La polidipsia se caracteriza por un aumento de la sed, comúnmente asociado con condiciones como la diabetes, diarrea, y deshidratación. Su fisiopatología incluye factores como el aumento de osmolalidad y disminución del volumen extracelular, mientras que su manejo puede implicar la identificación de causas subyacentes y la evaluación del consumo de líquidos. Las complicaciones incluyen hiperhidratación y hiponatremia, que pueden derivar en graves consecuencias si no se tratan adecuadamente.