El documento aborda el manierismo, un estilo artístico que surgió en Italia en el siglo XVI como una transición entre el renacimiento y el barroco, caracterizado por la exageración en formas, colores disonantes y distorsiones. Se enfatiza en su ruptura con modelos clásicos y en la subjetividad, reflejando el sufrimiento social de la época. Se mencionan arquitectos y obras emblemáticas, como Giulio Romano y el Palacio del Té, que representan este estilo complejo y sofisticado.