Este documento describe cuatro compromisos básicos del creyente: 1) compromiso a la membresía, 2) compromiso a la madurez, 3) compromiso a la santificación, y 4) compromiso al servicio. El primer compromiso implica que los creyentes son parte del cuerpo de Cristo y deben participar activamente en la iglesia. El segundo compromiso significa que los creyentes deben seguir creciendo en su fe.