Bol OfSanif Panam 98(l), 1985
SALUD OCUPACIONAL Y RIESGOS LABORALES
Roberto Badía Montalvo’
Introducción
Salud para todos
La salud se comprende no solo como la
ausencia de enfermedad sino como una
manera de vivir autónoma, digna y soli-
daria, es decir, inseparable del nivel y cali-
dad de vida del individuo y su familia, de
las características sociales de otros núcleos
de población y de las condiciones de su
entorno.
Se ha señalado que la condición de sa-
lud está afectada por factores genéticos y
hereditarios, ambientales y culturales, así
como por el estilo de vida y por la organi-
zación de los servicios de salud (‘1). La
interacción positiva de estos factores (indi-
viduales, del medio y los de tipo organiza-
cional), encontrará su expresión en una
vida digna, autónoma y solidaria a través
de una buena salud. Ahora bien, es conve-
niente tener en cuenta la existencia de otro
factor condicionante de similar importan-
cia, y es la condición laboral, cuya rela-
ción con la salud es continua e ininterrum-
pida. Asimismo, se ha dicho que el trabajo
constituye la principal manifestación hu-
mana, y que puede representar tanto un
instrumento de salud, como también un
instrumento patógeno (2). En tales condi-
ciones, la salud, la actividad laboral y el
medio representan los tres elementos bási-
‘Organización Panamericana de la Salud. Prestach de Servt-
cias de Salud, Santo Domingo, República Dominicana. Dirección
postal Mimsterio de Salud y Previsión Social, Apartado No 1464,
Santo Domingo, Repúbhca Dominicana
cos de la ecología humana y del bienestar
social.
La importancia de lograr una adecuada
calidad de vida y un buen nivel de salud
ha sido expresada en múltiples ocasiones y
en variadas circunstancias. La Asamblea
Mundial de la Salud decidió en 1977 (3)
que la principal meta social de los go-
biernos y de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) en los próximos decenios
debe consistir en “alcanzar para todos los
ciudadanos del mundo en el año 2000, un
grado de salud que les permita llevar una
vida social y económicamente productiva”.
La salud para todos ideológicamente sebasa
en los siguientes postulados:
* La salud es un derecho humano y
una meta social universalmente aceptada.
l Se pretende que las grandes y marca-
das desigualdades en salud entre di-
ferentes países, y entre distintos estratos
de población dentro de un mismo país,
sean drásticamente reducidas como un
significado de equidad y de justicia social.
l El pueblo tiene el derecho y el deber
de participar en lo individual y en lo colec-
tivo en la planificación y ejecución de los
cuidados de su salud.
La Asamblea Mundial de la Salud, al
aprobar la meta de salud para todos, tuvo
en cuenta el probable escenario socio-
económico que existiría en el año 2000;
esto, para América Latina, se identifica en
términos generales con cambios demográ-
20
Badia Montaluo SALUD OCUPACIONAL 21
fíeos caracterizados por un alto creci-
miento de la población y con una muy
fuerte tendencia a la urbanización.
Asimismo, debido a la tendencia decre-
ciente en la fecundidad y a la elevación de
la esperanza de vida se producirá un cam-
bio en la estructura de edad de la pobla-
ción; esto significa que un 58% del total
de la población (aproximadamente 350
millones) corresponderá al grupo com-
prendido entre los 15 y 64 años, o sea un
núcleo de población en plena actividad
laboral.
Por otro lado, las posibles situaciones
demográficas para América Latina en el
año 2000 van a representar fuertes de-
mandas de los sectores sociales (vivienda,
educación, alimentación, salud) que van a
requerir esfuerzos y cambios en los enfo-
ques para poder satisfacerlas. Los déficits
habitacionales serán mayores, las condi-
ciones de alimentación y nutrición de los
grupos más desprotegidos se irán dete-
riorando y la estructura epidemiológica
prevalente sufrirá marcados cambios en
cuanto a morbilidad y mortalidad.
En lo que concierne a la salud y en sen-
tido más específico a la salud de los traba-
jadores, la OMS ha señalado que es nece-
sario realizar una diferenciación entre las
condiciones de salud ocupacional de los
países industrializados y las de los países
en desarrollo. En países industrializados,
donde las enfermedades no transmisibles
son más prevalentes, los problemas más
importantes son las enfermedades car-
diovasculares, la hipertensión, los daños
mentales y las enfermedades psicosomáti-
cas. Sin embargo, la mayoría de los traba-
jadores de los países en desarrollo realizan
sus actividades en la agricultura, y pade-
cen múltiples problemas de salud, algunos
de los cuales tienen clara relación, o son el
resultado de los accidentes de trabajo (4).
Esta es la “doble carga” (5) que sufren los
trabajadores de los países en desarrollo:
por una parte, la patología común y, por
la otra, los nuevos riesgos debidos a los
agentes derivados del proceso de indus-
trialización.
Además, las condiciones demográficas
y sociales señaladas van a tener repercu-
sión en un aumento de la demanda de ser-
vicios de salud, cuyos costos tendrán un
valor cada vez mayor que planteará com-
plejos problemas a la hora de decidir cómo
satisfacer las necesidades básicas de salud.
Todas estas perspectivas hacen factible
que se incrementen las demandas sociales,
sobre todo de los grupos de población
marginada, lo que abrirá aun más la
brecha entre necesidades y recursos.
En 1979, la OMS, consciente de la ne-
cesidad de cambio con respecto al sistema
de salud, aprobó la atención primaria de
salud como la estrategia valida para alcan-
zar la meta de salud para todos, tratando
de modificar positivamente las condi-
ciones del posible escenario del año 2000.
Dentro del contexto de salud para todos,
esta atención indica que:
l La salud comienza en el hogar, con-
tinúa y se mantiene constante en la es-
cuela y en la fábrica.
l La población aplicará mejores méto-
dos para prevenir las enfermedades y ali-
viar las afecciones e invalideces, lo que
permitirá disponer de mejores medios
para crecer y envejecer -es decir, seguir
viviendo con una cierta calidad de vida-
y morir dignamente.
l Los servicios de salud deberán tener
la característica esencial de ser accesibles a
todos.
Salud ocupacional
Antecedentes
La concepción de la enfermedad como
un fenómeno vinculado o derivado del tra-
bajo es muy antigua y se confunde en sus
orígenes con la propia actividad médica
(6). Ya Hipócrates y Plinio se refirieron a
las enfermedades de los trabajadores de las
22 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
minas y más tarde Bauer, Paracelso y otros,
presentaron su preocupación por las condi-
ciones ambientales del trabajador.
Ramazzini (1638-17 14) describe por
primera vez y en forma sistemática la en-
fermedad derivada de los oficios de su
época, introduciendo en la anamnesis la
clásica pregunta: Cen qué trabaja? Pott
(1775) describió la alta incidencia de tu-
mores del escroto en los deshollinadores
londinenses e introdujo en el método epi-
demiológico el estudio de la enfermedad
laboral. A finales del siglo XVIII, con el
desarrollo del proceso industrial en Ingla-
terra y otros países, se hizo evidente la
presencia de los riesgos laborales expresa-
dos por largas jornadas de trabajo, falta de
mecanismos protectores, inadecuadas
condiciones de iluminación y ventilación,
que eran factores ambientales que favo-
recían los accidentes de trabajo. Asi-
mismo, en 1833 apareció en Inglaterra la
primera legislación en aspectos laborales
(ley de fábricas), que básicamente regla-
mentaba la inspección de fábricas y los
límites de las jornadas de trabajo para los
niños.
En la actualidad está fuera de toda duda
la interrelación trabajo-enfermedad-
salud y son muchos los investigadores e
instituciones que están analizando es-
tructural y específicamente los riesgos la-
borales de la clase trabajadora. Se ha
informado, por ejemplo, que del 60 al
90% de los casos de cáncer guardan
relación directa o indirecta con la acción
de diversos elementos del medio, ya sea
aire, agua, radiaciones, o bien con las
condiciones de vida y de trabajo, las pre-
ferencias personales en materia de alimen-
tación, consumo de tabaco o de otras sus-
tancias tóxicas (7, 8).
El desarrollo de la salud ocupacional en
América Latina ha ido avanzando de
manera coherente con el modelo general
de desarrollo (5). Los programas de salud
ocupacional han sido diseñados para
proporcionar cobertura, en especial a
aquellos grupos de trabajadores em-
pleados en los sectores más dinámicos de
la economía de los países: las industrias
extractivas y manufactureras, el sector
energético y las grandes empresas depen-
dientes del capital transnacional. Por otro
lado, existe una gran masa de trabaja-
dores de medianas y pequeñas empresas,
como artesanos, trabajadores rurales,
etc., que no tienen cobertura en relación
con los riesgos laborales.
Marco conceptual
Durante el Primer Seminario Lati-
noamericano de Salud Ocupacional (9) se
afirmó que “la salud ocupacional está li-
gada a factores económicos, sociales,
políticos e históricos, lo cual ha condi-
cionado que en América Latina el desa-
rrollo de estos programas haya tenido
características especiales y muy diferentes
de los problemas que presentan los países
industrializados. . . . La definición gene-
ral de enfermedad profesional no ha sido
todavía alcanzada, pero exige como con-
dición fundamental que pueda ser impu-
table a causas relacionadas con el trabajo
realizado’ ’ . Una de las conclusiones ex-
presa que “se pudo notar que la planifíca-
ción de salud ocupacional no ha alcanzado
un nivel conveniente debido a la compleji-
dad de los problemas”.
Teniendo en cuenta las observaciones
anteriores, puede afirmarse que de ma-
nera general han sido aceptadas algunas
definiciones, las cuales se describen a con-
tinuación.
Accidente de trabajo. Es todo aconteci-
miento repentino que afecta la salud del
trabajador a causa del desempeño de sus
labores o en ocasión de las mismas. Habi-
tualmente comprende la lesión f’isicopsí-
quita derivada de las relaciones y efectos a
que está sometido el trabajador en sus ac-
tividades dentro de su jornada laboral. El
Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 23
accidente de trabajo abarca todos las rela-
ciones directas e indirectas que existen en-
tre la intervención humana y el proceso de
producción, es decir, desde la fabricación
de la maquinaria hasta su utilización por
el operario (10).
Las cifras de accidentes de trabajo al-
canzan una gran magnitud y el análisis de
sus orígenes puede proporcionar pautas
de orientación entre causa y efecto; es por
ello que hay que considerar, entre otras,
las condiciones de higiene de la empresa
(temperatura, ventilación, iluminación,
ruido), así como las repercusiones de in-
greso económico, el estrés laboral por la
producción, el tipo y condiciones del am-
biente de trabajo y la monotonía. Tam-
bién se ha otorgado bastante importancia
a la condición humana, pues sin duda el
factor humano está’siempre presente en la
etiología del accidente de trabajo (del 60 al
80% de los accidentes tienen su origen en
“fallas humanas”). Con todo, es conve-
niente señalar que esta aseveración es vá-
lida siempre y cuando se entienda por
condición humana todas las interven-
ciones que se encuentran involucradas en
el proceso de producción, es decir, que no
se identifique únicamente al operario
como objeto y sujeto del accidente de tra-
bajo, sino que además comprenda todas
las etapas que involucran la condición hu-
mana en el proceso de fabricación de la
maquinaria, desde la instalación, fun-
cionamiento, mantenimiento, capacita-
ción -adecuados o no-, ambiente la-
boral, aspectos jurídicos y de seguridad,
hasta la utilización por parte del operario.
