El relato compara la fuerza del viento y el sol. Mientras que el viento usa la violencia para tratar de quitarle el abrigo a un hombre sin éxito, el sol usa la suavidad y calidez para lograrlo. Esto demuestra que el amor y la bondad son más poderosos que la fuerza bruta. El autor luego reflexiona sobre la importancia de educar a los estudiantes con amor y respeto en lugar de castigos.