El suelo se forma a través de un proceso de evolución a lo largo de millones de años. Se inicia a partir de rocas que se disgregan en partículas más pequeñas debido a factores como la temperatura y el paso del tiempo, dando origen a distintos componentes como grava, arena, limo y arcilla. Las propiedades y características de los suelos, como su estructura, textura y composición, varían según la zona geográfica debido a factores como el tipo de roca y el clima.