La ley actual de radiodifusión en Argentina data de 1980 durante la dictadura militar, y ha sido modificada desde entonces para beneficiar a grandes grupos de medios. El gobierno de Menem en los años 90 facilitó la concentración de medios en pocas manos a través de cambios legales que permitieron la inversión extranjera y la creación de redes nacionales de canales. Esto llevó al dominio del mercado por parte de grupos como Clarín.