El documento habla sobre la educación holística, la cual implica el desarrollo del estudiante a nivel afectivo, físico, social y espiritual para promover su crecimiento integral. También discute las necesidades educativas especiales y cómo la Declaración de Salamanca promueve la participación de las comunidades de personas con discapacidad en la planificación educativa. Finalmente, contrasta el paradigma tradicional de la educación con un enfoque más inclusivo.