Todas estas variables se interrelacionan y
abren las posibilidades de producir acci-
dentes de trabajo, 0 sea una ruptura
brusca del equilibrio agente-huésped-am-
biente (II). Las consecuencias son la inca-
pacidad o la muerte.
Sobre el tema en cuestión se ha dicho:
“No obstante la relativa facilidad para su
registro [de los accidentes de trabajo], no
se dispone hasta el momento de datos para
definir adecuadamente la magnitud del
problema” (1 I). Un estudio realizado por
la OMS en 1974 (IZ), en Bolivia, Colom-
bia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela
confirmó la gravedad del problema en la
región: “Las tasas de incidencia anual de
accidentes en estos países varían del 21 al
34%” También se ha informado (13)
que en América Latina y el Caribe ocu-
rren anualmente por lo menos 10 millones
de accidentes laborales, con más de
50 000 casos mortales.
En la tríada ecológica del accidente de
trabajo cabe diferenciar con claridad el
agente, el huésped y el ambiente. El
agente puede ser toda sustancia u objeto
relacionado con el daño, por ejemplo, un
vehículo en movimiento, una caldera, etc.
El huésped incluye al trabajador con todas
sus características individuales y a su
núcleo familiar, y puede asimismo con-
vertirse en causa. El ambiente estaría re-
presentado por las características de ilu-
minación, ventilación, etc.
Al analizar los accidentes de trabajo hay
que tener en cuenta factores como: 1) la
causa de los accidentes, es decir, la forma
en que el agente toma contacto con la per-
sona lesionada (recibir un golpe por un
objeto, una caída); 2) la naturaleza de la
lesión, es decir, la clase de lesión sufrida
por la persona accidentada (herida, contu-
sión, fractura), y 3) la parte del cuerpo
afectada (dedos, manos, ojos).
Enfermedad ocupacional. Es todo proceso
patológico que sobreviene a raíz de la re-
petición de una causa proveniente en
forma directa del tipo de trabajo que des-
empeña el trabajador, o bien del medio en
que se ha visto obligado a desempeñarlo.
Puede decirse que es aquella enfermedad
que tiene por escenario el lugar de trabajo
y que está condicionada al cumplimiento
de una determinada ocupación. Así, el
factor irritativo del hollín de una chime-
nea (lugar de trabajo) exponía a riesgos
continuos a los deshollinadores (durante
su trabajo de limpieza), hecho que a su
24 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
vez provocaba una mayor incidencia de
cáncer de escroto en esta población. Se ha
expresado que “al contrario de los acci-
dentes, en que la ruptura del equilibrio de
la salud es brusca y nítida, las enferme-
dades ocupacionales significan una de-
sestabilización más lenta e insidiosa de las
relaciones agente-huésped-ambiente, pro-
vocada por la naturaleza o las condiciones
del trabajo, y contraídas durante el
mismo” (II).
A pesar de ser un indicador clásico en
salud ocupacional no se conoce bien la
magnitud del problema de las enferme-
dades ocupacionales en América Latina.
Esta dificultad, según el mismo autor
(II), se debe a dos tipos de factores: los re-
lacionados con el diagnóstico y los especí-
ficos de la notificación y registro. Entre
ellos cabe citar la inespecifkidad de signos
y síntomas; la ausencia de enseñanza de la
“medicina del trabajo” en los planes de
estudios médicos; la dificultad de conlir-
mación diagnóstica (laboratorios espe-
ciales, toxicología); la falta de conoci-
mientos de los trabajadores sobre los
riesgos a que están expuestos y la carencia
de estudios epidemiológicos sobre estas
enfermedades. No obstante, la prevalen-
cia de la silicosis en Bolivia, Chile y Perú
en 1967 alcanzaba más de 5 200 casos
(II); en un estudio epidemiológico reali-
zado en Brasil en 1978 se estimó que la
prevalencia de dicha enfermedad era de
30 000 casos (ll).
Salud ocupacional. De acuerdo con la
OMS (13), el concepto de salud ocupa-
cional expresa: “tratar de promover y
mantener el mayor grado de bienestar
físico, mental y social de los trabajadores
en todas las profesiones; prevenir todo
daño causado a la salud de estos por las
condiciones de su trabajo; protegerlos en
su empleo contra los riesgos resultantes de
la presencia de agentes perjudiciales a su
salud; colocar y mantener al trabajador en
un empleo adecuado a sus aptitudes fi-
siológicas y psicológicas, y, en suma,
adaptar el trabajo al hombre y cada hom-
bre a su trabajo”.
Es oportuno mencionar que en el
Primer Seminario Latinoamericano de
Salud Ocupacional (9), en una de las re-
comendaciones se mencionaba que ‘ ‘la re-
cuperación de la salud está incluida dentro
de los objetivos de la salud ocupacional”.
La prevención de accidentes de trabajo, el
adecuado conocimiento de los riesgos la-
borales, el diagnóstico precoz, el correcto
y oportuno tratamiento de la enfermedad
ocupacional, las medidas de rehabilitación
física, mental y social son individualmente
el campo de acción de la salud ocupa-
cional. Por otra parte, el análisis de las
condiciones de los medios de la produc-
ción, así como las de empleo, subempleo y
salario, y la organización laboral, consti-
tuyen el marco estructural de la salud ocu-
pacional. Esta última es responsabilidad
del trabajador y, por extensión, del em-
presario y de las estructuras política, so-
cial y laboral de un país; a ellos corres-
ponde iniciar acciones jurídicas que sean
el marco de referencia obligado para un
equipo de profesionales de salud ocupa-
cional.
En este aspecto, la Organización Pana-
mericana de la Salud (OPS) en el Plan de
Acción para la Instrumentación de las Estrate-
gias Regionales (14) indica: “Los principios
en los que se basa esta área son: promover
el interés y la participación activa de los
trabajadores y empresarios en tratar de re-
ducir la invalidez debida a accidentes y a
enfermedades relacionadas con el trabajo,
incluyendo la exposición a sustancias tóxi-
cas; mejorar el conocimiento sobre las en-
fermedades ocupacionales; aumentar el
control de los factores ambientales en los
lugares de trabajo, así como la toma de
medidas correctivas para eliminar ries-
gos’ ’ . Igualmente en dicho Plan se men-
ciona que la cobertura de actividades de
prevención de riesgos alcanza solamente a
un 30% de la población de América
Latina, específicamente a través de los sis-
Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 25
temas de seguridad social. La extensión de
servicios a los trabajadores rurales y a los
de industrias pequeñas podría realizarse
incorporando la salud ocupacional en los
servicios de la comunidad.
Por otra parte, la introducción de
nuevos productos y tecnologías requerirá
que el sector salud participe activamente
en el fortalecimiento de las instituciones
especializadas, laboratorios y centros de
adiestramiento. Un aspecto fundamental
que debe tenerse presente es el fomento de
una legislación que permita una acción
eficaz en la prevención y control de riesgos
ocupacionales.
Riesgo laboral
Se entiende por riesgo laboral el con-
junto de factores físicos, psíquicos, quími-
cos, ambientales, sociales y culturales que
actúan sobre el individuo; la interrelación
y los efectos que producen esos factores
dan lugar a la enfermedad ocupacional.
Pueden identificarse riesgos laborales re-
lacionados globalmente con el trabajo en
general, y además algunos riesgos especí-
ficos de ciertos medios de producción.
Clasijicación de riesgos(15)
1. Riesgos del ambiente o microclima de tra-
bajo. Conjunto de factores presentes en
cualquier medio en el que se encuentre el
hombre, por ejemplo, iluminación, venti-
lación, ruido, humedad, temperatura.
Cada uno posee valores mínimos y máxi-
mos dentro de los cuales el trabajador
puede laborar sin que ocurra deterioro de
la salud.
2. Riesgos contaminantes. Producidos por
sustancias físicas, químicas o biológicas
que, por su naturaleza, contaminan el
ambiente y por lo tanto pueden afectar la
salud del trabajador.
3. Factores de inseguridad. Incluyen las
acciones de trabajo que dañan o ponen en
peligro la vida del trabajador. Por ejem-
plo, deficiencias en la construcción de los
locales de trabajo, ausencia o deficiencia
de mecanismos de seguridad, grado de pe-
ligro del tipo de trabajo y falta de
protección.
4. Sobrecargamuscular. Por lo general es
un factor de riesgo físico inherente a todo
trabajo; el trabajador debe realizar
grandes esfuerzos y está sometido a una
sobrecarga física o a una situación de tra-
bajo inadecuada. Su efecto inmediato es la
fatiga.
5. Sobrecarga mental. Es un factor de
riesgo psicológico; el trabajador puede su-
frir cambios en el comportamiento, tales
como agresividad, depresión o ansiedad,
originados por el ritmo de trabajo, los
horarios, la inseguridad, la monotonía,
etc.
6. Otros riesgos. Existen, además, otros
tipos de riesgos que no son específicos de
las condiciones laborales, sino que son
comunes a toda la colectividad. Corres-
ponden a los niveles de contaminación
ambiental que repercuten en la produc-
ción de alteraciones en el ecosistema, dete-
riorando y contaminando las fuentes de
agua, los alimentos y el aire. Ejemplos de
estos últimos son la contaminación por
mercurio que afecta las costas de Morón y
Puerto Cabello, como resultado de la
operación indiscriminada de la planta de
clorosoda de la industria petroquímica de
Venezuela (15).
Hay otros factores de riesgo propios de
la inestabilidad laboral, que conduce a si-
tuaciones de estrés; el trabajador debe en-
frentar la posibilidad de perder el empleo
y convertirse en población desempleada o
subempleada. Esta condición favorece la
existencia de las “enfermedades de la de-
socupación”, o lo que se ha dado en lla-
mar enfermedades ocupacionales de la po-
blación que no tiene trabajo. Estas pueden
revestir mayor gravedad debido al fuerte
26 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
contexto psicosocioeconómico en que es-
tán inmersas. Todos estos riesgos no ac-
túan en forma aislada, sino que habi-
tualmente hay una interacción. La fábrica
se convierte en un medio propicio en el
cual se interrelacionan los factores no-
civos: ambiente con escasa iluminación y
ventilación, abundante humedad, ruido
excesivo, agentes químicos a los que se
agregan la sobrecarga física y los horarios
inadecuados. La suma de los riesgos crea
el escenario ideal para la aparición de las
enfermedades ocupacionales.
Magnitud de los riesgoslaborales
La casi totalidad de industrias crean
riesgos laborales que dan lugar a un gran
número de casos de accidentes de trabajo
y de enfermedad ocupacional.
En el documento básico de referencia
de la III Reunión de Ministros de Salud
de las Américas, celebrada en 1972 (16),
se indica que al iniciarse el decenio de
1970, la fuerza laboral en América Latina
era de 94 millones; de ellos, 44% labora-
ban en actividades primarias, 20% en la
industria y 36 % en actividades propias del
comercio y los servicios. Sin embargo, la
falta de legislación laboral adecuada, de
medios de diagnóstico oportuno y de una
sistematización de la notificación de casos,
impide que se disponga de datos que refle-
jen la realidad de la situación.
