El documento discute cuatro puntos sobre las realidades de los universitarios en México. Primero, señala que concentrarse únicamente en las calificaciones no es el objetivo principal y que los sistemas de evaluación suelen premiar la memorización más que la innovación. Segundo, indica que los títulos universitarios ya no definen carreras de por vida y que se debe estar preparado para reinventarse. Tercero, explica que la universidad por sí sola no hace a alguien profesional y que se requiere responsabilidad y respeto al tiempo. Por último,