La Iglesia Anglicana tiene sus orígenes en la Iglesia Cristiana fundada por Jesucristo. Aunque algunos dicen que el rey Enrique VIII fundó la Iglesia Anglicana al separarse de Roma, en realidad la Iglesia en Inglaterra ya existía y solo reclamó su independencia administrativa de la autoridad papal. La Iglesia Anglicana mantiene las creencias fundamentales del cristianismo expresadas en los credos y enseña que la Biblia, los sacramentos y el ministerio episcopal son elementos centrales de su fe católica