La computación en la nube surgió en 2008-2009 como una nueva arquitectura que permitiría a las empresas adquirir y distribuir información de manera flexible. Aunque trae beneficios como recursos innovadores y escalabilidad, también plantea desafíos como la protección de datos y la privacidad. La nube provee servicios estandarizados que pueden adaptarse a las necesidades cambiantes de las empresas, pero algunos cuestionan si reemplazará completamente equipos como computadoras y teléfonos.