El documento describe el surgimiento de Manchester como la primera metrópolis industrial capitalista entre 1750 y 1850. Manchester creció rápidamente de ser un pequeño pueblo a una ciudad industrial de 400,000 habitantes debido a la implantación de fábricas textiles. Esto llevó a una gran desigualdad social y zonificación por clases, con los trabajadores viviendo en condiciones miserables en el centro y la burguesía en las afueras.