Esta norma oficial mexicana establece especificaciones para mitigar los efectos adversos sobre la biodiversidad ocasionados por el cambio de uso del suelo de terrenos forestales a agropecuarios, incluyendo la conservación de franjas de vegetación, parches de bosque y un mínimo de 20% de la cubierta vegetal original. También especifica que los bosques tropicales perennifolios y mesófilos de montaña originales no podrán cambiar su uso del suelo.