento a la sociedad. Algunas de las actividades más significativas en el ámbito de la biomedicina se desa- rrollan precisamente con una institución ejemplar como el Hospital Clínic de Barcelona. La Fundación del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (FBBVA) y el Hospital Clínic de Barcelona ponen en sus manos, con la mayor ilusión, esta obra resultado de la co- laboración entre las dos organizaciones, orientada a am- pliar a través de la información contrastada el espacio de elección y de decisión sobre su salud por parte de todas las personas. Francisco González Presidente de la Fundación BBVA Juan Rodés Director General del Hospital Clínic de Barcelona
  • 19. E l Hospital Clínic de Barcelona es un hospital univer- sitario fundado en el año 1906, integrado en la Red de Hospitales Públicos de Cataluña (XHUP). Desde su construcción, vinculada a la de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, el Hospital ha servido como hospital público a los ciudadanos de Barcelona, de Catalu- ña y de toda España. El Hospital Clínic, pionero en muchas reformas de todo tipo, es hoy un complejo asistencial que integra distintos tipos de asistencia, docencia e investigación biomédica. El Hospital actúa como hospital comunitario, sien- do el principal proveedor público de su zona de referencia en la ciudad de Barcelona, con una población de 540.000 habitantes y, a la vez, como hospital terciario y de alta com- plejidad, desarrollando líneas de actividad para pacientes de Cataluña, de toda España e internacionales. El Hospital desarrolla sus servicios de asistencia a pacientes adultos, lo que constituye su misión principal y básica, en varias sedes (el Hospital Clínic y el Hospital Casa de Maternidad). La asistencia a pacientes pediátricos la de- sarrolla el Hospital de Sant Joan de Déu, con el que el Clínic mantiene un convenio de colaboración. Con el objetivo de asegurar la continuidad asis- tencial y la provisión integral de servicios de salud, el Hospital participa en la gestión de centros de atención primaria (Gesclínic y Consorci d’Atenció Primària de Salut de l’Eixample), desarrolla actividades de salud mental y ha establecido alianzas con otros centros para cubrir las necesidades sociosanitarias de sus pacientes. Finalmen- te, la entidad Barnaclínic, vinculada al Hospital, tiene la vocación de desarrollar actividades asistenciales para pa- cientes privados. Una primera visión de las estadísticas básicas nos indica que el Hospital dispone de 830 camas (de ellas, más Introducción de 60 en UCI), ingresa más de 46.000 pacientes al año, realiza más de 18.000 intervenciones quirúrgicas, 4.000 partos, 400 trasplantes, 85.000 sesiones en hospitales de día, 170.000 urgencias, 100.000 primeras visitas y más de 350.000 visitas sucesivas en consultas externas. Para ello, más de 3.800 profesionales están permanentemente al servicio de los pacientes y sus familias. El modelo asistencial del hospital plantea la aten- ción centrada en los pacientes, la asistencia personali- zada, la gestión descentralizada en distintos institutos y centros, y un modelo de organización clínica con respon- sabilidad directa de los profesionales sanitarios en la gestión de los recursos. El Hospital cuenta con una larga tradición en in- vestigación biomédica, que lo sitúa como institución de referencia tanto a nivel nacional como internacional. Una parte significativa de las actividades de investigación del Hospital se articulan a través del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). Dentro de esta investigación cabe señalar, como ejemplo de la vocación solidaria y de la responsabilidad social del Hospital, la ac- tividad desarrollada en relación con las denominadas en- fermedades relacionadas con la pobreza (sida, malaria y tuberculosis) en países del África subsahariana. El Hospital realiza también actividades de docencia relevantes tanto en pre- como en posgrado, básicamente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelo- na, que incluye la formación de médicos residentes (MIR, FIR, PIR), así como la formación continuada del personal de plantilla y de personal sanitario externo. En esta obra, un grupo numeroso de profesionales sanitarios, médicos y enfermeras, todos ellos de alto nivel profesional, científico y humano, especialistas reconocidos en sus campos respectivos y que comparten un mismo lu- gar de trabajo, y por ello una visión común, ha realizado
  • 20. LIBRO DE LA SALUD un esfuerzo no muy habitual: el de escribir con entusias- mo una serie de 80 capítulos pensando en los pacientes y no tanto en las enfermedades ni en la ciencia inherente a la propia especialidad. Años de experiencia asistencial, docente e investigadora han debido acomodarse a un lenguaje y a un formato que resultara comprensible para cualquier ciudadano, y que al mismo tiempo mantuviese el nivel de calidad e información científica exigibles: el re- sultado lo tienen ahora en sus manos. La creación de esta obra es, en primer lugar, fruto de la iniciativa de la Fundación BBVA, que en comunica- ción constante con los directores abajo firmantes ha con- tribuido a darle forma y orientación. Cathrin Scupin, direc- tora del Departamento Editorial de la Fundación BBVA, ha prestado la mayor atención al desarrollo de un proyecto complejo. El entusiasmo y profesionalidad de los autores y colaboradores de los distintos capítulos merecen recono- cimiento y agradecimiento. También el esfuerzo de Edito- rial Nerea, para la que sin duda la edición de esta obra ha supuesto nuevos retos, que ha sabido aceptar y a los que ha dado respuesta a plena satisfacción de todos. Nuestro agradecimiento especial a Marta Casares, Marién Nieva y Ruth Salaverría. Debemos agradecer también el trabajo de otras personas directamente implicadas en aspectos organiza- tivos internos. Entre ellas, la Dra. Marta Aymerich, coordi- nadora de la obra, tarea en la que ha contado con la ayuda de los autores y de otros profesionales del Hospital, espe- cialmente Francesc Avia, del Departamento de Audiovi- suales del Hospital Clínic. Finalmente, expresamos nuestro agradecimiento a Marta Giol y a Gemma Martínez, que han dado soporte a tareas administrativas y a la comunicación interna y externa durante todo el proceso editorial. No encontrarán en esta obra todas las enfermeda- des, sino solo una selección de ellas (creemos que las más importantes desde el punto de vista de la salud pública), junto a una serie más reducida de capítulos dedicados a temas generales que pueden tener interés para entender el funcionamiento del sistema sanitario. No es un libro de texto de medicina. Es un libro que pretende acercar los conocimientos médicos más actuales al lenguaje común del ciudadano. ¿Para qué? Para que los ciudadanos conozcan mejor conceptos importantes que pueden pasar des- apercibidos, comprendan otros que, pasando por im- portantes, no son en realidad tan trascendentes y, para que, en esencia, participen también de las ventajas y limitaciones, del riesgo y el beneficio, que suponen mu- chas de las decisiones e intervenciones médicas. Para que, en el fondo, mantengan desde sus domicilios una conversación abierta, siguiendo el método socrático de preguntas y respuestas (el libro contiene 1.500), con un conjunto amplio de especialistas sanitarios. Y para que con sus comentarios, sugerencias y críticas nos estimu- len y obliguen a mantenernos al día y a mejorar nuestros conocimientos y el modo en que los compartimos con ustedes. El único interés de las dos organizaciones que han hecho posible esta obra es el bienestar de los pacientes y sus familias. Juan Rodés, Josep Maria Piqué y Antoni Trilla Médicos del Hospital Clínic de Barcelona Directores
  • 21. la salud en la actualidad
  • 23. 23 1. ¿Cuál es la situación de la salud en el mundo? En las últimas décadas del siglo xx, el mundo experimentó grandes avances científicos y tecnológicos en el campo de la biomedicina que han tenido gran repercusión en la me- jora de la salud de la Humanidad. Sin embargo, al inicio del siglo xxi, no podemos mostrarnos tan optimistas y resulta sumamente preocupante constatar que existen muchos problemas de salud no resueltos y que las desigualdades en este ámbito se están acentuando de forma alarmante entre el mundo desarrollado y los países de renta más baja. La esperanza de vida al nacer ha aumentado du- rante los últimos cincuenta años en prácticamente todo el mundo, con la excepción de numerosos países de Áfri- ca y de la desaparecida Unión Soviética. Actualmente, todavía mueren en el mundo millones de niños menores de cinco años a causa de enfermedades para las cuales existen tratamientos preventivos y terapéuticos eficaces y poco costosos. En el continente africano, las posibilida- des de que un niño alcance los cinco años son menores que hace diez años. Si bien nos enfrentamos a problemas de salud en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en los más pobres, África continúa siendo la región donde estos problemas son más graves y necesitan soluciones más urgentes. De hecho, el 80% de la población mundial, buena parte de ella en el continente africano, concentra la totalidad de los problemas de salud relacionados con la Capítulo 1 La situación de la salud en el mundo Dra. Núria Casamitjana Farmacéutica. Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB). Hospital Clínic-Universidad de Barcelona. Profesora titular de Farmacia de la Universidad de Barcelona Dr. Pedro Luis Alonso Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor de la Facultad de Medicina (Cátedra UNESCO) de la Universidad de Barcelona Las desigualdades en salud se están acentuando de forma alarmante entre el mundo desarrollado y los países de baja renta.
  • 24. LIBRO DE LA SALUD 24 pobreza. Estas zonas del mundo sufren niveles inacepta- bles de enfermedad y muerte, y la causa principal de este exceso de morbilidad y mortalidad son las enfermedades transmisibles. En algunos casos, a pesar de la existencia de instrumentos de control adecuados, los países no dispo- nen ni de los medios ni de la capacidad para utilizarlos. En otros, estos instrumentos ni siquiera existen. Porotrolado,losmovimientosdepoblación,como la inmigración, entre otros, plantean problemas relacio- nados con la salud que constituyen nuevos retos para la salud mundial: problemas resultantes del comercio, del transporte de personas y mercancías, de la aparición de nuevas enfermedades emergentes o reemergentes que, en algunos casos, pueden condicionar situaciones de riesgo o crisis epidémica (el SARS o síndrome respira- torio agudo grave, la gripe aviaria, las fiebres hemorrá- gicas…). Por tanto, es obvio que la salud en el mundo está, al igual que muchos otros temas, globalizada, y, en consecuencia, los problemas de salud son problemas de toda la Humanidad y requieren soluciones tanto a nivel local como internacional. Al mismo tiempo, se está registrando a nivel mun- dial, tanto en países ricos como en pobres, un incremento considerable de las enfermedades no transmisibles, mu- chas de las cuales no matan, pero crean discapacidad. 2. ¿Cuáles son los principales indicadores de salud en el mundo? Entre los indicadores más importantes para conocer el pulso de la salud mundial, se encuentran la tasa de mortalidad in- fantil (en menores de un año y en menores de cinco años), la tasademortalidadmaterna,laesperanzadevidaalnacerylas tasas de mortalidad y morbilidad de distintas enfermedades. 3. ¿Cómo ha evolucionado la esperanza de vida al nacer en los últimos años? La esperanza de vida al nacer, o expectativa de años que se pueden vivir, es un indicador que está totalmente con- dicionado por factores sociales, políticos y económicos del lugar donde uno nace, crece y vive. Según datos del Informe sobre la salud en el mundo 2003 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde la década de los cincuenta del siglo pasado hasta el año 2002, la esperanza de vida al nacer se incrementó a nivel mundial en aproximadamente veinte años, pasando de 46,5 a 65,2 años. No obstante, existen diferencias remarca- bles en estos aumentos entre los países desarrollados y los de baja renta. Así, pueden observarse algunas diferencias; por ejemplo, en 2002 la esperanza de vida al nacer para las mujeres de países desarrollados se situó en 78 años, mien- tras que para los hombres del África subsahariana disminu- yó a 46 años. La pandemia del sida, que asola esta región de forma más trágica que ninguna otra parte del mundo, ha hecho que en algunos países la esperanza de vida haya disminuido en hasta veinte años. El incremento en la esperanza de vida se debe prin- cipalmente a la disminución de las tasas de mortalidad, sobre todo de las tasas de mortalidad materna e infantil, como consecuencia del acceso a mejores condiciones de vida, de la mejora de los servicios de saneamiento y sani- dad, y de la adopción de medidas de salud pública, como la inmunización contra enfermedades infecciosas que afectan principalmente a los niños. 4. ¿Qué indican las tasas de mortalidad? En los países desarrollados, siempre según el mismo informe de la OMS de 2003, en el año 2002, más del 60% de defun- ciones se dio en personas mayores de setenta años, mientras que en países con renta baja este porcentaje no superó el 30%. Asimismo, se observó que en estos países más del 30% de fallecimientos se produjo en adultos de edades compren- didas entre los 15 y los 59 años, cuando en los países desarro- llados este porcentaje se situó por debajo del 20%. Por otra parte, el 90% de las defunciones en menores de quince años correspondió a niños menores de cinco años. Las tasas de mortalidad infantil (muertes de niños menores de un año por 1.000 nacidos vivos, y muertes de niños menores de cinco años por 1.000 nacidos vivos) constituyen uno de los mejores indicadores de salud de un país. Cada año mueren aproximadamente once millones de ­niños y niñas menores de cinco años en los países de rentas más bajas, y dos terceras partes de estas muertes podrían prevenirse mediante intervenciones existentes, efectivas y baratas. La mitad de estas muertes se producen en el ­África ­subsahariana, en aquellos países más afectados por la po- breza. En 16 países (14 africanos), la mortalidad de niños menores de cinco años es actualmente más elevada que la observada en 1990; y en nueve países (ocho africanos) las ta- sas actuales incluso superan las de hace dos décadas. Entre 1960 y 1990, las tasas de mortalidad infantil a nivel mundial se redujeron prácticamente a la mitad; pero a partir de la dé- cada de los noventa, si bien han continuado disminuyendo, no lo han hecho al ritmo necesario y difícilmente se alcanza- rán los objetivos deseados para el año 2015.
  • 25. 25 Si bien las tasas de mortalidad son un buen indi- cador del estado de salud de las poblaciones, no aportan información completa sobre su situación sanitaria, ya que no tienen en cuenta la carga de enfermedad, en especial de la resultante de las enfermedades no transmisibles en adultos, y que tienen consecuencias no mortales, pero sí de discapacidad. 5. ¿De qué mueren los niños en el mundo? Cuando se analizan las causas de la mortalidad infan- til en el mundo se observa que alrededor de la mitad de las muertes están causadas por sólo cinco enfermedades (infecciones respiratorias agudas, diarreas, malaria, sida y sarampión), y más de la mitad están relacionadas con pro- blemas de malnutrición. Gran parte de estas enfermedades pueden ser prevenidas y tratadas con medidas adecuadas (vacunas, antibióticos, mosquiteras impregnadas de in- secticida, antimaláricos, rehidratación oral, etc.), y pueden también prevenirse con una adecuada educación en salud. Por ejemplo, en el caso del sarampión, existe desde hace más de cuarenta años una vacuna eficaz, pero cada año 30 millones de niños sufren de esta enfermedad y medio millón mueren. 6. ¿Qué indican las tasas de mortalidad materna? La tasa de mortalidad materna (mujeres muertas durante la gestación, parto o puerperio por 1.000 que sobreviven) indica el riesgo de morir durante el embarazo, el parto o el puerperio. El riesgo es muy alto en países de renta baja, donde se agrava si tenemos en cuenta que las mujeres se exponen al mismo riesgo varias veces a lo largo de su vida, dadas las elevadas tasas de fecundidad existentes. Cada año mueren alrededor de medio millón de mujeres durante el embarazo o el parto como consecuencia de una atención deficiente. Muchas otras quedan con secuelas y lesiones incapacitantes (fístulas, incontinencia…), que les provocarán sufrimiento a lo largo de toda su vida, afectan- do a su vida familiar, social y laboral. A estos problemas que afectan a la salud de las mujeres, podríamos añadir muchos otros, como la falta de acceso a servicios de plani- ficación familiar y de salud sexual y reproductiva. 7. ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad y morbilidad en adultos? Las principales causas de mortalidad y morbilidad (enten- dida como carga de enfermedad) en adultos en el mundo se muestran en la tabla 1. 8. ¿Cuáles son las principales enfermedades transmisibles responsables de una gran mortalidad y carga de enfermedad en el mundo? Unas pocas enfermedades transmisibles concentran la mayor parte de la carga de mortalidad y enfermedad en el mundo. Éstas incluyen el sida, el paludismo o malaria, la tuberculosis y las infecciones respiratorias agudas. Además, existen otras enfermedades, las llamadas enfermedades olvi- dadas, de las que casi no se habla, pero que suponen un se- rio problema de salud, sobre todo en los países más pobres. 9. ¿Es posible luchar contra la malaria? La malaria o paludismo, causada por un parásito del géne- ro Plasmodium, y transmitida por el mosquito Anopheles, es la enfermedad parasitaria más importante en el mun- do, y sigue constituyendo uno de los grandes retos en la agenda de la salud mundial. Esta enfermedad causa anual- mente entre 350 y 500 millones de casos y entre uno y tres La situación de la salud en el mundo Figura 1. Población mundial que vive con menos de 2 euros al día (en millones de personas) Europa América Asia (E) Asia (S) África subsahariana 0 200 400 600 800 1.000 1.200 2002 2015 Fuente: Banco Mundial y elaboración propia.
  • 26. LIBRO DE LA SALUD 26 millones de muertes. Los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas son la población más vulnerable. Entre el 80% y el 90% de las muertes mundiales se produ- cen en el África subsahariana, y entre el 65% y el 75% de éstas, en niños menores de cinco años, y la malaria es la primera causa de muerte en niños menores de cinco años en muchos países. Desde 1900 se ha reducido el área de transmisión malárica a la mitad, aunque sigue siendo endémica en aproximadamente cien países y alrededor de la mitad de la población mundial (cerca de tres billones) vive en zonas de transmisión malárica. Su distribución coincide con las regiones más pobres del mundo, debido a que la malaria, al igual que otras enfermedades, es causa y consecuencia de pobreza. El coste económico directo e indirecto que supone la malaria en los países del continente africano es de 12 bi- llones de dólares anuales. Entre 1965 y 1990, el crecimien- TABLA 1. Principales causas de mortalidad y morbilidad entre la población adulta en el mundo, 2002 Mortalidad en adultos de 15 a 59 años Mortalidad en adultos ≥ 60 años Posición Causa Defunciones (miles) Posición Causa Defunciones (miles) 1 VIH/sida 2.279 1 Cardiopatía isquémica 5.825 2 Cardiopatía isquémica 1.332 2 Enfermedades cerebrovasculares 4.689 3 Tuberculosis 1.036 3 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2.399 4 Traumatismos por accidentes de tráfico 814 4 Infecciones de las vías respiratorias inferiores 1.396 5 Enfermedades cerebrovasculares 783 5 Cánceres de tráquea, bronquio y pulmón 928 6 Autolesiones 672 6 Diabetes mellitus 754 7 Violencia 473 7 Cardiopatía hipertensiva 735 8 Cirrosis hepática 382 8 Cáncer de estómago 605 9 Infecciones de las vías respiratorias inferiores 352 9 Tuberculosis 495 10 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 343 10 Cánceres de colon y recto 477 Morbilidad en adultos de 15 a 59 años Morbilidad en adultos ≥ 60 años Posición Causa *AVAD (miles) Posición Causa AVAD (miles) 1 VIH/sida 68.661 1 Cardiopatía isquémica 31.481 2 Trastornos depresivos unipolares 57.843 2 Enfermedades cerebrovasculares 29.595 3 Tuberculosis 28.380 3 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 14.380 4 Traumatismos por accidentes de tráfico 27.264 4 Alzheimer y otras demencias 8.569 5 Cardiopatía isquémica 26.155 5 Catarata 7.384 6 Trastornos por consumo de alcohol 19.567 6 Infecciones de las vías respiratorias inferiores 6.597 7 Pérdida de oído (comienzo en el adulto) 19.486 7 Pérdida de oído (comienzo en el adulto) 6.548 8 Violencia 18.962 8 Cánceres de tráquea, bronquio y pulmón 5.952 9 Enfermedades cerebrovasculares 18.749 9 Diabetes mellitus 5.882 10 Autolesiones 18.522 10 Trastornos de la visión (relacionados con la edad y de otro tipo) 4.766 (*AVAD: número de años de vida ajustados en función de la discapacidad; combina los años de vida perdidos por muerte prematura y los años perdidos por discapacidad.) Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo, 2003.
  • 27. 27 to de los ingresos per cápita fue cinco veces mayor en los países sin malaria grave (2,3%) que en aquellos con ésta (0,4%), y el crecimiento económico anual fue de media un 1,3% más bajo en los países endémicos. La lucha contra la malaria radica en la combina- ción de diversas estrategias, utilizando correctamente los instrumentos ya existentes (control de las poblaciones de mosquitos, redes impregnadas con insecticidas, antimalá- ricos), y desarrollando nuevas estrategias (nuevos antima- láricos y vacunas) más accesibles y más eficaces a través de la investigación. Sin embargo, la piedra angular del control de la malaria en el mundo continúa siendo el tratamiento rápido de los casos confirmados o sospechosos con un an- timalárico eficaz, y la mejora de los sistemas sanitarios en países endémicos. 10. ¿Constituye la tuberculosis una enfermedad reemergente? En la década de los sesenta del siglo pasado se pronosticó la erradicación de la tuberculosis para el año 2000. Lejos de este objetivo, la OMS comunicó 9 millones de casos en 2004 y alrededor de 2 millones de muertos. Cada quince segundos muere una persona de tuberculosis, una enfer- medad infecciosa causada por el bacilo Mycobacterium tuberculosis, para la cual existe un tratamiento efectivo. En la última década hubo una tendencia a la baja de las tasas de tuberculosis en el mundo, pero actualmente el número de nuevos casos se mantiene o incluso aumenta en muchas regiones. El 80% de los casos de tuberculosis se concentra, al igual que otras enfermedades infeccio- sas, en los países de rentas más bajas, pero su incidencia también aumenta en países desarrollados. Se calcula que aproximadamente el 30% de la po- blación mundial está infectada por el bacilo de la tubercu- losis, aunque no desarrolle infección clínica (síntoma). ¿Cuáles son las causas de la progresión de la tuber- culosis en el mundo? Las razones son múltiples. En primer lugar podríamos mencionar factores prácticos, ya que los tratamientos eficaces son largos y requieren la supervisión directa de profesionales sanitarios. Es frecuente el aban- dono o mal cumplimiento del tratamiento, dando lugar a la aparición de formas multirresistentes del bacilo cau- sante de la tuberculosis, para las que hacen falta terapias más caras y complicadas. Además, los programas de con- trol no son siempre aplicados, y muchas veces no lo son correctamente. Otro factor de importancia creciente en los últimos años y que ha agravado la situación ha sido la coinfección (infección simultánea) con el virus de la inmu- nodeficiencia humana, pues la baja inmunidad provocada reactiva los bacilos de tuberculosis latentes. Otro factor determinante del incremento de nuevos casos lo consti- tuyen el crecimiento demográfico y los movimientos de población (inmigrantes, refugiados, desplazados…).Y, por supuesto, la pobreza y las desigualdades económicas tam- bién ­desempeñan su papel. 11. ¿Qué son las enfermedades emergentes y reemergentes? La población mundial se ve sometida periódicamen- te al riesgo que supone la aparición de nuevas epide- mias: tuberculosis, gripe, sida, la variante de la enfer- medad de Creutzfeldt-Jakob o de las vacas locas, SARS, fiebres hemorrágicas, gripe aviaria… Las enfermeda- des o infecciones emergentes son enfermedades nue- vas, o ya conocidas, que reaparecen con una incidencia rápida­mente creciente o en nuevas zonas geográficas. La situación de la salud en el mundo Figura 2. Distribución aproximada de las zonas con malaria en el mundo Fuente: OMS y elaboración propia. Niño ingresado en un hospital rural de Mozambique.
  • 28. LIBRO DE LA SALUD 28 Su ­manifestación viene condicionada por factores am- bientales, climáticos, ecológicos, genéticos y biológicos, económicos, políticos y sociales. Durante siglos estas enfermedades han representado, junto con las guerras y el hambre, las principales amenazas para el progreso y la supervivencia de la humanidad. El SARS fue la primera epidemia aparecida en el ­recién estrenado siglo xxi. Se inició en China para exten­ derse posteriormente a Vietnam y Canadá, afectando a 8.462 personas y produciendo 807 muertos (el 9,5% de los afectados). Si bien el número de personas afectadas no es comparable al de otras enfermedades, causó una gran alerta a nivel mundial y tuvo una importante repercusión en los medios de comunicación con consecuencias econó- micas y sociales muy importantes. El caso del SARS, o actualmente el de la gripe aviaria, ponen de manifiesto que no existe ningún lugar en el mundo tan remoto del que podamos considerarnos desconectados, y que, por lo tanto, nuestro planeta ofrece oportunidades globales para la aparición y transmisión de nuevas enfermedades: ello supone que los problemas de salud nos afectan a todos y que requieren actuaciones a escala global. 12. ¿Cuáles son las enfermedades no transmisibles que amenazan la salud mundial? La incidencia de enfermedades crónicas no transmisi- bles ha ido en aumento a nivel mundial durante los úl- timos años, y ya alcanza la mitad de la carga total de morbilidad. Si bien en los países desarrollados se man- tiene estable (alrededor del 80% para adultos), en los países de renta media o baja sigue creciendo, debido a los cambios en la estructura demográfica de la pobla- ción y en la distribución de los factores de riesgo. Las en- fermedades cardiovasculares, principalmente la cardio- patía isquémica y las enfermedades cerebrovasculares, encabezan la lista de las dolencias no transmisibles en cuanto a carga de mortalidad y morbilidad en adultos mayores de 60 años. En el año 2002, el cáncer causó 7,1 millones de muer- tes. El cáncer de pulmón es el más frecuente, representando un 17% del total, y afectando en tres cuartas partes a va- rones. Su fuerte incremento refleja las consecuencias de la extensión de la epidemia del tabaquismo en los países de renta baja o media. A continuación se encuentran el cáncer de estómago —que hasta hace poco ocupaba el primer lu- gar y está decreciendo—, el de hígado, y el de colon y recto. En el caso de las mujeres, el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer, si bien durante la última déca- da han mejorado las posibilidades de supervivencia gracias al diagnóstico precoz en los países desarrollados. Los trastornos neuropsiquiátricos, mayoritaria- mente problemas de salud no mortales, son responsables del 19% de la carga de morbilidad en adultos, y los trau- matismos representan un 14%, constituyen una epidemia oculta que afecta principalmente a los varones jóvenes entre 15 y 44 años, y, además de causar la muerte en mu- chos casos, tienen a menudo consecuencias discapaci- tantes graves. La carga de traumatismos por accidentes de tráfico no cesa de aumentar, especialmente en los países menos desarrollados. Sorprendentemente, estas afecciones afectan más (80% del total mundial) a los países de renta media y baja que a los desarrollados. Así, las poblaciones de estos paí- ses no sólo tienen una menor esperanza de vida, sino que viven más años con problemas de salud: en el año 2002 se Figura 3. Causas de mortalidad en el mundo Enf. infecciosas Maternal-perinatal Lesiones Enf. no transmisibles Cáncer Cardiovasculares Respiratorias-digestivas Distribución de las causas de mortalidad en África Distribución de las causas de mortalidad en el mundo 25% 45% 5% 11% 15% 13% 31% 8% 11% 36% Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo, 2004.
  • 29. 29 estimaba que la esperanza de vida sana (resultante de con- vertir la esperanza de vida total en su equivalente en años vividos en perfecta salud) oscilaba entre los 41 años del África subsahariana a los 71,4 años de Europa occidental. Todo ello pone en evidencia las demandas sanitarias que tendrán que afrontar los distintos países en los próximos años; éstas incluyen como factor esencial, tal como des- taca la OMS en su informe de 2006, disponer de personal sanitario suficiente y cualificado. Elaumentodelaesperanzadevida,asociadoalenveje­ cimiento de la población, supone incrementos cada vez más importantes de las enfermedades crónicas. Así, éstas se con- vierten en uno de los principales retos de la política sanitaria en el mundo, para asegurar que una mayor longevidad vaya también relacionada con una mayor calidad de vida sana. 13. ¿Cuáles son las enfermedades olvidadas? Las enfermedades olvidadas son aquellas con una alta inci- dencia, principalmente en países pobres, pero que reciben este nombre porque han caído en el olvido científico, polí- tico, económico y mediático. Se trata de enfermedades como la tripanoso­miasis africana o enfermedad del sueño, la tripanosomiasis ameri- cana o enfermedad de Chagas, las leishmaniasis, el dengue, la filariasis y la oncocercosis, entre otras. Los ­tratamientos disponibles para este tipo de enfermedades no tienen de- manda en los países desarrollados, y por lo tanto son poco rentables, lo que supone una amenaza para el manteni- miento de su producción. Otros no son eficaces, provocan muchos efectos secundarios, o bien requieren tratamien- tos largos y complicados. Rescatar del olvido estas enfermedades y a los enfermos que las sufren debería constituir una voluntad ­política a nivel global. Es necesaria una mayor inversión para el desarrollo de nuevos fármacos, por ejemplo a tra- vés de alianzas entre el sector público y el privado, tales como la Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDC). 14. ¿Cuáles son los principales retos de salud en el mundo? Los retos de salud que afrontará el mundo en los próximos años se recogen en parte en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Los ODM constituyen un plan acordado en la Cumbre del Milenio del año 2000 por 191 países y las ­organizaciones para el desarrollo más importantes del mundo, con el objetivo de poner fin a la pobreza, garan- tizar los derechos humanos y mejorar las condiciones de vida de la Humanidad en un plazo de 15 años. Los ODM son: 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre. 2. Lograr la enseñanza primaria universal. 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autono- mía de la mujer. 4. Reducir la mortalidad infantil. 5. Mejorar la salud materna. 6. Combatir el sida, el paludismo, la malaria y otras en- fermedades. 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. De los ocho objetivos, tres están directamente rela- cionados con la salud de la población mundial y el resto lo están indirectamente. El objetivo principal de los ODM es po- nerfinalapobreza,peroéstasehallaíntimamenteligadaala salud, dado que la pobreza causa enfermedad y la enferme- dad causa pobreza. SegúnWinslow: «Los hombres y mujeres están enfermos porque son pobres, y empobrecen más por- que están enfermos, y enferman más porque son pobres». El cuarto objetivo pretende reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad en niños menores de cinco años. Es cierto que la tasa de mortalidad infantil se está reduciendo, pero no a la velocidad necesaria. La mayoría de las 30.000 muertes de niños diarias podrían evitarse ampliando los programas ya existentes, que promueven soluciones sencillas y poco costosas. La mejora de la salud materna, quinto objetivo de los ODM, supone reducir en tres cuartas partes la mortali- La situación de la salud en el mundo Según Winslow: «Los hombres y las mujeres están enfermos porque son pobres, y empobrecen más porque están enfermos, y enferman más porque son pobres».
  • 30. LIBRO DE LA SALUD 30 dad materna. Se están logrando progresos en este sentido, aunque aún queda un largo camino por recorrer. En lo referente al sexto objetivo, combatir el sida, el paludismo y otras enfermedades, los logros son demasiado lentosyrequierengrandesesfuerzosdecolaboracióninterna- cional. Es necesaria la implicación de todos los responsables de la salud pública internacional, incluyendo la industria far- macéutica, para conseguir el control de estas enfermedades. Hace falta mejorar en todo el mundo el acceso a las medidas preventivas y de control, y a los tratamientos existentes para estas enfermedades. Además, se requieren dinero y recursos para el desarrollo de nuevos instrumentos de control, vacu- nas y tratamientos más eficaces. La Declaración del Milenio supone un pacto social a nivel mundial consistente en el esfuerzo de los países menos desarrollados y el apoyo de los más desarrollados, aunque en muchos ámbitos no se están cumpliendo las metas fijadas. Sin embargo, se han puesto en marcha numero- sas iniciativas, fruto de alianzas internacionales entre el sector público (gobiernos, organizaciones para el desa- rrollo…) y el privado (fundaciones, empresas de diversos sectores...) que están empezando a dar sus frutos. A tí- tulo de ejemplo pueden mencionarse algunas de estas iniciativas: Global Alliance for Vaccines and Immunization (GAVI), Global Fund to fight AIDS, tuberculosis and ma- laria, International Alliance for VIH Immunization (IAVI), Stop TB Partnership, Roll Back Malaria o Malaria Vaccine Initiative (MVI), entre otras. Glosario Enfermedades emergentes y reemergentes: enfermedades nuevas o ya conocidas que reaparecen con una incidencia rápida- mente creciente o en nuevas zonas geográficas. Enfermedades olvidadas: enfermedades con una alta inciden- cia, principalmente en países pobres, y que han caído en el olvido científico, político, económico y mediático. Esperanza de vida al nacer: promedio de años que se espera que viva un individuo desde el nacimiento hasta la muerte. Esperanza de vida sana: resultante de convertir la esperanza de vida total en su equivalente en años vividos en perfecta salud. Tasa de morbilidad: refiere el número de enfermos por una de- terminada causa por cada mil habitantes, durante un período de tiempo determinado, generalmente un año. Tasa de mortalidad: señala el número de defunciones de una población por cada mil habitantes, durante un período de tiempo determinado, generalmente un año. Tasa de mortalidad infantil: indica el número de defunciones en una población de niños por cada mil nacidos vivos. Se refiere a niños menores de un año o niños menores de cinco años. Tasa de mortalidad materna: indica el número de defuncio- nes maternas durante la gestación, parto o puerperio por cada 100.000 mujeres en edad reproductiva.También se utiliza la razón de mortalidad materna, que refiere el número de defunciones maternas por cada 1.000, 10.000 o 100.000 nacidos vivos. Bibliografia Banco Mundial. Objetivos de Desarrollo del Milenio. http://devdata. worldbank.org/atlas-mdg/es/. DNDi (Drugs for Neglected Diseases initiative). Iniciativa para fármacos dirigidos a enfermedades olvidadas. http://www.dndi.org/. OMS (Organización Mundial de la Salud). Informe de la salud en el mundo (2003). http://www.who.int/whr/2003/es/. —. Informe de la salud en el mundo (2006). http://www.who.int/ whr/2006/es/. —. Paludismo. http://www.who.int/topics/malaria/es/. —. Tuberculosis. http://www.who.int/tb/en/. ONU (Organización de las Naciones Unidas). Indicadores de cumpli- miento de los objetivos del milenio. http://millenniumindicators. un.org/unsd/mi/pdf/MDG%20BOOK_SP_new.pdf. —. Objetivosdelmilenio. http://www.un.org/spanish/milleniumgoals/.
  • 31. 31 La situación de la salud en el mundo • En las últimas décadas, junto con grandes avances cientí- ficos y tecnológicos que han tenido una gran repercusión en la mejora de la salud de la Humanidad, resulta preocu- pante constatar la existencia de problemas de salud sin re- solver y el incremento de las desigualdades en salud entre los países más desarrollados y los de rentas más bajas. • ¿Qué indicadores permiten medir la situación de la salud de la población mundial? Fundamentalmente se obtiene información del estado de la salud de la población en el mundo analizando los valores de las tasas de mortalidad, sobre todo infantil y materna, la esperanza de vida al na- cer y la esperanza de vida sana, y las tasas de mortalidad y morbilidad asociadas a las principales enfermedades que afectan a la Humanidad. • ¿Cuáles son los principales problemas de salud de la población mundial? Las enfermedades transmisibles más preocupantes son el sida, la malaria, la tuberculo- sis y otras enfermedades relacionadas con la pobreza que afectan sobre todo a las poblaciones con rentas más bajas. Entre las no transmisibles y que concier- nen a toda la población mundial se encuentran las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, los trastor- nos neuropsiquiátricos y los traumatismos, especial- mente los causados por accidentes de tráfico. • Los principales retos de salud en el mundo para los próximos años se recogen en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y se concretan en la erradicación de la pobreza, la reducción de la mor- talidad infantil, la mejora de la salud materna y la lucha contra enfermedades como el sida, la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades relacionadas con la pobreza. Resumen
  • 33. 33 1. La situación sanitaria en España, ¿ha sido siempre la misma? En el transcurso del siglo xx se produjo una importante dis- minución de las tasas de mortalidad en todos los grupos de edad y en especial en la infancia. Esto comportó un im- portante incremento de la denominada esperanza de vida al nacer. Entre 1990 y 2002 se pasó de una esperanza de vida de 77 a 79,7 años, superior a la media de la Unión Europea (78,3 años), y la tercera más alta detrás de Italia (80,3 años) y Suecia (80 años). Estos cambios demográficos, junto con el descenso posterior y progresivo de la tasa de fecundidad (número de hijos por mujer en edad fértil), condujeron a un progresivo y continuado envejecimiento de la población. Las causas de esta transición demográfica se han asociado también a cam- bios económicos y sociales, resultantes de las revoluciones realizadas en la agricultura y la industria. Las mejoras en la nutrición y en el estado de salud son causa y efecto del cre- cimiento socioeconómico. Los cambios sociales y laborales también inciden en nuestro estado de salud. Durante las diferentes etapas de su desarrollo eco- nómico y social, en España se han producido cambios en las condiciones de salud de la población. Además de un descenso global de la mortalidad, juntamente con una re- ducción de la mortalidad infantil y juvenil, y el consecuen- te aumento de la esperanza de vida al nacer, se han regis- Capítulo 2 La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos? Dra. Maria Jesús Bertran Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona trado cambios en las principales causas de muerte, en los patrones de enfermedad, en los factores de riesgo y en la exposición a riesgos de salud ambientales y laborales. Estos cambios han comportado el paso de una eta- pa caracterizada por el predominio de las enfermedades infecciosas, a otra, la actual, donde las dolencias crónicas ocupan la primera posición entre las principales causas de muerte y enfermedad. También los riesgos han cam- biado: de los tradicionales, como la contaminación del agua o la falta de higiene de los alimentos, se ha pasado a riesgos modernos como la contaminación atmosférica, el La enfermedad coronaria (infarto de miocardio y angina de pecho) y la enfermedad cerebrovascular (ictus) continúan siendo las dolencias responsables de la mayor parte de las defunciones.
  • 34. LIBRO DE LA SALUD 34 ­transporte (accidentes y seguridad vial) y la modificación y/o aparición de nuevos estilos de vida. Los cambios sociales y demográficos, junto con las modificaciones en los estilos de vida relacionados con la salud y los avances tecnológicos y médicos, son finalmente los que determinan el patrón de enferme- dad ­y muerte. 2. ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad en España? Entre las medidas empleadas para valorar la distribución de la salud de la población, la mortalidad continúa siendo la más utilizada y es la que ofrece el mayor grado de validez para el estudio de tendencias en el tiempo y para la evalua- ción de las diferencias en salud entre diversas sociedades y grupos de población. Según la estadística de defunciones del año 2004, se produjeron en España 371.934 fallecimientos. La prime- ra causa de muerte fueron las enfermedades cardiovascu- lares (33% de todas las defunciones), seguidas del cáncer (27%) (véase tabla 1). Si bien la enfermedad isquémica del corazón (in- farto agudo de miocardio, angina de pecho, etc.) y la en- fermedad cerebrovascular (accidente vascular cerebral: embolia, ictus) continúan siendo las responsables de la mayor proporción de las defunciones, en las últimas dé- cadas, y de manera similar a lo que sucede en otros países de nuestro entorno, se observa una tendencia descen- dente de las tasas de mortalidad por estas enfermedades. De hecho, España es el tercer país de la Unión Europea (UE) con menor mortalidad por enfermedad isquémica del corazón y por enfermedad cerebrovascular, por detrás de Francia y Holanda. Algo similar sucede con la tasa de mortalidad por algunos cánceres, como el de mama entre las mujeres, que ha experimentado un descenso importante en la úl- tima década del siglo xx, tanto en España como en los quince países miembros de la UE antes de 2004; además, la mortalidad asociada a este tumor en España es una de las más bajas, e inferior a la media de la UE. No es tan favorable la evolución de la mortalidad por cáncerdepulmón:sibienenlosúltimosañoshasidoestable o descendente en la mayoría de los países de la UE, la tasa de mortalidad por esta causa en mujeres, tanto en España como en la UE, sigue una tendencia claramente ascendente como consecuencia de la incorporación tardía del sexo fe- menino al consumo habitual y continuado de tabaco. TABLA 1. Principales causas de muerte Causas de muerte Tasa de mortalidad por 100.000 habitantes Número de defunciones Porcentaje Enfermedades del sistema circulatorio 290,14 123.867 33,3 Tumores 235,37 100.485 27,0 Enfermedades del sistema respiratorio 91,70 39.149 10,5 Enfermedades del sistema digestivo 45,34 19.357 5,2 Causas externas de mortalidad 39,92 17.044 4,6 Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 33,08 14.123 3,8 Enfermedades endocrinas, de nutrición y metabólicas 27,92 11.918 3,2 Trastornos mentales y del comportamiento 27,82 11.878 3,2 Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Estadística de defunciones según la causa de muerte, 2004. La causa de muerte más frecuente entre los jóvenes son los accidentes de tráfico.
  • 35. 35 Las tasas de mortalidad correspondientes a otras enfermedades como la diabetes mellitus, la cirro- sis hepática y otras enfermedades crónicas del hígado, o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (bronquitis, enfisema) muestran una favorable tendencia al descenso. También ha experimentado una tendencia des- cendente la mortalidad por accidentes de tráfico en Es- paña, aunque ésta sigue siendo superior a la media de la UE y, junto a las enfermedades crónicas, una de las princi- pales causas de muerte prematura. Otras enfermedades que tradicionalmente se habían registrado como causa frecuente de muerte prematura, como las condiciones perinatales (las muertes maternas y fetales sucedidas en el período anterior y posterior al parto) y las anomalías congénitas, han registrado un importante descenso en nuestro país. En España, al igual que sucede en otros países me- diterráneos, la mortalidad por suicidio se mantiene baja y por debajo de la media de la UE. Por lo tanto, desde inicios del siglo xx, además de una importante disminución de las tasas de mortalidad, se ha producido también un cambio en las principales causas de muerte, que han dejado de ser las enfermedades trans- misibles para pasar a ser las enfermedades crónicas. 3. ¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en España? Otra medida clásica de la salud de la población es la morbi- lidad, que aporta información relativa a problemas sanita- rios (enfermedades, accidentes, intoxicaciones, etc.) que no conducen a la muerte. Sin embargo, no existe una ­fuente informativa única y fiable sobre morbilidad. Los datos se obtienen habitualmente de la morbilidad atendida en los servicios de salud o de la percibida por los individuos. La limitación para utilizar los datos generados por el sector sanitario radica, por un lado, en que el re- gistro de una enfermedad o condición de salud depende de que el individuo que la padece acuda o no al sistema sanitario y, por otro, de la disponibilidad de recursos del propio sistema. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, el 71% de los españoles considera que su estado de salud es bueno o muy bueno, porcentaje que contrasta con el 55% que reconoce haber consumido algún fármaco, y el 28% que ha consultado al médico en las dos semanas pre- vias a la encuesta. El 46% de las consultas han sido para obtener diagnóstico o recibir tratamiento. Según la misma encuesta, el 9% de la población de- clara haber sido hospitalizado y casi un 30% haber utiliza- do el servicio de urgencias. Los problemas de salud crónicos percibidos con mayor incidencia en la población entrevistada son, por este orden, la artrosis y los problemas reumáticos, la hi- pertensión arterial, los problemas de mala circulación, las alergias y el colesterol alto (véase tabla 2). Desde la perspectiva de la morbilidad atendida, también las enfermedades crónicas son el principal motivo de consulta en atención primaria de salud de los adultos. Destaca el dolor, que supone entre el 40% y el 60% de las consultas de atención primaria, como el motivo principal de consulta por el que un enfermo acude a urgencias, y que tiene importantes consecuencias de tipo familiar, la- boral, social y económico. Además de consultar sobre problemas físicos, cada vez más pacientes acuden al médico de atención primaria por motivos relacionados con problemas familiares, so- ciales, laborales, o por los derivados de situaciones estre- santes originadas a causa de enfermedades propias o de sus seres queridos. Estos trastornos de adaptación y otras alteraciones del estado de ánimo relativas a la ansiedad y la depresión representan una parte importante de las con- sultas de atención primaria por patología psiquiátrica, que en su conjunto se estima supone entre un 25% y un 30% del total de los pacientes atendidos. Las enfermedades crónicas generan también más del 70% de los ingresos en los hospitales. Según datos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria del Instituto Na- cional de Estadística (INE), durante el año 2003 se produjo un total de 4.594.143 altas en los hospitales españoles. TABLA 2. Principales problemas de salud percibidos Problemas de salud Porcentaje Artrosis y problemas reumáticos 16,4 Hipertensión arterial 12,3 Mala circulación 11,1 Alergia 9,8 Colesterol elevado 8,9 Jaquecas, migrañas, dolores de cabeza 5,7 Asma, bronquitis crónica o enfisema 5,3 Enfermedad del corazón 5,0 Diabetes 5,0 Depresión 4,6 Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Encuesta Nacional de Salud, 2003. La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
  • 36. LIBRO DE LA SALUD 36 El mayor número de altas por 100.000 habitantes tuvo como diagnóstico principal al alta (considerado como la afección que motivó el ingreso en el hospital), enferme- dades del grupo del aparato circulatorio (13%), seguido de las complicaciones del embarazo, parto y período in- mediatamente posparto (puerperio) (13%), el grupo de enfermedades del aparato digestivo (12%), las enferme- dades del aparato respiratorio (10%) y los tumores (8%) (véase tabla 3). 4. ¿Cómo afectan a la calidad de vida el cambio demográfico y el patrón de enfermedad? La esperanza de vida aumenta de forma progresiva, pero ello no implica que todos los años de vida en los que se incrementa este indicador sean en buen estado de salud. Si bien lo deseable es que el alargamiento de la vida que se ha producido en las últimas décadas vaya acompañado de unas buenas condiciones de salud y ese número de años ganados se vivan con autonomía individual, familiar y so- cial, la realidad es que el incremento de las enfermedades crónicas asociado al envejecimiento de la población expli- ca que una parte notable de dicho incremento se produzca en condiciones de falta relativa de calidad de vida. Son diversos los indicadores que tratan de estimar la calidad de vida de la población. La esperanza de vida sa- ludable representa el número medio de años en ­buena salud que le quedan por vivir a una persona hasta su ­muerte. Para su cálculo se utilizan los datos de mortalidad y los resultados de encuestas sobre la percepción indivi- dual del estado de salud. En los países de la UE, la mayor esperanza de vida saludable en 2003, entre las mujeres, se observó en Italia, con 74 años y en España, con 70 años. En hombres, Italia también fue el país que presentó la esperanza de vida sa- ludable más alta, con 71 años, mientras que Bélgica ocupó la segunda posición, con 67 años, seguida de España, con 66 años. Otros de los indicadores principales y más utiliza- dos para evaluar la calidad de la salud de una población son los relacionados con la discapacidad. Según datos de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud realizada el año 1999 por el INE en colaboración con el Imserso y la Fundación ONCE, un 9% de la pobla- ción española padece alguna discapacidad. El grupo de discapacidades más frecuente es el relacionado con las articulaciones y huesos, seguido, en las personas mayores, de las discapacidades mentales y de las discapacidades múltiples debidas a procesos degenerativos propios de edades avanzadas. Estos grupos de discapacidades origi- nan problemas de salud que tienen que ver con la auto- nomía, el cuidado personal y las tareas domésticas, y son a su vez los que provocan por término medio un mayor número de alteraciones que repercuten en situaciones de fragilidad o debilidad general, creando dependencia de otras personas. En cuanto al número de discapacidades, casi el cin- cuenta y siete por ciento de las personas de 6 a 64 años con alguna discapacidad presenta tres o más. El número y la gravedad de las discapacidades están directamente relacionados con el fenómeno de la dependencia, lo que TABLA 3. Altas hospitalarias según los principales grupos de enfermedades Diagnóstico principal Tasa de morbilidad hospitalaria por 100.000 habitantes Enfermos dados de alta Porcentaje Enfermedades del sistema circulatorio 1.413 593.340 12,9 Complicaciones del embarazo, parto y puerperio 1.383 580.837 12,6 Enfermedades del aparato digestivo 1.279 537.219 11,7 Enfermedades del aparato respiratorio 1.112 467.246 10,2 Tumores 908 381.298 8,3 Lesiones y envenenamientos 902 378.672 8,2 Enfermedades del sistema osteomioarticular y tejido conectivo 689 289.403 6,3 Enfermedades del aparato genitourinario 650 272.982 5,9 Síntomas, signos y estados mal definidos 590 247.753 5,4 Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 400 167.987 3,7 Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, 2003.
  • 37. 37 genera notable preocupación por sus importantes impli- caciones familiares y sociales. Las discapacidades más frecuentes y también las más vinculadas a la dependencia son las relacionadas con las actividades de la vida diaria que, por orden de apari- ción, incluyen la dificultad para desplazarse fuera del ho- gar y otras discapacidades relacionadas con la movilidad, la realización de tareas domésticas y el autocuidado. Otros grupos de discapacidades de gran prevalencia son los que afectan a la audición y la vista. En salud pública se intenta medir la denomina- da carga de enfermedad. Éste es un concepto genérico que pretende evaluar la repercusión de una enferme- dad en la sociedad. Para medirla se combinan la morta- lidad prematura y los años de vida con discapacidad, lo que se denomina «esperanza de vida al nacer ajustada por discapacidad». Pondera los años que se espera que viva un individuo desde el nacimiento hasta su muer- te mediante el empleo de diferentes medidas de dis- capacidad. Permite pues sintetizar en una sola medida no sólo la duración, sino también la calidad de vida. La disponibilidad de esta información está sujeta a la reali- zación de encuestas en que se mide la discapacidad en la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida ajustada por discapacidad en el año 2002 fue de 70,8 años en la UE y 72,6 años en España, siendo éste el país de la UE con una esperanza de vida ajustada por discapacidad más alta después de Suecia e Italia. Las limitaciones funcionales que dificultan el desa- rrollo de actividades habituales de la persona constituyen un problema cuya gran importancia social es necesario dar a conocer con el fin de determinar recursos y servicios. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, cerca de un 6% y de un 36% de la población encuestada con en- fermedad crónica presentan alguna dificultad para realizar actividades de la vida diaria. Además, un 73% de los que presentan limitaciones en las actividades de la vida diaria necesita ayuda de otras personas. 5. Las principales causas de enfermedad y muerte, ¿son diferentes según el sexo? Existen notables diferencias entre hombres y mujeres en relación con la mayoría de los indicadores de salud. Un ejemplo de ello es el hecho de que en España la esperanza de vida al nacer, entre 1990 y 2003, pasó de 80 a 83 años en mujeres, y de 73 a 76 años en hombres. En mujeres, España presenta la esperanza de vida más alta entre los países de la UE, mientras que en cuanto a los hombres se sitúa por detrás de Suecia, Italia y Grecia. Además de diferencias en la longevidad, también se observan diferencias entre sexos en cuanto a las princi- pales causas de muerte: en las mujeres, en el año 2004, fue- ron las enfermedades cardiovasculares, y dentro de este grupo las cerebrovasculares y las isquémicas del corazón, junto con el cáncer de mama; entre los hombres, la causa más frecuente de muerte fueron los tumores, con mayor incidencia del cáncer de bronquios y pulmón, seguido de las enfermedades cardiovasculares y, dentro de este grupo, las enfermedades isquémicas del corazón. Según la estadística de defunciones, tanto en hom- bres como en mujeres, el cáncer de colon y el de estómago ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente, entre las causas de muerte por cáncer. Dentro de las principales causas de muerte, habi- tualmente se observa mayor mortalidad masculina que femenina. La que más destacó fue el cáncer de bronquios y pulmón, seguida de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las enfermedades isquémicas del corazón y los ac- cidentes de tráfico. Entre las causas que presentaron mayor mortalidad femenina destacaron la insuficiencia cardíaca, las enfermedades cerebrovasculares y la demencia (datos de 2004). También se observan diferencias entre sexos en datos relativos a salud percibida. Así, según la Encuesta Nacional de Salud 2003, el 76% de los hombres frente al 67% de las mujeres considera que su estado de salud es La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos? La esperanza de vida saludable representa el número medio de años de buena salud y autonomía individual, familiar y social que le quedan por vivir a una persona desde una edad determinada hasta su muerte.
  • 38. LIBRO DE LA SALUD 38 bueno o muy bueno. Según esta misma encuesta, el con- sumo de medicamentos es mayor en las mujeres. Tam- bién es mayor el porcentaje de mujeres que ha consul- tado al médico en las dos semanas previas a la encuesta, un 33% frente al 24% de los hombres. Según la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, el 53% de las altas hospitalarias del año 2003 corresponde a mujeres. Entre éstas, los motivos de ingreso más frecuen- tes son las complicaciones relacionadas con el embarazo, parto y puerperio (período que va desde la finalización del parto hasta el retorno del útero a su tamaño normal, generalmente de tres a seis semanas), que suponen un 24% del total. En segundo lugar se sitúan las enferme- dades del aparato circulatorio (11%), seguidas de las del aparato digestivo (9%), los tumores (8%), las enfermeda- des del aparato respiratorio (7%) y las lesiones y envene- namientos (7%). En los hombres, las enfermedades que con mayor frecuencia son causa de ingreso son las del aparato circu- latorio (15%), seguidas por las del aparato digestivo (14%), las del aparato respiratorio (13%), las lesiones y envenena- mientos (10%), los tumores (9%) y las enfermedades del sistema osteomioarticular (6%). Según datos de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud realizada por el INE el año 1999, el 58% de las personas con alguna discapacidad en España son mujeres. Se presentan dos excepciones en cuanto a esta di- ferencia entre hombres y mujeres, relativas a la espe­ranza de vida libre de enfermedad crónica y la esperanza de vida en buena salud percibida. Las mujeres padecen enferme- dades crónicas antes que los hombres y también adolecen de peor salud general. Si bien el sexo comporta diferencias en relación con la mayoría de discapacidades, hombres y mujeres se sitúan en un plano de igualdad frente a los problemas de audi- ción y vista. La mayor proporción de mujeres con discapa- cidad se explica, en primer lugar, porque existen más mujeres que hombres en el cómputo total de población, pero especialmente porque a partir de la madurez y en las edades avanzadas hay más mujeres que hombres debido a la mayor mortalidad masculina. En promedio, las mujeres no presentarán discapacidades hasta los 72 años frente a los 68 años en que las suelen presentar los hombres, sin embargo una mayor proporción de mujeres que de hombres vivirá con discapacidades y las padecerán durante más tiempo, debido a su mayor es- peranza de vida. 6. ¿Hay diferencias de mortalidad según cuál sea el grupo de edad? La mortalidad está directamente relacionada con el en- vejecimiento de la población y así lo refleja la estadística de defunciones. En el año 2004 las tasas más altas de fa- llecidos por cada 100.000 habitantes correspondieron en España a las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, y Aragón. Las principales causas de muerte varían según el grupo de edad. En los menores de 15 años, las causas más frecuentes son las enfermedades originadas en el período perinatal y las malformaciones congénitas, las deformida- des y las anomalías cromosómicas. Entre las personas de 15 a 34 años, el mayor núme- ro de defunciones es debido a los accidentes de tráfico, se- guido de los tumores y el suicidio. Destaca la importante reducción, en el año 2004, de la mortalidad por accidentes de tráfico en el grupo de edad de 15 a 29 años. El cáncer y las enfermedades del sistema circula- torio se sitúan entre las principales causas de mortalidad en el grupo de 35 a 64 años, si bien hay que destacar que entre los 35 y 44 años, el sida y los accidentes de tráfico comportan un mayor número de defunciones que el tipo de cáncer más frecuente en este grupo de edad (el cáncer de pulmón) y que la enfermedad del sistema circulatorio más frecuente (la cardiopatía isquémica). También el cáncer y las enfermedades del sistema circulatorio son las principales causas de muerte en los grupos de mayor edad, si bien en el segmento de los La esperanza de vida en las mujeres, tanto al nacer como a partir de los 65 años, es mayor que en los hombres.
  • 39. 39 mayores de 85 años, el mayor número de defunciones proviene, por orden, de las enfermedades del sistema cir- culatorio y las enfermedades del aparato respiratorio, por delante de los tumores. Se observan diferencias según el grupo de edad también en cuanto a salud percibida, disminuyendo el porcentaje de individuos que cree que su estado de salud es bueno o muy bueno a medida que aumenta la edad. Así, según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, mien- tras entre los 16 y 34 años este porcentaje supera el 80%, y entre los 35 y 54 años se sitúa alrededor del 70%, en los grupos de mayor edad estos porcentajes bajan de manera progresiva hasta un 33% en el grupo de 74 o más años. Asimismo, el porcentaje de individuos que ha con- sultado al médico en las dos últimas semanas se incremen- ta con la edad, superando el 50% en el grupo de los mayo- res de 74 años. En cuanto al motivo de consulta principal, la demanda de diagnóstico y/o tratamiento es la razón principal en los grupos de edad más joven, mientras que en los mayores de 54 años, la más frecuente pasa a ser la dispensación de recetas. Como se deduce de esta misma encuesta, el consu- mo de medicamentos aumenta con la edad: el 86% en el grupo de 65 a 74 años y el 92% en los mayores de 74 años. Según la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria, el mayor porcentaje de altas hospitalarias durante el año 2003 corresponde a personas entre 65 y 74 años (16% del total de las altas), seguido del grupo de 25 a 34 años (15%) como consecuencia de los ingresos de las mujeres por cau- sas obstétricas. El tercer lugar lo ocupa el grupo de edad de 75 a 84 años (15%) y el cuarto, el grupo de 55 a 64 años (12%). El grupo de 85 y más años representó el 6% del total de altas hospitalarias en el año 2003. Las enfermedades que, con mayor frecuencia, mo- tivaron ingreso en los grupos de edad de 55 a 64 años y de 65 a 74 años fueron las del aparato circulatorio, seguidas de las del aparato digestivo y los tumores; en cuarto lugar, las enfermedades del sistema osteomioarticular en el gru- po de 55 a 64 y las enfermedades del aparato respiratorio en el de 65 a 74 años. En los grupos de 75 a 84 años y de más de 84, las enfermedades más frecuentes son las del aparato circulatorio y las del respiratorio, seguidas de las del digestivo en el grupo de 75 a 84, y de las lesiones y envenenamientos en los mayores de 84 años. La discapacidad está asociada estrechamente con la edad. Según datos de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud realizada desde el INE en el año 1999, en el conjunto de los mayores de 64 años la discapacidad afecta al 32%, y en los mayores de 84 años a cerca del 64% . Los factores que con mayor frecuencia motivan las discapacidades también son diferentes según la edad. El proceso de aparición de problemas de salud es gradual. En primer lugar surgen las enfermedades crónicas, que con- llevan una posterior percepción de un mal estado de salud general. Más tarde aparecen las limitaciones en la realiza- ción de actividades domésticas y de autocuidado. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2003, un 14% de la población de 65 a 74 años presenta alguna dificultad para realizar actividades de la vida diaria, y este porcentaje es del 34% en los mayores de 74 años. De los individuos con limitaciones en la actividad diaria, un 72% en los grupos de 65 a 74 años y un 88% en los de más de 74 años requieren de ayuda de alguna persona para reali- zar actividades de la vida cotidiana, como coger un medio de transporte público, comprar comida o ropa, utilizar el teléfono, hacer la cama, subir diez escalones o prepararse la comida. La edad es, por tanto, un factor importante que tener en cuenta a la hora de planificar estrategias diri- gidas a la prevención de las principales causas de enfer- medad y muerte: deberán tener como objetivo aquellos problemas de salud con especial importancia en cada grupo de edad. 7. ¿Se pueden prevenir las causas más frecuentes de enfermedad y muerte en España? ¿Cómo? Sobre la salud tienen influencia aspectos tan distintos como los estilos de vida, la educación, la renta, la biología, el medio ambiente y el propio sistema sanitario. Desde la perspectiva de la población, la OMS (1999) ha señalado que las causas de la mejora del estado de salud de un país son los incrementos en los ingresos medios, el mayor nivel educativo medio y el acceso y adecuada aplicación de las nuevas tecnologías de la salud. También desde la perspectiva del individuo, ade- más de la edad y el sexo, son muchos los factores relacio- nados con algunas de las dolencias más frecuentes. Las enfermedades cardiovasculares, causa princi- pal de muerte prematura en la mayoría de las poblaciones europeas y fuente importante de discapacidad, están es- trechamente asociadas con hábitos de vida y factores de riesgo cardiovascular. También el cáncer, primera causa de muerte entre los hombres y segunda en las mujeres, y en el La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos?
  • 40. LIBRO DE LA SALUD 40 conjunto de la población, se ha relacionado con determi- nados factores de riesgo. Los factores de riesgo se pueden dividir en factores no modificables, como el sexo, la edad o los antecedentes personales o familiares, y factores modificables, que pue- den ser corregidos o eliminados a través de cambios en el estilo de vida y, cuando sea adecuado, mediante el uso de fármacos. Los factores de riesgo modificables, y por tanto, so- bre los que deben ir dirigidas las estrategias de prevención en el caso de la enfermedad cardiovascular, son la presión arterial alta, los niveles elevados de colesterol, fumar o estar expuesto al humo del tabaco, la inactividad física, la obesidad, el estrés, la diabetes y el consumo excesivo de alcohol. Además de la exposición al tabaco, el consumo excesivo de alcohol o la obesidad, algunos de los factores que se han asociado a un mayor riesgo de determinados tipos de cáncer, y que pueden evitarse con cambios de es- tilos de vida o tomando ciertas precauciones, son: la expo- sición a radiaciones ultravioletas; las dietas altas en grasas, pobres en fibra o ricas en comidas fermentadas o curadas; las exposiciones ocupacionales y ambientales a radiación, radón, productos químicos varios, pesticidas, asbesto y otras sustancias industriales; y determinados medicamen- tos. También factores concretos relacionados con la acti- vidad sexual, como la promiscuidad y/o las enfermedades de transmisión sexual aumentan el riesgo de cáncer de órganos genitales. La modificación de los factores de riesgo se ha de- mostrado que reduce la mortalidad y la morbilidad, au- mentando así la expectativa y calidad de vida. Sin embargo, los datos muestran una tendencia poco o nada favorable de algunos de estos factores de riesgo. Si bien en España disminuye el consumo de tabaco y alcohol, situándonos en el nivel medio de la UE, se in- crementa el consumo de cocaína, cannabis y éxtasis. En el año 2004, un 37% de la población de entre 14 y 18 años declaró haber consumido cannabis durante el año previo a la encuesta; un 7%, cocaína; un 3%, anfetaminas; un 3%, alucinógenos; y un 3%, éxtasis. España es el cuarto país de la UE con mayor porcentaje de consumo de cannabis, an- fetaminas y éxtasis, y también el país con el consumo más alto de cocaína. El 47% de los españoles reconoce que es sedenta- rio, por lo que España ocupa una posición alta en la fre- cuencia de inactividad física en los países de la UE, según datos de 2004. España, con un 14% de hombres y mujeres obesos, ocupa una posición intermedia en la estadística de este problema de salud en los países de la UE, y la tendencia es ascendente, como sucede en el resto de países. Este incre- mento en la proporción de individuos obesos es superior en hombres y en el grupo de edad de más de 65 años. Los pacientes y personas de alto riesgo, especial- mente aquellos con aislamientos sociales, podrían benefi- ciarse de una atención especial y consejo personalizado. La concienciación, empatía y comprensión del médico pue- den ayudar a superar los obstáculos y facilitar los cambios de estilo de vida. Sin embargo, cuando el conocimiento científico, las dificultades de aplicación o la economía impiden llevar a cabo el nivel de actuación más deseado, es decir la preven- ción basada en evitar o reducir estos factores de riesgo, la detección y el tratamiento precoz de la enfermedad consti- tuyen una modalidad de prevención altamente necesaria. En los últimos años ha aumentado la aplicación de programas de detección precoz, con el objetivo de descu- brir enfermedades y analizar posibles factores de riesgo. Diversas intervenciones preventivas, como la detección del exceso de peso y obesidad, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, el cáncer de mama o el cáncer de cue- llo uterino y el consumo excesivo de alcohol, están integra- das en la práctica asistencial. En un contexto caracterizado por el envejecimien- to progresivo de la población, los cambios en los patrones de enfermedad, mortalidad, hábitos de vida o exposición Está demostrado que modificar los factores de riesgo reduce la mortalidad y la morbilidad, aumentando así la expectativa y calidad de vida.
  • 41. 41 a factores de riesgo, así como los avances tecnológicos y médicos, y la limitación de recursos, el establecimiento de prioridades y la atención a estos problemas de salud prioritarios en nuestro medio requieren la participación y ­coordinación, no sólo de los diferentes niveles asistenciales y servicios sanitarios, sino también de la sociedad y de otros profesionales de sectores como la educación, la economía o el medio ambiente, entre otros. Es pues necesaria una respuesta de carácter intersectorial cuyo objetivo común sea las mejoras en calidad de vida, la equidad, los servicios eficaces y eficientes, la atención personal a los usuarios, el fomento de grupos de autoayuda y de hábitos saludables, así como la promoción de actividades preventivas. Glosario Carga de enfermedad: medida combinada que incluye las muer- tes debidas a una enfermedad o condición y los años de vida con discapacidad debidos a dicha dolencia. Si la enfermedad produce muchas muertes prematuras (en jóvenes), como por ejemplo los accidentes de tráfico, su carga es muy alta. Si produce muchos años con grave discapacidad (ausencia de buena salud), también tendrá una carga de enfermedad elevada. Dependencia: estado en que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importan- tes para realizar actividades habituales de la vida diaria. Discapacidad: dificultad para desempeñar papeles y actividades socialmente aceptadas, habituales para las personas de similar edad y condición sociocultural. Es consecuencia de las limitacio- nes funcionales, cognitivas y emocionales que proceden de la enfermedad u otras deficiencias corporales, accidentes u otros problemas de salud. Esperanza de vida al nacer: promedio de años que se espera que viva un individuo desde el nacimiento hasta la muerte. Factor de riesgo: condición que puede aumentar el riesgo de desarrollar una determinada enfermedad. Por ejemplo, fumar es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón o cardiopa- tía isquémica, entre otras enfermedades. Incidencia: medida epidemiológica que indica cuántos casos nuevos de una determinada enfermedad, condición o factor de riesgo aparecen en una población definida a lo largo de un perío- do de tiempo (habitualmente un año). Proporciona una película de la situación. Se expresa en porcentajes o en casos por cada 100.000 habitantes y año. Prevalencia: medida epidemiológica que indica cuántos casos de una determinada enfermedad, condición o factor de riesgo existen en una población definida en un momento concreto de tiempo. Proporciona una fotografía instantánea de la situación. Se expresa en porcentajes o en algunos casos por cada 100.000 habitantes. Bibliografía Instituto de Mayores y Servicios Sociales. http://www.seg-social.es/ imserso/. Instituto Nacional de Estadística. http://www.ine.es/. Ministerio de Sanidad y Consumo. http://www.msc.es/. OMS (Organización Mundial de la Salud). http://www.who.int/es/. —. Informe de la salud en el mundo (2006). http://www.who.int/ whr/2006/es/. La situación epidemiológica en España. ¿De qué enfermamos? • En las últimas décadas se ha registrado un notable incre- mento de la supervivencia de la población en España, consecuencia de una reducción de la mortalidad. Las causas de mortalidad también han cambiado. • Los patrones de enfermedad han experimentado cam- bios intensos; actualmente son más importantes las en- fermedades crónicas y las degenerativas. • El dolor, así como las alteraciones del estado de ánimo relativas a la ansiedad y la depresión son las dimensio- nes de la calidad de vida asociada a la salud que más afectan a la población española. • Se observa una evolución desfavorable en algunos fac- tores determinantes de la salud asociados a estilos de vida, que favorecen la incidencia de determinadas en- fermedades como el cáncer o las enfermedades cardio- vasculares. Resumen
  • 43. 43 Capítulo 3 La herencia como determinante de la salud Dra. Montserrat Milà Doctora en Ciencias Biológicas. Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué es la herencia? Podríamos definir herencia como la transmisión a través del material genético de las características de un ser vivo a sus descendientes. La herencia es el legado de nuestros antepasados y más concretamente de nuestros padres. Cada uno de nosotros portamos un material (material ge- nético) donde está escrito en cierta medida cómo vamos a ser y qué nos va a suceder. Éste es el motivo por el cual se explica un hecho tan evidente como el parecido de padres e hijos. 2. ¿Qué es el material genético y dónde se encuentra? El material genético es un componente de nuestro orga- nismo que se llama ácido desoxirribonucleico (ADN) y se encuentra en el núcleo de las células formando unas es- tructuras llamadas cromosomas. La unidad de herencia se denomina gen, y en un cromosoma hay miles de genes dis- puestos de forma lineal. 3. ¿Qué es un gen? Descrito de forma muy simplificada, un gen es un frag- mento de ADN que da lugar a una característica deter- minada. Por ejemplo, una característica podría ser el color de los ojos. En realidad es mucho más complejo, pues intervienen otros factores tanto genéticos como ambientales. El conjunto de genes heredados es lo que se deno- mina genotipo. El genotipo lleva la información necesaria para la determinación de los rasgos de un individuo; luego éstos se ven influidos por el medio ambiente. De la inte- racción del genotipo con el medio ambiente resulta lo que llamamos fenotipo, que es aquello que vemos. 4. ¿Qué es el genoma? El conjunto de todos los genes constituye el genoma; en el genoma humano se estima que hay aproximadamente treinta mil genes distribuidos en 23 pares de cromosomas. Los caracteres genéticos se transmiten de padres a hijos.
  • 44. LIBRO DE LA SALUD 44 FIGURA 1. Material genético: cromosomas y ADN CROMOSOMA Brazo corto Centrómero Brazo largo Cromátidas Estructura enrollada ADN Cadena de ADN Guanina (G) Citosina (C) Adenina (A) Timina (T) Desoxirribosa Fosfato El cariotipo humano está constituido por 23 pares de cromosomas Todas y cada una de nuestras células tienen los cromosomas en su núcleo. La especie humana posee 46 cromosomas dispuestos en 23 pares, lo que constituye el cariotipo. Cada cromosoma es un filamento intranuclear compuesto por una doble cadena helicoidal de ácido desoxirribonucleico (ADN). Estas estructuras contienen los genes. El ADN es similar a una escalera de caracol, con 4 tipos posibles de peldaños o bases nitrogenadas: adenina (A), guanina (G), timina (T) y citosina (C). El ADN constituye nuestro código genético.
  • 45. 45 5. ¿Qué son los cromosomas? Un cromosoma es una estructura formada por ADN y proteínas. En todas nuestras células tenemos 46 cromo- somas, o dos dotaciones de 23, que proceden una del padre y otra de la madre. Las células reproductivas (óvu- lo y espermatozoide) tienen la mitad de los cromosomas (sólo 23); así, después de la fecundación, cuando se unan el óvulo y el espermatozoide, el embrión resultante recu- pera los 46 cromosomas. Cualquier alteración del número (46) o la morfología de estos cromosomas constituye una anomalía o un síndrome, como por ejemplo el síndrome de Down —debido a la existencia de tres cromosomas 21 en lugar de dos— (véanse figuras 1 y 2). 6. ¿Qué es un carácter hereditario y un carácter adquirido? Definimos un carácter como cada peculiaridad, cada rasgo, ya sea de forma, color, funcional, bioquímico, psicológico, etc., que presenta un individuo. Todos los individuos presentan unas características comunes que les definen como tales pero, salvo los gemelos, no hay dos individuos exactamente iguales. Las diferencias que presentamos son consecuencia directa de la heren- cia. Los caracteres son hereditarios, pero pueden estar influidos por el ambiente o incluso causados por él (por ejemplo, una talla baja puede estar causada por un gen que determina este hecho o bien por una mala nutrición en la infancia); y por el contrario, la amputación de un miembro es un carácter adquirido en el que la herencia no ha tenido nada que ver. Los caracteres que son el resultado exclusivamente de la acción del ambiente no se transmiten a los hijos, y se denominan caracteres ad- quiridos. A veces la distinción no resulta ni tan fácil ni tan evidente. Para que la variación de un carácter sea heredable tiene que afectar al material hereditario, es decir, a la información que los padres transmiten a los hijos. 7. ¿La salud se hereda? Si asumimos que la salud es la ausencia de enfermedad, abordaremos el tema al revés: ¿se heredan las enferme­ dades? Es evidente que no todas las enfermedades se he- redan, pero el hecho es que hay individuos con una cierta tendencia a enfermar y otros no. A la tendencia a enfer- mar se la denomina predisposición, y esta predisposición sí puede ser heredada. Así, de acuerdo con nuestro genoma tendremos una predisposición o no a padecer una deter- minada enfermedad. Otros ejemplos son mucho más claros: hay familias donde varios miembros han padecido una misma enfer- medad a lo largo de varias generaciones; en ese caso es manifiesto que dicha enfermedad ha sido transmitida de generación en generación y por lo tanto es heredable. 8. ¿Qué es una enfermedad hereditaria? Las enfermedades hereditarias son aquellas que están cau- sadas por alteraciones en nuestro material genético y que se transmiten de padres a hijos. Ya hemos dicho que cada individuo tiene 23 pares de cromosomas y por lo tanto dos copias de cada gen: una procedente del padre y otra de la madre. Los genes que conforman cada par contienen instrucciones para un ca- rácter. A veces contienen la misma información y a veces informaciones distintas. Cuando contienen informaciones distintas se establece una relación entre ellas: puede que ambos tengan la misma fuerza; por ejemplo, respecto al color de pelo, la mezcla de color oscuro y uno claro podría dar un color castaño. Otras veces uno manda sobre el otro, con lo que se establece una relación de dominio: por ejem- plo, unos ojos oscuros y unos claros dan como resultado unos ojos oscuros que ocultan el color claro. En este caso decimos que oscuro es dominante sobre claro. ¿Cuándo se manifestará el color claro? Tan sólo cuando ambos genes (paterno y materno) sean claros. En este caso decimos que el color claro es recesivo respecto al oscuro. 9. ¿Cómo se heredan las enfermedades? Si trasladamos estos conceptos a las enfermedades vere- mos que éstas pueden transmitirse de forma dominante o recesiva. Hablamos de una herencia autosómica dominante cuando se transmite a la descendencia con una proba- bilidad del 50% (uno de cada dos hijos). En este caso, de un progenitor afectado, tendremos la mitad de hijos La herencia como determinante de la salud Figura 2. El almacenamiento de la información genética es similar a una enciclopedia Enciclopedia Volumen Página Frase con sentido 46 cromosomas un par cromosómico gen Proteína: carácter Toda la información se encuentra en los 46 cromosomas (enciclopedia). Cada cromosoma lleva una parte de la información (un volumen de la enciclopedia).Alabrirelvolumensepuedeleerenelinterior(genes).Cuando se lee un fragmento con sentido, se entiende su significado (carácter).
  • 46. LIBRO DE LA SALUD 46 afectados, y de un individuo sano nunca tendremos hi- jos afectados. Algunos ejemplos de enfermedades trans- mitidas de forma autosómica dominante son: colesterol familiar alto, enfermedad de Huntington (un trastorno degenerativo del sistema nervioso), algunas formas de glaucoma (que causan ceguera), la polidactilia o sindac- tilia (alteración del número de dedos en las manos o en los pies), etc. (véase figura 3). Hablamos de una herencia autosómica recesiva cuando de unos padres sanos, pero portadores de un mismo gen recesivo, nacen hijos afectados. La probabi- lidad de tener un hijo afectado es del 25% (uno de cada cuatro de los hijos). Si sólo un progenitor transmite el gen del trastorno, el gen normal recibido del otro progenitor evitará que la condición se manifieste y por lo tanto no aparecerá la enfermedad. Los trastornos autosómicos re- cesivos suelen ser graves. Un ejemplo claro de herencia autosómica recesiva es la fibrosis quística, un trastorno que fundamentalmente afecta a los pulmones y el sis- tema digestivo. Es la enfermedad recesiva grave más co- mún en nuestra población, de manera que uno de cada 25 individuos es un portador sano y uno de cada 1.600 está afectado. Otro ejemplo es la fenilcetonuria, un tras- torno metabólico que causa retraso mental si no se trata al nacer y para el cual se realiza una cribra neonatal (véase figura 3). Todavía existe un tercer tipo que se denomina herencia ligada al sexo y es aquella cuyos genes están situados en los llamados cromosomas sexuales (véase figura 3). 10. ¿Cómo se transmite el sexo? ¿Quién es el responsable del sexo de los hijos? El sexo está determinado genéticamente. De los 23 pares de cromosomas hay un par que determina el sexo y está formado por los cromosomas X e Y. Las mujeres tienen dos cromosomas X y los hombres un X y unY. La mujer, al tener dos cromosomas iguales, siempre transmite a su descen- dencia un cromosoma X, por lo que es el hombre quien determina el sexo de los hijos: si transmite el cromosoma X será una niña y si transmite el cromosoma Y será un niño. El cromosoma X contiene un número muy elevado de genes y en una mujer se comporta como cualquier otro; pero el cromosoma Y contiene muy pocos genes y casi to- dos ellos dirigidos a los caracteres sexuales masculinos, por lo que en general, cuando se habla de herencia ligada al sexo, nos referimos a un trastorno causado por un gen en uno de los cromosomas X. Una madre con un gen anormal en uno de sus cromosomas X tiene una probabilidad del 50% de transmitirlo a sus hijos. Una mujer que hereda un cromosoma X con un gen de un trastorno ligado al sexo no suele presentar síntomas de la enfermedad, dado que tiene un cromosoma X de reserva con una copia normal del mis- mo gen. No obstante, los hombres que heredan un cromo- soma X con un gen alterado no tienen un segundo cromo- soma X de reserva y, por lo tanto, padecen la enfermedad. Algunos ejemplos de enfermedades heredadas si- guiendo este tipo de transmisión son: la hemofilia (proble- ma de coagulación de la sangre), el daltonismo (problema de visión que causa confusión en la distinción de los colo- res) y el síndrome del cromosoma X frágil, que es la causa más común de retraso mental. 11. ¿Un gen alterado da lugar siempre a una enfermedad? No. Hasta el momento hemos comentado una herencia que podríamos denominar monogénica (causada por un solo gen) y que sigue un tipo de herencia mendeliano, pero desgraciadamente la mayoría de las enfermedades que nos afectan siguen un tipo de herencia llamado ­poligénico multifactorial, en la que intervienen a la vez varios genes y el ambiente. 12. ¿Qué es la herencia multifactorial? La herencia poligénica multifactorial consiste en que un carácter es el resultado de la suma de la acción de varios genes más la interacción con factores ambientales. Es de- cir, hay un conjunto de genes que pueden estar situados Figura 3. Herencia mendeliana de un carácter Herencia monogénica X Padre a aAaA aAA Madre A aA a XX Y X X YY XX Y X XX X Hombre Mujer HombreMujer genotipo Fenotipo Herencia del sexoCarácter A dominante sobre a 41 2 3 a) Herencia autosómica dominante y recesiva: los caracteres son transmiti- dos de manera que los hijos heredan para un determinado carácter infor- mación del padre y de la madre. b) Herencia ligada al sexo: el padre es quien transmite el cromosomaY que determina que el hijo sea varón.
  • 47. 47 en cromosomas distintos, que opinan sobre un mismo carácter, unos a favor, otros en contra, unos pesan más y otros menos; y además el ambiente que nos rodea ejerce también un efecto positivo o negativo. Todo ello dará un resultado final y cuando éste sobrepase un determinado umbral aparecerá la enfermedad (véase figura 4). A las enfermedades que siguen este patrón se las ha denominado complejas, a diferencia de las que es- tán causadas por un solo gen. En estas enfermedades el hecho de llevar una alteración en un gen no equivale a presentar la dolencia. Los genes de uno o ambos padres pueden interaccionar entre sí y recibir la influencia de factores ambientales que los lleven a causar una anoma- lía o enfermedad. Algunos ejemplos de condiciones que se consideran causadas por herencia multifactorial son: el labio leporino y el paladar hendido, algunos defectos cardíacos congénitos, la diabetes, ciertas formas de cán- cer, la hipertensión, malformaciones del tracto genital y urinario, malformaciones del cerebro y de la médula es- pinal. También deben incluirse en este tipo de herencia condiciones normales como son la inteligencia, el peso, la altura, etc., así como nuestros comportamientos y ac- titudes sociales. 13. ¿Qué características comparten las enfermedades llamadas complejas? Las enfermedades complejas presentan las siguientes carac­terísticas: • Son muy frecuentes. • Se requiere un número elevado de genes para producir la enfermedad. • Cada uno de los genes contribuye en una parte al resultado final. • El ambiente tiene mucha influencia. • Se detectan mediante la exploración médica y puede no haber historia familiar. • Tienen poca trascendencia reproductiva. A continuación haremos un breve repaso del tipo de herencia que presenta un grupo de enfermedades que están muy extendidas en nuestra sociedad. 14. ¿Se hereda el cáncer? No hay una respuesta única. Hay cánceres familiares que sí se heredan y hay cánceres adquiridos, que no se transmi- ten a la descendencia. Se conocen genes cuya alteración da lugar a la apa- rición de un cáncer prácticamente en el cien por cien de los individuos que la portan. Así, por ejemplo, si en un indivi- duo se identifica una mutación en el gen APC (responsable de un tipo de cáncer de colon), éste tiene un 50% de riesgo de pasarlo a su descendencia, y el descendiente que lo he- rede desarrollará el mismo cáncer casi con total seguridad. No obstante, en otros cánceres, aun siendo hereditarios, la probabilidad de padecerlos no es tan alta como en el caso anterior. Por ejemplo, el cáncer de mama: una mujer con una alteración en el gen BRCA1 (responsable de cáncer de mama) tiene un 70% de riesgo de desarrollar dicho cáncer; pero a diferencia del caso anterior no es seguro que vaya a presentarlo. Por otra parte, para estos mismos cánceres (colon y mama) se conocen formas que no se repiten en la familia, y, por lo tanto, no se transmiten. Así, para un mis- mo tipo de cáncer encontramos ambas situaciones, here- dables y no heredables. 15. ¿De qué depende que un cáncer sea hereditario o no? Depende de las células a las que afecte el gen alterado. Si la alteración afecta a todas las células, incluidos los gametos (óvulo y espermatozoide), el cáncer se heredará; si, por el contrario, la alteración en el gen se limita a las células que forman el tumor (somáticas), el cáncer no se transmitirá a los descendientes. En la mayoría de los cánceres, lo que se hereda es la predisposición a padecer ese tipo de cáncer, pero para que éste aparezca debe concurrir con factores ambientales. Por ejemplo la exposición al sol ejerce un efecto sobre el cáncer de piel (melanoma); el tabaco, en el cáncer de pulmón, etc. La herencia como determinante de la salud Figura 4. Herencia poligénica multifactorial 1 2 3 4 5 6 umbral gen Dgen Cgen Bgen A Porcentaje de cada gen más el ambiente Diferentes miembros de la familia 1 2 3 4 5 6 Los genes A, B, C y D contribuyen junto con el ambiente a la aparición de unaenfermedad.Losindividuos2,3y4quesuperanelumbralmanifestarán la enfermedad y el resto, no.
  • 48. LIBRO DE LA SALUD 48 De manera que en una misma familia con dos individuos portadores de la misma mutación en el mismo gen, según su ambiente o forma de vida, uno puede desarrollar cáncer y el otro no. También puede darse la situación contraria: hay individuos que por su componente genético, por más que se expongan a un ambiente nocivo, no se ven afecta- dos, ya que su base genética actúa como protectora. Esta situación beneficiosa también puede transmitirse. 16. ¿Se heredan las enfermedades cardiovasculares? El fallo cardíaco es uno de los mayores problemas en la salud pública debido a su alta mortalidad y complicaciones aso- ciadas. Se conocen genes responsables de muchas de las alteraciones que afectan al corazón, como hipertrofia ven- tricular, disfunción sistólica, cardiomiopatía hipertrófica, rit- mo cardíaco, etc. Algunos de ellos obedecen a una herencia dominante o recesiva, pero la mayoría de las alteraciones en estos genes siguen una herencia poligénica multifactorial, es decir, la alteración de varios genes, junto con un estilo de vida determinado, predisponen a padecer la enfermedad. 17. ¿Se heredan las enfermedades neurológicas, el alzheimer, el párkinson? Se conoce un gran número de genes responsables de enfer­ medades neurológicas. Así por ejemplo hay más de vein- ticinco genes descritos como responsables de una enfer- medad rara, la ataxia espinocerebelosa, que se heredan de forma autosómica dominante; este mismo patrón lo sigue la enfermedad de Huntington, mientras que la enfermedad de Friedriech se hereda con carácter autosómico recesivo. Sin embargo, hay otro grupo de enfermedades neurológicas como son la enfermedad de Alzheimer y el párkinson, para las cuales hay descritos genes responsables que determinan la aparición de la enfermedad; y es en estos casos cuando la enfermedad es hereditaria, pero corresponde a un número muy reducido del total. La gran mayoría de los casos, tanto en la enfermedad de Parkinson como en la de Alzheimer, corresponde a las llamadas enfermedades poligénicas mul- tifactoriales, donde hay un componente genético, si bien la edad y el ambiente de­sempeñan un papel fundamental. 18. ¿Se hereda la obesidad? Se trata una vez más de una herencia poligénica multi- factorial. Ante unos padres obesos, el riesgo de que su hijo lo sea también es diez veces superior a la de la po- blación general. Aparte de la base genética común que ­determina tendencias metabólicas de acumulación de grasa, en general comparten los hábitos culturales ali- menticios y sedentarios, lo que refuerza el riesgo. En los estudios realizados, se ha estimado que el factor heredi- tario influye en la aparición de la enfermedad en un 65- 75%. Sin embargo, la herencia parece tener una influen- cia mayor en los pesos normales que en la obesidad, lo cual sugiere que el ambiente desempeña un papel im- portante en su desarrollo. La predisposición genética a la obesidad, por lo tanto, puede ser modificada por el ambiente, ya sea aumentando la ingesta calórica o redu- ciendo el gasto energético. 19. ¿Se hereda la diabetes? Existen muchos tipos de diabetes, por lo que resulta impo- sible dar una respuesta única. Entre los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad se incluye una historia familiar, por lo tanto existe un componente hereditario; y hay otros tipos como la diabetes tipo Mody, que se hereda de forma autosómi- ca dominante con un 50% de riesgo de transmitirlo a los descendientes. La diabetes del adulto está íntimamente relacionada con la obesidad porque se ha demostrado que el descenso de peso se asocia a una disminución de los ni- veles de glucosa plasmática. Se conocen genes que afectan a ambas enferme­ dades: diabetes y obesidad. 20. ¿Se heredan las enfermedades mentales como la esquizofrenia? No se conoce la causa precisa de la esquizofrenia. Se cree que un desequilibrio químico del cerebro es un factor hereditario necesario para el desarrollo de la esquizofre- nia. Sin embargo, es probable que muchos factores ge- néticos, del comportamiento y ambientales contribuyan al desarrollo de este trastorno. Hasta el momento nadie sabe con seguridad cuál es la causa. Sin embargo, aproxi- madamente una de cada diez personas con esquizofrenia tiene algún pariente que también presenta la enferme- dad, mientras que en la población general afecta a uno de cada cien individuos. Hay un alto grado de acuerdo entre psiquiatras y psicólogos en que lo heredable es la pre- disposición a la esquizofrenia. Como prueba del compo- nente hereditario sabemos que en los gemelos idénticos (lo cual significa que sus genes son también idénticos), si uno presenta la enfermedad es muy probable que el otro también la desarrolle, incluso aunque hayan vivido
  • 49. 49 en ambientes diferentes. Por el contrario, en los gemelos no idénticos, el riesgo no es mayor que el de cualquier otro hermano o hermana. Se cree que la herencia explica cerca de la mitad de los casos de esta enfermedad, pero los genes (o la combinación de genes) responsables toda- vía no han sido identificados. 21. ¿Se heredan los trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia? Tanto la anorexia nerviosa como la bulimia son trastornos alimentarios con algún componente hereditario, por tanto parece existir una predisposición genética a padecer di- chos trastornos. Los estudios llevados a cabo en familias, así como con hermanos gemelos, apuntan a que en el de- sarrollo de la enfermedad influirían en igual medida el am- biente y la herencia. 22. ¿Se heredan las drogadicciones: el alcoholismo, el tabaquismo, la ludopatía? El abuso y la dependencia de las drogas nacen o derivan de una interacción compleja entre factores ambientales y genéticos. Una vez más los estudios realizados en familias, y concretamente en gemelos, ponen de manifiesto la exis- tencia de factores hereditarios en las drogodependencias. Esto no implica que una dependencia sea un trastorno he- reditario, sino que en su aparición influyen rasgos hereda- bles como son: la sensibilidad a una sustancia, que deter- minará la presencia e intensidad de los efectos subjetivos y fisiológicos inducidos por ella, las características y curso temporal de la tolerancia y abstinencia, el metabolismo de la droga, la preferencia por una determinada sustancia, la dependencia y la vulnerabilidad. Hay factores de riesgo o de protección frente a una determinada drogodependen- cia que sí son heredables. Se calcula que la responsabilidad de los factores genéticos oscilaría entre el 30% y el 70%, según los distintos autores. 23. ¿Se hereda el asma? Un importante número de estudios muestran que hay una predisposición genética a desarrollar asma. Este hecho explica que en una familia haya varias personas con asma y explica por qué la probabilidad de tener asma aumen- ta si un padre la tiene y más aún si ambos progenitores la ­padecen. Pero los aspectos genéticos son muy complejos y no sólo dependen de un único gen, ya que el asma es una enfermedad poligénica, donde hay gran multitud de factores ambientales que la pueden desencadenar. 24. ¿Se hereda la hipertensión? La práctica médica cotidiana enseña que la hipertensión arterial está, en parte, relacionada con el modo de vida, aunque también presenta características hereditarias. El interrogatorio a los pacientes hipertensos demuestra que en aproximadamente la mitad de los casos, al menos una persona entre los parientes de primer grado (padres, her- manos e hijos) es hipertensa. En estos momentos no hay un gen único o algu- nos genes que permitan explicar, por sí mismos, gran parte de la hipertensión arterial, sino que existe una multitud de genes de susceptibilidad, cuyo efecto, probablemente, puede ser modificado por el medio ambiente (estrés, actividad física, alimentación, estado hormonal en la mujer), y que probablemente sean di- ferentes en función del origen étnico de la población estudiada. 25. ¿Se heredan las enfermedades infecciosas? ¿Y el sida? Las infecciones no se heredan. Pero sí es verdad que algu- nos individuos tienen una inmunidad frente a determina- das enfermedades infecciosas, de manera que a pesar de entrar en contacto con el agente causal, no enferman. Pues bien, en general, este factor sí se hereda. Podríamos repasar una larga lista de enfermedades y siempre encontraríamos que una parte de ellas están in- fluidas por nuestro material hereditario. Si consideramos la salud como la ausencia de enfermedad, tendríamos que concluir que hay un componente hereditario que determi- na nuestra salud, pero está influido por el ambiente que nos rodea. 26. ¿Puede un individuo saber qué enfermedades ha heredado o qué enfermedades puede transmitir? No es posible tener un conocimiento general, es decir, no se puede estudiar cada genoma y ver qué pasa. Lo que sí puede hacerse es realizar diagnósticos genéticos cuan- do hay una sospecha de una determinada enfermedad o cuando hay antecedentes familiares. 27. ¿Qué es el diagnóstico genético? El estudio del material genético, ya sea el ADN o bien los cromosomas, permite hacer un diagnóstico de algunas enfermedades hereditarias. Existen diferentes tipos de diagnóstico: La herencia como determinante de la salud
  • 50. LIBRO DE LA SALUD 50 • Confirmación diagnóstica: ante un diagnóstico clínico determinado, el estudio genético puede confirmar o descartar dicho diagnóstico. • Diagnóstico de portadores: se realiza a individuos clínicamente sanos, pero con riesgo de transmitir la enfermedad a sus descendientes. En muchos casos no existe otra manera de determinar si son portadores o no. • Diagnóstico presintomático: capacidad de ha- cer un diagnóstico antes de manifestar sínto- mas de la enfermedad. Ante unos anteceden- tes familiares, y conocida la alteración que cau- sa una determinada enfermedad de aparición tardía en una familia, se puede realizar el estu- dio genético a un miembro que tenga riesgo de padecer la enfermedad debido a la posición que ocupa en el árbol genealógico. Por ejem- plo, en una enfermedad autosómica dominan- te, los descendientes pueden ser estudiados antes de que aparezca la enfermedad. En este caso, si se detecta la anomalía genética, el indi- viduo va a desarrollar la enfermedad con total seguridad; y si no se detecta la alteración, no la desarrollará. • Diagnóstico prenatal: ante unos antecedentes familiares y conocida la alteración que causa una determinada enfermedad en una familia, se ofrece realizar un diagnóstico durante el emba- razo para confirmar o descartar la enfermedad en un feto. 28. Con un diagnóstico prenatal ¿se pueden descartar todas las enfermedades? No. En el diagnóstico citogenético prenatal (por amniocen- tesis o biopsia corial) se descartan las anomalías cromosó- micas más frecuentes como el síndrome de Down, pero no se descartan enfermedades causadas por mutaciones en genes, a no ser que se realicen estudios expresamente dirigidos a su detección en casos en los que existan ante- cedentes familiares. 29. Actualmente, ¿qué enfermedades se pueden diagnosticar mediante el diagnóstico genético? El número de enfermedades es muy elevado, más de mil, pero todas ellas son las causadas por un solo gen. El es- tudio genético de las enfermedades complejas por el mo- mento no está disponible. 30. Una vez diagnosticada la propensión a padecer una determinada dolencia, ¿es posible modificar esa predisposición? En estos momentos no es posible variar el material gené- tico de un individuo. La posibilidad de variarlo es lo que se denomina terapia génica. 31. ¿En qué consiste la terapia génica? La terapia génica consiste en sustituir un gen alterado de un individuo por uno que funcione correctamente. Aun- que existen numerosos estudios y éxitos parciales al res- pecto, actualmente no es posible ofrecerla a los pacientes como tratamiento; por lo tanto, en general hemos de decir que no se puede variar el material genético, pero existe la esperanza de poder hacerlo. 32. ¿Qué beneficio comporta conocer de antemano la predisposición a padecer una determinada enfermedad? ¿Hay inconvenientes? El diagnóstico presintomático o de susceptibilidad puede suponer un beneficio para el paciente ya que puede reali- zar unos controles médicos que impliquen un diagnóstico precoz de la enfermedad, lo cual le supondrá un beneficio ­directo.Enloscasosenlosquenoexistetratamientonibene- ficio médico, es el paciente quien debe decidir si quiere co- nocer o no su estado de posible afectado y valorar los benefi- cios o inconvenientes que esto pueda reportarle en su vida. A medida que comprendemos y conocemos más el genoma humano y las relaciones que se establecen entre los caracteres determinados por los genes y el ambiente que los rodea, aumenta la evidencia de que la mayoría de las enfermedades están influidas por alteraciones hereda- bles en la estructura o función de los genes. El diagnóstico genético no es una técnica de futuro sinounarealidadyunaprácticahabitual.Numerososprofesio- nalescomoneurólogos,ginecólogos,hematólogos, pediatras, dermatólogos o nefrólogos conocen lo que puede ofrecerles el diagnóstico genético y se benefician de ello en su práctica clínica. En estos momentos, como su nombre indica, es una herramienta diagnóstica más, de la que el médico debe apro- vecharse; las familias deben ser asesoradas con consejo gené- tico y beneficiarse del diagnóstico pre- y posnatal. Los estudios actuales están enfocados a identificar genes que estén implicados en la predisposición de las en- fermedades complejas. En un futuro no muy lejano se utilizará la información genéticaparaeldiagnósticoytratamientodelasenfermedades.
  • 51. 51 La herencia como determinante de la salud Glosario ADN (ácido desoxirribonucleico): es la molécula que contiene información genética. Es uno de los componentes fundamentales de los cromosomas. Tiene una estructura de doble cadena y la in- formación está cifrada en cuatro bases: A (adenina), T (timina), C (citosina), G (guanina). La secuencia de estas bases es la que da la información, mediante un código de lectura. Ataxia espinocerebelosa: incluye un grupo de enfermedades neurodegenerativas que afectan al cerebelo y que dan lugar a marcha anómala. Cromosoma: estructura contenida en el núcleo celular, formada por ADN y proteínas, en la que los genes se disponen de forma lineal uno al lado del otro. Enfermedad hereditaria: la que se origina a causa de un gen ­alterado que se transmite de generación en generación. Fenotipo: expresión observable del genotipo, como rasgo mor- fológico, bioquímico o molecular. Gen: la unidad física fundamental y funcional de la herencia. Un gen está formado por una secuencia de ADN que se localiza en un punto determinado del cromosoma. Genoma: todo el material genético contenido en los cromoso- mas de un organismo en particular. Genotipo: constitución genética de un individuo, bien colectiva- mente en todos los genes, o más comúnmente, refiriéndose a un solo gen. Herencia autosómica: los caracteres que se encuentran en los cromosomas que son iguales tanto en el hombre como en la mu- jer (los pares del 1 al 22) se llaman autosomas, y la herencia de estos caracteres se denomina autonómica. Herencia ligada al sexo: la mayoría de caracteres que determi- nan la diferenciación sexual (hombre-mujer) se encuentran situa- dos en los cromosomas sexuales o gonosomas X e Y. La herencia de los genes localizados en estos cromosomas se denomina he- rencia ligada al sexo. Herencia mendeliana: forma en que se transmiten los rasgos de padres a hijos a través de los genes. El nombre viene del científico que las postuló, el monje Gregor Mendel (1822-84), sobre la base de sus investigaciones sobre cruces entre diversas clases de gui- santes. Entre los ejemplos de herencia mendeliana están la auto- sómica dominante, la autosómica recesiva y la ligada al sexo. Bibliografía Comisión Europea. Factores determinantes de la salud. http://ec.europa. eu/health/ph_determinants/life_style/lifestyle_es.htm. Nacer sano. http://www.nacersano.org/centro/9259_9981.asp. Salud y Medicina.http://www.saludymedicinas.com.mx/homesubcanal. Sociedad Española de Genética. http://mendel.ugr.es/seg/. —. «La genética en España». http://www.es.embnet.org/~genus/ genes.html. • La herencia no es un determinante único de la salud, pero sí constituye una base importante. • Hay enfermedades que se transmiten de padres a hijos con una herencia clara. • Las enfermedades que más nos afectan, como cáncer, hipertensión, obesidad o diabetes, entre otras, se pro- ducen como resultado de la interacción de varios genes y el ambiente que nos rodea. • Para muchas de las enfermedades, lo que se hereda es una susceptibilidad a padecerlas. • Las técnicas utilizadas en el diagnóstico de las enferme- dades hereditarias están dirigidas al estudio del mate- rial genético siguiendo dos vías: a) Cariotipo: estudio de los cromosomas (véanse figuras 1 y 2); debe utilizarse un tejido que se encuentre en división (tejido vivo), que pueda hacerse crecer in vi- tro (cultivo celular en el laboratorio), como por ejem- plo, sangre o piel, para observar los cromosomas durante la división celular. Mediante está técnica se detectan las anomalías cromosómicas que dan lugar, por ejemplo, al síndrome de Down. b) Estudio molecular: estudio del ADN (véanse figuras 1 y 2); puede utilizarse cualquier tejido que conten- ga células con núcleo, pero no es necesario hacer un cultivo, por lo que puede extraerse de una man- cha de sangre o semen o incluso de un hueso de una momia. Mediante está técnica se detectan las anomalías en los genes que permiten el diagnósti- co de las enfermedades genéticas, por ejemplo, la fibrosis quística. Resumen
  • 53. 53 Capítulo 4 El medio ambiente como determinante de la salud Dr. Jordi To-Figueras Doctor en Ciencias Biológicas. Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Toxicología de la Universidad de Barcelona 1. ¿Cómo influye el medio ambiente sobre la salud? El medio ambiente es principalmente fuente de salud. La vida sobre la Tierra se desarrolla gracias a la aporta- ción armoniosa de la energía que proviene del sol, el proceso de fotosíntesis de las plantas, la generación de oxígeno, el agua, los nutrientes, los ritmos y ciclos naturales, las gradaciones climáticas y la diversidad. Sin embargo, el mismo medio que es fuente de vida puede ser, con relativa frecuencia, generador de per- turbaciones que ponen en peligro la salud humana. Catástrofes naturales, erupciones volcánicas, huraca- nes, inundaciones, terremotos o epidemias se presen- tan como dañinas alteraciones de un ciclo natural que en modo alguno puede considerarse un sistema cerra- do y estable. En la misma naturaleza vegetal y animal existen potentes elementos (plantas y setas tóxicas, insectos y serpientes venenosas) que han constituido un peligro ancestral para la especie humana. La acción del hombre ha logrado en muchos casos anticiparse y vencer a catástrofes naturales y enfermedades. Sin embargo, ha sido, a la vez, fuente añadida de inéditos peligros para la salud. Se calcula actualmente que un buen número de enfermedades se derivan directa o indirectamente de la contaminación ambiental. Pro- blemas que van desde la contaminación microbiana del agua potable a la presencia de productos tóxicos en el aire suponen peligros que podrían ser evitables con el desarrollo de programas de saneamiento y preven- ción a gran escala. 2. ¿Qué es la contaminación ambiental? Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el medio ambiente de agentes (físicos, químicos o biológi- cos) que pueden ser nocivos para la salud de las personas, producir daño a la vida animal o vegetal, o alterar negati- vamente el equilibrio natural. La vida sobre la Tierra se desarrolla gracias a la aportación de la energía que proviene del Sol, el proceso de fotosíntesis de las plantas, la generación de oxígeno, y otros elementos básicos.
  • 54. LIBRO DE LA SALUD 54 La contaminación puede afectar fundamentalmente al aire (contaminación atmosférica); al agua de ríos, mares, lagos o aguas subterráneas (contaminación hídrica); y a los suelos y por extensión a todo tipo de organismo vivo que se desarrolla en el medio. Las fuentes principales de contami- nantes provienen de la combustión de carbón y derivados del petróleo, fugas radiactivas, residuos urbanos, emisiones industriales y del uso de plaguicidas y fertilizantes en la agri- cultura. Los contaminantes a su vez pueden clasificarse se- gún su origen en: químicos (plaguicidas, metales, plásticos, hidrocarburos);físicos(radiaciones,calor,ruido);ybiológicos (materia orgánica, residuos fecales, bacterias, virus, hongos). La contaminación suele asociarse a las actividades humanas aunque también debe considerarse una contaminación ori- ginada por alteraciones naturales (erupciones volcánicas, incendios forestales, erosión de los suelos, contaminación de las aguas por fenómenos geológicos, etc.). 3. ¿La contaminación produce directamente efectos adversos sobre la salud? La contaminación ambiental puede afectar a la salud de formas diversas, directa e indirectamente. Hay efectos di- rectos como los que pueden producir determinados con- taminantes atmosféricos (irritación, asma), alimentarios (intoxicación), acústicos (sordera) o radiaciones (cáncer). Sin embargo, la contaminación también puede producir alteraciones ambientales que sólo indirectamente afectan a la salud de las personas. La destrucción de la capa de ozo- no estratosférica, con el consiguiente aumento de radia- ciones que llegan a la Tierra, o los gases que aumentan el efecto invernadero y pueden producir un cambio climático serían ejemplos de este tipo de efectos indirectos. Altera- ciones ecológicas, pérdida de la biodiversidad, cambios en las poblaciones animales y vegetales, lluvias ácidas o inver- siones térmicas también pueden indirectamente afectar negativamente a la salud de las personas. 4. ¿Cuáles son actualmente los contaminantes químicos más significativos? Algunos de los contaminantes que actualmente suscitan más preocupación son los siguientes: • Derivados de la combustión de derivados del pe- tróleo como los óxidos de azufre (SOx); óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2 ), hidrocarburos aromáti- cos policíclicos (HAP). • Contaminantes atmosféricos secundarios como el ozono(O3 )olosderivadosdelperoxiacilo(PAN),con- taminantes industriales como las dioxinas (PCDD), bifenilos policlorados (PCB), plásticos, plomo, cad- mio, mercurio, o clorofluorocarbonos (CFC). • Fertilizantes agrícolas y sus derivados como los ni- tratos (NO3 ) y el óxido nitroso (N2 O) y plaguicidas (DDT, hexaclorobenceno, organofosforados). • Fugas radiactivas. Algunos de los elementos más peligrosos son el cesio137 y el estroncio90 . 5. ¿Son todas las personas igualmente sensibles a la contaminación ambiental? No. Por regla general siempre hay algunos colecti- vos de personas más sensibles a los efectos tóxicos de los contaminantes. Se trata de personas de edad avanzada o de niños, mujeres embarazadas o perso- nas que tienen alguna enfermedad respiratoria o del corazón. En algunos casos no se conoce la causa de esta mayor sensibilidad. En otros, se sabe que hay causas genéticas que hacen que algunas personas eliminen de forma lenta algunas sustancias y que, en La contaminación puede afectar al agua de ríos, mares, lagos o aguas subterráneas (contaminación hídrica). La contaminación de los ríos es un problema de gran importancia, que puede tener consecuencias directas sobre nuestra salud.
  • 55. 55 consecuencia, el proceso de desactivación tóxica del organismo no sea lo suficientemente eficaz. Durante la gestación, el feto puede ser especialmente sensi- ble a determinados productos tóxicos que pueden no afectar a la madre pero sí alcanzar a través de la circulación materna el sistema nervioso u otros ór- ganos del feto. Se pueden producir, por ello, efectos como malformaciones en el recién nacido o altera- ciones posteriores en el desarrollo. Para algún tipo de exposición tóxica incluso se ha demostrado que la exposición química en el útero materno puede producir cáncer durante la vida adulta. Las normati- vas de seguridad y protección ambiental se ejecutan actualmente teniendo en cuenta esta existencia de una franja de personas con elevada susceptibilidad a los contaminantes. 6. ¿Qué es la contaminación atmosférica? El término se refiere a la alteración de la composición de la atmósfera por la presencia de gases o partículas en suspen- sión en proporciones distintas a las naturales. La principal fuente antropogénica de contaminantes son los motores de automóviles, centrales térmicas, calefacciones y activi- dades industriales en la medida que utilizan combustibles de origen fósil como la gasolina, el petróleo, el carbón o el gas. Los contaminantes se encuentran en forma de gas (O3 , NO, NO2 , CO, SO3 , HAPs) o de partículas sólidas (aerosoles) que quedan en suspensión en el aire. La contaminación atmosférica puede tener carácter local, cuando los efectos ligados al foco se sufren en sus inmediaciones, o planeta- rio, cuando, por las características del contaminante, se ve afectado el equilibrio general del planeta y de zonas ale- jadas de las que contienen los focos emisores. El tipo más comúnmente reconocido de contaminación del aire en las grandes ciudades es la niebla tóxica (smog). Se distinguen dos formas: el llamado smog industrial, donde predominan derivados de la combustión del carbón como el hollín o los derivados del azufre; y el llamado smog fotoquímico, típico de ciudades muy soleadas y con un gran parque de vehícu- los. En este último predominan el ozono y otros derivados que se forman por reacciones producidas por la luz solar al incidir sobre contaminantes primarios como los óxidos de nitrógeno. El verano es la peor estación para este tipo de polución; y, además, algunos fenómenos climatológicos, como las inversiones térmicas, pueden agravar este pro- blema en la medida que dificultan la renovación del aire y la eliminación de los contaminantes. 7. ¿Cuáles son los peligros de la contaminación atmosférica con predominio de ozono? Un aumento significativo de las concentraciones de ozono por encima de los límites aceptables (especialmente du- rante los meses de verano) puede causar efectos negati- vos sobre la salud, como irritación del sistema respiratorio y los ojos. El ozono también causa constricción bronquial, inflamación pulmonar y aumenta el número y gravedad de las crisis asmáticas en las personas que padecen esta enfermedad. Puede empeorar también enfermedades pul- monares crónicas, tales como el enfisema y la bronquitis. Además, los estudios en animales sugieren que el ozono reduce la capacidad del sistema inmunológico para defen- derse de infecciones bacterianas en el sistema respiratorio. Estos efectos se consideran de corto plazo, porque cesan una vez que el individuo ya no está expuesto a los niveles elevados de ozono. Sin embargo, se está investigando la posible existencia de efectos tóxicos a largo plazo como consecuencia de una exposición al ozono moderada, pero durante tiempo prolongado. No todas las personas son igualmente susceptibles al ozono. Los niños, las personas que realizan ejercicio al aire libre o aquellas con enferme- dades respiratorias son más susceptibles a la contamina- ción por smog fotoquímico. En algunos casos aparecen personas con elevada susceptibilidad sin causa conocida. 8. ¿Puede tener efectos sobre la salud el hecho de respirar aire del interior de un edificio? Recientemente se ha reconocido el llamado síndrome del edificio enfermo (SEE). Con este nombre se denomina a un conjunto de síntomas que presentan individuos que ocu- pan durante muchas horas determinados edificios. Sus ocupantes presentan quejas referentes a su salud en una proporción mayor a la que sería razonable esperar, y las causas son difíciles de identificar. En general los síntomas no van acompañados de ninguna lesión orgánica, por lo que se diagnostica a menudo el síndrome por exclusión. Estos edificios comparten algunas características comu- nes, como son el hecho de poseer sistemas de ventilación forzada con recirculación parcial del aire, ser herméticos, con aire acondicionado, y con una elevada relación entre superficie interior y volumen. Los síntomas más significa- tivos del SEE incluyen: irritación de ojos, nariz y garganta; sensación de sequedad en membranas, mucosas y piel; ronquera; respiración dificultosa; erupciones cutáneas, hi- persensibilidadesinespecíficas;náuseas,mareosyvértigos; dolor de cabeza; fatiga mental; y una elevada incidencia El medio ambiente como determinante de la salud
  • 56. LIBRO DE LA SALUD 56 de infecciones respiratorias y resfriados. Frecuentemente se presentan sólo algunos de estos síntomas. Las causas del SEE no están completamente esclarecidas, pero se sos- pecha que quizá concurran múltiples factores aditivos que pueden darse en este tipo de edificios como: • Contaminantes producidos por la respiración de los propios habitantes como dióxido de carbono (CO2 ). • Humo de tabaco ambiental (proveniente de algún fumador), que contiene miles de compuestos, en- tre ellos, monóxido de carbono (CO) y aldehídos altamente irritantes. • Formaldehído, vapores, polvos y fibras derivados de los materiales de construcción y decoración del edificio. • Contaminantes desprendidos por fotocopiadoras (ozono) o productos de limpieza. • Contaminantes provenientes del exterior que se han introducido dentro del edificio (hidrocarbu- ros aromáticos policíclicos, SO2 , etc.). También hay que considerar posibles contami- nantes biológicos (bacterias, virus, hongos, ácaros), que pueden ser responsables de enfermedades infecciosas y alergias, y otros factores que son capaces de actuar adi- tiva o sinérgicamente en el SEE, como las alteraciones lumínicas, ruidos y vibraciones excesivos, temperatura y humedad relativa inadecuadas, deficiente ventilación o incluso estrés laboral. 9. ¿Qué es el asbesto? ¿Es peligroso para la salud? El asbesto (amianto) es el nombre asignado a un grupo de materiales como la amosita, la crisolita y la crocidoli- ta. Se trata de fibras largas, resistentes e incombustibles que han sido utilizadas en materiales de construcción, te- chado y pisos, construcción naval, productos de fricción y cemento para reforzar tuberías. Aunque actualmente su uso está restringido, las fibras de asbesto pueden pasar al aire a causa de la degradación de construcciones y edifi- cios antiguos. Las fibras (especialmente las de diámetro pequeño) pueden permanecer suspendidas en el aire por largo tiempo y ser transportadas a largas distancias. No se degradan ni se destruyen y por ello quedan inaltera- das por largo tiempo. La exposición laboral a asbestos ha disminuido sensiblemente en las últimas décadas, pero aún puede haber exposición relativamente importante durante demoliciones o reparación de edificios antiguos. Ha habido ocasionalmente casos de personas expuestas dentro del hogar por habitar viviendas deterioradas. El agua potable puede contener ocasionalmente pequeñas cantidades de asbesto provenientes de fuentes naturales o de cañerías de cemento. Las fibras de asbesto suelen entrar en el organismo por inhalación, pudiendo llegar a las zonas profundas del aparato respiratorio, depositar- se en los alvéolos y desencadenar una respuesta celular. La inhalación de asbestos puede producir lesiones en el pulmón y en la pleura en forma de una enfermedad co- nocida como asbestosis. Esta dolencia se ha manifesta- do en trabajadores expuestos al asbesto, pero raramente en la población general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido al asbesto como un potente carcinógeno y está demostrado que inhalar sus fibras au- menta el riesgo de padecer cáncer de pulmón y un tipo de cáncer de pleura llamado mesotelioma. Este tipo de cáncer tiene un tiempo de latencia largo y sólo se mani- fiesta después de varios años de contacto con las fibras de amianto. La combinación de exposición al asbesto y consumo de tabaco es especialmente peligrosa, ya que aumenta considerablemente las posibilidades de desa- rrollar cáncer de pulmón. 10. ¿Qué es el agujero del ozono? Cuando está presente en las zonas de la atmósfera más cercanas a la superficie, el ozono es un contaminante que suele formar parte del smog fotoquímico. Sin embar- go, este mismo gas se encuentra en la estratosfera (11- 50 km desde la superficie) y desempeña un importante papel protector al impedir que radiaciones ultravioletas dañinas provenientes del Sol lleguen a la superficie de la Tierra. En la década de 1980 se descubrió que la capa de ozono estratosférica estaba reduciéndose muy nota- blemente por la acción de los clorofluorocarbonos (CFC) emitidos a la atmósfera. Los CFC (también llamados freo- nes) se utilizaban hasta fechas recientes como propelente en los aerosoles y en aplicaciones industriales como re- frigerantes, espumas aislantes y disolventes. Los CFC son transportados por fuertes vientos hacia la estratosfera, en un proceso que puede tardar de dos a cinco años. Allí se descomponen y liberan cloro, el cual ataca el ozono. Cada átomo de cloro actúa como catalizador, combinándose y descomponiendo repetidamente hasta 100.000 molé- culas de ozono durante el tiempo que permanece en la estratosfera. La reducción de la capa de ozono aumenta el nivel de radiación ultravioleta que llega a la superficie
  • 57. 57 de laTierra, lo cual, a su vez, puede incrementar las proba- bilidades de que las personas sufran una exposición ex- cesiva. Ello puede generar un mayor número de enferme- dades como el cáncer de piel, la catarata o alteraciones del sistema inmunitario. El Protocolo de Montreal (1987) inició una reducción significativa de la emisión de CFC a escala mundial. 11. ¿Qué es el efecto invernadero? El efecto invernadero es un fenómeno natural por el que determinados gases evitan que una parte del calor recibido por la Tierra desde el Sol deje la atmósfera y vuelva al espacio. Esto calienta la superficie de la Tierra permitiendo un adecuado equilibrio térmico que a su vez favorece el desarrollo de la vida animal y vegetal. Sin embargo, determinadas actividades humanas pueden generar gases en exceso, acrecentando el efecto inverna- dero. ­Algunas de ellas, como las que implican la quema de combustibles fósiles emiten gases que producen este efecto, y muchos expertos consideran que como conse- cuencia de ello se está produciendo un cambio climático y un calentamiento global del planeta. Los principales gases en este capítulo son los CFC, el dióxido de carbono (CO2 ), el metano (CH4 ) y el óxido nitroso (N2 O). Aunque el CO2 no es tóxico en sí (y de hecho favorece el crecimien- to de las plantas), su producción en exceso debido a las actividades humanas contribuye muy significativamente al calentamiento global. Por ello, el Protocolo de Kioto (1997) estableció un calendario de reducción de las emi- siones de este gas a escala mundial. El metano (CH4 ) se origina en el ganado vacuno, por la fermentación entéri- ca de alimentos por parte de las bacterias en los tractos digestivos de los animales; otra fuente es la descomposi- ción de estiércol animal, y los arrozales anegados donde los microorganismos descomponen la materia orgánica y producen gases. El uso de fertilizantes, por otra parte, aumenta las emisiones de N2 O. El nitrógeno, que contie- nen muchos abonos y fertilizantes minerales y orgánicos, incrementa los procesos naturales de nitrificación y des- nitrificación que producen las bacterias en el suelo. Estos procesos convierten parte del nitrógeno en N2 O que se libera a la atmósfera. 12. ¿Hay contaminación ambiental por sustancias radiactivas? Diversos isótopos radiactivos se encuentran de forma natural en el medio, dado que algunas rocas y suelos desprenden isótopos que pasan a la atmósfera. Existe también una radiactividad proveniente del Sol y los rayos cósmicos. Así, es normal que los seres humanos estén ex- puestos a unos niveles basales de radiactividad natural. Ello no supone peligro, salvo que en algunas áreas se con- centren de forma especial. En algunas zonas geográficas puede haber un grado de radiactividad natural más alta atendiendo a una determinada composición geológica. Se ha puesto de manifiesto, por ejemplo, en algunos países con abundantes suelos graníticos, la presencia de radón222 . En algunas edificaciones se ha detectado este radioisótopo en forma de polvo del interior doméstico proveniente de suelos y materiales. A la radiactividad natural se añade, sin embargo, la contaminación de origen antropogénico. Los radio- elementos se producen en procesos de fisión nuclear y pueden liberarse al medio ambiente y entrar en las ca- denas alimentarias a partir de contaminación originada por ensayos atómicos, accidentes nucleares o desechos radiactivos. Los más importante isótopos en este con- texto son el yodo131 , cesio137 , cesio134 , estroncio90 y plu- tonio239 . Accidentes como el ocurrido en la central nu- clear de Chernóbil (Ucrania, antigua URSS, 1986) dieron lugar a una nube radiactiva que se extendió a miles de kilómetros, contaminando países de todo el hemisferio norte y provocando graves enfermedades en miles de personas. La peligrosidad intrínseca de estos elementos es muy alta, dado que emiten radiaciones ionizantes que interaccionan con las células y pueden desencade- El medio ambiente como determinante de la salud Las fuentes principales de contaminantes provienen de la combustión de carbón y derivados del petróleo, fugas radiactivas, residuos urbanos, emisiones industriales y uso de plaguicidas y fertilizantes en la agricultura.
