María Zambrano argumenta que la filosofía y la poesía deben estar unidas, ya que la intuición y la razón intuitiva son formas complementarias de conocimiento. Ella busca superar el racionalismo mediante una filosofía que capture la realidad tal como es a través de la contemplación poética y la búsqueda filosófica de la verdad. En política, Zambrano valora la noción de "persona" sobre la de individuo y defiende una democracia basada en la igualdad, no la uniformidad, que convierta a los ciudad