La metodología SUM se basa en Scrum y se utiliza para el desarrollo de videojuegos con pocos recursos. Define cuatro roles principales (equipo de desarrollo, productor interno, cliente y verificador beta) y un proceso de entrega en cinco etapas (desarrollo de concepto, planificación, elaboración, beta y cierre). El objetivo es desarrollar videojuegos de calidad con pocos integrantes y en tiempos cortos mediante iteraciones, participación del cliente y mejora continua.