  • 58. LIBRO DE LA SALUD 58 nar graves enfermedades como el cáncer o tener efec- tos negativos sobre la reproducción. Su vida radiactiva es muy larga y además se acumulan en el organismo humano. Por ejemplo, el yodo131 tiende a acumularse en la glándula tiroides; el cesio137 se acumula en los teji- dos blandos, y el estroncio90 , que tiene una semivida de desintegración de 28 años, se intercambia con el calcio en el hueso y se integra en el tejido aumentando signifi- cativamente el riesgo de aparición de cáncer (osteosar- coma, cáncer que afecta a los huesos) y anemia aplásica (insuficiencia en la capacidad de producción celular de la médula ósea, lo cual afecta a todos los tipos de célu- las sanguíneas). 13. ¿Los campos electromagnéticos son peligrosos? Los campos eléctricos y magnéticos son fenómenos na- turales; el Sol y las estrellas emiten radiación de baja in- tensidad, y en la atmósfera existen cargas eléctricas que generan campos magnéticos a los que, aunque invisibles, estamos sometidos permanentemente. Estos campos se hacen mucho más intensos, por ejemplo, durante las tor- mentas eléctricas. El campo magnético terrestre provoca la orientación de las brújulas en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo utilizan para orientarse. A estos cam- pos eléctricos y magnéticos naturales se han unido, con el desarrollo tecnológico, un amplio número de campos arti- ficiales, creados por maquinaria industrial, líneas eléctricas, electrodomésticos (televisores, hornos microondas), esta- ciones de radio, radares, antenas y telefonía móvil que nos exponen a diario a una radiación adicional. A diferencia de las radiaciones ionizantes que trans- miten energía suficiente como para romper los enlaces químicos (ionización), dañar el material genético de la cé- lula y producir cáncer, los campos electromagnéticos emi- ten ondas de baja energía que son demasiado débiles para producir daño a nuestras células, denominándose, por este motivo, radiaciones no ionizantes. Aunque se ha apuntado la posibilidad de que las personas que residen en las proximidades de las líneas de alta tensión, o estén expuestas por motivos profesio- nales a campos electromagnéticos de una cierta intensi- dad, puedan tener un mayor riesgo relativo de padecer Niebla tóxica. Es el llamado smog, contaminación industrial y urbana donde predominan los derivados de la combustión del carbón como el hollín o los derivados del azufre. Los campos electromagnéticos emiten ondas de baja energía que son demasiado débiles para producir daño a nuestras células. No existe, hasta el momento, una base científica sólida que permita confirmar la asociación entre este tipo de radiaciones y el cáncer.
  • 59. 59 leucemia, tumores cerebrales u otros cánceres, no existe, hasta el momento, una base científica sólida que permita confirmar estas asociaciones. Igualmente, investigaciones que buscaban alguna asociación entre el uso de teléfonos móviles y los tumores del cerebro han arrojado, hasta el momento, resultados negativos. 14. ¿Qué es la contaminación acústica? La contaminación acústica o ruido excesivo es un proble- ma de primera magnitud en la mayoría de las grandes ciudades y puede acarrear problemas que oscilan entre la simple incomodidad y los daños irreversibles en el sis- tema auditivo. A diferencia de otros tipos de contamina- ción, tiende a ir en aumento y adquiere una relevancia ­creciente. Se denomina ruido urbano (o ambiental) al rui- do emitido por todas las fuentes a excepción de las in- dustriales. Las fuentes principales son el tránsito motor, ferroviario y ­ aéreo, las construcciones, obras públicas y locales de ocio, entre otras. En el interior de los edificios son los sistemas de ventilación, las máquinas de oficina o los artefactos domésticos. La presión acústica se mide en decibelios (dB) y los especialmente molestos son los que corresponden a los tonos altos (dBa). A partir de 45 dBa aparece un malestar manifiesto, y con 65 dBa la comuni- cación verbal se hace extremadamente difícil. La presión del sonido se vuelve potencialmente dañina desde los 75 dBa y dolorosa alrededor de los 120 dBa. Una expo- sición repentina a más de 160 dBa, como consecuencia, por ejemplo, de una explosión, puede llegar a perforar el tímpano y causar lesiones irreversibles. La medición del impacto del ruido es compleja, pues depende no sólo de la intensidad de picos sonoros concretos sino también de la duración, frecuencia y prolongación del ruido excesivo. También influye la relación de ruido día/noche, la posibili- dad de descanso y recuperación, etc. Por ello los organis- mos internacionales como la OMS han definido diversas fórmulas que cuantifican el volumen de ruido a que está sometida una persona. De forma general, diversas estima- ciones sitúan el límite saludable alrededor de los 65 dBa, valor que, sin embargo, a menudo es sobrepasado en las grandes concentraciones urbanas. Las consecuencias de la contaminación acústica sobre la salud son diversas e importantes: pérdida de au- dición (sordera) transitoria o irreversible, dolor de cabeza, trastornos del sueño, irritabilidad, aceleración o agrava- miento de trastornos mentales latentes, disminución del rendimiento escolar o laboral, hipertensión y efectos car- diovasculares, estrés, fatiga, problemas digestivos, altera- ciones metabólicas de la glucosa y colesterol. Este conjun- to de efectos guarda una cierta proporcionalidad con la magnitud del ruido y el tiempo de exposición, siendo es- pecialmente evidente en aquellas personas que viven cer- ca de carreteras, aeropuertos o industrias. Los subgrupos más vulnerables a la contaminación acústica los constitu- yen las personas con problemas médicos (hipertensos), convalecientes, con antecedentes de hipoacusia, niños y ancianos. También el feto durante la gestación es sensible al ruido ambiental excesivo. 15. ¿Puede haber nitratos en el agua potable? Puede haber nitratos en las aguas de abastecimiento pú- blico debido a la contaminación de las aguas naturales, especialmente las subterráneas, por compuestos nitroge- nados. Las causas más habituales de contaminación son los efluentes orgánicos de las explotaciones ganaderas, la lixiviación de vertederos (líquido que se escurre de un vertedero cuando entra agua en él y que recoge materias contaminantes al hacerlo), el vertido de aguas residuales o las prácticas de abonado con fertilizantes nitrogenados. Todas las personas pueden, eventualmente, sufrir efectos adversos causados por un exceso de nitratos en el agua que beben; sin embargo algunos grupos de población, como los lactantes alimentados exclusivamente con le- che artificial, las mujeres embarazadas o las personas con trastornos gástricos son especialmente susceptibles. El principal efecto tóxico derivado de la ingestión de nitra- tos es un incremento de metahemoglobina en la sangre, una hemoglobina oxidada incapaz de fijar y transportar oxígeno a los tejidos. La primera manifestación clínica de esta alteración es la cianosis, generalmente asociada a una tonalidad azulada de la piel. Los lactantes expuestos a nitratos a través del agua contaminada son especial- mente sensibles a la aparición de este efecto (síndrome del lactante cianótico). Por otro lado, la ingestión excesi- va de nitratos a largo plazo podría causar cáncer, ya que éstos pueden reaccionar con compuestos endógenos (aminas y amidas) y formar derivados carcinogénicos en el propio estómago. Para prevenir los efectos agudos en los neonatos, la OMS establece un valor máximo orien- tativo de 50 mg/L de nitratos en el agua de consumo. Cualquier persona incluida en los grupos de población de riesgo debería abstenerse de beber y preparar alimen- tos con agua que supere este límite. Un eventual exceso de nitratos en las aguas de abastecimiento no limita, sin El medio ambiente como determinante de la salud
  • 60. LIBRO DE LA SALUD 60 embargo, su utilización para otros usos domésticos que no impliquen la ingestión, como ducharse, limpiar la ropa o lavar los utensilios de cocina. 16. ¿Contiene productos tóxicos la leche materna? La leche materna es un excelente alimento, saludable y protector para el lactante. No obstante, puede vehicu- lar sustancias tóxicas que sean solubles en las grasas. Es bien conocido que si una madre consume determinados fármacos o drogas, éstos pueden transportarse a través de la leche materna y ser ingeridos por el lactante. Sin embargo, aun en ausencia de este tipo de consumos, la leche de todas las mujeres de los países industrializados contiene concentraciones apreciables de los llamados productos orgánicos persistentes (POP). Este grupo inclu- ye los compuestos organoclorados de origen industrial como las dioxinas (policlorodibenzodioxinas, PCDD), los bifenilos policlorados (PCB) y plaguicidas como el DDT y sus derivados (DDE). Esta presencia de contaminantes en la leche materna se explica por el hecho de que estos productos se encuentran de forma universal en compo- nentes habituales de la dieta (especialmente en la carne y el pescado) y que una vez ingeridos se acumulan en las grasas del organismo. De allí pasan con facilidad a la leche y en consecuencia al lactante. La concentración de POP en los tejidos y la leche materna ha disminuido sensiblemente en los últimos años; sin embargo, dado el riesgo a largo plazo de algunas de estas sustancias aun a concentraciones bajas, diversas directivas europeas están en marcha para reducirla al máximo posible. De cualquier modo, el consenso científico indica que los be- neficios demostrados de la alimentación natural siguen siendo claramente superiores a los hipotéticos riesgos asociados a estos contaminantes. 17. ¿Qué son las dioxinas? Son un grupo de sustancias químicas de carácter orgá- nico que poseen una estructura química similar y una elevada capacidad de persistencia ambiental. Además de las dioxinas (PCDD) existen dos familias más de produc- tos como son los policlorobifenilos (PCB) y los policloro- dibenzofuranos (PCDF) que comparten muchas propie- dades con las dioxinas, y por ello el impacto de las tres familias a veces se evalúa colectivamente. Las dioxinas pueden formarse en pequeñas cantidades durante cier- tos procesos de incineración o quema de materiales que contengan cloro o derivados. Por ello pueden generarse, por ejemplo, en procesos de incineración incontrolada de basuras, plásticos o residuos industriales. Una vez li- beradas, las dioxinas presentan una gran capacidad de distribuirse por el aire y ser captadas por los suelos y los seres vivos. Tienen una especial afinidad por las grasas de los animales y los peces. Ello provoca que se encuentren, aunque habitualmente en cantidades mínimas, en nume- rosos componentes que son parte de nuestra alimenta- ción básica. 18. ¿Hay concentraciones peligrosas de dioxinas en el cuerpo humano? Setratadeuntemamuydebatidoysobreelcualloscientífi- cos no han llegado aún a conclusiones definitivas. Aunque, en general, en los países industrializados los niveles am- bientales de dioxinas tienden a disminuir, su persistencia y su tendencia a la bioacumulación hace hoy prácticamen- te imposible poder sustraerse a la ingestión de pequeñas cantidades de dioxinas que están presentes en alimentos especialmente ricos en grasas de origen animal. Una vez ingeridas, las dioxinas pasan al torrente circulatorio y tien- den a acumularse en el tejido adiposo e hígado. A partir de aquí existe la incógnita de saber si este efecto acumulativo puede a largo plazo causar enfermedades. Las investigaciones en animales de experimenta- ción han revelado que las dioxinas son potentes sustancias tóxicas. En concreto, la tetraclorodibenzo­dioxina (TCDD) se ha mostrado especialmente peligrosa. La exposición a dosis altas en animales de laboratorio ha demostrado que la TCDD puede inducir varios tipos de cáncer, además de alteraciones endocrinas, del aparato reproductor y del sis- tema inmunológico. En algunos casos donde los trabaja- dores han estado expuestos a dosis relativamente altas de dioxinas y productos similares, se ha detectado un cierto aumento de casos de cáncer. Por ello la OMS ha clasifica- do la TCDD como un carcinógeno. Sin embargo, la dosis de dioxinas a que está expuesta la población general de los países industrializados es sensiblemente más baja que la utilizada con animales de experimentación y también que aquella que se presenta en los casos de exposición indus- trial. Así, aunque no se puede excluir totalmente la posi- bilidad, no está demostrado un aumento de la incidencia de enfermedades por causa de las dioxinas presentes en la dieta. Aun así, y ante la notable incertidumbre, los acuer- dos y las agencias internacionales recomiendan medidas tendentes a disminuir y minimizar la exposición a éstas y otras sustancias orgánicas persistentes.
  • 61. 61 19. ¿Ha habido situaciones en que las personas hayan estado expuestas a altas concentraciones de dioxinas? Históricamente ha habido dos episodios. En la pobla- ción italiana de Seveso (1976) hubo un accidente en una planta química y se liberó a la atmósfera una nube de gas que contenía elevadas concentraciones de TCDD. Centenares de personas y miles de animales estuvieron durante un tiempo en contacto con la mezcla tóxica. Ello desencadenó una grave alarma sanitaria. Un núme- ro importante de personas padeció, como consecuen- cia, un tipo especial de acné denominado cloracné. Sin embargo, el paso de los años no puso de manifiesto un alarmante incremento de los casos de cáncer, anomalías congénitas u otras enfermedades en la población afec- tada o en sus descendientes. El segundo episodio tuvo lugar durante la guerra de Vietnam (1961-1971). El ejército norteamericano imple­ mentó un programa destinado a deforestar y destruir la jungla, lanzando, desde el aire, toneladas del llamado agente naranja sobre vastas zonas del territorio viet- namita. Éste estaba formado por una mezcla de herbi- cidas que contenía además TCDD. Según estimaciones posteriores, varios millones de personas, entre civiles y militares, pudieron recibir el impacto directo del agente naranja, incluyendo personal militar del Ejército de Esta- dos Unidos. Los efectos sobre las personas expuestas y sus descendientes, especialmente la aparición de graves casos de malformaciones, está evaluándose actualmen- te y puede arrojar luz sobre el potencial tóxico de las dioxinas en el hombre. 20. ¿Qué es el DDT? El DDT (diclorodifeniltricloroetano) es uno de los com- puestos de mayor importancia entre los sintetizados por el hombre, y a la vez uno de los más controvertidos. En la década de 1940 se descubrió que atacaba de forma letal el sistema nervioso de los insectos. A partir de la Segunda Guerra Mundial y durante varias décadas, el DDT fue el insecticida más utilizado tanto en el ámbito doméstico como en la agricultura en la mayor parte del mundo. A su acción insecticida se debe en gran parte el hecho de que la malaria haya sido virtualmente erra- dicada de la mayor parte de Europa y Estados Unidos. No se conocieron por otra parte, durante los años de su uso casi universal, episodios de intoxicaciones agudas graves o mortales en las personas. Por ello llegó a ser considerado uno de los milagros de la ciencia moderna y un producto químico extraordinariamente benefactor. Sin embargo, a finales de la década de 1970 se puso de manifiesto que el DDT era un producto ­extremadamente persistente en el medio ambiente y capaz de acumular- se en suelos, plantas y animales. El libro Silent Spring (Primavera silenciosa) publicado por Rachel Carson en 1962, causó un enorme impacto en Estados Unidos, por cuanto anticipaba muchos de los temas controvertidos sobre el DDT que aún perduran en nuestros días. Según la autora, el uso masivo de DDT estaba envenenando de forma irreversible el medio ambiente y creando las con- diciones para la emergencia de problemas crónicos de salud irreversibles en las actuales y futuras generaciones. La convulsión que generó en la opinión pública la publi- cación de Silent Spring fue uno de los estimulantes para el nacimiento del potente movimiento medioambiental norteamericano que después traspasó las fronteras y llegó a Europa. 21. ¿Por qué se prohibió el DDT? El descubrimiento que más impactó a la opinión pú- blica fue conocer que el DDT persistía durante años en el medio ambiente y sufría un proceso de biomagni- ficación en la cadena alimenticia. Así, cantidades re- lativamente pequeñas del insecticida que llegaran a contaminar los océanos o lagos podían traducirse en una acumulación mayor en los peces de aquel hábitat. A continuación, aves predadoras que se nutrían de pe- ces podían acumular concentraciones de DDT enormes en comparación con las existentes inicialmente en el agua. Este proceso, evidentemente, afectaba al hom- bre como máximo predador y organismo superior de la cadena trófica. En efecto, los análisis efectuados a personas de países donde se utilizaba el insecticida mostraron que había acúmulos apreciables (especial- mente en el tejido adiposo) de DDT. Ello provocó la prohibición en cadena del DDT en la mayoría de los países europeos y en Estados Unidos a partir de 1970, y su sustitución por los plaguicidas organofosforados. El uso restringido se mantiene sin embargo en diver- sos países tropicales castigados por la malaria. La ex- traordinaria persistencia y la capacidad de difundirse por corrientes aéreas y marinas han hecho del DDT un contaminante universal, presente virtualmente en to- dos los rincones del planeta, incluidos aquellos donde nunca fue utilizado. Se ha encontrado DDT en peces y El medio ambiente como determinante de la salud
  • 62. LIBRO DE LA SALUD 62 aves que viven en zonas remotas, áreas desiertas, en la Antártida y en el fondo de los océanos. Un análisis de tóxicos en sangre de cualquier persona, independien- temente de su estilo de vida u origen, aún revela in- defectiblemente (décadas después de la prohibición) la presencia de DDT y su principal metabolito (DDE) en el torrente circulatorio. Esta extraordinaria persis- tencia del DDT obliga a estar alerta sobre riesgos po- tenciales, aún desconocidos, de este producto sobre la salud humana. 22. ¿Puede la acumulación de plaguicidas causar cáncer? A partir de la década de 1970 y del descubrimiento de su capacidad de acumulación, el DDT ha sido considerado sospechoso de producir enfermedades a largo plazo y especialmente cáncer. En diversos ensayos en los cuales se ha sometido a roedores a dosis altas y repetidas, se ha podido observar que el DDT induce la formación de tu- mores en el hígado. Sin embargo, la extrapolación de los estudios en animales de experimentación a los huma- nos es a menudo difícil y no exenta de incertidumbre. Por otra parte, los estudios epidemiológicos que se han llevado a cabo en humanos son menos precisos, dado que algunos se han realizado con personas implicadas en la manufacturación y aplicación de plaguicidas y, por lo tanto, expuestas simultáneamente a diversas sustan- cias. Aun así, algunos estudios en humanos han relacio- nado la acumulación de DDT con el cáncer de hígado o de páncreas. Sin embargo, muchas veces los resultados iniciales no han podido ser confirmados por estudios posteriores. Por ello, un grupo de la Agencia Internacio- nal para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) afirmó en 1991 que la relación entre DDT y cáncer en el hombre no estaba suficientemente probada. Más recientemente, diversos investigadores han sugerido la posibilidad de que el DDT y otros plaguicidas organoclorados puedan tener alguna acción hormonal y actuar como lo que se denomina un disruptor endocrino (una especie de hor- mona anómala). Si ello fuera cierto, el DDT o el DDE po- drían favorecer algunos tipos de cáncer (como el cáncer de mama), que están relacionados con las hormonas. 23. ¿Qué son los metales no esenciales? Algunos de los metales son esenciales en el sentido de que son imprescindibles para la vida y el buen funcio- namiento del cuerpo humano. Su carencia es la causa de enfermedades muy comunes. En este grupo se en- cuentra el hierro, el cinc, el magnesio, el cobre o el sele- nio. Su exceso puede producir también patologías. Así, por ejemplo, hay enfermedades que se derivan de la deficiencia de hierro (anemia ferropénica) y otras que se derivan de su acumulación excesiva en el organis- mo (hemocromatosis). Pero hay otros metales que no son necesarios para el organismo y son llamados no esenciales. Aunque frecuentemente se encuentren en el organismo humano, no realizan ninguna función fi- siológica y su presencia se explica como efecto colate- ral de la contaminación atmosférica o de los alimentos. Su presencia no solamente no es imprescindible para el organismo, sino que constituye, en general, un riesgo para la salud. En caso de encontrarse eventualmente en concentraciones elevadas en la sangre o los tejidos pueden ser causa de graves intoxicaciones. Éste es el caso de metales pesados como el plomo, el arsénico, el cadmio o el mercurio. 24. ¿De dónde proviene el plomo? El plomo (Pb) es un metal pesado que se encuentra de forma natural en el medio ambiente y la corteza terrestre. Es abundante en yacimientos y como parte integrante de minerales como la galena o la cerusita. El plomo es conocido desde la Antigüedad y ha sido utilizado en múltiples aplicaciones, como por ejemplo la fabricación de baterías, municiones, productos de metal (soldaduras y cañerías) y en láminas de protec- ción contra los rayos X. Puede encontrarse igualmente en el vidrio, pinturas y cerámicas. Hasta fecha relativa- La introducción de la gasolina sin plomo ha significado un cambio de tendencia que ha permitido observar una disminución del plomo en sangre, por primera vez en muchas décadas.
  • 63. 63 mente reciente, un derivado del plomo (tetraetilo de plomo) se utilizó como antidetonante de la gasolina, provocando un sensible aumento de la contaminación ­atmosférica en las grandes ciudades. El plomo es un metal no esencial para el organismo humano. A pesar de ello, cantidades apreciables del metal se encuentran en los tejidos debido a que muchos alimentos contie- nen cantidades significativas de plomo. También inha- lamos plomo a través del aire. Por registros fósiles se conoce que la contaminación atmosférica por plomo aumentó con la revolución industrial a finales del siglo xix y principios del xx. Este incremento resultó paralelo (y causal) a un aumento del plomo en sangre de muchas poblaciones del planeta, especialmente en las grandes ciudades y núcleos industriales. La presencia de plo- mo en la gasolina y en las emisiones provenientes del tráfico rodado contribuyó a este aumento de forma no- table. La introducción de la gasolina sin plomo ha sig- nificado, por el contrario, un cambio de tendencia y ya se ha observado en diversos estudios una disminución del plomo en sangre por primera vez en muchas déca- das. Ocasionalmente, concentraciones altas de plomo pueden encontrarse en el agua de cocina por efecto de la corrosión de cañerías antiguas que contengan plo- mo. Algunos recipientes de cerámica pueden también liberar plomo. Asimismo, el manejo de chatarra y pie- zas, especialmente si hay calentamiento, libera plomo. El contacto mano-boca con algunas pinturas utilizadas en edificios y hogares es igualmente peligroso. En edi- ficios antiguos, los suelos y el polvo doméstico pueden ser una vía importante de contacto con el plomo, espe- cialmente para la población infantil. 25. ¿Qué tipo de riesgo supone el plomo? Una intoxicación aguda grave por plomo es actualmen- te un hecho raro. Ocasionalmente puede producirse en determinados ámbitos laborales donde se manejan ma- teriales sin las normas de protección y calidad exigidas por las normativas vigentes. La preocupación principal en la actualidad la constituyen los efectos de contami- nación que afectan a la población general. Aunque esta contaminación sea pequeña, el plomo entra en el orga- nismo por vía respiratoria o digestiva y de allí pasa al torrente circulatorio, distribuyéndose por la mayoría de los órganos. El plomo tiene una alta afinidad por el teji- do óseo y dentario, depositándose en gran proporción en los huesos largos donde el metal permanece acumu- lado durante años. El plomo puede afectar a casi todos los órganos y sistemas del cuerpo, pero muy especial- mente al sistema nervioso. La exposición a este metal también produce un pequeño aumento de la presión arterial, sobre todo en personas de mediana edad y de edad avanzada, y puede causar anemia. Actualmente, la mayor causa de preocupación es que la pequeña pero continua exposición a que está expuesta la población general pudiera ser la causa de un deficiente desarrollo intelectual de los niños, bastante más vulnerables, al en- contrarse su sistema nervioso en pleno desarrollo y ser su organismo más propenso a absorber el plomo que el de los adultos. 26. ¿Estamos en contacto con el arsénico? La fuente ocasional de arsénico para la población ge- neral la constituye la existencia de aguas subterráneas que contienen el metal, por contacto con rocas volcáni- cas ricas en derivados de arsénico. Este fenómeno, de- nominado hidroarsenicismo, es muy raro en Europa; sin embargo, en determinados países en vías de desarrollo ha producido episodios de intoxicación masiva. El arsé- nico se presenta en la Naturaleza en distintas formas, y el trióxido de arsénico es el más peligroso. La ingestión crónica de esta forma de arsénico produce a largo plazo cáncer de piel (escamoso, no melanoma). A diferencia del plomo, el arsénico no se acumula en los huesos, pero sí en el cabello y las uñas. 27. ¿El pescado contiene mercurio? Efectivamente, el pescado puede contener pequeñas concentraciones de una forma de mercurio denomina- do metilmercurio. Sin embargo, esta contaminación es objeto de vigilancia por parte de distintas agencias na- cionales e internacionales y no constituye en general un riesgo, siempre que no se sobrepasen los límites estable- cidos. Cuando hay concentraciones altas, el metilmer- curio presenta un elevado riesgo tóxico principalmente para el sistema nervioso. El feto y los niños son especial- mente sensibles. Se trata de un compuesto que puede formarse en el medio ambiente por acción bacteriana a partir de formas elementales del metal. El metilmercurio presenta una elevada capacidad de bioacumulación en la cadena alimentaria. Un ejemplo de ello lo constituye el brote tóxico de Minamata (Japón), entre 1954 y 1960, por consumo de pescado contaminado por emisiones in- dustriales de metilmercurio. El medio ambiente como determinante de la salud
  • 64. LIBRO DE LA SALUD 64 Glosario Metales: elementos que tienen determinadas propiedades físico- químicas comunes, entre las que destacan, en especial, la capaci- dad de ser buenos conductores del calor y la electricidad y la de formar aleaciones. Los metales se agrupan en la tabla periódica de los elementos y aquellos que presentan una elevada densidad se denominan pesados. Destacan por su elevada toxicidad los si- guientes: plomo, cadmio, mercurio, talio. En algunas ocasiones, la denominación de metales tóxicos incluye algún semimetal como el arsénico. Organoclorado: producto químico orgánico compuesto por un esqueleto de átomos de carbono, en el cual algunos de los áto- mos de hidrógeno unidos al carbono han sido reemplazados por átomos de cloro. La denominación engloba plaguicidas como el DDT o residuos industriales como las dioxinas. Plaguicida: el término plaguicida o pesticida se aplica a aquellas sustancias (principalmente) químicas que se utilizan para combatir alosseresvivosquepuedanconsiderarseunaplaga,generalmente en el contexto de la agricultura. Se clasifican en: insecticidas (con- tra los insectos); fungicidas (contra los hongos); herbicidas (contra las malas hierbas); o rodenticidas (contra los roedores). También pueden ser utilizados para el control de vectores (especialmente los mosquitos) de enfermedades humanas o animales. Radiactividad: fenómeno físico natural por el cual algunas sus- tancias, llamadas radiactivas, emiten radiaciones en forma de ondas electromagnéticas (de rayos X o rayos gamma), o bien en forma de partículas (núcleos de Helio, electrones o positrones, protones u otras). Tóxico (toxicidad, intoxicación): del griego toxon, ‘punta de fle- cha’ y, por extensión, ‘veneno que se aplica en la punta de la fle- cha’, es toda sustancia química que, administrada a un organismo vivo, tiene efectos nocivos. La toxicidad resulta de una interacción entre la sustancia química y el organismo, por lo que ésta variará según la especie, el tiempo de exposición, la edad, la vía de admi- nistración y la concentración (dosis). Bibliografía Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. http://www.iarc.fr/. Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. http://www.epa.gov/ espanol/. Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov/spanish/ambiental.htm. Ministerio de Salud y Consumo. Saludambientalylaboral. http://www. msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/home.htm. OMS (Organización Mundial de la Salud). Listado de enfermedades. http://www.who.int/topics/es/. Ruidos.org. Contaminación acústica. http://www.ruidos.org/. • Un número importante de enfermedades se deriva di- recta o indirectamente de la contaminación ambiental. Los contaminantes pueden ser químicos (plaguicidas, metales, hidrocarburos); físicos (radiaciones, calor, rui- do) o biológicos (materia orgánica, residuos fecales, bacterias, virus, hongos). • No todos los individuos son igualmente sensibles a la contaminación ambiental: hay personas más suscepti- bles y otras más resistentes por causas diversas. • La principal fuente de contaminación atmosférica son los automóviles, centrales térmicas, calefacciones y acti- vidades industriales. Los contaminantes se encuentran en forma de gas (O3 , NO, NO2 , CO, SO3 ) o en forma de partículas sólidas en suspensión. • Las sustancias radiactivas ambientales más peligrosas son el yodo131 , cesio137 , cesio134 , estroncio90 y plutonio239 , que emiten radiaciones ionizantes y pueden producir graves enfermedades como cáncer o trastornos reproductivos. • La acumulación en los tejidos de metales tóxicos (Pb, Hg) y productos orgánicos persistentes (dioxinas, PCB) cons- tituye a largo plazo un significativo riesgo para la salud. • Diversos gases como los clorofluorocarbonos (CFC), el dióxido de carbono (CO2 ), el metano (CH4 ) y el óxido nitroso (N2 O) producidos, en parte, por activi- dades humanas, contribuyen al llamado efecto inver- nadero. Ello puede comportar en el futuro grandes cambios en el clima y una mayor incidencia de nume- rosas enfermedades. Resumen
  • 65. 65 Capítulo 5 El estilo de vida como determinante de la salud Dr. Andreu Prat Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Salud Pública de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué se entiende por estilo de vida? El conjunto de hábitos y conductas que modulan nuestra actividad cotidiana y rigen nuestra forma de afrontar los requerimientos, exigencias y retos que se nos presentan durante las diferentes etapas de nuestra vida. 2. ¿En qué se fundamenta la importancia del estilo de vida para nuestra salud? Los niveles de salud de las personas están determinados por cuatro factores esenciales: el primero es la herencia genética, con un peso específico del 27%; el segundo es el medio ambiente o entorno en que se vive, que in- fluye el 19%; el tercer factor es el sistema sanitario, que aporta el 11%; y en cuarto lugar nos encontramos con el estilo de vida individual, que representa el 43% y es, por lo tanto, el primer aspecto que debe considerarse dada su importancia cuantitativa como determinante de la salud. La buena noticia del tema radica en que su control o influencia depende esencialmente de nosotros mismos. Patrones de conducta basados en promover determinados hábitos saludables, y en eliminar ciertas costumbres noci- vas, configuran un estilo de vida que, positiva o negativa- mente, pueden condicionar nuestra salud. De nuestra fuerza de voluntad y compromiso perso- nal depende fomentar los primeros y evitar los segundos. 3. ¿Qué factores deben considerarse en un estilo de vida saludable? Un estilo de vida saludable está integrado por una conjun- ción de factores que deben funcionar de forma armoniosa y completa. La tabla 1 muestra las principales considera- ciones para una vida saludable. 4. ¿Hay factores indirectos que pueden influir facilitando la adopción y seguimiento de un estilo de vida saludable? El aprovechamiento de las posibilidades que actualmen- te ofrecen los conocimientos médicos a favor de una vida sana está condicionado por factores sociales, de índole educativa y cultural. Una dotación de recursos intelectua- les sólida y variada facilita los esfuerzos dirigidos a cambiar nuestras conductas. En consecuencia, todas aquellas ini- ciativas y actividades destinadas al fomento de la educación TABLA 1. Factores condicionantes del estilo de vida Dieta Tabaco Alcohol Dependencias por consumo de sustancias de abuso Actividad física Conducta sexual
  • 66. LIBRO DE LA SALUD 66 sanitaria de la población en relación con este tema resul- tan de gran relevancia social. 5. ¿Qué influencia puede tener un estilo de vida en la salud de un individuo concreto? En primer lugar debe hacerse un diagnóstico inicial de situación sobre su estado de salud para, posteriormente, establecer cuáles son los niveles de bienestar físico y de bienestar emocional (véase figura 1) que configuran su si- tuación actual. En otros capítulos de este libro obtendrá infor- mación más específica y detallada de las características y recomendaciones para cada aspecto del estilo de vida en particular. 6. ¿Se debe mantener una dieta equilibrada? Una dieta variada integrada predominantemente por ali- mentos frescos y muchas frutas y verduras representa un beneficio para la salud. En cambio, una alimentación ba- sada en alimentos procesados, pobre en fibra y abundante en grasas y azúcares está totalmente desaconsejada. Cuestiones que pueden ayudar a perfilar esta di- mensión, y cuya respuesta afirmativa generalizada debería hacernos reconsiderar nuestro estilo de vida al respecto se- rían: ¿suprimo alguna comida? (el desayuno, por ejemplo), ¿consumo diariamente galletas, golosinas o chocolate?, ¿ingiero alguna cosa antes de acostarme?, ¿como habitual- mente en restaurantes?, ¿utilizo frecuentemente estable- cimientos de comida rápida?, ¿vuelvo a engordar en poco tiempo tras haber realizado un régimen determinado? 7. ¿Se debe practicar alguna actividad física? La realización de cualquier tipo de ejercicio físico durante un tiempo mínimo de veinte minutos, tres veces por se- mana, mejora el bienestar general de la persona. Ayuda a controlar el estrés y a reducir el riesgo de desarrollar deter- minadas enfermedades. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la prác- tica deportiva saludable requiere de la observancia de unas normas de seguridad propias para evitar lesiones y accidentes (precalentamiento previo, estiramientos, ele- mentos de protección...). Una valoración inicial favorable de este compo- nente sería la respuesta afirmativa a preguntas como: ¿soy capaz de subir tres pisos de escaleras sin que me falte el aliento y sin agotarme?, ¿acostumbro a caminar o ir en bi- cicleta para desplazamientos breves, en lugar de coger el coche o el transporte público? 8. ¿Fumar es malo para la salud? El hábito del tabaco constituye la primera causa prevenible de muerte prematura en las sociedades desarrolladas. Fu- mar es uno de los factores de mayor riesgo en el desarrollo delcáncerdepulmón,laenfermedadpulmonarobstructiva crónica y las enfermedades del aparato cardiocirculatorio, Figura 1. Beneficios del estilo de vida positivo ESTiLO DE ViDA POSiTiVO BiENESTAr FÍSiCO BiENESTAr EMOCiONAL Una dieta variada, integrada predominantemente por alimentos frescos y muchas frutas y verduras, representa un beneficio para la salud. Determinados hábitos, como el ejercicio físico regular y moderado, configuran un estilo de vida saludable.
  • 67. 67 entre los problemas de salud más conocidos. Sin embargo, son numerosas y variadas las patologías y alteraciones re- lacionadas con el consumo de tabaco (véase tabla 2). El abandono del tabaco es una de las inversiones más rentables que una persona puede realizar para mejorar su salud: los riesgos sanitarios relacionados con el tabaco se reducen y equiparan con el tiempo a los riesgos propios de las personas no fumadoras. Así, por ejemplo, el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón en no fumadores es igual al ries- go que tienen los ex fumadores a los 10-15 años de haber abandonado el hábito de fumar. El número de cigarrillos por día, la franja horaria del inicio diario en el consumo, la im- posibilidad de cumplir la normativa de no fumar en lugares cerrados, así como la persistencia del consumo durante la enfermedad, son indicios de una dependencia a la nicotina que requiere de un tratamiento especializado. 9. ¿Debe mantenerse el consumo de alcohol dentro de los límites recomendados? Si cada unidad de consumo habitual de alcohol (etanol) en las bebidas alcohólicas es de unos 10 gramos aproxi- madamente, una ingesta semanal total inferior a los 140­ gramos (dos vasos de vino o similar al día, siempre que no se tenga que conducir después) constituye el límite en el que el beneficio del alcohol superaría a la nocividad para la salud, por lo que se consideraría aceptable. Aunque existe controversia, no se debe recomendar la ingesta de alcohol a los no bebedores. En resumen: si no se bebe, es bueno para la salud; si se bebe con moderación (20-30 g/día) seguramente tam- bién es bueno para la salud. Cualquier ingesta de alcohol que supere estos límites es perjudicial. Sin embargo, hay que saber, en cuanto al consu- mo de alcohol, que la percepción interior de una ingesta anómala, la vivencia de sentimientos de culpabilidad o disgusto y la reacción airada ante comentarios del en- torno son elementos indicativos de una probable depen­ dencia psicológica. 10. ¿Qué sustancias de consumo pueden desarrollar dependencia? Un notable número de sustancias puede ocasionar, si su consumo es habitual, el desarrollo de un síndrome de dro- godependencia lento e insidioso en la vida de la persona. La necesidad de aumentar progresivamente el consumo para conseguir el mismo efecto (tolerancia), y la aparición de sintomatología cuando se necesita la sustancia y no se dispone de ella (síndrome de dependencia) son, entre otras, características que perfilan una dependencia (véan- se tabla 3 y capítulo 10). Estas sustancias pueden tener sobre el sistema ner- vioso un efecto depresor (tranquilizantes, hipnóticos, opiá- ceos), estimulante (cocaína, anfetaminas), o de perturba- ción sensorial (alucinógenos tipo LSD, cannabis tipo hachís y marihuana, drogas de síntesis tipo éxtasis o eva). El estilo de vida como determinante de la salud TABLA 2. Enfermedades relacionadas con el tabaco Cánceres: pulmón, bronquios, laringe, esófago, faringe, cavidad oral, vejiga urinaria, páncreas, riñón Cardiocirculatorias: cardiopatía isquémica, patología vascular cerebral, vasculopatía periférica Respiratorias: bronquitis crónica y enfisema Afecta negativamente el curso clínico de la diabetes, ulcus gastroduodenal y asma bronquial Se recomienda la práctica de estiramientos antes y después del ejercicio físico. TABLA 3. Características de una dependencia Tolerancia Síndrome de abstinencia Incremento objetivo del consumo en el tiempo Fracasos previos en el control del consumo Repercusión en las actividades habituales Continuidad en el consumo tras reconocerse el problema
  • 68. LIBRO DE LA SALUD 68 Algunas de ellas pueden originar el denominado fenómeno del flash back o reaparición espontánea de la experiencia alucinógena sin consumo previo de la sustan- cia responsable. 11. ¿Cuáles son las medidas de protección necesarias durante una relación sexual de riesgo? Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) constitu- yen un grupo de enfermedades de naturaleza infecciosa en las que el contagio a través de las relaciones sexuales es destacable, si bien en algunas de ellas este mecanismo no sea el único ni el más importante. La tabla 4 muestra las ETS más habituales según el tipo de agente infeccioso responsable. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otras enfermedades infecciosas, el haber contraído una ETS no provee de inmunidad o protección futura contra ella. Asimismo, unos hábitos sexuales considerados de riesgo (véase tabla 5) pueden comportar la infección por más de una ETS al mismo tiempo, ya que no son mutua- mente excluyentes, sino más bien de tendencia acumu- lativa. De esta particularidad se deriva la importancia de realizar, ante la identificación inicial de una ETS, un diag- nóstico exhaustivo que descarte otras infecciones conco- mitantes que precisen pautas terapéuticas diferentes. En ocasiones su sintomatología es muy inespecífica o inexistente (40% de portadores), con lo que la adopción de medidas protectoras de barrera (preservativos) resulta clave para una prevención eficaz. A un nivel más general, la información y la educación sanitaria de las personas con factores de riesgo han de estar destinadas a procurar el conocimiento de los mecanismos de transmisión de estas enfermedades, la identificación o alerta ante los primeros síntomas, la eficacia de los métodos barrera y la existencia de vacunas (antihepatitis A y antihepatitis B). 12. ¿Cómo se valoran los niveles de bienestar físico? El bienestar físico es el resultado de un estilo de vida razo- nable y de una adecuada aplicación de los conocimientos proporcionados por la moderna medicina preventiva para la conservación de la salud. Un primer paso es conocer el his- torial o antecedentes clínicos de los familiares más pró­ximos. Enfermedades cardíacas a temprana edad (menos de 50 años), hipertensión arterial, diabetes, cáncer de mama, cán- cercolorrectaloglaucomaocularsonejemplosdeproblemas de salud con una predisposición familiar que debe ser tenida en cuenta. El cuidado personal en relación con la salud bu- codental (higiene dental diaria y revisiones odontológicas), TABLA 4. Enfermedades de transmisión sexual más habituales Bacterias: sífilis, gonococia, chancro blando, uretritis y cervicitis por Chlamydia, vaginosis y granuloma inguinal Virus: hepatitis, sida, herpes genital, condilomas Protozoos: vaginitis y uretritis por tricomonas Hongos: vulvovaginitis y balanoprostatitis por cándidas Artrópodos: pediculosis púbica y sarna TABLA 5. Hábitos sexuales de riesgo Personas sexualmente activas sin pareja estable Promiscuidad (parejas sexuales distintas en períodos breves de tiempo) Prostitución (ejercicio/utilización) Drogadicción por vía parenteral Clases de yoga y de chikung a la salida del trabajo en un hospital. Aprender a relajarse y a analizar los conflictos desde una perspectiva más amplia pueden ser técnicas muy útiles para alcanzar el bienestar emocional.
  • 69. 69 el conocimiento del propio cuerpo a través del autoexamen (piel, mamas, testículos), la realización de exámenes preven- tivos cuando se posee un perfil de riesgo (vacunaciones, ma- mografías, citologías), y el empleo racional de medicamentos siempre bajo la prescripción facultativa son situaciones que también contribuyen a un óptimo bienestar físico. 13. ¿Cómo se valoran los niveles de bienestar emocional? Un estilo de vida saludable ayuda a disfrutar también de equilibrio emocional, contrapunto esencial del bienestar físico para una salud completa. Un primer elemento de consideración es la propia imagen (autoestima). El hecho de tener un bajo concepto de sí mismo no es recomendable, y habría que identificar qué aspectos o facetas pueden ser mejorables mediante retos individuales que contribuyan a un crecimiento personal. Otra faceta es la relativa a las relaciones afectivas. Gran parte de las dificultades existentes en las parejas se debe a la falta de comunicación, o bien a la incapacidad de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona. También hay que incluir en este ámbito la forma en que se afrontan las situaciones de estrés: tensión, irritación, resentimiento, vivencia de descontrol de la propia vida, indecisión... Aprender a relajarse y a valorar los conflictos desde una perspectiva más general pueden ser técnicas de gran utilidad. Finalmente, hay que aprender a detectar los esta- dos de ansiedad, resultado de una tensión elevada y pro- longada o del padecimiento de grandes temores. La preo- cupación por cosas o hechos en realidad triviales, el insom- nio, las sobrecargas personales en la toma de decisiones, la inquietud, sudoración y agitación ante determinadas situaciones son señales de alerta que deben tomarse seria- mente en consideración. Glosario Bienestar emocional: equilibrio psicológico que complementa el bienestar físico para lograr un estado positivo de salud integral. Integra la autoestima, las relaciones afectivas, el control del estrés y la detección de la ansiedad. Bienestar físico: resultado de un estilo de vida saludable com- pletado con la aplicación de los métodos de la medicina clínica preventiva actual. Incluye los antecedentes familiares de enfer- medad, la higiene individual, los exámenes preventivos y la utili- zación racional de los medicamentos. Determinantes de la salud: factores que configuran el estado de salud de las personas. Son fundamentalmente cuatro: herencia genética, medio ambiente, sistema de salud y estilo de vida. Estilodevidasaludable:patronesdeconductabasadosenpromover determinadoshábitosdesaludyeneliminarciertasconductasnocivas. Factores del estilo de vida saludable: mantener una dieta ade- cuada y una actividad física regular y moderada, evitar el tabaco, el alcohol y el consumo dependiente de sustancias de abuso, así como observar una conducta sexual segura. Bibliografía Comisión Europea. Estilos de vida saludable. http://ec.europa.eu/ health/ph_determinants/life_style/lifestyle_es.htm. Marías, I., y M. Cruz Molina. «Salud y estilos de vida». http://www. xtec.es/~imarias/estilos.htm. Medicina de Familia.Portaldeinformaciónparapacientesyprofesionales. http://www.medicinadefamilia.net. Ministerio de Sanidad y Consumo. http://www.msc.es. Unión Europea. Portal de salud pública de la Unión Europea. http:// health.europa.eu. El estilo de vida como determinante de la salud • El estilo de vida es el mayor determinante de nuestra salud. Integra el conjunto de hábitos y conductas que modulan nuestra vida diaria. • Un estilo de vida saludable está configurado fundamen- talmente por el mantenimiento de una dieta alimenti- cia suficiente y equilibrada, la abstinencia de tabaco, el consumo muy moderado de alcohol, la observancia de un patrón de utilización supervisado y controlado de ciertas sustancias, y la práctica de una actividad física regular y de una conducta sexual segura. • El disfrute de unos niveles de bienestar tanto físico como psíquico elevados es el resultado más probable de un estilo de vida saludable. Resumen
  • 71. la prevención y la promoción de la salud
  • 73. 73 La falta de actividad física destruye las buenas con- diciones de todo ser humano, mientras que el mo- vimiento y el ejercicio físico metódico lo preservan. Platón 1. ¿Por qué es tan importante mantenerse activo físicamente? Lo decía Hipócrates (460-377 a. de C.): «Todas las partes del cuerpo tienen una función; si las utilizamos y las ejercita- mos con moderación, se mantienen sanas y bien desarro- lladas, envejeciendo lentamente. Si no se usan, son más propensas a la enfermedad, tienen un desarrollo deficiente y envejecen rápidamente». Y el tiempo le ha dado la razón. Actualmente es indiscutible, y los estudios científicos así lo demuestran, que la práctica de una actividad física regular reduce el riesgo de muerte prematura y contribuye a la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares y otras dolencias crónicas como la osteoporosis, la hiperten- sión arterial, la diabetes, el cáncer de mama y el cáncer de colon. Pero también reduce el riesgo de infarto cerebral, disminuye las cifras de colesterol total y los triglicéridos y aumenta las lipoproteínas de elevada densidad (HDL) —el conocido como colesterol bueno—, contribuye a mantener y conseguir el peso ideal, a sentirse bien y reducir la sensa- ción de estrés, a construir y mantener huesos, músculos y Capítulo 6 El ejercicio físico Dra. Anna Vilella Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Salud Pública de la Universidad de Barcelona articulaciones y, aspecto muy importante en los tiempos actuales, ayuda a las personas mayores a sentirse más fuer- tes, menos fatigadas, más independientes y hábiles para moverse, reduciendo el riesgo de caídas. Son tantas las razones que explican por qué es bue- no realizar ejercicio físico que difícilmente se podrá encon- trar a alguien que dude de sus bondades. Pero pasar de la teoría a la práctica no resulta tan fácil como parece. Son muchas las inquietudes y los interrogantes que se plan- tean: ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿con qué intensidad?, ¿con qué frecuencia ha de practicarse?, ¿qué tipo de ejercicio físico El ejercicio físico implica practicar la actividad elegida (correr, nadar, ir en bicicleta, remar, caminar) con una mayor o menor periodicidad, sin necesidad de competir y realizando la actividad de forma individual o en grupo.
  • 74. LIBRO DE LA SALUD 74 se debe realizar?, ¿la edad es una limitación para empezar?, ¿se resentirá el corazón? Y es entonces cuando la ausencia de respuestas, la sensación de falta de tiempo, la sensación de cansancio («no tengo bastante con el trabajo para además tener que hacer ejercicio físico») hacen que iniciar un programa de actividad física se quede en una simple declaración de in- tenciones y lo máximo a que se llegue es a apuntarse a un gimnasio. Entender la actividad física como una actividad extra está condenada al fracaso: difícilmente se conseguirá dar continuidad a un programa de ejercicio físico si no se integra dentro de las actividades rutinarias de la vida, ya sea en el domicilio, en el trabajo o en los ratos de ocio. Se debe conseguir que llevar una vida activa sea tan natural como cepillarse los dientes, leer el periódico o ponerse el cinturón de seguridad al sentarse en el coche. 2. A veces se habla de actividad física, a veces de ejercicio físico, a veces de forma física. ¿Significan lo mismo o se está hablando de cosas distintas? Habitualmente, y cuando nos referimos a personas física- mente activas, estos tres términos se usan indistintamen- te. Sin embargo, desde el punto de vista científico son conceptos ligeramente distintos. Se denomina actividad física a todo movimiento que realiza el cuerpo y consume energía. Así, cualquier actividad de la vida diaria como ir a comprar, ir al trabajo, quitar el polvo o regar las plantas del jardín es actividad física. Cuando esa actividad física se realiza de forma es- tructurada, planificada, repetida y tiene como objetivo conseguir una mejora, o mantener uno o más de los com- ponentes de la forma física, hablamos de ejercicio físico. El ejercicio físico implica practicar la actividad elegida (correr, nadar, ir en bicicleta, remar, caminar, etc.) con una mayor o menor periodicidad, sin necesidad de competir y realizan- do la actividad de forma individual o en grupo. Y entendemos por forma física el estado de bienes- tar conseguido con la práctica del ejercicio físico y que per- mite realizar las actividades de la vida diaria sin que apa- rezca fatiga, sea cual sea nuestra edad, o bien proporciona la base para poder realizar cualquier deporte. La forma fí- sica presenta diferentes componentes, algunos de ellos re- lacionados con la salud: la resistencia cardiorrespiratoria, la resistencia muscular, la fuerza, la flexibilidad, la velocidad y la composición corporal. 3. Para estar en forma, ¿se deben ejercitar todos los componentes de la forma física? Es importante ejercitar los diferentes componentes de la forma física para mantener el cuerpo y la mente activos. Tener una buena resistencia cardiorrespiratoria, que es el elemento fundamental, permite que el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos funcionen lo mejor posible tanto en el reposo como en el esfuerzo. La resistencia permite realizar esfuerzos durante un tiempo relativamente largo. La fuerza, que es la capacidad de un músculo para desarrollar tensión contra una resistencia, permite llevar a cabo las tareas habituales de una forma más fácil, pero también disfrutar de las actividades de ocio y recreo que se practiquen. La flexibilidad facilitará el movimiento de las articu- laciones y evitará la rigidez propia de la edad. A pesar de que es la mejora de la resistencia car­ diorrespiratoria la que reporta más beneficios para la salud, parece que ejercitar la resistencia y la fuerza muscular tam- bién la benefician, especialmente en la población anciana. Existe evidencia de que la mejora de la función músculo- esquelética está asociada a una mejora de la salud general y a una reducción en el riesgo de enfermedades crónicas y de la incapacidad. 4. ¿Cualquiera puede beneficiarse del ejercicio físico? Los estudios demuestran que cualquier persona y a cual- quier edad puede beneficiarse del ejercicio físico. Es posi- ble encontrar un ejercicio físico para cada edad. A los niños la práctica de ejercicio les ayuda a crecer y a desarrollar huesos fuertes. A los adolescentes les mejora la resisten- cia y fuerza muscular, favoreciendo el desarrollo de huesos sanos y disminuyendo la grasa corporal. A los adultos les permite conseguir una mayor capacidad para afrontar las actividades del día a día, además de aliviar la depresión, el La flexibilidad facilitará el movimiento de las articulaciones y evitará la rigidez propia de la edad.
  • 75. 75 estrés y aumentar la sensación de bienestar. A los ancianos les permite mejorar habilidades y, por ende, sentirse más independientes al reducir el riesgo de caídas y fracturas. Nadie es demasiado mayor para no disfrutar del ejercicio físico. Incluso las personas discapacitadas pueden obtener beneficios de su práctica. Las evidencias científicas han demostrado que la ­realización de ejercicio físico de moderada intensidad (ca- minar a paso ligero, nadar, montar en bicicleta) pueden pro- ducir beneficios para la salud. De manera que la práctica del ejercicio físico se pone al alcance de cualquiera. Objetivos más asequibles y menos ambiciosos amplían el abanico de posibilidades y permiten que sea mayor el número de per- sonas que inicien un programa de actividad física. Nunca es demasiado tarde para comenzar un estilo de vida activo. No importa lo mayor que uno sea, cómo se sienta o cuánto tiempo haya estado inactivo: las investiga- ciones han demostrado que empezar un programa de acti- vidad física de forma regular, con actividades de moderada intensidad pueden hacerle sentirse saludable y mejorar su calidad de vida. En Ramón Oliu, maratoniano, tenemos un buen ejemplo: «Un buen día, cuando mi edad se aproximaba a los cincuenta, tomé la decisión de poner a punto mi cuerpo. Empecé a caminar —lentamente y en distancias cortas— y este caminar se fue, también muy lentamente, alargando y acelerando… Al cabo de un par de meses, ya noté sus efectos. Los primeros fueron físicos. Poco a poco noté como si hubiera descubierto una fuente descono- cida de energía… Después de correr, los problemas se han reducido a proporciones manejables. Me maravillo de que me costara tantos años encontrar una medicina tan simple…». 5. ¿Con qué intensidad deben practicar ejercicio los adultos para obtener un beneficio? Como se ha comentado en el apartado anterior, no se requie- re realizar una actividad muy intensa para que ésta sea bene- ficiosa. Hacer ejercicios de moderada intensidad es suficiente para obtener beneficios. Lo importante es darle continuidad. Sin embargo, el beneficio se obtiene en función de la inten- sidad del ejercicio y de su duración: a menor intensidad, más tiempo (véase figura 1). Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es el estado físico previo: no es lo mismo la persona queyallevaunavidafísicamenteactiva,queaquellaquehabi- tualmente no realiza ningún tipo de ejercicio físico. En el caso de las personas sedentarias, es importante empezar poco a poco, introduciendo pequeños intervalos de ejercicio físico (de diez minutos) en sus actividades diarias para lograr conti- nuidad. Las personas ya activas regularmente deberán añadir másactividad.Enlatabla1seresumelaactividadquedebería realizar un adulto en función de su estado físico previo. Tabla 1. Adultos y ejercicio físico Si... Debería… Habitualmente no practica ejercicio físico Empezar incorporando unos pocos minutos cada día hasta conseguir realizar 30 minutos o más de actividades de moderada intensidad Es activo pero menos de lo recomendado Elegir entre: • actividad de intensidad moderada durante 30 minutos o más durante cinco días o más a la semana o • actividad de intensidad elevada durante 20 minutos o más durante tres días o más a la semana Habitualmente realiza 30 minutos de actividad moderada cinco días a la semana Aumentar el tiempo invertido o la intensidad si desea obtener mayores beneficios Habitualmente realiza 20 minutos o más de actividad de elevada intensidad cinco días a la semana Continuar así El ejercicio físico Figura 1. Tiempo requerido según la intensidad del ejercicio para obtener beneficios para la salud ModeradaBaja intensa 30’-60’día60’día 20’-30’día rango en el que se obtienen beneficios para la salud TiEMPO iNTENSiDAD Muyintensa Muybaja
  • 76. LIBRO DE LA SALUD 76 6. ¿Qué se entiende por actividades de intensidad moderada y cuáles son? Se entiende por actividad física de intensidad moderada aquella en que el individuo que la practica experimenta: • Un aumento de la respiración y de la frecuencia cardíaca. • Una percepción subjetiva de que está realizando un esfuerzo de 11 a 14 según la escala de Borg (véase tabla 2). • Un consumo de 3 a 6 MET (1 MET = la energía o la cantidad de oxígeno que consume el cuerpo hu- mano estando en reposo, hablando por teléfono o leyendo un libro). • Un consumo de 3,5 a 7 kcal/min. Son actividades de intensidad moderada: caminar ligero, practicar el golf, la natación, cortar el césped con máquina, jugar a dobles de tenis, ir en bicicleta a 7-14 km/hora por terreno llano, fregar suelos o limpiar cristales, levantar pesas o practicar yoga, realizar tareas de bricolaje o arre- glar el automóvil. 7. ¿Qué se entiende por actividades de intensidad vigorosa y cuáles son? Actividad física de intensidad vigorosa es aquella que: • Consume más de 7 kcal/min. • Provoca un incremento importante de la respira- ción y la frecuencia cardíaca. • No permite mantener una conversación mientras se está realizando. • Comporta que la intensidad percibida según la es- cala de Borg sea de 15 o superior. • Consume más de 6 MET. Son actividades de intensidad vigorosa: correr, na- dar rápidamente, jugar a tenis individual, montar en bi- cicleta a más de 30 km/hora por un trazado irregular con importantes desniveles de terreno, cargar objetos por una escalera, cargar objetos de más de 45 kilogramos de peso, subir escaleras rápidamente, practicar squash, esquí alpino y de fondo, baloncesto, fútbol, montañismo, esgrima, pati- nar (sobre hielo o ruedas) o cabalgar. 8. ¿Cuáles son las actividades de baja intensidad? Actividad física de baja intensidad es aquella que consume menos de 3,5 kcal/min y menos de 3 MET. Son actividades de baja intensidad: caminar (en terreno llano, a 3 km/hora), practicar natación, jardine- ría, montar en bicicleta de paseo o en bicicleta fija sin re- sistencia, quitar el polvo, afeitarse, vestirse, conducir un automóvil, trabajar sentado (de oficina), trabajar de pie (vendedor). 9. ¿Cuánto tiempo debe invertirse en practicar ejercicio físico? El tiempo que hay que invertir para obtener beneficios de- pende de la intensidad del ejercicio (véase figura 1). En tér- minos medios se requiere realizar actividades de intensi- dad moderada o vigorosa para quemar un mínimo de 150 kcal/día durante siete días a la semana o un total de 1.000 kcal/semana. Cuando se realiza una actividad ­ moderada Nunca es demasiado tarde para iniciar un estilo de vida activo. Tabla 2. Escala de Borg 6 Ningún esfuerzo 7-8 Poco 9-10-11 Ligero 12-13 Algo pesado y duro 14-15 Duro 16-17-18 Muy duro 19 Extremadamente duro 20 Máximo esfuerzo
  • 77. 77 debe hacerse durante un mínimo de 30 minutos al día. Para una actividad de intensidad vigorosa se requiere me- nos tiempo (20 minutos o menos al día). 10. ¿Los niños deben practicar ejercicio físico con la misma intensidad que los adultos? Los niños y adolescentes deben realizar ejercicio físico de moderada intensidad al menos durante 60 minutos a ser posible cada día. Correr, jugar en equipo, saltar a la cuerda o nadar son los ejercicios físicos recomendados para estas ­edades. Es fundamental introducir al niño en actividades que le gusten y le motiven. Esto le ayudará a establecer un estilo de vida activo. Los niños y adolescentes deben iniciarse en el ejercicio físico de forma lenta y gradual con el fin de prevenir lesiones, malestares o incluso abandonos por querer conseguir objetivos no realistas en menos tiempo. 11. ¿Lo dicho anteriormente también sirve para niños enfermos: asmáticos, diabéticos, con cáncer? Los niños con enfermedades crónicas deben practicar ejer- cicio físico porque les ayudará a prevenir complicaciones de sus dolencias. Además, deberían practicarlo al mismo tiempo y en las mismas condiciones que los niños de su edad. Sin embargo, el programa de actividad física debería estar supervisado y seguido de cerca por un experto o por su propio médico. 12. ¿Las personas mayores pueden practicar ejercicio físico con la misma intensidad que los adultos? Las personas mayores no es que puedan, sino que necesi- tan realizar ejercicio físico igual que las de cualquier otra edad, y por lo menos del mismo tipo y duración que el que realizan los adultos. De hecho, la pérdida de fuerza y resis- tencia a menudo atribuida a la edad es en parte ocasiona- da por la falta de actividad física. Se debe realizar actividad aerobia de moderada intensidad. Se entiende por actividad aerobia aquella en la que se consume fundamentalmente oxígeno. Esto sig- nifica que hace funcionar el corazón y los pulmones por lo que ayuda a mantener el corazón fuerte, reduce la ten- sión arterial, y alivia la ansiedad y la depresión. Sólo hace falta encontrar aquella actividad de moderada intensidad que se adapte más a las propias preferencias, habilidades y estilo de vida. Por otro lado, el entrenamiento de la fuerza ha de- mostrado ser vital para las personas mayores. La razón es que al entrenar la fuerza y resistencia se previene el dete- rioro muscular que comporta la edad, lo que también ayu- da a mantener una buena masa ósea. Las personas mayores deben realizar programas de actividad física que incluyan: • Entrenamiento de la resistencia cardiorrespiratoria o aeróbica, lo que le permitirá jugar con sus nie- tos, ir a bailar o subir las escaleras de su casa. • Actividades que ejerciten la resistencia musculo- esquelética, lo que comportará un mayor equi- librio y fuerza, facilitando poder llevar con soltura la bolsa de la compra o entrar y salir de la bañera. Y a la vez ser más flexibles les per- mitirá realizar sin esfuerzo actividades simples, como atarse los zapatos. Endefinitiva,mantenerseactivospermitiráalasper- sonas ancianas preservar su independencia y desempeñar las actividades diarias por sí mismos, aspecto fundamental para conservar una buena salud mental y conseguir una buena calidad de vida. 13. ¿Caminar de forma enérgica durante una hora al día cinco días a la semana es un ejercicio suficiente? Sí, puede ser suficiente. Pero lo mejor es combinar: • Ejercicios de resistencia cardiorrespiratoria entre 4 y 7 veces al día para mejorar el funcionamiento del corazón, los pulmones y el sistema circulatorio, y así conseguir sentirse más enérgicos. • Ejercicios de flexibilidad entre 4 y 7 veces por se- mana para facilitar la movilidad, mantener la mus- culatura relajada y sus articulaciones móviles, pre- servar su independencia y disfrutar de una mejor calidad de vida. • Ejercicios de fuerza entre 2 y 4 veces por sema- na para ayudar a sus músculos y huesos a man- tenerse fuertes, a mejorar la postura y a prevenir enfermedades como la osteoporosis, ejercitando los músculos, tanto los de las extremidades como los de tronco y abdomen. Esta periodicidad les permitirá conseguir mejores resultados y mayores beneficios para su salud. Se recomienda su reali- El ejercicio físico
  • 78. LIBRO DE LA SALUD 78 zación en días alternos, dejando un día de descan- so entre sesión y sesión (por ejemplo: los lunes, los miércoles y los viernes). Sin embargo, si no es posible alcanzar los mínimos y sólo se puede realizar ejercicio un día a la semana, ello siempre es mejor que nada. Como ya indicaba Miquel Servet en 1537: «Nadie con un cuerpo débil puede tener un alma luminosa y otras facultades intelectuales. Hay que cuidar el cuerpo, si que- remos que el espíritu funcione normalmente». 14. ¿Cómo se pueden combinar las diferentes actividades recomendadas y encontrar tiempo para realizarlas? Cada persona debe seleccionar las actividades que más le gusten y que más se adapten a su estilo de vida; debe empezar de forma lenta e ir progresando poco a poco. Una vez elegida la actividad, debe realizarla en una misma sesión o en dos a lo largo del día, con una duración de 20 minutos cada una. Antes de los ejerci- cios car­diorrespiratorios, hay que hacer sesiones de ­estiramientos o flexibilidad con una duración de 10 mi- nutos. En días alternos se introducirán ejercicios que de- sarrollen la fuerza muscular. Por ejemplo, por la mañana, en casa, se puede empezar con 10 minutos de estiramientos y un pequeño paseo. Al ir al trabajo, es recomendable bajar una para- da antes o aparcar el coche a diez minutos para llegar andando. En el trabajo puede proponerse dar paseos de trabajo en sustitución de las comidas de trabajo, su- bir por las escaleras, ignorar la existencia de ascensores, hacer ejercicios de contracción y relajación de los mús- culos abdominales, lumbares, dorsales, así como ejerci- tar los músculos del cuello y de la espalda mientras se esté sentado delante del ordenador o a la mesa. También es aconsejable ir al trabajo en bicicleta. Una vez en casa, puede practicarse alguna actividad física con los hijos, bailar siguiendo el ritmo de la música preferida, o en un gimnasio realizar actividades dirigidas o recibir clases de yoga o taichi; o simplemente salir a caminar a paso ligero con los amigos. Seguro que si se marcan unos objetivos y se sigue un plan asequible con las ideas propuestas, se logrará realizar 60 minutos de actividad física al día, que combinará tanto ejercicios de resistencia cardiorrespira- toria y de flexibilidad, como de fuerza. Además, hay que aprovechar el fin de semana y las vacaciones para prac- ticar aquellas actividades que requieren más tiempo del disponible durante la semana. El senderismo y los paseos en bicicleta permiten disfrutar de la Naturaleza a la vez que de una actividad física junto a la familia o los ami- gos. Puede practicarse también la orientación, deporte en el que el atleta debe recorrer una distancia a pie, ge- neralmente entre 6 y 10 kilómetros, en el menor tiempo ­posible. Los orientadores deciden el itinerario con la ayu- da de un mapa y una brújula. 15. Si al realizar ejercicios de flexibilidad o de fuerza se advierte dolor en las articulaciones, ¿se debe seguir? No es aconsejable realizar ejercicio físico si se siente ­dolor. Lo primero que se debe hacer es comentarlo al médico, quien aconsejará el ejercicio más apropiado para cada si- tuación. En general, se debería reducir la intensidad del ejercicio hasta realizarlo sin dolor, para reintroducirlo de forma progresiva y lenta. Con el tiempo se podrá volver a practicar el ejercicio como antes. 16. ¿Los pacientes con enfermedades crónicas pueden realizar también ejercicios de fuerza? Estos pacientes pueden llevar a cabo programas de en- trenamiento de la fuerza; sin embargo, deben comentar con su médico cuáles serían las actividades más conve- nientes por sus características patológicas. Las investiga- ciones han demostrado que los individuos que tienen en- fermedades crónicas como osteoporosis, enfermedades cardíacas, diabetes, artritis reumatoide, infección por el Correr, jugar en equipo, saltar a la cuerda o nadar son los ejercicios físicos recomendados para la edad infantil.
  • 79. 79 virus del sida (VIH) e incluso ancianos con distintos pro- blemas de salud pueden beneficiarse de estos programas de entrena­mientos. Es importante siempre, pero aquí especialmente, iniciarse y progresar lentamente. Es mejor realizar el ejer- cicio bajo la supervisión de un instructor, asegurándose de que se realiza de forma correcta y sin notar dolor. Sentirse bien es una indicación de que se está realizando el ejerci- cio de forma correcta. 17. ¿Cómo se sabe si se está realizando el ejercicio físico a la intensidad recomendada? Una forma muy sencilla para saber con qué intensidad es- tamos practicando el ejercicio físico consiste en aplicar la prueba de hablar (talk test): si la persona que practica el ejercicio puede cantar mientras lo está haciendo significa que la actividad física es leve. Si se puede mantener una conversación, se está realizando un ejercicio moderado. Y, finalmente, si cuesta hablar mientras se hace el ejercicio físico, la actividad puede considerarse vigorosa. Se puede también conocer, de forma sencilla, la intensidad con la que estamos realizando la actividad fí- sica determinando si la frecuencia cardíaca está dentro de la franja recomendada. Para la actividad moderada, la fre- cuencia cardíaca se debe situar entre el 50% y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima por edad (véase tabla 2). Para calcular la frecuencia cardíaca máxima, se resta la edad de 220. Ejemplo: para una persona de 50 años, la frecuen- cia cardíaca máxima sería 220 – 50 = 170. Si ahora calcula- mos el 50% y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima: 50% de 170 = 170 x 0,50 = 85 y 70% de 170 = 170 x 0,70 = 119. Podemos concluir que una persona de 50 años que realice una actividad moderada requiere que su frecuencia cardía- ca se sitúe entre 85 y 119 latidos por minuto mientras dure la actividad física. Para la actividad vigorosa, se debe conseguir que la frecuencia cardíaca se sitúe entre el 70% y el 85% de la fre- cuencia cardíaca máxima por edad. Ejemplo: para una per- sona de 35 años, la frecuencia cardíaca máxima se puede calcular tal como lo hemos realizado antes: 220 – 35 = 185. Se calcula ahora el 70% y el 85% de la frecuencia cardíaca máxima: 70% de 185 = 185 x 0,70 = 130 y 85% de 185 = 185 x 0,85 = 157. Podemos concluir así que una persona de 35 años que realice una actividad vigorosa requiere que la frecuencia cardíaca se sitúe entre 130 y 157 latidos por minuto mientras dure la actividad física. Existen otros métodos, mencionados en otros apar- tados del capítulo, como el del esfuerzo percibido o escala de Borg (véase tabla 2). Esta prueba se basa en la percep- ción que tiene uno mismo de la cantidad de esfuerzo que está realizando. Se basa en las diferentes sensaciones que la persona está experimentando mientras realiza ejercicio y que incluye el aumento de frecuencia cardíaca, respiracio- nes, sudoración y fatiga muscular que podemos notar. Para aplicarlo debemos concentrarnos en lo que sentimos. Esta sensación nos tiene que reflejar cómo de duro y cansado nos está pareciendo el ejercicio que practicamos. No debe- mos fijarnos únicamente en un factor como el dolor en las piernas o la respiración, sino procurar una valoración glo- bal de la sensación de agotamiento. Una vez concentrados en esta sensación debemos atribuirle un número del 6 al 20 (6 significa ningún esfuerzo; 20, máximo esfuerzo). El nú- mero elegido nos indicará el esfuerzo que se está realizan- do y ayudará a modular la intensidad y la duración del ejer- cicio según las necesidades. 18. El actual ritmo de vida impide encontrar un hueco para realizar ejercicio físico. ¿Cómo se puede solucionar? Ésta es la reacción de la mayoría de personas, la salida más fácil porque se entiende la actividad física como una acti- vidad que se suma a las que ya se realizan habitualmente. En realidad no debe ser así. No tiene que ser una actividad más sino una de las actividades habituales. En palabras de Valentí Fuster: «Hacer ejercicio no roba tiempo sino todo lo contrario: hace que el tiempo que se dedica a otras ac- tividades cunda más». Nosotros mismos podemos com- probarlo o preguntarlo a aquellos compañeros que habi- tualmente practican ejercicio físico. Este hábito les ayuda a encontrarse mejor físicamente pero también intelectual- mente, mejora su capacidad de concentración y se sienten habitualmente con más energía. El ejercicio físico Tabla 3. Actividades que permiten mejorar la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza y la flexibilidad Resistencia Fuerza Flexibilidad Caminar Levantar pesas Estiramientos Nadar Llevar la bolsa de la compra Yoga Bailar Trabajar en el jardín, huerto Taichi Patinar Lavar el coche Senderismo Fregar el suelo
  • 80. LIBRO DE LA SALUD 80 19. El siguiente cuestionario puede servir de orientación para iniciarse en la práctica de ejercicio. Si alguna de las respuestas es un SÍ, se puede preguntar al médico para que aconseje y guíe en el inicio a una vida más activa. Si se ha contestado NO a todas las preguntas, se puede empezar ya con el plan marcado. Se recomienda empezar lentamente y progresar gradualmente. Éste es el camino más fácil y seguro para alcanzar los objetivos. SÍ NO o o 1. Le ha dicho alguna vez su doctor que tiene un problema de corazón y que sólo puede realizar la actividad física que le recomiende un médico. o o 2. Nota dolor en el pecho cuando realiza actividad física. o o 3. Durante el mes pasado, ha tenido dolor en el pecho cuando ha realizado actividad física. o o 4. Ha perdido el equilibrio por mareo o ha perdido el conocimiento alguna vez. o o 5. Tienealgúnproblemaarticularomuscularque podría empeorar con la práctica de actividad física. o o 6. Su médico le prescribe medicación para la tensión o para el corazón. o o 7. Tiene alguna otra razón que no le permita realizar actividad física. Glosario MET (unidad metabólica): unidad de medida que permite cuan- tificar la intensidad de la actividad física que se está realizando. Un MET equivale al número de calorías que un cuerpo consume mientras está en reposo; 3 MET significa que se gasta tres veces más energía que estando en reposo. Resistencia aeróbica: es la capacidad del organismo de realizar esfuerzos que requieren consumo de oxígeno. Ejemplos de activi- dad aeróbica: caminar, correr, trotar, escalar, nadar, pasear en bici- cleta, remar, esquiar a campo traviesa y saltar a la cuerda. Resistencia anaeróbica: es la capacidad del organismo de reali- zar esfuerzos de gran intensidad durante un tiempo relativamen- te corto bajo un suministro insuficiente de oxígeno. Ejemplo de actividad anaeróbica: correr 100 metros lisos. Bibliografía Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov/nccdphp/dnpa/physical/index.htm. fuster, v., y j. corbella. La Ciencia de la Salud: mis consejos para una vida sana. Barcelona: Planeta, 2006. Health Canada. http://www.hc-sc.gc.ca/hl-vs/physactiv/index_e.html. Oliu,R.,L’essènciadelcórrer.Barcelona:ComissióMaratónCatalunya,1979. ortega, r. Medicina del ejercicio físico y del deporte para la atención a la salud. Madrid: Editorial Díaz de Santos, 1992. • Una actividad física regular reduce el riesgo de muerte prematura y contribuye a la prevención primaria y se- cundaria de enfermedades cardiovasculares y otras en- fermedades crónicas. • Deben realizarse actividades que ejerciten la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza y la flexibilidad. • Laspersonasquetienenenfermedadespuedenydebenrea- lizar ejercicio físico, si no existe una contraindicación formal. Resumen
  • 81. Capítulo 7 La dieta saludable Dr. Ramon Estruch Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona 1. ¿Por qué es tan importante la dieta en la salud de las personas? La alimentación, en todas sus facetas, siempre ha sido una de las principales preocupaciones de la Humanidad. No obstante, en los últimos años, los avances científicos en el mundo de la alimentación y la relación entre hábitos ali- mentarios y salud han permitido conocer científicamente muchas de las propiedades de los alimentos y comprobar cuán acertados estaban nuestros antepasados en su forma de comer y entender la vida. Puede que el aforismo de Hi- pócrates que señalaba que «somos lo que comemos» no sea completamente cierto, pero las investigaciones reali- zadas en los últimos años han podido concluir que deter- minados patrones alimentarios, como la dieta mediterrá- nea, se asocian a una mayor longevidad y, por ende, a una menor incidencia de las enfermedades más frecuentes, como las cardiovasculares y los distintos tipos de cáncer. También se ha tratado de conocer más a fondo los efectos saludables de los distintos alimentos y, a partir de ahí, diseñar la dieta ideal, para finalmente concluir que la mejor dieta es la que seguían nuestros abuelos y bisabuelos, es decir, la dieta mediterránea. 2. ¿Qué se entiende por dieta equilibrada y saludable? La alimentación equilibrada es aquella que reúne una diversi- dad suficiente de alimentos, en las proporciones adecuadas a lascaracterísticasdecadapersonayestilodevida ­(básicamente, su actividad física), de modo que garantiza que se cubren los requerimientos de energía y nutrientes que el organismo ne- cesita. Noobstante, actualmente se sabe que los nutrientes no son sólo las sustancias de los alimentos que proporcionan la energía necesaria para la realización de las funciones vitales, sino que también pueden ejercer funciones adicionales de protección de la salud al evitar o retrasar la aparición de enfer- medades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, enferme- dades neurodegenerativas e incluso el propio envejecimiento. Los nutrientes de la dieta no sólo proporcionan la energía necesaria para la realización de las funciones vitales, sino que también pueden ejercer funciones adicionales de protección de la salud. 81
  • 82. LIBRO DE LA SALUD 82 3. ¿Pueden aplicarse las mismas recomendaciones dietéticas a todas las personas? Hoy en día sabemos que existe una notable heterogenei- dad genética entre las personas, de modo que no puede aplicarse una misma receta a todos los individuos. Son estas variaciones individuales las que explican la diferente predisposición al desarrollo de determinadas enfermeda- des por parte de los individuos, incluso dentro de una mis- ma familia. Es posible, pues, que las recomendaciones die- téticas no puedan aplicarse de forma universal y que éstas deban personalizarse según las características genéticas de cada persona. La nutrigenómica es una nueva ciencia que trata de combinar genética y nutrición. Los expertos tienen claro que los nutrientes interaccionan con los genes y que algunos alimentos tienen un efecto protector en de- terminadas personas, mientras que en otras pueden llegar a provocar enfermedades. Es posible que en un futuro no muy lejano, los consejos dietéticos sean totalmente indivi- dualizados, ya que tendrán en cuenta el genotipo de cada persona. No obstante, aunque probablemente no exista una dieta ideal que pueda aplicarse a todo el mundo, por el momento, las evidencias científicas de que disponemos permiten aproximarnos a la dieta más saludable para la po- blación en general. 4. ¿Cuál es el patrón dietético ideal? Los dos principales patrones de dieta saludable que ac- tualmente se debaten son el de una dieta baja en grasas, principalmente saturadas, en los países anglosajones (so- bre todo en Estados Unidos y países del norte de Europa), y la dieta mediterránea, en los países del sur de Europa. Aunque no existen conclusiones definitivas en este sen- tido, todas las evidencias indican que el patrón dietético ideal se aproximaría a la dieta mediterránea tradicional, es decir, la de los años sesenta, de la que, lamentablemente, nos vamos apartando cada día, para aproximarnos a una dieta cada vez más occidentalizada. 5. ¿Por qué es tan importante el contenido en grasa de la dieta? La principal causa de muerte en los países desarrollados son las enfermedades cardiovasculares, especialmente la muerte súbita de causa vascular, el infarto de miocardio y los accidentes vasculares cerebrales. La hipercolesterole- mia, es decir, la concentración excesiva de colesterol en la sangre, es uno de los principales factores de riesgo vascu- lar. Numerosos ensayos clínicos y estudios observaciona- les han hallado una estrecha relación entre los niveles en sangre de las lipoproteínas (grasas) de baja densidad (LDL) ligadas al colesterol y la ingesta de grasas, sobre todo de grasas saturadas y grasas trans, y colesterol. Además, dis- tintos estudios epidemiológicos han demostrado que las dietas bajas en grasas saturadas y en colesterol se asocian a una menor mortalidad cardiovascular. De ahí la importan- cia de reducir las cifras plasmáticas de colesterol, tanto con medidas farmacológicas, como no farmacológicas, como son una dieta baja en grasa saturada y colesterol, junto con una gran actividad física. 6. ¿Debe, por lo tanto, reducirse la grasa de la dieta para prevenir la enfermedad cardiovascular? Diversos estudios han hallado una relación entre la can- tidad de grasa saturada de la dieta y la incidencia de car- diopatía coronaria y accidentes vasculares cerebrales. Parte de esta asociación se ha atribuido a la concentra- ción plasmática de colesterol total y de LDL–colesterol, que se relaciona tanto con la cantidad ingerida de grasa saturada con la dieta como con la incidencia de compli- caciones cardiovasculares. No obstante, puede que tam- bién intervengan otros factores, como algún subtipo de grasa, por ejemplo los ácidos grasos no saturados trans. Estos ácidos grasos se hallan en margarinas, galletas, go- losinas, bollería o barras de cereales comercializadas. La industria alimentaria utiliza un proceso de hidrogenación industrial para poder solidificar grasas que a temperatura ambiente son líquidas, con la finalidad de emplearlas en la elaboración de los alimentos y aumentar su estabilidad frente a la oxidación. El problema es que este proceso no sólo convierte las grasas no saturadas en saturadas, sino que altera su estructura dando lugar a una estructura artificial (el isómero trans), ajena al organismo. Un estu- dio realizado en Estados Unidos estima que el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular es un 93% más alto cuando los ácidos grasos trans reemplazan ya al 2% de las calorías provenientes de los hidratos de carbono. 7. ¿Hasta qué punto puede recomendarse una dieta baja en grasa en la prevención de la enfermedad cardiovascular? El mayor grado de evidencia científica se obtiene de estu- dios controlados de intervención, en los que a individuos con similares factores de riesgo se les incluye de forma aleatoria en diferentes grupos de tratamiento con determi- nadas dietas, y se valoran los efectos al cabo de un período
  • 83. 83 más o menos prolongado de tiempo, generalmente más de seis meses, sobre variables de la mayor importancia clí- nica, como mortalidad, infarto de miocardio o accidente vascular cerebral. En una revisión de 26 ensayos clínicos publicados a partir de 1999 se concluyó que una dieta baja en grasa total no tenía efecto sobre la mortalidad global, y sólo disminuía un 8% la mortalidad cardiovascular, de modo que esta reducción no llegaba a tener significación estadística. Sólo se apreció una reducción de un 16% en el número de complicaciones cardiovasculares, disminución que sí era estadísticamente significativa. En esta revisión no se dispuso de suficientes datos para valorar los efectos de una dieta baja en grasa en personas que no han sufrido ningún episodio de enfermedad cardiovascular, por lo que se consideró necesaria la realización de nuevos estudios, más amplios y con un mayor período de seguimiento para poder obtener conclusiones definitivas. En este contexto, en el año 2006 se publicó un traba- jo de intervención en el que se incluyó a 48.835 mujeres de edades entre 50 y 79 años, que participaban en el estudio Efectos de dieta sobre la salud de las mujeres (Women’s Health Initiative Dietary Modification Trial). A 19.541 mujeres (40%) se les aconsejó que siguieran una dieta baja en todo tipo de grasa y a 29.294 (60%) se les dijo que siguieran con su dieta habitual.Eltiempomediodeseguimientofuede8,1años.En el grupo de intervención (dieta baja en grasa) se consiguió reducir la grasa total del 38% al 29% y aumentar el consumo de frutas y verduras de 3,6 a 4,9 raciones al día. No se consi- guió cambiar la ingesta de cereales (4,5 raciones). Simultá- neamente, el grupo de intervención disminuyó el consumo de grasa saturada en un 2,9%; de grasa monoinsaturada en un 3,3%; y de poliinsaturada en un 1,5%. En el grupo de con- trol no se apreció ningún cambio significativo de su dieta. Cuando se analizaron los efectos de la dieta baja en grasa sobre los distintos factores de riesgo vascular, únicamente se apreciaron cambios mínimos. El número de mujeres que presentaron un infarto de miocardio o un accidente vascu- lar cerebral fue de 1.000 (0,63%) y 434 (0,28%) en el grupo de intervención, y 1.549 (0,65%) y 642 (0,27%) en el grupo de control. Por tanto, se concluyó que la dieta baja en grasa no tiene ningún efecto protector sobre la enfermedad car- diovascular. Sólo se observó una cierta reducción del riesgo cardiovascular en aquellas mujeres que consumían menos grasa saturada, menos ácidos grasos trans o que consumían más fruta y verdura. No obstante, otros estudios que han analizado los efectos de una dieta baja en grasa sobre diferentes factores de riesgo vascular han obtenido diferentes resultados. Así, por ejemplo, en el estudio OSLO se analizaron los efectos de una dieta baja en grasa saturada y rica en poliinsaturada y se apreció una reducción en el número de complicacio- nes cardiovasculares en el grupo de intervención, junto a una disminución del colesterol total y del LDL-colesterol, y un incremento del HDL-colesterol. Asimismo, en un estu- dio similar practicado en Estados Unidos, el MRFIT (Multiple Risk Factor Intervention Trial), aunque tampoco se apreció ninguna reducción en la incidencia de complicaciones vas- culares en el grupo de intervención durante el período del estudio, se observó una disminución de estas complicacio- nes durante un seguimiento posterior de los participantes en el estudio. En resumen, aunque no se dispone de datos defini- tivos sobre los efectos de la dieta baja en grasa total en la prevención cardiovascular, la idea más extendida es que la clave está en una modificación de los tipos específicos de la grasa consumida más que en la cantidad total de grasa. 8. ¿Ayudan las dietas bajas en grasa a prevenir el cáncer? Se considera que diferentes factores relacionados con la dieta podrían ser responsables de un 30% de los cánceres en los países occidentales. Varios estudios han examinado la relación entre la ingesta de grasa y diferentes tipos de cáncer, principalmente de próstata, colon y mama. En este sentido, los resultados de algunos estudios sugieren una posible relación entre el consumo de grasa saturada y la incidencia de cáncer de próstata. Del mismo modo, otros estudios han señalado una mayor incidencia de cáncer de colon en los sujetos con mayor ingesta de grasa total. No obstante, en el ya mencionado estudio Efectos de dieta so- bre la salud de las mujeres, la reducción de la grasa en un 10% y el incremento en una 1,1 ración al día de frutas y verduras no redujo el riesgo de cáncer colorrectal en las mujeres mayores de 50 años. El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres y su incidencia es cinco veces superior en los paí- ses industrializados que en los países en vías de ­desarrollo. Estudios internacionales han sugerido una asociación positiva entre consumo de grasa y riesgo de este cáncer. La obesidad también incrementa el riesgo de cáncer de mama en las mujeres menopáusicas en un 50%, probable- mente al aumentar las concentraciones séricas de la hor- mona estradiol. Asimismo se ha observado que la ingesta alta de grasa se acompaña de concentraciones más elevadas La dieta saludable
  • 84. LIBRO DE LA SALUD 84 en sangre de diferentes estrógenos. Por todo ello, se ha apuntado que determinadas modificaciones dietéticas po- drían reducir el riesgo de cáncer de mama. No obstante, en el estudio Efectos de dieta sobre la salud de las mujeres que incluyó a 48.835 mujeres americanas examinadas du- rante más de ocho años, sólo se observó una reducción no significativa del 9% en el grupo asignado a una dieta baja en grasa, comparado con el grupo de control. Puede que la reducción de grasa saturada sea importante, pero no la única medida dietética para conseguir reducir la inci- dencia de cáncer de mama, y que deba recomendarse, por ejemplo, un mayor consumo de frutas y verduras, u otros alimentos típicos de la dieta mediterránea para conseguir el efecto buscado. 9. ¿En qué medida es importante la dieta en el control de la hipertensión arterial? Numerosos estudios han hallado relación entre la inges- ta de sodio (sal) en la dieta y las cifras de presión arterial. A mayor ingesta de sodio, mayores cifras de presión arte- rial. Asimismo, son muchos los estudios que han analizado los efectos de la reducción de sodio sobre la hipertensión arterial. En los pacientes hipertensos, la restricción de sal de la dieta se acompaña de una reducción en la eliminación urinaria de sodio y paralelamente de la presión arterial. Otros estudios observacionales han analizado el efecto de una dieta rica en potasio sobre la presión arte- rial y la mayoría de ellos ha mostrado una relación inversa entre la ingesta de este ión y las cifras de presión arterial. Aunque es difícil separar el efecto de potasio de la dieta de otros componentes como fibra, sodio, frutas y verduras, una revisión sistemática de los efectos de los suplementos de potasio sobre la presión arterial permite concluir que éstos reducen la presión sistólica en 3,1 mmHg y la diastó- lica en 2,0 mmHg. Finalmente, en estudios recientes se ha analizado el efecto sobre la presión arterial de una dieta rica en frutas, verduras, pollo, pescado, cereales integrales y frutos secos, y pobre en grasas, carnes rojas, dulces y bebidas azuca- radas, conocida como dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension). Los sujetos que siguen esta dieta pre- sentan, en general, una reducción de presión sistólica de 5 mmHg, y si sólo se consideran los hipertensos, la reduc- ción de la presión llega a los 11 mmHg. 10. ¿Qué es la dieta mediterránea? El término dieta mediterránea, tal vez el concepto dietético y nutricional más difundido en la actualidad tanto entre la comunidad científica como entre los consumidores del mundo desarrollado, fue concebido en los años setenta por Ancel Keys, un profesor de la Universidad de ­Minnesota (Estados Unidos). Este investigador fue el promotor del Estudio de los siete países, en el que se comprobó que en los países mediterráneos la esperanza de vida era de las más altas del mundo y que las tasas de enfermedad coronaria, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas eran de las más bajas, a pesar de poseer unos servicios médicos más limitados. El seguimiento a los diez años de los gru- pos de pacientes incluidos en este estudio corroboró los datos iniciales, al comprobarse que la tasa de mortalidad por enfermedad coronaria de Grecia era casi siete veces inferior a la de Finlandia o Estados Unidos. Se planteó que estas diferencias podrían ser debidas a diferentes hábitos alimentarios, a distinta actividad física o incluso a factores genéticos, y se concluyó que lo que esencialmente diferen- ciaba a los países del Mediterráneo de los de la Europa sep- tentrional y Norteamérica eran sus hábitos alimentarios, de ahí que se considerara la dieta mediterránea como el factor que mejor explicaba las diferencias de mortalidad total, y especialmente de mortalidad coronaria, entre estos La dieta mediterránea se caracteriza por un elevado consumo de frutas y verduras. Los frutos secos son ricos en algunos componentes beneficiosos para la salud cardiovascular. El aceite de oliva es uno de los elementos más emblemáticos de la dieta mediterránea. El consumo de pescado es otro de los hábitos dietéticos que más diferencian la dieta mediterránea de la anglosajona. Frutas Frutos secos Aceite de oliva Pescados
  • 85. 85 países. En concreto, llamó la atención que las principales diferencias dietéticas no incidieran en la cantidad total de grasa, sino en el tipo de ácidos grasos de la dieta habi- tual. Los países anglosajones consumen gran cantidad de ácidos grasos saturados obtenidos a partir de grasas ani- males, mientras que en los países mediterráneos la mayor parte de la grasa procede de productos vegetales y espe- cialmente del aceite de oliva (ácido oleico). El seguimiento del Estudio de los siete países tam- bién demostró que la mortalidad coronaria se corres- pondía de modo inverso con el cociente ácidos grasos ­monoinsaturados/ácidos grasos saturados de la dieta. Estos resultados han sido confirmados en otros estudios como, por ejemplo, el proyecto MONICA (Monitoring Trends and Determinants in Cardiovascular Disease) auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los resul- tados de este estudio, llamó la atención la baja mortalidad de Francia, próxima a las de Japón y China, y muy alejadas las tres de Estados Unidos y Gran Bretaña, a pesar de ser un país con un elevado consumo de grasas saturadas y tener una cifra media de colesterol en sangre similar a la de los países anglosajones. Esta disparidad se conoce en todo el mundo como la paradoja francesa. Pero, posteriormente, han surgido otras paradojas. En 1997 se describió la paradoja albanesa, al hallar en este país una teórica disparidad entre una larga esperanza de vida, acompañada de una baja mortalidad cardiovascular, y unos recursos sanitarios muy precarios. En 1998, también se describió una paradoja española tras revisar los resultados del estudio REGICOR, en el que se ha- lló una baja mortalidad por enfermedad cardiovascular en Girona (España), pese a una elevada prevalencia de facto- res de riesgo cardiovascular en su población. Ello ha lleva- do a plantear que exista una única paradoja, que podría- mos denominar paradoja mediterránea, y aunque se haya sugerido la existencia de diferencias genéticas entre las poblaciones mediterráneas y anglosajonas, la mayoría de los investigadores la asocia a unos determinados hábitos de vida, como la dieta, la actividad física, y ciertos factores ambientales como una mejor cohesión social. 11. ¿En qué consiste la dieta mediterránea tradicional? El término dieta mediterránea se refiere a los patrones tra- dicionales de alimentación propia de los países mediterrá- neos. Aunque existen distintas variedades, los componen- tes principales de esta alimentación se definieron en 1993 en la Conferencia Internacional sobre Dieta Mediterránea y son: a) elevado consumo de frutas, verduras, cereales, frutos secos y legumbres; b) productos mínimamente pro- cesados y cultivados en origen; c) fruta fresca como postre habitual, con consumo ocasional de dulces; d) consumo relativamente alto de grasa (incluso superior al 40% del to- tal de energía), principalmente en forma de ácidos grasos monoinsaturados; e) aceite de oliva como fuente principal de la grasa; f) consumo moderado de pescado, pollo, leche y productos lácteos (especialmente en forma de queso y yogur); g) bajo consumo de carne roja y productos cárni- cos; h) menos de cuatro huevos a la semana; i) consumo moderado diario de vino, con las comidas (véase tabla 1). En términos nutricionales, este patrón alimentario se traduce en una dieta baja en ácidos grasos saturados y colesterol (bajo consumo en carnes rojas y lácteos); la mi- tad o más de la grasa total está formada por ácidos grasos monoinsaturados procedentes del aceite de oliva; presen- cia estimable de ácidos grasos poliinsaturados de la serie n-3 procedentes del pescado; dieta alta en carbohidratos complejos, fibra alimentaria y sustancias antioxidantes (vi- taminas C y E, flavonoides y β-carotenos); abundancia de La dieta saludable TABLA 1. Hábitos alimentarios característicos de la dieta mediterránea Dos comidas principales al día, sentado a la mesa y de una duración superior a 20 minutos cada una Consumo de grasa inferior al 35% de la energía total (de ésta, menos del 10% debe ser grasa saturada) Aceite de oliva utilizado para cocinar y aliñar los alimentos (debe suponer el 50% del total de grasa) El almidón de los cereales supone más del 20% de la energía Consumo de cinco porciones o más de fruta o verdura al día Consumo de pescado, aves de corral o conejo al menos cinco veces a la semana Consumo de menos de cuatro huevos a la semana Consumo diario de queso (30 g) o yogur Consumo de legumbres al menos una vez cada 15 días Consumo de frutos secos o semillas al menos una vez cada 15 días Ingesta moderada y regular de vino con las comidas (uno o dos vasos al día) Menos de tres raciones de carne roja a la semana Consumo de nata o mantequilla menos de una vez a la semana Menos de dos bebidas azucaradas a la semana Uso frecuente de especias y condimentos variados (limón, ajo, hierbas aromáticas: orégano, romero, perejil, tomillo, laurel e hinojo)
  • 86. LIBRO DE LA SALUD 86 alimentos de origen vegetal (cereales, frutas y verduras); bajo consumo de proteínas de origen animal; y, finalmente, consumo moderado de vino que se asocia a un aumento del colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, la fracción protectora del colesterol). 12. ¿Qué es la pirámide de la dieta mediterránea? Para un mejor entendimiento de las dietas, se ha desarro- llado una representación gráfica de los alimentos que de- ben consumirse según las cantidades aconsejadas. Como algunos alimentos deben ingerirse en grandes cantida- des y otros en menores proporciones, la figura geométri- ca que mejor se ajusta a estas premisas es una pirámide. En la figura 1 se representa la pirámide de la dieta medi- terránea utilizada como material didáctico en el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea). La pirá- mide indica de forma clara qué alimentos se deben comer cada día, principalmente pan, pasta, arroz, patatas, cere­ales, aceite de oliva y frutos secos. Asimismo, podemos consu- mir con frecuencia verduras, frutas y legumbres y, en menor cantidad, pero también cotidianamente, queso (principal- mente fresco), yogures y demás lácteos. El pescado debe- ría consumirse más de tres veces a la semana, y, al menos una vez, pescado azul. Las carnes rojas se sitúan en la par- te alta de la pirámide, lo que significa que deben comerse con menor frecuencia. Preferentemente, debería comerse con mayor regularidad carne de aves y conejo que carne roja, que habría que limitar a una vez a la semana o incluso Figura 1. Pirámide nutricional de la dieta mediterránea utilizada en el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) CONSUMO OCASIONAL CONSUMO DIARIO Pirámide de la alimentación saludable. SENC Actividad física diaria Agua Vino/cerveza (consumo opcional y moderado en adultos) Fuente: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
  • 87. 87 menos. La mantequilla, bebidas azucaradas (colas), bollería industrial, platos precocinados y patatas de bolsa o similares deberían evitarse, o ingerirse menos de una vez a la semana. Finalmente,enlapirámidedebeincluirseelconsumomode- rado de vino con las comidas y una actividad física regular. 13. ¿Cuáles son los efectos saludables de la dieta mediterránea? Tras el Estudio de los siete países, se han realizado numero- sos estudios de gran alcance en los que se ha analizado la relación entre grado de adherencia a la dieta mediterránea tradicional y mortalidad por causa cardiovascular o cáncer. Así, por ejemplo, en el estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) de Grecia se com- probó que una mayor adherencia a la dieta mediterránea en general reducía en un 25% la mortalidad global, un 34% la mortalidad cardiovascular y un 24% la mortalidad por cáncer. Sin embargo, en este estudio no se halló ningu- na relación entre el consumo de un determinado alimento y la reducción de la mortalidad. No obstante, para poder realizar recomendaciones a la población se precisan estudios que aporten la mejor evidencia científica disponible, y ésta sólo se logra con los estudios de intervención con distribución aleatoria de los participantes. Hasta el momento, muy pocos estudios han analizado la eficacia de una intervención con una alimen- tación de tipo mediterráneo; entre ellos merece destacar- se la notable eficacia preventiva de enfermedad y muerte coronaria del grupo asignado a dieta mediterránea en el Lyon Diet Heart Study. También se ha sugerido la eficacia de esta dieta en la prevención del cáncer. De los estudios que se están realizando en la actualidad, únicamente el PREDIMED pretende evaluar la eficacia de una dieta me- diterránea tradicional suplementada con aceite de oliva virgen (1 L/semana) o frutos secos (nueces, 15 g/día; ave- llanas, 7,5 g/día; y almendras, 7,5 g/día) en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular en pacientes con alto riesgo vascular. Otros estudios han evaluado los efectos de una dieta mediterránea o alguno de sus componentes sobre diferentes factores de riesgo vascular. De este modo, se ha observado que la dieta mediterránea reduce las cifras de presión arterial, mejora el perfil lipídico (aumento del HDL-colesterol y reducción del LDL-colesterol), y dismi- nuye las alteraciones funcionales de la pared interna de los vasos sanguíneos (el denominado endotelio vascular). Además, en un estudio reciente se ha comprobado que la dieta mediterránea también reduce los marcadores de in- flamación vascular (situaciones que alteran la regularidad y composición de las paredes de los vasos sanguíneos) que actualmente se considera un importante factor de riesgo vascular. Todos estos efectos ayudan a entender mejor los mecanismos a través de los cuales la dieta mediterránea podría ejercer su acción protectora sobre la salud, al retra- sar la aparición y progresión de la arteriosclerosis. 14. ¿Qué aporta el aceite de oliva a la dieta mediterránea? Muchos de los beneficios de la dieta mediterránea se han atribuido a su elevado contenido en ácidos grasos mo­ noinsaturados y vitaminas. El aceite de oliva es uno de los elementos más emblemáticos de esta dieta y sus efectos beneficiosos se han relacionado con su alto contenido en ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado. Por tener un solo doble enlace, el ácido oleico es mucho más resistente al calor que los ácidos grasos poliinsaturados de los aceites de semillas, por lo que las frituras deberían hacerse sólo con aceite de oliva, que además puede reutilizarse. Asi- mismo, su utilización facilita el consumo de vegetales y legumbres, al potenciar el sabor e incrementar la densidad energética de estos alimentos. Respecto a estos ácidos grasos como intervención dietética única, no existen estudios controlados con dis- tribución aleatoria que hayan analizado su eficacia en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares u otras patologías crónicas prevalentes. Sin embargo, exis- ten suficientes evidencias de que las dietas con un con- tenido relativamente alto en grasa total, a base de ácidos grasos monoinsaturados (con la dieta mediterránea como paradigma), son tanto o más beneficiosas para la salud car- diovascular que la tradicional dieta prudente, alta en carbo- hidratos y baja en grasa total y saturada. La prestigiosa US Food and Drug Administration emitió recientemente un documento en el que reconocía el posible efecto cardio- protector del aceite de oliva. Finalmente, hay evidencias limitadas de que las dietas altas en ácidos grasos monoinsaturados a base de aceite de oliva tengan efectos saludables sobre la presión arterial, la hemostasia, la activación endotelial, la inflamación y la termogénesis. Por ello, la Sociedad Española de Arterios- clerosis considera deseable un consumo de grasa total de hasta el treinta y cinco por ciento de calorías, siempre que el ácido oleico constituya al menos la mitad de la energía derivada de la grasa. La dieta saludable
  • 88. LIBRO DE LA SALUD 88 15. ¿Cuáles son los efectos beneficiosos del consumo moderado de vino? Actualmente nadie duda que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas sea perjudicial para la salud y res- ponsable de un gran número de enfermedades médicas, sin olvidar los graves problemas laborales y sociales que ocasiona. No obstante, en las dos últimas décadas, nu- merosos estudios epidemiológicos realizados en países de varios continentes han coincidido en señalar que la relación entre consumo de alcohol y mortalidad global, y especialmente mortalidad cardiovascular, sigue una curva con forma de J o U, respectivamente. Como el riesgo relativo de muerte resulta ser menor en los con- sumidores moderados de alcohol que en los abstemios, se ha sugerido que el consumo moderado de bebidas alcohólicas tendría un efecto protector sobre el sistema ­cardiovascular. De hecho, en un análisis reciente se ha calculado una reducción del 20% en el riesgo de cardio- patía coronaria cuando el consumo es de 10 a 20 gramos de alcohol al día, es decir, entre uno y dos vasos de vino al día. Sin embargo, las recomendaciones más recientes aconsejan el consumo de entre uno y tres vasos de vino al día a los hombres y entre uno y uno y medio, a las mu- jeres. Esta reducción de riesgo cardiovascular con el con- sumo moderado de vino se ha observado en una amplia variedad de poblaciones de enfermos, como diabéticos, hipertensos y pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, y se atribuye a un incremento del colesterol li- gado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL), y a otras alteraciones bioquímicas beneficiosas. También se ha observado que el consumo mode- rado de alcohol reduce el riesgo de otras complicaciones vasculares como los accidentes vasculares cerebrales o la arteriosclerosis, e incluso se ha asociado a una menor incidencia de diabetes tipo 2 y una reducción de casi un cincuenta por ciento en el riesgo de desarrollar una insu- ficiencia cardíaca. Queda, no obstante, por determinar si existe realmente alguna diferencia en los efectos de los di- ferentes tipos de bebidas alcohólicas. En muchos estudios, como algunos de los referidos, no se ha hallado ninguna relación entre los efectos obser- vados y el tipo de bebida consumida, por lo que los efectos beneficiosos del consumo moderado de bebidas alcohó- licas se atribuyen al etanol per se. En otros estudios se ha observado que el vino tinto podría tener efectos beneficio- sos adicionales sobre el sistema cardiovascular, que se han atribuido principalmente a su contenido en polifenoles. 16. ¿Qué cantidad de frutos secos debería consumirse cada día? Los frutos secos son muy ricos en grasa insaturada (ácidos grasos monoinsaturados en almendras y avellanas, y áci- dos grasos poliinsaturados en nueces y piñones), por lo que la sustitución isocalórica de grasa saturada por frutos secos reduce la concentración plasmática de colesterol. Además de contener abundante ácido linoleico (ácido gra- so poliinsaturado de la serie n-6), las nueces y los piñones tienen cantidades apreciables de ácido α-linolénico (ácido graso poliinsaturado de la serie n-3), un ácido graso al que se le supone un notable efecto contrario al desarrollo de arteriosclerosis. Los frutos secos también son ricos en otros componentes beneficiosos para la salud cardiovascular. Existen evidencias de que el consumo frecuente de nueces reduce el riesgo de enfermedad coronaria. En el Estudio de los adventistas (Adventist Health Study), los in- dividuos que ingerían frutos secos cinco o más veces por semana tuvieron una reducción del 50% del riesgo de en- fermedad coronaria en comparación con los que nunca los consumían. En una de las publicaciones más recientes del Estudio de las enfermeras (Nurses Health Study), las mujeres que consumían frutos secos cinco o más veces por semana redujeron su riesgo coronario en un 35% (y, en el caso de las no fumadoras, en un 50%), en comparación con las que raramente los consumían. En estos dos trabajos, los frutos secos consumidos eran mayoritariamente nueces, pero en otros estudios también se han observado efectos protecto- res con los cacahuetes, almendras y otros frutos secos. Por su alto valor calórico existe preocupación por que el consumo de frutos secos provoque un aumento del peso corporal. Sin embargo, en estudios preliminares se ha comprobado que su incorporación a la dieta en cantidades de hasta 50 g diarios no incrementa el peso, tanto por tener un efecto saciante como por inducir una discreta falta de absorción de la grasa. El efecto cardioprotector de los frutos secos (espe- cialmente nueces y almendras) parece deberse, al menos en parte, a la reducción de la colesterolemia. En estudios como el PREDIMED se aconseja el consumo de 15 g al día de nue- ces, 7,5 g al día de avellanas y 7,5 g al día de almendras. 17. ¿Qué otros alimentos debería incluir una dieta saludable? Otra característica de la dieta mediterránea es la abundan- cia de alimentos vegetales, cereales en forma de pan, ver- duras, legumbres y frutas frescas. Numerosas evidencias
  • 89. 89 señalan que un alto consumo de productos vegetales es beneficioso para la salud porque la alta ingesta de fibra se asocia a una reducción del riesgo coronario y de cáncer; porque una alimentación deficiente en ácido fólico o an- tioxidantes (abundantes en los vegetales) puede dar lugar a defectos en la maduración del sistema nervioso del feto o al desarrollo de catarata en los adultos; y porque la inges- ta de potasio, muy abundante en los productos vegetales, reduce la presión arterial y se asocia a una reducción del riesgo de accidente vascular cerebral. También merece remarcarse que los productos ve- getales tienen una baja densidad energética al ser alimen- tos prácticamente carentes de grasa (excepto los frutos secos, algunas frutas tropicales y las aceitunas). El consumo diario de productos vegetales se asocia a una menor ingesta de grasa y contribuye a frenar el desarrollo de la obesidad, la epidemia de este siglo. Por otra parte, se dispone de evi- dencias científicas que demuestran los efectos beneficiosos específicos de los diversos componentes de los productos vegetales, como carbohidratos complejos y fibra, vitaminas antioxidantes, ácido fólico y esteroles vegetales. Por todo ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, siguiendo las directrices de la OMS y la Orga- nización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO), puso en marcha una campaña denominada «5 al día», para promover el consumo de al menos cinco raciones de frutas y verduras, con la que se pretendía au- mentar este consumo, especialmente en los más jóvenes. 18. ¿Qué papel desempeñan los carbohidratos y la fibra alimentaria en la dieta? Los productos vegetales son la principal fuente de car- bohidratos de la dieta. Se distinguen dos tipos: a) los simples o azúcares, de absorción rápida, que se hallan en el azúcar de mesa (sacarosa), la leche (lactosa) y las frutas (fructosa), pero también en los productos de bo- llería, pasteles, bombones, caramelos y bebidas edulco- radas; y b) complejos o almidones, de absorción lenta, contenidos en distintas proporciones en los vegetales naturales y con frecuencia asociados a polímeros indige- ribles (fibra alimentaria). Esta distinción resulta de gran importancia para la salud, porque cuando la grasa de la dieta se sustituye por carbohidratos simples, se induce la síntesis de triglicéridos y la secreción de insulina, hechos que favorecen el desarrollo de obesidad, resistencia a la insulina y diabetes en personas predispuestas. En cam- bio, si las grasas se sustituyen por carbohidratos comple- jos, mejora tanto el perfil lipídico como el metabolismo de la glucosa. La fibra alimentaria es un componente principal de una alimentación rica en productos vegetales, y tiene gran importancia en la función digestiva, el metabolis- mo del colesterol y sobre la salud en general. Existen dos tipos de fibra: la fibra insoluble, como la celulosa, hemi- celulosas y lignina, abundante en los cereales, y la fibra soluble, como las gomas, mucílagos y pectinas, contenida en las legumbres, frutas y verduras. Sólo la fibra soluble reduce las cifras de colesterol, al secuestrar los ácidos bi- liares en el intestino y promover su eliminación fecal, lo que comporta una menor absorción del colesterol de la dieta. La fibra dietética también influye favorablemente sobre el control del azúcar en sangre (glucemia) y las ci- fras de presión arterial. Finalmente, existen numerosas evidencias epidemiológicas que señalan una relación in- versa entre el consumo de fibra y la incidencia de varios tipos de cáncer. 19. ¿Qué vitaminas contiene la dieta mediterránea tradicional? Las frutas y verduras son una fuente importante de vita- minas antioxidantes como α-tocoferol (vitamina E), β-ca- roteno (precursor de la vitamina A) y vitamina C, aparte de otras sustancias fitoquímicas con potente efecto antioxi- dante como los compuestos fenólicos. Varios estudios han demostrado que una ingesta elevada de vitamina E prote- ge frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero las evidencias son menos claras en el caso de la vita- mina C y el β-caroteno. Los flavonoides son otras sustancias con propie- dades antioxidantes contenidas en los productos vege- tales. Algunos estudios practicados en países del norte de Europa han indicado que los flavonoides contenidos en manzanas, cebollas, bayas y té reducen el riesgo de muerte cardiovascular. Asimismo, una revisión sistemá­ tica ha señalado que los alimentos vegetales naturales, es decir, no elaborados, con mayor capacidad antioxidante son las bayas silvestres (fresas, frambuesas y arándanos) y las nueces. Las hierbas aromáticas y especias típicas de tantas recetas mediterráneas, como el perejil, laurel, tomillo, pi- mentón y orégano, también contienen abundantes com- puestos fitoquímicos con potentes efectos antioxidantes y presuntamente protectores del desarrollo de arterioscle­ rosis, cáncer, y otras enfermedades crónicas. La dieta saludable
  • 90. LIBRO DE LA SALUD 90 20. ¿Debería aconsejarse la administración de suplementos de ácido fólico en pacientes con alto riesgo vascular? Los cereales, cítricos y verduras de color verde oscuro son importantes fuentes dietéticas de ácido fólico, una vitamina del grupo B cuyo consumo deficiente en la mu- jer embarazada se asocia a una elevada incidencia de defectos neurológicos en el feto. Además, un consumo deficiente en el adulto se acompaña de concentraciones plasmáticas elevadas de homocisteína, junto a un riesgo aumentado de aterosclerosis y trombosis. Actualmente se recomienda un consumo elevado de ácido fólico en los pacientes con alto riesgo vascular en forma de una dieta rica en cereales, frutas o verduras, o con suplemen- tos farmacéuticos. 21. ¿Qué efectos tienen los componentes minoritarios de la dieta mediterránea? Además de vitaminas y minerales, los productos ve- getales contienen otros micronutrientes beneficiosos para la salud, como los fitosteroles, flavonoides y los compuestos sulfurados. Todos ellos se denominan componentes minoritarios. Los fitosteroles se hallan en aceites vegetales, semillas, frutos secos y algunas ver- duras y frutas. Estos compuestos inhiben la absorción intestinal de colesterol, lo que conlleva una disminu- ción de la concentración en sangre de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad en un 10% y un 13%, respectivamente. Los flavonoides de la dieta tam- bién tienen interesantes efectos antiarterioscleróticos y anticancerígenos. 22. Muchas personas no consumen ajo por el mal aliento que produce. ¿Hasta qué punto debe recomendarse el consumo de ajo y cebolla? El consumo de ciertos alimentos enteros también pare- ce tener un efecto protector frente al desarrollo de en- fermedades cardiovasculares o cáncer, independiente- mente del resto de macro- o micronutrientes de la dieta habitual. Los vegetales del género Allium, como el ajo, la cebolla y los puerros, contienen flavonoides, saponi- nas y compuestos organosulfurados con propiedades antioxidantes y anticarcinógenas. Así, se ha señalado que la ingesta de cebolla protege del cáncer gástrico. Un diente de ajo al día también reduce el riesgo de en- fermedades cardiovasculares y de aparición de diversos tumores malignos. 23. ¿Debe aconsejarse el consumo de pescado y marisco? El consumo de pescado es otro de los hábitos dietéticos que más diferencian la dieta mediterránea de la anglosajona. Varios estudios epidemiológicos sugieren que el consumo de pescado se relaciona de un modo inverso con el ries- go de enfermedad coronaria y sobre todo con el riesgo de muerte de causa cardiovascular, súbita o no. Este efecto protector del pescado se atribuye a su elevado contenido en ácidos grasos poliinsaturados de la serie n-3 (ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico), que tienen acciones antiagregantes plaquetarias, antiarrít- micas, vasodilatadoras y de reducción de la síntesis hepática de triglicéridos, lo que se manifiesta en efectos antitrombó- ticos (reducen el riesgo de desarrollar trombos en los vasos sanguíneos), hipotensores y de reducción de los triglicéri- dos. Por otra parte, la espina de pescado es muy rica en cal- cio y su consumo (cuando se comen peces pequeños ente- ros como sardinas, pescadilla, etc.) proporciona el calcio que no abunda tanto en la dieta mediterránea tradicional por el bajo consumo de lácteos. El marisco contiene ácidos grasos n-3, pero tam- bién cantidades importantes de colesterol, por lo que se habían planteado dudas sobre su bondad para la salud cardiovascular. No obstante, como el marisco contiene también esteroles marinos que, de modo similar a los este- roles vegetales, compiten con el colesterol en su absorción intestinal, la influencia final o neta de su consumo sobre la concentración plasmática de colesterol no es desfavorable. Por ello no es necesario prohibir el consumo moderado de marisco en personas con alto riesgo vascular. Actualmente, se recomienda consumir pescado tres o más veces por semana. De hecho, los estudios epi- demiológicos sugieren que no hay que consumir grandes cantidades, sino una media de 30-35 g al día, para lograr una cierta protección cardiovascular. Otro dato intere- sante es el contenido en ácidos grasos n-3, que varía se- gún la especie de pescado. El pescado azul, como la sar- dina, atún, caballa y salmón, contiene mayor cantidad de grasa y, por tanto, de ácidos grasos n-3 que el pescado blanco (merluza, pescadilla, lenguado). Debería recomen- darse, pues, ingerir pescado azul con mayor frecuencia. 24. ¿Cuál es el papel de carnes y lácteos en la dieta mediterránea? La dieta mediterránea tradicional contenía pocas carnes rojas, queseutilizabanengeneralcomocondimentoopicadillopara
  • 91. 91 La dieta saludable rol de la dieta. Cuando hay cantidades excesivas de colesterol en sangre, éste puede depositarse en las arterias para formar placas de ateroma. Dieta mediterránea: término que se comenzó a emplear a partir de la comprobación de que en los países mediterráneos la esperanza de vida era de las más altas del mundo y que las tasas de enferme- dad coronaria, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades cróni- cas eran de las más bajas, a pesar de poseer unos servicios médicos más limitados. Se planteó que podría deberse a diferentes hábitos alimentarios, a distinta actividad física o incluso a factores genéticos; y se concluyó que lo que esencialmente diferenciaba a los países del Mediterráneo de los de la Europa septentrional y Norteamérica eran sus hábitos alimentarios, de ahí que se considerara la dietamediterrá- nea como el factor que mejor explicaba las diferencias de mortalidad total, y especialmente de mortalidad coronaria, entre estos países. Nutrigenómica: nueva ciencia que trata de combinar genética y nutrición. Los expertos tienen claro que los nutrientes interaccionan con los genes y que algunos alimentos tienen un efecto protector en determinadas personas, mientras que en otras pueden llegar a pro- vocar enfermedades. Es posible que en un futuro no muy lejano, las intervenciones dietéticas sean totalmente individualizadas, ya que tendrán en cuenta el genotipo de cada persona. Bibliografía Consumaseguridad.com. Diario de la Seguridad Alimentaria. http:// www.consumaseguridad.com. Fundación Nucis (Salud y Frutos Secos). http://www.nucis.org. Fundación Patrimonio Cultural Olivarero. http://www.pco.es. Predimed. Prevención con Dieta mediterránea. http://www.predimed.org. Sabor Mediterráneo. Revista digital de gastronomía mediterránea. http://www.sabormediterraneo.com/salud/dietamediterranea.htm. darsaborapotajesymenestras,asícomopocoslácteosfrescos (lecheymantequilla),porloqueeramuybajaengrasasaturada y colesterol. Como los productos lácteos son la fuente princi- pal de calcio y vitamina D en la dieta, se había planteado si la relativamente baja ingesta de calcio en la dieta mediterránea aumentaría la frecuencia de osteoporosis. Sin embargo, la tasa defracturasóseasenlapoblaciónmediterráneanoesdiferente deladelosanglosajones,talvezporquelapoblaciónpuedead- quirircalciodeotrasfuentes(pescadoyfrutossecos),ytambién porquelamayorexposiciónalsolmejoralatasadeformasacti- vasdevitaminaD(queprevieneladebilidaddeloshuesos). Más recientemente, la contribución de los ácidos grasos saturados a la ingesta total de energía en España su- pera en mucho el 10% en todas las encuestas de grupos de población. A ello contribuye no sólo un importante aumen- to del consumo de carnes y lácteos, sino también la amplia disponibilidad de alimentos transformados que contienen grasa animal o aceites saturados de origen tropical (patatas chips, productos de bollería, etc.). La recomendación dieté- tica más importante para evitar enfermedades cardiovascu- lares (y también muchos tipos de cáncer), es precisamente volver a la proporción de menos del 10% de las calorías pro- cedentes de los ácidos grasos saturados, evitando el consu- mo excesivo de este tipo de alimentos. Glosario Colesterol: uno de los principales componentes de la dieta, in- cluido dentro del grupo de las grasas. Existen varios tipos, clasi- ficados según su densidad. Todas las células sintetizan colesterol y el organismo lo adquiere por absorción intestinal del coleste- • En el momento actual, se considera que la dieta más equilibrada y saludable es la mediterránea, debido a que los resultados de numerosos estudios han demostrado que actúa como factor protector contra el desarrollo de múltiples enfermedades, como las cardiovasculares, los distintos tipos de cáncer, las enfermedades neurodege- nerativas e incluso contra el propio envejecimiento. • Esta dieta se asocia con: a) un elevado consumo de cerea- les,frutas,verduras,frutossecosylegumbres;b)elaceitede oliva como fuente principal de la grasa; c) un consumo mo- derado de pescado, pollo, leche y productos lácteos (espe- cialmente en forma de queso y yogur); d) bajo consumo de carne y productos cárnicos, y e) un alto grado de actividad física junto con un consumo diario moderado de vino. • LaspoblacionesdelsurdeEuropasevanapartandodeesta dieta al adquirir hábitos cada vez más occidentalizados. La tendencia actual en los países mediterráneos es sustituir el aceite de oliva por otros aceites vegetales que son más ba- ratos, el vino por otro tipo de alcohol (especialmente en la juventud), y abandonar el consumo de frutos secos. Cabría considerar la alimentación mediterránea clásica como una buena medida de prevención en salud pública. Resumen
  • 93. 93 Capítulo 8 Los hábitos tóxicos: el alcohol Dr. Joan Caballeria Médico especialista en Hepatología. Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Antoni Gual Médico especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué es el alcoholismo? ¿Y el síndrome de dependencia del alcohol? A lo largo de la historia, la palabra alcohólico ha estado im- pregnada de significados peyorativos, de ahí que muchos pacientes, y también algunos de los profesionales que los atienden, eviten usarla. Lleva asociado un estigma social que hace sentir culpa y vergüenza. Sin embargo, un alco- hólico es simplemente una persona que ha perdido la li- bertad para decidir cuánto, cuándo y cómo beber. Tradicionalmente se ha utilizado el término alcoho- lismo para referirse al síndrome de dependencia del alco- hol (SDA). Sin embargo, en algunos textos se defiende que el término alcoholismo debería emplearse un sentido más amplio, que incluiría no sólo el SDA sino todos los proble- mas relacionados con el consumo excesivo de alcohol, ya que a menudo es difícil saber si se ha pasado o no la barrera de la dependencia; y, en ocasiones, aunque no se llegue a ésta, los trastornos que pueden ocasionar los consumos ex- cesivos son tan graves, que merecen consideración especial por parte de los especialistas en este campo. En la actualidad existen dos clasificaciones diag- nósticas que permiten definir los signos y síntomas caracte­rísticos del SDA: la CIE-10 (Clasificación Interna- cional de las Enfermedades. Organización Mundial de la Salud, 1992) y el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadís- tico de los Trastornos Mentales. Asociación de Psiquiatría Americana, 1994). Ambos sistemas reconocen criterios semejantes y requieren la presencia de varios de ellos para realizar el diagnóstico. Cuantos más indicadores de dependencia se cumplan, mayor certeza diagnóstica exis- tirá. La presencia de tres o más de dichos criterios permite realizar un diagnóstico de dependencia: • Fuerte deseo o impulso irresistible de consumir alcohol. • Dificultad para controlar el consumo, ya sea para iniciarlo, terminarlo o mantener un nivel determinado. Un alcohólico es una persona que ha perdido la libertad para decidir cuánto, cuándo y cómo beber.
