El documento describe cómo el uso inapropiado de las redes sociales ha contribuido al aumento de los secuestros. Al publicar demasiada información personal como números de teléfono, direcciones y lugares frecuentados, las personas se vuelven vulnerables. También aceptan solicitudes de personas desconocidas. Se recomienda tomar medidas de seguridad como restringir la información visible, verificar los perfiles antes de aceptar amigos y vigilar el contenido que ven los hijos en internet.