En Estados Unidos de América (17)
había en 1975 por lo menos 4 millones de
obreros que cada año contraían enferme-
dades relacionadas con su trabajo y las de-
funciones alcanzaban la cifra de 100 000
al año. Otras fuentes han revelado que en
las minas de carbón de ese país moría, por
término medio, un obrero cada dos días.
Cada año fallecían 4 000 mineros a causa
de neumoconiosis, enfermedad que pa-
decía uno de cada cinco hombres que tra-
bajaban en las minas. Por otra parte, los
trabajadores del campo tenían una es-
peranza de vida de 49 años, lo que signifi-
caba para la época un 20% menos que la
media del país (IB). Se ha señalado que
Italia tiene la primacía de los accidentes de
trabajo y de las enfermedades ocupa-
cionales y que solo los enfermos de silicosis
suman 300 000 (19). Además, los casos de
accidentes en la industria pasaron de
1 057 429 en 1960 a 1 348 633 en 1970
(20). En lo que se refiere a las enferme-
dades de los hijos de trabajadores en dis-
tintas categorías profesionales, los datos
de mortalidad infantil en Italia de 1965 a
1967 son altamente ilustrativos y ponen de
manifiesto la interrelación que existe entre
mortalidad y profesión (cuadro 1).
Algunos autores (2X) han indicado que
solamente en la industria el número de ac-
cidentes anuales que entrañan una sus-
pensión del trabajo en todo el mundo se
estima en 50 millones, es decir, 160 000
diarios aproximadamente y que en los
países industrializados se reconoce que,
en promedio, un trabajador de cada 10 es
una víctima diaria que debe suspender su
trabajo o poner en riesgo la vida.
Un estudio de los trabajadores de la
Compañía de Luz y Fuerza de México
D.F. (22) reveló que aquellos estaban más
expuestos a contraer ciertas enfermedades
que otros grupos sometidos a las mismas
condiciones (cuadro 2). Asimismo, en
CUADRO l-Mortalidad infantil entre los hijos
de trabajadores en distintas categorías profe-
sionales, Italia, 1965-1967.a
Ocupación
Trabajadores agrícolas
Trabajadores de la construcción
Molineros, panaderos
Negociantes, comerciantes
Fundidores, mecánicos
Maestros
Médicos y farmacéuticos
Oficiales y suboficiales
Magistrados, abogados, notarios
aFuente: (19).
Mortalidad
(por 1 000
nacidos vivos)
42,3
3237
29,0
26,5
24,0
19,l
18,4
18,2
16,6
BadíaMontalvo SALUD OCUPACIONAL 27
CUADRO 2-Frecuencia de enfermedades en
un grupo de trabajadores de la Compafíia de Luz y
Fuerza, México, 1978.8
Enfermedad
Hipertensión
Cardiopatía isquémica
Ulcera péptica
Gastritis
Enterocolitis
Conjuntivitis
Enfermedades reumáticas
Ansiedad
aFuente: (22).
Grupo Grupo no
expuesto expuesto
(W) (S)
15,7 3,9
ll,5 1,g
21,l 21,5
44,7 21,5
47,7 ll,7
25,7 33
21.1 13
61,0 W3
áreas agrícolas de América Central y Pa-
namá se observó que entre los riesgos pro-
fesionales identificados, los accidentes de
trabajo producidos por el uso de ma-
chetes, y las intoxicaciones profesionales
agudas producidas por pesticidas ocupa-
ban el primer lugar (23).
Por último, a pesar de la escasez de da-
tos, puede afirmarse que existe un cúmulo
de conocimientos -resultado de estudios
prácticos y de la experiencia obtenida en
la industria, la agricultura, la minería y
otros sectores profesionales- que permite
demostrar la existencia de una correlación
entre los niveles de exposición continua y
el grado de deterioro de la salud. Es evi-
dente pues, que hay una necesidad de vi-
gilar constantemente la salud y el medio
en los lugares de trabajo.
Programa de salud ocupacional
Desde un punto de vista teórico, en la
formulación de un programa de salud
ocupacional se deben considerar algunos
elementos básicos, a saber:
a) La necesidad de que las actividades
de salud ocupacional se incorporen a la es-
tructuración del sistema de salud de cada
país. Ello significa la adopción de dicho
programa por las instituciones de salud de
mayor responsabilidad y cobertura para
compartir con los seguros sociales la res-
ponsabilidad de dichas actividades. La
participación de los ministerios de salud
pública en este tipo de acciones es cada vez
más necesaria, y su incorporación se hará
a través de la red de servicios de salud.
b) La red de servicios de salud se con-
cibe como un conjunto de unidades de
producción que deben identificarse por
sus características de capacidad de resolu-
ción de problemas, nivel de complejidad y
localización espacial. En general, estas di-
ferencias deben tener cierto grado de arti-
culación, pero ambas, diferenciación y ar-
ticulación, deben conocerse para poder
designar y delegar actividades de salud
ocupacional, según el nivel de la unidad
de servicios.
c) La red de servicios en su conjunto
pretende asegurar la equidad en la presta-
ción de servicios, garantizando accesibili-
dad, eficacia y eficiencia social. Ello per-
mite ofrecer una cobertura de acceso
adecuada para optimar la atención de sa-
lud a los trabajadores y sus familiares.
d) Para facilitar el desarrollo del pro-
grama de salud ocupacional se estima con-
veniente, como estrategia valida, basar las
actividades en la ideología de atención pri-
maria de salud. La ampliación de la co-
bertura, las actividades de salud ambien-
tal y la participación de la comunidad son
valiosos instrumentos del programa.
Objetivos
Un programa eficaz de salud de los tra-
bajadores tiene como objetivo general
mantener un adecuado nivel de salud del
trabajador y de su núcleo familiar. Los
objetivos específicos, por su parte, pueden
esquematizarse de la siguiente forma:
l Conocer la prevalencia de los riesgos
a los que se encuentra expuesta la pobla-
ción laboral.
28 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
l Identificar los factores que inter-
vienen en el proceso: riesgo laboral, acci-
dente de trabajo, enfermedad ocupa-
cional, etc.
l Analizar la estructura y caracteres
epidemiológicos de la enfermedad ocupa-
cional.
l Elaborar una metodología que per-
mita orientar las medidas de prevención y
control.
l Organizar los recursos y favorecer el
desarrollo del marco jurídico laboral para
la puesta en marcha de las actividades.
l Integrar las actividades en la red de
servicios (unidad-centro-hospital-insti-
tuto)
Descripción
El programa de salud ocupacional,
desde el punto de vista teórico, se lleva a
cabo integral y articuladamente a través
de la red de servicios de salud, según los
diferentes grados de complejidad de cada
unidad. En este sentido se han presentado
diseños teóricos que incorporan los con-
ceptos de niveles de prevención y niveles
de atención alas actividades clásicas de sa-
lud ocupacional (5, 24). De acuerdo con
esta orientación se intenta presentar un
esquema teórico que demuestre la factibi-
lidad de la concepción de niveles aplicados
a las actividades de un programa de salud
ocupacional.
Nivel 1. Las acciones de este nivel se
realizan en el lugar de trabajo y en la uni-
dad de servicios de menor complejidad.
Las funciones básicas que deberán cum-
plirse son, entre otras, las siguientes: pro-
moción y educación laboral; ídentífica-
ción de riesgos laborales; prevención;
diagnóstico precoz y tratamiento opor-
tuno del accidente de trabajo; atención
médica inmediata y referencia adecuada
de la enfermedad ocupacional. En este
nivel las acciones prioritarias estarían en-
marcadas en la uromoción v nrevención.
sin descuidar la atención por demanda.
Las actividades que pueden realizarse en
este nivel son:
a) Saneamiento ambiental del lugar de
trabajo: análisis de las condiciones de ílu-
minación, ventilación, ruido, etc.
b) Identificación de los riesgos a que se
encuentran expuestos los trabajadores, se-
gún los diferentes medios de la producción
(elaboración del instrumento denominado
“mapa de riesgo laboral”),
c) Conocimiento de las condiciones de
vivienda y sus relaciones con el lugar de
trabajo. En los centros industriales me-
dianos y grandes es importante el análisis
de las condiciones de las “ciudades dormi-
torio/barrio obrero”, cuyo estilo de vida
está condicionado por el sistema de vida
de la fábrica. (Se denomina ciudad dormi-
torio al conjunto de viviendas ubicadas al-
rededor de los lugares de trabajo; durante
el día suelen estar vacías y vuelven a ocu-
parse a la salida del trabajo.)
d) Atención del accidente de trabajo,
en especial el de menor gravedad, y re-
ferencia de casos a un nivel superior
cuando se estima necesario.
e) Registro y notificación de casos.
Nivel 2. En este nivel se cumplen las
mismas funciones que en el anterior, del
cual es un apoyo, y se inician funciones de
rehabilitación que no aparecían en el pri-
mero. Como es lógico, la diferenciación
de las funciones y la capacidad de
resolución de problemas depende de los
recursos. El diagnóstico, el tratamiento y
la rehabilitación son funciones más priori-
tarias pero no excluyentes de este nivel.
Nivel 3. Representa una fase ya muy es-
pecializada en la que se realizan acciones
de diagnóstico y tratamiento muy comple-
jas y se conjugan actividades de higiene y
seguridad industrial. Este tercer nivel se
ubicaría en el plano regional -de los esta-
dos o nacional, según los casos- y en él se
producirían diversas acciones, entre ellas:
a) Normativas. referentes a las condi-
Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 29
ciones laborales, a la atención integral de
pacientes y al estudio de los aspectos ju-
rídico-laborales.
b) Gerenciales, en cuanto a la organi-
zación de todo un sistema que comprende
líneas de dirección, supervisión y ejecu-
ción; líneas de asesoría; formación de co-
mités de empresa; sistema de referencia de
pacientes y sistema de información esta-
dística y epidemiológica.
c) Docentes.
d) Impulso de investigaciones opera-
tivas en materia de salud ocupacional.
e) Coordinación intersectorial.
Lógicamente, la diferenciación en tres
niveles es solo un intento de tipificación
que debe adaptarse a las condiciones de
tiempo y lugar correspondientes. La ubi-
cación de las funciones plantea la posi-
bilidad de integrar las actividades a un
sistema escalonado de complejidad que
comprende y se identifica con la red de
servicios de salud, con sus diferentes de-
nominaciones, según las características de
los sistemas de salud en cada país.
La diferenciación presentada tiene el
único propósito de tipificar y no debe su-
ponerse la presencia de una estratificación
rígida, que no existe ni se desea.
Metodoiogia
Las fases de un programa de salud ocu-
pacional que se presentan a continuación
se basan en los lineamientos y experien-
cias de un programa de medicina de em-
presa observado en Terrassa, Barcelona,
España, en 1981; se tomó como instru-
mento operativo la ejecución del “mapa
de riesgo laboral”.
Determinación de la población objetivo.
Identificación según sexo, edad, ocupa-
ción, profesión, educación, vivienda, há-
bitos, ingreso económico, situación la-
boral, y según las condiciones de salud del
trabajador y de su núcleo familiar.