  • 94. LIBRO DE LA SALUD 94 • Síntomas orgánicos del síndrome de abstinencia específico cuando se reduce o cesa el consumo (o uso de sustancias semejantes para aliviarlo). • Tolerancia (necesidad de cantidades cada vez ma- yores para conseguir los efectos deseados). • Abandono progresivo de otras fuentes de placer y diversión, o gran cantidad de tiempo ocupado en conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos. • Persistencia en el consumo a pesar de conocer el perjuicio que ocasiona. Aunque se habla de alcoholismo en general, en realidad existen muchos tipos, porque en cada persona los síntomas de la dependencia pueden manifestarse de dife- rentes maneras. Algunos alcohólicos pueden estar varios días, o incluso semanas o meses, sin beber, pero cuando empiezan a hacerlo pierden rápidamente el control y no pueden detenerse hasta que están totalmente intoxica- dos. Éste sería el caso del alcoholismo de fin de semana o modelo anglosajón de abuso de alcohol. Otros alcohólicos consumen diariamente grandes cantidades de alcohol sin mostrar síntomas de borrachera porque tienen una eleva- da tolerancia a los efectos de intoxicación del alcohol.Tam- bién hay alcohólicos que beben nada más levantarse por la mañana para evitar el síndrome de abstinencia causado por el descenso en la alcoholemia que se produce al pasar toda la noche sin beber. 2. ¿Cómo se calcula el consumo de alcohol? Para estimar la cantidad de alcohol que una persona con- sume habitualmente, se deben tener en cuenta tanto el número de bebidas consumidas cada día de la semana, durante una semana típica, como la graduación de esas ­bebidas. Por lo general, el cálculo semanal es más fiable que el diario ya que, según las costumbres actuales, el con- sumo de alcohol suele aumentar considerablemente du- rante el fin de semana. Para facilitar los cálculos conviene utilizar el con- cepto de unidad de bebida estándar (UBE), que equivale a una consumición típica de cerveza (200 mL) o vino (100 mL) y corresponde aproximadamente a 10 gramos de alcohol puro. Una consumición típica de destilados (50 mL) equi- valdría a dos UBE (véase figura 1). 3. ¿Qué se entiende por bebedor de riesgo? Estadísticamente, el riesgo de problemas se incrementa de forma progresiva al ir aumentando el consumo de alcohol, aunque se considera que ese riesgo empieza a ser signifi- cativo por encima de los límites indicados en la tabla 1: Sin embargo, el consumo de riesgo no se define sólo por la cantidad. Se considera arriesgada aquella for- ma de consumo de alcohol que, por su cantidad, patrón o circunstancia, aumenta considerablemente la probabi- lidad de producir consecuencias negativas en la persona o en su entorno. En otras palabras, aquel consumo que pone en peligro la salud física, psicológica o social, a cor- to o largo plazo. Según esta definición, existirían al menos dos formas de arriesgarse con el alcohol: la intoxicación aguda (abuso puntual), con consecuencias peligrosas para la salud a corto plazo (mareo, lagunas de memoria, accidentes, peleas, embarazos no deseados, enfermeda- des de transmisión sexual, coma etílico...) y el consumo habitual, que consistiría en un patrón regular de con- sumos excesivos que pone en riesgo la salud a medio y largo plazo. Además de sobrepasar las cantidades indicadas en la tabla, se considera consumo de riesgo beber cual- quier cantidad de alcohol en alguna de las siguientes si- tuaciones: • Antes de que el organismo haya terminado su de- sarrollo (hacia los 18 años). TABLA 1. Consumo de alcohol: cantidades máximas indicadas Consumo diario Consumo semanal Consumo ocasional Hombres ≤ 4 UBE ≤ 28 UBE ≤ 5 UBE Mujeres ≤ 2-3 UBE ≤ 17 UBE ≤ 4 UBE Figura 1. Unidad de bebida estándar una uBE equivale a 10 g de alcohol puro una copa de vino, cava o cerveza. un carajillo o un chupito 1 uBE una copa de brandy o licor. un whisky. un combinado (cubata) 2 uBE
  • 95. 95 • Cuando una mujer está embarazada (el alcohol puede producir daños irreversibles en el feto, como el síndrome de alcoholización fetal). • Cuando se tiene que conducir un vehículo (bici- cleta, moto, coche…), practicar deporte (esquí, surf, submarinismo, escalada...) o trabajar con máquinas u objetos peligrosos (sierras, cuchi- llos, bisturíes...) o en circunstancias peligrosas (un albañil en el andamio, un pescador en el mar...). • Cuando se están tomando medicamentos que ­interaccionan con el alcohol. • Si se han tomado otras drogas, ya que los efec- tos pueden potenciarse o enmascararse (por ejemplo, si se comsume alcohol con un esti- mulante puede dar la falsa impresión de estar menos borracho). • Cuando se sufren enfermedades como diabetes, hepatitis, depresión, epilepsia u otras que pue- den agravarse si se consume alcohol. 4. ¿Cuál es el consumo de alcohol en España? En España se beben alrededor de diez litros de alcohol puro por habitante y año (incluyendo exclusivamente la población mayor de 15 años). Diez litros de alcohol puro equivalen a 200 litros de cerveza de 5 grados o a 90 litros de vino de 11 grados. Estos niveles de consumo se mantienen relativa- mente estables desde finales de los años ochenta y son sensiblemente inferiores a los registrados en los años se- senta, cuando se situaban por encima de los 14 litros por habitante y año. No obstante, en los últimos años se han observado cambios notables en los patrones de consumo de la socie- dad. Entre ellos podemos citar los siguientes: • Mayor tendencia a consumir los fines de semana y en momentos de ocio. • Disminución de los consumos cotidianos coinci- diendo con las comidas. • Reducción del consumo de vino y aumento del de cerveza. • Desaparición de las diferencias entre hombres y mujeres. Entre los jóvenes, unos y otras beben con la misma frecuencia. • Mayor tendencia a presentar intoxicaciones agudas. 5. ¿Cuál es el porcentaje de bebedores excesivos en España? El consumo de alcohol está muy generalizado en las cul- turas mediterráneas. Las estadísticas más recientes mues- tran que alrededor del 50% de la población admite haber bebido en el curso del último fin de semana y que el 16% de los españoles son bebedores de riesgo. Asimismo, el 21% de los españoles admite haberse embriagado en los últimos 12 meses. Un dato preocupante lo constituye el hecho de que uno de cada tres jóvenes entre 14 y 18 años admite haberse emborrachado en el curso del último mes. Dicho porcentaje constituye un incremento notable en relación con los últimos años (35% en 2004, frente a 19% en 2002). 6. ¿Qué consecuencias socioeconómicas tiene la dependencia del alcohol? En 1998 se estimó que los costes del alcoholismo en España equivalían al presupuesto sanitario de la comuni- dad autónoma catalana. Datos europeos sitúan los costes tangibles del alcohol en 125 billones de euros.Y se calcula- ron los costes intangibles en 270 billones de euros para el año 2003. En la figura 2 se puede observar la distribución de dichos costes. Convieneseñalaraquíqueaunqueelalcoholgenera importantes ingresos a las arcas del Estado a través de los impuestos, dichos ingresos son netamente inferiores a los costes que el consumo de bebidas alcohólicas comporta para la sociedad. En concreto, en el ámbito europeo los ingresos por impuestos a bebidas alcohólicas superaron los 25 billones de euros, frente a los 125 billones de euros en los costes tangibles antes citados. Los hábitos tóxicos: el alcohol Figura 2. Consecuencias socioeconómicas en el presupuesto sanitario. Distribución de los costes tangibles del alcohol Accidentabilidad (8%) Gasto sanitario (14%) Tratamiento (4%) Mortalidad (29%) Absentismo (7%) Desempleo (11%) Gasto en seguridad ciudadana (12%) Criminalidad (15%)
  • 96. LIBRO DE LA SALUD 96 7. ¿Existen grupos de población especialmente susceptibles a los efectos nocivos del alcohol? Las mujeres tienen una mayor sensibilidad al alcohol. Su menor capacidad para metabolizar el alcohol en el estó- mago hace que con idénticos consumos presenten nive- les de alcohol en sangre (alcoholemia) superiores a los varones, lo cual comporta mayores riesgos para su salud. Asimismo, se ha observado que los hijos de pacientes alco- hólicos tienen un mayor riesgo de desarrollar dependen- cia alcohólica. Dicho riesgo no comporta en ningún caso la certeza de desarrollar la enfermedad, sino que implica una mayor probabilidad de adquirir la dependencia, en caso de que el interesado realice consumos alcohólicos. 8. ¿El alcohol tiene efectos beneficiosos? Tradicionalmente, en países como España, el alcohol ha sido considerado un componente más de la dieta medi- terránea y, por tanto, una fuente de calorías. Estudios ­epidemiológicos recientes sugieren que la ingesta de un vaso de vino en las comidas podría tener efectos beneficio- sos al reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Enningúncasodichosestudiospermitenrecomendar el consumo de alcohol a los no bebedores. 9. ¿Debe aconsejarse el consumo moderado de alcohol? Aun admitiendo que el consumo moderado de alcohol no es dañino, e incluso que puede tener un efecto beneficioso, dado que España es uno de los países donde el consumo de alcohol es más elevado y donde existe un 16% de bebe- dores de riesgo, no parece lógico estimular el consumo de alcohol, sino que las campañas deben centrarse en la prevención del alcoholismo. Por otra parte, si bien el con- sumo moderado de alcohol podría aconsejarse a determi- nados grupos de población, existen otros grupos como los jóvenes, las mujeres embarazadas, los enfermos crónicos, etc., para quienes las campañas que aconsejan el consumo podrían ser claramente contraproducentes. 10. ¿Cómo se metaboliza el alcohol? El alcohol, una vez ingerido, es rápidamente absorbido en el estómago y el intestino delgado y pasa a la circulación san- guínea. El alcohol absorbido llega al hígado, donde el 95% es metabolizado. Solamente una pequeña parte es elimi- nada por el riñón y el pulmón. También existe una pequeña cantidad del alcohol que no pasa a la circulación, sino que es metabolizada en el estómago. Este fenómeno se conoce Cambios en el hígado inducidos por el alcohol. A: hígado normal. B: esteatosis hepática. C: hepatitis alcohólica aguda. D: cirrosis hepática. A B C D
  • 97. 97 como metabolismo de primer paso del alcohol, y está dismi- nuido o es inexistente en diferentes grupos de población como las mujeres, las personas de edad avanzada, los alco- hólicos crónicos o los individuos a los que se ha practicado una resección del estómago. También hay medicamentos que disminuyen el metabolismo de primer paso. En el hígado, el alcohol sufre dos procesos oxida- tivos, mediante los cuales se convierte primero en acetal- dehído, que es en realidad la sustancia tóxica, y posterior- mente en acetato. La oxidación del alcohol produce una serie de cambios estructurales y funcionales en las células del hígado que son los responsables del daño hepático. 11. ¿Qué órganos se ven afectados por el consumo excesivo de alcohol? El consumo excesivo de alcohol puede afectar práctica- mente a todos los órganos y sistemas del cuerpo, bien sea a través de un efecto tóxico directo o bien debido a la mal- nutrición que suele asociarse. Los órganos que se ven más afectados por el consumo excesivo de alcohol son el apa- rato digestivo, el hígado, el páncreas, el sistema nervioso, tanto central como periférico y, en menor medida, el cora- zón, los sistemas muscular y esquelético y las diferentes células de la sangre. 12. ¿Hay diferencias entre el patrón de bebida y/o el tipo de bebida y el daño orgánico? La posible influencia del patrón de bebida o del tipo de bebida sobre el daño producido por el alcohol ha sido motivo de muchos estudios con resultados contradicto- rios, y aún hoy en día es un tema controvertido. En general, se tiende a creer que el consumo intermitente y abusivo comporta mayores alteraciones conductuales y psiquiá- tricas, mientras que el abuso continuado conlleva mayor riesgo de patologías orgánicas. 13. ¿Cuáles son las lesiones del aparato digestivo producidas por el alcohol? El alcohol puede producir lesiones en todo el aparato diges- tivo, que se traducen en alteraciones, tanto estructurales como funcionales, de la mucosa. Sin embargo, las lesiones más importantes se producen en el esófago y estómago, que es donde la concentración de alcohol después de la ingesta es más alta. En el esófago se produce una disminución de la motilidad y de la presión de los esfínteres que da lugar a reflujogastroesofágico,esofagitisyúlceras.Comoconsecuen- cia de las náuseas y ­vómitos de repetición pueden ­producirse ulceraciones del esófago que son causa de hemorragia. En el estómago también se producen cambios en la motilidad que alteran el vaciamiento gástrico y gastritis, tanto aguda como crónica. La gastritis aguda es muy frecuente después de una ingesta muy importante de alcohol y puede causar una hemorragia. En el intestino, el alcohol produce cambios en la mucosa que dan lugar a diarrea y una mala absorción de diferentes nutrientes, por lo que es una de las causas de la malnutrición de los alcohólicos crónicos. La afectación del páncreas es, después de la hepá- tica, la patología digestiva más frecuente relacionada con el alcohol. Puede presentarse en forma de pancreatitis aguda, recidivante o crónica. Para que aparezca, el período de consumo excesivo de alcohol debe ser de 10 a 15 años. La pancreatitis aguda presenta desde manifestaciones leves hasta una elevada mortalidad, y se caracteriza por dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, fiebre y altera- ciones analíticas importantes. La pancreatitis crónica se caracteriza por dolor intenso que puede estar desencadenado por la ingesta de alcohol, pérdida de grasa por las heces y diabetes. 14. ¿Cuáles son las enfermedades hepáticas producidas por el alcohol? Las enfermedades hepáticas producidas por el alcohol son, de menor a mayor gravedad, la esteatosis hepática, la hepatitis alcohólica y la cirrosis. Estas enfermedades pueden presentarse de manera aislada, pero es muy frecuente que coexistan varias lesiones. Las manifestaciones clínicas de estas enfermedades son muy variables, por lo que el diag- nóstico debe efectuarse mediante una biopsia hepática. La esteatosis es casi constante en los pacientes con un consumo excesivo de alcohol y consiste en un depósito de grasa en las células del hígado. Suele ser asintomática y revierte a las pocas semanas de interrumpir la ingesta de alcohol. La hepatitis alcohólica es la lesión hepática más característica producida por el alcohol, y consiste en focos de inflamación y necrosis de las células del hígado, un grado variable de infiltración grasa y fibrosis y, en muchos casos, una cirrosis. Las manifestaciones clínicas son muy variables, desde formas asintomáticas hasta muy graves, con ictericia intensa, ascitis, infecciones y pruebas hepá- ticas muy alteradas. Estas formas se acompañan de una mortalidad muy elevada que oscila entre el 15% y el 40% en el primer mes después del diagnóstico. El pronóstico a largo plazo depende de la abstinencia de alcohol, aunque Los hábitos tóxicos: el alcohol
  • 98. LIBRO DE LA SALUD 98 también influyen el sexo y la gravedad de las lesiones en el momento del diagnóstico. La cirrosis hepática comporta a lo largo de su evo- lución una serie de complicaciones como ictericia, ascitis, hemorragia digestiva por rotura de varices esofágicas, encefalopatía hepática e infecciones graves. Esta enferme- dad no tiene un tratamiento específico y deben tratarse las complicaciones. El pronóstico depende también de la abstinencia, ya que en los pacientes abstinentes la cirrosis puede permanecer compensada durante años y las prue- bas de función hepática normalizarse por completo. 15. ¿Cuál es el consumo de alcohol necesario para desarrollar una cirrosis hepática? Existe un acuerdo general en que el desarrollo de cirrosis se correlaciona con la magnitud y la duración de la ingesta de alcohol.Existenevidenciasquesugierenqueelriesgoaumenta a partir de un consumo de 60-80 g/día (seis a ocho unidades debebida)enlosvaronesyde20-40g/día(dosacuatrounida- des de bebida) en las mujeres, durante un período prolon- gado de tiempo, en general superior a los 20 años. 16. ¿Qué otros factores influyen en el daño hepático producido por el alcohol? En la actualidad no existe ninguna duda de que el alcohol es un tóxico hepático directo. Sin embargo, sólo una parte de los alcohólicos crónicos desarrollan lesiones hepáticas y de ellos únicamente de un 20% a un 30% evolucionan a la cirrosis. Esto hace suponer que existen otros factores que pueden contribuir al efecto nocivo del alcohol sobre el hígado. Es bien conocido que las mujeres desarrollan lesiones más graves con una menor cantidad y una dura- ción inferior de la ingesta que los varones, lo que puede deberse a diferencias en el contenido de agua corporal que determinarían un menor volumen de distribución del alcohol en las mujeres —y, por tanto, una mayor concen- tración sanguínea y hepática—. Esta mayor concentración del alcohol en la sangre de las mujeres también puede deberse a una menor oxidación gástrica del alcohol, ya que la actividad de la alcohol-deshidrogenasa gástrica es menor en las mujeres. La asociación entre el consumo de alcohol y la infec- ción por el virus de la hepatitis C puede favorecer la apari- ción de lesiones hepáticas, de manera que en los alcohóli- cos crónicos con lesiones hepáticas se ha observado una mayor prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C en relación directa con la gravedad de las lesiones. 17. ¿Cuál es la mortalidad por cirrosis alcohólica? La cirrosis hepática es una de las principales causas de muerte en la mayor parte de los países occidentales, espe- cialmente entre los individuos del sexo masculino y en la edad media de la vida. En España, al igual que en el resto de países,lamortalidadporcirrosisaumentóprogresivamente hasta el inicio de la década de los ochenta, para descender paulatinamente al igual que el consumo de alcohol y esta- bilizarse en los últimos años. En 1980 la mortalidad era de 32,1 casos por 100.000 varones y de 11 casos por 100.000 mujeres, pasando, según los últimos datos, a 28,9 y 11,9 casos por 100.000 varones y mujeres, respectivamente. La muerte por cirrosis representa aproximadamente la mitad de los fallecimientos relacionados con el alcohol. 18. ¿Es la cirrosis hepática alcohólica una indicación de trasplante hepático? El trasplante hepático es un tratamiento para las enferme- dades terminales del hígado que se ha generalizado en los últimos veinte años gracias a la mejora de la técnica quirúr- gicayalaaparicióndemedicamentoseficacesparaevitarel rechazodelórganotrasplantado.Durantemuchotiempola inclusión de la cirrosis alcohólica entre las indicaciones de trasplante ha sido motivo de controversia. Hoy en día esta controversia está superada y la indicación de trasplante en lacirrosisalcohólicaavanzadaestábienestablecida,ycons- tituye en la mayoría de los centros la segunda indicación de trasplante después de la cirrosis por virus de la hepatitis tipo C. La indicación de trasplante en los pacientes con una cirrosis alcohólica debe establecerse una vez transcurrido un período de abstinencia de al menos seis meses, siempre que tengan conciencia clara de su dependencia del alco- hol y un buen soporte ­sociofamiliar. Con estas premisas, la supervivencia al año es superior al 80% y similar a la de la cirrosis por otras causas. 19. ¿Cuáles son las consecuencias del alcohol sobre el sistema nervioso? Después del hígado y el aparato digestivo, el sistema ner- vioso es el que se ve afectado con más frecuencia como consecuencia del abuso agudo y crónico del alcohol. En las alteraciones del sistema nervioso intervienen tanto el efectotóxicodelalcoholcomolasdeficienciasnutricio­nales, especialmente de vitaminas del complejo B. La polineuritis afecta especialmente a los nervios de las extremidades inferiores y produce dolor, hormigueos y, en los casos más avanzados, atrofia muscular y dificultad en la marcha. En el
  • 99. 99 sistema nervioso central, el trastorno más característico es el denominado síndrome de Wernicke-Korsakoff. La encefa- lopatía deWernicke corresponde a la fase aguda y produce alteraciones oculares, ataxia del tronco y extremidades inferiores y confusión mental que puede llegar a estupor y coma. Debe tratarse con la administración de tiamina. La psicosis de Korsakoff representa la fase crónica y se carac- teriza por amnesia anterógrada y retrógrada. Puede mejo- rar con la administración de tiamina pero la recuperación suele ser lenta e incompleta. La demencia alcohólica es la consecuencia de una atrofia cerebral difusa. 20. ¿Existe una relación entre el alcohol y el cáncer? Desde hace muchos años se ha intentado establecer una relación entre el consumo crónico de alcohol y el cáncer. Es evidente que existen una serie de tumores que se pre- sentan con mayor frecuencia en los alcohólicos que en la población general. La mayoría de los alcohólicos son tam- bién fumadores, y la elevada incidencia de tumores en el tracto digestivo superior, cavidad bucal, lengua, faringe y esófago, así como en laringe y pulmón que se observa en los alcohólicos, posiblemente está en relación con el con- sumo de tabaco. Este efecto coadyuvante del alcohol con otros factores también se observa en el hígado: el cáncer de hígado suele aparecer en pacientes con una cirrosis alcohólica y con una hepatitis por el virus C. También se ha establecido la relación entre el alcoholismo y otro tipo de cánceres como los de colon y recto o el cáncer de mama. 21. ¿Qué es el síndrome de abstinencia alcohólica? Cuando un alcohólico deja de beber bruscamente puede experimentar, aunque no siempre, el llamado síndrome de abstinencia. Debido al fenómeno de neuroadaptación, el organismo se acostumbra a convivir con dosis altas de ­alcohol;lasupresiónbruscadeéstascomportaalteraciones en la neurorregulación, provocando una sobreexcitación. En su versión menos aguda, se observan síntomas de abs- tinencia por las mañanas en los bebedores habituales, en forma de temblor y náuseas que se calman con la ingesta etílica. En sus manifestaciones más agudas, el síndrome de abstinencia se presenta en forma de convulsiones, confu- sión que puede llegar al delírium trémens y, en caso de no ponerse tratamiento, puede evolucionar hacia la muerte. 22. ¿Cómo se trata la dependencia alcohólica? La dependencia alcohólica es una enfermedad que per- mite un tratamiento biopsicosocial. Ello significa que se deben tratar los componentes médicos, psicológicos y sociales de la enfermedad. El tratamiento se inicia con la desintoxi­cación, etapa corta, de unos siete días de dura- ción, en la que se suprime el consumo de alcohol, evi- tando la aparición del síndrome de abstinencia mediante fármacos tranquilizantes. Una vez que el paciente ha dejado de beber, se inicia la rehabilitación, proceso en el que aprende a vivir bien sin beber. Ese proceso dura entre 12 y 24 meses, y en este período el paciente adquiere conciencia de su enfermedad, aprende a prevenir recaí- das y mejora su estilo de vida, incrementando notable- mente su ­bienestar. Los programas de tratamiento están orientados a la abstinencia y, por tanto, el objetivo no es que el paciente vuelva a beber con moderación sino que aprenda a vivir bien sin alcohol. Para ello se utilizan tanto medicamentos que reducen el deseo de beber, como terapias psicológicas que fortalecen la motivación. Las terapias de grupo suelen ser el tratamiento psicoló- gico más adecuado. Entre los medicamentos autorizados para el tratamiento del SDA cabe señalar el disulfiram, la cianamida cálcica, la naltrexona y el acamprosato. No es infrecuente que en el proceso de recuperación algunos pacientes deban ser tratados con medicación antidepre- siva. Asimismo, existe evidencia de la efectividad de algu- nos fármacos antiepilépticos, como el topiramato, en el tratamiento de la dependencia alcohólica. 23. ¿Qué puede hacerse con un familiar que no reconoce sus problemas con el alcohol? Si un familiar cercano tiene problemas con el alcohol, pue- den llevarse a cabo determinadas actuaciones que aumen- tan la probabilidad de que el afectado se decida a enfren- tarse con el problema y otras que, en cambio, tienden a empeorar la situación. Entre las acciones que suelen ser útiles se pueden citar las siguientes: • Intentar mantener firmemente las costumbres y las normas familiares habituales. • Abordar el tema de la bebida en un momento oportuno, sin rodeos pero con respeto. Suele ser útil hablar después de un problema grave rela- cionado con el alcohol, cuando el bebedor esté sobrio, enfrentándolo suavemente con la reali- dad. Ser concreto y centrarse en los episodios más recientes. • Mostrar al enfermo la preocupación derivada de los problemas que está ocasionando el alcohol Los hábitos tóxicos: el alcohol
  • 100. LIBRO DE LA SALUD 100 en la familia, tratando de no culpabilizarle. Si es necesario, puede reunirse a sus familiares o ami- gos íntimos para hablar con él de su problema. • Escuchar al enfermo es el primer paso para moti- varle. Intentar ponerse en su lugar para poder comprenderle mejor, pero sin quedarse sólo en la comprensión. Mostrar interés por sus problemas y disposición para ayudarle, pero con la condición de que se aborde primero el tema del alcohol. • Insistir en hacerle entender que se trata de una enfermedad y que tiene un tratamiento eficaz. Ofrecerse a luchar conjuntamente contra la enfer- medad. •Evitarsermonearle,culpabilizarleocriticarleconstan­ temente. • Procurar animarle a buscar ayuda y a seguir un ­tratamiento adecuado. Si el afectado no desea continuarlo, hay que pedir asesoramiento, y no dudar en solicitar ayuda para la familia si la situa- ción la desborda. • Tener paciencia. La recuperación lleva tiempo. No desesperarse si hay alguna recaída. Lo importante es que ésta no se convierta en un hábito, ni en una excusa para seguir bebiendo. Hoy en día la probabilidad de éxito del tratamiento del alcoho- lismo es muy alta. Entre los comportamientos que tienden a agravar la situación se pueden mencionar los siguientes: • Adaptarse a los cambios que se están produciendo en la familia por culpa del alcohol. ­ Aparentar delante de los demás que todo va bien. Pensar que ya se solucionará con el tiempo o que no se puede hacer nada. Esconder los problemas y encargarse de las responsabilidades del enfermo cuando éste se encuentre mal por haber bebido alcohol. • Controlar el consumo de alcohol del enfermo: no sirve de nada si no va acompañado de la voluntad de cambiar. • Proferir amenazas que no se puedan cumplir. A veces son necesarias, pero hay que ser conse- cuente con ellas. • Aceptar promesas no realistas. El enfermo promete a menudo moderar su consumo o no volver a beber, pero le resulta difícil cumplir sus promesas. • Responsabilizarse de lo que debería hacer el propio enfermo para solucionar sus problemas. Aunque él no sea culpable de la enfermedad, sí es el respon- sable de hacer lo necesario para recuperarse. 24. ¿Cómo actúan los fármacos aversivos? ¿Son eficaces? ¿Son peligrosos? Los medicamentos aversivos o antidipsotrópicos son uno de los tratamientos clásicos del SDA. En España están comercializados la cianamida cálcica (Colme®) y el disul- firam (Antabús®). Ambos fármacos actúan bloqueando el metabolismo del alcohol. Si el paciente consume bebidas alcohólicas, el alcohol se metaboliza a acetal- dehído, subproducto altamente tóxico, que en circuns- tancias normales se elimina con rapidez, pero que bajo el efecto de los fármacos aversivos se elimina muy len- tamente. El acetaldehído es precisamente el responsable de la reacción disuasoria que experimenta la persona, y que consiste en enrojecimiento, taquicardia, sudoración, sensación de mareo, dolor de cabeza, etc. Cuanto mayor es la ingesta alcohólica, mayor es la reacción aversiva, pudiendo llegar en personas con problemas cardíacos a provocar incluso la muerte. Por sus características, estos fármacos no deben ser administrados nunca sin el cono- cimiento y consentimiento del paciente. Su administra- ción bajo estricta supervisión incrementa notablemente su efectividad. 25. ¿Cuánto tiempo debe durar el tratamiento? La mayor parte de los programas de tratamiento tienen una duración de alrededor de dos años, aunque lógica- mente ello dependerá en último término de la evolución del paciente. En líneas generales, se puede prever que el primer año de tratamiento permita realizar cambios importantes en el estilo de vida, y que el segundo año faci- lite la consolidación de los cambios logrados en los prime- ros doce meses de abstinencia, reduciendo así el riesgo de recaídas a largo plazo. 26. ¿Cómo se controla la abstinencia durante el tratamiento? La abstinencia de alcohol se puede confirmar mediante la determinación de alcohol en fluidos como la sangre, la orina, el sudor o el aire espirado. Dichas pruebas son muy específicas, pero sólo permiten detectar consumos recientes, de las últimas 24 horas a lo sumo. Existen tam- bién pruebas bioquímicas (análisis de sangre) que per-
  • 101. 101 miten sospechar un consumo excesivo pero no detectan consumos ocasionales, como la elevación de la cifra de una enzima hepática (la gam­maglutamil transferasa) o el aumento del volumen corpuscular medio de los glóbu- los rojos. En líneas generales, no obstante, la información proveniente tanto del paciente como de sus familiares más allegados suele ser el mejor indicador de la evolu- ción clínica del afectado. Glosario Alcoholemia: nivel de alcohol en sangre. Ascitis: acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Es la complicación más frecuente de la cirrosis. La causa fundamental de la formación de ascitis es la incapacidad de los riñones de ex- cretar el agua y la sal que se ingiere con la dieta. Ataxia: trastorno neurológico que se manifiesta por dificultad en la marcha y/o el equilibrio. Cirrosis: enfermedad crónica del hígado. Coma etílico: coma producido por una ingesta masiva de alcohol. Encelopatía hepática: trastorno de la conducta, con diversos sig- nos y síntomas, asociado a enfermedad (insuficiencia) hepática. Esofagitis: inflamación del esófago, aguda o crónica. Esteatosis: degeneración e infiltración con acúmulo de grasa en un órgano o tejido. Fibrosis hepática: inflamación crónica del hígado, con cambios en su estructura. Gastritis: inflamación del estómago, aguda o crónica. Pancreatitis: inflamación del páncreas, aguda o crónica. En oca- siones, los síntomas y signos recurren en el tiempo (pancreatitis recidivante). Polineuritis: inflamación de las fibras nerviosas debida a múlti- ples causas, entre ellas el alcohol, y que comporta distintos tipos de síntomas. Reflujo: situación en la que los ácidos del estómago refluyen ­hacia el esófago, provocando su inflamación. Bibliografía Fisac (Fundación de Investigaciones Sociales). Patología social y violen- cia doméstica. http://www.psiquiatria.com.es/socidrogalcohol/ alcohol2.pdf. Gual, A., ed. Adicciones. http://www.psiquiatria.com.es/socidro- galcohol/alcohol1.pdf. Niaaa (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism). Instituto Nacional de Salud de los EE. UU. http://www.niaaa.nih.gov. Plan Nacional sobre Drogas. http://www.pnsd.msc.es. Socidrogalcohol. Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las Otras Toxicomanías. http://www.socidrogalcohol. org. Los hábitos tóxicos: el alcohol • El consumo de alcohol en España es de 10 litros de ­alcohol puro por habitante y año, y el 16% de la pobla- ción adulta cumple criterios de bebedor de riesgo. • El síndrome de dependencia alcohólica lo padece alre- dedor del 4% de la población española, y se caracteriza por la presencia, de forma continua o intermitente, de dificultades para controlar el consumo de alcohol, a pe- sar de que dicho consumo esté provocando trastornos al individuo. • El patrón de consumo de alcohol en España ha cambia- do en los últimos años: ha aumentado en los jóvenes y mujeres, los bebedores de fin de semana y el consumo de cerveza. • El coste socioeconómico del alcoholismo es muy im- portante, es causa frecuente de ingreso hospitalario por diversas enfermedades y está relacionado con accidentes, absentismo laboral, violencia doméstica y criminalidad. • El consumo excesivo de alcohol puede afectar prác- ticamente a todos los órganos y sistemas. Las enfer- medades más frecuentes y graves son las hepáticas, seguidas de las del resto del aparato digestivo y del sistema nervioso. La cirrosis hepática alcohólica es una de las primeras causas de mortalidad entre la pobla- ción adulta española. • El tratamiento de la dependencia alcohólica debe abar- car los aspectos médicos, psicológicos y sociales del paciente, por lo que deben colaborar diversos profe- sionales, así como los familiares del paciente. El trata- miento debe prolongarse al menos durante dos años y su efectividad es muy elevada cuando el cumplimiento es correcto. Resumen
  • 103. 103 Capítulo 9 Los hábitos tóxicos: el tabaco Cristina Esquinas Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Carlos Agustí Médico especialista en Neumología. Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Cuál es el origen del tabaco? El origen del tabaco no se conoce con certeza. Los indios winnebago de Norteamérica sostienen que la semilla del tabaco fue dada por Dios al primer hombre para que, echada al fuego, los espíritus mensajeros subieran las plegarias a los cielos en las ondas de humo. Otra versión asegura que el tabaco era conocido por los persas y egip- cios desde antes del descubrimiento de América, si bien no existe constancia escrita de este hecho. Lo que se sabe con certeza es que cuando Colón y sus hombres llegaron a tierras americanas, recibieron hojas de tabaco entre sus presentes, algo que no suscitó especial interés entre su tripulación. El tabaco ha tenido detractores desde el ini- cio de su andadura. Algunos de los primeros en introducir este producto en España sufrieron incluso condenas de la Inquisición ya que, según consta en una de sus senten- cias: «Sólo Satanás puede conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la boca» (de la condena a Rodrigo de Xerez por haber importado por primera vez semillas de tabaco para su cultivo). Sin embargo, y a pesar de la reticencia de algunos, el tabaco logró una extraordinaria difusión, llegando en el siglo xvi hasta Rusia e incluso Japón. Progresivamente se estableció su comercialización y se inició la recaudación de impuestos relacionados con el tabaco, lo que sentó las bases de una industria muy importante que perdura hasta la actualidad. 2. ¿Cuándo se inició el comercio del tabaco? En un principio, el tabaco se consideraba una hierba ­medicinal más, y como tal fue descrita en obras como La historia medicinal de las cosas que se traen de nues- tras Indias occidentales de Nicolás Monardes (1580), Las ­excelencias y maravillosas propiedades curativas del taba- co de Cristóbal Hayo (1645) y El tabaco, panacea universal de J. Leander (1626). Hasta el siglo xvii no se crearon los primeros establecimientos de venta de tabaco fuera de las farmacias y parece que en 1634 se creó el Estanco de Castilla y León.Las mujeres fuman cada vez más que los hombres.
  • 104. LIBRO DE LA SALUD 104 El comercio y consumo de tabaco adquirió su desa- rrollo más importante en el siglo xx. La industrialización afec- tó también a la fabricación de las labores de tabaco y desde 1875 se dispuso de un prototipo de máquina de hacer ciga- rrillos diseñado por el ingeniero James Bonsack, que impulsó definitivamente la fabricación y el comercio de lo que más tarde se conoció como la droga más mortífera del mundo. 3. ¿Cómo se produce el cigarrillo? La planta del tabaco, Nicotiniana tabacum, tiene gran adaptabilidad. El agua es el constituyente fundamental y representa el 80% del peso de la hoja. El 20% restante está constituido por: nicotina (1-3%), nitrógeno (1-3%), diversos azúcares (8-18%) y sustancias inorgánicas (11-25%). Tras la cosecha del tabaco se procede al secado de las hojas, hecho que modifica sus características químicas. Los tabacos negros se curan al aire, en interiores ventila- dos, durante un período de entre uno y tres meses. Los ta- bacos rubios se curan por hojas en secaderos de atmósfera controlada, con ventilación automática y calefacción, y su preparación tarda de cinco a siete días. La planta previamente curada es transformada por la industria. La calidad del producto final se ve influida por la clase de hoja, el proceso de transformación y los aditivos y tratamiento que el producto recibe en el proceso industrial intermedio. 4. ¿De qué está compuesto el tabaco? Aunquelacomposiciónexactadeloscigarrillossedesconoce, en el humo del tabaco se han aislado hasta 4.500 sustancias diferentes, la mayor parte de ellas tóxicas para la salud (véa- se tabla 1). Algunas tienen capacidad de producir cáncer, otras causan lesiones irreversibles en el aparato respiratorio y en el sistema cardiovascular, otras tienen efectos irritantes. Las sustancias químicas del humo más relevantes son: • Nicotina: aunque en las dosis acumuladas en un cigarrillo no es tóxica en sí misma, es la causante de la adicción que producen los cigarrillos. Éstos contienen entre un 1% y un 3 % de esta sustancia. En los puros el porcentaje se eleva hasta un 3-6%. En cada inhalación se consumen alrededor de 0,12 miligramos de nicotina, aunque gran parte se pierde con la combustión del cigarrillo. • Monóxido de carbono: es un gas tóxico responsable de enfermedades cardíacas y vasculares. • Alquitranes: conjunto de hidrocarburos aromáti- cos, muchos de ellos causantes de diferentes ti- pos de cáncer. • Oxidantes: grupo de productos químicos tóxicos capaces de producir bronquitis crónica, enfisema pulmonar e irritación de ojos, nariz y garganta. 5. ¿Qué enfermedades están directamente relacionadas con el consumo de tabaco? Se estima que los cigarrillos son, en mayor o menor ­medida, responsables del 30% de todos los casos de cán- cer. En concreto, el humo del tabaco es el causante prin- cipal del 85% de los casos de cáncer de pulmón, que es, con diferencia, el cáncer más frecuente y mortal que existe (15% de supervivencia a los cinco años). El riesgo de pade- cerlo es directamente proporcional al número de cigarri- llos fumados. Además, el humo del tabaco tiene un papel más o menos relevante en muchos otros tipos de cáncer como son el de boca, laringe, faringe, esófago, cuello uteri- no, mama y páncreas. El tabaco es además responsable del 20% de las muertes producidas por enfermedades corona- rias y ­accidentes cerebrovasculares (embolias e infartos). Se sabe que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entidad nosológica que agrupa la bronquitis crónica y el enfisema y que está causada por el tabaco, afecta al 9% de los españoles mayores de 40 años y hasta al 20% de los que son mayores de 65. Esta enfermedad progresiva es diag- nosticada normalmente en fases tardías (fumadores de 50 a 70 años), cuando ya provoca una limitación considerable de las actividades de la vida diaria de los que las padecen y cuando las opciones terapéuticas son limitadas. TABLA 1. Diversos componentes identificados en el humo del tabaco Fase gaseosa Fase partícula Dióxido de carbono Agua Monóxido de carbono Alquitrán Óxido nitroso Nicotina Metano Tolueno Acetaldehídos Naftalina Clonidina de hidrógeno Anilina Acroleína Fenoles Ácido fórmico Catecol Ácido acético Benzo(a)pireno Benceno Hidracina Dimetil-nitrosamina Polonio 210 Níquel Cadmio Cinc
  • 105. 105 En las mujeres, fumar adelanta la llegada de la meno­ pausia e, indirectamente, la propensión a desarrollar osteo­ porosis. El consumo del tabaco también interfiere en la fer- tilidad. Las mujeres que fuman tienen más posibilidades de abortar o de dar a luz a un niño de bajo peso y secunda- riamente aumenta la probabilidad de muerte perinatal. El tabaquismo también causa el envejecimiento prematuro de la piel, sin olvidar que la nicotina mancha y deteriora el esmalte de los dientes. 6. ¿Es perjudicial para los demás el humo exhalado por el fumador? El humo del tabaco está reconocido como un importan- te contaminante medioambiental. La exposición pasiva al humo del tabaco también es causa de enfermedad aunque su efecto es más difícil de medir. Existe cada vez más evi- dencia científica de que el aire contaminado por el humo del tabaco puede causar cáncer de pulmón en personas susceptibles expuestas a una dosis acumulada elevada. El fumador pasivo puede sufrir un empeoramiento de una enfermedad cardiovascular preexistente o acusar la apa- rición de síntomas de cardiopatía isquémica. Asimismo, la exposición pasiva al tabaco aumenta la sintomatología de las enfermedades respiratorias. Algunos estudios han relacionado la exposición al humo del tabaco ambiental con un mayor consumo de recursos sanitarios en niños (dicha exposición es el principal factor modificable en esta población), así como con un peor desarrollo de la función respiratoria. 7. ¿Por qué se dice que el tabaquismo es un problema epidémico? Eltabaquismoeslaprincipalcausamundialdeenferme­dades y muertes evitables. Sólo en España provoca unos cincuen- ta y cinco mil fallecimientos y unos quince millones en todo el mundo. Actualmente la tasa de mortalidad de fumadores triplica a la de no fumadores, lo que implica una reducción en la estimación de supervivencia de 10-15 años. El tabaco es responsable de más muertes que las que originan el alcohol, las drogas, la tuberculosis, los accidentes de tráfico, los incen- dios, los homicidios, los suicidios y el síndrome de inmuno­ deficiencia humana considerados conjuntamente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países en vías de desarrollo fuma un 50% de los hombres y alrededor de un 10% de las mujeres. Esto supone que en el mundo existen más de 1.500 millones de fumadores, es decir, aproximadamente un tercio de los individuos mayores de 15 años. En España, según la última Encuesta Nacional de Salud, fuman unos 12 millones de personas, esto es, un 34% de los españoles de más de 16 años de edad (42% de los hombres y 27% de las mujeres). Estos porcentajes están entre los más altos de la Unión Europea. La mayor prevalencia se encuentra en los adolescentes y en los jóvenes con un 50% de fumado- res en el grupo de edad comprendido entre los 16 y los 25 años.Enconcreto,lasjóvenesespañolassonlaseuropeasque más fuman y en ellas la frecuencia del consumo se ha triplica- do en los últimos 20 años. Por desgracia, también la edad me- dia de inicio ha sufrido un progresivo descenso, para situarse actualmente en España en los 13 años. 8. ¿Qué repercusión tendría la ausencia de tabaco en el mundo? Una reducción del 50% en la población fumadora evitaría treinta millones de muertes en el mundo en los próximos 25 años, mientras que una disminución en la misma propor- ción de los jóvenes que empiezan a fumar ahorraría cuatro millones de muertes en el mismo período de tiempo. Los hábitos tóxicos: el tabaco La exposición pasiva al humo del tabaco también es causa de enfermedad,aunquesuefectoesmásdifícildemedir.Porelloseprohíbe fumar en los lugares públicos. Se conoce como Ley Antitabaco a la ley española 28/2005, de 26 de diciembre, que prohíbe fumar en ámbitos hasta entonces permisivos, como los lugares de trabajo (tanto públicos como privados) o los centros culturales. La ley, además, distingue entre zonas en las que está «totalmente prohibido fumar» y espacios en los que se puede fumar si se habilita una sala especial de fumadores.
  • 106. LIBRO DE LA SALUD 106 9. ¿Es el tabaquismo una enfermedad? La dependencia del tabaco o tabaquismo se considera una enfermedadcrónicaadictivaenlaúltimaedicióndelaClasifi­ cación Internacional de las Enfermedades publicada por la OMS. El tabaquismo, a pesar de ser un hábito aceptado por una parte importante de nuestra sociedad, es una forma de drogodependencia, puesto que la nicotina es una droga adictivaquepresentalascaracterísticasdelasdemás ­drogas, es decir, crea tolerancia, dependencia física y psicológica y síndrome de abstinencia tras abandonar su consumo. El consumo de tabaco es una conducta aprendida a la que se llega por desencadenantes psicológicos y so- ciales y que es reforzada positivamente por la activación de los centros cerebrales del placer y perpetuada por el efecto adictivo de la nicotina. Ésta actuaría como refuerzo y los síntomas que aparecen cuando se deja de fumar (an- siedad, nerviosismo, insomnio, fatiga, irritabilidad) serían consecuencia de la abstinencia de nicotina. Esta depen- dencia muestra un mecanismo fisiológico similar al que se produce con otras drogas socialmente admitidas (alcohol) y no admitidas (cocaína, heroína). Clásicamente, se han transmitido unas ideas falsas sobreelconsumodetabacoquefavorecensuinicioprincipal­ menteenlaadolescencia.Entrelosjóvenes,conceptoscomo los de madurez, libertad e identidad se relacionan con el ta- baco. Esta asociación no es casual y atiende a una operación estratégica de consumo muy bien diseñada por las compa- ñías tabacaleras. Se ha conseguido que el consumo de taba- co forme parte del comportamiento de socialización, y este hecho, unido a su accesibilidad, justifica la gran difusión del hábito a la par que dificulta el proceso de deshabituación. La dependencia psíquica va ligada a la dependen- cia social y a la conductual diaria, por la cual se asocian diferentes actividades cotidianas al hecho de fumar, lle- gándose a relacionar automáticamente alguna acción de- terminada (tomar café, ver la televisión, disfrutar la sobre­ mesa, etc.) con el consumo de tabaco, convirtiéndolo en un hábito indispensable para la vida diaria. 10. ¿Influye la publicidad en el consumo de tabaco? La publicidad tiene un papel muy destacado en la difusión del consumo de cigarrillos. Fue en el siglo xx cuando se po- pularizó el cigarrillo, que fue ganando terreno al puro y la pipa y adquirió el simbolismo que aún conserva. Rebeldía, emancipación, juventud y seducción fueron asociados al consumo de tabaco, favorecido por su identificación con los ídolos cinematográficos del momento: Humphrey Bo- gart, John Wayne, James Dean, que han quedado en la memoria colectiva con un cigarrillo en la boca. También los conflictos bélicos favorecieron de forma decisiva la difu­ sión del consumo, no únicamente entre las tropas, que lo utilizaban por su mal entendido efecto relajante, sino tam- bién entre la población femenina, que incorporó el hábito de fumar a sus rutinas, junto con otras actividades propias dehombres como el trabajo fuera del hogar, por la ausencia de la población masculina reclutada. El tabaco como sím- bolo de la liberación de la mujer ha sido el motor principal de la incorporación femenina a la población fumadora; sus efectos nocivos están comenzando a verse y constituirán una auténtica epidemia para las mujeres del siglo xxi, como lo fue y es para los hombres de finales del siglo xx e ini- cio del xxi. De hecho, en Estados Unidos en la actualidad el cáncer más frecuente en la mujer es el de pulmón, lo que refleja la iniciación más precoz de la mujer ­norteamericana en el consumo con respecto a las europeas. No obstante, en Europa (incluyendo España) se está asistiendo a un au- mento progresivo en la incidencia de cáncer de pulmón y de otras enfermedades respiratorias en las mujeres, de tal manera que en pocos años constituirá también el cáncer más frecuente en la población femenina. 11. ¿Qué beneficios se obtienen al dejar de fumar? No existen dudas respecto a los efectos beneficiosos de de- jar de fumar. Algunos de estos beneficios son ­inmediatos, otros requieren de mayor tiempo. Intervención quirúrgica pulmonar. El hábito de fumar daña los pulmones y es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de cáncer de pulmón, entre otras enfermedades.
  • 107. 107 Así, a las 48 horas ya se evidencia mejoría notoria en el olfato y el gusto. A los tres o cuatro días de abstinen- cia los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en san- gre se normalizan. El riesgo de sufrir cáncer, incluido el de pulmón, disminuye a medida que pasan los años, si bien nunca llega a equipararse con el de las personas que nunca han fumado. 12. ¿Qué ocurre cuando se abandona el tabaco? La interrupción del consumo de nicotina en una persona fumadora desencadena una serie de síntomas que consti- tuyen el llamado síndrome de abstinencia. Éste se manifiesta con diferente intensidad y duración según el consumo de cigarrillos diarios, la duración del hábito, y diversos factores psicológicos y personales. Los síntomas se presentan en la inmensa mayoría de quienes intentan dejar de fumar y son la principal causa de recaída. El síndrome de abstinencia aparece entre dos y doce horas después de la última administración de nico- tina; tiene un pico de intensidad a los dos o tres días y se extingue progresivamente a lo largo de varias semanas. Los síntomas más frecuentes en la fase aguda son irritabili- dad, ansiedad, dificultad para concentrarse, deseo intenso de consumir nicotina, y ocasionalmente se pueden obser- var síntomas depresivos, especialmente si existían antece- dentes de depresión con anterioridad (véase tabla 2). Hay además una tendencia al aumento de peso atribuido a cambios metabólicos inducidos por la nicotina así como al aumento de la ingesta por mejoría del olfato y como conse­ cuencia de la ansiedad. 13. ¿Existe tratamiento para el síndrome de abstinencia? Existen diversos productos que se han demostrado úti- les para el tratamiento de la deshabituación al tabaco. Alguno de los tratamientos más eficaces requiere de pres- cripción médica y de la correcta valoración por parte de ­especialistas al tratarse de fármacos con potenciales inte- racciones y efectos secundarios. La deshabituación a este consumo es un proceso largo, en general, sometido a frecuentes recaídas y que ­exige de una profunda motivación por parte del fumador. La accesibilidad y la aceptación social del tabaco compli- can su abandono. Ningún fumador será capaz de deshabi- tuarse de forma definitiva si no existe una motivación alta. Esto explica el hecho de que aunque aproximadamente el 30% de los fumadores haga algún intento anual para dejar de fumar, tan sólo el 3% de ellos lo consiga de forma es- pontánea. La gran mayoría de fumadores va a necesitar va- rios intentos (tras sucesivas recaídas) para alcanzar el éxito. A menudo, las recaídas afectan a la autoestima del fuma- dor, que se siente incapaz de dejar el hábito. Lo cierto es que finalmente, a lo largo del camino de la vida, la mayoría de fumadores dejará de fumar, si bien en muchos casos, y desgraciadamente, lo harán tras serle diagnosticada algu- na enfermedad relacionada con el tabaco. Con el objetivo de mejorar los resultados terapéuti- cos, en los últimos años han ido surgiendo en distintos paí- ses, como en España, unidades especializadas para ­dejar de fumar. En ellas se trata a todo tipo de fumadores, con o sin patología médica asociada, y se obtienen buenos ni- veles de eficacia al disponer de personal con experiencia y utilizar aquellos procedimientos y fármacos que permiten obtener los mejores resultados. Cada unidad de tabaquis- mo tiene su propio protocolo de actua­ción, aunque por lo general las terapias constan de varias sesiones; en ellas se evalúa la posible presencia de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, se sienta la indicación del tra- tamiento farmacológico, se informa de los riesgos para la salud que entraña el tabaco, se ofrece ­apoyo psicológico básico (sobre todo, motivación), y se asesora sobre las téc- nicas que pueden ayudar en esta adicción. Estar motivado para dejar de fumar es determinante para el éxito final y debe reforzarse durante todo el proceso. De hecho se po- dría decir que las posibilidades de éxito en el proceso de deshabituación son directamente proporcionales a la mo- tivación del fumador e inversamente proporcionales a la dependencia de la nicotina. 14. ¿Qué tratamientos existen en la actualidad para dejar de fumar? Dado que el hábito de fumar no es simplemente una respuesta fisiológica ante la exposición a una sustancia química sino que implica una conducta aprendida, el tra- tamiento psicológico desempeña un papel fundamental en el proceso de deshabituación. TABLA 2. Síntomas más frecuentes de la abstinencia de tabaco Deseo compulsivo de fumar Ansiedad Irascibilidad, frustración, ira Cansancio Dificultad de concentración Disforia o depresión Palpitaciones Dolor de cabeza Alteración del sueño Estreñimiento Los hábitos tóxicos: el tabaco
  • 108. LIBRO DE LA SALUD 108 Existen programas de terapia conductual indivi- dual o en grupo. Actualmente se recomiendan los pro- gramas que incluyen técnicas cognitivas y conductuales, especialmente importantes en las estrategias de preven- ción de recaídas. Tanto o más importante que el apoyo psicológico es el tratamiento farmacológico. Existen diversas modali- dades terapéuticas. Las más efectivas son: 1. Terapia sustitutiva con nicotina: consiste en la administración de nicotina por una vía ­diferente a la de los cigarrillos, para evitar la aparición de los síntomas de abstinencia. El fumador recibe nicotina (que es lo que le hacía adicto al taba- co) pero no los productos nocivos del tabaco (alquitrán, monóxido de carbono, canceríge- nos...). La dosis administrada es siempre menor que la que recibe habitualmente el fumador con el cigarrillo. Esta terapia se ha demostra- do útil para vencer los síntomas secundarios del síndrome de abstinencia en pacientes con ­motivación alta. Hay que tener presente que mientras se uti- liza algún producto con nicotina (comprimidos de chupar, chicles, parches...) no se puede fu- mar, ya que se puede producir un efecto adicti- vo que podría conducir a una intoxicación por nicotina. Esta intoxicación sólo es grave en ca- sos aislados. En la actualidad se dispone de diferentes productos con nicotina, como los chicles, los ca- ramelos para chupar y los parches. La dosis y el tiempo de tratamiento se han de afrontar indivi­ dualmente, según la cantidad de tabaco que consuma cada persona. 2. Tratamiento con bupropión: es el primer fár- maco sin nicotina que se ha demostrado efi- caz en el tratamiento del tabaquismo. Es un medicamento que actúa sobre los receptores de la nicotina situados en localizaciones espe­ cíficas del sistema nervioso central y que re- duce la necesidad de fumar. Dado que ­existen posibles interacciones farmacológicas y efec- tos secundarios, es imprescindible la pres- cripción por parte de un médico especialista. Podría combinarse con otros productos con nicotina. 15. ¿Qué consejos pueden facilitar la abstinencia de tabaco? No es raro que mucho tiempo después de abandonar el ta- baco se sientan deseos de fumar, a veces intensos. Hay que recordar que son sensaciones que duran pocos segundos y que terminan por desaparecer. El ejercicio físico moderado y regular presenta indu- dables ventajas para los que tratan de dejar de fumar: por una parte ayuda a consumir calorías y, por tanto, a mantener el peso ideal. Además, normaliza los niveles de colesterol y de tensión arterial. Es relajante, elimina la tensión y con ella la ansiedad que produce el haber dejado de fumar. 16. ¿Son menos dañinos los cigarrillos bajos en alquitrán y nicotina? Las concentraciones de productos tóxicos son menores en estos cigarrillos; sin embargo, esto no quiere decir que su consumo sea saludable, ni menos perjudicial para las perso- nas que se cambian a este tipo de productos. Los fumado- res que consumen cigarrillos bajos en alquitrán y nicotina tienden a inhalar más profundamente que antes, debido a la necesidad de mantener su nivel habitual de nicotina en la sangre, lo que hace que el riesgo asociado a su consumo pueda mantenerse igual, o incluso aumentar, en lugar de disminuir. No existe ninguna forma saludable de fumar. 17. ¿Existe un número seguro de cigarrillos que se pueden fumar al día? No existe un número no peligroso de cigarrillos: la única can- tidad que se puede consumir sin que afecte a la salud es cero. La nicotina es una droga adictiva que tiene las características de las demás drogas; es decir, crea tolerancia, dependencia física y psicológica y síndrome de abstinencia al abandonar su consumo.
  • 109. 109 No es cierto que fumando poco se eviten los riesgos asocia- dos al consumo de cigarrillos, pero sí lo es que el riesgo de padecer enfermedades causadas por el tabaco se incrementa al aumentar el número de cigarrillos fumados (lo cual no im- plica que exista una cifra mínima segura). Por bajo que sea el consumo de tabaco, el riesgo es siempre superior para una persona que fuma que para una que no lo hace. 18. ¿Se aconseja fumar menos, en lugar de dejarlo totalmente? No. Generalmente las personas que hacen esta pregunta no están motivadas todavía para dejar de fumar. Como objetivo de tratamiento no es recomendable proponer fumar menos, ya que sólo el 5% de fumadores regulares lo consigue y suelen ser individuos que ya fumaban poco anteriormente. 19. ¿Disminuyen los riesgos para la salud si se dejan los cigarrillos y se fuman puros o tabaco en pipa? Las personas que habitualmente fuman sólo puros o taba- co en pipa suelen mantener el humo en la boca, a diferen- cia de los consumidores de cigarrillos, que acostumbran a inhalarlo y retenerlo en los pulmones bastante tiempo. Ello supone que los fumadores de puros y pipas someten a su cavidad bucal a una mayor exposición a los agentes carci- nógenos del tabaco y tienen, por ello, una mayor inciden- cia de cáncer de boca. El riesgo de padecer otras enferme­ dades entre los consumidores de tabaco en presentaciones distintas a las del cigarrillo aumenta con la intensidad y la frecuencia del consumo. Sin embargo, cuando una perso- na habituada a los cigarrillos cambia a puros o pipas, suele mantener su forma habitual de inhalar profundamente el humo del tabaco, por lo que los niveles de riesgo ante- riores no se modifican. Finalmente, el humo expulsado al ambiente por los cigarros puros y el tabaco en pipa pre- senta mayores concentraciones de sustancias tóxicas, por lo que representa un riesgo mayor para las personas que no fuman y deben respirar de forma involuntaria el humo ambiental del tabaco (fumadores pasivos). 20. ¿Qué importancia tiene dejar de fumar si estamos sometidos a otros riesgos como la polución atmosférica y ambiental? Reconocer los riesgos asociados al consumo de taba- co no significa olvidarse de otros problemas relaciona- dos con la polución y el deterioro del medio ambiente, sino todo lo contrario. Es contradictorio estar a favor del control y respeto medioambiental y no condenar el pro- ducto que mayor daño produce en el ámbito individual y doméstico. La persona que fuma debe saber que al inhalar el humo del tabaco introduce en sus pulmones unas concen­traciones tóxicas 400 veces superiores a las máximas toleradas en las plantas industriales que sopor- tan mayor polución ambiental. La acumulación de mo- nóxido de carbono en el aire espirado por un fumador es entre 30 y 50 veces superior a la de una persona que no fuma y vive en una ciudad sometida a unos altos niveles de contaminación atmosférica. 21. ¿Se engorda cuando se deja de fumar? Algunas personas engordan al abandonar el taba- co, en parte porque comen más y, en parte, a causa de alteraciones en su metabolismo. Al dejar de fumar, hay que aceptar la posibilidad de experimentar cierto ­incremento de peso (4-6 kilos) que tiende a normalizar- se al año de mantenerse abstinente. Una cierta ganancia de peso no debe preocuparnos. Una vez que se consi- ga dejar de fumar, como parte del apoyo necesario, se puede recibir ayuda para perder la posible ganancia de peso. No obstante, puede que el incremento de peso no se produzca o sea más leve si se dan pautas para una adecuada alimentación. Evitar los hidratos de carbono en cantidades superiores a las necesarias (pan, patatas, pasta, etc.), no consumir alimentos ricos en grasas, su- primir la ingestión de pasteles, dulces, caramelos y bebi- das alcohólicas y realizar ejercicio físico moderado suele ser suficiente en muchos casos. Los hábitos tóxicos: el tabaco En los últimos años han ido surgiendo en distintos países unidades especializadas para dejar de fumar. Se recomienda solicitar ayuda médica si se quiere abandonar este hábito.
  • 110. LIBRO DE LA SALUD 110 Glosario Alquitranes: conjunto de hidrocarburos aromáticos presentes en el tabaco, muchos de ellos causantes de diferentes tipos de cáncer. Bupropión: primer fármaco sin nicotina que se ha demostrado eficaz en el tratamiento del tabaquismo. Actúa sobre los recep- tores de la nicotina situados en localizaciones específicas del sistema nervioso central y reduce la necesidad de fumar. Dado que existen posibles interacciones farmacológicas y efectos secundarios, es ­imprescindible la prescripción por parte de un médico especialista. Cáncerdepulmón:laenfermedadmásgraveymortal ­relacionada directamente con el consumo de tabaco. El 85% de este tipo de cáncer tiene que ver con el tabaco. El riesgo de sufrir cáncer de pulmón es directamente proporcional al número de cigarrillos consumidos. Deshabituación del tabaco: proceso largo, en general, sometido a frecuentes recaídas y que exige de una profunda motivación por parte del fumador. La accesibilidad y la aceptación social del taba- co complican su abandono. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): entidad que agrupa la bronquitis crónica y el enfisema y que está causada ha- bitualmente por el tabaco. Es una enfermedad progresiva que se diagnostica normalmente en fases tardías, cuando ya provoca una limitación considerable de las actividades de la vida diaria de los que las padecen y cuando las opciones terapéuticas son limitadas. Fumador pasivo: persona no fumadora, expuesta al humo del tabaco producido por personas fumadoras, tanto en el domicilio como en lugares de trabajo u ocio. Esta exposición tiene inciden- cia negativa sobre la salud. Monóxido de carbono: gas tóxico producido también con la combustión del tabaco responsable de enfermedades ­cardíacas y vasculares. Nicotina: sustancia contenida en el tabaco, causante de la adic- ción que producen los cigarrillos. Éstos poseen entre un 1% y un 3% de esta sustancia. En los puros el porcentaje se eleva hasta un 3-6%. En cada inhalación se consumen alrededor de 0,12 mili- gramos de nicotina, aunque gran parte se pierde con la combus- tión del cigarrillo. Oxidantes: grupo de productos químicos tóxicos capaces de pro- ducir bronquitis crónica, enfisema pulmonar e irritación de ojos, nariz y garganta. Síndrome de abstinencia: conjunto de síntomas causados por la falta de una sustancia que provoca adicción, en este caso la nicotina. Tabaquismo: enfermedad crónica provocada por la adicción al tabaco. Terapia sustitutiva con nicotina: administración de nicotina por una vía diferente a la de los cigarrillos, para evitar la aparición de los síntomas de abstinencia. El fumador recibe nicotina (que es lo que le hacía adicto al tabaco) pero no los productos nocivos del tabaco (alquitrán, monóxido de carbono, cancerígenos...). Bibliografía Avista (Asociación Vida Sin Tabaco). http://www.vidasintabaco.org. Cnpt (Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo). http://www. CNPT.es. Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo. http://www.msc.es. Programa de Apoyo a la Intervención Sanitaria para el Tratamiento del Tabaquismo. http://www.atenciontabaquismo.com. Separ (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). http:// www.separ.es. Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo. http://www.sedet.es. • El tabaquismo es la principal causa mundial de enferme- dades y muertes evitables. Sólo en España causa 55.000 fallecimientos y unos quince millones en todo el mundo. • En el humo del tabaco se han aislado hasta 4.500 sus- tancias diferentes, muchas de ellas con potencial efecto cancerígeno. • Los cigarrillos son, en mayor o menor medida, responsa- bles del 30% de todos los casos de cáncer. En concreto, son el causante principal del 85% de los casos de cáncer de pulmón. • La dependencia del tabaco o tabaquismo se considera una enfermedad crónica adictiva. • La nicotina es la causante de la adicción que producen los cigarrillos. • Existen tratamientos eficaces para superar la adicción al tabaco. Resumen
  • 111. 111 1. ¿Qué se entiende por droga? Es una sustancia, de origen natural o de síntesis química, que reúne cuatro condiciones: 1. Cuando se introduce en el organismo altera o modifica funciones psíquicas o mentales, como el estado de ánimo o las percepciones de los sentidos. 2. Induce a las personas que las toman el deseo de repetir su administración, por el placer que gene- ran (adicción). 3. El cese de su consumo regular da lugar a un cuadro clínico que se denomina síndrome de abstinencia. 4. No tiene ninguna indicación como tratamiento médico, con algunas excepciones, como es el caso de la morfina. 2. ¿Qué es una drogodependencia? Se considera que es un individuo drogodependiente cuando se dan algunas de las siguientes circunstancias: 1. Tolerancia: la persona adicta necesita cantidades progresivamente crecientes de droga para con- seguir el efecto buscado. 2. Dependencia: el individuo no es capaz de con- trolar o interrumpir el consumo de la droga, y Capítulo 10 Los hábitos tóxicos: las drogas Dr. Santiago Nogué Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Toxicología de la Universidad de Barcelona Montserrat Amigó Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora de Toxicología de la Escuela Blanquerna de la Universidad Ramon Llull de Barcelona Las drogas de abuso no tienen ninguna indicación como tratamiento médico, con algunas excepciones notables y bien determinadas, como es el caso, por ejemplo, de la morfina.
  • 112. LIBRO DE LA SALUD 112 emplea mucho tiempo en actividades relacio- nadas con la obtención de ésta, su consumo o la recuperación de sus efectos. Continúa consu- miendo la droga a pesar de tener conciencia de los problemas psicológicos o físicos ­recidivantes o persistentes por su consumo. 3. Abstinencia: si se suspende bruscamente el consumo de una droga, aparecerán manifes- taciones físicas y psicológicas que pueden ser graves y, en algunos casos, llegar a producir la muerte (por ejemplo, delírium trémens por abstinencia alcohólica). 3. ¿Qué diferencia hay entre la dependencia física y la dependencia psicológica? La dependencia física o fisiológica consiste en el desa­ rrollo de un vínculo estrecho entre el organismo y la droga, que genera fenómenos de adaptación en el cuerpo humano a través de los cuales se convierte en algo tan imprescindible para el normal funcionamiento del organismo como puede ser el azúcar o el oxígeno. Cuando se inicia la abstinencia, se manifiestan diversos signos y síntomas que sólo ceden con la readministra- ción de la droga (por ejemplo, la heroína), o con susti- tutivos farmacológicos (por ejemplo, la metadona) que amortigüen el efecto dejado por la droga en diversos receptores. Los temblores, la fiebre, la erección del pelo, la dilatación pupilar, la sudoración profusa o una crisis con convulsiones pueden ser manifestaciones de esta abstinencia. Ladependenciapsicológicaoconductualesun ­deseo irresistible de repetir la administración de una droga, ya sea para volver a obtener la vivencia de sus efectos, o para evitar el malestar que se siente con su ausencia. Ambas dependencias están interrelacionadas; habi- tualmente la dependencia psicológica resulta mucho más difícil de superar. 4. ¿Existe la dependencia social? Algunas personas sienten la necesidad de integrarse en un grupo social determinado o de no sentirse ­rechazado por él. En ocasiones, uno de los instrumentos visibles que se utilizan en este proceso de integración o perte- nencia a un grupo es el consumo de drogas, de modo que se puede iniciar la consumición para poder entrar en el grupo y no se cesa en este hábito para evitar la exclusión de él. 5. El inicio en el consumo de drogas, ¿se ve favorecido por algún tipo de personalidad? Los factores por los que un adolescente se introduce en el consumo de drogas son múltiples y están interrelacio- nados. Además de factores familiares, sociales, escolares y de grupo, la adicción a drogas es más frecuente en indi- viduos con baja autoestima, inmadurez, intolerancia a la frustración, timidez, inseguridad, dependencia afectiva, sentimientos de culpa e inferioridad, inconformismo o en constante búsqueda de nuevas sensaciones. 6. Experimentar con una droga, ¿puede causar adicción? El consumo ocasional, esporádico o fortuito de una dro- ga no significa indefectiblemente que un individuo vaya a convertirse en drogadicto. Una droga puede consumirse una vez o incluso varias y luego abandonarse (aunque hay casos descritos de adicción por una sola toma de heroína). Sin embargo, en muchas ocasiones se pasa del consumo ocasional al habitual, y de éste al compulsivo, con lo que esa persona ha entrado ya en el terreno de la dependencia. Por ello, todo consumo de drogas es siempre desaconse- jable. Pasar del consumo episódico al crónico dependerá de muchos factores, como las propiedades físico-químicas y tóxico-cinéticas de la droga (propiedades inherentes a la estructurayaccióndeladroga;así,unadrogaquesedisuel­ ve en grasa o tiene mucha afinidad por las grasas se fija en estructuras del organismo donde hay grasa, como la vaina que envuelve las neuronas, y por tanto, además de ejercer la acción con más potencia, son más difíciles de eliminar, como ocurre con el cannabis), la propia personalidad y predisposición del individuo, el entorno familiar, el deseo de integrarse en un grupo o la facilidad de acceso a estas sus- tancias, entre otros condicionantes (véase figura 1). 7. ¿Cómo se toman las drogas? La vía de administración depende del tipo de droga. Una misma droga puede tomarse habitualmente por dos o tres vías diferentes: • Por vía oral: de esta forma se ingieren el alcohol y la mayoría de las drogas de diseño. • Por vía pulmonar: así penetran en el organismo el tabaco y el cannabis (que se fuman) y el crack, que es un derivado de la cocaína (que se ­inhala). • Por vía nasal: es la más utilizada para consumir co- caína, aspirándola por la nariz.
  • 113. 113 • Por vía intravenosa: se utilizan habitualmente ve- nas del antebrazo y es la forma clásica de consu- mir heroína. 8. ¿Cuántas drogas hay y cómo se clasifican? En la actualidad se consumen una veintena de drogas, que se clasifican en tres grandes grupos. Los efectos que provoca cada una de ellas pueden variar en función de la dosis. • Drogas depresoras: retardan la actividad nervio- sa y disminuyen el ritmo de las funciones cor- porales. Incluyen el alcohol, la heroína, los disol- ventes volátiles (pegamentos, colas) y muchos psicofármacos. •Drogas estimulantes: excitan la actividad ­nerviosa e incrementan el ritmo de las funciones corpo- rales. Incluyen la cocaína, las drogas de diseño y el tabaco. • Drogas alucinógenas: producen alteraciones en las percepciones sensoriales, especialmente visuales y auditivas. La droga más característica es el LSD. 9. ¿Hay medicamentos que pueden llegar a convertirse en una droga? Algunos medicamentos que se utilizan para el dolor (mor- fina, metadona), para tratar la ansiedad (benzodiacepinas) o para sedar (clometiazol) pueden llegar a producir depen- dencia. La interrupción brusca de su consumo también ge- nera un síndrome de abstinencia. 10. ¿Hay drogas legales? Cada país puede definir qué sustancias considera legales o ilegales. En España, el alcohol y el tabaco son sustancias legales. Hay sustancias legales (algunos medicamentos, disolventes) que pueden ser desviadas de su uso y lle- gar a emplearse como drogas de abuso. La mayoría de las sustancias que consideramos habitualmente como drogas (heroína, cocaína, etc.) carecen de indicaciones terapéuticas o usos profesionales, por lo que la fabrica- ción, comercialización, distribución o venta constituyen un delito contra la salud pública tipificado en el código penal español. 11. ¿Hay drogas duras y drogas blandas? Ésta es una clasificación engañosa porque trata de esta- blecer una frontera imposible de trazar entre drogas tóxi- cas y con gran poder de adicción (las duras, como puede ser la heroína) y drogas no tóxicas y con menor poder de adicción o adicción sólo psicológica (las blandas, como el LSD). Todas las drogas son potencialmente nocivas, ningu- na está exenta de riesgos y, por definición, todas pueden provocar adicción. 12. ¿Con qué nombres populares se conocen las diferentes drogas? La terminología es variable según las regiones y ciudades, y un mismo nombre común puede ser aplicado a drogas di- ferentes. La tabla 1 muestra la terminología más ­frecuente en nuestro medio. 13. ¿Qué terminología utilizan los drogadictos para referirse a sus hábitos de consumo? La jerga utilizada es muy variable y cambiante según el ámbito cultural y geográfico. La tabla 2 recoge algunos de estos términos. Los hábitos tóxicos: las drogas Figura 1. Factores implicados en la génesis de la drogodependencia Contexto social y cultural Rasgos de la personalidad Predisposición física, personal y genética Propiedades de la sustancia uSo HÁBITo ABuSo Estímulos y refuerzos (+ / -) Dependencia física Dependencia social DrOgODEPENDENCiA Mecanismos de neuroadaptación Mecanismos metabólicos Síndrome de abstinencia Tolerancia Mecanismos psicológicos Dependencia psíquica Fuente: Lorenzo et al. 2003.
  • 114. LIBRO DE LA SALUD 114 14. ¿Cuántos consumidores de drogas hay en España? Hay varios millones de personas en España que toman drogas (incluyendo el alcohol y el tabaco) y varios cien- tos de miles que probablemente cumplen los criterios de drogode­pendencia. De acuerdo con los datos más recien- tes proporcionados por la encuesta domiciliaria del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consu- mo, el alcohol, el tabaco y el cannabis encabezan los con- sumos más frecuentes (véase tabla 3). 15. ¿Cuáles son las consecuencias generales de una drogodependencia? Son múltiples y abarcan desde un deterioro de la salud hasta repercusiones negativas en el ámbito familiar, social y laboral. Destacaremos algunas de ellas: • Repercusiones sobre la salud física: enfermedades respiratorias(enelcasodeltabaco),hepáticas(con el alcohol) y neurológicas (con las ­anfetaminas), entre otras. Las infecciones son frecuentes cuan- do se utiliza la vía intravenosa: pueden producir- se infecciones en el corazón (endocarditis), en el pulmón (embolias sépticas) y en otros órganos, y también se pueden transmitir varios virus que causan hepatitis, así como el virus de la inmuno- deficiencia humana (sida). • Repercusiones psicológicas y psiquiátricas: sín- drome de ausencia de motivación con el can- nabis y diferentes psicosis con la cocaína, por ejemplo. • Repercusiones familiares: deterioro de la convi- vencia en el hogar, conflictos. • Repercusiones sociales: conductas antisociales como hurtos o tráfico de drogas. • Riesgo de sobredosis: cuando se utilizan dosis ele- vadas de una droga o cuando se reinicia su consu- mo tras un período de abstinencia. • Riesgo de abstinencia: cuando se suprime brusca- mente el consumo de la droga. 16. ¿Cómo se puede detectar que una persona toma drogas? Hay diferentes signos que cuando aparecen hacen sospe- char que un individuo es consumidor de alguna droga de abuso: Signos conductuales: reducción en la capacidad de memoria, mentiras repetidas sobre actividades o lugares frecuentados, desaparición súbita de dinero y objetos de va- lor en el hogar, cambios rápidos de humor, comportamiento ofensivo hacia uno mismo y los demás, explosiones de mal genio, ataques de pánico, hostilidad acompañada de una falta de remordimientos e incremento de la preservación de la propia intimidad (aislamiento) y fatiga persistente. Signos sociales: conducción temeraria de vehículos de motor o aumento en los accidentes de tráfico causados por dicha persona, absentismo escolar frecuente, pérdida de trabajos temporales, problemas laborales, rendimiento por debajo de lo habitual, abandono del deporte y proble- mas legales por agresiones o robos. Otros signos más o menos circunstanciales, que pueden hacer sospechar del consumo de drogas, inclu- yen: olor en la ropa a sustancias de abuso, empleo de jer- ga relacionada con la droga, presencia de drogas o útiles relacionados con ella en la habitación, la ropa o el coche, TABLA 1. Terminología empleada habitualmente para referirse a diversas drogas Droga Nombre en argot Heroína Caballo, burro, jaco Cocaína Coca, nieve, harina, farlopa, perico Heroína + cocaína Speed-ball, rebujito Cannabis Marihuana, hachís, chocolate, aceite, kif, grifa, maría, hierba, costo, goma, piedra, canuto, petardo, porro, china, mandanga Anfetamina y derivados (MDMA y otros) Éxtasis, anfeta, pirula, pasti, speed Dietilamina del ácido lisérgico (LSD) Trip, tripa, tripy, ácido Gamma-hidroxi-butirato (GHB) Éxtasis líquido, biberón, violafácil Ketamina K, keta, súper-K, vitamina K Cocaína + ketamina Calvin Klein Bebida alcohólica Priva
  • 115. 115 frecuentes desapariciones de casa, cambio de amigos y así como en los hábitos de higiene y vestido. 17. ¿Se puede confirmar que una persona consume drogas? Todaslasdrogasosusmetabolitossondetectables ­mediante análisis en laboratorios especializados, para lo que se utili- zan habitualmente muestras de orina, pero pueden detec- tarse también en sangre, cabello, sudor o saliva. Las técnicas analíticas pueden ser cualitativas (hay o no droga) o cuanti- tativas (miden la concentración de droga en el medio ana- lizado). Su sensibilidad y especificidad para detectar droga es variable en función del tipo de técnica que se utiliza, por lo que podría haber falsos positivos (el análisis es positivo pero no se ha consumido droga) y falsos negativos (el aná- lisis es negativo y sí se ha consumido droga). Debe tenerse en cuenta que, tras cesar en su con- sumo, la droga va desapareciendo progresivamente del organismo, ya sea porque se metaboliza en el hígado o porque se elimina a través del riñón. Este proceso puede realizarse en muy pocas horas o en varias semanas, depen- diendo de la droga consumida. Por tanto, un análisis posi- tivo confirma el consumo, pero uno negativo no lo puede excluir según el tiempo que haya pasado tras consumir por última vez. Al igual que ocurre con el tabaco, pueden existir fumadores pasivos de cannabis. Es decir, una persona no consumidora de cannabis pero que convive con un fuma- dor podría llegar a dar positivo a esta droga en un control de orina. 18. ¿Qué es una sobredosis de droga? Una sobredosis de una droga es el conjunto de manifes- taciones clínicas adversas e inesperadas que ­ presenta un individuo poco después de tomar o administrarse una droga, a consecuencia de una dosis superior a la habitual, o por haber asociado a la dosis habitual algún medicamento u otra droga que potencien su efecto, o por admi­nistrarse la dosis habitual pero tras un período más o menos prolongado en el que había dejado de to- mar la droga. Las sobredosis se manifiestan sobre todo a nivel cerebral (estados de agitación, coma, convulsio- nes) y cardio­vascular (bradicardia, taquicardia, hipoten- sión, hipertensión arterial), pero pueden verse afectados otros órganos o sistemas (hígado, músculo, riñón) y su- frirse incluso una muerte súbita o secuelas irreversibles como un coma vegetativo. TABLA 2. Jerga de uso habitual entre drogadictos y significado más frecuente de las expresiones Bajada = Finalización de los efectos de una droga Ciego = Efecto de una droga (ir ciego) Colgado = Que tiene dependencia o que sufre trastorno mental por culpa de la droga Colocado = Bajo el efecto de una droga Cortar = Adulterar la droga Chino = Forma especial de consumir la heroína Chute = Inyección intravenosa Desengancharse = Librarse de una dependencia Enganchado = Dependiente Flash = Efecto inmediato y brusco de la inyección intravenosa de una droga Flash back = Experimentar los efectos de una droga que se ha consumido hace tiempo Flipe = Efecto de la droga, sobre todo alucinógena Fumeta = Fumador de cannabis Gusanillo = Síndrome de abstinencia matutino en los alcohólicos Limpio = Sin droga Línea = Preparación del polvo de droga, habitualmente cocaína Material = Droga Máquina = Jeringuilla Mono, pavo = Síndrome de abstinencia de heroína Papelina = Sobrecito que contiene droga Pico = Inyección intravenosa (picarse) Polvos = Droga en polvo, sobre todo heroína Subida = Inicio de los efectos de una droga Viaje = Efectos ocasionados por la toma de alucinógenos Yonqui = Dependiente de la heroína TABLA 3. Porcentaje de personas entre 15 y 65 años que han consumido sustancias psicoactivas en los 12 meses previos al día de la encuesta Alcohol 77,4 Tabaco 45,5 Cannabis 9,9 Cocaína 2,6 Éxtasis 1,8 Anfetaminas/Speed 1,2 Alucinógenos 0,7 Heroína 0,1 Crack 0,1 Inhalables volátiles 0,1 Fuente: Observatorio Español sobre Drogas, Informe n.º 6, noviembre, 2003. Los hábitos tóxicos: las drogas
  • 116. LIBRO DE LA SALUD 116 19. ¿Qué es el cannabis? El cannabis es la droga ilegal más consumida en España. Es un producto natural que procede de la planta Cannabis sativa y cuyo principio activo más importante es el delta- 9-trans-tetrahidrocannabinol (THC). Existen tres formas de presentación: • Marihuana: preparación seca y triturada de flores, hojas y pequeños tallos. Se fuma sola o mezclada también con tabaco. • Hachís: exudado resinoso y prensado, de aspecto achocolatado. Se presenta en trocitos de unos dos gramos. Se mezcla con tabaco y se fuma como un cigarrillo. • Aceite de cannabis: la forma de presentación que contiene la mayor concentración de princi- pios activos. Con el aceite pueden impregnarse los cigarrillos de marihuana o hachís y potenciar sus efectos. El hachís o la marihuana pueden también consu- mirse por vía oral, solos o más habitualmente mezclados con alimentos (pasteles, galletas, sopas u otros). 20. ¿Qué efectos agudos produce el consumo de cannabis? Los efectos psicológicos se inician a los pocos minutos de la inhalación y duran entre una y dos horas. Empiezan con una sensación de euforia y bienestar. Se alteran la percep- ción del tiempo, los sonidos y los colores. Es frecuente la hilaridad, la locuacidad y un ansia desmesurada por comer. El pulso se acelera y los ojos se enrojecen. Las funciones motrices complejas se ven perturbadas, lo que se traduce en un riesgo para la conducción ya que se altera la percep- ción de las distancias y aumenta el tiempo de reacción. 21. ¿Puede producirse una sobredosis o intoxicación aguda por cannabis? Las dosis elevadas de THC desorganizan el pensamiento (delirio), pueden percibirse imágenes o voces que no exis- ten (alucinaciones) y sufrirse sentimientos de persecución y perjuicio (paranoia) y pérdida del sentido del tiempo, que convierten la euforia inicial en un estado de ansiedad que llega hasta el pánico. Estos síntomas ceden progresivamen- te en dos o tres horas, no afectan a las funciones vitales y no hay peligro físico de muerte, aunque la psicosis tóxica podría inducir en el paciente comportamientos de riesgo. ­Estas reacciones adversas al consumo de cannabis se tra- tan con un ansiolítico de tipo benzodiacepínico (medica­ mentos con acción tranquilizante pertenecientes a un grupo de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central). También se han descrito accidentes vasculares ­cerebrales (ictus) tras el consumo de cannabis. 22. ¿Cuáles son los riesgos asociados al consumo crónico de cannabis? Algunos adictos crónicos al cannabis tienen trastornos en la memoria reciente y pueden presentar dificultades para organizar su actividad en el tiempo. Otros desarrollan un síndrome amotivacional, caracterizado por un estado de apatía, deterioro de la capacidad de expresión e inefica- cia en la realización de las tareas ordinarias. Los enfermos esqui­zofrénicos empeoran y pueden sufrir un brote psicó- tico si consumen cannabis. 23. ¿El cannabis puede emplearse en el tratamiento de alguna enfermedad? En el momento actual se evalúan tres posibles indicacio- nes terapéuticas del cannabis, algunas de ellas en fase de estudios clínicos en España: • Para controlar las náuseas y vómitos de pacientes con cáncer que reciben tratamiento con quimio- terapia, y que no responden a otros tratamientos. • En la anorexia y el mal estado general de pacientes con cáncer, sida y otras enfermedades terminales. • En algunos trastornos del movimiento y del tono muscular asociados a enfermedades neurológicas La planta de la marihuana.
  • 117. 117 que no responden a los tratamientos habitua- les, como puede ocurrir en la esclerosis múltiple, ­lesiones de la médula espinal y síndromes extra- piramidales. 24. ¿Qué es la cocaína? La cocaína o benzoil-metil-ecgonina es el principal alcaloide de las hojas de un arbusto denominado Erythroxylum coca y que crece sobre todo en Perú y Bolivia. En estos países, las hojas de la coca se consumen tradicionalmente mas- cándolas y manteniéndolas en la boca junto a la mejilla. Pueden también macerarse para obtener la pasta de coca, que se fuma. A partir de esta base se obtiene el clorhidra- to de cocaína, que se inhala (esnifa) por vía nasal, y que es la forma de consumo más habitual en España, aunque también puede inyectarse por vía intravenosa. Cuando este clorhidrato se mezcla adecuadamente se obtiene el denominado crack. 25. ¿Qué es el crack? El crack es una forma cristalina de cocaína que se inhala en recipientes calentados o se fuma pulverizada con tabaco. Se difunde muy rápidamente de los pulmones al cerebro y sus efectos son inmediatos, muy intensos y muy fugaces. Su abstinencia es tan insufrible para el consumidor que en- traña un uso compulsivo y muy frecuente. Este tipo de con- sumo de cocaína está creciendo en nuestro país. Produce una dependencia psicológica tan esclavizante que, una vez iniciado, es muy difícil abandonar su consumo. 26. ¿Qué efectos produce el consumo de cocaína? La cocaína actúa en el sistema nervioso central, inhibiendo los procesos de recaptación de neurotransmisores (nora- drenalina, dopamina, serotonina), aumentando su dispo- nibilidad. Estos neurotransmisores son sustancias que ac- túan de mediadores entre las neuronas. En consecuencia, el individuo se siente eufórico, hiperactivo, lúcido, y muy acelerado (hablador, en movimiento constante), con in- cremento de las percepciones sensoriales, aumento de la autoestima, autoconfianza, egocentrismo y megalomanía. Por otro lado, presenta un descenso de la sensación de fa- tiga, de hambre y de sed. 27. ¿Por qué la cocaína perjudica la salud? Un único consumo de cocaína puede producir un síndro- me de sobredosis caracterizado por una gran respuesta del sistema simpático: se producen, por un lado, fenómenos de vasoconstricción (estrechamiento de los vasos san- guíneos) que pueden afectar a las arterias coronarias del corazón, las cerebrales, renales, intestinales, musculares y otras. En consecuencia, pueden producirse una isquemia o trombosis cerebral (ictus) o un infarto agudo de miocardio. Por otro lado, se eleva tanto la presión arterial que pueden producirse rupturas de pequeños vasos en áreas frágiles como el cerebro, dando lugar a una hemorragia subarac- noidea (sangrado por debajo de la aracnoides, una de las meninges o membranas que recubren el cerebro) o un hematoma intraparenquimatoso (hematoma en el interior del cerebro, entre las estructuras de éste). La cocaína tam- bién produce trastornos del ritmo del corazón que pueden provocar un paro cardíaco súbito. Tras consumir cocaína también pueden aparecer manifestaciones psicológicas en forma de ansiedad, irrita- bilidad, agresividad, crisis de pánico y trastornos psicóticos agudos con ideas delirantes paranoides. A largo plazo, el individuo adicto a la cocaína se va tornando ansioso, irritable y paranoide. Dos tercios de los consumidores acaban teniendo problemas psiquiátricos graves, como la esquizofrenia, aunque se discute si ello es una consecuencia del hábito cocainómano o si estas per- sonas ya padecían un trastorno mental previo, especial- mente de tipo afectivo. 28. ¿Qué es la heroína? La heroína es un derivado semisintético de un producto de origen natural, la morfina, contenida en la planta Papaver somniferum (una variante de la amapola). Cuando se sin- tetizó la heroína (diacetilmorfina) a finales del siglo xix, se creyó haber encontrado un medicamento capaz de curar la adicción a la morfina, pero poco después se reconoció su potencial adictivo y dejó de prescribirse, iniciándose a Los hábitos tóxicos: las drogas La planta del opio.
  • 118. LIBRO DE LA SALUD 118 partir de entonces su comercio ilegal como droga. Ello ge- neró una cantidad de adictos tal que en nuestro país alcan- zó proporciones epidémicas entre los años 1970 y 1990. A partir de esa fecha, por diversos motivos, se fue ­reduciendo progresivamente. 29. ¿Cómo actúa la heroína? Laformahabitualdeconsumirheroínaesporvía­intraveno- sa. Cuando, a partir de los años ochenta, los ­heroinómanos fueron tomando conciencia del riesgo que entrañaba esta vía para la transmisión de enfermedades infecciosas (bac- terianas y sobre todo víricas, como los virus de las hepatitis y de la inmunodeficiencia humana), se fue optando por el consumo por vía pulmonar o nasal. La heroína, al igual que la morfina o la metadona, ac- túa en el sistema nervioso central sobre unos receptores es- pecíficos, produciendo en dosis bajas analgesia, sensación de bienestar y euforia, y en dosis más altas, sopor y sueño. 30. ¿Por qué la heroína es nociva para la salud? La heroína es una droga muy liposoluble, que penetra en el cerebro con gran facilidad, por lo que es una de las sustan- cias más adictivas que se conocen. Los riesgos para la salud son múltiples. En primer lugar cabe considerar la sobredosis, sobre todo cuando se administra por vía intravenosa, causada por la adminis- tración de una dosis superior a la habitual o por la dosis habitual tras un período de abstinencia. Las manifestacio- nes clínicas de la sobredosis son disminución del tamaño de las pupilas (miosis), descenso del nivel de conciencia que puede llegar hasta el coma, y la depresión de la respi- ración, que puede conducir a la parada respiratoria y, en consecuencia, a la muerte. En segundo lugar, ya se han citado algunos de los riesgos infecciosos que compor- ta la utilización de la vía intravenosa para administrarse esta droga: infecciones en la piel, tromboflebitis, embo- lias sépticas pulmonares, endocarditis, ­hepatitis B y C e infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. En tercer lugar deben incluirse la dependencia, tanto fí- sica como psicológica, y secundariamente el síndrome de abstinencia cuando cesa súbitamente su consumo. 31. ¿Qué son las drogas de diseño? Las drogas de diseño o de síntesis son un conjunto de sus- tancias sintetizadas en el laboratorio, que tienen como es- tructura química básica la molécula de anfetamina, y que careciendo actualmente de indicaciones terapéuticas se utilizan como sustancias ilegales, sobre todo durante los fines de semana. La más importante de ellas es la metile- no-dioxi-meta-anfetamina (MDMA) o éxtasis. Se incluyen también la MDA (metileno-dioxi-anfetamina), la MDEA (metileno-dioxi-etil-anfetamina) y la metanfetamina (ice), entre otras. 32. ¿Qué es el éxtasis? El éxtasis o MDMA es la droga de diseño más consumida en España. Se presenta en forma de pastillas con diversos logotipos grabados, que contienen dosis de entre 50 y 100 miligramos de MDMA. No obstante, los ­consumidores se exponen a consumir dosis muy variables al tomar una pastilla de éxtasis, pues ésta puede incluir otros deriva- dos anfetamínicos, psicofármacos y sustancias inertes muy diversas. Esta droga se consume por vía oral, en pastillas. Las discotecas, pubs y after-hours son locales donde el consu- mo es más frecuente, especialmente a lo largo de los fines de semana. 33. ¿Cómo actúan las pastillas de éxtasis? Tras absorberse en el estómago, la MDMA alcanza el cerebro induciendo la liberación de neurotransmisores (noradrenalina y dopamina). El individuo experimenta un estado emocional caracterizado por la empatía, es decir, el reconocimiento intelectual y emocional de los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los demás. Aumentan la capacidad verbal, la facilidad para interaccionar con los demás y el estado de alerta. Tam- Todas las drogas o sus metabolitos son detectables mediante análisis en laboratorios especializados; para ello se utilizan habitualmente muestras de orina, aunque pueden realizarse también con muestras de sangre, cabello, sudor o saliva.
  • 119. 119 bién disminuyen la sensación de fatiga, de hambre y de sueño. Se sabe que tomando durante algunas semanas varias pastillas de éxtasis, pueden producirse lesiones en el sistema nervioso central, potencialmente irreversibles. Esto podría traducirse en una reducción de la capacidad cognitiva (memoria, atención, concentración), cuadros de- presivos y enfermedad de Parkinson. En algunas ocasiones, el MDMA puede producir la muerte. Podría deberse a que las pastillas tuviesen una gran cantidad de MDMA o, lo que parece más frecuente, que algunos individuos desarrollen una reacción de hiper- sensibilidad que puede manifestarse en forma de edema cerebral o de un fracaso multiorgánico asociado a una ele- vada temperatura corporal que se conoce con el nombre de golpe de calor, y que puede matar a una persona en muy pocas horas. 34. ¿Qué es el éxtasis líquido? El éxtasis líquido es un producto de síntesis química que se denomina gamma-hidroxi-butirato o GHB. Aunque sin- tetizado en el laboratorio, se descubrió hace pocos años que es una sustancia que se encuentra normalmente en pequeñas cantidades en el cerebro, actuando como un neurotransmisor parecido al GABA y, probablemente, con idénticas funciones. Como droga empezó a utilizarse para aumentar la masa muscular de deportistas (halterofilia) y culturistas, constatándose su capacidad para generar adicción y sín- dromes de abstinencia. Algunas industrias utilizan GHB como disolvente. 35. ¿Cómo actúa el éxtasis líquido? El éxtasis líquido se ofrece en forma de unos pequeños bo- tellines de 10 mililitros que contienen cantidades variables de GHB. Se ingiere por vía oral, acompañado de bebidas de cola o refrescos. Es una droga que característicamente se consume más durante los fines de semana y en ambientes recreativos (bares nocturnos y discotecas), de forma similar al éxtasis. El GHB es un depresor del sistema nervioso central, muy parecido en sus efectos al alcohol etílico que, en ba- jas dosis, por deprimir áreas inhibitorias, produce estados de euforia y bienestar. Pero pequeños incrementos de las dosis inducen con rapidez un estado de sopor que puede llegar hasta el coma, en ocasiones muy profundo, y que podría llegar a causar la muerte. Se ha empleado el GHB para actos criminales como robos y violaciones. Para ello, aprovechando que el GHB es un líquido transparente y que carece prácticamente de olor y sabor, se introduce inadvertidamente en las bebidas de otras personas, que al intoxicarse presentan una dismi- nución de la conciencia que facilita estos actos. Además, el GHB produce amnesia, de modo que, al recuperarse, los afectados no recuerdan las circunstancias en las que se han producido estos hechos. Por otro lado, el GHB no es detectado por las técnicas de análisis toxicológicos y de drogas de abuso disponibles habitualmente en los servi- cios de urgencias. 36. ¿Qué son los inhalables volátiles? Son un conjunto de sustancias, habitualmente líquidas y ordinariamente de uso industrial, que a temperatura ­ambiente emiten gases y vapores cuya inhalación produce un estado de euforia similar al de otras drogas. Entre estas sustancias se encuentran los disolventes (tricloroetano, tricloroetileno), el tolueno, la gasolina, las colas y los pegamentos. Una sobredosis de estos productos puede pro- ducir depresión del estado de conciencia, coma y con- vulsiones. En estos casos, si la persona, para inhalar, ha introducido la cabeza en una bolsa de plástico, podría producirse una asfixia. Estos productos son también cardiotóxicos, y pueden causar una muerte súbita por parada cardíaca. Por otro lado, presentan todas las ­características de una droga y por tanto generan los fe- nómenos de tolerancia, dependencia y abstinencia aso- ciados a ella. 37. ¿Puede prevenirse el consumo de drogas? La prevención debe iniciarse en edades tempranas, puesto que la toma de contacto con las drogas suele realizarse en la adolescencia (12-14 años). Esta preven- ción ha de dirigirse no sólo al individuo sino también a la sociedad con el fin de conseguir un cambio en las creencias y actitudes hacia la droga, ­complementándose este fin general con objetivos más concretos como el aprendizaje de habilidades sociales y personales, la ade- cuada reformulación de valores personales y sociales, la reafirmación de la autoestima y el aprendizaje del auto- control emocional. En caso de duda, es recomendable acudir al médico de cabecera y, eventualmente, a una consulta especiali­zada. Los hábitos tóxicos: las drogas
  • 120. LIBRO DE LA SALUD 120 Glosario Cocaína: droga adictiva que se obtiene de las hojas de la coca. Alcaloide de la planta de la coca. Droga: sustancia o preparado de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno. Drogodependencia: uso habitual de sustancias (drogas) al que el paciente adicto no se puede sustraer. Estupefaciente: sustancia narcótica que hace perder la sensibili- dad, como, por ejemplo, la morfina. Heroína: droga adictiva obtenida de la morfina, en forma de pol- vo blanco y amargo, con propiedades sedantes y narcóticas. Morfina: alcaloide sólido, muy amargo y venenoso. Se extrae del opio, y sus sales, en dosis pequeñas, se emplean como medica- mento soporífero y anestésico. Narcótico:dichodeunasustancia,queproducesopor,relajaciónmus- cular y embotamiento de la sensibilidad, como, por ejemplo, el opio. Bibliografía Drogomedia. Centro de Documentación de Drogodependencias. Observatorio Vasco de Drogodependencias. Gobierno Vasco. http://www.drogomedia.com/. Fad (Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción). http://www.fad.es. Lorenzo, P., J. M. Laredo, J. C. Leza, e I. Lizasoain. Drogodependencias. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2003. Ministerio de Sanidad y Consumo. Observatorio español sobre drogas. Plan Nacional sobre Drogas, Informe n.º 6, noviembre 2003. http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/home.htm Ripred (Red Interamericana para la Prevención de las Drogas). http:// www.ripred.org/index.html. • Una droga de abuso es una sustancia de origen natu- ral o de síntesis química, capaz de generar cambios mentales, y que induce en las personas el deseo de repetir su administración; asimismo, si se cesa brus- camente su consumo puede aparecer el síndrome de abstinencia. • El alcohol y el tabaco son las drogas legales más consu- midas en España. El cannabis y la cocaína son las drogas ilegales utilizadas con mayor frecuencia por los jóvenes españoles. • Una sobredosis es un conjunto de manifestaciones clí- nicas adversas que pueden aparecer después de tomar una droga, generalmente a consecuencia de que la do- sis ha sido superior a la habitual. • El consumo de algunas drogas, como las pastillas de éxtasis o la cocaína, puede producir una muerte súbita. Resumen
  • 121. 121 Capítulo 11 La seguridad vial: los accidentes de tráfico Dr. Salvi Prat Médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Cuál es la importancia social y sanitaria de este problema? Mucha. Los datos no pueden ser más contundentes. En la REWHO, la Región Europea (52 países) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes en general (las lesiones) matan cada día a 2.000 personas y llevan a 60.000 al hospital. En los noticiarios de los fines de semana, en to- das las sociedades desarrolladas, se incluyen dos informa- ciones de forma fija: la primera de ellas es, por supuesto, la información deportiva, y la segunda, mucho más pequeña pero tozudamente persistente, la que se refiere a los acci- dentes de tráfico ocurridos durante el fin de semana. Como con todas las noticias habituales, la atención que se les presta es generalmente rutinaria. Quizá una breve mirada a las siempre espectaculares imágenes de coches destroza- dos, algún ligero comentario... Detrás de cada una de estas cotidianas imágenes y estadísticas se esconde una realidad absolutamente dramática. Muertes, cuerpos destrozados, algunos de ellos con secuelas irrecuperables, tanto físicas como psíquicas. Personas y familias destrozadas. La reac- ción más habitual, probablemente autodefensiva, ante esta cruda realidad («A mí, a los míos, no nos pasará») es to- talmente equivocada: los accidentes de tráfico nos afectan y nos pueden afectar a todos. La mortalidad anual supera las 4.000 personas en España: un drama intolerable y un auténtico problema de salud que afortunadamente parece ir en descenso en los últimos meses. Dado que los acciden- tes de tráfico afectan principalmente a los estratos sociales más jóvenes y activos (las lesiones son la principal causa de mortalidad por debajo de los 45 años), el coste social es altísimo, tan alto como para que se justifique claramente la adopción decidida de todo tipo de medidas para paliar esta situación. Estas medidas implican a autoridades (de infra- estructuras, de seguridad viaria, sanitarias) y a fabricantes de vehículos. Sin duda, implican también a los conducto- res y ocupantes de todo tipo de vehículos y a los peatones. Detrás de cada accidente hay vidas y familias radicalmente trastocadas por un episodio que tenemos tendencia a con- siderar una fatalidad, algo inevitable. Bien al contrario, los accidentes se desencadenan por ­circunstancias concretas Llegada de un paciente al Servicio de Urgencias.
  • 122. LIBRO DE LA SALUD 122 y repetitivas que los hacen básicamente prevenibles y son, por tanto, y aunque pueda parecer utópico, evitables. De la misma manera, las consecuencias de las lesiones después de un accidente van a cambiar, y a veces este cambio pue- de ser radical, según cuáles sean los sistemas de protec- ción de los vehículos implicados o las vías por las que se circula y según cuál sea la atención sanitaria recibida por el accidentado. En 2002, se estima que las lesiones (daños físicos que se producen cuando un cuerpo humano es someti- do bruscamente a una cantidad de energía que excede la tolerancia fisiológica al trauma) causaron aproximada- mente ochocientas mil muertes en la Región Europea de la OMS (8,3% de la mortalidad global). Los accidentes de tráfico produjeron 127.000 muertes (el 55% de las vícti- mas tenían entre 15 y 44 años) y lesionaron o incapacita- ron a 2,4 millones de personas. El 75% de los accidentes ocurren en varones. 2. ¿Es éste un problema sólo de los países más industrializados? Los accidentes de tráfico constituyen un enorme proble- ma de salud y, al igual que cualquier problema de salud, están relacionados con el nivel económico de los países. Si se comparan los datos de países como Armenia, Azer- baiyán, Federación Rusa, etc., con los de la Unión Europea (UE) (países con niveles de desarrollo pobre frente a paí- ses con nivel de desarrollo elevado), se aprecia que en los primeros la frecuencia de los accidentes/lesiones es alta y tiende a aumentar, mientras que en los segundos es de las más bajas y tiende a disminuir. El riesgo promedio de morir por un accidente en un hombre del primer grupo de países es cuatro veces superior al de un hombre de la UE. En todos los países de la Región Europea de la OMS, los niños, los ancianos y los pobres están en una situación de mayor ­riesgo. Por ejemplo, en el Reino Unido el riesgo de un niño de clase baja de morir por un traumatismo es de tres a cuatro veces mayor que el de un niño de clase alta. Además, en determinados países la capacidad de acceso a una atención sanitaria emergente, o de rehabilitación de calidad, es difícil después de sufrir un accidente. Los números absolutos en los accidentes de tráfico ilustran mal la extensión del problema. Por ello, los acci- dentes o la mortalidad suelen referirse a determinadas magnitudes como el número de habitantes, de vehícu- los, de kilómetros recorridos, etc., que delimitan mejor las coordenadas del problema, generando lo que se conoce como índices de accidentalidad. A modo de ejemplo, la ta- bla 1 refleja los índices más comúnmente utilizados apli- cados a los últimos años en datos parciales que se refieren a Cataluña. 3. ¿Cómo se estima la mortalidad por accidentes de tráfico? Desde hace años, la mortalidad por esta causa se regis- tra mensualmente. Aunque no es una estimación directa, refleja mejor la incidencia real de la mortalidad por acci- dentes de tráfico al recoger las muertes derivadas de las complicaciones de los traumatismos. En los datos de la tabla 1, se aprecia cómo entre 1994 y 1998 los índices de accidentalidad crecen hasta situarse 20 puntos por encima de los datos iniciales. Desde entonces se ha producido un TABLA 1. Accidentes de tráfico Índices de accidentalidad 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Accidentes con víctimas Por 100.000 habitantes 309 314 332 336 390 381 374 361 330 308 297 Por 100.000 vehículos 587 581 583 576 643 607 586 522 473 489 428 Por 10.000.000 vehículos y km en carretera 1,49 1,57 1,52 1,31 2,05 2,04 1,89 1,76 1,37 1,23 1,15 Muertos por accidente de tráfico Antes de 24 h por cada 1.000 accidentes con víctimas 34,0 38,2 33,2 31,8 31,2 32,1 33,2 30,9 33,0 32,4 28,2 Antes de 24 h por millón de habitantes 105 120 110 107 122 122 124 112 109 99,5 84 Antes de 30 días por millón de habitantes 132 147 138 142 155 148 142 128 125 114 97 Fuente: DGT y DESCAT.
  • 123. 123 descenso progresivo de los índices. Como cada uno de los índices refleja aspectos diferentes de una misma realidad, las variaciones son diferentes entre ellos. El índice que ha experimentado una disminución menor es la accidentali- dad en relación con el tráfico registrado en las carreteras. Si comparamos estas estadísticas con las de otros países de la Unión Europea, se aprecia que España presen- ta una tasa de mortalidad (a 30 días) por 100.000 habitan- tes de 12,8 (datos de 2003), lo que nos sitúa en noveno lugar entre los países con mayor mortalidad. Analizando estos datos se configuran cuatro grupos de países en fun- ción de esta tasa. Con un índice entre 21 y 19 encontramos a Letonia, Lituania y Grecia. Con cifras entre 14 y 12 están Portugal, Polonia, Bélgica, República Checa, Hungría, Espa- ña, Chipre, Eslovenia y Estonia. Cifras entre 12 y 10 presen- tan Francia, Eslovaquia, Austria, Italia y Luxemburgo. Entre 9 y 7 están Irlanda, Dinamarca, Alemania y Finlandia. Con valores alrededor de 6 están Suecia, Reino Unido y Países Bajos. El país con una menor tasa es Malta (4,1). Como pue- de apreciarse, los datos nos sitúan entre los países de la UE con mayor tasa de mortalidad por accidentes de tráfico. Estamos ante un problema real y muy preocupante. 4. ¿Son evitables los accidentes? Sin duda. A pesar de que, tal como hemos dicho, en nues- tra cultura se suelen aceptar como una fatalidad inevitable, lo cierto es que los accidentes, como cualquier enferme- dad suficientemente conocida, se pueden prevenir. Esta afirmación no debe entenderse como una utopía («Vamos a hacer desaparecer los accidentes de tráfico»), sino como una toma de posición clara y determinada frente al proble- ma: existen soluciones. Un claro ejemplo lo encontramos en Francia. En 2002, en vista de que los accidentes de tráfico eran la prin- cipal causa de mortalidad entre la población joven, se em- prendió una campaña (auspiciada por la presidencia de la República) nacional y local donde se implementaron me- didas preventivas (control de límites de velocidad, uso de cinturones, control de bebida, carné por puntos, etc.) que consiguió una disminución del 34% de la mortalidad en el bienio 2002-2004. Las actuaciones para disminuir los accidentes de tráfico deben basarse no sólo en las acciones de los indi- viduos sino también en cambios impulsados desde la so- ciedad que pongan a la seguridad por delante, en el dise- ño de carreteras o de entornos urbanos. Otro ejemplo de estas acciones lo constituye la disminución en un 75% de la mortalidad en ciclistas en Finlandia a través de un pro- grama nacional de ciclismo. La introducción de distintas medidas en España (carné por puntos, mayores sanciones como castigo a determinadas infracciones de tráfico, ma- yores controles de velocidad y alcoholemia, etc.) ha con- dicionado una reducción de las cifras de siniestralidad que resulta muy positiva y esperanzadora. 5. ¿Por qué se producen los accidentes de tráfico? Los accidentes se producen por situaciones anómalas que dependen de la propia circulación, de la vía, del vehículo o del conductor. En cualquiera de los casos, las circunstan- cias son controlables y modificables. No debe sonar, de nuevo, a utopía. La educación viaria, los avances tecnoló- gicos en los sistemas de prevención y de protección de los vehículos, las mejoras (y, por tanto, las inversiones) en in- fraestructuras viarias son el camino para reducir el impacto de los accidentes en nuestra sociedad y en nuestro sistema sanitario. Analizando las circunstancias (o su asociación) que concurren en los accidentes con víctimas (sobre un total de 16.720 accidentes), se aprecia la incidencia porcentual que refleja la tabla 2. El análisis que se haga de estos factores desenca- denantes determinará las estrategias de prevención que se adopten. Las infracciones de las normas de circulación son la causa más frecuente de accidentalidad en el ámbi- to urbano. En cambio, en la zona interurbana la causa más frecuente es la velocidad inadecuada. En cualquier caso parece claro que el factor humano y el tecnológico deben La seguridad vial: los accidentes de tráfico La educación viaria, los avances tecnológicos en los sistemas de prevención y de protección de los vehículos, y las mejoras en infraestructuras viarias son el camino para reducir el impacto de los accidentes en nuestra sociedad y en nuestro sistema sanitario.
  • 124. LIBRO DE LA SALUD 124 abordarse de forma asociada si se pretende disminuir la si- niestralidad y la gravedad de los accidentes. 6. ¿Existen factores asociados de forma clara a la accidentalidad? Sin duda. El consumo de alcohol y de drogas son facto- res de riesgo en todas las lesiones no intencionales, tam- bién en los accidentes de tráfico. Los datos ilustran esta ­realidad. De todos los controles de alcoholemia realizados tras un accidente, un 8-10% resulta positivo. Si el control se efectúa tras una infracción, la tasa de positivos sube al 30-40%. Si se analizan los resultados de estas pruebas respecto a los conductores muertos en accidente, se ob- servan resultados positivos en un 40-45% y negativos en un 55-60%. De los resultados positivos, la sustancia más frecuente es el alcohol etílico y el alcohol asociado a drogas o psicofármacos. También se puede detectar la presencia de drogas y de drogas con psicofármacos. Un 30% de los peatones lesionados presenta también cifras de alcoholemia positivas. 7. ¿Se conoce realmente la dimensión sanitaria de los accidentes de tráfico? Probablemente no. La mortalidad derivada de los acci- dentes se contabiliza de forma directa en las primeras 24 horas. La mortalidad a los 30 días (a consecuencia de las complicaciones derivadas de los accidentes) se calcula de forma estimativa. Se considera, por otra parte, herido grave a aquel que requiere una hospitalización más larga de 24 horas, y leve al que no la requiere. Se conoce poco o nada de la gravedad de los pacientes en función de es- calas de valoración de la gravedad de sus lesiones o de la asociación de éstas. No existen datos de estancias medias hospitalarias de los accidentes de tráfico, ni que relacio- nen mortalidad y gravedad de las lesiones. Tampoco los hay del tiempo medio en que se produce la reinserción social de los accidentados, es decir, del tiempo medio (en función de las diferentes lesiones) en que los accidenta- dos vuelven a su trabajo, si es que el accidente les ha de- jado en situación de hacerlo. Se echa en falta, en definiti- va, la existencia de un registro de accidentados, de base hospitalaria, que aporte luz a la realidad sanitaria y social de estos casos. La información obtenida en este registro debería ser la que guiara la toma de decisiones organiza- tivas en la atención sanitaria al accidentado, pues daría una dimensión mucho más exacta de la realidad social y sanitaria de los accidentes. 8. ¿Son eficaces los sistemas de protección? Sin duda lo son. Existen sobradas evidencias en este aspecto. La obligatoriedad del uso del casco en una ciudad con tantas motos como Barcelona (en 1992) supuso una disminución clara de la mortalidad y la discapacidad de- rivadas de traumatismo craneal por accidente de motoci- cleta. La mortalidad y discapacidad infantil por accidente de tráfico (probablemente la más dramática) disminuye de forma radical con el uso de sistemas de retención in- fantil adecuados. Los cinturones de seguridad (a pesar de que puede existir quien piense que son una cuestión de libertad personal y que limitan la posibilidad de escapa- toria en caso de incendio, por ejemplo) reducen la morta- lidad y la gravedad de las lesiones. Aunque, es cierto que la desaceleración brusca que producen puede ser, por sí misma, causa de otras lesiones. Lo mismo ocurre con el airbag (cuyo uso debe asociarse siempre al del cinturón de seguridad): previene lesiones de gravedad en tórax y Tabla 2. Circunstancias (o asociación de éstas) que concurren en los accidentes con víctimas (sobre un total de 16.720 accidentes) Factor desencadenante Porcentaje Infracción de una norma 40,3 Distracción 19,5 Ningún factor determinante 16,8 Velocidad 4,2 Distracción + infracción 3,9 Distracción + velocidad 2,3 Velocidad + infracción 2,3 Otras combinaciones 3,4 Es obligatorio utilizar siempre los cinturones de seguridad.
