En 2021, las fatalidades en eventos viales fueron inferiores al promedio de 2015-2019, con un gran porcentaje de víctimas siendo usuarios vulnerables, especialmente peatones y motociclistas. La siniestralidad se concentra en zonas críticas durante diciembre, con un alarmante 47% de muertes ocurriendo en horario nocturno y un notable aumento de incidentes los fines de semana. Además, factores como la percepción de control y preparación para conducir después de consumir alcohol están contribuyendo a la persistente problemática de la conducción bajo influjo de alcohol, a pesar de la conciencia sobre sus riesgos.