La Convención sobre los Derechos del Niño establece normas universales para proteger los derechos de los niños a la supervivencia, desarrollo y participación en la sociedad. La Convención detalla derechos como la salud, educación y protección contra el abuso, y obliga a los estados a considerar el interés superior del niño en todas sus políticas. Todos los niños, independientemente de su origen, tienen derecho a desarrollarse plenamente y a que se escuche su opinión.