  • 125. 125 abdomen, pero puede ser por sí mismo causa de lesio- nes oculares, quemaduras faciales y de los antebrazos (si bien, lesiones en cualquier caso menores). La asociación de cinturón, airbag y un determinado diseño del asiento (lo que se conoce como sistema de retención) es útil en la reducción de la gravedad de las lesiones producidas por el accidente. El reposacabezas es otro elemento de segu- ridad que evita (o reduce) lesiones en un accidente, con una condición: hay que llevarlo colocado adecuadamen- te, a la altura de la región occipital. Sin embargo, este nivel de eficacia (que es real), no debe hacernos creer que somos inmunes a los trau- matismos. A pesar de que en determinadas ocasiones los argumentos de venta de las compañías automovilísticas pretenden convencernos de la seguridad completa, lo cierto es que el riesgo existe; y evitar las situaciones que lo provocan sigue siendo la mejor estrategia para prevenir los accidentes y sus consecuencias. 9. ¿Son reproducibles los accidentes? Sin duda, lo son. A pesar de que en cada accidente concu- rren circunstancias diferentes, el patrón de lesiones de los accidentados se repite. Existen, por tanto, determinados patrones típicos de accidentado. El accidentado ocupan- te de un vehículo de cuatro o dos ruedas y el peatón van a tener características de lesión diferentes entre sí. En la existencia de estos patrones se basa la capacidad para efectuar ensayos biomecánicos y desarrollar diseños de vehículos menos agresivos. También desde un punto de vista clínico, el conocimiento del patrón de lesiones ayu- da a la hora de identificarlas y permite realizar o adoptar medidas de precaución más específicas, útiles para evitar consecuencias clínicas. En el caso del ocupante de un vehículo, el impac- to de su cuerpo en el accidente puede producirse contra las estructuras interiores del vehículo o contra un objeto fijo externo (en caso de que se produzca la eyección del vehículo). Asimismo, el impacto de los órganos internos contra las estructuras del esqueleto son causa de lesiones de gravedad. En general se suelen diferenciar cuatro tipos de impacto: • impacto frontal • impacto lateral • impacto posterior • vuelco/eyección. El impacto frontal se define como la colisión contra un objeto situado frente al vehículo que detiene de forma brusca su velocidad. Esto hace que la energía cinética se transforme en ondas de choque cuya fuerza (F) depende de la masa del vehículo (M), del diferencial de la velocidad y del tiempo en que ésta actúe. Esto se expresa con la fór- mula siguiente: F = MxDV DT El diferencial de velocidad (∆V) se considera el ele- mento clave en la producción de lesiones en los acciden- tados. El impacto desplazará por ejemplo al conductor del vehículo hacia delante. Las lesiones se producirán en el pie/tobillo (con los pedales), la rodilla (por impacto di- recto contra el salpicadero), la cadera o el fémur. Cuando el conductor sale proyectado hacia delante, el tórax choca contra el volante y la cabeza contra el parabrisas, como se detalla en la figura 1. Así pues, las lesiones de extremidades inferiores, cadera, cráneo, tórax y abdomen configuran el patrón de lesiones del impacto frontal. Si, además, el accidentado lanza sus brazos hacia delante, en una acción refleja, se producirán, también, lesiones de extremidades superiores. Analizando esta cadena de traumatismos, parece quedar clara la capacidad de los sistemas de retención para reducir la gravedad de las lesiones o evitarlas. El impacto lateral se define como la colisión contra un lateral del vehículo que desplaza (acelera) al ocupante lejos del lugar del impacto. Es, por tanto, un mecanismo de lesión sustancialmente distinto del impacto frontal. Los daños característicos de este tipo de impacto son las frac- turas de pelvis, tórax o abdomen, diferentes según el lugar La seguridad vial: los accidentes de tráfico Figura 1. Consecuencias de un impacto frontal en un accidente de tráfico iMPACTO FrONTAL CADENA DE TrAuMATiSMOS Tobillo Rodilla Fémur Cráneo Cerebro Columna cervical Tórax Abdomen Cadera Salpicadero Parabrisas y estructura Volante y salpicadero
  • 126. LIBRO DE LA SALUD 126 que se ocupa dentro del vehículo. El cráneo o la columna cervical también pueden verse afectados por estas fuerzas laterales, que pueden llegar a producir lesiones del plexo braquial. El impacto posterior se define como la aceleración que recibe el torso al producirse el choque por la parte posterior de un vehículo habitualmente parado. La lesión más característica de este impacto deriva de la hiperexten- sión de la columna. Se conoce como síndrome del latigazo cervical (SLC) y es causa de multitud de incapacidades la- borales por accidente de tráfico. La intensidad del impacto puede llegar a causar lesiones de elementos vertebrales posteriores. El cuadro clínico consiste en una cervicalgia, a veces irradiada a una o las dos extremidades superiores, que se acompaña de mareos y/o sensación vertiginosa, cefaleas o insomnio. La autenticidad o no de la sintoma- tología del SLC es motivo de múltiples discrepancias entre accidentados (y sus abogados) y compañías asegurado- ras. Desde un punto de vista clínico, no existe duda de la existencia del SLC ni de la grave afectación de la calidad de vida de los accidentados que puede llegar a producir. Una cuestión por definir es el diferencial de velocidad necesario para que se produzca este cuadro clínico. Probablemente este dato arrojaría alguna luz sobre la objetividad o no de la sintomatología, en la que influyen, seguro, cuestiones como la colocación del accidentado dentro del vehículo en el momento de accidente y la situación muscular previa, entre otras. En el caso de un vuelco o eyección, las combina- ciones de lesiones incluyen prácticamente todos los me- canismos de lesión. Es, probablemente, en estos tipos de accidentes donde más evidente se hace el papel de los sis- temas de retención. En el caso de los atropellos (véase figura 2), la cadena detraumatismossiguetambiénunacronologíacaracterística. En primer lugar, el impacto se produce entre el parachoques y las extremidades inferiores del atropellado. A continuación, el tórax impacta con el capó del vehículo. Tanto la estructura superior del parabrisas como el suelo pueden ser la causa del traumatismocraneal.Porúltimo,alcaeralsueloseproducirán lesiones de extremidades superiores (más frecuentemente fracturas de muñeca). En algunas series estudiadas, el 59% de los atropellados presenta fracturas de tibia; de ellas, el 33% son abiertas. De las fracturas abiertas, casi el 74% lo son de gradoIII(lasfracturasabiertasdemayorgravedad).Unpatrón defracturatibialmuycaracterísticadelosatropelloseslafrac- tura a dos niveles (bifocal o segmentaria) de este hueso. 10. ¿Qué diferencias hay si el accidente es con un vehículo de dos ruedas? En el caso de los accidentes con vehículos de dos ruedas, la ca- racterística es la ausencia de una estructura del vehículo capaz dedisiparlaenergía.Cuandolaruedadelamotocicletaimpac- ta frontalmente con un objeto fijo, se produce la eyección del piloto, que se asocia a una rotación de manillar y del piloto y al impacto de éste contra un objeto fijo o contra el suelo. El im- pacto contra el manillar puede provocar traumatismo craneal, torácico o abdominal. Es característica de estos accidentes la fractura bilateral del fémur. Cuando el piloto impacta contra el suelo (igual que en la eyección de los coches), cualquier lesión es posible y su gravedad va a depender del grado de energía cinética presente. Cuando el impacto es lateral, se va a produ- cir, en general, un impacto directo sobre las extremidades infe- riores del paciente, con fractura de fémur, tibia o pelvis. El 22% de las fracturas de tibia se producen en motoristas. De ellas, un 64%sonabiertasy,deéstas,el68%losondegradoIII.También en el mismo impacto se puede producir un traumatismo torá- cico. Al caer el piloto e impactar contra el suelo la consecuen- cia podría ser un traumatismo craneal, o cualquier otro tipo de Figura 2. Atropellos: cronología característica de la cadena de traumatismos ATrOPELLO Parachoques Parabrisas o estructura Suelo iMPACTO EN TrES FASES TrÍADA DEL ATrOPELLO Extremidades inferiores Tórax Extremidades superiores y cráneo Las señales de tráfico orientan sobre posibles riesgos en la vía pública.
  • 127. 127 lesión. Cuando el mecanismo del accidente es un derrape, se producen lesiones de tibia proximal o fémur distal, aunque el aplastamientodelaextremidadinferiorbajoelvehículopuede producir cualquier combinación de lesiones. 11. Una vez producido el accidente, ¿se pueden minimizar sus consecuencias? Sin duda. La atención al accidentado se inicia inmediatamente despuésdelaccidenteyprecisaunsistemadealertaeficazque activelasasistencias.Laprimeraactuaciónanteunaccidentees laproteccióndelescenarioparaevitarlaproduccióndenuevos accidentes derivados del que causa la actuación. La atención sanitaria a los accidentados (la que puede ya salvar vidas) em- pieza en el lugar del accidente: son los sistemas de atención prehospitalaria, que han alcanzado un alto nivel de desarrollo en los últimos años en nuestro entorno. Su misión consiste en trasladar hasta el accidentado atención sanitaria especializa- da, capaz de actuar ante situaciones críticas. De su actuación puede depender tanto la supervivencia del accidentado como la prevención de secuelas. El tiempo es un factor clave en la atención al accidentado grave. Se conoce como hora dorada a laprimerahoratraselaccidente.Unaactuacióndecididayade- cuada en esta primera hora puede suponer un cambio radical en el resultado (en las consecuencias) del accidente. De forma muy simple: un conductor que sufre un traumatismo abdomi- nal (y resulta afectado, por ejemplo, de una rotura de bazo), de noche, en una carretera de montaña poco transitada (donde las alertas se activan algunas horas después), tiene una posi- bilidad real de morir de un shock hipovolémico. Ante la misma lesión ocurrida en una zona periurbana, donde la alerta pue- de ser inmediata y la atención sanitaria también, el riesgo de mortalidad es claramente inferior. Éste es un ejemplo de lesión que se recupera sin secuelas para el paciente. De funcionar el sistema de alerta y atención sanitaria a no hacerlo, el resultado es radicalmente diferente (muerte, frente a vida normal en al- gunassemanas).Otroaspectoquepuededeterminardeforma clara el resultado es el traslado del paciente a un centro hospi- talarioadecuado.Lospacientespolitraumatizados(losquehan sufrido traumatismos graves que afectan a diversos sistemas del organismo) precisan de atención eficaz en centros de alta tecnologíadotadosespecíficamenteparaello.Estoexplicaque, enunsistemaintegradodeemergencias,elmejorhospitalpara atenderaunaccidentadogravenoseasiempreelmáscercano al lugar del accidente (que probablemente es muy eficaz en el tratamientodeotraspatologías)sinoaquelqueestádotadode recursos técnicos y humanos con capacidad para responder a las demandas de diagnóstico y tratamiento de urgencia. Esto justifica de forma clara la existencia de sistemas de transporte rápido (helicópteros) capaces de trasladar al paciente a centros alejados con celeridad, evitando además las dificultades de la orografía o el tráfico, que consumen tiempo.Y, según se ha vis- to, el tiempo es un factor crítico en el politraumatizado. La atención hospitalaria al accidentado exige la exis- tencia de equipos multidisciplinares dispuestos para la actua- ción inmediata. La composición de estos equipos varía según el entorno sanitario en que nos encontremos. Pero en todos los casos el equipo tiene una figura central que en el mundo anglófono se denomina team leader y, en nuestro entorno, coordinador o jefe de equipo. Su papel es fundamental: dirigir la reanimación del paciente y establecer las prioridades en las exploracionesdiagnósticasyeltratamiento.EnEstadosUnidos y Alemania este papel es asumido por un cirujano (conocido como trauma surgeon) con formación y entrenamiento espe- cíficos para el tratamiento de los traumatismos viscerales. En nuestro medio, este papel es asumido, de forma más habitual, por especialistas en anestesiología-reanimación, de cuidados intensivos o emergenciólogos, según la cultura organizativa o disponibilidad de cada centro hospitalario. La reanimación del paciente sigue unas pautas sistemáticas y concretas que, en la actualidad, son prácticamente universales y se conocen como Advanced Trauma Life Support (ATLS). La sistemática ATLS esta- blece las prioridades en la reanimación del politraumatizado y se aplica siempre de la misma manera, se esté en el lugar del accidente, en un hospital básico o en uno de alta tecnología. Su aplicación sistemática ayuda a homogeneizar las pautas de conducta en una situación de emergencia que requiere una respuesta eficaz y organizada. En el ámbito hospitalario, para esta respuesta se precisa de un equipo multidisciplinar, La seguridad vial: los accidentes de tráfico La obligatoriedad del uso del casco supuso una disminución de la mortalidad y la discapacidad derivada del traumatismo craneal por accidente de motocicleta.
  • 128. LIBRO DE LA SALUD 128 más habitualmente formado por profesionales de enfermería, anestesiología-reanimación, cirugía general, traumatología y neurocirugía. Cualquier especialista (radiólogos y angiorradió- logos, cirujanos cardiovasculares y torácicos, cirujanos plásti- cos, urólogos, etc.) puede ser requerido para el tratamiento de este tipo de pacientes accidentados. No obstante, este equipo básico multidisciplinar debe tener capacidad para dar respues- ta inmediata a las necesidades de reanimación, diagnóstico y tratamientoinicialdelpaciente.Naturalmente,lallegadadeun accidentado grave a un hospital pone en situación de alerta y actuación inmediata a laboratorios, banco de sangre,TAC, qui- rófanos de emergencias, etc. Se entiende, pues, que la infraestructura profesional y humana precisa para tratar de emergencia a accidentados de tráficoesaltamentecomplejayrequieredegrandotaciónper- sonal y material. Esto suscita cuestiones de compleja resolu- ción desde un punto de vista organizativo y de política sanita- ria. ¿Cuántos centros son necesarios en un ámbito geográfico concreto para tratar politraumatizados? ¿Dónde deben estar situados? ¿Cuál es la dotación mínima necesaria? Son cuestio- nes que no tienen una respuesta única y que la autoridad sa- nitaria debe responder adecuándose a cada entorno y a partir de información contrastada. 12. ¿Cuáles son las lesiones que provocan mayor mortalidad? Para evaluar las causas de la mortalidad, se debe atender al momento en que se produce. En el lugar del accidente y en las primeras horas, la mortalidad inmediata suele deberse a traumatismos torácicos o lesiones de grandes vasos tora- coabdominales. También los traumatismos craneoencefáli- cos graves (muchas veces fracturas abiertas con pérdida de masaencefálica)puedensercausademortalidadinmediata. Las muertes en los primeros dos o tres días suelen deberse a las complicaciones derivadas del sangrado (hipovolemia) o de la afectación respiratoria o neurológica. A partir de este momento, la mortalidad suele producirse días o semanas después del traumatismo y suele deberse a complicaciones infecciosas o a un fallo multiorgánico que afecta a diferentes sistemas(respiratorio,renal,hepático,etc.)obiena infecciones. Esta distribución en tres fases se conoce como distribución trimodal de la mortalidad después de un traumatismo. La ge- neralización de los sistemas de emergencias y la mejoría de la atención hospitalaria inicial y en las áreas de vigilancia in- tensiva han hecho aumentar la supervivencia de pacientes con lesiones muy graves. Ésta puede ser una causa de que actualmente sobrevivan pacientes que antes fallecían en el lugar del accidente o en las primeras horas tras él. Ahora estos pacientes pueden sobrevivir más tiempo pero, dada su mayor gravedad, son también susceptibles de presentar más complicaciones o mortalidad diferida. 13. ¿Cuáles son las lesiones que provocan más secuelas? Las secuelas más graves derivan de los traumatismos cra- neoencefálicos y de las lesiones medulares, pues generan discapacidades permanentes. Los niveles de dependencia dentro de este grupo son muy variables. Sus posibilidades derehabilitacióntambién.Sonpacientesquevananecesitar centros de atención específicos para pacientes neurológicos donde sus posibilidades de rehabilitación sean máximas. Las lesiones del aparato locomotor son las otras grandes secuelas de los accidentes de tráfico. A diferencia de las anteriores, las posibilidades de recuperación son reales, así como las demandas de los pacientes. «¿Cuándo podré volver a subir a la moto?» es una pregunta que res- ponden con mucha frecuencia los traumatólogos que tra- tan accidentes de tráfico. Alrededor de un setenta y cinco por ciento de los pacientes politraumatizados van a sufrir lesiones graves del aparato locomotor que deberán ser tra- tadas con las máximas garantías de resultado. Las fracturas complejas de pelvis y el sangrado que provocan colocan a los accidentados en situación de ries- go vital. Deben ser tratadas de forma muy precoz y decidi- da para evitar graves complicaciones. Resulta fundamen- tal disponer de equipos de angiorradiología que puedan detener la pérdida hemática mediante embolizaciones selectivas de los vasos sangrantes. También la estabilidad mecánica de la pelvis (conseguida mediante la colocación de fijadores externos) tiene un papel básico en la conten- ción del sangrado. De forma secundaria (fuera de esta fase crítica) deben tratarse las lesiones óseas de la pelvis, para evitar dismetrías graves así como dolores residuales inca- pacitantes en la zona de las articulaciones sacroilíacas. Las fracturas vertebrales, que es conveniente es- tabilizar de forma temprana para permitir la movilización y mejorar los cuidados del paciente, pueden ser también causa de discapacidades residuales, al margen de la afec- tación neurológica que pueda acompañarlas. Secuelas de fracturas graves de pelvis y extremida- des inferiores que años atrás se hubieran considerado tole- rables (acortamientos de extremidades, consolidaciones en mala posición) no son ahora consideradas aceptables ni por pacientes ni por profesionales. Esto hace que el tratamiento
  • 129. 129 de las lesiones osteoarticulares se aborde de forma precoz y, al mismo tiempo, con un nivel de posibilidades quirúrgicas y de exigencia técnica cada vez superior. Entendida como objetivo, la restitución funcional del paciente (incorporarse en la cama, sentarse en una silla, ponerse de pie, andar...) debe ser lo más precoz posible; al mismo tiempo, la recons- trucción de las lesiones debe ser lo más anatómica posible. Las técnicas actuales de osteosíntesis con placas deslizadas o de enclavados endomedulares encerrojados permiten dar respuesta satisfactoria de forma menos invasiva (menos agresiva) a la mayoría de las lesiones de huesos largos. Inclu- so lesiones que, por el grado de afectación ósea o de partes blandas son muy graves, son tratadas ahora de forma que la movilización del paciente pueda ser precoz. Las fracturas abiertas graves de extremidades inferiores (que algunas ve- ces son amputaciones traumáticas o acaban siéndolo) y las lesiones complejas de la extremidad superior (incluyendo las lesiones de plexo braquial) son actualmente las pato- logías que producen una mayor discapacidad residual por traumatismo. Así pues, la concienciación de la población y la educación viaria, la adecuación de las infraestructuras a la realidad del tráfico, el desarrollo tecnológico de sistemas de prevención y protección más eficientes, la atención sa- nitaria cualificada en el lugar del accidente y en hospita- les de alta tecnología y un tratamiento rehabilitador ade- cuado parecen los ingredientes necesarios para reducir la mortalidad y la discapacidad derivadas de un accidente de tráfico. No existe una receta única para disminuir las consecuencias del que es, sin duda, un problema social y sanitario de primer orden en nuestro entorno. Glosario Discapacidad:dificultadparadesempeñaractividadessocialmente aceptadas, habituales para las personas de similar edad y condición sociocultural, como consecuencia de las limitaciones funcionales, cognitivas y emocionales que proceden de la enfermedad u otras deficiencias corporales, accidentes u otros problemas de salud. Horadorada:laprimerahoratraseltraumatismo,dondeunaadecuada actuación puede cambiar radicalmente el resultado del accidente. Patrón de lesión: conjunto típico de lesiones que presenta un accidentado tipo. Politraumatizado: accidentado que ha sufrido un traumatismo de alta energía que afecta a órganos o sistemas diferentes. Sistema integrado de emergencias: el que incluye la alerta, la atención prehospitalaria y hospitalaria al accidentado. Shock hipovolémico: situación crítica en la que la presión san- guínea cae, como consecuencia de una pérdida masiva (interna o externa) de sangre, y el riego sanguíneo de órganos vitales se ve seriamente comprometido. Bibliografía Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov. Colegio Americano de Cirujanos. http://www.facs.org. Dirección General de Tráfico. http://www.dgt.es. E-ntérate. Página web divulgativa de la DGT. «Accidentes de tráfico: una lacra de la sociedad moderna». http://www.portalciencia.net/ vdc/trafico.htm. OMS (Organización Mundial de la Salud). Oficina Regional para Europa. http://www.euro.who.int. La seguridad vial: los accidentes de tráfico • En los últimos años, más de 4.000 personas han fallecido anualmente en España debido a accidentes de tráfico. • España se sitúa entre los países con mayor mortalidad de Europa. Las medidas de prevención y coercitivas in- troducidas recientemente indican una tendencia a la disminución de la mortalidad. • Existe una clara correlación entre desarrollo económico y mortalidad por accidente de tráfico: a mayor desarro- llo económico, menor mortalidad. • Existen patrones definidos de lesiones por accidente de tráfico: impacto frontal, impacto lateral, impacto posterior, vuelco, atropello o accidente en vehículo de dos ruedas. Estos patrones definen tipos de lesión diferentes. • El patrón de lesión característico del atropellado incluye traumatismos en extremidades inferiores, tórax, cráneo y extremidades superiores. • El tiempo transcurrido desde el accidente hasta recibir atención médica es un parámetro crítico en la evolución y el pronóstico de los lesionados. • En un contexto de sistema integrado de emergencias, el mejor hospital para tratar a un politraumatizado no es el que está más cerca del lugar del accidente sino aquel que tiene una dotación humana y tecnológica adecuada. Resumen
  • 131. 131 Capítulo 12 Los maltratos Dr. Manuel Santiñá Médico. Secretario de la Comisión de Violencia Intrafamiliar y de Género del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿A qué llamamos maltrato? La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el térmi- no violencia o maltrato como el uso deliberado de la fuerza física o el poder contra otra persona más débil, ya sea ame- nazando o realmente haciendo uso de esa mayor fuerza o poder. Esta situación causa, o tiene muchas posibilidades de causar, lesiones físicas, daño psicológico, trastornos del desarrollo, privaciones e incluso la muerte. 2. ¿Quiénes sufren más este tipo de situación? Las mujeres de cualquier edad, los niños (ambos sexos) y las personas mayores son quienes sufren más este tipo de situación. El riesgo de sufrir malos tratos no se distribuye por igual entre los dos sexos: las mujeres los padecen mu- cho más que los hombres. 3. ¿Hay diferentes tipos de malos tratos? En su informe sobre violencia y salud, la OMS divide la violencia en tres categorías, dependiendo de quién sea el autor del acto violento: violencia contra uno mismo, vio- lencia colectiva y violencia interpersonal. El maltrato contra uno mismo comprende los comportamientos suicidas y las autolesiones. El mal- trato colectivo se da cuando un grupo agrede a otro (el ejemplo serían las guerras). El maltrato interpersonal comprende la violencia en el seno de la familia y la vio- lencia comu­nitaria. Las lesiones, en caso de maltrato, pueden ser visibles, pero también en ocasiones pueden intentar ocultarse.
  • 132. LIBRO DE LA SALUD 132 El maltrato familiar engloba formas de violencia como el maltrato a menores, la violencia contra la pareja y el maltrato a las personas mayores. El maltrato comunitario engloba la violencia juve- nil, las agresiones sexuales por parte de extraños y la vio- lencia en la escuela, los lugares de trabajo, las prisiones y las residencias para gente mayor. Hablamos de maltrato agudo cuando éste se pro- duce de forma aislada y ocasiona un problema de salud a la persona que lo sufre. Un ejemplo de este tipo de maltrato sería la violación. Otro ejemplo sería la fractura de un hue- so por un golpe recibido durante una discusión con otra persona. El maltrato crónico sería aquel que una persona ocasiona de forma habitual a otra y que va causando a la que lo sufre algún tipo de problema en su salud, como por ejemplo un síndrome depresivo, angustia, problemas de estómago, dolores de cabeza, magulladuras, etc. 4. ¿Por qué se maltrata? Diferentes estudios realizados para llegar a comprender por qué hay personas que maltratan a otras indican que a esta situación se llega a través del aprendizaje: por ejem- plo, haber sido objeto de malos tratos o testigo de ellos a lo largo de la infancia y adolescencia predispone a ser un futuro maltratador. No se nace maltratador, sino que es el aprendizaje de la vida, a través de la experiencia que el individuo reco- ge a medida que crece, lo que hará que tienda a resolver sus frustraciones, sus miedos, sus limitaciones y sus proble- mas a través de la violencia. La carga genética de una persona configurará su ca- rácter, pero la manera de expresarlo vendrá condicionada por los valores culturales que vaya absorbiendo a lo largo de su desarrollo como ser humano. La violencia es un comportamiento complejo cuya expresión viene condicionada por la personalidad del in- dividuo, y por los valores culturales imperantes en la so- ciedad en la que vive. Los valores sociales modulan las ac- titudes y la forma de actuar de los individuos que forman parte de una comunidad. Las personas insultan o pegan a otras personas por prejuicios, deseo de venganza o de dominio, pero no porque el instinto las dirija a ello. 5. ¿Quién maltrata? No hay un perfil concreto de maltratador. Cualquier per- sona en cualquier situación social, laboral o económica puede maltratar. La realidad social demuestra que hay más hombres maltratadores que mujeres maltratadoras, pero éstas no están exentas de actuar así, si se dan las circuns- tancias para ello. Tradicionalmente se ha dicho que éste era un fenó- meno que sólo se daba en personas alcohólicas y en las capas sociales más desfavorecidas; pero la realidad es que se trata de una situación que se puede manifestar en cual- quier lugar y en cualquier persona. 6. ¿El maltratador tiene límites? Hay que pensar siempre que el maltratador no tiene lími- tes, aunque no necesariamente todos los maltratadores siguen la misma evolución en sus acciones. El maltratador puede empezar por pequeñas situaciones de malos tratos, algún golpe, alguna amenaza, a las cuales la víctima puede no dar ninguna o poca importancia; pero la tendencia, si no se pone remedio, es un aumento de estas situaciones, en grado y frecuencia. 7. ¿Es tolerable el maltrato? En ninguna situación es tolerable el maltrato. Ni siquie- ra en el ámbito de la familia. En ningún caso se trata de una cuestión privada entre dos personas, o de una familia. Hay que pensar siempre que éste es un fenó- meno social que nos afecta a todos y que la solución depende de nuestra actitud. Mirar hacia otro lado y no querer ver no hace sino empeorar la situación, pues ya hemos dicho que la violencia germina en las actitudes y valores de la sociedad que la tolera y no reacciona ante ella. Es indispensable denunciarlo para romper el silen- cio y ayudar a las víctimas que lo sufren, en previsión de que esta situación se agrave o se perpetúe. Hay gente que defiende el derecho a la intimidad familiar como un valor supremo; pero la pérdida de la intimidad es un mal menor cuando la salud o la vida de mujeres, niños y ancianos está en peligro. 8. ¿Por qué las víctimas de malos tratos muchas veces no denuncian su situación? Existen distintas razones por las que las víctimas de malos tratos no denuncian estos hechos. Hay motivos de índole social, pues en muchas ocasiones la sociedad en la que viven no facilita esa denuncia; por ejemplo, no hay comi- sarías de policía especializadas en la violencia de género; o las leyes no protegen suficientemente a las víctimas; o los medios de comunicación dan la información sobre ma-
  • 133. 133 los tratos de forma que el agresor pasa a ser una víctima o una persona que ha actuado así llevada por su amor hacia el otro. También hay razones de índole familiar, pues el maltrato se da frecuentemente en el seno familiar, es decir, en el área más privada y oculta de la vida de las personas. En la familia se da el compromiso social de confianza más sólido, el acuerdo de amor más profun- do que existe entre un grupo de personas, pero ello no evita que se den situaciones de maltrato, pues al tiem- po que se desarrollan las acciones más generosas, tam- bién se dan los conflictos más apasionados. Por ello, el maltrato que sucede en el ámbito familiar acostumbra a tratarse dentro de este entorno, evitando que salga fuera de él. Hay razones de índole personal: cuando la persona que sufre malos tratos no es consciente de ello. Por ejem- plo, hay mujeres que objetivamente están siendo maltra- tadas por sus parejas pero ellas no lo sienten así porque lo consideran normal: han vivido en un ambiente en que los hombres siempre han tratado así a las mujeres y ello ha sido siempre aceptado tanto por la familia como por la so- ciedad, y no tienen la posibilidad de ver su situación desde otro punto de vista. Otro caso similar sería el de los meno- res, que por carecer de la suficiente madurez mental, pue- den no ser capaces de juzgar que la situación que ­viven no es la correcta y menos si quien los está maltratando es su padre o su madre. La persona maltratada desarrolla una serie de ­com­porta­mientos defensivos ante el maltratador, con la esperanza de dejar de serlo. Uno de estos comportamien- tos es la resistencia a denunciar por miedo a que el otro se vengue de ello. Evidentemente esto pone en evidencia lagunas en los mecanismos que la sociedad ha tejido tanto para evitar malos tratos como para proteger a la persona que los padece. Si la víctima no encuentra solución o no ve que la sociedad le facilite ayuda, difícilmente denunciará su problema. 9. ¿Hay ahora más casos de malos tratos que hace unos años? Es difícil saberlo, pues hasta hace muy poco los casos de maltrato no se denunciaban. Sí que en los últimos años hay una mayor visibilidad del problema de la violencia, espe- cialmente la que sufren las mujeres y los niños. La prensa se hace eco de los casos con más frecuencia y éstos son noticia de portada, sobre todo cuando hay una muerte. Esta mayor visibilidad com- porta un aumento de la sensibilización social y sani- taria y ayuda a que la población tenga conocimiento de lo que es, de lo que representa y de lo que hay que hacer para identificar las situaciones de malos tratos y poner remedio. 10. ¿Cuál es el papel de los servicios sanitarios en los casos de maltrato? En España la salud es un derecho de todo ciudadano, que tiene acceso libre y gratuito a los servicios sanitarios públi- cos. La persona maltratada acostumbra a padecer proble- mas de salud por los que acude a esos servicios sanitarios. De ahí que éstos sean estructuras clave para identificar una situación de maltrato y actuar. La víctima de maltrato es una persona que suele ­frecuentar los servicios sanitarios. Acude más a menudo que otras personas a su médico de cabecera o a los servi- cios de urgencia. El reto de éstos es sistematizar dentro de sus protocolos asistenciales la identificación de estas per- sonas y las pautas de tratamiento de su situación. 11. ¿Cómo identificar a una persona maltratada? La mayoría de las víctimas de malos tratos difícilmente ma- nifiesta abiertamente su situación. En caso de sufrir algún tipo de lesión traumática —las que más llaman la atención y las más infrecuentes—, tienden a ocultar la causa, y el personal sanitario que las atiende raramente sospecha que la persona esté sufriendo esta situación. Sin embargo, hay algunos síntomas que deben alertar al personal sanitario y hacerle pensar en un maltra- to como causa del problema de salud: • Visitas repetidas por problemas de ansiedad, in- somnio o por lesiones inexplicables o con expli- caciones fuera de toda lógica. • Consultas por dolor de diferente tipo y localiza- ción o por sensación de ahogo. • Historia de intentos de autolesión, depresión, abuso de fármacos o drogas. • Conducta errática, cancelación de visitas, visitas imprevistas, visitas repetidas en los servicios de urgencias. • Historia de traumatismos en mama, genitales, boca,dientes,oído.Quemaduras,lesionesohema­ tomas en el cuerpo, falta de pelo en alguna zona de la cabeza. Los maltratos
  • 134. LIBRO DE LA SALUD 134 • Excesiva conformidad, conducta pasiva, sumisa, respuestas evasivas. • Historia de embarazos no deseados, abortos, par- tos prematuros, controles inadecuados del emba- razo, pérdidas en el primer o segundo trimestre. El reto social y sanitario en la lucha contra el ­maltrato es encontrar mecanismos de detección precoz. Los familiares, amigos y vecinos pueden conocer esa si- tuación de maltrato. La escuela y los centros sanitarios son lugares en donde es factible detectar el maltrato en la fase inicial. En los servicios sanitarios se están aplicando dife- rentes cuestionarios que básicamente buscan saber, con muy pocas preguntas, si la persona ha sufrido o está su- friendo malos tratos. Las preguntas son muy directas, del tipo: ¿su pareja o ex pareja le ha pegado alguna vez? Este tipo de preguntas no deberían sorprender a los pacientes (si bien están, hoy por hoy, poco acostumbrados a respon- derlas), pues forman parte del protocolo diseñado para identificar y tratar a las personas que se encuentran en esta situación. 12. ¿Cuál es la situación de una persona maltratada? La mayor parte de las víctimas se ve sometida a múltiples actos de violencia durante largos períodos de tiempo y acostumbra a sufrir más de un tipo de maltrato. Nunca es un acto ocasional, sino que es un proceso que se va instaurando y convirtiendo en habitual en el tiempo; de ahí la necesidad de atajar esta situación lo antes posible y ­ponerle remedio. La violencia tiene graves consecuencias para la sa- lud a corto y largo plazo. La persona que sufre malos tra- tos presenta numerosos síntomas de sufrimiento psíquico —como disminución de la autoestima, ansiedad, depre- sión—, además de lesiones físicas. Una situación de malos tratos que se alarga en el tiempo ocasiona en la persona que los sufre estrés crónico, que favorece la aparición de enfermedades y empeora las existentes. Las víctimas de malos tratos acuden más a los servi- ciossanitariosqueelresto,sesometenamás ­intervenciones quirúrgicas, están más tiempo en el hospital y consumen más medicamentos. La mayor parte de las veces, en el hospital o en el centro de asistencia primaria no se detecta que el ori- gen del problema de salud del paciente sea estar sufrien- do malos tratos desde hace tiempo, pues hay barreras ­psicológicas y culturales que dificultan que la víctima lo explique. La persona maltratada tiende al fatalismo y difí- cilmente sabe cómo salir por sí sola de la situación en que se encuentra. 13. ¿Qué es la violencia intrafamiliar? La violencia intrafamiliar o violencia doméstica es el mal- trato que se da en el seno de la familia y de las relaciones afectivas. En este contexto se puede ejercer la violencia hacia otros miembros de la familia, por lo que puede englobar distintas formas como el maltrato a menores, la violencia contra la pareja y el maltrato a las personas mayores. Estos malos tratos pueden ser físicos, sexuales, psicológicos y de privación de los derechos fundamentales de la persona. 14. ¿A qué se llama violencia de género? La OMS la define como cualquier acto o intención que cau- se daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer. Incluye las amenazas y la privación arbitraria de la libertad. 15. ¿Por qué se da el maltrato intrafamiliar y de género? En el año 1995 en la Conferencia Mundial de la Mujer, promovida por la ONU en Pekín, se declaró que la vio- lencia de género era una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres, haciendo una clara referencia a la importancia que en estas situaciones tenía la cultura, es decir, la edu- cación, los usos y costumbres, las creencias religiosas, lo El maltrato psíquico va asociado frecuentemente con el maltrato físico.
  • 135. 135 que se transmite de padres a hijos, las creencias popu- lares y, más modernamente, lo que se difunde a través de los medios de comunicación, como la televisión o la radio. Todavía hoy en día el maltrato a la mujer conti- núa, en muchos casos, siendo un fenómeno escondido, social­mente visto como normal y propio del ámbito pri- vado de las personas, parejas o familia, y en el que por lo tanto no hay que entrometerse. 16. ¿Cuántas mujeres sufren malos tratos? No se sabe con exactitud cuántas mujeres los sufren, pues sólo se conocen los casos que llegan a los servicios sani- tarios o jurídico-sociales. Las estadísticas sólo reflejan la punta del iceberg de este problema social y sanitario. En España se estima que el 12,4% de las mujeres mayores de 18 años sufre algún tipo de maltrato, aunque sólo el 4,2% se considera maltratada. 17. ¿Qué mujeres los sufren? Cualquier mujer puede ser víctima de maltrato, indepen- dientemente de su clase social, nivel económico, educativo o de si viven en el campo o en la ciudad.Tampoco influye la edad, aunque se ha observado que entre los 44 y 64 años se manifiestan más casos, con una tendencia a aumentar el número de éstos con la edad. 18. ¿Qué se puede hacer para prevenir la violencia en la relación de pareja? • Apoyar las reformas legales y normativas encami- nadas a conseguir un profundo cambio en la cul- tura y las prácticas institucionales. • Apoyar a las víctimas: los centros de acogida a las mujeres maltratadas son un ejemplo de ello. • Penalizar el maltrato: al legislar contra el maltrato se transmite el mensaje de que la violencia contra la pareja es un delito y de que la sociedad no lo consiente. • Crear unidades especiales de la policía dedicadas específicamente a atender los casos de violencia de género. • Someter a tratamiento a los hombres que maltra- tan a sus parejas. • Implicar a los servicios sanitarios en la detección y tratamiento de la violencia de género. • Aumentar la concienciación de la sociedad en este tema: los tribunales de Justicia, encarga- dos de dirimir en cada caso de maltrato, han de estar apoyados por la opinión mayoritaria de la sociedad civil y por los informes técnicos de médicos y psicólogos conocedores de este problema. • Perseverar en la educación de niños y jóvenes en la igualdad entre personas, independientemente de su sexo, equiparando los papeles familiares masculinos y femeninos en la relación con ellos, y preparándolos para que sepan resolver de forma pacífica sus conflictos. • Mejorar la formación y aumentar la sensibiliza- ción de todos los profesionales (políticos, jueces, policías, periodistas, médicos, psicólogos, enfer- meros, trabajadores sociales, etc.) en este tema, potenciando en este sentido sus buenas prácticas como instrumento fundamental en el trabajo de detección, tratamiento y protección de las vícti- mas de malos tratos. • Aumentar la implicación de los medios de comu­ nicación para que realicen una función educa- tiva encaminada a conseguir un cambio en los valores sociales que provoque el rechazo abso- luto hacia los maltratadores y el apoyo total a las personas maltratadas. La información que transmiten los medios de comunicación nunca es neutral y éstos conforman, hoy en día, uno de los cauces más importantes de transmisión de valores y conocimiento. Cuando dan una noticia en relación con la muerte de una mujer a manos de su pareja, no es lo mismo decir que se trata de un crimen pasional, sin dar más datos, que decir Los maltratos El maltrato físico y psíquico no conoce límites de edad.
  • 136. LIBRO DE LA SALUD 136 que es un crimen que vulnera los derechos hu- manos e informar de todos los casos y denuncias registrados este año; ello indica que el proble- ma de la violencia está lejos de solucionarse en nuestra sociedad. • Conseguir que la sociedad manifieste su re- pulsa a la violencia; todavía hay demasiada tolerancia, demasiada prudencia en relación con esta cuestión. Todavía existe demasiada gente que piensa que el maltrato es algo que convendría que desapareciese, pero que en el fondo no es un problema tan grave que jus- tifique tomar medidas radicales; la frase que se utiliza es «esto sólo sucede en las familias desestructuradas, con graves problemas». A un agresor le cuesta más serlo si sus familia- res, amigos y vecinos están en contra de esta forma de comportamiento y más si ocurre cuando están presentes. 19. ¿Qué consecuencias tiene la violencia en la pareja? Habitualmente coexisten diferentes tipos de maltrato en una misma relación de pareja. En muchos casos el maltrato comienza con conductas de control e infravalorización de la mujer (el «quita de ahí que tú no sabes», o el «calla que tú no entiendes»). Más adelante es frecuente el maltrato sexual, obligar a la mujer a mantener relaciones sexuales aunque ésta no lo desee. Y si no se consiguen los objetivos de obediencia y sumisión por parte de la mujer, se acos- tumbra a pasar al maltrato físico. Las consecuencias del maltrato son profundas y van más allá de la salud física y mental de la persona, para afec- tar al bienestar de la familia e incluso de la comunidad. Vi- vir en una relación violenta afecta al sentido de autoestima en la mujer y a su capacidad de participar en la vida social. Diversos estudios han revelado que las mujeres maltrata- das acostumbran a tener restringido el acceso a la infor- mación, a los servicios, a la participación en la vida pública y presentan dificultades para conseguir apoyo emocional por parte de amigos y familiares. En la tabla 1 se resumen las consecuencias que so- bre la salud de la mujer puede comportar una situación de maltrato. Aunque la violencia puede tener consecuencias directas sobre la salud (como sufrir una lesión), ser víctima de la violencia también aumenta el riesgo de padecer mala salud en el futuro. TABLA 1. Posibles consecuencias sobre la salud de la mujer maltratada Físicas Lesiones abdominales y torácicas, hematomas, fracturas Síndromes de dolor crónico, fibromialgia, discapacidad Trastornos del aparato digestivo, síndrome del colon irritable Lesiones oculares Lesiones sexuales y reproductivas Trastornos del aparato genital, esterilidad, enfermedad inflamatoria pélvica Complicaciones del embarazo, aborto espontáneo, embarazo no deseado Disfunción sexual Enfermedades de transmisión sexual, infección por VIH/sida Psíquicas y del comportamiento Abuso del alcohol, tabaco y otras drogas Depresión, ansiedad, fobias y trastorno por pánico Trastornos de los hábitos alimentarios y del sueño Sentimientos de vergüenza y culpabilidad, inactividad física, baja autoestima Trastornos por estrés postraumático Trastornos psicosomáticos Comportamiento suicida y daño autoinfligido Fuente: Organización Panamericana de la Salud, Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, 2003. TABLA 2. Factores que se asocian con el riesgo de que un hombre maltrate a su pareja Factores individuales Haber sido maltratado o haber presenciado malos tratos de niño Drogadicción, alcoholismo Problemas psiquiátricos: depresión, trastornos de la personalidad Bajo nivel educativo, problemas económicos Factores relacionales Inestabilidad o crisis matrimonial Mal funcionamiento familiar Dominio masculino en la familia Presiones económicas Factores comunitarios Legislación tolerante con la violencia doméstica Pobreza, escaso capital social Factores sociales Normas tradicionales que apoyan este tipo de comportamiento en el hombre Normas sociales que apoyan la violencia Fuente: Organización Panamericana de la Salud, Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, 2003.
  • 137. 137 Hay estudios que indican que entre el 4% y el 6% de la población de edad avanzada sufre algún tipo de maltrato en el hogar; la dependencia que se tiene en las edades avanzadas de la vida hacia la familia o los cuida- dores, junto con los problemas de salud que se presen- tan en la vejez (dificultades en la movilidad, deterioro cognitivo, etc.), dificulta que los ancianos que sufren malos tratos lo denuncien. 24. ¿Qué hay que hacer ante un maltrato a una persona mayor? Un maltrato siempre es intolerable, por lo que, en caso de que se confirme la sospecha de maltrato, existe la obliga- ción de denunciar la situación en el órgano de la Adminis- tración competente en este tema. En caso de sospecha se puede informar a los servicios sociales de atención primaria. Glosario Maltrato: es la utilización por parte de una persona de su fuerza física o su posición de poder contra otra más débil, por las razones que sean y ocasionando o pudiendo ocasionar en ésta algún tipo de problema de salud, ya sea físico o psicológico. Violencia: un maltrato es un sinónimo de violencia. Aunque la OMS también engloba dentro del término de violencia otras situa- ciones como las guerras o el fenómeno de las bandas juveniles. Violencia doméstica: es el maltrato que se da en el seno de la fa- milia y puede afectar a la pareja, a los hijos o a las personas mayores que la conforman; por esa razón, también es llamada intrafamiliar. Violencia de género: es el maltrato que afecta a las mujeres. Es el más frecuente de todos los tipos de maltrato. Bibliografía Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. http://www.gva.es/ violencia. Instituto Catalán de la Mujer. «Violencia contra las mujeres». http:// www.gencat.net/icdona/estadis3.htm. Instituto de la Mujer. Violencia. http://www.mtas.es/mujer/violencia/ index.htm. OMS (Organización Mundial de la Salud). Información sobre la violencia. http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/en/. —. Maltratodemenores. http://www.who.int/topics/child_abuse/es. —. Informe sobre el estudio internacional sobre la salud de la mujer y la violencia machista. http://www.who.int/gender/violence/who_ multicountry_study/summary_report/. 20. ¿Cuáles son los factores de riesgo en la violencia infligida por la pareja? Lo que se sabe actualmente de los factores que deter- minan la secuencia de la violencia en la pareja se basa en gran parte en estudios realizados en Estados Unidos y Canadá. En general los trabajos científicos actuales tienden a investigar los aspectos individuales y no in- vestigan tanto los aspectos comunitarios o sociales, que pueden determinar la probabilidad de maltrato. Actualmente empieza a haber consenso en con- siderar que una combinación de factores personales, co- yunturales, sociales y culturales acaba por originar mal- trato. Pero aún es limitada la información sobre los fac- tores que más influyen en ello. En la tabla 2 se resumen los factores relacionados con el riesgo de que un hombre cometa actos de violencia contra su pareja, aunque esta información debe considerarse tentativa e incompleta, por las razones aducidas. 21. ¿Los menores sufren malos tratos? Los menores pueden sufrir malos tratos igual que los adul- tos y éstos pueden ser del mismo tipo: agresiones físicas, sexuales, psicológicas o simplemente una falta de atención por parte de las personas que tienen la obligación de velar por su buen desarrollo físico y psíquico. En general, los niños pequeños tienen más ries- go de sufrir malos tratos físicos, mientras que los abusos sexuales se dan más frecuentemente entre los menores que han llegado a la pubertad o adolescencia. Los niños sufren golpes y castigos físicos con mayor frecuencia que las niñas, mientras que éstas presentan más riesgo de abuso sexual. 22. ¿Qué hay que hacer ante un maltrato a un menor? Un maltrato a un menor es igual de intolerable (o inclu- so más) que un maltrato a un adulto, por lo que, en caso de que se confirme la sospecha de maltrato, es obliga- torio denunciar la situación en el órgano de la Adminis- tración competente en este tema. En caso de sospecha se puede informar a los servicios sociales de atención primaria. 23. ¿La gente mayor sufre de malos tratos? La gente mayor también sufre de malos tratos, tanto de tipo físico, como psíquico y sexual, así como abandono. También son vulnerables a los abusos económicos. Los maltratos
  • 138. LIBRO DE LA SALUD 138 • El maltrato es un fenómeno antropológico y social en el cual una persona más fuerte, física o socialmente, agre- de de forma esporádica o continuada, por cualquier ra- zón o motivo, a una persona más débil, ocasionándole problemas de salud. • El maltrato puede afectar a cualquier persona, aunque las mujeres, los niños y los ancianos son quienes más lo padecen. • El maltrato se puede dar en cualquier situación econó- mica, edad, extracto social, situación laboral, familia, barrio o ciudad. • Hay diferentes tipos de maltrato: físico, psicológico, sexual, desatención de los derechos básicos en el caso de niños y ancianos. • El maltratador no nace, sino que se hace. Una persona que ha vivido en su propia carne el maltrato, de forma continuada, tiene altas probabilidades de ­ convertirse en un maltratador. Una sociedad que no actúa con fir- meza y sensibilidad contra los ma­los tratos también fa- cilita que éstos continúen y aumenten. • Los servicios sanitarios tienen la llave en la detección precoz de los casos de malos tratos, pues las personas que los sufren acuden a ellos en busca de solución a los problemas de salud que padecen. • La mejor prevención es la educación de los niños en el rechazo a los malos tratos y a cualquier fenómeno de violencia y el rechazo activo de la sociedad. • Lasoluciónpasaporintensificarlaprevencióndelmaltrato, mejorar la identificación de los casos para solucionarlos lo más precozmente posible, legislar adecuadamente para protegeralasvíctimasycastigaralmaltratador,recu­perar la salud de las víctimas y reeducar al maltratador. Resumen
  • 139. 139 1. ¿Qué importancia tienen los accidentes domésticos? Los accidentes se han convertido en uno de los problemas prioritarios de salud en el mundo, debido a que se trata de un factor cada vez más importante de muerte, disca- pacidad y enfermedad, que requiere ser reducido y evi- tado. Constituyen la cuarta causa de muerte en la Unión Europea (UE), después de las enfermedades de corazón, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, con un 5% de las defunciones. Además, son responsables de gran canti- dad de muertes a edades precoces, y son la primera causa de mortalidad entre los menores de 35 años. En los países de la UE, cada minuto se producen más de cien accidentes domésticos y una persona muere cada cinco minutos por este motivo. Los accidentes domésticos representan la ter- cera parte del total de los que se producen, igualando en número a los accidentes de trabajo y de circulación y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son una de las tres primeras causas de mortalidad. Y es que en el hogar pasamos muchas horas a lo largo de nuestra vida y, por tanto, allí existe una alta probabilidad de que suframos algún tipo de accidente. Según un informe del Instituto Nacional del Con- sumo (INC), organismo autónomo dependiente del Minis- terio de Sanidad y Consumo, en 2004 se produjeron en España 1.671.956 accidentes domésticos y en tiempo de ocio que precisaron atención sanitaria. Esto supone que el 3,9% de la población española sufrió algún accidente de este tipo durante ese año y que en el 10% de los domici- lios se produjo algún siniestro. En cuanto al lugar, el mayor número de lesiones contabilizadas se registró en el interior del hogar (57,4%) y las actividades domésticas tuvieron los mayores índices de siniestralidad (40,2% del total de acci- dentes). Respecto al sexo, sigue siendo el colectivo feme- nino el más afectado por estas lesiones: en 2004 las muje- res tuvieron el 58,7% de todos los accidentes domésticos y de ocio y el 64,7% de los ocurridos dentro del hogar. 2. ¿Qué factores del hogar producen más accidentes? Según un estudio realizado en Gran Bretaña, los compo- nentes estructurales de las viviendas, productos y artículos que se suelen asociar con más accidentes son, en orden de importancia: escaleras y peldaños, alimentos y bebidas, material de fumador, fuego, medicamentos y productos médicos, monóxido de carbono, sábanas y colchas, mobi- liario, ropa, instalaciones eléctricas, baños y sus instalacio- nes, alcohol, ventanas, agua caliente, escaleras de mano, otras personas, puertas de habitaciones, latas o ­abrelatas, alfombras, suelos, calzados, tijeras, destornilladores, vidrios, paredes y juguetes. Unapublicacióncanadienseenumeralas10circuns- tancias relacionadas con mayor frecuencia con los acciden- Capítulo 13 La salud en el hogar: los accidentes domésticos Dr. Salvador Sitjar Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Asistencia Primaria CAP Les Corts de Barcelona
  • 140. LIBRO DE LA SALUD 140 tes del hogar en los niños: ventanas o cristales de ventanas, bicicletas, cunas, agua caliente, escaleras de mano, sillas altas para niños, radiadores y calentadores eléctricos, cris- talería, mesas para cambiar pañales y andadores. Un aspecto que se ha visto relacionado con la alta siniestralidad en los hogares es el empleo inadecuado de los productos domésticos, muchos de los cuales carecen de instrucciones (o éstas son insuficientes para su correcto uso) y presentan defectos de fabricación. Las nuevas viviendas pretenden ser más cómo- das y prácticas pero son poco seguras. Cada vez son más reducidas, las instalaciones eléctricas y de agua están poco protegidas, las ventanas y terrazas tienen fácil acceso, los aparatos mecánicos y eléctricos son cada vez más abun- dantes, los productos químicos y medicamentos son más habi­tuales, más llamativos y menos controlados, y los mue- bles y juguetes no cumplen las normas de seguridad. Exis- ten así múltiples objetos y circunstancias que ponen en peligro la integridad física de todos los que se encuentran en la casa, en especial la de los niños. Y es que, paradójica- mente, los accidentes domésticos aumentan a medida que lo hace el nivel de vida. 3. ¿Qué personas sufren accidentes domésticos con más frecuencia? Entre los miembros de la familia hay dos grupos de per- sonas con más probabilidad de sufrir accidentes: los niños menores de cinco años y los ancianos mayores de sesenta y cinco; estos dos colectivos tienen más acci- dentes que todos los restantes grupos de edad juntos. La edad y su situación vital los convierten, por su igno- rancia, despreocupación, debilidad, reflejos limitados y características mentales, en los más indefensos y vulnerables. De forma global, los accidentes pediátricos afectan con más frecuencia a niños de dos a tres años y adolescen- tes, y en el primer grupo los accidentes ocurren principal- mente en el hogar. Para los niños, el hogar es un lugar de aprendizaje. Al explorarlo acceden a nuevas situaciones y peligros, tomando conciencia de su seguridad por ensayo y error. Cualquier descuido, por pequeño que sea, en su proceso de aprendizaje y de descubrimiento, puede ocasionar acci- dentes en sitios supuestamente seguros para ellos. Los accidentes pueden deberse a la falta de cuidado, al uso inadecuado de elementos generalmente utilizados por adultos al alcance de los menores, o a defectos en los siste- mas de seguridad de dichos elementos. Los accidentes pediátricos constituyen un verda- dero problema de salud pública y conllevan un impor- tante coste económico. Son la causa más frecuente de consulta en los Servicios de Urgencias durante la infan- cia y adolescencia y la primera causa de muerte de los niños y adolescentes. En los países industrializados, las lesiones producen más del cuádruple de muertes en la niñez que cualquier otra enfermedad. Estas muertes relacionadas con lesiones son sólo la punta del iceberg: en Estados Unidos, se ha calculado que por cada lesión infantil mortal, se producen otras 45 que necesitan tra- tamiento hospitalario, 1.300 más requieren visita a un Servicio de Urgencias, y se desconoce el número de las que obligan a acudir al médico. Las lesiones accidenta- les de los niños pueden conllevar secuelas importantes como desfiguraciones, discapacidades, retraso del desa- rrollo y problemas emocionales. Respecto a los ancianos, el aumento de la acciden- talidad en este colectivo respecto a los adultos de edad media se debe fundamentalmente a causas derivadas de su estado orgánico, funcional y mental, y a la exposición a factores de riesgo ambiental: viviendas inadecuadas, mani- pulación de elementos o productos peligrosos, etc. Las lesiones producidas por accidentes son uno de los principales problemas de salud, por su frecuencia y gra- vedad, en las personas mayores, y este hecho es cada vez másimportantedebidoalcrecientepesodelosmayoresde 65 años en nuestra estructura de población y al aumento de la esperanza de vida. La prevención de accidentes en este colectivo es por ello una acción prioritaria de las polí- ticas de salud en los países europeos. Hay que mantener a los niños alejados de la cocina y las fuentes de calor para evitar las quemaduras. Las mangos y las asas de sartenes y cacerolas deben colocarse hacia el interior de la cocina. La sartén de la imagen está mal colocada y constituye un peligro.
  • 141. 141 4. ¿Cuáles son los accidentes domésticos más frecuentes? Globalmente los accidentes domésticos más frecuentes son caídas (40%), quemaduras (20%), envenenamiento por productos tóxicos (10%), intoxicaciones por gas (4%) y electrocuciones, golpes, heridas y otros (entre todos el 9%). Respecto a los accidentes domésticos sufridos por los niños, diversos estudios reflejan que sus causas, por orden de incidencia, son: traumatismos (caídas, golpes y atrapamientos), intoxicaciones, quemaduras, electrocu- ciones, ingestión de cuerpos extraños, asfixia respiratoria (aspiración de cuerpos extraños, ahogamientos) y heridas. En diversos estudios se ha observado que aproxi- madamente la mitad de los accidentes domésticos en los niños son traumatismos debidos a caídas, ya sea desde su propia altura (resbalones o saltos) o desde un nivel a otro (muebles, escaleras, balcones, ventanas, techos…). Respecto a las intoxicaciones en los niños, un alto porcentaje se da en menores de cinco años y sobre todo varones, y la mayor parte ocurre por ingestión. Las intoxi- caciones más comunes son por medicamentos (entre el 22% y el 44% según estudios) y destacan los fármacos que afectan al sistema nervioso central, analgésicos y agen- tes dermatológicos. En segundo lugar se encuentran los productos de limpieza, que suelen estar al alcance de los niños. En el caso de intoxicaciones en niños mayores y ado- lescentes, hay que sospechar ingestión intencional. Las quemaduras causan un alto porcentaje de accidentes del hogar en niños y la mayor parte ocurren en la cocina y en menores de cuatro años. Las causas prin- cipales son: agua hirviendo, aparatos eléctricos, fuego y comida caliente. Los accidentes provocados por electrocución o des- cargas eléctricas pueden ser graves (por voltaje elevado y contacto con agua), o leves (cuando se intenta conectar un artefacto eléctrico o contacto con un cable electrificado). Pueden ocurrir en niños y los daños son directamente pro- porcionales a la descarga de voltaje que se haya recibido, y pueden ser desde leves (pequeñas quemaduras y cica- trices) hasta graves (quemaduras graves, shock, arritmias, amputación de miembros, secuelas psicológicas o neuro- lógicas o muerte). En niños mayores de doce años, más de la mitad son causados por cables y alargaderas eléctricas, mientras que en menores de seis años se producen sobre todo por contacto de la boca con cables electrificados o por la introducción de objetos en los enchufes. La ingestión de cuerpos extraños es un problema muy común en la infancia, especialmente entre los seis meses y los tres años de edad. Cualquier elemento puede ser ingerido o aspirado, como: pequeñas piezas de jugue- tes, monedas, pilas, caramelos, clavos, alfileres, espinas, lápices, huesos o alimentos. La mayoría de ellos suelen progresar por el tubo digestivo sin causar problemas y sólo un número pequeño puede provocar consecuencias gra- ves (aspiración —paso a la vía respiratoria— u obstrucción intestinal) que, en muy pocos casos, llegan a ser mortales. La asfixia es el fallo de la respiración pulmonar por falta de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que éste llegue a los pulmones. Como veremos más adelante, puede producirse por mecanismos diversos como: falta de oxígeno en el aire (por la presencia de quemadores de gas en estufas y calentadores), ahogamiento, aspiración de un cuerpo extraño y taponamiento externo de las vías respira- torias (por el vestido, ropa de cuna, bolsa de plástico), entre otras. Los ahogamientos en el hogar pueden producirse en la bañera o al usar cubos o recipientes grandes con agua, y se dan sobre todo en menores de tres años. Sea cual sea la causa, la consecuencia de la asfixia puede ser mortal o bien puede dejar secuelas neurológicas graves. Las heridas o lesiones punzocortantes suelen ser menos graves y su frecuencia es variable. Están causadas por factores diversos: rotura de cristales, utensilios de cocina o herramientas, etc. Los accidentes domésticos más habituales en ancia- nos son las caídas, seguidas de heridas y quemaduras (que afectan en orden de frecuencia a extremidades superiores, cabeza y extremidades inferiores). Otro tipo de accidentes LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos El almacenamiento de los productos de limpieza y productos tóxicos debe quedar siempre fuera del alcance de los niños.
  • 142. LIBRO DE LA SALUD 142 en la gente mayor, poco frecuentes pero importantes por su alta mortalidad, son los atragantamientos que se suelen producir por comida o por la prótesis dental. 5. ¿Qué se puede hacer para prevenir los accidentes domésticos? A continuación analizaremos las causas de los accidentes domésticos más habituales y explicaremos cómo preve- nirlos, mencionando algunos consejos específicos para niños y ancianos, para poder convertir nuestros hogares en lugares más seguros. En la tabla 1 se resumen los consejos generales para evitar accidentes domésticos en los niños. 6. ¿Cómo se pueden prevenir las caídas? Las caídas se producen principalmente por la presencia de suelos resbaladizos, pavimentos poco limpios, exis- tencia de huecos abiertos o mal protegidos (ventanas bajas, barandillas de corta altura…) y uso inadecuado de elementos para subir o alcanzar objetos (sillas inestables, asientos frágiles…). Para prevenir las caídas hay que tener en cuenta los siguientes consejos: • Mantener todas las superficies y suelos limpios y libres de obstáculos. • Utilizar alfombras o suelos antideslizantes en coci- nas y cuartos de baño y pegatinas antideslizantes en la bañera y ducha. • Proteger las ventanas que se encuentren a menos de un metro del suelo con barandillas o rejas. • Para alcanzar objetos a gran altura, es aconsejable utilizar escaleras de mano dobles (de tijera) bien abiertas para su correcto equilibrio, y no subirse a sillas o muebles inestables. •Evitarquelosniñossesubanalosmueblesyperma­ nezcan en ellos de pie. • Colocar asideros junto a la cama, pasillos, bañera e inodoro para evitar caídas de personas mayores. 7. ¿Cómo se pueden prevenir las quemaduras? Las quemaduras se producen por el contacto con obje- tos, partículas o líquidos a temperaturas elevadas. Puede ocurrir al situar objetos calientes (estufas eléctricas, lám- paras, hornos...) en lugares accesibles a los niños o no protegidos adecuadamente, al utilizar recipientes calien- Tabla 1. Consejos generales para evitar los accidentes domésticos de los niños Evitar que permanezcan solos mucho tiempo en cualquier habitación sin vigilancia periódica de un adulto No permitir que jueguen en lugares peligrosos de la vivienda: escaleras, ventanas, balcones… y que se suban a los muebles y permanezcan en ellos de pie Alejarlos de la cocina y zona de planchar; impedir que jueguen con cerillas y mecheros y no dejar petardos y cartuchos a su alcance Guardar los productos tóxicos (detergentes, pinturas, bebidas alcohólicas…) fuera de su alcance; mantener siempre bajo llave los medicamentos Utilizar protectores de enchufes o enchufes de seguridad para evitar que se electrocuten al manipularlos Evitar que los niños de corta edad jueguen con objetos pequeños o que puedan desmontarse en piezas pequeñas Los juguetes no deben tener aristas cortantes, ni ángulos puntiagudos, ni estar fabricados con materiales tóxicos; su tamaño debe ser lo suficientemente grande para impedir que se los introduzcan en la boca y los traguen Alejar del alcance de los niños objetos que supongan peligro de asfixia o atragantamiento (bolsas de plástico, monedas, botones…) Utilizar vestidos y ropa de cama adecuados para evitar el estrangulamiento (sábanas no excesivamente largas, pijamas con cuellos anchos…) y no usar cunas con barrotes demasiado distanciados entre sí; evitar que duerman en la misma cama adultos y lactantes No permitir que un niño pequeño permanezca en la bañera sin la adecuada vigilancia de un adulto y llenar la bañera con la cantidad imprescindible de agua Evitar que jueguen cerca de piscinas, pozos o balsas; estas zonas deben estar valladas y sus puertas cerradas; es aconsejable proteger su superficie Vigilarlos cuando estén cerca de las puertas o ventanas para evitar que se lesionen con las juntas de cierre Impedir que jueguen con herramientas No dejar que viajen en ascensor si no van acompañados de adultos; situarlos en el fondo del habitáculo cuando éste carezca de doble puerta Situar los utensilios y objetos cortantes (tijeras, cuchillos…) y punzantes (agujas, plantas con pinchos…) fuera de su alcance
  • 143. 143 tes desprovistos de asas o mangos aislantes, al cocinar alimentos que producen salpicaduras sin usar tapaderas, por contacto con sustancias químicas, al manipular inade- cuadamente elementos con pólvora (cohetes, petardos o cartuchos), etc. Algunos consejos para prevenir las quemaduras son: • Utilizar materiales aislantes o protecciones en objetos calientes. • Asegurarse de que los objetos calientes estén pro- vistos de asideros aislantes (mangos, asas…) en buen estado. • Usar guantes o manoplas aislantes para mover objetos calientes o manipularlos dentro del horno encendido. • Evitar salpicaduras al cocinar usando cubiertas o tapaderas. • Manipular con cuidado los productos químicos como sosa cáustica o cal viva. • Alejar a los niños de la cocina y zona de planchar, situar los objetos calientes o con llama viva fuera de su alcance, impedir que jueguen con cerillas y mecheros y no dejar que manipulen petardos y cartuchos. 8. ¿Cómo se pueden prevenir las intoxicaciones? Las intoxicaciones pueden producirse por ingestión (vía digestiva) o por inhalación (vía respiratoria) de productos tóxicos. Principalmente se deben a la ingestión o contacto con medicamentos, productos de limpieza, productos de jardinería e insecticidas, pinturas y disolventes, y produc- tos de cosmética y perfumería. Para prevenir intoxicaciones es aconsejable: • Guardar los productos que puedan provocarlas (detergentes, pinturas, bebidas alcohólicas…) en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños y etiquetados adecuadamente. Guardar siempre bajo llave los medicamentos. • Almacenar por separado los productos alimenti- cios y tóxicos y no utilizar envases de productos alimenticios o de refrescos para rellenarlos con productos tóxicos. • Evitar mezclar indiscriminadamente productos de limpieza (por ejemplo, lejía y salfumán: se produ- ce un fuerte desprendimiento de cloro, que es un gas tóxico). • No pulverizar los insecticidas y productos de jardi- nería cerca de alimentos o personas. • Aplicar los productos de pintura y disolventes con una buena ventilación y no permanecer en las ­habitaciones recién pintadas o barnizadas hasta que desaparezca el olor del disolvente. 9. ¿Cómo se pueden prevenir los incendios y las explosiones? Para que se produzca un incendio en una vivienda hace falta que coincidan tres elementos: aire, combustible y un foco de calor; con el único descuido de aplicar un foco de calor a cualquiera de los combustibles se desencadenará el incendio. Los combustibles pueden ser gaseosos (butano, propano, gas ciudad y aerosoles), líquidos (quitamanchas, pinturas, aceites, disolventes, alcoholes…) o sólidos (teji- dos, papel, cartón, plásticos, madera…). Respecto a los fo- cos de calor existen diversos tipos en las viviendas: algunos poco peligrosos (chispas, motores de aparatos eléctricos, piezas móviles eléctricas…) y otros peligrosos (planchas, radiadores, aparatos eléctricos, mecheros, cerillas, llamas de gas, colillas…). Para prevenir los incendios y explosiones es necesa- rio tener en cuenta: • Apagar correctamente las velas, cerillas y colillas y evitar fumar en la cama. • Respecto a la instalación eléctrica: no sobrecargar los enchufes con demasiados aparatos (especial- mente los de consumo elevado: radiadores, lava- vajillas, lavadoras y planchas), empotrar los hilos eléctricos y evitar improvisar empalmes, y utilizar fusibles calibrados de acuerdo con la instalación. • En cuanto a los líquidos inflamables y aerosoles: tener sólo los que sean absolutamente necesa- rios y en cantidad imprescindible, almacenarlos en recipientes irrompibles con indicación de su contenido y utilizar los líquidos inflamables y aerosoles en lugares ventilados sin focos de calor próximos. • Respecto a la instalación de gas: llevar a cabo su revisión periódica por personal autorizado y cam- biar periódicamente el tubo flexible de conexión de la cocina. (Para otros consejos de prevención de incendios y explosiones, véase la tabla 2). LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
  • 144. LIBRO DE LA SALUD 144 10. ¿Cómo se pueden prevenir las lesiones por electricidad (electrocución)? En toda vivienda hay riesgo de electrocución pues las ten- siones que alimentan los electrodomésticos (220 ó 125 voltios) son peligrosas. La consecuencia de la electrocu- ción puede ir desde un simple calambrazo, hasta la muerte por paro cardíaco. El peligro aumenta si la persona está mojada o descalza sobre el suelo, cosa que ocurre con más frecuencia en el cuarto de baño, el lavadero, la cocina y en cualquier lugar después de fregar el suelo. La electrocución se puede producir al tocar direc- tamente elementos eléctricos conectados a la corriente (cables pelados o con aislante insuficiente, al cambiar fusi- bles, al desmontar un aparato sin haberlo desenchufado, al manejar aparatos con partes eléctricas accesibles, cuando los niños introducen utensilios —tijeras o alambres— en los enchufes, etc.), o al contactar con la parte exterior metálica de un electrodoméstico conectado a la corriente y que tiene una deficiencia en los aislamientos interiores (frecuente en neveras, lavaplatos, televisores, tostadoras, etc.). Para prevenir las electrocuciones es importante tener en cuenta los siguientes consejos: • No conectar aparatos que se hayan mojado. • No tocar ni usar aparatos eléctricos con las manos mojadas o descalzo. • No tener estufas eléctricas, tomas de corriente, ni otros aparatos eléctricos al alcance en el cuarto de baño y a menos de un metro de la bañera. •Desconectarelinterruptorgeneral,situadonormal­ mente en el cuadro eléctrico, al manipular la insta- lación eléctrica. • Utilizar protectores de enchufes o enchufes de seguridad para evitar que los niños se electrocu- ten al manipularlos. 11. ¿Cómo se pueden prevenir los accidentes por asfixia? La asfixia es el fallo de la respiración pulmonar por falta de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que éste llegue a los pulmones debido a una obstrucción de las vías respiratorias. Si es debida a obstrucción, ésta puede ser: • Obstrucción externa: se denomina sofocación y consiste en el taponamiento de la nariz y la boca o en la imposibilidad de mover la caja torácica. Si la sofocación se produce por una compresión externa a través del cuello, se habla de estrangu- lamiento o ahorcadura. • Obstrucción interna: puede ser por objetos sóli- dos (que proceden del exterior de forma acciden- tal o alimentos que se atragantan) o por líquidos (vómitos o líquido que procede del exterior, como la inmersión de la cabeza en el agua, entonces se habla de asfixia por ahogamiento). Los mecanismos principales que producen asfixia en los hogares son: falta de oxígeno en baños o habita- ciones pequeñas por la presencia de quemadores de gas en estufas y calentadores, introducción de objetos por la boca o nariz con un diámetro superior al de las vías res- piratorias (botones, canicas, trozos de juguete…), tapo- namiento externo de las vías respiratorias por el vestido o la ropa de cuna, sofocación por otro cuerpo humano (adulto) durante el sueño, estrangulamiento por lazos o cadenas que el niño lleva en el cuello (chupete o meda- llas), utilización de bolsas de plástico como capuchas o caretas de juego, ahogamiento en bañeras, cubos y otros recipientes llenos de agua, etc. Para prevenir los accidentes por asfixia se debe: Tabla 2. Consejos específicos para prevenir incendios y explosiones en la vivienda No dejar nada cocinándose en el fuego ni aparatos eléctricos de gran consumo en marcha cuando se abandone el domicilio Evitar las corrientes de aire en la cocina que pudieran apagar el gas, especialmente si es necesario ausentarse momentáneamente Limpiar periódicamente los filtros de la campana extractora de la cocina No almacenar combustibles innecesarios en el domicilio, como periódicos, maderas, ropa vieja, pinturas… Realizar periódicamente una revisión de la chimenea y la caldera de calefacción por personal autorizado En caso de fuga de gas no accionar interruptores eléctricos ni encender cerillas o mecheros: la chispa provocaría una gran explosión; hay que ventilar lo máximo posible y avisar al personal autorizado Si se nota olor a quemado, hay que localizar el origen; es posible que se trate de un sobrecalentamiento de la instalación eléctrica que puede provocar un cortocircuito o un incendio
  • 145. 145 • Evitar instalar estufas o calentadores en el interior de baños o habitaciones pequeñas y mal venti­ladas. • Cerrar la llave de paso al finalizar la utilización del gas y siempre por la noche, y evitar las corrientes de aire sobre la llama que puedan apagarla. • Evitar que los niños de corta edad jueguen con objetos pequeños o que puedan desmontarse en piezas pequeñas. • Usar vestidos y ropa de cama adecuados para evitar el estrangulamiento (sábanas no excesiva- mente largas, pijamas con cuellos anchos…) y no utilizar cunas con barrotes demasiado distancia- dos entre sí. • No dejar que los niños jueguen con bolsas de plástico. • Evitar que adultos y lactantes duerman en la misma cama. • No dejar recipientes con líquidos cerca de niños pequeños y evitar que éstos se queden solos a la hora del baño. • Vigilar a los niños que circulen cerca de los lugares con agua y proteger el acceso (con vallas, redes…) a piscinas, estanques, pozos, cisternas, lavaderos, etc. 12. ¿Cómo se pueden prevenir los golpes y aplastamientos? Son accidentes domésticos frecuentes pero en general poco graves, pues la mayoría ocasionan contusiones simples (lesiones corporales sin herida exterior ni frac- tura ósea). Se producen por golpes con objetos fijos (cristaleras o puertas de cristal, muebles, ventanas, puertas, escaleras…) y objetos móviles (caídas de ties- tos, herramientas, estanterías…) y por aplastamientos con objetos móviles (ventiladores sin rejilla, ascensores sin doble puerta…). Algunos consejos para prevenir estos accidentes son los siguientes: • Desenchufar previamente los aparatos móviles que se vayan a desmontar o reparar (trituradoras, ventiladores, batidoras, exprimidores, etc.). • Cubrir mediante protecciones las partes móviles de objetos que puedan golpear o cortar (por ejem- plo, usar rejillas en los ventiladores) y alejarlas del alcance de los niños. • No dejar armarios o cajones abiertos para evitar golpearse. • Asegurar los cajones con topes en su interior para que no se caigan encima del que los abra. • Procurar que todos los muebles y objetos de decoración tengan cantos redondeados en vez de aristas. • Colocar los objetos colgantes de forma estable y a la altura necesaria y no colgar objetos en balcones o barandillas que den a la calle. • Emplea algún sistema de señalización en las puer- tas de cristal de una sola pieza para que se advierta su presencia. • Iluminar correctamente las zonas de circulación (pasillos y recibidores) y de trabajo (cocina, lava- dero, garaje…). • Utilizar herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo y evitar que los niños jueguen con ellas. • Vigilar a los niños cuando estén cerca de las puer- tas o ventanas para evitar que se lesionen con las juntas de cierre. • Evitar que los niños viajen en ascensor si no van acompañados de adultos y situarlos en el fondo del habitáculo cuando éste carezca de doble puerta. 13. ¿Cómo se pueden prevenir las heridas? No suelen ser graves pero sí muy frecuentes. La causa prin- cipal de las heridas producidas en las viviendas es el con- tacto de manos y pies con objetos cortantes o punzantes debido a situaciones provocadas por: dejar objetos de este tipo (cuchillos, tijeras…) al alcance de los niños, no guar- dar los objetos peligrosos una vez que han sido utilizados, no usar una protección que impida el contacto directo con el elemento cortante (rejilla de ventilador, funda de cuchi- llo…), no reparar o desechar objetos que al romperse se han convertido en cortantes (vasos, platos…), situar plan- tas punzantes (cactus) en zonas poco visibles, etc. Otras heridas menos frecuentes en los hogares son las producidas por armas de fuego y por animales domésticos (morde­ duras y arañazos). Para prevenir las heridas por objetos cortantes y punzantes se debe: • Colocar las herramientas en cajones con las pun- tas o elementos cortantes hacia dentro. • Revisar y eliminar platos y vasos rotos o agrie­tados. • Situar las plantas punzantes en lugares visibles y fuera del alcance de los niños. LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
  • 146. LIBRO DE LA SALUD 146 • Proteger, alejar, o eliminar en lo posible del alcan- ce de los niños, aquellos objetos que presenten superficies cortantes o sean punzantes: cuchillos, ventiladores, trituradora, cuchillas de afeitar, agu- jas de coser o de punto, tijeras, etc. • Guardar las armas de fuego descargadas y en lu- gares bajo llave (armeros). • Tratar adecuadamente a los animales domésticos para evitar mordeduras y arañazos. 14. ¿Qué se debe hacer ante un accidente doméstico? Si a pesar de tomar todas las precauciones ocurre algún accidente en nuestra vivienda, es importante tener en cuenta algunas nociones básicas de actuación. Son con- sejos orientativos y deben ir seguidos de una valoración médica (en el domicilio o mediante el traslado a un centro médico), sobre todo en caso de accidentes graves o que nos planteen cualquier duda. Cuando un accidente do- méstico requiera ayuda sanitaria hay que llamar al teléfono de emergencias (112 ó 061) o acudir al centro de salud u hospital más cercanos. 15. ¿Qué se debe hacer ante una caída? En el caso de una caída es mejor no levantar a la persona inmediatamente; primero hay que asegurarse de que no haypérdidadeconciencia,fracturasoluxaciones.Encasode pérdida de conciencia hay que controlar al herido y ladear su cabeza y cuerpo para prevenir la asfixia. Posteriormente es necesario llamar a los servicios médicos para trasladarlo a un centro sanitario. Una fuerte caída puede provocar una fractura (ro- tura de un hueso) o una luxación (separación de las super- ficies de una articulación). En estos casos se debe evitar mover la zona afectada para no agravar la lesión. En el caso de una fractura abierta es importante cubrirla con apósitos estériles, y frente a una luxación es recomendable aplicar frío local. En todo caso hay que trasladar de inmediato al accidentado a un centro sanitario para que sea examinado por personal facultativo. 16. ¿Qué se debe hacer ante una quemadura? Los consejos básicos de actuación ante una quemadura son los siguientes: • Enfriar la quemadura inmediatamente, poniendo la zona afectada bajo un chorro de agua fría durante unos 10 minutos. En caso de quemaduras químicas, ampliar el intervalo a 15-20 minutos. • Cubrir la zona con apósitos estériles o en su defecto paños limpios (sábanas o trapos) humedecidos. • Si la persona está ardiendo, impedir que corra. Apagar las llamas cubriéndola con una manta o similar, o haciéndola rodar en el suelo. • Como norma general no es conveniente quitar la ropa a la víctima, sobre todo si está adherida a la piel. Solamente la quitaremos en caso de que esté impregnada por producto cáustico. • Trasladar a la víctima a un centro médico especia- lizado cuanto antes. • En todos los casos se debe consultar al médico la conveniencia de realizar la vacunación antite- tánica, sobre todo si se desconoce el estado de vacunaciones. 17. ¿Qué se debe hacer ante una intoxicación? • Llamar al Servicio de Información Toxicológica aportando todos los datos posibles (teléfono: 91 562 04 20). • Como norma general no provocar el vómito, sal- vo en caso de intoxicaciones por medicamentos y sólo si actuamos inmediatamente tras la ingestión y la víctima está consciente. • En caso de que la víctima esté consciente, y sobre todo en casos de ingesta reciente de productos químicos, podemos darle a beber 1 ó 2 vasos de agua para diluir el tóxico. • Vigilar el estado de la víctima iniciando las manio- bras de reanimación si las conocemos y son nece- Elriesgodeelectrocucióndebetenersesiempreencuenta,especialmente en el baño.
  • 147. 147 sarias, abrigarla y, si está inconsciente, ladearle la cabeza y el cuerpo para prevenir la asfixia. • Tratar de identificar el tóxico para ponerlo en co- nocimiento del médico (recoger posibles restos de éste, envoltorios, cajas…) y trasladarlo a un centro de urgencias. • En caso de intoxicación por humo o inhalación tóxica, además de lo anterior, debemos colocar a la víctima en un lugar alejado del peligro, donde pueda respirar aire fresco. 18. ¿Qué se debe hacer ante una electrocución? Frente a una descarga eléctrica se debe: • Desconectar la corriente antes de tocar a la vícti- ma. Si esto no es posible, hay que separar al herido de la corriente eléctrica sin tocarlo directamente, mediante palos, cuerdas… • Cubrir las zonas afectadas (orificios de entrada y salida) con apósitos estériles o paños limpios. • En caso de que la electrocución produzca que- maduras, actuar tal y como se ha explicado en el apartado correspondiente. • Trasladar al herido al hospital aunque las lesiones sean mínimas, pues pueden aparecer complica- ciones tardías. 19. ¿Qué se debe hacer ante una asfixia respiratoria? En el caso de asfixia producida por falta de oxígeno en el aire (intoxicación por humo o inhalación tóxica) se debe colocar a la víctima en un lugar alejado de peligro donde pueda respirar aire fresco. Si está inconsciente, hay que vi- gilar su estado e iniciar las maniobras de reanimación en caso de conocerlas y si son necesarias, trasladándolo cuan- to antes a un centro de urgencias. En las asfixias producidas por obstrucción de la res- piración (obstrucción de la vía aérea) se debe actuar de la siguiente forma: • Paciente consciente con obstrucción incompleta: animarle a toser sin golpearle en la espalda. Si es un niño, colocarlo boca abajo y golpearle entre los omóplatos. • Paciente consciente con obstrucción completa: realizar la maniobra de desobstrucción o de Heimlich (pasar los brazos por debajo de las axilas de la víctima y presionar profundamente con el puño cerrado, ayudado por la otra mano, en la boca del estómago oblicuamente hacia nosotros y hacia arriba). • Paciente inconsciente con obstrucción comple- ta: si se sabe cómo hacerlo, iniciar la respiración boca a boca aplicando dos insuflaciones y hacer la ­maniobra de Heimlich con el paciente estirado boca arriba y con la cabeza ladeada. En todos los casos, lo prioritario es pedir ayuda mé- dica y organizar el traslado de la víctima a un centro de urgencias. 20. ¿Qué se debe hacer ante un golpe, aplastamiento o herida? Frente a un traumatismo producido por un aplastamiento o golpe hay que evitar mover la zona afectada, inmovili- zarla y aplicar frío local mediante compresas de agua fría o hielo. Posteriormente el herido debe ser valorado por personal facultativo, ya que puede tener lesiones internas importantes que pasen inadvertidas. En caso de aplastamientos graves que provoquen unaamputación,esnecesariocontrolarlahemorragiacom- primiendo de forma constante y enérgica la zona amputa- da o, en último extremo, aplicando un torniquete. Luego hay que cubrir la zona amputada con un apósito estéril e introducir el miembro amputado en una bolsa de plástico y ésta, a su vez, dentro de otra bolsa de plástico con hielo. Lo importante es trasladar con la mayor brevedad al acci- dentado a un centro sanitario donde puedan reimplantar el miembro. En el caso de las heridas, lo primero es proceder a su limpieza con agua y jabón o con suero fisiológico; no es conveniente aplicar directamente sobre éstas algodón, yodo, alcohol o crema antibiótica. Posteriormente, si se tra- ta de heridas superficiales y leves se aplicará un antisépti- co (por ejemplo, povidona yodada) y se dejará que cure al aire. Si se trata de una herida grave, la cubriremos con un apósito estéril y trasladaremos al herido a un centro mé- dico para su valoración. En caso de presencia de cuerpos extraños clavados es conveniente no extraerlos; hay que fijarlos para evitar que se muevan durante el traslado y causen más daños. En todos los casos se recomienda con- sultar al médico la conveniencia de realizar la vacunación antitetánica, sobre todo si se desconoce el estado de vacu- naciones del herido. LA Salud en el hogar: los accidentes domésticos
  • 148. LIBRO DE LA SALUD 148 Glosario Antiséptico: sustancia química que inhibe la proliferación de ­microorganismos e impide su acción nociva, sin perjudicar sensi- blemente a los organismos superiores. Aplastamiento: lesión de una zona corporal debida a un golpe o compresión a ese nivel que se produce por la deformación y rotura de los tejidos. Asfixia: fallo de la respiración pulmonar por falta de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que éste llegue a los pulmones. Intoxicación: trastorno causado en el organismo por una sustan- cia tóxica o venenosa y que se puede producir por varios mecanis- mos como la ingestión o la inhalación de ésta. Maniobrasdereanimación:conjuntodemedidasterapéuticasdes- tinadasalarecuperaciónyelmantenimientodelasconstantesvitales del organismo, especialmente la respiración y la actividad cardíaca. Producto cáustico: sustancia que al contactar con un tejido del organismo produce una acción química corrosiva sobre éste. Torniquete: instrumento quirúrgico, de formas variables, que se aplica en las extremidades para detener la circulación sanguínea y controlar una hemorragia gracias a la compresión que ejerce. En situaciones de urgencia pueden usarse distintos medios para establecer un torniquete (una venda, un cinturón, etc.), hasta la llegada del personal sanitario. Shock: situación clínica grave caracterizada por una disminución general de la llegada de oxígeno a los tejidos del organismo, que puede ser debida a varias causas (hemorragias, sepsis, etc.) y que en algunos casos ocasiona lesiones irreversibles. Bibliografía CEACCU (Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios). «Campaña para la prevención de los ac- cidentes domésticos y de tiempo libre». http://www.ceaccu.org/ campa_accid.htm#campa_accid. INC (Instituto Nacional del Consumo). Programa de Prevención de Lesiones: DADO (Red de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio). Resultados 2004. http://www.consumo-inc.es/informes/ interior/estudios/frame/PDF/DADO_2004.pdf. Mora, C. C., G. C. Samudio, N. Rodas, C. Irala, M. Cáceres,V. Pavlicich, yT. Medina. «Accidentes domésticos en pediatría». Pediatría: Órgano Oficial de la Sociedad Paraguaya de Pediatría 27, n.º 2 (julio-diciembre 2000). http://www.spp.org.py/revistas/ed_2000/accid_julio_dic_2000.htm. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC).Guíade Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: SemFYC, 2002. SOS Emergencias (Servicios Organizados para el Socorro ante Emer- gencias). Prevención de accidentes domésticos. http://www.sos- emergencias.es/. • Los accidentes son una de las principales causas de muerte en nuestro país y los que se producen en el ho- gar representan la tercera parte del total. • Las nuevas viviendas pretenden ser más cómodas y prácticas pero son poco seguras y es que, paradójica- mente, los accidentes domésticos aumentan a medida que lo hace el nivel de vida. • Los colectivos que sufren accidentes domésticos con mayor frecuencia son los niños menores de cinco años y los ancianos mayores de sesenta y cinco años, debido a su ignorancia, despreocupación, debilidad y disminu- ción de sus reflejos. • Los accidentes domésticos más frecuentes son las caí- das, las quemaduras y las intoxicaciones. • Existen varias medidas preventivas, algunas dirigi- das particularmente a niños y ancianos, que aplica- das en nuestros hogares pueden evitar accidentes domésticos. • Si, a pesar de todas las precauciones, ocurre algún accidente en nuestra vivienda, es útil tener en cuenta al- gunas nociones básicas de actuación, si bien no deben sustituir a la valoración de la persona afectada por parte de personal sanitario. Resumen
  • 149. 149 1. ¿Qué es la salud laboral? El concepto de salud, como un estado de bienestar físico, psíquico y social, está ampliamente aceptado en nuestro medio. Su naturaleza multicausal nos lleva a identificar fac- tores de riesgo existentes en los diferentes ámbitos que la integran. Uno de esos ámbitos, de gran importancia por el tiempo de exposición, es el trabajo. La relación entre el trabajo y la salud es un tema de discusión conocido y am- pliamente difundido sobre el que todos tenemos una opi- nión. Es necesario trabajar porque así conseguimos satis- facer nuestras necesidades de supervivencia en un medio en el que los recursos, además de escasos, no siempre son utilizables tal y como se presentan en la Naturaleza. Pero, además, el trabajo es un medio por el cual desarrollamos nuestras capacidades tanto físicas como mentales. La relación causa-efecto entre tipos de trabajo y algunas patologías es un hecho, en la actualidad, incontro- vertible. Un ejemplo podría ser la exposición al amianto y la producción del mesotelioma, un cáncer pleural. Pero en otros casos la relación no es tan directa, quizá porque todavía no tenemos conocimientos suficien- tes, o porque hay que esperar mucho tiempo a que aparez- ca la enfermedad desde la exposición durante la jornada laboral. Por ello, la salud laboral estudia las alteraciones que se producen en la salud de los trabajadores en relación con su trabajo habitual. En la actualidad, la salud laboral está encaminada a prevenir en lo posible las alteraciones que puedan producirse como resultado de la exposición labo- ral, para lo cual trabajan de forma conjunta las especialida- des que integran los Servicios de Prevención. Y eso se lleva a cabo estudiando las condiciones en que se realizan las tareas que conforman una jornada laboral, desde un punto de vista que contempla el ambiente de trabajo, las sustan- Capítulo 14 La salud laboral Dra. Miriam de la Prada Médico especialista en Medicina del Trabajo. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Clínic de Barcelona Señales de seguridad en el trabajo.
  • 150. LIBRO DE LA SALUD 150 cias con las que se entra en contacto, las condiciones físicas del medio de trabajo, la organización y el ritmo de ejecu- ción y las características propias y personales del individuo. 2. ¿Qué es la Medicina del Trabajo? La Medicina del Trabajo es la especialidad médica que es- tudia la patología derivada del trabajo. Ello engloba tan- to la patología directa por exposición a factores de riesgo concretos (químicos, biológicos…), como la derivada de la organización del trabajo y otros factores de riesgo que se produzcan en la interacción del trabajo y la persona. Su finalidad es la de proteger la salud del trabajador y conlleva un enfoque holístico del ser humano, al considerarlo en todos sus ámbitos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha esti- mado que entre el 10% y el 20% de todas las enfermedades podrían estar relacionadas con el trabajo. 3. ¿Qué es la Ley de Prevención de Riesgos Laborales? Según la Constitución española, uno de los principios de la política social es velar por la seguridad e higiene en el trabajo. De este mandato constitucional deriva la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (31/1995, de 8 de noviembre) en ar- monía con la política de la Unión Europea en la materia. La ley tiene por objeto la determinación de un cuerpo de ga- rantías y responsabilidades para obtener un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo. 4. ¿Qué se entiende por prevención? Se entiende por prevención el conjunto de medidas adop- tadas o previstas en todas las fases de la actividad de una empresa, con el fin de evitar o disminuir los riesgos deriva- dos del trabajo. 5. ¿Qué se entiende por riesgo laboral? Es la posibilidad de que un trabajador sufra un daño deri- vado del trabajo. Podríamos definirlo como aquellas situa- ciones de trabajo que pueden romper el equilibrio físico, mental y/o social de las personas. Estos factores nocivos se derivan tanto de la actividad que desarrolla el organismo del trabajador (esfuerzo, sobrecarga física…), como de la presencia en el medio ambiente laboral de un agente es- pecífico (originado por el proceso productivo o medio en el que éste se desarrolla), que sería el componente mate- rial, y de un componente psicosocial u organizativo. Para calificarlo desde el punto de vista de su gravedad, se valo- rarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la gravedad de éste. La incidencia del riesgo puede tener un origen me- cánico, físico, químico o biológico: • Mecánico: por simple interacción dinámica entre el trabajador y los elementos del medio laboral como máquinas, herramientas, instalaciones, superficies… • Físico: por variaciones energéticas que inclui- rían ruido, vibraciones, iluminación, radiaciones, ­temperatura, humedad… • Químico: por la presencia de sustancias que se han de utilizar habitualmente o que pueden ser con- secuencia de contaminaciones del medio y que pueden afectar al trabajador por vía respiratoria, cutánea… • Biológico: por la exposición a agentes biológicos, comovirus,bacteriasuotrotipodemicroorganismo patógeno. En cuanto a la parte psicosocial, pueden presentar- se las siguientes situaciones: • Conflictos de tipo psicológico: por el tipo de orga- nización del trabajo, por las características perso- nales del individuo, por las exigencias psicológicas de la tarea... • Conflictos de tipo social: por interferencias en el campo de las relaciones personales, por un Obrero con casco, uno de los sistemas de protección más extendidos y eficaces.
  • 151. 151 aumento de la masificación que lleva al anoni- mato, por la aparición de tensiones entre niveles jerárquicos… Todo ello nos lleva a definir el riesgo profesional o laboral como el conjunto de fenómenos que afectan a la salud de los trabajadores, deteriorándola, y que están rela- cionados, directa o indirectamente, con el trabajo. Y como consecuencia del riesgo laboral podemos encontrar: • Patología específica: existe una clara relación de causa-efecto entre las condiciones del trabajo y el daño corporal sobre el organismo del trabajador; la constituyen los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. • Patología inespecífica: influyen otros factores extralaborales, incluidas las condiciones biológi- cas previas del organismo del trabajador. 6. ¿Cuál es la patología específica derivada del trabajo? Los accidentes laborales y las enfermedades profesio­nales. 7. ¿Cuál es la patología inespecífica derivada del trabajo? Hay enfermedades que se agravan con el trabajo, pero en cuyo desarrollo cuentan notoriamente en primer lugar las condiciones personales del propio trabajador (de tal forma que no en todos los trabajadores aparece el efecto) y las circunstancias de exposición extralaboral. 8. ¿Qué es un accidente laboral? Es un fenómeno súbito y violento, imprevisto, no deseado, de origen claramente externo al organismo del trabajador, sobrevenido por el trabajo o con ocasión de éste, y que de- termina en el organismo una lesión o una alteración fun- cional pasajera o permanente. 9. ¿Qué es un accidente laboral in itínere? El que ocurre en el trayecto habitual de casa al trabajo o del trabajo a casa. Puede incluir caídas, golpes, accidentes de tráfico, etc. 10. ¿Qué es la investigación de accidentes? Se define como la técnica utilizada para analizar un acci- dente laboral a fin de conocer el desarrollo de los aconte- cimientos y determinar por qué ha sucedido. Conocer qué, cómo y dónde ocurre constituye la principal finalidad de la investigación de accidentes, encaminada a establecer me- didas de prevención más eficaces; es decir, intentar evitar que vuelvan a producirse. 11. ¿Qué es una enfermedad profesional? Es una patología crónica contraída como consecuencia de la exposición a factores físicos, químicos y/o biológicos del ambiente, durante un tiempo determinado. Es de presenta- ciónlenta,porloqueavecesnoquedaevidenciadasurelación con el trabajo, y ésta debe ser demostrada. Para ceñirse a tal denominación se elaboran listas de enfermedades que, en caso de aparecer en determinadas condiciones laborales, se catalogan como enfermedades profesionales. Así pues, la enfermedad profesional viene definida por ser una pato- logía específica del trabajo, pues hay una causa o un factor indispensable intrínseco a éste por tener un mecanismo de aparición ligado a modificaciones ambientales de tipo físi- co, químico y/o biológico pero, a diferencia del accidente de trabajo, no originan el proceso bruscamente. Se debe diferenciar la enfermedad profesional de la patología común e incluir los casos de consideración en listados que recojan los procesos y trabajos en que se da. Del conjunto de factores que determinan la enfer- medad profesional, los más importantes son la cantidad o concentración del agente contaminante y el tiempo de exposición. En general se admite que, a medida que au- menta la dosis agresiva o la agresión (o, dicho de otra ma- nera, la intensidad del cambio en las condiciones ambien- tales) se incrementan los efectos sobre el organismo. En la enfermedad profesional, el tiempo es impor- tante, ya que, junto con la cantidad de contaminante, con- figura la dosis. Al aumentar el tiempo, son mayores la dosis y el efecto que produce en la persona expuesta. 12. ¿Qué son las enfermedades relacionadas con el trabajo? Está actualmente establecido que las enfermedades profe­ sionales incluidas en las listas oficiales no recogen todos los efectos sobre la salud que tienen las condiciones de trabajo. De ahí que se introduce el término enfermedades relacionadas con el trabajo, como aquellas en las que los factores laborales actúan de forma determinante, junto con otros factores externos propios del trabajador. Su de- tección es más compleja y se ha de obtener información de todos los factores, laborales o no, que pueden intervenir en la génesis y mantenimiento de la enfermedad. La salud laboral
  • 152. LIBRO DE LA SALUD 152 13. ¿Qué tipos de riesgo se pueden encontrar? Se pueden distinguir varios grupos relacionados con: • Las condiciones de seguridad: en este primer grupo se consideran aquellas condiciones mate- riales que supongan un riesgo, como elementos móviles, cortantes, electrificados, combustible, etc. Para poder controlar estos elementos deben analizarse las máquinas y las herramientas, los equipos de transporte, las instalaciones eléctri- cas, los planes de emergencias, los planes con- tra incendios… • El ambiente de trabajo: se estudia el medio am- biente de trabajo con atención preferente a las condiciones físicas como el ruido, las vibraciones, la iluminación, las condiciones termohigrométri- cas y las radiaciones que pueden ser ionizantes o no, con objeto de establecer, por un lado, valores de estas condiciones que no produzcan lesiones y, por otro, determinar cuáles son los niveles más adecuados para trabajar confortablemente. • Contaminantes químicos y biológicos que pue- den estar presentes en el medio ambiente de trabajo: sus efectos para la salud, las técnicas de evaluación y las medidas correctoras para con- trolarlos. • La carga de trabajo: las exigencias que la tarea impone al individuo que la realiza: esfuerzos, manipulación de cargas, posturas de trabajo, niveles de atención, etc., asociados a cada tipo de actividad para poder determinar la carga de trabajo, tanto físico como mental, de cada tipo de tareas. • La organización del trabajo: factores debidos a la organización, ya que la fragmentación del trabajo en tareas elementales, así como el reparto de és- tas entre diferentes individuos, unidos a la distri- bución horaria, a la velocidad de ejecución y a las relaciones que se establecen dentro del centro de trabajo pueden tener consecuencias para la salud de los trabajadores a nivel físico y, sobre todo, a nivel mental y social. 14. ¿Qué es riesgo laboral grave e inminente? Aquel cuya materialización resulte racionalmente proba- ble en un futuro inmediato y pueda suponer un daño gra- ve para la salud de los trabajadores. 15. ¿Qué es un equipo de trabajo? Cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación uti- lizada en el trabajo. 16. ¿Qué es un Equipo de Protección Individual (EPI)? Es cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para protegerse de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo. 17. ¿Qué se entiende por Plan de Prevención? Para eliminar los daños, hemos de saber primero cuáles son los factores que intervienen y las causas que los originan. El Plan de Prevención es un conjunto de actividades orga- nizadas que tiene por objeto eliminar o reducir los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores, derivados de las condiciones de trabajo. 18. ¿Qué técnicas se aplican en la prevención de riesgos laborales? Para proteger al trabajador existen dos tipos de técnicas: •Técnicas que se aplican sobre el trabajador mismo, que son de prevención secundaria y terciaria, y en algunas ocasiones de prevención primaria (las que actúan sobre el trabajador directamente). • Técnicas que se aplican sobre el ambiente de trabajo en relación con cualquiera de los facto- res que influyen en él, incluidos el psicológico y social. 19. ¿Cuáles son los principios que rigen la acción preventiva? • Evitar los riesgos. • Evaluar los riesgos que no se pueden evitar. • Combatir los riesgos en su origen. • Adaptar el trabajo a la persona. • Tener en cuenta la evolución de la técnica. • Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro. • Planificar la prevención. • Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual. • Dar las debidas instrucciones a los trabajadores. 20. ¿Qué es el Servicio de Prevención? Se entiende como Servicio de Prevención el conjunto de medios humanos y materiales necesarios para realizar las
  • 153. 153 actividades preventivas, asesorando y asistiendo para ello al empresario, a los trabajadores y a sus representantes y a los órganos de representación especializados. 21. ¿Cuáles son las funciones del Servicio de Prevención? Asesoramiento y apoyo a la empresa en función de los ti- pos de riesgo existentes y en lo referente a: •Eldiseño,laimplantaciónylaaplicacióndeunplan de prevención de riesgos laborales que permita la integración de la prevención en la empresa. • La evaluación de los factores de riesgo que pue- den afectar a la seguridad y la salud de los traba- jadores. • La planificación de la actividad preventiva y la determinación de las prioridades en la adopción de las medidas preventivas. • La información y la formación de los trabajadores. • La prestación de los primeros auxilios y planes de emergencia. • La vigilancia de la salud de los trabajadores en relación con los riesgos derivados del trabajo. 22. ¿Qué especialidades integran el Servicio de Prevención? Personal con la cualificación necesaria, en número no in- ferior a un experto por cada una de las especialidades de Medicina del Trabajo: Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología aplicada, así como el personal necesario con capacitación para desarrollar las funciones de los niveles básico e intermedio, en función de las características de la empresa. 23. ¿Qué es la Seguridad en el Trabajo? La especialidad que aborda la seguridad en los lugares de trabajo para prevenir la aparición de accidentes laborales. Sus niveles de actuación son: • La prevención, con la finalidad de evitar causas y factores de riesgo. • La protección, evitando las consecuencias. • La reparación, remediando las consecuencias. 24. ¿Qué es la Higiene Industrial? La especialidad que tiene por objeto evitar la aparición de enfermedades profesionales. En sentido estricto, es la técnica que actúa sobre la supresión de los contaminantes ambientales derivados del trabajo. Basa su método en el análisis de las condiciones de trabajo y del tipo y nivel de contaminación existente, en la evaluación de los datos ob- tenidos del análisis frente a los valores límite, y en la correc- ción de las condiciones catalogadas como adversas. 25. ¿Qué es la Ergonomía? La especialidad que estudia las relaciones entre la persona y su puesto de trabajo con la misión de eliminar la fatiga innecesaria que puede aparecer por la sobrecarga produ- cida por el entorno de trabajo. 26. ¿Qué es la Psicosociología? La especialidad que estudia los factores organizativos que pueden producir efectos psicológicos negativos en los trabajadores. La salud laboral Obreros debidamente equipados con casco, arneses, cinturones de seguridad y señalización correcta de la zona de trabajo.
  • 154. LIBRO DE LA SALUD 154 27. ¿Qué herramientas utiliza la Medicina del Trabajo? La principal herramienta de la Medicina del Trabajo en la vigilancia de la salud respecto a las condiciones de trabajo son los reconocimientos médicos. Es una de las activida- des a las que más tiempo y recursos destinan los servicios médicos integrados en los Servicios de Prevención de las empresas. 28. ¿Qué objetivos tiene el reconocimiento médico? En general son la detección precoz y el consiguiente tra- tamiento precoz de enfermedades, y la evaluación de la adecuación del puesto de trabajo al trabajador con el fin de evitar la progresión de una enfermedad. 29. ¿Qué tipos de reconocimientos existen? El reconocimiento inicial, tras la incorporación del trabaja- dor a su puesto de trabajo. Los reconocimientos que se establecen a lo largo de su vida laboral, según la evalua- ción de riesgos y los protocolos de aplicación, que decidi- rán la periodicidad con que se realizan. Están destinados a hacer un seguimiento de los efectos sobre la salud relacio- nados con las condiciones de trabajo. También se efectúan reconocimientos especiales que pueden ser necesarios en la incorporación tras un largo período de incapacidad la- boral, o por cambios en las condiciones de trabajo o en la situación de salud del trabajador. 30. ¿Qué es la evaluación de riesgos? La evaluación de los riesgos laborales es el proceso diri- gido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no han podido evitarse, conocer su naturaleza, grado de pe- ligrosidad, localización, trabajadores afectados, etc., para que el empresario adopte las medidas preventivas ade- cuadas. Para llevar a cabo esta fase de análisis de riesgos existen técnicas de evaluación objetiva y subjetiva. Técni- cas de observación como inspecciones, análisis de tareas, encuestas, análisis estadístico, informes de investigación de accidentes… Cuando resulte necesaria la adopción de medi- das preventivas, según criterios como la importancia del riesgo por la gravedad de sus consecuencias, el número de trabajadores expuestos y/o el tiempo de exposición de los trabajadores al riesgo, éstas han de ir encaminadas a: • Eliminar o reducir el riesgo, mediante medidas de prevención en el origen, organizativas, de protec- ción colectiva, de protección individual, o de for- mación e información a los trabajadores. • Controlar periódicamente las condiciones, la orga- nización y los métodos de trabajo y el estado de salud de los trabajadores. Una vez establecidas las prioridades en función de los riesgos detectados se deben marcar objetivos que sean realistas, con los medios disponibles y en el tiempo estable- cido y diseñarse las acciones que hay que desarrollar para conseguirlos, que son el elemento operativo de la evalua- ción de riesgos. Hay que definir acciones dirigidas a condi- ciones de trabajo, organización del trabajo, los trabajado- res, el sistema operativo de prevención, y temporalizarlas y asignarles el presupuesto necesario, así como establecer criterios de evaluación y control para comprobar si se van consiguiendo los resultados esperados. Ha de ser un proce- so dinámico; si los resultados no son positivos, es necesario analizar la situación y determinar los cambios precisos. 31. ¿Quién debe constituir un Servicio de Prevención propio? Todas las empresas con más de 500 trabajadores o aquellas que tengan entre 250 y 500 trabajadores que desarrollen ac- tividades con exposición a radiaciones ionizantes, a agentes tóxicos o muy tóxicos, y en particular a agentes cancerígenos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción, o actividades en las que intervengan productos químicos de alto riesgo así como también trabajos con exposición a agentes biológicos delosgrupos3y4.Tambiénaquellasempresasquesedediquen Ducha de seguridad y manta ignífuga, dos elementos de seguridad habituales en laboratorios de investigación biomédica.
  • 155. 155 a la fabricación y manipulación de explosivos (incluidos ar- tículos pirotécnicos), trabajos propios de la minería a cielo abierto y de interior, actividades de inmersión bajo el agua, actividades en obras de construcción, movimientos de tierras y túneles con riesgo de caída de altura o enterramiento, ac- tividades en la industria siderúrgica y en la construcción na- val, producción de gases comprimidos, licuados o disueltos, trabajos que produzcan concentraciones elevadas de polvo silíceo y trabajos con riesgos eléctricos de alta tensión. 32. ¿Qué es la incapacidad laboral? La alteración de la salud que impide realizar el trabajo habitual. Puede ser de carácter temporal, por maternidad, o permanente. 33. ¿Qué es la incapacidad laboral transitoria? Tiene lugar cuando existe una alteración de la salud que incapacita para el trabajo de manera transitoria. Puede ser debida tanto a una enfermedad común como a un acci- dente de trabajo. Cuando es debida a un accidente de tra- bajo, la incapacidad la tramitan las mutuas de accidentes. Cuando se debe a enfermedad común, lo hace la Segu- ridad Social (el médico de cabecera). La maternidad está considerada como una incapacidad laboral transitoria deri­ vada de la situación del nacimiento de un hijo, adopción o acogimiento; es necesaria tanto para la recuperación de la madre tras el parto, como para el cuidado que requiere el recién nacido o el niño adoptado y tiene su duración esti- pulada según el caso. La incapacidad laboral transitoria tiene una dura- ción de doce meses prorrogables por otros seis meses. 34. ¿Quiénes pueden ser beneficiarios de una incapacidad temporal? Serán beneficiarios del subsidio de incapacidad temporal las personas integradas en el Régimen General de la Segu- ridad Social y que reúnan el requisito de estar afiliadas y dadas de alta o en situación asimilada al alta en el momen- to en que se produzca la alteración de la salud. 35. ¿Qué es la invalidez permanente? Es la situación del trabajador que, después de haber esta- do sometido al tratamiento prescrito y de haber sido dado de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. 36. ¿Qué grados de invalidez permanente existen? Existen cuatro grados de invalidez permanente: • Incapacidadpermanenteparcial:aquellaqueocasio- ne al trabajador una disminución no inferior al 33% de su rendimiento normal para su profesión, sin im- pedirle realizar tareas fundamentales de ésta. • Incapacidad permanente total: la que inhabilita al trabajador para la realización de todas las tareas de su trabajo habitual o, al menos, de las funda- mentales, pero que le permite dedicarse a otra profesión distinta. • Incapacidad permanente absoluta: la que inhabili- ta al trabajador para cualquier profesión u oficio. • Gran invalidez: situación del trabajador afectado de incapacidad permanente y que, a consecuen- cia de pérdidas anatómicas o funcionales, nece- site la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, como vestirse, despla- zarse, comer… Glosario Enfermedad profesional: patología crónica contraída como con- secuencia de la exposición a factores físicos, químicos y/o biológi- cos del ambiente, durante un tiempo determinado. Ergonomía: ciencia que estudia las relaciones entre la persona y su puesto de trabajo con la misión de eliminar la fatiga innecesa- ria que puede llegar a tener lugar por la sobrecarga producida por el entorno de trabajo. Higiene industrial: especialidad que tiene por objeto evitar la aparición de enfermedades profesionales. Incapacidad laboral transitoria: situación de carácter temporal en la que existe una alteración de la salud que incapacita para el trabajo. Invalidez permanente: situación del trabajador que, tras some- terse al tratamiento prescrito y haber sido dado de alta médica- mente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente defini- tivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. Prevención: se entiende por prevención el conjunto de medidas adoptadas o previstas en todas las fases de la actividad de una empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo. Psicosociología: ciencia que estudia los factores organizativos que pueden producir efectos psicológicos negativos en los trabajadores. La salud laboral
  • 156. LIBRO DE LA SALUD 156 Riesgo laboral: posibilidad de que un trabajador sufra un daño derivado del trabajo. Podríamos definirlo como aquellas situa- ciones de trabajo que pueden romper el equilibrio físico, mental y/o social de las personas. Salud Laboral: rama de la medicina que estudia las alteraciones que se producen en la salud de los trabajadores en relación con su trabajo habitual. En la actualidad, está encaminada a prevenir en lo posible las alteraciones derivadas de la exposición laboral que puedan tener lugar. Seguridad en el trabajo: especialidad que aborda la seguridad en los lugares de trabajo para prevenir la aparición de accidentes laborales. Bibliografía Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. http://www. osha.eu.int. ÁreaRH.com. Salud laboral. http://www.arearh.com/salud.htm. Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. http://www. mtas.es/insht/index.htm. Ministerio de Sanidad y Consumo. Salud laboral. http://www.msc.es/ ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/home.htm. • La Salud Laboral es la disciplina desarrollada por la Me- dicina del Trabajo para estudiar las enfermedades re- lacionadas con el trabajo. Su labor se desarrolla en los Servicios de Prevención, junto con las especialidades de Higiene Industrial, Seguridad Industrial, Psicosociología y Ergonomía. • Existe patología específica derivada del trabajo (acciden- tes laborales y enfermedades profesionales) y patología inespecífica. El estudio de esta patología se establece mediante el protocolo de los reconocimientos médicos según la evaluación de riesgos del puesto de trabajo realizada por el Servicio de Prevención. • Cuando la patología es aguda da lugar a una incapa- cidad laboral transitoria que puede convertirse en permanente si no hay posibilidades de recuperación completa. Resumen
  • 157. 157 Capítulo 15 La salud bucodental Dr. Francisco Pina Médico especialista en Odontoestomatología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Pablo Pina Médico especialista en Odontoestomatología. Centro de Odontología Clínic del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué entendemos por salud bucodental? La salud bucodental estudia la prevención y tratamiento de las dolencias de los tejidos duros y blandos de la cavi- dad oral, enfermedades con una gran trascendencia para el individuo, puesto que una vez establecidas pueden con- llevar no sólo alteraciones funcionales importantes, sino graves defectos estéticos por su localización en una zona muy visible para el resto de la población. 2. ¿Qué significa higiene bucodental? La higiene bucodental elimina los residuos y bacterias que provocan la caries y la enfermedad periodontal (piorrea). Una buena higiene bucodental proporciona una boca saludable, es decir: • Dientes limpios y sin restos de alimentos. • Encías de un color rosado, sin dolor y sin san- grado durante el cepillado o la limpieza con hilo dental. • Sin halitosis (mal aliento). 3. ¿Cómo se consigue una buena higiene bucodental? Mediante un cepillado dental correcto y acudiendo anual- mente al dentista para que practique una tartrectomía (limpieza) profesional, que ayudará a quitar el sarro que el paciente no es capaz de eliminar. 4. ¿Qué enfermedades afectan a los dientes? Fundamentalmente la caries, la alineación incorrecta y los traumatismos. La caries es una enfermedad infecciosa (puede con- tagiarse de diente a diente) que provoca la destrucción progresiva de la estructura dental. Laplacabacteriana(bacterias,salivayrestosalimen- ticios), que se adhiere permanentemente a la superficie del esmalte dental, genera ácidos por la degradación de restos alimenticios que hacen disminuir el pH de la boca, lo que disuelve primero el esmalte, luego la dentina y finalmente la pulpa. La pulpa es el nervio del diente, por lo que si la infección la afecta, se genera un intenso dolor. Examen dental para proceder a una sesión de higiene.
  • 158. LIBRO DE LA SALUD 158 Si la placa bacteriana se remueve después de cada comida, las bacterias no tienen material alimenticio para degradar y, entonces, no se producen ácidos. La disposición de los dientes afecta directamente a la capacidad de mantener éstos limpios y libres de placa bacte- riana. La mala alineación no permite que el individuo pueda higienizar bien, sobre todo, los espacios que existen entre los dientes. A consecuencia de esto, las bacterias encuentran más lugares donde crecer en colonias, lo que puede provo- car un aumento de caries o una mayor predisposición a la enfermedad periodontal, como veremos más adelante. Los traumatismos o golpes que afectan a los dientes son aquellos que se reciben directa o indirectamente en la boca. Pueden producirse por una caída, por un puñe­tazo en una pelea o simplemente por un golpe con un cubierto mientras comemos. Los traumatismos pueden producir la rotura parcial del diente sin afectación del nervio, la rotura parcial del diente con afectación de la pulpa o la rotura total y avul- sión (caída) del diente entero. 5. ¿Cómo puede detectarse una caries? Los síntomas evidentes de aparición de una caries son sen- saciones dolorosas al consumir alimentos muy dulces, muy fríos o muy calientes. El tratamiento de la caries es lo que se conoce como empaste. Consiste en la remoción de las bacterias del inte- rior de la caries y la sustitución del material dentario perdi- do con composites (empastes en blanco) o con amalgamas (empastes en plata). 6. ¿Puede producirse una caries en un empaste? Técnicamente no, pero sí puede reproducirse una caries al- rededor de un empaste, que es diente natural, lo que haría fracasar el tratamiento. Por ello, los empastes deben revi- sarse periódicamente, y si el profesional detecta alguna anomalía debe recambiarlo por uno nuevo. 7.¿Quétratamientosexistenparauntraumatismodental? Su aplicación va a depender del tipo de traumatismo: • Traumatismo parcial sin afectación del nervio: reconstrucción del diente mediante composites o amalgama. •Traumatismoparcialconafectacióndelnervio:endo- doncia (extracción del nervio del diente) y recons- trucción del diente con composites o amalgama. En este caso es aconsejable la colocación de una funda o corona para prevenir una posible rotura. • Traumatismo total y avulsión del diente: extrac- ción del diente y reposición protésica posterior. 8. ¿Qué es una endodoncia? Eslaeliminacióndelasbacteriasylapulpainfectada(nervio)del interiordelacámaraydelosconductosradiculares(conductos que existen en el interior de las raíces de las piezas dentales). Posteriormente se rellena de forma hermética con un material de sellado sólido que evite futuras complicaciones y permita conservar el diente manteniendo su función (véase figura 1). En los casos sencillos el éxito de esta técnica está por encima de un 90%, pero hay casos que ofrecen mayor dificultad y en los que el éxito es menor. Figura 1. Primera dentición y dentición definitiva PRIMERA DENTICIÓN DENTICIÓN DEFINITIVA Incisivos Canino Premolares Canino Incisivos Incisivos Canino Premolares Caninos Incisivos Premolares Molares Incisivos Premolares Molares Canino La primera dentición aparece a partir de los 6 meses de vida y se completa entre los 24 y los 30 meses. Consta de 20 piezas y es provisional. A partir de los 6 años es reemplazada por la definitiva, que surge a medida que se desprende la primera dentición y no acaba de completarse hasta después de la infancia. Consta de 32 piezas dentarias.
