El marketing inmobiliario consiste en desarrollar estrategias personalizadas que satisfacen las necesidades del consumidor y mejoran la rentabilidad, en un entorno de creciente competencia. El documento destaca la importancia de adaptar estas estrategias a las tendencias del mercado y las variadas motivaciones de compra de los clientes, que van desde la inversión hasta la búsqueda de un estilo de vida. Se enfatiza que la oferta actual no solo se centra en la ubicación del inmueble, sino en crear experiencias memorables para el cliente.