El padre de un niño discapacitado pronunció un discurso en el que cuestionó dónde está la perfección de Dios al crear a su hijo con discapacidad. Argumentó que la perfección de Dios es cómo las personas reaccionan ante los discapacitados, como cuando un equipo de béisbol dejó que su hijo participara en el último turno al bate a pesar de sus limitaciones.