  • 159. 159 Un factor importante en el éxito del tratamiento endodóntico es la reconstrucción del diente y la coloca- ción de una funda lo antes posible, para evitar posibles fracturas y filtraciones. 9. ¿Qué enfermedades afectan a los tejidos que rodean los dientes? Para saber qué enfermedades afectan a los tejidos que rodean los dientes, primero es necesario saber el estado de salud y enfermedad de estos tejidos. En una boca sana los dientes están sujetos por las encías, el hueso, el ligamento periodontal que rodea las raí- ces de los dientes y el cemento que los une con el hueso. El color normal de la encía es rosado pálido, pero cuando se altera por infección o inflamación se vuelve de un color vino amoratado; por tanto, la encía es la primera en alterarse en caso de enfermedad. La enfermedad periodontal se origina por la acu- mulación de placa bacteriana en la región de los cuellos de los dientes causando inflamación e irritación. Cuando nos encontramos en una fase incipiente de la enfermedad estamos hablando de un problema de gingivitis, que no es más que una inflamación de las en- cías, debido a un deficiente cepillado bucal, que causa el crecimiento de bacterias. Estas bacterias forman lo que se conoce como placa dental, motivo principal del sangrado de las encías. Aunque la causa número uno de la gingivitis es la placa bacteriana, también existen otros factores que favo- recen la inflamación y el sangrado de las encías, como los anticonceptivos orales, el embarazo, la falta de vitaminas y los bloqueantes del calcio. Cuando la gingivitis pasa a un estadio más avanza- do se convierte en periodontitis. Esta enfermedad se co- nocía antiguamente como piorrea, nombre derivado del griego que significa ‘salida de pus’ y se caracteriza por la destrucción progresiva de los tejidos que soportan el dien- te (encía, ligamento, cemento y hueso). Sus signos clínicos son el sangrado gingival, seguido de movilidad dental y, en ocasiones, secreción de pus. 10. ¿Cómo se previenen y tratan la gingivitis y la periodontitis? La prevención de la gingivitis depende de una buena higiene bucal: hay que cepillarse los dientes después de cada comida, utilizando hilo interdental, enjuagues bucales e irrigadores dentales. El tratamiento de la periodontitis consiste en la rea- lización de raspados y alisados radiculares para eliminar los depósitos de placa bacteriana y revisiones completas cada tres meses junto con la administración de antibióticos. También es verdad, y es importante saber, que la enfermedad periodontal es una dolencia crónica y que no es posible curarla. Lo que se hace es parar su evolu- ción y controlar su actividad. Por ello es muy importante que los pacientes con esta patología mantengan unos controles exhaustivos y visiten a su dentista al menos cada tres meses. 11. ¿Qué enfermedades afectan a los tejidos blandos de la boca: encías, mucosa oral y lengua? Fundamentalmente las aftas y el cáncer. Las aftas son pequeñas ulceraciones dolorosas que aparecen en la mucosa de la cavidad bucal. Su aspecto es el de una mancha blanquecina redonda con una areola roja. Es común que se formen sobre el tejido blando, parti- cularmente en el interior del labio o mejilla, sobre la lengua o en el paladar blando y, raramente, en la garganta. Las más pequeñas y leves suelen aparecer en gru- pos, y usualmente desaparecen a los diez días sin trata- miento y no dejan secuelas. Aunque las causas de las aftas no se conocen con exactitud, se sabe que el factor emocional influye en su aparición. También los estados de nerviosismo o angus- tia. No se conoce con precisión el origen. Pueden estar provocadas por lesiones, infecciones, estrés, ciertos ali- mentos, predisposición genética y cambios hormonales en las mujeres. Existen técnicas naturales y farmacéuticas que ali- vian el dolor, pero se recomienda el diagnóstico profesio- nal para descartar o detectar la presencia de patologías más importantes, de las cuales pueden ser uno de los sín- tomas; por ejemplo, de las úlceras aftosas graves, que son menos comunes, tardan varias semanas en curarse, necesi- tan tratamiento y pueden dejar cicatriz. 12. ¿Cuándo se debe consultar al dentista por una úlcera o afta? Dado que se trata de un padecimiento frecuente que gene- ralmente no presenta complicaciones, más que la molestia, muchas personas optan por dejar que el proceso siga su curso normal utilizando paliativos para aliviar el dolor. Sin embargo, debe consultarse al médico en el caso de que las aftas: La salud bucodental
  • 160. LIBRO DE LA SALUD 160 • aparezcan después de tomar algún medicamento; • no desaparezcan después de 15 días; • sean muy dolorosas o recurrentes. Aunquenohayunacuradefinitivaparalasaftas,yaque puedenvolveraaparecerenpacientesconpredisposición,exis- ten ciertas medidas para la prevención y alivio del dolor: • Buena higiene bucal (no agresiva). • Alimentación blanda y fría o templada. Los alimen­ tos picantes y calientes acentúan el dolor. • Evitar las lesiones en las mucosas de la boca: mas- ticar despacio los alimentos, para no morder el interior de labios y mejillas. • Usar enjuagues orales y analgésicos, como la xilo- caína viscosa. • En casos concretos, el especialista receta algún medicamento tópico (por ejemplo, corticosteroides), para aplicar directamente sobre las aftas. Son muy importantes las visitas ante una lesión en la mucosa oral, para determinar su origen y descartar posibles enfermedades más importantes, como es el caso del cáncer. 13. ¿Qué trastornos puede causar la pérdida de dientes? La pérdida de una o más piezas dentarias disminuye la eficacia masticatoria, causando trastornos funcionales y orgánicos. Muchas enfermedades digestivas requieren de una masticación correcta; por ello se aconseja reponer las piezas dentarias perdidas. La pérdida dentaria causa una desorganización de la forma de las arcadas, con distintas consecuencias posibles: • Separación entre dientes, lo que implica mayor reten- ción alimenticia, más formación de placa y por tanto más posibilidad de caries y enfermedad periodontal. • Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), debido a la aparición de un contacto pre- maturo entre dos dientes que antes no existía. • Trastornos estéticos. • Aparición de lesiones en la mucosa oral. 14. ¿Cómo pueden reponerse los dientes? Las prótesis dentales son aparatos que ayudan a suplir las piezas dentarias perdidas, para restablecer la función mas- ticatoria y la estética facial de los pacientes. Tradicionalmente las prótesis dentales se han clasi- ficado en removibles y fijas. Lasprótesisremoviblessonaquellasqueelpaciente puede sacar y colocar él mismo en la boca cuando quiera; en cambio, las prótesis fijas quedan ancladas en la boca y el paciente no se las puede quitar. Las prótesis en la boca se pueden apoyar: • Sobre la mucosa: encías y paladar (bóveda pala- tina). • En dientes propios del paciente: en forma de gan- chos (retenedores), sin modificar la pieza en abso­ luto; y en forma de coronas en las que se tallan los dientes. • Sobre implantes: podrán ser prótesis fijas y removibles. La prótesis completa es una prótesis indicada en los pacientes desdentados totales, en la que se reponen todas las piezas dentarias. Los materiales que se usan para confeccionar una prótesis han cambiado con el paso de los años, pues antes se hacían prótesis de caucho, y hoy en día se usan acrílicos totalmente biocompatibles. El soporte de la prótesis se basa en la interposición de saliva entre la mucosa y la resina de la prótesis, que crea una fuerza de fijación por succión. La sujeción y estabilidad de la prótesis depende de muchos factores: • Forma y morfología de las arcadas dentarias: a mejor estado óseo, mejor soporte de la prótesis. • Musculatura e inserciones musculares: muchas veces las fuerzas musculares expulsan las prótesis. • Factores psicológicos: hay pacientes que no sopor- tan la idea de llevar una prótesis removible, y a mayor edad, más difícil es habituarse a la prótesis. • Prótesis mal equilibradas: por defecto de confec- ción, los contactos dentarios no son los ideales. • Enfermedades de la boca: síndrome de boca ardiente, xerostomía (boca seca). • Alergias a los materiales de la prótesis. Las prótesis parciales removibles se sujetan en los dientes y en la mucosa. Se las llama parciales porque sustituyen unos cuantos dientes, y el diseño del aparato permite que el paciente se lo pueda sacar de la boca cuando quiera. El apoyo sobre las piezas dentarias suele
  • 161. 161 hacerse con retenedores o ganchos, mediante anclajes o attaches. Los retenedores suelen ser metálicos, y rodean el diente a modo de gancho, sujetando la prótesis. Al ser antiestéticos se han buscado otras soluciones, como confeccionarlos de color blanco, pero la efectividad es menor. Los anclajes son un modo de retención de las prótesis basado en un sistema macho-hembra, que queda por debajo de la prótesis y que, al eliminar los retenedores visibles, resulta más estético. Es necesario realizar coronas en las piezas que van a sujetar la parte hembra del anclaje, donde encajará la parte macho del aparato removible. Las prótesis fijas dentosoportadas son una variante que se emplea con frecuencia. La forma clásica de colocar una prótesis fija ha sido la de tallar dos dientes que sujeten los que faltan. A las piezas talladas se las llama pilares, y a las piezas que faltan, pónticos. Los puentes fijos van cementa- dos en las piezas pilares con cementos dentales especiales. Para las prótesis fijas se emplea: • Metal-resina: son estéticos, pero cambian de color con el tiempo. • Metal-cerámica: no cambian de color, pero la fluo- rescencia es menor. • Cerámica pura: máxima estética, no cambian de color y poseen una fluorescencia como la del diente natural. 15. ¿Qué son los implantes dentales? Son pequeños tornillos de titanio (véase figura 2) que se colo- canenelhueso,uniéndoseaélyactuandocomounaraízarti- ficial. Pueden usarse para reemplazar uno o más dientes. Los implantes dentales son una manera segura de restaurar la salud, la función y la estética de la boca. Hoy en día su tasa de éxito es del 93-95%. Si el paciente es portador de una prótesis remo- vible, o si ha perdido algún diente, los implantes le proporcionan enormes beneficios funcionales: se reha- bilita la función masticatoria y se obtienen grandes beneficios estéticos. 16. ¿Quién puede usar implantes? No hay límite de edad. Pueden ser utilizados en pacientes jóvenes, adultos y ancianos, que reúnan las condiciones necesarias. Se ha de evaluar la cantidad de hueso de que se dispone para determinar el tipo de tratamiento y reali- zar un diagnóstico completo. Los implantes dentales constituyen una buena opción porque: • Devuelven una sonrisa natural. • Las prótesis se sienten como naturales. • Aumenta la calidad de vida porque se incrementa la capacidad de masticación. • No se dañan dientes sanos. • La reabsorción de hueso que existe cuando no hay diente se frena, porque el implante sigue estimu- lando el hueso como un diente natural. 17. ¿Cómo se colocan los implantes dentales? La intervención se realiza con anestesia local; es decir, el paciente no siente ningún dolor, pero sí notará ruido, agua y la sensación de que le están tocando (tacto). En una o varias sesiones, según el especialista, se colocan los implantes necesarios. Posteriormente se ha de esperar el período de osteointegración para que los implantes que- den soldados al hueso. Pasado este tiempo, puede colo- carse la prótesis definitiva, mediante unos pilares en los implantes sobre los que se fija la prótesis fija o removible, dependiendo del plan de tratamiento. Durante el período de osteointegración es posible llevar unos dientes provisionales, siempre y cuando no se utilicen para comer, ya que es muy importante que duran- te este período los implantes estén libres de tensiones. Cuando falta una sola pieza se procede a la coloca- ción de un implante, al que posteriormente se le atornillará o se le cementará una corona. Cuando faltan varias piezas, se distribuyen varios implantes y se coloca una prótesis atornillada o cementada La salud bucodental Una adecuada higiene dental es también muy importante en los niños, especialmente si llevan aparatos correctores.
  • 162. LIBRO DE LA SALUD 162 Si faltan todas las piezas, se puede recurrir a la deno­ minada sobredentadura: sobre varios implantes (de dos a cuatro, pero mejor un mínimo de cuatro), se construye una barra atornillada a los implantes. Esta barra permite que los clics instalados en la prótesis se anclen y quede la prótesis estable, casi como una prótesis fija. Es una pró- tesis removible, pero cuando está en la boca se mantiene completamente fija, sin que le afecten los movimientos de la masticación. Gracias a ello se ha solucionado el problema de la sujeción de la prótesis, y el paciente ha ganado calidad de vida, ya que puede masticar con mucha más efectividad. En ocasiones se puede recurrir también a la deno- minada arcada fija: una prótesis completamente fija. Para este tipo de tratamientos es necesario que haya hueso suficiente para la colocación de seis o diez implantes. Si no hubiera hueso disponible, es posible realizar entonces técnicas de regeneración ósea. La prótesis es de porcela- na o resina —dependiendo de la economía del pacien- te—, atornillada o cementada a los implantes. 18. ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan la prótesis atornillada y la cementada? Ambas presentan ventajas e inconvenientes. Las ventajas de la prótesis cementada residen en su estética y buena funcionalidad. Y sus inconvenientes estriban en la posible descementación y caída de la prótesis. Figura 2. Estructura de un diente molar Corona Raíz Esmalte Dentina o marfil Pulpa Encía Hueso maxilar Nervios Arteria y vena dentaria Incisivos Caninos Premolares Molares La función de los dientes es el desgarro y la masticación de los alimentos. Existen cuatro tipos de dientes: incisivos, caninos, premolares y molares. Los molares tienen raíces múltiples y una corona en forma de cubo de superficie irregular; su función es triturar y moler los alimentos.
  • 163. 163 Las ventajas de la prótesis atornillada son su buena funcionalidad y que no se cae.Y su mayor inconveniente es su estética comprometida, porque se ven unos pequeños agujeritos en la prótesis por donde pasa el pequeño torni- llo de sujeción. Glosario Amalgamas: las amalgamas dentales, también conocidas como empastes en plata, están compuestas por una mezcla de mercurio y una aleación de plata, estaño y cobre. Arcada dentaria: sectores con forma de herradura de los maxila- res que contienen los dientes. Articulación temporomandibular: articulación que conecta la mandíbula a la cabeza. Caries: enfermedad infecciosa que se caracteriza por la destruc- ción de los tejidos del diente (esmalte, dentina y pulpa o nervio). Composites: materiales utilizados para obturar las caries de los dientes; a diferencia de la amalgama, el composite se adhiere mi- cromecánicamente a la superficie del diente. Corona: funda que cubre un diente tallado. Endodoncia: maniobra realizada sobre el nervio del diente para su completa extracción. Gingivitis: enfermedad bacteriana que provoca inflamación y sangrado de las encías. Implante: tornillo de titanio que se coloca en el interior del hueso para sustituir la raíz del diente perdido. Periodontitis (piorrea): enfermedad de etiología bacteriana que afecta al periodonto. Periodonto: tejido de sostén de los dientes constituido por la en- cía, el hueso, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Pilar: elemento que permite la sujeción de una prótesis fija (co- ronas y puentes). Placa: película adherida a la superficie dentaria formada por bac- terias, restos alimenticios y saliva. Póntico: corona de un puente que no está sujeta por un pilar. Tartrectomía: procedimiento para la remoción del cálculo (sarro) supragingival. Retenedor o anclaje: elemento de una prótesis amovible que permite su sujeción cuando está colocada en la boca. Bibliografía Dental World. «Implantes dentales: ¿son apropiados para usted?». http://www.gbsystems.com/implante.htm. MCG Health System. «La salud oral y de los dientes». http://www. mcghealth.org/Greystone/speds/dental/glossary.html. Odontocat.com. «Patología dentaria». http://www.odontocat.com/ dentcolca.htm. Odontología on line. http://www.odontologia-online.com/. Odonto-red.com. «Higiene dental». http://odonto-red.com/higienedental. htm. Solonosotras.com. «Higiene bucal del niño». http://www.solonosotras. com/archivo/03/fam-mat-160800.htm. La salud bucodental • Gozar de una buena salud bucodental es tanto o más importante que gozar de buena salud general. No hay que olvidar que por la boca es por donde nos alimenta- mos, es decir, por donde introducimos la energía nece- saria para que nuestro cuerpo funcione. • Cepillarse bien los dientes es muy importante, así como estar el tiempo debido haciéndolo. Gracias al cepillado pueden evitarse enfermedades como la gingivitis o la periodontitis. • Acudir al dentista una vez al año para una revisión den- tal y una higiene bucal (tartrectomía) ayuda a prevenir la pérdida de dientes a edades tempranas. • Padecer alguna dolencia bucal puede repercutir muy seriamente en nuestra salud, ya que al no poder realizar una alimentación correcta se maltratan directamente otros órganos, como por ejemplo, el estómago. • La falta de algún diente también repercute directamente en laalimentación,ylasinfeccionesquesepuedenocasionaren lostejidosoralesydentariospuedenproducirinfeccionesen otros lugares del cuerpo por vía sanguínea, ya que todo el cuerposeencuentrainterconectadoporvenasyarterias. • La reposición de los dientes perdidos mediante prótesis amovibles, prótesis fijas o implantes dentales es muy importante para tener una alimentación saludable. Resumen
  • 165. 165 Capítulo 16 Las vacunas Dr. José María Bayas Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Salud Pública de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué son las vacunas? Las vacunas son preparados antigénicos que, introduci- dos en el organismo, dan lugar a la aparición de una res- puesta por parte del sistema inmunitario capaz de pro- teger frente a ciertas enfermedades infecciosas (tétanos, sarampión, etc.). Los microorganismos poseen docenas o miles de estructuras de naturaleza diversa; sólo algunas de ellas, fundamentalmente de tipo proteico, se comportan como antígenos y son capaces de formar defensas (anticuerpos) frente a la infección. 2. ¿Cómo actúan las vacunas? Las vacunas pretenden conseguir que el sistema inmuni- tario del sujeto vacunado esté preparado para defenderse cuando se produzca el contacto con el agente infeccioso a través de la vía respiratoria, digestiva, etc. De este modo, los anticuerpos y una serie de células específicas neutrali- zarán la infección y evitarán la enfermedad. 3. ¿Qué contienen las vacunas? Las vacunas contienen, en primer lugar, antígenos de naturaleza diversa (más adelante se comentará). Los antí- genos son el principio activo y la razón de ser de las va- cunas. Éstas presentan también disolventes, como agua estéril o soluciones salinas, para el transporte del principio activo y de otros componentes de las vacunas. Pueden contener sustancias preservantes, estabili- zantes o antibióticos. La finalidad de estos componentes es mantener la estabilidad físico-química (para impedir, por ejemplo, la oxidación) y biológica (para evitar, por ejemplo, la contaminación por bacterias u otros agentes infecciosos extraños) y prolongar así la vida del preparado vacunal. Algunas vacunas contienen las denominadas sus- tancias adyuvantes. Su finalidad es potenciar la respuesta del sistema inmunitario al antígeno contenido en la vacu- Ladisponibilidadpaulatinadenuevasvacunasysuprogresivaaplicación con carácter universal han conseguido un mejor control sanitario y la práctica desaparición de algunas enfermedades infecciosas.
  • 166. LIBRO DE LA SALUD 166 na. Un adyuvante empleado desde antiguo es el hidróxido de aluminio, presente, por ejemplo, en la vacuna antitetá- nica para mejorar la pobre respuesta inmune que origina- ría por sí solo el toxoide (antígeno) tetánico. 4. ¿Hay diferentes tipos de vacunas? Ciertamente hay muchas clases de vacunas y varios mo- dos de clasificarlas: según su composición, naturaleza, utilidad sanitaria, etc. Desde un punto de vista práctico interesa conocer el tipo de antígenos presentes en el pre- parado vacunal. Así, hay dos grandes clases de vacunas: vivas y muertas. Las vacunas vivas (también denominadas atenua- das) contienen microorganismos que han sido modifica- dos para que produzcan una infección controlada capaz de dar lugar a la formación de defensas sin los obvios inconvenientes y riesgos del padecimiento de la infec- ción natural. Las vacunas muertas (también denominadas inac- tivadas) contienen únicamente determinados antígenos, obtenidos mediante tecnologías diversas, como pueden ser procesos de purificación hasta la obtención de los com- ponentes requeridos, modificación de toxinas o métodos de recombinación genética. Este tipo de vacunas debe contener, idealmente, sólo aquellos antígenos responsa- bles de provocar la respuesta inmune. Algunos microorganismos, como los virus de la gri- pe, no son estables en su composición antigénica y sufren mutaciones en grado variable. Esta circunstancia obliga a una revacunación periódica (anual, en el caso de la gripe) para mantener actualizada la protección. 5. ¿Qué son las vacunas monovalentes y polivalentes? Como ya ha sido comentado, las vacunas pueden clasi- ficarse de acuerdo con varios criterios. Uno de ellos es según su composición. Así, las denominadas vacunas monovalentes contienen antígenos de un único tipo de microorganismo, a su vez monotípico. Es el caso de la va- cuna del sarampión, de la hepatitis A, de la hepatitis B o de la fiebre amarilla. Las vacunas polivalentes contienen también antí- genos de una única especie de microorganismo del cual existen diferentes serotipos. Por ejemplo, la vacuna de la poliomielitis, oral o parenteral (inyectada), contiene los tres serotipos existentes del virus de la poliomielitis, y la vacuna antineumocócica de polisacáridos 23 valente contiene los 23 serotipos más comunes de neumococo. 6. ¿Qué son las vacunas combinadas? Las vacunas combinadas contienen productos inmuni- zantes —es decir, antígenos— de diferentes especies de microorganismos. Por ello pueden proteger frente a va- rias enfermedades. La primera de ellas fue la DTP (difteria, tétanos y tos ferina o pertussis), desarrollada hace más de cuarenta años. También es una vacuna combinada la tri- ple vírica, que contiene virus atenuados del sarampión, la rubéola y la parotiditis. Las vacunas combinadas han tenido, tienen y ten- drán una importancia extraordinaria en salud pública. Se dispone actualmente de vacunas combinadas complejas, como pentavalentes (contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis y Haemophilus influenzae tipo b) y hexavalentes (añaden, además, hepatitis B). Las venta- jas de las vacunas combinadas son obvias: permiten con menos inoculaciones actuar simultáneamente contra varias enfermedades. 7. ¿Las vacunas pueden producir la enfermedad que pretenden prevenir? Que la vacuna provoque la enfermedad que pretende prevenir únicamente puede suceder de modo muy ex- cepcional con algunas vacunas vivas. Así, se estima que la vacuna de la poliomielitis oral puede producir un caso de parálisis por cada dos millones de dosis empleadas. La contrapartida ha sido que, gracias a la vacunación, la apari- ción de nuevos casos mundiales de poliomielitis paralítica ha pasado de 400.000 en 1985 a unos pocos ­centenares en la actualidad. Una enfermera administrando una vacuna.
  • 167. 167 8. ¿Son seguras las vacunas? Un aspecto sustancial de las vacunas actualmente disponi- bles es su elevadísimo perfil de seguridad. Probablemente pocas medidas preventivas y, con certeza, ninguna tera- péutica, aúnan como las vacunas efectividad y seguridad. La relación beneficio/riesgo es abrumadoramente favora- ble a la vacunación y representa un paradigma de la vieja máxima «Más vale prevenir que curar». 9. ¿Tienen contraindicaciones las vacunas? Sí. Aunque el perfil de seguridad de las vacunas es elevadí- simo si lo comparamos con cualquier fármaco terapéutico, determinadas vacunas pueden estar contraindicadas en al- gunas personas, por ejemplo en los alérgicos a componen- tes de esa vacuna. Las vacunas vivas están genéricamente contraindicadas en pacientes con deficiencias inmunitarias y durante la gestación. La contraindicación debe, en todo caso, ser indivi- dualizada, evaluando cuidadosamente las ventajas e in- convenientes de la aparición de efectos adversos relacio- nados con la vacunación, respecto a los riesgos de padecer la enfermedad. Algunascontraindicacionessontemporales:porejem- plo, una enfermedad infecciosa con fiebre elevada obligaría a posponer el momento de la vacunación, no a suprimirla. Algunas contraindicaciones son falsas contraindica- ciones: por ejemplo, un catarro común, frecuente en lac- tantes, no debe demorar el momento de la administración de las vacunas sistemáticas. 10. ¿Durante cuánto tiempo protegen las vacunas? Algunas de ellas, fundamentalmente las vivas, como la tri- ple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) protegen du- rante toda la vida. Otras vacunas como la de la hepatitis B o la hepatitis A son relativamente recientes y han demos- trado conferir protección durante varias décadas, posible- mente durante toda la vida. En algunos casos se requiere una revacunación periódica para poder garantizar la protección. Es el caso de la vacuna combinada tétanos-difteria, en que se recomien- da la administración de una dosis cada diez años; si bien ante una herida contaminada debe recomendarse una do- sis si han transcurrido más de 4-5 años desde la anterior. 11. ¿Las vacunas protegen sólo a quien se vacuna? La mayor parte de las vacunas disponibles se emplean para combatir enfermedades que se transmiten de persona a persona. Es decir, enfermedades que afectan sólo a la espe- cie humana y se transmiten entre humanos. De este modo, cuando se vacuna a poblaciones enteras y se consiguen coberturas altas (por encima del 90% o 95%) se dificulta de modo extraordinario la circulación del microorganismo responsable de la enfermedad en cuestión. Se consigue así la denominada inmunidad de grupo, al proteger también a personas no vacunadas. Ignorar este hecho puede llevar a que algunas personas interpreten, de buena o de mala fe, que tampoco padecen la enfermedad los que no son va- cunados y concluir erróneamente que la vacunación no es necesaria. En este sentido existen numerosas experiencias que demuestran la reaparición de enfermedades (polio- mielitis, sarampión, parotiditis, etc.) en países o en grupos que por motivos ético-religiosos o de otro tipo han optado por posiciones antivacunación. 12. ¿Cuándo comenzaron a emplearse las vacunas? En el siglo xviii la viruela era una enfermedad temible, res- ponsable del 8-20% de todas las muertes en Europa. La his- toria de la vacunación comienza en 1796 con Edward Jen- ner, en Inglaterra. Este médico observó que las personas que cuidaban el ganado padecían con frecuencia lesiones en la piel de las manos producidas por una enfermedad, que aunque era propia del ganado vacuno, afectaba oca- sionalmente a los granjeros; lo sorprendente era que las personas que sufrían la enfermedad vacuna no contraían la viruela. Jenner inoculó el contenido de estas lesiones de la piel (vesículas) consiguiendo proteger de la viruela; esto se debía a la similitud entre los virus (la existencia de mi- croorganismos era desconocida en aquella época) respon- sables de ambas enfermedades: la vacuna y la viruela. 13. ¿Cuál ha sido el impacto de las vacunas en la salud de la población? La vacunación ha sido una de las medidas de salud pública que más ha contribuido a la mejora de la esperanza de vida de la Humanidad. Su impacto en la salud de la población es de tal magnitud que se ha equiparado a la potabiliza- ción del agua. La vacunación ha sido considerada como la medida preventiva por excelencia y forma parte junto con la antisepsia (desinfección), y en menor grado los antibióti- cos, de los grandes descubrimientos de la medicina en los últimos doscientos años. En 1974 la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsó el desarrollo del Programa Ampliado de Inmuniza- ción (EPI, Expanded Program on Immunization), que alcanzó Las vacunas
  • 168. LIBRO DE LA SALUD 168 de forma gradual coberturas vacunales de un 75% a prin- cipios de los años noventa. Desde entonces se observa un cierto estancamiento en las coberturas vacunales; las re- giones del sureste asiático y el África subsahariana han sido las menos favorecidas, ya que apenas alcanzan el 50%. La disponibilidad paulatina de nuevas vacunas y su progresiva aplicación con carácter universal han conse- guido la erradicación mundial de la viruela, la eliminación de enfermedades como la poliomielitis, la difteria y el té- tanos neonatal en amplias zonas geográficas, y la drástica reducción en el número de casos de otras enfermedades como el tétanos, el sarampión o la rubéola congénita. La erradicación de la poliomielitis se conseguirá en la primera o segunda década del siglo xxi (todavía se registran casos en algunos países africanos y asiáticos), a la que seguirá la desaparición del sarampión. En los países desarrollados, la aplicación sistemática de vacunas ha permitido reducir en más del 95% las enfermedades evitables mediante este método. Para mu- chasdeestasenfermedadesladisminuciónhasidodel99%. A nivel mundial las vacunas permiten evitar seis millones de muertes anuales, ahorrar cerca de cuatrocientos millo- nes de años de vida perdidos e impedir que 750.000 niños sufran enfermedades invalidantes. 14. ¿Se aprovechan todas las oportunidades de la vacunación? No. A pesar de los logros reseñados, todavía cada año unos treinta y seis millones de niños, fundamentalmente en el África subsahariana y el sureste asiático, dejan de ser inmu- nizados contra las seis enfermedades incluidas en el primer programa básico de la OMS (tétanos, difteria, tos ferina, poliomielitis, tuberculosis y sarampión). A nivel mundial ello representa aproximadamente un niño de cada seis. La repercusión sobre la mortalidad infantil de estas enferme- dades prevenibles mediante vacunación no es pequeña. Casi tres millones de muertes podrían ser evitadas, entre las que cabe señalar alrededor de novecientas mil por he- patitis y casi la misma cifra por sarampión. 15. ¿Cuál es el coste de las vacunas para el sistema sanitario? ¿Son rentables las vacunas? Los argumentos a favor de potenciar el uso de las vacu- nas ya disponibles, mejorar alguna de ellas (tuberculosis) y conseguir el desarrollo de otras nuevas (malaria, sida) no son sólo de tipo sanitario y ético. Las vacunas se encuen- tran entre las intervenciones de salud pública que más recursos ahorran al sistema sanitario y a la sociedad. La reducción en la incidencia de enfermedades, al aumentar la esperanza de vida y la calidad de ésta, permite derivar recursos para otros fines. Las enfermedades erradicadas o controladas posibilitan a un gran número de personas desarrollar sus actividades cotidianas ahorrando costes in- directos derivados de pérdidas de productividad. Algunas estimaciones indican que cada euro in- vertido en vacunas permite recuperar entre cuatro y cinco euros, sólo en costes médicos directos evitados, es decir, sin considerar los costes ocasionados por bajas la- borales y pérdidas de productividad. Para algunas vacu- nas como la triple vírica (sarampión, rubéola y parotidi- tis), la relación sería de uno a catorce, es decir, el sistema sanitario recuperaría catorce veces la inversión realizada. Algunos análisis económicos que relacionan los costes de diversas estrategias preventivas con los beneficios obtenidos muestran un balance altamente positivo para la vacunación. Así, los costes necesarios para ganar un año de vida serían de 140 euros para la vacunación anti- gripal, de 3.100 euros para la cloración del agua, de 9.800 euros para el consejo antitabaco para fumadores y de 73.000 euros para los sistemas de seguridad para niños en el automóvil. 16. ¿A qué edades deben administrarse las vacunas? A todas las edades. Aunque el grueso de las actuaciones preventivas de vacunación debe concentrarse en los pri- meros años de la vida, las estrategias de vacunación deben extenderse a todas las edades de la vida de los individuos. Alrededor de setenta mil personas adultas fallecen en Eu- El pediatra controla el calendario de vacunaciones en la infancia.
  • 169. 169 ropa, y otras tantas en Estados Unidos, por enfermedades producidas por virus gripales, bacterias responsables de infecciones pulmonares y generalizadas (neumococo), vi- rus causantes de hepatitis y otros microorganismos. Gran parte de estas muertes se evitaría si se hiciera un uso más cabal de los recursos disponibles. 17. ¿Cuáles son las vacunas que se recomiendan en España en los calendarios pediátricos? En la figura 1 se muestran las recomendaciones de vacuna- ción de 0 a 16 años del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobadas en marzo de 2006. Puede ha- ber algunas diferencias entre comunidades autónomas en relación con los esquemas de vacunación; por ejemplo, en algunas, la vacunación contra la hepatitis B comienza en el mismo momento del nacimiento. Todas las comunidades vacunan actualmente contra las siguientes enfermedades: poliomielitis, difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus in- fluenzae tipo b, sarampión, rubéola, parotiditis, hepatitis B, infección meningocócica por serogrupo C y varicela. En algunas comunidades autónomas se vacuna además siste- máticamente contra la hepatitis A. Algunas sociedades científicas han recomendado asimismo la inclusión de otras vacunas como la antineu- mocócica conjugada y la antivaricela (a los 12-15 meses de edad). 18. ¿Se están administrando demasiadas vacunas a los niños? Algunos grupos detractores de la vacunación han plantea- do que los apretados esquemas de vacunación vigentes, especialmente en los países industrializados, podrían satu- rar la capacidad de respuesta del sistema inmunitario y re- sultar contraproducentes. La realidad es bien diferente, bá- sicamente por dos razones. La primera es que la inevitable exposición natural a agentes infecciosos (virus, bacterias y otros) es abrumadoramente superior a la representada por exposición deliberada a antígenos vacunales. La segunda es que el número de antígenos vacunales presentes en los actuales calendarios sistemáticos de vacunación es de Las vacunas Figura 1. Calendario de vacunaciones recomendado CONSEJO INTERTERRITORIAL DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD CALENDARIO DE VACUNACIONES RECOMENDADO (2006) Aprobado por el Consejo Interterritorial el 29 de marzo de 2006 VACUNAS EDAD 2 meses 4 meses 6 meses 12 meses 15 meses 18 meses 3 años 4 años 6 años 10 años 11 años 13 años 14 años 16 años Poliomielitis VPI1 VPI2 VPI3 VPI4 Difteria- tétanos- pertussis DTPa 1 DTPa 2 DTPa 3 DTPa 4 DTPa 5 o DT Td Haemophilus- influenzae b Hib1 Hib2 Hib3 Hib4 Sarampión-rubéola- parotiditis TV1 TV2(a) Hepatitis B HB3 dosis 0; 1-2; 6 meses HB3 dosis (b) Meningitis meningocócica C MenC1 MenC2(c) MenC3(d) Varicela V V Z (e) (a) Niños no vacunados en este rango de edad recibirán la segunda dosis entre los 11-13 años. (b) Niños que no han recibido la primovacunación en la infancia. (c) Se administrarán dos dosis de vacuna MenC entre los 2 y los 6 meses de vida separadas entre sí al menos dos meses. (d) Se recomienda administrar una dosis de recuerdo a partir de los doce meses de vida. (e) Personas que refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunadas con anterioridad, siguiendo indicaciones de la ficha técnica.
  • 170. LIBRO DE LA SALUD 170 poco más de cien, cuando en los años noventa del pasado siglo xx era de más de tres mil. Este cambio ha sido debido fundamentalmente a la introducción de vacunas purifica- das contra la tos ferina. 19. ¿Deben recibir vacunas los adultos? Muchas personas tienen la idea de que la vacunación de los adultos afecta exclusivamente a los que sufren heridas (tétanos), a los ancianos (gripe) o a los futuros viajeros a países tropicales. No es así. Al igual que ha sucedido tradicionalmente en la atención pediátrica, la vacunación debería ser una práctica de rutina en la atención médica de los adultos. Entre los po- sibles motivos para vacunar a los adultos se encuentran: no haber sido vacunados en la infancia, necesidad periódica de dosis de recuerdo, disponibilidad de nuevas vacunas y exis- tencia de vacunas de especial indicación en la edad adulta. Las recomendaciones de vacunación de individuos adultos se basan en la recogida y valoración de un con- junto de información básica que permita una prescripción médica individualizada de inmunizaciones. Esta informa- ción debe ser también capaz de detectar contraindica- ciones absolutas o temporales de las inmunizaciones. La prescripción individualizada debe considerar al menos los siguientes aspectos: edad, sexo, ocupación o profesión, condiciones médicas, situación ambiental, estilo de vida y viajes proyectados. La edad es de fundamental importancia para reali- zar una primera valoración de las necesidades particulares de inmunización, ya que permite presumir los anteceden- tes de vacunaciones recibidas. En España, la inmunización sistemática (DTP y vacuna oral de la poliomielitis) se inició en 1963, y la vacunación triple vírica en la década de los ochenta. Después vendrían otras. Todo ello debe ser teni- do en cuenta para adaptar las ulteriores necesidades de vacunación. La edad avanzada, concepto siempre relativo, repre- senta per se una indicación de vacunación. Así, en muchos países se recomienda la vacunación antigripal rutinaria anual y la vacunación antineumocócica en las personas de más de 59-64 años. En mujeres en edad fértil debe plantearse la conve- niencia de vacunar contra la rubéola (con vacuna triple ví- rica) y contra la varicela, según antecedentes clínicos y de vacunación. La posibilidad de embarazo debe ser tenida en cuenta a la hora de prescribir cualquier vacuna. Los varones han podido recibir vacunas con ocasión del servicio militar. La ocupación o profesión de las personas puede por sí misma favorecer la exposición a ciertas enfermeda- des y constituir, por ello, indicación formal de ciertas in- munizaciones (por ejemplo, vacunación antihepatitis A en trabajadores de guarderías). Determinadas condiciones médicas (enfermeda- des, tratamientos), especialmente las asociadas a deficien- cias inmunitarias, pueden limitar el uso de ciertas vacunas, o, por el contrario, pueden constituir una indicación formal de otras (por ejemplo, vacunación antineumocócica en personas que no tienen bazo). Algunas situaciones ambientales, como las que afectan a las personas que viven o trabajan en determina- do tipo de instituciones, como residencias de ancianos, re- sidencias de deficientes mentales o centros penitenciarios, deben ser también tenidas en cuenta en el momento de establecer las necesidades de vacunación de los adultos. Algunas veces se vacuna a unos para proteger a otros. Así, las personas que conviven o cuidan a personas con problemas inmunitarios graves (como el cáncer) de- ben recibir vacunas, como la antigripal y otras, para reducir el riesgo de que infecten a las personas a su cargo. Determinados estilos de vida suponen una mayor probabilidad de contraer ciertas enfermedades (por ejem- plo, promiscuidad sexual y hepatitis B). Los viajeros a áreas tropicales y subtropicales pue- den exponerse a enfermedades que son inexistentes o de baja incidencia en su país de origen. Muchas veces el viaje constituye una buena oportunidad de aplicar vacu- nas que hubieran estado igualmente indicadas (tétanos- difteria). Las vacunas que recomendar al viajero depen- den de factores del viaje (país de destino, duración, tipo de viaje, actividades previstas) y de factores del viajero (edad, condiciones médicas, etc.). 20. ¿Cuál es la importancia de los carnés y certificados de vacunación? La importancia de los carnés y certificados de vacunación es hoy mayor que nunca. Son documentos valiosos que deben ser conservados cuidadosamente. Los padres y tutores deben saber valorar estos documentos y tenerlos siempre localizados. Deben trasladar esta responsabilidad a sus hijos cuando crezcan. Los profesionales médicos y de enfermería deben contribuir a difundir este mensaje. Los actuales calendarios sistemáticos pediátricos cambian prácticamente cada año. Dos hermanos, salvo que sean gemelos, habrán recibido diferentes pautas de
  • 171. 171 vacunación. La vacunación de hoy y de mañana es, lógica- mente, consecuencia de las vacunas recibidas ayer. Si esta información no está disponible resulta más difícil estable- cer recomendaciones específicas de vacunación adaptadas a cada necesidad particular. La mayoría de los adultos tiene una idea muy im- precisa de sus antecedentes vacunales. Aunque la vacuna- ción debe ser debidamente registrada en el centro donde se practica, el sujeto vacunado debe disponer siempre de un documento acreditativo al respecto. Tal documento permite disponer de información permanente al vacunado, al tiempo que favorece el necesario intercambio de infor- mación entre los profesionales de la salud. Glosario Antígeno vacunal: sustancia que, introducida de modo artificial en el organismo, da lugar a la formación de sustancias protectoras (anticuerpos). Inmunización activa: sinónimo de vacunación. Vacuna: es una suspensión de microorganismos vivos atenuados o inactivados o fracciones de éstos, que son administrados al indi- viduo sano susceptible con el objeto de inducir protección contra la enfermedad infecciosa correspondiente. Vacunas combinadas: vacunas que contienen productos inmu- nizantes —es decir, antígenos— de diferentes especies de micro- Las vacunas organismos. Por ello pueden proteger frente a varias enfermeda- des, por ejemplo la DTP (difteria, tétanos y tos ferina o pertussis). Vacuna monovalente: vacuna dirigida especialmente contra una sola enfermedad (por ejemplo, la vacuna de la gripe). Vacunas polivalentes: vacunas que contienen también antíge- nos de una única especie de microorganismo del cual existen di- ferentes serotipos. Por ejemplo, la vacuna de la poliomielitis, oral o parenteral (inyectada), contiene los tres serotipos existentes del virus de la poliomielitis. Bibliografía Asociación Española de Pediatría. http://www.vacunasaep.org/pre- guntas.htm. Asociación Española de Vacunología. http://www.vacunas.org. Familydoctor.org. Portal de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia. «Vacunas de la niñez: qué son las vacunas y por qué su niñolasnecesita».http://familydoctor.org/online/famdoces/home/ healthy/vaccines/028.html. Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Vacunas». http://www. fisterra.com/vacunas/index.asp. Murcia Salud. Vacunaciones. http://www.murciasalud.es/seccion. php?idesec=85. OMS(OrganizaciónMundialdelaSalud).Vacunas.http://www.who.int/immu- nization_safety/safety_quality/approved_vaccine_safety_websites/en/. • Las vacunas despiertan en el organismo una respuesta inmunitaria que protegerá total o parcialmente al va- cunado cuando entre en contacto con determinados agentes infecciosos. • La vacunación ha sido una de las medidas de salud pú- blica que más han contribuido a la mejora de la espe- ranza de vida de la Humanidad. • Ningún fármaco preventivo ni terapéutico tiene un per- fil de seguridad tan elevado como las vacunas. • Incluso desde un punto de vista estrictamente econó­ mico, el empleo de vacunas resulta altamente rentable. • Las coberturas de vacunación sistemática pediátrica son insuficientes en los países más pobres. • Debe fomentarse la vacunación de los adultos de acuer- do con las características individuales de cada caso. • Cada persona debería disponer en todo momento de un documento actualizado (carné, certificado) acredita- tivo de las vacunaciones recibidas, que puede pro- porcionarle un médico de cabecera, un pediatra o un centro de vacunación autorizado. Resumen
  • 173. 173 1. ¿Por qué se viaja? El deseodel hombre de viajares tan antiguocomo lapropia Humanidad. A lo largo de la historia han surgido grandes personajes que han destacado por sus viajes, aventuras y descubrimientos. Otros los han imaginado y han plasmado sus ideas en grandes libros. Así, Juan Sebastián Elcano des- pués de un viaje lleno de avatares y vicisitudes tardó tres años menos cuatro días en completar la vuelta al mundo. Julio Verne la imaginó en ochenta días, no sin dificultades y peligros. En el año 2005, Steve Fosset a bordo de su avión Virgin Atlantic GobalFlyer, volando en solitario y sin esca- las, dio la vuelta al mundo en 67 horas. El deseo de viajar ha existido siempre y de hecho los grandes acontecimientos de la historia del hombre están ligados a grandes viajes. Actualmente, el desarrollo tecno- lógico y la disponibilidad de diversos medios de transporte permiten que sea posible trasladarse de un punto a otro del planeta de forma fácil, rápida y relativamente asequible. En los últimos años, el número de viajeros internacionales ha experimentado un incremento progresivo, de manera que según las estimaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), a finales del año 2005 las llegadas inter- nacionales alcanzaron la cifra de 808 millones de turistas. De éstos, unos 161 millones se trasladaron a países de Asia y el Pacífico y unos 43 millones eligieron como destino el continente africano. En muchos de estos países, el clima, la pobreza, la falta de unas condiciones higiénico-sanitarias Capítulo 17 Consejos preventivos antes de un viaje internacional Dra. Anna Vilella Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesora asociada de Salud Pública de la Universidad de Barcelona Dr. Joaquim Gascón Médico especialista en Medicina Interna. Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona o la corrupción política contribuyen a una elevada morbi- lidad y mortalidad en la población autóctona, en la mayo- ría de las ocasiones debido a enfermedades infecciosas. A pesar de su situación socioeconómica, estos países ofre- cen parajes de insólita belleza y culturas de gran atractivo para el viajero. Muchos de estos países tienen en el turismo una gran fuente de ingresos. Sin embargo, el viaje no está exento de riesgos: tanto para el propio viajero como para la población que se visita. El turismo debe ser consciente y sobre todo respe- El deseo del hombre de viajar es tan antiguo como la propia Humanidad. Sin embargo, el viaje no está exento de riesgos, tanto para el propio viajero como para la población que se visita.
  • 174. LIBRO DE LA SALUD 174 tuoso. El turista occidental se desplaza a una zona donde puede entrar en contacto con patógenos nuevos para él y frente a los que carece de inmunidad; pero, también, pue- de actuar como vehículo de ciertos microorganismos que pueden ser introducidos en el país visitado y frente a los cuales la población autóctona se encuentra sin protección. Es fundamental que el viajero vaya a un centro de vacuna- ción en busca de consejo pero es importante también que sea consciente de que se vacunará no sólo para proteger su propia salud sino también para proteger a la población que visitará. 2. ¿Adónde se puede acudir para recibir consejos y resolver dudas antes de un viaje a zonas tropicales? En España existen diversos centros especializados en el consejo al viajero, en los que se puede consultar cualquier aspecto relacionado con el viaje y recibir consejo acerca de las medidas preventivas para evitar riesgos. Allí se administran las vacunas pertinentes y se recomienda la toma de medicación profiláctica si fuera necesario. En la mayoría de centros se debe concertar la cita previamente, por lo que es aconsejable, en la medida de lo posible, solicitar hora de visita fuera de las grandes aglo- meraciones que se generan en épocas de gran afluencia de viajeros, como son los meses de verano, y así evitar ansie- dades, nerviosismos y disgustos. 3. ¿Es necesario acudir a un centro de vacunación internacional antes de cualquier viaje? Si se está preparando un viaje es aconsejable acudir a un centro de vacunación internacional para conocer si es ne- cesario tomar precauciones a fin de evitar contraer ciertas enfermedades como la malaria, la diarrea del viajero, u otras; también para recibir vacunas contra enfermedades que son endémicas en las zonas de destino, como por ejemplo la vacuna frente a la encefalitis centroeuropea en aquellos viajeros que acuden a lugares rurales de países de Centroeuropa (Austria, Alemania, Polonia…) o la vacuna de la fiebre amarilla si se viaja a algunos países de África, entre otras. Si se padece una enfermedad crónica o alguna otra patología, es aconsejable antes de cada viaje acudir al médico para que valore el estado de salud y ajuste la medicación si es necesario. En caso de acudir a una zona tropical será preciso que además de consultar a su médico, se acuda a un centro de vacunación internacional porque los riesgos pueden ser superiores en este caso y además puede que algunas vacunas estén contraindicadas o ten- gan que tomarse medidas especiales. En todo caso, las en- fermedades crónicas no han de ser un impedimento para poder viajar si uno es consciente de cuáles son las medidas preventivas adecuadas. 4. ¿Con cuánto tiempo de antelación debe acudirse al centro de vacunación? El viajero debe acudir al centro de vacunación con la ma- yor antelación posible, es decir, entre 15 a 30 días antes del viaje. Hay que pensar que algunas vacunas requieren más de una dosis para obtener una mejor protección y, además, que ciertas vacunas pueden ocasionar reacciones adversas que, aunque leves, si se presentan cerca de la fecha del via- je, pueden ser más molestas. 5. ¿Qué riesgos supone el viaje a un país tropical? En los viajes a estas zonas del mundo deben tenerse en consideración diferentes factores que pueden afectar el bienestar del viajero. Muy importantes son los factores ambientales. El clima del país será probablemente muy distinto al del país de origen, por lo que el calor, la hu- medad y las lluvias pueden tener un impacto directo en la salud del viajero, por ejemplo en la manifestación de un cansancio excesivo. Además, la pérdida de líquidos y electrolitos puede conducir a la deshidratación, que en ocasiones será especialmente problemática en personas ancianas o en las que padecen alguna enfermedad cró- nica. El sol puede producir quemaduras, sobre todo en zonas de gran altitud. El clima, la pobreza y la falta de saneamiento am- biental favorecen la multiplicación y diseminación de agentes infecciosos (virus, bacterias) y los vectores que las transmiten (mosquitos u otros), por lo que las enfermeda- des infecciosas son siempre un riesgo para el viajero en las zonas tropicales. El paso rápido por diversas zonas horarias pue- de afectar al viajero, alterando sus ritmos fisiológicos y psicológicos. En los viajes que incluyen senderismo o ascensio- nes a cimas de gran altitud se debe prever la posibilidad de padecer mal de altura; además se considera un riesgo para pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares. No hay que olvidar que la falta de saneamiento de las aguas y los alimentos en mal estado pueden ser vehícu- los de diferentes enfermedades.
  • 175. 175 6. Existen diferentes formas de viajar. ¿Todas tienen el mismo riesgo? Los riesgos asociados al viaje están relacionados con las características del viajero y el viaje. Así, la edad, el sexo, la existencia de enfermedades preexistentes, el destino, la du- ración y la forma de viajar condicionarán la presencia de de- terminados factores de riesgo. Se pueden definir diferentes modalidades de viaje y por tanto categorizar los riesgos: • Los viajes turísticos y organizados son viajes que podrían ser considerados de riesgo bajo-modera- do.Estosviajessuelentenerunaduraciónrelativa- mente corta, entre 15 y 21 días; el viajero se aloja en buenos hoteles y puede disponer sin grandes dificultades de agua y alimentos seguros. • Los viajes no organizados o de aventura, en los que el viajero decide el itinerario sobre la marcha, utilizando el transporte público para trasladarse de un lugar a otro, sin saber previamente dón- de se alojará. En éstos, el riesgo de exponerse a microorganismos o a diferentes infecciones es superior al del viajero anterior. • Los viajes profesionales. Se trata, en la gran mayoría de casos, de viajes de poco riesgo. Esta modalidad de viaje, cada vez más frecuente, suele ser de poca duración, a zonas urbanas y sin problemas en el alo- jamiento y acceso a los alimentos y bebidas seguras. • Los viajes de los cooperantes son los que pueden estar sometidos a riesgos más importantes, no sólo por el viaje en sí sino por el tipo de trabajo que los viajeros realizarán. Además, éstos suelen conocer su destino y salida con poco tiempo de antelación, lo que obliga a realizar la máxima pre- vención en el mínimo tiempo posible. 7. ¿Qué enfermedades pueden contraerse y cómo? El problema de salud más frecuente en los viajeros es la diarrea. La llamada diarrea del viajero está asociada al con- sumo de bebidas y alimentos contaminados. Para minimi- zar el riesgo de padecer la diarrea se debe tener en cuenta una serie de medidas (véase tabla 1). Seguir todas estas precauciones también evitará otras enfermedades que se pueden adquirir a través de las aguas y los alimentos, como la hepatitis A o la fiebre tifoidea, entre otras. No tan frecuente como la diarrea pero más importan- te por las consecuencias que puede ocasionar, está el riesgo de contraer malaria. Esta enfermedad se contrae por la pica- dura de un mosquito y no existe ninguna vacuna para preve- nirla. La prevención de la malaria requiere el uso de medidas paraprevenirlapicaduradelmosqito(usoderepelentes,ropa adecuada, mosquiteras) y la toma de una medicación antes, durante y después del viaje (quimioprofilaxis). Por otro lado hay que tener en cuenta que insectos y artrópodos pueden transmitir otras enfermedades menos frecuentes. TABLA 1. Recomendaciones para prevenir la diarrea del viajero Evitar alimentos cocinados que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante varios días Consumir frutas siempre que tengan la piel íntegra y se puedan pelar Evitar alimentos que contengan huevos crudos Evitar alimentos vendidos en puestos callejeros Evitar el consumo de hielo No consumir leche no pasteurizada Evitar consumir alimentos crudos; y comer sólo alimentos que hayan sido cocinados recientemente Consumir siempre agua potable hervida o desinfectada y utilizarla incluso para lavarse los dientes Consumir bebidas frías embotelladas o envasadas seguras siempre que estén cerradas (las bebidas calientes generalmente son seguras) Consejos preventivos antes de un viaje internacional Si se está preparando un viaje al extranjero es aconsejable acudir siempre antes y con tiempo suficiente a un Servicio de Atención al Viajero o a un Centro de Vacunación Internacional.
  • 176. LIBRO DE LA SALUD 176 No se puede dejar de mencionar la capacidad del sol tropical para producir quemaduras, por lo que el viajero no debe olvidarse nunca de la crema de protección solar, y usar siempre filtros solares de alta protección, sombreros y gafas. Las enfermedades de transmisión sexual son otro potencial problema de salud, que depende exclusivamen- te de la conducta sexual que los viajeros mantengan du- rante el viaje y de la protección que utilicen en sus encuen- tros sexuales. Otras conductas, como los baños en ríos y lagos de algunos países, pueden representar riesgos más específi- cos, por lo que es muy recomendable acudir a un centro especializado para ser aconsejado debidamente. 8. ¿Cómo pueden evitarse las picaduras de mosquitos? Para reducir el riesgo de una picadura de mosquito u otros insectos es conveniente aplicar diferentes medidas de precaución: • La ropa. Se recomienda vestir pantalones lar- gos y camisas de manga larga, especialmente a partir de la caída del día para evitar la picadura de los mosquitos anofelinos, que transmiten la malaria. En el caso de acampadas o de dormir al aire libre se aconseja utilizar ropa impregnada con permetrina, que actúa como repelente de mosquitos. • Repelentes de insectos. Son sustancias quími- cas que se aplican en las zonas de piel expues- ta (cara, cuello, orejas, manos, tobillos) y actúan repeliendo o alejando a insectos y artrópodos. Muchos de ellos contienen DEET (N, N, diethyl- methyl-toluamida), considerada como una de las sustancias más efectivas. Pero también pueden contener otras sustancias como picaridin. Los repelentes sintéticos suelen ser efectivos entre tres y cuatro horas, por lo que se deben realizar diversas aplicaciones a lo largo del día. Existen diversos factores que condicionan la duración del repelente (véase tabla 2). En caso de utilizar el DEET en adultos, se aconseja que tenga unas concentraciones no superiores al 50%; y en ni- ños, las concentraciones no deben ser superiores al 10%. Los repelentes sintéticos son sustancias tóxicas; por tanto, no deben ser inhalados, inge- ridos o aplicados directamente en heridas o piel irritada, ni ponerlos en con la boca y los ojos. Debido a que pueden absorberse a través de la piel, no se aconseja su uso a niños menores de un año y embarazadas. En este caso se pueden utilizar repelentes derivados de sustancias natu- rales como la citronella o el extracto de eucalipto, que también son eficaces aunque la duración del efecto es mucho menor. • Mosquiteras. Para los viajeros que se desplazan sin tener contratados los hoteles donde dormirán o que proyectan hacer acampada, se aconseja el uso de la mosquitera, mejor si está impregnada con permetrina. Actualmente numerosas tiendas dedicadas al deporte disponen de ellas. • La ingesta de vitamina B y el empleo de aparatos que emiten ultrasonidos no han demostrado ser eficaces para evitar las picaduras de insectos. 9. Si en el viaje no se dispone de agua u otras bebidas embotelladas, ¿existe algún método para poder potabilizar el agua? Existen diferentes métodos para poder potabilizar el agua. Se recomendará uno u otro en función del tipo de viaje y de los medios al alcance: • Hervir el agua: es el método más fiable para purificar el agua y hacerla segura para beber. El agua debería hervir durante un minuto y enfriarse a temperatura ambiente sin añadirle hielo. Este procedimiento matará bacterias y parásitos en zonas de baja altitud. Cuando se esté en zonas que tengan una altitud superior a 2.000 m, el agua deberá hervirse durante tres minutos, o bien hervirse un minuto y añadirle después un desinfectante. TABLA 2. Factores que reducen la duración o efecto del repelente Temperatura ambiental (un incremento de 10 ºC de temperatura ambiente reduce la duración de la protección en un 50%) Sudoración; características propias de la piel Bañarse, lavarse Formulación, concentración Tipo de insecto Humedad, radiación solar, viento
  • 177. 177 • Desinfección química: el uso de un desinfectante químico es una alternativa cuando no se puede hervir el agua. Sin embargo, este método no eli- mina todos los microorganismos. El agua se pue- de desinfectar mediante solución de yodo al 2% (véase tabla 3), cloro o sales de plata. Cuando el agua está muy sucia, es convenien- te filtrarla primero y después hervirla o tratarla con yodo. El agua tratada con yodo sólo puede ser usada con seguridad durante unas 24 horas. • Uso de filtros: Filtrar el agua es otro método seguro para potabilizar el agua, y en ocasiones se puede combinarconlaebulliciónprevia.Existendiversos tipos de filtros, por lo que debe consultarse a un especialista y escoger el más adecuado para el tipo de viaje que se pretende realizar. 10. ¿La edad puede ser un impedimento para viajar? No, la edad no debe ser un factor limitante para hacerlo. Sólo debe tenerse en cuenta que niños y ancianos son más sensibles a las radiaciones ultravioleta, por lo que hay que tener especial precaución con la protección solar. Son también más susceptibles a la pérdida de líquidos y des- hidrataciones. Teniendo en cuenta estos condicionantes y tomando las debidas medidas de prevención, el viaje no debe ser ningún problema. 11. ¿Y el embarazo? No existe ninguna contraindicación para viajar, siempre y cuando se trate de un embarazo sin complicaciones y que no esté próxima la fecha del parto. Algunas compañías aéreas imponen restricciones (véase tabla 4). Sin embargo, el embarazo tiene un mayor riesgo de complicaciones si la gestante contrae la malaria. La mala- ria en las embarazadas se ha asociado a anemia materna, nacimientos prematuros, retraso del crecimiento intraute- rino, bajo peso al nacer o incluso muerte fetal. Teniendo en cuenta que muchos de los fármacos utilizados para la prevención de la malaria no pueden administrarse durante el embarazo, existe consenso respecto a que las mujeres embarazadas deberían evitar los viajes a zonas donde es frecuente la enfermedad. Algunas de las vacunas dispensadas para viajar pueden estar contraindicadas para las embarazadas, por lo que se deberá evitar viajar a aquellas zonas en las que es precisa la administración de esas vacunas. Tampoco se recomiendan durante el embarazo las visitas a altitudes superiores a 2.500 m. Asimismo, algunos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la diarrea pueden estar contraindicados durante la gestación, por lo que se debe consultar con un médico antes de su toma. La lactancia materna no contra- indica la realización de quimioprofilaxis frente a la malaria en la madre. 12. Después de un viaje a un país tropical, ¿cuánto tiempo se debe esperar para quedarse embarazada? Algunas de las vacunas administradas para viajar con- traindican el embarazo durante un mes. Si además se ha tomado profilaxis para la malaria se deberá esperar a quedarse embarazada entre uno y tres meses después de TABLA 4. Contraindicaciones para los viajes en avión Recién nacidos menores de siete días Mujeres en las últimas cuatro semanas de embarazo (ocho semanas para embarazos múltiples) y hasta siete días después del parto Personas afectadas por: • Angina de pecho o dolor torácico en reposo • Cualquier enfermedad contagiosa grave y aguda • Enfermedad por descompresión después de bucear1 • Infecciones de oído o nariz • Infarto de miocardio o accidente vascular cerebral reciente • Cirugía o lesión reciente • Enfermedad respiratoria crónica grave; dificultad respiratoria en estado de reposo • Hipertensiónarterialnocontrolada(presiónsistólica>200mmHg) 1 No se debe volar antes de transcurridas 24 horas después de buceo ilimitado durante varios días, o 12 horas después de un máximo de dos horas de submarinismo. Consejos preventivos antes de un viaje internacional TABLA 3. Tratamiento del agua con solución de yodo Porcentaje Gotas1 que hay que añadir por cuarto de litro Tintura de yodo Agua limpia y/o templada Agua fría y/o sucia2 2% 5 10 1 Una gota = 0,05 mL. El agua debe permanecer en reposo durante 30 minutos antes de ser ingerida. 2 Aguas muy turbias o muy frías pueden requerir un reposo prolongado. Si es posible, este tipo de agua debería permanecer en reposo varias horas (12-15) antes de tomarla.
  • 178. LIBRO DE LA SALUD 178 finalizar la profilaxis de la malaria, excepto si se ha toma- do cloroquina o proguanilo, que sí pueden administrarse durante el embarazo. 13. Tras un tratamiento con quimioterapia por un cáncer de mama, ¿puede realizarse un viaje a África sin complicaciones? El tratamiento con quimioterapia hace que el sistema in- munológico esté debilitado, por lo que puede ser más sus- ceptible a determinadas infecciones. Además, no estaría indicada una vacuna tan importante como la que previene la fiebre amarilla (que, sin embargo, es obligatoria para via- jar a muchos países de África), por lo que sería mejor bus- car otro destino que tenga menos riesgos y posponer este viaje a África para más adelante, cuando el sistema inmune esté más recuperado. Las enfermedades crónicas no tienen por qué ser una contraindicación para el viaje si se toman las debidas precau- ciones. Sin embargo, cuando esta enfermedad se acompaña deunasituacióndeinmunosupresión,enlaqueelorganismo tiene una menor capacidad de defensa frente a las infeccio- nes, el riesgo de sufrir complicaciones es mucho mayor. 14. ¿Alguna de las vacunas que se recomiendan para viajar es obligatoria? El Reglamento Sanitario Internacional exige que los viaje- ros a determinados países hayan recibido la vacuna contra la fiebre amarilla. Esta vacuna sólo puede ser administra- da en aquellos centros autorizados por la Organización Mundial de la Salud. Después de vacunarse se le entrega al viajero un carné de vacunación internacional, firmado por una persona autorizada y validado con el sello que iden- tifica el centro donde se ha administrado la vacuna. Este certificado es válido a partir de diez días después de haber recibido la vacuna y durante un período de diez años. Para prevenir la importación y la transmisión sub- siguiente de la enfermedad, un determinado número de países exige al viajero procedente de un país endémico el certificado de vacunación antes de cruzar la frontera, inclu- so si sólo se trata de un tránsito. Estos requerimientos pue- den ser más estrictos para aquellas personas que viajan de África o América del Sur a Asia. A aquellos viajeros para los que por diversos mo- tivos puede estar contraindicada la administración de la vacuna, se les expide un certificado de exención en el mismo centro de vacunación internacional en el que se justifican los motivos por los que no se administra la vacuna. 15. ¿Supone algún riesgo la administración simultánea de varias vacunas? Las vacunas más indicadas para los viajeros pueden admi­ nistrarse de forma simultánea sin afectar su seguridad y su efectividad, es decir sin alterar la respuesta de anticuerpos ni provocar un aumento de reacciones adversas. Se aconseja, sin embargo, que las vacunas se administren en distintas partes del cuerpo: si se han recomendado cuatro vacunas, lo más probable es que se inyecten una en cada uno de los deltoides (parte superior delbrazo)ydosmásenlaparteanterolateraldelcuádriceps (parte superior de la pierna). 16. Si las dosis de la vacunación no se han completado, ¿se debe empezar de nuevo con la pauta de vacunación? Aquellas personas que se olvidan de las siguientes dosis de la pauta que iniciaron antes del viaje, o de las dosis de recuerdo de las vacunas, no deben reiniciar la pauta de vacunación ni iniciar pautas interrumpidas; lo que tienen que hacer es administrarse las dosis pendientes, al margen del tiempo transcurrido. 17. ¿Qué debe contener el botiquín de viaje? El viajero debe prepararse y llevarse un botiquín de viaje por dos motivos: el primero, para disponer de una medicación que le permita tratar problemas de salud menores; y el se- gundo, para poder tratar exacerbaciones de condiciones médicas preexistentes. Para ello debe tener presente que el Algunos viajes exigen la administración preventiva de vacunas específicas, además de la revisión de las vacunas recibidas y la evaluación de riesgos concretos del viaje.
  • 179. 179 contenido del botiquín variará en función del destino, del tipo y de la duración del viaje y de la existencia de enferme- dades previas. En el botiquín del viajero no debería faltar: • Una lista personal de la medicación que debe to- mar en caso de padecer alguna enfermedad cró- nica. En la lista se incluirán los nombres genéricos, y a ser posible en inglés. Se recordará al paciente que lleve el doble de la medicación que necesita y que la distribuya en su equipaje (la mitad en el equipaje de mano y la mitad en la maleta que fac- tura), por si ocurre algún percance como pérdida de maletas o robos. • La medicación para prevenir la malaria, si se la han prescrito. • Medicación antidiarreica. • Un antihistamínico. • Paracetamol o ibuprofeno para el tratamiento del dolor o la fiebre. • Laxante. • Antiácido o protector gástrico. • En el caso de antecedentes de reacciones alérgicas graves, adrenalina inyectable. • Pomada de corticoides para aliviar las molestias de picaduras de insectos y de artrópodos. • Repelentes de insectos. • Filtro de protección solar. • Termómetro. • Sales de rehidratación oral. • Material de cura básico (vendas, esparadrapo, ga- sas, antiséptico, tiritas). • Gotas para los ojos (lágrimas naturales). 18. ¿Debe realizarse una revisión después de finalizado el viaje? En general, si el viajero no presenta síntomas no es nece- sario que se haga una revisión, a no ser que haya realizado alguna práctica de riesgo en la que pueda haber adquiri- do una enfermedad que tenga un período de vacunación muy largo y en el que el tratamiento precoz pueda modifi- car su pronóstico. Por ejemplo, los viajeros que han tenido relaciones sexuales sin protección, o bien se han aplicado inyecciones o piercings o tatuajes deberían ser sometidos a una analítica para investigar la posible infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o el virus de la hepatitis tipo C (VHC) o incluso hepatitis B y otras enfer- medades de transmisión sexual. Por otra parte, los viajeros que se han expuesto a aguas dulces en áreas endémicas de esquistosomiasis deberían ser sometidos a una prueba para descartar dicha infección. Además hay que tener en cuenta que algunas enfermedades, como la malaria, pueden no presentar síntomas hasta meses después del viaje. De manera que todo viajero que presente algún síntoma, aunque sea con mucha posterioridad, debe acudir a un médico al que comentará el antecedente de viaje. Dado que la malaria puede ser considerada como una emergencia médica, se- ría aconsejable que acudiera a un centro con experiencia en enfermedades infecciosas o medicina tropical. Glosario Esquistosomiasis: enfermedad humana producida por la infec- ción de un parásito del género Schistosoma. Es muy frecuente en determinadas zonas de África y Asia, y se relaciona habitualmente con los ríos o humedales. Malaria: también llamada paludismo, es una enfermedad causa- da por un parásito que se transmite por la picadura de un mos- quito y se caracteriza por presentar fiebre, escalofríos, cefalea y anemia. Patógeno: del griego pathos, ‘enfermedad’, y genein, ‘engendrar’. Es el microorganismo que tiene la propiedad de producir enfer- medad en los seres humanos, animales o plantas. Quimioprofilaxis: del griego, formada por dos términos: quimia, que significa‘ciencia química’o‘alquimia’, y profilaxis, que significa ‘velar en defensa de, tomar precauciones contra, estar en guardia’. Consejos preventivos antes de un viaje internacional Certificado obligatorio de vacunación frente a la fiebre amarilla, que puede obtenerse en el Servicio de Atención al Viajero o en el Centro de Vacunación Internacional.
  • 180. LIBRO DE LA SALUD 180 Indica la utilización de fármacos para prevenir la aparición de una enfermedad. Vacuna: es una suspensión de microorganismos vivos atenua- dos o inactivados, o fracciones de éstos, que son administrados al individuo sano susceptible con el objeto de inducir protección contra la enfermedad infecciosa correspondiente. Vector: animal (generalmente un artrópodo o un insecto) que es capaz de transmitir un agente patógeno infeccioso. Así, por ejem- plo, los mosquitos hembra del género Anopheles son los vectores que transmiten la malaria. VHC: virus de la hepatitis tipo C. VIH: virus de la inmunodeficiencia humana, causante del sida. Bibliografía Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). «Preven- ción de infecciones durante viajes». http://www.cdc.gov/hiv/spa- nish/resources/brochures/travel.htm. Corachán, M., y J. Gascón. El viajero global. Barcelona: Planeta, 2002. Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Viajes internacionales». http://www.fisterra.com/material/profes/viajes.asp. Ministerio de Sanidad y Consumo. «Información sobre vacunas de inte- rés para viajes internacionales». http://www.msc.es/profesionales/ saludPublica/sanidadExterior/salud/infVacunas.htm. Viajarsano.com.Portaldelviajeroenespañol.http://www.viajarsano.com. • La planificación previa, unas adecuadas medidas de pre- vención y la adopción de precauciones puede reducir el riesgo de adquirir una enfermedad en un viaje. • Es aconsejable acudir a un servicio de atención al viajero o a un centro de vacunación internacional cuatro o seis semanas antes del viaje. • La fiebre después de un viaje debe ser considerada una emergencia médica y se debe acudir a un centro sanita- rio especializado. • La diarrea es la enfermedad más frecuente del viajero. • El viajero debe tomar precauciones para proteger su salud, perotambiénladeloshabitantesdelazonaopaísquevisita. Resumen
  • 181. 181 Capítulo 18 La salud reproductiva y el embarazo Dr. Eduard Gratacós Médico especialista en Obstetricia y Ginecología. Servicio de Medicina Materno-Fetal del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Ginecología de la Universidad de Barcelona 1. ¿Cuáles son los principales problemas de salud que pueden aparecer en el embarazo en la actualidad? La respuesta a esta pregunta debería adaptarse a cada entorno socioeconómico y geográfico, pero en los países desarrollados, más del 90% de los embarazos se consideran de riesgo bajo o intermedio. Estos embarazos son de curso normal o presentan complicaciones detectables y tratables que no afectan de forma importante a la salud de la madre o del feto. El 10% de los embarazos se consideran de riesgo alto o muy alto. Especialmente estos últimos son los que requieren tratamientos complejos y grandes centros hospi- talarios,ysonlosresponsablesdelamayoríadelascomplica- ciones posnatales. Aunque las enfermedades consideradas de riesgo muy alto forman una larga lista, la gran mayoría de casos concretos se puede agrupar en tres grandes grupos: prematuridad, preeclampsia-retraso del crecimiento fetal y malformaciones-anomalías congénitas fetales. 2. ¿Cómo está orientado el control del embarazo actualmente? El control del embarazo tiene como primer objetivo esta- blecer cuál es el riesgo que presenta una embarazada. Este punto es fundamental dado que permite identificar el pequeño grupo de pacientes con riesgo alto de pre- sentar complicaciones. En las pacientes de bajo riesgo, es decir, en la mayoría de la población, el embarazo se debe controlar de forma muy poco intervencionista, de manera que puedan potenciarse al máximo los aspectos de educación sanitaria y vivencia personal y familiar, sin perder la capacidad de detectar de forma precoz las posi- bles complicaciones. 3. ¿En qué consiste el seguimiento médico de un embarazo de bajo riesgo? Fundamentalmente el control médico del embarazo se basa en el concepto del cribado, es decir, la realización de una serie de pruebas encaminadas a detectar de forma precoz las complicaciones que se sabe pueden aparecer en una embarazada. Este control puede ser llevado a cabo en Madre e hijo tras el parto.
  • 182. LIBRO DE LA SALUD 182 gran parte por profesionales de enfermería especializados (comadronas), bajo supervisión médica. 4. ¿Qué pruebas se realizan en la madre y con qué fin? Se realizan varios análisis de sangre, normalmente uno en cada trimestre, que permitirán determinar aspectos más importantes como el grupo sanguíneo, si existe o no ane- mia, infecciones que podrían ser peligrosas para el feto y diabetes. También se realizarán cultivos de orina, para detectar infecciones asintomáticas que se deben tratar en el embarazo. Al final de la gestación se realiza un cultivo vaginal para descartar la infección por estreptococo B, y si es positivo se administran antibióticos durante el parto para evitar una contaminación del recién nacido. 5. ¿Por qué es importante el grupo sanguíneo de la madre? El grupo sanguíneo no es igual en todos los individuos y esto hace que si una persona entra en contacto con hema- tíes (glóbulos rojos) que no son de su mismo grupo pueda rechazarlos. Aunque el grupo sanguíneo está formado por varios componentes, el más importante para el embarazo es el que conocemos como Rh, especialmente si la madre es Rh negativo y el padre es Rh positivo. En caso de que el feto herede el grupo del padre y sea Rh positivo, en el momento del parto la madre entrará en contacto con su sangre y fabricará anticuerpos contra hematíes Rh positivo. Si la madre vuelve a quedar embarazada y el nuevo hijo es Rh positivo los anticuerpos de la madre destruirán los del feto produciéndole una anemia fetal grave, enfermedad conocida como anemia hemolítica perinatal. La forma de prevenir esta complicación es administrar a las madres Rh negativas una vacuna que impide que la madre forme anti- cuerpos contra Rh positivo en los partos. Con esta medida se ha conseguido erradicar casi de forma total esta enfer- medad, que antes de 1970 producía un elevado número de pérdidas de embarazos. En caso de que la madre sea Rh positivo no existe ningún riesgo de este tipo, independien- temente del grupo del padre. 6. ¿Qué es la anemia en el embarazo y cómo se trata? Es una reducción en la cantidad de hemoglobina y de he- matíes en sangre. No es una complicación grave, pero si es importante puede producir síntomatología, fundamental- mente cansancio y taquicardia. Una proporción alta de em- barazadas presentan anemia por aumento del consumo de hierro, y es importante descartar su presencia con análisis de sangre periódicos, y en caso de que se considere nece- sario, dar suplementos de hierro para prevenirla o tratarla. 7. ¿Qué infecciones son las más comunes y cómo se detectan? ¿Deberían tomarse algunas precauciones? Las que se estudian en todas las embarazadas son la rubéola, hepatitis B, la sífilis y la toxoplasmosis. También se estudia el virus de la inmunodeficiencia humana. Excepto la rubéola, todas son infecciones tratables; pueden afectar gravemente al feto o transmitirle la enfermedad al recién nacido, y por tanto es obligatorio conocer el estado de la madre al respecto ya que existen tratamientos efectivos para proteger al feto. 8. ¿Qué es la toxoplasmosis? Es una infección por un protozoo que se transmite habitual- mente por comer carne poco hecha o embutidos. Es una enfermedad inofensiva para un adulto, pero potencialmen- te peligrosa para un feto. Es muy raro contagiarse durante el embarazo, pero si fuese así debe realizarse un estudio para saber si el feto está infectado, y en este caso realizar un tra- tamiento. Si la madre ha pasado la enfermedad ya tiene an- ticuerpos y por tanto no es necesario tomar medidas en el embarazo.Laformadesaberlosonlosanálisisdesangrepara estudiar si existen anticuerpos contra la toxoplasmosis. 9. ¿Qué es la diabetes gestacional? ¿Cómo se detecta y cómo se trata? Aunque recibe este nombre, no es la misma enfermedad que la diabetes en niños o adultos. Por los cambios hormo- nales del embarazo, entre un 7% y un 10% de embarazadas pueden desarrollar una cierta intolerancia al azúcar, produ- Figura 1. Células germinales Espermatozoide Óvulo Las células germinales se encargan de la reproducción del ser humano. Son el espermatozoide (masculino) y el óvulo (femenino). Ambas llevan sólo la mitad de cromosomas (23), de modo que al fusionarse entre sí completan el número normal de cromosomas (46).
  • 183. 183 cida por un aumento de resistencia a la insulina. Esto con- duce a una elevación de azúcar en sangre (glucemia), que en casos graves podría afectar al crecimiento y maduración del feto. En la gran mayoría de casos se trata de una altera- ción benigna que puede tratarse con dieta y controles de glucemia; y raramente es necesario administrar insulina. Es una complicación que desaparece después del parto en la práctica totalidad de las embarazadas. La salud reproductiva y el embarazo Figura 2. Ovarios, trompas y útero Fondo uterino Cuello del útero Vagina Trompas de Falopio Ovarios Fondos de saco vaginales Sección lateral Sección media Capa serosa Capa muscular Capa mucosa Fondos de saco vaginales Los ovarios son las glándulas sexuales femeninas. Fabrican los óvulos y se comunican con el útero a través de la trompas uterinas o trompas de Falopio. Éstos son dos conductos que recogen el óvulo una vez liberado del ovario y lo transportan al útero. El útero (también denominado matriz) es una estructura hueca, muscular, situada en la pelvis por detrás de la vejiga urinaria y por delante del recto. En su parte inferior comunica con la vagina.
  • 184. LIBRO DE LA SALUD 184 10. ¿Qué pruebas se realizan para detectar problemas en el feto y con qué fin? El principal problema que puede tener un feto son las mal- formaciones, que pueden ocurrir en un 4% de los emba­ razos. Afortunadamente la mitad de éstas son menores, es decir, de poca relevancia, pero la otra mitad son mayores. Su detección es el objetivo fundamental del control con ecografía del embarazo. El segundo problema, mucho menos frecuente, son las anomalías cromosómicas, que pueden ocurrir en uno de cada 200 ó 300 embarazos. La más conocida es el síndrome de Down, o trisomía 21 (tres cromosomas en el par 21), y constituye el 90% de los casos. Aunque general- mente las anomalías cromosómicas se presentan junto a malformaciones, y por tanto pueden ser detectadas por ecografía, el síndrome de Down puede pasar inadvertido. Por este motivo se realizan una serie de pruebas encamina- das a la detección prenatal de estos casos. 11. ¿Qué es la amniocentesis genética? ¿Por qué no se practica una amniocentesis a todas las embarazadas? La amniocentesis es la obtención de una pequeña canti- dad de líquido amniótico para analizarlo. Cuando se rea- liza para estudiar los cromosomas del feto se denomina genética. Se realiza a las quince semanas de gestación, permite tener un resultado preliminar en uno o dos días, pero siempre debe esperarse al resultado definitivo, ge- neralmente en tres semanas. Como hemos comentado, son mucho más frecuentes las malformaciones o enfer- medades fetales que las alteraciones cromosómicas. La amniocentesis permite detectar sólo estas últimas, es una prueba relativamente costosa y tiene un riesgo de pérdida del embarazo de casi el 1%. Si se practicase una amniocentesis a todas las embarazadas en España se pro- ducirían más de 4.500 pérdidas de embarazo de fetos que no presentaban ningún problema. 12. ¿Hay otras pruebas de diagnóstico prenatal además de la amniocentesis? Se puede realizar una biopsia de corion, que se practica a las doce semanas y permite disponer de resultados antes. En manos expertas tiene una tasa de pérdida del emba- razo casi igual a la amniocentesis. No se puede realizar en toda la población por las mismas razones expuestas para la amniocentesis. 13. ¿En qué consiste el screening (o cribado) de anomalías cromosómicas? Como no se pueden practicar procedimientos invasivos a toda la población, se utilizan combinaciones de facto- res de riesgo que permiten detectar casi el 90% de los casos realizando pruebas invasivas sólo al 5% de la po- blación. Estos factores combinados incluyen la edad ma- terna, niveles de hormonas del embarazo en sangre y la medición ecográfica de algunas características del feto a las doce semanas. Los datos se introducen en programas estadísticos que permiten detectar el grupo de pacientes con un riesgo más alto de presentar una anomalía cro- mosómica, y hacer pruebas invasivas sólo en este grupo. Es de esperar que en los próximos años la capacidad de diagnóstico sin recurrir a pruebas invasivas sea cada vez mayor y se llegue a detectar prácticamente la totalidad de casos. Ecografías realizadas en el primer y segundo trimestre, respectivamente.
  • 185. 185 14. Entonces, ¿la edad materna no es un criterio para practicar una amniocentesis? Aunque es cierto que a más edad, mayor riesgo, no lo es de forma aislada, sino que es un factor más en la fórmula de cálculo. Por ejemplo, al valorar todos los factores, una paciente de 40 años puede tener un riesgo final más bajo que una paciente de 25 años. 15. ¿Cuál es el objetivo fundamental de una ecografía? Detectar problemas fetales, principalmente malformacio- nes o signos que indiquen que podría haber una anomalía en los cromosomas. Por tanto, es una prueba médica de gran importancia. 16. ¿Cuántas ecografías son verdaderamente imprescindibles? Las ecografías que verdaderamente aportan un valor son las del primer y segundo trimestre. En España se suele ha- cer una en el tercer trimestre, pero en la mayoría de países europeos no se realiza porque se ha demostrado que no aporta ningún beneficio. La del primer trimestre sirve para establecer el nú- mero de fetos, confirmar el tiempo de embarazo y deter- minar las características del feto en ese momento. Bien realizada, esta ecografía permite detectar hasta el 70% de malformaciones. En ella se obtienen las mediciones que se utilizan para calcular el riesgo de alteraciones cromosómi- cas, por ejemplo la traslucencia nucal (el grosor que tiene la piel de la nuca del embrión). La del segundo trimestre, también llamada mor- fológica, tiene como principal objetivo detectar malfor- maciones fetales. Es la exploración rutinaria más difícil de toda la obstetricia y, por tanto, es muy importante que sea realizada por personal adecuadamente entrenado. 17. ¿Si el feto presentase algún problema, se puede tratar? Hace treinta años el feto prácticamente no existía en medicina, y en este momento se dispone de una subespecialidad que ya es la parte más importante de la obstetricia, denominada me- dicina fetal. En menos de dos décadas se ha pasado de palpar la posición fetal desde fuera a poder ver por ecografía detalles muy pequeños de la anatomía y función de los órganos del feto, y esta capacidad irá en aumento. Muchas enfermedades o malformaciones fetales no tienen todavía tratamiento, pero unnúmerocadavezmayorsí,yestaposibilidaddetrataralfeto seconocecomoterapiafetal.Lostratamientosfetalessoncada vez más complejos: el ejemplo más altamente desarrollado es la cirugía fetal, que se realiza en un pequeño número de hospi- tales en Europa, entre ellos el Hospital Clínic de Barcelona. 18. La mayoría de pruebas en la madre y en el feto se hacen antes de la primera mitad del embarazo. Después, ¿cómo se sabe que el feto crece y está bien? La mejor manera de controlar el crecimiento y bienestar de un feto es la medida de la altura uterina y la presencia de movi- mientos fetales. La altura uterina es la distancia del borde su- perior del útero sobre el pubis, que se mide con cinta métrica encadavisita.Losmovimientosfetaleslosnotalamadredesde las 24 semanas (cinco meses y medio) en el primer embarazo y un poco antes (20-22 semanas) en los siguientes. Los movi- mientos son más intensos cada vez y se notan varias veces al día (más de noche), y sólo disminuyen un poco en frecuencia hacia el final del embarazo. Estudios en miles de embarazadas han demostrado que no hay ninguna prueba que mejore los resultadosdeestosdosdatostansencillos.Siunfetosemueve y el útero crece, las cosas evolucionan bien casi siempre. 19. ¿Qué es la monitorización fetal? ¿Debe realizarse en todos los embarazos? Es una prueba que recoge la frecuencia cardíaca fetal y la presencia o no de contracciones y las registra en un papel térmico. Se puede utilizar durante el parto o antes de éste para comprobar el bienestar fetal. Los fetos en buen esta- do tienen un patrón de frecuencia cardíaca característico, que se altera en casos de falta de oxígeno. En embarazos de bajo riesgo, estudios en miles de pacientes han demostrado que su utilización no aporta beneficios sobre el simple con- trol de movimientos fetales. Sin embargo, a partir de las 41 semanas de embarazo, y siempre que exista riesgo, es una prueba muy útil para el control del bienestar fetal. 20. ¿Qué es la prematuridad y cuáles son sus principales consecuencias? ¿Se puede detectar o prevenir? Se considera que un embarazo ha llegado a término cuando supera las 37 semanas (tres semanas antes de los nueve me- ses). Un recién nacido prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas. Entre 32 y 37 semanas se considera prema- turidad moderada, y por debajo de 32 semanas, prematuri- dad extrema. Los resultados en la actualidad han mejorado de forma espectacular, pero aun así sigue siendo una de las principales causas de problemas de desarrollo posnatal. En aproximadamente la mitad de los casos, la prematuridad La salud reproductiva y el embarazo
  • 186. LIBRO DE LA SALUD 186 Figura 3. Abdomen de una mujer embarazada Placenta Cordón umbilical Bolsa amniótica Líquido amniótico Feto Vejiga urinaria Cuello uterino Vagina Recto Útero Columna vertebral Intestino Estómago Hígado El feto, desde el período embrionario hasta el momento del parto, crece en el interior del útero, que llega a ocupar la mayor parte de la cavidad abdominal femenina. El cordón umbilical une al feto con la placenta, estructura que asegura la llegada de sangre y nutrientes durante toda la gestación. El feto está rodeado de una bolsa (bolsa amniótica), que contiene el líquido amniótico, cuya función es proteger al feto de lesiones externas, cambios de temperatura y otras agresiones.
  • 187. 187 se deriva de un problema que obliga a acabar el embarazo (por ejemplo, una enfermedad de la madre). En la otra mitad se produce por una complicación conocida como amenaza de parto prematuro, con el inicio de contracciones antes de llegar a término, que puede aparecer de forma aislada o aso- ciada a una rotura prematura de membranas. No se conoce todavía por qué algunas mujeres presentan este problema. Por el momento no se dispone de formas efectivas para detectar o tratar los casos que presentarán un proble- ma de parto prematuro, pero se espera que en los próxi- mos años aparezcan algunas mejoras en este campo. 21. ¿La presencia de contracciones antes de los nueve meses es siempre anormal o peligrosa? No. A partir del tercer trimestre del embarazo el útero pre- senta contracciones leves, de poca duración e intensidad, llamadas contracciones de Braxton-Hicks, que son fisioló­ gicas. Sólo si las contracciones son de parto, es decir clara- mente dolorosas, de duración superior o cercana a un mi- nuto y sobre todo regulares, al menos una cada 5 minutos, deben considerarse anormales. 22. ¿Qué es el retraso del crecimiento intrauterino? La placenta es un órgano que se desarrolla con el propio embarazo y se elimina después del parto. Tiene forma de plato y está adherida al útero materno de forma que actúa como una estación intermedia por la cual el feto obtiene sus nutrientes y oxígeno de la madre. Por diferentes cau- sas, en ocasiones la placenta no se implanta ni crece de for- ma adecuada, lo cual conduce a una placenta pequeña y a lo que se denomina insuficienciaplacentaria. En estos casos el feto no recibe todo el aporte de nutrientes y oxígeno ne- cesarios, por lo que desarrolla un retraso de crecimiento. En la mayoría de casos el retraso de crecimiento no tendrá consecuencias graves si se detecta y se toman medidas —que incluyen el reposo materno y finalizar el embarazo cuando se crea que el feto estará mejor fuera que dentro de la madre—. Algunos casos son graves y obligan a aca- bar el embarazo mucho antes del término. 23. ¿Qué es la preeclampsia? El embarazo implica la aparición de importantes cambios en el organismo materno para permitir el desarrollo normal del feto.Entremuchosotroscambios,unodelosmásimportantes es que la cantidad de sangre circulante de la madre aumenta de 5 hasta 7 litros. En un individuo normal esto produciría un importante aumento de la tensión arterial, pero los cambios hormonales del embarazo hacen que los vasos sanguíneos cambiensuformadefuncionamientohabitualysucedaexac- tamente lo contrario, que la tensión baje para permitir traba- jar al corazón de forma más relajada. Por diferentes causas, en una pequeña proporción de embarazos, el organismo mater- no no puede conseguir que los vasos sanguíneos se adapten de forma adecuada y se produce una reacción completamen- te opuesta, los vasos sanguíneos se contraen y esto conduce aunaumentodelapresiónarterial,esdecir,unahipertensión. Esta hipertensión no tiene nada que ver con la hipertensión del adulto, sino que se trata de la manifestación más visible de una enfermedad compleja que afecta a la mayoría de ór- ganos. A este problema se le denomina preeclampsia y la for- ma de distinguirla de la hipertensión simple es la presencia de proteínas en la orina (proteinuria), signo que indica que nos hallamos ante una preeclampsia. En la Antigüedad esta enfermedad evolucionaba a una forma más grave, que se co- noce como eclampsia,y era la causa más frecuente de muerte materna. En la actualidad esto no sucede prácticamente nun- ca, dado que la preeclampsia es una enfermedad que puede controlarse de forma adecuada evitando los problemas gra- ves en la madre. Lamentablemente, la única forma eficaz de tratar la preeclampsia es finalizar el embarazo, lo que obliga en ocasiones a extraer fetos muy prematuros (de más bajo peso) con el fin de garantizar la salud materna. La preeclampsia se produce por diferentes causas. Los casos más precoces (antes de los siete u ocho me- ses), y por tanto los más graves, se producen casi siempre como una reacción del organismo materno a una mala implantación placentaria. Por tanto, es muy habitual que la ­preeclampsia y el retraso de crecimiento fetal precoces aparezcan como dos problemas asociados. Los casos tar- díos (a partir de los ocho meses) suelen ser por otras causas, generalmente maternas; por ejemplo, las pacientes obesas o con hipertensión arterial previa al embarazo tienen más riesgo de preeclampsia. Los casos de preeclampsia tardía suelen ser por tanto más benignos que los casos precoces y casi nunca se acompañan de retraso de crecimiento. 24. ¿El embarazo gemelar es normal? ¿Todos los embarazos gemelares son iguales? Un embarazo gemelar aumenta el riesgo de complicaciones maternas, pero sobre todo el riesgo de prematuridad. Aunque nodebedramatizarse,elembarazogemelarnoesunembarazo normal y debe controlarse como un embarazo de alto riesgo. Los embarazos gemelares se clasifican de dos formas: según la cigosidad y la corionicidad. Se llaman dicigóticos La salud reproductiva y el embarazo
  • 188. LIBRO DE LA SALUD 188 cuando provienen de dos óvulos fecundados por dos esper- matozoides diferentes: en este caso en terminología no mé- dica se habla de mellizos. Son monocigóticos si un óvulo ini- cialmente fecundado por un espermatozoide se divide en dos más tarde: son los gemelos idénticos. Estas diferencias son de interésparalosprogenitores,peronotienenrelevanciaclínica. La segunda clasificación, la corionicidad, sí es muy importante desde un punto de vista de los riesgos. Un embarazo geme- lar puede ser bicorial si cada feto tiene su propia placenta, o monocorialsilacomparten.Losgemelosmonocorialestienen importantes riesgos añadidos por el hecho de compartir la placenta (el más conocido de ellos, la transfusión feto-fetal). Es fundamental diagnosticar en la primera ecografía (a las doce semanas) si el embarazo gemelar es bicorial o monocorial, ya que en este último caso el control deberá ser mucho más es- tricto. Afortunadamente, en la actualidad las complicaciones de la gestación monocorial son tratables por cirugía fetal con buenos resultados en la gran mayoría de casos. 25. ¿Qué es un parto natural? Aunque todo parto por definición es un proceso natural, se ha utilizado este término para definir un modelo de par- to poco medicalizado. En los años sesenta los resultados del parto eran todavía muy malos, y la introducción de una dirección médica del parto permitió mejorarlos de forma espectacular. Los avances del conocimiento han permitido saber que en realidad en muchos partos se podían conse- guir buenos resultados con muy poca medicalización, y que ésta debía reservarse a los casos de alto riesgo, en los que sigue siendo necesaria. La persistencia de este mode- lo altamente intervencionista en países del sur de Europa ha hecho surgir algunos movimientos que defienden un modelo de parto mínimamente medicalizado y que se ha venido a llamar parto natural, y que, en un contexto hospi- talario, se ofrece en muy pocos centros públicos. Así, por ejemplo, el Hospital Clínic de Barcelona dis- pone de un programa pionero denominado parto natural hospitalario por el que todas las gestantes de bajo riesgo siguen un modelo de parto mínimamente medicalizado, con un entorno más humanizado, amplia libertad de movi- mientos y mínima instrumentación durante la dilatación y el parto. Se pretende que la totalidad de las gestantes puedan acceder a este modelo más moderno del manejo del par- to, pero sin perder la seguridad de un entorno hospitalario, necesario para garantizar una rápida respuesta en caso de complicaciones urgentes, que son muy raras pero posibles aunque el parto sea de bajo riesgo. 26. ¿La cesárea es buena o es mala? La cesárea salva la vida de miles de fetos y de algunas ma- dres cada año. Por tanto, su beneficio está fuera de toda duda. Sin embargo, es una técnica quirúrgica, y como tal, su aplicación en casos no indicados puede aumentar las complicaciones sin incrementar los beneficios. 27. ¿Se practican demasiadas cesáreas? En general, se considera que la tasa ideal se debería situar alre- dedoropordebajodel20%.LospaísesdelsurdeEuropatienen tasas de cesáreas más altas que los centroeuropeos o nórdicos. Las razones de estas diferencias no son sencillas de analizar, pues implican aspectos de diversa índole, desde los profesio- nales hasta los relacionados con la cultura general sanitaria en los países del sur de Europa: por ello deberían evitarse algunas aproximaciones simplistas que con frecuencia se leen en dife- rentes medios. En todo caso, es cierto que las tasas por encima del 22% son mejorables; esto implica un trabajo a largo plazo que permita cambiar actitudes ante determinadas situaciones tantodelosprofesionalescomodelaspropiaspacientes. 28. ¿Cuáles serán los grandes avances del futuro en salud reproductiva y embarazo? Los más previsibles serán la detección precoz y prevención de las complicaciones perinatales, mediante la realización de pruebas analíticas y ecográficas que permitirán identificar a las pacientes de muy alto riesgo y establecer tratamientos preven- tivos. La otra gran revolución, todavía a mitad de camino, es la exploracióndelfetomediantetécnicasdeimagen.Enlospróxi- mosaños,lacapacidadactual,yamuydesarrollada, aumentará deformaexponencial.Estohadepermitirunamayordetección de los problemas prenatales y el diseño de nuevos tratamien- tos, en una de las especialidades más nuevas pero con más fu- turoenlassociedadesdesarrolladas:lamedicinafetal. Glosario Altura uterina: distancia del borde superior del útero sobre el pu- bis, que se mide con cinta métrica en cada visita. Amniocentesis genética: obtención de una pequeña cantidad de líquido amniótico para estudiar los cromosomas del feto. Se realiza a las quince semanas de gestación y permite tener un re- sultado preliminar en uno o dos días, aunque siempre debe espe- rarse al resultado definitivo, generalmente en tres semanas. Anemia del embarazo: reducción en la cantidad de hemoglobi- na y de hematíes en sangre. Una proporción alta de embarazadas presenta anemia por aumento del consumo interno de hierro.
  • 189. 189 Anomalías cromosómicas: pueden darse en uno de cada dos- cientos o trescientos embarazos. La más conocida es el síndrome de Down o trisomía 21 (tres cromosomas en el par 21), pues supo- ne el 90% de los casos. Cribado de anomalías cromosómicas: análisis de combinacio- nes de factores de riesgo que permiten detectar casi el 90% de casos realizando pruebas invasivas sólo al 5% de la población. Es- tos factores combinados incluyen la edad materna, los niveles de hormonas del embarazo en sangre y la medición ecográfica de algunas características del feto a las doce semanas. Diabetes gestacional: elevación del nivel de azúcar en san- gre (glucemia) durante el embarazo, que en casos graves po- dría afectar al crecimiento y maduración del feto. En general se trata de una alteración benigna que puede tratarse con dieta y controles de glucemia, y raramente es necesario administrar insulina. Desaparece después del parto en la práctica totalidad de las embarazadas. Embarazo gemelar dicigótico: embarazo que proviene de dos óvulos fecundados por dos espermatozoides diferentes. En este caso, en terminología no médica se habla de mellizos. Embarazo gemelar monocigótico: embarazo que proviene de un óvulo inicialmente fecundado por un espermatozoide, y que se divide en dos más tarde. Corresponde a los gemelos idénticos. Incompatibilidad sanguínea: el grupo sanguíneo no es igual en todos los individuos; esto provoca que si una persona entra en contacto con hematíes (glóbulos rojos) que no son de su mismo grupo pueda rechazarlos. Monitorización fetal: prueba que registra la frecuencia cardíaca fe- talylapresenciaonodecontraccionesenunpapel.Sepuedeutilizar durante el parto o previamente para comprobar el bienestar fetal. Parto natural: aunque todo parto por definición es un proceso natural, se ha utilizado este término para definir un modelo de parto poco medicalizado, con un entorno más humanizado, am- plia libertad de movimientos y mínima instrumentación durante la dilatación y el parto. Preeclampsia: aumento de la tensión arterial durante el embara- zo, que no tiene nada que ver con la hipertensión del adulto. Se trata de la manifestación más visible de una enfermedad comple- ja que afecta a la mayoría de los órganos. La forma de distinguirla de la hipertensión simple es la presencia de proteínas en la orina (proteinuria) en el caso de preeclampsia. Prematuridad: se considera que un embarazo ha llegado a térmi- no cuando supera las 37 semanas (tres semanas antes de los nueve meses). Un recién nacido prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas. Entre 32 y 37 semanas se considera prematuridad mo- derada, y por debajo de 32 semanas, prematuridad extrema. Retraso del crecimiento intrauterino: anomalía debida a que la placenta no se implanta ni crece de forma adecuada, lo que pro- voca una placenta pequeña e insuficiencia placentaria; el feto no recibe todo el aporte de nutrientes y oxígeno necesarios, por lo que desarrolla un retraso de crecimiento. Toxoplasmosis: infección producida por un protozoo que se transmite habitualmente por comer carne poco hecha o embu- tidos. Es una enfermedad inofensiva para un adulto, pero poten- cialmente peligrosa para un feto. Bibliografía Cedip (Centro de Diagnóstico e Investigaciones Perinatales). Informa- ción general sobre perinatología. http://www.cedip.cl. DissectMedicine.es.Saludreproductiva,fertilidad,embarazoypaternidad. http://www.dissectmedicine.es/?dissect=/salud+reproductiva/Fertil idad%2C+embarazo+y+paternidad. Obgyn.net. Información general sobre obstetricia y ginecología para médicos y pacientes. http://www.obgyn.net. Organización Panamericana de la Salud. «Salud integral de la mujer, salud sexual y reproductiva con énfasis en la reducción de la mor- talidad materna». http://www.ops.org.gt/SFC/Sim/SIM.htm. Sociedad Nacional de Obstetricia y Ginecología. http://www.sego.es. La salud reproductiva y el embarazo • La mayoría de los embarazos son de bajo riesgo, pero una pequeña proporción puede desarrollar complica- ciones, por lo que el control actual se enfoca hacia la intervención mínima posible con la máxima capacidad de detección precoz del problema. • La gran mayoría de problemas pueden tratarse con bue- nos resultados para madre y feto. • La medicina fetal, que se ocupa de la salud y enferme- dades fetales, se ha desarrollado enormemente en los últimos años y en este momento permite tratar al feto como un paciente más. • Un pequeño número de centros en Europa actúan como referencia internacional en cirugía fetal. • Para conseguir unos resultados óptimos es imprescin- dible seguir de forma estricta las recomendaciones y pruebas del embarazo según los protocolos actuales adoptados por las autoridades en salud. Resumen
  • 191. 191 Capítulo 19 La menopausia Dr. Juan Balasch Médico especialista en Obstetricia y Ginecología. Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué hay que saber para entender mejor el proceso de la menopausia? La esperanza de vida actual para las mujeres en las socie- dades occidentales está alrededor de los 80-82 años, mien- tras que la edad en que se produce la menopausia (última menstruación) está por término medio alrededor de los 50 años. Ello significa que la mayoría de mujeres vivirán un tercio de su vida tras el cese de las menstruaciones lo que, junto con el creciente interés por los problemas relaciona- dos con la salud de la mujer, ha hecho que el tema de la menopausia sea en estos últimos años importante motivo de debate, tanto por sus implicaciones en la investigación científica como clínicas, y sociales. Tras el cese de la función normal de los ovarios y la desaparición de las menstruaciones, y principalmente con el proceso concomitante de envejecimiento, la mu- jer puede experimentar una serie de cambios, que si bien pueden incidir sobre la calidad de vida, no tienen por qué ser considerados como patológicos. Por otra parte, aunque la palabra menopausia aparece como un estigma asociado al envejecimiento tras años de vida reproductiva ligada a la juventud, muchos de los cambios atribuidos a la me- nopausia son debidos en realidad al proceso de envejeci- miento de la mujer, aunque coincidentes en el tiempo con la época posmenopáusica. Periódicamenteelaparatogenitaldelamujerexperi- menta una serie de cambios morfológicos y funcionales que La mayoría de las mujeres occidentales entra en la menopausia entre los 45 y los 55 años.
  • 192. LIBRO DE LA SALUD 192 caracterizan el denominado ciclo genital o menstrual y que viene definido por dos hechos fundamentales: la ovulación y la menstruación. El ciclo genital comienza el primer día de la menstruación y acaba el primer día de la regla siguiente. Aunque la duración ideal del ciclo de la mujer es de 28 ± 2 días, se considera normal una duración del ciclo de entre 21 y 35 días. El objetivo esencial del ciclo genital de la mujer es proporcionar periódicamente un óvulo maduro para que pueda ser fecundado. Para ello, en los primeros días del ciclo se inicia el crecimiento en los ovarios de varios folículos ová- ricos (estructuras que contienen en su interior los ovocitos) de los cuales sólo uno llegará a madurar completamente (el resto involucionan, quedando reducidos a estructuras fibro- sas en el interior del ovario). Este crecimiento y maduración de los folículos ováricos es estimulado por la acción de dos hormonas denominadas gonadotrofinas (la FSH u hormona foliculoestimulante y la LH u hormona luteinizante) produ- cidas por la hipófisis (glándula endocrina situada en la base del cerebro). La hormona FSH es esencial para el crecimien- to de los folículos ováricos, mientras que la hormona LH es fundamental para que el ovocito contenido en el interior del folículo llegue a madurar adecuadamente y pueda ser fecundado tras la ovulación. Durante su crecimiento y maduración, el folículo ovárico produce cantidades crecientes de estrógenos, las hormonas femeninas por excelencia. Tras la ovulación (sa- lida del ovocito del interior del folículo), el folículo ovárico convertido ahora en una estructura denominada cuerpo amarillo produce no sólo estrógenos, sino también pro- gesterona, hormonas que pasan a la sangre. La creciente producción de estrógenos por parte del ovario durante el desarrollo folicular induce la formación y crecimiento de la membrana (denominada endometrio) que recubre inte- riormente el útero y que se había descamado en la mens- truación anterior. La función de la progesterona es conse- guir que el endometrio que ha proliferado por acción de los estrógenos se transforme en un lecho adecuado para la implantación del embrión en caso de que el óvulo que se expulsó del interior del folículo hubiera sido fecundado y se instaure el embarazo. Si no ha habido fecundación, el cuerpo amarillo deja de funcionar al cabo de unos días de formarse y al descender con ello los niveles de estrógenos y progesterona que circulan por la sangre, el endometrio se desprende, la mujer tiene la regla y se inicia un nuevo ciclo. Por tanto, la menstruación no es más que la consecuencia final del funcionamiento cíclico del ovario que a través de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) hace que cada mes el endometrio se desarrolle y prepare por si hay embarazo, y que se descama con la regla si no ha habido fecundación del óvulo (véase figura 1). Figura 1. Regulación del ciclo menstrual HIPÓFISIS Secreción de FSH y LH HIPÓFISIS Freno a la secreción de FSH y LH Secreción de estrógenos y progesterona OVARIOS Crecimiento folicular y ovulación ÚTERO Crecimiento y ulterior descamación del endometrio con la regla (si no hubo fecundación del óvulo y embarazo) FSH (+) LH (-) (-) HIPÓFISIS Aumento de la secreción de FSH y LH HIPÓFISIS Desaparición del freno a la secreción de FSH y LH Descenso marcado de la producción de estrógenos y ausencia de progesterona OVARIOS Agotamiento de folículos ováricos; incapacidad de responder al estímulo de la FSH y LH ÚTERO Atrofia del endometrio y cese de las menstruaciones FSH (+++) LH (+++) (+) Representación esquemática de los mecanismos que regulan el ciclo menstrual y de las relaciones hormonales entre la glándula hipofisaria y los ovarios en la mujer en edad reproductiva (figura izquierda). En la figura de la derecha se representan los cambios hormonales propios de la menopausia como consecuencia del cese del funcionamiento cíclico de los ovarios.
  • 193. 193 Este funcionamiento cíclico del ovario se inicia de forma más o menos progresiva en la pubertad con la aparición de la primera regla (menarquia) y finaliza también progresivamente hasta el establecimiento de la menopausia. Además de los aspectos esenciales del ciclo ovárico, para comprender los procesos asociados al establecimiento de la menopausia, es importante tener en cuenta que entre los ovarios y la hipófisis existe una interconexión funcional muy estrecha de manera que cuando los niveles sanguíneos de hormonas sexuales ováricas (estrógenos y progesterona) son bajos, tal como ocurre tras la menstruación, se produce un estímulo po- sitivo sobre la glándula hipofisaria para que secrete FSH, que estimula el crecimiento de los folículos ováricos. Por el contrario, cuando los niveles de estrógenos y/o proges- terona circulantes en la sangre son altos, se produce una señal negativa sobre la hipófisis de manera que se inhibe la secreción de gonadotrofinas. Es algo similar a lo que ocurre con otras glándulas endocrinas, como por ejemplo el tiroides, que está también bajo el control de la hipófi- sis por acción de la hormona tirotropa (TSH). Cuando los niveles sanguíneos de tiroxina producida por el tiroides son bajos, la hipófisis aumenta su secreción de TSH para estimular la producción tiroidea de tiroxina, y cuando los niveles circulantes de esta hormona son los adecuados, se produce una acción frenadora sobre la liberación de TSH hipofisaria. 2. ¿Qué es la menopausia? ¿Y qué son la pre- y posmenopausia? La palabra menopausia deriva del griego men que quie- re decir ‘mes’, y pausis que significa ‘cese’ o ‘interrupción’. Por ello, este término se emplea para designar el cese permanente de la menstruación y se refiere por tanto a la fecha de la última regla que tuvo la mujer. Lo habitual, sin embargo, es que el cese de las menstruaciones no se produzca de forma brusca, sino que precediendo a la menopausia la mujer tenga ciclos menstruales irregu- lares con faltas transitorias de menstruaciones durante uno o varios meses y luego vuelva a tener la regla (esta fase se conoce como premenopausia y puede durar des- de unos meses hasta 4-5 años). En esta fase de preme- nopausia a veces la mujer conserva su ciclo menstrual regular, pero son ciclos más cortos, de manera que la re- gla se adelanta por ejemplo 4-5 días en relación a lo que ocurría en la fase de plenitud reproductiva y ello se debe a los cambios hormonales que se han iniciado y que aca- barán con el estado hormonal propio de la menopausia. Por ello, existe el consenso de definir la menopausia na- tural sólo cuando la mujer ha estado durante 12 meses sin menstruar y ello ha ocurrido de forma espontánea y en ausencia de patología o intervención médica alguna que pueda explicarlo. Tras la última menstruación se inicia el período denominado posmenopausia que incluye la posmeno- pausia inmediata (período comprendido desde la última menstruación hasta un año después) y la posmenopausia establecida que comprende desde 12 meses tras la última menstruación en adelante. A su vez, el período compren- dido desde más o menos el inicio de la premenopausia, cuando pueden comenzar a alterarse las reglas (o sin que se alteren pero existiendo ya cambios hormonales que indican que se ha iniciado ya la transición hacia el estado menopáusico), hasta el primer año tras la última regla, se denomina perimenopausia. En la figura 2 se presenta un esquema ilustrativo de estos conceptos cronológicos rela- tivos a la menopausia. 3. ¿Qué es la menopausia provocada médicamente? Mientras que la menopausia natural es la consecuencia del cese espontáneo del funcionamiento de los ovarios, la me- nopausia inducida, artificial o yatrogénica es aquella que se produce como consecuencia de la extirpación quirúrgica de las gónadas femeninas (independientemente de que se La menopausia Figura 2. Esquema ilustrativo de las etapas y conceptos cronológicos relativos a la menopausia y climaterio Premenopausia Menopausia (última regla) Edad (años) Perimenopausia Climaterio Posmenopausia 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65
  • 194. LIBRO DE LA SALUD 194 hayaextirpadoonoelúterodurantelacirugía)odebidoala lesión de los ovarios (destrucción de los folículos ováricos) por una intervención médica necesaria como, por ejemplo, la radioterapia o quimioterapia para el tratamiento de un cáncer de la mujer. La extirpación quirúrgica de los ovarios en la mujer suele acompañarse de la extirpación del útero (histerectomía), pero muchas mujeres en edad reproduc- tiva son sometidas a una histerectomía sin extirpación de los ovarios y en este caso, aunque desaparecen las reglas porque la mujer se queda sin útero, los ovarios siguen fun- cionando y por tanto no se producen síntomas propios del estado posmenopáusico. Por otra parte, se dispone actual- mente de medicamentos capaces de frenar la secreción de las hormonas FSH y LH hipofisarias, responsables de que los ovarios funcionen cíclicamente; la mujer se queda así en un estado de menopausia transitoria o reversible que se recupera al cesar la administración del fármaco. 4. ¿Es lo mismo la menopausia que el climaterio? No, aunque a veces ambos términos se emplean incorrec- tamente de manera indistinta. El climaterio constituye un período de la vida femenina de cierta extensión y límites imprecisos que comprende desde que comienza a esta- blecerse la pérdida de la función reproductiva de la mujer hasta la senectud. Durante este período se produce la su- presión progresiva del ciclo menstrual y de la función ová- rica responsable de éste, y se establece finalmente un nue- vo y diferente equilibrio hormonal en la mujer. Por tanto, mientras que la menopausia se refiere a un hecho puntual y se corresponde con la fecha de la última menstruación, el climaterio puede durar años (tanto anteriores como poste- riores a la menopausia) (véase figura 2). 5. ¿Por qué se produce la menopausia? Antes se ha explicado que cada mes se inicia en los ovarios el crecimiento de una serie de folículos ováricos (en plena etapa reproductiva de la mujer se supone que son cientos de ellos), cada uno de los cuales contiene un ovocito en su interior, pero que sólo uno de los folículos llegará a madu- rar completamente y expulsará el óvulo maduro mientras que el resto de folículos sufrirá un proceso de involución y atresia (pierden su estructura y funcionalidad). Ello significa que en cada ciclo genital de la mujer se va perdiendo una importante dotación de folículos ováricos. Hay que tener en cuenta que en la pubertad, cuando la mujer comienza a tener sus menstruaciones, existen en los ovarios alrededor de unos doscientos mil a trescientos mil folículos; pero con el paso de los años se agotan los folículos existentes en los ovarios, cesa con ello la existencia periódica del ciclo geni- tal y la producción de estrógenos y progesterona que ello implica, y ya no hay efecto hormonal que haga crecer pri- mero y desprenderse después el endometrio que recubre el útero. De esta manera se produce el cese permanente de las menstruaciones o menopausia (véase figura 1). Precediendo a este cese definitivo del crecimiento cíclico de folículos en los ovarios, existe una etapa, que se corresponde más o menos con la premenopausia, en la que el crecimiento folicular y/o la ovulación son deficien- tes o incluso llegan a fallar algún mes (con lo cual se altera la producción de estrógenos y/o progesterona), y por esto la mujer tiene con frecuencia alteraciones menstruales que preceden al establecimiento de la menopausia. 6. ¿A qué edad es normal que se produzca la menopausia? La mayoría de las mujeres de las sociedades occidentales tiene la menopausia entre los 45 y los 55 años, con una media en torno a los 50-52 años. Cuando la menopausia se produce después de los 55 años se habla de menopausia tardía, mientras que si se da antes de los 40 años nos refe- rimos a menopausia precoz o prematura, y en este caso se requiere el estudio y tratamiento oportunos. 7. ¿Qué factores influyen en la edad de aparición de la menopausia? Los factores que más influyen en la edad de aparición de la menopausia natural son los genéticos y por ello con fre- cuencia las mujeres suelen tener su última regla a edades similares en las que tuvieron la menopausia sus madres y sus hermanas. Aparte de la genética, el tabaco parece ser La planta de la soja.
  • 195. 195 el único factor que se ha probado que puede afectar a la edad de la menopausia; las mujeres fumadoras suelen te- ner la menopausia de uno a dos años antes que las mujeres no fumadoras. No existe, en cambio, ninguna relación en- tre la edad en que la mujer tuvo su primera regla y la edad de la menopausia, ni tampoco existe relación alguna entre la toma de anticonceptivos orales y el momento en que se produce el cese definitivo de las menstruaciones.Tampoco existe evidencia suficiente para concluir de forma defini- tiva que las mujeres obesas y que han tenido varios hijos tienen la menopausia más tarde que las mujeres de bajo peso y sin hijos. 8. ¿Por qué se produce la menopausia precoz? El cese espontáneo de las menstruaciones antes de los 40 años puede deberse a alteraciones genéticas, proble- mas autoinmunes (en los que el organismo produce anti- cuerpos frente a sus propios componentes, en este caso los ovarios), y también a algunas infecciones (como por ejemplo, la parotiditis o la tuberculosis). Sin embargo, en muchos casos no es posible identificar una causa respon- sable de la menopausia precoz. La forma más frecuente de menopausia precoz es la menopausia inducida, artificial o yatrogénica comentada antes. 9. ¿Cómo se sabe que una mujer puede estar iniciando la menopausia? Tal como se comentó antes, el diagnóstico de menopau- sia natural sólo puede establecerse de forma definitiva cuando la ausencia de menstruación, en una mujer por lo demás sana, se ha prolongado durante 12 meses. Sin em- bargo, la ausencia de la regla durante varios meses, junto con la posible aparición de cambios propios del estable- cimiento de la menopausia, y especialmente los análisis hormonales, pueden contribuir a informar a la mujer, an- tes de que transcurran aquellos 12 meses, de que es pro- bable que esté entrando en el período menopáusico. Los análisis hormonales que sirven para el diagnóstico de la menopausia son la disminución en la sangre de los niveles de estrógenos y progesterona (porque cese la actividad funcional de los ovarios) y la elevación de la FSH (porque al no existir producción hormonal suficiente en los ovarios para frenar la secreción de FSH por parte de la hipófisis, esta glándula endocrina del cerebro aumenta su produc- ción de FSH, y secundariamente también de LH, en un vano intento de activar el funcionamiento de los ovarios) (véase figura 1). Estos análisis hormonales pueden tam- bién ser útiles para valorar indirectamente la capacidad funcional de los ovarios en mujeres que no presenten aún alteraciones menstruales. 10. ¿Puede una mujer volver a tener la regla tras la menopausia? Por definición, una mujer que ha estado un año sin mens­ truaciones y con análisis hormonales propios del estado menopáusico, no puede considerarse ya que pueda vol- ver a tener una regla normal. Cualquier hemorragia ge- nital tras el establecimiento de la menopausia debe ser cuidadosamente estudiada ginecológicamente para des- cartar la posible existencia de una patología responsable del sangrado. 11. ¿Puede una mujer quedar embarazada tras la menopausia? Tras 12 meses de haber cesado las menstruaciones de forma espontánea ya no existe riesgo de embarazo. Sin embargo, aunque la fertilidad disminuye marcadamente a partir de los 40 años de edad y pueden producirse alte- raciones menstruales durante la premenopausia, es acon- sejable la utilización del método anticonceptivo adecuado para cada mujer en estos años previos al establecimiento de la menopausia. 12. ¿Es la menopausia una enfermedad? La menopausia no es ninguna enfermedad. Es un fenóme- no biológico natural que se produce en todas las mujeres: mujeres que están sanas para vivir muchos años después del cese de su función reproductiva. Sin embargo, aun- que la menopausia es un fenómeno universal, cada mujer vive este proceso de manera particular. Para unas muje- res, supone un alivio al cesar sus preocupaciones tanto relativas a evitar un embarazo como a tener la regla en sí misma. Otras, en cambio, lo encajan como un signo de envejecimiento en una sociedad que valora la juventud y la fertilidad. De hecho, el que la mujer se sienta enfer- ma en esta etapa de su vida no depende sólo del cese de funcionalismo de los ovarios, sino que depende también en gran manera de los factores socioculturales y psico- lógicos dentro del proceso vital inevitable del envejeci- miento. Por ello, tanto el entorno (familiar, social, laboral) de la mujer como la estructura de su propio carácter y su actitud psicológica resultan esenciales en este sentido y explican la variable naturaleza, incidencia e intensidad de las manifestaciones asociadas a la menopausia que La menopausia
  • 196. LIBRO DE LA SALUD 196 refieren las mujeres de los diferentes grupos culturales, educacionales y raciales de población. 13. ¿Qué consecuencias tiene para la mujer el cese de las menstruaciones? El cese de las menstruaciones en sí mismo no tiene ningu- na consecuencia negativa para la mujer ya que ello sólo implica que el endometrio que recubre interiormente el útero deja de crecer y descamarse periódicamente al ha- ber cesado el funcionalismo de los ovarios. Es más, hay mu- jeres que se sienten con un mejor estado general debido a que con el cese de los sangrados menstruales mejoran sus reservas de hierro e incluso la concentración sanguí- nea de hematíes (células de la sangre cuyo déficit define la ­anemia). 14. ¿Qué repercusiones puede tener el cese de la función de los ovarios para el organismo femenino? El cese de funcionamiento cíclico de los ovarios implica unos efectos hormonales característicos (esencialmente, una marcada disminución en la producción de estróge- nos y un aumento de las gonadotrofinas) que pueden contribuir a una serie de cambios en el organismo fe- menino. Estos cambios (que con frecuencia se denomi- nan síntomas, aun cuando este término debe reservarse para describir enfermedades y la menopausia no es una enfermedad) no los presentan todas las mujeres, varían en intensidad de una mujer a otra, y no siempre pueden explicarse tan sólo por las variaciones hormonales pro- pias de la menopausia, sino que existen otros factores responsables que actúan en este tramo de edad de la mujer. Sólo las sofocaciones, la sudoración nocturna y di- ficultad para dormir (que pueden ser responsables a su vez de irritabilidad, sensación de cansancio, nerviosismo), y algunos cambios en el aparato genital y urinario (por ejemplo, sensación de sequedad y/o irritación en la vulva y vagina por adelgazamiento de la piel y de las mucosas que pueden ocasionar a su vez molestias al tener relacio- nes sexuales y molestias o dificultad para orinar) pueden atribuirse directamente a la disminución en la produc- ción de estrógenos. Algunos de estos cambios, como, por ejemplo, las sofocaciones tan vinculadas a esta etapa de la vida de la mujer, pueden aparecer ya durante la pre- menopausia cuando comienzan a alterarse los períodos menstruales, y desaparecen en general espontáneamen- te al cabo de un tiempo tras estabilizarse el desequilibrio hormonal que se produce en la transición a la menopau- sia. Y es que, si bien con la menopausia cesa el funciona- miento cíclico de los ovarios, la mujer no se queda con un déficit absoluto de estrógenos, ya que el organismo femenino tiene mecanismos alternativos para producir estas hormonas aunque a un nivel más bajo que durante la etapa reproductiva. A pesar de que los estrógenos tienen una acción fi- siológica clara y beneficiosa sobre los huesos y las arterias de la mujer, el cese de la función de los ovarios a una edad propia de la menopausia natural no es el responsable úni- co y directo del aumento de patología ósea (osteoporosis o disminución de la densidad del hueso, que se hace más po- roso, con aumento del riesgo de fractura) y cardiovascular (alteraciones del colesterol, arteriosclerosis, hipertensión arterial) que se observa en la mujer a partir de los 50-55 años, y que se deben esencialmente al proceso de enve- jecimiento en sí mismo y a la existencia de enfermedades concomitantes. 15. ¿Qué mujeres necesitan tratamiento debido a la menopausia? Ya se comentó anteriormente que muchas mujeres no ex- perimentan los cambios asociados al establecimiento de la menopausia con la intensidad y/o la duración suficientes como para requerir tratamiento. El denominado tratamiento hormonal (TH) en la pos- menopausia,queconsisteenlaadministracióndeestrógenos y progesterona (o de estrógenos solos si a la mujer se le ex- tirpó el útero previamente), está indicado esencialmente en aquellas mujeres con problemas importantes de sofocacio- nes y/o sequedad vaginal que dificultan su actividad diaria y alteran su calidad de vida. En estos casos el tratamiento debe realizarse con la dosis más baja que resulte efectiva y durante el menor tiempo posible ya que la TH durante más de cuatro o cinco años tiene riesgos para la salud de la mujer (por ejem- plo, aumento del riesgo de cáncer de mama, trombosis ve- nosa y embolias pulmonares, infarto de miocardio, trombosis cerebral y enfermedades de la vesícula biliar). En cambio, en las mujeres con menopausia precoz es obligado elTH para no privar a la mujer, antes de tiempo, de los efectos beneficiosos que los estrógenos tienen sobre los huesos y las arterias y en estoscasoseltratamientodebeprolongarsealmenoshastala teóricaedaddelamenopausianatural.Apartedeestasdossi- tuaciones no existe actualmente ninguna otra indicación del TH como terapéutica de primera línea, si bien en mujeres con menopausia reciente y alto riesgo de osteoporosis y fractura,
  • 197. 197 puede emplearse excepcionalmente el TH si no se toleran o resultan ineficaces otros tipos de terapéutica y la mujer de- bidamente informada acepta los riesgos y beneficios de este tratamiento a medio o largo plazo. Lo que toda mujer debe tener en cuenta es que la menopausia representa un momento idóneo para hacer un balance general de su estado de salud y calidad de vida y mejorarlos, si cabe, mediante un adecuado control médi- co y la implementación de las medidas oportunas relativas a la dieta (por ejemplo, pobre en grasas, con aporte sufi- ciente de calcio —es recomendable 1,5 g/día en la mujer menopáusica—), ejercicio y estilo de vida (por ejemplo, andar, exponerse al sol), supresión de hábitos tóxicos (por ejemplo, tabaco, café en exceso, alcohol), etc. 16. ¿Son útiles los denominados tratamientos alternativos en la mujer menopáusica? Actualmente existe un creciente interés por el uso de las medicinas denominadas complementarias o alternativas en la mujer posmenopáusica, con el objetivo de obtener potencialesbeneficiossinlosriesgosquepuedecomportar el tratamiento hormonal farmacológico. Los dos productos más utilizados son sobre todo las isoflavonas (el tipo más habitual de los denominados fitoestrógenos) y también la Cimicífuga racemosa. Las isoflavonas se encuentran en diferentes vege- tales que forman parte de nuestra dieta habitual pero es- pecialmente en los alimentos derivados de la soja, que se consumen sobre todo en países asiáticos. El empleo de las isoflavonas en las mujeres menopáusicas se basa en la ac- tividad estrogénica débil de estas sustancias y por ello hay mujeres que obtienen alivio de sus sofocaciones cuando toman estos preparados. Sin embargo, no hay una eviden- cia científica definitiva en este sentido y hay mujeres en las que no tienen efecto, lo cual puede depender tanto de la heterogeneidad en la composición de los preparados utili- zados como de las características individuales de cada mujer (absorción y metabolización del producto, tipo de dieta que realiza, etc.). La proteína total de soja con su contenido en isoflavonas puede contribuir a mejorar la salud cardiovascu- lar y por eso la Agencia de Alimentación y Medicamentos norteamericana aprobó el uso de estos nutrientes estable- ciendo que «25 g/día de proteína de soja como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria». Por tanto, es una declara- ción que condiciona este efecto beneficioso en el contexto de mantener una alimentación pobre en grasas. En cambio, no existe evidencia suficiente para asegurar que las isoflavo- nas puedan ser útiles para evitar la pérdida de masa ósea en la mujer y en todo caso esto no puede reemplazar, sino com- plementar, una dieta y estilo de vida adecuados tal como se expuso en el apartado anterior. Aunque existe la creencia generalizada de que los tratamientos alternativos o naturales «no suponen nin- gún peligro para la salud», dada la acción estrogénica de las isoflavonas, hay que ser cautos en su administración a mujeres con antecedentes de cáncer de mama, ya que esta neoplasia es estimulada por los estrógenos. En estos casos, si la mujer tiene sofocaciones, es preferible el uso de los preparados de Cimicífuga racemosa, una planta originaria de Norteamérica pero existente también en Europa y conocida popularmente como black cohosh. La raíz es la parte de la planta utilizada como sustancia medicinal y contiene una serie de principios activos que no tienen una acción estrogénica directa, y son útiles en cambio para reducir los problemas de sofocos y sudo- raciones por su acción en el centro cerebral que regula los cambios de temperatura corporal. En Alemania está aprobado el uso de los extractos de esta raíz para esta La menopausia Unejerciciofísicoadecuado,moderadoyregularesmuyrecomendablepara mejorarelestadodelasalud,tantoantescomodespuésdelamenopausia.
