El apio tiene numerosos beneficios medicinales. Se usa para tratar enfermedades de los riñones, menstruales, anemia, debilidad, asma, reumatismo y del hígado. También ayuda con la obesidad, colesterol alto y presión arterial alta. Se consume crudo, cocido o en forma de jugo, té e infusiones de semillas secas para aprovechar sus propiedades diuréticas y curativas.