La Ley de Financiamiento Educativo establece metas de inversión en educación hasta 2010, asignando recursos a nivel nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires. Se incrementará progresivamente el presupuesto educativo hasta alcanzar el 6% del PBI en 2010, destinando fondos a mejorar infraestructura, equipamiento y salarios docentes. Se crean mecanismos de seguimiento y evaluación de los fondos asignados para garantizar su correcta distribución y cumplimiento de objetivos educativos.