Determinación delos diferentesmediosdepro-
ducción. Número de empresas; número de
trabajadores por empresa; distribución de
las empresas por actividad económica:
agricultura y ganadería, extracción,
energía, industria química, textil, alimen-
taria, de la construcción y otras.
Distribución de las empresas según riesgo de
exposición (componente patógeno). Ruido,
polvo, disolventes (tricloroetileno, ben-
ceno), metales (plomo, mercurio, níquel,
cobalto), resinas, humos, gases (monó-
xido de carbono), hidrocarburos, agentes
aminados, temperatura y humedad, elec-
tricidad, vibraciones, pesticidas, radia-
ciones, otros.
Descripción de la morbilidad propia del
riesgo. a) Sistemas respiratorio, nervioso,
aparatos cardiovascular, urinario, geni-
tal, digestivo. b) Entidades clínicas: der-
mopatías, neuropatías, alergias, tras-
tornos auditivos, visuales, hematológicos
y respiratorios. c) Enfermedad profe-
sional: silicosis, asbestosis, trauma so-
noro, asma profesional, bisinosis, bagazo-
sis, saturnismo.
Para la aplicación del instrumento
operativo es necesario, además, el conoci-
miento de los siguientes componentes:
a) Medios para la detección del riesgo:
predicción teórica basada en la condición
tecnológica (por ejemplo, fuente de con-
taminantes); vigilancia ecológica (grado
de contaminación, nivel de higiene y se-
guridad de la empresa); experimentación
toxicológica.
b) Recolección de los datos: cuestiona-
rio de riesgo realizado en la empresa; in-
formación sobre el número de trabaja-
dores por sección y por turnos, croquis de
la empresa; visita a la empresa; cuestiona-
rio de salud de los trabajadores; informe
específico de la empresa según su riesgo;
reconocimiento laboral de los trabajadores
(examen médico de cada trabajador, visita
a la vivienda del trabajador); anomalías
observadas (datos recogidos, pruebas rea-
lizadas, criterios médicos, recomenda-
30 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
CUADRO 3-Esquema de riesgo laboral.
Actividad
Riesgos Enfermedades
Pesticidas Polvos Estrés Intoxicación Silicosis Psicosomáticas
Agrícola
Minera
Eléctrica
XxX x x xxx x
x*x xx xxx xx
xxx XxX
ciones sobre protección); información a la
empresa y al trabajador de las condiciones
de higiene y de salud colectiva, así como
de los riesgos para la salud inherentes a
cada empresa.
c) Interpretación de los datos: elabora-
ción de cuadros y gráficas; análisis de los
factores de causalidad; formulación de
hipótesis.
d) Formulación de medidas de control.
e) Evaluación.
Una vez obtenidos los datos se elabora
el mapa de riesgo laboral, que en un enfo-
que matricial ofrece una visión rápida y
clara de los riesgos a que está sometido el
trabajador según las actividades que de-
sempeña. En el cuadro 3 se presenta, a
título de ejemplo, un esquema que puede
utilizarse para la elaboración de un mapa
de riesgo laboral. Dicho mapa propor-
ciona información epidemiológica valida
para el trabajador, el comité de empresa y
las autoridades, sobre los riesgos a que
está expuesto un trabajador según la rama
de producción en que realiza sus labores.
Es un instrumento dinámico y operativo
que facilita la identificación de los medios
de protección dentro de las condiciones de
higiene y seguridad de la empresa y
favorece la prevención y el control del
daño. Con este esquema simple solo se
pretende dar idea de una matriz compleja
que puede realizarse según las activi-
dades, riesgos y enfermedades respec-
tivas. Si la empresa que se visita es una fá-
brica textil, previamente se habrán
identificado los insumos que se utilizan
para la producción; así podrán señalarse
los riesgos que pueden originar dichos in-
sumos. La actividad agrícola, por ejem-
plo, tiene potencialmente mayor preva-
lencia de riesgos producidos por efecto de
los pesticidas, y estos a su vez entrañan
más riesgos de provocar intoxicaciones.
La actividad minera por su parte ofrece
mayores riesgos de inhalación de polvo
como factor causal de silicosis.
Resumen
Se ha considerado necesario diseñar un
marco teórico conceptual en relación con
los accidentes de trabajo, el riesgo laboral,
la enfermedad ocupacional y la salud ocu-
pacional. Precisamente, en este estudio,
se pone de manifiesto la magnitud del pro-
blema y la importancia cada vez mayor de
los accidentes de trabajo y de las enferme-
dades ocupacionales, como principales
factores de riesgo a que están expuestos los
trabajadores y sus familias. La escasez de
datos que demuestren la frecuencia de nu-
merosas enfermedades profesionales in-
dica la escasa consideración que se ha
otorgado a los problemas de salud ocupa-
cional. Los postulados enunciados al deli-
near la meta de salud para todos, en espe-
cial en lo que respecta a la equidad y
eficiencia sociales, pueden alcanzarse a
través de los programas de salud de los
trabajadores. Dentro de un marco teórico
de un programa de salud ocupacional se
señala la necesidad de que las acciones de
dicho programa se incorporen a las activi-
dades propias que tienen lugar en los ser-
Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 31
vicios de salud, según los diferentes
niveles de complejidad. En este sentido se
identifica la importancia de los ministerios
de salud en la prestación de salud a la co-
munidad para desarrollar actividades y
prestar atención en materia de salud ocu-
pacional. Los ministerios de salud, estre-
chamente coordinados con otras institu-
ciones, pueden fomentar la factibilidad del
concepto de salud para todos, mediante
la ampliación de la cobertura y la par-
ticipación de la comunidad. Se presenta
también, en forma esquemática, la meto-
dología utilizada en un programa de salud
ocupacional basado en el instrumento de
“mapa de riesgo laboral”, el cual orienta
y favorece la prevención y la adecuada
atención del accidente de trabajo y la en-
fermedad ocupacional. n
REFERENCIAS
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Canadians. Ottawa, 1975.
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occupational health in the Andean countries.
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para todos en el año 2000. Plan de Acción para la
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Washington, D.C., 1977.
24. Méndes, R. Medicina do trabalho. Doencas
profissionais. São Paulo, 1980.
32 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985
Occupational health and work hazards (Summary)
There has been a need for a theoretical
framework covering work accidents, work
hazards, occupational disease and occupa-
tional health to be designed. This study points
up the magnitude of the problem and the in-
creasing importance of work accidents and oc-
cupation disease as majo, risk factors to which
workers and their families are exposed. The
shortage of data demonstrating the frequency
of numerous professional diseases indicates the
lack of consideration that has been given to oc-
cupational health problems. Measures set
forth in defining the goal of health for all, par-
ticularly in regard to social equity and effi-
ciency, may be carried out through worker
health programs. The theoretical framework
for an occupational health program is pre-
sented, indicating the need for the activities of
such a program to be incorporated into health
service activities, in accordance with different
levels of complexity. In this regard, referente
is made to the important role that health min-
istries play in providing health care to the com-
munity and thus their importance in the devel-
opment of occupational health care activities
and services. Health ministries, in close coor-
dination with other institutions, can make the
concept of health for al1 more feasible by ex-
panding community coverage and participa-
tion. An outline of the methodology for an oc-
cupational health program, based on the use of
a “labor health map” as a tool for guidance
and assistance in preventing and providing
proper care for work accidents and occupa-
tional disease, is also presented.
Saúde ocupacional e riscos do trabalho (Resumo)
Considerou-se necessário elaborar um qua-
dro teórico conceptual sobre os acidentes de
trabalho, o risco do trabalho, a enfermidade
ocupacional e a saúde ocupacional. Precisa-
mente, nesse estudo, se manifesta a magnitude
do problema e a importância cada vez maior
dos acidentes de trabalho e das enfermidades
ocupacionais, como principais fatores de risco
a que estão expostos os trabalhadores e suas
famflias. A escassez de dados que demonstrem
a freqüência de numerosas enfermidades pro-
fissionais indica a escassa consideracão atri-
buída aos problemas de saúde ocupacional. Os
postulados enunciados ao delinear-se a meta
de saúde para todos, em especial no que diz
respeito à eqüidade e eficiência social, podem
ser alcancados através dos programas de saúde
dos trabalhadores. Apresenta-se um quadro
teórico de um programa de saúde ocupacional,
no qual se assinala a necessidade de que as
acões desse programa sejam incorporadas às
atividades próprias que têm lugar nos servicos
de saúde, segundo os diversos níveis de com-
plexidade. Nesse sentido identifica-se a
importância dos ministérios de saúde na pres-
tacão de servicos de saúde à comunidade para
desenvolver atividades e atendimento em ma-
téria de saúde ocupacional. Os ministérios da
saúde, em estreita coordenacáo com outras
instituicões, podem fomentar a viabilidade do
conceito de saúde para todos, mediante am-
pliacão de cobertura e participa@0 da comuni-
dade. Apresenta-se também, de maneira es-
quemática, a metodologia usada num pro-
grama de saúde ocupacional baseado no
“mapa de risco do trabalho”, que orienta e
favorece a prevencão e atendimento adequado
dos acidentes de trabalho e enfermidades ocu-
pacionais.
Badia Montalvo SALUD OCUPACIONAL 33
Médecine du travail et risques professionnels (Résumé)
Il a été jugé nécessaire d’établir un cadre
théorique conceptuel concernant les accidents
du travail, les risques et maladies profession-
nels et la médecine du travail. Cette étude met
précisément l’accent sur l’ampleur du pro-
blème et l’importance que prennent de plus en
plus les accidents du travail et les maladies
professionnelles, principaux facteurs de risque
auxquels sont exposés les travailleurs et leurs
familles. Le manque de données témoignant
de la fréquence de nombreuses maladies pro-
fessionnelles prouve le peu d’intérêt accordé
aux problèmes de santé des travailleurs. Les
postulats énoncés lors de la définition de l’ob-
jectif de santé pour taus, notamment en ce qui
concerne l’équité et l’efficience sociales, peu-
vent se concrétiser dans les programmes sani-
taires concus à l’intention des travailleurs. Il
est en particulier signalé dans le modele théori-
que d’un te1 programme présenté dans cette
étude que les actions qu’il implique doivent
nécessairement faire partie des activités des
services sanitaires compte tenu des différents
niveaux de complexité. Les ministères de la
santé sont appelés à jouer un rôle de premier
plan, au bénélice de la communauté, dans le
domaine des activités et soins relevants de la
médecine du travail. En étroite coordination
avec d’autres institutions, ces ministères peu-
vent favoriser la matérialisation du concept de
santé pour taus en donnant plus d’ampleur
tant à la couverture qu’à la participation de la
communauté. Sous une forme schématique, se
trouve également exposée la méthodologie uti-
lisée dans un programme de santé basé sur
l’instrument que constitue la “carte des ris-
ques professionnels” qui oriente et favorise la
prévention des accidents du travail et des ma-
ladies professionnelles et les soins médicaux
que motivent de telles circonstances.

