1. El nivel educativo de los padres influye positivamente en el rendimiento académico de los hijos, mientras que el trabajo de ambos padres fuera de casa afecta negativamente.
2. La relación entre padres y tutores no parece incidir en el rendimiento escolar de los hijos.
3. Contar con recursos adecuados para el estudio en el hogar mejora las posibilidades de aprendizaje.