Este pasaje condena a una mujer llamada Jezabel que enseña y seduce a los siervos de Dios a cometer fornicación e idolatría. Dios le ha dado tiempo para arrepentirse pero ella se niega. Como castigo, Dios la arrojará en cama y traerá gran tribulación a los que se adulteran con ella si no se arrepienten.