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manual

  • 1. Bol OfSanif Panam 98(l), 1985 SALUD OCUPACIONAL Y RIESGOS LABORALES Roberto Badía Montalvo’ Introducción Salud para todos La salud se comprende no solo como la ausencia de enfermedad sino como una manera de vivir autónoma, digna y soli- daria, es decir, inseparable del nivel y cali- dad de vida del individuo y su familia, de las características sociales de otros núcleos de población y de las condiciones de su entorno. Se ha señalado que la condición de sa- lud está afectada por factores genéticos y hereditarios, ambientales y culturales, así como por el estilo de vida y por la organi- zación de los servicios de salud (‘1). La interacción positiva de estos factores (indi- viduales, del medio y los de tipo organiza- cional), encontrará su expresión en una vida digna, autónoma y solidaria a través de una buena salud. Ahora bien, es conve- niente tener en cuenta la existencia de otro factor condicionante de similar importan- cia, y es la condición laboral, cuya rela- ción con la salud es continua e ininterrum- pida. Asimismo, se ha dicho que el trabajo constituye la principal manifestación hu- mana, y que puede representar tanto un instrumento de salud, como también un instrumento patógeno (2). En tales condi- ciones, la salud, la actividad laboral y el medio representan los tres elementos bási- ‘Organización Panamericana de la Salud. Prestach de Servt- cias de Salud, Santo Domingo, República Dominicana. Dirección postal Mimsterio de Salud y Previsión Social, Apartado No 1464, Santo Domingo, Repúbhca Dominicana cos de la ecología humana y del bienestar social. La importancia de lograr una adecuada calidad de vida y un buen nivel de salud ha sido expresada en múltiples ocasiones y en variadas circunstancias. La Asamblea Mundial de la Salud decidió en 1977 (3) que la principal meta social de los go- biernos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los próximos decenios debe consistir en “alcanzar para todos los ciudadanos del mundo en el año 2000, un grado de salud que les permita llevar una vida social y económicamente productiva”. La salud para todos ideológicamente sebasa en los siguientes postulados: * La salud es un derecho humano y una meta social universalmente aceptada. l Se pretende que las grandes y marca- das desigualdades en salud entre di- ferentes países, y entre distintos estratos de población dentro de un mismo país, sean drásticamente reducidas como un significado de equidad y de justicia social. l El pueblo tiene el derecho y el deber de participar en lo individual y en lo colec- tivo en la planificación y ejecución de los cuidados de su salud. La Asamblea Mundial de la Salud, al aprobar la meta de salud para todos, tuvo en cuenta el probable escenario socio- económico que existiría en el año 2000; esto, para América Latina, se identifica en términos generales con cambios demográ- 20
  • 2. Badia Montaluo SALUD OCUPACIONAL 21 fíeos caracterizados por un alto creci- miento de la población y con una muy fuerte tendencia a la urbanización. Asimismo, debido a la tendencia decre- ciente en la fecundidad y a la elevación de la esperanza de vida se producirá un cam- bio en la estructura de edad de la pobla- ción; esto significa que un 58% del total de la población (aproximadamente 350 millones) corresponderá al grupo com- prendido entre los 15 y 64 años, o sea un núcleo de población en plena actividad laboral. Por otro lado, las posibles situaciones demográficas para América Latina en el año 2000 van a representar fuertes de- mandas de los sectores sociales (vivienda, educación, alimentación, salud) que van a requerir esfuerzos y cambios en los enfo- ques para poder satisfacerlas. Los déficits habitacionales serán mayores, las condi- ciones de alimentación y nutrición de los grupos más desprotegidos se irán dete- riorando y la estructura epidemiológica prevalente sufrirá marcados cambios en cuanto a morbilidad y mortalidad. En lo que concierne a la salud y en sen- tido más específico a la salud de los traba- jadores, la OMS ha señalado que es nece- sario realizar una diferenciación entre las condiciones de salud ocupacional de los países industrializados y las de los países en desarrollo. En países industrializados, donde las enfermedades no transmisibles son más prevalentes, los problemas más importantes son las enfermedades car- diovasculares, la hipertensión, los daños mentales y las enfermedades psicosomáti- cas. Sin embargo, la mayoría de los traba- jadores de los países en desarrollo realizan sus actividades en la agricultura, y pade- cen múltiples problemas de salud, algunos de los cuales tienen clara relación, o son el resultado de los accidentes de trabajo (4). Esta es la “doble carga” (5) que sufren los trabajadores de los países en desarrollo: por una parte, la patología común y, por la otra, los nuevos riesgos debidos a los agentes derivados del proceso de indus- trialización. Además, las condiciones demográficas y sociales señaladas van a tener repercu- sión en un aumento de la demanda de ser- vicios de salud, cuyos costos tendrán un valor cada vez mayor que planteará com- plejos problemas a la hora de decidir cómo satisfacer las necesidades básicas de salud. Todas estas perspectivas hacen factible que se incrementen las demandas sociales, sobre todo de los grupos de población marginada, lo que abrirá aun más la brecha entre necesidades y recursos. En 1979, la OMS, consciente de la ne- cesidad de cambio con respecto al sistema de salud, aprobó la atención primaria de salud como la estrategia valida para alcan- zar la meta de salud para todos, tratando de modificar positivamente las condi- ciones del posible escenario del año 2000. Dentro del contexto de salud para todos, esta atención indica que: l La salud comienza en el hogar, con- tinúa y se mantiene constante en la es- cuela y en la fábrica. l La población aplicará mejores méto- dos para prevenir las enfermedades y ali- viar las afecciones e invalideces, lo que permitirá disponer de mejores medios para crecer y envejecer -es decir, seguir viviendo con una cierta calidad de vida- y morir dignamente. l Los servicios de salud deberán tener la característica esencial de ser accesibles a todos. Salud ocupacional Antecedentes La concepción de la enfermedad como un fenómeno vinculado o derivado del tra- bajo es muy antigua y se confunde en sus orígenes con la propia actividad médica (6). Ya Hipócrates y Plinio se refirieron a las enfermedades de los trabajadores de las
  • 3. 22 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 minas y más tarde Bauer, Paracelso y otros, presentaron su preocupación por las condi- ciones ambientales del trabajador. Ramazzini (1638-17 14) describe por primera vez y en forma sistemática la en- fermedad derivada de los oficios de su época, introduciendo en la anamnesis la clásica pregunta: Cen qué trabaja? Pott (1775) describió la alta incidencia de tu- mores del escroto en los deshollinadores londinenses e introdujo en el método epi- demiológico el estudio de la enfermedad laboral. A finales del siglo XVIII, con el desarrollo del proceso industrial en Ingla- terra y otros países, se hizo evidente la presencia de los riesgos laborales expresa- dos por largas jornadas de trabajo, falta de mecanismos protectores, inadecuadas condiciones de iluminación y ventilación, que eran factores ambientales que favo- recían los accidentes de trabajo. Asi- mismo, en 1833 apareció en Inglaterra la primera legislación en aspectos laborales (ley de fábricas), que básicamente regla- mentaba la inspección de fábricas y los límites de las jornadas de trabajo para los niños. En la actualidad está fuera de toda duda la interrelación trabajo-enfermedad- salud y son muchos los investigadores e instituciones que están analizando es- tructural y específicamente los riesgos la- borales de la clase trabajadora. Se ha informado, por ejemplo, que del 60 al 90% de los casos de cáncer guardan relación directa o indirecta con la acción de diversos elementos del medio, ya sea aire, agua, radiaciones, o bien con las condiciones de vida y de trabajo, las pre- ferencias personales en materia de alimen- tación, consumo de tabaco o de otras sus- tancias tóxicas (7, 8). El desarrollo de la salud ocupacional en América Latina ha ido avanzando de manera coherente con el modelo general de desarrollo (5). Los programas de salud ocupacional han sido diseñados para proporcionar cobertura, en especial a aquellos grupos de trabajadores em- pleados en los sectores más dinámicos de la economía de los países: las industrias extractivas y manufactureras, el sector energético y las grandes empresas depen- dientes del capital transnacional. Por otro lado, existe una gran masa de trabaja- dores de medianas y pequeñas empresas, como artesanos, trabajadores rurales, etc., que no tienen cobertura en relación con los riesgos laborales. Marco conceptual Durante el Primer Seminario Lati- noamericano de Salud Ocupacional (9) se afirmó que “la salud ocupacional está li- gada a factores económicos, sociales, políticos e históricos, lo cual ha condi- cionado que en América Latina el desa- rrollo de estos programas haya tenido características especiales y muy diferentes de los problemas que presentan los países industrializados. . . . La definición gene- ral de enfermedad profesional no ha sido todavía alcanzada, pero exige como con- dición fundamental que pueda ser impu- table a causas relacionadas con el trabajo realizado’ ’ . Una de las conclusiones ex- presa que “se pudo notar que la planifíca- ción de salud ocupacional no ha alcanzado un nivel conveniente debido a la compleji- dad de los problemas”. Teniendo en cuenta las observaciones anteriores, puede afirmarse que de ma- nera general han sido aceptadas algunas definiciones, las cuales se describen a con- tinuación. Accidente de trabajo. Es todo aconteci- miento repentino que afecta la salud del trabajador a causa del desempeño de sus labores o en ocasión de las mismas. Habi- tualmente comprende la lesión f’isicopsí- quita derivada de las relaciones y efectos a que está sometido el trabajador en sus ac- tividades dentro de su jornada laboral. El
  • 4. Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 23 accidente de trabajo abarca todos las rela- ciones directas e indirectas que existen en- tre la intervención humana y el proceso de producción, es decir, desde la fabricación de la maquinaria hasta su utilización por el operario (10). Las cifras de accidentes de trabajo al- canzan una gran magnitud y el análisis de sus orígenes puede proporcionar pautas de orientación entre causa y efecto; es por ello que hay que considerar, entre otras, las condiciones de higiene de la empresa (temperatura, ventilación, iluminación, ruido), así como las repercusiones de in- greso económico, el estrés laboral por la producción, el tipo y condiciones del am- biente de trabajo y la monotonía. Tam- bién se ha otorgado bastante importancia a la condición humana, pues sin duda el factor humano está’siempre presente en la etiología del accidente de trabajo (del 60 al 80% de los accidentes tienen su origen en “fallas humanas”). Con todo, es conve- niente señalar que esta aseveración es vá- lida siempre y cuando se entienda por condición humana todas las interven- ciones que se encuentran involucradas en el proceso de producción, es decir, que no se identifique únicamente al operario como objeto y sujeto del accidente de tra- bajo, sino que además comprenda todas las etapas que involucran la condición hu- mana en el proceso de fabricación de la maquinaria, desde la instalación, fun- cionamiento, mantenimiento, capacita- ción -adecuados o no-, ambiente la- boral, aspectos jurídicos y de seguridad, hasta la utilización por parte del operario. Todas estas variables se interrelacionan y abren las posibilidades de producir acci- dentes de trabajo, 0 sea una ruptura brusca del equilibrio agente-huésped-am- biente (II). Las consecuencias son la inca- pacidad