Un proyecto de intervención consiste en un conjunto de acciones sistemáticas y planificadas para abordar necesidades identificadas, con el objetivo de lograr cambios. El proyecto incluye cuatro fases: diagnóstico de necesidades, planificación, ejecución y evaluación. Se desarrolla para abordar situaciones problemáticas identificadas por un grupo de personas en una institución, y considera factores como la historia de la institución, las relaciones entre subsistemas y la comprensión de quienes la integran.