La Ley Federal de Telecomunicaciones y de Contenidos Audiovisuales, promulgada en abril de 2010, establece un marco regulatorio que promueve la competencia, protege los derechos de los usuarios y fomenta la producción nacional en radiodifusión y telecomunicaciones. Esta ley surgió tras reformas y sentencias de la Suprema Corte, buscando homogeneizar concesiones y permisos, así como ampliar la participación de la inversión extranjera. Además, se introducen principios para regular contenidos, protección de derechos y promoción de la diversidad en la programación.