  • 198. LIBRO DE LA SALUD 198 indicación desde hace años. Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento ha comunicado la detección de siete casos de toxicidad hepática en mujeres que to- maban preparados medicinales no comercializados y en dosis muy superiores a las recomendadas, por lo que es aconsejable que su uso sea indicado y controlado por un médico cualificado. Glosario Climaterio: período de la vida femenina de cierta extensión y límites imprecisos que comprende desde que comienza a esta- blecerse la pérdida de la función reproductiva de la mujer hasta la senectud. El climaterio puede durar años (tanto anteriores como posteriores a la instauración de la menopausia). Endometrio: mucosa o membrana que recubre el interior del útero o matriz y que, bajo el influjo de las hormonas (estrógenos y progesterona) producidas por los ovarios, se prepara cada mes para la anidación del embrión en caso de que la mujer haya que- dado embarazada al fecundarse el óvulo que se expulsó del ova- rio aquel mes. En caso de no existir embarazo, el endometrio se desprende y se expulsa con la regla conjuntamente con la sangre menstrual. Folículos ováricos: pequeñas estructuras existentes en los ova- rios, visibles por ecografía como pequeñas formaciones de as- pecto de quiste, cada una de las cuales contiene un óvulo en su interior. Producen las hormonas (estrógenos y progesterona) que preparan el endometrio para la anidación del embrión. En la pu- bertad, cuando la mujer tiene la primera regla, existen entre dos- cientos mil y trescientos mil folículos en los ovarios, mientras que al llegar a la menopausia la población folicular está prácticamente agotada. Hormona foliculoestimulante (FSH): hormona que, producida por una glándula (denominada hipófisis) que está en la base del cerebro, es esencial para estimular el crecimiento de los folículos de los ovarios. La elevación de las concentraciones sanguíneas de FSH tal como ocurre en la menopausia, es un indicador de que los folículos ováricos se han agotado y se ha perdido la capacidad reproductiva de la mujer. Menopausia: deriva del griego men, que quiere decir ‘mes’, y pausis, que significa‘cese’o‘interrupción’. Por ello, este término se emplea para designar el cese permanente de la menstruación y se refiere por tanto a la fecha de la última regla que tuvo la mujer. Constituye un hecho puntual dentro del período de la vida feme- nina denominado climaterio. Bibliografía Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.«Restricciónde las indicaciones terapéuticas de la terapia hormonal de sustitución en la menopausia». http://www.fitec.ull.es/docs/23en04.htm. Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos. Monografía sobre salud de la mujer y menopausia. http://www.nhlbi.nih.gov/ health/prof/heart/other/wm_menop.pdf. Saludelamujer.com.Guíadeprácticaclínicaenmenopausiaypostmeno- pausia. http://www.saludelamujer.com/menopausia/index2.htm. Sociedad Norteamericana de Menopausia. Guía sobre la menopausia. http://www.menopausia.org/scripts/menopause.dll/Guia_Menopausia_ Cover_Page.htm. Womenshealth.gov. Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Menopausia. http://www.4woman.gov/search/ siteresults.cfm?criteria=menopause&searchtype=site&x=27&y=10. • La menopausia corresponde a la fecha de la última regla de la mujer, que se da por término medio alrededor de los 50-52 años como consecuencia del cese de la activi- dad funcional cíclica de los ovarios propia de la época reproductiva femenina. • Lamenopausianoesningunaenfermedadyaunqueelcese de funcionamiento cíclico de los ovarios implica unos efec- tos hormonales que pueden contribuir a que la mujer ex- perimente algunos cambios en su organismo, que sesienta enferma en esta etapa de su vida no depende sólo del cese de funcionalismo de los ovarios, sino también en gran ma- neradelosfactoressocioculturalesypsicológicosdentrodel proceso vital inevitable del envejecimiento. • El tratamiento hormonal (estrógenos y progesterona) en la menopausia no debe ser universal y debe limitarse esencialmente a las mujeres en las que las sofocaciones y/o la sequedad vaginal alteren de forma importante su calidad de vida. En estos casos el tratamiento debe ad- ministrarse en la dosis más baja que resulte efectiva y durante el menor tiempo posible. • Los denominados tratamientos alternativos o comple- mentarios para la menopausia pueden ser útiles en al- gunas mujeres, pero en ningún caso pueden suplir a la implementación de medidas adecuadas referidas a la dieta y estilo de vida de la mujer. Resumen
  • 199. 199 1. ¿Qué es el envejecimiento? Es un proceso fisiológico, progresivo y universal determi- nado por factores genéticos, psicológicos y sociales y en el que influyen decisivamente factores externos como la dieta, el contacto con tóxicos, la presencia de enferme- dades crónicas y la falta de ejercicio, entre otros. Durante este proceso se produce un deterioro de las funciones del organismo que convierte a los ancianos sanos en frágiles, lo que incrementa su vulnerabilidad para sufrir enfermeda- des y finalmente morir. 2. ¿El ritmo de envejecimiento es igual en todas las personas? No. El envejecimiento es un proceso que puede variar mucho de un individuo a otro e incluso en un mismo in- dividuo según los órganos. Ello es debido al papel que desempeñan los factores externos mencionados (hábitos saludables, hábitos tóxicos, enfermedades, etc.). De la in- teracción entre genética y factores externos se derivará un envejecimiento normal o saludable, o patológico. 3. ¿Qué entendemos por envejecimiento saludable? El que consigue que las funciones físicas y mentales del in- dividuo se deterioren sólo en la etapa final de la vida, limi- tando así el período de dependencia del anciano a la fase final de su vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) Capítulo 20 El envejecimiento Dr. Emilio Sacanella Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Alfonso López-Soto Médico especialista en Medicina Interna. Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona utiliza el concepto de envejecimiento activo o libre de dis- capacidad en lugar de envejecimiento saludable, haciendo referencia a la optimización de las oportunidades de salud, entendida como bienestar físico, mental y social, partici- pación y seguridad, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que la persona envejece. Para alcanzarlo debemos promover la salud y prevenir las enfermedades durante todo el ciclo vital. La actividad física regular es necesaria para mantener en óptimas condicionesdefuncionamientoelaparatocardiovascular,elrespiratorio y el musculoesquelético.
  • 200. LIBRO DE LA SALUD 200 4. ¿Qué es un anciano dependiente? Es una persona que por el motivo que sea ha perdido su autonomía funcional (independencia), por lo que requiere ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria (comer, lavarse, vestirse, caminar), y que ha perdido el con- trol de los esfínteres (incontinencia urinaria y/o fecal). La si- tuación de dependencia puede ser reversible o no según la enfermedad que la haya producido (por ejemplo: fractura de fémur o demencia, respectivamente) y es más frecuente a medida que se envejece (véase tabla 1). 5. ¿Qué se puede hacer para envejecer mejor? Obviamente, la carga genética que condiciona nuestro en- vejecimiento no es modificable, pero sí los factores exter- nos (dieta, tabaquismo, etc.) que al incidir sobre la primera determinan cómo envejecemos. Estas medidas se resu- men en evitar hábitos insanos y promover hábitos saluda- bles, además de realizar una detección precoz de enferme­ dades. La adopción de estas medidas durante toda nuestra existencia nos permitirá prolongar la esperanza de vida libre de discapacidad. 6. ¿Existe relación entre la alimentación y el envejecimiento saludable? Sí. Existe una clara relación entre dieta y desarrollo de enfermedades crónicas muy recurrentes en los ancianos, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o la hi- percolesterolemia. Por lo tanto, una dieta adecuada pue- de prevenir el desarrollo de éstas y otras enfermedades. Además, debemos recordar que las necesidades nutricio- nales de los ancianos son similares a las de los jóvenes excepto en la ingesta calórica, de forma que la dieta del anciano debe ser tan rica y variada como la del joven para prevenir el desarrollo de deficiencias nutricionales. Un buen modelo nutricional es la dieta mediterránea, que se basa en el elevado consumo de frutas, verduras, legum- bres, cereales, frutos secos y pescado, la utilización de aceite de oliva y el escaso consumo de grasa saturada y carne roja. 7. ¿Existe relación entre la actividad física y el envejecimiento saludable? Sí. La actividad física regular es necesaria para mantener en óptimas condiciones de funcionamiento el aparato cardiovascular, el respiratorio y el músculo-esquelético, lo que se asocia a una franca reducción de la mortalidad glo- bal y de la de causa cardíaca (25%). Además, retrasa el de- terioro funcional y mejora el estado mental y emo­cional. Sin embargo, más de la mitad de la población mayor de 65 años es físicamente inactiva. Una actividad física de inten- sidad moderada, como caminar o nadar treinta minutos al día, es suficiente para mejorar nuestra salud, aunque la combinación de ejercicios de flexibilidad, equilibrio y re- sistencia sería la actividad física óptima recomendada a los ancianos. 8. ¿Existe relación entre el riesgo vascular de un individuo y la probabilidad de alcanzar un envejecimiento saludable? Sí. El riesgo vascular de un paciente es la probabilidad de padecer una complicación cardiovascular futura, especial- mente la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio o la trombosis cerebral. Estas enfermedades suponen una de las primeras causas de discapacidad y muerte en los an- cianos y están directamente relacionadas con la presencia de factores de riesgo vascular como la hipertensión arte- rial, la diabetes, el aumento del colesterol y el taba­quismo. Es fundamental la detección precoz y el tratamiento ade- cuado (ejercicio físico diario y dieta y fármacos cuando sea preciso). Esto es especialmente importante cuando coexisten varios factores de riesgo en la misma persona (véase tabla 2). TABLA 1. Esperanza de vida (EV) y esperanza de vida sin discapacidad (EVSD) según el sexo, en personas entre los 65-85 años de vida en España (porcentaje) Edad EV (hombres) EV (mujeres) EVSD (hombres) EVSD (mujeres) 65 16,0 20,0 11,3 12,3 70 12,6 15,8 8,2 8,8 75 9,5 11,9 5,5 5,9 80 7,0 8,6 3,5 3,6 85 4,9 5,8 2,0 2,0 Fuente: Instituto Nacional de Estadística, 1999.
  • 201. 201 9. ¿Deben tomar todos los ancianos ácido acetilsalicílico para prevenir el infarto de miocardio o una trombosis cerebral? No. El ácido acetilsalicílico es un fármaco muy eficaz para prevenir problemas cardiovasculares, cardíacos o cerebrales, especialmente si ya se ha padecido un pri- mer episodio. Sin embargo, se asocia a efectos secun- darios potencialmente graves como la aparición de una úlcera de estómago o una hemorragia digestiva. Por lo tanto, su prescripción a un anciano dependerá del ries- go vascular que tenga cada individuo medido por es- calas especialmente diseñadas para ello. En general, se considera que está indicado si el riesgo de padecer un infarto de miocardio es igual o superior al 15% o 20% en diez años. 10. ¿Existen medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar una demencia? Sí. La causa más frecuente de demencia es la enfermedad de Alzheimer, seguida de las enfermedades de origen vascular. En este último caso, las medidas consistirían en controlar estrictamente los factores de riesgo vascu- lar que producen la lesión de la circulación cerebral y que hemos mencionado previamente. Sin embargo, en la enfermedad de Alzheimer no está tan establecido. Se cree que algunos factores como el uso de determinados fármacos (estrógenos, antiinflamatorios, antidepresi- vos) y sustancias antioxidantes así como poseer un ni- vel educativo más alto ejercen un papel protector. Por el contrario, la existencia de antecedentes familiares supone un factor de riesgo. Sea cual fuere el origen de la demencia, su detección precoz mediante el uso de es- calas de evaluación cognitiva, sobre todo en la atención primaria, es el arma más eficaz para retrasar su progre- sión, tanto a través de medidas de estimulación cognitiva (terapia ocupacional), como por la administración de medicamentos específicos (por ejemplo, inhibidores de la colinesterasa). 11. ¿La pérdida de memoria asociada a la edad es sinónimo de demencia? No. La alteración de la memoria asociada a la edad no im- plica necesariamente el desarrollo de demencia a medio plazo. Sólo un porcentaje pequeño de personas con este problema evolucionan a un cuadro de demencia comple- to. Por eso, debe hacerse un seguimiento de las personas que refieran problemas de memoria para comprobar si progresa o no y si afecta a otras funciones cerebrales, y en ese caso decidir si procede iniciar algún tratamiento. TABLA 2. Factores de riesgo vascular que deben controlarse en los ancianos para reducir la posibilidad de infarto, angina de pecho o trombosis cerebral Hipertensión arterial Diabetes mellitus Colesterol Triglicéridos Tabaquismo Ácido úrico Obesidad El envejecimiento Un soporte familiar adecuado es básico en el proceso de envejecimiento.
  • 202. LIBRO DE LA SALUD 202 cia médica, mientras que aquellos en la situación opuesta sufren un mayor grado de discapacidad y mortalidad a medio plazo. 14. ¿Qué relación existe entre hábitos tóxicos y envejecimiento saludable? El consumo de tabaco y alcohol son los principales hábi- tos tóxicos que pueden afectar negativamente el proceso de envejecimiento. El primero se asocia a enfermedades como el cáncer de pulmón o la arteriosclerosis, y también a una reducción de la autonomía funcional por la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y ósea (osteoporosis). Por lo tanto, evitar este hábito es beneficioso para la salud a cualquier edad. Por otro lado, el consumo de alcohol se asocia a problemas graves de salud (adicción, cardiopa- tía, cirrosis hepática, accidentes de tráfico, caídas), por lo que no es aconsejable su consumo especialmente en dosis elevadas (más de tres vasos de vino al día en hombres y la mitad en mujeres). Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso porque se asocia a una reducción del ries- go de complicaciones vasculares. 15. ¿Existen enfermedades específicas de los ancianos? No, aunque sí existen enfermedades que son más frecuen- tes en las personas mayores que en los jóvenes, como el cáncer, la demencia, la cardiopatía isquémica, la trombosis cerebral o la enfermedad de Parkinson. 16. ¿Qué son los síndromes geriátricos? Son problemas específicos, no enfermedades, de la gente mayor, que pueden estar producidos por diferentes causas. Los más importantes son: las caídas, la desnutrición, las úlceras por decúbito (inmovilidad), la polifarmacia (pro- blemas derivados de consumir muchos medicamentos), el cuadro confusional (delirio), la deficiencia sensorial (pérdi- da de audición y/o visión) y el estreñimiento. Usualmente, están interrelacionados y condicionan la evolución funcio- nal del anciano y su calidad de vida, por lo que detectarlos precozmente y corregir los que sean potencialmente re- versibles ayudará a mejorar la calidad de vida del anciano (véanse tabla 3 y figura 1). 17. ¿Qué se puede hacer para prevenir las caídas? El riesgo de caídas accidentales aumenta con la edad y has- ta un 30% de los mayores de 64 años sufre caídas anual- 12. ¿Son necesarias las vacunas más allá de los 65 años? Sí. Esta demostrado que las personas mayores de 65 años se benefician de las vacunas antigripal y antineumocócica (contra un tipo de neumonía) especialmente si padecen enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia cardíaca o bronquitis crónica), porque reducen el riesgo de com- plicaciones infecciosas graves y por tanto de muerte. Por otro lado, administrar adecuadamente la dosis de recuerdo contra el tétanos es imprescindible, ya que aunque infre- cuente, es una enfermedad con una mortalidad muy ele- vada en los ancianos. 13. ¿Existe relación entre la sociabilidad del anciano y el envejecimiento saludable? Sí. El concepto de salud según la OMS incluye la esfera de salud física y también la psicológica-emocional. Para cui- dar esta última, es fundamental preservar las relaciones sociales adecuadas. De hecho, está demostrado que los ancianos que mantienen una socialización activa (a través de la familia, amigos, clubes de jubilados, viajes, etc.) tie- nen una mayor calidad de vida y requieren menos asisten- Envejecer junto a la pareja es también un importante elemento de apoyo en esta etapa.
  • 203. 203 mente, de los cuales un 1,5% presenta lesiones graves como una fractura de fémur. Existe una relación compro- bada entre inactividad física, consumo elevado de medi- camentos (especialmente los sedantes), pérdida de visión, problemas en el pie, barreras arquitectónicas y tasa de caí- das. Por lo tanto, prevenirlas implica detectar estos facto- res y corregirlos siempre que sea posible. 18. ¿Qué se puede hacer para prevenir la osteoporosis? La osteoporosis es, la descalcificación de los huesos que afecta especialmente a las mujeres posmenopáusicas por la pérdida de hormonas sexuales femeninas (estrógenos), y se asocia a un mayor riesgo de fracturas, especialmente de fémur. La osteoporosis se puede detectar a través de una exploración específica que es la densitometría ósea. La prevención de este problema pasa por mantener una actividad física regular, una dieta rica en calcio y, en los ca- sos indicados, la administración de fármacos que eviten la descalcificación. TABLA 3. Principales síndromes geriátricos con impacto en la salud y calidad de vida en el anciano Caídas Deterioro cognitivo Síndrome confusional Depresión Desnutrición Polifarmacia Inmovilidad Estreñimiento Úlceras en la piel Deficiencia sensorial El envejecimiento Figura 1. Interrelación entre los síndromes geriátricos SD. DEPrESiVO iNMOViLiZACiÓN FrACTurA ESTrEÑiMiENTODELiriO CAÍDA uPP* * Úlceras por decúbito (úlceras cutáneas debidas a la inmovilidad). Las personas mayores deben mantener una actividad física e intelectual adecuada.
  • 204. LIBRO DE LA SALUD 204 19. ¿Son más peligrosos los medicamentos en los ancianos que en los jóvenes? Sí. Ciertamente, cualquier medicamento junto a sus efectos curativos lleva aparejada una serie de efectos secundarios perniciosos. Los ancianos, al tener un funcionamiento dis- minuido de la mayoría de sus órganos (riñón, hígado, etc.), pueden tener problemas para eliminar los medicamentos. Además, los ancianos suelen consumir varios a la vez, lo que aumenta de forma importante el riesgo de presentar reacciones adversas. Finalmente, la probabilidad de erro- res en la toma de medicamentos es más elevada a causa de la pérdida de memoria y los problemas visuales. 20. ¿Qué se puede hacer para prevenir el cáncer en la vejez? La prevalencia de cáncer en los ancianos es más alta que en los jóvenes. La primera medida sería haber evitado el contacto con sustancias carcinogénicas como el tabaco, el alcohol y otras propias del ámbito laboral (asbesto, tin- tes, etc.). Además, existen medidas para la detección pre- coz de los cánceres más frecuentes entre los ancianos, como son el de mama, colon, cuello uterino, próstata, pulmón y piel. Para cada uno de ellos existen estrategias preventivas adecuadas (véase tabla 4) que es aconse­ jable cumplir. 21. ¿Dónde deben vivir los ancianos? Lo ideal es que vivan en el hogar donde han vivido siem- pre, aunque es aconsejable efectuar las modificaciones oportunas para garantizar su seguridad (como eliminar las barreras arquitectónicas). Asimismo, con los ancianos con pérdida de capacidad funcional se debe intentar utilizar las ayudas domiciliarias, los servicios de teleasistencia y otros recursos, procurando mantener al anciano en su domicilio el máximo tiempo posible con las mayores garantías de se- guridad. El ingreso de ancianos en residencias geriátricas debería limitarse únicamente a situaciones de dependen- cia severa o aislamiento social que imposibiliten mante- nerlo en su domicilio. Glosario Deficiencia sensorial: este término hace referencia a la pér- dida de visión y/o audición del anciano que puede interferir con sus actividades y relaciones sociales, y de esta forma al- terar su calidad de vida y causar problemas de salud impor- tantes (fractura tras una caída). Es bien conocido que la edad avanzada se asocia a pérdida de visión (reducción de la agu- deza visual) por múltiples causas, algunas de ellas reversibles o controlables como la catarata (opacidad del cristalino) con tratamientos específicos. Asimismo, la pérdida de audición (hipoacusia) también es frecuente en los ancianos y a veces reversible (tapón de cerumen). Por ello es importante la de- tección precoz de ambos problemas para corregirlos siempre que sea posible. Dependencia: estado en que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importan- tes para realizar actividades habituales de la vida diaria. Riesgo vascular: probabilidad que tiene una persona de pre- sentar una enfermedad vascular como angina de pecho, infarto agudo de miocardio o trombosis cerebral en 10 años. Hay dife- rentes escalas que evalúan el riesgo vascular del paciente, que se TABLA 4. Principales estrategias de prevención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y/o la Asociación Americana de Salud Pública en personas mayores de 65 años Estrategia Frecuencia Medición de la presión arterial anual Vacunación antigripal anual Medición del peso corporal anual Vacunación antineumocócica dosis única Dejar de fumar en cada visita Determinación de colesterol cada cinco años Determinación de glicemia anual Detección de pérdida de audición anual Detección de pérdida de visión anual Densitometría (detección de osteoporosis) cada uno o dos años Detección de deterioro cognitivo anual Mamografía (detección de cáncer de mama) cada uno o dos años Exploración ginecológica (detección de cáncer ginecológico) cada tres años Examen de la piel (detección de cáncer de piel) anual PSA* y tacto rectal (detección de cáncer de próstata) anual Examen de sangre oculta en heces (detección de cáncer de colon) anual * PSA: antígeno prostático específico.
  • 205. 205 calcula en función de diferentes parámetros del individuo tales como: edad, cifra de colesterol sanguíneo, diabetes, tabaquismo, hipertensión, etc. Cuantos más factores de riesgo de los descritos existan, mayor es la probabilidad de desarrollar una enfermedad vascular futura, y por ello las medidas preventivas que se requeri- rán serán mayores. Sarcopenia: término que refleja la pérdida de masa muscular de los ancianos a medida que envejecen. Aunque hace referencia a la masa muscular, se considera que es un reflejo de la masa magra (proteica) de otros órganos vitales. La existencia de este proble- ma implica un mayor riesgo de discapacidad en el anciano y de mortalidad a medio plazo, por lo que promover factores que pre- vienen o enlentecen su aparición, como el ejercicio físico regular y una dieta equilibrada, debe ser prioritario en la atención sanitaria a los ancianos. Bibliografía Ags (Sociedad Americana de Geriatría). Envejecimiento saludable. http:// www.healthinaging.org/agingintheknow/. Monografía sobre envejecimiento saludable del Instituto de Nu- trición e Higiene de los Alimentos de La Habana. http://www. monografias.com/trabajos17/envejecimiento-saludable/enve- jecimiento-saludable.shtml. OMS (Organización Mundial de la Salud). «Envejecimiento». http:// www.who.int/topics/ageing/es/. Portal Mayores. Gerontología y Geriatría. Guía de salud y enferme- dades. http://www.imsersomayores.csic.es/salud/enfermedades/ index.html#env. Todo Ancianos. Envejecimiento. http://www.todoancianos.com/ temas/resultados.asp?idCaracteristica=Envejecimiento. El envejecimiento • El envejecimiento es un proceso que padecen todos los individuos y que depende de la interacción entre fac- tores genéticos y externos (dieta, contacto con tóxicos, enfermedades, etc.). • Envejecer de forma saludable requiere evitar prácticas insanas, promover hábitos saludables y seguir estrate- gias de prevención de enfermedades durante toda la vida del individuo. • Limitar la dependencia en el anciano sólo a la etapa final de su vida es un objetivo prioritario, que únicamente puede conseguirse con un enfoque multidimensional, es decir, incidiendo sobre aspectos médicos, sociales y psicológicos. • Que el anciano se mantenga activo tanto física como socialmente tiene un impacto de primer orden sobre su calidad de vida y estado de salud. Resumen
  • 209. 209 Capítulo 21 La angina de pecho y el infarto de miocardio Dr. Pablo Loma-Osorio Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Ginés Sanz Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Departamento de Investigación Traslacional del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué son las arterias coronarias y para qué sirven? El corazón es un órgano cuya función es bombear sangre a todas las partes del cuerpo con el fin de aportar las sustan- cias necesarias para su funcionamiento, tales como el oxí- geno y la glucosa. El corazón está formado principalmente por tejido muscular (miocardio) y está dividido en cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. La sangre rica en oxígeno sale del corazón hacia los órganos por la arte- ria aorta, distribuyéndose a todos los puntos por múltiples ramificaciones. La sangre que retorna de los órganos es re- cogida por las venas y dirigida hacia el corazón. El corazón, como todos los músculos, también ne- cesita oxígeno y nutrientes para contraerse y así bombear la sangre; de hecho, el sistema cardiovascular destina las primeras arterias nacidas desde la aorta a la nutrición del corazón. Éstas son las arterias coronarias (véase figura 1). Las arterias coronarias son dos, la arteria corona- ria derecha y la arteria coronaria izquierda, que recorren la superficie del corazón en forma de diadema o corona. La arteria coronaria izquierda en seguida se divide en dos arterias llamadas arteria circunfleja y arteria descenden- te anterior, de forma que en la práctica hablamos de tres arterias coronarias principales: la descendente anterior, la circunfleja y la coronaria derecha. Las necesidades de oxígeno de los diferentes órga- nos del cuerpo varían continuamente a lo largo del día, La angina de pecho es causa frecuente de visita al Servicio de Urgencias. En algunos hospitales existen unidades especializadas en realizar un diagnóstico y tratamiento rápidos, denominadas Unidades de Dolor Torácico.
  • 210. LIBRO DE LA SALUD 210 dependiendo de la actividad. El sistema cardiovascular debe poseer una gran capacidad de adaptación, ya que tiene que responder a diferentes requerimientos de con- sumo energético, tan distintos como pueden ser dormir o jugar un partido de fútbol. Esta adaptación se consigue fundamentalmente modificando la fuerza y la frecuencia con las que el corazón se contrae. De esta forma, en deter- minadas circunstancias, tales como el ejercicio físico o el estrés, las necesidades energéticas y de oxígeno del propio músculo cardíaco pueden aumentar, exigiendo por parte de las arterias coronarias un mayor aporte de sangre. 2. ¿Qué es la enfermedad coronaria? La enfermedad coronaria, también conocida como cardio- patía isquémica, es una situación en la que alguna zona del músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno debido a Figura 1. El corazón (vista anterior) Arteria aorta Arteria pulmonar Aurícula izquierda Arteria coronaria izquierda Pericardio Arteria coronaria descendente anterior Ventrículo izquierdo Ventrículo derecho Arteria coronaria derecha Aurícula derecha Vena cava El corazón es un potente músculo con cuatro cavidades (dos aurículas en la parte superior y dos ventrículos en la parte inferior). A él llegan y de él salen las venas y arterias principales: vena cava y vena pulmonar, arteria aorta y arteria pulmonar. Las arterias coronarias distribuyen el oxígeno al músculo cardíaco. El corazón está recubierto de una doble membrana denominada pericardio.
  • 211. 211 un problema en las arterias coronarias. Así pues, el término isquemia miocárdica indica la falta de aporte sanguíneo al corazón. Las dos formas principales de presentación de la enfermedad coronaria son la angina de pecho y el infar- to de miocardio. En la angina de pecho la falta de oxígeno es transitoria y no produce daño en el tejido cardíaco; sin embargo, en el infarto de miocardio la falta de oxígeno es prolongada, con lo que se produce la muerte (también lla- mada necrosis) de una parte del tejido cardíaco. 3. ¿Por qué se produce la enfermedad coronaria? Con diferencia, la causa más frecuente de enfermedad co- ronaria es la aterosclerosis. Se trata de una enfermedad en la que se acumulan en la pared de las arterias sustancias grasas, calcio y células inflamatorias, formando placas que protruyen o sobresalen en la luz del vaso (las llamadas pla- cas de ateroma) y que producen un estrechamiento de la arteria. Desde la infancia, y en las arterias de múltiples zonas del organismo (arterias coronarias, aorta, arterias del cere- bro, arterias de las piernas), se van desarrollando estas pla- cas de ateroma, favorecidas por el tabaquismo, el colesterol alto, la obesidad, la diabetes y la presión arterial elevada o hipertensión; son los llamados factores de riesgo cardiovas- cular. Además, hoy sabemos que la aparición y progresión de estas placas está relacionada también con factores here- ditarios, con la dieta y otros factores de tipo ambiental. Las placas aterosclerosas, además de estrechar la luz y disminuir el flujo de sangre que llega a distintas partes del corazón, pueden romperse, lo que provoca la coagula- ción de la sangre en ese punto de la arteria, reduciendo todavía más el calibre del vaso o incluso ocluyéndolo. Estos coágulos se denominan también trombos, y el proceso de coagulación o trombosis. 4. ¿Cuáles son los factores de riesgo en la enfermedad coronaria? Como se ha mencionado en la pregunta anterior, existen factores que influyen en la aparición y progresión de la en- fermedad coronaria. Son los llamados factores de riesgo, que se dividen en dos tipos: modificables y no modifica­bles. Fac- tores de riesgo como el sexo, la edad, la raza o la herencia no se pueden modificar; pero hay otros muchos que pueden corregirse con cambios de estilo de vida, lo que ayuda a re- ducir el riesgo coronario, como: tabaquismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes y obesidad. 5. ¿Qué puede hacer una persona para evitar la aterosclerosis y sus consecuencias: la angina de pecho y el infarto de miocardio? Tras años de investigación, se conoce con precisión cuál es la importancia relativa de los diferentes factores de riesgo y la forma de modificarlos si se desea evitar la enfermedad coronaria. A estas actuaciones sobre los factores de riesgo que se llevan a cabo en personas sanas, con el fin de evitar que desarrollen la enfermedad, se las conoce en conjunto como prevención primaria. Por el contrario, cuando el indi- viduo ya padece la enfermedad y se intenta evitar su pro- gresión, controlando los factores de riesgo, hablamos de prevención secundaria. El tratamiento de las enfermedades que constituyen factores de riesgo coronario se refiere en los capítulos correspondientes. A continuación se resumen de forma sucinta las principales medidas de prevención: • No fumar: el tabaco es muy adictivo y dejar de fumar es difícil, lo que hace que algunos enfer- mos sigan fumando, exponiéndose a un riesgo innecesario. • Ejercicio físico regular: la práctica de ejercicio de forma regular (40-60 minutos, 4-5 días por semana) ayuda a mantener un peso normal, reducir el coles- terol y la presión arterial, además de mejorar la cali- dad del sueño. Se sabe que hacer ejercicio reduce la probabilidaddedesarrollarunaenfermedadcorona- ria y mejora el pronóstico de los pacientes que han sufrido un infarto o tienen angina de pecho. Se reco- mienda la realización de ejercicio aeróbico mode- radocomoandar,correr,nadaromontarenbicicleta, siempredeacuerdoconlacapacidadfísicaylasposi- bles limitaciones del aparato cardiovascular. El con- sejo y control médico a la hora de comenzar un plan deejercicioesmuyimportanteparacualquieradulto noentrenado,yfundamentalenelcasodeenfermos coronarios,enloscualesunaevaluacióncardiológica, que puede incluir una prueba de esfuerzo, deter- mina cuál es el ejercicio más adecuado en cada caso. Es importante evitar el ejercicio físico extenuante y procurar no someter el sistema cardiovascular a un trabajo excesivo, para lo que puede ser de ayuda conocer la frecuencia cardíaca máxima teórica, que se obtiene de restar la edad a 220. Se debe inten- tar no sobrepasar el 75-80% de este valor. Ejemplo: para una persona de 60 años su frecuencia cardíaca máxima será 220 – 60 = 160 pulsaciones por minuto. La angina de pecho y el infarto de miocardio
  • 212. LIBRO DE LA SALUD 212 Durante el ejercicio no deberá pasar del 75% de 160, o sea, de 113 latidos por minuto. Es muy recomendable iniciar el ejercicio por un calentamiento e ir aumentando el esfuerzo progresiva- mente, así como disminuirlo progresivamente también. Se debe parar en caso de notar dolor en el pecho, palpi- taciones muy rápidas o ahogo desproporcionado con el ejercicio que se realiza y, sobre todo siempre, en caso de ser un enfermo coronario, debe consultarse con un cardió- logo antes de comenzar con un programa de ejercicio o tras haber sufrido un infarto. • Dieta cardiosaludable: la mejor y más fácil preven- ción es la dieta; una buena dieta, como la medi- terránea, es ideal para prevenir la enfermedad cardiovascular. • Control del estrés: el estrés y determinadas formas de reaccionar ante él se han relacionado con la probabilidad de desarrollar enfermedad coro- naria así como con el inicio de angina de pecho e infarto de miocardio. El ritmo de vida actual impone frecuentemente situaciones estresantes y es imposible eliminar algunas de ellas, por lo que es muy importante aprender a manejar el estrés. Haber padecido una angina de pecho o un infarto de miocardio es una oportunidad única para plantearse la vida de otra manera, intentando que la prisa y las preocu- paciones no se apoderen de nosotros. Si se tiene la impresión de no poder controlar el estrés por los propios medios, existen técnicas como la meditación y la relajación, que han demostrado mejorar el pronóstico tras un infarto de miocardio. El paciente debe ser asesorado por su cardiólogo. 6. ¿Qué es la angina de pecho? La falta de oxígeno en el miocardio se manifiesta por un dolor típico denominado angina de pecho o angor pectoris. Es un dolor opresivo o un malestar que se inicia en el centro del pecho y puede extenderse a los brazos, con más frecuencia al izquierdo, pero también a codos, muñe- cas, espalda o mandíbula. Se debe a una falta de riego sanguíneo en una parte del corazón, por la existencia de placas de ateroma en las coronarias. La falta de riego o isquemia miocárdica general- mente se pone de manifiesto en aquellas circunstancias en que el músculo cardíaco necesita más aporte de oxígeno (esfuerzos físicos, frío, estrés o emociones). En este tipo de angina, que denominamos angina estable, el paciente es capaz de predecir cuándo aparecerá el dolor (por ejem- plo, al caminar cuesta arriba o al subir un determinado número de escalones). Igualmente aprende que el dolor desaparece con el reposo o con el uso de nitroglicerina sublingual. La nitroglicerina es un medicamento vasodila- tador, es decir, capaz de dilatar las arterias, y por lo tanto de aumentar el flujo de sangre en la arteria estrecha. Enotrasocasiones,laaparicióndelaanginanotiene que ver con el esfuerzo, o bien aparece cada vez con menos ejercicio, no cede fácilmente con el reposo ni la nitrogli- cerina, o dura más de 20 minutos. En todas estas circuns- tancias decimos que se trata de una angina inestable y la causa más frecuente es la rotura de una placa de ateroma, sobre la que se genera un trombo. Cuando éste ocluye toda la arteria, el flujo de sangre se detiene y pueden apa- recer complicaciones graves como el infarto de miocardio, trastornos del ritmo cardíaco (arritmias) y muerte súbita, por lo que se necesita atención médica urgente. 7. ¿Cuál es el tratamiento de la angina de pecho? Los medicamentos que pueden ayudar a controlar la an- gina de pecho actúan, o bien disminuyendo el consumo miocárdico de oxígeno, o bien aumentando el aporte de sangre al corazón al dilatar las arterias coronarias. La nitroglicerina es el fármaco más utilizado: dilata las arterias coronarias y así aumenta la cantidad de sangre que llega al músculo cardíaco. Otros medicamentos son los beta-bloqueantes y los antagonistas del calcio, que bajan la presión arterial y la frecuencia cardíaca con lo cual dismi- nuye el consumo energético del corazón. Los antiagregan- tes plaquetarios, como la aspirina y algunos fármacos para disminuir el colesterol (estatinas), han demostrado mejorar el pronóstico en la enfermedad coronaria. La angina de pecho puede solucionarse mediante un procedimiento conocido como angioplastia percutá- nea, en la cual las estrecheces causadas por la ateroscle- rosis son dilatadas mecánicamente mediante un pequeño balón que se hincha dentro de la arteria, mejorando así el riego del corazón. Cuando la enfermedad coronaria es muy extensa y no puede resolverse mediante angioplastia percutánea, puede recurrirse a la cirugía de revascularización corona- ria, llamada cirugía de bypass o injerto ­aortocoronario. El cirujano, utilizando porciones de venas o arterias de
  • 213. 213 otras partes del cuerpo del propio paciente, realiza un puente entre la aorta y la arteria coronaria afectada, salvan- do la parte estrecha, lo que permite a la sangre circular sin dificultad. Pese a que es una operación importante, que necesita anestesia general y la apertura del esternón, los avances en esta técnica hacen que en la actualidad la se- guridad y los resultados sean muy buenos. 8. Tras sufrir una angina de pecho, ¿qué precauciones se deben tomar? Cuando se ha sufrido una angina de pecho, hay que seguir unos hábitos de vida saludables (dieta cardiosaludable, ejer- cicio físico regular, abstención del tabaco, control de la pre- sión arterial y el colesterol) que se detallan más adelante. Además, hay algunas cosas que se deben tener en cuenta: • Llevar siempre nitroglicerina sublingual (comprimi- dosoespray)yatenderalafechadecaducidad.Una nitroglicerina caducada puede no hacer efecto. • Llevar consigo una copia del informe médico y el último electrocardiograma, así como la medica- ciónhabitual,sobretodosisepiensaconsultarcon algún profesional de la salud o realizar un viaje. La angina de pecho y el infarto de miocardio Figura 2. El corazón (vista interna) Arteria aorta Vena pulmonar Válvula aórtica Aurícula izquierda Válvula mitral Ventrículo izquierdo Pericardio Miocardio Endocardio Tabique interventricular Ventrículo derecho Válvula tricúspide Aurícula derecha Vena cava Las válvulas cardíacas comunican las distintas cavidades cardíacas entre sí y las conectan con las grandes arterias y venas. La válvula mitral comunica la aurícula izquierda con el ventrículo izquierdo, y la válvula tricúspide, la aurícula derecha con el ventrículo derecho. La válvula aórtica es la salida del ventrículo izquierdo a la arteria aorta.
  • 214. LIBRO DE LA SALUD 214 En algunos casos la angina puede predecirse y pre- venirse. Si se sufre angina siempre con un mismo tipo de esfuerzo, por ejemplo al subir unas escaleras, debe admi- nistrarse nitroglicerina antes de comenzar el esfuerzo. No deben hacerse esfuerzos físicos extenuantes: conviene dejarse guiar por la opinión del cardiólogo a la hora de practicar deporte. 9. ¿Qué debe hacerse si se repite la angina? Es importante discutir con el cardiólogo qué hacer cuan- do aparece un dolor anginoso. En líneas generales, si ya se ha sido diagnosticado de cardiopatía isquémica y se cree tener un nuevo episodio de angina de pecho, se deben se- guir los siguientes pasos: detenerse y sentarse o acostarse si es posible y administrarse una dosis de nitroglicerina de- bajo de la lengua (la nitroglicerina puede bajar la tensión y producir algún mareo). El efecto adverso más común de la nitroglicerina es el dolor de cabeza y se produce en más de un veinticinco por ciento de los pacientes que la usan; tras cinco minutos, si no ha cedido el dolor, se volverá a admi- nistrar otra dosis de nitroglicerina y se llamará al teléfono de urgencias. 10. ¿Qué es el infarto agudo de miocardio? Cuando una placa de ateroma de una arteria coronaria se rompe, se forma sobre ella un coágulo que obstruye com- pletamente el interior de la arteria, dejando una parte de músculo cardíaco sin irrigación, lo que produce la necrosis o muerte de esa zona del miocardio. Es lo que se conoce como infarto agudo de miocardio. Se trata de una enfer- medad potencialmente grave, cuya severidad depende en gran parte de la rapidez con que se trate. 11. ¿Qué consecuencias puede tener el infarto agudo de miocardio? Su gravedad viene dada por su extensión, y por consi- guiente por la disminución en la fuerza de contracción del corazón. La extensión depende fundamentalmente del lugar donde se obstruye la arteria y del tiempo que pasa desde que se ocluye hasta que puede restaurarse el flujo normal de sangre. Normalmente se considera que, pasa- das 12 horas desde el inicio de los síntomas, los tratamien- tos para abrir la arteria responsable del infarto no pueden salvar el músculo ya que la necrosis (muerte celular) se ha completado. Otras consecuencias que puede tener el infarto son las arritmias, o alteraciones del ritmo cardíaco, que a veces pueden ocasionar la muerte del paciente en las primeras horas. Por esto es tan importante acudir rápidamente a los servicios de urgencias y que el tratamiento específico se administre lo antes posible. En todo caso, el corazón tiene una importante ca- pacidad de reserva, y en la mayoría de los casos, tras un infarto agudo de miocardio, el músculo cardíaco sano rea- liza el trabajo necesario sin repercusión sobre la calidad de vida del paciente. 12. ¿Cómo se detecta un infarto agudo de miocardio? No todos los infartos de miocardio se manifiestan igual; sin embargo, hay unos síntomas típicos de infarto que son: • Dolor opresivo en el centro del pecho, que pro- voca mucho malestar y es prolongado (más de 30 minutos). Este dolor puede extenderse por el brazo izquierdo, o por ambos brazos y el cuello. • Dificultad para respirar, normalmente acompaña- da de dicho dolor. • Otros síntomas como náuseas, mareos, angustia o sudor frío deben hacer sospechar la presencia de un infarto en pacientes con enfermedad coronaria. 13. ¿Qué debe hacerse si se sospecha estar sufriendo un infarto agudo de miocardio? El objetivo es conseguir atención médica urgente. Se debe contactar con el servicio de emergencias médicas si es po- sible o ser acompañado a un centro sanitario. En ningún caso es recomendable conducir hasta un hospital. 14. ¿Qué tratamientos existen para el infarto agudo de miocardio? El objetivo del tratamiento es abrir la arteria obstruida por el coágulo lo más rápidamente posible. Cuanto menos tiempo pase desde el inicio de los síntomas hasta la aper- tura de la arteria, menor será el infarto. Para ello existen dos alternativas: 1. Trombolisis. Se administra por vía venosa un fár- maco conocido como trombolítico o fibrinolítico, que disuelve el coágulo causante del infarto. 2. Angioplastia primaria. Consiste en la realización de un cateterismo cardíaco, en el cual se intro- duce un catéter (un fino tubo de un plástico especial) hasta llegar a la zona afectada y allí,
  • 215. 215 si es posible, se hincha un pequeño balón para romper el coágulo. A menudo, con el balón de angioplastia, se despliega una malla metálica conocida como stent, que sujeta el interior de la arteria disminuyendo la posibilidad de que ésta vuelva a cerrarse. El tratamiento se realiza en el hospital. Es funda- mental que el paciente esté estrechamente vigilado (con- trol del ritmo cardíaco y la presión arterial) por personal experto, ya que en las primeras 24-48 horas pueden apa- recer algunas complicaciones graves como arritmias o in- suficiencia cardíaca (dificultad del corazón para bombear una adecuada cantidad de sangre), que de ser detectadas a tiempo pueden ser fácilmente tratadas. Con este objetivo, en los primeros días el paciente es ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos Car- diológicos. Durante este período se limita la movilidad del paciente y se utilizan algunas técnicas especiales (catéteres venosos, control del nivel de azúcar en sangre, radiografías y electrocardiogramas). Dichas medidas pueden resultar algo incómodas, pero garantizan su seguridad y no se pro- longarán muchos días. Tras permanecer estable y haber descartado las posibles complicaciones, el paciente es trasladado a una sala de hospitalización de cardiología donde se llevan a cabo algunas pruebas para completar el estudio del infar- to (ecografía, prueba de esfuerzo, etc.), y se introducen al- gunos medicamentos que serán de utilidad para prevenir nuevos infartos o complicaciones. 15. ¿Qué pruebas diagnósticas existen? Para el diagnóstico de la cardiopatía isquémica o para controlar a los pacientes que ya han sufrido un episo- dio de la enfermedad, hay una serie de pruebas que con­ viene conocer: • Análisis de sangre, ya que pueden ayudar a cono- cer si existe daño en el músculo cardíaco después de un episodio de dolor torácico. Además son im- portantes porque informan sobre los niveles de colesterol. • El electrocardiograma es un registro en papel de la actividad eléctrica del corazón. Es de gran utilidad ante un dolor torácico porque permite identificar tanto la falta de oxígeno en el músculo cardíaco (isquemia miocárdica) como la muerte (necrosis) de una zona de miocardio (infarto de miocardio). Además permite conocer el ritmo del corazón y diagnosticar las arritmias. • La ecocardiografía utiliza ultrasonidos (es una prueba similar a la que se realiza a las mujeres embarazadas para estudiar al feto) para conocer la función de bomba del corazón en sus diferen- tes regiones, y permite evaluar el estado de otras partes del corazón como son las válvulas. Es una prueba breve e indolora. • La prueba de esfuerzo o ergometría trata de for- zar el corazón mediante ejercicio físico (caminar en una cinta o pedalear en bicicleta) con el fin de aumentar sus necesidades de oxígeno, en un intento de provocar la isquemia y poner así de ­manifiesto la existencia de enfermedad coronaria. En lugar del ejercicio físico se pueden utilizar medicamentos; en estos casos la prueba se de- nomina de estrés farmacológico. Durante la prue- ba se analizan los síntomas, se controla la ten- sión arterial y se registra el electrocardiograma. En ocasiones se puede complementar la prueba de esfuerzo con la adquisición de imágenes del corazón mediante la ecocardiografía o la inyec- ción endovenosa de un isótopo radiactivo. Ade- más, la ergometría sirve para establecer el nivel de ejercicio que puede hacerse sin peligro, tras haber padecido una angina de pecho o un infar- to de miocardio. • El cateterismo cardíaco o coronariografía con- siste en puncionar una arteria de la pierna o del La angina de pecho y el infarto de miocardio El tabaco es probablemente el factor de riesgo cardiovascular más importante. Tres años después de abandonar el hábito, el riesgo cardiovascular se iguala al de los pacientes que no han fumado nunca.
  • 216. LIBRO DE LA SALUD 216 brazo e introducir en ella un catéter que se con- duce por el árbol arterial hasta el nacimiento de las arterias coronarias en la raíz aórtica. Allí se inyecta un contraste y se toman unas imágenes por rayos X, que permiten visualizar las lesiones (estenosis) que existen en las arterias. Además de diagnosticar la enfermedad coronaria, esta prueba permite, mediante unos catéteres con un pequeño balón en la punta, dilatar las zonas estrechas, mejorando el riego del corazón. A me- nudo la dilatación con balón (angioplastia coro- naria) se completa con el implante de una malla metálica conocida como stent, que evita que la arteria vuelva a estrecharse, mejorando el resul- tado del procedimiento. 16. ¿Se puede evitar que progrese la enfermedad coronaria? Se conoce desde hace años que en los individuos que pa- decen enfermedad coronaria el control de los factores de riesgo mejora la supervivencia y la calidad de vida. De ahí que la necesidad de controlar todos los factores de riesgo (prevención secundaria) sea más estricta que en individuos sanos. Deben fijarse objetivos más concretos y ambiciosos: el primero y más importante es dejar de fumar. Se sabe que dejar de fumar mejora el pronóstico de forma drástica en los pacientes coronarios. Tres años después de dejar de fu- mar, el riesgo cardiovascular se iguala al de los pacientes que no han fumado nunca.Tras un primer infarto, la morta- lidad a los cinco años de los pacientes que siguen fumando es tres veces superior que la de quienes lo dejan. La corrección del resto de factores de riesgo es igualmente importante y los objetivos que deben discutir- se con el médico se resumen en la tabla 1. 17. ¿Puede volver a sufrirse otro infarto agudo de miocardio? Está demostrado que siguiendo los hábitos de vida saluda- bles ya descritos y tomando la medicación prescrita por su cardiólogo, las probabilidades de que el paciente vuelva a sufrir un infarto se reducen mucho. 18. ¿Por qué, si el paciente no presenta factores de riesgo, ha tenido un infarto agudo de miocardio? Pese a que se ha avanzado mucho en el conocimiento de las causas de la enfermedad coronaria, no se conocen en su tota­ lidad.Porunladoexisteuncomponentehereditarioimportan- te en el desarrollo de la enfermedad coronaria, que depende de múltiples genes y es difícil de predecir. El consumo de co- caína puede explicar algunos casos de infarto agudo de mio- cardio sin factores de riesgo conocidos. Por otro lado, existen factorestodavíanobiendeterminadosrelacionadosconelen- torno de vida y hábitos de vida actuales, que podrían explicar algunos de los casos de enfermedad coronaria en los que no se encuentran los factores de riesgo cardiovascular clásicos. 19. ¿Puede retomarse la vida laboral después de un infarto agudo de miocardio? En prácticamente todas las ocasiones se puede retomar una actividad laboral completa tras haber tenido un infarto de miocardio. La extensión del infarto, junto con el tipo de trabajo que se realiza son los factores más importantes que Tabla 1. Objetivos de la prevención secundaria: cómo prevenir la repetición de un infarto o una angina de pecho Factor de riesgo Objetivo Tabaquismo Dejar de fumar Hipertensión Mantener la presión arterial ≤ 130/85 Hipercolesterolemia Alcanzar cifras de: Total < 200 LDL 70-100 HDL > 50 Triglicéridos < 150 Diabetes Alcanzar cifras de: Glucemia en ayunas < 140 Hb1Ac < 7% Obesidad Reducir peso hasta: IMC < 25 Hb1Ac: hemoglobina glicada. IMC: índice de masa corporal. La prueba de esfuerzo o ergometría somete el corazón a un esfuerzo físico con el fin de aumentar sus necesidades de oxígeno y poner así de manifiesto la posible existencia de una enfermedad coronaria.
  • 217. 217 valora el cardiólogo a la hora de decidir cuándo un pacien- te vuelve al trabajo. En todo caso es conveniente tomarse con cierta calma y de forma pausada la vuelta, que suele ser posible al mes de haber sufrido el infarto. 20. ¿Se puede hacer deporte? La actividad física disminuye la probabilidad de volver a tener otro infarto, controla los factores de riesgo cardiovas­cular, me- jora la capacidad de ejercicio y la calidad de vida. Al igual que para la actividad laboral, en función de la extensión del infarto y del tipo de deporte que se practique —ayudado en muchas ocasionesporlainformaciónobtenidadelapruebadeesfuerzo (véasepregunta15)—,elcardiólogorecomendaráelmomento de iniciar la actividad deportiva y la intensidad con la que ésta se puede practicar. Como norma general, se recomienda du- ranteelprimermestraselinfarto,iniciarlaactividadfísicacami- nando a diario a buen paso, aumentando cada día la distancia recorrida. Si pasado este tiempo el paciente se encuentra bien, y siempre bajo control médico, podrá iniciar una actividad más vigorosa, evitando siempre los ejercicios extenuantes. 21. ¿Se puede conducir tras un infarto? Generalmente se recomienda evitar conducir vehículos de motor durante el primer mes tras el infarto. Conducir puede llegar a ser cansado y estresante, por lo que es convenien- te reiniciar esta actividad de forma progresiva. En algunos casos, particularmente en infartos muy extensos o compli- cados con ciertas arritmias, puede estar contraindicado con- ducir. Debe consultarse siempre con el cardiólogo. 22. ¿Qué sucede con la vida sexual? En la mayoría de las ocasiones, se retoma la actividad sexual previa al infarto y no tiene por qué diferenciarse de la practicada por las personas que no padecen enferme- dad coronaria. Sin embargo hay algunos aspectos que de- ben tenerse en cuenta: • Precozmente, tras la experiencia del infarto y la hos- pitalización, el miedo y el desconocimiento no favo- recen las relaciones sexuales, pudiendo ser causa de impotenciapsicológica.Debenconsultarseconelcar- diólogo todas las dudas posibles y darse un tiempo. • Algunos medicamentos que se utilizan después del infarto, en algunos pacientes pueden pro- ducir impotencia. Si se tiene la impresión de que esto es así, hay que consultarlo porque puede te- ner solución. • No deben utilizarse medicamentos ni hacer cam- bios en la medicación sin consultar con el cardió- logo, ya que puede ser peligroso. • Aunqueenalgúncasoexistelaposibilidaddeutilizar medicamentoscomoelsildenafilo(Viagra®),nodebe hacerse sin una consulta previa con el médico. Estos fármacos deben utilizarse siempre bajo prescripción médica, ya que son incompatibles con algunos de los medicamentos que se toman tras un infarto. 23. ¿Qué es la rehabilitación cardíaca? La rehabilitación cardíaca es un programa de educación en hábitos saludables y control de los factores de riesgo aso- ciado a un plan de ejercicio físico progresivo, individualiza- do, que, además de mejorar el pronóstico de los pacientes tras un infarto de miocardio, ayuda a la reincorporación a la vida cotidiana. Pese a que no está disponible en todos los centros sanitarios, si se tiene la posibilidad de seguir uno de estos programas, debe realizarse. 24. ¿Hay que seguir algún control médico? Es muy probable que previamente al alta del hospital, al paciente se le haya practicado alguna de las pruebas con el fin de conocer la extensión de su enfermedad corona- ria, la gravedad del infarto que ha padecido, la presencia de complicaciones y su tolerancia al esfuerzo. Conforme a todo ello se le aconsejará sobre los hábitos de vida que debe seguir y se le prescribirá la medicación necesaria. Tras el alta del hospital, deberá contactar con su mé- dico de cabecera, entregarle el informe del hospital y tratar con él las medidas de prevención secundaria y la medica- ción que debe tomar. Ocasionalmente acudirá a la consulta del cardiólogo para realizar controles periódicos que garan- ticen una evolución adecuada. Glosario Angina estable: es la angina de pecho que se desencadena siem- preconelmismoniveldeesfuerzo(porejemplo,alsubirunmismo número de escaleras), en contraposición con la angina inestable, que es aquella que progresa en el tiempo o aparece en reposo. Angina de pecho: dolor torácico agudo, a veces manifestado como opresión o malestar, que normalmente comienza en el centro del pecho y puede extenderse a los brazos, el cuello o la mandíbula. Se puederelacionarconelejercicio,lasemocionesolascomidascopio- sas. Está causado por una deficiente oxigenación del músculo car- díaco, normalmente a consecuencia de una enfermedad coronaria. La angina de pecho y el infarto de miocardio
  • 218. LIBRO DE LA SALUD 218 Angioplastia percutánea: dilatación de la luz de un vaso (por ejemplo, una arteria) mediante un catéter-balón introducido des- de la piel. El balón, al hincharse en la zona de estenosis (estre- chez), consigue aumentar el calibre del vaso. Antagonistas del calcio: fármacos vasodilatadores que reducen la presión arterial (y algunos de ellos la frecuencia cardíaca), por lo que son útiles en el tratamiento de la angina estable. Antiagregantes: medicamentos que dificultan la coagulación de la sangre al impedir que las plaquetas funcionen con normalidad. Estos fármacos, entre los que destaca la aspirina, son muy útiles para evitar la trombosis arterial, particularmente la trombosis de las placas de ateroma, responsables de los síndromes coronarios agudos. Arritmia:alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen taquiarritmias (ta- quicardias) en las que el corazón tiene una frecuencia superior a 100 la- tidos por minuto en reposo, y bradiarritmias (bradicardias), en las que el corazóntieneenreposounafrecuenciainferiora55latidosporminuto. Beta-bloqueantes: fármacos frecuentemente empleados en el tra- tamiento de los pacientes con cardiopatía isquémica. Reducen el tra- bajo del corazón al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estatinas: fármacos muy utilizados, que inhiben la síntesis celular del colesterol y son muy eficaces para reducir sus niveles en san- gre. Junto con una dieta saludable, las estatinas están indicadas en todas las personas que tienen un colesterol elevado o un alto riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Infarto de miocardio: muerte de células musculares cardíacas, generalmente causada por la falta de oxigenación que sigue a la oclusión completa de una arteria coronaria, como consecuencia de la trombosis de una placa de ateroma. Una parte del tejido car- díaco queda lesionada habitualmente de forma irreversible. Placa de ateroma: acumulaciones de grasas, calcio, células infla- matorias y desechos celulares, formadas en el interior de las arte- rias, en relación fundamentalmente con la presencia de factores de riesgo cardiovascular. Estas placas pueden obstruir parcial o totalmente la luz de las arterias. Protrusión: avanzamiento anormal de una zona, tumor u órgano, por aumento de volumen o por una causa posterior que lo empuja. Stent: dispositivo intravascular, generalmente metálico, que se introduce montado en un balón que al hincharse dentro del vaso, despliega éste con el fin de aumentar el calibre de una estrechez. Los stents coronarios son un tratamiento empleado con frecuen- cia en los pacientes con cardiopatía isquémica. Bibliografía Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Infarto de miocardio». http://www.fisterra.com/guias2/iam.asp. Fundación Española del Corazón. «La angina de pecho». http://www. fundaciondelcorazon.com/enfermedades_angina.htm. Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Ataque cardíaco». http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000195. htm. Sociedad Española de Cardiología. Revista Española de Cardiología Online. http://www.revespcardiol.org. Texas Heart Institute. Centro de Información Cardiovascular. «Angina de pecho». http://www.texasheartinstitute.org/HIC/Topics_Esp/ Cond/angin_sp.cfm. • La enfermedad coronaria, también conocida como cardio- patíaisquémica,esunasituaciónenlaquealgunazonadel músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno debido a un problema en las arterias coronarias. Así pues, isquemia miocárdica es la falta de aporte sanguíneo al corazón. • La cardiopatía isquémica (angina de pecho e infarto de miocardio) es una de las causas más importantes de en- fermedad en los países desarrollados; concretamente, en nuestro medio, es la primera causa de mortalidad. • Con diferencia, la causa más frecuente de enfermedad coronaria es la ateroesclerosis, dolencia en la que se acumulan en la pared de las arterias sustancias grasas, calcio y células inflamatorias, en forma de placas (lla- madas placas de ateroma) que producen un estrecha- miento de la arteria. La aterosclerosis se relaciona con la presencia de los llamados factores de riesgo cardiovas- cular (tabaquismo, hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes y obesidad). • Las manifestaciones de la ateroesclerosis coronaria o cardiopatía isquémica son la angina estable, la angina inestable y el infarto de miocardio. La causa más fre- cuente de las dos últimas es la rotura de una placa de ateroma, sobre la que se genera un trombo. • Existen diversos tratamientos para estas dolencias, entre los que destacan los medicamentos (aspirina, nitroglice- rina, estatinas, beta-bloqueantes) y las técnicas (angio- plastia, cirugía coronaria), que permiten a los pacientes recuperar en muchos casos las actividades habituales con normalidad. El control de los factores de riesgo cardiovascular es la medida más importante para evitar la aparición de la enfermedad (prevención primaria), o que ésta progrese (prevención secundaria). Resumen
  • 219. 219 Capítulo 22 La hipertensión Dra. Laura Ribera Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Albert Botey Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona Dr. Josep Maria Campistol Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué es la presión arterial? Es la presión con que circula la sangre por las arterias. Cuando esta presión supera ciertos límites comporta daño en la pared de los vasos y, a largo plazo, un aumen- to en la incidencia de padecer complicaciones cardía- cas y vasculares (como infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia cardíaca, hemorragias o trombosis cerebrales, insuficiencia renal, etc.), que constituyen la primera causa de mortalidad en el mundo occidental y en nuestro país. Su elevada prevalencia (aproximadamente uno de cada tres individuos mayores de 18 años la padecen) y su condición de factor de riesgo cardiovascular hacen que sea hoy en día un problema importante de salud: de ahí la necesidad de su detección precoz para poder instaurar las medidas adecuadas y disminuir de esta forma las compli- caciones que de ella se derivan. 2. ¿Cómo se define y se clasifica la hipertensión arterial? La hipertensión arterial es toda elevación persistente de la presión arterial por encima de unos criterios considerados como normales. La definición y clasificación viene esta- blecida por un consenso entre expertos, pertenecientes a diversas sociedades científicas, teniendo en cuenta los va- lores de presión arterial por encima de los cuales aparecen con seguridad aquellas complicaciones relacionadas con La medición de la tensión arterial es el método más simple, accesible y económico para detectar la existencia de hipertensión. Debe formar parte de cualquier exploración médica básica.
  • 220. LIBRO DE LA SALUD 220 la hipertensión y cuyo descenso proporciona más benefi- cios que perjuicios. En nuestro país, la Sociedad Española de Hiperten- sión Arterial ha hecho suyas las recomendaciones de una de estas sociedades: la Sociedad Europea de Hipertensión- Sociedad Europea de Cardiología, efctuadas en 2003, por considerarlas más ajustadas a nuestro ámbito de aplica- ción clínica. 3. ¿Qué son los factores de riesgo cardiovascular? En primer lugar hay que saber que el riesgo cardiovascular ya se inicia con cifras de presión arterial de 115/75 mmHg y se dobla por cada incremento de 20/10 mmHg. La presión arte- rialelevadaejercesuefectoperniciosoendistintosórganosa través del sistema circulatorio (vasos sanguíneos). Sin embar- go hay otros factores que dañan el mismo sistema: es lo que llamamos factores de riesgo cardiovascular. El médico ha de detectarycontrolartodosestosfactoresquecoincidenenun mismo paciente y que inciden en el mismo vaso para preve- nir en lo posible las complicaciones cardiovasculares. Dichos factores de riesgo se pueden clasificar en modificables y no modificables. Entre los modificables destacan: • Valores elevados de presión arterial sistólica y/o diastólica. • Tabaquismo. • Dislipemia (colesterol-LDL >155 mg/dL o coleste- rol-HDL < 40 mg/dL en hombres y < 48 mg/dL en mujeres). • Obesidad, considerada como factor de riesgo cuando existe un índice de masa corporal (IMC ≥ 30 kg/m2 ) o un perímetro abdominal en la cintura mayor a 102 cm en el varón y 88 cm en la mujer. • Diabetes mellitus. • Inactividad física, sedentarismo. Y como factores de riesgo no modificables se en- cuentran: • Edad: se considera como riesgo una edad superior a 55 años en varones y a 65 años en mujeres. • Factores genéticos: antecedentes familiares de enfermedadcardiovascularprematura,edadsupe- rior a 55 años en varones y a 65 años en mujeres. • Sexo masculino. 4. ¿Cuál es la causa de la hipertensión? Enmásdelnoventaycincoporcientodeloscasosnosecon- sigue conocer o determinar su causa, por lo que hablamos de hipertensión arterial esencial o primaria. Sólo entre un 5% y un 10% de los pacientes presentan la llamada hipertensión secundaria o de causa conocida, atribuida a una patología de órgano como causa de la hipertensión arterial: enfermeda- des renales, endocrinas, psicógenas, neurológicas, farmaco- lógicas o vasculares. Esta última puede ser curable. Sin embargo se sabe que en la aparición de la hipertensión arterial se han implicado: • Factores genéticos. Es decir, que de padres a hijos se transmite una tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas de presión arterial. En la actualidad se desconoce el mecanismo exacto, pero se ha visto que cuando una persona tiene uno o dos progenitores hipertensos, su posibili- dad de desarrollar hipertensión dobla la de aque- llas personas que tienen ambos progenitores nor- motensos. Dicho de otro modo, el 40% de nuestra presión arterial está determinada genéticamente. • Sexo. Los hombres no tienen más predisposición a desarrollar hipertensión que las mujeres, aunque cuandoéstaslleganalamenopausia,laposibilidad Tabla 1. Definición y clasificación de los niveles de presión arterial Categoría PAS* PAD** Normotensión o hipertensión controlada Óptima < 120 < 80 Normal 120-129 80-84 Normal-alta 130-139 85-89 Hipertensión arterial Grado I 140-159 90-99 Grado II 160-179 100-109 Grado III ≥ 180 ≥ 110 Sistólica aislada > 140 < 90 *PAS: presión arterial sistólica. **PAD: presión arterial diastólica.
  • 221. 221 de desarrollar cifras elevadas de presión arterial se iguala a la de los hombres. • Edad. La presión arterial aumenta con la edad ya desde la infancia. Esto es siempre verdad para la presión arterial sistólica; en cuanto a la diastólica, a partir de los 50 años tiende a descender, con lo que aumentará la presión arterial diferencial (pre- sión de pulso). • Raza. Se sabe que los individuos de raza negra afroamericanos tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión arterial que los de ori- gen caucasiano, con mayor número de complica- ciones (más infartos cardíacos y cerebrales). • Sobrepeso. Es conocida la frecuencia de hiperten- sión arterial entre los obesos. A cualquier edad, la probabilidad de que un obeso presente hiperten- sión arterial es entre dos y tres veces superior res- pecto a los que están en su peso ideal. Por tanto, a medida que se aumenta de peso se eleva la pre- sión arterial, que es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. El sobrepe- so comporta también un descenso en la eficacia de los fármacos antihipertensivos. 5. ¿Qué síntomas produce la hipertensión arterial? La hipertensión arterial no suele dar síntomas. De ahí que más del treinta por ciento de la población no sepa que es hipertensa. Los síntomas más comunes son totalmente inespecíficos, y no guardan relación con las cifras de pre- sión arterial: dolor de cabeza, sensación de falta de aire, vi- sión borrosa y mareo. El dolor de cabeza es más frecuente por la mañana al levantarse y predomina en la zona occi- pital. La sensación de zumbidos de oídos, visión borrosa, mareos con ciertas posturas o adormecimiento de mitad del cuerpo deberían alertarnos de presión arterial bastan- te elevada. En otras ocasiones, hemorragias por la nariz o la conjuntiva, oleadas de calor y enrojecimiento de la cara y el cuello y palpitaciones inducirán al médico a medir la presión arterial. 6. ¿Qué puede pasar si no se controla la presión arterial? En principio hay que tener en cuenta que la hipertensión, de forma casi siempre asintomática, seguirá un curso silen- te afectando poco a poco la pared vascular de los vasos sanguíneos; y en función de la localización de éstos se pro- ducirán las siguientes complicaciones: • En el corazón, las cifras de presión arterial eleva- das de forma permanente hacen que éste ten- ga que trabajar más, por lo que paulatinamente aumentará de tamaño y finalmente fracasará produciendo la llamada insuficiencia cardíaca. Además, la hipertensión arterial acelera la ar- teriosclerosis que en los vasos coronarios pue- de producir la angina de pecho o un infarto de miocardio. • En el cerebro, pueden producirse trombos o rotu- ras de las arterias provocando hemorragias cere- brales o un infarto cerebral (ictus), con la consi- guiente hemiplejia (parálisis). • En la retina, puede producir rotura de los va- sos retinianos provocando hemorragias, exu- dados y edema de papila que conllevan dismi- nución de la agudeza visual e incluso pérdida de la visión. • En la aorta, el continuo aumento de la presión ­arterial puede acelerar la arteriosclerosis y debi­litar la pared, dando lugar a una dilatación o aneurisma. • En el riñón, se producirá un envejecimiento pre- maturo de las arterias renales con el desarrollo de insuficiencia renal, y a la larga necesidad de diáli- sis o trasplante. • Y en las extremidades inferiores se pueden formar las llamadas úlceras hipertensivas; o por la arte- riosclerosis puede aparecer dolor al caminar (de- nominado claudicación intermitente). La hipertensión La probabilidad de que las personas obesas presenten hipertensión arterial es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con peso ideal. Normalizar el peso ayuda significativamente al control de la hipertensión.
  • 222. LIBRO DE LA SALUD 222 7. ¿Cómo se puede saber si se es hipertenso? De una forma sencilla e inocua, es decir, con la utilización de instrumental idóneo en condiciones óptimas de uso y siempre empleado por personal que tenga conocimiento de la técnica de medida de la presión arterial. Entre los dis- tintos aparatos de medida de presión arterial que existen en la actualidad tenemos: • El esfigmomanómetro de mercurio: requiere per- sonalfamiliarizadoconél;utilizaunfonendoscopio para su uso, pero es el más exacto y el menos ex- puesto a errores. Aunque es el aparato de medida por excelencia, su uso público debe desaparecer por la toxicidad del mercurio. • El esfigmomanómetro de aire es también un aparato preciso, e igualmente necesita de un fo- nendoscopio para su uso. • El aparato electrónico: este tipo de aparato se utiliza mucho para realizar el autocontrol; no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. 8. ¿Se puede tomar la presión arterial uno mismo en su domicilio? Sí. Es lo que llamamos automedida domiciliaria de la presión arterial, y consiste en medirse la presión arterial utilizan- do aparatos electrónicos automáticos o semiautomáticos, preferentemente del tipo oscilométrico. Las ventajas que aporta son las siguientes: • Ayudaatenerunamejoradherenciaaltratamientoya queproporcionainformacióndelarespuestaaltrata- miento antihipertensivo prescrito por el médico. • Permite conocer si el paciente presenta el fenó- meno de bata blanca. Este fenómeno consiste en presentar una presión arterial normal durante la actividad cotidiana, y unas cifras de presión ar- terial elevadas cuando se está ante personal sa- nitario, por la reacción de alerta que supone su presencia. Este fenómeno es más frecuente ante el médico que ante la enfermera. • Ayuda al diagnóstico de hipertensión arterial resistente. • Detecta si el paciente presenta cifras demasiado bajas durante el tratamiento. • Es útil también en aquellas personas que no pue- den acudir a las consultas de atención primaria con facilidad, como los ancianos, los discapacitados o los usuarios con incompatibilidad horaria. Pero también pueden darse las siguientes desventajas: • Imprecisión en el establecimiento de los valores de presión arterial considerados como norma- les. Algunos estudios consideran como normal, o control óptimo, cifras inferiores a 130/85 mmHg. • Inexistencia de datos prospectivos de morbi- mortalidad. Hay que tener en cuenta que todos los aparatos domésticos utilizados para la toma de presión deben ser examinados regularmente para controlar su exactitud. 9. ¿Por qué el médico puede proponer un registro de la presión arterial durante 24 horas? Para saber la presión arterial que tiene el paciente mientras realiza sus actividades cotidianas. Es lo que se conoce como medida ambulatoria de la presión arterial, y consiste en un sis- tema de medida automática generalmente oscilométrico de la presión arterial. Utiliza un manguito de brazo normalizado que se infla con intervalos predeterminados, por lo general cada 15-30 minutos durante el día y cada 30-60 minutos du- rante la noche, por medio de una pequeña bomba. Las medi- dasobtenidas,durante24-48horas,seconservanenlaunidad que tiene el paciente para su lectura posterior por ordenador. Presenta las siguientes ventajas: • Proporciona información sobre el perfil de la pre- sión arterial durante las 24 horas del día, ya que permite múltiples medidas de la presión arterial. • Posibilita obtener mediciones durante subperíodos como el sueño y los períodos de vigilia o actividad. • Estima el ritmo circadiano. • Precisa un mínimo adiestramiento para el paciente. • No induce reacción de alerta durante el inflado. • Ofrece muchos posibles análisis de datos. • Muestra una mejor correlación con la lesión de órganos diana y pronóstico cardiovascular que la medida en la consulta o la autodomiciliaria. Y sus desventajas son: • Posible pérdida de datos por un fallo en el equipo o de cooperación.
  • 223. 223 • Posible interferencia en la vida normal del pacien- te durante el trabajo o el sueño. • Posible intolerancia por molestias, erupciones cu- táneas, o alergias e incluso síntomas de isquemia en el brazo. • Coste de la técnica. 10. ¿En qué condiciones debe tomarse la presión arterial? Para tomar de forma correcta la presión arterial es conve- niente que el paciente evite realizar ejercicio, comer, ingerir cafeína y fumar durante, por lo menos, los 30 minutos pre- vios a la medición de la presión arterial. La habitación debe ser confortable y silenciosa y el paciente debe descansar por lo menos durante 5 minutos antes de proceder a la me- dida. El brazo debe estar siempre a la altura del corazón. Además, debe estar cómodamente apoyado y relajado, ya que de lo contrario podría aumentar la presión diastólica hasta un 10%. Normalmente se obtienen mayores cifras en el brazo derecho y, si la diferencia entre ambos brazos es igual o superior a 10 mmHg, la medición debe realizarse en el que presente las cifras más elevadas. La anchura normal aproximada del brazal para adultos es de 13-15 cm (largo de 30-35 cm), aunque en niños y obesos se requieren otros tamaños. Las anchuras recomendadas son: menos de un año: 2,5 cm; de uno a cuatro años: 5,6 cm; de cuatro a ocho años: 8-9 cm; adultos muy obesos: 16-18 cm. Lo importan- te es que la cámara interior de goma sea lo bastante ancha para cubrir dos tercios de la longitud del brazo, y suficien- temente larga para abarcar, al menos, el 80% de su circun- ferencia. El brazal debe abarcar de una y media a dos veces la anchura del brazo. Si hay que elegir entre un brazal de- masiado estrecho y otro demasiado ancho, debe preferirse el segundo. Un manguito demasiado corto y/o estrecho medirá presiones falsamente elevadas, y uno demasiado ancho y/o largo, falsamente bajas. 11. ¿Cada cuánto tiempo debe medirse la presión arterial? Se aconseja que en adultos mayores de 18 años con una presión arterial sistólica inferior a 130 mmHg y diastólica inferior a 85 mmHg, se mida cada dos años; entre sistólica de 130-139 y diastólica de 85-89 mmHg, al cabo de un año; entre sistólica de 140-159 y diastólica de 90-99 mmHg, confirmar a los dos meses; entre sistólica de 160-179 y diastólica de 100-109 mmHg, confirmar en menos de un mes; si la sistólica es superior a 180 mmHg o la diastólica supera 110 mmHg, se debe iniciar su estudio o remitir inmediatamente al paciente a un centro de referencia. Con mucha frecuencia, cuando se detecta la hipertensión, ésta ya presenta repercusiones orgánicas evidentes. Una vez asegurado el diagnóstico de hipertensión arterial e iniciado el tratamiento antihipertensivo, los con- troles deberían hacerse cada dos o cuatro semanas (antes, si el paciente presenta HTA estadio 3 o tiene riesgo cardio- vascular alto o muy alto) hasta observar la tolerancia a la medicación y lograr el objetivo terapéutico. Si la presión está controlada y el paciente presenta un riesgo bajo o medio, la visita médica se hará cada seis o incluso doce meses. Si por el contrario el riesgo cardiovas- cular es alto o muy alto o hay afectación de órganos diana (corazón, cerebro, riñón, etc.), se hará cada tres meses. 12. ¿Hasta qué niveles hay que bajar las cifras de presión arterial? Hay que intentar bajar las cifras de presión arterial hasta al- canzar el objetivo establecido, que en general es por debajo de 140 mmHg para la PAS y por debajo de 90 mmHg para la PAD. Hay situaciones especiales, como la de los pacientes dia- béticos o con insuficiencia renal, en los que se aconseja dis- minuir las cifras a 130 mmHg para la PAS y 80 mmHg para la PAD; y por debajo de 125 mmHg para la PAS y por debajo de 75 mmHg para la PAD si existe una excreción de proteínas en orina superior a 1 g/d. Por tanto, dependiendo de los factores de riesgo cardiovascular asociados y el daño orgánico que pueda tener cada paciente, el médico establece un objetivo individualizado. El descenso de la presión arterial nunca debe comprometerelriegosanguíneodelosórganosvitales,nipro- vocar la aparición de episodios de hipotensión. La hipertensión Realizar de forma regular una actividad física moderada previene la hipertensión.
  • 224. LIBRO DE LA SALUD 224 13. ¿Por qué se tienen distintas cifras de presión arterial en un mismo día? La presión arterial es un proceso dinámico en constante cambio, que sufre muchas variaciones a lo largo del día, motivo por el cual las cifras de presión arterial no son es- tables. Por definición, en cada pulsación hay una medida distinta de presión arterial. Gracias a la toma continua de presión arterial durante 24 horas, hemos podido compro- bar que la presión sigue un ritmo circadiano o nictameral, es decir, que las cifras de presión son más altas durante el día y se reducen durante el sueño. Esto ocurre en la mayo- ría de las personas, sean hipertensas o no: la presión arte- rial suele disminuir de un 10% a un 20% durante la noche en relación con las cifras promedio del día. Existen situaciones que pueden contribuir a un au- mento de las cifras de presión arterial de forma transitoria, como puede ser cualquier motivo que comporte estrés para el individuo, la actividad física, los cambios climáticos (con el frío aumentan las cifras de presión arterial y en vera- no éstas disminuyen), el dolor, el miedo e incluso el simple hecho de saber que va a ser tomada la presión arterial. De ahí la necesidad de realizar más de una y desestimar siem- pre la primera. No es infrecuente que en épocas de calor se necesite disminuir el tratamiento, debido a que las cifras son más bajas al perderse sal con el sudor. 14. ¿Por qué se tienen cifras de presión arterial elevadas en la consulta médica y no en casa? Por el llamado fenómeno de bata blanca, que consiste en la elevación de las cifras de presión arterial durante las visitas en la consulta del médico, cuando son normales las toma- das en el domicilio. Aproximadamente un diez por ciento de la población general presenta este fenómeno, y además supone una proporción no despreciable entre los sujetos diagnosticados de hipertensión. Hoy en día se sabe que los individuos que tienen hipertensión de bata blanca presentan menor riesgo cardio- vascularqueaquellosquemantienencifrasdepresiónarterial elevadas las 24 horas. Sin embargo, existen algunos estudios que han demostrado que la hipertensión elevada sólo en la consulta médica se asocia con afectación de órganos espe- cíficos (corazón, riñón, cerebro) y alteraciones metabólicas, lo cual puede sugerir que este fenómeno no sea tan banal como parece. Por tanto, sería conveniente modificar el estilo de vida y realizar un estrecho seguimiento por parte del mé- dico; y sólo en el caso de que exista afectación de órganos específicos se iniciará tratamiento farmacológico. 15. ¿Por qué se tiene sólo la máxima elevada y la mínima normal? Este fenómeno se llama hipertensión arterial sistólica aisla- da y es aquella que presenta cifras de PAS > 140 mmHg pero con cifras de PAD < 90 mmHg. Este tipo de hipertensión se da generalmente en personas ya sexagenarias. Hasta hace unos años, esta cla- se de hipertensión había sido infravalorada como factor de riesgo cardiovascular y hoy en día la cifra de presión arterial sistólica es considerada como el principal compo- nente pronóstico de la hipertensión: de ahí la importancia de optimizar al máximo su control incluso con la combi- nación de varios fármacos si fuese necesario, ya que se ha demostrado que este control se asocia a una disminución de la mortalidad cardiovascular en un 22%, de la morta- lidad coronaria en un 26% y de la cerebrovascular en un 33%. Dicho de otro modo, es más importante el control de la presión sistólica (máxima) por ser ésta más dañina que la diastólica para nuestro sistema cardiocirculatorio. 16. ¿Cuándo se tiene la presión arterial descompensada? Nadie tiene la presión arterial descompensada, ya que es una expresión muy popular pero que no significa nada. Este término posiblemente fue utilizado haciendo refe- rencia a que las cifras de presión arterial sistólica y dias- tólica estaban muy próximas o muy separadas. Por tanto, debe recordarse que sólo hablamos de hipertensión ar- terial y de distintos grados de hipertensión, sea cual sea la diferencia que exista entre ellas. El paciente, mediante el tratamiento, ha de normalizar tanto la presión arterial sistólica como la diastólica, teniendo en cuenta que el control de la presión sistólica es esencial en la prevención de las complicaciones cardiovasculares. 17. ¿Qué se debe hacer una vez detectadas las cifras de presión arterial elevadas? Ante todo acudir al médico. Éste realizará una historia clíni- ca completa, un examen físico y una analítica, para asegu- rar en primer lugar el diagnóstico de hipertensión arterial y posteriormente buscar una posible causa curable si hay algún indicio, determinar los demás factores de riesgo car- diovascular asociado a la hipertensión arterial (pues han de tratarse todos ellos a la vez) y estudiar si existe ya algu- na repercusión en algún órgano específico (cerebro, cora- zón, riñón, etc.) que condicione el tipo de tratamiento y el objetivo perseguido.
  • 225. 225 La hipertensión Figura 1. Sistema arterial del aparato circulatorio (visión general anterior) Tronco braquiocefálico Carótida interna izquierda Axilar Humeral (o braquial) Torácica (o mamaria interna) Hepática Radial Cubital Poplítea Tibia anterior Carótida externa izquierda Cayado de la aorta Aorta Aorta torácica Coronarias Tronco celíaco Esplénica Subclavia izquierda Aorta abdominal Mesentérica superior Renal Mesentérica inferior Ilíacas primitivas (o comunes) Ilíaca externa Ilíaca interna (o hipogástrica) Femoral común Femoral profunda Femoral superficial La red arterial parte del corazón y llega a todo el organismo en forma de arterias, arteriolas y capilares arteriales. Transporta hasta los tejidos la sangre oxigenada. La tensión arterial es la presión con que circula la sangre por las arterias.
  • 226. LIBRO DE LA SALUD 226 18. ¿Qué puede hacer el paciente para prevenir y controlar la hipertensión arterial? En principio, es muy importante modificar el estilo de vida, con el objetivo de reducir la presión arterial y la enferme- dad cardiovascular. Entre las medidas que suelen tomarse se encuentran: • Disminución de peso, manteniendo el peso ideal (IMC 20-25 kg/m2 ). • Restringir el consumo de sal de forma indefinida, evitando alimentos con elevado contenido en sal (jamón dulce, embutidos, quesos, conservas no dulces, bollería de todo tipo, frutos secos, etc.), sin añadir sal en la cocción y eliminando la sal de la mesa. Esta medida debe tomarse incluso cuando se empieza un tratamiento con fármacos para controlar nuestra presión arterial, ya que se ha demostrado que aumenta la eficacia de éstos al permitir disminuir las dosis y, al mismo tiempo, algunos efectos secundarios. • Limitar el consumo de alcohol si se es hipertenso. Se aconseja disminuir la ingesta a cifras inferiores a 210 g/semanales (30 g/día) en los varones y a 140 g/semanales (20 g/día) en las mujeres y per- sonas de raza negra. • Aumentar la actividad física, mediante la práctica habitual (al menos cinco días a la semana) de ejer- cicio físico aeróbico, como caminar a paso ligero o nadar durante 30-45 minutos. • Adoptar una dieta mediterránea (consumir frutas, verduras, reducir el consumo de carnes rojas y uti- lizar productos lácteos desnatados con reducción de la grasa total y saturada). Aunque no está pro- bado que dicha dieta mediterránea tenga efecto sobre las cifras de presión arterial, sí que su con- sumo se ha asociado con una menor incidencia de trastornos cardiovasculares. • Abandonar el tabaco, si se es fumador. 19. ¿Con la presión alta se puede tomar café? Desde hace años se ha relacionado el consumo del café con una elevación aguda en las cifras de presión arterial, de aproximadamente 10 mmHg tanto en la presión arterial sis- tólica como en la diastólica. Sin embargo, tras numerosos estudios se ha llegado a la conclusión de que esta elevación aguda no es la misma para todos los individuos, y que el café no es causa de hipertensión arterial permanente. Existe diferencia entre los consumidores habituales de café, los que consumen de forma esporádica y los consumidores mayores de 60 años. En los primeros no se aconseja suprimir el café, ya que su retirada no comportará una mejora del control de la presión arterial. En cambio, en los otros dos grupos sí que se aconseja abstenerse de tomar café. ¿Por qué esta diferencia? El consumo diario de dos a cuatro tazas de café conduce a un fenómeno de tolerancia que hace que los efectos hiper- tensivos sean despreciables, tanto en normotensos como en hipertensos.Otrahipótesispostuladaeselhechodequepara losprimeros,elconsumodecaféactúacomounansiolítico,ya que les produce un efecto más estresante la abstinencia y en consecuencia aumentan las cifras de presión arterial. Aque- llos pacientes que sufran taquicardias por el consumo de café deberían abstenerse por los efectos nocivos que este hábito podría producir en el corazón. En general, se recomienda en pacientes hipertensos limitar el consumo de café a dos tazas diarias, e introducir formas descafeinadas de café. 20. ¿Es verdad que el estrés produce un aumento de las cifras de presión arterial? Tantoenlosindividuosnormotensoscomoenloshipertensos se ha demostrado que el estrés produce un aumento reversi- ble de las cifras de presión arterial, sobre todo en la presión arterial sistólica y en menor grado en la diastólica. Una vez finalizada la situación de estrés, éstas disminuyen y se norma- lizan.Nosehademostradoquelastécnicasderelajaciónsean Se recomienda la práctica habitual de ejercicio físico moderado, como nadar o caminar a paso ligero.
  • 227. 227 útiles para un mejor control de las cifras de presión arterial. Si esta situación de estrés conlleva un aumento de la frecuencia cardíaca, sería conveniente que se tratara la taquicardia de forma adecuada a fin de disminuir el trabajo del corazón. 21. ¿Cuándo se debe iniciar el tratamiento farmacológico? Cuando ya hemos modificado nuestro estilo de vida y con las medidas no farmacológicas (dieta, ejercicio, pérdida de peso, etc.) no se ha logrado normalizar las cifras de presión ar- terial,sedebeiniciareltratamientofarmacológico.Hadetener- se en cuenta que las cifras de presión arterial que se persiguen no son iguales para todos los enfermos ya que dependerá en cada caso de la existencia o no de otros factores de riesgo cardiovascular, de si existe o no afección en otros órganos, de posibles efectos secundarios, etc. Por tanto, dicho tratamiento seráiniciadoporelmédicodeformaindividualizada.Engene- ral, el objetivo es alcanzar cifras de presión arterial inferiores a 140/90 mmHg; pero si, por ejemplo, el enfermo es además diabético, el objetivo debería ser alcanzar cifras inferiores a 130/80 mmHg. El paciente nunca debe automedicarse. 22. ¿Qué tipos de tratamientos farmacológicos existen en la actualidad? En la actualidad existe un arsenal muy importante y va- riado de potentes fármacos antihipertensivos comercia- lizados para su administración por vía oral. Esto permite individualizar el tratamiento evitando los efectos secun- darios, mejorar la tolerancia y, dado que también existen combinaciones de distintos fármacos, reducir la dosis de pastillas. Se debe tener en cuenta que el tratamiento no es por una semana, ni por un mes, sino que es para toda la vida. El médico adaptará el tratamiento antihipertensivo a las características individuales de cada hipertensión arte- rial, para obtener la mejor relación eficacia-tolerancia. 23. ¿Por qué no se controlan las cifras de presión arterial a pesar del tratamiento? Si ha iniciado el tratamiento hay que esperar de cuatro a seis semanas para poder decir si la medicación es la ade- cuada para controlar las cifras de presión arterial. Una vez transcurrido este tiempo, en caso de no lograrse el objeti- vo fijado por el médico, será necesario que el paciente se haga las siguientes preguntas: • ¿He modificado mi estilo de vida, haciendo más ejer- cicio, disminuyendo mi peso, limitando la ingesta de sal en las comidas, abandonando el tabaco, reduciendo el consumo de alcohol, etc.? • ¿Me he olvidado de tomar alguna pastilla? • ¿Tomo la medicación siempre a la misma hora? • ¿Estoy tomando otros medicamentos que pueden interferir con la medicación antihipertensiva? • ¿Consumo regaliz de manera habitual? Si el paciente realiza correctamente todas estas medidas, y no se alcanza el objetivo, el médico tendrá que comprobar si las dosis prescritas y el número de fármacos son los adecuados. Quizá necesite añadir otro fármaco antihipertensivo y/o modificar alguno de los que está to- mando, ya que la mayoría de los pacientes hipertensos ne- cesita dos o más fármacos antihipertensivos para disminuir las cifras de presión arterial y alcanzar el objetivo. 24. ¿Se puede abandonar la medicación cuando se tiene la presión arterial controlada? Larespuestaesno,yaquelahipertensiónarterialesunaenfer- medad crónica, y el tratamiento de la hipertensión, sea farma- cológico o no, tiene carácter indefinido. El paciente presenta cifras de presión arterial dentro de los valores establecidos como normales porque toma medicación de forma regular; por ello su abandono comportará, antes o después, un au- mento de la presión arterial equivalente a las cifras que tenía antes de iniciar el tratamiento. Sin embargo, cuando las cifras depresiónarterialestáncontroladasdeformaestabledurante un largo período (un año o más), el médico puede reducir de maneraprogresivaladosisoelnúmerodefármacosprescritos, especialmente en aquellos pacientes que siguen las medidas nofarmacológicasdeformarigurosa.Cadaintentoenlamodi- ficación del tratamiento farmacológico debe ser supervisado por el médico; por tanto, nunca debe abandonarse la medica- ción o disminuirse su dosis por propia iniciativa. 25. ¿Las personas de más de 65 años deben tratarse la hipertensión? Sí. Aunque antaño se consideraba que las personas mayores de dicha edad presentaban hipertensión debido a la propia edad (es decir, se consideraba que era fisiológica), actual- mente numerosos estudios han demostrado que es sobre todo en este grupo de pacientes donde el riesgo cardiovas- cular global es muy superior al de los hipertensos jóvenes. Por tanto, todo sujeto mayor de 65 años, con una cifra de presión arterial igual o superior a 140/90 mmHg, debe ser considerado hipertenso y como tal, tratado con los mismos La hipertensión
  • 228. LIBRO DE LA SALUD 228 criterios que una persona joven de 18 años, y con el mismo objetivo terapéutico. El control de la hipertensión arterial en esta población tiene un impacto muy positivo en la preven- ción de la morbimortalidad cardiovascular, especialmente en el desarrollo de accidentes cerebrovasculares. 26. ¿A qué hora debe tomarse la medicación antihipertensiva? Las grandes complicaciones cardiovasculares suelen ocurrir por la mañana, por lo que generalmente suele recomendar- se la toma de la medicación a primera hora de la mañana. La administracióndelosdistintosfármacosprescritosenunasola toma diaria favorecerá el cumplimiento terapéutico por par- te del paciente. Sin embargo, existen situaciones en las que la toma única no nos asegurará un control permanente las 24 horasdeldía.Porlotanto,enloscasosdealtoymuyaltoriesgo cardiovascular o en aquellos casos en los que se precise más dedosfármacosparaelcontroldelascifrasdepresiónarterial, se valorará dividir la toma de medicación entre la mañana y la noche. El cumplimiento terapéutico entre una o dos tomas no esmuydistinto.Además,elolvidoenunadelastomascuando éstas son múltiples conlleva menos riesgo que si es única. 27. ¿Cuándo se debe acudir al Servicio de Urgencias de un hospital? En principio, el simple y único hecho de detectarse cifras ele- vadas de presión arterial no es un criterio para acudir al Servi- cio de Urgencias, excepto en los casos en que esta elevación de la presión arterial se acompañe de síntomas. La presencia deestosúltimoshacequelahipertensiónarterialseconvierta en una urgencia médica. Los síntomas que deben alertarnos pueden ser: dolor de cabeza de intensidad mayor de lo habi- tual, trastornos en la visión, dolor en el pecho que sea opresi- vo, pérdida de fuerza en alguna extremidad de nuestro cuer- po, no orinar en todo el día… Todos estos síntomas pueden presentarse en el contexto de alguna complicación relacio- nada con la hipertensión arterial como infarto de miocardio, hemorragia o trombosis cerebral, afectación renal, etc. 28. ¿Es verdad que hay ciertos fármacos que pueden aumentar las cifras de presión arterial? Efectivamente, ciertos fármacos pueden aumentar la presión arterial y con ello disminuir la eficacia de otros fármacos antihipertensivos. Entre ellos se encuentran: ciertos descongestionantes nasales, los antiinflamatorios no esteroideos, algunas hierbas de herboristería (com- puestas por efedrina, yohimbina, regaliz, etc.), drogas de abuso como la marihuana, cocaína, heroína, y las drogas de diseño, ciertos tratamientos inmunosupresores como la ciclosporina o el tacrolimus, la eritropoyetina, los corti- costeroides, los anticonceptivos orales, etc. Es importan- te que nuestro médico conozca todo nuestro tratamiento aunque sea prescrito por un colega. Glosario Esfigmomanómetro: aparato para la medida de la presión arte- rial. Los hay de mercurio, de aire y electrónicos. Este último tipo de aparato se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. Hipertensión arterial: toda elevación persistente de la presión arterial por encima de unos criterios establecidos como normales. Hipertensión de bata blanca: fenómeno que consiste en la ele­ vación de las cifras de presión arterial durante las visitas en la con- sulta del médico, siendo normales las tomadas en el domicilio. Aproximadamente un diez por ciento de la población general la presenta, lo que supone una proporción no despreciable entre los sujetos diagnosticados de hipertensión. IMC: índice de masa corporal. Se calcula teniendo en cuenta la altu- ra y el peso corporal (véase el capítulo 43 dedicado a la obesidad). Morbimortalidad: mortalidad y complicaciones asociadas a una enfermedad. PAD: presión arterial diastólica o mínima (véase tabla 1). PAS: presión arterial sistólica o máxima (véase tabla 1). Presión arterial: es la presión con que circula la sangre por las ar- terias. Cuando esta presión supera ciertos límites comporta daño en la pared de los vasos, y, a largo plazo, aparece un aumento en la incidencia de padecer complicaciones. Bibliografía Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Hipertensión arterial-HTA». http://www.fisterra.com/material/consejos/hipertension_arterial.asp. GeoSalud.com. «Hipertensión arterial». http://www.geosalud.com/ hipertension/. Guía Española de Hipertensión Arterial. http://www.seh-lelha.org/ guiahta05.htm. MedlinePlus.Enciclopediamédicaenespañol.«Presiónarterialalta». http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/highbloodpressure. html. OndaSalud.com. «Hipertensión arterial». http://www.ondasalud.com/ edicion/noticia/0,2458,5155,00.html.
  • 229. 229 La hipertensión • La hipertensión arterial es una enfermedad crónica con elevada prevalencia. • Hablamos de hipertensión arterial cuando las cifras de presión arterial son > 140/90 mmHg. • La hipertensión casi siempre es asintomática. • El riesgo cardiovascular ya se inicia con cifras de presión arterial > 115/75 mmHg, y se dobla por cada incremen- to de 20/10 mmHg. • La automedición domiciliaria ayuda a una mejor adhe- rencia al tratamiento. • En pacientes sin factores de riesgo el objetivo del trata- miento es lograr cifras < 140/90 mmHg; y en pacientes diabéticos o nefrópatas < 130/80 mmHg. • El tratamiento de la hipertensión arterial es de por vida. Resumen
  • 231. 231 Capítulo 23 La insuficiencia cardíaca Dra. Eulàlia Roig Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Cómo funciona el corazón normal? El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre para que el oxígeno y los nutrientes lleguen a todos los ór- ganos del cuerpo humano. Para entender cómo se realiza esta función recordaremos que el corazón está formado por dos aurículas, cavidades a las que llega la sangre, y dos ventrículos, que son las cámaras con mayor poder con- tráctil y que expulsan la sangre fuera del corazón. Entre las aurículas y los ventrículos, y a la salida de los ventrículos, existen unas estructuras llamadas válvulas cardíacas que al abrirse permiten el paso de la sangre, mientras que al cerrarse evitan que ésta retroceda. En el cuerpo humano existen dos circuitos por don- de circula la sangre: 1. Circuito pulmonar, donde la sangre poco oxi­ genada llega desde la periferia hasta la aurícula derecha; de aquí pasa al ventrículo derecho y de éste a la circulación pulmonar, donde se oxigena. 2. Circuito sistémico, donde la sangre una vez oxi- genada llega de la circulación pulmonar a la aurí- cula izquierda; de ésta pasa al ventrículo izquier- do y posteriormente es expulsada por la arteria aorta hacia la periferia para nutrir el cuerpo. En cada latido, el corazón se llena de sangre que si- multáneamente, con la contracción del músculo cardíaco del ventrículo derecho, se expulsa hacia los pulmones, y con la contracción del ventrículo izquierdo se expulsa ha- cia la aorta. De hecho, el corazón actúa como una bomba que recoge la sangre del sistema venoso, la envía al pul- món para oxigenarse y luego la distribuye a todo el cuerpo a través del sistema arterial. 2. ¿Qué es la insuficiencia cardíaca? La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón pierde su capacidad para expulsar la sangre nece- saria a fin de asegurar la nutrición del organismo. Esta si- tuación puede presentarse por diferentes causas: tanto por la dificultad de llenado del corazón, como por la reducción de su fuerza contráctil o incluso debido a causas externas al corazón. En este caso, el corazón es estructuralmente normal, pero debido a los efectos causados por otra enfer- medad puede ver reducida su efectividad. Como resultado de la reducción de sangre expul- sada por el corazón, se produce un aumento de presión dentro de éste. Esta mayor presión se transmite de forma retrógradaalpulmón,dondeseincrementatambiénlapre- sión en los vasos pulmonares; si este aumento de presión supera un nivel crítico, va a producirse salida de líquido de la sangre hacia los alvéolos pulmonares dificultando la res- piración, y causando el síntoma más importante, el ahogo o sensación de falta de aire. Al mismo tiempo, se produce retención de líquido, causante de los edemas.
  • 232. LIBRO DE LA SALUD 232 3. ¿Cuáles son las posibles causas primarias de la insuficiencia cardíaca? La causa de la insuficiencia cardíaca suele hallarse en alte- raciones en el funcionamiento del corazón; de hecho, cons- tituye la fase final de muchas enfermedades del corazón. • Insuficiencia cardíaca con fuerza contráctil con- servada: el corazón conserva su fuerza contráctil. En este caso la reducción de sangre expulsada en cada latido se debe a una alteración en el llenado del corazón atribuible a diversas causas: 1. La alteración de la relajación (disfunción diastó- lica), que responde a un aumento de la rigidez y/o grosor de las paredes del corazón que hace que no se relajen adecuadamente dificultando el llenado de los ventrículos. Así, por la falta de rela- jación, la entrada de sangre en la cavidad ventri- cular provoca un aumento rápido de presión que dificulta su llenado, lo que a su vez condiciona que en cada latido se expulse menos cantidad de sangre. La causa más frecuente de insuficiencia cardíaca con función ventricular preservada es la hipertensión arterial. 2. Cuando las válvulas cardíacas no se abren de forma adecuada (estenosis) dificultan el paso de la sangre. En la estenosis mitral se limita el llena- do del ventrículo izquierdo, mientras que en la estenosis aórtica se dificulta el paso de sangre hacia la aorta; en ambos casos puede producir- se insuficiencia cardíaca. De igual forma, si las válvulas no se cierran bien se produce una insu- ficiencia que hace que parte de la sangre, en lu- gar de ser expulsada hacia delante, retroceda a través de la válvula defectuosa provocando una sobrecarga de volumen que aumenta el trabajo del corazón. 3. Las secuelas de una inflamación del pericardio pueden producir insuficiencia cardíaca. El peri- cardio se vuelve rígido y actúa como una coraza que rodea al corazón, dificultando su llenado. 4. Las arritmias pueden producir insuficiencia cardíaca, sobre todo cuando producen ritmos cardía- cos muy rápidos; con ello se acorta el período de relajación (diástole), se reduce el llenado ventricular y, por tanto, el volumen de sangre ­expulsada. • Insuficiencia cardíaca con disminución de la fuer- za contráctil. Cuando la insuficiencia cardíaca se atribuye a pérdida de fuerza contráctil del músculo cardíaco, las cau- sas más frecuentes son: 1. Cardiopatía isquémica. En este caso, debido a aterosclerosis (endurecimiento patológico de la pared de las arterias por depósito de lípidos) se producen obstrucciones en las arterias corona- rias (que son las que llevan la sangre al corazón), dificultando el riego sanguíneo. Al disminuir el aporte de oxígeno, el músculo cardíaco no funciona correctamente y se reduce su fuerza contráctil. Si una arteria coronaria se obstruye totalmente, una parte de músculo cardíaco se queda sin irrigación; entonces las células muscu- lares se mueren y el músculo deja de contraerse: es lo que se llama un infarto de miocardio. Si el infarto es muy grande o el enfermo ha sufrido va- rios infartos de miocardio, la porción de músculo cardíaco muerta es lo suficientemente extensa como para alterar el funcionamiento global del corazón; de forma que la parte de músculo sana no es suficiente para asegurar que en cada lati- do se expulse la sangre adecuada para nutrir al organismo. 2. Hipertensión arterial. Cuando existe hipertensión arterial hay un aumento de la rigidez de las arterias, La auscultación del corazón y de los pulmones, que se realiza con el fonendoscopio o estetoscopio, permite detectar la existencia de signos asociados a la insuficiencia cardíaca.
  • 233. 233 lo que incrementa la resistencia a la circula- ción de la sangre; todo ello hace que aumente el trabajo del corazón para expulsar la sangre. A este fenómeno se lo denomina sobrecarga. De- bido al exceso de trabajo, el corazón responde primero aumentando el grosor de sus paredes (hipertrofia) para poder mantener el mismo nivel de efectividad; pero si la sobrecarga persiste du- rante largo tiempo el corazón acaba dilatándose y perdiendo fuerza contráctil. 3. Otra causa de insuficiencia cardíaca se debe a un proceso inflamatorio del músculo cardíaco, ge- neralmente causado por una infección viral. La inflamación se asocia a necrosis (muerte de un tejido) de fibras musculares miocardíacas, que acaban siendo sustituidas por tejido fibroso cica- tricial que no tiene capacidad para contraerse. Si la lesión es extensa, el corazón pierde una parte importante de su fuerza contráctil, lo que favore- ce la aparición de insuficiencia cardíaca. 4. De forma similar, algunos tóxicos como el alcohol, la cocaína, algunos fármacos usados para el trata- miento del cáncer (quimioterapia) u otros pueden dañar el músculo cardíaco de forma importante, causando su destrucción. La pérdida de músculo cardíaco reduce la contractilidad global del cora- zón, y puede ser causa de la insuficiencia cardíaca. 5. Las alteraciones valvulares, si persisten durante largo tiempo sin ser reparadas, acaban produ- ciendo dilatación y disfunción ventricular. 4. ¿Quién puede sufrir insuficiencia cardíaca? Diversos estudios poblacionales que han analizado la apa- rición de insuficiencia cardíaca a lo largo del tiempo nos indican que el tabaco, la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes se asocian a un aumento de la incidencia de insuficiencia cardíaca. Otro factor importante es la edad pues la aparición de insuficiencia cardíaca aumenta de for- ma exponencial con la edad de la población, de manera que a partir de los 75 años el riesgo es muy alto. El antece- dente de infarto de miocardio aumenta el riesgo de insu- ficiencia cardíaca en los hombres de mediana edad, mien- tras que en las mujeres, la hipertensión arterial constituye el factor de riesgo más importante. 5. ¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia cardíaca? El síntoma más relevante es la sensación de ahogo o falta de aire (disnea). Debido a que el corazón expulsa menos sangre, se produce un aumento de presión que se transmite de forma retrógrada al pulmón. Este incre- mento de la presión a nivel pulmonar provoca edema en los alvéolos pulmonares, lo que dificulta el intercambio de oxígeno, bajando la concentración de éste en la san- gre, y causando la aparición de falta de aire. Inicialmente, ésta aparece primero sólo con grandes esfuerzos, pero a medida que la insuficiencia cardíaca progresa, aparece con esfuerzos menores y, cuando es grave, aparece con muy poco esfuerzo. Además, la sensación de falta de aire puede empeorar cuando el paciente se echa en la cama, apareciendo también tos irritativa. A veces, puede suce- der que el paciente se despierte mientras duerme con sensación de falta de aire y se vea obligado a sentarse en la cama para respirar mejor. También son frecuentes los signos de congestión, es decir, retención de líquido que produce hinchazón de las extremidades. Este fenómeno se debe a que la sangre expulsada en cada latido cardíaco llega con menos fuerza al riñón, el cual pone en marcha una serie de reacciones que acaban produciendo menor excreción de orina y re- tención de líquido. Los primeros signos de congestión se notan en las venas yugulares, que pueden verse en el cue- llo muy marcadas; a continuación se afecta el hígado, que suele estar aumentado de tamaño y puede producir dolor cuando se explora; y, finalmente, se produce hinchazón en los pies y tobillos que puede afectar a toda la pierna. Ade- más, si la retención de líquido es muy importante puede existir líquido en la barriga, la cual aumenta de tamaño. La insuficiencia cardíaca La ecocardiografía utiliza ultrasonidos para evaluar la función de bomba del corazón en sus diferentes regiones y el estado de las válvulas cardíacas. Es una prueba muy útil e inocua.
  • 234. LIBRO DE LA SALUD 234 Cuando el volumen de sangre expulsado por el co- razón es muy bajo, aparece cansancio o fatiga fácil, frialdad en los pies, episodios de sudoración fría y a veces cuadros compatibles con depresión. En las fases terminales de la enfermedad, el paciente presenta ahogo al realizar míni- mos esfuerzos como vestirse o ducharse, no puede llevar Figura 1. Esquema de la circulación mayor y menor CIRCULACIÓN MENOR Venas pulmonares Arteria aorta Aurícula izquierda Ventrículo izquierdo CIRCULACIÓN MAYOR Red capilar arteriovenosa Arteria pulmonar Aurícula derecha Red capilar pulmonar Ventrículo derecho Vena cava La sangre arterial y venosa circula por nuestro cuerpo en dos grandes circuitos conectados en la bomba del sistema, que es el corazón. La sangre venosa (pobre en oxígeno) va desde la parte derecha del corazón a los pulmones y regresa a la parte izquierda de dicho órgano. Este circuito se denomina circulación menor o pulmonar y su función principal es oxigenar la sangre. La sangre así oxigenada se distribuye por todo el organismo y retorna a la parte derecha del corazón como sangre venosa. Este circuito se denomina circulación mayor o sistémica. Su función principal es aportar a todas las células el oxígeno necesario para su metabolismo y recoger el dióxido de carbono residual.
  • 235. 235 una vida activa, debe dormir incorporado, ya que el ahogo empeora al estirarse en la cama, y tiene signos de conges- tión. En esta fase son frecuentes los ingresos hospitalarios por lo que reduce de forma importante la calidad de vida. 6. ¿Cuáles son los factores precipitantes de la insuficiencia cardíaca? Muchos pacientes con una alteración en el corazón per- manecen estables sin síntomas, incluso sin tratamiento médico, y se dice que están compensados. Esto significa que, a pesar de que su corazón no funciona al cien por cien, este déficit se halla compensado espontáneamente. Cuando se pone de manifiesto la enfermedad, al aparecer los primeros síntomas, el tratamiento médico ayuda a que el paciente esté también compensado con ningún o muy pocos síntomas. No obstante, cuando se asocia algún factor pre- cipitante, pueden aparecer los síntomas de insuficiencia cardíaca, por ejemplo, un paciente puede tener un cierto déficit de contractilidad debido a un infarto de miocardio antiguo, y con la aparición de una arritmia como la fibrila- ción auricular (el corazón late muy rápido y de forma no regular) o una sobreinfección respiratoria, aparecen sínto- mas de insuficiencia cardíaca. Los factores precipitantes más frecuentes son la aparición de fibrilación auricular, un mal control de la presión arterial elevada, una infección respiratoria, un nuevo evento coronario, el abandono del tratamiento farmacológico o la mala tolerancia a la dieta con ingesta importante de sal, la administración de fármacos perju- diciales como los antiinflamatorios no esteroideos, que causan retención de líquidos, o algunos antiarrítmicos. La causa precipitante también puede ser la aparición de otra enfermedad no relacionada con el corazón, como una anemia grave o alteraciones del tiroides. Con cada nueva descompensación es necesario ajustar el tratamiento far- macológico y el riesgo de presentar una nueva descom- pensación aumenta. 7. ¿Cómo se diagnostica la insuficiencia cardíaca? La insuficiencia cardíaca se diagnostica por los sínto- mas que presenta el paciente y por los hallazgos com- patibles en la exploración física, es decir, la falta de aire y cansancio al realizar esfuerzos, por un lado, y la apa- rición de edemas en la exploración física, por otro. La aparición de ahogo puede ser debida a otras causas, como infección del pulmón o alteraciones de éste, por lo que hay que valorar detenidamente tanto los sínto- mas que refiere el paciente como la exploración física. Cuando un paciente tiene insuficiencia cardíaca, pre- senta una auscultación pulmonar alterada, se auscultan estertores que son ruidos característicos que denotan la presencia de agua en los campos pulmonares. Además, el corazón suele latir con una frecuencia aumentada, puede oírse un soplo cardíaco o algún ruido anómalo, las venas ­yugulares están ingurgitadas (hinchadas por acumulación de sangre), el hígado, aumentado de ta- maño; y las piernas, hinchadas. 8. ¿Cuáles son las pruebas diagnósticas más utilizadas? La radiografía de tórax permite ver si la silueta cardíaca está agrandada, si existe aumento de la trama venocapilar, si las arterias pulmonares son prominentes y en ocasiones pone de manifiesto la retención de líquido en los alvéolos, en las cisuras (líneas de división de los lóbulos pulmonares) o en la pleura. • El electrocardiograma (ECG) nos puede ayudar, aunque no es específico, permite ver el ritmo y la frecuencia cardíaca que suele ser elevada. Nos es útil para detectar si el paciente ha tenido un infar- to de miocardio previo, si existen bloqueos, si hay signos de sobrecarga y la existencia de arritmias tanto rápidas como lentas. En realidad la proba- bilidad de tener insuficiencia cardíaca si el ECG es estrictamente normal es muy baja. • El ecocardiograma es la prueba más importante para establecer la etiología o causa de la insufi- ciencia cardíaca, por lo que a todos los pacientes con insuficiencia cardíaca debería realizárseles un ecocardiograma. Con esta técnica no invasiva podemos obtener mucha información sobre el funcionamiento del corazón que, además, pue- de ayudar a establecer el pronóstico. El ecocar- diograma permite evaluar cómo se mueven las válvulas cardíacas, podemos ver cómo se contrae el músculo cardíaco, si todas las paredes se mue- ven o si hay zonas que no se contraen indicando la existencia de un infarto de miocardio previo, si las cavidades cardíacas se hallan agrandadas, si el corazón se relaja y llena de forma adecuada, si hay líquido en el pericardio y si la presión en el pulmón se halla elevada. La insuficiencia cardíaca
  • 236. LIBRO DE LA SALUD 236 • El cateterismo de las arterias coronarias permite ver si hay obstrucciones en las arterias que llevan la sangre al corazón. En este caso, las obstruccio- nes pueden dificultar el paso de ésta y alterar el funcionamiento del corazón. Además, facilita evaluar si las arterias pueden ser recanalizadas. La coronariografía está indicada en pacientes con sospecha de afectación coronaria. • Es importante que los pacientes con insuficien- cia cardíaca se hagan análisis de sangre de forma periódica para evaluar los niveles de sodio y po- tasio, ya que este último se pierde con los diuré- ticos. También debe analizarse la función renal y la existencia de anemia, que puede empeorar los síntomas de la insuficiencia cardíaca. En los casos con sospecha clínica puede ser importan- te valorar el funcionamiento del tiroides o hacer otros análisis específicos. • La biopsia endomiocárdica permite extraer un trozo de músculo cardíaco para analizar las ano- malías del tejido con el microscopio. Esta técnica no se utiliza habitualmente, pero puede estar in- dicada en casos muy especiales de infección que causa inflamación generalizada del corazón. 9. ¿Cuál es el pronóstico de la insuficiencia cardíaca? El pronóstico de la insuficiencia cardíaca es muy variable y depende de múltiples factores. En general, si el paciente responde bien al tratamiento médico y no requiere nuevos reingresos por insuficiencia cardíaca descompensada, la mortalidad anual es sólo del 8%. No obstante, si una vez optimizado el tratamiento médico presenta un deterioro rápido con descompensaciones frecuentes, entonces la supervivencia es mucho menor, llegando a ser la morta- lidad anual del 30% al 50%. Factores como la causa isqué- mica, la presencia de insuficiencia renal, la hipotensión ar- terial o una dilatación ventricular muy aguda se asocian a peor pronóstico. 10. ¿Cómo se hace el tratamiento de la insuficiencia cardíaca? El tratamiento de la insuficiencia cardíaca consta de medi- das generales no farmacológicas y también de fármacos. Hay que distinguir, también, entre el tratamiento que re- quiere el paciente cuando ingresa en el hospital con una descompensación aguda del que va a necesitar en la fase estable de mantenimiento (fase crónica). 1. Insuficiencia cardíaca aguda. Cuando el paciente acude a urgencias con síntomas de ahogo grave, a veces de rápida aparición, va a requerir aporte de oxígeno y fármacos que actúen con rapidez para mejorar su situación, especialmente diuréti- cos (aumentan la expulsión de orina), que deben administrarse directamente en la vena para ser más eficaces, y fármacos que producen vasodi- latación, para reducir la presión en la circulación pulmonar. Si la situación es crítica y, además de falta de aire, existe frialdad y sudoración debido a que la sangre expulsada por el corazón se ha reducido a un nivel crítico, se inyectan fármacos que aumentan la fuerza contráctil del corazón. Una vez que el paciente ha mejorado y se estabi- liza, la medicación endovenosa pasa a adminis- trarse por vía oral. 2. Insuficiencia cardíaca crónica. En la fase crónica de la enfermedad están indicados dos tipos de medicamentos: unos para reducir los síntomas, como son los diuréticos, y los otros, los más im- portantes, actúan a largo plazo para reducir la progresión de la enfermedad, el riesgo de nueva descompensación y el riesgo de muerte. Éstos son los inhibidores de la Enzima Conversora de la Angiotensina (ECA), como el enalapril, capto- pril o ramipril y los beta-bloqueantes, como el carvedilol, el bisoprolol o el nebivolol. En caso de alergia o contraindicación para los inhibido- res de la ECA, deben administrarse antagonistas del receptor de la angiotensina como el valsartán o candesartán. Tanto los inhibidores de la ECA como los beta-bloqueantes bajan la presión arte- rial, por lo que generalmente se inician en dosis bajas y poco a poco se aumenta la dosis a medi- da que son bien tolerados. A veces este período de adaptación es largo, como en el caso de los beta-bloqueantes, en que puede tardarse varios meses en ­alcanzar la dosis máxima tolerada. A medida que la insuficiencia cardíaca progresa, empeoran los síntomas y con frecuencia es necesario aña- dir nuevos fármacos como la digoxina, que aumenta la fuerza contráctil del corazón, y la espironolactona, que es un diurético. En algunos casos muy seleccionados, la im- plantación de un marcapasos especial denominado trica- meral puede mejorar los síntomas.
