El relato describe cómo el profeta Eliseo, al ser perseguido por el rey de Siria, demuestra que Dios protege a Israel al hacer que el ejército sirio quede ciego y guía a sus soldados a la ciudad donde Israel puede alimentarlos en vez de matarlos. A través de esta historia, se enfatiza la idea de que Dios está presente y ayuda en momentos de dificultad, mostrando su poder y gracia. El relato concluye con reflexiones sobre la protección divina y el llamado a confiar en Dios en situaciones de miedo.