Según el autor, México atraviesa un momento difícil de violencia extrema y corrupción generalizada que ha sobrepasado la capacidad del gobierno para hacer cumplir la ley. Como resultado, se implementó una reforma penal que incluye un nuevo sistema acusatorio basado en juicios orales, con el objetivo de mejorar la impartición de justicia y combatir la corrupción. Sin embargo, se necesitará capacitar a funcionarios y actualizar el sistema legal durante al menos 10 años para que esta reforma funcione efectivamente.