El documento describe tres formas en que la informática incide en la educación: 1) Como tema propio de enseñanza en todos los niveles educativos, 2) Como herramienta para resolver problemas en la enseñanza de otras materias, y 3) Como medio de apoyo administrativo en el ámbito educativo. Además, señala que la tecnología multimedia puede transformar a los alumnos de receptores pasivos a participantes activos en el aprendizaje, siempre y cuando esté guiada por el docente.