La tía del autor estaba triste porque su planta favorita estaba infestada de plagas y consideraba el suicidio. El autor la convenció de que no valía la pena quitarse la vida por una planta. Para resolver el problema de las plagas, decidieron construir un protector para la planta usando cajas de CD vacías y pegamento, que resultó ser una solución económica y efectiva. La tía del autor quedó feliz porque su planta ya no sufría daños de los insectos.