El proceso gráfico consta de nueve pasos: 1) determinar los requerimientos del cliente, 2) generar ideas, 3) diseñar el producto, 4) crear una pre-impresión, 5) determinar si el diseño se multiplicará o no, 6) crear varias opciones para el cliente, 7) imprimir el producto, 8) darle el acabado final, y 9) embalar el producto para entregarlo al cliente.