o la muerte. Sobre el tema en cuestión se ha dicho: “No obstante la relativa facilidad para su registro [de los accidentes de trabajo], no se dispone hasta el momento de datos para definir adecuadamente la magnitud del problema” (1 I). Un estudio realizado por la OMS en 1974 (IZ), en Bolivia, Colom- bia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela confirmó la gravedad del problema en la región: “Las tasas de incidencia anual de accidentes en estos países varían del 21 al 34%” También se ha informado (13) que en América Latina y el Caribe ocu- rren anualmente por lo menos 10 millones de accidentes laborales, con más de 50 000 casos mortales. En la tríada ecológica del accidente de trabajo cabe diferenciar con claridad el agente, el huésped y el ambiente. El agente puede ser toda sustancia u objeto relacionado con el daño, por ejemplo, un vehículo en movimiento, una caldera, etc. El huésped incluye al trabajador con todas sus características individuales y a su núcleo familiar, y puede asimismo con- vertirse en causa. El ambiente estaría re- presentado por las características de ilu- minación, ventilación, etc. Al analizar los accidentes de trabajo hay que tener en cuenta factores como: 1) la causa de los accidentes, es decir, la forma en que el agente toma contacto con la per- sona lesionada (recibir un golpe por un objeto, una caída); 2) la naturaleza de la lesión, es decir, la clase de lesión sufrida por la persona accidentada (herida, contu- sión, fractura), y 3) la parte del cuerpo afectada (dedos, manos, ojos). Enfermedad ocupacional. Es todo proceso patológico que sobreviene a raíz de la re- petición de una causa proveniente en forma directa del tipo de trabajo que des- empeña el trabajador, o bien del medio en que se ha visto obligado a desempeñarlo. Puede decirse que es aquella enfermedad que tiene por escenario el lugar de trabajo y que está condicionada al cumplimiento de una determinada ocupación. Así, el factor irritativo del hollín de una chime- nea (lugar de trabajo) exponía a riesgos continuos a los deshollinadores (durante su trabajo de limpieza), hecho que a su
  • 5. 24 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 vez provocaba una mayor incidencia de cáncer de escroto en esta población. Se ha expresado que “al contrario de los acci- dentes, en que la ruptura del equilibrio de la salud es brusca y nítida, las enferme- dades ocupacionales significan una de- sestabilización más lenta e insidiosa de las relaciones agente-huésped-ambiente, pro- vocada por la naturaleza o las condiciones del trabajo, y contraídas durante el mismo” (II). A pesar de ser un indicador clásico en salud ocupacional no se conoce bien la magnitud del problema de las enferme- dades ocupacionales en América Latina. Esta dificultad, según el mismo autor (II), se debe a dos tipos de factores: los re- lacionados con el diagnóstico y los especí- ficos de la notificación y registro. Entre ellos cabe citar la inespecifkidad de signos y síntomas; la ausencia de enseñanza de la “medicina del trabajo” en los planes de estudios médicos; la dificultad de conlir- mación diagnóstica (laboratorios espe- ciales, toxicología); la falta de conoci- mientos de los trabajadores sobre los riesgos a que están expuestos y la carencia de estudios epidemiológicos sobre estas enfermedades. No obstante, la prevalen- cia de la silicosis en Bolivia, Chile y Perú en 1967 alcanzaba más de 5 200 casos (II); en un estudio epidemiológico reali- zado en Brasil en 1978 se estimó que la prevalencia de dicha enfermedad era de 30 000 casos (ll). Salud ocupacional. De acuerdo con la OMS (13), el concepto de salud ocupa- cional expresa: “tratar de promover y mantener el mayor grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las profesiones; prevenir todo daño causado a la salud de estos por las condiciones de su trabajo; protegerlos en su empleo contra los riesgos resultantes de la presencia de agentes perjudiciales a su salud; colocar y mantener al trabajador en un empleo adecuado a sus aptitudes fi- siológicas y psicológicas, y, en suma, adaptar el trabajo al hombre y cada hom- bre a su trabajo”. Es oportuno mencionar que en el Primer Seminario Latinoamericano de Salud Ocupacional (9), en una de las re- comendaciones se mencionaba que ‘ ‘la re- cuperación de la salud está incluida dentro de los objetivos de la salud ocupacional”. La prevención de accidentes de trabajo, el adecuado conocimiento de los riesgos la- borales, el diagnóstico precoz, el correcto y oportuno tratamiento de la enfermedad ocupacional, las medidas de rehabilitación física, mental y social son individualmente el campo de acción de la salud ocupa- cional. Por otra parte, el análisis de las condiciones de los medios de la produc- ción, así como las de empleo, subempleo y salario, y la organización laboral, consti- tuyen el marco estructural de la salud ocu- pacional. Esta última es responsabilidad del trabajador y, por extensión, del em- presario y de las estructuras política, so- cial y laboral de un país; a ellos corres- ponde iniciar acciones jurídicas que sean el marco de referencia obligado para un equipo de profesionales de salud ocupa- cional. En este aspecto, la Organización Pana- mericana de la Salud (OPS) en el Plan de Acción para la Instrumentación de las Estrate- gias Regionales (14) indica: “Los principios en los que se basa esta área son: promover el interés y la participación activa de los trabajadores y empresarios en tratar de re- ducir la invalidez debida a accidentes y a enfermedades relacionadas con el trabajo, incluyendo la exposición a sustancias tóxi- cas; mejorar el conocimiento sobre las en- fermedades ocupacionales; aumentar el control de los factores ambientales en los lugares de trabajo, así como la toma de medidas correctivas para eliminar ries- gos’ ’ . Igualmente en dicho Plan se men- ciona que la cobertura de actividades de prevención de riesgos alcanza solamente a un 30% de la población de América Latina, específicamente a través de los sis-
  • 6. Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 25 temas de seguridad social. La extensión de servicios a los trabajadores rurales y a los de industrias pequeñas podría realizarse incorporando la salud ocupacional en los servicios de la comunidad. Por otra parte, la introducción de nuevos productos y tecnologías requerirá que el sector salud participe activamente en el fortalecimiento de las instituciones especializadas, laboratorios y centros de adiestramiento. Un aspecto fundamental que debe tenerse presente es el fomento de una legislación que permita una acción eficaz en la prevención y control de riesgos ocupacionales. Riesgo laboral Se entiende por riesgo laboral el con- junto de factores físicos, psíquicos, quími- cos, ambientales, sociales y culturales que actúan sobre el individuo; la interrelación y los efectos que producen esos factores dan lugar a la enfermedad ocupacional. Pueden identificarse riesgos laborales re- lacionados globalmente con el trabajo en general, y además algunos riesgos especí- ficos de ciertos medios de producción. Clasijicación de riesgos(15) 1. Riesgos del ambiente o microclima de tra- bajo. Conjunto de factores presentes en cualquier medio en el que se encuentre el hombre, por ejemplo, iluminación, venti- lación, ruido, humedad, temperatura. Cada uno posee valores mínimos y máxi- mos dentro de los cuales el trabajador puede laborar sin que ocurra deterioro de la salud. 2. Riesgos contaminantes. Producidos por sustancias físicas, químicas o biológicas que, por su naturaleza, contaminan el ambiente y por lo tanto pueden afectar la salud del trabajador. 3. Factores de inseguridad. Incluyen las acciones de trabajo que dañan o ponen en peligro la vida del trabajador. Por ejem- plo, deficiencias en la construcción de los locales de trabajo, ausencia o deficiencia de mecanismos de seguridad, grado de pe- ligro del tipo de trabajo y falta de protección. 4. Sobrecargamuscular. Por lo general es un factor de riesgo físico inherente a todo trabajo; el trabajador debe realizar grandes esfuerzos y está sometido a una sobrecarga física o a una situación de tra- bajo inadecuada. Su efecto inmediato es la fatiga. 5. Sobrecarga mental. Es un factor de riesgo psicológico; el trabajador puede su- frir cambios en el comportamiento, tales como agresividad, depresión o ansiedad, originados por el ritmo de trabajo, los horarios, la inseguridad, la monotonía, etc. 6. Otros riesgos. Existen, además, otros tipos de riesgos que no son específicos de las condiciones laborales, sino que son comunes a toda la colectividad. Corres- ponden a los niveles de contaminación ambiental que repercuten en la produc- ción de alteraciones en el ecosistema, dete- riorando y contaminando las fuentes de agua, los alimentos y el aire. Ejemplos de estos últimos son la contaminación por mercurio que afecta las costas de Morón y Puerto Cabello, como resultado de la operación indiscriminada de la planta de clorosoda de la industria petroquímica de Venezuela (15). Hay otros factores de riesgo propios de la inestabilidad laboral, que conduce a si- tuaciones de estrés; el trabajador debe en- frentar la posibilidad de perder el empleo y convertirse en población desempleada o subempleada. Esta condición favorece la existencia de las “enfermedades de la de- socupación”, o lo que se ha dado en lla- mar enfermedades ocupacionales de la po- blación que no tiene trabajo. Estas pueden revestir mayor gravedad debido al fuerte
  • 7. 26 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 contexto psicosocioeconómico en que es- tán inmersas. Todos estos riesgos no ac- túan en forma aislada, sino que habi- tualmente hay una interacción. La fábrica se convierte en un medio propicio en el cual se interrelacionan los factores no- civos: ambiente con escasa iluminación y ventilación, abundante humedad, ruido excesivo, agentes químicos a los que se agregan la sobrecarga física y los horarios inadecuados. La suma de los riesgos crea el escenario ideal para la aparición de las enfermedades ocupacionales. Magnitud de los riesgoslaborales La casi totalidad de industrias crean riesgos laborales que dan lugar a un gran número de casos de accidentes de trabajo y de enfermedad ocupacional. En el documento básico de referencia de la III Reunión de Ministros de Salud de las Américas, celebrada en 1972 (16), se indica que al iniciarse el decenio de 1970, la fuerza laboral en América Latina era de 94 millones; de ellos, 44% labora- ban en actividades primarias, 20% en la industria y 36 % en actividades propias del comercio y los servicios. Sin embargo, la falta de legislación laboral adecuada, de medios de diagnóstico oportuno y de una sistematización de la notificación de casos, impide que se disponga de datos que refle- jen la realidad de la situación. En Estados Unidos de América (17) había en 1975 por lo menos 4 millones de obreros que cada año contraían enferme- dades relacionadas con su trabajo y las de- funciones alcanzaban la cifra de 100 000 al año. Otras fuentes han revelado que en las minas de carbón de ese país moría, por término medio, un obrero cada dos días. Cada año fallecían 4 000 mineros a causa de neumoconiosis, enfermedad que pa- decía uno de cada cinco hombres que tra- bajaban en las minas. Por otra parte, los trabajadores del campo tenían una es- peranza de vida de 49 años, lo que signifi- caba para la época un 20% menos que la media del país (IB). Se ha señalado que Italia tiene la primacía de los accidentes de trabajo y de las enfermedades ocupa- cionales y que solo los enfermos de silicosis suman 300 000 (19). Además, los casos de accidentes en la industria pasaron de 1 057 429 en 1960 a 1 348 633 en 1970 (20). En lo que se refiere a las enferme- dades de los hijos de trabajadores en dis- tintas categorías profesionales, los datos de mortalidad infantil en Italia de 1965 a 1967 son altamente ilustrativos y ponen de manifiesto la interrelación que existe entre mortalidad y profesión (cuadro 1). Algunos autores (2X) han indicado que solamente en la industria el número de ac- cidentes anuales que entrañan una sus- pensión del trabajo en todo el mundo se estima en 50 millones, es decir, 160 000 diarios aproximadamente y que en los países industrializados se reconoce que, en promedio, un trabajador de cada 10 es una víctima diaria que debe suspender su trabajo o poner en riesgo la vida. Un estudio de los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza de México D.F. (22) reveló que aquellos estaban más expuestos a contraer ciertas enfermedades que otros grupos sometidos a las mismas condiciones (cuadro 2). Asimismo, en CUADRO l-Mortalidad infantil entre los hijos de trabajadores en distintas categorías profe- sionales, Italia, 1965-1967.a Ocupación Trabajadores agrícolas Trabajadores de la construcción Molineros, panaderos Negociantes, comerciantes Fundidores, mecánicos Maestros Médicos y farmacéuticos Oficiales y suboficiales Magistrados, abogados, notarios aFuente: (19). Mortalidad (por 1 000 nacidos vivos) 42,3 3237 29,0 26,5 24,0 19,l 18,4 18,2 16,6
