El documento discute la clasificación de las fuentes históricas, dividiéndolas en primarias, secundarias y terciarias, y resalta la importancia de todas ellas en la construcción de la historia. Se señala que las fuentes primarias son material de primera mano, mientras que las secundarias son análisis basados en las primeras; las terciarias compilan ambas. El texto también enfatiza la crítica y el contraste de fuentes como pasos fundamentales en la investigación histórica.