  • 237. 237 11. ¿Qué medidas no farmacológicas se deben tomar? En primer lugar dejar hábitos como el tabaco ya que al fumar se dificulta la respiración y pueden empeorar los síntomas, especialmente el ahogo. Debe reducirse la in- gesta de sal en la comida, sobre todo cuando la enferme- dad está avanzada; además, la dieta debe ser saludable, evitando el exceso de grasas y las comidas abundantes. Si existe tendencia a la retención de líquido, debe limitarse su ingesta. Aunque deben evitarse los esfuerzos extenuantes, se recomienda realizar algún tipo de ejercicio moderado como caminar cada día alrededor de una hora. Se recomienda también un buen descanso nocturno con la cama un poco incorporada para respirar mejor y si es posible descansar después de las comidas, especialmente si son copiosas. Si la insuficiencia cardíaca se debe a un exceso de ingesta de alcohol, éste debe suprimirse totalmente; en caso contrario, puede tomarse como máximo un vaso de vino al día. También debe limitarse la ingesta de café a una vez al día, con la posibilidad de tomarlo descafeinado en caso de aumentar las tomas. Por supuesto, drogas como la cocaína deben abandonarse de inmediato, puesto que perjudican gravemente el corazón. Otra medida adicional que puede mejorar los sín- tomas es evaluar la presencia de apneas del sueño en los pacientes roncadores, ya que el tratamiento adecuado de este problema puede mejorar los síntomas de la insufi- ciencia cardíaca. 12. ¿Cómo se debe prevenir la insuficiencia cardíaca descompensada? Para prevenir la aparición de nuevas descompensaciones es importante tomar la medicación prescrita por el médico, en las dosis y horas aconsejadas. Si aparece algún efecto secundario indeseable, debe consultarse con el médico o la enfermera de insuficiencia cardíaca antes de dejar la me- dicación. Es fundamental cumplir con las recomendacio- nes generales expuestas en el apartado anterior referentes a mejorar los hábitos de vida, especialmente no fumar y re- ducir la ingesta de sal. Es importante pesarse cada mañana, pues si aparece un aumento de peso no explicado puede indicar retención de líquido; si a lo largo de varios días el peso aumenta en unos 3-4 kg o aparece hinchazón leve en las piernas, se debe consultar al médico o enfermera para analizar la causa y tomar las medidas adecuadas. En caso de hipertensión arterial, es muy importante su control; la presión arterial debe medirse a la misma hora y con el mismo aparato para que los valores sean comparables. Deben evitarse los antiinflamatorios, ya que pueden provocar retención de líquido en la insuficiencia cardíaca. 13. ¿Cuándo está indicada la cirugía en la insuficiencia cardíaca? • Cuando la insuficiencia cardíaca se debe a una alteración en las válvulas cardíacas, pueden sus- tituirse las válvulas dañadas por válvulas nuevas biológicas o mecánicas. • En el paciente con cardiopatía isquémica, con an- gina de pecho y necesidad de revascularización coronaria. • Cuando la insuficiencia cardíaca se debe a altera- ciones en la configuración del corazón de origen congénito (es decir, de nacimiento), puede ser necesaria la cirugía para reparar alteraciones es- tructurales, sobre todo en la infancia. • Cuando existen tumores cardíacos que deben extirparse. • Cuando el pericardio se halla calcificado debido a las secuelas de una inflamación previa y condicio- na la aparición de insuficiencia cardíaca, puede ser necesaria su resección. •En la fase final de la insuficiencia cardíaca o cuando ésta es muy grave, puede ser necesaria la implan- tación de bombas artificiales que temporalmente ayuden o suplanten al corazón en su función de bombear la sangre al organismo. La insuficiencia cardíaca En casos extremos, el corazón puede sufrir una alteración mecánica o eléctrica que haga ineficaz su función (paro cardíaco). En estas situaciones puede emplearse un equipo de reanimación cardíaca, que debe someterse a revisión periódica y estar siempre a punto.
  • 238. LIBRO DE LA SALUD 238 14. ¿Cuándo está indicado un trasplante cardíaco? En enfermos con menos de 65 años que tengan insuficien- cia cardíaca con síntomas agudos que persisten a pesar del tratamiento médico optimizado y que no tengan opción a otra forma de tratamiento para mejorar su calidad de vida. El trasplante cardíaco es el único tratamiento que alar- ga la supervivencia en la insuficiencia cardíaca terminal y me- jora la calidad de vida. Su mortalidad aguda se sitúa entre el 6% y el 16%, cifra muy inferior a la mortalidad de la insuficien- cia cardíaca grave, que es del 50% al año. Es importante desta- car que después del trasplante cardíaco hay que seguir trata- miento con inmunosupresores (medicamentos que deprimen la inmunidad) de por vida para evitar el rechazo tanto agudo, como crónico. Actualmente ha mejorado la supervivencia a largo plazo del paciente trasplantado, de modo que la expec- tativa media de vida después del trasplante es superior a los doce años. La aparición de rechazo crónico junto con las infec- ciones y un ligero aumento en la incidencia de cáncer son los factores que limitan la viabilidad del trasplante a largo plazo. Glosario Anemia: disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre. Arritmia: alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen las taquia- rritmias (taquicardias), en las que el corazón tiene una frecuencia superior a 100 latidos por minuto en reposo, y las bradiarritmias (bradicardias), en las que el corazón tiene en reposo una frecuen- cia inferior a 55 latidos por minuto. Beta-bloqueantes: fármacos frecuentemente empleados en el tra- tamiento de los pacientes con cardiopatía isquémica. Reducen el tra- bajo del corazón al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cardiopatía: de cardio, ‘corazón’, y patia, ‘alteración’; por tanto, alteración del corazón. Cardiopatía isquémica: enfermedad del corazón debida a una insuficiencia del riego sanguíneo específico (insuficiencia corona- ria). Los cuadros clínicos más habituales son la angina de pecho y el infarto de miocardio. Coronariografía: prueba radiológica con contraste para observar el estado de las arterias coronarias y sus posibles lesiones. Disnea: sensación subjetiva de falta de aire, respiración difi­ cultosa o ahogo. Se relaciona con la sensación de esfuerzo excesivo para lograr una respiración (ventilación pulmonar) adecuada. Fibrilación auricular: fibrilación es un temblor ligero localizado en un grupo de fibras musculares del corazón, en este caso en las aurículas. Hipertensión: elevación de la presión de la sangre. Hipertrofia: de hiper, ‘aumento’, y trofia, ‘crecimiento’, esto es, aumento del crecimiento; en el caso del corazón denota aumento del crecimiento de las células musculares cardíacas. Insuficiencia: disminución de la capacidad de un órgano para cumplir sus funciones. Pericardio: membrana serosa que cubre el corazón. Revascularización coronaria: intervención destinada a resta- blecer o mejorar la circulación coronaria. Puede intentarse con fármacos, colocando un dispositivo (stent) en el curso de una ­coronariografía o mediante una intervención quirúrgica, inclu- yendo la cirugía de bypass. Ventrículo: cavidad pequeña; en medicina hace referencia al co- razón o al cerebro. Bibliografía Asociación Médica Americana del Corazón. http://www.americanheart. org. Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Insuficiencia cardíaca». http://www.fisterra.com/guias2/icc.asp. Insuficiencia Cardíaca en Línea. http://www.heartfailure.org/spanish_site/ pages/menu_page.html. Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Insuficiencia cardíaca». http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000158. htm. Sociedad Española de Cardiología. http://www.secardiologia.es.
  • 239. 239 La insuficiencia cardíaca • La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón pierde su capacidad para expulsar la sangre necesaria para asegurar la nutrición del organismo. La edad avanzada, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la presencia de cardiopatía isquémica se asocian a una mayor inci- dencia de insuficiencia cardíaca. • El síntoma más relevante es la sensación de ahogo o falta de aire (disnea), debido a que el corazón expul- sa menos sangre y se produce un aumento de pre- sión que se transmite de forma retrógrada al pulmón. También son frecuentes los signos de congestión, es decir, retención de líquido que produce hinchazón de las extremidades. La insuficiencia cardíaca se diagnostica por los síntomas que presenta el paciente y por los hallazgos compatibles en la exploración física: por un lado, la falta de aire y cansancio al realizar esfuerzos y, por otro, la aparición de signos de congestión en la exploración física. • El ecocardiograma es la prueba más importante para establecer la etiología o causa de la insuficiencia car- díaca. Es importante que los pacientes con insuficiencia cardíaca se hagan análisis de sangre de forma periódica para evaluar los niveles de sodio y potasio, ya que este último se pierde con los diuréticos. • El pronóstico de la insuficiencia cardíaca es muy variable y depende de múltiples factores. • El tratamiento de la insuficiencia cardíaca consta de medidas generales no farmacológicas y de fármacos. En primer lugar, hay que dejar hábitos como el tabaco y reducir la ingesta de sal en la comida (sobre todo si existe tendencia a la retención de líquido); además, la dieta debe ser saludable. Aunque deben evitarse los es- fuerzos ­extenuantes, se recomienda realizar algún tipo de ejercicio moderado, como caminar cada día alrede- dor de una hora. Para el tratamiento están indicados dos tipos de medicamentos: unos reducen los síntomas (como los diuréticos) y otros intentan reducir la progre- sión de la enfermedad (como los beta-bloqueantes). Resumen
  • 241. 241 Capítulo 24 Arritmias y marcapasos Dr. Josep Brugada Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona Mariona Matas Diplomada universitaria en Enfermería. Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué son las arritmias? Las arritmias son cualquier alteración del ritmo cardíaco normal del corazón. El corazón deja de latir de manera normal en cuan- to a frecuencia cardíaca y regularidad se refiere. Este ritmo cardíaco puede verse alterado por ir demasiado lento (las bradicardias) o demasiado rápido (las taquicardias). Y a la vez puede verse alterada la regularidad del ritmo cardíaco: éste puede ser irregular demasiado rápido o irregular demasiado lento. El corazón es un órgano muscular hueco dividido en cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos, y actúa como bomba para impulsar la sangre en cada latido cardía- co. Estas cavidades están comunicadas entre sí y están dise- ñadas para trabajar de manera continua y con una frecuen- cia cardíaca constante y regular durante toda la vida. La función del corazón es la de suministrar el oxíge- no necesario a todos los órganos del cuerpo humano. La sangre transporta el oxígeno y alimentos necesarios para que se puedan nutrir todos los órganos del cuerpo. La sangre en los ventrículos es expulsada a todo nuestro organismo en cada latido cardíaco. El corazón es el órgano responsable de expulsar la sangre a todo el cuerpo y hacer llegar el oxígeno necesario a todos los órganos del cuerpo humano. 2. ¿Por qué se producen las arritmias? En el interior de estas cavidades cardíacas se encuentran unas células especiales que son las que originan el impulso eléctrico necesario para que el corazón se contraiga. Estas células son las células marcapasos y forman el denominado nodo sinusal. Así, el estímulo eléctrico se origina en el nodo sinu­ sal, que es lo que conocemos como el marcapasos natural del corazón y se encuentra situado en la parte alta de este órgano, en la aurícula derecha. Este estímulo recorre el sistema eléctrico del corazón estimulando todo el músculo La historia clínica y el examen físico, incluyendo la simple toma del pulso, son datos importantes para orientar el posible tipo de arritmia.
  • 242. LIBRO DE LA SALUD 242 cardíaco a la vez para que éste se contraiga. Este estímulo se transmite a través de unas células especiales situadas en la superficie interna del corazón, que es lo que se conoce como el sistema eléctrico de conducción. Se puede considerar arritmia la alteración en el ori- gen o lugar de formación del impulso cardíaco. Cuandoestascélulaseléctricasquemarcanlafrecuen- cia cardíaca trabajan de manera ordenada y normal decimos que el corazón está en ritmo sinusal. La frecuencia cardíaca adulta normal está entre 60 y 100 latidos por minuto. Cuando los impulsos eléctricos del corazón son lentos o interrumpidos o cuando estos impulsos eléctricos son rápidos hay alteraciones del ritmo cardíaco. En cada latido cardíaco la sangre que llena el co- razón es expulsada a todo nuestro cuerpo; por lo tanto, cualquier irregularidad en el latido cardíaco se traducirá en una alteración en la llegada de sangre al resto de órganos como riñones, cerebro, pulmones, que podrán verse seria- mente afectados. 3. ¿Cuál es la causa de las arritmias? La causa de las arritmias es un trastorno en el funciona- miento normal del sistema de conducción eléctrico o en la formación de los impulsos eléctricos en el corazón. Nos referimos como causas de las arritmias a aque- llas situaciones que pueden provocar una alteración en el ritmo o en la frecuencia cardíaca. Son muchas las causas que pueden provocar una arritmia cardíaca (véase tabla 1). 4. ¿Son iguales todas las arritmias? No son iguales todas las arritmias. Tener arritmia no signifi- ca obligatoriamente sufrir una enfermedad cardíaca. Existen personas con cierta predisposición a padecer un tipo concreto de arritmia; otras tienen dañado el siste- ma eléctrico del corazón debido a enfermedades cardíacas o por el efecto de algún medicamento o sustancia. Existen arritmias inofensivas para el paciente; sin embargo, algunas pueden llegar a ser mortales. Son muchas las alteraciones que puede sufrir el ritmo cardíaco, bien en la frecuencia cardíaca, bien en su regularidad (tabla 2): • demasiado lento y regular • lento e irregular • rápido y regular • rápido e irregular. 5. ¿Son hereditarias las arritmias cardíacas? Las arritmias, en general, no son hereditarias. Que una persona tenga taquicardias paroxísticas o padezca una al- teración en el electrocardiograma no es motivo para pen- sar que sus descendientes también la padecerán, pero es cierto que puede llegar a ocurrir. Puede existir cierta predisposición genética a pade- cer un tipo concreto de arritmias. Un grupo reducido de arritmias puede heredarse con carácter dominante, es de- cir, puede ser transmitido al 50% de la descendencia. Pero se puede decir, en general, que no por el hecho de padecer una arritmia cardíaca, como puede ser una taquicardia pa- Tabla 1. Causas que pueden provocar una arritmia cardíaca Patología cardíaca Obstrucción de las arterias coronarias: • Infarto agudo de miocardio • Angina de pecho Trastornos de la conducción o formación del impulso Bradicardias, taquicardias, bloqueos cardíacos Traumatismos en el pecho Accidentes laborales, de circulación... Efectos de algunos medicamentos Digital, antibióticos, antiarrítmicos Enfermedades pulmonares Enfermedades pulmonares obstructivas Alteraciones de los electrolitos Enfermedades o sustancias que provocan alteraciones en los iones necesarios para nuestro organismo (niveles demasiado altos o demasiado bajos de potasio, entre otros) El estudio electrofisiológico del corazón es una prueba destinada a determinar la actividad eléctrica de este órgano y poder establecer la causa precisa de una arritmia.
  • 243. 243 roxística rápida, los descendientes de esta persona tengan que padecer taquicardias. 6. ¿Qué síntomas puede presentar la arritmia? Las arritmias no tienen por qué presentar siempre sínto- mas, pueden incluso cursar sin sintomatología. El latido cardíaco, en condiciones normales, no se nota; sin embargo, en ocasiones pueden advertirse sínto- mas de mareo, inestabilidad, sensación de palpitaciones, falta de aire e incluso pérdida de conocimiento y es enton- ces cuando el paciente se siente angustiado y consulta al cardiólogo. 7. ¿Cómo se hace el diagnóstico? Se puede hacer un diagnóstico rápido si se conocen los síntomas que padece el paciente. El médico puede solicitar distintas pruebas de las que se dispone para poder diagnosticar la causa de las arritmias (véase tabla 3). 8. ¿Cuál es el tratamiento de las arritmias? Para el tratamiento de las arritmias se dispone de varias técnicas, desde las más sencillas y ampliamente difundi- das, hasta las más complejas y especializadas. Primero se debe conocer la causa concreta de la arritmia, y haber diagnosticado la razón que está provo- cando estos síntoma, para poder buscar el tratamiento más adecuado para cada arritmia. Existen muchos tipos de tratamiento: desde la ad- ministración de antiarrítmicos hasta el tratamiento de la ablación con radiofrecuencia e incluso la implantación de marcapasos. Elegir uno u otro depende del médico y de la arritmia concreta de cada paciente. No todas las arritmias tienen curación, aunque sí es posible buscar la solución más adecuada a cada una y evitar los síntomas que las acompañan (pérdida de conoci- miento o incluso la muerte del paciente) (véase tabla 4). Arritmias y marcapasos Tabla 2. Tipos principales de arritmias Bradicardias El corazón late demasiado lento, lo que puede repercutir en que la persona se sienta fatigada o mareada, porque no bombea suficiente sangre para que el cuerpo reciba el oxígeno necesario y funcione correctamente. Taquicardias El corazón late demasiado rápido y provoca que las cavidades cardíacas no se llenen correctamente de sangre y no llegue suficiente oxígeno a las células del organismo. Estas taquicardias serán distintas si su origen se localiza en las cavidades cardíacas superiores (aurícula) o si por el contrario se sitúan en las cavidades cardíacas inferiores (ventrículos); en este último caso se trata de unas arritmias más graves que incluso pueden llegar a ser mortales. Fibrilación auricular Es una arritmia bastante común, sobre todo en personas de edad avanzada. En este tipo de arritmias las cavidades superiores del corazón, las aurículas, fibrilan; es decir, se contraen de manera irregular y asincrónicamente. Puede cursar asintomática o con síntomas como el cansancio, la falta de aliento e incluso la sensación de latido irregular. La complicación más grave de este tipo de arritmia es que la sangre queda remansada en las aurículas y puede llegar a producir coágulos, que son los causantes de las embolias. Figura 1. Esquema del latido cardíaco en distintos tipos de arritmias riTMO SiNuSAL = Frecuencia regular entre 60 y 100 lpm (latidos por minuto) BrADiCArDiA SiNuSAL = Frecuencia regular inferior a 60 lpm TAQuiCArDiA SiNuSAL = Frecuencia regular superior a 100 lpm riTMO irrEguLAr = Fibrilación auricular TAQuiCArDiAS PArOXÍSTiCAS SuPrAVENTriCuLArES = Frecuencias superiores a 150 lpm
  • 244. LIBRO DE LA SALUD 244 9. ¿Cuáles son los posibles factores desencadenantes de una arritmia? Factoresdesencadenantessonaquellassituacionesofactores externos que son capaces de iniciar una arritmia cardíaca. En ocasiones, si se evitan estos factores desencade- nantes, se puede evitar padecer la arritmia. Los factores desencadenantes de las arritmias cardíacas son: • Enfermedades cardíacas isquémicas (en medicina se llama isquemia al sufrimiento celular causado por la disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo con la consecuente disminución del aporte de oxígeno de un tejido biológico): in- farto agudo de miocardio. • Enfermedades agudas no isquémicas: alteraciones de la glándula tiroides, fiebre, anemia, etc. • Alteraciones del sistema de conducción cardíaco: células cardíacas anómalas en el corazón que en situaciones normales no existen, se conocen como víasaccesoriasyprovocanlastaquicardiasparoxís- ticas supraventriculares, los focos ectópicos (pun- tos que lanzan estímulos eléctricos que no están en el lugar habitual) y alteraciones en cualquier parte del sistema de conducción cardíaco. • Excitantes: alcohol, tabaco, drogas. • Ejercicio físico: el exceso de ejercicio físico puede provocar arritmias cardíacas que no son graves, pero que deben ser controladas. • Estados de ansiedad: estrés, emociones fuertes. 10. ¿Cómo se pueden prevenir las arritmias? En algunos casos será fácil prevenir la arritmia evitando la causa que la produce; sin embargo, en otras ocasiones es imposible prevenirla y se deberá atacar con el tratamiento más adecuado. En los casos en que sea posible, hay que evitar to- das las situaciones que provocan la arritmia, como puede ser hacer deporte, ingerir excitantes como alcohol o dro- gas y las situaciones de estrés. 11. ¿Qué es un marcapasos? El marcapasos es un dispositivo electrónico que se implan- ta en el cuerpo humano. Está formado por un generador de impulsos cardía- cos, alimentado por una batería especial, y va conectado a un cable o electrodo para estimular el corazón, y asegu- rarle un latido cardíaco artificial pero eficaz en caso de que falle el latido cardíaco normal. El generador se coloca debajo de la piel, cerca de la clavícula, y es el encargado de enviar impulsos eléctri- cos, de manera artificial, a un ritmo establecido, para res- tablecer el ritmo cardíaco. Este generador está formado por una batería de litio, que proporciona la energía nece- saria para su funcionamiento, y por un circuito electróni- co que es capaz de interpretar si debe o no proporcionar el estímulo eléctrico. Este generador va conectado a uno, dos o tres elec- trodos; estos electrodos están formados por un material metálico conductor de la electricidad, y enlazan el gene- rador con el corazón. A la vez, el electrodo es capaz de detectar si es necesario o no enviar estímulos artificiales, al detectar los estímulos naturales del corazón e inhibir el impulso artificial que genera el marcapasos. Estos impulsos eléctricos, que no se notan ni mo- lestan, aseguran que el corazón lata de manera continua y constante. En ocasiones es posible eliminar la causa de una arritmia mediante un tratamiento mínimamente invasivo (ablación), que se lleva a cabo en unidades especializadas.
  • 245. 245 La descarga del impulso eléctrico se puede progra- mar con una frecuencia seleccionada previamente y con una intensidad suficiente para estimular el corazón. Existen muchos tipos de marcapasos, que se indi- can según las necesidades de cada caso. Hay marcapasos llamados unicamerales, que llevan únicamente un electro- do; los marcapasos bicamerales llevan dos electrodos; y, por último, los marcapasos tricamerales llevan conectados tres electrodos. La indicación de uno u otro debe realizarla el médico atendiendo a la arritmia y sintomatología que presente cada paciente. 12. ¿Cuándo hay que colocar un marcapasos? Es probable tener que implantar un marcapasos cuando se presenta un ritmo cardíaco lento anormal que provoque pérdida de conocimiento, mareo o fatiga, siempre que se hayanhecholaspruebasnecesariasquediagnostiquenuna arritmia cardíaca como causante de estas altera­ciones. En estos casos, el marcapasos ayudará a que el cora- zón se contraiga correctamente y de manera constante. Estos generadores pueden programarse de manera que envíen estímulos eléctricos cuando el corazón deja de latir por sí solo, esto es, cuando el corazón no envía el estí- mulo cardíaco de manera natural; es entonces cuando este marcapasos entra en funcionamiento. 13. ¿Se puede hacer vida normal con un marcapasos? La finalidad de colocar un marcapasos es asegurar el dis- frute de una vida normal. El paciente portador de un marcapasos puede y debe hacer una vida completamente normal, siempre y cuando no esté limitado por alguna otra enfermedad. Lo importante para un paciente con marcapasos es que se olvide de que éste existe durante su vida cotidiana. Llevar colocado un marcapasos no debe impedir el desa- rrollo de una vida absolutamente normal, si bien es cierto que deberá tener algunas precauciones, como proteger de golpes la zona donde está implantado el generador y con- trolar en la zona posibles erosiones. Los síntomas que antes se presentaban, como fati- ga, mareo, inestabilidad e incluso pérdida de conocimiento, desaparecerán, haciendo posible una vida normal y con más tranquilidad para el paciente y la familia. Las limita- ciones en la actividad diaria vendrán motivadas por otras enfermedades que pueda padecer el paciente, no por el marcapasos en sí. La posibilidad de conducir dependerá exclusiva- mente del médico; por tanto, no se debe utilizar el coche si no se tiene autorización médica. Debe recordarse que el hecho de llevar un marcapasos no implica que no deba co- locarse el cinturón de seguridad. 14. ¿Cómo se coloca el marcapasos? La técnica quirúrgica utilizada actualmente para implantar un marcapasos es muy sencilla y de corta duración. Se rea- liza bajo anestesia local y se requiere, en general, el ingreso de una noche en el hospital. Arritmias y marcapasos Tabla 4. Opciones básicas de tratamiento de las arritmias Bradicardias sintomáticas Implantación de marcapasos Taquicardias paroxísticas supraventriculares Ablación con radiofrecuencia Taquicardias ventriculares Desfibrilador automático implantable Tabla 3. Pruebas diagnósticas de las arritmias Exploración física Consiste en una buena auscultación cardíaca; debe tomarse el pulso arterial durante un minuto Electrocardiograma Registro de la actividad eléctrica del corazón: se colocan unos puntos de referencia en las extremidades y la zona precordial para poder registrar la actividad eléctrica del corazón en ese momento Holter de 24 horas Registro de 24 horas: se colocan unos electrodos en el pecho que irán conectados a una máquina que registrará el electrocardiograma durante las 24 horas Prueba de esfuerzo Hay que caminar sobre una cinta continua o pedalear en una bicicleta fija hasta que se manifiesten las alteraciones cardíacas que se buscan; durante este estudio se hace un registro continuo del electrocardiograma Estudio electrofisiológico Prueba invasiva destinada a estudiar la actividad eléctrica del corazón que se realiza con anestesia local para poder puncionar las venas y canalizar varios catéteres hasta el corazón, y así determinar la causa exacta de la arritmia y saber qué parte del sistema eléctrico del corazón está dañada; de este modo se puede encontrar el tratamiento adecuado para cada arritmia cardíaca
  • 246. LIBRO DE LA SALUD 246 Antes de la intervención se le explicará breve- mente al paciente en qué consiste la técnica; puede que sea necesario realizarle algunas pruebas previas como un análisis de sangre, una radiografía de tórax e incluso que le digan que deje de tomar alguna medicación en concreto. Será necesario que en el caso de los hombres se proceda al rasurado de la zona del pecho para liberar- la de vello. Lo dejarán en ayunas unas horas antes de la intervención. Una vez que esté tumbado en la camilla del quiró- fano se procederá a tapar al paciente con sábanas estériles para evitar cualquier posible infección. En el momento en que está anestesiada la zona pectoral con anestesia local, se procede a la punción de una vena por donde se canalizará el cable que lle- gará hasta el corazón; este cable va conectado al gene- rador de impulsos, al marcapasos. Una vez canalizado este cable o electrodo se hace una pequeña incisión en la zona precordial y se prepara una pequeña bolsa debajo de la piel en donde se colocará el generador de impulsos. Una vez realizado todo este procedimiento, se prueba el generador de impulsos para comprobar el buen funcionamiento del sistema. Se cierra la zona de la incisión con sutura y se coloca un vendaje que se mantendrá unos diez-quince días. 15. ¿Cuánto tiempo dura un marcapasos? La vida media de un marcapasos es larga: puede llegar a durar hasta 10 años. De todas maneras dependerá de lo que se utilice. Los marcapasos no se agotan de pronto, sino que durante los últimos meses o el último año de su funcio- namiento dan algunos signos de que la pila se va descar- gando. Es importante hacer un seguimiento periódico de este marcapasos porque es la única manera que tenemos de saber si la pila se está agotando. Cuando la batería está baja, el marcapasos debe ser cambiado. El recambio consiste en una pequeña ope- ración, similar a la del implante inicial, pero más sencilla: no hay que cambiar el electrodo, sino tan sólo extraer el generador y reemplazarlo por uno nuevo. 16. ¿Qué revisiones deben hacerse? Es importante realizar las revisiones periódicas que indi- que el médico y siempre que se tenga alguna duda, ya sea sobre la herida quirúrgica o por cualquier otro motivo rela- cionado con el marcapasos. La primera revisión importante es a los quince días del implante: se hace una revisión de la herida quirúrgica y si es necesario se retirarán los puntos. La segunda revisión importante está indicada al mes y medio del implante, para realizar ya la primera re- visión del generador de impulsos y retocar parámetros de Figura 2. Esquema de un marcapasos y su funcionamiento habitual COrAZÓN NOrMAL Estímulo originado por el marcapasos natural del corazón COrAZÓN CON MArCAPASOS Estímulo originado por el marcapasos cuando falla el marcapasos natural del corazón Cable conductor Conexión Electrodo Batería Circuito electrónico generador
  • 247. 247 programación. A partir de esta segunda revisión se aconse- ja realizar una revisión una vez al año. Estas revisiones se van acortando en tiempo cuan- do la batería del generador de impulsos se va agotando, hasta que de nuevo es necesario cambiarla. El funcionamiento del marcapasos puede ser controlado de manera indolora en la consulta del mé- dico, utilizando unos ordenadores llamados programa- dores externos, que envían unas señales, por telemetría, al generador, a través de una pala externa que se co- loca encima de la zona en donde se ha implantado el marcapasos. 17. ¿Qué se puede hacer y qué se debe evitar tras la colocación de un marcapasos? Se necesita un tiempo de recuperación hasta reiniciar la vida normal, pero no tiene por qué ser largo. De hecho, una vez que la herida quirúrgica esté cicatrizada, se podrá vol- ver a la vida anterior, al trabajo y la actividad diaria. Cada persona tiene un tiempo de recuperación distinto, pero en general este período es corto. En la tabla 5 se resumen las principales precauciones que deben seguirse si se es por- tador de un marcapasos. Ser portador de un marcapasos no impide llevar una vida activa, tanto en las tareas de casa como en el terreno laboral. No se debe limitar la práctica de de- porte, si bien se deberán evitar golpes en la zona del generador. En cuanto a la relación de pareja, el marcapa- sos no es un impedimento para mantener relaciones sexuales. Las mujeres pueden quedar embarazadas y tener hijos. Los marcapasos actuales son resistentes a las interferencias externas que pudieran inhibirlos; única- mente hay que tomar precauciones ante determinadas situaciones: evitar campos electromagnéticos fuertes y acercarse a máquinas de soldar eléctricas, detectores de metales como los utilizados en comercios y aeropuertos, equipos eléctricos que generen gran cantidad de energía y equipos médicos como los de resonancia magnética. Se deberán también evitar las centrales eléctricas y la cerca- nía a líneas de alta tensión. Debe consultarse con el mé- dico si en el trabajo se tiene contacto con estos equipos descritos. La mayoría de los aparatos domésticos no presenta riesgos para el generador; los hornos microondas, las bati- doras eléctricas, los televisores o las mantas eléctricas no tienen por qué repercutir en un marcapasos, siempre que estos aparatos se encuentren en buen estado. Se recomienda tener alejado el teléfono móvil del generador unos quince centímetros, y colocar el teléfono móvil en la oreja contraria del lado donde va colocado el marcapasos. Los teléfonos inalámbricos y los fijos son to- talmente seguros. Hay que llevar siempre encima la tarjeta que indi- ca que se es portador de un marcapasos, en donde figu- rará el modelo del marcapasos, un teléfono de contacto y otros datos que pueden llegar a ser de interés en cual- quier momento. Glosario Angina de pecho: dolor torácico agudo, a veces manifestado como opresión o malestar, que normalmente comienza en el cen- tro del pecho y puede extenderse a los brazos, el cuello o la man- díbula. Se puede relacionar con el ejercicio, las emociones o las comidas copiosas. Está causado por una deficiente oxigenación del músculo cardíaco, normalmente consecuencia de una enfer- medad coronaria. Arritmia: alteración del ritmo cardíaco. Se distinguen las taquia- rritmias (taquicardias), en las que el corazón tiene una frecuencia superior a 100 latidos por minuto en reposo, y las bradiarritmias (bradicardias), en las que el corazón tiene en reposo una frecuen- cia inferior a 55 latidos por minuto. Bradicardia: del griegobradis(‘lento’) y cardia(‘corazón’). Esta pala- bra se utiliza para definir, en medicina, el ritmo cardíaco lento. Embolia: lesión producida en cualquier tejido u órgano del cuerpo humano al obstruirse una arteria (habitualmente) o una vena por un fragmento desprendido del árbol circulato- rio (émbolo), habitualmente procedente de un trombo (arte- rial o venoso). Infarto de miocardio: muerte de células musculares cardíacas, generalmente causada por la falta de oxigenación que sigue a la oclusión completa de una arteria coronaria, como consecuencia Tabla 5. Precauciones que se deben tener en cuenta con un marcapasos Qué se puede hacer Qué no se puede hacer Usar teléfonos móviles Pasar por detectores de metales (aeropuertos, tiendas...) Utilizar hornos microondas Someterse a una resonancia magnética Trabajar con ordenadores y equipos informáticos Pasar por campos imantados Practicar deporte Pasar por líneas de alta tensión Arritmias y marcapasos
  • 248. LIBRO DE LA SALUD 248 de la trombosis de una placa de ateroma. Una parte del tejido cardíaco queda lesionada habitualmente de forma irreversible. Marcapasos: aparato electrónico que sirve para estimular el cora- zón de forma que se mantenga el ritmo cardíaco. Nodo sinusal: conjunto de células del corazón que gobiernan la generación de impulsos eléctricos normales. Su funciona- miento correcto supone que el ritmo cardíaco es normal (ritmo sinusal normal). Taquicardia: del griego takhýs,‘rápido’, y cardia,‘corazón’. Esta pala- bra se utiliza para definir, en medicina, la frecuencia del ritmo de los latidos o de las contracciones cardíacas superior a la normal. Taquicardia paroxística: arritmia cardíaca caracterizada por su rapidez (superior a la normal) y que generalmente se inicia y cesa de forma brusca. Bibliografía Clínica de Cleveland. http://www.clevelandclinic.org/heartcenter/ pub/guide/disease/electric.asp?firstCat=3&secondCat=246&thi. Fac (Federación Argentina de Cardiología). «Lo que usted debe saber sobre marcapasos». http://www.fac.org.ar/ccvc/publico/marcapasos. php. familydoctor.org. Portal de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia. «Arritmia: un problema de los latidos de su corazón». http://familydoctor.org/online/famdoces/home/articles/286.html. Heartpoint Gallery. «Arritmias, información general». http://www. heartpoint.com/arrhythmias%20-%20introduction.html. Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Arritmias». http:// www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001101.htm. • Las arritmias son una de las causas más frecuentes de consulta al cardiólogo por el malestar físico que origi- nan sus síntomas y por las consecuencias que producen en el estado general de los pacientes. • Dentro del corazón se encuentran las células cardía- cas necesarias para la formación del impulso cardía- co y la transmisión de éste por su interior. La altera- ción en la formación o transmisión de este impulso cardíaco da lugar a estas alteraciones del ritmo que llamamos arritmias cardíacas. Este ritmo puede verse alterado por variaciones en la frecuencia cardíaca y/o en la regularidad del latido, lo que provoca distintos tipos de arritmias. • En general podemos decir que existen dos grandes grupos de alteraciones del ritmo; las bradiarritmias, en las que el corazón late demasiado lento, y las taquiarritmias, en las que el corazón late demasiado rápido; estas taquiarritmias serán distintas si su origen se localiza en las cavidades car- díacas superiores (aurícula) o si por lo contrario se sitúan en las cavidades cardíacas inferiores (ventrículos). • Las arritmias no tienen por qué presentar siempre sín- tomas; pueden incluso cursar asintomáticas. Estos sín- tomas son molestos para el paciente: cansancio, sensa- ción de palpitaciones, mareo, sensación de falta de aire, e incluso llegan a ser graves, como pérdida de conoci- miento o síncope. • Existen técnicas para poder diagnosticar y tratar poste­ riormente la arritmia cardíaca, aunque en ocasiones, una vez diagnosticada, lo que puede tratarse son única- mente los síntomas que produce. • Entre las técnicas de curación y tratamiento para cada arritmia cardíaca pueden citarse: el estudio electrofisio- lógico para diagnosticarla e identificarla; la ablación con radiofrecuencia para curar algunas de ellas (las taquia- rritmias); la implantación de un marcapasos definitivo para tratar otras arritmias (las bradiarritmias); y, por últi- mo, el desfibrilador automático implantable para tratar las taquiarritmias de origen ventricular. • El marcapasos está formado por un generador de im- pulsos cardíacos, alimentado por una batería especial. Va conectado a un cable o electrodo para estimular el corazón y asegurarle un latido cardíaco artificial pero eficaz en caso de que falle el latido cardíaco normal. La técnica de implantación de este dispositivo es sencilla; debe realizarse en un quirófano para evitar infecciones y deberá cambiarse la pila del dispositivo cuando ésta se agote. La vida media de estos dispositivos es variable, con un máximo de 10 años. Es importante ayudar al pa- ciente portador de un marcapasos a integrarse cuanto antes en su realidad cotidiana; para ello deberá seguir unos consejos médicos y unas pautas de conducta en su estilo de vida. Resumen
  • 249. 249 Capítulo 25 El accidente vascular cerebral Dr. Ángel Chamorro Médico especialista en Neurología. Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué es un accidente vascular cerebral? El término accidente vascular cerebral se emplea para defi- nir el conjunto de enfermedades cuya anomalía principal es la alteración del riego sanguíneo cerebral y de otras es- tructuras del sistema nervioso, tales como el cerebelo o el tronco del encéfalo. La palabra científica para designar el accidente vascular cerebral es ictus, un término latino que quiere decir golpe. Efectivamente, los síntomas de un ictus se presentan en la mayoría de las ocasiones de un modo súbito y violento, como un golpe en el cerebro. Otros tér- minos de uso coloquial para describir el ictus son derrame cerebral, embolia, o trombosis. Estos últimos, aunque son términos más conocidos por la población general, pueden inducir a error respecto a la enfermedad concreta de cada paciente, por lo que los expertos recomiendan que el tér- mino utilizado tanto por los médicos como por la pobla- ción general sea el de ictus. 2. ¿El ictus es siempre la misma enfermedad? Con el término ictus se describe un conjunto amplio de enfermedades de la circulación sanguínea del sistema nervioso, por lo que pacientes con síntomas clínicos aparentemente similares puedan albergar enfermedades de causas bien diferentes. Por este motivo, una función principal del neurólogo especialista en ictus es determi- nar en cada paciente la causa específica de sus síntomas. Esta identificación de la causa de la enfermedad es trascendental, pues éste será el factor que determine el tipo de tratamiento que deberá seguir el paciente para que el ictus no se repita. Se pueden realizar varias pruebas de imagen para determinar la existencia, tipo, alcance y gravedad de un accidente vascular cerebral. En estas imágenes, la exploración muestra un déficit de perfusión en el territorio de la arteria cerebral media izquierda (A), con escasa afectación cerebral (B). Tras realizar un tratamiento trombolítico endovenoso se consigue una recanalización completa de la arteria (C), que deja un pequeño infarto cerebral como única lesión (D). A B C D
  • 250. LIBRO DE LA SALUD 250 3. ¿Todos los ictus producen los mismos tipos de síntomas? No todos los ictus producen los mismos síntomas, lo cual guarda relación con la gran complejidad del fun- cionamiento normal del cerebro. Las funciones cere- brales son responsabilidad de diversas células entre las que destacan por su importancia las neuronas. Estas células tienden a especializarse en funciones concretas: así, hay neuronas implicadas en levantar un brazo, rotar el pulgar derecho, oír que llaman a la puerta, recordar una fecha, paladear una paella, sumar diez más cinco, o reconocer un objeto con el tacto. Generalmente, las neuronas especializadas en una misma función tienden a agruparse en zonas concretas y vecinas del cerebro, ya que su proximidad en el cerebro facilita su comunica- ción. Y son muchas las neuronas necesarias para realizar un acto concreto, por ejemplo mover una pierna, hablar, leer, etc. Ahora bien, esta proximidad física expone las células vecinas a peligros comunes, como los que se derivan de la alteración de la irrigación sanguínea, ya que las zonas cerebrales próximas tienden a estar irri- gadas por la misma arteria. De este modo, una lesión en una zona concreta del cerebro producirá síntomas que se corresponderán con el tipo de especialización de las neuronas que residen en ella, y que tiende a estar irrigada por una misma arteria. Por ejemplo, una lesión en la parte posterior del cerebro, en una zona llamada corteza occipital, producirá una alteración de la visión; mientras que una lesión en la porción anterior del cere- bro, en una zona llamada corteza frontal, puede producir una alteración en la fuerza de una parte del cuerpo sin causar ningún trastorno visual. Sin embargo, a pesar de la diferencia clínica, la causa de los síntomas puede ser en ambos casos un ictus. 4. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes? El síntoma más frecuente de un ictus es la pérdida brusca de fuerza (parálisis) en una parte del cuerpo. Lo más habi- tual es la parálisis de una mitad de la cara y del brazo del mismo lado. Según la localización y el tamaño de la lesión en el cerebro, la pérdida de fuerza puede afectar a la mi- tad del cuerpo (hemiplejia) o tan sólo a uno de los miem- bros (monoplejia). También pueden afectarse los dos la- dos del cuerpo a la vez (tetraplejia), y, en los casos más graves, el ictus puede dificultar la respiración y disminuir el nivel de conciencia (coma). Con frecuencia, el paciente puede sentir alterada la sensibilidad en la misma zona en que pierde la fuerza (hipoestesia), o notar una sensación de acorchamiento (parestesias). En algunos casos puede doler la cabeza (cefalea) de forma intensa o moderada, aunque lo más habitual es que el ictus no cause ningún tipo de dolor. Otro síntoma frecuente es la alteración del lenguaje (afasia), que se puede acompañar de la pérdida de fuerza antes comentada si la lesión cerebral es extensa. La afasia puede comportar que el paciente articule las palabras con dificultad (disartria), o que emita un lenguaje bien pro- nunciado pero en el que se confundan las sílabas de una palabra, se cambien unas palabras por otras, o se utilice un lenguaje totalmente incoherente o incomprensible. En otras ocasiones, el paciente afásico aparenta hablar con normalidad, pero no entiende las órdenes simples que se le dan, como por ejemplo que cierre los ojos o que levante un brazo. Como se ha comentado ya, la alteración de la vi- sión puede ser también un síntoma de ictus, y en ocasio- nes ser el único síntoma presente, aunque es más habi- tual que se acompañe de alguna de las alteraciones des- critas. Lo más frecuente es la pérdida brusca de visión en un lado del campo visual (hemianopsia), alteración que puede afectar a uno o a los dos ojos. El paciente puede perder de manera brusca el equilibrio, hasta el punto de serle imposible caminar (ataxia). No son infrecuentes las caídas al suelo en el momento de la aparición de un ictus. Además de perder el equilibrio, el paciente puede referir una sensación subjetiva de giro de los objetos (vértigo), o Figura 1. Las neuronas Las neuronas son las células que componen el tejido nervioso (cerebro, médula espinal, nervios y otros). Están especializadas en la conducción de señales bioeléctricas, que se transmiten de una a otra neurona a través de las sinapsis o conexiones neuronales. En caso de lesión por falta de riego sanguíneo, las neuronas mueren y su función es difícilmente recuperable.
  • 251. 251 de visión doble (diplopia). En general, un vértigo aislado que no se acompaña de otros síntomas obedece a causas menos graves que un ictus. De manera infrecuente, un ictus puede complicarse con la aparición de crisis epilépticas. Es importante saber que ante cualquiera de los síntomas descritos se debe consultar sin demora con un facultati- vo, quien iniciará los estudios necesarios para identificar su causa. 5. ¿Cómo se produce un ictus? El cerebro es un órgano que no tiene una capacidad ade- cuada para almacenar reservas energéticas. Es un órgano que vive al día y con un gran tren de vida. Por ello, su acti- vidad normal depende de un riego sanguíneo adecuado y constante, que le proporcione sus elevadas necesi- dades de glucosa y oxígeno. Tras un ictus, la falta de un suministro adecuado de sangre en una zona del cerebro se traduce en la aparición de forma casi instantánea de los síntomas antes mencionados. Esta falta de riego sanguíneo puede deberse a dos mecanismos diferentes principales: • La obstrucción de una arteria, que dará lugar a un infarto cerebral. • La rotura de una arteria, que provocará una hemo- rragia cerebral. En ambos casos, se interrumpe la llegada de ener- gía al cerebro, aunque la hemorragia es en general más grave, porque con frecuencia se incrementa la presión en el interior del cráneo, lo que puede tener consecuencias muy graves. 6. ¿Cuánto duran los síntomas de un ictus? La duración de los síntomas es variable, pues depende de la causa de la enfermedad y de la zona y extensión en que se produzca la lesión. Con gran frecuencia los sín- tomas dejan secuelas permanentes, lo que hace que el ictus sea la primera causa de secuelas invalidantes en el adulto en el mundo occidental. No es infrecuente que un ictus grave sea precedido en los días anteriores de episodios de alteración de las funciones cerebrales de pocos minutos de duración —entre dos y quince minu- tos—, hasta unas pocas horas. Estos episodios reciben el nombre de accidentes isquémicos transitorios. Iden- tificarlos adecuadamente es trascendental, pues de ello puede derivarse que se adopten medidas que impidan la aparición posterior de un infarto cerebral. Por lo tanto, no consultar con el especialista después de un accidente isquémico transitorio es un grave error, pues aunque el paciente parece curado, el riesgo de padecer un infarto cerebral en los días o semanas siguientes puede llegar a ser superior al 25%. 7. ¿Por qué se obstruyen las arterias cerebrales? Las arterias del cerebro pueden obstruirse por diversos motivos. En España, la causa más frecuente de obstrucción de las arterias cerebrales es la arteriosclerosis, que en la actualidad se considera una enfermedad inflamatoria crónica de las arterias. Como consecuencia de la arterios- clerosis, las arterias se engrosan progresivamente, y se acu- mulan diversas sustancias, como grasas, calcio, o células de la sangre, que dificultan de forma progresiva el paso de la circulación sanguínea por las zonas arteriales lesionadas. Estos engrosamientos de las arterias se llaman placas de ateroma. El accidente vascular cerebral Una dieta sana y equilibrada ayuda a prevenir el ictus.
  • 252. LIBRO DE LA SALUD 252 8. ¿Por qué el engrosamiento de las arterias cerebrales (placas de ateroma) ocasiona síntomas? Ya se ha comentado que las placas de ateroma dificultan el paso de sangre hacia el cerebro. Los problemas clínicos más frecuentes se ocasionan porque en la superficie de estas placas de ateroma se produce un coágulo de san- gre (trombo), que es un acúmulo de células sanguíneas —como las plaquetas— y de sustancias que tienden a ha- cer más viscoso el contenido de la sangre. Un trombo es frágil, puede crecer de forma rápida y tapar toda la luz de un vaso, o puede romperse en fragmentos más pequeños (émbolos) que circularán por las arterias hasta quedarse encajados en un punto por el que ya no pueden conti- nuar su viaje. En el territorio en el que queden encajados estos émbolos se detendrá la circulación, y aparecerán los síntomas del ictus porque una zona cerebral no recibe el aporte energético necesario. El proceso de formación de un trombo en una arteria se llama trombosis, y la rotura de un trombo y oclusión de una arteria distante es lo que se denomina embolia. 9. ¿Dónde se forman los trombos cerebrales? Los trombos cerebrales pueden formarse en cualquier terri- torio de las arterias cerebrales. Sin embargo, las placas de ate- roma se sitúan con una especial frecuencia, en la población española, en dos arterias que se llaman carótidas y que se en- cuentran a ambos lados del cuello. La aorta es otra arteria en la que es frecuente la formación de placas de ateromas. 10. ¿Las enfermedades cardíacas pueden ser una causa de ictus? Con mucha frecuencia, y muy en especial en las personas ma- yores,lostrombossepuedenformarenelcorazón.Haymuchas enfermedades cardíacas que pueden complicarse con la for- maciónensuinteriordetrombos,perolamásfrecuenteesuna alteracióndelritmocardíaco(arritmia)quesedenominafibrila- ciónauricular, y que se detecta realizando un electrocardiogra- ma. Los trombos del corazón pueden también fragmentarse y viajarhacialasarteriascerebralescausandounictus.Reconocer adecuadamente esta alteración del ritmo cardíaco es muy im- portante, porque existen tratamientos como el Sintrom® que sonmuyeficacesparaprevenirlaaparicióndeemboliassecun- dariasalaformacióndetrombosenelcorazón.Demaneramás infrecuentelostrombossepuedenformarenlasvenasenlugar de en las arterias, y pueden ocasionar una embolia cerebral si se dan algunas circunstancias especiales. Finalmente, las arte- rias y las venas del cerebro pueden ocluirse porque existe una enfermedaddelasangrequehacequeéstaseaespecialmente espesa, o porque sus paredes están inflamadas por una serie muy larga de enfermedades que se llaman vasculitis. 11. ¿Por qué se rompen las arterias cerebrales? Si excluimos los traumatismos, la causa más frecuente de ro- tura de una arteria cerebral es el envejecimiento. Por ello, las hemorragias cerebrales predominan en las personas de más de 60 años. Con los años, las arterias pierden flexibilidad y su- fren cambios degenerativos que las debilitan y las hacen más vulnerables.Hayademásotrosfactoresquepuedenhacerque estos cambios degenerativos sean más marcados y rápidos, por lo que la rotura de las arterias puede acontecer también en personas más jóvenes. Entre estos factores destacan prin- cipalmentelaelevacióndelapresiónarterial(hipertensión),la diabetes, el consumo de tabaco y algunas drogas. 12. ¿Quién tiene más riesgo de sufrir un ictus? El factor de riesgo más importante es la edad avanzada, aunque sería un error considerar que el ictus es un padeci- miento exclusivo de la gente mayor. Así, a partir de los 55 años se dobla en cada década el riesgo de tener un ictus. Los hombres presentan mayor riesgo de ictus que las muje- res, aunque esta relación se invierte en las mujeres de más de 85 años. A pesar de este predominio masculino, el ictus causa más muertes entre las mujeres.También hay algunas razas con mayor riesgo de ictus que otras, por ejemplo los afroamericanos, o los hispanos; y dentro de Europa, es Fin- landia el país con más elevada incidencia y prevalencia de ictus. La raza caucasiana no es la de mayor riesgo, si bien en todas las razas hay un mayor riesgo de ictus cuando se dan circunstancias socioeconómicas desfavorables. 13. ¿Es hereditario el riesgo de sufrir un ictus? Algunos estudios en gemelos han sugerido la existencia de un componente hereditario en el ictus. También las perso- nas con antecedentes paternos o maternos de ictus tienen un riesgo algo más elevado, especialmente si el ictus de los padres ocurrió a una edad temprana. Igualmente, pueden ser hereditarios en ocasiones los factores favorecedores del ictus, tales como la hipertensión arterial, la diabetes, o la alteración de los lípidos (grasas) de la sangre. 14. ¿Existen factores que incrementan el riesgo de ictus que puedan ser modificados? Efectivamente. Algunas de las causas que predisponen a la aparición de un ictus pueden ser corregidas mediante
  • 253. 253 cambios en el estilo de vida y el empleo de fármacos. Los principales factores de riesgo modificables son los que se detallan en la tabla 1. La hipertensión predispone tanto a los infartos como a las hemorragias cerebrales, y existen datos convin- centes de que la reducción de la presión arterial elevada disminuye dicho riesgo de forma muy importante. Por este motivo, se recomienda que se mida la tensión arterial en los sujetos adultos al menos una vez cada dos años. El tabaco incrementa el riesgo de infarto y de hemo- rragia cerebral, y dicho riesgo aminora pasados al menos cin- co años de cesar su consumo. Dejar de fumar es por tanto una prioridad en la prevención del ictus. La diabetes incre- menta entre 1,8 y 6 veces el riesgo de ictus, especialmente si además coexiste una hipertensión arterial. Por razones no bien aclaradas, el control estricto de los niveles de glucosa en sangre no reduce de una manera significativa el riesgo de ictus, aunque sí otras posibles complicaciones de la diabetes. Es muy importante un control estricto de la presión arterial en el paciente diabético. La relación entre la elevación del colesterol y el infarto cerebral es más débil que la demos- trada en el infarto de miocardio. Además, se ha relacionado un incremento de la mortalidad por hemorragia cerebral en los sujetos con niveles de colesterol inferiores a 160 mg/dL. A pesar de ello, se ha podido demostrar una reducción muy importante del riesgo de presentar una recurrencia de un ictus mediante la administración de algunos fármacos (ator- vastatina) que disminuyen las cifras de colesterol. Laobesidad,sobretodoabdominal,ylainactividadfí- sicaincrementantambiénelriesgodeictus,tantoenvarones como en mujeres. Por ello, se deberán tomar medidas contra el sobrepeso y hacer ejercicio de manera regular. Caminar a buen paso durante 30-45 minutos al día reduce el riesgo de ictus. El consumo de alcohol tiene una relación compleja con El accidente vascular cerebral Figura 2. Cerebro (sección) Sustancia gris Sustancia blanca Hipocampo Mesencéfalo Bulbo raquídeo Cerebelo Hemisferios cerebrales derecho e izquierdo La superficie de los hemisferios cerebrales se denomina cortezacerebral, junto a la cual está la sustanciagris. En el interior del cerebro está la llamada sustancia blanca. Ambas sustancias están formadas por neuronas. La parte más alta de la médula espinal se une al cerebro en un engrosamiento denominado bulbo raquídeo, centro de control de la respiración y la circulación.
  • 254. LIBRO DE LA SALUD 254 el riesgo de ictus, dado que la consumición excesiva se ha asociado a un incremento del riesgo de infarto y hemorra- gia cerebrales. Por el contrario, un consumo ligero de alcohol puede tener ciertos efectos protectores contra las enferme- dades vasculares cerebrales y coronarias, tales como mejorar el HDL (colesterol bueno), o disminuir la viscosidad de la san- gre. Los médicos no recomiendan iniciar en el consumo de alcohol a los abstemios, y a los bebedores se les recuerda la importancia de beber de forma moderada. 15. ¿Tiene tratamiento el ictus en el momento de su aparición? Recientemente las autoridades sanitarias europeas han reconocido el beneficio de una sustancia que se llama rt-PA para tratar el ictus no hemorrágico. Dicho tratamiento pertenece a una familia de fármacos que se llaman trombolí- ticos. Como su nombre indica, el objetivo de administrar este tratamiento es romper los trombos que impiden la circulación sanguínea. El rt-PA se aplica mediante una inyección intrave- nosa que debe ser administrada a pacientes muy bien selec- cionados por el especialista, ya que a pesar de su eficacia el fármaco puede ocasionar hemorragias graves, o incluso mor- tales. Sin embargo, el mayor inconveniente de este fármaco es que no se puede administrar a la gran mayoría de pacientes con síntomas clínicos con más de tres horas de evolución. Esta gran limitación de tiempo es la responsable de que en el mo- mento actual menos del 5% de todos los pacientes con ictus de España reciba este tipo de tratamiento. Así, un objetivo sa- nitario prioritario es incrementar el porcentaje de ictus que se puedan beneficiar de este tratamiento. Para ello, es imprescin- dible que la población general conozca cuáles son los sínto- masdealarmadeunictusyque,antelasospechadepresentar uno, sepa que debe acudir inmediatamente a un hospital. 16. ¿Dónde se debe tratar un ictus? Salvo en contadas excepciones, el ictus requiere el ingreso en un hospital que cuente con el equipamiento adecuado para hacer un diagnóstico correcto de la enfermedad y permita aplicar los tratamientos que se consideren necesarios. Lo idó- neo es que los ictus sean atendidos en unas unidades especí- ficas que se denominan Unidades de Ictus, coordinadas por neurólogos vasculares. Además del tratamiento trombolítico comentado,otroaspectocrucialparamejorarelpronósticodel paciente con ictus es ser ingresado en una Unidad de Ictus. 17. ¿Qué es una Unidad de Ictus? Una Unidad de Ictus es el equivalente de la Unidad Corona- ria para el tratamiento del infarto de miocardio. Una Unidad de Ictus es una zona de un hospital en la que trabajan neu- rólogos vasculares y personal de enfermería y auxiliar espe- cializados en el diagnóstico y tratamiento del ictus. En estas unidades el paciente es vigilado estrechamente durante los primeros días de su enfermedad. El tratamiento en estas uni- dades disminuye la mortalidad y las secuelas del ictus en to- dos los grupos de edad y en ambos sexos, por lo que es otro objetivo sanitario conseguir que la mayoría de los pacientes con ictus ingresen en ellas, ya que en el momento actual no están presentes en toda la geografía española. 18. ¿Qué debe hacerse ante la sospecha de padecer un ictus? De lo dicho en los dos apartados anteriores se deriva que la conducta más apropiada de un paciente con síntomas sos- pechosos de un ictus es acudir inmediatamente al servicio de urgencias de un hospital, o llamar al servicio de ambu- lancias de su provincia. Dicho hospital debería contar con una Unidad de Ictus. Dado que el margen de administración Tabla 1. Recomendaciones para evitar el ictus Factor Objetivo Recomendación Hipertensión Sistólica < 140 mmHg Medir la tensión arterial cada dos años al menos Diastólica < 90 mmHg Controlar el peso, hacer ejercicio Administrar fármacos en caso necesario Tabaco Dejar de fumar Utilizar programas de deshabituación Diabetes Reducir la glicemia Dieta y fármacos en sangre y controlar la tensión arterial Fibrilación auricular Evitar trombos Aspirina® o Sintrom® Colesterol Alcanzar niveles normales Dieta y/o fármacos en caso necesario Inactividad física Vida activa Ejercicio durante al menos treinta minutos diarios Dieta Alimentación equilibrada Frutas y verduras abundantes Alcohol Moderación No más de dos vasos de vino al día los hombres, o un vaso las mujeres Drogas Abandonar su consumo Abstención plena
  • 255. 255 El accidente vascular cerebral de rt-PA es de sólo tres horas desde el inicio de los síntomas, hay que actuar siguiendo el concepto «tiempo es igual a ce- rebro», pues cuanto antes se administre este fármaco, ma- yores son las probabilidades de evitar las secuelas perma- nentes de la enfermedad. Para facilitar este tratamiento se ha creado en diversas ciudades españolas el llamado código ictus, consistente en la conexión telefónica inmediata entre los servicios de ambulancia que recogen al paciente en su domicilio y los centros hospitalarios que lo atenderán. 19. ¿El ictus puede repetirse? La arteriosclerosis es una enfermedad crónica, y los sínto- mas clínicos pueden repetirse con el paso del tiempo. El riesgo de repetición de un ictus depende de la causa pri- maria de la enfermedad, de los genes de cada individuo, y del buen cumplimiento por el paciente del tratamiento recomendado por el especialista para evitar la recurrencia. Por ello, es muy importante mantener de forma indefinida la medicación y los cambios de estilo de vida recomen- dados en cada caso. En la actualidad, no hay marcadores fiables del riesgo de recaída de cada paciente, por lo que todos deben ser tratados atendiendo a esta posibilidad. 20. ¿Existe tratamiento quirúrgico para el ictus? Enocasiones,elpacienteconictusdebeserintervenidoquirúr- gicamente. Las hemorragias cerebrales pueden ser interveni- das quirúrgicamente en unos pocos casos, al igual que algu- nas enfermedades que causan infartos cerebrales. Entre estos últimos,laprincipalintervenciónsedenominaendarterectomía carotídea, que consiste en la limpieza quirúrgica de la arteria carótida enferma. En los últimos años, además de quirúrgica- mente,lasarteriaspuedensertratadasmedianteotrastécnicas, como la denominada angioplastia carotídea. En esta última, el especialistaintroduceuncatéterconunbalóndedilataciónen la arteria lesionada con el fin de ensanchar su zona de mayor estrechamiento. Tanto la intervención quirúrgica como la angioplastia deben ser realizadas por especialistas que acredi- ten que las complicaciones de la intervención serán inferiores al riesgo estimado si sólo se aplica un tratamiento médico. 21. ¿Qué tratamientos médicos son los más eficaces para evitar un ictus? El tratamiento preventivo no siempre es el mismo, ya que debe ajustarse a la causa de la enfermedad responsable del ictus en cada caso. Existen dos grandes grupos de fár- macos: los antiagregantes plaquetarios y los anticoagu- lantes. En los primeros se incluyen fármacos que inhiben la función de las plaquetas, que son células de la sangre que participan de manera protagonista en la formación de los trombos en las paredes de las arterias. El antiagregante plaquetario más utilizado es la aspirina. Otros ­antiagregantes son el clopidogrel, el dipiridamol y el trifusal. Los anti- coagulantes se administran también con la intención de impedir la formación de trombos, aunque el mecanismo por el que actúan es inhibir unas sustancias que se llaman factores de la coagulación. El anticoagulante más utilizado en España es el Sintrom . Hay otra serie de fármacos cate- gorizados como vasodilatadores cerebrales cuya eficacia clínica es dudosa. Glosario Afasia: alteración del lenguaje. Incapacidad para comprender las palabras (afasia de comprensión) o para expresarlas correctamente (afasia de expresión). Arteriosclerosis: término griego que significa ‘endurecimiento’ (esclerosis) de las arterias, a causa de la formación de depósitos grasos y de otras sustancias que impiden el paso de la sangre. Ataxia: trastorno neurológico que se manifiesta por trastornos de la marcha y/o el equilibrio. Ateroma: placa que se acumula en el interior de una arteria y obs- truye total o parcialmente su luz. Cerebelo: parte del sistema nervioso central que regula una serie de funciones básicas, como la coordinación o el equilibrio. Disartria: dificultad en la articulación normal de las palabras. Embolia: lesión producida en cualquier tejido u órgano del cuer- po humano al obstruirse una arteria o una vena por un fragmento desprendido del árbol circulatorio (émbolo), habitualmente pro- cedente de un trombo (arterial o venoso). Prevenir el ictus haciendo ejercicio: un estilo de vida sedentario es un factor de riesgo de múltiples enfermedades vasculares. Además, un buen estado físico ayuda notablemente a la recuperación en caso de sufrir un ictus.
  • 256. LIBRO DE LA SALUD 256 Émbolo: trombo o fragmentos de éste que se liberan y se desplazan por el interior de las arterias o venas hasta que impactan en un punto de la circulación, donde detienen el flujo sanguíneo. Encéfalo: parte del sistema nervioso central que regula una serie de funciones superiores, como por ejemplo la visión o el habla. Hemianopsia: pérdida de la visión de una mitad del campo ocular. Hemiplejia: parálisis completa o incompleta que afecta a una mi- tad del cuerpo. Hipoestesia: alteración (por disminución) de la sensibilidad en una zona anatómica concreta. Ictus: palabra latina que significa‘golpe’y hace referencia al infar- to y hemorragia cerebral. El ictus define las alteraciones circulato- rias del sistema nervioso cuya característica clínica principal es su aparición brusca o ictal. Monoplejia: parálisis completa de una extremidad. Parálisis: pérdida de fuerza en una extremidad o en una función muscular motriz concreta. Parestesia: sensación anómala en un territorio localizado, habi- tualmente descrita como acorchamiento. Tetraplejia: parálisis completa de las cuatro extremidades. Trombo: coágulo de sangre en el interior de una arteria o vena. Trombosis: proceso de formación de un trombo (coágulo de san- gre) en el interior de un vaso. Bibliografía Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca. Generalitat de Catalunya. Superar el ictus: guía dirigida a las personas afectadas de una enfer- medadvascularcerebralyasusfamiliaresycuidadores. http://www. aatrm.net/pdf/gp05ictuspacientses.pdf. Eusi (European Union Stroke Initiative). Recomendaciones para pa- cientes con accidente vascular cerebral. http://www.eusi.org/. Geecv (Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares). Zona de pacientes. http://www.ictussen.org/Pacientes/index_pacientes. htm. OndaSalud.com. «Accidente cerebrovascular (ictus)». http://www. ondasalud.com. Sociedad Española de Neurología. Guía para el tratamiento y prevención del ictus. http://www.sen.es/profesionales/ictus_cap6.htm • El término accidente vascular cerebral o ictus define el conjunto de enfermedades cuya anomalía principal es la falta de riego sanguíneo cerebral. Puede deberse a la obstrucción de una arteria, que dará lugar a un infarto cerebral, o a su rotura, lo que comportará una hemo- rragia cerebral. Es la segunda causa de mortalidad en España y la primera causa de invalidez permanente. • En la mayoría de las ocasiones los ictus se presentan de un modo súbito y violento, como un golpe en el cerebro. El síntoma inicial suele ser la pérdida brusca de fuerza en una parte del cuerpo y con frecuencia el paciente nota alterada la sensibilidad en la zona. Otros síntomas habituales son la alteración brusca del len- guaje, o la pérdida parcial o total de visión en uno o los dos ojos. En algunos casos puede doler la cabeza de forma intensa o moderada, aunque lo más habitual es que el ictus no cause dolor. • En España, la causa más frecuente de ictus es la arte- riosclerosis, y los principales factores que favorecen su aparición pueden ser corregidos o disminuidos median- te cambios en el estilo de vida y el empleo de fármacos. Entre estos factores destacan la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, el aumento del colesterol sanguíneo y la obesidad. En general, los hombres tie- nen mayor riesgo que las mujeres, aunque el ictus causa más muertes entre las mujeres. • Cuando se produce un infarto cerebral se pueden administrar unos fármacos llamados trombolíticos, que disuelven el trombo que ha obstruido la arteria y disminuyen las secuelas de la enfermedad. Su mayor limitación es que no se pueden administrar a muchos ictus de más de tres horas de evolución, por lo que es imprescindible que ante la sospecha de la enfer- medad se acuda inmediatamente a un hospital o se llame urgentemente a una ambulancia. El tratamien- to requiere el ingreso en un hospital que disponga de un escáner y, preferentemente, que cuente con per- sonal sanitario especializado en la dolencia. Además, el ictus puede repetirse, por lo que es fundamental que el paciente colabore en el buen cumplimiento del tratamiento y régimen de vida recomendados por el neurólogo. Resumen
  • 257. 257 Capítulo 26 La anemia Dra. Marta Aymerich Médico especialista en Hematología. Unidad de Hematopatología del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Joan-Lluís Vives Médico especialista en Hematología. Unidad de Eritropatología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué es la anemia? La anemia es una de las causas más frecuentes de consul- ta al médico. No es una enfermedad propiamente dicha sino un síndrome, un conjunto de síntomas y signos, ma- nifestación de un trastorno subyacente. Por ello, es preciso acudir al médico para descubrir la causa antes de instaurar el tratamiento y, de este modo, adoptar las medidas más adecuadas. La anemia se define como una disminución de la concentración de la hemoglobina en la sangre, cuyos lí- mites de normalidad varían con la edad y el sexo. Existe anemia cuando la concentración de hemoglobina se halla por debajo de ciertos límites preestablecidos por la Orga- nización Mundial de la Salud (OMS): 130 g/L en hombres, 120 g/L en mujeres y 110 g/L en niños (véase tabla 1). Existen muchos tipos de anemia según su causa. La falta de hierro, sobre todo en niños y mujeres jóvenes, es la más frecuente. Otras causas de anemia pueden ser el resultado de un sangrado, la falta de vitaminas, una enfer- medad crónica o una enfermedad hereditaria o adquirida. 2. ¿Para qué sirve la hemoglobina? La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se ha- lla dentro de los hematíes (glóbulos rojos o eritrocitos) y que les confiere su color rojo característico. Los hematíes son elementos redondeados de forma discoidal con una depresión central (disco bicóncavo) que les confiere una gran plasticidad para llegar a los lugares más estrechos del sistema circulatorio. A través de la sangre, y gracias a la res- piración, la hemoglobina transporta oxígeno (O2 ) desde los pulmones (inspiración) a los diferentes órganos y tejidos del cuerpo. Asimismo, transporta el dióxido de carbono (CO2 ) resultante del metabolismo hacia los pulmones, don- de es eliminado (espiración). Este proceso es indispensable para el funcionamiento normal de nuestro organismo. Loshematíesseformanenlamédulaósea(localizada en los huesos planos, como el esternón, y en las cavidades de los huesos largos, como el fémur) mediante un proceso de diferenciación y maduración denominado eritropoyesis que se inicia en la célula madre pluripotente (stem-cell) for- madora de todas las células sanguíneas. La eritropoyetina (EPO) es la principal hormona reguladora de la eritropoye- sis, y se sintetiza, fundamentalmente, en el riñón. TABLA 1. Definición de anemia La concentración de hemoglobina se halla por debajo de ciertos límites preestablecidos por la OMS. Estos valores varían según la edad y el sexo Recién nacido a término 180 ± 40 g/L Niños hasta 3 meses 112 ± 18 g/L Niños de 3 meses a 1 año 126 ± 15 g/L Niños entre 10 y 12 años 125 ± 15 g/L Mujeres 135 ± 15 g/L Mujeres embarazadas 113 ± 3 g/L Hombres 150 ± 20 g/L
  • 258. LIBRO DE LA SALUD 258 3. ¿Qué precisa el organismo para mantener los hematíes sanos y los niveles de hemoglobina equilibrados? En términos generales, para llevar a cabo una eritropoyesis eficaz se precisa: • Una médula ósea sana (la fábrica). • Niveles de EPO normales (estímulo para la fabri- cación). • Aporte con la dieta y absorción digestiva adecua- da de vitaminas y factores madurativos indispen- sables como el hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico (materiales para la fabricación). • No ser portador de anomalías genéticas, here- ditarias o adquiridas, susceptibles de producir alteraciones en la hemoglobina o en los compo- nentes del glóbulo rojo (planos correctos para la fabricación). • Carecer de factores ajenos a la eritropoyesis que puedan afectar a la producción de hematíes (cau- sas externas a la fabricación propia). 4. ¿Qué es la eritropoyetina? La EPO es la principal hormona reguladora de la prolife- ración y diferenciación de los precursores de los glóbulos rojos. De naturaleza glicoproteica, se produce principal- mente en los riñones y en una pequeña proporción en el hígado. La producción de eritropoyetina es estimulada por la disminución de la presión parcial de oxígeno en los tejidos (hipoxia). Las células intersticiales, que ro- dean el tíbulo renal, son sensibles a la hipoxia (sensor re- nal de oxígeno) y estimulan la síntesis de EPO por parte de las células productoras correspondientes. La presión parcial de oxígeno depende de tres factores: el flujo san- guíneo, la concentración de hemoglobina y la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Por ello, cuando dis- minuyen la masa eritrocitaria o el oxígeno intracelular, aumenta la producción de EPO. La EPO, producida por el riñón, actúa directamente sobre los progenitores (células madre) de la línea roja de la médula ósea controlando su proliferación, diferenciación y supervivencia. Su efecto final consiste, por tanto, en un estímulo de dichas células para que aumenten la produc- ción de glóbulos rojos. La EPO no sólo contribuye al man- tenimiento de la eritropoyesis normal, sino también a su expansión, en caso de anemia. Laeritropoyetinasintética(Hr-EPO),utilizadacomo medicamento para estimular la eritropoyesis, se obtiene en el laboratorio mediante técnicas de ingeniería genéti- ca. Se ha mostrado muy útil en el tratamiento de ciertos tipos de anemia, especialmente en la que obedece a la insuficiente formación de glóbulos rojos que se observa en la insuficiencia renal crónica (fallo funcional del riñón). En este caso, el tratamiento con inyecciones de Hr-EPO suele ser muy efectivo para disminuir la intensidad de la anemia. También se ha utilizado Hr-EPO en otras formas de anemia crónica, por defecto regenerativo y refractarias a la administración de factores de madurativos (hierro, fólico o vitamina B12 ). Esto sucede en la anemia de los llamados síndromes mielodisplásicos o mielodisplasias, donde la ad- ministración terapéutica de Hr-EPO constituye, en muchos casos, una alternativa a las transfusiones de sangre, gene- ralmente periódicas. 5. ¿Qué sintomatología puede producir la anemia? Las manifestaciones de la anemia dependen de la causa que la produce y de la rapidez con que se instaura. Si la anemia progresa muy lentamente, pueden no aparecer síntomas hasta que está muy avanzada. Los sínto- masysignosprincipalesdelaanemiason:cansancioofatiga (astenia), debilidad muscular y palidez de piel y/o mucosas. Las manifestaciones de la anemia serán mayores conforme ésta progresa. En ocasiones pueden aparecer Imagen microscópica de un aspirado de médula ósea. Ésta es una prueba diagnóstica (punción esternal) que se realiza ante algunos tipos de anemia. En la imagen se observan precursores de los glóbulos rojos y blancos en diferentes estadios de maduración.
  • 259. 259 latidos del corazón acelerados (palpitaciones), sensación de falta de aire (disnea) al realizar pequeños esfuerzos, do- lor de cabeza (cefalea), sensación vertiginosa, cambios de humor o irritabilidad, dolor en el pecho (dolor precordial o angor), falta de concentración o pérdida de la memoria reciente, hinchazón en los tobillos (edemas maleolares) y calambres musculares. Dado que el color de la piel puede variar según la raza o la exposición al sol, es más útil deter- minar la existencia de palidez mediante la inspección de las mucosas, sobre todo el interior de los párpados o labios, y en el lecho ungueal (blanco de las uñas). 6. ¿Cómo se diagnostica la anemia? Como la anemia es siempre una manifestación clínica y no una enfermedad, es imprescindible consultar primero al médico, quien determinará las pruebas necesarias para el diagnóstico y el tratamiento más adecuados. Antelasospechadeanemia,sedeberealizarunaná- lisis de sangre (véase tabla 2). El hemograma es la prueba principal que proporciona datos indispensables, como la concentración de la hemoglobina, que define la existencia de anemia, y otros que contribuyen a conocer su causa. La anemia puede clasificarse según criterios morfo- lógicos o funcionales (véase figura 1): • Criterios morfológicos (tamaño y contenido en hemoglobina de los hematíes). Según el valor del tamaño de los hematíes, la anemia se clasifica en microcítica (valor pequeño), macrocítica (grande) o normocítica (normal); y según el valor del conte- nido en hemoglobina de los hematíes se clasifica en hipocroma (valor disminuido), hipercroma (au- mentado) o normocroma (normal). • Criterios funcionales (capacidad regenerativa de la médula ósea). Para ello se emplea el recuento de reticulocitos o hematíes jóvenes circulantes. Así, una anemia se clasifica en arregenerativa, cuando la médula ósea tiene poca capacidad para producir hematíes normales (reticulocitos disminuidos), o regenerativa, cuando dicha ca- pacidad es normal (reticulocitos aumentados). En este último caso, la anemia puede obedecer a una pérdida de sangre (hemorragia) o a la des- trucción de los hematíes en el propio organismo (hemólisis). La anemia TABLA 2. Pruebas básicas que deben realizarse ante la sospecha de una anemia Hemograma Leucocitos (x 109 /L) Plaquetas (x 109 /L) Hematíes (x 1012 /L) Hematocrito L/L Hemoglobina g/L Índices eritrocitarios: VCM fL HCM pg CCMH g/L ADE (porcentaje o índice)* Morfología eritrocitaria Reticulocitos Pruebas bioquímicas de función renal y/o hepática Hierro en plasma (sideremia) / Hierro de reserva (ferritina) Los llamados índices eritrocitarios se calculan a partir del recuento de hematíes, concentración de hemoglobina y hematocrito. Estos índices son: el volumen corpuscular medio (VCM), que informa sobre el tamaño de los hematíes; la hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración corpuscular media de hemoglobina (CCMH), que informan sobre el contenido de hemoglobina de los hematíes, individualmente (HCM) o en su totalidad (CCMH). *ADE: amplitud de la curva de distribución eritrocítica. Figura 1. Clasificación de la anemia según el VCM, la CCMH y los reticulocitos < 83 fL ANEMIA MICRoCÍTICA 83-99 fL ANEMIA NoRMoCÍTICA > 100 fL ANEMIA MACRoCÍTICA VCM < 31 g/L ANEMIA HIPoCRóMICA 31-35 g/L ANEMIA NoRMoCRóMICA > 35 g/L ANEMIA HIPERCRóMICA CCMH < 20 x 109 /L ANEMIA ARREgENERATIVA > 100 x 109 /L ANEMIA REgENERATIVA rETiCuLOCiTOS
  • 260. LIBRO DE LA SALUD 260 7. ¿Por qué se produce la anemia por falta de hierro? La causa más frecuente de la anemia es la falta de hierro. La médula ósea necesita el hierro para producir la hemoglo- bina. Si las reservas de hierro de nuestro organismo están bajas, los hematíes resultan más pequeños y con menor contenido de hemoglobina, dando como resultado la ane- mia ferropénica, microcítica e hipocroma. Las reservas de hierro del organismo pueden dismi- nuir y ser causa de anemia por: • Pérdida crónica de pequeñas cantidades de san- gre: el hierro de los hematíes se recicla, es decir, cuando éstos mueren en el sistema macrofágico de la médula ósea o del bazo, el hierro es reutili- zado por la médula ósea para producir nuevos he- matíes. Cuando existe una pérdida persistente de pequeñas cantidades de sangre (hemorragia cró- nica), el hierro del organismo disminuye progre- sivamente y finalmente se hace insuficiente para producir hematíes. Las causas más frecuentes de esta situación son las menstruaciones abundan- tes o pérdidas de sangre por el aparato digestivo como, por ejemplo, hemorroides, hernia de hiato (esofagitis por reflujo), úlcera de estómago, tumo- res, o erosiones de la mucosa del estómago por ingesta, excesiva y persistente, de medicamentos antiinflamatorios (por ejemplo, aspirinas). • Disminución del aporte de hierro por dietas po- bres o desequilibradas: frecuente en niños de cla- ses sociales bajas o habitantes de regiones depri- midas, con alimentación insuficiente. • Aumento de las necesidades de consumo de hie- rro por el crecimiento corporal: en el embarazo, durante las edades de intenso crecimiento, como sucede entre los 6 y 24 meses después del naci- miento, la edad infantil y la adolescencia, existe un aumento de las necesidades de hierro, por lo que un aporte inadecuado puede causar anemia. • Disminución de la absorción del hierro en el apa- rato digestivo: por intervenciones quirúrgicas o enfermedades del tubo digestivo. La anemia por falta de hierro es microcítica e hipo- croma y prácticamente siempre arregenerativa. Su diag- nóstico requiere analizar el estado de las reservas de hie- rro del organismo (ferritina en suero). Una vez que se ha demostrado que la anemia obedece a una falta de hierro, debe investigarse su causa, ya que ello es necesario para instaurar el tratamiento adecuado. En ocasiones se tendrá que solicitar un estudio de sangre oculta en heces o explo- raciones endoscópicas del tubo digestivo con objeto de detectar un posible sangrado digestivo crónico. 8. ¿Cómo debe ser el tratamiento de la anemia por falta de hierro? Una vez realizado el diagnóstico, además del tratamiento de la enfermedad que causa la ferropenia, es imprescindi- ble administrar medicamentos de sales ferrosas por vía oral e iniciar una dieta en la que abunden los alimentos ricos en hierro (véase tabla 3). La ingesta de sales ferrosas tiene varios efectos secundarios: en general, las heces presentan un color muy oscuro o casi negro y cuando el medicamento se toma en ayunas (lo que es recomendable ya que favo- rece la absorción), puede producir molestias irritativas o dolor de estómago. Otras veces existe estreñimiento. Estos inconvenientes pueden evitarse, en parte, mediante la administración de protectores de la mucosa gástrica o de TABLA 3. Fuentes de nutrientes (factores de maduración) Hierro Carnes y productos de animales Pescados y mariscos Verduras, hortalizas y frutas (espinacas, acelgas, guisantes) Legumbres y cereales (arroz, garbanzos, lentejas, judías, pan integral y galletas) Frutos secos (nueces, ciruelas pasas, dátiles, pistachos) Vitamina B12 Carnes y productos de animales Mariscos Leche Productos lácteos (queso) Huevos Soja y levadura Ácido fólico Vegetales de hoja verde Coles (col, coliflor y coles de Bruselas) Verduras, hortalizas, legumbres y cereales (espinacas, guisantes secos, lentejas y remolacha) Frutas (cítricos) Carnes y productos de animales
  • 261. 261 vitamina C (ácido ascórbico), que favorece una absorción más rápida y eficaz del hierro ingerido con los alimentos. El tratamiento debe ser mantenido ininterrum­pidamente más allá de haber conseguido normalizar los niveles de hemo­ globina hasta conseguir restablecer los depósitos de hierro del organismo (aproximadamente, unos tres meses). Conviene considerar que no todas las anemias con hematíes pequeños y pálidos (anemias microcíticas e hipo- cromas)obedecenaunafaltadehierro.Ciertasalteraciones de la hemoglobina (talasemias) y la llamada anemia infla- matoria (como se explica más adelante) pueden constituir también una causa de anemia microcítica e hipocroma no debida a falta de hierro y, por ello, deben tenerse en cuenta al realizar un diagnóstico diferencial. En esos casos, el diag- nóstico es más complejo y suele requerir el concurso de un especialista en hematología. La anemia Figura 2. La sangre Vaso sanguíneo Plasma Glóbulos rojos o hematíes Plaqueta Hematíe de perfil Hematíe de frente EosinófiloBasófilo Monocito Neutrófilo Linfocito Leucocitos Elementos formes de la sangre: hematíes, leucocitos y plaquetas La sangre es un líquido rojizo y viscoso que recorre todo el organismo por los vasos sanguíneos. Consta de un componente líquido, el plasma, que está compuesto por agua en la que están diluidos: glucosa, electrolitos (sodio, potasio...), proteínas y vitaminas y un componente sólido, los elementos celulares: glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas.
  • 262. LIBRO DE LA SALUD 262 Figura 3. La hematopoyesis Hemocitoblasto Célula madre mieloideProeritroblasto Célula madre linfoide Megacarioblasto Eritroblasto basófilo Promielocito Promonocito Precursor linfoide Promegacariocito Eritroblasto policromatófilo Mielocitos Metamielocitos Granulocitos no segmentados Eritroblasto ortocromático Reticulocito Megacariocito Hematíes Granulocito neutrófilo Granulocito eosinófilo Granulocito basófilo Monocito Linfocito Plaquetas La hematopoyesis es el proceso de maduración de diferentes células sanguíneas, que se lleva a cabo en la médula ósea a partir de una célula madre indiferenciada. Esta célula es polivalente, y da lugar a la formación de glóbulos rojos (eritropoyesis), glóbulos blancos (leucopoyesis) y plaquetas (trombopoyesis). Los glóbulos rojos tienen una vida media de aproximadamente 120 días y precisan ser reemplazados, por lo que el proceso de la eritropoyesis está en continua regeneración.
  • 263. 263 9. ¿Qué es la talasemia? La talasemia es un defecto hereditario por el que dismi- nuye la síntesis de hemoglobina y, debido a ello, los hema- tíes ya nacen pequeños e hipocromos. Se trata de un tras- torno especialmente frecuente en los países que bordean el Mediterráneo (la palabra talasemia viene del griego tha- lassa, que significa ‘mar’) pero su distribución es mundial. Según la parte de la molécula de hemoglobina afectada, la talasemia puede clasificarse en alfa, beta, delta y otras formas menos frecuentes. El rasgo talasémico o talasemia minor (forma hete- rocigota) es la forma clínica más benigna del trastorno y prácticamente siempre pasa inadvertida porque cursa con anemia muy ligera o es asintomática. Para su diagnóstico se requiere, en primer lugar, un hemograma que muestre hematíes de pequeño tamaño (microcitosis) y escaso con- tenido en hemoglobina (hipocromía). A veces existe una cifra exageradamente alta de hematíes (seudopoliglobulia), debida a la respuesta compensatoria de la médula ósea, situación que nunca se observa en la anemia ferropénica. Como se trata de un trastorno hereditario, la exis- tencia de estas mismas alteraciones en otros miembros de la familia ayuda a confirmar el diagnóstico, para lo cual se requiere siempre realizar un estudio de la hemoglobina mediante diferentes procedimientos de análisis. Es importante determinar el diagnóstico de talase- mia por dos motivos: • La talasemia no requiere tratamiento con sales de hierro, por lo que su administración es aquí inadecuada y únicamente justificada cuando la talasemia se asocia a ferropenia, lo que precisa confirmar la disminución de las reservas férricas mediante pruebas bioquímicas del suero (ferritina sérica e índice de saturación de la transferrina). •La detección de un rasgo talasémico debe seguirse de la realización de un estudio familiar para des- cartar que otros miembros de la familia pudieran ser también portadores. Asimismo, es obligado analizar a la pareja de todo portador de rasgo talasémico al objeto de poder establecer consejo genético. Sibienlatalasemiaminorapenastienemanifestacio- nes clínicas, existen formas de talasemia mucho más graves y, afortunadamente, menos frecuentes en nuestro medio. Entre ellas destaca la talasemia major, anemia muy grave que aparece incluso antes del nacimiento, y que obliga a un tratamiento de por vida mediante transfusiones de hema- tíes, para mantener un valor de hemoglobina aceptable, y agentes quelantes, para evitar la sobrecarga de hierro en el organismo, en sí misma mucho más grave que la pro- pia anemia (hemocromatosis). La talasemia mayor sólo se puede dar en aquellos casos en los que ambos padres son portadores del gen talasémico (forma homocigota). 10. ¿Qué es la anemia inflamatoria o asociada a enfermedad crónica? La respuesta inflamatoria a determinadas enfermedades (infecciosas, inflamatorias y tumorales) puede liberar sus- tancias que alteran el metabolismo normal del hierro, dis- minuyendo su absorción intestinal, dificultando su salida de los depósitos (macrófagos) o inhibiendo la formación de hematíes por la médula ósea. Por esta causa se produce una anemia, generalmente hipocroma y escasamente microcítica, que se conoce como anemia inflamatoria. Es La anemia Imagen micros- cópica en la que se muestra la di- ferencia entre una biopsia ósea nor- mal (arriba) y la de un paciente con aplasia medular (abajo), en la que no se observan células precurso- ras sanguíneas, que han sido reemplazadas por células grasas.
  • 264. LIBRO DE LA SALUD 264 el tipo de anemia más frecuente después de la anemia ferropénica y su diagnóstico es a veces difícil, ya que inter- vienen diversos factores que dificultan la interpretación de las pruebas analíticas. Una de las pruebas más útiles para establecer el diagnóstico diferencial entre anemia ferro- pénica e inflamatoria es el estudio del hierro de la médula ósea, ya que junto con la presencia de abundante hierro de reserva en los macrófagos, se observa también una mar- cada disminución del hierro en las células formadoras de hematíes presentes sólo en la médula ósea (sideroblastos). Es decir, existe una discordancia entre la cantidad de hierro de reserva, que es muy abundante (lo que marca la dife- rencia con la ferropenia), y el número de sideroblastos, que se halla muy disminuido. Esta gran cantidad de hierro de reserva indica que no puede ser utilizado y por ello a este tipo de anemia se la conoce también como anemia por blo- queo medular del hierro. 11. ¿Cómo es la anemia que se produce por falta de vitaminas? La vitamina B12 y los folatos son las vitaminas esenciales para la formación de los hematíes e intervienen en la sínte- sis de ADN del núcleo de la célula. Los principales alimen- tos que aportan vitamina B12 y folatos se muestran en la tabla 3. La vitamina B12 de la dieta pasa a la sangre después de ser absorbida en la parte final del intestino delgado (íleon terminal). Para su absorción es preciso que esta vita- mina se una a una proteína, el denominado factorintrínseco (FI), que se produce en unas células del estómago (células parietales). Los folatos se absorben en la parte del intestino delgado correspondiente al yeyuno proximal. Las reservas de vitamina B12 y folatos se acumulan en el hígado. Cuando las reservas de vitaminas se agotan, aparece una anemia llamada megaloblástica, porque se acompaña de la existencia en la médula ósea de células formadoras de sangre con un tamaño superior al normal, y aspecto algo inmaduro (megaloblastos). Las causas que pueden llevar al agotamiento de las reservas y, consecuentemente, a la anemia megaloblástica son: • Malnutrición: - vegetarianismo estricto - desnutrición grave (hambruna) - alcoholismo crónico con desnutrición o alimentación inadecuada • Mala absorción intestinal: - anemia perniciosa, por la falta de secreción de FI por parte de las células parietales del estómago, de etiología probablemente autoinmune, que impide la absorción de la vitamina B12 - intervenciones quirúrgicas de estómago o intes- tino delgado, o enfermedad intestinal como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca • Aumento de las necesidades de vitaminas, prin- cipalmente de folatos, como ocurre durante el embarazo y en situaciones en que hay un creci- miento celular intenso, como anemia hemolítica y algunas neoplasias. • Alteraciones en el metabolismo de estas vitami- nas, como sucede en tratamientos con ciertos medicamentos y en las enfermedades crónicas del hígado. El tratamiento estará siempre basado en suple- mentos de vitaminas por vía oral, o bien por inyección (vía Figura 4. Esquema de los hematíes, leucocitos y plaquetas Hematíes Leucocitos Plaquetas
  • 265. 265 parenteral) cuando coexista un defecto en la absorción intestinal. 12. ¿Qué es una anemia hemolítica? Los hematíes sobreviven y circulan por la sangre durante unoscuatromeses,transcurridosloscualessondestruidosen los macrófagos de tejidos, principalmente, de la médula ósea y el bazo. Existe hemólisis cuando este período de supervi- vencia de los hematíes en la circulación se reduce debido a una destrucción prematura de éstos. En estas circunstancias, si la médula ósea no tiene capacidad suficiente de regene- ración para mantener normales los niveles de hemoglobina, aparece una anemia que se denomina hemolítica. La anemia hemolítica suele obedecer a causas muy diversas, por lo que puede constituir el principal motivo de consulta, o presentarse como manifestación clínica aso- ciada a otros trastornos o enfermedad de base (hepatopatía crónica, enfermedades autoinmunes, infecciones, neopla- sias linfoides, válvulas cardíacas protésicas). Desde el punto de vista clínico, la anemia hemolí- tica puede aparecer de forma aguda o crónica: • Aguda (crisis hemolítica): de instauración rápida. Puede manifestarse con fiebre, escalofríos, dolor lumbar o abdominal y, si es muy intensa, con icte- ricia y emisión de orinas oscuras. • Crónica(hemólisiscrónica):decarácterpersistente. Sus principales manifestaciones clínicas son anemia, ictericia y aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia). La expresividad clínica puede ser variable, desde una práctica ausencia de mani- festaciones (casi asintomática) hasta un síndrome anémico muy intenso (anemia grave). Los principales tipos son: • Esferocitosis hereditaria: es un trastorno heredi­ tario de la composición proteica de la mem- brana eritrocitaria o estructura que confiere a los hematíes su característica forma bicóncava. Como consecuencia de este defecto, los hematíes adquieren una forma esférica, menos deformable que en condiciones normales, motivo por el cual quedan atrapados en el bazo, que los destruye. La enfermedad suele manifestarse como una anemia hemolítica crónica que cursa con ictericia, anemia regenerativa y aumento de tamaño del bazo. • Déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD): el déficit de G6PD es la causa del llamado favismo o hemólisis por ingesta de habas. También puede producir hemólisis aguda la ingesta de ciertos medicamentos oxidantes, entre otros, el ácido acetilsalicílico (aspirinas) y las sulfamidas (hemó- lisis medicamentosa). El déficit de G6PD es rela- tivamente frecuente entre los habitantes de la región mediterránea y presenta una incidencia elevada en individuos de raza negra y asiática. La G6PD es una enzima del metabolismo eritrocitario cuya síntesis va ligada al cromosoma X. Debido a ello, los varones (hemicigotos) padecen la enfer- medad, y las mujeres son generalmente portado- ras asintomáticas (heterocigotas). El hematíe con déficit de G6PD tiene dificultades para defenderse frente al efecto de la oxidación y por ello la ingesta de sustancias potencialmente oxidantes (habas y medicamentos) conlleva su destrucción masiva (anemia hemolítica aguda), y la aparición de ori- nas oscuras por eliminación de hemoglobina que, en ocasiones de extrema gravedad, puede com- portar una insuficiencia renal. Por ello, ante la sos- pecha de esta enzimopatía debe evitarse el con- tacto con las sustancias citadas. Al ser un trastorno hereditario, es obligado hacer el estudio familiar para descartar esta anomalía en otros miembros de la familia. • Drepanocitosis o hemoglobinopatía S (HbS): la HbS obedece a un defecto hereditario de la estruc- tura de la hemoglobina por el cual existe una hemoglobina anómala conocida como HbS. Se trata de un trastorno prevalente en individuos del África subsahariana y su frecuencia en nues- tra población va en aumento debido al impacto inmigratorio. El estado heterocigoto (HbAS) suele ser asintomático. En estado homocigoto (HbSS), la hemoglobina funciona normalmente excepto en casos de desoxigenación en que aumenta su rigidez, deformando intensamente el hematíe que la contiene (hematíe falciforme o drepano- citos o en forma de hoz). Esta rigidez que causa anemia hemolítica por destrucción intravascular de los hematíes se acompaña de un fenómeno aún más grave que es la oclusión de los vasos sanguíneos de pequeño calibre, lo que cursa con dolor intenso (crisis vasooclusivas). Como toda La anemia
  • 266. LIBRO DE LA SALUD 266 enfermedad genética, precisa de la realización de consejo genético así como de diagnóstico precoz mediante cribado neonatal. • Anemia hemolítica autoinmune: en este tipo de anemia, la hemólisis tiene lugar por la presencia de anticuerpos producidos por el propio orga- nismo (autoanticuerpos), que van dirigidos contra el hematíe. Este tipo de anemia puede ser idiopá- tica (de causa desconocida) o bien derivada de otros procesos como enfermedades del colágeno y síndromes linfoproliferativos, entre otros. 13. ¿Qué enfermedades de la médula ósea causan anemia? Las enfermedades de la médula ósea pueden ser causa de anemia en tres situaciones principales: • Incapacidad para producir células formadoras de sangre o precursores (aplasia o hipoplasia medu- lar y eritroblastopenia). • Eritropoyesis ineficaz no debida a una falta de hierro o vitaminas (diseritropoyesis congénitas y mielodisplasias). • Ocupación de la médula ósea por otras células que impidan el crecimiento normal de los precursores: hemopatías malignas (leucemias y linfomas), y metástasis de tumores (cáncer de mama, próstata o pulmón, entre otros). La aplasia medular es una enfermedad de la médula ósea en la cual disminuye su capacidad para formar hema- tíes, leucocitos y plaquetas, debido a que el tejido hemato- poyético normal de la médula ósea es sustituido por célu- Las verduras frescas contienen nutrientes básicos, como hierro y vitaminas, necesarias para la formación de los glóbulos rojos y que ayudan a equilibrar la dieta. TABLA 4. Clasificación etiológica de la anemia Causas de anemia regenerativa HEMORRAGIA Aguda Crónica HEMÓLISIS Causa congénita Membranopatías (esferocitosis hereditaria) Hemoglobinopatías (estructurales y talasemias) Enzimopatías (déficit de G6PD y piruvatocinasa) Causa adquirida Anemias hemolíticas inmunes Anemias hemolíticas mecánicas Anemias tóxicas y metabólicas Paludismo y otras parasitosis Hemoglobinuria paroxística nocturna Hiperesplenismo Causas de anemia arregenerativa LESIÓN DE CÉLULAS PLURIPOTENTES Aplasia medular Síndromes mielodisplásicos Mielofibrosis idiomática Infiltración neoplásica de la médula ósea (metástasis) Carcinoma pulmonar de células pequeñas Carcinoma mamario Carcinoma de próstata Linfoma y mieloma Síndromes inflamatorios crónicos Tesaurismosis (enfermedad de Gaucher) Gérmenes Histoplasmosis Mycobacterium avium intracellulare Virus Virus de la inmunodeficiencia humana (sida) Medicamentos Hipotiroidismo Insuficiencia renal (uremia) LESIÓN DE CÉLULAS COMPROMETIDAS A LA LÍNEA ERITROBLÁSTICA Eritroblastopenia Congénita Adquirida Idiopática Timoma Medicamentosa Nefrológica Autoanticuerpos Infección por parvovirus humano B19 Diseritropoyesis congénita LESIÓN DE PRECURSORES ERITROPOYÉTICOS Disminución de la síntesis de hemoglobina Ferropenia Defectos en la utilización del hierro Talasemias Disminución de la síntesis de ácido desoxirribonucleico Déficit de vitamina B12 Déficit de folato
  • 267. 267 las grasas. Esta situación puede presentarse de forma más o menos grave (aplasia e hipoplasia, respectivamente), y se manifiesta por anemia, infecciones y hemorragias. La apla- sia o hipoplasia medular puede ser congénita (anemia de Fanconi) o adquirida. Dentro de las formas adquiridas debe mencionarse la eritroblastopenia o aplasia pura de serie roja, situación muy rara que puede aparecer de forma idio- pática o como consecuencia de una infección vírica (par- vovirus humano B19), un tumor del timo (timoma) u otra enfermedad de base, generalmente de índole inmunitaria. En la anemia aplásica o hipoplasia de médula ósea pueden existir causas muy diversas, entre las que se encuentran la exposición a agentes físicos como las radiaciones ionizan- tes, químicos como disolventes o insecticidas, infecciosos, medicamentosos, como algunas infecciones víricas, y rara vez por algunas alteraciones metabólicas como la pan- creatitis o el embarazo. En ocasiones, no puede asociarse a una causa y se denomina idiopática aunque podría ser de etiología autoinmune de mecanismo desconocido. A veces, la aplasia de médula ósea puede asociarse a un trastorno de la membrana de los hematíes por el cual ésta se hace más sensible al efecto hemolítico de una proteína del plasma, conocida como complemento. Debido a ello pueden de­sencadenarse crisis de hemólisis, de carácter paroxístico y generalmente durante el sueño, por lo que se las conoce como hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN). La HPN puede aparecer independientemente de la aplasia de médula ósea, y muchas veces cursa con un cua- dro clínico de hemólisis crónica y pérdida de hierro por la orina (anemia ferropénica). Las mielodisplasias son un grupo de trastornos del que resulta una eritropoyesis cuantitativa y cualitativa- mente inadecuada debido a una disfunción madurativa, intrínseca y adquirida, de la célula madre hematopoyé- tica o de los progenitores de la hematopoyesis. Se carac- teriza por anemia y/o disminución de leucocitos y/o de las plaquetas de la sangre. Las alteraciones cualitativas se extienden desde las células precursoras hasta las últimas fases madurativas de la sangre, siendo habitualmente per- ceptibles tanto en la médula ósea como en la observación intencionada de la sangre periférica. La médula ósea puede tener una celularidad nor- mal, muy abundante o incluso disminuida, pero las célu- las muestran alteraciones morfológicas y funcionales que indican que su maduración no progresa adecuadamente, hecho por el cual muchas de ellas mueren antes de salir a la sangre. La etiología es desconocida en la mayoría de casos, a los que denominamos primarios, para diferenciarlos de los secundarios, que se relacionan con ciertos tratamien- tos oncológicos, con el contacto con determinados disol- ventes de las grasas como el benzol y con las radiaciones ionizantes. Estos trastornos se dan más frecuentemente en pacientes mayores, aunque pueden producirse a cualquier edad.Aproximadamentelamitaddelospacientespresenta una anomalía citogenética de las células de la médula ósea. La forma más leve de mielodisplasia es la anemia refracta- ria simple, denominada así porque no responde a los trata- mientos habituales con hierro o vitaminas. 14. ¿Cuál debe ser el tratamiento de la anemia? La anemia siempre debe tratarse en función de la causa que la produce y únicamente el médico es quien, una vez que ha investigado su etiología, debe administrar el trata- miento más apropiado. Dado que son muchas las enfer- medades que pueden causar anemia (véase tabla 4), no se comenta aquí el tratamiento específico de cada una de ellas. Cuando se evidencia la anemia es preciso siempre investigar la causa para aplicar el tratamiento adecuado. Las anemias carenciales (falta de factores madu- rativos: hierro o vitaminas) se curan administrando el factor que falta; pero dado que existen causas no caren- ciales de anemia, nunca deben administrarse sin antes demostrar su carencia mediante las correspondientes pruebas analíticas. Glosario Agentes quelantes: moléculas que establecen enlaces con iones metálicos, arrastrándolos y eliminándolos del organismo. Anemia: disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre. Aplasia: sustitución de la hematopoyesis normal de la médula ósea por células grasas. Cribado neonatal: estudios realizados en la sangre de recién nacidos, dirigidos a la detección precoz de enfermedades hereditarias. Displasia:alteraciónprecozenuntejidoqueindicaqueseestánpro- duciendo cambios que pueden derivar a una neoplasia o tumor. Eritropoyesis: línea celular de la hematopoyesis que mediante un proceso de diferenciación-maduración termina con la forma- ción de hematíes. La anemia
  • 268. LIBRO DE LA SALUD 268 Favismo: hemólisis aguda desencadenada por la ingesta de habas. Ferropenia: estado físico en el que existe una cantidad insuficiente de hierro de reserva para el desarrollo de una eritropoyesis normal. Hematopoyesis: proceso de diferenciación y maduración de la célula madre hacia las distintas líneas celulares de la sangre. Los elementos de la sangre están en continua regeneración ya que su vida media es corta y precisan ser reemplazados. Este proceso se desarrolla fundamentalmente en la médula ósea. Hemólisis: disminución de la supervivencia de los hematíes en la circulación sanguínea, por destrucción de los hematíes en el propio organismo. Idiopático: se aplica a una enfermedad o trastorno de causa des- conocida. Microcitosis: disminución del tamaño de los hematíes. Mielodisplasia: defecto no nutricional de la hematopoyesis que muestra alteraciones morfológicas características (displasia). Reticulocito:eritrocitojovenoinmaduro(contieneácidoribonucleico). Talasemia: defecto hereditario de la síntesis de hemoglobina. Timo: glándula situada en el mediastino anterior donde se produ- ce la diferenciación y maduración de los linfocitos T. VCM: volumen corpuscular medio de los hematíes. Bibliografía Clínica Mayo. «Anemia». http://www.mayoclinic.com/health/anemia/ DS00321. Emedicine.com. «Anemia». http://www.emedicine.com/ped/topic98. htm. Enerca (European Network for Rare and Congenital Anaemias). http:// www.enerca.org. Familydoctor.org. «Anemia: cuando un nivel bajo de hierro es la cau- sa». http://familydoctor.org/e009.xml. Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Anemia». http:// www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000560.htm. • La anemia es siempre la manifestación de un trastorno subyacente. • El síndrome anémico se puede manifestar por cansancio o fatiga, debilidad muscular, palidez de piel y mucosas, palpitaciones, dolor de cabeza, irritabilidad y sensación de falta de aire. • Una anemia puede aparecer de forma aguda o como con- secuencia de un proceso de instauración lenta o progre- siva. La gravedad de los síntomas depende de la inten- sidad y del tiempo de evolución de la anemia. Si ésta es consecuencia de un proceso crónico pueden no aparecer síntomas de anemia hasta un estado muy avanzado. • Existen muchos tipos de anemia según su causa. La falta de hierro, sobre todo en niños y mujeres jóvenes, es la causa más frecuente. Otras causas de anemia pueden ser el resultado de un sangrado, la falta de vitaminas, la mala absorción, una enfermedad crónica o una enfer- medad hereditaria o adquirida. • La anemia siempre debe tratarse según sea la causa que la produce y únicamente el médico es quien debe, una vez investigada su etiología, administrar el tratamiento más adecuado. Resumen
  • 269. 269 Capítulo 27 Leucemias y linfomas Dr. Emili Montserrat Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona Dr. Benet Nomdedeu Médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Medicina de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué son las leucemias y los linfomas? Las leucemias y los linfomas son, respectivamente, tumo- res de las células de la sangre (leucemias) y de los órga- nos linfoides (linfomas) que pueden afectar a personas de cualquier edad. Se trata de enfermedades relativamente frecuentes y que en muchos casos pueden curarse. 2. ¿Cuántas clases de leucemias y linfomas existen? Existen muy diversos tipos de leucemias y linfomas. De he- cho, la expresión leucemia (o linfoma) es tan inespecífica como, por ejemplo, infección o enfermedad reumatológica. Lo que es importante es el tipo de infección o de enferme- dad reumatológica que el enfermo tenga. De hecho, una de las tareas más importantes, una vez sospechado el diag- nóstico de leucemia o linfoma, estriba en identificar correc­ tamente la enfermedad, de entre las muchas posibles, que afecta al paciente, pues es crucial para el pronóstico y tra- tamiento. Existen fundamentalmente dos grandes catego- rías de linfomas. Por una parte, el linfoma de Hodgkin, una de cuyas características fundamentales es la presencia en el tumor de unas células características que se conocen como de Reed-Sternberg. El otro grupo recibe el nombre de linfomas no hodgkinianos, de los que existen muchos tipos: algunos tienen un comportamiento relativamente benig- no, de forma que a los diez años del diagnóstico, el 50% de los enfermos continúa vivo; mientras que otros tienen un curso clínico sumamente agresivo. Con respecto a las leucemias, éstas se dividen en agudas y crónicas. Las leucemias agudas se dan tanto en niños como en adultos y dentro de éstas existen diversas variedades en función de las células que enferman (por ejemplo, linfoblásticas o mieloblásticas). Las leucemias crónicas inciden sobre todo en adultos y, dentro de ellas, las dos formas más frecuentes son la leucemia linfática cró- nica y la leucemia mieloide crónica. El pronóstico de estas enfermedades es sumamen- te variable. En las leucemias agudas el pronóstico es malo a no ser que se consiga la total desaparición de la enfer- medad —lo que se conoce como remisión completa—, con el primer tratamiento que se administra. Por el contrario, la supervivencia de los enfermos con leucemias crónicas puede ir desde algunos pocos años hasta más de diez. Algunos enfermos tienen incluso una esperanza de vida normal y mueren finalmente por causas ajenas a su leucemia. 3. ¿Qué diferencia una leucemia de un linfoma? Tanto las leucemias como los linfomas se originan en célu­ las de la sangre. La separación entre leucemia y linfoma es en muchos casos arbitraria, efectuándose en función del órgano que se ve principalmente afecto por la enfer­ medad. Así, si la enfermedad se manifiesta fundamental- mente en la sangre se habla de leucemia; si, por el contra-
  • 270. LIBRO DE LA SALUD 270 rio, interesa sobre todo a los órganos linfáticos (ganglios linfáticos, bazo), se habla de linfoma. En bastantes casos, sin embargo, la enfermedad afecta tanto a la sangre como a los órganos linfáticos. 4. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas de leucemias y linfomas? Como su nombre indica, las leucemias agudas tienen una presentación y curso clínico muy aparatoso y rápido, de forma que si no se trataran los enfermos fallecerían en pocas semanas. Debido al crecimiento incontrolado de las células leucémicas en la médula ósea (fábrica donde se producen las células sanguíneas), las células normales (hematíes, leucocitos y plaquetas) no se producen nor- malmente y sus cifras en sangre periférica disminuyen. A consecuencia de ello se produce anemia, leucopenia y plaquetopenia y el paciente puede presentar fatiga, palidez, infecciones y hemorragias. En el caso de las leucemias crónicas, las manifesta- ciones clínicas son mucho menos llamativas. En ocasiones, el diagnóstico se hace de forma casual en un análisis de sangre llevado a cabo por cualquier razón aparentemen- te banal; en otras, el paciente nota molestias abdominales debido al aumento del tamaño del bazo, o se da cuenta de que le han aparecido bultos en el cuello, axilas o ingles, que no son más que ganglios linfáticos aumentados de tamaño (adenopatías). En el caso de los linfomas, las manifestaciones clíni- cas fundamentales giran alrededor de los ganglios linfáti- cos que aumentan de tamaño, cosa que puede ocurrir de forma localizada o generalizada. En una parte importante de casos, los pacientes presentan fiebre que, de forma típi- ca, no responde al tratamiento antibiótico, o aparece y de­ saparece a lo largo de semanas o incluso meses, así como cansancio intenso o sudores profusos, sobre todo durante la noche. 5. ¿Cómo se diagnostican? En la mayoría de los casos las leucemias se diagnostican por medio de análisis de la sangre. Estos análisis se suelen practicar debido a que el enfermo consulta, bien sea por fatiga, pérdida de apetito y peso, fiebre, sudores, sangrado de la piel o de las mucosas (nariz, encías), o por infecciones aparentemente banales que no se solucionan con la rapi- dez habitual. No es excepcional que en un análisis practica- do por otro motivo (revisión de empresa, toma de una póli- za de seguro) se descubran las alteraciones que finalmente llevan al diagnóstico. Los análisis de sangre pueden mos- trar directamente las células leucémicas o simplemente anemia, leucopenia o una cifra baja de plaquetas, todo ello debido a una función anómala de la médula ósea, a conse- cuencia de la invasión de ésta por células leucémicas. Por lo general, el diagnóstico definitivo se hace a partir de una punción de la médula, a la que se accede pinchando con una aguja especialmente diseñada para ello alguno de los huesos en cuya médula roja se produce sangre: el esternón (en la parte alta y anterior del tórax), o la pelvis (en la denominada cresta ilíaca). El análisis de las células de la médula se denomina mielograma y se puede Figura 1. Órganos inmunitarios Amígdala Ganglios linfáticos Bazo Médula ósea Apéndice Placas de Peyer Timo Los órganos implicados en el complejo sistema inmunitario son la amígdala, el timo, los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, las placas de Peyer y el apéndice del tubo digestivo. El sistema inmunitario distingue las sustancias ajenas al organismo y, una vez identificadas, intenta neutralizarlas. Las células más importantes son los linfocitos tipo B y T, que abundan en los órganos del sistema inmunitario. Este sistema también realiza la eliminación de sustancias extrañas o microorganismos mediante la fagocitosis.
  • 271. 271 utilizar también para analizar los cromosomas y las carac- terísticas químicas y moleculares de las células. En los linfomas el diagnóstico se realiza por medio del análisis de un ganglio o de otro tejido que habitualmen- te se extrae por medio de una pequeña intervención qui- rúrgica llamada biopsia. La mayoría de los ganglios que se extraen para su análisis se obtienen del cuello o de la axila. 6. ¿Cuáles son las causas de las leucemias y los linfomas? En la mayoría de los casos se desconoce el origen de las leucemias y los linfomas. Sin embargo, en algunos lin- fomas se ha podido establecer una relación causal con agentes infecciosos, especialmente virus. Así, el linfoma de Burkitt, que es endémico en ciertas zonas geográficas del mundo (por ejemplo, en Nueva Guinea), está causa- do por el virus de Epstein-Barr, un virus del grupo de los virus herpes que asimismo está relacionado con la apari- ción de otros linfomas que se observan en individuos con un sistema inmune ineficaz, bien a causa de ciertos tra- tamientos que actúan sobre el sistema inmunitario (por ejemplo, enfermos sometidos a trasplantes de órganos que reciben medicamentos denominados inmunosupre- sores) o en virtud de la enfermedad, siendo su paradigma los linfomas que se observan en los pacientes con sín- drome de inmunodeficiencia adquirida del adulto (sida). En aproximadamente la mitad de enfermos con linfoma de Hodgkin, aparecen asimismo evidencias de infección por el virus de Epstein-Barr. El virus HTLV-1 se relaciona con un linfoma que se observa exclusivamente en ciertas zonas geográficas del mundo, básicamente el cono sur de América y Japón (la denominada leucemia-linfoma T del adulto). El virus de la hepatitis C y el virus del herpes humano tipo 8 (HHV-8) también se han relacionado con formas especiales de linfomas. En todos estos casos, los virus, que habitualmente dan lugar a infecciones relativamente banales (por ejem- plo, mononucleosis infecciosa en el caso del virus de Epstein-Barr), al infectar a personas con un sistema defen- sivo ineficaz ponen en marcha una serie de mecanismos complejos que culminan con la aparición de una leucemia o un linfoma. Ciertos linfomas se hallan relacionados con infec- ciones bacterianas. Un ejemplo de ello son linfomas de comportamiento habitualmente poco agresivo que afec- tan al estómago y que se conocen como linfomas MALT, cuyo origen se halla en la colonización de la mucosa gás- trica por una bacteria llamada Helicobacter pylori. De forma similar, otras bacterias como la Borrelia burgdorferi (linfoma MALT cutáneo) y la Chlamydia psitacci (linfoma MALT orbi- tal) se relacionan con linfomas. Algunos factores ambientales también pueden in- fluir en la aparición de leucemias y linfomas. Así, la radia- ción por accidentes nucleares (por ejemplo, lanzamiento de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en 1945), o la simple exposición profesional incontrolada en personas que trabajan en ambientes radioactivos pueden dar lugar a una mayor incidencia de estas enfermedades. Asimismo, el contacto con productos químicos, clá- sicamente la exposición al benceno o algunos de los me- dicamentos que se emplean en el tratamiento del cáncer, pueden propiciar la aparición de leucemias y linfomas. Por último, existen una serie de enfermedades ge- néticas, de las que el ejemplo característico es el síndrome de Down, que se asocian a un riesgo claramente aumenta- do de padecer leucemia. 7. ¿Son las leucemias y los linfomas enfermedades hereditarias? Aunque la existencia de alteraciones genéticas es constante en los enfermos con leucemia y linfoma, estas enfermeda- des no son hereditarias en el sentido de que se transmitan directamente de padres a hijos. Sin embargo, el riesgo de padecer alguna de estas enfermedades, fundamentalmente la leucemia linfática crónica, es superior en los familiares directos de individuos afectos por ellas. Además, existe una serie de enfermedades de base genética que comportan un riesgo claramente aumentado de contraer leucemia: los ejemplos más característicos son el síndrome de Down, la enfermedad de Fanconi y la enfer- medad de Wiskot-Aldrich. 8. ¿Pueden las leucemias y los linfomas contagiarse? Las leucemias y los linfomas no son enfermedades con- tagiosas. Por ello, los pacientes con estas enfermedades deben llevar a cabo una vida familiar, social y laboral com- pletamente normal, siempre y cuando su situación clínica se lo permita. 9. ¿Pueden estas enfermedades prevenirse? No existen formas plenamente establecidas de prevenir la aparición de leucemias y linfomas. Sin embargo, cualquiera de los factores que se relacionan con una mayor incidencia, Leucemias y linfomas
  • 272. LIBRO DE LA SALUD 272 tales como exposición a agentes tóxicos o radiaciones ioni- zantes, debería evitarse o controlarse cuidadosamente. Los individuos infectados por Helycobacter pylori, situación que a menudo se descubre con motivo del estu- dio de molestias gástricas inespecíficas, deberían someter- se a un tratamiento antibiótico erradicador de la infección, puesto que con el paso del tiempo ésta puede dar lugar a un linfoma de tipo MALT, o incluso a cáncer gástrico. 10. ¿Pueden las leucemias y los linfomas curarse? Un gran número de pacientes con leucemia o linfomas se curan. En otros muchos casos, aunque la curación no es posible, la enfermedad puede controlarse de forma muy satisfactoria, transformándola en, por así decirlo, una en- fermedad crónica que no tiene por qué acortar la esperan- za de vida del enfermo ni empeorar su calidad de vida. Las leucemias y los linfomas han sido los primeros tipos de cáncer que se han logrado curar. Ello ha sido posi- ble gracias a los progresos en el conocimiento de los me- canismos que dan lugar a estas enfermedades, así ­como a la existencia de tratamientos cada día más eficaces. El diagnóstico, terapia y control de estas enfermedades de- ben llevarse a cabo en centros altamente especializados, única forma de garantizar un tratamiento adecuado. 11. ¿Cómo se curan las leucemias y los linfomas? El tratamiento fundamental es la quimioterapia (combina- ción de varios agentes que atacan por medio de distintos mecanismos a las células tumorales). Asimismo, la radio- terapia es también útil, al permitir dirigir el tratamiento a una diana perfectamente localizada. La radioterapia, sin embargo, sólo es útil en aquellos tumores en los que la en- fermedad permanece localizada o como forma de comple- tar el tratamiento una vez el grueso de la enfermedad se ha controlado con quimioterapia. A estas medidas se han venido a añadir otros tra- tamientos muy específicos que atacan y destruyen las cé- lulas tumorales al tiempo que respetan las células sanas, cosa que ni la quimioterapia ni la radioterapia hacen. Entre estos agentes, los más importantes son los anticuerpos monoclonales y una serie de moléculas que interfieren los mecanismos por los cuales las células normales se trans- forman en tumorales. En los casos de linfomas vinculados a agentes infecciosos (por ejemplo, linfoma gástrico tipo MALT e infección por Helycobacter pylori), el tratamiento antibiótico es obligado puesto que en muchos casos basta para curar la enfermedad. Figura 2. El sistema linfático Venas subclavias Gran vena linfática Vasos linfáticos Ganglios cervicales Ganglios axilares Conducto linfático torácico Placas de Peyer Ganglios inguinales El sistema linfático es una vía de transporte de líquidos y sustancias disueltas en ellos (especialmente proteínas) procedentes de los tejidos del organismo. Es una red complementaria de las redes arterial y venosa. Los ganglios linfáticos son formaciones nodulares que se reparten por todo el organismo, distribuidas en forma de grupos ganglionares, que jalonan la red de vasos linfáticos. En los ganglios linfáticos se acumulan los linfocitos T y B y macrófagos, células del sistema inmunitario de defensa. A los ganglios linfáticos llega la linfa, un líquido rico en proteínas, que puede contener sustancias extrañas, que son filtradas y neutralizadas en los ganglios por las células del sistema inmunitario.
