La revolución industrial en Inglaterra y el mundo se expandió gracias a los avances tecnológicos de la segunda revolución industrial y la difusión de las ideas de la revolución francesa. La revolución industrial transformó la producción al establecer el modo de producción capitalista a nivel global. Las potencias europeas expandieron sus mercados colonialmente. La independencia de Estados Unidos y Sudamérica combinó procesos de descolonización y revolución política liberal para establecer sistemas republicanos.