Los íberos eran poblados que habitaron la Península Ibérica entre los siglos V y I a.C., principalmente en las zonas costeras del Mediterráneo como Cataluña, Aragón, la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía. Vivían en ciudades amuralladas estratégicamente ubicadas y se dedicaban principalmente a la agricultura, ganadería y pesca. Creían en varios dioses y practicaban la incineración de los muertos.