  • 273. 273 Por último, hay que hacer mención del trasplante de progenitores hematopoyéticos, también conocido como trasplante de médula. Este procedimiento incluye distintas modalidades: el trasplante autólogo (en el que trasplante se lleva a cabo a partir de las propias células progenitoras del enfermo) y el trasplante alogénico (a partir de un do- nante inmunológicamente compatible con el enfermo, ya sea familiar o no). Los bancos de donantes voluntarios de progenitores hematopoyéticos, así como los de cordones umbilicales, son muy importantes para poder llevar a cabo trasplantes en sujetos que no cuentan con un familiar, que habitualmente es un hermano histocompatible (lo bastan- te parecido inmunológicamente al receptor como para no temer que el trasplante sea rechazado). En el trasplante autólogo lo que se pretende al reinfundir las células del propio enfermo es repoblar rápi- damente su médula ósea y que se reanude así la produc- ción de células sanguíneas, que ha quedado total o par- cialmente eliminada debido al tratamiento administrado antes del autotrasplante a fin de erradicar la enfermedad. El trasplante alogénico es mucho más complejo, puesto que con él lo que se hace es sustituir un sistema hematopoyético enfermo por otro sano. Es importante notar que con los progenitores hematopoyéticos tam- bién se infunden células del sistema inmune del donante, ajenas al receptor. Debido a ello, el sistema inmune del receptor puede atacar las células infundidas (reacción de rechazo); o, por el contrario, las células inmunes infundi- das pueden atacar tejidos sanos del receptor (reacción del injerto contra el huésped). Estos efectos indeseables, que en casos extremos pueden causar la muerte del pa- ciente trasplantado, pueden prevenirse o controlarse en la mayoría de las ocasiones mediante tratamiento inmu- nosupresor. Por otra parte, la reacción del injerto contra el huésped lleva aparejado otro efecto, éste nada inde- seable, como es el control que el nuevo sistema inmune ejerce sobre las células tumorales, eliminándolas o con- trolando su crecimiento (efecto injerto contra el tumor), y que es el mecanismo fundamental por el cual el ­trasplante cura la enfermedad. Gracias a todos los tratamientos brevemente des- critos en los apartados anteriores, el pronóstico de los en- fermos con leucemia o linfoma ha cambiado de forma sus- tancial en estos últimos años. Muchos de estos enfermos se curan y otros disfrutan de largos períodos de tiempo durante los cuales la enfermedad no está activa, así como de un aumento en la esperanza de vida. 12. ¿Cuáles son las consecuencias del tratamiento a corto y largo plazo? El tratamiento de las leucemias y linfomas no está exento de efectos secundarios. Entre los efectos inmediatos, di- rectamente relacionados con la administración del trata- miento, se hallan las náuseas y vómitos, que resultan en la mayoría de las ocasiones fácilmente controlables con la medicación adecuada, y la caída del cabello o alopecia, que suele preocupar de forma muy especial a los enfer- mos, pero que es reversible. A largo término, los pacientes suelen conseguir una plena reincorporación a la sociedad en sus distintos aspectos profesionalesypersonales.Sinembargo,losefectossecunda- rios no son infrecuentes. Un ejemplo es la hipofunción de la glándula tiroidea en pacientes que han recibido radioterapia sobre el cuello, lo que obliga a un tratamiento sustitutivo de por vida con hormonas tiroideas. Otras secuelas más graves son las alteraciones en la función gonadal que, en los casos extremos, pueden conducir a la esterilidad.También existe el riesgo de padecer otro cáncer en directa relación con el tra- tamiento recibido (por ejemplo, cáncer de mama en mujeres jóvenes irradiadas en campos extensos del tórax o leucemia aguda en pacientes sometidos a autotrasplante). Debido a todo ello, la elección del tratamiento en los pacientes con leucemia o linfoma comporta sopesar cuidadosamente sus riesgos y ventajas, teniendo en cuen- ta las características del enfermo y su pronóstico. Por otro lado, el diagnóstico de una leucemia o linfoma compor- ta un importantísimo choque emocional en el paciente, y particularmente cuando el enfermo es un niño, en sus familiares. Por ello es preciso proporcionar todo el apoyo emocional no sólo al enfermo sino, si es necesario, a su en- torno más cercano. Leucemias y linfomas Analizador de biología molecular que se emplea para el diagnóstico y seguimiento de las enfermedades hematológicas.
  • 274. LIBRO DE LA SALUD 274 Glosario Adenopatía: aumento de tamaño de un ganglio linfático. Anticuerpo monoclonal: sustancia biológica que reacciona de forma específica con un antígeno. Antígeno: sustancia biológica característica de una célula capaz de provocar una respuesta inmune. Bazo: órgano linfático situado en el cuadrante superior izquierdo de la cavidad abdominal. Biopsia: muestra de un tejido u órgano extraído mediante pun- ción o cirugía que al ser visualizada al microscopio permitirá efec- tuar el diagnóstico de una enfermedad o descartarla. Ganglio linfático: órganos pertenecientes al sistema linfático que se hallan intercalados en el trayecto de los vasos linfáticos. Hematíes:célulassanguíneastambiénconocidascomoglóbulosro- jos o eritrocitos encargadas del transporte de oxígeno a los tejidos. Inmunosupresión: estado resultante de la disfunción del sistema inmune, ya sea debido a causas intrínsecas (inmunodeficiencia primaria) o extrínsecas al sistema, por ejemplo como consecuen- cia del empleo de medicamentos que alteran el sistema inmune. Leucemia: enfermedad de la sangre que se caracteriza por la exis- tencia en la misma de células de crecimiento anómalo o tumoral. Leucocitos: células sanguíneas también conocidas como glóbu- los blancos que, entre otras funciones, defienden al organismo de infecciones. Leucopenia: cifra anormalmente baja de leucocitos en san­ gre periférica. Linfoma: enfermedad del sistema linfático que se caracteriza por la acumulación de células linfoides anormales en el tejido linfático (ganglios, bazo). Médula: sustancia grasa, blanca o amarillenta, que se halla dentro de algunos huesos y donde se producen las células que después pasan a la sangre. Mielograma: examen de las células de la médula ósea, mediante una punción (habitualmente del esternón) y extracción de una pequeña cantidad de contenido medular. Plaquetas: células sanguíneas que desempeñan un papel funda- mental en la prevención de hemorragias. Plaquetopenia: cifra anormalmente baja de plaquetas en san­ gre periférica. Remisión completa: situación clínica en la que, tras el tratamiento de una enfermedad, es imposible demostrar su persistencia por métodos clínicos, radiológicos y analíticos. Trasplantar: traslado de un órgano de un organismo donante a otro receptor, para sustituir en éste el que está enfermo o inútil. Bibliografía American Society of Hematology. Instituto Nacional Americano de Hematología. http://hematology.org. Asco (Sociedad Americana de Oncología Clínica). http://www.asco.org. Asociación Española de Hematología y Hemoterapia. http://www.aehh.org. European Hematology Association. http://www.ehaweb.org/. Fundación Internacional José Carreras Para la Lucha Contra la Leucemia. http://www.fcarreras.es. National Cancer Institute. Instituto Nacional Americano del Cáncer. http://www.cancer.gov/espanol. • Las leucemias y los linfomas son enfermedades de la sangre, relativamente comunes, que pueden afectar a personas de cualquier edad. • Estos procesos son auténticos paradigmas de enferme- dades neoplásicas curables. • Los progresos hechos en su conocimiento, gracias a la biología molecular y a la existencia de tratamien- tos cada vez más específicos y eficaces, hacen posi- ble hoy en día que el objetivo en el tratamiento de la mayoría de pacientes con estas enfermedades sea su curación, o la consecución del control efectivo de la enfermedad durante períodos de tiempo sumamente prolongados. Resumen
  • 275. 275 Capítulo 28 El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata Dr. Antonio Alcaraz Médico especialista en Urología. Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Cirugía de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué es la próstata? Es una glándula del aparato sexual masculino situada de- bajo de la vejiga urinaria y delante del recto, que envuelve la uretra y cuyo peso al llegar a la edad adulta es de unos 20 gramos, aproximadamente. 2. ¿Cuál es su función? La próstata produce más del quince por ciento del volu- men total del líquido seminal y es imprescindible para el transporte y capacidad de fertilización de los espermato- zoides. Es una glándula prescindible si hacemos la excep- ción de su función en la fertilidad. 3. ¿Qué enfermedades pueden afectar a la próstata? Las tres enfermedades más comunes que afectan a la próstata son la prostatitis, la hiperplasia benigna de la próstata (HBP) y el cáncer de próstata. La inflamación (prostatitis) se puede producir en varones de entre 20 y 40 años; requiere un tratamiento antibiótico selectivo y la vigilancia del urólogo para evitar que se convierta en una infección crónica. Tanto la hiperplasia benigna de próstata (HBP) como el cáncer de próstata afectan a los varones a partir de los 45-50 años de vida. La HBP es un crecimiento benigno de la glándula, mientras que el cáncer de próstata es su crecimiento maligno. Es impor- tante señalar en este momento que, si bien coinciden en la época de la vida en la que se desarrollan, lo hacen a partir de zonas de la próstata diferentes y con distintos mecanismos de desarrollo. La HBP no es un precursor del cáncer de próstata; simplemente pueden coexistir las dos enfermedades. En el presente capítulo se explican estas dos enfermedades, el crecimiento benigno (HBP) y el ma- ligno (cáncer) de la próstata. 4. ¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata (HBP)? La HBP también es conocida como adenoma de próstata o prostatismo. Sin embargo, el término hiperplasia benigna es más adecuado. Se define por el crecimiento benigno de la próstata junto con la presencia de unos síntomas al ori- nar y una disminución en el flujo de orina durante la mic- ción. Hay que destacar que no siempre la intensidad de los síntomas y la disminución en el flujo de orina ocurren en las próstatas que han sufrido un mayor crecimiento. 5. ¿Cómo se manifiesta? A consecuencia del crecimiento de la próstata, se produce una dificultad al paso de la orina desde la vejiga hasta la uretra y, por tanto, al exterior. A partir de este hecho, se van a desarrollar dos tipos de síntomas principales. Por un lado, encontramos los llamados síntomas de vaciado o de obstrucción. Es fácil entender que si existe una dificultad en el vaciado de la orina desde la vejiga, al pa- ciente con HBP va a costarle orinar, siendo frecuente que
  • 276. LIBRO DE LA SALUD 276 tenga que hacer fuerza con el abdomen; el chorro de la ori- na va a ser débil y con frecuencia se va a entrecortar. El segundo grupo de síntomas, que habitualmente son los que más molestan al paciente, son los llamados irri- tativosodellenado. Son más difíciles de entender y ocurren como consecuencia del engrosamiento de la pared mus- cular de la vejiga. La vejiga intenta aumentar la presión a fin de superar la resistencia para eliminar la orina que le ofrece la próstata aumentada de tamaño. Este incremento de grosor de la pared de la vejiga conlleva una disminución en su elasticidad, con lo cual aparecerá una necesidad de orinar con más frecuencia. Este aumento de frecuencia es más evidente por la noche, de manera que suele ser el pri- mer síntoma del inicio de un prostatismo. Junto con esta mayor frecuencia miccional, tanto nocturno como diurno, con la progresión de la enferme- dad aparecerá la necesidad imperiosa de orinar que, en los grados más avanzados, puede llegar a la incontinencia por urgencia. 6. ¿A qué edad pueden empezar los síntomas? La HBP es más frecuente conforme el varón va envejeciendo. Se considera una enfermedad infrecuente por debajo de los 50 años y excepcional en menores de 40. Entre los 50 y los 79 años, aproximadamente el 30% de la población va a sufrir síntomas relacionados con el crecimiento benigno de su próstata. 7. ¿Se trata de una enfermedad progresiva? El mayor conocimiento respecto a si la HBP es una enfer- medad progresiva viene de la evaluación de grupos sin tratamiento incluidos en grandes estudios prospectivos realizados para valorar la eficacia de fármacos en el trata- miento de la HBP. Estudios como el MTOPS (Medical Thera- py of Prostatic Symptoms) analizaron durante cuatro años enfermos con HBP, entre ellos muchos que no reciben ningún tratamiento. En este estudio se aprecia cómo la enfermedad es progresiva en aproximadamente un vein- te por ciento de los pacientes: es decir, empeora la sinto- matología durante los cuatro años de seguimiento. En el resto, la enfermedad, una vez establecidos los síntomas, permanece estable. Otro dato importante es que hay más necesidad de cirugía a medida que aumenta la edad del paciente, de manera que el 20% de los varones con síntomas de HBP requerirá operarse a lo largo de su vida, por progresión de los síntomas. 8. ¿Cómo se estudia esta enfermedad? El diagnóstico de la HBP se realiza evaluando globalmente los tres factores que la definen: tamaño prostático, sinto- matología y grado de obstrucción (véase tabla 1). En la valoración de los síntomas, se suele utilizar el cuestionario de síntomas IPSS (puntuación internacional de los síntomas prostáticos). Este cuestionario consta de siete ítems referidos a distintos síntomas de la enfermedad que se puntúan según su intensidad de 0 a 5. Un octavo ítem valora el grado de afectación de la calidad de vida, también de 0 a 5, a consecuencia de los síntomas. De la suma total de puntos, se clasifica la enferme- dad en leve (entre 0 y 7 puntos), moderada (entre 8 y 19) o grave (entre 20 y 35 puntos). Muchos médicos aplican su propia experiencia para catalogar la enfermedad y prescin- den de estos baremos. La valoración del tamaño prostático se realiza me- diante el tacto rectal y se suele acompañar de una ecogra- fía, bien sea por vía abdominal o transrectal (que aporta mayor precisión). Es importante a la hora de decidir qué tipo de tratamiento médico o quirúrgico será el idóneo. Tanto el tacto rectal como la ecografía no sólo sirven para valorar el tamaño prostático, sino que permiten detectar la existencia de irregularidades o nódulos en la superficie de la próstata, o el aumento de su consistencia, que induzcan a pensar en la presencia de un cáncer, enfermedad total- mente distinta a la HBP, pero que puede coexistir con ella. La ecografía prostática permite medir el tamaño prostático, al tiempo que ofrece información de su estruc- tura, datos con los que valorar, como pasa con el tacto rectal, la coexistencia de un cáncer de próstata. También permite valorar si el paciente es capaz de vaciar totalmente la vejiga al orinar. Este último es un índice de gravedad de la HBP. Por último, la flujometría urinaria aporta datos ob- jetivos y medibles del grado de obstrucción. Es una explo- ración sencilla que sólo requiere que el paciente orine de la forma más fisiológica posible en un receptáculo, que mide el flujo de orina por segundo. TABLA 1. Pruebas iniciales para el estudio de la HBP IPSS o puntuación internacional de síntomas prostáticos (valoración de los síntomas) Tacto rectal (exploración imprescindible) Creatinina (valoración de la función renal) Ecografía renovesicoprostática
  • 277. 277 Si el flujo urinario se sitúa por encima de 15 mL/s, se considera normal; si se encuentra entre 10 y 15 mL/s, se con- sidera una obstrucción moderada; y si es menor de 10 mL/s, una obstrucción grave. Habitualmente, el grado de obstrucción evolucio- na paralelamente a la severidad de los síntomas. En caso contrario, puede sospecharse que no se trata de una HBP típica y serán necesarios estudios más complejos. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata Figura 1. Aparato genitourinario masculino Vejiga urinaria Próstata Uretra prostática Epidídimo Uretra peneana Uréter Vesícula seminal Conducto deferente Pene Testículo Glande Meato urinario Surco balanoprepucial Los testículos producen los espermatozoides. En su parte superior se encuentra el epidídimo, conducto que se continúa con los conductos deferentes, que comunican los testículos con las vesículas seminales. Éstas vierten a la uretra el líquido seminal que se ha producido en la próstata. El pene es el órgano genital externo. Consta de unos cuerpos cavernosos internos que se llenan de sangre dotándolo de propiedades eréctiles. El extremo distal se denomina glande.
  • 278. LIBRO DE LA SALUD 278 9. ¿Cuándo hay que tratar esta enfermedad? La sintomatología miccional producida por la HBP se ca- taloga en: leve, moderada o grave. Para realizar esta cla- sificación, lo ideal es utilizar alguno de los baremos de las sociedades científicas, validados en la población. El más utilizado es el IPSS de la Sociedad Americana de Urología. Como alternativa, la experiencia del urólogo o del médico de cabecera puede catalogar el índice de gravedad de la sintomatología. Existe el consenso de que la sintomatología leve no debe tratarse; debería empezar a tratarse cuando la sinto- matología ya es moderada. 10. ¿Qué tratamientos médicos son los indicados? Existen tres grandes grupos de fármacos utilizados en el tratamiento de la HBP. El más antiguo lo constituyen fárma- cos derivados de extractos naturales y se engloban bajo el concepto de fitoterapia. Posteriormente, han aparecido los fármacos que bloquean los receptores alfa-adrenérgicos de la vejiga urinaria y próstata (alfa-bloqueantes), facilitan- do la salida de la orina. Y por último, un tercer grupo de fármacos que actúan inhibiendo el paso de testosterona a dihidrotestosterona (hormona necesaria para que la prós- tata aumente de tamaño), mediante el bloqueo de la enzi- ma 5-alfa-reductasa (5-ARIS). En la fitoterapia se engloban los extractos de dife- rentes plantas: Serenoa repens, Pygeum africanum, beta- sitosterol. El principio activo más estudiado de este grupo es el Serenoa repens. Sin embargo, su mecanismo de ac- ción no es bien conocido aunque se le asocia a la inhibi- ción de la enzima 5-alfa-reductasa. No existe una eviden- cia científica sólida en cuanto a su utilidad. Sin embargo, su bajo perfil de efectos secundarios hace muy popular su prescripción. Dentro de los fármacos alfa-bloqueantes encontra- mos la alfuzosina, tamsulosina, doxazosina y terazosina. Existen escasas diferencias entre ellos. Sin embargo, la al- fuzosina y la tamsulosina son considerados fármacos más selectivos de los receptores situados en la vejiga y la prós- tata, lo que les confiere un perfil de seguridad mejor. Entre los efectos secundarios de este grupo de medicamentos se encuentran los mareos, que en ocasiones pueden provocar la caída de los pacientes (hipotensión ortostática), motivo por el cual se aconseja su toma antes de ir a la cama. La eficacia de los distintos fármacos también es muy similar y han demostrado claras ventajas respecto al tratamiento placebo, al aumentar el flujo de orina y disminuir la sinto- matología de forma significativa. El último grupo de fármacos son los 5-ARIS, de los que existen dos fármacos aprobados por las autoridades sanitarias: finasteride y dutasteride. Ambos actúan sobre el metabolismo de la testosterona y consiguen disminuir el tamaño prostático hasta en un 30%. De forma similar, producen una disminución de las cifras de PSA (antígeno específico de la próstata) de alrededor del cincuenta por ciento. Han demostrado ser capaces de influir en la pro- gresión de la enfermedad disminuyendo la necesidad de ser operado o de que se presente una de las complica- ciones más temidas de la HBP: quedarse sin poder orinar (retención aguda de orina). Las diferencias entre ambos fármacos no están todavía bien definidas. Finasteride es más antiguo y existe una amplia experiencia en su uso. Dutasteride argumenta realizar una inhibición más am- plia al actuar sobre los dos tipos de 5-alfa-reductasa. Su superioridad sobre finasteride permanece por demostrar. Ambos son fármacos eficaces y, al igual que los alfa-blo- queantes, producen una mejoría sintomática evidente. Debido a su mecanismo de acción, sus efectos no son apreciados hasta pasados dos o tres meses de iniciado el tratamiento. Dentro de sus efectos adversos, se encuentra la disminución de la libido, que puede afectar al 5-10% de los pacientes tratados con estos fármacos. A la hora de elegir un determinado grupo de fárma- cos, hay que sopesar la gravedad de los síntomas y las pre- ferencias y características de cada paciente individualmente. Existe una tendencia a emplear los 5-ARIS en próstatas La ecografía prostática es una exploración muy útil para evaluar el estado de esta glándula.
  • 279. 279 con un crecimiento de tamaño importante, así como en ancianos en que preocupan los efectos secundarios de los alfa-bloqueantes sobre la estabilidad. Sin embargo, existe una amplia utilización de los alfa-bloqueantes en la gran mayoría de los pacientes aquejados de HBP, por su eficacia y rapidez de acción. Por último, se ha argumentado, a raíz de los resul- tados de un amplio estudio, el PCPT (Prostate Cancer Pre- vention Trial), que el empleo de finasteride puede prevenir el desarrollo de cáncer de próstata. Los resultados de este estudio han sido controvertidos pues, si bien se disminuyó la incidencia de cáncer de próstata en los enfermos trata- dos con finasteride, aquellos que lo desarrollaron padecie- ron tumores de peor pronóstico. Existe un estudio similar (REDUCE) en marcha, con dutasteride. Sus resultados llega- rán en el año 2008. 11. ¿Qué mejoría se obtiene del tratamiento médico? Para poder determinar cuánto mejorará el paciente de su sintomatología urinaria con el tratamiento médico, debe- mos recordar que la sintomatología puede medirse con el baremo IPSS, que se compone de 35 puntos y que con- sidera como de sintomatología grave a los pacientes que presentan una puntuación de 20-35. Pues bien, el grupo de fármacos fitoterápicos ha demostrado mejorar la sinto- matología entre cuatro y ocho puntos. Los fármacos alfa- bloqueantes y los 5-ARIS mejoran la sintomatología en una media de ocho puntos. Es importante recordar en este momento que en los estudios en los que se utiliza un fármaco placebo (sus- tancia sin ninguna acción terapéutica), el mero hecho de dar algo mejora en cuatro puntos la sintomatología. 12. ¿Cuándo hay que operar la HBP? Se consideran dos tipos de indicaciones para operar la HBP. La primera, más laxa y subjetiva, es la falta de respuesta al tratamiento médico. Dentro de esta falta de respuesta, se engloban tanto la mala tolerancia a los diferentes me- dicamentos previamente descritos, como la no mejoría o progresión de los síntomas. El segundo grupo de indicaciones son aquellas que hacen de la cirugía un acto obligado. Dentro de estas indicaciones se encuentran las fases finales de la evolución de algunas HBP, como es el desarrollo de insuficiencia renal, la presencia de piedras en la vejiga urinaria y de sangre en la orina de forma frecuente, o el quedarse sin poder orinar debido a la obstrucción que provoca el creci- miento de la próstata. 13. ¿En qué consiste la cirugía de la HBP? El tratamiento considerado, a día de hoy, como estándar, es la resección transuretral (RTU) de la próstata. Es el pro- cedimiento por el que se opera el 90% de los crecimientos benignos de la próstata. Consiste en la introducción por la uretra (vía transuretral o endoscópica) de un instrumen- to denominado relector, con el que se practica la exéresis (extirpación) de suficiente próstata como para permitir un buen paso de la orina. Las limitaciones de esta cirugía vienen dadas por el tamaño prostático, aunque existen grandes variacio- nes dependiendo del urólogo que la opera. En general, se considera, por los potenciales riesgos secundarios de una cirugía en exceso alargada, que ésta no debe superar los noventa minutos. La alternativa quirúrgica para glándulas de gran ta- maño es la conocida como adenomectomía abierta, en la cual se realiza el procedimiento de tunelización de la prós- tata para permitir el paso de orina a través de una incisión en el bajo abdomen que permite el acceso a la próstata y la extirpación de la zona prostática afecta de la HBP. 14. ¿Qué tratamientos quirúrgicos mínimamente invasivos son realmente útiles? Los tratamientos quirúrgicos mínimamente invasivos son procedimientos sobre la próstata que utilizan medios fí- sicos para su ablación diferentes a los tradicionales de la cirugía abierta o la energía eléctrica aplicada en la RTU. Se desarrollan en un intento de disminuir los efec- tos secundarios de la cirugía convencional, tales como la hemorragia durante y después de la cirugía o el desarrollo posterior de estenosis de uretra (estrechamiento anormal de la uretra). También, al disminuir la agresión, permiten hospitalizaciones más cortas y un regreso a la actividad la- boral más rápida. Procedimientos como la termoterapia o el TUNA, empleados desde hace más de una década, no han con- seguido una aceptación generalizada. Aunque cumplían los criterios de ser terapias mínimamente invasivas, su efi- cacia queda lejos de la RTU de próstata. Actualmente, el tratamiento de la próstata mediante láser está mostrando resultados competitivos con la RTU. Específicamente, el desarrollo de dos tipos de láser: el láser KTP, también cono- cido como láser verde, y el láser Holmium. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata
  • 280. LIBRO DE LA SALUD 280 15. ¿Qué resultados aporta el tratamiento quirúrgico? El tratamiento quirúrgico, tanto el tradicional como con técnicas mínimamente invasivas, busca la desobstrucción del flujo de orina. Tras la RTU (tratamiento quirúrgico estándar) se consiguen flujos urinarios mayores de 15 mL/s, es decir, normalizados. En consecuencia, los síntomas obstructivos (dificultad, chorro débil) deben desaparecer en su práctica totalidad y de forma rápida. Por el contrario, los síntomas irritativos (frecuencia nocturna y diurna, imperiosidad) se recuperarán de forma lenta a medida que ceda el engro- samiento de la vejiga y no en su totalidad; de modo orien- tativo se recuperan aproximadamente en un cincuenta por ciento. La explicación es que parte del engrosamiento de la musculatura de la vejiga se sustituye por tejido fibroso, por lo que dará una disminución residual de la elasticidad de la vejiga. Por este motivo, se aconseja no retrasar en exceso el tratamiento quirúrgico de prostatismos que progresan en su gravedad. 16. ¿Qué es el cáncer de próstata? El cáncer de próstata es el tumor maligno que se desarrolla en la zona periférica de la próstata. De comportamiento he- terogéneo, habitualmente tiene una evolución lenta. Des- de su detección precoz en la próstata hasta el desarrollo de metástasis (diseminación del cáncer en órganos distantes) suelen pasar entre siete y diez años. En los extremos de esta situación típica encontramos tumores indolentes que nunca amenazarán la vida del paciente y tumores de gran agresividad con una progresión rápida de la enfermedad y alto riesgo de muerte como consecuencia. 17. ¿Qué síntomas presenta? La mayor parte de pacientes diagnosticados hoy en día de cáncer de próstata no presentan ningún síntoma. Ello es debido a las campañas de diagnóstico precoz en las que se emplean determinaciones de PSA (del que se ha- bla más adelante) y tacto rectal. En ocasiones, el cáncer de próstata puede presentar síntomas al orinar similares a los descritos en el apartado de la HBP. No obstante, no suele ser la norma. Los pacientes con cáncer de próstata diseminado actualmente son una minoría (menos del veinte por cien- to), y suelen comenzar con dolor en los huesos a conse- cuencia de sus metástasis. 18. ¿Qué población tiene riesgo de padecer un cáncer de próstata? El cáncer de próstata es el tumor maligno más común en el varón. Uno de cada diez varones será diagnosticado de cáncer de próstata. Sin embargo, su frecuencia en estudios autópsicos en varones fallecidos por otra causa es mayor. Se encuentra en un 30% de tumores microscópicos en la próstata de los varones sexagenarios. Esta frecuencia si- gue aumentando con la edad y se estima que la práctica totalidad de los varones tendría estos tumores subclíni- cos si se superaran los cien años de edad. El aumento de la expectativa de vida en las sociedades occidentales, así como las campañas de diagnóstico precoz, hace prever un incremento en el diagnóstico de tumores malignos de la próstata. El diagnóstico de cáncer de próstata es excepcional en menores de 50 años. Sin embargo, existen poblaciones con riesgo de padecer cáncer de próstata que aconsejan adelantar la vigilancia respecto a la enfermedad: una his- toria familiar de cáncer de próstata y ser de raza afroameri- cana. Tener un familiar de primer grado (padre o hermano) con cáncer de próstata dobla la posibilidad de padecerlo; mientras que si existen dos familiares con cáncer de prós- tata, se cuadruplica. Por último, la dieta rica en grasa y la obesidad tam- bién se relacionan con un aumento en el diagnóstico de cáncer de próstata. 19. ¿Son iguales todos los cánceres de próstata? El comportamiento del cáncer de próstata, tal y como ya ha sido comentado, es heterogéneo. No obstante, existen me- dios para predecir razonablemente su evolución y, de esta forma, seleccionar el tratamiento más adecuado a cada pa- ciente. Este tratamiento va a depender de dos factores: las características del tumor y las del paciente. En especial, la edad del paciente, o mejor dicho su expectativa de vida valorada por la edad, y otras enfermedades que lo aquejen. En general, rara vez se aconsejará un tratamiento agresivo con pretensión de curación en un paciente con una expec- tativa de vida menor de 10 años. Medidas conservadoras, como un bloqueo de la testosterona, pueden dar iguales resultados con menos efectos secundarios. Alahoradevalorarlascaracterísticasdeltumor,yde esta forma predecir su comportamiento, debe atenderse a dos aspectos. Primero, el momento de la evolución en la que se encuentra, conocido como estadio, y que puede ser des- de confinado en la próstata (localizado), sobrepasando los
  • 281. 281 límites de la próstata pero sin estar extendido por el orga- nismo (localmente avanzado), o ya diseminado en órganos o tejidos situados a distancia de la próstata (metastático). En segundo lugar, es importante el grado de agresividad del tumor, que se valora mediante el estudio de la biop- sia (grado de diferenciación). Para ello, se utiliza de forma universal la clasificación de Gleason, según la cual tumores con un Gleason menor o igual a seis se comportan con baja agresividad; los de Gleason siete (los más frecuentes), con una agresividad intermedia; mientras que los Gleason de ocho a diez son tumores agresivos. Las herramientas que se emplean para intentar clasificar los tumores de próstata son: la exploración física (tacto rectal), el nivel de PSA y el grado de diferenciación (Gleason) del tumor en la biopsia. En caso de sospechar- se que no se trata de un cáncer localizado en la próstata por la exploración física, un PSA mayor de 20 o la presen- cia de un tumor indiferenciado (Gleason ocho o más), es necesario completar el estudio mediante una tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética abdominal (RNM) y una gammagrafía ósea con objeto de descartar la extensión fuera de la próstata o la presencia de metástasis, habitualmente en los huesos. 20. ¿Qué es el PSA y para qué sirve? El antígeno específico de la próstata o PSA (de sus siglas inglesas Prostate Specific Antigen) es una proteína que se produce en la próstata y que pasa a la sangre en unas míni- mas cantidades que pueden ser detectadas con un simple análisis. Determinadas enfermedades de la próstata, como son el cáncer, procesos inflamatorios como la prostatitis o su simple crecimiento benigno pueden dar lugar a aumen- tos de los valores de PSA que se consideran normales. De lo dicho, cabe deducir que no es un marcador exclusivo del cáncer de próstata, sino que el mero hecho de tener próstata hace que se pueda detectar esta proteína en la sangre. El PSA tiene tres grandes utilidades. La primera, para realizar un diagnóstico de la enfermedad, especial- mente en sus fases precoces. Aplicar su detección a toda la población en campañas de diagnóstico precoz (scree- ning) es una discusión todavía sin resolver. Sus defenso- res abogan que disminuye la mortalidad, tal y como está confirmado en el registro de cáncer americano o en la po- blación del Tirol austriaco, donde la implantación de un programa activo de diagnóstico precoz ha logrado una disminución de la mortalidad por cáncer de próstata. Sus detractores aducen que el coste de estas campañas y los tratamientos que son necesarios emplear tras el diagnós- tico de estos tumores no se traducen en un aumento de la supervivencia suficiente, por lo que deberían emplear- se esos recursos en otras campañas de salud. Donde sí existe consenso es en qué edades hay que hacer un PSA para el diagnóstico precoz: entre los 50 y los 70 años. Por debajo de los 50, tan sólo estaría indicado en pacientes con historia familiar de cáncer de próstata; y por encima de los 70, existe acuerdo en que el diagnóstico precoz no consigue alargar la vida. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata Determinación del antígeno prostático específico (PSA) del suero. La gammagrafía ósea se realiza con el objeto de detectar una posible extensión del tumor de próstata a los huesos.
  • 282. LIBRO DE LA SALUD 282 Aunque se suele considerar la cifra menor a 4 ng/mL como la cifra mágica que marca la normalidad, esto no deja de ser un error, puesto que hay tumores de próstata con cifras menores de 4 ng/mL. El hecho de tener más de 4 ng/mL indica únicamente que hay un 30% de posibili- dades de padecer un cáncer de próstata. Por otra parte, cuanto mayor es el PSA en sangre, mayor la posibilidad de padecer este cáncer. La segunda utilidad del PSA es, una vez diagnos- ticado el cáncer de próstata, poder clasificarlo en sus di- ferentes fases de evolución (localizado, localmente avan- zado y diseminado), en la idea de que a mayor PSA, más evolucionado suele estar el tumor. Dentro de esta utilidad como marcador de pronóstico, en los últimos años toma fuerza considerar el PSA como una variable dinámica. Es decir, el historial de PSA también informa de la agresividad del tumor; de esta forma, un aumento rápido del PSA es propio de tumores más agresivos. En tercer y último lugar, el PSA sirve para monito- rizar el seguimiento de los diferentes tratamientos em- pleados. Tanto es así, que en muchos momentos del segui- miento de un paciente al que se le ha practicado una ciru- gía radical, el único análisis o exploración complementaria preciso es determinar sus valores de PSA. También, en los últimos años, se reconoce que la velocidad de aumento del PSA tras un tratamiento es un factor pronóstico respecto a la vida del paciente. 21. ¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata? Ante la sospecha de un cáncer de próstata por un tacto rec- tal anormal, unas cifras de PSA anormales, o clínica que lo sugiera, se realizan unas biopsias prostáticas. Las biopsias prostáticas deben ser realizadas procurando tomar una muestra de las diferentes áreas de la próstata, por lo que es necesario tomar un mínimo de 10 muestras. La técnica que se emplea es realizada mediante control ecográfico, utilizando un transductor que se coloca a través del ano en el recto. Las biopsias se toman por punción a través de la pared rectal, sobre la próstata, previa anestesia local de la zona. Es necesario administrar una cobertura antibiótica para evitar complicaciones infecciosas de la técnica. 22. ¿Cómo se trata un cáncer de próstata? El abanico de posibilidades de tratamiento del cáncer de próstata es amplio y van desde realizar una vigilancia del tumor y sólo usar un tratamiento si hay riesgos para el pa- ciente, hasta tratamientos con quimioterapia endovenosa. Sin embargo, es necesario recordar que actual- mente en España un 50% de los tumores de próstata se diagnostican en fases iniciales, y que existen trata- mientos curativos, como la cirugía, que permiten que el 90% de estos pacientes siga vivo a los 15 años del diagnóstico. En el otro lado del espectro se encuentra el tratamiento que provoca una práctica desaparición de la testosterona que, si bien no es un tratamiento curati- vo, permite alargar la vida y que ésta tenga más calidad en los pacientes con un cáncer de próstata localmente avanzado o diseminado. Una descripción por fases de la evolución del cán- cer de próstata puede resultar de ayuda. Una descripción más exhaustiva puede obtenerse en la página web de la European Association of Urology (EAU), donde se recogen sus guías de práctica clínica, construidas sobre la base de los trabajos de máxima calidad científica. 23. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata localizado? Como es un tumor en fase curable, el tratamiento consi- derado óptimo es la cirugía radical de la próstata, bien sea utilizando cirugía abierta convencional o cirugía laparos- cópica (cirugía con mínimas incisiones y con visión a tra- vés de una cámara que se introduce dentro del abdomen). Consigue que el 90% de los pacientes estén vivos a los 15 años del tratamiento. Sus efectos secundarios son la in- continencia urinaria, presente en un 5-10% de los pacien- tes (según lo estricta que sea su definición —si se incluyen mínimas pérdidas de orina—) y la impotencia (imposibi- lidad de tener erecciones del pene), que presentarán, a pesar de realizarse técnicas adecuadas, entre un 30-50% de los pacientes. Una alternativa real a la cirugía es la radiotera- pia, con resultados que se acercan a los de la cirugía y con menos complicaciones urinarias y sexuales, aun- que con un aumento de complicaciones digestivas. Alguna variedad de tratamiento radioterápico, como es la braquiterapia, está alcanzando gran popularidad, pero su uso debe ser limitado a pacientes con tumores de baja o mediana agresividad. En la última década, se han desarrollado procedimientos de cirugía con ener- gías alternativas como la crioterapia (destrucción por congelación del tejido prostático) o el HIFU (destruc- ción del tejido por calentamiento), que son considera- dos como procedimientos mínimamente invasivos al permitir una corta estancia hospitalaria y una rápida
  • 283. 283 Tras una fase de buena respuesta al tratamiento hormonal, se produce una fase de resistencia al trata- miento. En este momento, en los pacientes que mantie- nen un buen estado general y son capaces de tolerar el tratamiento con quimioterapia, ésta puede ser aplica- da al haberse demostrado que puede alargar la vida y su calidad. Glosario Adenomectomía (prostatectomía) abierta: procedimiento de tunelización de la próstata para permitir el paso de orina a través de una incisión en el bajo abdomen que permite el acceso a la próstata y la extirpación de la zona prostática afecta de la HBP. Antígeno específico de la próstata o PSA (Prostate Specific Antigen): proteína que se produce en la próstata y que pasa a la sangre en unas mínimas cantidades que pueden ser detec- tadas con un simple análisis. Determinadas enfermedades de la próstata, como son el cáncer, procesos inflamatorios como la prostatitis o su simple crecimiento benigno pueden dar lugar a aumentos de los valores de PSA. No es un marcador exclusivo del cáncer de próstata, sino que el mero hecho de tener próstata hace que se pueda detectar esta proteína en la sangre. Cáncer de próstata: tumor maligno que se desarrolla en la zona periférica de la próstata. De comportamiento heterogéneo, habi- tualmente tiene una evolución lenta. Ecografía prostática: prueba no invasiva, mediante ultrasonidos, que permite medir el tamaño prostático, al tiempo que ofrece in- formación de su estructura. Fármacos alfa-bloqueantes (alfuzosina, tamsulosina, doxa- zosina y terazosina): grupo de fármacos que actuan sobre los receptores de la vejiga urinaria y próstata, facilitando la salida de la orina. Fármacos 5-ARIS (finasteride y dutasteride): fármacos que ac- túan sobre el metabolismo de la testosterona (hormona sexual masculina) y consiguen disminuir el tamaño prostático. Fitoterapia: empleo de fármacos derivados de extractos natura- les (habitualmente plantas). Flujometría urinaria: prueba que aporta datos objetivos y me- dibles del grado de obstrucción. Es una exploración sencilla, que sólo requiere que el paciente orine de la forma más fisiológica po- sible en un receptáculo que mide el flujo de orina por segundo. Hipertrofia benigna de próstata: es conocida también como adenoma de próstata o prostatismo. Se define por el creci- miento benigno de la próstata junto con la presencia de unos síntomas al orinar y una disminución en el flujo de orina durante la micción. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna de próstata incorporación a la actividad laboral. El breve seguimien- to de los pacientes tratados con estas pautas no acon- seja su utilización en pacientes jóvenes, aunque los resultados son muy alentadores. 24. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata localmente avanzado? En los tumores que han sobrepasado los límites de la prós- tata pero que no han desarrollado metástasis, es todavía posible la curación, pero ésta sólo se alcanza en el 40% de los pacientes. Se estima que el tiempo medio de super- vivencia es de entre siete y diez años. Se considera como tratamiento óptimo la radioterapia. Recientes estudios evi- dencian que añadir un tratamiento hormonal a la radiación mejora los resultados y aumenta la supervivencia de estos pacientes. La cirugía puede ser empleada con iguales tasas de curación que la radioterapia, pero debido a que es una te- rapia con importantes efectos secundarios, en este grupo de pacientes, se reserva para pacientes jóvenes (menores de 60-65 años) con un importante deseo de agotar todas las posibilidades de tratamiento. Por último, en pacientes ancianos o con un com- promiso grave de la salud, se puede recomendar un tra- tamiento de bloqueo de la testosterona y, de esta forma, minimizar todo efecto adverso de tratamientos más agre- sivos como radioterapia o cirugía. 25. ¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata diseminado? Un paciente con un cáncer de próstata extendido a dis- tancia, habitualmente con afectación de los huesos, se estima que tiene una expectativa de vida media de tres años. Sin embargo, existe una gran variabilidad y no es infrecuente encontrar pacientes vivos a los diez años del diagnóstico. El tratamiento en esta fase de la enfermedad des- cansa en el bloqueo de la testosterona. La testosterona es vital para el desarrollo y multiplicación de la célula prostá- tica. El descubrimiento de la importancia de su inhibición reportó a su descubridor, Huggins, en 1996, el único Pre- mio Nobel otorgado hasta la fecha a un urólogo. Inicialmente, se conseguía este bloqueo mediante la castración quirúrgica; el tratamiento fue evolucionando al empleo de estrógenos y, en nuestros días, a modernos inyectables (análogos de la LH-RH) que se aplican de forma mensual, trimestral o semestral.
  • 284. LIBRO DE LA SALUD 284 Metástasis: es la diseminación de un tumor de una parte a otra del cuerpo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos. Próstata: glándula del aparato sexual masculino situada debajo de la vejiga urinaria y delante del recto, que envuelve la uretra y cuyo peso al llegar a la edad adulta es de unos 20 gramos, aproxi- madamente. Prostatitis: inflamación de la próstata, debida a causas infeccio- sas o no infecciosas. Resección transuretral de la próstata (RTU): es el procedimien- to por el que se opera el 90% de los crecimientos benignos de la próstata. Consiste en la introducción por la uretra (vía transure- tral o endoscópica) de un instrumento denominado relector, con el que se practica la exéresis (extirpación) de suficiente próstata como para permitir un buen paso de la orina. Bibliografía Asociación Europea de Urología. http://www.uroweb.org. Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov/spanish/cancer/fs/prostate-s.htm. Fisterra.com. Atención Primaria en la Red. «Cáncer de próstata». http://www.fisterra.com/guias2/cp.asp. Medline Plus. Enciclopedia médica en español. «Cáncer de prósta- ta». http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/prostatecancer. html. National Cancer Institute. Instituto Nacional Americano del Cáncer. «Cáncer temprano de próstata: preguntas y respuestas». http:// www.cancer.gov/cancertopics/factsheet/Detection/early-prostate- spanish. • Las tres enfermedades más comunes que afectan a la próstata son la prostatitis, la hiperplasia benigna de la próstata (HBP) y el cáncer de próstata. • La hiperplasia benigna de la próstata es la enfermedad más común de la próstata. El crecimiento de la próstata produce una dificultad para orinar que se acompaña de un aumento de la frecuencia miccional, tanto nocturna como diurna, así como de necesidad urgente de orinar (imperiosidad). • La HBP tiene tratamientos médicos eficaces para dismi- nuir las molestias del paciente. Ante el fracaso de estos tratamientos, o el aumento progresivo de la sintoma- tología, es necesario un tratamiento quirúrgico. Si bien el tratamiento quirúrgico estándar es la RTU (resección transuretral de la próstata) el empleo de nuevas ener- gías, como el láser, puede desempeñar un papel impor- tante en el futuro. • Tanto la HBP como el cáncer de próstata suelen desarro- llarse a partir de los 50 años. No existe ninguna relación causal entre ellas. Sin embargo, pueden coexistir ambas enfermedades. • El cáncer de próstata es el cáncer más común en el varón. Uno de cada diez varones es diagnosticado de cáncer de próstata. • El cáncer de próstata es de comportamiento heterogéneo. Habitualmente,tieneunaevoluciónlentadesdesudiagnós- tico hasta su diseminación en otros órganos a distancia (de siete a diez años). En los extremos de esta situación clínica encontramostumoresindolentesquenuncaamenazaránla vida del paciente, así como tumores de gran agresividad. • Más de la mitad de los cánceres de próstata son curables en el momento del diagnóstico. Para aquellos tumores no curables, existen tratamientos paliativos que logran una supervivencia de hasta 15 años. Resumen
  • 285. 285 1. ¿Qué es el cáncer de mama? El cáncer de mama, como todo tipo de cáncer, es una enfer­ medad genética. La célula que origina el cáncer de mama es una célula anormal debido a que uno o varios de sus genes son defectuosos. Este hecho hace que los genes, responsables del crecimiento y maduración de la célula, al estar alterados causen un desequilibrio en su crecimiento, induciendo a la célula a entrar en un estado de prolifera- ción incontrolado que con el paso del tiempo origina la aparición del tumor. 2. ¿Es frecuente el cáncer de mama? El cáncer de mama es el tumor que con más frecuencia afecta a la mujer y, aunque en las últimas décadas ha ­aumentado Capítulo 29 El cáncer de mama Dra. Montserrat Muñoz Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Pere Gascón Médico especialista en Oncología Médica. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona el número de nuevos casos diagnosticados por año, lo cier- to es que la mortalidad específica por cáncer de mama ha comenzado a descender. Esta disminución se justifica por la mayor información, educación y concienciación de la sociedad, en general, por los programas de cribado de la población mediante mamografías en mujeres sanas y por una notable mejoría de los tratamientos impartidos. Aproximadamente se calcula que en España una de cada doce mujeres presentará un cáncer de mama antes de alcanzar los 85 años. En Estados Unidos, la proporción alcanza ya a una de cada nueve mujeres. 3. ¿Existen factores de riesgo específicos del cáncer de mama? Aunque la causa del cáncer de mama no se conoce, sí se han identificado numerosos factores de riesgo. La edad es uno de estos factores puesto que la mayoría de los casos, un 77%, son diagnosticados en mujeres de edad superior a los 50 años. Los antecedentes familiares constituyen un factor de riesgo muy importante. Hoy en día se considera que entre un 5% y un 10% de todos los cánceres de mama son hereditarios. Existen otros factores de riesgo aunque más débiles: la edad de la primera menstruación (si ésta es precoz, el riesgo es relativamente elevado); la ausencia de embarazos y la menopausia tardía serían también fac- tores de riesgo, pero es importante resaltar que se trata de un riesgo muy débil. Teniendo en cuenta que el cáncer de La mamografía es una exploración muy útil para detectar anomalías en la glándula mamaria.
  • 286. LIBRO DE LA SALUD 286 Figura 1. La mama Areola mamaria Pliegue cutáneo submamario Costillas Músculo pectoral Grasa Lobulillo glandular Conductos galactóforos Pezón Las mamas son dos estructuras que contienen las glándulas mamarias. Este sistema glandular produce una secreción láctea tras el parto que mediante una serie de conductos transporta al exterior (pezón).
  • 287. 287 El cáncer de mama mama es considerado un cáncer dependiente de las hor- monas, cuantos más ciclos menstruales tenga la mujer a lo largo de su vida, más estarán expuestas las células de sus senos a la acción y estimulación de las hormonas femeni- nas: estrógenos y progesterona. Entre otros factores que se han relacionado con un aumento del riesgo en algunos estudios, están el consumo de alcohol, el tabaco, una die- ta rica en grasas, el empleo de anticonceptivos orales o el tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia (véase tabla 1). 4. ¿Es hereditario el cáncer de mama? Talcomosehacomentadoenelpuntoanterior,entreun5% y un 10% de todos los pacientes con cáncer de mama presenta un cáncer de mama hereditario, en su mayoría atribuibles a una mutación de uno de los dos genes deno- minados BRCA. Al BRCA1 se le atribuye entre un 20% y un 40% y al BRCA2 entre un 10% y un 30% de todos los casos. Luego existe aproximadamente entre un 15% y un 20% de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama que presentan algún antecedente familiar, lo que en genética se denomi- na casos de agrupación familiar. En este tipo hablamos de predisposición genética, pero no está bien definida al no haberse encontrado de momento genes alterados en estas familias; no quiere decir que no existan: supone que toda- vía no han sido identificados. En el caso de que la paciente sea portadora de una mutación del gen BRCA1, ello comporta un riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida de entre el 50% y el 85% en comparación con el 10% de la población en general. Interesa mencionar que estas mismas pacientes presentan una mayor incidencia en padecer de cáncer en la otra mama, calculándose entre un 40% y un 60% el riesgo de desarrollarlo. Las portado- ras de este gen aberrante también presentan una gran posibilidad de padecer cáncer de ovario, estimándose el riesgo entre un 15% y un 45%, en comparación con el de la población general, que se estima, aproximadamente, tan sólo en un 2%. Dos hechos harán pensar en la posibilidad de que la paciente sufra un cáncer de mama hereditario: 1) la exis- tencia de varios miembros de la familia con esta condición y, 2) la presentación del cáncer de mama en estos familia- res a una edad muy joven. El resto de los cánceres se agrupan como espo- rádicos, entendiendo por esta denominación que estos cánceres se han adquirido en el transcurso de la vida de la paciente. En Japón, antes de adoptar costumbres más occi- dentales, las japonesas tenían una incidencia de cáncer de mama muy inferior a las europeas o norteamerica- nas. Sin embargo, a finales del siglo xix y principios del xx, hubo grandes migraciones de mujeres japonesas ha- cia la costa del Pacífico de Estados Unidos, en concreto a la de California y Canadá, principalmente a Vancouver. Curiosamente, la segunda y tercera generación de estas mujeres ya presenta la misma incidencia de cáncer de mama que las norteamericanas, muy superior a la de sus abuelas, lo que indica que factores ambientales o de la dieta deben de producir lo que hoy en día llamamos cambios epigenéticos (todas aquellas modificaciones, heredables, que se manifiestan en la expresión génica sin que ocurran cambios en la secuencia del ADN; es decir, sin modificaciones de la información genética) en las células, y que serían responsables de esta incidencia distinta entre las primeras inmigrantes y las generacio­ nes posteriores. 5. ¿Cuáles son las señales tempranas que alertan de la posible presencia de un cáncer de mama? Obviamente, la aparición de un nódulo, que por lo gene- ral está aislado, en el seno; es de consistencia firme y, con- trariamente a lo que se piensa, por lo general no duele. De ahí la importancia de la autoexploración de los senos en toda mujer a partir de los 20 años. Se calcula que un 70% de todos los cánceres de mama se detectan utilizan- do esta técnica. La palpación de un nódulo o bulto en el seno, si bien debe ser causa de preocupación para la mu- jer y motivo de consulta al médico, no debe provocar el pánico, ya que la mayoría de bultos que la mujer se nota suelen ser benignos. Sin embargo, ya en el siglo xxi, de- bemos esperar mucho más de la medicina y del diagnós- tico precoz y debemos detectar el cáncer antes de que se pueda palpar, ya que para entonces el cáncer puede TABLA 1. Factores de riesgo en el cáncer de mama Edad avanzada Antecedentes familiares Menstruación precoz Menopausia tardía Ningún embarazo Uso de estrógenos Factores en la dieta o ciertos hábitos (tabaco, obesidad, sedentarismo, consumo de alcohol…)
  • 288. LIBRO DE LA SALUD 288 ser ya relativamente grande. Para ello se han desarrollado los programas de cribado entre la población, utilizando la mamografía. Otra señal de posible existencia de cáncer de mama eslaobservacióndequeelpezónseinviertehaciadentro,la textura de la piel cambia y puede existir una secreción que en algunos casos adquiriría un aspecto sanguinolento. Nos referimos a casos en donde el pezón de uno de los senos experimenta estos cambios, ya que hay mujeres que pre- sentan alteraciones en el pezón o en los dos pezones desde siempre y eso no implica que exista una enfer­medad. Otra señal temprana es la observación, en una zona de la piel del seno, o cerca de la axila, de hinchazón o al- teración en el aspecto normal de la piel. En ocasiones las venas superficiales pueden estar más prominentes en una mama que en la otra. 6. ¿Puede un hombre padecer de cáncer de mama? Sí, ya que el varón presenta una estructura glandular rudi- mentaria con tejido mamario debajo del pezón. Aunque el porcentaje es bajo en relación con la mujer (aproxima- damente un uno por ciento según las poblaciones), todo hombre que note la aparición de un bulto alrededor o de- bajo de un pezón debe acudir a su médico. Si la hincha- zón o bulto se detecta en ambos pechos (ginecomastia) es posible que esté causado por algún medicamento que tome o que sufra de algún trastorno de tipo hormonal. Fumar cannabis o marihuana está asociado a hinchazón de ambos pechos. La ginecomastia no se ha relacionado con un aumento en la incidencia de cáncer de mama en el varón. 7. ¿Es importante la detección del cáncer de mama? La detección es, por razones obvias, uno de los capítulos más importantes cuando hablamos de cáncer de mama, ya que se calcula que aquellas mujeres a las que se les detecta su cáncer en un estadio muy temprano tienen hasta un 96% de posibilidades de supervivencia. 8. ¿Qué se puede hacer para poder detectar el cáncer tempranamente? Podríamos hablar de un plan de detección a lo largo de la vida de una mujer que pasaría por tener un examen clínico cada tres años a partir de los 20 años hasta llegar a los 39. Se aconseja una autoexploración mensual a partir de los 20 años buscando la aparición de cambios en al- guno de los dos senos. Aunque los grandes estudios en la población no han supuesto una gran ventaja, el exa- men individual puede acortar en mucho el tiempo del diagnóstico. A partir de los 40 años este examen debería ser anual. Se aconseja una mamografía a la edad de los 40 años para que sirva como base para posteriores ma- mografías a lo largo de la vida de la mujer. Existen dudas sobre si es necesario practicar una mamografía anual a partir de los 40-50 años. En nuestro país, las campañas de cribado se inician a los 50 años. A partir de esta edad se debería obtener una mamografía anual. La cantidad de radiación de las mamografías actuales es mínima y por ello es completamente seguro hacerse una cada año. Está totalmente descartado que pueda ser nocivo a largo plazo para la mujer. Afortunadamente, en las sociedades industrializadas se puede decir, en rasgos generales, que el cáncer de mama se diagnostica en fases precoces de- bido al alto nivel de información, educación y sensibili- zación de la sociedad. La detección precoz se consigue, bien porque la mujer nota un bulto anómalo en el seno, bien porque se detectan anomalías en una mamografía de control. A partir de aquí se puede completar el estudio con una ecografía de la anomalía. 9. ¿Cómo se llega al diagnóstico? Una vez detectada una anomalía en uno de los senos, con- firmada su existencia en la mamografía y descartada la po- sibilidad que se trate de un quiste mediante prueba eco- gráfica, se realizará una punción y/o biopsia para estudiar el tejido anómalo. La muestra de tejido será analizada por un médico patólogo, quien indicará no sólo la naturaleza Prueba positiva para receptores específicos (HER2) en una biopsia de cáncer de mama.
  • 289. 289 El cáncer de mama maligna, sino el tipo de cáncer y sus características. Éste es un aspecto importantísimo ya que, dependiendo de las características de la biopsia al microscopio, podrá tratarse de un carcinoma muy localizado, lo que denominamos in situ, y que confiere un altísimo porcentaje de curación, o de un carcinoma invasivo o infiltrante, de pronóstico me- nos favorable. Además de los caracteres microscópicos, el patólogo aportará una serie de parámetros muy sig- nificativos a la hora de planificar el tratamiento. Así, será fundamental conocer el estado de los receptores de la biopsia, es decir, si el tumor presenta o no los receptores de las hormonas femeninas: estrógenos y/o progesterona. También nos deberá informar sobre el estado de los re- ceptores denominados HER2. Este último tiene una gran trascendencia ya que su presencia en el tejido tumoral se asocia a un tumor muy agresivo. Sin embargo, para las mujeres portadoras de este marcador en sus células can- cerosas existe actualmente un fármaco (transtuzumab) altamente eficaz. Una vez obtenido el informe completo de anatomía patológica, se procederá a la realización de toda una serie de pruebas complementarias para conocer la extensión de la enfermedad (estadiaje) y proceder a su posterior tratamiento individualizado. 10. ¿Es inevitable la mastectomía? No. En la actualidad los médicos que atienden a una pa- ciente con cáncer de mama intentan evitar la mastectomía (extirpación de la mama y ganglios adyacentes) o la cirugía radical siempre que sea posible y no vaya, por supuesto, en detrimento de la posible curación de la paciente. Se ha avanzado mucho en este terreno y, así, en un reciente es- tudio español (El Álamo II) se ha observado en nuestro país un aumento de la cirugía conservadora, que ha pasado en los últimos años de un 20% a un 33%, frente a la mastecto- mía o cirugía radical. 11. ¿Qué posibilidades de tratamiento tiene el cáncer de mama? Una vez ha sido diagnosticada la enfermedad, el médico oncólogo diseña un programa de tratamiento en función de las características del tumor (tamaño y número de focos tumorales, estado de los ganglios de la zona en la explora- ción física o por pruebas complementarias, tipo de células, expresión de receptores hormonales y de marcadores tu- morales, extensión de la enfermedad) y de la anatomía de la mujer (posibilidad de conservar la mama afectada, según la relación tamaño de la mama/tamaño del tumor, siempre que no existan contraindicaciones médicas). Por todo ello, es lógico suponer que ningún cáncer es igual al otro y que el tratamiento ha de ser individualizado para cada paciente. El tratamiento en esta fase inicial de la enfermedad va dirigido a la erradicación de todo foco tumoral detectado en la mama —con una extracción de la zona afectada— o de toda la mama si no es posible conservarla, y al estudio de los ganglios linfáticos de la zona que son estructuras normales de nuestro sistema inmunológico, y son la pri- mera parada de las células tumorales cuando inician su propagación fuera de la mama —lo que llamamos metás- tasis—. Se realizará una evaluación mediante la extracción del primer ganglio linfático que se detecta con una técnica llamada del ganglio centinela. Si esta primera estación no se encuentra colonizada por células tumorales, no suelen existir metástasis en el resto de ganglios linfáticos de la zona, por lo que no sería necesaria la realización de una linfadenectomía axilar de la mama (extracción de los gan- glios linfáticos axilares de la mama afectada), con lo que se disminuyen las complicaciones tras la cirugía (linfedema o hinchazón del brazo y dolor). Si se encuentran ganglios afectados por el cáncer, es obligatoria la linfadenectomía axilar para el estudio del número de ganglios afectados, ya que nos proporciona información adicional sobre la Ganglio centinela axilar izquierdo. En la imagen observamos la zona de punción en la mama izquierda (tapada con un material radiopaco, por lo que se observa un área negra) y dos captaciones del radiotrazador en la axila (manchas blancas) que corresponden a los ganglios centinela.
  • 290. LIBRO DE LA SALUD 290 Figura 2. Los ganglios linfáticos de la zona mamaria Ganglios linfáticos Mama Músculo pectoral Clavícula Arteria y vena subclavia Los ganglios linfáticos son formaciones nodulares repartidas por todo el organismo, distribuidas en grupos ganglionares, que se conectan con la red de vasos linfáticos. El grupo de ganglios axilar y mamario es muy importante en muchas de las enfermedades del sistema linfático y especialmente en los tumores de la mama o del propio sistema linfático. Pueden palparse en el curso de la exploración clínica.
  • 291. 291 El cáncer de mama agresividad de la enfermedad, el riesgo de recaída y la ne- cesidad de tratamientos complementarios a la cirugía. Además, y tal y como se ha descrito con anterioridad, siempre se estudian las características de las células tumo- rales a nivel microscópico: infiltrantes o in situ, tamaño del tumor, grado tumoral, invasión vasculolinfática, estado de receptores de membranas celulares (de dos tipos básicos: hormonales —estrógenos y progesterona—, y factor de crecimiento HER-2 neu), que orientan hacia la posibilidad de diseminación del tumor a través del torrente sanguíneo y la existencia de micrometástasis que pudieran llevar a la recaí- da de la enfermedad en un futuro.Todas estas características del tumor determinarán qué tipo de tratamiento se deberá realizar de acuerdo con los criterios clínicos actuales. Con toda esta información, el oncólogo realizará una valoración del riesgo de recaída de la enfermedad y ofrecerá una serie de tratamientos complementarios a la cirugía que pueden incluir quimioterapia, radioterapia so- bre la mama afectada y los ganglios de la zona y tratamien- to hormonal o inmunológico complementario. 12. ¿Cuáles son los tipos básicos de tratamiento? Los tratamientos actuales son discutidos y consensuados por un grupo multidisciplinar (constituido por varios es- pecialistas: oncólogo médico, oncólogo radioterapeuta, ci- rujano, radiólogo y patólogo) organizado en un Comité de Cáncer de Mama o en una Unidad de Mama. El tratamiento será planificado de acuerdo con las características particula- res de cada cáncer, su estadio y sus factores pronóstico. En la actualidad los tratamientos reciben varias denominaciones: • Tratamiento neoadyuvante: aquel que se realiza antes de la cirugía, bien con quimioterapia, bien con tratamientos combinados con quimioterapia, más tratamiento hormonal e incluso inmunológico. Por lo general se indica en aquellos tumores de tamaño grande y se busca: - Poder reducir el tamaño del tumor posibilitando con ello un tratamiento quirúrgico conservador (evitar la mastectomía). - Conocer la quimiosensibilidad del tumor a un trata- miento específico (si el tumor desaparece o dismi- nuye su tamaño es prueba de que las células tumo- rales son sensibles a los fármacos empleados). • Tratamiento adyuvante: éste es el tratamiento que pueden recibir la gran mayoría de pacientes. Después de la intervención quirúrgica en la mama y en la axila, el cirujano, primero, y lue- go el patólogo confirman que no ha quedado enfermedad macroscópica, o sea, enfermedad visible, en la paciente. Sin embargo, estadís- ticamente se sabe que cada paciente puede tener un riesgo, mayor o menor, de sufrir una recaída; y para evitar las recaídas o, mejor, para reducir el porcentaje de las teóricamente posi- bles, se instaura el llamado tratamiento adyu- vante o complementario, destinado a determi- nadas pacientes que presentan posibilidades de tener enfermedad microscópica (no visible ni detectable) en alguna parte de su organis- mo, ya sea en el seno o a distancia de la zona afectada. Por tanto, el tratamiento adyuvante va dirigido contra una enfermedad no detec- table. Mediante ensayos clínicos importantes, se ha determinado el beneficio a largo plazo del tratamiento sistémico al reducir de ma- nera significativa el porcentaje de recaídas. Este tratamiento se realiza con quimioterapia, hormonoterapia y/o radioterapia. A partir de cierta afectación de los ganglios de la axila se recomienda añadir radioterapia para evitar re- caídas locales. Tanto el tratamiento neoadyu- vante como el adyuvante se administran a la paciente con intención curativa. • Tratamiento sin ningún calificativo especial es el que se da al paciente cuando su enfermedad se encuentra ya en fase de metástasis, esto es, cuando ha sido capaz de colonizar otros órga- nos del cuerpo (hueso, pulmón, hígado). En esta situación se considera que la enfermedad no es curable y los tratamientos van dirigidos a preservar la calidad de vida del paciente, controlando el crecimiento de la enfermedad y tratando las complicaciones que se derivan del crecimiento del tumor y/o las metástasis. Se procura prolongar la vida del paciente median- te la administración de tratamiento hormonal, quimioterapia, radioterapia o varios de estos tratamientos combinados, sin olvidar el trata- miento de los síntomas que se deriven de la enfermedad y el soporte psicológico a paciente y familia. Podemos decir que hoy en día el con- cepto de enfermedad crónica se podría aplicar a muchos pacientes de esta última categoría,
  • 292. LIBRO DE LA SALUD 292 aquellos de peor pronóstico, ya que la cantidad de fármacos de quimioterapia de que dispone, en la actualidad, el oncólogo médico, junto con la aparición constante de nuevos fármacos anticancerosos de nueva generación (llamados fármacos de diseño), hace ya posible que mejo- re el pronóstico de la paciente con cáncer de mama. Los fármacos más comunes en quimio- terapia son las antraciclinas (adriamicina y epi- rubicina), los taxanos (paclitaxel y docetaxel), las fluoropirimidinas (5-fluouracilo y la capeci- tabina), la vinorelbina y la gemcitabina entre otros. Los agentes hormonales más usados son el tamoxifeno y los inhibidores de la aromatasa. Para aquellos enfermos portadoras del marca- dor HER2 se utiliza el transtuzumab. 13. ¿Qué ocurre una vez el tratamiento ha concluido? Si hay metástasis el seguimiento variará de paciente a pa- ciente en función de su respuesta a la primera línea de tra- tamiento. El objetivo es el control de la enfermedad. Cuan- do se comprueba, mediante pruebas radiológicas (TAC), que el cáncer progresa, el oncólogo sugerirá la iniciación de otro tratamiento, denominado de segunda línea, y así sucesivamente. Son pacientes que deberán hacer visitas con relativa frecuencia a su médico en función del curso de la propia enfermedad. Si la enfermedad está localizada, una vez com- pletado el tratamiento (neoadyuvante o adyuvante) el paciente realizará controles médicos periódicos para detectar recaídas tempranamente y controlar los efec- tos secundarios de los tratamientos recibidos así como la posibilidad de aparición de otros cánceres en la mama afectada o en la sana. Estos seguimientos incluirán la realización de una mamografía anual, entrevista clínica y exploración física. Tras estas visitas, el oncólogo puede decidir la realización de nuevas pruebas complemen- tarias si sospecha recaídas o complicaciones derivadas del tratamiento. Desgraciadamente el riesgo de recaída en este tipo de enfermedad nunca es nulo, a pesar de recibir el mejor tratamiento disponible, y sólo el tiempo dará la respuesta a la pregunta que toda paciente se formula: ¿estoy curada? Actualmente existe un campo de investigación muy amplio en el estudio del comportamiento de las células, su crecimiento y capacidad de diseminación para la mejora de los tratamientos complementarios con nuevos fármacos que erradiquen las micrometás- tasis y en el estudio de los factores pronósticos de la enfermedad. Uno de los grandes desafíos de la oncolo- gía moderna, aplicable al cáncer de mama, es poder un día identificar la idoneidad de las terapias en función de cada paciente (tratamiento a la carta). Su logro permi- tiría adecuar la terapia en cada paciente y no minusva- lorar a pacientes que necesiten tratamiento intensivo o aplicar terapias inútiles a pacientes de buen pronóstico que no van a recaer. Estos avances no serían posibles sin la colabora- ción de las pacientes en la investigación clínica, al par- ticipar en estudios clínicos en sus centros de referencia que permitan avanzar en el conocimiento de la enfer- medad. No debe olvidarse que todo lo que conocemos en la actualidad se debe a la contribución de muchas pacientes en todo el mundo que en su día tomaron parte en dichos estudios. De este conocimiento se be- nefician ahora todas las pacientes, lo que es de agradecer. Se ha avanzado muchísimo en el campo del cáncer de mama, desde su detección a su comportamiento y posterior tratamiento. Todavía queda un gran trecho por recorrer pero sí que podemos decir que el futuro es muy prometedor y que quizás, la palabra que en la actualidad mejor se podría asociar a cáncer de mama sería esperanza. Glosario Biopsia: muestra de un tejido u órgano extraído mediante pun- ción o cirugía que al ser visualizada al microscopio permitirá efec- tuar el diagnóstico de una enfermedad o descartarla. Cáncer: enfermedad en la que algunas células se alteran y se multiplican sin control. Las células cancerosas invaden los tejidos vecinos y pueden extenderse a través de los vasos sanguíneos y linfáticos a otras partes del cuerpo. Ganglio centinela: aquel ganglio que representa la primera es- tación en el drenaje linfático del cáncer. Si no está invadido por el tumor se supone que el resto de los ganglios no lo estarán, lo que implica que se pueda hacer un tipo de cirugía conservadora evitando la linfadenectomía axilar. Linfadenectomía: extirpación quirúrgica de una o varias cadenas linfáticas. En el cáncer de mama se refiere a los ganglios de la axila de la mama afectada. Linfedema: hinchazón que experimenta el brazo de una pa- ciente de cáncer de mama después de habérsele practicado la
  • 293. 293 linfadenectomía axilar. Con la extirpación de los ganglios linfáti- cos se compromete el drenaje linfático del brazo, lo que conlleva una acumulación de líquido, que en ocasiones puede ser muy importante. Mamografía: técnica que utiliza rayos X (radiografía mamaria), lo que permite visualizar el tejido mamario. Se utiliza para la detec- ción del cáncer de mama. Marcador tumoral: sustancia (habitualmente una proteína) que se asocia a determinados tipos de tumores y que está relacionada con la actividad del tumor. Sirve para ayudar al diagnóstico y para el control evolutivo y del tratamiento. Mastectomía: técnica quirúrgica de extirpación de toda la mama. TAC (Tomografía Axial Computarizada): prueba diagnóstica ra- diológica en la que, gracias al empleo de un ordenador, se obtie- nen reproducciones tridimensionales de órganos o tejidos. Bibliografía Aecc (Asociación Española contra el Cáncer). http://www.todocancer.org. Canadian Breast Cancer Foundation. Fundación Nacional Canadiense del Cáncer de Mama. http://www.cbcf.org/. Geicam (Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama). http:// www.geicam.org. National Breast Cancer Foundation. Fundación Nacional Americana del Cáncer de Mama. http://www.nationalbreastcancer.org. National Cancer Institute. Instituto Nacional Americano del Cáncer. «Cáncer de mama: tratamiento». http://www.cancer.gov/espanol/ pdq/tratamiento/seno/patient. Seom (Sociedad Española de Oncología Médica). http://www.seom.org. El cáncer de mama • La detección y el tratamiento del cáncer de mama han experimentado un gran progreso en los últimos años. • El mayor grado de concienciación ciudadana sobre el cáncer de mama, la autoexploración y los programas de cribado han hecho que hoy en día se pueda detectar más precozmente la aparición del cáncer y por tanto tratarlo tempranamente, hecho que se asocia a una ma- yor posibilidad de curación. • Una mujer de cada doce desarrollará cáncer de mama si alcanza a vivir 85 años: de aquí la importancia de la detección precoz. • En España ya se utiliza cirugía conservadora (se evita la mastectomía) en un 33% de las pacientes. • El mejor conocimiento del comportamiento tumoral permite utilizar cada vez más tratamientos de forma in- dividualizada. • La aparición de nuevos fármacos, llamados de diseño (contra áreas vulnerables de la célula cancerosa), unidos a los existentes en la actualidad, permite vis- lumbrar un futuro esperanzador para los pacientes diagnosticados de esta enfermedad. Resumen
  • 295. 295 Capítulo 30 El cáncer de piel Dra. Ingrid López Médico especialista en Dermatología. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona Dra. María Teresa Estrach Médico especialista en Dermatología. Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona. Catedrática de Dermatología de la Universidad de Barcelona 1. ¿Qué es la piel? La piel es la parte del cuerpo más accesible y sus enfer- medades se manifiestan de forma visible en su ­superficie. La piel no sólo envuelve el organismo, además realiza funciones que le son propias, como la producción de ­vitamina D. La piel tiene varias capas, pero las dos princi- pales son la epidermis (capa superior o externa) y la der- mis (capa inferior o interna). La epidermis está compuesta por dos tipos de células principales: los queratinocitos y los melanocitos, que se sitúan en la parte inferior de la epidermis, entre los queratinocitos. Los melanocitos pro- ducen la melanina, el pigmento que da el color natural a la piel. Cuando la piel está expuesta al sol, producen más pigmento y lo transfieren a los queratinocitos, haciendo que la piel se oscurezca. 2. ¿Qué es el cáncer cutáneo? Es el crecimiento incontrolado de células que forman parte de la estructura normal de la piel; dichas células se hallan alteradas y proliferan para formar tumores cu- táneos. Estos tumores pueden destruir el tejido local- mente, y en ocasiones diseminarse desde la piel a otros órganos. Bajo la denominación de cáncer de piel se incluye un conjunto de neoplasias malignas con características muy diferentes. Se distinguen varios tipos y se pueden cla- sificar según la clase de célula a partir de la cual se originan. Exploración de las manchas de la piel mediante un dermatoscopio, realizada por un dermatólogo.
  • 296. LIBRO DE LA SALUD 296 Así, se dividen en dos grandes grupos: el cáncer cutáneo no-melanoma (fundamentalmente constituido por los car- cinomas) y el melanoma. Los carcinomas se asocian a dosis continuadas de radiación ultravioleta, de tal forma que aparecen principal- mente en áreas expuestas al sol y en personas que trabajan al aire libre. El principal factor de riesgo de los melanomas son las dosis intensas e intermitentes de radiación solar, y su localización preferente son las zonas no expuestas habi- tualmente al sol. 3. ¿Es muy frecuente el cáncer de piel? Se diagnostican cada año en todo el mundo entre dos y tres millones de carcinomas cutáneos y aproximadamente 132.000 melanomas. La incidencia de cáncer cutáneo (casos nuevos diagnosticados cada año), presenta una tendencia as- cendente en las últimas décadas, con un aumento de un 4% anual. En la actualidad, el cáncer cutáneo es el cáncer más frecuente en la raza blanca. Si esta tenden- cia continúa, un varón blanco tiene un riesgo del 33% de desarrollar un carcinoma basocelular a lo largo de la vida, más de un 9% de desarrollar un carcinoma escamo- so y alrededor del 2% de desarrollar melanoma. La exclusión del cáncer cutáneo no melanoma en la mayor parte de los registros de tumores en la población hace muy difícil su estudio, ya que los datos de mortalidad no reflejan la importancia del cáncer de piel. Nuestro país ocupa el antepenúltimo lugar en incidencia y mortalidad por melanoma cutáneo dentro de la Unión Europea, detrás de Grecia y Portugal, pro- bablemente debido a nuestra pigmentación cutánea. En el año 2000 se registraron en España 698 muertes por esta causa, con tasas de mortalidad ajustadas por edad de 1,80 casos por 100.000 en hombres, y de 1,10 en mujeres. 4. ¿Qué factores influyen en su aparición? El principal factor de riesgo relacionado con la apari- ción del cáncer de piel es la radiación solar, sobre todo la ultravioleta B. El sol emite radiación ultravioleta como par- te de su espectro electromagnético. Más del noventa y cinco por ciento de la radiación solar que alcanza la superficie terrestre es UVA. Casi toda la radiación UVC y gran parte de la UVB es absorbida por el oxígeno y el ozono de la atmósfera. La radiación UVA es menos dañina, pero es mucho más abundante. La radiación ultravioleta que llega a la superficie terrestre ha aumentado en muchas partes del planeta en los últimos años. Las mediciones de la capa de ozono han mostrado una disminución de su grosor especialmente en la estratosfera. El ozono atmosférico (O3 ) es un filtro muy eficaz para la ultravioleta B. Una disminución del ozono afecta especialmente a los UVB de 290 nanóme- tros (nm), que son entre 1.000 y 10.000 veces más dañinos para las células. El ozono tiene un ritmo de destrucción determinado, que se encuentra acelerado por ciertas mo- léculas que actúan como catalizadoras —los clorofluoro- carbonos—, que son ampliamente utilizadas en la indus- tria. Una sola de estas moléculas puede destruir más de 100.000 de ozono. La disminución del grosor en la capa de ozono es un problema medioambiental y de salud que además de relacionarse con el cáncer cutáneo se asocia con el envejecimiento prematuro de la piel y el desarrollo de catarata. Actualmente se considera que la radiación ultravio- leta es el factor ambiental que más afecta a la piel. Uno de los efectos crónicos de esta radiación, natural o artificial, debido a una exposición repetida, es el fotoenvejecimien- to, cuyos signos principales son la sequedad cutánea, las arrugas, la pérdida de elasticidad de la piel, su oscureci- miento progresivo y la aparición de manchas parduscas de bordes irregulares o léntigos. Las quemaduras producidas por la luz ultraviole- ta producen lesiones en el ADN de las células de la piel que pueden provocar cáncer: es lo que se ha denomi- nado fotocarcinogénesis. El proceso por el cual se llega de la exposición solar hasta el desarrollo de cáncer cu- táneo, llamado período de inducción, es de varios años. Es interesante señalar que la mayoría de las personas recibe el 50% del total de rayos ultravioleta en los pri- meros veinte años de vida, y que con la edad aumentan las posibilidades del daño y se reduce la capacidad de reparar el ADN. Los cambios en los hábitos de exposición solar en la población, en las últimas décadas, auguran un incremento progresivo en la incidencia de cáncer cutáneo. Son muchos los deportes y trabajos que se realizan al aire libre, junto a la creciente utilización de cabinas de bronceado y una acti- tud pasiva de nueva práctica en el siglo xx: tomar el sol. Otros factores contribuyentes en el cáncer de piel son la susceptibilidad o predisposición genética determi- nada por el fototipo de piel y los antecedentes familiares y las exposiciones ambientales a carcinógenos —como la
  • 297. 297 radiación ionizante o ciertos productos químicos—. El cán- cer de piel afecta más a las personas de piel blanca y ojos azules o verdes, y de cabello rubio o pelirrojo: los fototipos I y II, que son individuos que siempre se queman tras la ex- posición solar y nunca se pigmentan, o que se queman con facilidad y sólo se broncean un poco, respectivamente. Entre otros factores de riesgo, se cuentan la exposi- ción excesiva a los rayos X u otras fuentes de radiación y la exposición al arsénico, que puede estar presente en algu- nos herbicidas, y que podía encontrarse en tratamientos farmacológicos utilizados en el pasado. Además, el tabaco y los antecedentes personales de procesos inflamatorios crónicos como quemaduras, áreas de drenaje de infeccio- nes óseas e infecciones por virus de papiloma humano, causantes de verrugas víricas, han sido incluidos como fac- tores de riesgo en el caso de los carcinomas. El cáncer cutáneo puede presentarse con más fre- cuencia en las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado (estado de inmunosupresión). La inmunosupre- sión puede ser resultado de una enfermedad sistémica, debida a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o por fármacos utilizados como tratamiento en el cáncer, o los medicamentos para evitar que el siste- ma inmunitario ataque el órgano nuevo en los trasplantes de órganos. Los pacientes trasplantados, dado que reciben tratamiento inmunosupresor prolongado, están sujetos a un riesgo de entre cuatro y doscientas veces superior al de la población normal, y los tumores suelen aparecer entre dos y siete años tras el inicio de la inmunosupresión. Entre los síndromes genéticos familiares suscepti- bles de desarrollar cáncer cutáneo destacan el xeroderma pigmentoso y el melanoma familiar. El xeroderma pigmen- toso representa un conjunto de alteraciones hereditarias que condicionan un defecto en la capacidad de reparar el ADN dañado por la luz ultravioleta. Los pacientes se ca- racterizan por una marcada sensibilidad a la luz solar y el desarrollo de carcinomas cutáneos y melanoma a edad temprana (por debajo de los 20 años). Supone una inciden- cia de cáncer cutáneo 4.800 veces superior a la presente en la población normal. Los pacientes con xeroderma pig- mentoso también tienen un riesgo mayor de desarrollar neoplasias internas, incluyendo cánceres oculares, cere- brales, linfoma y leucemia, entre otros. El melanoma familiar representa un conjunto de síndromes hereditarios, caracterizados por la presencia de múltiples nevus atípicos y melanomas cutáneos múltiples. Se calcula que alrededor del seis por ciento de los melano- mas son familiares y suelen desarrollarse a una edad más temprana de lo habitual. Uno de los genes involucrado en este síndrome es el denominado CDKN2A. La presencia de mutaciones en este gen también se relaciona con riesgo elevado de tumores gastrointestinales y pancreáticos. En la tabla 1 se hallan enumerados los principales factores de riesgo implicados en la aparición del cáncer de piel. Sin embargo, cabe destacar que los cánceres de piel se pueden desarrollar en cualquier persona y no sólo en las que presentan los factores de riesgo mencionados. Las personas jóvenes y sanas, incluso aquellas de ojos, cabellos y piel oscura, pueden desarrollarlos. 5. ¿Cuáles son los tipos más frecuentes de cáncer cutáneo? Las formas más frecuentes de cáncer cutáneo no melano- ma son el carcinoma basocelular (75-80% de los casos) y el carcinoma escamoso o epidermoide (20% de los casos). El melanoma maligno es una forma menos común que las anteriores (1-2%) pero su importancia radica en que pre- senta el mayor índice de mortalidad y es responsable del 75% de muertes por cáncer de piel. 6. ¿Qué síntomas presentan? Más del noventa por ciento de los carcinomas basocelulares aparecen en áreas cutáneas regularmente expuestas al sol (cara,orejas,cuellooespalda),perotambiénpuedenaparecer enelcuerocabelludo.Puedeserunárealigeramenteelevada, indolora, de apariencia nacarada o cérea, como una gota de cera adherida a la piel. El color puede variar e ir del blanco traslúcido al rosado pálido, o presentar puntos ­marrones. A menudo los vasos sanguíneos son visibles en la lesión. También puede manifestarse como masa cutánea nueva que sangra con facilidad, una úlcera que no cura o semejar una cicatriz, sin antecedentes de lesión cutánea. El tumor puede ser muy pequeño al comienzo, y alcanzar de uno a dos centí- metros de diámetro después de varios años de crecimiento. El carcinoma escamoso se localiza habitualmente en la cara, las orejas, el cuello, las manos y los brazos, y pue- de afectar al labio. Puede tener una consistencia firme y as- pecto enrojecido, de superficie escamosa o áspera; otras veces tiene forma cónica, como un cuerno o una úlcera. En general, el cáncer de piel no melanoma se inicia después de los 40 años de edad en el caso del carcinoma ba- socelular, y después de los 50 años de edad en el carcinoma escamoso. Este tipo de cáncer permanece localizado y pocas veces se disemina a otras partes del organismo, pero puede El cáncer de piel
  • 298. LIBRO DE LA SALUD 298 continuarcreciendoeinvadirlostejidosyestructurascercanas incluidoslosnervios.Sisetrataatiempo,tieneunaaltatasade curación; pero si se deja evolucionar, puede crecer causando posible discapacidad o, en algunos casos, la muerte. El melanoma maligno puede presentarse de cua- tro formas diferentes, que son: el melanoma maligno de extensión superficial, el melanoma nodular, el lentigo maligno-melanoma y el melanoma lentiginoso acral. El melanoma de extensión superficial es el tipo más común. Generalmente es plano, irregular en forma y color, variando entre diferentes tonos de negro y marrón. Puede aparecer a cualquier edad y en cualquier parte del cuerpo, con una mayor incidencia en las personas de raza blanca. El melanoma nodular empieza como un área elevada de color azul-negrooscuroorojo-azulado,aunquealgunosnotienen color, denominándose entonces melanoma amelanótico. El lentigo maligno-melanoma aparece en las perso- nas mayores, en la piel dañada por el sol de la cara, cuello y brazos. Se desarrollan sobre áreas de la piel que son gran- des, planas y de color marrón. El melanoma lentiginoso acral es la forma menos común. Se localiza en las palmas de las manos, las plantas de los pies o por debajo de las uñas, con una mayor inci- dencia en las personas de raza negra. El melanoma puede diseminarse con mucha rapidez, por lo que su detección precoz es muy importante. 7. ¿Cómo se diagnostica el cáncer tipo? Si se aprecia una nueva lesión en la piel o cambios en una lesión ya existente, ya sean cambios de color, tamaño o textura o bien aparición de dolor, inflamación, sangrado o picor sin haberse golpeado o rozado la zona, debe soli- citarse una visita médica. Las características de lesiones cutáneas sospechosas de malignidad se hallan resumidas en la tabla 2. Como se ha explicado en el apartado anterior, los cánceres de la piel pueden tener muchas apariencias dife- rentes: pueden ser pequeños y brillantes; rugosos o áspe- ros; firmes y rojos; en costra o sangrantes. Por lo tanto, el médico debe observar atentamente la lesión. Un médico dermatólogo puede diagnosticar, observando las carac- terísticas clínicas de la piel, del 89% al 97% de los cán- ceres cutáneos, pero no todos los cánceres son obvios. Además, el dermatólogo dispone de aparatos como el dermatoscopio (microscopio de epiluminiscencia), que permiten explorar las lesiones a mayor aumento que con la sola inspección ocular. Actualmente existe un método moderno capaz de digitalizar y almacenar las imágenes de los nevus obtenidas mediante microscopía de epilu- miniscencia (Mole-Max), para poder compararlas en las próximas visitas. Puede realizarse una biopsia para confirmar el diag- nóstico. Con la biopsia, se analiza el tejido bajo el microsco- pio para examinar el tipo de células que presenta. Depen- diendo del tipo de lesión de la piel y dónde se encuentre, se realizará un tipo de biopsia u otro: por raspado, incisio- nal o escisional. Con el raspado y la biopsia incisional sólo se extrae una parte del tumor, mientras que con la biopsia excisional se extirpa todo el tumor. Cuando se sospecha que el estadio del cáncer es avanzado, es decir, que existe la posibilidad de extensión a otros órganos, se efectuarán otras pruebas para el diag- nóstico de la extensión de la enfermedad. Esto únicamente suele ser necesario en el caso del melanoma. Se realiza un análisis de sangre y una radiografía de tórax, aunque en ocasiones se incluyen estudios más complejos como la TABLA 1. Factores de riesgo implicados en la aparición del cáncer de piel Personas de ojos claros, piel blanca y cabello rubio o rojizo Trabajos o aficiones que se realizan al aire libre y/o antecedentes de exposición solar prolongada Personas con antecedentes de frecuentes quemaduras solares en la infancia y/o adolescencia Pacientes con múltiples nevus o lunares, más de 100, y/o antecedentes de nevus displásicos o atípicos. Las lesiones pigmentadas clínicamente atípicas tienen alguna de estas características, que se resumen con la regla del ABCD: • Asimetría: la forma de la mitad del área de la lesión es distinta de la otra mitad • Bordes: irregulares • Color: cambios de un área a otra con diferentes colores, marrón, canela, negro y algunas veces blanco, rojo o azul • Diámetro: mayor de 6 mm Pacientes que presentan daño solar intenso, como manchas en la parte alta de la espalda Exposición a fuentes de radiación: UVA, UVB, psoralenos + UVA o rayos X Exposición a productos químicos carcinógenos: arsénico, tabaco Inmunosupresión: en personas trasplantadas o con enfermedades que debilitan el sistema inmunológico Síndromes de cáncer cutáneo hereditarios: xeroderma pigmentoso, melanoma familiar
  • 299. 299 tomografía axial computarizada torácica y abdominal, la resonancia magnética nuclear cerebral y la ecografía de diferentes zonas corporales, entre otros. 8. ¿Cómo se trata el cáncer de piel? El tratamiento habitual consiste en eliminar las células can- cerosas y una porción de piel sana circundante (o margen de seguridad). Si el área afectada es muy extensa, es nece- sario colocar un injerto de piel después de la cirugía para cerrar el defecto. El tratamiento elegido varía dependiendo del tamaño, la profundidad y la localización del cáncer. Aunque lo más frecuente es la extirpación quirúr- gica, se pueden utilizar otras técnicas en el cáncer cutáneo no melanoma superficial como el raspado —legrado—, para seguidamente tratar la zona donde se encontraba la lesión, para destruir las células cancerosas que quedan con un bisturí eléctrico —cauterización de la base—. Tam- bién puede utilizarse la crioterapia, que consiste en la des- trucción del tejido mediante la aplicación de frío intenso, concretamente, nitrógeno líquido. Éste se aplica mediante un aerosol con un aparato especial y sin anestesia. El tra- tamiento completo de una lesión puede durar uno o dos minutos. Tras su aplicación, la zona se inflama y en pocos días se forma una costra que más tarde se desprende. Su indicación principal, más que los auténticos tumores cutá- neos, son las lesiones premalignas como las queratosis actínicas, así como tumoraciones cutáneas benignas. En zonas donde es muy importante conservar la función o no es posible extirpar ampliamente el tumor, se puede utilizar la radioterapia o la cirugía de Mohs, que consiste en la extirpación quirúrgica controlando micros- cópicamente la ausencia de células tumorales en los bor- des extraídos. Esta técnica quirúrgica garantiza la extirpa- ción completa del tumor, disminuyendo la probabilidad de reapa­rición y evitando la extirpación inútil de tejido sano en zonas como la cara, con la consiguiente mejora del resultado estético final. Si el cáncer ha afectado a los ganglios linfáticos, tam- bién deben ser extirpados. Esto puede ser necesario en el car- cinoma escamoso o en el melanoma, aunque en este último, y dada su especial afinidad por diseminarse, se practica un procedimiento denominado biopsia quirúrgica del ganglio centinela. Se realiza cuando el tumor es mayor de 1 milíme- tro de profundidad, aunque el ganglio tenga un aspecto y tamaño normal, a fin de descartar presencia de metástasis. El ganglio centinela es la primera estación en que se encon- traría una célula tumoral que intentara escaparse a través del torrentelinfático.Selocalizaportécnicasdemedicinanuclear, mediante la detección de un marcador que ha sido inyectado previamente alrededor de la zona de la lesión cutánea y efec- túa el trayecto que realizarían las células. El cáncer cutáneo no melanoma y los melanomas más pequeños y superficiales se pueden curar únicamente por medio de la cirugía. En los melanomas de mayor grosor, además de la cirugía, puede ser necesaria la utilización de la inmunoterapia (el uso de medicamentos que estimulan el sistema inmune como el interferón), la radioterapia y, en el caso de existir diseminación a órganos internos, también quimioterapia. 9. ¿El cáncer cutáneo se cura? No se puede comparar el proceso por el que pueden estar pasando dos o más personas que tienen un diagnóstico de cáncer cutáneo, ya que los tratamientos y la evolu­ ción dependen de cada paciente y pueden ser total- mente diferentes. La mayoría de los tumores cutáneos (95%) se pue- den curar si se extirpan a tiempo. Los riesgos de que el cán- cer vuelva dependen de la profundidad del tumor; así, los TABLA 2. Signos de alerta de una lesión cutánea Lesión rojiza o costrosa de larga evolución cuyo tamaño va aumentando progresivamente Herida o úlcera de larga evolución, que no cura y es de causa desconocida Lesión pigmentada de reciente aparición Lesión pigmentada de larga evolución que presenta cambios progresivos en el tamaño, color y forma, o asocia picor o sangrado sin traumatismo previo El cáncer de piel Tratamiento de lesiones cutáneas mediante la aplicación de nitrógeno líquido (congelación).
  • 300. LIBRO DE LA SALUD 300 tumores más profundos tienen una mayor probabilidad de ser recurrentes o recidivantes, es decir, reaparecer en la misma zona. Si el cáncer ya se ha diseminado a los ganglios linfáticos, disminuye la tasa de curación; y si el melanoma se ha diseminado a otros órganos, la tasa de curación es muy baja, pudiendo sobrevenir la muerte. El riesgo de recidivas en cinco años es del 8% al 10% en el caso del cáncer cutáneo no melanoma. Además, los pacientes tienen un riesgo aumentado de desarrollar más tumores. Un 45% de los pacientes que desarrolla un carcinoma basocelular desarrollará otro carcinoma baso- celular en los tres años siguientes; también presenta un riesgo mayor de desarrollar un carcinoma escamoso (6% en los tres años siguientes). Los pacientes con carcinomas escamosos también deben ser vigilados para detectar la posibilidad de desarrollar un segundo tumor (18% de los casos a los tres años), así como un carcinoma basocelular (43% en los tres años siguientes). Debido a que pueden aparecer nuevos tumores, o reaparecer sobre la cicatriz nuevamente, las personas afec- tadas deben ser cuidadosas con el examen de piel. Hay que recordar que los tumores cutáneos son un marcador de que la piel ha sido dañada por el sol, y que el daño puede reaparecer en otras localizaciones sin ser necesariamente consecuencia del tumor inicial del paciente. El médico ade- más realizará exámenes y visitas con regularidad, en inter- valos que variarán en función del tipo de cáncer cutáneo y el tiempo del tratamiento. 10. ¿Existen otros tipos de tumores de la piel? Otros tipos de cáncer de piel que no son melanomas, y son menos comunes, son los sarcomas y linfomas. Figura 2. Símbolos de la Unión Europea para advertir de las condiciones y peligros de la exposición al sol Evite la exposición solar excesiva en las horas críticas Manténgase bien cubierto, lleve sombrero o gorra, camiseta y gafas de sol Evite que los bebés y niños de corta edad se expongan al sol Utilice correctamente los productos de protección solar El propósito de estos nuevos pictogramas, cuyo uso aconsejan muchas autoridades de los Estados miembros de la UE, es informar a los ciudadanos de los peligros de la exposición al sol. Estarán colocados en lugares como playas, piscinas, refugios de montaña y otros.
  • 301. 301 También existen algunos tumores benignos y lesio­nes precance­rosas. Los sarcomas se desarrollan a partir de las células del tejido conectivo en la dermis. Existen varios tipos de sarcoma que pueden desarrollarse en la piel, incluyendo el dermatofibrosarcoma protuberans, el angiosarcoma y el sarcoma de Kaposi. El sarcoma de Kaposi adopta dife- rentes formas: la forma clásica afecta a personas de edad avanzada, en las que el cáncer crece muy lentamente sobre la piel y raramente se propaga. Suele aparecer como una mancha de color violáceo o pardo oscuro, en las piernas o en los dedos de los pies. Otras formas se observan en los niños y varones jóvenes del África ecuatorial, así como en los enfermos de sida o los pacientes que toman inmunodepresores. En el caso de los pacientes afectados por el virus de inmunode- ficiencia humana (VIH), el sarcoma de Kaposi crece mucho más deprisa y puede afectar a los órganos internos y a los ganglios linfáticos. Suele aparecer primero como una peca rosada, roja o púrpura, de forma redondeada u ovalada; afectan a cualquier parte del cuerpo, pero por lo general sur- gen en la cara. Al cabo de varios meses, las manchas pueden aparecer en varias zonas del cuerpo, incluyendo la boca. La dermis contiene un número considerable de linfocitos, un tipo de células del sistema inmunológico. Cuando éstos se vuelven malignos, aparece el linfoma. Aunque la mayoría de linfomas se originan en los ganglios linfáticos o en los órganos internos, existen ciertos tipos que se originan en la piel, lo que se conoce como linfoma cutáneo primario. El tipo de linfoma cutáneo primario más frecuente es el linfoma cutáneo de células T, en su variante de micosis fungoide. La micosis fungoide se inicia como erupción escamosa, con enrojecimiento de las zonas del cuerpo generalmente no expuestas al sol. Esta erupción no produce síntomas y puede perdurar durante meses o años y tener la apariencia de un eccema. Posteriormente, puede apreciarse una fase de formación de placas en que las manchas son más definidas y rojas, y finalmente una fase tumoral en que se forman tumores en la piel que pue- den causar úlceras e infectarse; también se pueden afectar los ganglios linfáticos y los órganos internos. Existen también los tumores benignos de la piel, que no son cancerosos. Entre estos tumores se encuentran la mayoría de los tipos de lunares, médicamente denominados nevus, las queratosis seborreicas (manchas con relieve, de color marrón, o negro, con una textura cerosa o una superficie áspera), los hemangiomas (manchas o tumores, de color rojo o violáceo, benignos, de los vasos sanguíneos), los lipomas (tumoresblandosdelascélulasadiposasbenignas)ylasverru- gas (tumores de superficie áspera causados por un virus). Las lesiones precursoras de cáncer cutáneo más frecuentes son las queratosis actínicas. Éstas son el prin- cipal precursor del carcinoma escamoso. Son pequeñas zonas irregulares, aplanadas, de coloraciones rojizas o amarillentas y rasposas al tacto, que aparecen en zonas expuestas. Afectan especialmente a personas de edad avanzada y piel clara. Por lo general, son múltiples y es muy frecuente observarlas en el cuero cabelludo de varo- nes calvos. Cuando afecta al labio, se conoce como queili- tis actínica, y se muestra como labios no perfilados, y pla- cas blanquecinas ásperas en su superficie. En las personas con múltiples queratosis actínicas, el riesgo de carcinoma es de 6-10% en un período de diez años. 11. ¿Se puede prevenir el cáncer cutáneo? La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo de los tumores de piel, por lo que moderar la exposición dis- minuye el riesgo de que aparezca. Las principales fuentes de radiación UV son el sol y las cabinas bronceadoras, de modo que las normas básicas para prevenir el cáncer de piel son: reducir la exposición solar y utilizar fotoprotec- tores y complementos protectores, como gorros o gafas de sol —para protegerse de la radiación UV y no para aumentar el tiempo de exposición—, así como realizar visitas periódicas a un dermatólogo. Los consejos básicos se hallan esquematizados en la tabla 3. Debe cambiarse la percepción actual de las personas de que poseer una piel bronceada equivale a buena salud, aspecto de persona deportista, bienestar social y belleza. 12. ¿De qué depende la radiación en un determinado punto de la superficie terrestre? Ladosisderadiaciónenundeterminadomomentodepende de varios factores: la verticalidad de los rayos del sol (mayor en verano y en las horas centrales del día), la latitud, la altura sobre el nivel del mar, la presencia de nubes o de partículas en suspensión y el espesor de la capa de ozono. Elíndiceultravioleta(UVI),quepublicandeterminados organismos oficiales, predice la intensidad de UV a mediodía para determinadas poblaciones y numera el riesgo de que- madura solar para las personas. Se ha estandarizado su defi- nición y se ha publicado como una recomendación conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organiza- ción Meteorológica Mundial (WMO), el Programa Medioam- El cáncer de piel
  • 302. LIBRO DE LA SALUD 302 biental de las Naciones Unidas (UNEP) y la Comisión Interna- cional de Radiación No Ionizante (ICNIRP). El UVI se presenta como un número, y se ofrecen curvas de evolución horaria a lo largo del día, con diferentes estados del cielo (despejado, nubes medias, nubes bajas) y diferentes altitudes (nivel del mar, 300 metros, 1.500 metros). Como norma general, con UVI > 8 no es aconsejable permanecer más de veinte minu- tos sin protección solar. El Ministerio de Medio Ambiente, a través del Insti- tuto Nacional de Meteorología (INM), posee una red nacional de observación y vigilancia del ozono estratosférico y de la radiación UV en tiempo real, cuya información es diariamente difundida a través de su página web. Además, dispone del manual de consulta Índice UV para la población, UVI para la población, que ofrece conceptos básicos sobre la radiación UV, informa sobre los daños que ésta puede producir y sobre los medios de protección que se pueden emplear. Es funda- mentalquelapoblaciónaprendaatomarmedidasdeprotec- ción y enseñe a las nuevas generaciones a emplearlas. Glosario ADN (ácido desoxirribonucleico): molécula que contiene in- formación genética y uno de los componentes fundamentales de los cromosomas. Tiene una estructura de doble cadena y la información cifrada en cuatro bases: A (adenina), T (timina), C (citosina), G (guanina). La secuencia de estas bases es la que da la información, mediante un código de lectura. Filtros solares o fotoprotectores tópicos: preparados far- macológicos para intentar evitar las quemaduras solares. Los filtros químicos u orgánicos absorben los rayos UV del sol y por tanto protegen la piel de la agresión. Los filtros físicos o pantallas minerales reflejan la luz solar al formar pequeños cristales en la superficie de la piel, como el dióxido de titanio y el óxido de cinc; al ser de origen mineral, son totalmente inocuos para la piel y están especialmente formulados para las pieles alérgicas o atópicas. La mayoría de los preparados actuales combinan dos o más principios activos, con la finali- dad de aumentar su capacidad de protección. Fototipo: indica la sensibilidad de una persona al sol y su capacidad para el bronceado. Existen seis fototipos distintos: cuanto más bajo, mayor tendencia a quemarse y menor tendencia a broncearse, por lo que hay que protegerse más frente al sol. Los fototipos I y II suelen corresponder a personas de cabellos, piel y ojos claros. Los fototipos oscuros, del IV alVI (raza negra) tienen una buena protección natural. Índice de protección solar (IP = SPF): cifra que indica el nivel de protección de los protectores solares. Se distinguen cuatro cate- gorías de protección solar: baja (SPF 6-10), media (SPF 15-20-25), alta (SPF 30-50), y muy alta (SPF 50+, es decir, mayor o igual a 60). Hay que elegirlo más o menos elevado en función del fototipo y de las condiciones de exposición solar, aunque se aconseja utilizar siempre protección media o superior. Radiación ultravioleta: forma parte de la radiación solar. Los ra- yos ultravioletas se dividen, según su longitud de onda, en UVA, UVB y UVC. Los dos primeros alcanzan la superficie de la Tierra y tienen efectos perjudiciales sobre la piel. Bibliografía Cdc (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). http:// www.cdc.gov/cancer/skin/. Dermaweb.Enseñanzainteractivaendermatología.«Tumorescutáneos». http://web.udl.es/usuaris/dermatol/DermatoAsignaturaWeb/ CDRom99/sem10/atlas/atlas/. Fisterra.com. «Carcinoma basocelular». http://www.fisterra.com/ guias2/basocelular.asp. —. «Signos de alarma en una lesión melanocítica adquirida». http://www.fisterra.com/guias2/melanoma.asp. Instituto Nacional de Meteorología. Predicción del Índice de Radiación Ultravioleta (UVI). http://www.inm.es/web/infmet/predi/ulvip.html. —. Índice UV para la población. http://www.inm.es/uvi/. Noah (Acceso Computerizado de la Salud en Nueva York). http://www. noah-health.org/. TABLA 3. Medidas de protección solar Evitar la exposición al sol de 12.00 a 16.00 horas y extremar las precauciones en las montañas, zonas cercanas al Ecuador y en la nieve No olvidar protegerse en los días nublados Usar prendas de vestir protectoras y complementos que actúen como barrera: sombrillas, camisetas, sombreros, gorros, gafas de sol, etc. Aplicar protectores o filtros solares: • que protejan de los rayos UVA y UVB y tengan un factor de protección mayor de 15 • que sean adecuados al tipo de piel • con corrección: en la cantidad adecuada, media hora antes de exponerse al sol y reponiéndolo cada 2-3 horas, ya que los baños y la sudoración disminuyen su efectividad • extremando todas estas precauciones en el caso de los niños y ancianos y recordando que los niños menores de un año no deben ser expuestos directamente al sol y que no se recomienda la utilización de fotoprotectores antes de los seis meses de edad
  • 303. 303 El cáncer de piel • La piel es la parte del cuerpo más accesible y sus en- fermedades se manifiestan de forma visible en su su- perficie. No sólo envuelve el organismo, además realiza funciones que le son propias como la producción de vitamina D. La piel tiene varias capas, pero las dos prin- cipales son la epidermis (capa superior o externa) y la dermis (capa inferior o interna). • El cáncer cutáneo supone el crecimiento incontrolado de células que forman parte de la estructura normal de la piel; éstas se hallan alteradas y proliferan para formar tumores cutáneos. • Bajo la denominación cáncer de piel se incluye un con- junto de tumores malignos con características muy dife- rentes. Las formas más frecuentes de cáncer cutáneo no melanoma son el carcinoma basocelular (75-80% de los casos) y el carcinoma escamoso o epidermoide (20% de los casos). El melanoma maligno es una forma menos co- mún que las anteriores (1-2%) pero su importancia radica en que presenta el mayor índice de mortalidad y es res- ponsable del 75% de las muertes por cáncer de piel. • El principal factor de riesgo relacionado con la aparición del cáncer de piel es la radiación solar, sobre todo la ultra- violeta B. Otros factores relacionados son la susceptibili- dad o predisposición genética determinada por el fototi- po de piel y los antecedentes familiares y las exposiciones ambientales a carcinógenos como la radiación ionizante o ciertos productos químicos. El cáncer de piel afecta más a las personas de piel blanca y ojos azules o verdes y de cabellorubioopelirrojo,estoes,losfototiposIyII,queson individuos que siempre se queman tras la exposición so- lar y nunca se pigmentan, o aquellos que se queman con facilidad y sólo se broncean un poco, respectivamente. • El tratamiento habitual consiste en eliminar las células cancerosas y una porción de piel normal circundante o margendeseguridad. Si el área afectada es muy extensa es necesario colocar un injerto de piel después de la cirugía para cerrar el defecto. El tratamiento elegido varía depen- diendo del tamaño, profundidad y localización del cáncer. • Aunque lo más frecuente es la extirpación quirúrgica, se pueden utilizar otras técnicas en el cáncer cutáneo no melanoma superficial como el raspado (legrado), segui- do de tratamiento de la zona donde se encontraba la lesión para destruir las células cancerosas restantes con un bisturí eléctrico. Si el cáncer ha afectado a los gan- glios linfáticos también deben ser extirpados. • El cáncer cutáneo no melanoma y los melanomas más pe- queños y superficiales se pueden curar por medio de la ci- rugía. En los melanomas de mayor grosor, además de la ci- rugíapuedesernecesarialautilizacióndelainmunoterapia (el uso de medicamentos que estimulan el sistema inmune como el interferón), la radioterapia y, en el caso de existir diseminación a órganos internos, también quimioterapia. • La mayoría de los tumores cutáneos (95%) se pueden cu- rar si se extirpan a tiempo. Los riesgos de que el cáncer vuelva dependen de la profundidad del tumor; así los tu- mores más profundos tienen una mayor probabilidad de ser recurrentes o recidivantes, es decir, de reaparecer en la misma zona. Si el cáncer ya se ha diseminado a los gan- glios linfáticos, disminuye la tasa de curación, y si el mela- noma se ha diseminado a otros órganos, la tasa de cura- ción es muy baja, y puede sobrevivir la muerte. El riesgo de recidivas en 5 años es de un 8-10% en el caso del cán- cer cutáneo no melanoma. Además los pacientes tienen un riesgo aumentado de desarrollar más tumores. • La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo de los tumores de piel; moderar la exposición a ésta dis- minuirá el riesgo de que aparezca. Las normas básicas recomendadas en la prevención del cáncer de piel son: reducir la exposición solar, utilizar fotoprotectores y ropa y complementos protectores como gorros o gafas de sol, así como someterse a revisiones periódicas por un dermatólogo. Resumen
  • 305. 305 Capítulo 31 El cáncer de pulmón Dra. Núria Viñolas Médico especialista en Oncología. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona Dr. Enric Carcereny Médico especialista en Oncología. Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona 1. ¿Qué es el cáncer de pulmón? El cáncer de pulmón es una enfermedad en la que algunas de las células del pulmón, debido, en general, a sustancias externas irritantes (carcinógenos) cambian sus caracterís- ticas y se transforman en células malignas que proliferan dando lugar a una masa pulmonar que es la que causa los diferentes síntomas. En ocasiones son las células malignas que han anidado en otra localización (metástasis) las res- ponsables de los síntomas clínicos. 2. ¿Existe algún método para prevenir el cáncer de pulmón? El mejor sistema para prevenir el cáncer de pulmón es evi- tar el tabaco. Los estudios que se han efectuado con qui- miopreventivos en poblaciones de riesgo, como fumado- res o pacientes curados de otro cáncer relacionado con el tabaco, no han demostrado ser efectivos. 3. ¿Existe algún sistema de detección precoz? Se han efectuado numerosos estudios clínicos basándo- se en el examen de las células del esputo (citologías de esputo) y en la realización de radiografías de tórax, y no han demostrado que los programas de diagnóstico pre- coz consigan una reducción significativa de la mortalidad por cáncer de pulmón. Dado que hoy en día se dispone de técnicas de imagen más sensibles, como la tomografía axial computarizada (TAC), se ha reavivado el interés. En la actualidad no hay ninguna evidencia de que el cribado o diagnóstico precoz con TAC permita disminuir la mortali- dad asociada al cáncer. 4.¿Quésustanciasdesencadenanelcáncerdepulmón? Las investigaciones han demostrado que el tabaco es el agente etiológico más frecuentemente relacionado con el cáncer de pulmón. Se estima que es el responsable de más del 80-90% de muertes por cáncer. El tabaco contiene más de cuarenta sustancias que inducen el cáncer, conocidas como carcinógenos. Su efecto perjudicial depende de la edad de inicio del hábito fumador, del número de cigarri- llos al día, del tiempo que se ha fumado y de la intensidad de la inhalación. El riesgo de cáncer de pulmón disminuye después de varios años de haber dejado de fumar. Cabe El tabaco es el agente etiológico más frecuentemente relacionado con el cáncer de pulmón. Este tumor, de muy difícil diagnóstico precoz, se presenta con mucha más frecuencia en pacientes fumadores que en no fumadores.
  • 306. LIBRO DE LA SALUD 306 señalar también que la incidencia de cáncer de pulmón se incrementa en los fumadores pasivos. El tabaco aumenta la incidencia de todos los tipos de cáncer de pulmón, pero es- pecialmente del de tipo escamoso y del de célula pequeña. Otras sustancias como el radón (gas radiactivo), arsé- nico,cromo,níquel,clorometil-éteresyasbestosehanasocia- do con el cáncer de pulmón. Este último se relaciona con un tipomuyespecialdenominadomesoteliomapleural.Muchos de estos agentes actúan de forma sinérgica con el tabaco. 5. ¿Es hereditario el cáncer de pulmón? Elpapeldelaherenciaenelcáncerdepulmónestámenoses- tablecido que para otros tipos de tumor. En algunos estudios se ha observado que el número de fallecimientos por cáncer de pulmón es más elevado entre los parientes de pacientes con cáncer que entre los casos que han servido de control. Aunque la mayoría de cánceres de pulmón se atri- buyen al tabaco, menos del veinte por ciento de fumadores desarrollan esta enfermedad, razón por la que se ha suge- rido una predisposición genética. Se han investigado alte- raciones en algunos genes que afectan la función de enzi- mas que regulan el metabolismo de los carcinógenos del tabaco, y se ha observado cierta correlación entre algunas alteraciones genéticas y la susceptibilidad para desarrollar cáncer de pulmón. También se han hallado asociaciones entre alteraciones genéticas en los genes que reparan le- siones en el ADN (lesiones que pueden ser causadas por el tabaco) y la predisposición a sufrir un cáncer de pulmón. Figura 1. Los pulmones Tráquea Lóbulo superiorLóbulo superior Bronquio principal Bronquio lobar Bronquio segmentario Bronquio lobulillar Lóbulo inferior Lóbulo inferior Lóbulo medio Pulmón derecho Pulmón izquierdo Los pulmones están situados en la cavidad torácica (pecho), por debajo de las costillas, apoyados sobre el diafragma. Entre ellos existe un espacio denominado mediastino, en el que, entre otros órganos, se sitúa el corazón. Ambos pulmones están recubiertos por una doble membrana denominada pleural.
  • 307. 307 Los estudios en este sentido no son concluyentes, pero sí parece claro que hay una base genética que, de for- ma no bien conocida, aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón. 6. ¿Es muy frecuente el diagnóstico de cáncer de pulmón? El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes y es el responsable de la mayor parte de muertes en relación con el cáncer en hombres y mujeres en Estados Unidos. La in- cidencia del cáncer de pulmón refleja la prevalencia del ta- baquismo. En ese país la incidencia se ha estabilizado, con tendencia a disminuir en los hombres debido al descenso de la proporción de fumadores, mientras que en mujeres la incidencia va aumentando en relación directamente pro- porcional al incremento de fumadoras. 7. ¿Qué síntomas produce el cáncer de pulmón? Lossíntomasdelcáncerdepulmónsoninespecíficos.Pueden ser secundarios al tumor pulmonar en forma de tos, hemop- tisis (expectoración con sangre), dificultad al respirar (disnea), infecciónrespiratoria,ronqueraodolortorácico,oalasmetás- tasis a distancia, como dolor en zona lumbar en caso de me- tástasisóseas,ocrisiscomiciales(epilepsia)siexistenmetásta- siscerebrales.Enocasiones,eltumorproducesíntomasgene- rales como cansancio, pérdida de peso e incluso anorexia. 8. ¿Son iguales todos los cánceres de pulmón? Hay básicamente dos tipos: el cáncer de pulmón de célula no pequeña (CPCNP) y el cáncer de pulmón de célula pe- queña (CPCP), en cuyo tratamiento, en general, no se in- cluye la cirugía. Entre los cánceres de pulmón de célula no pequeña hay que diferenciar varios subgrupos en relación con la célula que predomina: adenocarcinoma, carcinoma escamoso y carcinoma de células grandes. Estas histologías se clasifican juntas, ya que los enfoques para el diagnóstico de extensión, pronóstico y tratamiento son similares. 9. ¿Cómo se diagnostica el cáncer de pulmón? Para el diagnóstico de los pacientes se requiere una biopsia o citología de la tumoración primitiva o de alguna de sus metástasis. En general, se efectúa una fibrobroncoscopia que visualiza los bronquios y que permite tomar muestras de tejido (biopsias). Esta prueba suele ser positiva en los tumores centrales, mientras que en los periféricos es ne- cesario efectuar una punción con aguja fina del tumor a través de la pared torácica y bajo control de la TAC. 10. ¿Qué pruebas deben realizarse una vez conocido el diagnóstico de cáncer de pulmón? Una vez efectuado el diagnóstico de cáncer de pulmón es muy importante determinar la extensión, ya que ello tiene implicaciones pronósticas y terapéuticas. Así, es necesario realizar los siguientes procedimientos: • Examen físico: para verificar el estado general e identificar cualquier signo de enfermedad. Tam- bién se toma nota de los hábitos del paciente y de los antecedentes personales y familiares. • Pruebas de laboratorio: es imprescindible una ana- lítica general completa ya que existen ciertos pa- rámetros, como la función hepática y los niveles de calcio, que pueden indicar la presencia de me- tástasis hepáticas u óseas respectivamente; tam- bién son importantes otras variables, como los ni- veles de sodio y una enzima denominada lactato deshidrogenasa (LDH) como factores pronósticos. •TAC de tórax y hemiabdomen superior: de esta forma, aparte de visualizarse el tumor primitivo, se observan también los ganglios regionales y se descarta la posi- bilidaddeenfermedadenotralocalización(pulmonar, hígadoyglándulassuprarrenales)que,porotraparte, constituyen los lugares más frecuentes de disemina- ción. En relación a la estadificación ganglionar, laTAC tiene un porcentaje de falsos positivos y negativos entre 30-40%. En ocasiones se observa en la TAC au- mentodelosganglioslinfáticosmediastínicosqueno sehallanafectadosporeltumor;y,viceversa,ganglios detamañonormalquepresentancélulasmalignasen el estudio anatomopatológico. • Resonancia magnética nuclear (RMN) torácica: no sueleaportarmayorinformaciónquelaTAC,aexcep- ción de aquellos casos como el tumor del vértice su- perior pulmonar en el que hay afectación vascular. • Tomografía por emisión de positrones (PET): es un procedimiento para detectar nidos de células neoplásicas que han configurado metástasis l