El documento detalla un plan de manejo de mortalidad que incluye métodos como incineración, compostaje y entierro, destacando la importancia de eliminar los animales muertos de las áreas de vida en un plazo de 24 horas. También subraya la necesidad de garantizar la seguridad de los trabajadores y de ocultar los restos al público. Se enfatiza que se deben seguir las regulaciones estatales y locales en todos los procedimientos.