La deuda pública española se está financiando a tipos de interés cada vez más bajos, llegando a ser inferiores a los de Estados Unidos. Esto se debe a las reformas estructurales en España y a las medidas del BCE que han aumentado la confianza de los inversores. Aunque la calificación crediticia de España es menor que la de otros países, el aval del BCE iguala efectivamente el riesgo. España debe aprovechar esta situación para acelerar las reformas y la recuperación económica antes de que cambien las condiciones del mercado.