  • 8. BadíaMontalvo SALUD OCUPACIONAL 27 CUADRO 2-Frecuencia de enfermedades en un grupo de trabajadores de la Compafíia de Luz y Fuerza, México, 1978.8 Enfermedad Hipertensión Cardiopatía isquémica Ulcera péptica Gastritis Enterocolitis Conjuntivitis Enfermedades reumáticas Ansiedad aFuente: (22). Grupo Grupo no expuesto expuesto (W) (S) 15,7 3,9 ll,5 1,g 21,l 21,5 44,7 21,5 47,7 ll,7 25,7 33 21.1 13 61,0 W3 áreas agrícolas de América Central y Pa- namá se observó que entre los riesgos pro- fesionales identificados, los accidentes de trabajo producidos por el uso de ma- chetes, y las intoxicaciones profesionales agudas producidas por pesticidas ocupa- ban el primer lugar (23). Por último, a pesar de la escasez de da- tos, puede afirmarse que existe un cúmulo de conocimientos -resultado de estudios prácticos y de la experiencia obtenida en la industria, la agricultura, la minería y otros sectores profesionales- que permite demostrar la existencia de una correlación entre los niveles de exposición continua y el grado de deterioro de la salud. Es evi- dente pues, que hay una necesidad de vi- gilar constantemente la salud y el medio en los lugares de trabajo. Programa de salud ocupacional Desde un punto de vista teórico, en la formulación de un programa de salud ocupacional se deben considerar algunos elementos básicos, a saber: a) La necesidad de que las actividades de salud ocupacional se incorporen a la es- tructuración del sistema de salud de cada país. Ello significa la adopción de dicho programa por las instituciones de salud de mayor responsabilidad y cobertura para compartir con los seguros sociales la res- ponsabilidad de dichas actividades. La participación de los ministerios de salud pública en este tipo de acciones es cada vez más necesaria, y su incorporación se hará a través de la red de servicios de salud. b) La red de servicios de salud se con- cibe como un conjunto de unidades de producción que deben identificarse por sus características de capacidad de resolu- ción de problemas, nivel de complejidad y localización espacial. En general, estas di- ferencias deben tener cierto grado de arti- culación, pero ambas, diferenciación y ar- ticulación, deben conocerse para poder designar y delegar actividades de salud ocupacional, según el nivel de la unidad de servicios. c) La red de servicios en su conjunto pretende asegurar la equidad en la presta- ción de servicios, garantizando accesibili- dad, eficacia y eficiencia social. Ello per- mite ofrecer una cobertura de acceso adecuada para optimar la atención de sa- lud a los trabajadores y sus familiares. d) Para facilitar el desarrollo del pro- grama de salud ocupacional se estima con- veniente, como estrategia valida, basar las actividades en la ideología de atención pri- maria de salud. La ampliación de la co- bertura, las actividades de salud ambien- tal y la participación de la comunidad son valiosos instrumentos del programa. Objetivos Un programa eficaz de salud de los tra- bajadores tiene como objetivo general mantener un adecuado nivel de salud del trabajador y de su núcleo familiar. Los objetivos específicos, por su parte, pueden esquematizarse de la siguiente forma: l Conocer la prevalencia de los riesgos a los que se encuentra expuesta la pobla- ción laboral.
  • 9. 28 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 l Identificar los factores que inter- vienen en el proceso: riesgo laboral, acci- dente de trabajo, enfermedad ocupa- cional, etc. l Analizar la estructura y caracteres epidemiológicos de la enfermedad ocupa- cional. l Elaborar una metodología que per- mita orientar las medidas de prevención y control. l Organizar los recursos y favorecer el desarrollo del marco jurídico laboral para la puesta en marcha de las actividades. l Integrar las actividades en la red de servicios (unidad-centro-hospital-insti- tuto) Descripción El programa de salud ocupacional, desde el punto de vista teórico, se lleva a cabo integral y articuladamente a través de la red de servicios de salud, según los diferentes grados de complejidad de cada unidad. En este sentido se han presentado diseños teóricos que incorporan los con- ceptos de niveles de prevención y niveles de atención alas actividades clásicas de sa- lud ocupacional (5, 24). De acuerdo con esta orientación se intenta presentar un esquema teórico que demuestre la factibi- lidad de la concepción de niveles aplicados a las actividades de un programa de salud ocupacional. Nivel 1. Las acciones de este nivel se realizan en el lugar de trabajo y en la uni- dad de servicios de menor complejidad. Las funciones básicas que deberán cum- plirse son, entre otras, las siguientes: pro- moción y educación laboral; ídentífica- ción de riesgos laborales; prevención; diagnóstico precoz y tratamiento opor- tuno del accidente de trabajo; atención médica inmediata y referencia adecuada de la enfermedad ocupacional. En este nivel las acciones prioritarias estarían en- marcadas en la uromoción v nrevención. sin descuidar la atención por demanda. Las actividades que pueden realizarse en este nivel son: a) Saneamiento ambiental del lugar de trabajo: análisis de las condiciones de ílu- minación, ventilación, ruido, etc. b) Identificación de los riesgos a que se encuentran expuestos los trabajadores, se- gún los diferentes medios de la producción (elaboración del instrumento denominado “mapa de riesgo laboral”), c) Conocimiento de las condiciones de vivienda y sus relaciones con el lugar de trabajo. En los centros industriales me- dianos y grandes es importante el análisis de las condiciones de las “ciudades dormi- torio/barrio obrero”, cuyo estilo de vida está condicionado por el sistema de vida de la fábrica. (Se denomina ciudad dormi- torio al conjunto de viviendas ubicadas al- rededor de los lugares de trabajo; durante el día suelen estar vacías y vuelven a ocu- parse a la salida del trabajo.) d) Atención del accidente de trabajo, en especial el de menor gravedad, y re- ferencia de casos a un nivel superior cuando se estima necesario. e) Registro y notificación de casos. Nivel 2. En este nivel se cumplen las mismas funciones que en el anterior, del cual es un apoyo, y se inician funciones de rehabilitación que no aparecían en el pri- mero. Como es lógico, la diferenciación de las funciones y la capacidad de resolución de problemas depende de los recursos. El diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación son funciones más priori- tarias pero no excluyentes de este nivel. Nivel 3. Representa una fase ya muy es- pecializada en la que se realizan acciones de diagnóstico y tratamiento muy comple- jas y se conjugan actividades de higiene y seguridad industrial. Este tercer nivel se ubicaría en el plano regional -de los esta- dos o nacional, según los casos- y en él se producirían diversas acciones, entre ellas: a) Normativas. referentes a las condi-
  • 10. Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 29 ciones laborales, a la atención integral de pacientes y al estudio de los aspectos ju- rídico-laborales. b) Gerenciales, en cuanto a la organi- zación de todo un sistema que comprende líneas de dirección, supervisión y ejecu- ción; líneas de asesoría; formación de co- mités de empresa; sistema de referencia de pacientes y sistema de información esta- dística y epidemiológica. c) Docentes. d) Impulso de investigaciones opera- tivas en materia de salud ocupacional. e) Coordinación intersectorial. Lógicamente, la diferenciación en tres niveles es solo un intento de tipificación que debe adaptarse a las condiciones de tiempo y lugar correspondientes. La ubi- cación de las funciones plantea la posi- bilidad de integrar las actividades a un sistema escalonado de complejidad que comprende y se identifica con la red de servicios de salud, con sus diferentes de- nominaciones, según las características de los sistemas de salud en cada país. La diferenciación presentada tiene el único propósito de tipificar y no debe su- ponerse la presencia de una estratificación rígida, que no existe ni se desea. Metodoiogia Las fases de un programa de salud ocu- pacional que se presentan a continuación se basan en los lineamientos y experien- cias de un programa de medicina de em- presa observado en Terrassa, Barcelona, España, en 1981; se tomó como instru- mento operativo la ejecución del “mapa de riesgo laboral”. Determinación de la población objetivo. Identificación según sexo, edad, ocupa- ción, profesión, educación, vivienda, há- bitos, ingreso económico, situación la- boral, y según las condiciones de salud del trabajador y de su núcleo familiar. Determinación delos diferentesmediosdepro- ducción. Número de empresas; número de trabajadores por empresa; distribución de las empresas por actividad económica: agricultura y ganadería, extracción, energía, industria química, textil, alimen- taria, de la construcción y otras. Distribución de las empresas según riesgo de exposición (componente patógeno). Ruido, polvo, disolventes (tricloroetileno, ben- ceno), metales (plomo, mercurio, níquel, cobalto), resinas, humos, gases (monó- xido de carbono), hidrocarburos, agentes aminados, temperatura y humedad, elec- tricidad, vibraciones, pesticidas, radia- ciones, otros. Descripción de la morbilidad propia del riesgo. a) Sistemas respiratorio, nervioso, aparatos cardiovascular, urinario, geni- tal, digestivo. b) Entidades clínicas: der- mopatías, neuropatías, alergias, tras- tornos auditivos, visuales, hematológicos y respiratorios. c) Enfermedad profe- sional: silicosis, asbestosis, trauma so- noro, asma profesional, bisinosis, bagazo- sis, saturnismo. Para la aplicación del instrumento operativo es necesario, además, el conoci- miento de los siguientes componentes: a) Medios para la detección del riesgo: predicción teórica basada en la condición tecnológica (por ejemplo, fuente de con- taminantes); vigilancia ecológica (grado de contaminación, nivel de higiene y se- guridad de la empresa); experimentación toxicológica. b) Recolección de los datos: cuestiona- rio de riesgo realizado en la empresa; in- formación sobre el número de trabaja- dores por sección y por turnos, croquis de la empresa; visita a la empresa; cuestiona- rio de salud de los trabajadores; informe específico de la empresa según su riesgo; reconocimiento laboral de los trabajadores (examen médico de cada trabajador, visita a la vivienda del trabajador); anomalías observadas (datos recogidos, pruebas rea- lizadas, criterios médicos, recomenda-
