El documento define la industria cultural como la capacidad del capitalismo para producir bienes culturales en masa a través de medios técnicos. Adorno y Horkheimer introdujeron críticamente el concepto en 1944 para analizar cómo la industria del entretenimiento en EE.UU. sometía la cultura a las lógicas del mercado. Más tarde, el concepto se amplió a "industrias creativas" para incluir un espectro más amplio de sectores como las artes, el diseño y el turismo cultural, que en el Reino Unido representan el 8