Los mandalas, originarios de la India, han ganado popularidad como herramientas de meditación y sanación, facilitando la conexión espiritual y el desarrollo personal a través de su creación. Cada forma y color en un mandala tiene significados específicos que representan conceptos como equilibrio, transformación, y felicidad. A través de talleres y terapias, se exploran sus significados para promover la paz y la creatividad en la práctica cotidiana.