  • 11. 30 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 CUADRO 3-Esquema de riesgo laboral. Actividad Riesgos Enfermedades Pesticidas Polvos Estrés Intoxicación Silicosis Psicosomáticas Agrícola Minera Eléctrica XxX x x xxx x x*x xx xxx xx xxx XxX ciones sobre protección); información a la empresa y al trabajador de las condiciones de higiene y de salud colectiva, así como de los riesgos para la salud inherentes a cada empresa. c) Interpretación de los datos: elabora- ción de cuadros y gráficas; análisis de los factores de causalidad; formulación de hipótesis. d) Formulación de medidas de control. e) Evaluación. Una vez obtenidos los datos se elabora el mapa de riesgo laboral, que en un enfo- que matricial ofrece una visión rápida y clara de los riesgos a que está sometido el trabajador según las actividades que de- sempeña. En el cuadro 3 se presenta, a título de ejemplo, un esquema que puede utilizarse para la elaboración de un mapa de riesgo laboral. Dicho mapa propor- ciona información epidemiológica valida para el trabajador, el comité de empresa y las autoridades, sobre los riesgos a que está expuesto un trabajador según la rama de producción en que realiza sus labores. Es un instrumento dinámico y operativo que facilita la identificación de los medios de protección dentro de las condiciones de higiene y seguridad de la empresa y favorece la prevención y el control del daño. Con este esquema simple solo se pretende dar idea de una matriz compleja que puede realizarse según las activi- dades, riesgos y enfermedades respec- tivas. Si la empresa que se visita es una fá- brica textil, previamente se habrán identificado los insumos que se utilizan para la producción; así podrán señalarse los riesgos que pueden originar dichos in- sumos. La actividad agrícola, por ejem- plo, tiene potencialmente mayor preva- lencia de riesgos producidos por efecto de los pesticidas, y estos a su vez entrañan más riesgos de provocar intoxicaciones. La actividad minera por su parte ofrece mayores riesgos de inhalación de polvo como factor causal de silicosis. Resumen Se ha considerado necesario diseñar un marco teórico conceptual en relación con los accidentes de trabajo, el riesgo laboral, la enfermedad ocupacional y la salud ocu- pacional. Precisamente, en este estudio, se pone de manifiesto la magnitud del pro- blema y la importancia cada vez mayor de los accidentes de trabajo y de las enferme- dades ocupacionales, como principales factores de riesgo a que están expuestos los trabajadores y sus familias. La escasez de datos que demuestren la frecuencia de nu- merosas enfermedades profesionales in- dica la escasa consideración que se ha otorgado a los problemas de salud ocupa- cional. Los postulados enunciados al deli- near la meta de salud para todos, en espe- cial en lo que respecta a la equidad y eficiencia sociales, pueden alcanzarse a través de los programas de salud de los trabajadores. Dentro de un marco teórico de un programa de salud ocupacional se señala la necesidad de que las acciones de dicho programa se incorporen a las activi- dades propias que tienen lugar en los ser-
  • 12. Badía Montalvo SALUD OCUPACIONAL 31 vicios de salud, según los diferentes niveles de complejidad. En este sentido se identifica la importancia de los ministerios de salud en la prestación de salud a la co- munidad para desarrollar actividades y prestar atención en materia de salud ocu- pacional. Los ministerios de salud, estre- chamente coordinados con otras institu- ciones, pueden fomentar la factibilidad del concepto de salud para todos, mediante la ampliación de la cobertura y la par- ticipación de la comunidad. Se presenta también, en forma esquemática, la meto- dología utilizada en un programa de salud ocupacional basado en el instrumento de “mapa de riesgo laboral”, el cual orienta y favorece la prevención y la adecuada atención del accidente de trabajo y la en- fermedad ocupacional. n REFERENCIAS 1. Lalonde, M. A New Perspective on the Health of Canadians. Ottawa, 1975. 2. Saiegh, R. El medi ambient i la salut. An Med (Barcelona) 63, 1977. 3. Organización Panamericana de la Salud. Salud para todos en el año 2000. Estrategias. Washing- ton, D.C., 1980. (Documento Oficial 173.) 4. Organización Mundial de la Salud. Primary health care and working populations. Ginebra, abril de 1982. (Documento WHO-OCH-82- 2.1 5. Sandoval, H. Actividades de salud ocupacional en la red de servicios de salud. Trabajo presen- tado en el seminario Salud Ocupacional en la Red de Servicios. Campinas, Brasil, 12-15 de marzo, 1984. 6. Gaps, A., Casanellas et al. El medi ambient i la sal&. Colegio Médico de Barcelona, 1981. (Colección Salud y Sanidad 4.) 7. Programa de las Naciones Unidas para el Me- dio Ambiente. Declaración sobre el medio am- biente. Estocolmo, 1972. 8. Kamal, M. El hombre y el medio ambiente. In: Organización Mundial de la Salud. Salud Mundial, junio de 1978. 9. Organización Panamericana de la Salud. Primer Seminario Latinoamericano de Salud Ocupa- cional. São Paulo, Brasil, 21-26 de marzo de 1964. (Publicación Científica 124.) 10. Armengou, J. M. Panorama del riesgo laboral en Terrassa. Hospital Terrassa, Barcelona, 1981. (Documento mimeografiado.) ll. Méndes, R. La salud ocupacional en América Latina. Trabajo presentado en el VI Congreso Interamericano de Prevención de Riesgos Pro- fesionales. Venezuela, 1981. 12. Organización Mundial de la Salud. Study of occupational health in the Andean countries. Ginebra, 1974. (Documento OCH.) 13. Organización Mundial de la Salud. Occupa- tional Health. Décimo Informe del Comité Mixto OMS/OIT. Ginebra, 1953. (Serie de Informes Técnicos 66.) 14. Organización Panamericana de la Salud. Salud para todos en el año 2000. Plan de Acción para la Instrumentación de las Estrategias Regionales. Washington, D.C., 1982. (Documento Oficial 179.) 15. Feo, 0. Relación entre salud y trabajo. Uni- versidad Carabobo, Venezuela, 1981. (Docu- mento mimeografiado.) 16. Organización Panamericana de la Salud. III Reunión de Ministros de Salud de las Améri- cas celebrada en Santiago, Chile, del 2 al 9 de octubre de 1972. (Documento básico de re- ferencia.) 17. Disher, D. P. Pilot Study for Development ofOccu- pational Disease Surveillance Method. Washington, D.C., US Department of Health, Education and Welfare, 1975. 18. Miller, A. Health in Working America. Washing ton, D.C. Ameritan Public Health Associa- tion, 1975. 19. Timio, M. Clases sociales y enfermedad. México, Editorial Nueva Imagen, 1978. 20. Ricchi, R. La muerfe obrera. México, Editorial Nueva Imagen, 1981. 21. Basaglia, F. La salud de los trabajadores. Mé- xico, Editorial Nueva Imagen, 1978. 22. Epelman, M. y Fernández, J. Estudio lisioló- gico de los trabajadores de Luz y Fuerza de México expuestos a riesgo eléctrico. México, 1978. (Documento mimeografiado.) 23. Méndes, R. La salud ocupacional de los traba- jadores agrícolas en Centroamérica y Panamá. Organización Panamericana de la Salud, Washington, D.C., 1977. 24. Méndes, R. Medicina do trabalho. Doencas profissionais. São Paulo, 1980.
  • 13. 32 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Enero 1985 Occupational health and work hazards (Summary) There has been a need for a theoretical framework covering work accidents, work hazards, occupational disease and occupa- tional health to be designed. This study points up the magnitude of the problem and the in- creasing importance of work accidents and oc- cupation disease as majo, risk factors to which workers and their families are exposed. The shortage of data demonstrating the frequency of numerous professional diseases indicates the lack of consideration that has been given to oc- cupational health problems. Measures set forth in defining the goal of health for all, par- ticularly in regard to social equity and effi- ciency, may be carried out through worker health programs. The theoretical framework for an occupational health program is pre- sented, indicating the need for the activities of such a program to be incorporated into health service activities, in accordance with different levels of complexity. In this regard, referente is made to the important role that health min- istries play in providing health care to the com- munity and thus their importance in the devel- opment of occupational health care activities and services. Health ministries, in close coor- dination with other institutions, can make the concept of health for al1 more feasible by ex- panding community coverage and participa- tion. An outline of the methodology for an oc- cupational health program, based on the use of a “labor health map” as a tool for guidance and assistance in preventing and providing proper care for work accidents and occupa- tional disease, is also presented. Saúde ocupacional e riscos do trabalho (Resumo) Considerou-se necessário elaborar um qua- dro teórico conceptual sobre os acidentes de trabalho, o risco do trabalho, a enfermidade ocupacional e a saúde ocupacional. Precisa- mente, nesse estudo, se manifesta a magnitude do problema e a importância cada vez maior dos acidentes de trabalho e das enfermidades ocupacionais, como principais fatores de risco a que estão expostos os trabalhadores e suas famflias. A escassez de dados que demonstrem a freqüência de numerosas enfermidades pro- fissionais indica a escassa consideracão atri- buída aos problemas de saúde ocupacional. Os postulados enunciados ao delinear-se a meta de saúde para todos, em especial no que diz respeito à eqüidade e eficiência social, podem ser alcancados através dos programas de saúde dos trabalhadores. Apresenta-se um quadro teórico de um programa de saúde ocupacional, no qual se assinala a necessidade de que as acões desse programa sejam incorporadas às atividades próprias que têm lugar nos servicos de saúde, segundo os diversos níveis de com- plexidade. Nesse sentido identifica-se a importância dos ministérios de saúde na pres- tacão de servicos de saúde à comunidade para desenvolver atividades e atendimento em ma- téria de saúde ocupacional. Os ministérios da saúde, em estreita coordenacáo com outras instituicões, podem fomentar a viabilidade do conceito de saúde para todos, mediante am- pliacão de cobertura e participa@0 da comuni- dade. Apresenta-se também, de maneira es- quemática, a metodologia usada num pro- grama de saúde ocupacional baseado no “mapa de risco do trabalho”, que orienta e favorece a prevencão e atendimento adequado dos acidentes de trabalho e enfermidades ocu- pacionais.
  • 14. Badia Montalvo SALUD OCUPACIONAL 33 Médecine du travail et risques professionnels (Résumé) Il a été jugé nécessaire d’établir un cadre théorique conceptuel concernant les accidents du travail, les risques et maladies profession- nels et la médecine du travail. Cette étude met précisément l’accent sur l’ampleur du pro- blème et l’importance que prennent de plus en plus les accidents du travail et les maladies professionnelles, principaux facteurs de risque auxquels sont exposés les travailleurs et leurs familles. Le manque de données témoignant de la fréquence de nombreuses maladies pro- fessionnelles prouve le peu d’intérêt accordé aux problèmes de santé des travailleurs. Les postulats énoncés lors de la définition de l’ob- jectif de santé pour taus, notamment en ce qui concerne l’équité et l’efficience sociales, peu- vent se concrétiser dans les programmes sani- taires concus à l’intention des travailleurs. Il est en particulier signalé dans le modele théori- que d’un te1 programme présenté dans cette étude que les actions qu’il implique doivent nécessairement faire partie des activités des services sanitaires compte tenu des différents niveaux de complexité. Les ministères de la santé sont appelés à jouer un rôle de premier plan, au bénélice de la communauté, dans le domaine des activités et soins relevants de la médecine du travail. En étroite coordination avec d’autres institutions, ces ministères peu- vent favoriser la matérialisation du concept de santé pour taus en donnant plus d’ampleur tant à la couverture qu’à la participation de la communauté. Sous une forme schématique, se trouve également exposée la méthodologie uti- lisée dans un programme de santé basé sur l’instrument que constitue la “carte des ris- ques professionnels” qui oriente et favorise la prévention des accidents du travail et des ma- ladies professionnelles et les soins médicaux que motivent de telles circonstances.