La prevención cuaternaria busca evitar el daño causado por la intervención médica, promoviendo un enfoque ético en la práctica médica para proteger a los pacientes y reducir la medicalización y el sobrediagnóstico. Este concepto, surgido en 1999, enfatiza la importancia de realizar intervenciones solo cuando los beneficios superan los riesgos, alineándose con el principio de 'primero, no dañar'. Las acciones médicas deben enfocarse en la calidad, evitando excesos y fomentando el autocuidado.