El documento habla sobre el origen y uso histórico del símbolo de la arroba. Explica que proviene del árabe y significa cuatro, y que los copistas medievales lo usaban para ligar las letras "a" y "d" en la palabra latina "ad". También describe cómo se usó como unidad de medida en documentos mercantiles venecianos en 1536 y más tarde en facturas en América del Norte, antes de ser incluido en los primeros teclados. Finalmente, el documento menciona cómo el símbolo pasó